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LIBROS SINÓPTICOS

TRABAJO
PERÌCOPA BÍBLICA
Lucas 11, 1-4 EL PADRE NUESTRO

P. GALO SEVERO SÁNCHEZ pss

ERNESTO MELO GELVES


III TEOLOGIA

SEMINARIO MAYOR DIOCESANO SAN JOSE


CUCUTA
2014
PERÌCOPA BÍBLICA
Lucas 11, 1-4 EL PADRE NUESTRO

1Y aconteció que estando él orando en un lugar, como acabó, uno de sus discípulos
le dijo: Señor, enséñanos á orar, como también Juan enseñó á sus discípulos. 2Y
les dijo (JESUS): Cuando oréis, decid: Padre (griego: pater) sea tu nombre
santificado (griego: hagiastheto sagrado). Venga tu reino (Basileìa). 3El pan
nuestro de cada día, danoslo hoy. 4 Y perdónanos nuestros pecados, porque
también nosotros perdonamos á todos los que nos deben. Y no nos metas en
tentación.

DELIMITACIÓN: Antes-10,42- elogio a María que escogió la mejor parte

Después- 11, 5- Parábola perseverancia en la oración.

FRASES: V 1- dos, primera subordinada

V 2- una

V 3-una subordinada

V 4-una subordinada

PARALELOS: Lc 3,21-en el bautismo para recibir el Espíritu Santo

6,12 –antes de elegir a los Doce

9,18. 28- antes de la profesión de fe de Pedro/ antes de la

Transfiguración

10,21-22 Contenido esencial de las oraciones- confianza en Dios

Padre.

22,32.41-42- suplica para fortalecer la fe de Pedro/ en el monte de

los olivos para que se hiciera la voluntad del Padre

23,34. 46- en la crucifixión para pedir perdón por sus verdugos. En

sus muerte para encomendar su espíritu al Padre.

Mateo 6,9-13- Siete peticiones-diferencia


COMENTARIO BIBLICO

PRIMER PARRAFO 1-2ª


Argumentos: Jesús ora para dar testimonio a sus seguidores. Sus discípulos
sienten la necesidad de aprenderá orar y le hacen una petición: “enséñanos a orar”.
Es el anhelo de todo creyente que quiere aprender a entrar en intimidad de fe con
Dios. Jesús responde con una plegaria propia, fruto de su confianza con su Padre.

VERSÍCULO 1-2ª : SEÑOR, ENSÉÑANOS A ORAR

Este pasaje empieza con Jesús orando. Frecuentemente, Lucas se refiere a las
oraciones de Jesús (ver paralelos). En el capítulo anterior, Lucas reveló el
contenido de una de estas oraciones (10,21-22). Aquí, solo nos dice que Jesús
estaba orando sin mencionar el lugar.
Juan enseñó a sus discípulos a orar, y los discípulos de Jesús quieren que Jesús
haga lo mismo por ellos. Seguramente están pensando aprender una serie de
oraciones para recitar pero, quizá, también esperen aprender los principios de la
oración. Jesús les da una oración en particular, modelo oración de toda oración
cristiana, llamada oración dominical o del Señor, les enseña acerca de Aquel a
quien se le ora, presentando a Dios como un Padre cariñoso en quien pueden
confiar. Lucas utiliza esta recitación para presentar una sección sobre oración, que
incluye una parábola (vv. 5-8) y una promesa (9-13).

SEGUNDO PARRAFO : 2b-4

Argumentos: La plegaria tiene cinco peticiones, diferente a Mateo 6,9-13 que tiene
siete. Las primeras dos (v. 2) tienen que ver con Dios. Las últimas tres (v. 3-4)
tienen que ver con cumplir nuestras necesidades. Cada una de las últimas tres se
expresa en plural (“danos – perdónanos – no nos dejes”). Esto enfatiza la
comunidad de fe a la que se dirige, que debe aprender a pedir por los demás para
afianzar los lazos de comunión.. Es interesante que en esta oración Jesús no
incluya adoración, confesión, ni agradecimiento, solo suplicación.
La versión de Mateo incluye también en plural “Hágase tu voluntad” y “Mas
líbranos del mal.”

VERSÍCULOS 2b: “Padre” (griego: pater)

En el lenguaje de Jesús, la palabra para referirse a su padre es abba (papà, papito)


pero Lucas usa la palabra griega, pater. Ambas palabras se alejan de la norma
judía en cuanto al trato del nombre de Dios. El nombre hebreo para Dios es YHWH
o Yahweh. El pueblo judío estaba tan preocupado con la posibilidad de profanar el
nombre de Dios que, en vez, utilizan la palabra adonai, que significa “mi Señor” .
Sin embargo, la idea de Dios como Padre tiene raíces en el Antiguo
Testamento. Dios le instruyó a Nathán que le dijera a David, “Yo le seré á él padre,
y él me será á mí hijo” (2 Samuel 7,14). En una oración, Isaías dijo, “Tú eres nuestro
padre” (Isaías 63,16). A través de Jeremías, Dios le dijo a Israel, “Y dije: Padre mío
me llamarás, y no te apartarás de en pos de mí” (Jeremías 3,19) y “soy a Israel su
padre” (Jeremías 31,9). Malaquías dijo, “¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No
nos ha criado un mismo Dios?” (Malaquías 2,10).
Con la excepción de la promesa de Dios a David en 2 Samuel, estos versículos del
Antiguo Testamento se refieren a Dios como Padre del pueblo israelita. Jesús
continúa con este énfasis en esta oración, enseñándonos a decir, Padre
“Danos – perdónanos – y líbranos del mal.”
A pesar de las referencias al Antiguo Testamento, a los discípulos les debe
sorprender oír a Jesús decir que comiencen sus oraciones con la
palabra “Padre.” Esto sugiere una familiaridad con la que la mayoría de judíos se
encuentra incómoda. A diferencia de Mateo (6,9) Lc no menciona la palabra
“nuestro”-plural participativo

v.2b -“Sea tu Nombre santificado (griego: hagiastheto – sagrado)”. Uno de los


diez mandamientos prohíbe usar el nombre de Dios en vano (Éxodo 20,7). La ley
de la Torá prohíbe jurar falsamente con el nombre de Dios (Lv 19,12) o profanar el
nombre sagrado de Dios (Lv 21, 6; 22,2; 22,32). Los Salmos mencionan el nombre
sagrado de Dios (30,4; 33,21; 97,12; 103,1) el gran y maravilloso nombre de Dios
(99,3), exaltando el nombre de Dios (138,2) y bendiciendo el nombre sagrado de
Dios (145,1,21).
El nombre de una persona es más que una simple identificación. La relación entre
el ser y el nombre es tan íntima que ambos son inseparables. Una persona
inteligente valora su nombre e intenta hacer lo posible para mantenerlo. Jesús nos
enseña a orar para que el nombre de Dios permanezca sagrado y para que sea
honorado y mantenido puro. Cuando rezamos esta oración, es importante recordar
que, como hijos del Padre, nuestras vidas o comportamiento y reputación honran el
nombre del Padre o lo deshonran.

v. 2b- “Venga tu reino” Esta petición está unida a “sea tu nombre santificado.” El
reino de Dios es el lugar donde el nombre de Dios permanece sagrado y donde es
venerado. Cuando dejamos que Dios sea rey en nuestras vidas, veneramos su
nombre y permanece sagrado.

v. 3- “El pan nuestro de cada día, danoslo hoy” Jesús les enseña a los discípulos
acerca de la oración y les recuerda de la relación apropiada con Dios. La petición
para el pan de cada día recuerda al maná, que Dios daba a diario y que no se podía
guardar excepto el sábado (Éxodo 16). El maná les recordaba a los israelitas de su
dependencia diaria en Dios para proveerles con las necesidades básicas de la
vida. El pan cumple la misma función en una sociedad primitiva y agrícola, donde
el hambre nunca está muy apartada. Ahora, Jesús repite esto en su petición por el
pan de cada día.
En nuestra sociedad más afluente, la oración del pan diario casi parece
trivial. Nuestras necesidades básicas incluyen mucho más electricidad,
automóviles, educación, trabajos, cuidado médico, y más. Algunos de nosotros
sabemos lo que significa no tener electricidad o cuidado médico, pero pocos de
nosotros hemos experimentado el hambre verdadera. Pan diario, en esta oración,
representa lo esencial en la vida. Dios es la fuente de la vida y de todo lo que la
sustenta.

v 4ª- “Y perdónanos nuestros pecados”


En Mateo, Jesús les enseña a los discípulos a orar, “Y perdónanos nuestras
deudas” (griego: opheilemata) (Mateo 6,12). En Lucas, Jesús les enseña a los
discípulos a orar, “Y perdónanos nuestros pecados” (griego:hamartias). “El pecado
es un acto de rebelión contra la autoridad que Dios tiene sobre nosotros. Es decirle
‘no’ a Dios. El mal de una persona contra otra no se encuentra en la misma
categoría, sino en la categoría de deudas” de amor. Jesús habla de “pecados” para
explicar las maneras en que ofendemos a Dios, pero usa “deudas” para explicar las
ofensas que experimentamos en relación a los demás.

v.4b- “Porque también nosotros perdonamos á todos los que nos


deben (griego: opheilonti)”
El pueblo judío conoce el tema de perdonar deudas. Mientras que la ley prescribe
“ojo por ojo” (Éxodo 21, 23-24; Lv 24,19-20), también requiere el perdón de las
deudas en años sabatinos y de júbilo (Lv 25,23-28; Deuteronomio 15, 1-5).
Un hijo fiel refleja la imagen y los valores del padre. De la misma manera, Jesús
espera que nosotros reflejemos el perdón de Dios. ¿Cómo puede el mundo
aprender del perdón de Dios si no lo manifestamos en nuestras vidas? Jesús
muestra que perdonar va acompañado de ser perdonado, si esperamos que Dios
nos perdone a nosotros, nosotros debemos perdonarnos unos a otros. “El que no
puede perdonar no será perdonado.

v. 4c -“Y no nos dejes caer en la tentación”


Jesús experimentó la tentación en el desierto (4,1-13). En otro momento de juicio,
Jesús rezará, “Padre, si quieres, pasa este vaso de mí; empero no se haga mi
voluntad, sino la tuya” (22,42), pero el vaso no pasará. Frecuentemente, los
cristianos pasamos por tribulaciones. Al escribir este Evangelio, la iglesia de Lucas
se encuentra bajo persecución. Hoy, los cristianos son perseguidos y martirizados
por su fe en muchas partes del mundo.
Necesitamos la protección que Dios nos da sobre el mal que puede
destruirnos. Esto no es melodramático, sino real. Leemos cualquier periódico, y
vemos la realidad prevaleciente del mal: drogas que esclavizan la juventud; apetitos
sexuales que llevan a violencia contra mujeres y niños; avaricia que deja víctimas
por donde pasa. Es muy apropiado que recemos por la salvación de nuestros seres
queridos, nuestra comunidad, nuestra nación, nuestro mundo, y nosotros mismos
de las cadenas del mal.

Esta petición también se puede comprender como el juicio del final del tiempo. Ya
que nadie puede escapar este juicio, la petición generalmente se parece a una
oración para pedir fuerzas para sobrellevar el juicio, o para recibir un veredicto
favorable en el tribunal de Dios.

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