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Recopilación y organización de información por Ing.

Francisco Javier González López

ILUMINACION
Alumbrado general de interiores

Francisco Javier González López

Guatemala, Centro América

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Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

Prefacio

Durante miles de años, los hombres desarrollaron infinidad de


actividades en edificios proyectados sólo para uso durante el día. En la era
moderna esto ha cambiado y hay lugares en los que se trabaja durante las 24
horas del día; pero comparado con el tiempo de existencia de la humanidad, el
tiempo que lleva el planeta de iluminarse con luz artificial eléctrica es
realmente corto.

Quienes gozamos actualmente de los beneficios de la iluminación


artificial probablemente no le demos la importancia que se merece. No
obstante, sin ella, el desarrollo de la medicina, el arte, el deporte, la industria, la
educación, etc. no habría sido posible al nivel que hoy en día se conoce en las
sociedades civilizadas.

En la mayor parte de nuestro país donde se dispone de luz eléctrica, lo


cual ha sido posible con la puesta en funcionamiento de centrales
hidroeléctricas como Aguacapa, Los Esclavos, Chixoy, etc. que datan de las
décadas de los años 60 y 70, así como de otras fuentes de generación de energía
eléctrica que han entrado en operación en años posteriores. Antes de la puesta
en funcionamiento de varias centrales hidroeléctricas por parte del Instituto
Nacional de Electrificación -INDE-, algunas poblaciones poseían sus plantas
propias que funcionaban con derivados del petróleo que, además de resultar
bastante caros contribuían en la destrucción del medio ambiente,
contaminándolo con los gases emitidos y producían mucho ruido. Como
resultado de un bajísimo voltaje proporcionado por estas centrales, en algunos
lugares las lámparas incandescentes proveían a las viviendas de una luz más
débil que la de las candelas de cera o la de los candiles, principalmente a la
hora de la potencia punta, y era sencillamente imposible arrancar las lámparas
fluorescentes con esa calidad de potencia eléctrica. A lo expuesto
anteriormente hay que agregar que aún en la actualidad una gran parte de los
habitantes de nuestro país carece de iluminación artificial adecuada.

La iluminación artificial apareció en la vida de los seres humanos hasta


en épocas recientes; sin embargo, al principio se aplicó con ignorancia de los
requerimientos visuales humanos. Y, más que un simple elemento decorativo,
la iluminación artificial es fundamental en la respuesta de los ojos en la
realización de múltiples actividades. Por lo tanto, el funcionamiento básico del
órgano de la visión es determinante en el tiempo de respuesta, la velocidad con
que se realizan tareas, la reducción del número de accidentes o, sencillamente,

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el sentido de bienestar de todas las personas involucradas en un proceso de


producción, en el desarrollo de actividades educativas, en la medicina, en el
arte, etc. Por eso, el órgano de la visión no debe pasar desapercibido cuando se
estudia iluminación. Antes de la lámpara eléctrica, la luz artificial se obtenía
de faroles, candiles, veladoras o candelas, que básicamente eran llamas poco
luminosas, que debían colocarse, no donde podían dar los mejores resultados
de iluminación, sino dónde su humo, calor, parpadeo, goteo y riesgo de
incendio podían causar el mínimo de efectos secundarios a los habitantes. Pero
fue sólo durante la segunda mitad del siglo XX que los encargados de los
sistemas de iluminación de edificios descubrieron los altos beneficios de la
iluminación artificial. Aunque también hay que resaltar que con el
descubrimiento de la luz eléctrica creyeron que el riesgo de incendios había
desaparecido y por eso en los primeros días de la iluminación artificial
acaecieron hechos lamentables…

Sin embargo, y previo a iniciar el desarrollo del tema, no está de más


indicar que siempre que sea posible será mucho mejor usar la luz del sol, tanto
por los beneficios que trae a la salud y al desarrollo de actividades diarias,
como por el hecho de que cada vez que se apaga un foco se ahorra energía y se
baja la demanda o potencia, se ayuda a mantener la economía y se reducen
factores contaminantes de los derivados del petróleo sobre el medio ambiente.
De manera que cada diseño luminotécnico de la actualidad debe tomar en
consideración el mejor aprovechamiento de la luz solar, combinado con el
diseño eficiente de sistemas de alumbrado con la luz artificial. Nótese que si la
generación de energía eléctrica en nuestro país dependiera sólo de la energía
hidráulica disponible, o de la energía del viento, o de la energía solar en forma
directa, no se destruiría por su uso el medio ambiente: ¡Salvemos el planeta!

Dedicado a mi esposa Corina, mis hijas Irma Corina, Ruth María y Luz
Virginia, mi padre Doroteo González, QEPD, mi madre Irma Elena López de
González, mis hermanos, sobrinos, primos y tíos y a mi tierra querida Canoas,
Jutiapa.

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CAPITULO 1

Magnitudes y
unidades de
medida

1.1 El proceso de la visión

El ojo humano es un órgano viviente compuesto de nervios, músculos y


vasos sanguíneos; controlado por el cerebro. Es un órgano extremadamente
adaptable que, esencialmente, recoge y enfoca la luz. Los rayos luminosos que
entran en el cristalino a través de la pupila caen sobre unas células
fotosensibles, localizadas en el fondo de la superficie interna del globo ocular,
en la retina.

Hay dos tipos de estas células: los bastones o bastoncillos y los conos.
Los dos tipos de células tienen funciones distintas, bien diferenciadas. La
mayoría de los conos se agrupan en una pequeña área de unos 0.25 mm de
diámetro llamada fóvea cristalis, donde los rayos luminosos enfocados por el
cristalino forman una imagen como la de una cámara fotográfica. En el punto
por el cual el nervio óptico entra al globo ocular no se forma imagen porque no
hay células fotosensibles y por eso se le denomina punto ciego. (Aprovechando
la figura 1.2, verifique usted mismo la existencia del punto ciego: tápese el ojo
izquierdo, enfoque los círculos concéntricos y acérquese poco a poco a la figura.
Verá que a cierta distancia el rectángulo desaparece. Si se acerca más, el
rectángulo reaparece. Si se aproxima aún más sucederá lo mismo con la x)

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Organo de la visión

Figura 1.1

Dibujo para demostrar la existencia del punto ciego


Figura 1.2

La distribución de los conos en mosaico permite la formación de una


imagen clara y nítida, que es transmitida por el nervio óptico al cerebro que la
procesa y emite juicio. Los conos permiten diferenciar los colores y discernir los
detalles finos, leer, inspeccionar objetos cercanos, hacer comparaciones visuales
precisas y enfocar en forma muy definida un objeto en un campo visual que no
excede el tamaño de una moneda de veinticinco centavos a la distancia normal
de lectura sobre una página. Como la concentración de los conos disminuye a
medida que aumenta su distancia con respecto a la fóvea, fuera de la pequeña
abertura del ángulo visual dominado por los conos, la claridad y agudeza visual
disminuyen rápidamente.

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Los bastones, por su lado, desempeñan otro papel en la visión. Mucho


menos densos que los conos, se encuentran dispersos sobre toda la superficie
interna del globo ocular. Son mucho más sensibles a la luz que los conos, pero
por su disposición no producen una imagen finamente enfocada. Cuando una
persona enfoca un objeto, además de ese objeto ve lo que lo rodea; pero sólo el
objeto enfocado se ve con claridad (conos) y alrededor de éste, se ven los demás
objetos, pero sin forma definida (bastones). A los bastones les corresponde toda
la visión fuera del área del tamaño de la moneda sobre la página. Su papel es
tan importante que en algunos países una persona con una visión defectuosa de
los bastones, está legalmente considerada como ciega aunque pueda realizar las
tareas propias de los conos. La respuesta de los bastones es, entonces,
importante tomarla en cuenta en un diseño de alumbrado. Los bastones hacen
posible la visión a muy bajos niveles de iluminación (como la producida por la
luna en el campo, donde no hay luz artificial, corriendo el máximo de la curva
de sensibilidad del ojo a unos 510 nm: efecto purkinje). Muchos bastones
están conectados por nervios, no al cerebro, sino directamente a los músculos en
las distintas partes del cuerpo. Por eso producen reflejos automáticos
musculares para la protección del cuerpo o de los propios ojos, de objetos en el
aire (como los reflejos mostrados por un portero de fútbol). Estas reacciones
son mucho más rápidas que las resultantes de un pensamiento deliberado. Los
bastones, también el sentido inconsciente de intranquilidad o tranquilidad en un
ambiente iluminado o poco iluminado.

Un sistema de alumbrado bien proyectado proporciona iluminación


suficiente de la propia tarea visual (material impreso, dibujos, notas, tornos,
fresadoras, etc.), para una visión sostenida adecuada (conos) y una iluminación
propiamente balanceada de los alrededores para dar un sentido de comodidad,
bienestar y aún de seguridad y tranquilidad (bastones). La percepción visual no
es sólo un proceso físico, sino también un proceso mental, lo que explica de
algún modo cómo condiciones de iluminación defectuosas pueden perturbar
algunas funciones del cuerpo, causando aburrimiento, fatiga general y
enfermedad. Compréndase entonces que, a mejores condiciones de iluminación,
mejor respuesta se tendrá del personal encargado de realizar tareas, mejorando
la productividad y su bienestar físico y mental. Es importante señalar que en la
conservación de la vista no intervienen sólo los tratamientos médicos y el uso
de lentes. Un alumbrado apropiado sirve de ayuda a los ojos humanos al
desempeñar sus numerosas tareas visuales diarias sin fatiga y esfuerzo indebido.
Y entre más se parezca la iluminación artificial a la iluminación natural del sol,
mejor es para todos los seres humanos.

Existen algunos defectos propios de la naturaleza humana como la


miopía, la presbicia, la vista debilitada por la edad o la debilidad de los

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músculos de los ojos; pero los ojos también pueden afectarse por abuso general
como uso prolongado, aplicación demasiado cerca, lectura en vehículos en
movimiento, trabajo muy fino, uso de una computadora por períodos
prolongados o uso de lentes inadecuados. Un alumbrado deficiente también
incide negativamente en el comportamiento de los ojos; por ejemplo, luz
demasiado brillante, luz muy débil, luz directa en el campo visual de los ojos,
luz inestable como la que se presenta por efecto flicker, o luz parpadeante. Las
gráficas mostradas en las figuras 1.3, 1.4 y 1.5 se refieren a la respuesta de los
ojos humanos:

En la figura 1.3, el nivel de iluminación es determinante en el tiempo


requerido para realizar una actividad por parte de una persona; sin embargo
arriba de los 700 lx, aproximadamente, el nivel de iluminación no afecta el
tiempo. Arriba de los 700 lx, una actividad se realiza en el mismo tiempo si el
nivel de iluminación es 900 o 2000 lx u otro valor mayor. Ahora bien, podrá
notarse que a bajos niveles el efecto del nivel de iluminación es apreciable; por
ejemplo, a 200 lx una persona requiere sólo el 40 % del tiempo requerido a 10
lx. O sea, con 10 lx se requiere 2.5 veces más tiempo que a 200 lx para que el
ojo reaccione.

10

80

Tiempo %

40

20

10 20 200 500 1000 lux


Nivel de Iluminación (luxes)

Característica de percepción del ojo humano


Figura 1.3

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Fac. de
visión %
150
Personas de
125 edad avanzada

100
Personas jóvenes

75

50

25

250 500 750 1000 Lux

Nivel de iluminación (luxes)


Influencia en % conforme la edad de las personas
Figura 1.4

En la figura 1.4, puede verse cómo el nivel de iluminación afecta la


facultad de visión de una persona, dependiendo de su edad. Obsérvese que a
altos niveles de iluminación la facultad de visión se incrementa notablemente en
las personas de avanzada edad, mientras que para muy bajos niveles la
pendiente de la curva es mayor para el caso de las personas jóvenes. Nótese que
después de unos 200 lx, el incremento del nivel de iluminación prácticamente
no provoca cambios en la facultad de ver de las personas jóvenes. ¿Cómo
afecta este hecho en el diseño de un sistema de alumbrado?

En la figura 1.5, que corresponde a la respuesta del ojo a la luz del sol,
se indica que la luz está constituida por ondas electromagnéticas que poseen una
frecuencia o una longitud de onda dada. Cada color tiene su propia frecuencia:
El rojo tiene una frecuencia más baja que el verde, por ejemplo. La frecuencia
f de una onda electromagnética está dada por la siguiente relación:

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nm
Verde
Rojo
Azul
Naranja
Violeta
Amarillo

Curva de sensibilidad del ojo humano

Figura 1.5

c = λf ec. 1.1

donde c es la velocidad de la luz en m/s,

λ es la longitud de onda en m, y
f es la frecuencia de la onda electromagnética en Hz.

m
c = 300 000 000
s

La luz blanca contiene todos los colores y si la hacemos pasar a través


de filtros es posible obtener sólo luz roja, o sólo luz verde, etc. Cada color es
luz con una longitud de onda determinada. Así, entre los 400 nm y 700 nm se
encuentran las longitudes de onda correspondientes a todos los colores del arco
iris, desde el color violeta hasta el rojo. La luz que tiene longitudes de onda
inferiores a los 400 nm, se denomina luz ultravioleta y la que tiene longitudes
de onda superiores a los 700 nm se denomina luz infrarroja. Según la figura
1.5, el ojo humano percibe sólo las longitudes de onda comprendidas entre los

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400 nm y 700 nm, siendo más sensible a los colores amarillo y verde. Durante
el día, la máxima sensibilidad se da a 555 nm aproximadamente; en tanto que a
niveles muy bajos de iluminación como en un campo durante la noche, la
posición de máxima sensibilidad se desplaza hasta unos 510 nm como resultado
del predominio de los bastones en la oscuridad (efecto purkinje). La luz
infrarroja y la luz ultravioleta no son percibidas por el ojo humano, y un objeto
“iluminado” sólo con luz ultravioleta o con luz infrarroja se verá negro. La luz
incide sobre los objetos y éstos la reflejan, esta propiedad de los cuerpos se
denomina reflectancia. De manera que si hacemos incidir luz blanca sobre un
objeto, éste reflejará algún color específico (rojo, verde, azul, etc.), absorbiendo
el resto de la energía; por lo que su reflectancia siempre será menor que 1. Si,
por ejemplo, una fuente de luz artificial no produce el color naranja un objeto
que es capaz de reflejarlo y es iluminado con ella evidentemente no lo refleja y
se ve de un color diferente al que tiene cuando se ilumina con luz del sol.

Para aprovechar al máximo la iluminación artificial es preciso que los


objetos (paredes, muebles, techo, piso, etc.) estén pintados preferiblemente con
colores claros (el blanco es el color “más claro”) porque tienen alta reflectancia;
es decir que del 100 % de la luz que reciben la reflejan casi toda comparados
con los colores oscuros. Obviamente, en la práctica no todos los objetos se
pintarán con colores claros, ya que esto daría lugar a una sensación de
monotonía, incomodidad y aburrimiento, obstaculizando la apreciación
tridimensional y contrastes de los objetos. La solución es una solución
intermedia consistente en el empleo de colores claros combinados con colores
oscuros.

1.2 Magnitudes y unidades de medida


1.2.1 El flujo luminoso y el lumen

Una lámpara eléctrica es un dispositivo en el que la energía eléctrica se


convierte en radiación. La energía radiante por tiempo es la potencia radiante o
flujo radiante.

Las lámparas eléctricas, en general, demandan tanto potencia activa


como potencia reactiva para funcionar, pero la que nos interesa para análisis de
conversión de la potencia eléctrica en potencia lumínica es la potencia activa, la
que consideramos como la potencia de entrada. Según el diagrama de flujo de
la potencia en una lámpara mostrado en la figura 1.6, podemos decir que una
lámpara absorbe potencia eléctrica y la convierte en dos componentes, siendo
éstas las siguientes:

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1) Pérdidas eléctricas, en forma de calor ( PEL ).

2) Flujo radiante, en forma de radiación ( φ rad ).

Es decir que,

Pent = φ rad + PEL ec. 1.2

A su vez, el flujo radiante se divide en dos componentes: el flujo


luminoso φ o potencia de salida, Psal y el flujo no luminoso φ negro :

φ rad = φ + φ negro ec. 1.3

De manera que:

Pent = φ + φ negro + PEL ec. 1.4

Pent = Psal + φ negro + PEL ec. 1.5

Pent = Psal + Ptotales ec. 1.6

Flujo luminoso φ o Psal

Flujo radiante φ rad

Potencia activa, Pent

Flujo no luminoso,
φ negro
Pérdidas eléctricas, PEL

Diagrama de flujo de potencia en una lámpara


Figura 1.6

Donde: Ptotales = φ negro + PEL son las pérdidas tomando en cuenta las
pérdidas eléctricas y la luz emitida no visible.

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El flujo luminoso o potencia de salida de la lámpara, es el que puede ser


percibido por el ojo humano y está contenido en las ondas electromagnéticas de
la luz de longitudes de onda comprendidas en el rango de 400 nm a 700 nm, de
conformidad con lo mostrado en la figura 1.5.

Ptotales

Potencia activa o Pent φ o Psal


Lámpara eléctrica

Lámpara, vista como una caja negra

Figura 1.7

El flujo luminoso es la porción de la potencia de entrada (potencia


activa) que se convierte en potencia útil o de salida.

El flujo no luminoso es la potencia de la radiación electromagnética


cuyas longitudes de onda están fuera del rango comprendido entre 400 nm y 700
nm, y corresponden a la luz ultravioleta y la luz infrarroja. El flujo no luminoso
aplicado solo a una superficie producirá el color negro. O sea que esa superficie
se verá negra.

La misma superficie iluminada por tres lámparas, cada una de las cuales
consume 1 W. La primera emite luz de color amarillo; la segunda, color azul y
la tercera, ultravioleta. ¿Cuál de las tres luce más brillante?

Figura 1.8

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Obsérvese que el flujo luminoso no se mide en vatios; sino en lúmenes.


Si el brillo se define como el resplandor con que se percibe un objeto, un cuadro
blanco evoca la máxima sensación de brillo y otro, negro, la mínima, véase la
figura 1.8. Cantidades iguales de potencia radiante de distintas longitudes de
onda no producen iguales sensaciones de brillo. Por ejemplo, dos lámparas que
consumen cada una 1 mW y producen, la primera luz de color amarillo y, la
segunda, luz de color azul, no provocan la misma sensación de brillo; a pesar
del consumo de la misma cantidad de potencia en vatios. La luz de la primera
lámpara al incidir en una superficie blanca la hará parecer brillante, pero la luz
de la segunda al incidir sobre la misma superficie, la hará parecer oscura.
Nótese que la superficie blanca se verá amarilla cuando se ilumine con la
lámpara que produce sólo color amarillo, mientras que la misma superficie se
verá azul cuando se ilumine con la lámpara que sólo produce color azul. Según
la gráfica de la figura 1.5, el color azul nos parece, a los seres humanos, menos
del 30% menos brillante que el amarillo.

En cambio, si las lámparas producen luz ultravioleta o luz infrarroja, la


superficie blanca “iluminada” parecerá negra, sin importar la cantidad de varios
que se consuma. De manera que la potencia de la radiación en vatios no indica
qué tan brillante es una luz y el vatio no es una unidad adecuada para medir el
flujo luminoso, por lo que se decide usar el lumen, siendo éste efectivamente
una unidad de medida que expresa la capacidad de la radiación para evocar la
sensación de brillo. Repitamos el ejemplo, en el supuesto de que todas las
lámparas consumen la misma cantidad de potencia en vatios: el color amarillo
produce aproximadamente “100 lúmenes”, el color azul “30 lúmenes”,
mientras que tanto la luz ultravioleta como la luz infrarroja, “cero lúmenes”.

1.2.2 La iluminancia y el lux

La cantidad de flujo luminoso que incide sobre una superficie por área,
se denomina iluminancia, o densidad de flujo luminoso, y se simboliza con la
letra E y en el SI de unidades su unidad de medida es el lux. 1 lx = 1 lm/m2.

φ lm
E = o lx ec. 1.7
A m2

donde φ es el flujo luminoso en lm .

A es el área de la superficie iluminada en m 2

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Superficie de
área A2

Superficie de
Fuente de luz
área A1
d2
d1
1

Se muestra que la iluminancia es inversamente proporcional al cuadrado de la


distancia entre la fuente de luz y la superficie iluminada

Figura 1.9

En el sistema inglés, la iluminancia se mide en pié-candela, equivalente


a 10.76 lx.

En la figura 1.9, una fuente puntual produce un flujo luminoso que


incide sobre dos superficies, una de área A1 y otra área A2, donde A1 < A2,
situadas a distancias d1 y d2, con respecto a la fuente de luz. Dado que el flujo
permanece constante y el área aumenta conforme la superficie iluminada se
aleja de la fuente de luz, la iluminancia disminuye. Entonces, la iluminancia es
inversamente proporcional al cuadrado de la distancia entre la fuente de luz y la
superficie iluminada.

1.2.3 La intensidad luminosa y la candela

La intensidad luminosa I está definida como flujo luminoso φ por


esterradián ω . Así:

dφ lm
I = ec. 1.8
dω sr

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Su unidad de medida es la candela, igual a un lumen por esterradián (1


lm/sr).

El esterradián, se define como la medida de un ángulo sólido que parte


del centro de una esfera con rayos que divergen conforme se alejan del centro.
El ángulo sólido subtendido en una esfera de radio r es:
2
A 4π r
ω = 2
= = 4π sr ec. 1.9
r r2

En caso de que el ángulo sólido esté comprendido en un diferencial de


área de la superficie externa de una esfera,

dA
dω =
r2


Y puesto que I = ,

r 2 dφ
entonces I= ,
dA

de donde

 dφ 
1
= 
E dA 
= 2
I  r 2 dφ  r
 dA 

despejando E, tenemos:

I
E = lx ec. 1.10
r2
La ecuación 1.10 es válida para superficies en las que el flujo luminoso
incide en forma perpendicular a la superficie iluminada y es conocida como la
ley inversa de los cuadrados. Si la línea de incidencia del flujo luminoso no es
perpendicular a la superficie iluminada, tal como se ilustra en la figura 1.10,
entonces la iluminancia se descompone en una componente horizontal y una
componente vertical.

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Iluminación vertical
Fuente Plano
normal a I

I EV
α
d
h
α
α EH

Iluminación
horizontal

Rayo de luz no perpendicular a la superficie iluminada

Figura 1.10

En la figura 1.10, la intensidad luminosa tiene dos componentes: una


sobre el eje vertical igual a I cos α , que produce una componente horizontal de
la iluminancia y la otra, sobre el eje horizontal, igual a Isen α , que produce la
componente vertical de la iluminancia, de tal manera que hay dos componentes
para la iluminancia denotadas como E h y E v , respectivamente. Las
expresiones matemáticas para ambas componentes son las siguientes:

I cos α
Eh = ec. 1.11
d2

Isenα
Ev = ec. 1.12
d2

E v = E h tan α ec. 1.13

La ecuación 1.11 es conocida como la ley del coseno, misma que si =


0 se convierte en la ley inversa de los cuadrados. Ahora bien, como
h = cos α , o d 2 = h 2 cos 2 α , su inclusión en la ecuación 1.11 convierte a
d
ésta en:

I cos 3 α
Eh = ec. 1.14
h2

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Mientras que su reemplazo en la ecuación 1.12, produce:

I cos 2 α sen α
Ev = ec. 1.15
h2

Si un punto se ilumina con n lámparas ubicadas en puntos diversos, la


iluminancia en él es igual a la superposición de los efectos de todas las
lámparas, matemáticamente expresada como sigue:

I i cos 3 α i
n
Eh = ∑ hi 2
ec. 1.16
i =1

I i cos 2 α i . sen α i
n
Ev = ∑ hi 2
ec. 1.17
i =1

Nótese que mediante una computadora y conociendo la distribución de


la luz de cada una de las lámparas de un sistema de alumbrado, es posible
calcular punto por punto el valor de la iluminancia en luxes en cada punto de la
superficie iluminada, haciendo uso de las dos leyes indicadas aquí. Es más, se
puede calcular la iluminancia punto por punto en cada punto del volumen
iluminado. Este es el método punto por punto.

1.2.4 La luminancia y el nit

La luminancia L proporciona información acerca de la luz que llega al


ojo, o sea la luz que efectivamente vemos. Es decir, es la luz reflejada por la
superficie que observamos y dirigida a nuestros ojos. Es una medida de la
brillantez con que se ven los objetos.

La luminancia o brillantez, se define como la relación entre la


intensidad luminosa y la superficie aparente vista por el ojo en una dirección
determinada. Su símbolo es L y su unidad es cd/m2 , o nit

I
L = cd ec. 1.18
S aparente m2

I
L = cd ec. 1.19
S cosα m2

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Superficie S Superficie S′
iluminada aparente

Superficie iluminada no perpendicular al observador


Figura 1.11
También es importante informarnos sobre otra magnitud que expresa en
qué cantidad la luz que de las lámparas llega a las superficies del cuarto son
reflejadas por ellas. Esta magnitud recibe el nombre de excitancia M y es igual
al producto de la luz incidente total por el factor de reflexión p la superficie.

M = pE ec. 1.20

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CAPITULO 2

Fuentes de luz artificiales

En este texto, básicamente se consideran cinco tipos de lámparas


utilizadas tanto en alumbrado de interiores como de exteriores; éstas son:
incandescentes, fluorescentes, de descarga de alta intensidad, LEDs y de
inducción. Cada tipo de lámpara tiene sus ventajas respecto a las otras
dependiendo de la aplicación y en este sentido, se deben conocer sus diferencias
a efecto de elegir la lámpara idónea para una aplicación en particular. Cabe
señalar que en este texto la información incluida es sólo un breve resumen y
para trabajos reales se sugiere acudir a los fabricantes de lámparas, donde podrá
auxiliarse de otras herramientas no disponibles aquí, tales como tablas, gráficas,
nuevas tecnologías y software, de manera que el presente se tome simplemente
como una guía para un desarrollo posterior.

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2.1 Características de las lámparas


Uno de los pasos más importantes en un proyecto de alumbrado lo
constituye la selección del tipo de lámpara que se va a usar. Por supuesto,
muchos instaladores lo que hacen es repetir un tipo de luminario o lámpara que
han visto funcionando en otros lugares en los que la actividad no
necesariamente es la misma ni se dan las mismas condiciones o características
físicas. Como resultado: si el sistema de alumbrado tomado como ejemplo
adolece de errores, el nuevo proyecto resulta el no óptimo. Así, a veces, se
llega a un banco y se ve que la penumbra domina en la sala de atención al
cliente o se llega a un lugar donde las lámparas casi todo el tiempo permanecen
apagadas porque hasta después de instalarlas se dieron cuenta de que no eran
lámparas para interiores por su efecto negativo en el posible desarrollo de
cáncer de la piel; o quizá se llega a un supermercado a comprar comida y la
carne se ve con un color algo desagradable, o a veces se llega a un lugar en el
que se ha incurrido en grandes gastos para corregir errores debidos a
contaminación armónica.

2.1.1 Eficiencia de lámparas y luminarios


Aplicando a una fuente de luz verde de longitud de onda de 555 nm, una
potencia de 1 W, se produce un flujo luminoso de 683 lm. La relación en este
caso es de 683 lm/W. Nótese que una lámpara de 40 W de esta eficacia
produciría 27320 lúmenes.

Aplicando a una fuente de luz amarilla de longitud de onda de 600 nm,


una potencia de 1 W, se produce un flujo luminoso de 411 lm. La relación en
este caso es de 411 lm/W; una lámpara monocromática de 40 W con esta
eficacia produciría 16440 lm/W.

En las lámparas, debido a las pérdidas en forma de calor y a la presencia


del flujo no luminoso, no toda la potencia de entrada se convierte en flujo
luminoso, lo que determina que la relación de lm/W sea mucho menor que 683
lm/w. Por ejemplo, una lámpara incandescente de 40 W produce solamente 12
lm/W, en tanto que una lámpara fluorescente de la misma potencia produce 60
lm/W. Esta relación se denomina eficacia o eficiencia o rendimiento. Y es que
hay que tomar en cuenta que una lámpara cuando opera lo hace con una
temperatura muy superior a la ambiente y emite calor hacia su entorno; ésta es
energía consumida por la lámpara que no se convierte en flujo luminoso; la
lámpara además toma cierta cantidad de energía que convierte en luz a la que el

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ojo humano no es sensible, entre luz ultravioleta y luz infrarroja. Por otro lado,
cada lámpara produce flujo luminoso de diferentes longitudes de onda o
diferentes colores dentro del espectro visible y no todos los colores, aunque la
lámpara consuma la misma cantidad de energía para producirlos, evocan la
misma sensación de brillo que es lo que se mide en lúmenes.

Si en una lámpara se considera su flujo radiante, medido en W, como


potencia de entrada y su flujo luminoso, medido en lúmenes, como potencia de
salida, su eficiencia luminosa o eficacia, es:

flujo luminoso lm
η= ec. 2.1
flujo radiante W

Pero, si además se consideran dentro de las pérdidas no solo el flujo no


luminoso, sino también las pérdidas en forma de calor, y como potencia de
entrada tomamos la potencia activa total absorbida por la lámpara, su eficiencia
luminosa total o eficacia total, es:

flujo luminoso que sale de la lámpara lm


η= ec. 2.2
potencia total absorbida por la lámpara W

Una lámpara incandescente se conecta en forma directa a la fuente de


energía eléctrica; pero otras como las fluorescentes contienen circuitos
auxiliares para su funcionamiento. Estos circuitos auxiliares consumen potencia
que se considera pérdidas. Si al conjunto de la lámpara y circuitos auxiliares le
denominamos luminario, podemos definir la eficiencia o eficacia de un
luminario, como:

flujo luminoso que sale del luminario lm


η= ec. 2.3
potencia total absorbida por el luminario W

La eficacia o eficiencia de la lámpara o del luminario es una medida del


aprovechamiento de la potencia activa que éstos demandan para su
funcionamiento. Entre más alta la eficiencia, más económico resulta el uso de
estos artefactos. Nótese que cualquiera de las expresiones 2.2 o 2.3 son la
aplicación del concepto general de eficiencia y concuerdan con la ecuación 1.6,
de modo que la eficiencia o eficacia es:

φ
η= ec. 2.4
φ + φ negro + PEL

21
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

La ecuación 2.2 corresponde a la eficacia de una lámpara y es


congruente con la ecuación 2.4 cuando no se toman en cuenta las pérdidas
propias de los circuitos auxiliares ( PEL de los circuitos auxiliares = 0 ). Por
ejemplo, una lámpara de haluros metálicos de 500 W, con eficiencia de 90
lm/W (sin tomar en cuenta el balastro y circuitos auxiliares), emitirá 45000
lúmenes; mientras que una de sodio de alta presión de la misma potencia, con
eficiencia de 140 lm/W (sin tomar en cuenta el balastro y circuitos auxiliares)
emitirá 70000 lúmenes. Elegir la segunda, para iluminar un parqueo donde no
interesa tanto la distribución espectral del flujo luminoso emitido, sino más bien
detectar objetos o seres en movimiento, resultará más beneficioso. Para ser más
precisos y conocer lo que en la práctica ocurrirá es apropiado el uso de la
ecuación 2.3, que también es congruente con la ecuación 2.4, siempre y cuando
se consideren las pérdidas propias de las lámparas constituyentes del luminario
y las pérdidas de los circuitos auxiliares y balastros, para el caso de las lámparas
que los utilizan para operar.

Considérese la importancia de sustituir las lámparas y luminarios de esta


Facultad por artefactos modernos de alta eficiencia y buena calidad de la luz.
¿Cuánto, en unidades monetarias, podría ahorrar la Facultad sólo por este
concepto? Y no se diga lo ventajoso que resultaría el reemplazo de las lámparas
defectuosas, por lámparas en buen estado. Cuando se está en un escritorio de
un salón de clases debajo de una lámpara en mal estado que produce una luz
parpadeante, por efecto estroboscópico acentuado por el envejecimiento, y
proyecta sombras y luz en forma intermitente, causa sensación de intranquilidad
y fatiga en los ojos; situación que afecta negativamente el proceso de
enseñanza-aprendizaje. Además, como están defectuosas, su potencia de salida
o flujo luminoso es prácticamente nulo, lo que significa que por falta de
atención en su mantenimiento operan con una eficiencia mucho menor que
100%. Es decir, se consume energía, pero se aprovecha poco o nada, y la
factura al final del mes no perdona. Mejor sería desconectarlas de la red para
que no sigan consumiendo potencia o energía en vano.

2.1.2 Tiempo de vida


El tiempo de vida ofrecido por el fabricante es el tiempo de vida
promedio de las lámparas de un lote tomado como muestra. Se considera como
el tiempo de vida el necesario para que el 50 % de todas las lámparas de un lote
falle. Cuando se establece que las lámparas incandescentes tienen un tiempo de
vida de 1000 horas, significa que, en promedio el 50% durará 1000 horas, pero
en la realidad unas pueden durar más, otras menos de 1000 horas. Las
lámparas fluorescentes tienen un tiempo de vida 10 veces mayor que las

22
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

incandescentes, mientras que las lámparas HID pueden tener un tiempo de vida
de aproximadamente 2.5 veces el tiempo de vida de las lámparas fluorescentes.
El tiempo de vida se define [5] como se indicó líneas arriba, siempre y cuando
la lámpara opere dentro de las condiciones especificadas por el fabricante, y
cada vez que se arranque una lámpara fluorescente antes de apagarse opere por
lo menos durante 3 horas y las HID 10 horas, además para estas últimas se
precisa funcionamiento en posición vertical. Una lámpara metalarc en posición
vertical puede tener un tiempo de vida de 20,000 horas y en posición horizontal
desciende a 10000 horas. En todo caso, este dato, para casos específicos, debe
consultarse con información directa del fabricante.

La operación regular de las lámparas de descarga [5] con tiempos de


apagado menores de 15 minutos acortarán drásticamente su tiempo de vida. La
operación en ciclos menores de 10 horas reduce el tiempo de vida de lámparas
HID como a continuación se explica: arranques cada 5 horas: aproximadamente
a 75% de su tiempo de vida nominal; arranques cada 2.5 horas a 55% de su
tiempo de vida nominal y arranques cada 1.25 horas a aproximadamente el
40%.

2.1.3 Depreciación de lúmenes de las lámparas


La depreciación de los lúmenes de una lámpara debe interpretarse como
la reducción de su capacidad de producir una cantidad dada de flujo luminoso.
Esta reducción depende de factores tales como el tiempo de uso y la suciedad
acumulada sobre su superficie. Es decir, depende del tiempo, del uso, del
ambiente y del mantenimiento al que se le somete.

La depreciación de los lúmenes de una lámpara es uno de los factores


que influyen en su tiempo de vida y siendo más específicos se debe a: 1)
disminución del flujo luminoso emitido debido a ennegrecimiento de la
superficie del tubo causado por el depósito del material emisor de electrones
que recubre los electrodos, 2) degradación de las sustancias fluorescentes y,
consiguiente pérdida de eficacia, 3) desgaste de los electrodos por pérdida del
material emisor que los recubre y 4) un cambio gradual de la composición del
gas de relleno y las fugas de gas en lámparas a alta presión. Los fabricantes de
lámparas ofrecen información sobre este factor para cada tipo de lámpara.

La depreciación se expresa en valores relativos o en por ciento. Por


ejemplo, 0.93 en valores relativos o 93% en por ciento. Significa que, para el
tiempo previsto por el fabricante, los lúmenes emitidos por la lámpara son sólo
el 93% de los lúmenes iniciales. Significa que si el proyecto de alumbrado se
diseña tomando en cuenta los lúmenes iniciales, al cabo del tiempo establecido

23
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

el flujo luminoso se habrá reducido al 93%; o que si se toma en cuenta desde el


principio este decaimiento para que al final del período la lámpara esté
suministrando los lúmenes iniciales se tendrá que elegir lámparas de más
lúmenes iniciales o aumentar el número de lámparas ( si una sola lámpara
produce 100 lúmenes, 2 lámparas colocadas en el mismo ambiente producirán
200 lúmenes).

2.1.4 Temperatura de color


Este es un concepto que no indica si la lámpara funciona caliente o fría,
sino más bien se relaciona con la tonalidad del color de la luz que produce y se
basa en una comparación con el comportamiento de la luz del sol y la sensación
“emotiva” que provoca sobre una persona. Los expertos en el tema consideran
la luz roja del sol de la mañana como una luz cálida, la que a medida que el día
avanza se convierte en una luz “más fría” y cuando el sol está por ponerse de
nuevo produce una luz anaranjada, considerada cálida. Un día nublado se
considera como el de “luz más fría” y es cuando mayor actividad desarrolla el
ser humano. Es decir la luz cálida provoca relajación, mientras que la luz fría
incita a la actividad. De ahí la importancia de definir esta característica de una
lámpara en un proyecto de alumbrado o de los diversos tipos de lámparas que
pueden combinarse para alcanzar el objetivo deseado. Como veremos más
adelante, un proyecto de iluminación depende mucho de los colores producidos
por las lámparas, de los colores de los objetos y de superficies como techo, piso
y paredes. La verdad es que el color “rosado” con que se encuentran pintadas
las columnas en la Facultad de Ingeniería tiene como impacto provocar
desánimo en las personas. En lugar de estimular iniciativa, creatividad y
participación activa, conciente y organizada en el proceso de enseñanza
aprendizaje, este color lo que provoca es relajación, adormecimiento,
indiferencia. ¿Por qué se eligió ese color? ¿Quién sabe? pero se sugiere que se
cambie por uno que inspire al desarrollo y a la actividad con la participación de
todos.

La temperatura de color se mide en kelvin (K) y a medida que aumenta,


la lámpara que la posee se considera de un color más frío. Se dice que las
lámparas que tienen un valor bajo de temperatura de color, de 2700 K a 3500
K, son calientes en color tales como las fluorescentes blanco cálido y la blanco
cálido de lujo. La mayoría de lámparas incandescentes tienen una temperatura
de color entre 2700 K y 3000 K. Las lámparas fluorescentes que tienen una
alta temperatura de color, tales como las luz de día (6300 K), blanco frío (4200
K) y blanco frío de lujo (4100 K) se dice que son “frías” en color y su

24
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

temperatura de color contribuye a la apariencia visual global del espacio


iluminado.

2.1.5 Indice de color


El índice de color, también llamado índice de reproducción de colores,
IRC, o índice de rendimiento de color, o rendimiento de color, es un sistema de
numeración internacional (de 0 a 100) que indica la calidad cromática de una
fuente de luz cuando se compara con la luz del sol, a la que le corresponde un
índice de color igual a 100. Entre más cercano a 100 sea el índice de color de
las lámparas seleccionadas para un sistema de alumbrado, más natural será la
apariencia de los objetos iluminados. Volviendo al ejemplo de la carne en el
mostrador de un supermercado, para que los clientes tengan una sensación de un
producto natural apetecible, debe iluminarse mediante lámparas individuales
con índice de color próximo a 100; mientras que si lo que se pretende es
aparentar una escena de terror en una obra de teatro talvez convenga elegir, para
esa escena, lámparas con índice de color bajo. De manera que para efectos
decorativos si no se desea alterar los colores de los productos u objetos, esta
característica de las lámparas en muy importante. Recuérdese que el color con
el que se ve un objeto es el color que refleja, los colores restantes que llegan a él
los absorbe, y para que un objeto pueda reflejar todos los colores es necesario
que la lámpara que lo ilumina los produzca. Esta tendría índice de color igual a
100.

En general, entre más alto es el índice de color, mejores son las


propiedades de color de la fuente de luz en cuestión. Por ejemplo, Las lámparas
incandescentes y las halógenas poseen un índice de color igual a 100, la lámpara
incandescente fluorescente tiene un índice de color igual a 89; la blanco frío,
62; la luz de día 76; la blanco frío de lujo, 89; las lámparas metalarc, 70; las
lámparas de mercurio, 45; y las lámparas de sodio a alta presión, 22.

Para hoteles, restaurantes, industrias, tiendas, donde se requiere buena


discriminación de los colores el índice recomendado debe ser mayor que 85;
para oficinas, escuelas, grandes almacenes, donde se requiere una
discriminación de colores “aceptable”, el índice recomendado se encontrará
entre 70 y 85; mientras que para aquellos lugares donde la discriminación de
colores no es importante, se acepta un índice de color menor que 70. Por
supuesto que en un mismo lugar, por ejemplo en una casa de habitación, puede
haber lámparas de diferente índice de color.

25
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2.1.6 Distribución espectral de la lámpara


Cuando nos referimos a la distribución espectral de las lámparas, nos
referimos al contenido de colores (frecuencias o longitudes de onda) emitido
por ellas. Es una gráfica en la que se relacionan la amplitud de cada color en
función de valores de longitudes de onda. La curva ideal sería la mostrada en la
figura 1.5 correspondiente a la curva de sensibilidad de un ojo humano. O más
bien, esta sería la curva más natural. Sin embargo, las lámparas según su tipo
y características muy propias, tienen distribuciones espectrales que difieren de
la curva de sensibilidad del ojo.

El conocimiento de la distribución espectral de una lámpara permite


encontrar, con conocimiento de causa, el por qué del valor del índice de color
de una lámpara dada. Así se puede saber no solo cuáles son los colores que la
lámpara es capaz de emitir, sino cuál es el peso de un color dado dentro de la
distribución. En la figura 2.1 se ve que una lámpara incandescente tiene
espectro continuo con alto contenido del color rojo, mientras que el azul y el
violeta, aunque presentes, tienen amplitudes menores.

Región de Región Región de


azul y del naranja, rojo
ultravioleta amarillo e infrarrojo

Espectro continuo de una lámpara incandescente


Figura 2.1

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Distribución espectral de una lámpara fluorescente


Figura 2.2

Sin embargo, en la lámpara fluorescente, según se ve en la figura 2.2, el


azul tiende a ser predominante. En cambio, en la lámpara de sodio a alta
presión, el único color emitido es el amarillo, según se ve en la figura 2.3.

Color amarillo

Espectro de una lámpara de sodio de alta presión


Figura 2.3

2.1.7 Distorsión armónica de la corriente


Más que una característica propia del flujo luminoso, la distorsión
armónica de la corriente es un efecto de la lámpara sobre la calidad de la
potencia eléctrica de alimentación de la propia lámpara, provocando la

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Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

distorsión del voltaje del sistema y, como consecuencia, afectando


negativamente a otras cargas eléctricas conectadas en paralelo.

Se acepta que una forma de onda está distorsionada cuando difiere de


una onda senoidal pura, por ejemplo una forma de onda cuadrada, diente de
sierra, rectificada, etc. Cuando una forma de onda está distorsionada, según
Fourier, está compuesta de un número infinito de ondas senoidales, llamadas
armónicas. La primera componente senoidal con frecuencia igual a 60 Hz,
recibe el nombre de fundamental y es para la que los equipos están diseñados;
es decir, que se espera su funcionamiento óptimo si se alimenta con una onda
senoidal pura de 60 Hz. De modo que cuando éstos equipos operan con ondas
de voltaje o corriente de diferente forma o frecuencia, su funcionamiento se ve
afectado y alterado con fatales consecuencias en los procesos de producción. A
la componente fundamental se suman otras armónicas cuya frecuencia es un
múltiplo de 60 Hz. Por ejemplo, la 2ª armónica es una senoidal con frecuencia
de 2 x 60 = 120 Hz; la 3ª armónica es una componente senoidal de 3 x 60 = 180
Hz; la cuarta armónica es una onda senoidal con frecuencia de 4 x 60 = 240 Hz,
y así sucesivamente. A medida que aumenta el orden armónico h se
incrementa la frecuencia, pero la amplitud de la armónica de turno es más
pequeña que la anterior. Por ejemplo, si la componente fundamental tiene un
valor de 1.00 V; la segunda podría valer 0.5 V; la tercera armónica, 0.33 V; la
quinta armónica, 0.2 V, etc.

Las corrientes armónicas producen sobrecalentamiento, mal


funcionamiento o falla de equipo, así como interferencia sobre sistemas de
comunicaciones o incremento de errores en instrumentos de medición y
protección.

Se define la distorsión armónica total de la corriente (total harmonic


distortion) como:
1/ 2
 n 


∑ Ih2 

THDI =  h =2 ec. 2.5
2 
 I1 
 
 

Donde I h es el valor eficaz de la h ésima armónica

I1 es el valor eficaz de la componente fundamental

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Cuando en total no debería la distorsión armónica de la corriente pasar el


límite del 20%, hay en la actualidad lámparas fluorescentes, por cierto muy
utilizadas, que presentan distorsiones armónicas superiores al 100%, a pesar de
que son importadas bajo la suposición de que su distorsión armónica no supera
el valor de normas. No hace más de 5 años, después de estrenar el sistema de
iluminación de un edificio de una universidad por nosotros conocida, se ocurrió
un sobrecalentamiento exagerado del neutral de la instalación eléctrica que de
no corregirse podría ocasionar un incendio de fatales consecuencias en el
edificio donde futuros colegas hoy en día reciben clases. Este
sobrecalentamiento se debía al alto contenido de armónicas triples causado por
las lámparas fluorescentes del sistema de alumbrado y no había sido previsto,
por una especie de ignorancia irresponsable, por los diseñadores.

2.1.8 Efecto estroboscópico


Todas las lámparas utilizadas en sistemas comerciales o industriales,
excepto unas cuantas que funcionan con CD, funcionan con corriente alterna.
En el caso de las lámparas de descarga, el arco eléctrico prácticamente
desaparece cada vez que la corriente cruza por cero, de manera que el flujo
luminoso se hace cero 120 veces por segundo. Es decir que, cada segundo, la
luz emitida por la lámpara se anula 120 veces, o que cada segundo la lámpara se
apaga y se enciende 120 veces. Si ésta lámpara iluminara una marca blanca
sobre una rueda, girando sincrónicamente con el ciclo de la corriente eléctrica, a
través de un agujero hecho sobre una tapadera fija cubriendo a dicha rueda, de
manera que la marca blanca estuviera al otro lado del agujero justo cuando la
corriente se hace cero, entonces sólo veríamos un punto negro. En cambio, si la
presencia instantánea de la marca coincidiera con cualquier instante en que la
lámpara emite luz, entonces veríamos un punto blanco. Es decir que si un
objeto cambia de posición, tal como una guillotina cerrándose, justo en el
instante de flujo luminoso cero, un observador puede no darse cuenta de su
movimiento, con el consiguiente riesgo de accidente.

El efecto estroboscópico, que se manifiesta como una luz intermitente,


es más notorio en lámparas defectuosas que en lámparas en buen estado debido
a la propiedad de fosforescencia de los materiales de revestimiento de sus
paredes internas. Este efecto debe evitarse en los sistemas de alumbrado pues
causa fatiga visual, va en contra del confort visual, y reduce la capacidad visual
de la gente que trabaja en un lugar determinado.

El efecto estroboscópico de las lámparas fluorescentes se reduce


instalando éstas en grupos pares, dado que cuando una tiene corriente cero en la

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otra la corriente es máxima y viceversa, de modo que se percibe una luz


continua. Este funcionamiento de las lámparas se logra porque una de ellas
trabaja con factor de potencia en adelanto (porque tiene un capacitor en
paralelo) y la otra con factor de potencia en atraso, obteniéndose un ángulo de
desfase entre sus corrientes de 90. También, en la actualidad los balastros
electrónicos ayudan a reducir este efecto.

2.1.9 Flicker
El flicker tampoco es una característica atribuible a la lámpara por sí
sola. El flicker se refiere al parpadeo de la luz emitida por una lámpara, como
consecuencia de variaciones o fluctuaciones del valor eficaz o máximo del
voltaje aplicado en disminuciones y subidas periódicas que no superan el 10%
del voltaje nominal. Estas variaciones, repetitivas, se presentan con
frecuencias que andan en el orden de los 10 a los 15 Hz.

Es sumamente molesto trabajar con luz parpadeante, fenómeno que por


el mismo motivo se presenta en ocasiones en monitores de computadoras o en
aparatos de televisión. En estos casos, la gente comenta: ¡la pantalla tiembla!

El flujo luminoso radiado por una lámpara es directamente proporcional


al voltaje aplicado y es más notorio en las lámparas incandescentes; pero
también se presenta en las lámparas de descarga. Entonces, cada vez que el
voltaje aplicado a la lámpara baja, baja su flujo luminoso; y cuando el voltaje
regresa a su valor, de nuevo el flujo luminoso aumenta. Pero el flicker es un
fenómeno repetitivo, entonces las fluctuaciones del flujo luminoso se presentan
en forma repetitiva: he ahí el parpadeo de la luz.

El voltaje en un punto determinado del sistema de potencia sufre


grandes y repentinos bajones que se acercan al 10% del voltaje nominal cuando
en dicho punto se presenta una fuerte demanda de potencia reactiva inductiva;
por ejemplo cuando se conecta un motor, principalmente si es de gran potencia.
Cuando el motor se desconecta de la red, el voltaje vuelve a subir. Entonces
los motores que tienen un ciclo de operación intermitente son causantes de
flicker. Pero los equipos que “que producen más flicker” son los hornos de arco
eléctrico y las máquinas soldadoras.

“Las frecuencias de parpadeo [2] muy bajas (por debajo de 0,5 Hz) no son
molestas porque el sistema ojo-cerebro es capaz de separar los destellos, pero a
partir de la frecuencia de fusión cercana a los 0.5 Hz, aparece el flicker
causando una sensación muy desagradable a quien lo percibe. Superada una
determinada frecuencia de parpadeo que está cerca de los 30 Hz, la sensación de

30
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flicker desaparece y el sistema ojo-cerebro percibe una luz continua.” Esta es


una justificación para que la frecuencia de la corriente el los sistemas de
potencia sean de 50 Hz o de 60 Hz. La sensación de flicker, que es máxima
cerca de los 10 Hz, es acumulativa [2], siendo el cansancio visual el más
genérico de sus efectos; pero dependiendo de la frecuencia del fenómeno y de la
sensibilidad del sujeto que lo percibe, puede ocasionar cefaleas, migrañas, ser
causante de estrés y en casos muy extremos, puede dar lugar a crisis
convulsivas.

Los balastros electrónicos usados [5[ en la actualidad reducen este efecto


en las lámparas de descarga, pues además de consumir menos potencia para su
operación (6 a 7 W, versus 20 W de consumo de potencia de los balastros
magnéticos [13]), aíslan a la lámpara del sistema de alimentación (que opera a
60 Hz) y elevan la frecuencia de la corriente que circula en la lámpara más allá
de los 1000 Hz, digamos 20, 32, 70 kHz. La eficacia de una lámpara
fluorescente se incrementa en aproximadamente 10%, con respecto a la eficacia
de la lámpara operada a 60 Hz, cuando la frecuencia llega a unos 30 kHz. [13]

2.2 Lámparas incandescentes


2.2.1 Características generales
La lámpara incandescente, a la que nosotros le llamamos bombilla,
constituye una fuente de luz capaz de suministra un ambiente cálido y familiar
(baja temperatura de color), de encendido instantáneo, alta definición de colores
(alto índice de color), fácil reemplazo, sin accesorios y bajo costo. En el caso
de las lámparas incandescentes cabe la posibilidad de aumentar o reducir su
intensidad luminosa variando el voltaje por medio de circuitos electrónicos,
llamados dimmers. La desventaja del uso de dimmers radica en el hecho de que
éstos producen distorsión armónica de la corriente.

Una debilidad, talvez, de las lámparas incandescentes es su baja


eficiencia, que [1] oscila entre 10 lm/W a 16 lm/W para potencias de 25 W a
100 W, y entre 18 lm/W a 22 lm/W en potencias de 150 W a 1500 W. Estos
datos son válidos para las lámparas funcionando con su voltaje nominal, siendo
éste normalmente de 115 V.

La eficiencia luminosa de una lámpara incandescente es directamente


proporcional al voltaje aplicado. Por ejemplo, con voltajes arriba del voltaje
nominal se incrementa su eficiencia; pero su tiempo de vida útil disminuye. A
mayor temperatura en una lámpara incandescente dada, mayor es su eficiencia,
pero más corta su vida.

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Con un incremento del 10 % sobre el voltaje nominal, la eficacia puede


llegar hasta un 140 %; pero su vida disminuye hasta en un 35 %. Una reducción
de 10 % del voltaje produce un aumento de casi el 300 % del tiempo de vida,
bajando su eficacia a 45 % de su valor a voltaje nominal. En un proyecto de
iluminación es importante considerar los factores de duración, consumo de
energía y eficacia; buscándose así la máxima cantidad de luz y la mayor
duración posible con el consumo más bajo de energía. El tiempo de vida de
las lámparas incandescentes de uso general es de 1000 horas; pero hoy en día
[5] hay lámparas incandescentes especiales de hasta 4000 horas.

En cuanto a la distribución espectral de las lámparas incandescentes, su


flujo luminoso tiene un alto contenido de componentes de frecuencia en la
región del color rojo, un poco menos de amarillo y muy poco de color azul.

De la radiación total de las lámparas incandescentes sólo un pequeño


porcentaje está en el espectro visible con la mayor parte en la región infrarroja,
de ahí su eficiencia tan baja. Si se aumenta su temperatura de color, caso de las
lámparas de mayor potencia, mejora su eficiencia puesto que produce más luz
en la región visible.

En resumen, la lámpara incandescente para 120 V presenta las siguientes


características

Potencia [14]: de 5 W a 500 W

Lúmenes iniciales [5]: unos 350 (40 W) a 1500 (100 W) en función de los tipos
y potencias, a 25 oC

Eficacia: entre 10 y 22 lm/W para diferentes voltajes y potencias.

Tiempo de encendido: nulo.

Tiempo de vida: entre 1000 y 3000 horas (1000 para lámparas de propósito
general y 3000 horas para lámparas incandescentes de doble vida)

Indice de color: 100

Temperatura de color: 2600 K – 3000 K

Equipos auxiliares: no necesita

Distorsión armónica: nula

Perdidas [16]: 94.25%

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Luz visible [16]: 5.75%

UV [16]: 0.25%

IR [16]: 75 %

Calor [16]: 19%

Depreciación luminosa: 0.90.

2.2.2 Comportamiento eléctrico


Como explicación previa, la energía irradiada por una superficie
depende de su naturaleza y de su temperatura. A bajas temperaturas una
superficie emite una pequeña cantidad de radiación localizada en la región
infrarroja. Cuando la temperatura aumenta, la potencia radiante también
aumenta y contiene, además de la energía infrarroja, longitudes de onda más
cortas. Por ejemplo, un bloque de cobre a 100 oC irradia aproximadamente 0.03
W/cm2 de su superficie; a 500 oC, 0.54 W/cm2 y a 1000 oC, 4 W/cm2. Esta
última representa una potencia 130 veces mayor que la emitida a 100 oC. La
cantidad de energía radiada por segundo aumenta rápidamente con la
temperatura. También la longitud de onda correspondiente a la onda más
intensa se desplaza hacia las longitudes de onda más cortas. A una temperatura
de 300 oC, toda la energía radiada por un cuerpo es transportada prácticamente
por ondas infrarrojas. A la temperatura de 800 oC un cuerpo emite suficiente
energía visible para ser luminoso y parece rojo. Pero la mayor parte de la
energía emitida corresponde todavía, con mucho a las ondas infrarrojas. A
3000 oC, que es aproximadamente la temperatura del filamento de una lámpara
incandescente, la energía radiante contiene bastantes ondas de longitud de onda
más corta, de forma que el cuerpo parece casi blanco. Y es, además,
destellante.

Una lámpara incandescente es básicamente un filamento de tungsteno


(wolframio) colocado dentro de un bulbo de vidrio relleno de un gas inerte
(mezcla de nitrógeno y argón, en lámparas de 40 W o más) o al vacío. Cuando
la lámpara se energiza, la corriente que pasa a través del filamento debe vencer
su resistencia y la energía por efecto Joule, i 2 R t , lo calienta hasta el punto de
incandescencia, haciéndolo destellar. La temperatura que alcanza el filamento
de tungsteno para llegar al punto de incandescencia es en promedio de 2482 oC.
De ser otro material, se fundiría. El oro, por ejemplo, funde a 1063 oC, la plata
a 960.5 oC y el acero a 1241 oC; mientras que el punto de fusión del tungsteno
se da a 3380o C. No es posible que se produzca la combustión del filamento de

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tungsteno debido a que en el interior del bulbo no hay oxígeno, puesto que
previo a llenarse con un gas inerte se ha hecho el vacío. Además, los gases
inertes ejercen una presión para evitar la rápida vaporización del tungsteno y no
se combinan químicamente con él. Otro gas inerte, también utilizado es el
kriptón, el cual se usa sólo en casos donde se justifique su costo por la mayor
eficacia o la más larga duración.

La lámpara incandescente, posee otros elementos como los que a


continuación se mencionan: la base típicamente roscada, electrodos o hilos de
toma que transportan la corriente al filamento de los cuales uno va soldado al
contacto central y el otro al borde superior de la base de latón o de aluminio,
tubo de vacío que sirve para hacer el vacío e introducir gases inertes, etc.

Cuando una lámpara se enciende se presenta en la red eléctrica


condiciones de arranque: corriente de arranque, potencia de arranque, etc. La
resistencia del tungsteno aumenta cuando aumenta la temperatura a la cual se
encuentra sometido. Esto significa que cuando la lámpara está recién encendida
(en frío) la resistencia del filamento es considerablemente menor que cuando ya
ha alcanzado su temperatura de régimen. El valor, en promedio, de la resistencia
en frío con respecto a la resistencia en caliente es de 115 . Lo que quiere decir
que la corriente de encendido de la lámpara es aproximadamente 15 veces más
grande que la corriente de régimen estable. Por ejemplo, si la corriente de
régimen estable de una lámpara incandescente de 100 W, 120 V, es de 0.833 A;
la corriente de encendido será de 12.5 A. El problema con la corriente de
arranque tan alta es que, aunque sea transitoria, a) produce en los cables por
donde circula una caída de voltaje que es 15 veces mayor que en régimen
estable, b) provoca un incremento de la temperatura de los cables y por lo tanto
de las pérdidas, c) desmejora el factor de potencia, y d) ayuda a aumentar la
demanda máxima o la potencia punta de la red en la cual se encuentra
funcionando. El incremento transitorio de la caída de voltaje en los cables de
alimentación de la lámpara, que en condiciones severas se nota como una
reducción momentánea de la luz emitida por las lámparas alimentadas desde el
mismo ramal, en la mayoría de los casos es prácticamente no detectado, debido
a que los cables están diseñados para valores mayores. Los otros efectos citados,
tampoco se pueden percibir con los sentidos cuando se ha hecho un buen
diseño; pero esto no quita que sean perjudiciales. Imaginemos que en cierto
lugar, 100 lámparas de este tipo se encienden en forma simultánea ¿Cuál será el
impacto sobre el sistema eléctrico? En una gráfica de carga diaria, o potencia
demandada vrs. tiempo en horas, podrá notarse la contribución de las lámparas
incrementando la demanda máxima. Aunque debe quedar claro que en la
demanda máxima también intervienen otras cargas como motores, hornos, etc.

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Desde el punto de vista económico, la factura mensual contendrá un costo


adicional por demanda máxima.

2.2.3 Lámparas de tungsteno halógeno


En las lámparas incandescentes comunes, cuando el tungsteno se
vaporiza, poco a poco se deposita en la pared interior del bulbo de vidrio, lo que
le ocasiona cierto ennegrecimiento y, por lo tanto, con el tiempo, se reduce su
eficiencia luminosa.

Halógeno [7] es el nombre que se da a ciertos elementos como el bromo,


el cloro, el flúor y el yodo, en forma de gas, que se caracterizan por producir un
ciclo regenerativo del tungsteno en la lámpara. En las lámparas de halógeno, el
filamento se fabrica dentro de un tubo de cuarzo, dentro del cual se introduce
yodo. Cuando la lámpara está encendida y el tungsteno se vaporiza, las
partículas de éste tienden a depositarse en el tubo de cuarzo. Sin embargo, en
este tipo de lámparas, dichas partículas combinadas con el gas halógeno son
transportadas por convección hasta la pared interna del tubo de cuarzo; pero
debido a la alta temperatura no se depositan, sino que regresan al filamento en
el cual se depositan de nuevo las partículas de tungsteno y se liberan las
partículas de gas halógeno. Como consecuencia de este ciclo repetitivo, la
lámpara se limpia por sí misma y alcanza un incremento drástico en su tiempo
de vida: hasta 5000 [6] horas vrs las 1000 horas de duración de las lámparas
incandescentes normales.

En resumen, la lámpara de tungsteno halógeno para 120 V presenta las


siguientes características

Potencia [14]: de 12 W a 2000 W

Lúmenes iniciales [5]: unos 1800 para lámpara de 100 W, a 25 oC

Eficacia: 20 lm/W

Tiempo de encendido: nulo.

Tiempo de vida [6]: entre 2000 y 5000 horas

Indice de color: 100

Temperatura de color [7]: oscila entre 2800 y 3400 K (blanco), con una
disminución, en promedio, de 50 K en toda su vida.

Equipos auxiliares: no necesita.

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Distorsión armónica: nula

Perdidas de energía [7]: 70% de energía infrarroja, 19% de calor por corrientes
de convección y conducción y 0.2% de energía UV.

Depreciación luminosa: nula.

¡No tocar con la mano el bulbo de la lámpara, menos sucia, porque éste
tiene en su pared exterior una temperatura superior a los 250 oC y a esta
temperatura la “suciedad” puede hacer que el cuarzo se desvitrifique! [7]

2.3 Lámparas de descarga


El uso de las lámparas de descarga en la actualidad supera el uso de las
incandescentes debido a que son más eficientes y económicas. Como prueba de
esta aseveración cuando visite un hotel observe y note que donde antes había
lámparas incandescentes ahora hay lámparas fluorescentes compactas (que
producen luz casi del mismo color, pero con consumos que se reducen
teóricamente hasta en un 80%, aunque su impacto en la calidad de la potencia
eléctrica es nefasta pues es causa de distorsión de la corriente afectando la
eficiencia del sistema eléctrico).

Corriente en forma de arco eléctrico de vapor de


mercurio o de sodio, entre los cátodos calientes
hilo
vivo
interruptor en la
pared cerrado
Balastro o reactancia
X L que limita la corriente
de régimen estable
120 V
hilo neutral

Diagrama esquemático básico de una lámpara de descarga de 115 V funcionando en


régimen estable después de su arranque.

Figura No. 2.4

36
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

Explicado de una manera simple, diremos que las lámparas de descarga


emiten luz cuando dentro de ellas se excita un gas sometido a descargas
eléctricas entre dos electrodos. Son el gas contenido y la presión a la que se
encuentra sometido los que dan lugar a los diferentes tipos de lámparas de
descarga. La descarga, resultado de la aplicación de una diferencia de potencial
entre los electrodos, se lleva a cabo dentro de un tubo lleno de un gas o de un
vapor ionizado. En la figura 2.4 se muestra el diagrama esquemático básico de
una lámpara de descarga.

En la figura 2.4, la lámpara opera en régimen estable. Nótese que con el


interruptor de la pared cerrado hay un flujo de electrones en los hilos vivo y
neutral, impulsados por la fuente de 120 V AC. El circuito se logra cerrar
gracias al arco eléctrico que se forma entre los cátodos calientes de la lámpara.

Color amarillo

Espectro de
energía
Color azul

300 400 500 600 700 nm

Espectro discreto de energía de una lámpara de descarga. Se muestra la


respuesta para dos átomos diferentes.

Figura No. 2.5

Los electrones de la descarga suministran energía a los electrones del


vapor ionizado haciéndoles abandonar su orbital, mismos que pasan a una
condición de inestabilidad, por lo que deben regresar a su orbital de origen. Un
electrón deja su orbital como resultado de la energía recibida y al regresar a su
condición energética inicial, la energía que había ganado la libera en forma de
radiación electromagnética a una frecuencia característica del material utilizado.
Este comportamiento determina una distribución espectral discreta (ver figura
No. 2.5).

37
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

2.3.1 Lámparas fluorescentes


2.3.1.1 Características generales

La distribución espectral de la energía de una lámpara fluorescente se


divide en dos clases: 1) el espectro continuo emitido por el polvo fluorescente y
2) las bandas angostas de energía irradiadas por el arco de mercurio, como por
ejemplo, a 365, 404.7, 445.8, 546.1 y a 578 nm, para la lámpara blanco frío
como se muestra en la figura No. 2.6.

Azul violeta
Amarillo
Verde
E Violeta
n
e Ultravioleta Azul Anaranjado
r
g Rojo
í
a

300 400 500 600 700 nm

Curva de distribución de energía espectral de una lámpara fluorescente tipo blanco frío.

Figura No. 2.6

De la observación de las curvas de las figuras No. 2.6, 2.7 y 2.8


podemos inferir que la lámpara del tipo luz de día emite colores azul y violeta
en grandes cantidades, pero también emite con gran predominio los colores
amarillo, naranja y rojo (alta temperatura de color: 6500 K) comparadas con la
tipo blanco cálido (baja temperatura de color: 3000K). La blanco frío también
emite una buena cantidad de luz azul; pero resalta más los colores naranja,
verde y amarillo (Buena temperatura de color, 4200 K, y mejor índice de color
que las otras).

38
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

Azul violeta Amarillo


E
n Verde
e
r Violeta Anaranjado
g Ultravioleta Azul
í
a Rojo

300 400 500 600 700 nm

Distribución de energía espectral de una lámpara fluorescente tipo blanco cálido.

Figura No. 2.7

Azul violeta

Violeta Verde Amarillo


E
n Azul
e Anaranjado
r
g Ultravioleta
í Rojo
a

300 400 500 600 700 nm

Distribución de energía espectral de una lámpara fluorescente tipo luz de día.

Figura No. 2.8

De acuerdo a la curva de distribución de energía espectral de cada


lámpara así serán los colores que predominantemente emitirá (relativo a su
índice de color) y las superficies iluminadas conforme a su textura y estructura
reflejarán algunos de estos colores, absorbiendo otros. Si un trozo de carne se

39
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

ilumina con una lámpara blanco frío, tendrá una apariencia de color azul violeta
(bajo índice de color); mientras que si se ilumina con una lámpara luz de día,
parecerá más natural (alto índice de color). Las lámparas blancas tales como la
blanco frío, blanco cálido, blanco y luz de día tienen alta eficacia y buen índice
de rendimiento de color (que depende del material de recubrimiento de la pared
interna de la lámpara) para la mayoría de aplicaciones de la industria, oficinas y
escuelas. Cuando se desee una aproximación cercana a la lámpara
incandescente, es recomendable usar una lámpara luz de día, o una lámpara
incandescente fluorescente, tal como las ahorradoras de energía que fácilmente
se encuentran en los supermercados. Las lámparas de lujo emiten un
porcentaje alto de energía roja; y puesto que el ojo humano es poco sensible al
color rojo, estas lámparas emitirán menos luz que las lámparas comunes y
corrientes (baja eficacia).

Sin embargo, la eficiencia tampoco es tan grande que se diga, pues,


como un ejemplo, del 100 % de la energía eléctrica absorbida por una lámpara
fluorescente de 40 W [10], blanco frío, el 23 % se convertirá en luz visible, el
36 % en radiación infrarroja y el 41% en calor disipado por convección y por
conducción. En todo caso, la lámpara fluorescente emitirá una pequeña
cantidad de energía en forma de luz ultravioleta que no sobrepasa el 0.5 %. Es
decir que en porcentaje si nos acogemos a la definición general de la eficiencia
(energía de salida/energía de entrada), esta no supera el 23 %.

Las lámparas fluorescentes, que también son lámparas de descarga que


contienen vapor de mercurio a una presión [5] de unos 3 Torr o 400 Pa, tienen
un tiempo de vida promedio de 10,000 horas.

En resumen, la lámpara fluorescente para 120 V presenta las siguientes


características

Potencia [14]: de 5 W a 100 W

Lúmenes iniciales [5]: 3000 a 5300, para lámparas de 32 W y 60 W,


respectivamente, a 25 oC.

Eficacia: entre [1]: 25 y 85 lm/W

Tiempo de encendido: muy corto, imperceptible.

Tiempo de vida [1]: desde 7500 horas para lámparas de precalentamiento,


aunque actualmente hay modelos cuya duración se estima por parte del
fabricante en 9000, 1000, 12000, 18000 y 24000 horas.

Indice de color: 52 a 90.

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Temperatura de color [5]: de 3000 K (blanco cálido), hasta 6500 (luz de día)

Equipos auxiliares: necesita balastro para el arranque y limitación de la


corriente en régimen estable

Distorsión armónica [8]: menor que 20%.

Perdidas [16]: 72%

Luz visible [16]: 28%

UV [16]: 0.5%

IR [16]: 0 %

Calor [16]: 71.5%

Depreciación luminosa LLD [9]: oscila entre 0.72 a0.89 para diferentes
tipos de lámparas.
Tubo de
Radiación vidrio
ultravioleta a
253.7 nm.

Electrón que se libera


del átomo de mercurio
Cátodo
y luego regresa
caliente

Revestimiento de
Fósforo Atomo de
Electrón liberado del
mercurio
cátodo caliente

Uno de los extremos de la lámpara fluorescente

Figura No. 2.9

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2.3.1.2 Comportamiento eléctrico

Una lámpara fluorescente es, básicamente, un tubo de vidrio dentro del


cual hay gas argón (argón o kriptón o neón o una mezcla) y en cuyos extremos
se encuentran sendos electrodos de tungsteno denominados “cátodos calientes”,
recubiertos de un material emisivo como el óxido de calcio que a los 950 oC
empieza a liberar electrones a alta velocidad. En el tubo de vidrio, que se
encuentra lleno de un gas inerte, se depositan gotas de mercurio y su pared
interna se encuentra revestida de un material denominado fósforo.

Con el fin de ilustrar mejor al lector acerca de cómo funciona una


lámpara fluorescente, se da una explicación de la lámpara fluorescente de
precalentamiento, mostrada junto a los accesorios, en la figura No. 2.10.
Cuando uno enciende una lámpara de este tipo, lo que hace es aproximarse a la
pared y oprimir un switch o interruptor (en la figura 2.10 se indica como
interruptor de la pared). A pesar de haber cerrado ya el interruptor de la pared,
la lámpara de la figura 2.10 todavía no enciende puesto que el circuito está
abierto, debido a que el interruptor llamado en la figura “arrancador manual” no
se ha cerrado y el arco eléctrico aún no se ha formado en el tubo (o lámpara).
Nótese, sin embargo que al cerrar el interruptor de la pared, la lámpara queda
sometida a una tensión de 120 V. (El arrancador mostrado, en este ejemplo,
funciona en forma manual; no obstante en la práctica, este arrancador es
automático. Esto significa que al cerrar el interruptor de la pared, en forma
automática y “simultánea” se cierra el arrancador, permitiendo que circule
corriente a través de él y los cátodos calientes de la lámpara.

Bien, ahora cerramos el arrancador manual. Con esta acción se cierra el


circuito desde el hilo vivo hasta el hilo neutral, pasando a través del balastro, el
arrancador y los cátodos calientes. Éstos últimos son calentados por efecto
Joule por la corriente que pasa por ellos y cuando la temperatura llega a
aproximadamente 950o C, liberan electrones que viajan a altas velocidades
dentro del tubo, ionizando los átomos de argón que encuentran a su paso y
causando un aumento de la temperatura (dentro del tubo). El incremento de la
temperatura hace que el mercurio se evapore, con lo cual se tiene dentro del
tubo vapor de mercurio. En este punto, al abrir el arrancador la corriente
desaparece rápidamente en el circuito en el que se encuentra el balastro que no
es más que una reactancia inductiva o una inductancia. Y como en una
di
inductancia el voltaje es v L = L , si la corriente, como hemos dicho,
dt
desaparece rápidamente, dt es pequeño; por lo que esta rápida variación de la
corriente provoca un impulso elevado de voltaje entre los terminales del
balastro, mismo que al sumarse al voltaje de la red se aprovecha para producir

42
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

la descarga eléctrica o arco eléctrico de un electrodo al otro. El arco eléctrico,


entonces, se obtiene por emisión termoiónica y por la diferencia de potencial.
Una vez obtenido el arco eléctrico, el balastro cumple el papel de limitador de
la corriente al valor nominal de la lámpara. Y la lámpara después de su
encendido pasa a funcionar en régimen estable como en la figura 2.4.

Electrodo o
Lámpara cátodo
fluorescente caliente

hilo
vivo
interruptor en la arrancador
pared manual

balastro
120 V
hilo neutral
120

Lámpara fluorescente de precalentamiento

Figura No. 2.10

Si el balastro no estuviera presente, la resistencia del arco eléctrico


disminuiría rápidamente debido a que es inversamente proporcional a la
temperatura, la corriente aumentaría hasta alcanzar valores extremadamente
grandes, aumentando la temperatura de nuevo, hasta que la lámpara se
destruya; y esto ocurre casi de inmediato.

Una vez generado el arco eléctrico, con el arrancador abierto, la


corriente eléctrica cierra su circuito a través del arco, el cual se sostiene por la
diferencia de potencial entre los electrodos, que en régimen estable es menor

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Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

que 120 V, debido a la caída de voltaje en el balastro. Los electrones liberados


chocan con electrones de los átomos del vapor de mercurio. Los electrones del
vapor de mercurio al ser chocados, reciben cierta cantidad de energía que los
libera de sus átomos; pero al regresar casi de inmediato a su posición y a su
estado anterior, liberan la energía que habían ganado en forma de radiación
ultravioleta a una longitud de onda de 253.7 nm.

El fósforo del cual se encuentra revestida la pared interna del tubo, se


encarga de convertir la luz no visible (luz ultravioleta, más una pequeña
cantidad de luz visible) que incide sobre él en luz visible. Es decir, sus
electrones excitados liberan energía en forma de radiación en el espectro
visible. Se dice que el fósforo es fluorescente, en el sentido de absorber la luz
ultravioleta y convertirla en luz visible. Según la naturaleza del fósforo pueden
obtenerse lámparas con fluorescencia para cualquier color deseado. Por
ejemplo, el borato de cadmio para el color rosa, el halofosfato de calcio para el
color blanco, el silicato de calcio para el color anaranjado, el wolfranato o
tungstato de calcio para el color azul, el tungstato de magnesio para el color
blanco azulado, el halofosfato de estroncio para el verde claro o el silicato de
cinc para el color verde. Todas las lámparas parecen blancas cuando no están
encendidas, excepto las de color rojo, las doradas y las incandescentes
fluorescentes.

Los fósforos también poseen una propiedad llamada fosforescencia, la


que se manifiesta como la propiedad de los fósforos de seguir brillando por un
corto período de tiempo después de cortar las radiaciones existentes. Esta
cualidad de los fósforos es muy importante en la reducción del efecto
estroboscópico.

2.3.1.3 Lámparas fluorescentes compactas

Las lámparas fluorescentes compactas han hecho su incursión dentro de


los sistemas de alumbrado de la actualidad y cada vez son más usadas debido a
sus propiedades ahorradoras de energía. Llevan incorporado un balastro
electrónico y son pequeñas con casquillo de rosca pensadas para sustituir a las
lámparas incandescentes con ahorros de hasta el 80 % de energía, buen índice
de color y mayor tiempo de vida. El problema que presentan estas lámparas es
su alto contenido armónico, el cual, a pesar de lo que ofrecen los vendedores,
sobrepasa el 100%. Además, su costo es 15 veces mayor que el de una
incandescente.

En resumen, la lámpara fluorescente compacta [5] para 120 V presenta


las siguientes características,

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Lúmenes iniciales [5]: 1280 para lámpara de 20 W y 3150 para una lámpara de
40 W, a 25 oC.

Eficacia: entre 64 y 78 lm/W

Tiempo de vida [5]: 6000 a 12000 horas

Indice de color: 82

Temperatura de color [5]: oscila entre 3000 y 4100 K, para lámparas de 20 W y


40 W, respectivamente.

Equipos auxiliares: no necesita, tiene incorporado el balastro.

Distorsión armónica: en nuestro país, mayor que 100%.

2.3.2 Lámparas de descarga de alta intensidad


Las clases más comunes de las lámparas dai son las de vapor de
mercurio de alta presión, las de vapor de mercurio de alta presión con haluros
metálicos las de vapor de sodio a baja presión y las de vapor de sodio de alta
presión. Las primeras se usan en alumbrado de calles y emiten una luz blanco
azulada, las de haluros metálicos se usan en alumbrado de estadios, gasolineras,
canchas deportivas o interiores donde se requiere una buena luz como en los
centros comerciales o supermercados, mientras que las de sodio, que emiten
una luz amarillenta, se usan en alumbrado de calles y parqueos. Todas tienen
un tubo de arco sellado, el cual es como un relámpago encerrado en una botella,
aunque en este caso la radiación es sostenida, como se ve en la figura No. 2.11.
La diferencia de potencial aplicada a los dos extremos del tubo del arco excita
un gas de arranque que a su vez calienta un compuesto metálico hasta ionizarlo,
convirtiéndolo en la fuente principal de luz. Cada uno de los tres tipos de
lámparas contiene un metal o una combinación de metales diferentes dentro del
tubo.

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Gas

Arco

Principales partes de una lámpara de descarga de alta intensidad (dai, o hid en inglés)

Figura No. 2.11

La energía radiante que emite cada tipo de lámpara es de una longitud de


onda determinada debido al metal que contiene. A esto se debe que las
lámparas de mercurio, las de haluros metálicos y las de sodio aparentemente
tienen un color diferente.

Todas las lámparas dai requieren de un balastro adecuado para controlar


la corriente que llega al arco una vez que éste ha sido iniciado.

Las lámparas de vapor de mercurio de alta presión están disponibles en


potencias que oscilan entre 40 W y 1500 W y son las que producen luz de color
blanco-azulado en la iluminación de calles en la ciudad. Este color está
determinado por el arco de vapor de mercurio. Además el tubo del arco se
encuentra lleno de gas argón.

El arco se produce de manera similar a la lámpara fluorescente, en el


sentido de que los electrones de mercurio excitados al regresar a su estado
original producen radiación ultravioleta principalmente.

La lámpara de vapor de mercurio, consiste en una bombilla exterior


llena de gas inerte (generalmente nitrógeno) que forma un envase protector para
el tubo del arco situado en su interior. Véase la figura No. 2.11.

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2.3.2.1 Características de las lámparas dai

La eficacia de las lámparas de descarga oscila entre los 100 lm/W y 183
lm/W para las de sodio a baja presión. (Sin tomar en cuenta la eficiencia de
elementos auxiliares como el balastro). Nótese que las lámparas de sodio son
las de más alta eficiencia. Sin embargo, la lámpara de sodio de alta presión, que
tiene mayor eficiencia que una fluorescente, tiene una eficiencia menor que la
lámpara de sodio a baja presión.

Una de las lámparas más utilizadas en supermercados, gasolineras,


estadios y canchas deportivas, son las lámparas de haluros metálicos, por el tipo
de luz que ofrecen, sin embargo, según la tabla 2.2, son de baja eficiencia; casi
igual que las fluorescentes; por lo que para que proporcionen un alto flujo
luminoso requieren una alimentación de alta potencia.

Las lámparas de descarga de alta intensidad de vapor de mercurio a alta


presión tardan entre 3 y 5 minutos para su arranque; o más en tiempo frío. Las
lámparas de vapor de mercurio de entre 100 W y 1000 W tienen un tiempo de
vida promedio [5] de 24000 h.

Vale la pena también hablar de la distribución espectral de la energía de


las lámparas de descarga de alta intensidad: El espectro de energía de una
lámpara de vapor de mercurio contiene líneas fuertemente marcadas en las
regiones ultravioleta y visible. Si la pared interna de la bombilla exterior se
encuentra recubierta de algún fósforo, la luz ultravioleta se convertirá en luz
visible y mejorará el rendimiento de color. Las lámparas, cuya bombilla
exterior es de vidrio claro producen luz de color blanco-azulado, y no existe
virtualmente luz roja.

Las lámparas de vapor de mercurio, debidamente seleccionadas de entre


las diversas clases que existen, se aplican en iluminación de arbustos y árboles,
alumbrado de seguridad en áreas residenciales, en instalaciones industriales
cuya altura de montaje es baja, pasos de peatones, patios, iluminación de áreas
exteriores, instalaciones deportivas, calles, gasolineras, áreas de
estacionamiento, aeropuertos, talleres ferroviarios y alumbrado de edificios, con
filtros apropiados pueden utilizarse en identificaciones o en la localización de
fisuras o defectos en metales, En la figura No. 2.12 se muestra la distribución
espectral de energía de una lámpara de vapor de mercurio de alta presión.
Nótese cómo al aumentar la presión del vapor de mercurio la lámpara es capaz
de emitir longitudes de onda en el rango visible con predominio sobre la
ultravioleta. En estas condiciones la luz emitida es de color azul verdoso, con

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ausencia del color rojo. Para resolver este problema se acostumbra a añadir
sustancias fluorescentes que emitan en esta zona del espectro. De esta manera se
mejoran las características cromáticas de la lámpara.

La eficiencia de las lámparas de vapor de mercurio a alta presión no


excede del 16.5 %, teniéndose la siguiente distribución de la energía: Energía
total consumida igual al 100 %; luz visible, 16.5 %; luz ultravioleta, 4 %; luz
infrarroja, 15 % y pérdidas por calor, 64.5 %.

Color amarillo

Color azul

300 400 500 600 700 nm

Distribución espectral de la energía radiada por una lámpara de vapor de mercurio a


alta presión sin corregir.

Figura No. 2.12

En resumen, la lámpara de vapor de mercurio de alta presión para 120 V


y 240 V presenta las siguientes características

Potencia [14]: de 80 W a 750 W

Lúmenes iniciales [9]: 4200 a 63000, para lámparas de 100 W y 1000 W,


respectivamente, a 25 oC.

Eficacia: entre [9]: 42 y 63 lm/W

Tiempo de encendido: de 3 minutos a 5 minutos.

Tiempo de vida [12]: desde 16000 para las lámparas de menor potencia (100
W) hasta 24000 horas para todas las lámparas incluyendo un tipo de ellas de
100 W. Este tiempo de vida es válido si la lámpara permanece encendida por
lo menos 10 horas después de su arranque.

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Indice de color [5]: 20 a 45.

Temperatura de color [5]: de 4000 K a 5900 K

Equipos auxiliares: necesita balastro para el arranque y limitación de la


corriente en régimen estable

Distorsión armónica [8]: menor que 20%.

Perdidas [16]: 83.5%

Luz visible [16]: 16.5%

UV [16]: 4%

IR [16]: 15 %

Calor [16]: 64.5%

Depreciación luminosa LLD [9]: oscila entre 0.77 a0.89 para diferentes tipos de
lámparas.

La lámpara de vapor de sodio es el tipo más eficiente de las lámparas


DAI. La luz se produce, de manera similar a las lámparas de vapor de
mercurio, por la corriente a través del vapor de sodio, con una presión dada a
alta temperatura. El tubo del arco es de cerámica, el óxido de aluminio
policristalino, que soporta altas temperaturas y no es atacado por el sodio. El
metal dentro del tubo del arco es el sodio; pero contiene mercurio para corregir
el color. Cabe desatacar que por protección ambiental en la actualidad el
mercurio se está eliminando de las lámparas.

También existe dentro del tubo del arco una pequeña cantidad de gas
xenón utilizado para iniciar la secuencia de arranque. No utiliza electrodos de
arranque. Arranca por efecto de una diferencia de potencial extremadamente
alta sobre el xenón, producida por medio de un circuito electrónico llamado
ignitor. El pulso de voltaje tiene suficiente amplitud y duración para ionizar el
gas xenón. Esta lámpara arranca en un período de 3 a 4 segundos para lograr su
completa brillantez; tiempo notablemente menor al de las lámparas de vapor de
mercurio. Al igual que en las de vapor de mercurio, el tubo del arco se
encuentra envuelto dentro de otro bulbo exterior o “cubierta”. El bulbo exterior
se encuentra al vacío. La eficacia varía desde 80 lm/W para una lámpara de 70
W, hasta 140 lm/W para una lámpara de 1000 W. Por ejemplo, por Internet se
anuncia una lámpara de sodio a alta presión, de alta eficacia de 150 lm/W,
30000 horas de duración, temperatura de color de 2050 K, que funciona con
120 V, 425 W y suministra 58000 lúmenes iniciales.

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La lámpara de vapor de sodio de baja presión emite luz de color


amarillo-blanco. El tiempo de vida es de 20000 horas [5]. Utilizan de 10 % a
15 % menos energía que las de vapor de mercurio. Se aplican en postes de
alumbrado público. En la figura No. 2.13 se muestra la distribución espectral
de la energía de una lámpara de vapor de sodio. Nótese que esta lámpara
produce una luz con un alto y único contenido del color amarillo.

Color amarillo

300 400 500 600 700 nm

Distribución espectral de la energía radiada por una lámpara de vapor de sodio a alta
presión sin corregir.

Figura No. 2.13

La radiación emitida, de color amarillo, está muy próxima al máximo de


sensibilidad del ojo humano (555 nm). Por ello, la eficacia de estas lámparas es
muy elevada (entre 100 y 180 lm/W). Otras ventajas que ofrece es que permite
una gran comodidad y agudeza visual, además de una buena percepción de
contrastes. Por contra, su monocromatismo hace que la reproducción de colores
sea muy mala haciendo imposible distinguir los colores de los objetos.

La eficacia de las lámparas de vapor de sodio a baja presión [21] llega al


31 %, teniéndose la siguiente distribución de la energía: Energía total
consumida igual al 100 %; luz visible, 31 %; luz ultravioleta, 0 %; luz
infrarroja, 25 % y pérdidas por calor, 44 %. En tanto que, la eficacia de las
lámparas de vapor de sodio a alta presión [21] llega al 31 %, teniéndose la
siguiente distribución de la energía: Energía total consumida igual al 100 %; luz
visible, 41 %; luz ultravioleta, 0 %; luz infrarroja, 3 % y pérdidas por calor, 56
%.

En resumen, la lámpara de vapor de sodio a alta presión para 120 V y


240 V presenta las siguientes características

50
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Potencia [14]: de 50 W a 1000 W

Lúmenes iniciales [9]: 4000 a 140000, para lámparas de 50 W y 1000 W,


respectivamente, a 25 oC [5].

Eficacia: entre 80 y 140 lm/W

Tiempo de encendido: 3 a 4 segundos.

Tiempo de vida [5]: 30000 horas

Indice de color [4]: 22.

Temperatura de color [5]: de 2100 K

Equipos auxiliares: necesita ignitor para el alto pulso de voltaje (entre 4000 y
5000 V) requerido por la lámpara para el arranque. Además tiene un tubo de
arco y una cubierta de vidrio.

Perdidas [16]: 59.5%

Luz visible [16]: 40.5%

UV [16]: 0%

IR [16]: 3.5 %

Calor [16]: 56%

Depreciación luminosa LLD [9]: 0.90.

Para la lámpara de vapor de sodio a baja presión para 120 V y 240 V presenta
las siguientes características

Potencia [14]: de 18 W a 180 W

Lúmenes iniciales [9]: 1800 a 33000, para lámparas de 18 W y 180 W,


respectivamente, a 25 oC [5].

Eficacia: entre 100 y 183 lm/W

Tiempo de encendido: 5 a 10 minutos.

Tiempo de vida [9]: 20000 horas

Indice de color: menor que 22.

51
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

Temperatura de color [5]: de 1800 K

Equipos auxiliares: necesita ignitor para el alto pulso de voltaje (entre 4000 y
5000 V) requerido por la lámpara para el arranque. Además tiene un tubo de
arco y una cubierta de vidrio.

Perdidas [16]: 69%

Luz visible [16]: 31%

UV [16]: 0%

IR [16]: 25 %

Calor [16]: 44%

Depreciación luminosa LLD [9]: 1.00.

Color amarillo

Color azul
Color rojo

300 400 500 600 700 nm

Distribución espectral de la energía radiada por una lámpara de vapor de con haluros
metálicos sin corregir.

Figura No. 2.14

En cuanto a las lámparas con haluros metálicos diremos lo siguiente: Al


añadir yoduros metálicos (sodio, talio, torio, escandio, indio, etc.) en el tubo de
descarga mejora notablemente la capacidad de la lámpara de vapor de mercurio
para reproducir los colores, obteniéndose la distribución espectral de la energía
mostrada en la figura No. 2.14. Cada una de estas sustancias aporta nuevas
líneas al espectro (por ejemplo amarillo el sodio, verde el talio y rojo y azul el
indio).

52
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

Los resultados de estas aportaciones son una temperatura de color de


3000 a 6000 K dependiendo de los yoduros añadidos y un rendimiento del color
de entre 65 y 85. La eficiencia de estas lámparas oscila entre los 60 y 96 lm/W y
su vida media es de unas 10000 horas. Tienen un periodo de encendido de unos
diez minutos, que es el tiempo necesario hasta que se estabiliza la descarga.
Para su funcionamiento es necesario un dispositivo especial de encendido,
puesto que las tensiones de arranque son muy elevadas (1500-5000 V). Las
excelentes prestaciones cromáticas la hacen adecuada entre otras para la
iluminación de instalaciones deportivas, para retransmisiones de TV, estudios
de cine, proyectores, supermercado, gasolineras, etc.

En resumen, la lámpara metalarc para 120 V y 240 V presenta las


siguientes características

Potencia [14]: de 35 W a 2000 W

Lúmenes iniciales [9]: 14000 a 150000, para lámparas de 175 W y 1500 W,


respectivamente, a 25 oC.

Eficacia: entre [9]: 80 y 103 lm/W

Tiempo de encendido: unos 5 minutos.

Tiempo de vida [9]: desde 3000 horas hasta 20000 horas.

Indice de color [5]: 70 a 90.

Temperatura de color [5]: de 2900 K a 6200, para lámparas de 39 W a 400 W.

Eficiencia entre [12]: 65 y 70 %.

Equipos auxiliares: necesita ignitor para el arranque

Depreciación luminosa LLD [9]: oscila entre 0.77 a0.83 para diferentes tipos de
lámparas.

2.4 Clasificación de las luminarias


Según la distribución del flujo luminoso que emiten los luminarios, que
en gran medida dependen de los reflectores y difusores usados, se clasifican en:

53
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

0 a 10 %

90 a 100 %

Distribución del flujo luminoso en un luminario construido para alumbrado directo


Figura No. 2.15a

Alumbrado directo. El luminario está construido de tal manera que del


100 % de la luz que produce, de 0 % a 10 % de la luz se dirige arriba de la
horizontal imaginaria que pasa por el centro focal del luminario y del 90 % al
100 % hacia abajo, tal como se muestra en la figura 2.15a.

Entre los luminarios de alumbrado directo hay otra sub-clasificación,


que determinan la relación espaciamiento máximo permisible del luminario con
su altura de montaje:

Otro ejemplo de alumbrado directo

Figura No. 2.15b

54
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

Concentrada Intensiva Extensiva


Altamente
concentrada

Superextensiva

Cinco tipos de alumbrado directo

Figura No. 2.16

Las distribuciones anteriores determinan el espaciamiento máximo entre


luminarios. Por ejemplo, la altamente concentrada obliga a colocar los
luminarios a una distancia relativamente pequeña, mientras que la distribución
super extensiva permite mayor espaciamiento. Si el flujo luminoso es igual en
ambos casos, se requieren menos luminarios de distribución super extensiva.
Para una referencia que podría en un momento dado resultar útil, indicaremos
que la relación entre espaciamiento entre luminarios, d, a altura de montaje h,
está arriba de 1.5 para distribución super extensiva, oscila entre 1.0 y 1.5 para la
extensiva, entre 0.7 y 1.0 para la intensiva, entre 0.5 y 0.7 para la concentrada y
hasta 0.5 para la altamente concentrada.

Por supuesto que la distribución de la luz depende en gran medida del


reflector, cuyo propósito es redirigir los rayos de luz que produce una lámpara.
Rara vez es conveniente la forma en que distribuye la luz una lámpara desnuda,
por lo que se requiere del reflector o algún otro método de control como los
difusores. De esa manera el reflector viene siendo una fuente de luz secundaria.
El difusor también influye en la distribución de la luz de una lámpara, está
hecho de un material translúcido (cristal, plástico o policarbonato) que se utiliza
para ocultarla, puede tener cualquier forma y su propósito es esparcir

55
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

suavemente la brillantez de una fuente de luz sobre un área más grande,


evitando efectos de deslumbramiento.

Para alumbrado general, normalmente se elige alumbrado directo, por lo


que es el tipo de distribución que más nos interesa. Sin embargo,
mencionaremos los otros tipos que también pueden encontrarse en algunas
aplicaciones.

Alumbrado semi-directo. La construcción del luminario produce una


distribución de entre 10 % y 40 % arriba de la horizontal y entre 60 % y 90 %
debajo de la horizontal.

Alumbrado general difuso. La construcción del luminario produce distribución


de entre 40 % y 60 % arriba de la horizontal y entre 40 % y 60 % debajo de la
horizontal.

Alumbrado indirecto La construcción del luminario produce una distribución de


entre 90 % y 100 % arriba de la horizontal y entre 0 % y 10 % debajo de la
horizontal.

2.5 Lámparas modernas


En los últimos 15 años han hecho su incursión en el mercado,
dos tipos de lámparas adicionales a las ya descritas al principio de este
capítulo: las lámparas de LEDs (LED significa light emmiting diode o
diodo emisor de luz) y las lámparas de inducción. Ambos tipos
presentan características que las hacen propicias para la mayoría de
aplicaciones, a costos relativamente más bajos.

2.5.1 Lámparas de inducción


Junio 23 de 1891, Nikola Tesla patentaba la lámpara de
inducción, pero por alguna razón no fue sino hasta la década de los 90
del siglo XX que sale al mercado para estar a disposición de quienes la
seleccionen para su proyecto de iluminación.

Es una lámpara de mercurio de baja presión que no tiene


contacto eléctrico directo con la fuente eléctrica de alimentación. El
arco eléctrico en el tubo se forma en virtud de la corriente originada por
inducción por un campo magnético de alta frecuencia de
aproximadamente 2.5 MHz [14] que es producido por un oscilador

56
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

electrónico a cuya salida está conectada una “antena” situada en el


centro de la lámpara que lo transmite por radiación.

Como se indicó líneas arriba, no existe conexión física entre la


bombilla y la bobina (antena). Además, el como el tubo de arco carece
de cátodos calientes, su construcción es más sencilla y de larga
duración.

El tiempo de vida de una lámpara de inducción, que puede


superar las 60 000 horas, depende de la duración de los componentes
electrónicos y la constancia del flujo luminoso. La lámpara de
inducción [6] tiene un índice de color igual a 80, temperatura de color
en el rango de 2700 K a 6500 K. A guisa de ejemplo, Sylvania [5]
ofrece, entre otras, la lámpara de inducción T17 de 100 W, tiempo de
vida de 100 000 horas, temperatura de color de 4100 K, 8 000 lúmenes
iniciales a 25 oC e índice de color igual a 80.

Entre las ventajas de las lámparas de inducción se pueden


enumerar las siguientes:

Mayor tiempo de vida que los demás tipos de lámparas.

No requieren mantenimiento, por lo que son aptas para instalarse en


lugares de difícil acceso.

Durante el arranque no producen bajones de voltaje: su consumo y


rendimiento permanecen constantes.

No se producen cambios de color ni ruidos durante su arranque.

Su índice de color es excelente y las hay en todas las tonalidades de


blanco, desde las cálidas hasta las más frías.

No necesita tiempo de espera para el arranque, ni para dar su máxima


potencia.

No presentan flicker ni efecto estroboscópico.

No producen deslumbramiento.

Consumen mucho menos energía que las demás. El consumo puede


bajar hasta en un 66%: ayudan a la conservación del medio ambiente.

Hay compactas, con balastro integrado, vida útil de 60 000 horas, y


potencias de 15, 23 y 40 W.

57
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

Con balastro electrónico separado su tiempo de vida puede alcanzar las


100 000 horas, con potencias de 40 W, 80 W, 120 W y 200 W

Su costo es altísimo, una lámpara de inducción de 120 W puede valer


más de Q.2 000.00.

2.5.2 Lámparas de LEDs


El diodo semiconductor es un dispositivo electrónico de dos terminales
hecho de un material semiconductor, como el silicio, que idealmente conduce
sólo en un sentido.

El semiconductor puro (silicio o germanio), de valencia 4, a 0 K [17], se


conoce con el nombre de material semiconductor intrínseco y sus átomos están
unidos por enlaces covalentes. Cada uno de los 4 electrones de valencia de un
átomo A conforma un par electrónico con un electrón de valencia de un átomo
vecino (B, C, D o E), en un orbital llamado molecular. De modo que dos
átomos vecinos de semiconductor intrínseco comparten dos electrones, los que
conforman el enlace covalente. En estas condiciones el material semiconductor
tiene una resistencia eléctrica con un valor menor que la de un aislante, pero
bastante más grande que la de un conductor. De ahí su nombre. Sin embargo, a
temperatura ambiente algunos electrones de valencia rompen sus enlaces,
convirtiéndose en electrones libres, y haciendo que la resistencia del
semiconductor disminuya drásticamente. Como a mayor temperatura, mayor
será el número de electrones libres, la resistencia de un semiconductor
intrínseco es inversamente proporcional a la temperatura.

Cuando al material intrínseco se le agrega un átomo de material


trivalente (aluminio, galio, boro, indio) o de material pentavalente (fósforo,
arsénico, antimonio), llamado impureza, se convierte en un material
semiconductor extrínseco y se dice que está dopado (se agrega 1 átomo de
impureza por cada 10 millones de átomos de semiconductor intrínseco [17]).
Si la impureza agregada (doping) es un material trivalente como el indio, como
tiene sólo 3 electrones de valencia, al introducirse dentro de los átomos de
semiconductor podrá compartir sus electrones de valencia con 3 átomos de
éstos; pero con el electrón de valencia del cuarto átomo de semiconductor
compartirá un “espacio vacío”, que recibe el nombre de hueco, mismo que se
considera como un portador de carga positiva. Tenemos, entonces, tres pares
electrón-electrón y un par electrón-hueco. Un semiconductor extrínseco real,
que contiene un número relativamente grande de huecos y relativamente
pequeño de electrones libres, recibe el nombre de material tipo P (ver figura No.
2.17a). Se considera a los huecos presentes en él como portadores mayoritarios,

58
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

mientras que a los electrones libres como portadores minoritarios. De modo


similar si la impureza agregada es un material pentavalente, por ejemplo el
fósforo, cada uno de sus átomos (impurezas) tiene 5 electrones de valencia, por
lo que podrán compartir electrones con 4 átomos vecinos de semiconductor;
pero les sobrará un electrón de valencia para el que no se encuentra electrón de
valencia de semiconductor con quien compartir; pues con los cuatro pares
electrónicos que sí se han podido formar la última órbita molecular se ha
completado. De manera que en este caso, por cada átomo de impureza, lo que
sobra es un electrón de valencia, llamado electrón libre. Tenemos entonces un
electrón de la impureza que no encuentra otro electrón del semiconductor para
unirse y, por lo tanto, sobra y podrá movilizarse con facilidad dentro del
material extrínseco. Este material, que contiene muchos electrones libres y
pocos huecos, recibe el nombre de material tipo N (ver figura No. 2.17b). En él
los electrones libres son portadores mayoritarios y los huecos, portadores
minoritarios. En cualquier caso, cuando el semiconductor se dopa su resistencia
eléctrica disminuye drásticamente.

La unión mediante técnica apropiada de material tipo P y material tipo


N, da origen al diodo semiconductor, tal como el que se muestra en la figura
No. 2.18. El terminal en el material tipo P es el ánodo, y el del material tipo N,
el cátodo.

P N

a) b)
Material tipo P Material tipo N
Muchos huecos (mayoritarios) Muchos electrones libres (mayoritarios)
Pocos electrones libres (minoritarios) Pocos huecos (minoritarios)

Figura No. 2.17

P N

Anodo Cátodo

Union PN: diodo

Figura No. 2.18

59
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

Cuando el diodo se polariza en directa de tal manera que el potencial en


el ánodo es más positivo que en el cátodo como se muestra en la figura No.
2.19a, el diodo conduce ofreciendo una resistencia muy baja (idealmente de
valor cero); pero cuando el diodo se polariza en inversa tal que el potencial en
el cátodo es más positivo que en el ánodo como se muestra en la figura No.
2.19b, el diodo no conduce (su resistencia tiende a infinito). Quiere decir esto
que si el diodo se polariza en directa y se alimenta con una fuente de voltaje de
corriente directa puede conducir permanentemente una corriente, siempre y
cuando no exceda el valor máximo especificado.

+ P N
- - P N +
I I =0

a) b)

Polarización del diodo


Figura No. 2.19

Pero si el diodo se polariza en inversa se comporta como un circuito


abierto. Nótese que si el diodo se alimenta con una fuente de corriente alterna
sólo va a conducir cuando el voltaje sea mayor que cero, actuando como
rectificador. El material más utilizado para fabricar estos diodos es el silicio.
En la figura No. 2.20 se aprecia el símbolo del diodo semiconductor.

60
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

+ P N -

+ -

ID

Símbolo del diodo


Figura No. 2.20

Cuando en lugar de silicio se utiliza otro material como el fosfuro de


galio, el diodo normal se convierte en un diodo emisor de luz. Si se polariza en
directa, los huecos fluyen del ánodo al cátodo y los electrones libres del cátodo
al ánodo. Los electrones libres se encuentran en un nivel de energía (en la
banda de conducción) más alto que el nivel de energía (en la banda de valencia)
de los huecos. Cuando se produce la corriente eléctrica, al combinarse un
electrón libre con un hueco, debido a que el electrón libre pasa de un nivel de
energía alto a otro más bajo, produce radiación electromagnética en el rango
visible. En estas condiciones el diodo recibe el nombre de diodo emisor de luz o
LED.

Entre los materiales semiconductores para la fabricación de LEDs están


[16]: el arseniuro de galio (GaAs) y el fosfuro de galio (GaP) que fueron los
utilizados originalmente. Entre los más empleados en la actualidad están el
fosfuro de aluminio indio galio (AlInGaP) que produce longitudes de onda en el
rango de 590 nm a 630 nm (rojo, amarillo o ámbar) y el nitruro de indio galio
(InGaN) que produce longitudes de onda en el rango de 470 nm a 525 nm, para
los colores azul y verde. La luz de los LEDs es monocromática; pero si en una
cápsula de cubierta transparente se colocan 3 LEDs con los colores primarios,
uno de color verde, otro azul y otro rojo, y dependiendo de intensidad de la
corriente en cada uno de ellos se puede producir luz de cualquier color
incluyendo el blanco [19].

También es posible encapsular un LED que produce color azul dentro


una cubierta plástica revestida con un material fluorescente capaz de convertir

61
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

el color azul en color blanco, como ocurre en las lámparas fluorescente, con un
índice de color próximo a 80.

Nótese que en el caso de los LEDs no hay filamento incandescente


(incandescencia) ni electrodos para un arco eléctrico (luminiscencia como
descarga en gas), como ocurre con la mayoría de lámparas ya vistas hasta el
momento. El LED propiamente dicho, es sumamente pequeño, casi del tamaño
de un grano de sal. Este se encuentra encapsulado dentro de una cubierta
transparente de plástico que le sirve de lente. El fenómeno de producción de la
luz por combinación electrón-hueco recibe el nombre de electroluminiscencia
[16]. En la figura No. 2.21 se aprecia el símbolo del diodo emisor de luz.

+ P N -

+ -

Símbolo del LED


Figura No. 2.21

Hay varios tamaños de LEDs, incluyendo la cubierta de plástico


transparente que los mantiene encapsulados, estos son [18]: 3 mm, 5 mm, 10
mm, 20 mm., los cuales son verdaderamente pequeños comparados con las
lámparas tradicionales que ya estudiamos; por lo que las lámparas comerciales
están constituidas por una buena cantidad de LEDs que pueden conectarse en
serie o en paralelo, sin olvidar que deben llevar una resistencia en serie para
limitar la corriente al valor máximo especificado por el fabricante.

La eficacia de una lámpara de LEDs, aunque en la actualidad se hacen


esfuerzos científicos por mejorarla, puede llegar a ser entre 60 lm/W y 80 lm/W,
en comparación con las lámparas incandescentes o fluorescentes, que alcanzan
eficacias de 15 lm/W a 20 lm/W o 25 lm/W a 85 lm/W, respectivamente.

El consumo de cada LED es tan pequeño como 0.06 W, con corriente y


voltaje nominales de 20 mA y 3 V, respectivamente, con un tiempo de vida
esperada de cien mil horas; pero con disminución de su luminosidad de 2% por

62
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

cada mil horas de operación [19]. Es decir, poco a poco la lámpara de LEDs
irá dando menos flujo luminoso de una manera, quizá, acelerada.

Los LEDs presentan grandes ventajas sobre las lámparas convencionales


[5], entre éstas:

Bajo consumo de potencia y baja generación de calor

Tiempo de vida extremadamente grande: >100 000 horas, siempre y cuando no


se exceda su corriente nominal a una temperatura especificada (por ejemplo, 20
mA a 25 oC)

Es difícil que fallen prematuramente

Alto rendimiento de color

A largo plazo son económicamente atractivos por su bajo consumo de potencia,


larga vida y mínimo mantenimiento

En arreglos modulares con regulación activa o pasiva de la corriente (10, 12, 32


leds o más) facilitan la obtención de lámparas de LEDs

Son de pequeñas dimensiones, propicios para lugares donde el espacio


disponible es escaso; por ejemplo en naves espaciales.

Temperatura de color entre 2700 K y 6500 K

Soportan golpes más fuertes que los otros tipos de lámparas

La radiación es directa, no necesitan materiales adicionales

No producen luz infrarroja ni luz ultravioleta

Están exentos de mercurio

Ideales para alimentarse con energía solar por su bajo consumo.

Fácil de graduar su luz con dimmers o controladores del color.

Operación con 10 V DC o 24 V DC

Tienen una distribución espectral monocromática, pero incluyendo LEDs de


colores primarios rojo, azul y verde, es posible obtener cualquier distribución
espectral, incluyendo luz blanca, sencillamente graduando la corriente de cada
led.

Se encienden y apagan en forma “instantánea” [19]

63
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

2.6 Balastros electrónicos y magnéticos


El balastro es un dispositivo imprescindible para la operación de
una lámpara de descarga en gas (fluorescentes y HID) que tiene dos
funciones: 1) suministrar el voltaje necesario para el arranque de la
lámpara y 2) limitar el valor de la corriente en régimen estable. Pero
también produce efectos negativos como: 1) consumo de potencia, 2)
reducción del factor de potencia y b) distorsión de la forma de onda de
la corriente.

Por otro lado, en el caso de las lámparas fluorescentes, su


eficacia aumenta en forma casi proporcional a la frecuencia del arco que
es la misma frecuencia del voltaje aplicado a la lámpara. Por ejemplo, a
unos 30 000 Hz, su eficacia mejora en un 10%. O lo que es lo mismo,
sus pérdidas se reducen en un 10%. Así, si una lámpara fluorescente
consume una potencia de 40 W para producir un nivel de lúmenes
especificado cuando funciona con balastro magnético que le suministra
una corriente a 60 Hz, la misma lámpara consumirá 10% de menos
potencia, es decir 36 W para producir la misma cantidad de lúmenes si
el balastro magnético es sustituido por otro electrónico que le suministre
un voltaje a una frecuencia de 30 000 Hz. Adicional a este beneficio,
hay que agregarle el hecho de que un balastro magnético para su propia
operación consume unos 20 W, mientras que el balastro electrónico,
únicamente unos 7 W. El ahorro sería 4 + 13 = 17 W. Inicialmente, el
balastro magnético más la lámpara consumen 60 W; mientras que el
balastro electrónico más la lámpara consumen únicamente 43 W. Esto
es, se tiene un ahorro del 28%. Imaginá qué gran beneficio tendría la
Universidad de San Carlos si se ejecutara el proyecto de reemplazo de
balastros de todas las lámparas.

Entre las ventajas que los balastros electrónicos sobre los balastros
magnéticos tenemos [20]:

Consumen menos potencia para su propio funcionamiento

Generan una alta frecuencia, elevando la eficacia de la lámpara.

Tienen un peso mucho menor

Ocupan menos espacio

Alargan el tiempo de vida de la lámpara

Requieren reducido mantenimiento

64
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

Es posible controlar la potencia entregada a la lámpara graduando su


intensidad luminosa

No producen ruido audible

Eliminan el parpadeo de la lámpara en el encendido

Eliminan el efecto estroboscópico y el flicker.

Una desventaja de los balastros electrónicos es que producen alta


distorsión armónica de la corriente, especialmente en lámparas
compactas, por lo que en el momento de adquirirlas hay que solicitar al
vendedor que corrija este defecto.

Además de lo ya anotado, los balastros electrónicos, y en general


la electrónica permite el control automático de la iluminación realizando
acciones de: a) encendido, b) apagado y c) control del flujo luminoso.
Estas acciones se llevan a cabo en función de a) ocupación de los
locales, b) horario de ocupación de los locales y c) requerimiento de
iluminación artificial en función de la luz natural disponible [16], por lo
que se hace uso de sensores, controladores electrónicos y relojes,
logrando un ahorro sustancial de la energía consumida.

65
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

CAPITULO 3

Alumbrado general de
interiores

Bien, hemos estudiado un poco acerca de magnitudes y unidades de


medida relacionadas con el tema de la iluminación, el órgano de la visión y la
importancia de tomarlo como elemento fundamental en el diseño de un sistema
de iluminación y diversos tipos de lámparas. Hemos visto también sobre
lámparas, mismas que juegan un importantísimo papel en sistema de
alumbrado; pero sobre todo, su selección. Estamos en un punto ad hoc para
finalizar esta introducción a la iluminación con el cálculo y diseño de un
sistema de iluminación o sistema de alumbrado.

Se ve primero lo relacionado con los factores que influyen en el cálculo


y diseño de un buen sistema de alumbrado, y luego se entra al método de
cavidad zonal.

66
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

3.1 Definiciones
Lúmenes iniciales. Cantidad de lúmenes emitidos por una lámpara o un
luminario después de cien horas de uso. Es un dato del fabricante.

Factor de mantenimiento FM. Relación entre la cantidad de lúmenes


mantenidos en promedio durante el tiempo de vida útil de un luminario y sus
lúmenes iniciales.

Coeficiente de utilización CU. Relación entre la cantidad de lúmenes que


inciden en un plano de trabajo y la cantidad total de lúmenes emitidos por un
luminario (o conjunto de luminarios).

Reflectancia. Propiedad de los cuerpos de reflejar cierta cantidad del total de la


luz que incide sobre ellos, normalmente se expresa en porcentaje. Cuando, por
ejemplo, se dice que la reflectancia de una pared es de 80 %, lo que
efectivamente se quiere decir es que del 100 % de la luz que recibe refleja el 80
%.

Altura de montaje. La altura de montaje h es la distancia entre el plano de


trabajo y la horizontal imaginaria sobre la cual se sitúa el luminario. Es la
distancia entre el plano de trabajo y el luminario.

Plano de trabajo. Superficie que se desea iluminar sobre la cual se ubica el


elemento principal de la actividad.

3.2 Factores que inciden en un sistema de alumbrado


En el buen diseño y cálculo de un sistema de alumbrado general influyen
varios factores, que en realidad dependen de la respuesta de los seres humanos a
la influencia de la iluminación con el fin de desarrollar variadas y distintas
actividades o tareas. Entre tales factores, que tomados en cuenta en forma
debida contribuyen al confort visual [14], tenemos:

67
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

Depreciación por suciedad acumulada en el luminario ( LDD)

Factores de depreciación por suciedad acumulada en las superficies del ambiente a


iluminar
% de
depreciación
por suciedad DIRECTO SEMI-DIRECTO DIRECTO-INDIRECTO SEMI-INDIRECTO INDIRECTO
esperada

Relación de MESES MESES MESES MESES MEES


cavidad del
ambiente 10 20 30 40 10 20 30 40 10 20 30 40 10 20 30 40 10 20 30 40

1 98 96 94 92 97 92 89 84 94 87 80 73 94 87 80 73 90 80 70 60

2 98 96 94 92 96 92 88 83 94 87 80 73 94 87 79 72 90 80 69 59

3 98 95 93 90 96 91 87 82 94 86 79 71 94 86 78 71 90 79 68 58

4 97 95 92 90 95 90 85 80 94 86 79 70 94 86 78 70 89 78 67 56

5 97 94 81 87 94 90 84 79 93 86 78 69 93 86 77 69 89 78 66 55

6 97 94 91 88 94 89 83 78 93 85 78 68 93 85 76 68 89 77 66 54

7 97 94 90 87 93 88 82 77 93 84 77 68 93 84 76 68 89 77 65 53

8 96 93 89 86 93 87 81 75 93 84 76 68 93 84 76 68 88 76 64 52

9 96 92 88 85 93 87 80 74 93 84 76 67 93 84 75 67 88 75 63 51

10 96 92 87 83 93 86 79 72 93 84 75 67 93 83 75 67 88 75 62 50

% de depreciación por suciedad esperada


Figura 3.1

68
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

a) Iluminancia o nivel de iluminación. Para la realización de diversas


tareas es muy importante la correcta selección del nivel de iluminación o
iluminancia. Este tiene que ver con la actividad o trabajo que se desarrolla, los
detalles de los objetos, la edad de los observadores, la velocidad y/o precisión
requeridos para el desarrollo de las actividades, la movilidad de los
trabajadores, etc. Entre mayor sea la dificultad para ver, mayor es el nivel de
iluminación requerido, en el que también van a afectar la reflectancia del objeto
a observar, la reflectancia de sus alrededores y sus influencias mutuas, las
dimensiones del local, la distancia entre luminarios y plano de trabajo y las
diferencias con la luz natural y la necesidad de iluminación diurna [14]

Una vez elegido el nivel de iluminación para una aplicación


determinada, el manejo de la altura de montaje, el área a iluminar y la
reflectancia de piso, techo y paredes son determinantes para alcanzarlo.
Históricamente, los niveles de iluminación han diferido entre Sociedades de
Ingenieros pertenecientes a diferentes países o regiones, guardando cierta
relación con las costumbres y condiciones económicas de los países o regiones.
Dichos niveles de iluminación [14] van desde unos 20 a 50 lx para áreas de
acceso público como parqueos, hasta 10 000 a 20 000 lx para la realización de
tareas muy especiales como las llevadas a cabo en las cirugías, pasando por una
gama de rangos que dependen de las tareas a realizar.

b) Uniformidad de la iluminación. Es preciso que la luz se distribuya de


la manera más uniforme posible para evitar contrastes fuertes o sombras que
puedan aparecer en la superficie iluminada. Para obtener uniformidad es
importante el espaciamiento entre luminarios, dependiendo del tipo de
distribución de flujo luminoso y de la altura de montaje. Para cada tipo de
luminario, el fabricante es quien proporciona la relación espaciamiento
máximo/altura de montaje, aunque para fines didácticos hemos aceptado en el
curso la correspondiente a la norma de Norteamérica [1]:
d max
≤1 ec. 3.1
h

Donde d max es el espaciamiento máximo entre luminarios

h es la altura de montaje.

Resulta interesante tomar en cuenta el factor de uniformidad definido


como la relación entre la iluminancia mínima, E min , y la iluminancia media,
E med , siendo esta última definida como la media aritmética de las iluminancias
en diferentes puntos del ambiente. En estas condiciones, el factor de
uniformidad de la ilumiancia ha de ser como mínimo 0.8 [14], tal que:

69
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

E min
Uniformidad de la iluminancia = ec. 3.2
E med

En las figuras No. 3.2 y No. 3.3 se muestran dos casos de distribución de
lámparas. En el primer caso, la uniformidad es buena; en el segundo caso, no.

También se define la diversidad de la luminancia como la relación de la


iluminancia máxima y la iluminancia mínima, y no debe exceder la relación 5:1.
E max
Es decir, Diversidad de la iluminancia = .
E min

dmax

Ilustración del factor de uniformidad, distribución extensiva


Figura No. 3.2

70
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

dmax

Contraste

Cambio a distribución altamente contrastada


Figura No. 3.3

c) Otro factor a considerar es la graduación de sombras, ya que esto


permitirá apreciar la naturaleza tridimensional de los objetos, sin perder de vista
que para apreciar mejor los detalles de los mismos, es necesaria una buena
uniformidad. Sin embargo, como se indicó anteriormente, las sombras nos
permiten apreciar la tridimensionalidad de los objetos, pero, por supuesto, no
deben afectar la realización de las tareas. Para ejemplo véase la figura No. 3.4.

Si la uniformidad es total también se anulan los contrastes, o la


diferencia de brillantez entre el objeto que se observa y su espacio inmediato,
produciendo dificultad de distinguir aquellos objetos que requieren de
contrastes mayores. En este sentido, también es importante manejar los colores
de los objetos y superficies en el ambiente de trabajo, recordando que hay
mayor contraste entre ciertos colores, por ejemplo para un objeto amarillo un
fondo negro produce mayor contraste; para un objeto blanco el fondo verde, etc.

Además del nivel de iluminación, el principio de uniformidad de la


iluminación y la graduación de sombras, también d) debe evitarse el
deslumbramiento; pues éste puede causar malestar, fatiga e irritación de los
ojos, que a la vez pueden ser causas de accidentes en los lugares de trabajo. El
deslumbramiento es un fenómeno que puede provocar una seria disminución de
la capacidad de distinguir objetos debido a una inadecuada distribución de las
luminancias (brillanteces) o como consecuencia de contrastes excesivos en el
espacio o en el tiempo. Los trabajadores expuestos permanentemente a fuertes
deslumbramientos [14] pueden sufrir fatiga ocular y trastornos funcionales. Por

71
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

esa razón los luminarios poseen difusores o controlentes que, como su nombre
lo indica, difunden la luz en el espacio a iluminar. Además se deben colocar las
lámparas y superficies reflectoras fuera del ángulo visual de los ojos. Sin
embargo, en el cálculo de iluminación deberá considerarse que el uso de difusor
reduce entre 15 % y 20 % el flujo luminoso del luminario.

El deslumbramiento depende de ubicación y de la luminancia de la


fuente de luz que lo provoca. La ubicación de la fuente de luz debe encontrarse
en un ángulo mayor que 45o con respecto a la línea de visión del observador
[14]. Con respecto a la luminancia, su valor máximo tolerable [14], por
observación directa de 7 500 lm/m2., relativamente baja si se compara con la
luminancia del sol que alcanza 15 x 108 lm/m2. Según la misma referencia, el
papel blanco produce 250 lm/m2, las lámparas incandescentes entre 50 000 y 1
x 106 lm/m2, y una lámpara fluorescente de 40 W, el valor máximo tolerable.

El deslumbramiento también depende del tamaño del ambiente


iluminado; por ejemplo, en un supermercado del país que tiene una gran
extensión territorial se han cambiado las lámparas anteriores que se
encontraban a gran altura por nuevas ahorradoras de energía a una altura
inferior; y, aunque se trate de lámparas fluorescentes que tienen una luminancia
en el límite pueden causar efectos negativos principalmente si el tiempo de
exposición es largo, dado que a medida que uno se desplaza dentro del ambiente
las lámparas que se ven “muy brillantes” quedan dentro del ángulo visual.

Luz Iluminado por todos lados

Desaparece la sombra

Ilustración de diferente graduación de sombras


Figura No. 3.4

72
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

e) El color de la luz (índice de color) producida por las lámparas es un


factor importante principalmente cuando se trata de iluminar teatros, vitrinas en
centros comerciales, identificar claramente los objetos, lograr una buena
apariencia de productos, etc. El color constituye una longitud de onda que no es
absorbida, sino reflejada, por la superficie sobre la cual incide la luz que
contiene todas las longitudes de onda. Entonces si deseamos que un producto en
un supermercado, por ejemplo, se vea natural, debemos elegir una lámpara que
no sólo produzca claridad, sino que nos haga ver el producto tal cual es. Pero si
lo que vamos a iluminar es un salón de clases, probablemente el color no tenga
tanta importancia, puesto que lo que necesitamos para distinguir las letras es un
buen contraste y, en este sentido, una lámpara fluorescente luz de día cumple
una buena función. En estos casos, se necesita, eso sí, una “buena”
temperatura de color. Pero a este fin también contribuyen, de una manera muy
relevante, las cualidades reflectoras de las superficies que intervienen en el
proceso de iluminación. Así, se recomienda [14] que la superficie del techo
debe ser lo más blanca posible, con una reflectancia no menor del 75%, para
reflejar la luz de una manera más difusa, eliminando oscuridad y neutralizando
los brillos de otras superficies; para la superficie de paredes dentro del ángulo
visual se recomienda una reflectancia entre 50% y 75%, o colores pálidos con
un acabado mate o semibriillante para evitar deslumbramientos; el piso, en
cambio, debe tener acabados de colores menos brillantes que el techo y las
paredes, para evitar brillos o contrastes innecesarios, con una reflectancia entre
20% y 25%. En [14] también se recomienda que las superficies de trabajo,
mesas, escritorios y maquinaria, tengan reflectancias comprendidas entre 20% y
40%. (Observe el color del piso del salón de clases, su color claro llama la
atención suya más que la de su propio escritorio y su gran contraste con el color
de la superficie del piso junto a la tarima, que es el mismo color de la tarima,
puede hacer que un día de estos el catedrático no note la diferencia de altura, dé
un mal paso y tenga un fatal accidente). Si todas las superficies son blancas se
crea monotonía y esta genera un ambiente contrario al confort visual.

Otro factor importante [14] a tomar en cuenta es f) la ausencia de luces


intermitentes o efectos estroboscópicos, de los cuales ya se ha explicado
ampliamente.

3.3 Métodos de diseño: ecuación básica.


Son 3 los métodos de diseño que podemos citar: el método de
rendimiento, el método de cavidad zonal y el método punto por punto. De los 3,
el método de cavidad zonal es el que vamos a desarrollar en este texto. El
método de rendimiento es el método original, pero es inexacto si se compara

73
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

con el de cavidad zonal. El método punto por punto está fuera de los objetivos
de este texto. En todo caso, en la actualidad hay software que facilita el diseño
de sistemas de iluminación y hay quienes nos critican por continuar, en la clase,
resolviendo en forma manual. Sin embargo, cualquier software por sencillo que
parezca no puede ser utilizado por personas que carecen de los conocimientos
adecuados o que ignoran el tema, porque esas carencias las llevarán a
conclusiones mecánicas y empíricas sin respaldo científico. De manera que al
resolver en clase en forma manual, lo que estamos haciendo es adquirir esos
conocimientos.

Previo a entrar en el desarrollo de un proyecto de iluminación


propiamente dicho, es preciso señalar que hay dos tipos de alumbrado, el
alumbrado general y el alumbrado individual o complementario. El general,
como su nombre lo indica, es el que normalmente se aplica en ambientes de
área grande y consiste en distribuir luminarios, debidamente calculados, en todo
el ambiente, tal como sucede en el salón de clases. El alumbrado individual
consiste en iluminar de manera individual un área específica de trabajo, por
ejemplo una mesa de dibujo, una máquina herramienta, etc. que se agrega,
obviamente, al alumbrado general.

Los métodos para cálculo y diseño de sistemas de alumbrado de locales


o ambientes, alumbrado general, se basan en la relación entre la iluminancia y el
flujo luminoso:

φ
E= ec. 3.3
A

donde E es la iluminancia en lx.

φ es el flujo luminoso en lm.


A es el área del ambiente que se desea iluminar, en metros
cuadrados.

Ahora bien, como en la práctica es posible definir la iluminancia y medir


o determinar el área, entonces es preferible expresar el flujo luminoso φ en
función de las otras dos:

φ = EA ec. 3.4

Como nos estamos refiriendo a un ambiente, esperamos obtener la


máxima uniformidad de la iluminación a partir del cálculo del flujo luminoso
total producido por N luminarios, distribuidos sin exceder el espaciamiento
máximo especificado por el fabricante.

74
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

Bien, si conocemos el flujo luminoso φlamp (lúmenes iniciales) producido


por una lámpara, podemos calcular el flujo por luminario φlumi así:

φlumi = n.φlamp ec. 3.5

donde n es el número de lámparas por luminario.

De acuerdo a la ecuación 3.5 ya conocemos el flujo luminoso por


luminario, de manera que si averiguamos cuántos luminarios han de colocarse
en el ambiente, es posible calcular el flujo luminoso total del ambiente. Así:

φ = N .φ lumi ec. 3.6

donde N es el número total de luminarias.

Reemplazando, la ecuación 3.5 en la ecuación 3.6, se obtiene

φ = N .n.φ lamp ec. 3.7

Igualando las ecuaciones 3.4 y 3.7, obtenemos:

E. A
N= ec. 3.8
n.φ lamp

El valor dado por la ecuación 3.8 sería el número de luminarios a


distribuir en el ambiente si no se tomaran en cuenta dos efectos: el efecto de la
suciedad y el mantenimiento de las lámparas y el efecto de las dimensiones y
reflexión de paredes, techo y piso.

En relación al efecto de la suciedad y el mantenimiento de las lámparas


y luminarios, hay factores que con el tiempo de uso del luminario o durante la
operación del luminario provocan cambios en la cantidad de lúmenes
producidos por la lámpara, divididos en factores recuperables y factores no
recuperables.

Entre los no recuperables, están la temperatura ambiente, la tensión


eléctrica de alimentación, el factor de balastro y la depreciación en las
superficies del luminario. La temperatura ambiente tiene efectos
principalmente en las lámparas fluorescentes; una reducción del 1 % en la
tensión de alimentación provoca aproximadamente una reducción de 3 % del
flujo luminoso en las lámparas incandescentes y en las lámparas de mercurio y
de 2.5 % en las lámparas fluorescentes; el factor de balastro se toma
normalmente como igual 0.93. Para que el efecto de la depreciación en las

75
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

superficies del luminario sea mínimo debe escogerse buenos materiales; si no es


posible, consultar con el fabricante.

En la figura 3.5 se muestra el % de emisión lumínica máxima en función


de la temperatura en grados Celsius, de una lámpara fluorescente F-40. Nótese
que la máxima emisión lumínica se da a aproximadamente 24 oC. A medida que
la temperatura aumenta o disminuye, a partir de 24 oC, la emisión lumínica
disminuye.

% de
emisión
lumínica

o
C

Temperatura

Figura 3.5

Entre los factores recuperables tenemos: lámparas quemadas,


depreciación por lúmenes de la lámpara, factor de depreciación por suciedad del
luminario LDD. Las lámparas quemadas no se pueden tomar en cuenta como
un número en la ecuación 3.8, más bien lo que hay que considerar por su tiempo
de vida útil es un factor que reemplaza la predicción de la fecha de cambio por
lámparas nuevas. Este factor no debe ser menor que 95 %. En cambio, la
depreciación por lúmenes de la lámpara, consistente en la reducción de los
lúmenes producidos por la lámpara con el tiempo y el uso, es un dato que
pueden proporcionar los fabricantes. El factor por depreciación por suciedad
del luminario LDD es un factor de reducción del flujo luminoso del luminario
debido a la acumulación de suciedad. La suciedad en la atmósfera se considera
que se debe a dos fuentes: la que pasa por atmósferas adyacentes al ambiente
donde se encuentra el luminario y la que se genera por el trabajo realizado en la

76
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

atmósfera circundante al luminario. La suciedad se clasifica en: adhesiva,


atraída e inerte, y puede provenir de fuentes constantes o intermitentes. La
suciedad adhesiva (grasa producida al cocinar, partículas generada por la
operación de máquinas transportadas por vapores aceitosos, partículas
transportadas por vapor de agua como en las lavanderías, etc. se cuelga de las
superficies del luminario debido a su naturaleza pegajosa, mientras que la
suciedad atraída, como cabellos, pelo, pelusa, fibras o partículas secas cargadas
electrostáticamente debido a la operación de máquinas, se mantiene por efecto
de fuerzas electrostáticas. La suciedad inerte, formada por partículas no
pegajosas como harina seca, aserrín, cenizas finas, etc., variará en acumulación
antes de ser desalojada de las superficies horizontales por circulación de aire o
por gravedad.

Pues bien, los factores anteriores son tomados en cuenta como una reducción de
los lúmenes iniciales de los luminarios en lo que se conoce con el nombre de
factor de mantenimiento, FM, que, como se ha definido antes, es la relación
entre los lúmenes del luminario mantenidos en promedio durante su tiempo de
vida útil y los lúmenes iniciales. El factor de mantenimiento se considera
comprendido entre 0.8 y 0.5, desde lugares limpios o con excelente
mantenimiento hasta lugares sucios o con mal mantenimiento. Como el efecto
de los factores anteriores es causar una reducción del flujo luminoso de los
luminarios, entonces para compensar este efecto lo que se puede hacer es
incrementar el número de luminarios, lo que se logra dividiendo la ec. 3.8 por el
factor de mantenimiento, ya que éste es menor que la unidad:

E. A
N= ec. 3.9
n.φ lamp .FM

El otro efecto que debemos tomar en cuenta es el de las dimensiones y la


reflexión de paredes, piso y cielo. Esto es debido a que parte de la energía
producida por los luminarios es absorbida por las superficies y parte es
reflejada. La proporción entre la energía absorbida y la energía reflejada
depende de los colores y la textura de superficies, pero el flujo luminoso que
incide en el plano de trabajo también depende de las dimensiones del local,
tanto ancho y largo, como altura, de manera que habría que esperar un mejor
aprovechamiento del flujo luminoso en aquellos lugares donde hay menos
superficies que absorben la energía. Este efecto de reducción aparente del flujo
luminoso de los luminarios se toma en cuenta en el coeficiente de utilización,
CU, el cual se definió anteriormente. La reducción del flujo luminoso sobre el
plano de trabajo, debido a este efecto, se puede compensar aumentando el
número de luminarios en el ambiente, lo que equivale a dividir la 3.9 entre el

77
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

coeficiente de utilización que siempre será menor que la unidad. Así,


obtenemos la ecuación 3.10, a la que denominaremos ecuación básica:

E. A
N= ec. 3.10
n.φ lamp .FM .CU

Ahora bien, como la iluminancia E se puede determinar por tablas, el área A se


puede medir, el número de lámparas por luminario n está a nuestra elección, el
flujo luminoso o lúmenes iniciales de la lámpara φlamp es un dato del fabricante
y el factor de mantenimiento FM se determina por experiencia e información
del fabricante, la ecuación 3.10 se convierte en la ecuación 3.11:
K
N= ec. 3.11
CU

donde

E. A
K= ec. 3.12
n.φ lamp .FM

Haciendo un examen de los resultados anteriores, nos damos cuenta de que el


número de luminarios queda en términos de una constante K que es posible
conocer y el coeficiente de utilización CU. Es decir, lo que resta para encontrar
el número N de luminarios es encontrar CU y hacer el cálculo que manda la
ecuación 3.11. El coeficiente de utilización se encuentra en tablas dadas por el
fabricante. Sólo faltaría tomar en cuenta el efecto del uso o no de difusor.

3.3.1 Método de diseño: cavidad zonal.


El método de cavidad zonal consiste en lo siguiente:

1. Determinación del nivel de iluminación o iluminancia en luxes.

2. Elección del número de lámparas por luminario y del tipo de


alumbrado.

3. Sabiendo el tipo de lámpara se encuentra el valor de sus lúmenes


iniciales en la tabla correspondiente.

4. Cálculo del área del ambiente a iluminar.

78
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

5. Determinación del factor de mantenimiento.

6. Determinación del coeficiente de utilización:

a. División del ambiente en 3 cavidades

b. Caracterización de las cavidades por su altura.

c. Cálculo de las relaciones de cavidad.

d. Determinación de las reflectancias efectivas.

e. Determinación del coeficiente de utilización.

7. Sustitución de los datos encontrados en la ecuación básica.

8. Determinación del número de luminarios N, mediante la aplicación de la


ecuación 3.11.

9. Distribución estética de los luminarios, respetando la relación


espaciamiento máximo/altura de montaje.

Ejemplo 3-1:
Diseñar el sistema de alumbrado de un salón de un edificio de oficinas,
de un banco, que tiene 10 m de ancho por 14 m de largo y una altura desde el
piso hasta el cielo falso de 3.2 m, suponiendo que los luminarios estarán
empotrados. El color de las paredes es marfil, el color del piso es gris oscuro y
el color del cielo es blanco. Los escritorios tienen una altura de 0.9 m. La
temperatura producida por el aire acondicionado es de 24 oC, la tensión de
alimentación de la lámpara es su tensión nominal.

3.3.1.1 Cálculo de la iluminancia requerida en esta


aplicación
De acuerdo al inciso I) de la norma IES1, para este ejemplo, la actividad
se clasifica como trabajo de oficinas en el rango E. En el inciso II) se indican
los rangos de iluminación en lux, correspondiéndole al rango E los siguientes
valores de iluminancia:
Rango Valor inferior Valor medio Valor superior

E 500 750 1000

1
La información correspondiente se encuentra en el libro de Ingeniería Eléctrica 2 del Ing. Rodolfo Koenigsberger

79
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

Utilizamos el método de los factores de peso para la determinación del


nivel de iluminación, comprendido entre los rangos2 D e I, que de manera
general se muestran en la tabla siguiente:

Factores de peso

Características de los
ocupantes y de la tarea -1 0 +1
visual

Edad de las personas Menos de 40 40 a 55 Más de 55

Velocidad o exactitud
No importa Importa Crítico
requerida

Reflectancia de fondo de la
Mayor de 70 % 30 % a 70 % Menos de 30 %
tarea visual

Asignando los valores que corresponden al ejemplo que estamos


desarrollando, se obtienen los siguientes factores de peso:

Información hipotética (para este


Factor de peso
ejemplo)

La edad de las personas está entre 40


años y 55 años, pues aunque no son la
0
mayoría hay algunos señores con edad
comprendida en ese rango

La velocidad o la exactitud son


0
importantes

La reflectancia del fondo en promedio


0
está entre 30 y 70.

Suma de los factores de peso 0

Si la suma de los factores de peso es:

-2 ó -3 debe usarse el valor inferior

2
La información correspondiente se encuentra en el libro de Ingeniería Eléctrica 2 del Ing. Rodolfo Koenigsberger

80
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

-1, 0, ó +1 debe usarse el valor medio

+2 ó +3 debe usarse el valor superior

Como la suma de los factores de peso es igual a 0, elegimos el valor


medio, correspondiéndole 750 lux. Entonces E = 750 lux.

3.3.1.2 Elección de las lámparas y el luminario

En este inciso vamos a seleccionar el tipo de lámpara y el número de


lámparas por luminario, así como el tipo de distribución del flujo luminoso:
Usaremos lámparas fluorescentes estándar luz de día por el gran tiempo de vida
útil de 18,000 horas y una cantidad relativamente grande de lúmenes iniciales3
(3,200 lúmenes iniciales). Esta lámpara la elegimos de la información
disponible, en la práctica habría que consultar directamente con los fabricantes
para hacer la elección entre lámparas modernas. Por estética y a efecto de
reducir el efecto estroboscópico, elegimos 4 lámparas por luminario y,
finalmente, elegimos alumbrado directo. Para esta aplicación debemos elegir
luminarios que al integrarse al diseño arquitectónico decorativo del interior del
salón, ayuden a crear un ambiente agradable.

3.3.1.3 Lúmenes iniciales de cada lámpara.

La cantidad de lúmenes iniciales emitidos por cada lámpara se encuentra


en la tabla que hemos utilizado en el inciso 2 para su elección, siendo su valor
igual a 3200.

3.3.1.4 Area del ambiente a iluminar.

De los datos del enunciado del problema tomamos las dimensiones. El


área del ambiente es igual al producto del largo por el ancho. A = 14 m x 10 m
= 140 m2.

3.3.1.5 Determinación del factor de mantenimiento


3.3.1.5.1 Factores no recuperables

3.3.1.5.1.1 Temperatura ambiente, fTA.

Se considera un ambiente con aire acondicionado en el cual la


temperatura permanece estable, a 24 oC, por lo que no se afectará el %
de emisión lumínica de las lámparas. Tomamos f TA = 1. .

3
La información sobre lámparas se encuentra en el libro de Ingeniería Eléctrica 2 del Ing.
Rodolfo Koenigsberger.

81
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

3.3.1.5.1.2 Tensión de alimentación, fV

Este es un caso en que la tensión permanece estable y constante, por lo


que los lúmenes emitidos no se ven afectados: fV = 1.

3.3.1.5.1.3 Factor de balastro, fb

Como se indicó anteriormente el valor del factor de balastro es 0.93.


3.3.1.5.1.4 Depreciación en las superficies del luminario, DSL.

Este factor se refiere a los daños ocasionados por el uso en las


superficies del luminario y otros componentes como pintura, refractor,
reflector, por lo que regularmente se le da un valor unitario.
3.3.1.5.2 Factores recuperables

3.3.1.5.2.1 Depreciación por suciedad acumulada en las superficies


del cuarto, DSASL.

Este factor se determina de la gráfica dada en la figura No. 3.1.


Tomando como base 18 meses y una relación de cavidad del ambiente
de 2.23 el valor encontrado es:
Alumbrado directo

RCA Relación de cavidad del % de depreciación por suciedad esperada


4
ambiente

Meses 10 18 20

2 98 96

2.23 X

3 98 95

Por interpolación: 2 es a 96 como


2.223 es a X y
3 es a 95

4
La relación de cavidad del ambiente se define al calcular el coeficiente de utilización, en el inciso 6 de este
ejemplo.

82
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

Entonces -0.223 es a 96-x


Como -1 es a 1, o

96-x = 0.223*2 x= 96-0.446

X = 95.554

Alumbrado directo

RCA Relación de cavidad del % de depreciación por suciedad esperada


5
ambiente

Meses 10 18 20

2 98 96

2.23 98 X 0.95554

3 98 95

10 es a 98 como Entonces -8 es a 98-x 98-x = 2.446*8/10


como -10 es a 98-95.54 x= 96-0.446
18 es a X y
-8 --- --------98-x
20 es a 95.554 -10 -----------2.446 X = 96.04

Entonces, la depreciación por suciedad acumulada en las superficies


del ambiente, tiene un valor de 0.9604.

3.3.1.5.2.2 Lámparas quemadas, LQ.


El factor por lámparas quemadas se recomienda que no sea menor que
95 %.

3.3.1.5.2.3 Depreciación de los lúmenes de la lámpara


(LLD)

5
La relación de cavidad del ambiente se define al calcular el coeficiente de utilización, en el inciso 6 de este
ejemplo.

83
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

Este factor, normalmente, es dado por el fabricante para un 70 % del


tiempo de vida útil de la lámpara, y oscila entre 0.7 y 0.9 dependiendo
de la lámpara seleccionada. Para el efecto tomaremos 0.80.

3.3.1.5.2.4 Factor de depreciación por suciedad


acumulada en el luminario. (LDD)
Este factor normalmente está dado por el fabricante en forma de curvas
como las de la figura 3.1. De dicha figura, para un ambiente de
limpieza media el factor LDD es 0.75.

El factor de mantenimiento es:


FM = f TA × f v × f b × DSL × DSASL × LQ × LLD × LDD

FM = 1 x 1 x 0.93 x 1 x 0.9604 x .95 x 0.8 x 0.75

FM = 0.5091

En este punto podemos ir a la ecuación 3.10 y sustituir, con lo que


obtenemos:
E x (14 x 10)
N= ec. 3.13
4 x 3,200 x 0.5091 x CU

0.0214E
N= ec. 3.14
CU

84
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

3.3.1.6 Determinación del coeficiente de utilización CU.

Se sigue el siguiente procedimiento:


3.3.1.6.1 Se divide el ambiente en 3 cavidades, como se muestra en la
figura 3-6.

hCC luminario Cavidad del cielo

Cavidad del ambiente


hCA altura de montaje

Plano de trabajo

hCP Cavidad del piso

División del ambiente en 3 cavidades

Figura 3-6

3.3.1.6.2 Caracterización de las cavidades por su altura.

Se trata solamente de colocar el valor que le corresponde a la altura de


cada cavidad. Así:

Altura de la cavidad del cielo hCC = 0

Altura de la cavidad del ambiente hCA = 2.6 m

Altura de la cavidad del piso hCP = 0.9 m

85
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

3.3.1.6.3 Cálculo de las relaciones de cavidad

3.3.1.6.3.1 Relación de cavidad del cielo RCC

5hCC ( L + W )
RCC = ec. 3.15
LW

( 5 x 0)( 10 + 14 )
RCC =
10 x 14

RCC = 0

3.3.1.6.3.2 Relación de cavidad del ambiente RCA

5hCA ( L + W )
RCA = ec. 3.16
LW

(5 x 2.6)(10 + 14)
RCA =
10 x 14

RCA = 2.2285

3.3.1.6.3.3 Relación de cavidad del piso RCP

5hCP ( L + W )
RCP = ec. 3.17
LW

( 5 x 0.9)( 10 + 14 )
RCP =
22 x 15

( 5 x 0.9)( 10 + 14 )
RCP =
10 x 14

RCP = 0.77

3.3.1.6.4 Determinación de las reflectancias efectivas.

Conociendo las relaciones de cavidad y las reflectancias base de paredes,


techo y piso, podemos proceder a encontrar las reflectancias efectivas del techo
y del piso que nos servirán para determinar el coeficiente de utilización. En
función de los colores de las superficies dados en el enunciado del problema, las
reflectancias base son:

86
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

Reflectancia base del techo color blanco: 80 %

Reflectancia base del piso color gris oscuro: 30 %

Reflectancia de las paredes de color hueso: 70 %

Ahora, vamos a la tabla de reflectancias efectivas de las cavidades del cielo o


del piso en %.
3.3.1.6.4.1 Determinación, por tabla, de la reflectancia efectiva del
cielo ρ cc

Para una reflectancia base del techo del 80 %, de las paredes del 70 % y
relación de cavidad del techo igual a 0, en la tabla tenemos:

Reflectancia del techo 80

Reflectancia de las paredes 80 70 50 30

RCC 0 80 80 80 80

0.1 79 79 78 78

0.2 79 78 77 76

De conformidad con lo encontrado en la tabla, ρ cc = 80 %

3.3.1.6.4.2 Determinación, por tabla, de la reflectancia


efectiva del piso ρcp

Para una reflectancia base del piso del 30 %, de las paredes del 70 % y
relación de cavidad del piso igual a 0.77, en la tabla tenemos:
Reflectancia del piso o del techo 30 10

Reflectancia de las paredes 65 50 30 10 50 30 10

0.7 29 28 26 24 11 10 8

RCP 0.77

0.8 29 27 25 23 11 10 8

Como la reflectancia del piso es 30 %, nos vamos directamente a esa


columna; pero no contamos con columna de reflectancia de las paredes

87
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

del 70 %. Entonces, encontraremos la reflectancia efectiva para el 30


% del piso, y 65 % y 50 % de las paredes, para luego extrapolar.

RCP = 0.7

Para 70 ---- X

Para 65 ---- ρ cp = 29

Para 50 ---- ρ cp = 28

Esto significa que:

70 – 65 es a x - 29, como

65 – 50 es a 29 – 28.

(70 − 65)(29 − 28)


Entonces X − 29 =
65 − 50

(15)(1)
X − 29 =
15

X − 29 = 1

X = 30

RCP = 0.8

Para 70 ---- X

Para 65 ---- ρ cp = 29

Para 50 ---- ρ cp = 27

Esto significa que:

70 – 65 es a x - 29, como

88
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

65 – 50 es a 29 – 27.

(70 − 65)(29 − 27)


Entonces X − 29 =
65 − 50

(15)(2)
X − 29 =
15

X − 29 = 2

X = 31

RCP = 0.77

Para RCP = 0.7 ---- 29.75

Para RCP = 0.77 ---- X

Para RCP = 0.8 ---- 30.5

Esto significa que:

0.7 – 0.77 es a 29.75 - X, como

0.7 – 0.8 es a 29.75 –30.5


(29.75 − 30.5)(0.7 − 0.77)
Entonces 29.75 − X =
0 .7 − 0 .8

29.75 − X = −0.525

X = 30.275

De conformidad con lo encontrado en la tabla,

ρ cp = 30.275 % que podemos considerar igual a 30 %.

Ahora nos trasladamos a la tabla COEFICIENTES DE UTILIZACION


PARA ALGUNAS LUMINARIAS TIPICAS. Nótese que estas tablas son
válidas sólo para ρcp = 20 % . En este ejemplo, ρ cp es igual a 30 %, por lo
que la podemos usar la tabla indicada, para luego encontrar el factor
correspondiente en la TABLA DE FACTORES DE MULTIPLICACION
PARA REFLECTANCIAS DEL PISO DEL 30 % y luego corregir el valor
del coeficiente de utilización encontrado en la tabla de reflectancia efectiva
del piso del 20 %).

89
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

De la tabla de COEFICIENTES DE UTILIZACION PARA ALGUNAS


LUMINARIAS TIPICAS, alumbrado directo (que elegimos desde el
principio), ρ cc = 80 % , reflectancia de las paredes de 70 % y relación de
cavidad del ambiente RCA igual a 2.23, tenemos:

TABLA VALIDA PARA REACTANCIA EFECTIVA DEL PISO DEL 20 %

Reflectancia efectiva del techo 80

Reflectancia de las paredes 70 50 30 10

RCA 2 0.81 0.77 0.73 0.70

2.23 CUpreliminar

3 0.76 0.70 0.66 0.62

Interpolando:

0.81-CUpreliminar′ ---- 2 - 2.23

0.81-0.76 -- 2 - 3
(2 − 2.23)(0.81 − 0.76)
CU pre lim inar = 0.81 −
2−3

CU pre lim inar = 0.7985

Corrección del CU

Como el CU encontrado en el inciso anterior es válido para la reflectancia


efectiva del piso del 20 % y en nuestro ejemplo, ésta tiene un valor de 30 %,
es necesario hacer la corrección correspondiente. Vamos a la TABLA DE
FACTORES DE MULTIPLICACION PARA REFLECTANCIA DEL PISO
DEL 30 %.
Reflectancia efectiva del techo ρcc 80

Reflectancia de las paredes 70 50 30 10

RCA 2 0.93 0.94 0.95 0.96

2.23 CU

3 0.94 0.95 0.96 0.97

90
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

Para RCA = 2.23, tomaremos el factor de multiplicación igual a 0.93, de


donde, finalmente, el coeficiente de utilización es:

CU = ( factor de multiplicación) x(CU pre lim inar )

CU = 0.93 x 0.7985

CU = 0.7426

3.3.1.7 Sustitución, de los datos encontrados, en la ecuación


básica.

EA
N= ec. 3.18
n.φlamp .FM.CU

750 x (14 x 10)


N=
4 x 3,200 x 0.5091 x 0.7426

3.3.1.8 Determinación del número de luminarios.

Resolviendo la ecuación 3.18, se obtiene

N = 21.69 luminarios.

Podemos elegir N = 21 , para un error respecto del valor encontrado del 3.18 %,
o N = 22 para un error del 1.4 %.

3.3.1.9 Distribución de los luminarios

Los luminarios se distribuyen en el ambiente respetando el


espaciamiento máximo. Como la altura de montaje es de 2.6 m, para efectos de
uniformidad, según norma estadounidense, debe cumplirse la ecuación 3.1, y el
espaciamiento máximo no debe exceder 2.6 m. Si aplicáramos norma alemana6
dmax = 1.5 a 2.5 la altura de montaje. Es de hacer notar que estas
consideraciones nos dan solo una guía general para determinar el espaciamiento
máximo, pero en la práctica real hay que consultar información del fabricante.
Por ejemplo, un análisis de catálogo de fabricante nos indica que la relación
espaciamiento máximo/altura de montaje oscila entre 1.3 y 1.6. La norma
estadounidense es más exigente que la norma alemana. Sin embargo, la norma
6
Libro de Ingeniería Eléctrica 2 del Ing. Rodolfo Koenigsberger.

91
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

alemana coincide más con la información del fabricante. Por lo tanto, si


tomamos espaciamiento máximo/altura de montaje igual a 1.5, el espaciamiento
máximo no debe exceder 1.5 x 2.6 = 3.9 m; pero si tomamos 2.5 el
espaciamiento máximo sería 6.5 m.

Si admitimos 21 luminarios, éstos pueden colocarse en tres filas de 7 luminarios


cada una.

14
Así, el espaciamiento entre centros de lámparas a lo largo sería d 1 = =2 m y
7
el espaciamiento a lo ancho sería igual a

10
d2 = = 3.33 m. Este último valor nos queda entre los valores de la norma
3
americana y la norma alemana (entre 2.6 m y 6.5 m) y coincide con información
del fabricante (3.9 m); por lo que vamos a colocar 21 luminarios, distribuidos
en 3 filas de 7 luminarios cada una.

Otra forma:

Area = 140 m2. Si dividimos el área dentro del número de luminarios,


obtenemos:

Area/luminario = 140/21 = 6.667 m2/luminario.

Este es un cuadrado cuyos lados valen 6.667 = 2.58 m, que sería la distancia
entre luminarios a lo largo y a lo ancho.

14
Esto quiere decir que a lo largo instalaríamos = 5.43 ≡ 5 luminarios.
2.58

Y a lo ancho:

10
= 3.86 ≡ 4
2.58

Como

N .n.φ lamp .FM.CU


E=
A

Con 21 luminarios, la iluminancia es

E = 726 lx

92
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

% error = -3.2 %

Con 20 luminarios, la iluminancia es

E = 691 lx

% error = -7.86 %

Como no queremos exceder un 5% de error, elegimos N = 21.

Como podrá darse cuenta el lector, en un proyecto de iluminación tiene mucho


que ver el criterio propio del que diseña.

3.3.1.10 Dibujo en que se muestra la distribución de luminarios


(caso de 21 luminarios, tres filas de 7 luminarios cada una.)

d1 = 2 m

d 2 = 3.33 m

93
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

d2
2

d1
d1 d1 2
2

d2

10 m

d2

d2
2

14 m

Distribución de los luminarios del ejemplo de cavidad zonal

Figura 3.7

94
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

APENDICE A. COEFICIENTES DE REFLEXIÓN


(Fuente: Catálogo de 1997. Holophane, líder en control de luz)

I. SUPERFICIES DE PINTURA

TONO COLOR REFLEXIÓN EN %

Blanco Nuevo 88

Blanco Viejo 76

Azul verde 76

Muy claro Crema 81

Azul 65

Miel 76

Gris 83

Azul verde 72

Crema 79

Claro Azul 55

Miel 70

Gris 73

Azul verde 54

Amarillo 65
Mediano
Miel 63

Gris 61

Azul 8

Amarillo 50

Café 10
Oscuro
Gris 25

Verde 7

Negro 3

95
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

II. SUPERFICIES DE MADERA

COLOR REFLEXIÓN EN %

Maple 43

Nogal 16

Caoba 12

Pino 48

III. ACABADOS METALICOS

COLOR REFLEXIÓN EN %

Blanco polarizado 70-85

Esmalte horneado

Aluminio pulido 75

Aluminio mate 75

Aluminio claro 79

96
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

IV. ACABADOS DE CONSTRUCCION APARENTES

COLOR REFLEXIÓN EN %

Roca basáltica 18

Cantera clara 18

Tabique muy pulido 48

Tabique rojo vidriado 30

Tabique pulido 40

Tabique rojo barnizado 30

Cemento 27

Concreto 40

Mármol blanco 45

Vegetación 25

Asfalto limpio 7

Adoquín de roca ígnea 17

Grava 13

Pasto (verde oscuro) 06

Pizarra 08

97
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

APENDICE B. PREGUNTAS

Encerrar con un círculo el número de los diez enunciados verdaderos.

1. a) La luz demasiado brillante favorece la salud del órgano de la


visión, en cambio b) la luz débil puede causarle fatiga.

2. a) Flicker es el parpadeo de la luz de una lámpara y b) es debido


a las corrientes armónicas en las instalaciones modernas.

3. a) En el salón de clases, cuando las lámparas estaban en buen


estado, el nivel de iluminación era de 700 luxes y b) las personas
de avanzada edad miraban mejor que ahora.

4. a) La luz ultravioleta es aquella que tiene una frecuencia superior


a 7.5 x 1008 MHz, mientras que b) la luz infrarroja es la que tiene
frecuencias inferiores a los 4.28 x 1008 MHz.

5. a) El efecto purkinje es el desplazamiento durante la noche de la


curva de sensibilidad del ojo humano hacia frecuencias mayores,
lo que b) coincide con una longitud de onda de unos 510 nm.

6. a) Cuando una luz blanca incide sobre una superficie, su color es


el color que absorbe, mientras que b) el resto de colores
simplemente no los acepta.

7. a) Energía radiante y potencia radiante significan lo mismo, pero


b) el concepto de flujo radiante difiere del concepto de potencia
radiante.

8. a) Una lámpara fluorescente demanda tanto potencia activa


como potencia reactiva cuando emite potencia radiante, pero b)
cuando emite flujo radiante, no.

9. En relación al concepto de eficiencia energética a) En una


lámpara, la potencia radiante puede considerarse como la
potencia de salida o útil de la lámpara, que nos permite ver
objetos, y b) la potencia aparente o potencia eléctrica total como
la potencia de entrada.

98
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

10. En relación al concepto de eficiencia energética a) En una


lámpara, el flujo luminoso puede considerarse como la potencia
de salida o útil de la lámpara, que nos permite ver objetos, y b)
la potencia aparente o potencia eléctrica total como la potencia
de entrada.

11. En relación al concepto de eficiencia energética, a) El flujo


luminoso puede considerarse como la potencia de salida o útil de
la lámpara, que nos permite ver objetos, y b) la componente
activa de la potencia aparente como la potencia de entrada.

12. En relación al concepto de eficiencia energética, a) El flujo


luminoso puede considerarse como la potencia de salida o útil de
la lámpara, que nos permite ver objetos, y b) la componente
reactiva de la potencia aparente como la potencia de entrada.

13. En relación al concepto de eficiencia energética, a) El flujo


luminoso puede considerarse como la potencia de entrada o útil
de la lámpara, que nos permite ver objetos, y b) la componente
activa de la potencia aparente como la potencia de salida.

14. a) El factor de potencia de un luminario que incluye capacitares


es del orden de 0.99 en adelanto, pero b) sin capacitares, del
orden de 0.95 en atraso.

15. a) El factor de potencia de un luminario que incluye capacitares


es del orden de 0.99 en adelanto, pero b) sin capacitares, del
orden de 0.95 en adelanto.

16. a) Brillo es el resplandor con que se percibe un objeto, y b)


tiene la misma unidad de medida que el flujo luminoso.

17. a) El vatio es una unidad de medida que indica qué tan brillante
es una luz y b) qué tanta potencia consume la fuente de luz.

18. a) El vatio es la unidad de medida de la potencia radiante,


mientras que b) el lumen es la unidad de medida del flujo
luminoso.

19. a) 1 vatio-luz a 555 nm equivale a 683 lúmenes, y su nombre es


equivalente luminoso de la potencia.

20. a) 1 vatio-luz a 555 nm equivale a 693 lúmenes, y su nombre es


equivalente luminoso de la potencia.

99
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

21. a) 1 vatio-luz a 555 nm equivale a 793 lúmenes, y su nombre es


equivalente luminoso de la energía.

22. a) 1 vatio-luz a 955 nm equivale a 683 luxes, y su nombre es


equivalente luminoso de la energía.

23. a) 1 vatio-luz a 555 nm equivale a 683 luxes, y su nombre es


equivalente luminoso de la potencia.

24. a) 1 vatio-luz a 555 nm equivale a 993 lúmenes, y su nombre es


equivalente luminoso de la potencia.

25. a) La iluminancia se mide en lúmenes y b) la luminancia en


luxes.

26. a) Si a 2 metros de distancia entre la superficie iluminada y una


fuente puntual hay 100 lúmenes por metro cuadrado, b) a 4
metros habrán 200 lúmenes por metro cuadrado.

27. a) La iluminancia es una magnitud que disminuye en forma


inversamente proporcional al cuadrado de la distancia entre la
fuente de luz y la superficie iluminada, mientras que b) la
intensidad luminosa es independiente de la distancia.

28. a) Si una fuente de luz ideal y puntual se mantiene invariable y


el área iluminada se aumenta, manteniendo constante la altura
del plano iluminado, la iluminancia disminuye, pero b) la
intensidad permanece constante.

29. a) Un aumento de la distancia entre una fuente puntual de luz y


una superficie de área circular iluminada provoca una
disminución de la iluminancia, pero b) la intensidad luminosa
aumenta.

30. a) Si a 2 metros de distancia entre la superficie iluminada y una


fuente puntual hay 200 lúmenes por metro cuadrado, b) a 4
metros habrán 100 lúmenes por metro cuadrado.

31. a) Una lámpara que produce sólo color amarillo puede alcanzar
una eficacia de 683 lm/W, y b) una lámpara que produce sólo
color azul puede alcanzar 411 lm/W.

32. a) Cuando se elige una lámpara, lo que importa es cuántos luxes


puede radiar, y b) cuántos lúmenes es capaz de producir en una
superficie dada.

100
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

33. a) El flujo no luminoso es luz ultravioleta, mientras que b) el


calor debido a las pérdidas eléctricas es luz infrarroja.

34. a) El color azul nos parece a los seres humanos menos del 30%
menos brillante que el color amarillo, si consumen la misma
cantidad de potencia; pero b) en comparación con el color rojo
de la misma potencia, el azul puede provocar la misma sensación
de brillo al incidir sobre una superficie blanca.

35. a) Una lámpara de luz infrarroja que consume 10 vatios puede


producir la misma sensación de brillo en una superficie blanca
que una lámpara que consume 1 vatio de color rojo; pero b) si la
lámpara produce luz ultravioleta producirá brillo nulo.

36. a) El flujo luminoso producido por una lámpara disminuye a


medida que aumenta la distancia entre la lámpara y la superficie
iluminada ubicada en un ambiente cerrado; mientras que b) la
iluminancia disminuye según el inverso del cuadrado de la
distancia.

37. a) La luminancia es directamente proporcional a la iluminancia;


y b) inversamente proporcional al área de la superficie aparente.

38. a) Si el flujo luminoso de una fuente puntual lo


conceptualizamos como un conjunto de rayos uniformemente
distribuidos en todas las direcciones posibles, la intensidad
luminosa en un ángulo sólido dado se mantiene constante sin
importar la distancia a la fuente puntual y b) si el ángulo sólido
se duplica, la intensidad luminosa también se duplica.

39. a) Una de las ventajas del método de cavidad zonal es que, por
basarse en cavidades, nos permite llegar a conocer la
iluminación en un sistema tridimensional, mientras, que b) el
método punto por punto, únicamente da información de la
cantidad de luxes en un sistema de dos dimensiones.

40. a) A efecto de evaluar el impacto visual del pizarrón del salón de


clases es más importante conocer el valor de la luminancia que el
valor de la iluminancia, pero b) para conocer el impacto de las
paredes, techo y piso de un ambiente, es más importante el
cálculo de la luminancia.

101
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

41. a) Para iluminar un parqueo hay que elegir lámparas de haluros


metálicos y b) para iluminar el interior de un supermercado hay
que elegir lámparas de sodio de baja presión.

42. a) Para iluminar la cancha de un estadio hay que elegir lámparas


de haluros metálicos y b) para el interior de un supermercado hay
que elegir lámparas fluorescentes ahorradoras con balastro
electrónico.

43. a) La iluminación del interior de un supermercado resulta más


económica usando lámparas de sodio de alta presión; pero b) las
lámparas fluorescentes compactas son más aconsejables.

44. a) Para iluminar el parqueo de una almacenadora con techo de 12


m de altura, de jornada laboral diurna, el tipo de lámpara a elegir
es la de sodio de baja presión, mientras que b) la bodega
propiamente dicha debe iluminarse con lámparas fluorescentes
empotradas en el techo.

45. a) Para el alumbrado de la oficina de una gran empresa debe


elegirse lámparas de mercurio de alta presión, mientras que a) el
ambiente para atención al cliente debe iluminarse con lámparas
fluorescentes compactas.

46. a) Una lámpara de haluros metálicos de 500 W, con eficacia de


90 lm/W, si no se toma en cuenta el consumo de balastro y
circuitos auxiliares, emitirá 45 000 lúmenes, mientras que b) una
lámpara de sodio de alta presión de la misma potencia con
eficacia de 100 lm/W, si no se toman en cuenta el balastro y los
circuitos auxiliares, emitirá 70 000 lúmenes.

47. a) Una lámpara de mercurio de alta presión de 500 W, con


eficacia de 90 lm/W, si no se toma en cuenta el consumo de
balastro y circuitos auxiliares, emitirá 45 000 lúmenes, mientras
que b) una lámpara de sodio de alta presión de la misma potencia
con eficacia de 100 lm/W, si no se toman en cuenta el balastro y
los circuitos auxiliares, emitirá 70 000 lúmenes.

48. a) Una lámpara de sodio de baja presión de 500 W, con eficacia


de 90 lm/W, si no se toma en cuenta el consumo de balastro y
circuitos auxiliares, emitirá 45 000 lúmenes, mientras que b) una
lámpara de sodio de alta presión de la misma potencia con

102
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

eficacia de 100 lm/W, si no se toman en cuenta el balastro y los


circuitos auxiliares, emitirá 70 000 lúmenes.

49. a) Una lámpara de haluros metálicos de 500 W, con eficacia de


90 lm/W, si no se toma en cuenta el consumo de balastro y
circuitos auxiliares, emitirá 45 000 lúmenes, mientras que b) una
lámpara de mercurio de alta presión de la misma potencia con
eficacia de 85 lm/W, si no se toman en cuenta el balastro y los
circuitos auxiliares, emitirá 70 000 lúmenes.

50. a) Una lámpara incandescente de 500 W, con eficacia de 20


lm/W, emitirá 10 000 lúmenes, mientras que b) una lámpara de
sodio de alta presión de la misma potencia con eficacia de 100
lm/W, si no se toman en cuenta el balastro y los circuitos
auxiliares, emitirá 50 000 lúmenes.

51. a) Una lámpara de haluros metálicos de 500 W, con eficacia de


90 lm/W, si no se toma en cuenta el consumo de balastro y
circuitos auxiliares, emitirá 45 000 lúmenes, mientras que b) una
lámpara fluorescente de la misma potencia de 100 lm/W, si no se
toman en cuenta el balastro y los circuitos auxiliares, emitirá 70
000 lúmenes.

52. a) Al final de mes se paga lo mismo por el consumo de energía


de una lámpara fluorescente de 40 W, con eficacia de 15 lm/W
que por el consumo de una lámpara fluorescente de 40 W con
eficacia de 60 lm/W, pero b) por el consumo de una lámpara de
sodio de baja presión de 40 W con eficacia de 160 lm/W, se
paga menos.

53. a) Al final de mes se paga lo mismo por el consumo de energía


de una lámpara fluorescente de 40 W, con eficacia de 15 lm/W
que por el consumo de una lámpara fluorescente de 40 W con
eficacia de 60 lm/W, pero b) por el consumo de una lámpara de
sodio de baja presión de 40 W con eficacia de 160 lm/W, se
paga lo mismo.

54. a) Al final de mes se paga lo mismo por el consumo de energía


de una lámpara fluorescente de 40 W, con eficacia de 15 lm/W
que por el consumo de una lámpara fluorescente de 40 W con
eficacia de 60 lm/W, pero b) por el consumo de una lámpara de
sodio de baja presión de 40 W con eficacia de 160 lm/W, se
paga la mitad.

103
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

55. a) Al final de mes se paga lo mismo por el consumo de energía


de una lámpara fluorescente de 40 W, con eficacia de 15 lm/W
que por el consumo de una lámpara fluorescente de 40 W con
eficacia de 60 lm/W, pero b) por el consumo de una lámpara de
sodio de baja presión de 80 W con eficacia de 160 lm/W, se
paga la mitad.

56. a) Si se duplica la frecuencia del voltaje de alimentación de una


lámpara fluorescente su eficiencia mejora; pero b) la corriente se
triplica.

57. a) Para que una lámpara fluorescente tenga la duración ofrecida


por el fabricante, después de cada arranque debe permanecer
encendida por lo menos 3 horas, pero b) las HID requieren
menos tiempo operación después de cada arranque.

58. a) Si una lámpara metalarc diseñada para funcionar en posición


vertical se opera en posición horizontal, su tiempo de vida se
reduce a la mitad, en cambio b) en el caso de una lámpara
incandescente su tiempo de vida se duplica.

59. a) La temperatura de color de una lámpara es una medida de la


temperatura a la que se produce un color determinado, y b)
indica qué tan natural es la luz producida por una lámpara.

60. a) Para un salón de clases es conveniente elegir lámparas blanco


cálido para los meses de época fría como noviembre y
diciembre, y b) blanco frío para los meses cálidos como marzo y
abril.

61. a) La lámpara fluorescente luz de día es “más fría” que la blanco


frío de lujo, pero b) más “caliente” que la blanco frío solamente.

62. a) Para uso en la sala de la casa es preferible elegir lámparas luz


de día, pero b) para el salón de clases es mejor usar blanco
cálido.

63. a) Una lámpara con una temperatura de color de 6500 K se


considera “fría”, mientras que b) una lámpara con temperatura de
color de 3000 K se considera “cálida”.

64. a) Una lámpara con una temperatura de color de 6500 K se


considera “caliente”, mientras que b) una lámpara con
temperatura de color de 3000 K se considera “cálida”.

104
Recopilación y organización de información por Ing. Francisco Javier González López

65. a) Una lámpara con una temperatura de color de 6500 K se


considera “caliente”, mientras que b) una lámpara con
temperatura de color de 3000 K se considera “fría”.

66. a) Una lámpara con una temperatura de color de 6500 K se


considera “calida”, mientras que b) una lámpara con temperatura
de color de 3000 K se considera “caliente”.

67. a) Indice de color es lo mismo que temperatura de color, y b)


indica la tonalidad de un color.

68. a) El índice de color en una lámpara incandescente puede


alcanzar hasta un valor igual 200, pero b) en una lámpara
fluorescente no pasa de 85.

69. a) Una lámpara de sodio de baja presión que produce sólo color
amarillo tiene un índice de color mayor que una de mercurio de
alta presión, pero b) menor que el índice de color de de una
lámpara de sodio de alta presión.

70. a) El índice de color se mide de 0 a 100, y b) el índice de


rendimiento de color de 100 a 1000.

71. a) Las lámparas incandescentes tienen un índice de color


próximo a 100, mientras que b) las lámparas de sodio de baja
presión, más próximo a 30, que a 100.

72. a) Mientras más se parezca a la luz del sol la luz producida por
una lámpara, mayor es su temperatura de color, pero b) su índice
de color tiende a cero.

73. a) Una lámpara con bajo índice de color reproduce mal los
colores de un producto, pero b) si tiene alta temperatura de color
se compensa dicho defecto.

74. a) Una lámpara halógena reproduce mejor los colores de los


productos en un supermercado que una lámpara de sodio de alta
presión, pero b) es superada por una lámpara blanco frío de lujo.

75. a) Una lámpara incandescente fluorescente reproduce mejor los


colores de los productos en un supermercado que una lámpara
fluorescente luz de día, pero b) ésta los reproduce mejor que una
lámpara de sodio de alta presión.

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76. a) Una lámpara incandescente fluorescente reproduce mejor los


colores de los productos en un supermercado que una lámpara
fluorescente luz de día, pero b) ésta los reproduce mejor que una
lámpara de halógeno

77. a) La lámpara de sodio da alta presión produce luz blanco


azulada y b) la de mercurio de baja presión también.

78. a) La lámpara de mercurio de baja presión se utiliza para


alumbrado de calles, y b) la lámpara de sodio de baja presión
también.

79. a) Una ventaja de las lámparas incandescentes sobre las


fluorescentes es que es posible regular el flujo luminoso que
emite, mientras que b) una ventaja de las lámparas fluorescentes
sobre las incandescentes es que todas ellas dan una luz creadora
de un ambiente cálido, familiar.

80. a) La distorsión armónica de la corriente en una lámpara


fluorescente es debida a la característica no lineal del balastro y
el arco eléctrico; y b) afortunadamente es beneficiosa para las
cargas conectadas en paralelo con la lámpara.

81. a) El efecto estroboscópico y el flicker son lo mismo y, además,


b) se deben a las armónicas.

82. a) El efecto estroboscópico no es lo mismo que el flicker, pero


b) si es cierto que ambos son originados por la distorsión
armónica de la corriente.

83. a) Una lámpara incandescente conectada directamente a la


fuente de tensión genera armónicas, pero b) cuando se alimenta
con un dimmer, las armónicas desaparecen.

84. a) Una lámpara fluorescente podría sobrepasar las 4000 horas de


tiempo de vida útil, pero b) una incandescente no llega a las
10,000 horas.

85. a) Un cuerpo negro, independientemente de la temperatura a la


que se encuentre, no brilla, en cambio b) una superficie blanca
evoca la máxima sensación de brillo.

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86. a) Los lúmenes iniciales es el valor de flujo luminoso que la


lámpara emite después de veinte horas de uso y b) dependen del
factor de depreciación luminosa de la lámpara.

87. a) Cualquier usuario puede medir los lúmenes iniciales de una


lámpara, pero b) es preferible que lo obtenga del fabricante.

88. a) El coeficiente de utilización es una medida de cuánto tiempo


se utiliza una lámpara, mientras que b) el factor de
mantenimiento lo es del programa de mantenimiento al que la
lámpara es sometida.

89. a) El coeficiente de utilización aumenta a medida que el


ambiente iluminado crece en volumen, y b) el factor de
mantenimiento también.

90. a) A mayor altura de montaje de los luminarios, menor


coeficiente de utilización, pero b) mayor reflectancia de las
paredes.

91. a) Si para un sistema de alumbrado directo con relación de


cavidad del ambiente se establece un período de mantenimiento
de diez meses, el factor de depreciación por suciedad acumulada
es noventa y ocho por ciento, pero b) si se trata de alumbrado
indirecto, para el mismo período y relación de cavidad del
ambiente, su valor es noventa y nueve por ciento.

92. a) La uniformidad en la iluminación tiene que ver con la


respuesta de los conos de los ojos, y b) el nivel de iluminación o
iluminancia con la respuesta de los bastones.

93. a) Si el espaciamiento entre luminarios es más pequeño que el


máximo se incrementa el efecto de sombras, y b) tal situación
provoca sensación de miedo.

94. a) Las sombras convierten un lugar en un sitio oscuro e


intranquilo y b) su completa eliminación permite apreciar la
tridimensionalidad de los objetos.

95. a) Con el método de cavidad zonal se obtienen resultados de alta


exactitud; pero b) el mismo es superado por el método de
rendimiento.

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96. a) Con el método de punto por punto se obtienen resultado de


muy alta exactitud; pero b) el mismo es superado por el método
de cavidad zonal.

97. a) Con el método de cavidad zonal es posible obtener valores de


iluminancias en superficies, pero b) el método de rendimiento es
tridimensional.

98. a) Cuando se diseña un proyecto de alumbrado por medio del


método de rendimiento el máximo error es de uno por ciento,
mientras que b) por medio del método de cavidad zonal el error
es menor que cinco por millar.

99. a) Si en un lugar dado, el número de personas jóvenes supera al


número de personas de la tercera edad, la velocidad para llevar a
cabo las actividades está determinada por la velocidad de las
personas jóvenes, pero b) se la proporción se invierte, interesa
más la velocidad de los viejos.

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Referencias
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17. Electrónica: teoría de circuitos y dispositivos electrónicos. Robert
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