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Auténticos O Meros Actores

"trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti" (2Timoteo 1:5).

Cierta mujer, en la puerta de un hotel, vio el actor Robert Redford caminando por la portería. Ella lo siguió hasta
la puerta del ascensor y, con excitación, le preguntó: "Es el ¿verdadero Robert Redford?" Mientras la puerta del
ascensor estaba se cerrando, él contestó: "Solo cuando yo estoy solo."

La respuesta del artista fue correcta. Él solo era el verdadero Redford cuando estaba lejos de la escena y de las
luces. En cada lugar donde estuviese él tenía una personalidad, una forma de hablar, de gesticular, de demostrar
quien él era. Él representaba el tiempo todo.

Y nosotros, hijos del Dios Altísimo, ¿hemos sido auténticos o solemos representar de acuerdo con la
circunstancia? El Señor nos dice que debemos ser santos de la misma forma que Él es Santo. ¿Hemos
demostrado eso en nuestro trabajo? ¿Hemos confirmado ese comportamiento en la Universidad dónde
estudiamos? ¿Hemos hablado como tales cuando nos encontramos con amigos en la esquina próxima a nuestra
casa? O, como buenos actores, ¿hemos representado papeles diferentes en cada una de las situaciones?

El actor de nuestra ilustración dijo que solo era verdadero cuando estaba solo. Necesitamos llevar en
consideración que jamás estamos solos. ¡Dios está siempre a nuestro lado! Y se pensamos en ser auténticos
apenas en la presencia del Señor,

No podemos representar en ninguno de los locales citados arriba. ¡Dios está con nosotros en todos ellos!

Debemos amar como el Señor amó, debemos extender las manos como Él siempre hacía, debemos alumbrar el
local donde estamos como solía acontecer con el Señor Jesús. Él nos salvó, nos dio una nueva forma de vivir,
nos envió al mundo con una orientación: "Sea siempre, en todo el tiempo, en todo lugar, una bendición".

¿Su vida ha sido real o no pasa de una representación?

Escondidos De La Presencia De Dios

"Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas" (Mateo 6:33).

Una mujer, conversando con la vecina, relató que en el inicio de su casamiento, su esposo, cuando estaba con
poco dinero, tenía el hábito de coger el dinero separado para los gastos domésticos. "Pero ahora", dijo ella, "yo
lo tengo escondido bien y ya desde hace diecisiete años que él no lo encuentra más". "¿Y dónde usted lo ha
escondido?" preguntó la vecina. "Yo lo he escondido en la Biblia de la familia", concluyó la mujer.

¿Será qué nosotros, cristianos, hemos actuado cómo aquel esposo? ¿Hemos olvidado la Palabra de Dios y
gastado todo nuestro tiempo apenas con cosas qué no nos edifican? ¿Hemos colocado Dios en según lugar... o
en último?

Muchas veces murmuramos por no ver las bendiciones del Señor ser derramadas sobre nuestras vidas.
Constatamos que otros son felices y nosotros no. Que otros participan activamente de la obra de Dios y
nosotros estamos siempre alejados de los programas realizados por la iglesia. Vemos muchos hermanos y
hermanas creciendo y nosotros continuamos raquíticos espiritualmente.

¿Cuál será la razón? ¿Será que Dios tiene preferencias por algunas personas y ignora otras? ¿No seria el motivo
real la total indiferencia qué damos a Dios y a Su Palabra?

La mujer de nuestra historia escondía el dinero del esposo en la Biblia. ¿No estaría, también, escondido en la
Biblia, lo porteo de nuestra dicha? ¿No estaría escondido, en la Biblia, la medicina para nuestra depresión? ¿No
estaría, escondido en la Biblia, el rayo de luz de nuestras tempestades crónicas? ¿No estaría, escondido en la
Biblia, nuestra salvación y el camino para una eternidad con Dios?

Muchas cosas pueden estar escondidas de nosotros en la Biblia, pero, el peor, es estemos nosotros escondidos
de la Biblia y, por eso, lejos de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Plumero Espiritual

"Bienaventurados los de limpio corazón [Salmos 24. 4] Porque ellos verán a Dios" (Mateo 5:8).

Era un niño de apenas cuatro años de edad y no había nada de infrecuente en no le gustar jabón y agua. Un día,
con mucho amor, su madre intentó argumentar con él, diciendo: "Pero ¿seguramente usted quiere ser limpio,
no quiere?" "Sí", el niño contestó con lágrimas, "pero ¿no podría usted pasar el plumero en mí, para retirar el
polvo?" Esto es mucho chistoso, venido de un niño de cuatro años, pero, triste cuando personas se contentan
en dejar el plumero espiritual limpiarle solo una vez por semana (y muchos solo permiten que el plumero sea
aplicado algunas veces por año). La impureza interna si instala y ellos parecen contentos sin se incomodar con
eso.

¿Hasta que punto somos semejantes a lo niño de nuestra historia? ¿Hemos nos contentado en vivir comoquiera,
no nos importando con una vida espiritual que alabe al Señor y glorifique su nombre? ¿Hemos dejado las
impurezas mundanas si instalan en nuestros corazones, impidiendo que la luz de Cristo brille en nuestras
actitudes?

La Palabra de Dios nos dice que las moradas celestiales están preparadas para los limpios y puros y que a lo
dejemos el Señor nos purificar, nos tornamos más blancos que la nieve. ¿Es eso qué hemos buscado? ¿Es eso que
alegra nuestros corazones? ¿Estamos, alegremente, buscando alegrar el corazón de nuestro Dios?

Si buscamos el plumero espiritual apenas en los finales de semana o en algunas raras veces por año, las
impurezas

Tomarán cuenta de nuestras almas y la limpieza pasará a ser mucho más difícil. Si dejamos el Señor limpiarnos a
todo momento, nos mantendremos puros, llenos de vigor espiritual, felices y benditos en todos los días de
nuestras vidas.

Deje Dios actuar en su corazón todos los días y su vida estará siempre limpia y brillante.

Primero Nosotros, Después Los Otros


"pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?" (1 timoteo 3:5)

Coca Cola parece estar en todos los lugares. Pero, ¿Cómo llega allá? Este lema, postado en la sed de la compañía,
contesta: Piense de forma global, pero, actúe en el local. Qué este slogan está para la Coca Cola, la Grande
Comisión está para la iglesia. Una iglesia que quiere obedecer el comando del Señor para hacer discípulos en
todas las naciones, debe primero ser fiel en su adoración a Dios.

Muchas veces anhelamos alcanzar el tope de la montaña de nuestros sueños, tanto materiales como
espirituales, pero no estamos dispuestos a ascender, un paso de cada vez. Anhelamos grandes conquistas pero
nada realizamos para alcanzar nuestro propósito.

¿Como podremos alcanzar todas las dádivas del Señor si ni siquiera cogitamos pasar algunos momentos delante
de Él? ¿Como podremos recibir las respuestas del Cielo si ni nos preocupamos en "hacer las preguntas"? ¿Como
disfrutar el cariño de Dios si no nos aproximamos a Él? Para una iglesia alcanzar un pueblo perdido necesita si
hallar primero antes de ir hasta él. Para cambiar la forma de actuar de una ciudad necesita cambiar la forma de
actuar de sus miembros. Para ver los milagros acontecer necesita dedicar un tiempo a la oración y al estudio de
la Palabra.

¿Como podemos aspirar un mundo lleno de amor si no somos capaces de amar a los qué están junto a nosotros?
¿Cómo podremos ansiar por lugares estructurados y alumbrados espiritualmente si eso no acontece en nuestra
propia casa?

¿Como edificaremos los jóvenes que encontramos por el camino si no conseguimos evitar la rebeldía de
nuestros propios hijos?

Cuidemos a nosotros mismos, de nuestros hijos y de nuestra iglesia, antes de intentar cuidar de los demás.
Jamás Será Obsoleta
"La suma de tu palabra es verdad, Y eterno es todo juicio de tu justicia" (Salmos 119:160).

Mientras un africano, caníbal convertido, leía sentado su Biblia, un comerciante europeo pasó y le preguntó lo
que estaba haciendo. "Leyendo la Biblia" fue su respuesta. "Éste libro está obsoleto en mi país", dijo el
comerciante. "Si fuese obsoleto aquí", dijo el africano,"usted habría sido comido hace mucho tiempo atrás."

Es maravilloso constatar lo que el Señor y Su Palabra realiza en la vida de muchas personas. Él no apenas
transforma caníbales en civilizados, pero, hace del mezquino un hombre lleno de generosidad, del
malhumorado, alguien que lleva la vida sonriendo y cantando, de un corazón lleno de odio, un manantial de
amor y misericordia, del perdido, alguien que sabe para donde va, del ateo, un hombre lleno de fe y esperanza.

La Palabra del Señor ha realizado grandes milagros en vidas solitarias, en hijos rebeldes, en padres negligentes,
en comunidades insensibles, en corazones indiferentes, en descreídos cauterizados.

Aquéllos que ignoran a Dios y a la Biblia gastan su tiempo buscando medios de contradecirlos, mientras los que
creen en el Señor aprovechan el mismo tiempo para vivir abundantemente. Mejor es disfrutar las bendiciones de
Dios, que perderlas mientras intentan probar que ellas no existen.

La Palabra del Señor dura para siempre. Es fiel y verdadera. Es manual para aquéllos que anhelan estar en la
presencia de Dios y conocerlo cada día más. Ella nos muestra el camino para vivir, para siempre, en las moradas
celestiales.

La Palabra de Dios jamás será obsoleta.

Desde el punto de vista humano la Biblia es sólo historia de hombres y fue escrita por no menos de 36 autores
en un período de alrededor de 16 siglos. Pero lo más importante para recordar es que esos hombres escribieron
bajo el directo control de Dios. Esto convierte a la Biblia en un libro inspirado por Dios, Quien les guió para
escribir cada una de las palabras. Esto es lo que nosotros queremos decir con "inspiración" . Los siguientes
textos bíblicos claramente enseñan que la Biblia es inspirada por Dios: "Porque nunca la profecía fue traída por
voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo" (2
Pedro 1:21). "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra."
(2 Timoteo 3:16-17)

De modo que la Biblia es la Palabra de Dios. Alguno diría que la Biblia podría contener la Palabra de Dios. Esto
implicaría que partes de ella son inspiradas y partes no. Pero entonces quién sabría qué parte es y qué parte no
es inspirada. Luego de muchos años de investigación y de estudio, estamos convencidos de que no hay una
explicación humana para este libro. Esta decisión no es dejada a opiniones terrenales, sino más bien como el
Salmo 119:89 dice: "para siempre, oh Jehová, permanece tu palabra en los Cielos."

Otro punto importante para recordar es que la Biblia es la única revelación escrita que Dios ha dado al hombre.
En la Biblia, Dios nos advierte 3 veces de no agregar a las Escrituras ni quitar de ellas, la última vez es en
Apocalipsis 22:18-19.

Yo Creo... ¡Y Conseguiré! "Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible" (Marcos 9:23).
"Si usted va hasta donde puede ver, será capaz de ver el suficiente para ir más lejos" (John Wooden) "Es mejor
hacer un algo imperfectamente de lo que no hacer nada perfectamente" (Robert Schuller) "Todas las cosas
difíciles tienen su origen en las que son fáceis y las grandes en las que son pequeñas" (Lao-Tzu)

Las citaciones arriba nos conducen a tomar actitudes. La peor cosa que podemos hacer, en la busca de nuestras
conquistas o de nuestros sueños de vida, es no hacer nada. Si el camino es duro y lleno de obstáculos, creamos
que nuestra bendición llegará. Si, a veces, trompicamos o vemos fracasadas nuestras tentativas, debemos
insistir... perseverar... comenzar todo de nuevo. Nuestra fe no debe disminuir jamás. Nosotros vamos conseguir
-- y el Señor va nos ayudar.
Cuando Cristo es Señor de nuestras vidas y nuestro corazón lo hospeda con alegría, tenemos motivos de sobra
para mantener viva nuestra esperanza. "Todo es posible a lo que cree".

La duda no hace parte de nuestro manual de vida. La cobardía también no. Estaremos siempre listos a seguir
enfrente, a luchar, a levantar despues una caída, a no volver atrás antes de conseguir la victoria anhelada.
Si somos cristianos y Cristo es nuestro Señor, jamás estaremos solos en la busca de las victorias. Él siempre
estará a nuestro lado, siempre estará nos estimulando, siempre estará intercediendo por nosotros. Prometió
que seríamos más que vencedores y sus promesas jamás fallan.
¿Cree qué su bendición está le esperando? ¿Cree que el Señor tiene el mejor para su vida? ¿Va a desistir antes de
alcanzarla? ¡Tengo certeza qué

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