ciudad ecuatoriana, capital de la provincia de Santa Elena. Tiene una población de 39.681 habitantes. Se ubica en el litoral ecuatoriano, al occidente del país. Forma parte del conglomerado urbano de la puntilla de Santa Elena, junto con Salinas, La Libertad y José Luis Tamayo (Muey). La ciudad es el centro político de la provincia. Alberga grandes organismos culturales, financieros, administrativos y comerciales. Tiene 2 parroquias urbanas: Ballenita y Santa Elena, las cuales se subdividen en barrios. Fue hacia el final de su gobierno cuando Vicente Rocafuerte firmó el decreto con el que se creaba el cantón Santa Elena, como parte de la provincia de Guayas. El 22 de enero de 1839 adquiere tal condición tras haber sido la Villa de Santa Elena, desde junio de 1824, nominación otorgada por Simón Bolívar. Antes de la conquista española la población se denominaba 'Sumpa' que en la lengua chimú significa 'punta'. El 18 de agosto de 1531, al desembarcar en Ballenita, Francisco Pizarro la llamó Santa Elena. Ese día se celebraba a Helena de Constantinopla. El lugar estuvo poblado desde la prehistoria por la cultura Las Vegas, la primera que se asentó en los actuales territorios de la costa del Ecuador entre 8 000 a.C. y 4 600 a.C. A inicios del siglo XX el cantón Santa Elena contaba con 11 000 habitantes y poseía 4 parroquias: Santa Elena que era la cabecera cantonal, Manglaralto, Colonche, Chanduy. En la actualidad tiene 125 000 habitantes distribuidos en una parroquia urbana y seis parroquias rurales. Desde el 7 de noviembre del 2007, cuando se creó la provincia 24, pasó a ser la capital provincial y con sus 3 669 km2 de extensión es el cantón más grande de los tres de la península. A principios del siglo XX el cine daba todavía pasos vacilantes. En Ecuador, en 1908 surgió la Empresa Casajuana, que motivaba a músicos nacionales a acompañar el cine sin sonido. En 1910, en Guayaquil surgió la productora Ambos Mundos y en Quito en 1914 la Compañía de Cines de Quito. En la década del 20 se acentuó el interés por el cine, pero nunca se había visto nada filmado en el oriente ecuatoriano, por eso el estreno de la película “Los invencibles shuaras del alto Amazonas”, realizada por el misionero italiano Carlo Crespi, fue un acontecimiento, atrajo la atención de mucha gente, lo que obligó a programar una nueva función al día siguiente, destinando el dinero que se recaudara por las entradas al hospital que se construiría en plena selva y para el cual Mussolini obsequió 12 camas y 60 quintales de medicinas. El padre Crespi, después de trabajar en el Oriente, se radicó en Cuenca, donde fue un gran promotor de la cultura.