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DIÁLOGOS

EN EL TEMPLO

DIÁLOGO I
Publicación oficial de la Escuela Internacional de Filosofía Iniciática
LOS PILARES DE LA PANSOFÍA

Presentación
Temas a tratar

1) La Escuela de Filosofía Iniciática y el Programa OPI.


2) Símbolos de la Escuela: la antorcha y el libro.
3) Conocimiento y sabiduría.
4) Esoterismo y exoterismo.
5) La Filosofía Esotérica.
6) La Iniciación y el sendero iniciático.
7) La Pansofía. El saber integrador.
8) La pirámide como modelo. Las cuatro vías (pilares).
9) Concepto de propósito.
10) La Verdad absoluta y las semi-verdades.
11) El modelo pedagógico que seguimos: “aprender haciendo”
y “conócete a ti mismo”.
12) El universalismo.
Regresando al Templo de la Pansofía
DIÁLOGOS EN EL TEMPLO (I)
Phileas del Montesexto

Regresé al Templo de la Pansofía para entrevistar al Magister


y para poder recorrer libremente –una vez más– sus pasillos
laberínticos, sus cuidados jardines y sus magníficos salones
repletos de símbolos.

Tras reconocer y contemplar los salones que ya conocía en


detalle, me dirigí a una pequeña edificación circular al fondo
del jardín principal. Aspiré el aire fresco mezclado con los
deliciosos aromas que provenían del rosedal y avancé hasta la
morada del sabio Maestro.
La puerta estaba abierta y al cruzar el umbral encontré a un
hombre de unos cincuenta años, con barba entrecana y vesti-
do con una túnica gris que se acercó con una sonrisa a salu-
darme, recibiéndome amablemente.

El interior de la morada era circular, con una decoración sen-


cilla y paredes de color blanco, destacándose una mesa cen-
tral donde había un pebetero con una llama encendida, un
atril de madera donde estaba apoyado un libro muy grueso
y doce círculos pintados en lo alto de las paredes, los cua-
les contenían símbolos de diversas corrientes espirituales de
Oriente y Occidente.

Después de presentarme y dialogar con el Magister de temas


generales, éste me invitó a tomar asiento en unos almoha-
dones decorados con motivos orientales y me dispuse a co-
menzar la entrevista. Lo primero que quise saber fue todo lo
referente a este recinto simbólico.

1 Pregunta: ¿Qué significa la llama encendida que está en el


centro del salón?

Respuesta: Toda llama encendida nos recuerda una Tradi-


ción Sapiencial antiquísima cuyo origen se desconoce y que
se mantiene viva a través de personas que han dedicado su
existencia a proteger este legado. Este fuego ancestral ha lle-
gado hasta mí a través de un larga sucesión de “portadores de
la luz”, servidores de la Verdad e integrantes de una cadena
de oro.

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2 P: ¿Qué es esa cadena de oro?

R: La cadena de oro es una forma simbólica de referirse a la


transmisión de un conocimiento sagrado y metafísico, que ha
inspirado a hombres y mujeres de todo el planeta a lo largo de
toda la historia.

3 P: ¿Y el libro que está delante de la llama?

R: El libro que observas está cerrado pero al abrirlo descu-


brirás que en las páginas centrales destacan dos símbolos
marcantes: una estrella de seis puntas y el “aum” (om) de
los indos. Estos dos símbolos tratan de representar de algún
modo la sabiduría de Oriente y Occidente. No es fácil tra-
zar una línea demarcatoria entre lo oriental y lo occidental, y
aún haciéndolo estaríamos olvidando la rica herencia de las
tradiciones originarias de América. No obstante, la intención
de este volúmen es clara: hacer referencia a un conocimiento
primordial que es atemporal e incluso supra-histórico (es de-
cir que está por encima de los registros históricos), pero que
además es universal, coherente, pero más que nada vivencial
y transformador.

4 P: ¿Por qué el libro está cerrado?

R: El libro cerrado simboliza el conocimiento esotérico, pero


su contenido no está vedado a los buscadores sinceros que
deseen ojear sus páginas. Para acceder al contenido del libro,
solamente hay que abrir el libro.

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5 P: ¿Sólo eso?

R: Solamente eso. Para acceder al conocimiento esotérico


simplemente hay que armonizar la mente y fortalecer la vo-
luntad. Aunque el vulgo suponga que existen doctrinas ocul-
tas y secretos inalcanzables, la Verdad siempre ha estado a la
vista, aunque la mayoría no puede acceder a ella. Por eso, el
conocimiento iniciático nunca puede ser profanado.

6 P: ¿Es lo mismo conocimiento que sabiduría?

R: Las palabras pueden confundirse pero cuando hablamos


del conocimiento nos referimos a un legado maravilloso pero
que es estéril si no se lleva a la práctica. Por eso, este cono-
cimiento se convertirá en sabiduría únicamente a través de
la vivencia. Uno puede conocer al dedillo las doctrinas de
Oriente y Occidente, pero si esas teorías no se convierten
en “carne y sangre”, de nada servirá. Recuerda la frase de los
alquimistas: “Rumpite libros ne corda rumpantur”, es decir
“Romped los libros, no sea que rompan vuestro corazón”, ha-
ciendo referencia a que la mera adhesión intelectual a ideas
sin que éstas sean llevadas a la práctica es una carga más que
una ayuda.

7 P: ¿Por qué es mala la teoría?

R: La teoría no es mala. Lo malo es simplemente teorizar. La


teoría, en verdad, nos brinda un soporte, una dirección, en
definitiva un mapa. Pero quedarnos embelesados con el mapa
de un país lejano sin comprar el pasaje y recorrer su territorio
es una estupidez. Sin embargo, negar la teoría también es una
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tontería porque “hacer por hacer” no sirve de nada y sim-
plemente nos convierte en “activistas” que buscan hacer sin
saber hacia dónde van.

8 P: ¿Qué es el esoterismo?

R: Toda enseñanza tradicional tiene dos aspectos insepara-


bles, uno medular e invisible, y el otro superficial y evidente.
Al primero se le llama “esotérico” y al segundo “exotérico”.

El esoterismo es la esencia vital de toda tradición, aquello que


le da validez y sentido a lo exterior y visible, mientras que el
exoterismo es la forma, el contenedor.

En verdad, todo contenido necesita de un contenedor, pero


este último adquiere validez solamente por lo que contiene,
del mismo modo que una botella vacía no puede saciar la sed.

9 P: ¿Y qué es una Filosofía Esotérica?

R: Una Filosofía Esotérica es aquella que concentra su mirada


en lo esencial, en el retorno a la Fuente Primordial. Mientras
que los profanos ven en el esoterismo algo exótico vinculado
a poderes ocultos y prácticas fenoménicas, nosotros afirma-
mos que el esoterismo es el elemento que vitaliza a todas las
corrientes sapienciales, dándoles un sentido y convirtiéndo-
las en vías válidas y seguras para alcanzar el centro.

10 P: Usted habló de los profanos. ¿Qué son exactamente?

R: En su etimología, “profano” significa “fuera del templo”. Al


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referirnos al hombre de mundo como “profano” no lo estamos
descalificando sino destacando su característica fundamental
que es su alejamiento de lo sagrado. Mientras que el hombre
profano se dedica a comer, dormir, tener relaciones sexuales,
divertirse y hacer muchas cosas para matar el tiempo, la vida
del discípulo gira en torno a lo sagrado.

11 P: ¿Qué diferencia hay entre Filosofía Esotérica y Filosofía


Iniciática?

R: Son dos formas de referirse a lo mismo. Ambas nos re-


miten al significado último de la palabra “Filosofía”, es decir
“Amor a la Sabiduría” pero una alude al esoterismo, por lo
cual la “Filosofía Esotérica” es un conocimiento que se focali-
za en lo metafísico, mientras que la otra nos habla de la “Ini-
ciación”, en función de un proceso interno que lleva a cada
ser humano de la oscuridad a la luz y que es también llamado
“Sendero Iniciático”.

12 P: ¿Qué es la Iniciación?

R: La Iniciación es un estado de conciencia superior, también


llamada Iluminación, Satori, Samadhi, etc. En nuestros días
se habla mucho del Despertar de la Conciencia o de la aper-
tura de la visión interior, que son otras formas de hablar de lo
mismo. Toda Iniciación supone un acercamiento paulatino a
la Luz en una senda que en ocasiones llamamos “Via Lucis”
(Camino de Luz). Por eso en nuestra Escuela nos denomina-
mos a nosotros mismos “nobles viajeros”, peregrinos de una
senda de regreso a la Fuente, que es contracorriente y ascen-
dente al mismo tiempo.
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Los sufíes hablan de 72.000 velos que nos separan de la luz,
los cuales deben ser levantados –uno a uno– hasta llegar a la
fuente luminosa. Mirar prematuramente la luz nos encegue-
cería y por eso necesitamos transitar un sendero que debe
recorrerse pasito a pasito, sin prisa pero sin pausa. Cada prác-
tica espiritual y ejercicio introspectivo que realizamos nos
ayuda para quitar un velo, a avanzar unos metros hacia lo
alto.

13 P: Me ha hablado de una Filosofía Esotérica y de una Filo-


sofía Iniciática, pero este Templo está dedicado a la “Pan-
sofía”- ¿Existe una Filosofía Pansófica?

R: Si vamos a la etimología de la palabra “Pansofía”, aprecia-


remos que “Pan” quiere decir “Todo”, por lo cual la Pansofía
sería un saber total e integrador. El primero en usar el térmi-
no fue el rosacruz Comenius, aunque esta palabra no es muy
utilizada en nuestros días.

De todos modos, conceptualmente es importante concebir


un conocimiento holístico que involucre a todas las áreas del
conocimiento humano. Ninguna disciplina humana es ajena
a esta Pansofía, y por eso los sabios de antaño no solamen-
te eran filósofos, sino también artistas, científicos, políticos,
educadores, religiosos, etc.

Observemos a Leonardo Da Vinci, que fue pintor e inventor,


pero que también incursionó en botánica, arquitectura, es-
cultura y hasta cocina. Más recientemente, Rudolf Steiner fue
un incansable buscador de este saber integrador, llegando a

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trabajar brillantemente en áreas supuestamente tan disímiles
como la Filosofía, la Danza, la Arquitectura, la Agricultura, la
Medicina y la Educación.

Mientras la tendencia contemporánea se basa en la hiperes-


pecialización, la Pansofía contempla un saber omniabarcante,
es decir un sistema filosófico que pueda integrar y unificar el
conocimiento de acuerdo a un PROPÓSITO ÚLTIMO. Sien-
do así, todas las discipilinas humanas son partes interrelacio-
nadas de un todo armónico, coherente y holístico.

14 P: ¿Cuál es este propósito último?

R: Este propósito último es la Unidad, la cual debe ser enten-


dida –en primer lugar– como una Fraternidad Humana, es
decir cada uno de nosotros ligado a los demás (“Todos somos
Uno”) y la humanidad toda vinculada indefectiblemente a la
Naturaleza. Por último, esta Unidad debe entenderse en fun-
ción de la re-unión del hombre con la Fuente, que a veces se
llama “Dios”. A este proceso se le llama Religión.

15 P: ¿Es en este sentido que deben entenderse las cuatro caras


de la Pirámide: Arte, Ciencia, Religión y Política?

R: Exactamente, pero esas cuatro caras son simbólicas. Po-


dríamos agregar muchas otras siempre en función del propó-
sito último. Todas las disciplinas humanas están deterioradas
y tienden a la especialización, aislándose de las otras discipli-
nas y generando un conocimiento fragmentado que carece de
un eje integrador.

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La ausencia de este eje integrador virtuoso, llevó a la huma-
nidad a buscar otro punto de confluencia que sirviera como
motor y finalmente lo encontró en el dinero. Por esta razón,
la globalización está supeditada a principios mercantiles y no
espirituales.

Para los antiguos, toda disciplina, profesión y oficio humano


podían ser un vehículo de la conciencia y una vía hacia la
autorrealización, ya que la espiritualidad estaba presente en
todos los aspectos de la vida y no confinada a reductos sagra-
dos. De esta forma, cada disciplina tenía un propósito claro y
estaba vinculada con las demás disciplinas para dar forma a
una Común Unidad (Comunidad).

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16 P: ¿Tiene un propósito la humanidad en su conjunto?

R: Por supuesto. Sin embargo, al carecer de un norte, de un


rumbo claro, todos los esfuerzos se pierden y no resulta fá-
cil distinguir un propósito comunitario, en función de esta
“común unidad”. Si hacemos caso a la Filosofía Iniciática, la
humanidad ES una unidad y –como parte de ella– todos so-
mos Uno, por lo cual el individualismo es una ilusión. Por
esta razón, una civilización que fomenta el individualismo no
puede alcanzar nunca su propósito.

17 P: ¿Y qué propone la Pansofía?

R: La Pansofía busca restaurar el propósito perdido, tanto a


nivel individual como comunitario. En este sentido, creemos
que el desafío de la humanidad de este tiempo es generar una
ALTERNATIVA coherente y sólida al sistema existente, bus-
cando el propósito de cada disciplina. Esta es la insurrección
que necesita el planeta: la REVOLUCIÓN DE LA CONCIEN-
CIA.

Si usamos como ejemplo las cuatro caras de la Pirámide, ve-


remos que el propósito de la Religión es re-integrar, el de la
Ciencia es re-descubrir, el del Arte es Contemplar y el de la
Política es restaurar.

18 P: Pero, ¿esta sociedad primordial no es solamente un mito?

R: Sí, por supuesto que es un mito, pero debemos recordar


que –desde un punto de vista iniciático– todo mito no es una
mentira (como aseguran los profanos) sino una verdad tras-
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cendente o metafísica que esconde una Verdad que no es evi-
dente.

19 P: ¿Qué vinculación hay entre la Pansofía y la Filosofía Ini-


ciática?

R: La Pansofía integra todo en un solo sistema, y hace énfasis


en un conocimiento coherente y universalista, mientras que
la Filosofía Iniciática se centra en la “Via Lucis”, en el sendero
de perfeccionamiento personal que nos lleva a la autorreali-
zación. No hay diferencia entre ambas, sino dos enfoques de
lo mismo.

20 P: Anteriormente me ha hablado de la Verdad. Pero, ¿existe


una Verdad Absoluta?

R: Hay una Verdad absoluta que es intransmitible y a la cual


se puede acceder a través de una mente abierta y purificada.
Cada vez que se intenta transmitir esta Verdad se convierte
en una semi-verdad porque estará teñida de las limitaciones
del lenguaje y de las carencias del transmisor. Por eso mismo,
Sócrates decía “Sólo sé que no sé nada”. Esto mismo se aplica
a nuestras enseñanzas. Aunque intentamos ser lo más fieles
posibles a la enseñanza primordial, es necesario que el estu-
diante contemple la Verdad sin intermediarios y esto se logra
de una sola manera: mirando hacia adentro. Así puede en-
tenderse nuestra declaración: “NOSOTROS le facilitaremos
el conocimiento y las técnicas para acceder a otros niveles de
conciencia y recordar. USTED sea disciplinado y constante,
llevando a la práctica lo aprendido y no se limite a acumular
información”.
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Con referencia a esto, hay dos ideas capitales de los antiguos
que debemos considerar a la hora de embarcarnos en el estu-
dio de este conocimiento:

Según Platón dijo: “Todo conocimiento es recuerdo”, por lo


cual nuestra tarea es “facilitar” el camino y brindar herra-
mientas para que cada estudiante “recuerde” (anamnesis) lo
que ha olvidado (amnesis) pero que sigue estando en su in-
terior. Los antiguos lo resumían en una frase: “Conócete a ti
mismo y conocerás al Universo y a los Dioses”

Por otra parte, Aristóteles aseveró: “Lo que tenemos que


aprender, lo aprendemos haciendo. Lo que se memoriza se
olvida y sobre todo, si lo que se aprende no proviene de la
experiencia propia, no se aprende y se olvida rápidamente”.

Si somos fieles a este enunciando de “aprender haciendo”, la


nuestra se convierte en una pedagogía de la acción o –mejor
aún– de la recta acción, porque no es una acción ciega (acti-
vismo) sino una vinculada al propósito.

21 P: Entiendo esta visión de una Verdad Absoluta que ha pre-


sentado antes, pero, ¿este concepto no implica dogmatis-
mo?

R: Claro que no, porque desde esta óptica todas las religiones,
credos y corrientes espirituales pueden considerarse adapta-
ciones de una misma realidad a diferentes mentalidades, en
diferentes épocas y espacios geográficos. Todas ellas interpre-
tan esta Verdad Primordial, la arropan con elementos cultu-
rales y usan una terminología particular.
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Todas ellas poseen parte de la Verdad, pero ninguna debería
considerarse poseedora exclusiva de ésta.

Sin perder de vista esta idea, nuestra Escuela se define como


no dogmática y universalista.

22 P: ¿Y qué entiende usted por estos términos?

R: No somos dogmáticos porque comprendemos que nues-


tras enseñanzas están subordinadas a nuestro tiempo y que
otras Escuelas también pueden presentar –y presentan– estos
conocimientos de otras maneras también respetables, apun-
tando al mismo objetivo.

Como estudiantes de la Filosofía Iniciática tenemos bien en


cuenta las palabras del Buddha a las gentes de Kalama:

“No creas en nada simplemente porque lo has escuchado.


No creas en algo simplemente porque ha sido transmitido
por muchas generaciones.
No creas en nada simplemente porque ha sido dicho y rumo-
reado por muchos.
No creas en nada simplemente porque está escrito en las Sa-
gradas Escrituras.
No creas en nada meramente por la autoridad de maestros,
mayores u hombres sabios.
Cree solamente después de cuidadosa observación y análisis,
cuando encuentres que concuerda con la razón y que condu-
ce a lo bueno y al beneficio de uno y todos.
Entonces acéptalo y VIVE SEGÚN ELLO”.

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El universalismo hace referencia a este conocimiento que
traspasa las barreras del tiempo y el espacio, a estas múltiples
veredas que forman parte de un MISMO CAMINO a lo Alto.

Todas ellas tienen tres aspectos fundamentales a tener en


cuenta:

a) Constituyen un camino seguro para regresar a la Fuente.

b) Presentan una Ascesis o método de perfeccionamiento


personal.

c) Enseñan la regla de oro: “trata a los demás como quieres


que te traten a ti”.

Las doce figuras que decoran esta sala son una forma de re-
presentar estas corrientes espirituales tradicionales que cons-
tituyen una unidad:

23 P: ¿Cuáles son estas doce corrientes?

R: Las doce corrientes son las siguientes: el Hinduismo, el


Taoísmo, las religiones antiguas (extintas), el Cristianismo,
el Judaísmo, el Confucianismo, las corrientes originarias de
Norteamérica y de Sudamérica, el Sikhismo, las corrientes
esotéricas, el Islam y el Buddhismo.

24 P: Le agradezco sinceramente por sus enseñanzas, Venera-


ble Magister.

R: Ha sido un placer dialogar contigo. Me has realizado mu-


chas preguntas pero ahora soy yo quien desea formularte una
pregunta para cerrar esta entrevista:

¿QUÉ TE MOTIVA A BUSCAR EL CONOCIMIENTO?


ESCUELA DE FILOSOFÍA INICIÁTICA

www.initiationis.org

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