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MODIFICADOR DIRECTO:
Funcionan como modificadores directo los adjetivos y artículos:
Ejemplo:
Película aburrida
La película
Esa película
Nuestra película
Una película
Aposición:
Se reconoce porque es una aclaración que puede intercambiar su posición con el
núcleo de la construcción sustantiva y transformarse, entonces, en núcleo.
Ejemplo:
La bailarina, Lucía, se lució anoche.
Lucía, la bailarina, se lució anoche.
Ejemplo:
Libro de historias misteriosas
(de: nexo subordinante; historias misteriosas: término).
Construcción comparativa:
El término de este modificador necesita de "como" o "cual" para unirse al
sustantivo núcleo.
La Construcción Comparativa siempre va encabezada por uno de estos dos
nexos. "Como" o "cual" funcionan como nexos comparativos y TODO el resto del
modificador como término.
Ejemplo: Humo como un hilo gris (como: nexo comparativo; un hilo gris: término).
SUSTANTIVOS HOMOFONAS
Los sustantivos homófonos son todos aquellos que se pronuncian igual aunque se
escriban de diferente manera y hagan referencia a otras cosas. Tal como lo dice
su nombre, estos sustantivos se caracterizan por su semejanza acústica y sonora,
independientemente de cómo se escriban y qué signifiquen. La mayoría de las
veces, estas palabras son consideradas como una subclase de las homónimas y
en ocasiones generan dudas y problemas precisamente por sus semejanzas
sonoras. Las palabras homófonas son aquellas que se pronuncian exactamente
igual, pero se escriben de forma diferente y tienen significados distintos.
Ejemplos:
A = (primera letra del alfabeto)
Ha = (del verbo haber)
Abrasar = (quemar)
Abrazar = (dar un abrazo)
Acerbo = (áspero)
Acervo = (conjunto)
Acético = (vinagre)
Ascético = (ermitaño o practicante de virtud)
Por ejemplo:
La pelota amarilla.
La: artículo
pelota: sustantivo
amarilla: adjetivo
VERBOS
Los verbos los podemos definir como palabras que denotan acciones, estados y
también procesos. Siempre constituyen el núcleo de todos los predicados. Los
verbos denominados conjugados señalan persona: primera, segunda o tercera, y
número gramatical como por ejemplo: singular o plural que generalmente coincide
con el sujeto de la oración.
El verbo es una palabra que puede transformarse o modificarse con el fin de dar
sentido a la acción realizada por una persona. Este término tiene su origen
etimológico en el latín verbum y significa la descripción de una acción o estado del
sujeto, el cual es de suma importancia, ya que determina la división entre de quien
se habla y el predicado.
En el aspecto gramatical, el verbo es el núcleo de la oración debido a que este
indica la acción que hará el sujeto o lo que busca expresar, ya sean sentimientos,
acciones, actitudes, estados de ánimo, entre otros. Este término puede
identificarse como acción en el caso de que se voz activa o como complemento si
es pasivo.
La clasificación de los verbos es muy diversa, dado que dependiendo de lo que se
busca hablar o el tiempo en que se encuentra el contexto va a cambiar su
estructura. Por ejemplo, pueden ser regulares o irregulares desde el punto de vista
morfológico, también dependiendo del tiempo de acción se clasifican en
perfectivos o imperfectivos, de igual forma pueden ser copulativos,
semicopulativos, predicativos, transitivos, recíprocos, reflexivos; intransitivos o
pronominales, además si es apoyo de otro verbo, recibe el nombre de auxiliares.
Los verbos tienen 5 tiempos simples en el caso del modo indicativo presente,
pretérito, futuro, copretérito, pospretérito. Los del modo sustantivo tienen 3
simples.
Ejemplos:
Amar
Comer
Reír
Brincar
Correr
Caminar
Hablar
Cocinar
Colorear
Pintar
Chatear
Navegar
Conducir
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BARBARISMOS
Se llama barba al pelo en la gramática tradicional a un vicio del lenguaje que
consiste principalmente en pronunciar o escribir mal las palabras o en emplear
vocablos impropios. Su sentido está relacionado con el valor etimológico que tiene
bárbaro de ‘extraño’ y ‘ajeno’, por lo que se trata de usos que resultan extraños al
español. Las incorrecciones comprendidas en los barbarismos varían con el autor
y no hay una clasificación uniforme. Así, los solecismos a veces se incluyen entre
los barbarismos, pero en otras ocasiones se considera un vicio distinto.
No se ha de considerar barbarismo el empleo intencional de alguna palabra o
frase extranjera hecho por quien conoce su propia lengua y la domina.
CLASES
Barbarismo es un término más bien generalista y ampara una gran diversidad de
palabras que podrían ser consideradas como tal.
Hay varias clases de barbarismos. Ejemplos:
Fonéticos: aquellas palabras que pronunciamos y escribimos mal (líbido en
vez de libido), tiempos verbales incorrectos (cabió en vez de cupo), escribir
o pronunciar palabras a las que hurtamos o, al contrario, añadimos alguna
letra (disgresión en vez de digresión, inflacción en vez de inflación)…