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Valentina Ocampo

Prof. Williams
Trabajo de Semestre

El sistema fonológico en el niño y el ambiente social del fonema en


la comunicación
Según Luis Eduardo Álvarez, autor del libro Fonética y fonología del español, el proceso
de adquisición del lenguaje es un proceso indiscutiblemente sorprendente. Parte de esta
adquisición pertenece tanto al campo de la lingüística como al campo de la sicología.
Científicos de ambas ramas lo han analizado desde diversos puntos de vista hasta concluir que
este estudio merecía una nueva denominación: la sicolingüística. En la siguiente explorare la
sicolingüística; su desarrollo desde un punto de vista activo y social, haciendo una
concentración en el sistema fonológico del niño y comprendiendo y analizando la ubicación de
los fonemas en la comunicación .

Del sistema fonológico del niño, Luis Eduardo Alvarez autor del libro Fonética y
Fonología del Español, añade que el mecanismo de adquisición está ligado directamente con el
desarrollo biológico del individuo; al sicólogo le interesa el ligamento que existe entre
determinadas percepciones, a distintas épocas, con las reacciones físico corporales que a medida
que va pasado el tiempo se van asumiendo. Al este, también le interesa la localización,
permanencia y ampliación de estas experiencias en ciertas zonas del cerebro. Al lingüista le
interesa específicamente como se va internalizando el código en forma gradual hasta lograr su
completo dominio. Estas dos ciencias se integran en una para así crear un aprendizaje de la
lengua desde un punto de vista social.

Álvarez reconoce que los primeros meses del niño trascurren dentro de un medio acústico
desorganizado, asistemático. El autor lo describe así: “ El niño está expuesto a infinidad de
experiencias no solo verbales sino de otra índole: música, golpes, ruidos, lluvia ect.. Que, de
todas maneras, conducen a la consecución de un sistema prescindiendo de aquello que no le
sirve, desechando lo que no es estrictamente lingüístico y pasando paulatinamente de un papel
activo-pasivo, dentro de un permanente proceso de creatividad. (Fonética y Fonología del
Español, pg 112) .

Álvarez establece que la imitación es fundamental para el desarrollo. El niño aprende a


usar el baño, la cuchara, y a reproducir algunos sonidos, primero no muy bien pronunciados; con
tiempo y debido al constante roseo o contacto con su familia, el sistema comunicativo del niño
se va volviendo más sólido y aproximado. La imitación sirve pues como factor pero no como
determinante lingüístico. Este razonamiento se debe a que si solo nos concentramos en la
imitación como sustancial, estaríamos negando el poder creativo del niño cuanto el uso del
habla pasa de ser meramente lingüístico para formar parte de la esfera social; una esfera de
mucha interacción y creatividad.

Álvarez también añade que tampoco la sola imitación –repetición bastaría, ya que esta
comprobado que si se somete a un niño encerrado, privado de la realidad, a todas las
experiencias acústicas corrientes, el sistema comunicativo no se adquiere. El ende del desarrollo
fonológico en el niño no es únicamente auditivo. La realidad exterior como marco de desarrollo
es igual de esencial y de importante. De igual forma es bueno que tengamos en cuenta que la
capacidad receptiva del niño está directamente conectada al grado de madurez de los centros
cerebrales que reciben la información. A esto Álvarez declara que : “ A pesar de toda nuestra
capacidad heredada, biológica, dentro de un proceso de millones de años de evolución de la
especie, es necesaria cierta espera en relación con la vitalidad de algunos órganos hasta lograr
cierto adiestramiento” . (Fonética y Fonología del Español, pg 112) .

En el libro Álvarez presenta que uno de los grandes problemas del niño es tratar de
expresar su mundo interior verbalmente. Un niño de dos años por ejemplo, ya posee un marco
descriptivo de su realidad. Este ya ha construido toda una serie de imágenes mentales, bien sea
por que las haya tomado de su entorno o porque él mismo las haya fabricado y desea trasmitirlas
en un momento determinado. El movimiento corporal de sus manos, la vivacidad de su mirada,
las palpitaciones, la respiración, ect.. Contagian al interlocutor de la angustia por la incapacidad
del niño al no poder verbalizar su mundo interno. Esta impotencia lo hace molestarse y rabiarse;
o en muchos casos hacen que el niño cambie el símbolo de lo que quería expresar ( llorar cuando
se encontraba contento) o simplemente desista de su objetivo inicial.

La conversión de las imágenes a símbolos verbales es una tarea muy complicada. Su


configuración oscila desde la silaba caprichosa y espontanea hasta la frase semielaborada o el
sintagma correcto; esta faceta de organización constituyen el terreno de estudio de la lingüística.
Algunos expertos en la materia afirman con acierto como lo asegura Álvarez en Fonética y
Fonología del Español, que los primeros sonidos del niño, no pueden denominarse símbolos
sino señales; puesto que con ellas resuelven todas las situaciones que corresponden a sus
esquemas mentales. Álvarez nos provee un ejemplo en la que el llanto del niño es comparado al
ladrido del perro; aun cuando ambas manifestaciones expresan situaciones diferentes. La etapa
del llanto del niño como protesta o atención pertenece a una etapa prelinguistica, propiamente
denominada balbuceo o lalación, en donde la articulación no existe.

Más adelante, Álvarez concluye que algunos de los problemas que puede experimentar el
niño expuesto a la experiencia acústica que le proporciona el que está utilizando la lengua, es
comparable a la del adulto que oye por primera vez una lengua desconocida. Pero el contra
argumento a esta posición lo advertía Jakobson al decir que las situaciones eran diferentes
puesto que en el caso del adulto existía por lo menos, la capacidad de identificar algunos sonidos
de la lengua extraña con los de la propia, ya que de ellos se guardaba una forma acústica
fácilmente comparable con otras.

Los primeros meses de la evolución del niño asegura Álvarez, se caracterizan por su
espontaneidad lingüística .Ni el tiempo ,ni las circunstancias le impiden la emisión de algunos
sonidos que aunque lingüísticos por lo articulados, en cierta forma pertenecen más al campo del
lenguaje en general que al de la lengua, puesto que están fuera de la contemplación de un código
concreto con sus etapas básicas: codificación( organización) y decodificación (captación).

Coincidencias articulatorias entre un niño y otro en cuanto a la producción de ciertos


sonidos, sin que entre en ellos medie un sistema lingüístico común, remite más a la posibilidad
de establecer ciertas reglas y normas fonológicas con validez universal. Una de estas reglas es el
sistema prelinguistico previo a al uso del sistema de codificación y decodificación lingüística
común. Las posibles coincidencias entre infantes quedan pues establecidas por lo que Luis
Álvarez autor del libro Fonética y Fonología del Español describe como “ Los ensayos
articulatorios del infante dentro de su afán de expresión, por la potencialidad de su aparato
fonador, y no como reproducción voluntaria de los sonidos que ejercita le van a servir como
elementos integrantes del código que pronto aprenderá.” (Fonética y Fonología del Español,
pg.115)

Observamos que el niño va captando progresivamente ciertos elementos del discurso,


aunque no los sonidos todavía, aun aquellos elementos que en la adultez siguen causando
dificultad como la entonación. El niño desde muy temprana edad puede reconocer el tono de su
madre frente a cualquier actitud, a lo cual él responde con algún gesto corporal como la sonrisa o
el llanto angustioso. En dichas situaciones el mensaje como tal no se reconoce y no podrá ser
descifrado por el pequeño; lo que el niño aprende es un tipo de silueta acústica asociada a un
mensaje genérico que induce a una reacción también genérica que sirve como evidencia a una
increíble capacidad de asociación.

Álvarez, nos deja saber que el niño posee la potencialidad para establecer posteriormente
asociaciones mucho más complejas como la del significante con el significado, el sintagma con
los conocimientos mentales y el reconocimiento de los fonemas en cuanto a su poder
diferenciador. Sin embargo, el niño se demora en estabilizar su nivel de significación, Los
fonemas siendo los de más tardío reconocimiento. Este problema ocurre cuando esas unidades
identificadas empiezan a combinarse con distintos contextos para lograr diferentes
significaciones. Con los años el niño empieza a consolidar y estabilizar su proceso de
atomización de la realidad; Solo más tarde en su proceso de crecimiento, el niño empezara a
descomponer simbólicamente toda la gama, utilizando los vocablos que el sistema le impone.
Puede que el vocablo utilizado no sea tan exactamente coordinado como el del adulto; lo
fundamental es que aunque cambie algunos fonemas o los organice irregularmente, se está
manifestando su plano fonológico como conjunto de unidades; ya se han internalizado las
unidades susceptibles de combinación, ya se producen cadenas integradas por fonemas, capaces
de significar.

Álvarez, también establece que a pesar de someter al niño a la repetición de contextos


difíciles o inventados, no ha aparecido en el intento un fonema diferente a los que el sistema
lingüístico maneja. Muchas veces el niño se encuentra fastidiado y aturdido por querer
pronunciar todos los fonemas correctamente; esto produce metátesis y toda clase de fenómenos
fonológicos, pero no aparecen unidades nuevas, como si se han manifestado en el lexical. Una
vez el niño ha aprendido el manejo de las unidades apropiadamente , no regresara a situaciones
articulatoria de la fase prelinguistica.

La adquisición del plano fonológico de la lengua no es un hecho separado del conjunto (


sistema linguistico). Aquel va desarrollándose simultáneamente con este. El plano fonológico
como ya he expuesto, se da por adquirido cuando ya se pueden producir suficientes contextos en
donde intervengan todos los fonemas de la lengua. Claro está que el reconocimiento vivo de este
plano no se logra ni cuando ya se posee el sistema. El adulto no lo reconoce sin algún estudio
investigativo en la materia; razón por la cual siempre tenemos que tener en cuenta la diferencia
entre la adquisición y el reconocimiento.

Todos los fonemas están dentro de unos conjuntos, Según Álvarez la emisión de estos
depende de la adquisición de los conjuntos; pero no se requiere de la posesión de muchos
conjuntos para la reproducción de todos los fonemas. Por el contrario, el almacenamiento y
reproducción del léxico ,la frecuencia con que se utiliza, la forma como se ligan a la realidad ,el
nivel de dificultad con que se van adquiriendo y su posición dentro del sintagma pertenecen al
campo de la semántica.

Frente a la ubicación de los fonemas en la comunicación, Luis Eduardo Álvarez autor


del libro Fonética y Fonología del Español establece que hablar implica la posesión de unas
experiencias que previamente se han depositado en el cerebro. El constante accionar dentro de
una realidad concreta y el contacto permanente con el mundo exterior ha permitido la
adquisición de una serie de vivencias que constituyen el borde sicológico sobre el cual se ha
desarrollado nuestro pensamiento y por consiguiente muestra propia evolución.

Los sentidos que poseemos son los canales por los cuales experimentamos el mundo
exterior. Dicha información se deposita en el cerebro como ya fue dicho, logrando así una
representación mental que crea lo que llamamos percepciones. Todas estas percepciones forman
los esquemas de nuestro mundo real. Nuestro pensamiento se convierte en la maquina
procesadora de nuestras vivencias. Se empieza entonces a sentir una necesidad de comunicar y
de compartir ese pensamiento. Álvarez dice así: “Simultáneamente con el desarrollo de las
trasformaciones mentales se ha adquirido por las vías auditivas unas sensaciones que han ido
ligándose a los conceptos en formación, inicialmente a través de cosas aisladas en el niño, con
las que el resuelve indistintamente toda clase de situaciones” (Fonética y Fonología del Español
,pg 104) Lo que desea comunicar Álvarez, es que por medio de los conceptos ya establecidos en
el cerebro ( producto de nuestras experiencias y aprendizaje- percepciones del mundo) se
establece un sistema . Un sistema de alta recepción y reproducción que acepta la formación de
estructuras y que crea nuevas. Este dominio del sistema es solo posible cuando se materializa la
adquisición previa de las unidades fonológicas (aquellas aprendidas en clase) y es así como la
comunicación nace.

El habla se manifiesta por colaboración, no se habla si no se necesita nada, a no ser que


se trate de un ejercicio articulatorio especial. En el álbum de fonética acústica Quilis nos
presenta el proceso de comunicación de la siguiente manera:

Hablante Ondas Oyentes

Cerebro- órganos articuladores……………..Órganos auditivos - Cerebro

I II III IV V

(Fonética y Fonología del Español ,pg. 105)

El cerebro recibe y percibe las impresiones, sin las cuales sería imposible el envió del
mensaje. Aquí se cumple la primera etapa descrita en el esquema .Luego, a través del nervio
recurrente y por un conducto de neuronas, presiona el diagrama y los músculos intercostales
para que el aparato fonador empiece su funcionamiento; satisfaciendo la segunda etapa. Estas
dos primeras etapas corresponden al hablante o al emisor. La materialización de esas ideas o
emociones se traduce en ondas acústicas que conforman la tercera parte del diagrama y que se
transmiten a determinada velocidad según la densidad del medio (340. Mts . por segundo
aproximadamente en el aire) .la cuarta y quinta estación se producen en el oyente o receptor .En
estos las ondas impresionan su sistema auditivo y por medio de impulsos neuromotores la
sensación llega al cerebro, se descifra , se descodifica y el mensaje se capta. El código que se
emplee deberá ser común para ambos. El ciclo se repite.

Este sistema es una estructura común entre hablante –oyente, que es el cerebro, en el que
se depositan las experiencias. Esas experiencias según lo indica Álvarez, “se van ligando
paulatinamente a prácticas lingüísticas que exigen para su envió oral el funcionamiento de un
aparato fono auditivo cuyo análisis nos remite al campo de la fisiología.” (Fonética y Fonología
del Español pg 106).

Los fonemas se insertan en el campo de la lengua, los sonidos en la del habla: aquellos
son del dominio del significado, estos del significante; Los primeros son abstractos, los segundos
concretos como lo indica Alvares en el siguiente esquema:

Etapas: I-V - Fonología-lengua-significado-abstracto-Fonemas


Etapas: II-III-IV –Fonética-habla-significante-concreto-sonido
(Fonética y Fonología del Español, pg. 106)

Referente al esquema previo, Álvarez añade que “Pensar que el fonema esta en el
cerebro es insistir en que la lengua está compuesta de estas unidades, porque no se presentan
como ruedas sueltas sino insertas en segmentos mayores en innumerables contextos que
guardamos (palabras) hasta cuando se presente la oportunidad de materializarlos.( Fonética y
Fonología del Español, pg 106).

Álvarez describe al sonido como “un complejo articulado y acústico que forma una
unidad con un contenido mental. Lo que se expresa es una forma de instrumentalizar el
pensamiento de tal manera que ambos hechos expresión-pensamiento son dos momentos de la
actividad lingüística” .( Fonética y Fonología del Español, pg 107).

Se establece entonces una parte lingüística y otra social; la primera en cuanto


manifestación del pensamiento por parte de un integrante del grupo; la segunda en lo que abarca
a la comunidad que se genera por el hecho de utilizar un sistema lingüístico común. El trabajo,
en sentido sociológico establece Álvarez, “ Consolida el proceso social y la lengua asegura la
supervivencia de esa comunidad Cuando los hablantes hacen uso de su lengua están
produciendo más o menos los mismos sonidos ,de todos modos los mismos fonemas, asociados
a significaciones más o menos idénticas.” .( Fonética y Fonología del Español, pg 107).

La lengua según el autor , se encuentra en el cerebro de cada uno de los hablantes y se


refiere a la capacidad que se tiene de captar y producir cualquier tipo de estructura así se tenga
un inventario lexical diferente como producto de las experiencias personales. Del léxico se
podría decir, que este está formado por la suma de patrimonios individuales que, desde luego
tienen una plataforma común. Álvarez nos provee el siguiente ejemplo: “Entre un científico
nuclear y un lustra botas existe una diferencia en cuanto al léxico particular que corresponde a
cada una de las profesiones pero existe algo en común, muchísimo, que les permite sostener una
comunicación sobre diversos aspectos de la vida corriente. ambos conocen la lengua, entendida
como un sistema de reglas que permite la formulación de cualquier enunciado.” .( Fonética y
Fonología del Español, pg 107).

La distinción entre la lengua y el habla no podría ser mejor explicada que por medio de la
teoría y características planteadas por Saussure, algunas de estas características son:

1. La lengua es sicológica; el habla es sicofísica. El código reposa en cada uno de los


hablantes .En el momento de ser utilizado, el proceso es físico y fisiológico. Cuando no estamos
hablando poseemos la lengua de todas maneras. Alguien que no pueda hablar por una u otra
circunstancia pero que pueda entender lo que oye, posee la lengua más no el habla.

2. La lengua es colectiva, el habla es individual. Un sistema lingüístico no puede tan solo


pertenecer a alguien en particular, precisamente es la lengua uno de los rasgos definidores de una
comunidad en el campo antropológico. Su utilización, es lo que se denomina como espontanea e
individual. Se hace uso de ella no solo cuando se nos antoja sino también cuando queremos
expresar algún concepto en particular de forma diferente y exclusiva al de otra persona.

3. La lengua es permanente, el habla emisfera. Esta característica no es sino una


consecuencia de la primera. Cuando el aparato fonador cesa en su funcionamiento, se acaba su
materialización; el habla termina pero la lengua permanece.

4. La lengua es un código, el habla es la codificación de un mensaje. Un código es una


serie de símbolos que el usuario organiza para enviar una información.(señales, gestos, palabras
ect..)

5. La lengua es estática, el habla dinámica. Si el código fuera solamente solo escrito y no


estuviera sometido a las variaciones que se encuentran en el habla, su cambio fuera sumamente
lento o, tal vez, no se produciría. Las circunstancias fonéticas de toda índole, el menor esfuerzo,
la economía y otras mil razones hacen que la funcionalidad de la lengua, a través, del habla sea
un ejercicio dinámico. Si por alguna razón nos quedáramos callados por diez años la lengua no
sufriría ninguna trasformación. Los cambios de esta son posibles gracias a los fenómenos
fonéticos que ocurren en su materialización. Es necesario que la variación se consolide como
hecho por parte de los hablantes para que su huella aparezca en el campo escrito.

6. la lengua es potencia, el habla es actual. La lengua está depositada en espera de


actualización, de materialización, a través del aparato fonador (habla).

Estos conceptos sirven también para que en el contexto activo identifiquemos al


significante y la significador .A la serie de sonidos con que se rotula algo ,se le denomina
significante; lo que se evoca ,el concepto al que está ligado es le significante.

Álvarez afirma que : “ La extraña sensación acústica cuando se nos habla en una lengua
desconocida se queda en el plano de la contemplación o del fastidio, justamente por la
imposibilidad de ligar cada uno de los significantes a ciertos conceptos hasta establecer un
contenido de conciencia; se está recibiendo solamente una cara del signo lingüístico ,en ningún
caso suficiente” (Fonética y Fonología del Español, pg 110).

En conclusión, El sistema fonológico del niño; es un sistema que está ligado al proceso
de aprendizaje por medio de la repetición y de la imitación para la adquisición de un denominarte
universal ( sistema lingüístico colectivo) con el cual ellos se puedan comunicar. A su vez, este
desarrollo también depende de las circunstancias en las que se encuentre el niño. Su entorno ,su
realidad que forma parte de su experiencias es igual de esencial e imprescindible; sin estas el
niño no podrá obtener el sistema fonológico apropiado. El niño pasara a balbucear ,un estado
prelinguislico, para así ir aprendiendo los fonemas adecuados hasta pronunciar oraciones
completas y concretas. Una vez el niño obtenga el conjunto de unidades requeridas; pasara a ser
más creativo y su entendimiento vendría siendo más una comparación entre el significado y el
significante; que de los aspectos fonéticos y fonológicos de la lengua y el habla. Gracias al gran
poder de asociación que posee el infante, esta relación entre significado y significante se irá
haciendo más fácil a medida que vaya pasando el tiempo. Desde muy temprana edad el niño
empieza a ser uso de estas asociaciones con los gentos que su madre le provee( sonrisa-
felicidad, ect..) . El autor concluye así pues, que el sistema fonológico del niño comprende un
ende sicológico y lingüístico que ha creado una nueva rama de estudio, la sicolingüística. En el
ambiente social del fonema en la comunicación, se entiende que el niño/persona recogerá la
información base de sus experiencias y aprendizaje en el cerebro, el centro que coordina todo en
nuestro cuerpo, y que a partir de este organizará lo que desee comunicar. Este deseo forma parte
de nuestra interacción y el crecimiento biológico de nuestra propia evolución. Evolución que
nos llevo a formar pueblos que desarrollaron características; una de estas siendo el habla. A
partir de la producción de sonido ,la reproducción y percepción de este nace la lengua y con esta
el habla ; que aunque muy similares abarcan cosas muy distintas como ya fue descrito
anteriormente; cosas que marcan y determinan todas las variaciones y lenguas existentes , de
una forma única e individual.

Referencia
Álvarez, Luis Eduardo. Fonética y Fonología del Español. Primera Edición. Colombia.
Lito-Editorial Quingráficas.1977(print).

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