Sei sulla pagina 1di 15

Del moderantismo a la revolución democrática (1843-1874)

1. Entre la permanencia y el cambio. La sociedad española tras la revolución liberal:


1844-1874

Cuando espartero abandonó España, el desmantelamiento jurídico del Antiguo Régimen era ya
un hecho consumado. Durante décadas España fue un país dual en el que lo nuevo y lo viejo
convivían en el día a día, puede parecer que finalmente predominaría la tradición, pero en la
época no percibían lo mismo, para ellos hubo un cambio importante de ideas, formas y
costumbres.

En 1870 se cifra en torno a 6000 u 8000 las personas capaces de influir en política.
Conformaban esta nueva élite social una amalgama de grandes propietarios que adquirieron
tierras en la desamortización y de nobles que perdieron sus privilegios, pero conservaron
íntegros sus patrimonios e incluso los aumentaron. También ascendió el hombre de negocios
enriquecido por la especulación, el préstamo y la banca. Jerarcas eclesiásticos, políticos
estatales, altos funcionarios, generales y profesionales liberales de la máxima categoría.

Madrid siendo la capital de un estado centralizado atraía a quienes querían promocionar su


ascenso a la cúspide. A profesionales y políticos ambiciosos y también a hombres de negocios
dispuestos a hacer fortuna al hilo de los principios económicos difundidos por la revolución
liberal: el valor intrínseco de la propiedad privada, la plena libertad de disfrute, el mérito de
enriquecimiento, la fuerza de la iniciativa, la libertad de empresa.

Estos principios fueron compatibles con la fascinación por la vieja aristocracia. Sin privilegios
las familias de nobles se entremezclaron con las familias adineradas. Pero aún seguirían siendo
por muchos años las dueñas de los terrenos. La alta sociedad sucumbió a los símbolos y
prestigios de la nobleza. Los salones aristocráticos marcaban el tono de la vida social. Muchos
grandes cargos esperaban conseguir un título nobiliario, Isabel II concedió 400 a lo largo de su
reinado. Tras la revolución liberal la iglesia perdió sus privilegios y los recursos que habían
sustentado durante siglos su poder económico, pero la iglesia era el cancerbero del orden
social. A mediados del siglo XIX los liberales empleaban el termino clases medias o
acomodadas para referirse al cuerpo medio de la sociedad, emplazado por las nuevas elites
dirigentes del pueblo. Dos criterios esenciales separaban a los ciudadanos que integraban las
clases medias de los que nutrían las clases populares: la condición de propietario y/o la
formación para ejercer un cargo público, actividad académica o profesión liberal. Un espectro
que incluía a una amplia cama de profesionales liberales, medianos y pequeños propietarios
de tierras, comercios y fábricas o de otros bienes que generasen una renta, oficiales del
ejército y funcionarios de la administración. En un país cuya alfabetización en 1860 no llegaba
al 20% del total, poseer estudios superiores era signo de distinción y acceder a la condición de
propietario signo de distinción económica.

Las clases medias eran las primeras difusoras de los valores políticos, económicos y sociales
liberales, el núcleo ilustrado que en las ciudades mostraba interés por seguir en l política local
o nacional. El censo de 1860 sitúa en torno a 600.000 el número de funcionarios civiles y
militares, profesionales liberales e industrias. A penas constituían en 3.6% de la población. Esta
clase media era un pequeño grupo que vivía dentro de un medio predominantemente rural, el
70% de la población activa tenían su ocupación en mundo rural.

La revolución liberal consolido los pilares del mundo agrario, pero empeoro la situación para
los jornaleros, la gran mayoría de este grupo trabajaba en el sur, en la mancha, Andalucía y
Extremadura, donde existían los grandes latifundistas que tras la nueva legislación podían
explotar más a los jornaleros. La desamortización de 1855 acentuó este paso ya que
privatizaron las tierras comunales, que eran un apoyo a la economía de los pequeños
campesinos y jornaleros. Los jornaleros estaban mal tratados, eran analfabetos, no tenían
capacidad política ni social. Eran situaciones extremas que alentaban la revuelta en motines
que empezaban quemando los archivos municipales donde se encontraban los titulo de
propiedad y terminaba ocupando las tierras, como los ocurridos en: El Arahal, Loja o Montilla.
Desde 1850 hasta 1870 estas condiciones miserables propagaran un republicanismo mesiánico
que acabará a final de siglo dando pie al anarquismo.

Los dueños de pequeños talleres industriales o de comercios constituían la elite de las clases
urbanas. Según el censo de 1860 había 665.000 pequeños y medianos establecimientos
artesanales y 333.000industriales dispersos por todo el territorio, revelando así el lento avance
de la industrialización. El mismo censo cifra los jornaleros industriales en 154.200, muy pocos
si os comparamos con los agrícolas 2.3M. la industria sobre todo se centró en Cataluña, donde
despegó con fuerza debido a la industria textil. Allí se encontraban la mitad de los jornaleros
industriales en la década de 1840 los obreros catalanes comenzaron a organizarse en
pequeñas asociaciones, embriones de futuros sindicatos que luchaban por mejores
condiciones laborales y la reducción de la jornada. Estas asociaciones de obreros recibieron un
empujón al entrar en juego la asociación internacional de trabajadores en la década de 1860.

Asimismo, en las ciudades habia un sinfín de obreros especializados en oficios artesanales, de


dependientes de comercios, traperos, verduleras, aguadores, etc. muchos sobrevivían mal
alimentados, hacinados en barrios populares en condiciones miserables que provocaban una
altísima mortalidad urbana. La insalubridad en los barrios populares se convirtió en un
problema crucial, hasta el punto de que a mediados de siglo comenzaron a formarse una rama
especializada de la medicina, la medicina social o higienizo, uno de cuyos objetivos era el
saneamiento de las barriadas populares.

Algo mejor era la situación de los sirvientes, se contaba en 1860 unos 800.000, constituyendo
el 11% de la población activa, evidenciando así que persistía el modelo arcaico de la estructura
socio laboral española. Aun así, aunque la mayoría de la población residiera en el campo, no
significaba que los ámbitos urbanos no se expandiesen, hubo campesinos que abandonaron el
campo para ir a la ciudad, debido a que las condiciones en el campo se habían recrudecido.
Auné el proceso de aumento poblacional en las ciudades habia sido lento, esto provocó que
estas se quedasen pequeñas, a mediados de siglo hubo que derribar murallas para comenzar
los proyectos de ensanches de las ciudades, construir parques, plazas, líneas de ferrocarril,
alumbrado, etc. este despliegue de actividades constructoras capto a los jornaleros agrarios.
Aun así, el principal atrayente para las ciudades seguía siendo el sector servicios.

2. El tiempo de los moderados 1844-1868

2.1. La década moderada

El 30 de julio de 1843 espartero abandono España, tras un pronunciamiento acaudillado


por militares progresistas y disidentes. La coalición insurreccional sobrevivió a la caída del
regente, pero la escisión debilito a los progresistas y el partido moderado se constituyó como
fuerza hegemónica. El 5 de diciembre de 1843 el moderado luis González bravo formo
gobierno. Para evitar una nueva regencia las cortes proclamaron a Isabel II mayor de edad con
13 años.
González bravo desmantelo toda la obra de espartero, restituyo la ley de ayuntamientos de
1840, suprimió la milicia nacional, restringió la libertad de imprenta y suspendió la
desamortización. En febrero y marzo de 1844, los progresistas trataron de recuperar el poder
mediante siendo pronunciamientos militares, reprimidos por el general Narváez en mayo de
1844, asumió Narváez la presidencia del consejo de ministros.

2.1.1. La constitución de 1845

En octubre de 1844 el gobierno de Narváez llevó las cortes un proyecto de ley que reformaba
la constitución de 1837, que lo que pretendía era instituir una nueva carta magna, que
integraba los puntos esenciales del programa político moderado. En texto constitucional fue
promulgado en mayo de 1845. Los moderados ganaron el debate parlamentario, en ese
momento los progresistas tras fracasar en el pronunciamiento fueron perseguidos y no
concurrieron a las elecciones otorgando a los moderados una amplia mayoría. La oposición
vino del ala izquierda del moderantismo, el ala puritana que abogaba por un consenso con los
progresistas para alcanzar un equilibrio común. Apartando así a los militares de la vida política.
Alertaron del peligro de la reforma unilateral de la constitución. La constitución de 1845 se
reforzó la posición de la corona frente a la autonomía parlamentaria.

La constitución de 1837 dictaba que si las cortes no habían sido convocadas por el rey se
reunieran el 1 de diciembre, este precepto fue eliminado. El senado dejo de ser elegido por los
ciudadanos, pasando a ser elegido por la corona, el resultado fue una cámara alta
ultraconservadora, concebida como freno a los radicalismos procedentes del congreso. El
senado contaba en 1849 con 116 aristócratas de un total de 270 senadores. Solo los
propietarios podían ser diputados. La ley electoral se 1846 elevo los criterios de renta exigidos
para votar, el número de electores descendió de 635.000 a poco menos de 100.000. la
confesionalidad católica del estado fue consagrada de manera terminante. Las instituciones
progresistas derogadas. La constitución sentó las bases para la centralización de la
administración local y desapareció toda mención la milicia nacional.

2.2.1. La consolidación de las instituciones

Los moderados apuntalaron la estructura del estado liberal, racionalizaron y modernizaron la


administración y finalizaron con los restos del antiguo régimen. Los moderados diversificaron
las funciones del estado y crearon cuerpos especializados de funcionarios. Sistematizaron la
administración de justicia, que culminó con la aprobación del código penal en 1848. En 1850 se
promulgo la ley de contabilidad pública, que unifico las normas contables en toda la
administración. En 1844 fundaron la guardia civil, cuerpo militar que dependía del gobierno, su
función era velar por el orden público en las zonas rurales implicando la lucha contra la
delincuencia y el bandolerismo como todo aquello que podía ser considerado como causa de
un posible conflicto social, especialmente de asociacionismo obrero.

La reforma educativa de 1845 estableció un sistema de enseñanza, creo los planes generales
de estudios comunes en todo el país, creo los institutos de enseñanza media y las escuelas par
formación del profesorado. En 1845 esta regulación alcanzo los estudios universitarios. En
1842 el presidente del consejo de ministros, José Bravo Murillo. Sistematiza la organización la
organización del funcionariado: unifico escalas y salarios, si como los criterios para ascender,
derechos. Este esfuerzo por homogeneizar no impidió que el acceso y la promoción
dependieran de prácticas clientelares, estas medidas del gobierno fueron para clarificar y
ordenar, pero no implico la vuelta de un estado fuerte. Al finalizar el reinado de Isabel II, el
presupuesto del estado apenas alcanzaba los 500 M de pesetas, cifra que no llegaba al 10% del
PIB. Una parte considerable del gasto se destinaba al ejército y defensa del orden publico

Los moderados se asentaron en la estructura administrativa provincial y municipal, a grandes


rasgos como el modelo centrista francés. La ley sobre organización de ayuntamientos de 1845
heredera de la ley de 1840, dispuso que los alcaldes de capital de provincia y cabezas de
partido con más de 2000 habitantes fuera nombrados por el gobierno en lugar de salir electos
por la mayoría en las elecciones locales. De este modo los alcaldes se convirtieron en legados
del poder central. La designación gubernamental de alcaldes, reforzó el poder de los notables
con influencia local, que ofrecían a los gobiernos a cambio de recursos para distribuir entre sus
clientelas y de mayor poder en sus territorios.

Esta organización centralista permitió a los gobiernos controlar la política local y también las
elecciones durante la década moderada. A petición de un de los dirigentes de un partido la
Corona designaba un presidente del consejo de ministros al que entrega el decreto de
disolución de las cortes. Disuelto el parlamento, el gobierno organizaba las elecciones
apoyándose en l administración local: transmitía instrucciones a los gobernadores civiles y
estos a su vez la hacían llegar a los alcaldes y caiques. De esta manera en periodos electorales
los gobiernos podían ejercer cierta influencia moral, e inevitablemente ganaron las elecciones
con amplia mayoría.

En la política económica, los moderados liquidaron los restos de viejas estructuras del antiguo
régimen y sentaron las bases de un mercado nacional. La reforma tributaria de 1845 cerro una
etapa de caos por el sistema impositivo del antiguo régimen. Siguiendo el modelo francés
simplificaron el sistema tributario, que pasó a tener pequeños tributos dispersos, muchos en el
ámbito local, o unos pocos impuestos grandes entre los que destacaban las contribuciones
territorial e industrial y el impuesto de consumos. La reforma vigente clarifico el mapa
tributario de España, solo diferente en navarra y país vasco. Pero esto no acaba con el déficit
público, siempre fue por detrás del crecimiento económico y no suministraba suficientes
recursos a un estado que asumía nuevas funciones. Las ausencias de una administración eficaz
proporcionaron un alto nivel del fraude. El nuevo impuesto de consumo desató una fuerte
oposición popular y provocó frecuentes motines.

La ley del 19 de junio de 1849, estableció el sistema métrico decimal, intentando acabar con la
fragmentación del mercado, en el antiguo régimen cada comarca, cada región, tenía sus
propias unidades de medida entorpeciendo así los intercambios, la ley dispuso que el uso del
sistema decimal era obligatorio a partir de 1860. También combatieron el caos monetario
heredado. Al comenzar la década de 1840 circulaban en España varias monedas distintas, de
viejos sistemas monetario e incluso extranjeros, el más abundante el napoleón francés. La
reforma de 1848 que alentó el sistema monetario decimal cuya unidad de cuenta era el real de
vellón desplazo de la circulación a la viejas monedas y extranjeras.

2.1.3. inestabilidad política: los partidos y la reina

Narváez gobernó desde mayo de 1844 hasta febrero de 1846. Entre esa fecha y el 4 de octubre
de 1847 se sucedieron 6 gabinetes moderados. Dos razones explican esta inestabilidad:

1. Los partidos no tenían cohesión interna, no estaban organizados como unidad política,
no existían los cargos internos, sino que eran hombres que tenían ideas parecidas y se
unían a un mismo tronco. Por ello podían discrepar en algunas cuestiones. Era común
que los notables lucharan entre sí para obtener mejor redito político.
2. La inestabilidad fue la intervención directa de la reina en la lucha política, tras la
constitución de 1845 el poder real aumentaba su fuerza. Isabel II, convencida de que
los partidos fuertes mermarían su autoridad trato de dividirlos, de enfrentar a unos
notables con otros. Al tiempo los notables competían entre sí, para ganar el favor d la
reina. Por otra parte, Isabel II era altamente influenciable, las camarillas palatinas
tuvieron mucha influencia en sus decisiones, como vetar el acceso de los progresistas
al poder.
2.1.4. La deriva autoritaria del partido moderado

Que los notables moderados pelearan entre sí por redito político generando inestabilidad no
significa que promovieran la alteración del orden social. En febrero de 1848 la revolución llegó
a Francia e hizo abdicar a luis Felipe de Orleans, instauró la república y se extendió a otros
países europeos, en la llamada primavera de los pueblos. Las elites conservadoras temían los
principios revolucionarios como la mejora de las condiciones de trabajo y la reducción de la
jornada. El partido moderado no fue indiferente, también veía con malos ojos esos postulados
pues atentaban contra el principio de propiedad no pudiendo el propietario disponer sus
tierras como le parezca conveniente, siendo este un pilar del liberalismo.

El 5 de octubre de 1847 Narváez presidia el consejo de ministros y se mantuvo al frente hasta


1851. Gobernó más de tres años con el apoyo de la corona. La repercusión de la primavera de
los pueblos en España se tradujo en un débil motín en Madrid en 1848, organizado por los
progresistas, en el cual empezaban a abundar los republicanos. Brotes aislados en Andalucía,
Barcelona y levante. Aunque la amenaza era endeble, Narváez no escatimó medios para
imponer el orden. Suspendió las garantías constitucionales y gobernó con medos dictatoriales.
Aplastó los conatos revolucionarios y deportó a políticos y militares republicanos. Muchos
progresistas partieron al exilio. La reacción de Narváez fue aplaudida por destacados
moderados, pero también alarmo a políticos moderados más liberales que vieron la represión
no como medidas antirrevolucionarias sino como medidas contra la libertad.

Narváez gobernó hasta el 14 de enero de 1851, lo reemplazo en el gobierno Juan Bravo


Murillo, acentuándose la deriva autoritaria del partido moderado. Bravo murillo representa el
sector más reaccionario, este sector se apoya en las camarillas de la corte y sobre todo en la
iglesia. La iglesia consideraba la desamortización, la abolición del diezmo y la supresión de
ordenes constituían un ataque a la religión. La santa sede condenó los procesos de
secularización del estado y de la sociedad vinculados a la expansión del liberalismo por toda
europa y se negó a reconocer la legitimidad del gobierno al calor de la revolución liberal.

Los moderados desde que llegaron al poder intento reconciliarse con la iglesia, cesaron la
desamortización, el clero estaba mantenido por el estado y l constitución dictaba que la
religión de España era la católica. Finalmente, el 16 de marzo de 1851 firmaron el concordato
con la santa sede en el cual se afirmaba que la única religión de la nación española era la
católica, aseguró el sostenimiento del clero, reconoció el derecho de la iglesia adquirir bienes y
permito el restablecimiento de la ordenes regulares. Además, el estado se comprometió a
respaldar a los obispos en su lucha contra aquellos que intentan pervertir a los fieles. Fue muy
importante el control de la enseñanza que estaba conforme a la doctrina de la misma religión
católica. Cambio de esto la santa sede aceptó la desamortización y reconoció al estado liberal.

La inclinación autoritaria de bravo murillo resulto evidente en diciembre de 1852 cundo


público un proyecto de constitución en el que se instituía una dictadura civil, cuyo referente
era el golpe de estado de Napoleón III. Pretendía restaurar un parlamento consultivo,
sometido al ejecutivo. El gobierno designaría a los presidentes de ambas cámaras y las
sesiones serian a puerta cerrada. El senado seria nato y vitalicio además de hereditario. En el
texto no existían ni los derechos ni las libertades. Bravo murillo quiso, además, que se probara
sin discusión así que prohibió su debate en la prensa. LA reforma desato la oposición de los
progresistas, pero también de muchos notables moderados, ambos partidos se unieron para
presionar a la reina y que vetara los proyectos. Isabel II retiro su confianza a bravo murillo el 12
de diciembre de 1852.

Tras el cese de bravo murillo se sucedieron en 19 meses tres gobiernos, debido a las
intervenciones de la reina y la fractura en el partido moderado que resulto irreversible. Los
puritanos abandonaron el partido y pasaron a la oposición, sus notables fueron perseguidos y
sus jefes militares desterrados, este choque llego a las armas el 28 de junio de 1854, el general
puritano O´Donnell tampoco se alzó contra el gobierno del conde de san luis, el
pronunciamiento no tuvo éxito se replegó a la mancha y busco el apoyo de los progresistas. El
manifiesto de manzanares del 7 de julio de 1854 redactado por Cánovas del castillo lento a la
formación de juntas populares y asumió buena parte del programa progresista: mayor
autonomía para los ayuntamientos, restauración de la milicia nacional, libertad de imprenta…

Los progresistas aceptaron el envite. También el partido demócrata que surgió en 1849 con la
escisión de la izquierda del partido progresista, varios grupos republicanos y un pequeño grupo
socialista. Al igual que los progresistas reivindicaban la soberanía nacional, pero l diferencia es
que ellos querían el sufragio universal masculino. El manifiesto de manzanares se extendió por
todo el país al tiempo que militares se sumaban al pronunciamiento. El 17 de julio el gobierno
habia perdido el control de la situación cada vez más radical. El 19 de julio una junta de
salvación constituida en Madrid integrada por progresistas, puritanos y algunos demócratas
conminó a la reina para que entregase el poder al general espartero, Isabel accedió y ese
mismo día Espartero asumió la presidencia del consejo de ministros.

2.2. El bienio progresista y la reacción moderada

El nuevo gobierno fue pacto entre progresistas y puritanos: Espartero asumió la presidencia y
O´Donnell ocupó la cartera de guerra. Los demócratas se descolgaron del acuerdo y
centralizaron el descontento y la movilización popular, en un contexto de descontento por el
alza de los precios y la epidemia de cólera. Se recuperó la ley de imprenta que eliminaba la
censura, la ley de sufragio mantenía el sufragio censitario, pero aumentaba el número de
electores. La máxima expresión del programa progresa fue la constitución no nata de 1856,
debatida en unas cortes unicamerales y aprobada en enero de 1856, aunque no llego a entrar
en vigor. Proclamaba la soberanía nacional y afianzaba los derechos y libertades individuales.
Las cortes ganaban peso frente al gobierno, el senado era electivo, para evitar que los
gobiernos se excediesen al parlamento, este debía reunirse todos los años y como mínimo
celebrar sesiones durante 4 meses seguidos. La milicia nacional retornaba a la constitución.

Durante los dos años que estuvieron al frente del gobierno sus esfuerzos consistían en
liberalizar la economía, articular el mercado, promover el desarrollo. Relanzaron la
desamortización, a ley desamortizadora del 1 de mayo de 1855, diseñada por el ministro de
hacienda Pascual Madoz, saco a subasta pública propiedades rusticas y urbanas. Esto provocó
un conflicto con la reina y con la santa sede que rompió relaciones con el gobierno. La
desamortización municipal expropio las tierras comunales, afectando a los campesinos más
modestos que complementaban sus ingresos con estas tierras.
Para alentar las subastas el gobierno dio facilidades, los compradores de primeras solo debían
pagar el 10% y el resto abonarlo en 14 años. La operación fue un éxito recaudándose en un
año 776 millones de reales. Acabando el bienio liberal, los moderados suspendieron la
desamortización, pero en 1859 la unión liberal reemprendería la desamortización, aunque solo
la municipal, entre 1859 y 1895 las ventas alcanzaron 7.855 millones de reales.

Estos beneficios permitieron al gobierno centrarse en su política ferroviaria, España contaba


con pocos ríos navegables y la red de caminos y carreteras era pésima lo que frenaba el
desarrollo. Los problemas meteorológicos, las grandes distancias y la precariedad de los
medios de transporte hacían difícil la tarea de articula un mercado nacional. Por lo que los
productos se movían a nivel local ya que sino su precio se disparaba. Pero el ferrocarril
permitió que estos productos recorriesen largas distancias en poco tiempo. Pero España no
tenía suficiente liquidez para llevar a cabo todo el tendido eléctrico y el capital extranjero no
tenía alicientes para intervenir. La ley general de ferrocarriles de 1855 resolvió el problema:
facilito los trámites para crear compañías ferroviarias, que recibieron notables subvenciones,
promovió la inversión extranjera y ofreció franquicias aranceladas para la importación de
material. Por otra parte, la ley de sociedades de crédito de 1856 abrió el mercado español al
capital extranjero, instalándose en España notables sociedades de crédito.

Gracias a esto la red ferroviaria dio un salto, en 1865 rondaba los 5.000 kilómetros, a finales de
siglos todas las capitales de provincia estaban conectadas, la última Teruel en 1904.

La liberación del crédito y la construcción del ferrocarril relanzaron la actividad económica de


España, esto se vio complementado por la ley de bancos de 1856 que fundo el banco de
España, con la unión del banco san Fernando e Isabel II, alentó la creación de más bancos que
podían emitir moneda expandiendo la circulación fiduciaria.

Desde el primer momento el gobierno de espartero se tuvo que enfrentar a conflictos sociales,
la guerra de Crimea impidió el paso de trigo de Rusia a europa lo que subió el precio de los
alimentos, esto junto con un brote de cólera dio lugar a motines y protestas por los impuestos
y el precio del pan. En Cataluña con las asociaciones obreras se articuló una movilización en
torno a la libertad de asociación, la elevación de los salarios o la reducción de la jornada. En
julio de 1855 el gobierno ordeno la disolución de las asociaciones obreras, lo que provocó la
primera huelga general de España. Fuer reprimido con dureza por el ejército. Desde finales de
1855 la crisis social se recrudeció, acrecentado por la milicia nacional que pasaba a estar más
ligado al partido demócrata que a la clase media. El 7 de enero de 1856 la milicia nacional se
levantó en varias ciudades contra el gobierno y a favor de la república, en abril hubo motines
en valencia y en castilla donde fueron incendiadas varias fábricas. La conflictividad, el alza
durante junio y julio evidenció la doble naturaleza del gobierno, fruto de pacto entre
progresistas y puritanos. El 14 de junio de 1856 el general O´Donnell ministro de guerra dio un
golpe de estado y asumió la presidencia, ante esto la milicia nacional se levantó en Madrid y
otras ciudades. O´Donnell declaro el estado de sitio, disolvió la milicia y sofocó la insurrección.
En septiembre clausuró las cortes constituyentes y restituyo la constitución de 1845.

El 15 de septiembre un real decreto mantuvo algunos preceptos progresistas: restituía el juicio


por jurado para los delitos de imprenta, prohibía los destierros fuera de la península, disminuía
el número de senadores que podía elegir el rey y limitaba el nombramiento de alcaldes al
gobierno. Quiso mantener las leyes desamortizadoras, pero el programa de O´Donnell era
blando para Isabel II el 12 de octubre la reina le retiro del cargo y puso a Narváez, que trato de
retornar a la situación previa a julio de 1854, derogo el acta adicional a la constitución,
suspendió a desamortización y anulo las disposiciones contrarias al concordato de 1851,
restituyo la ley de ayuntamientos y restringió los derechos fundamentales. En 1857 aplasto la
insurrección de carios centenares de jornaleros y artesanos del pueblo sevillano de El Arahal.
sin embargo, tras el bienio progresista, los moderados seguían tan divididos como lo estaban
en 1854: Narváez cayó en octubre de 1857 y le sucedieron dos breves gobiernos. Hasta que
Isabel vio que la división entre los moderados les impedía gobernar y volvió a llamar a
O’Donnell que habia fundado la unión liberal.

2.3. El gobierno largo de la unión liberal

Los antecedentes de la unión liberal son los sectores más centrados de los partidos progresista
y moderado. Los puritanos que acabaron desgajándose del bloque moderado y acercándose a
los progresistas más templados. Estos dos grupos emprendieron gestiones en 1854 para
formar partido y ocupar el centro político de este acuerdo nació la unión liberal, como todos
los partidos de la época era una agrupación de notables liderada por O´Donnell.

LA unión liberal llego al poder por el hundimiento del partido moderado. Sin embargo, el
gobierno de O´Donnell fue el más longevo del reinado de Isabel II de junio de 1858 hasta
febrero de 1863.

O´Donnell reemprendió la desamortización civil iniciada en 1855 y que habia bloqueado


Narváez, aunque dejó en suspenso la desamortización eclesiástica. Aprovechó la liberalización
emprendida durante el bienio para reactivar la economía: expansión del ferrocarril, plan de
inversiones de 1859, reforzaba la inversión en obras públicas, fomentar la marina, construir y
renovar puertos y desarrollar el tendido del telégrafo eléctrico, la red de carreteras.

Fueron años de expansión económica, O’Donnell lo que quería ahora era poner a España en un
plano internacional, en un momento en que las potencias europeas rivalizaban por las colonias
España llevó a cabo acciones diplomáticas y miliares dispersas por el globo que apenas
trajeron ganancias territoriales pero que pretendían alentar el nacionalismo y recuperar
prestigio en europa. La mayor operación exterior fue la guerra de áfrica entre 1859-1860, que
tuvo como motivo el ataque de unos rifeños a la guarnición de Ceuta. El gobierno de España
exigió al gobierno de marruecos que castigase a los culpables, ante la falta de respuesta
desembarcaron en marruecos 50.000 hombres. La ofensiva recibió el apoyo de la prensa y las
clases políticas. Tras varias batallas, el ejército español doblegó al del sultán, ocupó Tetuán,
pro gran Bretaña se negó a que controlara el sur del estrecho y a cambio España se quedó con
Ifni. A principio de 1863 lo que unía progresistas y moderados comenzó a disolverse, debido a
que O’Donnell tomo posiciones más conservadoras debido a la insurrección de 1861, que
pedía la república y también en parte por Isabel II. Al comenzar 1863 los progresistas
comenzaban a alejarse, y O’Donnell les dio más poder lo que inquietó Isabel II que comenzó a
conspirar contra O’Donnell. El 27 de febrero de 1863 incapaz de controlar la descomposición
de la unión liberal y convencido de que habia perdido la confianza de la reina dimitió.

2.4. La crisis de la monarquía isabelina

Tras la caída de la unión liberal Isabel II entrego el poder a los moderados, la monarquía n se
apoyaba en los progresistas porque intentaban limitar cada vez más su poder, además la
camarilla de palacio que cada vez tenía más tonos neocatólicos acrecentaba la división. Los
neocatólicos querían restaura el poder de la iglesia y de la monarquía, suprimiendo todo atisbo
de influencia liberal. La influencia de esta camarilla en la reina se hacía notar cuando
constituyo sus últimos gobiernos.
En 1863 los progresistas, decidieron retraerse y no volvieron a participar en las elecciones en
lo que quedaba de reinado. Al renunciar a ganar el poder en las urnas, los progresistas
anunciaban que solo les quedaba la vía de las armas. Ya no solo querían tomar el gobierno,
sino que querían derrocar a Isabel II ya que ella lesa habia relegado de la política.

El partido moderado se habia mostrado incapaz de gobernar en 1858 y ahora no pasaba una
mejor etapa, la división interna hizo que Isabel II recurriera a Narváez el 10 de abril de 1865,
una protesta estudiantil fue reprendida por el ejército de manera desproporcionada de tal
manera que Narváez en junio de 1865 dimitió.

Le reemplazó O´Donnell, al frente de un gobierno unionista que auguraba cierta apertura


liberal. Pero a estas alturas los progresistas ya estaban metidos en estrategias insurreccionales.
En enero de 1866 Prim encabezó un pronunciamiento, que el gobierno desbarato. El 22 de
junio se sublevaron en Madrid los sargentos y suboficiales del cuartel de san gil, que dio lugar a
una revuelta urbana, Isabel II exigió un castigo ejemplar, setenta individuos fueron fusilados.
Pero la dureza del castigo no calmo a Isabel que venía venir una mera revolucionaria que
apuntaba a la monarquía. En julio de 1866 quitó a O´Donnell y llamo de nuevo a Narváez, harto
de los vaivenes de palacio O´Donnell abandonó España y se instaló en el sur de Francia.
Narváez suspendió las cortes y las garantías institucionales, depuro el ejército y las
administraciones, cerro la prensa de la oposición y desterró a quienes manifestaban la menor
disidencia. Su ministro de fomento, Manuel orovio, cumplió el concordato y depuro la
educación haciendo valer la doctrina católica en la educación.

En 1866 el banco británico Overend & Gurney quebró y cortó el suministro de capital
extranjero al ferrocarril y extendió el pánico entre los inversores, la bolsa se desplomó y
multitud de bancos cerraron.

La quiebra del sistema financiero colapso la economía, la inversión cayó, el crédito se contrajo,
muchas empresas cerraron y el paro aumento. La depresión redujo los ingresos de la hacienda
y el déficit se disparó. El descenso del consumo afecto a la industria catalana. Esta crisis
financiera coincidió con una crisis agraria que aumento el precio de los productos
expandiéndose el hambre y aumentando la mortalidad. La suma de estos factores avivo el
malestar social. La crisis del sistema económico isabelino fue pareja al creciente aislamiento
de la reina. Narváez murió en abril de 1868 cuando aún ocupaba la presidencia del consejo de
ministros.

Mientras la oposición se iba organizando. A lo largo del reinado de Isabel II el progresismo se


fue debilitando su sector más conservador desembarcó en la unión liberal y su ala izquierda se
unió al partido demócrata. Cuyo discurso radical tenía más calado entre las clases populares.
Los progresistas conscientes de su debilidad en el pronunciamiento de 1866 buscaron
apoyarse en los demócratas, en agosto en la ciudad belga de Ostende, ambos partidos
acordaron trabajar juntos para derrocar a Isabel II. La mayoría de los demócratas abogaba por
la democracia, pero los progresistas dejaban esa cuestión para cuando se crease una asamblea
constituyente cuando triunfara la revolución.

En julio de 1868, la unión liberal se sumó al pacto, dirigido ahora por el general francisco
serrano se unió a la alianza insurreccional, a la que aportó un importante contingente de
mandos militares. Con la suma de los unionistas en el verano de 1868 la coalición
revolucionaria alcanzo un perfil similar al de 1854: liberales y conservadores unidos para
derrocar a la reina.
3. El sexenio democrático: 1868-1874

La revolución estallo el 17 de septiembre de 1868, el ejército y la armada se sublevaron en


Cádiz dirigidos por el líder progresista el general Prim y el almirante unionista Topete. Después
el levante, Cataluña y Andalucía se unieron a las alzadas. Alentada por los demócratas y el
descontento general por la crisis, se unieron cada vez más ciudadanos a la causa, se
denominaban voluntarios de la libertad. El 28 de septiembre las tropas sublevadas se
impusieron a los que apoyaban a la reina, Isabel II tuvo que irse al exilio a Francia. Se formó
una junta provisional el Madrid asumiendo e poder ejecutivo hasta la constitución de un
gobierno provisional, el 8 de octubre de 1868, fue presidido por Francisco Serrano, líder
unionista.

3.1. Gobierno provisional y la regencia de Serrano

Que la jefatura del gobierno provisional recayera sobre un militar de la derecha liberal,
evidenciaba que la revolución no quería tocar el orden social. Aun así, quien controlaba el
gabinete era Prim, en el que figuraban los principales notables. Los progresistas consiguieron
una ventaja estratégica, se situaban en el centro entre los dos partidos: demócratas y
unionistas.

A pesar de que permanecieron fuera del gobierno los demócratas influyeron en la vida política,
ya que, a pesar de haber un gobierno provisional, seguían existiendo las juntas, juntas que
acogieron el programa democrático. Tras arduas negociaciones, aceptaron disolverse mientras
el gobierno aceptara una amplia gama de derechos fundamentales.

Poco después la coalición revolucionaria se rompió, cuando los unionistas y progresistas


anunciaron su defensa de la monarquía como futura forma de gobierno. En este momento los
demócratas se dividieron entre los republicanos y los cimbrios que consideraban que una vez
aceptados los derechos fundamentales la monarquía era compatible. En las elecciones de
enero de 1869 los monárquicos lograron 236 votos los republicanos con 85 se convirtieron en
la fuerza de la oposición. Las cortes aprobaron el 6 de junio de 1869 una constitución
democrática, en la que la nación era la única soberana y en laque su forma de gobierno era la
monarquía, la cual tenía más limitados sus poderes con respecto a textos anteriores. A la vez
que las cortes ganaron autonomía, el rey debía convocarlas como tarde el 1 de febrero y
deban reunirse al menos 4 veces al año, congreso y senado eran electos por los ciudadanos. El
rasgo más característico de la constitución de 1869 fue su extensa declaración de derechos,
influencia del partido demócrata. Esta constitución obtuvo el sufragio universal masculino.

Junto a derechos anteriormente aceptados aparecieron otros nuevos como la libertad de


reunión, asociación, la inviolabilidad del domicilio, etc. y por primera vez la libertad de cultos,
el gobierno provisional expulso a los jesuitas del país, legalizo el matrimonio civil, incauto
archivos, bibliotecas y bienes culturales del a iglesia. Secularizó los cementerios, obligo al clero
a jurar la constitución y reemprendió el proceso desamortizado: los conventos fundados tras
1837 fueron disueltos y sus propiedades desamortizadas. Con el fin de extender al máximo la
instrucción pública, todo español fue autorizado a fundar centros de educación in previa
licencia, después eran convalidados por un tribunal oficial, esto aumento el número de centros
educativos. La constitución también promovió la autonomía municipal, al disponer que los
alcaldes serian elegidos por los concejales.

La política económica del gobierno provisional dirigida por le ministro de hacienda Laureano
Figuerola, pretendía eliminar las trabas a le libre comercio y a la circulación de la riqueza.
Figuerola abolió el impuesto de consumos, un impuesto que recaía sobre productos básicos y
al encarecer los bienes de subsistencia provocaba motines populares con frecuencia. Para
compensar la baja recaudación Figuerola impuso un impuesto sobre la riqueza familiar que
fracaso por la ineficaz administración tributaria, de modo que creció el déficit de la hacienda
pública. En la política comercial las cortes aprobaron el 12 de julio de 1869 un nuevo arancel
que derogaba la prohibición de comerciar con los países latinoamericanos y rebaja el arancel
existe a la importación. Lo que se pretendía era abrir la industria al mercado exterior, sin
embargo, al rebajar los aranceles provocó mal estar en la industria catalana. LA liberación
económica alcanzo la minería, al igual que habia ocurrido con el ferrocarril la administración
simplifico los trámites para concesiones mineras, que adquieran de carácter perpetuo a
cambio del pago del canon al estado, abriendo la puerta al capital extranjero, lo cual impulso la
minería española. El 19 de octubre de 1868 la peseta, una moneda de 5 gramos de plata se
convirtió en la divisa nacional, esto ayudo a España a integrarse en la unión monetaria latina,
no obstante España nunca llegó a sumarse a esa unión.

El gobierno provisional abolió los consumos, pero no pudo abolir las quintas, la guerra de
independencia de cuba comenzó el 10 de octubre de 1868, cuando el terrateniente Carlos
Manuel Céspedes proclamo la república independiente de cuba. Aun existí la esclavitud y
céspedes la abolió logrando si el apoyo de los liberados, pero a la vez se retiró el apoyo de los
criollos que tenían mano de obra esclava, fue una guerra de desgaste que obligó a España a
tener un sobreesfuerzo presupuestario, que acabó quebrando la hacienda pública. La guerra
finalizo en 1878 con la firma de la paz de Zanjón.

El 18 de junio de 1869 el general serrano fue nombrado regente del reino a la espera de que el
parlamento eligiera a un titular de la corona. El general Prim pasó dirigir el consejo de
ministros. Al acabar el verano de 1869, el gobierno afronto un conato de insurrección
republicana. En las elecciones de 1869 los republicanos vencieron en una veintena de capitales
de provincia.

La republica sobre todo tuvo éxito entre los jornaleros del campo que veían una república
como un cambio económico y social, en el cual ellos iban a poder disfrutar de mejores
condiciones de vida y de un reparto de la tierra. Ya hubo conatos de sublevación republicana
en Cádiz y Málaga en 1868 y en marzo de 1869 estallaron sendos motines en Paterna y erez,
entre septiembre y octubre de 1869 la insurreccion se extendió por Cataluña, Andalucía,
Aragón y levante. El gobierno suspendió las garantías constitucionales y recurrió al ejército
para sofocar as revueltas, a finales de octubre la rebelión fue aplastada.

La conflictividad social sigue latente, no solo por la agitación republicana sino por el clima
extendido de malestar social a causa de las secuelas de la crisis económica de esta década. A
esto se sumaron los conflictos industriales modernos, protagonizados por obreros cada vez
más organizados que exigían la reducción de jornada, la subida salarial o las mejores
condiciones de trabajo. La asociación internacional de trabajadores dio un impulso al
asociacionismo obrero. Nacida en Londres en 1864 la internacional tuvo pronto dos
tendencias, el socialismo de Marx y Engels y el anarquismo de bakunin. En mayo de 1869 se
fundó la primera sección española de la internacional y en julio de 1870 se celebró el primer
congreso de la federación regional española de la asociación internacional de los trabajadores.
Finales de 1872 contaban con 30.000 filiados en todo el país, un tercio de ellos en Cataluña.
Esto despertó un miedo entre los propietarios de empresas, elites y clases medias. Miedo a un
movimiento obrero organizado que se uniera a la creciente conflictividad social y desembarca
en una revolución social. El miedo se acrecentó tras la comuna de parís en 1871, de ahí que las
cortes el 16 de octubre de 1871 acordaran ilegalizar la internacional. Y aunque el tribunal
supremo anuló dicha disposición, los gobiernos reprimieron con dureza el asociacionismo
obrero y suspendieron las garantías constitucionales, anulando los derechos fundamentales de
esa constitución.

sancionada la constitución de 1869 el gobierno de Prim buscó un candidato a trono español,


los unionistas optaron por Antonio Maria de Orleans, duque de montpensier, hijo de luis Felipe
de Francia. Pero en 1870 Antonio Maria de Orleans mato en duelo a enrique de borbón y dos
Sicilia hermano del marido de Isabel II y su candidatura perdido fuelle. Progresistas y
demócratas tantearon casas europeas, primero pensaron en Fernando de Coburgo, ex rey
consorte de Portugal, pero rechazó la propuesta. Después en Leopoldo de hohenzolern-
sigmaringen, hijo del rey de Prusia, pero Francia enmiendo ser rodeada presiono a España para
que retirase su candidatura, lo que luego llevo a Francia a la guerra con Prusia. Un grupo de
progresistas ofreció la corona a Baldomero espartero que la rechazó. Por ultimo Prim tanteo a
amadeo de Saboya hijo de Víctor Manuel, primer monarca italiano, acepto la corona. U
candidatura fue refrendada por las cortes el 16 de noviembre de 1870. Desembarco en España
el 30 de diciembre de 1870, el mismo día su valedor el general Prim murió por un atentado.

3.2. La monarquía de Amadeo I

El general serrano presidio el primer gobierno de amadeo I, en el que participaron todos los
monárquicos: unionistas, progresistas y demócratas, pero que tras nueve meses se dividirían
en dos grandes bloques. Muerto Prim el partido progresista se partió a la mitad, las más
conservadores se unieron a la vieja unión liberal y bajo el mando de Sagasta crearon el partido
constitucional. Sagasta era más conservador por lo que era refractario pactos con la izquierda
democrática o republicana.

Los progresistas y demócratas se unieron al partido radical presidido por Zorrilla, al contrario
que Sagasta consideraba que la pervivencia de la monarquía pasaba por la izquierda. Creía que
una monarquía plenamente democrática atraería a los republicanos que cada vez se hacían
más fuertes. Por esa razón el partido radical asumió el programa de los demócratas y conto
con la benevolencia de los dirigentes republicanos. Coalición estratégica en la que se acabó
imponiendo el aliado más fuerte: a final los radicales estaban merced de los republicanos.

Sagasta y zorrilla fueron incapaces de entenderse, de establecer un sistema departido en el


que se pudieran alternar pacíficamente. Esto fue por sus ideologías cada vez más distantes
como que ambos querían liderar lo que antaño fue el progresismo. El resultado fue
inestabilidad política, en poco mas de dos años se sucedieron seis gobiernos. A serrano le
sustituyo zorrilla en julio de 1871, vino después una serie de gabinetes del partido
constitucional presididos por Malcampo octubre-diciembre 1871, Sagasta diciembre 1871-
mayo 1872, serrano mayo-junio 1872 zorrilla que gobernó de junio de 1872 a febrero de 1873.
A lo largo del periodo hubo tres elecciones a las cortes en marzo de 1871, abril de 1872 y
agosto de 1872, vencieron en las tres los gobiernos que las convocaron.

Los principios defendidos por la constitución de 1869 eran penamente democráticos, entre la
clase política que gobernó con amadeo I habia pocos demócratas convencidos, por lo que las
practicas electorales que habia con Isabel II siguieron vigentes. Trasmitía su orden a los
gobernadores civiles y estos a los alcaldes y caciques, lo que permitía controlar las votaciones.
La lucha entre constitucionales y radicales dificulto la institucionalización de la monarquía de
amadeo I. no solamente la izquierda se oponía al rey extranjero, sino que la derecha también,
pues la iglesia veía con malos ojos que gobernara en España el hijo del rey que acabo con los
estados pontificios, relegando a papa a él vaticano. Los partidarios del regreso de los borbones
se reunieron en torno a Cánovas del castillo que consideraba inviable la vuelta de Isabel II por
su pasado, y consigue que relegase su derecho al trono en su hijo Alfonso. La mayoría de los
que apoyaban a Alfonso hicieron el vacío a la monarquía de Saboya, el día que el rey entro en
Madrid, la aristocracia cerro los balcones y no fueron a los actos de palacio. Poco a poco se
unirían más apoyos a la causa Alfonsina.

Los carlistas combatieron la nueva dinastía, en abril de 1872 el autoproclamado Carlos VII, jefe
de los carlistas, penetro en España. Al inicio de la guerra los carlistas tuvieron pequeñas
paridas guerrilleras en navarra, el país vasco, Cataluña y Aragón. A medidos de 1873 reforzadas
sus posiciones ocuparon parte de navarra y el país casco e importantes enclaves en el pirineo
catalán. Los carlistas levantaron un pequeño estado con capital en Estella, no pudieron
expandirse más allá del Ebro, la guerra finalizo en 1875 en el frente catalán y en 1876 en el
frente vasco-navarro.

Amadeo abdico el 11 de febrero de 1873, el detonante su discrepancia con su último


presidente, zorrilla. Fue la lucha entre los partidos lo que hizo inestable la corte, los gobiernos
y la monarquía.

3.3. La primera república

El 11 de febrero de 1873 tras la renuncia de amadeo I el congreso y el senado reunidos en


asamblea nacional asumieron todos los poderes declarando como forma de gobierno la
república. Fue una decisión requerida con urgencia, pero ilegitima, pues las cámaras no podían
reunirse, prohibida en la carta fundamental de 1869. En las elecciones de agosto de 1872 el
partido radical obtuvo 274 diputados unidos a otros 25 de diferentes familias monárquicas
sumaban 299 frente a 80 republicanos

Los republicanos federales querían transformar radicalmente el estado español, reconstruirlo a


parte de la federación de estados que corresponderían a las regiones, las cuales tendrían sus
propios poderes ejecutivo, legislativo y judicial, además de una amplia lista de competencias
políticas, por el contrario, los unitarios dentro de los republicanos, querían preservar la unidad
de España y solo transformar la jefatura del estado. El 11 de febrero de 1873 los republicanos
eran minoría en las cortes, pero pudieron proclamar la republica gracias al respaldo del partido
radical, apenas tenían otra opción: la abdicación de amadeo habia dejado un vacío de poder,
no podían buscar en el extranjero era inviable y el retorno de los borbones significaría el fin de
la revolución de septiembre. Así radicales y republicanos participaron juntos en un gobierno de
concentración.

El mismo 11 de febrero la asamblea nacional proclamo Estanislao Figueras presidente del


poder ejecutivo de la república. Incluyo en su gobierno a los principales republicanos. El pacto
entre radicales y republicanos duró unas semanas. Ambos relegaron la cuestión de la
organización estatal a futuras cortes constituyentes. Los radicales concebían el federalismo
como el caos y la insurrección, querían que el tránsito de monarquía a republica fuera lo
menos caótico posible.

Cuando Figueras anuncio que defendería en las futuras cortes constituyentes la causa federar,
los radicales junto con otros partidos monárquicos tramaron un golpe de estado que debía
llevar a la presidencia de la republica a Serrano, pero fue abortado el 23 de febrero, en marzo
el gobierno disolvió las cortes el 10 de mayo de 1873 se celebraron elecciones a cortes
constituyentes unicamerales. Los monárquicos bajaron frente a los republicanos con 343
escaños frente al 31 del resto de minorías. La abstención llegó al 60 % del censo. El 8 de julio
las cortes proclamaron la república federal, dos días después Figueras dimitió.

A lo largo del gobierno de Figueras lidio con la presión conspirativa de monárquicos, la guerra
carlista y la cubana, con una hacienda en crisis. Pero la razón de su dimisión fue la división del
federalismo. Los federales sabían que era necesaria la revolución para obtener un estado
federal, para ello debían reunirse en juntas locales, después en provinciales y estas a su vez en
regionales que después se federarían en una junta central. Dicha junta convocaría a las cortes
constituyentes que ratificarían el pacto federal. La insurrección formaba parte del programa de
los federales, la republica debía constituirse de abajo, arriba. También apostaban por la vía
insurreccional quienes creían que el advenimiento de la federal debía traer consigo cambios
económicos y sociales. Pero la primera república llego a causa de las circunstancias, e
instituyeron la república federal de arriba abajo, los republicanos partidarios de la
insurrección, insurgentes, recelaron de la república, que la veían como un cambio de dirigentes
y no una trasformación socioeconómica.

El gobierno de Figueras desde el principio tuvo problemas con los insurgentes, cuando se
constituyó la republica los campesinos protagonizaron en montilla un motín que derivo en
asesinato de notables locales y la ocupación de tierras extendiéndose por otras localidades
andaluzas. En marzo los catalanes declararon el estado catalán dentro de la república federal.
El gobierno negocio con los insurgentes, pero no consiguió nada, Figueras no soporto la
presión en las filas republicanas y dimitió el 10 de junio. Le reemplazo Francisco Pi i Margall

Poco después de asumir el cargo, presento a las cortes un proyecto de constitución federal de
la república española, sus derechos similares a la constitución de 1869, disponía separación
entre iglesia y estado y que ninguna administración pudiera subvencionar ningún culto. Abolía
los títulos de la nobleza. Su principal articulo dividía a España en estados. Cada estado podía
elaborar una constitución y tendría sus propios poderes ejecutivo, legislativo y judicial. El
estado federal se reservaba importantes competencias generales como las relaciones
exteriores, ejercito, moneda, comunicaciones, gobierno de las colonias o la sanidad. El
presidente de la republica elegido por sufragio directo responsable del equilibrio entre los
estados de la federación. Cortes bicamerales, pero el senado elegido por los estados crecía de
iniciativa legislativa y su principal función era comprobar la constitucionalidad de las leyes.

La comisión constitucional de las cortes publico el dictamen de proyecto de constitución del 17


de julio, pero a estas alturas los intransigentes habían decidido acelerar el proceso federal
desde las bases. En junio se constituyó en Madrid el comité de salud pública, organizo una
insurrección en varias ciudades para después extenderse a nivel nacional. Se extendió por
Andalucía y el levante, aunque llego algunas ciudades de castilla. Agotadas las vías para
persuadir pacíficamente a los rebeldes, Pi i Margall, no quiso recurrir al ejército para reducirles
por la fuerza y dimitió. El 18 de julio le reemplazó Salmerón, el nuevo presidente envió a los
generales Arsenio Martinez Campos y a Manuel pavía a sofocar la insurrección, en septiembre
la revuelta habia sido dominada. Cartagena resistió hasta el 11 de enero de 1874. Salmerón
quería abolir la pena de muerte, las cortes aprobaron el 9 de agosto de 1873 una ley que sin
abolirla permitía indultarlos, pero el ejército creía que era eficaz en casos de deserción.
Presionado por los militares para sancionar dos penas de muerte, salmerón dimitió el 7 de
septiembre de 1873. Le sucedió Emilio Castelar, convertido al republicanismo unitario. Castelar
pretendía una república conservadora que combinaría libertad y seguridad. Desde 20 de
septiembre hasta el dos de enero, Castelar gobernó por decreto, con las garantías
constitucionales suspendidas. Su defensa del orden le valió el respaldo del ejército, que se
habia apartado de la república por el desorden y la indisciplina. Pero esto enemisto a Castelar
con los republicanos que le consideraban un dictador. A principios de enero de 1874 regreso a
las cortes para obtener un voto de confianza a su política. Dada la mayoría parlamentaria
federal, resulto que el ejecutivo salió derrotado.

Ante la inminente constitución de un nuevo gobierno federal, durante la votación de moción


de confianza la general pavía envió un destacamento militar al congreso que disolvió las
cortes.

Pavía no quiso asumir la presidencia de la república, sino entregar el poder a una coalición que
iba desde republicanos hasta Alfonsino, pero ninguno de los dos partidos quiso participar, en
esta situación abierta tras el golpe de estado, fue el general Serrano quien asumió la
presidencia del poder ejecutivo de la república y estableció una dictadura republicana, de
orden sostenida por el ejército. suspendió las garantías constitucionales, disolvió l
internacional; ilegalizó a los republicanos federales cuyos clubes fueron clausurados y sus
periódicos suspendidos. Restiro el orden público, pero no pudo consolidar un régimen de estas
características Serrano delego en febrero de 1874 la presidencia a juan Zavala, a quien Sagasta
reemplazo en septiembre. Antonio Cánovas del castillo iba sumando más apoyos para la causa
Alfonsina, en noviembre de 1873, con 16 años el príncipe Alfonso alcanzo la mayor de edad.
Desde la academia militar de gran retama, publicó un manifiesto en el que se comprometía ser
un rey liberal y sostener una monarquía constitucional que obrara en conformidad con los
votos y la conveniencia de la nación. El 29 de septiembre de 1874 el general Arsenio martinez
campos se pronunció en Sagunto y proclamo a Alfonso XII como rey de España, no provoco
reacción en el ejército cada vez más Alfonsino. Dos días después Cánovas del castillo presidia el
ministerio-regencia en nombre de Alfonso XII.

Potrebbero piacerti anche