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LICENCIATURA EN QUÍMICO FARMACÉUTICO BIÓLOGO

MICOLOGIA

JUAN ANTONIO OROZCO HERMANDEZ

TEMA:

CANDIDIASIS VAGINAL

MELINA CHABLE PERALTA

7º “B”

H. CÁRDENAS, TAB. 30 NOVIEMBRE 2017


INTRODUCCION

Candida albicans es un hongo dimórfico, es decir, se desarrolla de forma distinta


en función de la temperatura de crecimiento, como levadura, normalmente a 37ºC
en el huésped, y como hongo de aspecto filamentoso, a 25ºC en la naturaleza.
Pertenece al filo Ascomycota y se reproduce de forma asexual por gemación. En
forma de levadura presenta un aspecto de células redondas u ovaladas, de 3-8 x
2-7 micras de tamaño, agrupadas en pequeños grupos, mientras que, en forma de
hongo filamentoso, las células se alargan y se diversifican tomando la apariencia
de filamentos, pseudo-hifas o pseudo-micelio.
El dimorfismo le permite evadir los mecanismos de defensa relacionados con la
inmunidad celular del huésped. En forma de levadura se comporta como saprofita,
conviviendo en simbiosis con el huésped, mientras que, en forma de hongo
filamentoso, se comporta como un parásito pató- geno produciendo síntomas en el
huésped. Macroscópicamente, en agar Sabouraud crece formando colonias
blancas, blandas, cremosas y lisas.
Candidiasis o moniliasis: infección superficial que aparece principalmente en
individuos con las defensas bajas, afectando a la piel (intertrigo), a las mucosas
(oral, genitourinaria o digestiva) y a las uñas (paroniquia o perionixis). Los
síntomas son leves como: enrojecimiento, picazón y malestar. En personas con
cáncer, trasplantados o con SIDA la infección puede hacerse sistémica
(candidemia), y puede llegar a ser mortal. (Soriano. C, 2006)
Reservorio Humano (microflora de la piel, la cavidad oral, el tracto gastrointestinal,
el sistema genitourinario y las heces o las deyecciones del hombre).
Es una infección primaria o secundaria, causada por levaduras del género
Candida, con manifestaciones clínicas extremadamente variables de evolución
aguda, subaguda, crónica o episódica, en las cuales el hongo puede causar
lesiones cutáneas, muco cutáneo, profundo ó diseminado.
Los factores desencadenantes de la enfermedad son generalmente
modificaciones en los mecanismos de defensa del huésped, los cuales,
secundariamente, inducen transformaciones en el comportamiento del hongo. Las
manifestaciones clínicas y la severidad de la infección están en relación con la
naturaleza y el grado de compromiso de las defensas normales del huésped.
Las infecciones micóticas vaginales son extremadamente comunes en la
comunidad y son motivo frecuente de consulta médica (Gatica. J, 2002)
Las candidiasis están consideradas como una de las principales agentes causales
de micosis en el humano, se presenta como infección por levaduras endógenas y
oportunistas del género Candida que producen manifestaciones agudas,
subagudas o crónicas. Se han reportado. glabrata. tropicalis, . parapsilosis como
especies patógenas de este género por citar algunas las cuales colonizan
superficies mucosas de la cavidad oral, y en pacientes inmunosuprimidos. Se
puede decir que un individuo es susceptible a infecciones por Cándida spp.
Cuando tiene una enfermedad que disminuye la eficiencia de su sistema inmune o
metabólico y una de las enfermedades más frecuente de este tipo es la Diabetes
mellitus que es un conjunto de trastornos metabólicos que afectan diferentes
órganos y tejidos, es incurable y se caracteriza por el aumento de los niveles de
glucosa en sangre. Se ha reportado que los pacientes con Diabetes mellitus son
más propensos a desarrollar lesiones comunes de los tejidos blandos de la boca
causada por hongos (Candidiasis). (Torres J.M, 1993)

OBJETIVOS

 Conocer el agente patógeno de la candidiasis


 Analizar las incidencias reportadas en el estado
 Diagnosticar el tratamiento de la enfermedad
 Identificar los factores que promueven a la enfermedad
REVISION DE LITERATURA

1.1.1 Incidencias de cándida albicans en Tabasco

En los últimos años, la frecuencia de la candidiasis vaginal ha aumentado debido a


que las mujeres han creado cepas resistentes por emplear antimicóticos de
manera indiscriminada que se pueden adquirir sin receta médica, lo que impide
curar esta enfermedad con facilidad.
La investigadora del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad
de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Laura
Castañón, explicó que la candidiasis es una infección originada por hongos
unicelulares que pueden atacar piel, uñas, pelo, tejidos y órganos internos.
A la fecha, refirió, han sido identificadas unas 200 especies del género candida, 40
de ellas asociadas a patologías en humanos, aunque la más significativa por su
importancia clínica es la candida albicans, una de las causas principales de
infección vaginal.
“Algunas especies de candida forman parte de la biota de los humanos, sobre todo
en la piel, las vías respiratorias altas, el tracto gastrointestinal y el tracto
genitourinario. En las mujeres, candida albicans es un habitante normal de la
vagina”.
(DV., 2004)

1.1.2 Casos reportados de candiasis en el mundo

No se conoce la real incidencia de la candidiasis vaginal. Una de las razones es la


automedicación y/o el sobrediagnóstico del problema.
Por ejemplo, algunas pacientes pueden tener un flujo fisiológico autolimitado a
mitad del ciclo menstrual, que podría confundirse con una recurrencia de la
infección por cándida y si la paciente se automedica con cualquier alternativa
disponible en el mercado, o no se hace un adecuado diagnóstico y se le da
tratamiento antimicótico, la molestia de los síntomas pasará espontáneamente,
pero la paciente y el médico que no hizo un diagnóstico certero de la molestia
quedarán con la impresión que el tratamiento administrado tuvo el efecto
terapéutico deseado. (Kontoyiannis, 2001)
Se considera que solo 20% a 30% de las mujeres que se automedican por
cándida, en realidad sí la tienen. La paciente suele tener un flujo autolimitado y
ella concluirá erró- neamente que tiene una recurrencia mensual del problema
original. Las molestias incluso podrían ser similares: flujo, prurito, eritema, etc. Se
estima que más del 40% de las mujeres normales, que no cursan con molestia
alguna de enfermedad activa, tienen en sus vaginas al cándida como comensal.
La sola identificación del cándida en el cultivo de secreción endovaginal, no
siempre hace el diagnóstico de la causa de la molestia ni de la infección. Por otro
lado, se ha estimado que aproximadamente 75% de todas las mujeres, en algún
momento de su vida, va a desarrollar infección vaginal por hongos y de éstas, 40%
a 50% desarrolla recurrencias.
Cerca de 5% de las mujeres experimenta infecciones recurrentes, incluso más de
4 episodios por año. Las recurrencias suelen no ser de fácil erradicación, ya que
pueden estar relacionadas a condiciones más serias, como la infección por VIH o
diabetes. Aunque la candidiasis vulvovaginal no es normalmente dañina a la mujer
sana, los síntomas pueden ser muy incómodos. Las infecciones por hongos
pueden ocurrir la semana previa a la menstruación, debido a las fluctuaciones de
los niveles estrogénicos. Las mujeres sanas asintomáticas acarrean levaduras en
sus vaginas como parte de la flora normal. Un cambio en el medio ambiente
vaginal, el pH o el balance hormonal en el huésped, puede ocasionar
sobrecrecimiento de las levaduras, resultando en ardor, comezón y malestar.
Se puede clasificar a la candidiasis vulvovaginal (CVV) como no complicada (80 a
90%) y complicada (10 a 20%). En el caso de las no complicadas, la
sintomatología suele ser la típica, siendo las molestias esporádicas o infrecuentes,
la intensidad de leve a moderada y la etiología más probable es el Candida
albicans ocurriendo frecuentemente en mujeres no inmunocomprometidas. Las
CVV complicadas, que son aquellas con más de 4 infecciones por levaduras por
año o los signos y síntomas de CVV suelen ser severos, las infecciones suelen ser
por especies no-albicans y el huésped puede ser que esté comprometido
inmunológicamente. (Gatica. J, 2002)

1.1.3 Tipos de candidiasis (variación taxonómica)

Taxonomía

Reino: Fungi

Filo: Deuteromycota

Subfilo: Deuteromicotina

Clase: Deuteromycetes

Subclase: Blastomycetidae

Familia: Cryptococcaceae

Género: Candida

Especies

Candida albicans
Candida dubliniensis
Candida glabrata
Candida guilliermondii
Candida kefyr
Candida krusei
Candida lusitaniae
Candida milleri
Candida oleophila
Candida parapsilosis
Candida tropicalis
Candida utilis

(Braun H, 2003)

1.1.4 Factores que promueven la colonización

1. Factores fisiológicos. Cambios de pH, de manera notable en vagina y boca,


embarazo y prematurez.
2. Enfermedades o procesos debilitantes diabetes, tuberculosis, absceso
hepático amibiano y desnutrición.
3. Inmunodeficiencias primarias o adquiridas. Leucemias, linfomas,
enfermedad de Hodgkin, infección por VIH-SIDA y, para el caso específico
de la candidosismucocutanea generalizada, agammaglobulinemias;
síndrome de Di George, timonas, hipoparatiroidismo e
hipoadrenocortisolismo.
4. Latrogenicos. Tratamientos prolongados con antibióticos, corticoesteroides
y citicorticoesteroides y citotoxicos; tratamientos anticonceptivos orales y
dispositivos intrauterinos. Cateterismo y procesos quirúrgicos invasivos.
5. Misceláneo. Dermatosis inflamatorias previas (dermatitis por contacto y del
área del pañal), traumatismo ungueles, mal estado de la dentadura, prótesis
dentales mal adaptadas y humedad. (Bonifaz, 2012)

Los factores usualmente identificados como asociados a la infección de la vagina


por hongos son el uso de antibióticos de amplio espectro, embarazo, uso de
anticonceptivos orales o incluso en algunos trabajos se menciona al uso de
dispositivos intrauterinos, como factor asociado.
Asimismo, la diabetes y las infecciones por VIH deben de ser consideradas dentro
de este grupo. La razón de esta asociación está bien determinada en el caso de la
diabetes, ya que es bien conocido que la glucosa en las secreciones vaginales se
encuentra incrementada y esta condición predispone el crecimiento y la adhesión
de la cándida, sobreviniendo la infección.
Los síntomas típicos de la CVV consisten en prurito vulvar acompañado de
secreción vaginal, que se parece, por sus características, al requesón. Sin
embargo, la secreción puede variar entre acuosa y densa, de manera homogénea.
Puede haber dolor vaginal, dispareunia, ardor vulvar e irritación. Puede ocurrir
disuria externa, cuando la micción produce exposición del epitelio vulvar y
vestibular inflamado a la orina.
El examen revela eritema y edema de los labios y la piel vulvar. Puede
encontrarse lesiones pústulopapulosas periféricas definidas. Quizás la vagina se
encuentre eritematosa y con una secreción blanquecina adherente. El pH vaginal
suele ser normal. La ‘prueba de olor’ o de Whiff es negativa . (Young, 2013)

1.1.5 Tratamiento

La duración del tratamiento dependerá no solo del principio activo seleccionado


sino de la forma galénica que tiene el producto farmacéutico seleccionado. El
tratamiento puede ir desde la dosis única hasta el tratamiento por 15 días. La
selección de la alternativa terapéutica dependerá del juicio del médico, con
relación al cuadro clínico y las características de la paciente en particular. Existe
una variedad muy amplia de sustancias bajo la denominación genérica de
antifúngico, que responde a diversas estructuras químicas y mecanismo de
acción.
La evolución del tratamiento ha pasado desde el empleo de metales pesados -
como el yoduro potásico, metaloides y derivados azufradoshasta los primeros
antibióticos antifúngicos, como la griseofulvina, nistatina, anfotericina B. Los
antifúngicos azólicos, siguiente familia en aparecer, no fue introducida en la
práctica terapéutica sino desde 1969, siendo los primeros en utilizarse el
clotrimazol, miconazol y econazol. Las alternativas terapéuticas disponibles son
dos: polienos y los azoles. En los polienos se dispone de la nistatina. Alternativa
bastante antigua, pero que aún se puede recurrir a ella como alternativa de
tratamiento.
El inconveniente de la nistatina es que la duración del tratamiento no debiera ser
menor a los 14 días. Si el tratamiento es fielmente cumplido, la tasa de cura
terapéutica alcanza el 80% de éxito. Otro polieno existente es la anfotericina, pero
su uso suele ser restringido a casos muy severos y/o críticos. La alternativa de
primera línea para uso de los azoles son los imidazoles: butoconazol, clotrimazol,
miconazol, terconazol, tioconazol. (Padilla. C, 2007)
El mecanismo de acción es el de inhibición de la síntesis del ergosterol, al inhibir
la conversión de lanosterol a ergosterol, produciendo cambios en la composición
lipídica de la membrana celular del hongo. Este cambio estructural altera la
permeabilidad celular y finalmente resulta en disrupción osmótica o inhibición del
crecimiento de la célula fúngica. Adicionalmente, puede inhibir la síntesis de
triglicéridos y fosfolí- pidos del hongo, así como la actividad de enzimas oxidativas
y peroxidativas, lo que favorece la acumulación intracelular tóxica de peróxido de
hidrógeno, que daña las organelas celulares y promueve la lisis fúngica. De los
imidazoles, el butoconazol tiene la concentración mínima inhibitoria (CIM) más
baja contra la mayoría de agentes micóticos patógenos.
Además, el butoconazol es efectivo in vitro contra otras especias de cándida.
Asimismo, no se ha encontrado, hasta la fecha, resistencia al butoconazol.
Si la sintomatología clí- nica persiste luego del tratamiento, las pruebas
diagnósticas deben ser repetidas, para estar seguros de la no presencia de otros
microorganismos patógenos, con la finalidad de confirmar el diagnóstico inicial y
para estar seguros de la ausencia de otras condiciones patológicas que pudieran
estar condicionando la infección micótica. (Soriano. C, 2006)
1.1.6 Diagnostico y pronostico

Los síntomas de CVV incluyen prurito, descenso vaginal, dolor vaginal,


dispareunia y disuria externa. El diagnóstico de candidiasis se puede hacer
mediante inspección visual, determinación del pH vaginal, microscopía,
Papanicolaou, prueba de látex y cultivo de secreción cervicovaginal.
(Ruiz, 2003)

1.1.7 Antimicóticos empleados en el tratamiento de los últimos 10


años

Amorolfina
La amorolfina se utiliza en forma de crema para el tratamiento de las
dermatomicosis (candidiasis cutánea, tinas, onicomicosis) y de la candidiasis
vaginal, en este caso administrada en forma de tabletas vaginales

Ciclopiroxolamina
Es un antifúngico que actúa inhibiendo la entrada de iones potasio y fosfato en el
interior del hongo, produciendo su muerte. Se indica para el tratamiento de las
dermatofitosis y para la pitiriasis versicolor, obteniéndose en este caso un 95% de
curaciones a los tres días del inicio del tratamiento. Su eficacia en el tratamiento
de las candidiasis cutánea y vaginal es más baja, situándose entre el 70 y el 90%

Clotrimazol
Este antifúngico es activo frente a un gran número de hongos patógenos, e incluso
actúa frente a bacterias grampositivas. Debido a sus importantes efectos
indeseables (intolerancia digestiva, síntomas neurológicos: depresión,
desorientación, alucinaciones) se emplea principalmente para el tratamiento tópico
de dermatofitosis, candidiasis cutáneas. (J., 1995)
(Torres J.M, 1993)

DISCUSION

Las infecciones micóticas vaginales son extremadamente comunes en la


comunidad y son motivo frecuente de consulta médica. El diagnóstico usualmente
es clínico, basado en la sintomatología, hallazgos clínicos, y se debería de
confirmar con microscopía directa. Raramente, el cultivo de secreción vaginal u
otra alternativa de diagnóstico más sofisticada son requeridas. El diagnóstico se
puede confundir con procesos fisiológicos que no requieren de tratamiento
específico.
Por ello, es muy importante la confirmación microscópica. Los lineamientos
actuales de tratamiento del Centro de Control y Prevención de las Enfermedades
Infecciosas recomiendan un curso corto de un derivado imidazólico tópico (dosis
única o regímenes de 1 a 3 días), para tratar efectivamente la CVV no complicada.
Estas guías están basadas en la extensa evidencia diagnóstica, clínica y
epidemiológica compilada y publicada durante la última década. Los imidazoles
aplicados tópicamente (butoconazol, clotrimazol, miconazol y terconazol) están
disponibles en regímenes de 1, 3, 7 y 14 días. No se aconseja la automedicación.
El uso inapropiado de cualquiera de las alternativas terapéuticas disponibles en el
mercado, puede retardar el tratamiento de otras formas de vaginitis, las cuales
pueden tener resultados clínicos adversos. Estudios con butoconazol de liberación
prolongada, con tecnología de bioadhesión, en dosis única, han probado eficacia
similar a los tratamientos prolongados con otras alternativas terapéuticas. Los
horarios de dosificación son un factor importante para determinar el cumplimiento
del tratamiento.
Es claro que al reducir el número de dosis y la duración del tratamiento, el régimen
tiene potencial de mejorar su adherencia, calidad de vida y satisfacción del
paciente, así como los costos del tratamiento.
La nistatina y las tabletas orales de fluconazol constituyen otras opciones para el
tratamiento. Los imidazoles suelen ser más efectivos que la nistatina. (Sobel JD,
2004)
BIBLIOGRAFIA

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