República Bolivariana de Venezuela

Universidad Bolivariana de Venezuela

Programa de Iniciación Universitaria

Sección M5

Autor:

Jorge León

C.I 26.397.565

Ciudad Bolívar, 22 de febrero de 2016.

 Contenido.

Introducción. ................................................................................................................................. 5
De prole a hacendado. ................................................................................................................. 6
Una relación fructífera. ................................................................................................................. 7
El Edén comprimido. .................................................................................................................... 7
Históricamente curioso. ................................................................................................................ 8
Problemática. ................................................................................................................................ 8
Conclusión. ................................................................................................................................... 9
 Introducción.

Ubicada en la Avenida Táchira de Ciudad Bolívar, la Casa San Isidro es para muchos un
simple adorno a la ciudad, apreciable solamente si se va de camino al Paseo Orinoco, y
nada más. Con su estilo colonial y el gran cartel de color azul colocado en la entrada,
indicando en letras grandes su nombre(más no su atractivo turístico), invitando a la gente
que pasa a entrar y averiguar por qué es tan importante esa hacienda de aspecto antiguo
pero preservado.

Pero la Casa San Isidro tiene una historia muy interesante, no solamente en lo que a Bolívar
se refiere, sino también a su variedad biológica, sus mitos y las anécdotas que se cuentan
por ahí.

Así, en este informe se especificarán algunos de esos detalles sobre la Casa San Isidro, que
tanto ha aportado para la región de Guayana y para Venezuela.
De prole a hacendado.

Rafael Vélez era un funcionario del gobierno de Manuel Centurión (1766-1777), y fue el
encargado de fomentar la –en ese entonces- recientemente fundada Hacienda del Morichal
de San Isidro, la cual contaba con una capilla donde se veneraba la imagen de San Isidro, una
pulpería, trapiche, siembra de caña dulce y otros renglones agrícolas. Una hacienda que
rápidamente ganó reputación en Angostura.

Vélez contaba con la ayuda de sus hermanos: Agustín y Francisco, los cuales estaban
encargados de la faena y de los documentos de la hacienda, respectivamente. La Hacienda se
extendía por el Sur hacia la Mesa de Angostura, arropaba la enorme laja blanca hasta el Cerro
El Zamuro por el Oeste encerrado dentro de sus confines El Trabuco, Callejón de los
aparecidos rozando la Laguna El Porvenir y abriendo por el Este hacia Ojo de Agua, hoy
Fuente La Fortuna.

Con el tiempo, la Hacienda ganó un nuevo administrador: El canario José Luis Cornieles

En aquella época, los españoles procedentes de las Islas Canarias no tenían el mismo estatus
que los mantuanos, procedentes de tierra firme. José Luis Cornieles se convirtió en
administrador de la más importante hacienda agrícola de la región Guayana.1

Así, Cornieles conoció a la hija de Vélez, María Josefa; se enamoraron y se casaron.

Quedando Cornieles como heredero y hacendado de la Hacienda del Morichal de San Isidro.

1 El único personaje canario (que en realidad era hijo de un canario) aparte de Cornieles que se haría de un nombre en la
región sería Manuel Piar, años después. Por participar en el movimiento independentista y ser acusado de traición.
Una relación fructífera.

En 1817, luego del Sitio de Angostura, la familia Cornieles se fue a refugiar a la isla de
Trinidad, pues estos apoyaban a la causa realista2.

El Libertador Simón Bolívar les dio de seguridad a los hispanos o descendientes de

hispanos radicados en Angostura dispuestos a prestar servicios a la causa de los patriotas.
Cornieles y su familia finalmente regresaron a Angostura, pues su hacienda había sido
expropiada durante su tiempo en el exterior. A su regreso, se produjo un encuentro entre los
Cornieles y Simón Bolívar, quedando este último impresionado por la belleza de las hijas
de este matrimonio. Este sería el inicio de una gran amistad entre Simón Bolívar y los
Cornieles.

José Luis Cornieles llegó a ser el primer alcalde provincial de Angostura, un importante
vínculo para el Libertador en la región.

La Hacienda San Isidro fue desde ese entonces el lugar de alojamiento predilecto para el
Libertador en sus visitas a Angostura. Llegando a redactar en este lugar su obra maestra: el
aclamado Discurso de Angostura. Esto le dio a la Hacienda aún más reputación de la que ya
tenía para la época.

El Edén comprimido.

La Casa San Isidro, además de contar con una historia muy interesante, tiene uno de los
mejores jardines que existen en el país, con espacios verdes y lagunas que recorren toda su
extensión.

No sólo en la época colonial fue de suma importancia para Angostura, fue utilizada como
escuela y orfanato por casi 20 años. Desde 1962 es un museo y sitio de actividades
recreativas, y desde 1963 es patrimonio histórico.

El Jardín Botánico de Ciudad Bolívar, otro sitio referencial de la localidad, formaba parte
en su totalidad de la Casa San Isidro, hasta que en 1995 fueron tomadas 60 hectáreas de
esta y convertidas en el Jardín Botánico, un Edén comprimido, con una variedad de flora de
más de 4000 especies, y el cual funciona como sede del Herbario Regional de Guayana. Sin
embargo, en el perímetro del museo se puede encontrar babas y terecayas repartidas por las
aguas.

2 El Sitio de Angostura culminó en la victoria de las tropas independentistas.

Históricamente curioso.

Al ser esta una casa de tanta antigüedad, los datos curiosos sobre ella no faltan. Como por
ejemplo, el retrato del Libertador que está en ella, el cual fue pintado con la misma técnica
del cuadro de la Mona Lisa, dando la impresión de que al caminar, se es observado por el
cuadro.

Además, el ya caído árbol Tamarindo donde el libertador solía amarrar su caballo es un

ícono de esta casa, aún sin estar presente más que en restos petrificados. Y es fuente de
muchos mitos. Entre ellos, destaca el que asegura que se puede observar el espíritu del
primer dueño de la Casa, Rafael Vélez, y de algunos empleados que fallecieron trabajando
ahí.

Problemática.

Actualmente, tanto la Casa San Isidro como el Jardín Botánico se encuentran en un estado
de contaminación. Causa de la falta de sentido de pertenencia de las personas de la ciudad.
En sus aguas y áreas verdes se pueden encontrar desechos sintéticos y orgánicos de los
humanos. Esta es una situación que los funcionarios por más que se esfuercen, no pueden
resolver.

Y es que estos dos lugares, patrimonio de la ciudad, no son tratados como tal. Esto es
gracias a la cultura de inconsciencia que hay entre la población. Pues muchas personas no
comprenden que cuidar estos espacios no depende solamente del personal encargado, sino
también de la población en general. Y esto (al igual que muchos problemas sociales) no se
resolverá hasta que mentalidad común cambie lo suficiente y el sentido de pertenencia sea
mayor.
 Conclusión.

Ciudad Bolívar es una ciudad con un valor histórico y cultural increíble, y cuenta con lugares
emblemáticos y representativos para su gente. La Casa San Isidro es uno de estos lugares,
asilando al Libertador en varias oportunidades, y siendo el recinto donde se redactó su tan
importante Discurso de Angostura, la base para la libertad plena de derechos en muchos
países del continente.

Cada ciudadano debería ver como una necesidad cultural el aprendizaje de la historia del
patrimonio de Ciudad Bolívar. Pues aunque en la actualidad es simplemente una casa-museo
muy serena y apacible, en otros tiempos fue muy importante para la causa independentista,
llena de vida y muchas personas, esto debería retomarse. Una Casa San Isidro que sea
referente turístico y cultural de Bolívar, en donde las visitas y los eventos sean costumbre.

Esto no depende de ningún alcalde, gobernador o funcionario. Esto depende de los

ciudadanos comunes que frecuentan las calles, y que viven más que nunca el deterioro de su
patrimonio.

Esta generación es la que debe hacer las iniciativas y proyectos al respecto. Sin distinción de
ningún tipo, porque solo así se van a recuperar los valores que se han ido perdiendo con el
pasar de los años, solo así la ciudad y su patrimonio serán pensados como eso: Patrimonio.