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NO AL CONVENIO UNSAM-ALUMBRERA
http://nounsamalumbrera.wordpress.com/
Universidades en zona de riesgo ético
Por Marcela Valente
BUENOS AIRES, jul 22, 2009 (IPS) - Una organización no gubernamental de Argentina
advierte que un consorcio minero, cuestionado por operaciones contaminantes, reparte
utilidades millonarias con universidades públicas desde hace dos años, con lo cual se
amenazaría así la independencia de sus eventuales informes técnicos.
El alerta fue disparado por el biólogo Raúl Montenegro, de la Fundación para la Defensa
del Ambiente, a raíz del reparto de beneficios por más de 86 millones de pesos (unos 22
millones de dólares) que hizo Minera Alumbrera Limitada en 2008 y este año entre 40
universidades de distintas provincias, por un compromiso legal.
Este académico y dirigente ambientalista, ganador del premio Nobel Alternativo 2004
por su desempeño, dijo a IPS que esos aportes "condicionan la necesaria independencia
de las universidades a la hora de elaborar dictámenes técnicos". Además, advirtió, la
firma que distribuye los beneficios "tiene serios cuestionamientos por contaminación".
Silvana Buján, de la Fundación Bios, informó a IPS que pidió lo mismo a la Universidad
Nacional de Mar del Plata, en el sur de la oriental provincia de Buenos Aires, es decir
que se rechacen esos fondos que fueron aceptados por el CIN, pero que no le
respondieron.
"Entre los docentes (profesores) hay dos posturas sin matices: o se acepta recibir
fondos 'de donde sea', o se rechazan algunos desde la ética", dijo. Pero aseguró que
hay universidades en las que "sus docentes están interpelando a la autoridad para que
expliquen si han aceptado ese dinero sucio".
"Hay muchos consejeros superiores que ni estaban enterados. No creemos que los
excuse. Resulta muy extraño que un fondo tan cuestionable pueda pasar desapercibido
como ingresos generales disimulado en un paquete de dinero mayor, sin que se
explique de dónde vienen esos fondos de manera discriminada", opinó.
Por ley argentina, YMAD debe repartir los beneficios de la explotación del yacimiento de
la siguiente forma: mitad para la Universidad Nacional de Tucumán y la otra mitad a
repartir en el resto de las universidades públicas del país. En los dos últimos años,
cuando la empresa pudo empezar a repartir utilidades, comenzó la distribución.
Desde fines de los años 90, pobladores vecinos del yacimiento tanto en Catamarca
como en Tucumán denuncian la contaminación del aire y el agua a raíz de la
explotación. En 2008, la justicia de Tucumán procesó por contaminación de un efluente
al vicepresidente de la firma minera, Julián Rooney.
Hay también frecuentes filtraciones de metales pesados del dique de cola, afirman los
vecinos, que van al río.
Cuestionan a la Universidad de Luján y otras por aceptar fondos de Minera La
Alumbrera
Lo hace el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. Exige que cumplan con la
exigencia ética de rechazar los fondos provenientes de la actividad contaminante. Envió
una carta a cada uno de los rectores.
5 de julio, 2009
http://www.noticiasmercedinas.com/
Pérez Esquivel solicitó a los rectores de las universidades de todo el país el rechazo a
estos fondos por cuestiones éticas y humanas. El premio Nobel mostró su preocupación
ante el Consejo Interuniversitario Nacional y los rectores de las universidades de todo el
país “en relación a la distribución, entre las universidades públicas, de fondos
provenientes del emprendimiento minero Bajo La Alumbrera, de Yacimientos Mineros de
Agua de Dionisio (YMAD), ubicado en la provincia de Catamarca”.
Lo que denunció fue que “en virtud de la ley 14.771 y sin mayor debate, el Consejo
Interuniversitario Nacional (CIN) decidió, con la resolución 672 del 10 de julio del 2008,
la distribución de 50 millones de pesos. Esta decisión fue luego avalada por cada una de
las universidades, que recibieron desde 990 mil pesos hasta cerca de 3 millones y
medio de pesos por la Universidad de Buenos Aires (UBA). A nuestro conocimiento, la
sede Esquel de la Universidad Nacional de Patagonia es la única institución universitaria
que rechazó estos fondos, por motivos éticos. Ahora, hace menos de un mes, con la
resolución 699 del 18 de mayo del 2009, el CIN aprobó una nueva distribución, esta vez
de 36,8 millones de pesos”.
“Entre otros muchos efectos desastrosos provocados por la gran minería, cabe recordar
que el uso indiscriminado del agua por Minera Alumbrera Ltd. (100 millones de litros por
día) provocó la desaparición de la gran parte de las actividades agrícolas en los
departamentos aledaños; la contaminación del agua y del aire aumentó de manera
constante los casos de cáncer y las enfermedades respiratorias, y provocó la muerte de
muchos animales (tanto ganado como animales salvajes); la libertad de expresión de
los ciudadanos es cada día más violada. Se trata de una actividad que afecta de manera
ampliamente negativa las condiciones de vida no sólo de las poblaciones actuales, sino
también de las generaciones futuras”, enumera, entre otras razones.
“Las universidades, sobre todo la universidad pública, tienen el deber de mantener una
mirada crítica sobre toda actividad productiva y sus impactos sobre la población.
Mantener esta distancia crítica implica que la universidad goce de una total
independencia para desarrollar sus investigaciones. El hecho de que la producción de
saberes técnicos dependa de fondos originados en una actividad tan cuestionada como
la que desarrolla Minera Alumbrera Ltd. le resta confiabilidad”, opina Pérez Esquivel.
“Por otro lado, nos parece importante subrayar que la distribución de dinero
proveniente de este mega-proyecto minero no es la única arremetida de las grandes
corporaciones económicas sobre el ámbito académico. Son muchos los científicos y las
instituciones académicas que fueron cooptados y que multiplican las publicaciones
complacientes con el modelo sojero y el modelo extractivo minero. Eso contribuye a
desprestigiar el ámbito académico; en lugar de cumplir con su deber de informar a la
sociedad civil, estas actividades tienden a desinformar. Pero también son muchos los
científicos, investigadores y académicos que tratan de proponer miradas alternativas al
discurso hegemónico, poniendo a la luz los daños irreparables provocados por estas
actividades destructivas, saqueadoras y contaminantes. Varios de ellos luego sufrieron
represalias y sanciones adentro de sus instituciones”, agrega y solicita “tengan presente
que la explotación de Bajo la Alumbrera, desde hace más de 10 años ahora, viene
provocando graves violaciones a los derechos humanos, no sólo al derecho a vivir en un
ambiente sano, sino también al derecho a la salud, y a los derechos económicos,
sociales, culturales y políticos de millones de personas”.
“Las universidades deben actuar en defensa del bien público y estar al servicio de los
ciudadanos, y eso requiere una total independencia de los intereses privados. Las
universidades deben abrir sus puertas al debate de tales temas de suma importancia,
para definir el modelo de país que queremos. Por todo eso, y porque sabemos de su
compromiso con los intereses del pueblo y con la libertad académica, solicitamos que
cumplan con la exigencia ética de rechazar los fondos provenientes de Yacimiento
Minera Alumbrera”, completa Pérez Esquivel.
La carta y reclamo del Premio Nobel de la Paz fue enviada a los rectores de las
universidades nacionales que recibieron parte de estos fondos: Buenos Aires,
Catamarca, Centro, Chilecito, Comahue, Córdoba, Cuyo, Entre Ríos, Formosa, General
San Martín, General Sarmiento, Iuna, Jujuy, La Matanza, La Pampa, La Plata, La Rioja,
Lanus, Litoral, Lomas de Zamora, Luján, Mar del Plata, Misiones, Nordeste, Noroeste de
la Provincia de Buenos Aires, Patagonia Austral, Patagonia San Juan Bosco, Quilmes, Río
Cuarto, Rosario, Salta, San Juan, San Luis, Santiago del Estero, Sur, Tecnológica, Tres
de Febrero, Tucumán, Villa María.
Este tema, además, ya es parte de discusión en los foros universitarios, y hay quienes
ponen el acento en la necesidad imperiosa y urgente del rechazo a los fondos, por
razones obvias y en total acuerdo con el planteo de Pérez Esquivel.
Gestiones privadas en universidades públicas
Raquel Schrott, Ezequiel Miodownik
7 de julio, 2009
ALAI, América Latina en Movimiento - http://www.alainet.org
Las miradas están puestas hoy sobre los intereses que se esconden bajo las inversiones
millonarias que las universidades nacionales estarían recibiendo -aceptadas por el CIN-
producto de las actividades de la mina de Bajo de la Alumbrera en la provincia de
Catamarca.
Esta situación entendemos que refiere a un modelo de universidad que está puesto en
función de los intereses de empresas multinacionales, y en este caso empresas
contaminantes y saqueadoras. El debate que los estudiantes en diversas universidades
del país venimos trayendo tiene que ver con qué modelo de universidad queremos: una
universidad que esté pensada, que esté investigando y educando en función de las
necesidades de nuestro pueblo o una universidad que esté pensada en función de la
ganancia y de intereses del saqueo y la contaminación. El debate de fondo es éste, qué
educación queremos, qué educación tenemos. Esto viene a sacar a la luz el vínculo
directo que hay de intereses entre las autoridades de algunas universidades y estas
empresas, en este caso mineras.
No, no, en absoluto. Es un órgano que es creado después de lo que fue la Ley de
Educación Superior, sancionada durante el gobierno menemista, y lo que pretende ser
es un órgano de coordinación a nivel nacional de todas las universidades. Hay
representantes del Poder Ejecutivo Nacional, por lo cual el Gobierno Nacional no es
ajeno a estas políticas, sino que a través mismo de las propias universidades está
siendo partícipe de esto. Este órgano no tiene en absoluto representación (de los
estudiantes), como estamos acostumbrados en nuestras facultades, de co-gobierno,
sino que aquí la participación es enteramente de los rectores.
Este consejo es el que traza a grandes rasgos las políticas educativas para la educación
superior a nivel nacional. Lo que queda planteado en la conformación de este órgano es
cómo ya las propias universidades privadas están teniendo representación detrás un
eufemismo que aparece en la década del 90, que era el de las "universidades públicas
de gestión privada", y en ese sentido son empresas que imparten educación.
Masivamente no está este debate planteado. Te puedo trasmitir un caso. Aquí el martes
pasado tuvimos en la Universidad Nacional de La Plata el funcionamiento del Consejo
Superior, que es el órgano máximo de la universidad. Dimos lectura a este documento y
propusimos que el Consejo se expida, y el Consejo Superior, como nos tiene
acostumbrados, lo que hizo fue pasarlo a comisión y no darle tratamiento. Falta un
trabajo alrededor de este tema en la universidad. Por otro lado están aquellos que
tienen intereses, principalmente facultades vinculadas a los negocios extractivos, y por
otro lado está la necesidad de hacer un mayor trabajo en las facultades con los
estudiantes, con docentes, para trabajar esta problemática y que sea una realidad más
palpable.
Resulta que nosotros mismos hace poco tiempo que estamos viendo esta problemática,
la realidad acuciante con la cual vivimos hoy, y con la realidad que se nos impone. Hoy
es una realidad mucho más palpable que hace un par de años, también a partir del
trabajo de las asambleas ambientales a lo largo de todo el país. Esto empieza de a poco
a tomar carne, a hacerse visible para los sectores más informados de la vida
universitaria. Ahora está el desafío de que esto sea más masivo y que el repudio se
generalice, porque si queda solamente en sectores más informados no toma la fuerza
necesaria como para garantizar que no suceda más, que la universidad empiece
realmente a torcer su rumbo, deje de estar mirando los intereses de estas empresas, y
pase a mirar las necesidades de nuestros barrios y de nuestra gente.
- Hay algunas universidades que sin embargo han rechazado la recepción de estos
fondos.
-¿Conocen el destino que tendrían estos fondos, si hay algún compromiso que las
universidades asumen con la empresa minera para la utilización de los mismos?
Nos enteramos directamente vía el diario Página 12(3), de todos modos esto no es
secreto, se puede consultar en la página web del CIN. No es una cosa extraodinaria en
la vida universitaria después de los 90. Las universidades nacionales, casi todas, no
quiero generalizar, reciben fondos de empresas privadas. Esto es más controvertido y
genera más ruido porque la Minera Alumbrera está procesada por la justicia federal por
contaminación ambiental, venimos de una represión en Famatina en La Rioja, genera
mayor repudio y enseguida se prende la luz roja, pero las universidades ya hace más de
una década que reciben fondos de empresas privadas. Empresas como Repsol,
empresas mineras, de agronegocios, la mayor parte de las universidades reciben esos
fondos después de (sancionada) la Ley de Educación Superior sancionada entre el 95 y
96, con el eufemismo de "recursos genuinos", "recursos propios", como si los recursos
que provienen del Estado Nacional para solventar las universidades no fueran recursos
genuinos, como si no fueran recursos propios.
Qué tipo de contraparte seguiría con la empresa sí que no se sabe, esa parte no es
pública, no se tiene conocimiento. Se ha tomado conocimiento de casos más extremos,
como alguna empresa de (telefonía) celular que llevó a elaborar planes de ingeniería de
alguna facultad o vínculos que después realiza la facultad con stands de las empresas,
para que los graduados de carreras como geología y geoquímica tomen contacto directo
con la empresa y vayan directamente a trabajar a las minas, a las empresas petroleras
y demás. Es una realidad que se vive sobre todo en las facultades de ciencias exactas y
vinculadas al trabajo con la tierra, con el trabajo extractivo, sea el caso de la minería,
sea el caso de la industria petrolera, ahí se vive mucho más esto, y con la agronomía,
donde las empresas ya tienen directamente stands dentro de las facultades. Vinculan a
los graduados con esa salida laboral entre comillas "que te venden", con la panacea de
un mundo feliz, que encubre todo lo que nosotros estamos queriendo plantear aquí, que
esconde todo un modelo económico extractivo y contaminante, basado en el saqueo, y
que desconoce a las comunidades que están al pie de los cerros, que están sufriendo
directamente la contaminación, que indirectamente sufrimos todos.
- ¿Sentís que hay un interés corporativo para limpiar la imagen de estas empresas y
mostrar una imagen "comprometida" con la educación, asegurando por otro lado
estudiantes que aspiren a ese tipo de salida laboral?
Sí, por supuesto. En el caso de estas inversiones en educación que hacen las empresas,
que son prácticamente inversiones, buscan un rédito en vincular a los graduados, y por
otro lado está esto de "lavarse la cara". Uno está acostumbrado, lamentablemente nos
hemos acostumbrado a que eventos de las universidades, eventos educativos, estén
financiados directamente con los logos en los volantes, en los panfletos que te
distribuyen, por empresas multinacionales. No es raro encontrarse en las facultades con
"congresos" donde directamente tienen el logo y están sponsoreados por empresas
como Minera Alumbrera, Repsol, Monsanto. No es extraño y de hecho se va
conformando en algo cada vez más habitual, por eso todo el trabajo que tenemos que
empezar a generalizar de repudio y de toma de conciencia alrededor de este tema.
Cuando se invierte, los medios nos venden esto de "que bueno que estas empresas
inviertan en educación", y un poco intentan desacreditar las denuncias de los que
estamos sufriendo esta situación. Al mismo tiempo sabemos nosotros que esto encubre
un sentido económico netamente, no hay una inversión en busca de la mejora
educativa, sino de la mejora para su bolsillo.
- ¿Esto podría condicionar cualquier análisis crítico o incluso investigaciones que puedan
realizarse al interior del ambito estudiantil a la hora de analizar a empresas como
Minera Alumbrera ó a industrias como la minería?
Sí, si, claro. De hecho, hace alrededor de dos meses hubo un docente de la UBA
(Andrés Carrazco) perseguido dentro de la propia universidad porque estaba haciendo
investigaciones que mostraban los efectos nocivos de lo que está ocurriendo con el
agronegocio, lo que ocurre en nuestras comunidades del interior. Después aparece de
forma mucho más invible cuando uno intenta renovar su cargo, intenta buscar un beca,
y hay una lista negra de docentes que por sus trabajos, por su ideología, por su forma
de pensar, no tienen acceso a determinados cargos en la universidad. Eso ocurre y es
moneda corriente en las universidades. Ocurre en las universidades más grandes y en
las universidades más chicas del interior, que por ahí tienen menor vida democrática y
ocurre con mucha más fuerza.
Se está intentando conformar una red, una organización que nuclee lo que son las
asambleas ambientales de la zona metropolitana. Venimos un poco rezagados con
respecto a lo que ocurre en otros puntos del país, donde quizás también la producción
extractiva es mucho más visible que en las grandes ciudades, pero bueno, aquí también
estamos sufriendo los efectos de la contaminación. De a poco también en la zona
metropolitana empiezan a organizarse asambleas y colectivos contra la contaminación.
Algunos tienen un tiempo ya, otros son más recientes, esto de a poco va llegando a las
universidades, y la idea es que se multiplique para que la denuncia tome cuerpo y sea
efectivamente un freno para las pretensiones de estos empresarios y de las autoridades
mismas de la universidad, que tienen un modelo de economía, de país y de sociedad,
que es muy distinto al que pretendemos desde las asambleas ambientales y desde las
organizaciones populares en general.
- ¿Cuáles son las agrupaciones estudiantiles que vienen denunciando esta situación?
En nuestro interior profundo, está ocurriendo todo esto que estamos queriendo poner
sobre el tapete. Es un modelo económico que es insostenible, es insustentable en el
tiempo. Ese es el debate que queremos empezar a instalar en la universidad, y creemos
que de a poco va tomando cuerpo.
Notas:
CRÍTICAS. “Las universidades tienen el deber de mantener una mirada crítica sobre
toda actividad productiva y sus impactos sobre la población”, plantea Adolfo Pérez
Esquivel en una carta abierta a los rectores.
Es que uno de los ejecutivos de este emprendimiento minero está procesado por la
Justicia Federal, en una causa aún abierta, por haber incurrido en el presunto delito de
contaminación peligrosa para la salud. A este argumento, se suma otro: la minera
“consume 4 millones de litros de agua por hora, es decir más de 65.000 litros de agua
por minuto. Según el Ente Nacional de Regulación de la Electricidad, la mina consume el
25 % de la energía eléctrica suministrada a la Región del NOA y el 87 % del consumo
total de la provincia de Catamarca”, explicó el doctor Raúl Montenegro, profesor titular
de Biología Evolutiva de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de
Córdoba.
Cabe recordar que el emprendimiento Bajo de la Alumbrera, explotado por una Unión
Transitoria de Empresas entre YMAD y Minera Alumbrera. A partir de la ley N° 14.771 –
publicada en el Boletín Oficial en 1959-- se crean los Yacimientos Mineros de Agua de
Dionisio (YMAD) y específicamente en su artículo 18, se establece el destino de “las
utilidades líquidas”: “El sesenta por ciento (60%) para la provincia de Catamarca. Hasta
el 7 de junio de 1968, o antes si se concluyera en menos tiempo la ciudad universitaria,
el porcentaje establecido se reducirá al 50 % del total general, destinándose el 10 %
restante a la referida construcción emprendida por la Universidad Nacional de Tucumán.
El cuarenta por ciento restante (40 %) será destinado para la terminación de la ciudad
universitaria, conforme a los planos ya aprobados. Una vez cumplidos los propósitos
señalados en el punto anterior de ese porcentaje del cuarenta por ciento (40 %), se
destinará el cincuenta por ciento (50 %) a la Universidad Nacional de Tucumán y el
cincuenta por ciento (50 %) restante a la formación de un fondo nacional que será
distribuido entre las demás universidades del Estado”.
A partir de este último punto, el año pasado llegaron las utilidades a las universidades y
en mayo de 2008, con acuerdo plenario del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN),
se decidió la distribución de 50 millones de pesos provenientes de estas minas. Y hace
apenas un mes el CIN volvió a aceptar una nueva distribución de fondos del mismo
origen por unos 36,8 millones de pesos.
Por su parte, en la Universidad Nacional de Entre Ríos, la Facultad de Trabajo Social, fue
la única que el año pasado dictó una resolución en contra de este reparto millonario por
el cuestionado origen de los fondos y por entender que es irrisorio, aceptar dinero de
una empresa investigada por presunta contaminación, en una provincia que firmemente
se opone a la pastera Botnia.
Para destacar
Independencia. “Las universidades que Uds. dirigen deben actuar en defensa del bien
público y estar al servicio de los ciudadanos, y eso requiere una total independencia de
los intereses privados. Las universidades deben abrir sus puertas al debate de tales
temas de suma importancia, para definir el modelo de país que queremos”, cuestiona
Esquivel en una carta abierta a los rectores.
Responsabilidades
En una carta dirigida al presidente del CIN, Darío Maiorana, el premio Nobel Adolfo
Pérez Esquivel pide explicaciones: “Sabemos de las necesidades financieras de las
universidades nacionales, las cuales no logran cubrirse con las partidas presupuestarias
asignadas por el Congreso de la Nación. Sin embargo, nos parece que tanto el CIN
como cada una de las universidades nacionales deberían rechazar esos fondos
millonarios, por el hecho de que provienen de una actividad destructiva y contaminante,
que genera cada día más violaciones a los derechos humanos de las poblaciones
aledañas al mega-emprendimiento”.
En otro apartado, despliega los conocidos argumentos: “Entre otros muchos efectos
desastrosos provocados por la gran minería, cabe recordar que el uso indiscriminado del
agua por Minera Alumbrera Ltd. (100 millones de litros por día) provocó la desaparición
de la gran parte de las actividades agrícolas en los departamentos aledaños; la
contaminación del agua y del aire aumentó de manera constante los casos de cáncer y
las enfermedades respiratorias, y provocó la muerte de muchos animales (tanto ganado
como animales salvajes); la libertad de expresión de los ciudadanos es cada día más
violada. Se trata de una actividad que afecta de manera ampliamente negativa las
condiciones de vida no sólo de las poblaciones actuales, sino también de las
generaciones futuras.
Mientras que luego de una extensa intervención, el consejero docente Mauricio Fiedrich
dijo que le parecía una nimiedad oponerse “a recibir unos fondos —que tampoco son tan
importantes— con argumentos de tanto peso, si no discutimos también qué tipo de
sociedad queremos y qué tipo de papel jugamos quienes estamos desarrollando
profesionales en las nuevas tecnologías. Me impactó el tenor del tema, pero me gustaría
hacerlo en un foro especial, discutiendo la filosofía profunda de las herencias que
debemos legar, no oponernos por oponernos”.
En ningún momento del intercambio de ideas, se aludió a la causa abierta por la Justicia
Federal sobre la posible contaminación y por la cual se investiga al vicepresidente del
complejo minero; así como tampoco se hizo demasiada referencia a un dilema de tipo
ético antes de tomar esta decisión.
El rector atinó a comentar que un debate similar se había producido en el seno del
Consejo Interuniversitario Nacional y aclaró que “estos fondos no son de las minas. Se
los llama así porque es la regalía que quienes explotan estas minas deben pagar a una
empresa mixta conformada por el Estado Nacional donde está la Universidad Nacional
de Tucumán en el directorio. Esta casa de estudios tuvo una participación importante
porque fue quien descubriera estos yacimientos y los registraron como tales. Entonces,
no estamos recibiendo ningún fondo de la mina sino una regalía que le corresponde al
Estado Nacional y que por ley decidió distribuirla entre quienes habían sido sus
descubridores y todo el sistema universitario nacional”.
Por su parte, la decana de la Facultad de Ciencias de la Educación, María Laura Méndez,
agregó la necesidad de aceptar dada la urgencia, pero “con objeciones, que se haga
público y de repetirse la situación, se revise de dónde vienen los fondos para la
Universidad”.
Debaten si aceptan fondos de una minera
sábado, 18 de julio de 2009
http://www.eldiariolp.com.ar
Los fondos a repartir entre las Universidades del país son del emprendimiento minero
Bajo La Alumbrera, de Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio (YMAD), ubicado en la
provincia de Catamarca.
Según el proyecto del rectorado esos fondos se van a utilizar para incrementar las
becas, para reforzar el programa de transporte y para seguridad e higiene.
Una facultad de la Universidad de Córdoba rechaza los fondos de Minera La
Alumbrera
Fuente: Informativo FARCO
24 de julio de 2009 - Rosario - Argentina
Es la primera casa de altos estudios que decide negarse a recibir estos fondos enviados
por empresas cuyos efectos nocivos al medio ambiente están bajo la lupa de la justicia,
ya que en este caso el vicepresidente de La Alumbrera Julian Rooney, está procesado
por la Justicia Federal de Tucuman por la contaminación de la cuenca del Río Salí Dulce
en Tucumán. El Dr. Raúl Montenegro, docente de la Facultad de Psicología de la UNC y
premio Nobel Alternativo de Medio Ambiente, fue quien solicitó a la facultad que no se
acepten los fondos, y en diálogo con Informativo FARCO explicó por qué: “En el caso de
la Universidad de Córdoba eran más de 2 millones de pesos por ejemplo. También
averiguamos que la Universidad Nacional de Villa María, en Córdoba, también estaba
dentro del reparto. Lo que es llamativo en este caso es que, al ser universidades
públicas, yo marco el caso de la nuestra que es una de las más antiguad de América
Latina y cuna de la reforma universitaria, hay como una necesidad de mantener ciertos
principios éticos. No decimos que sea ilegal recibir. Lo que decimos es que por lo menos
una universidad pública, que se mantiene con los impuestos de la gente, debería darse
un debate más serio y no simplemente recibir y distribuir”, aseguró.