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TRANSITANDO ANSIEDAD DESDE EL ABORDAJE DE MINDFULNESS

Introducción Teórica
Clara Badino
Directora General de Visión Clara – Fundación Mindfulness - visiónclara

“La palabra revela, la práctica trans-forma”


1. Desgravación de una Charla Teórica Introductoria a Mindfulness - www.youtube.com/watch?v=72abVOC5cIM

Gracias por estar en este lugar, y esperemos que aunque sea por momentos podamos estar en un estado de presencia.

Lo que hoy nos convoca en este espacio es la palabra ANSIEDAD.

Vamos a empezar a hacer una pequeña definición desde la mirada del Mindfulness de lo que es ansiedad.

Si yo les pregunto a Uds. qué es ansiedad con una sola palabra, que es lo que podrían decir?

-Anticipación – Inquietud – Miedo – Prisa – Apuro –

Desde la práctica del Mindfulness vamos a intentar primero desglosar el título, para que se empiece a ver cómo es el
abordaje. El título empieza “Transitando”: Qué quiere decir “Transitar”?: Ir de un lugar a otro. Un tránsito. Estoy acá,
quiero llegar a un lugar, tengo que transitar. Esta es la primer palabrita que nos marca la diferencia entre el abordaje de
la práctica del Mindfulness en este momento dirigido a la ansiedad como un trastorno, y otros abordajes. Otros
abordajes que no son mejores ni peores, son simplemente abordajes diferentes complementarios a la práctica del
Mindfulness. Pero otros abordajes, lo que nos enseñan es en general, a SUPERAR la ansiedad. La ANSIEDAD desde la
práctica del Mindfulness no intenta ser superada, porque sería de alguna manera evitar la ansiedad, y muchas veces la
práctica del Mindfulness se define como la CAPACIDAD DE NO EVITAR. Por eso es una práctica tan difícil, tan por
momentos incómoda; entonces, la sugerencia o el aprendizaje desde la práctica del Mindfulness es ANSIEDAD
TRANSITADA. Es desde un rol activo, ¿Qué puedo hacer desde mí?, para prender a transitar la ansiedad como un
fenómeno momentáneo, de momento, que surge por múltiples causas- desde la práctica del Mindfulness no buscamos
cuáles son las causas, es que simplemente la ansiedad ESTÁ, en este momento, este estado de ansiedad está – llego, las
causas son múltiples, a veces hay ansiedad que uno la puede hilar fácilmente: No, me puse ansioso porque me pasó tal
cosa, etc. Pero otras veces, surge un estado de ansiedad que no tenemos ni idea de dónde, para dónde, por qué.

Entonces, desde la práctica de Mindfulness vamos aprendiendo a transitar, a transitar qué? La ANSIEDAD. La ansiedad
cómo? Como una INCOMODIDAD, porque no conozco a nadie que diga que la ansiedad es comodidad. Toda la práctica
del Mindfulness pone el acento en transitar los PROCESOS. O sea, si estoy en un punto, qué quiero? Quiero estar en otro
punto y saltear el proceso a cómo de lugar, y a veces de alguna manera, cuando la persona todavía no tiene los recursos
para transitar, definitivamente tiene que romper el círculo vicioso de reacción, con un medicamento, etc, porque no
tiene recursos; por eso cuando las personas llegan y dicen “Bueno, yo estoy tomando medicamentos, pero yo entonces
voy a dejar de tomarlos? Pará, pará:
Primero, Mindfulness es un complemento, no sustituye el medicamento, si el medicamento en algún momento se
modifica, se modificará por las respuestas que la persona va dando, por los recursos que va teniendo y porque hay un
profesional de la salud que en íntima comunión con el paciente decide modificar la dosis o la medicación. Entonces,
transitando, no superando, no evitando.

La ansiedad la vamos a presentar de una manera diferente también, en el sentido de que vamos a empezar a diferenciar,
ya que una de las maneras de definir la práctica del Mindfulness es como la práctica del discernimiento, como el saber
ver, como el poder diferenciar, distinguir, elegir. Desde esta práctica empezamos a discernir y a diferenciar entre
ANSIEDAD y ANSIA. Ansia, o anhelo primario, ese deseo digno de todo ser humano de desear una vivienda, de desear
una familia, de formar una pareja; ahora, en que momento ANSIA empieza a transformarse en ANSIEDAD? Saben en
qué momento? En el momento en que no nos damos cuenta. Por eso la práctica del Mindfulness puede definirse como
la práctica del darse cuenta. En qué momento este deseo, esta ansia, se presenta como un deseo digno, propio de un
ser humano íntegro, que no busca el resultado desesperado, cuando no nos damos cuenta, cuando estamos distraídos,
se va transformando, y de pronto comienza el jadeo, la respiración agitada, “esto, ya no es adaptativo…”. Y esto nos
pasa de una manera muy fácil. Entonces, transitando la ansiedad a través del discernimiento, a través de la posibilidad
de darnos cuenta, de poder diferenciar esta ansia, este anhelo primario, de desarrollo, de evolución, de ciertas cosas
materiales que me pueden dar una vida digna, en relación a esta ansiedad que es HOY, el motor generador de casi todos
los trastornos, o de la gran mayoría de ellos. Vivimos inmersos en un mercado de trastornos. Ejemplo: Un médico en el
2000 atendió DEPRESIÓN, (corralito, depresión, 2000/2001), ahora se atiende ansiedad; pero, pensándolo, ansiedad y
depresión van de la mano, de hecho hay una cantidad de papers científicos publicados de Mindfulness que dicen
ansiedad y depresión, y muchas veces cuando la gente llega con un estado momentáneo de depresión, yo les pregunto,
“a ver, contame un poco antes” – Ah, mirá, venía con una cosa de locos, porque venía de dar exámenes y además de
eso tenía que entregar no sé qué cosas, y además de eso tenía no se qué cuánto…- Ah, quiere decir que anterior a esto
que estás viviendo como una depresión hubo un estado de ansiedad sostenido en el tiempo, entonces le digo, bueno,
desde la mirada del Mindfulness no me preocupo, porque si vos te pasaste de revoluciones, a la mente y al cuerpo, en
algún momento te van a pasar las facturas y la mente y el cuerpo te van a decir “sabés qué? Estamos agotados. Dejanos
descansar”. Y la persona de pronto, como venía sosteniendo esto, empieza con “estoy deprimido, estoy deprimido!”
Bueno, esperá, a ver. Momento. Esperá.

Entonces, diferenciar ansia de ansiedad, absolutamente necesario. TRANSITANDO LA ANSIEDAD DESDE EL ABORDAJE
DE MINDFULNESS es vivir el proceso de ansiedad. La ansiedad desde la mirada de Mindfulness es un fenómeno
momentáneo, como se dijo, surge por múltiples causas. Todo fenómeno surge, se manifiesta, y se desvanece. Entonces,
desde la práctica de Mindfulness es tener el coraje, porque de verdad se requiere coraje para hacer esto, que tiene que
ser gradual –no puede una persona decir de un momento para el otro “no, bueno, ahora voy a transitar a…” no, es una
locura, toda la práctica del Mindfulness es desaprender lo aprendido, pero yo no puedo dinamitar lo que tengo
aprendido, porque es como si yo tuviera una construcción, una casa, y digo “ No, esta casa tiene cosas que ya están en
desuso”, entonces, primero voy a empezar al lado a hacer una construcción nueva, las ventanas me sirven , me las voy
a llevar, esto no me sirve, lo voy a dejar, las puertas no me sirven, las voy a dejar… No es que voy a poner una bomba en
esta casa, no, definitivamente no, por eso tiene que ser gradual, voy a ir aprendiendo gradualmente a transitar la
ansiedad reconociéndola como un fenómeno diferenciándola del ansia o anhelo primario para poder transitar este
proceso, y todo proceso transitado es TRASCENDIDO. Entonces, tomando una frasecita de un librito, dice “dejándola
ser cesa su sombra”, ahora para dejarla ser tengo que tener los recursos, las herramientas para dejar ser la ansiedad.
Quiere decir que desde la práctica del Mindfulness, la capacidad que se va desarrollando es la de OBSERVAR SIN JUICIOS,
esto quiere decir, NEUTRALMENTE, sin juicios, en este caso LA ANSIEDAD.
Qué hace la mente condicionada ante un estado momentáneo de ansiedad? ¿Puede observarla sin juicios, o la llena de
juicios? O sea, qué surge cuando ya es evidente que estoy en ese estado tomado por la ansiedad? ¿Puede haber una
emoción como la ansiedad sin que haya pensamientos de ansiedad? ¿Sensaciones físicas, sentimientos, que acompañen
este estado? Es imposible, porque eso se llama INTERDEPENDENCIA, definitivamente hay síntomas físicos, y esto que
nos permite darnos cuenta que todas las mentes funcionan de la misma manera por momentos, lo primero que la mente
hace es rechazar la ansiedad. Entonces, ¿Cuál es la tendencia de la mente condicionada? A evitar, a superar, a rechazar,
a reaccionar, a resolver eso, “esto me lo tengo que sacar de encima”, o sea, tratamos con ansiedad la ansiedad, “la
ansiedad de estar ansiosos”. Ustedes imagínense que por esa puerta quiere entrar alguien, pero yo no quiero que entre,
no, no, no y no. Decido que no va entrar. ¿Qué tengo que hacer? Me tengo que cruzar en la puerta y hacer fuerza para
que no entre. Pero el del otro lado (la ansiedad) quiere entrar, quiere entrar. ¿Qué va a hacer? EMPUJA. Ahora, ¿Qué
pasa si yo, al que quiere entrar, le abro la puerta? LE DIGO “Pasá, pasá y sentate, quédate el tiempo que te quieras
quedar” Yo simplemente, simplemente, bien difícil, eh, simplemente decido ser un observador neutral de este huésped
(la ansiedad) simplemente decido ser un observador neutral. ¿Cómo se hace para poder ponerse al costado, ser un
observador neutral es como ponerte al costado del estado de ansiedad? Ni siquiera vamos a hablar de costado, porque
costado para nosotros sería corrernos, no sería apropiado: Mantengo un espacio tan sutil, tan sutil que me dé la
posibilidad de involucrarme sin identificarme, eso se llama el arte de practicar el Mindfulness, es decir me involucro, es
como si aproximara mis manos rozándolas o frotándolas, me acerco a la experiencia manteniendo la distancia mínima,
para poder ver las sutilezas y las pequeñeces de la experiencia, pero no me identifico, no aprieto las manos, porque en
el momento que aprieto las manos, chau, el espacio de libertad se pierde. Esa es la práctica del Mindfulness, es muy
simple la práctica, pero es por momentos desoladoramente difícil, y lo que la hace así es que tenemos que desaprender.
Desde la práctica del Mindfulness ya mi mente no puede concebir en términos de problema, percibe en términos de
aprendizaje. Toda incomodidad que llega a mi vida en este momento la percibo y la manejo como un aprendizaje, ¿Por
qué? Porque la percepción fue cambiando, se fue modificando con la práctica sostenida, hoy ya no tengo solamente
puntos de vista por momentos, sino vistas del punto. Entonces, esto de recibir al huésped, recibir, el buen anfitrión
recibe a todos los huéspedes, si soy un buen anfitrión no voy a decir “mm…no, ese no me gusta, a ese le voy a servir una
comida más fea porque no me cae bien”

Algunos poemas que a veces usamos dicen cosas mejor que nosotros que no somos poetas. Y esto de recibir la
incomodidad, llámese ansiedad, angustia, depresión, desasosiego, desesperanza – porque la ansiedad tiene de todo, eh,
miedo también- Hay un poema, de Rummy, que se llama La casa de Huéspedes, y dice:

“Ser un ser humano es como una casa de huéspedes

Cada mañana una nueva llegada,

Una alegría, una depresión, una maldad,

Un pensamiento inesperado aparece,

Dales la bienvenida y entretenlos a todos

Incluso si se trata de un conjunto de penas

Que con violencia te arrebatan los muebles de tu casa

Aún así, trata a cada invitado con honores

Quizás te esté limpiando para dar cabida a un nuevo regocijo,


El pensamiento oscuro, la vergüenza, la malicia, la ansiedad,

Recíbeles en la puerta, riendo, e invítales a pasar.

Se agradecido, quien quiera que sea que venga,

Porque cada uno ha sido enviado para que puedas aprender”.

Recibo la incomodidad, por eso que la práctica se define muchas veces como la capacidad de cultivar la paciencia para
poder transitar la incomodidad, para aumentar la medida de la tolerancia; pero la medida de la tolerancia aumenta por
tránsito, no por aguante. La media de tolerancia aumenta cuando yo decido cultivar la paciencia para transitar el
proceso. Es muy distinto a decir “Toleré”. Y no es un juego de palabras. Es bien diferente.

Este es el abordaje, esta es la propuesta. Es una propuesta difícil, es simple, estamos hablando de cambios
neurobiológicos, sería inocente pensar que puede haber cambios neurobiológicos con una práctica que la hago cuando
tengo ganas, a voluntad, no, acá no podemos dejar librada la práctica a voluntad, porque a voluntad es cuando tengo
ganas, acá necesitamos DISCIPLINA, sistematizar. En el caso de un chico que dice “yo Tolero tal cosa”, es que en ese caso
hay un rol pasivo en vez de activo? Quizás había más pasividad que paciencia, porque la paciencia de la que estamos
hablando y que es LA COLUMNA VERTEBRAL DE LA PRÁCTICA, cultivo de la paciencia, cuidando muchísimo de no
confundir paciencia con pasividad, y cuidando muchísimo, porque, a ver, pregunto, ¿Cómo se cultiva la paciencia?
Respuesta: Observando neutralmente la impaciencia, observando neutralmente, sin juicios, la impaciencia. Ahí estamos
cultivando la paciencia. Es el cultivo de la paciencia lo que nos va a permitir transitar la incomodidad, en este caso, a
esta incomodidad de hoy la llamamos ansiedad. Y si yo vuelvo a escribir la palabrita ansiedad, ustedes no me van a decir
que no, si yo debajo de la palabra escribo IMPACIENCIA. Verdad? No me van a decir que estarán pacientes; estarán
pasivos, tal vez, porque ojo, que hay una ansiedad de tal magnitud que, Ops, estoy como paralizado. Hace poquito leí
que la ansiedad es un estado de separación, y yo siempre dije que es un estado de desintegración, porque la mente está
lejos del cuerpo, es un estado de desintegración mente-cuerpo, entonces, es importantísimo que empiecen a imaginar
una cajita con la ansiedad metida dentro, con un lindo moño, a veces es tan lindo el moño que no la queremos ni abrir,
pero dentro de esa caja, la mente pone esta palabrita, ansiedad, pero tiene 2,5 millones de condimentos. Y qué es lo
que hace la mente cuando ya le pone la palabra? Ese es otro condicionamiento de la mente. La mente le pone la palabra
y ya no le interesa más explorar, pierde la curiosidad. Si yo tomo un objeto y digo “marcador”, es sumamente utilitario
que yo diga “marcador”, pero en el momento en que mi mente condicionada dice “marcador” pierde interés. Ya está.
Es un marcador. Punto. Bueno, con la ansiedad es lo mismo. Ansiedad, punto: Esperá, a lo mejor la ansiedad tiene miedo,
tiene angustia, tiene desasosiego, tiene desesperanza, tiene depresión, puf, todo lo que tiene.

La práctica del Mindfulness es la meditación que hoy se llama Meditación Científica, porque es la meditación que por
diferentes causas ha sido elegida por la ciencia para ser estudiada en este momento. Pero imagínense que esta
meditación científica tiene que, realmente la persona, renovar a cada momento la intención de practicarla, porque es
no agradable por momentos. Y en este momento en el mercado hay muchas otras meditaciones mucho más agradables.
Pero tenemos que desconfiar a veces de lo que al principio es más fácil. La práctica del Mindfulness al principio puede
ser estresante, porque sentarme y pensar que mi mente se iba, una cosa es pensarlo y otra es descubrirlo claramente,
que no para. Muchas veces se confunde en el principio de la práctica con un estado de mayor ansiedad, pero a no
confundirse, no se está más ansioso, se está más claro, se está menos confuso, y nos damos cuenta con mayor claridad
que hay ansiedad. Antes pasaba más desapercibida, porque uno no estaba atento. Entonces, si bien la práctica de
Mindfulness es la práctica más difícil que hay en este momento, es también la más liberadora y la más transformadora,
porque combina perfectamente bien dos vertientes, una que es concentrar la mente en la respiración, porque si bien
hay otras prácticas que concentran la mente en otras cosas, tales como velas o mantras, nos concentramos en la
respiración porque la respiración es sumamente pragmática, porque va con nosotros a todos lados, si vemos que
estamos entrando en un círculo vicioso de reactividad, de tensión y de confusión, entonces, la respiración es la salida.
Eso concentra, se va a ir, me voy a dar cuenta que se va, la concentración que hace? Enfoca, y si enfocamos la mente,
¿qué efectos puede traer esta concentración, esto de enfocar la mente? La concentración calma, lo que no quiere decir
que vea en profundidad, porque en la superficie del mar puede haber calma, pero abajo…

La mirada profunda viene ya con la práctica de Mindfulness. Con la otra vertiente, la práctica, ahí ya sí estamos
trabajando a niveles mucho más profundos, a veces la práctica del Mindfulness se define como un drenaje del
inconsciente, a niveles mucho más profundos, donde estamos trabajando la reactividad. La meditación de calma, de
concentración, si yo me quedo en la respiración, y sí, trabajo la calma, pero no trabajo la reactividad, y la reactividad va
a aparecer cuando yo me quiera sacar la ansiedad de encima. Porque la ansiedad ya en sí misma es reactividad. Entonces,
la respiración es la primera vertiente, eso sí es una parte de técnica ¿Por qué es técnica? Porque tiene un objetivo,
concentrar. ¿Para qué? Para calmar. Tardaré más, tardaré menos, pero inmediatamente la respiración queda como telón
de fondo y empiezo ya a entrar en un estado, por eso la práctica del Mindfulness no se define como una técnica sino
como un estado, un estado de integración, un estado de presencia, un estado de conciencia, que me permite observar
neutralmente, es decir, sin juicios, la totalidad de la experiencia tanto la interna como la externa, sin intentar modificar
nada en ese momento. Fíjense que estamos desarrollando desde la práctica todo lo que se llaman capacidades
complementarias. Si yo tengo una balanza, esta balanza tiene de un lado la capacidad maravillosa de hacer que las cosas
sucedan. O acaso no nos pasamos el día desarrollando esta capacidad, haciendo que las cosas sucedan? Y el platillo de
la balanza al otro lado, para que se mantengan en un cierto equilibrio tiene que tener la capacidad de, por momentos,
dejar que las cosas sucedan. Sobre todo cuando muchísimas veces va a haber cosas que no las vamos a poder modificar,
porque no depende de nosotros en ese momento. Entonces, esta es la capacidad que estamos desarrollando a través
de la práctica del Mindfulness, una capacidad tan maravillosa, igual de importante, igual de necesaria para regar salud,
como la capacidad de hacer que las cosas sucedan. Dejar que las cosas sucedan. Esta es la práctica de dejar que las
cosas sucedan.

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