Sei sulla pagina 1di 4

Tema 1 Modelos Macroeconómicos Estáticos

1.1 Introducción

La diferencia fundamental entre los distintos modelos macroeconómicos estáticos en los que el
mercado de bienes y servicios se vacía aparece en la concepción del lado de la oferta agregada de
una economía. Estos modelos proporcionan resultados muy distintos en relación a las políticas de
estabilización: la eficacia de las políticas fiscales, monetarias o de rentas tradicionales dependen
crucialmente de las hipótesis sobre las que descansa el funcionamiento del mercado de trabajo.
Una representación muy simplificada de estas diferencias es la que se recoge en el Gráfico 1.1. Si
suponemos que la oferta agregada es perfectamente elástica a un precio dado, como en el panel
(a), observamos que el output responde totalmente a cambios en la demanda agregada mientras
que los precios no ajustan. En este caso, dado el nivel de precios, el nivel de producción está
determinado por la demanda agregada. Esta situación se asocia al caso keynesiano extremo de
completa rigidez de precios, que supone que el nivel de producción podía aumentar manteniendo
constantes los costes de producción. Una versión menos extrema de este modelo es la que se
reproduce en el panel (b), en donde la curva de oferta agregada tiene pendiente positiva debido a
que cuando el nivel de producción aumenta, las empresas se enfrentan a costes de producción
mayores, que producen aumentos del nivel de precios.

En esta situación las políticas de demanda expansivas dan lugar, simultáneamente, a un aumento
del nivel de producción y de los precios. Una visión opuesta a la del modelo keynesiano la
proporciona el modelo clásico de oferta agregada, en el que el mercado de trabajo siempre se
encuentra en equilibrio. Según este modelo, tal y como puede apreciarse en el panel (c), dados los
supuestos sobre el funcionamiento del mercado de trabajo se obtiene una oferta agregada
completamente inelástica. Como podemos observar, cualquier desplazamiento de la demanda
agregada, por ejemplo debido a una política fiscal o monetaria expansiva, produce un cambio de
precios dejando inalterado el nivel de producción.

A pesar de que estas posiciones se encuentran claramente enfrentadas entre sí, años más tarde de
que Keynes publicara su Teoría General en 1936, empezó a surgir un nuevo enfoque según el cual
tanto el modelo clásico como el keynesiano tenían algo de razón. Para muchos macroeconomistas
la descripción que realiza el modelo clásico resultaba razonable a largo plazo, una vez que los
precios y los salarios han ajustado completamente. Sin embargo, a corto plazo las rigideces en los
precios y en los salarios hacen que la economía se comporte como si la oferta agregada tuviera
pendiente positiva pero sin llegar a ser vertical. Esta asociación del modelo clásico con el largo
plazo y el modelo keynesiano con el corto se conoce como la síntesis neoclásica, y se convirtió en
el paradigma dominante durante varias décadas, en las que se utilizó para discutir la efectividad
de la política macroeconómica y que, todavía hoy en día, constituye una parte importante de
cualquier curso de macroeconomía intermedia. En las dos últimas décadas, la síntesis neoclásica
ha estado sometido a una controversia muy importante tanto por los defensores de la Nueva
Macroeconomía Clásica como por los de la Nueva Economía Keynesiana, ya que omite las
expectativas en el análisis y carece de una sólida fundamentación microeconómica en la
descripción del comportamiento de empresas y trabajadores.
En este capítulo no vamos a entrar en el debate sobre las limitaciones de cada uno de estos enfoques, sino que
describiremos distintos modelos macroeconómicos estáticos, incorporando distintos supuestos sobre el
funcionamiento de los mercados de trabajo y de bienes y servicios, que permiten analizar las principales
implicaciones de la flexibilidad de precios y de salarios sobre la eficacia de la política económica.

1.2 Agentes y mercados


El modelo que vamos a utilizar como marco de referencia para analizar el modelo clásico y el keynesiano
proporciona una representación muy simplificada de las decisiones básicas de los agentes económicos. Para
ello supondremos una economía cerrada que produce un único bien 𝑌 con el que se satisface la demanda de
consumo 𝐶 , la de inversión 𝐼 y el gasto público 𝐺 :

Esta identidad contable básica, que aparece en términos reales, nos indica que existen tres tipos de agentes
económicos: economías domésticas, empresas y gobierno. A continuación describiremos las decisiones que
adoptan cada uno de ellos y los mercados en los que actúan.

1.2.1 Empresas

Supondremos que la economía se encuentra compuesta por 𝑛 empresas, que producen un único bien en
régimen de competencia utilizando una tecnología común. La función de producción de la empresa
representativa la podemos escribir como:

en donde 𝑁𝑖 es el factor trabajo y 𝐾𝑖 el capital utilizado, que consideramos fijo al iniciarse el proceso
productivo. Para simplificar el análisis adoptaremos el supuesto de que el bien producido y el de capital son
idénticos, por lo que su precio (𝑃) es el mismo. Adicionalmente supondremos que la función de producción
presenta rendimientos constantes a escala en 𝐾 y en 𝑁, es decir,

Las demandas de trabajo y capital se derivan de la maximización de la función de beneficios,

en donde 𝑊 es el salario, 𝑟el tipo de interés nominal, 𝛿 la tasa de depreciación y 𝜋 las expectativas de
inflación que consideramos exógenas.

En el caso del factor trabajo, la condición de primer orden para la maximización de beneficios proporciona el
siguiente resultado:
es decir,

Puesto que estamos considerando que el stock de capital se encuentra dado, la expresión anterior determina la
demanda de trabajo de las empresas:

en donde

Por otro lado, las empresas desean aumentar el empleo de capital fijo si 𝐹𝐾 > (𝑟 + 𝛿 − 𝜋), es decir, cuando
la productividad marginal del capital excede su coste de uso. Si suponemos costes de ajuste que impidan que
las empresas puedan variar su stock de capital de manera instantánea para alcanzar su stock de capital
deseado, obtenemos la función de inversión con las propiedades habituales:

Para simplificar nuestro análisis supondremos que la tasa de depreciación es nula (𝛿 = 0). El supuesto de que
todas las empresas producen un único bien utilizando una tecnología común con rendimientos constantes a
escala nos permite obviar problemas de agregación. Como el stock de capital se considera fijo, la oferta
agregada 𝑌 𝑆 viene determinada por una función cuyo único argumento variable es el empleo efectivo 𝑁 𝑇 del
conjunto de la economía,

De igual manera, mediante la agregación de las funciones de demanda de trabajo, que son idénticas para todas
las empresas, obtenemos una función de demanda agregada de trabajo,

1.2.2 Las economías domésticas

Las economías domésticas toman en general tres decisiones:


• La distribución de su renta entre consumo y ahorro.
• La distribución del ahorro entre activos financieros alternativos.
• La oferta de trabajo como resultado de su decisión de consumo y ocio.
Respecto a la distribución de la renta entre consumo y ahorro, a nivel agregado adoptaremos la función de
consumo keynesiana,
en donde 𝑌 𝑇 es el nivel de producción efectivo de la economía, 𝑐 la propensión marginal al consumo, tal que
0 < 𝑐 < 1, y 𝐶̅ el consumo autónomo. El hecho de que el consumo dependa de la renta total de las
economías domésticas y no de su renta disponible proviene de una simplificación adicional: la recaudación
impositiva no depende del nivel de renta sino que es una cantidad fija 𝑇. De esta manera 𝐶 se puede
interpretar neto de impuestos.

En cuanto a la distribución del ahorro, supondremos que las economías domésticas demandan saldos
nominales de dinero y bonos El equilibrio en el mercado de dinero se representa mediante la función ,

Potrebbero piacerti anche