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METODOLOGIA DE TRABAJO MULTIDISCIPLINARIO PARA EL DISEÑO

ADECUADO DE LOCALES EDUCATIVOS1

“La infraestructura educativa debe ser entendida como el conjunto de espacios que requieren ser diseñados,
construidos y equipados de acuerdo con las características específicas del servicio educativo. Y es que debe haber
distintos tipos de establecimientos escolares para Educación Inicial, Primaria, Secundaria, Básica Alternativa o
Técnico-Productiva, teniendo en cuenta sus objetivos educacionales”.2

1. CONSIDERACIONES GENERALES

A mediados del 2015, nos encontramos en una situación en la que no podemos estar
seguros de si nuestra arquitectura, la realizada por el Estado que es el rector en temas
constructivos y de planificación, represente eficientemente y de manera adecuada un
ejemplo o modelo de infraestructura educativa. Nos encontramos muy atrás con
respecto a otros países de la región como Chile, Argentina, Uruguay, Colombia, entre
otros. Es cierto que la problemática es nacional, pues existe una ignorancia o
conveniente ignorancia en cuanto a planificación urbana y planeamiento arquitectónico,
pero el sector Educación no puede mantenerse al margen de esta carencia, pues es
responsable de educar al individuo en ciudadanía y en ello la Arquitectura es el medio
ideal para hacerlo, pues ésta educa con el diseño de sus ambientes.

Es en ese contexto en donde el vínculo entre arquitectos y docentes debe ser


sistemático y continuo. Los primeros precisan la colaboración de los docentes y éstos,
a su vez, necesitan la experiencia de arquitectos e ingenieros en materia del entorno
físico y la funcionalidad.

Sin embargo, un edificio es mucho más que la suma de sus funcionalidades. La


arquitectura nos afecta emocionalmente y quienes más lo notan son los estudiantes. La
luz, los colores y la orientación son factores tan importantes como el uso de materiales
locales, naturales y respetuosos del entorno. Toda esta compleja suma de factores es
lo que hay que tener en cuenta a la hora de diseñar un local educativo, sea cual fuera
la magnitud de intervención en cada una de sus edificaciones o si se trata de una
institución educativa creada expresamente.

La arquitectura, al margen de consideraciones sobre sus valores estéticos o su


significado, es ante todo un lugar en el que los seres humanos desarrollamos parte de
nuestras actividades. La función primera de un edificio cualquiera es servir para aquello
para lo que ha sido creado, para lo que depende de la existencia de los espacios que

1
El presente texto está basado en el artículo “Tendencias y estrategias del diseño para establecimientos educacionales
nuevos” (1999) del Arq. Rodolfo Almeida, consultor internacional en arquitectura para la educación para la UNESCO, en
proyectos en Bhután, Haití, Mozambique, Arabia Saudita, Guatemala, Iran (Escuela Modelo en la ciudadela de Bam). Es
Consultor Regional en Espacios Educativos para la Oficina Regional de Educación de la UNESCO para América Latina
y el Caribe, y Coordinador Técnico Internacional del Proyecto Conjunto MINEDUC/UNESCO (Chile); ha trabajado en
terreno en más de 90 países en todos los aspectos de investigación, planeamiento, diseño y construcción de
establecimientos educativos; Consejero Científico de la Escuela de Arquitectura de Grenoble, Francia. Es miembro del
Grupo de Trabajo Espacios Educativos y Culturales de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA). Durante su trabajo
en la Sede UNESCO, organizó, conjuntamente con la UIA, seminarios bi-anuales UNESCO/UIA en diferentes países
(Hungría, Polonia, Holanda, Venezuela, Tailandia, India, Senegal, Francia, etc.); del Council of Educational Facilities
Planners International (CEFPI); representa a la Oficina Regional de la UNESCO ante el Programme of Educational
Buildings (PEB) de la OCDE en París, Francia; entre otras menciones.
2
Texto publicado en “Infraestructura y calidad educativa” en el diario La República el 21 de diciembre de 2005, por Ídel
Vexler Talledo, educador peruano de trayectoria en la docencia, en la investigación y la gestión educativa. Experto en
pedagogía, currículo y evaluación. Es consultor técnico a nivel nacional e internacional. Columnista, articulista y
conferencista y ha publicado varios libros y ensayos. Su último libro es “Reflexiones comprometidas”. Es profesor
honorario, extraordinario y honoris causa de varias universidades. Ex Viceministro de Educación durante el gobierno de
Alejandro Toledo (2001-2006). Posee las Palmas Magisteriales en los grados de educador y maestro. Entre sus
principales logros se le reconoce ser impulsor del Banco Nacional de Textos, el Plan Lector, la Tutoría y Orientación
Educativa, así como la Educación Inclusiva para las personas con discapacidad.

1
posibiliten el desarrollo óptimo de las mismas. Y para percibirlo, para que se manifieste,
requiere de unos límites físicos que lo definan, que lo delimiten. Por consiguiente, el
espacio es el elemento que caracteriza la arquitectura, a la vez que sintetiza todos
aquellos factores -materiales, formales, funcionales y compositivos- que la definen y le
dan identidad.

El proceso de planificación de establecimientos educativos que se lleva a cabo para el


diseño y construcción de un local escolar, se debe realizar a través de un enfoque
metodológico. Posteriormente, dichos temas servirán como puntos de verificación de la
evaluación de propuestas de diseños y proyectos.

La arquitectura constituye en sí misma una herramienta educativa3.

Un buen diseño arquitectónico aplicado a un local o infraestructura educativa mejora la


calidad de la educación impartida en dicho establecimiento. Es por dicha razón que la
arquitectura debe estar adecuadamente adaptada a las metodologías y actividades
propias del proceso pedagógico que se proponga, considerando sobre todo el acelerado
ritmo de avance de las tecnologías de la información y la comunicación. Además de ello,
un edificio arquitectónicamente bien concebido debe estar adaptado a las condiciones
y cultura locales dentro de costos razonables de construcción, operación y
mantenimiento.

El objetivo también es proporcionar locales más eficientes en términos de consumo de


energía, mejor adaptados a la idiosincrasia de cada comunidad, a sus valores culturales
y a las condiciones climáticas y geográficas imperantes.

Por otro lado, también es necesario señalar que los locales educativos ya no se
encuentran restringidos a un uso exclusivamente escolarizado, sino que se posibilita la
prestación de numerosos servicios afines a la comunidad: Permitiendo el uso de sus
espacios exteriores para eventos deportivos, socio-culturales, bibliotecas, guarderías,
talleres técnicos, etc. Así como también, se promueve que las metodologías
pedagógicas consideren que algunas de las actividades curriculares se puedan
desarrollar fuera de la escuela en: Bibliotecas públicas, teatros, museos y mercados. En
otras palabras, la interacción entre la escuela y la comunidad y viceversa es y debe ser
cada día mayor.

A esto es necesario agregar también el creciente uso y desarrollo de las tecnologías de


la información y la comunicación (TIC) que están produciendo (y seguirán haciéndolo)
un importante impacto en el diseño de los locales educativos.

En nuestro país, las normas nacionales no han sido actualizadas o bien las nuevas
normas o las que las sustituyeron en el tiempo, no han sido necesariamente formuladas
a la luz de las reformas educacionales, sociales y de cambios tecnológicos. Todos estos
nuevos aspectos generan un impacto en el diseño de los nuevos edificios y en la
restauración, ampliación, remodelación o conversión de los ya existentes.

Esto se hace más preocupante cuando todo diseño es sometido a la aprobación de las
autoridades locales o del nivel central quienes sobre la base de dichas normas, evalúan
y/o aprueban programas de financiamiento o de construcción. Sin embargo y a pesar de
ello, es el impulso de ciertos arquitectos y educadores altamente motivados el que da
vida a diseños de excelente calidad arquitectónica educativa, como por ejemplo el

3
Siempre y cuando en el proceso de formulación de su propuesta se haya venido interactuando con la comunidad
educativa y de esa forma resulte adaptándose a las necesidades educativas de cada localidad que se intervenga. Lo que
sumado a una adecuada lectura del entorno y sus características: de acceso, de servicios, de la topografía, del clima,
etc., permita una intervención óptima.

2
Colegio Mercedes Cabello de Carbonera en el Rímac, Lima, y el Colegio Santa Ana en
Chincha, Ica, del Instituto de Vivienda, Urbanismo y Construcción; el Colegio Agustín
Gamarra en Izcuchaca - Anta, Cuzco, el Colegio Mateo Pumacahua en Sicuani, Cuzco,
y el Colegio José de San Martín en Pisco, Ica, de Laboratorio Urbano; el Colegio en
Chuquibambilla en Pangoa , San Martín, de AMA arquitectos; o el Colegio Santa Elena
de Piedritas en Talara. Piura, de Cotidiano arquitectos.

Esta tendencia está generando la producción de una variedad de nuevos diseños


arquitectónicos concebidos para diferentes tipos de establecimientos y destinados a
satisfacer -prácticamente caso por caso- las necesidades de cada comunidad y de su
entorno, obligando y haciendo del proceso de evaluación de diseños necesariamente
una actividad cada vez más compleja, para la que el órgano de evaluación
correspondiente tendrá que estar preparado.

2. PERSPECTIVA METODOLOGICA DEL PLANEAMIENTO ARQUITECTÓNICO


DE LA ARQUITECTURA EDUCATIVA

De todo lo anterior se puede concluir que un enfoque efectivo y adecuado del diseño
arquitectónico de establecimientos educativos debe tomar en consideración una serie
de objetivos como:

- Los requerimientos educativos y los de la comunidad, las condiciones


climáticas y geográficas.
- Una ubicación acorde con las prioridades, a fin de garantizar un acceso
equitativo de la población a la educación, otorgándole a todo el edificio otros
usos de naturaleza social y cultural en beneficio de la comunidad.
- La ejecución de un programa de construcción bien estructurado dentro de
un marco de tiempo y presupuesto razonables.
- La utilización de mano de obra, materiales y recursos financieros disponibles
de manera local como nacional.

Por ello la UNESCO plantea cuatro (04) ciclos o etapas utilizados en el proceso de
planificación de locales educativos:

1. Análisis y diagnóstico
2. Investigación y desarrollo
3. Planes y programas arquitectónicos
4. Ejecución y evaluación.

La Dirección de Normatividad de Infraestructura (DINOR) está involucrada y enfocada


en el primer y segundo ciclo del proceso de planificación de locales educativos y basa
parte de su organización4 en estos, según lo señalado en el nuevo Reglamento de
Organización y Funciones (ROF) del MINEDU. El objetivo es destacar puntos claves
para la evaluación de los diseños arquitectónicos y los criterios aplicados en mejorar su
calidad, que a continuación se describen.

2.1. Análisis y diagnóstico

Mediante el inventario de los locales educativos y del mobiliario escolar, se recaba


información general sobre la infraestructura educativa a nivel regional, nacional o local.
El ciclo de análisis y diagnóstico hace posible y tiene como finalidad la identificación de

4 La DINOR organiza sus objetivos y obligaciones en base a 04 unidades: Investigación y desarrollo; formulación normativa;
capacitación y difusión; y seguimiento y fiscalización, en función de las responsabilidades señaladas en el nuevo ROF del MINEDU.

3
deficiencias, el cálculo de lo requerido para satisfacer las necesidades de los locales
educativos (como reparaciones, mantenimiento, remodelaciones, ampliaciones,
sustituciones, nuevas construcciones, etc.) y definir las prioridades dentro de un marco
de tiempo.

La información proporcionada por el inventario facilitará la realización del proceso de


planificación educativa, que reúne la participación de diversos especialistas, las
autoridades locales y miembros de la comunidad. El objetivo es interpretar la
información disponible sobre los recursos educativos existentes, para proponer un plan
específico elaborado a nivel de cada comunidad.

2.2. Investigación y desarrollo

El ciclo de investigación y desarrollo es el eje central en el que se basa el trabajo


normativo y de diseño y planeamiento arquitectónico de la DINOR. Su propósito es
definir parámetros, normas y prototipos de establecimientos educativos que sirvan de
base tanto para la formulación de proyectos, planes y programas, como para la
programación arquitectónica, la elaboración del diseño, ejecución, mantenimiento, uso
y evaluación de locales educativos y de su integración a la comunidad.

Durante este ciclo se precisan tres ítems básicos y fundamentales para el diseño y
planeamiento de la arquitectura educativa como son los criterios de diseño, los
conceptos de organización espacial y los prototipos de programas arquitectónicos y
parámetros para su evaluación. A su vez para poder definir los criterios de diseño se
requiere el conocimiento y la precisión de los siguientes temas:

- Especificaciones educativas o lineamientos pedagógicos.


- Equipos y mobiliario o la dotación básica de equipamiento
- Normas de espacio
- Normas de confort
- Normas de seguridad
- Sistemas constructivos
- Límites o parámetros de costo

Con la finalidad de lograr adecuadamente estos temas, el vínculo entre arquitectos de


la DINOR y pedagogos debe ser sistemático y continuo. Los primeros precisan la
colaboración de los educadores y éstos, a su vez, necesitan la experiencia de
arquitectos e ingenieros en materia del entorno físico, clima, diseño, funcionalidad y
pertinencia. En la actualidad, el acelerado progreso de las TIC, la creciente
preocupación sobre la protección del medio ambiente, el uso racional de energía y de
recursos renovables de energía, etc., hacen necesaria la participación de profesionales
de diversos campos (equipo multidisciplinario) en la etapa de diseño. Sin embargo,
siempre las bases y la iniciación del trabajo son determinadas por la definición de las
especificaciones educativas o lineamientos y necesidades pedagógicas.

2.2.1. Especificaciones educativas o lineamientos pedagógicos

Las especificaciones educativas o lineamientos pedagógicos podrían definirse como la


descripción detallada y sistemática de los requerimientos del sistema educativo como
un todo y sus adaptaciones para responder a los requerimientos educativos nacionales,
locales y comunales. Dicha información sistematizada sirve como base en la definición
del tipo de local educativo, el número y la clase de establecimiento que proporcionaría
la respuesta más apropiada.

La definición del tipo de local requiere especificaciones pedagógicas relativas a:

4
- Número de estudiantes o número de aulas (según criterio pedagógico) y
nivel de educación, grupo de edad de los estudiantes, duración de los
estudios en cada tipo y nivel; asimismo, se deberían incluir otras
modalidades de educación no formal, según las solicite la comunidad.
- El currículo5, plan de estudios y el calendario de actividades por cada
disciplina o materia (horario), por tipo, nivel y grado y los índices de
utilización.
- La determinación de las horas de uso de cada ambiente del local educativo,
por materia o actividad pedagógica, por semana pedagógica.
- Los métodos de enseñanza (dinámicas pedagógicas) y los materiales
didácticos por cada disciplina o materia y el análisis de las diferentes
posibilidades u opciones de espacio (interior o exterior) donde estos estudios
puedan realizarse.
- La matrícula por tipo y nivel educativo.
- Los posibles futuros en el sistema educativo: contenido, métodos de
enseñanza, materiales didácticos, tecnologías de la información, nuevos
usos del edificio, matrícula, etc.
- Participación de la comunidad: decisiones acerca del uso del edificio por
parte de la comunidad durante horas de clases y/o después de clases;
compartir los espacios educativos y públicos, la integración de escuelas y
servicios comunitarios (sociales, culturales, deportivos), etc.

Adicionalmente, todas las actividades educativas – que pueden ser de diversos tipos–
deben ser analizadas en detalle, a fin de entender las necesidades de espacio que
puedan generar en lo referente a:

- El currículo6: la actividad directa de enseñanza aprendizaje, de acuerdo al


programa o plan de estudios; reflejada por ejemplo a través de actividades
informativas, exposiciones orales, trabajo en seminarios, estudio libre,
sesiones tutoriales, trabajo individual con la computadora, estudio fuera de

5
El término currículo (también currículum) se refiere al conjunto de objetivos, contenidos, criterios metodológicos y
técnicas de evaluación que orientan el proceso de enseñanza y aprendizaje: ¿cómo enseñar?, ¿cuándo enseñar? y
¿qué, cómo y cuándo evaluar? El currículo permite planificar las actividades académicas de forma general, ya que lo
específico viene determinado por los planes y programas de estudio (que no son lo mismo que el currículo). Mediante la
construcción curricular la institución plasma su concepción de educación. De esta manera, el currículo permite la previsión
de las cosas que se harán para poder lograr el modelo de estudiante que se pretende generar a través de su
implementación. El concepto currículo o currículum se refiere no solamente a la estructura formal de los planes y
programas de estudio, sino a todos los aspectos que implican la elección de contenidos, disposición de los mismos,
necesidades de la sociedad y tecnología disponible
6
El currículo del colegio o institución educativa debe definir el aprendizaje que se espera que todos los estudiantes
desarrollen a lo largo de su trayectoria escolar, tiene los siguientes elementos:
1. Plan de estudios: define la organización del tiempo en el cual se desarrollan las actividades semanalmente, la
cantidad de horas por asignatura y los horarios por curso.
2. Programas de estudio: permite la organización didáctica del año escolar para asegurar el logro de los objetivos
fundamentales y los contenidos mínimos obligatorios, el tiempo de los objetivos, con actividades, metodología y
evaluación para cada curso y asignatura.
3. Mapas de progreso: describen el crecimiento de las competencias consideradas fundamentales en la formación de
los estudiantes dentro de cada asignatura, son el marco de referencia del docente para observar y evaluar el
aprendizaje.
4. Niveles de logro: describen los desempeños de los estudiantes en las asignaturas, se evalúan al fin de cada ciclo
escolar.
5. Textos escolares: desarrollan los contenidos definidos en el currículo y permiten implementarlo en el salón de
clases. Estos textos deben ser evaluados cada año por los docentes de cada área y cambiados cuando se considere
necesario.
6. Evaluaciones: parte del proceso de aprendizaje de los estudiantes, se elaboran para constatar regularmente los
logros
7. Línea pedagógica: es el enfoque socio-cognitivo que se tiene de la educación, al cual la infraestructura apoyará.
Para el arquitecto proyectista, diseñador y/o evaluador para el desarrollo de su trabajo, le interesan básicamente los
puntos 1, 2, 5 y 7, pues su relevancia en los ambientes pedagógicos es significativa e importante, para que la
infraestructura permita brindar las condiciones óptimas para los logros de aprendizaje (punto 4).

5
la escuela (descentralización del aprendizaje gracias al desarrollo de TIC´s),
estudio en diferentes ambientes de la escuela.
- La investigación: actividades de estudio que beneficien la calidad de
enseñanza-aprendizaje de la institución y puedan ser útiles fuera de ella
- La extensión cultural: actividades que vinculan cultural y socialmente al
establecimiento educacional con la comunidad exterior
- Las actividades complementarias relacionadas al bienestar y la educación
física: actividades que satisfacen necesidades básicas de la comunidad
educativa como son el alojamiento, la recreación, la alimentación, los
deportes, el transporte, etc.
- Los servicios en general: apoyo básico a actividades administrativas tales
como la limpieza, el mantenimiento y el abastecimiento.

2.2.2. Equipos y mobiliario o dotación básica de equipamiento

El mobiliario podría definirse como el conjunto de elementos que siendo parte del edificio
representa el vínculo con el usuario, facilitando su actividad de aprendizaje. Los muebles
utilitarios (principalmente mesas, sillas, escritorios, bancos, etc.) sirven al usuario en
forma directa y su eficiencia es medida en términos de la comodidad que ellos
proporcionan a éste, tanto en reposo como en movimiento. El mobiliario debe ser
funcional, cómodo, económico, agradable a la vista y que pueda ser fabricado
localmente en lo posible. Se requiere de diseños frescos que encaren directamente las
dinámicas educativas actuales, favoreciendo su aplicación en diferentes tipos de
espacio. Diseños consecuentes con las necesidades pedagógicas y las necesidades
espaciales, a un costo razonable.

Para garantizar la adecuada relación entre mobiliario y usuario, es preciso realizar un


estudio a manera de encuesta antropométrica y ergonómica de los estudiantes del país
o región, con el fin de determinar las distintas dimensiones del mobiliario según las
diferentes medidas de la población estudiantil. Este estudio antropométrico del
estudiante peruano debe realizarse es muy importante como parte fundamental para la
adecuada ergonomía del mobiliario educativo nacional; sin embargo, la DINOR
propondrá un sistema de décimos proporcionales, rescatando un planteamiento
realizado por el Instituto Nacional de Investigación Tecnológica y Normas Técnicas
(ITINTEC), hoy Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de
la Propiedad Intelectual (INDECOPI), en los años 70 para que de manera transitoria
puedan aplicarse dimensionamientos más adecuados a los nuevos mobiliarios, previa
validación o evaluación del mueble por un Laboratorio de Ensayos competente.

Una vez definidos el tipo, tamaño y número de mobiliario requerido, proponemos que
debería existir la alternativa de diseñarlos o comprarlos ya terminados. El diseño debe
ajustarse a lo previamente programado, teniendo en cuenta la situación y posibilidades
de la industria local y la disponibilidad de materiales, mano de obra, etc. El mobiliario de
trabajo (mesas, sillas, escritorios, etc.) debe ser sólidamente construido, pero a la vez
fácil de trasladar, transportar y almacenar. Estos muebles también deberían cumplir
diferentes propósitos (ser multifuncionales). Adicionalmente, el diseño debería permitir
la agrupación de los estudiantes en distintas situaciones de aprendizaje: en forma
individual, en pequeños grupos, en trabajo en seminario, enseñanza frontal, etc. El
diseñador debe tener a su disposición estas especificaciones venidas de las áreas
pedagógicas a las que llamamos especificaciones educativas.

Si se opta por adquirirlos o comprarlos terminados, es aconsejable elaborar


especificaciones técnicas de funcionamiento como parte de las bases. Dichas
especificaciones no contendrían el diseño propiamente tal sino, más bien, las

6
características funcionales y las dimensiones básicas7. Las especificaciones de
funcionamiento guardan relación con la vida útil, la resistencia al mal uso, el costo, la
producción, el ensamblaje, facilidad para almacenar, apilar y transportar, su distribución
y mantenimiento etc. De esta manera, las especificaciones de funcionamiento
otorgarían a las distintas empresas postoras la flexibilidad necesaria para que participen
en la licitación proponiendo distintos materiales –madera, combinaciones de madera y
metal, plástico (sea polipropileno, resina acrílica u otros similares), etc., – aunque cada
empresa deberá ser capaz de satisfacer dichas especificaciones, producir, probar en
situación real y evaluar prototipos previo a la adjudicación final del contrato. De este
modo, la industria también podría contribuir a la investigación y el desarrollo del
mobiliario escolar y la evaluación de las propuestas podrían hacerse utilizando los
mismos indicadores (las especificaciones de funcionamiento) independiente del material
empleado para su fabricación, mejorando el producto con el tiempo.

De la misma manera, el equipamiento consiste en el conjunto de elementos a través de


los cuales se transmite el conocimiento. Por lo tanto, se trata esencialmente de
instrumentos. Por un lado, ciertos equipos cumplen una función educativa en sí
mismos8. La evolución de las nuevas tecnologías está modificando aceleradamente el
equipamiento que se necesita en los locales educativos, dando origen a nuevos
requerimientos de los espacios, nuevas distribuciones interiores y nuevas instalaciones
que antes no eran necesarios en los ambientes pedagógicos como: equipos de sonido,
videos, internet, computadoras, etc.

Por otra parte, el equipo de diseño que se establezca debe trabajar en estrecha
colaboración con el diseñador de mobiliario de la DINOR, o con la empresa
abastecedora del mobiliario o el equipamiento, con la finalidad de incluir junto con éstos
croquis alternativos de disposición del mobiliario dentro de los espacios, de manera que
se produzca un mayor entendimiento por parte del docente que al final es el organizador
del mobiliario y equipamiento dentro de los ambientes planteados.

La dotación básica de equipamiento educativo (mobiliario y equipos) por actividad


educativa, es de suma importancia para el dimensionamiento de los ambientes
pedagógicos, en conjunto con las dinámicas pedagógicas le permiten al arquitecto
plantear la real dimensión del espacio educativo necesario para cumplir los logros de
aprendizaje.

2.2.3. Normas de espacio

Comparativamente, las normas referidas al diseño de los espacios educativos adoptan


diversos significados y valores en los distintos países del mundo. Sin embargo, en todos
ellos las normas de espacio se derivan de las especificaciones educativas o
lineamientos pedagógicos.

En líneas generales, las normas de espacio tienen un carácter cuantitativo y se emplean


para indicar el área necesaria para realizar adecuadamente una actividad dentro de un
espacio educativo (incluyendo su mobiliario necesario, sus materiales didácticos y los
instrumentos de tecnología de la información y la comunicación, etc.), o bien la actividad
total que se lleva a cabo en un local para un número dado de estudiantes. Las normas
se expresan como áreas netas por estudiante (sin tomar en cuenta la superficie

7
Al mencionar dimensiones básicas, se hace referencia a las dimensiones mínimas óptimas para el adecuado desarrollo
de las actividades educativas, no hace alusión a la mera simplificación dimensional que permita un menor costo del
mobiliario, que pondría en riesgo no solo la funcionalidad del bien, sino la salud de los futuros usuarios. Se deben
considerar dimensiones básicas que no pongan en riesgo la correcta ergonomía del bien.
8
Como por ejemplo, el proyector de películas que podría estudiarse para comprender su funcionamiento y a la vez este
equipo puede ser clasificado como un medio didáctico auxiliar.

7
asignada a muros) y varían según el nivel educativo, el tipo de enseñanza, la ubicación,
el clima y los recursos disponibles.

En muchos casos, se establece un compromiso tácito entre los requerimientos


educacionales, sociales y culturales y la capacidad financiera de las autoridades
nacionales o locales para adoptar “normas de espacio ideales” acordes con su realidad
nacional. Se puede observar que en numerosos países se definieron normas de
espacios mínimos, que si bien respondían a los requerimientos pedagógicos, también
eran consistentes con sus recursos financieros; con el tiempo dichas normas
evolucionaron en la medida que el país mejoró su situación económica, como es el caso
de países como Chile, Colombia y últimamente Ecuador.

El siguiente análisis funcional da cuenta de los requerimientos educativos que se deben


tener en consideración para definir los espacios:

- Disciplinas y actividades que tienen lugar en un espacio dado.


- Participantes: tipo y número; estudiantes y docentes, comportamientos y
caracterización de cada uno de los usuarios.
- Mobiliario y equipo: tipo, cantidad, medidas, áreas netas utilizadas y áreas
de influencia durante su utilización en cada dinámica pedagógica.
- Dimensiones: ejemplos por medio de croquis con diferentes alternativas de
disposición y sus correspondientes dimensiones
- Instalaciones: eléctricas, videos, computadoras, sanitarias, agua, gas, etc.
- Confort físico de acuerdo con cada actividad: iluminación (eléctrica y
natural), ventilación (mecánica o natural), térmico, clima, etc.

Paralelamente, existe un procedimiento empírico que consiste en realizar un análisis de


los locales educativos similares o comparables dentro del país. Lo anterior puede ser
complementado con los análisis de la información recabada en otros países en casos
parecidos, datos que eventualmente sirven de referencia para los resultados del análisis
funcional. El análisis comparativo y su aplicación en la realidad nacional son relevantes
y ayuda a mejorar el producto ofrecido.

Las normas de espacio deben ser flexibles e indicativas, su evaluación o análisis no


responde a una receta a seguir, ni a un molde al cual limitarse. Adicionalmente deben
tomar en cuenta actividades educativas, culturales, sociales y de recreación para la
comunidad.

El cuidadoso estudio del área por estudiante ayudará a optimizar la inversión, ya que el
costo por estudiante se obtiene multiplicando el costo por unidad de área9 por la norma
de espacio (índice de ocupación). Mientras más estrecha sea la relación área-usuario,
más productiva la inversión en términos de alcanzar los objetivos pedagógicos al costo
más asequible. De ahí la relevancia del conocimiento de las actividades y
especificaciones educativas. Sin el pleno conocimiento de éstas las normas de espacio
(índices de ocupación) no tienen como definirse.

2.2.4. Normas de confort físico y de salud

El confort o bienestar físico en establecimientos educativos se refiere a condiciones


aceptables o adecuadas de iluminación, temperatura, ventilación, acústica, psicológicas
y otras que deben estar presentes en los colegios de manera que la actividad
pedagógica se pueda realizar en la forma más apropiada. El mismo criterio es aplicable

9
El costo por m2 de construcción de local educativo es un parámetro deseable, pero va a depender de muchos
factores en nuestro país, se requiere de un análisis técnico que lo sustente.

8
a las normas de salud, agregando en este caso regulaciones de higiene (en baños,
cocinas, comedores), la importancia del diseño de mobiliario mencionado anteriormente.

Como concepto abstracto, el confort puede clasificarse en tres categorías: térmica,


visual y auditiva, cada cual con sus propios rangos de tolerancia entre los cuales existe
variación.

El confort debe analizarse para el edificio completo como para cada espacio individual.
Por ejemplo, los requerimientos de iluminación para un taller de electrónica son
diferentes a los de una sala de clase; en espacios de grandes dimensiones podría ser
necesario realizar estudios acústicos especiales para prevenir reverberación, ecos, etc.,
o quizás se desee permitir la entrada de sol en invierno y al mismo tiempo proteger al
edificio de una penetración solar demasiado intensa en los meses de verano. La mayoría
de los países elabora sus propias normas de salubridad y de confort.

2.2.5. Normas de seguridad

Si bien las normas de espacio y de confort son determinadas sobre la base del uso
cotidiano del local educativo, las normas de seguridad son condiciones que deben ser
satisfechas ante situaciones de desastre que podrían ocurrir en forma inesperada como
resultado de un fenómeno natural como sismos, inundaciones o ciclones.

Además de causar graves daños directos, estos fenómenos suelen ser acompañados
de efectos secundarios tales como incendios o pánico colectivo que requieren un rápido
y seguro desalojo del edifico.

Los fenómenos naturales más comunes ante los cuales se requiere protección son:

- Ríos desbordados como resultado de lluvias torrenciales, derretimiento de


nieve o ruptura de diques
- Tsunamis y marejadas provocadas por actividad sísmica y ciclones
tropicales, respectivamente
- Sismos o eventos volcánicos
- Aludes de tierra, rocas y nieve (huaycos y/o avalanchas)
- Incendios o conflagraciones
- Sequías, Heladas, friajes

La gran mayoría de los países incluyen en sus códigos nacionales de construcción


normas que contemplan dichos eventos y que son obligatorias para todo tipo de
edificios. En algunos se han elaborado normas específicas para establecimientos
educativos, hospitales y otros edificios públicos, donde se suelen congregar grandes
cantidades de personas. La UNESCO ha elaborado para su uso en países en desarrollo
varios manuales que incluyen el diseño de edificios resistentes a acciones de la
naturaleza (terremotos, entre otros). Este es otro aspecto que puede influir en el diseño
arquitectónico y puede también ser evaluado.

2.2.6. Sistemas constructivos

El conjunto de elementos, materiales, técnicas, herramientas, procedimientos y equipos,


deberá ser cuidadosamente elegido a fin de realizar la propuesta arquitectónica
adecuada, la elección del sistema constructivo debe favorecer los procesos
pedagógicos descritos en las especificaciones educativas. Tener en consideración que
lo que diferencia un sistema constructivo de otro es, la forma en que se ven y se
comportan estructuralmente los elementos de la edificación, como son: pisos, muros,
techos y cimentaciones.

9
El sistema constructivo no siempre define la edificación en su totalidad, es más común
que defina cada una de sus partes; por ejemplo, en un mismo edificio o local educativo
se pueden hacer muros de mampostería, reforzados, estructurales, o una combinación
de los mismos. Mientras que también se puede usar una cimentación flotante, aislada,
corrida, o combinación de estas. Con respecto al sistema de carga del local educativo
sucede lo mismo, se puede hablar de un sistema aporticado (vigas y columnas, de
nudos rígidos) o un sistema de muros portantes, o una combinación de los dos. Y
cuando se hace referencia a las losas de entrepiso, se puede hablar, por ejemplo de
losas macizas, aligeradas, en metal Deck (o placas colaborantes), etc.

Para cada sistema constructivo, se usan diferentes procedimientos de construcción,


diferentes materiales y su funcionamiento estructural, así como su precio, también
varían de uno a otro. Deberemos elegir el más adecuado en precio y beneficios para
que la propuesta pedagógica se realice en las mejores condiciones.

Para la implementación del sistema constructivo de un local educativo se requiere un


diseño arquitectónico, para lo cual en primer lugar, se deberá atender a las exigencias
funcionales de cada uno de los ambientes pedagógicos y a las acciones exteriores que
van a sufrir además de tener en cuenta las posibilidades de materiales que se pueden
utilizar, en función de sus calidades locales y/o regionales.

2.2.7. Límites o parámetros de costo

Los límites de costo deben entenderse como costos básicos o de referencia que hacen
posible la inmediata cuantificación de un proyecto con un grado aceptable de
confiabilidad. Se trata de un parámetro de trabajo que posibilita planificar el costo de un
proyecto durante la etapa de diseño y controlarlo durante la etapa de construcción,
proporcionándole al arquitecto o constructor la información necesaria para cuantificar el
monto de la inversión.

Los límites de costo para un nivel específico de educación pueden ser establecidos a
nivel global, como costo por estudiante o como costo por unidad de área: costo por
metro cuadrado de una escuela primaria o costo por elemento de construcción.

Independiente del parámetro seleccionado y en orden a optimizar la inversión, el equipo


de diseño deberá cerciorarse que el edificio educativo tenga una alta tasa de utilización,
la multifuncionalidad y la flexibilidad se convierten en parámetros de diseño necesarios.
En un esfuerzo por garantizar que los espacios individuales sean altamente utilizados o
puedan ser usados con diferentes propósitos, en numerosos países (Argentina, Chile,
Uruguay, Costa Rica, etc) existe la tendencia de utilizar los espacios internos de
circulación como “calles” donde se pueden llevar a cabo diversas actividades:
recreativas, de educación física, de lectura, reuniones sociales tanto de los estudiantes
como de la comunidad, cafetería, actividades teatrales, etc., dejando de ser solamente
espacios de conexión o comunicación.

2.3. Cuadros para el cálculo de espacios educativos y su índice de


utilización: tipo y cantidad de espacios educativos10

Una vez definidas las especificaciones educativas y los otros usos que se darán al
edificio o local educativo, es factible determinar el tipo y la cantidad de espacios
necesarios. Los educadores, arquitectos y representantes de la comunidad trabajarán

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La DINOR se encuentra en proceso de elaboración de dichos cuadros, para lo que requiere conocer realidades exitosas
donde se han aplicado y analizar sus posibilidades de aplicación más adecuadas.

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en equipo aunando esfuerzos hasta obtener el diseño final. Los cuadros o formularios
ayudarán en el transcurso de este diálogo permanente.

Dichos cuadros se destinan para cada asignatura o disciplina, para la tipificación de los
espacios y para su cuantificación. Se trata de lograr por medio de ellos, la definición de
las actividades programadas y el espacio a utilizar: un espacio determinado puede tener
distintos usos en diferentes días y horas.

Así también, hace falta determinar y conocer sus características y sus requerimientos:
número de usuarios (uno, cinco, diez, veinte, o diferentes combinaciones en distintas
ocasiones, diversas razones docente/estudiante); el o los espacios donde se
enseña/aprende la disciplina, por ejemplo, el número semanal de horas de matemáticas
puede cumplirse en distintos días y espacios; en un aula general, en “esquinas” para
matemáticas, en una estación de aprendizaje individual con computadora, en un área
exterior, etc.; su mobiliario; su equipamiento; las instalaciones requeridas de acuerdo al
espacio: electricidad, agua, videos, etc, para las nuevas tecnologías de información y
comunicación y otras innovaciones tecnológicas.

Estos cuadros darán como resultado el número y tipo de espacios, el número de horas
semanales de uso y el “factor de uso o índice de utilización” por cada espacio. Una tasa
o índice de utilización demasiado baja (menor a 70% - 75%) indicará que el espacio
tiene un alto costo y habrá que tomar una decisión como, por ejemplo, de ponerlo a
disposición de la comunidad –cuando no se encuentre en uso– para celebrar reuniones
de padres, charlas sobre planificación familiar, etc., o bien modificar el formulario para
la disciplina a fin de incrementar el índice de utilización del espacio subutilizado (lo
óptimo es entre 80% y 90%).

En estos cuadros también se pueden incluir los requerimientos de la comunidad: uso de


los espacios previamente especificados (talleres, campos deportivos, bibliotecas, etc.)
y/o la creación de espacios nuevos (actividades culturales, enfermerías, etc.). En este
formulario consta el número total de metros cuadrados de área neta de los espacios
educativos necesarios.

Este ininterrumpido y constante diálogo –con la ayuda de los cuadros mencionados–


entre arquitectos de la DINOR, pedagogos y la comunidad (esta último de manera ideal)
continuará hasta que se encuentre una solución satisfactoria. Cabe destacar que para
un mismo programa educativo con idéntico número de estudiantes, equipos diferentes
–según sean más convencionales o más innovadores– se puede llegar a conclusiones
diametralmente opuestas que afectarán el diseño. Por ejemplo, el equipo “tradicional”
puede afirmar la conveniencia de conservar y aun incrementar las aulas de tipo general,
en cambio el equipo “innovador” puede concluir que lo más indicado es reducir
drásticamente el número de aulas generales a favor de más estaciones individuales o
de pequeños grupos de aprendizaje con ayuda de computadoras, espacios para
videoconferencias, sugerir la intensificación del estudio en el hogar, etc. Ambas
conclusiones deberán ser estudiadas en función de los recursos asignados y
modificadas en la medida que sea necesario. Si se deseara incluir indicadores de
evaluación en esta etapa, se necesitaría un mayor desarrollo de estos cuadros, sobre
todo en los datos pedagógicos.

Algunos países aún centralizados o en vías de descentralización como el nuestro, aún


conservan los típicos cuadros para un nivel de educación y un número de estudiantes
dados, a modo de un listado de espacios que podría o no resolver sus problemas
educativos locales, ya que dichos cuadros no están directamente ligado a su contexto
local.

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Una vez que el diálogo ha finalizado y el equipo ha llegado a una conclusión aprobada
por la comunidad y dentro del presupuesto asignado, el cuadro final deberá contener un
listado de todos los espacios (tanto interiores como exteriores), su frecuencia de uso y
el área neta total (m2).

3. CRITERIOS Y GUIAS DE DISEÑO Y PROGRAMACION ARQUITECTONICA

La idea de confeccionar guías con el objeto de complementar y suplementar las normas


existentes de espacios que suelen presentarse únicamente como cifras y tablas, puede
ser perfeccionada hasta llevarla a convertirse en criterios de diseño para ser utilizados
por el equipo de trabajo. Además de lo ya mencionado, los criterios de diseño deben
estar enfocados hacia los siguientes temas:

- Determinar la organización, operación y características presentes y futuras


de los locales educativos.
- Lograr el grado máximo de eficiencia del edificio en lo relativo a los servicios
–social, cultural, recreativo, salud, etc– que éste preste a la comunidad.
- Lograr la mayor economía posible en términos de costos de construcción y
operación, sin afectar la calidad.
- Garantizar el cumplimiento de condiciones asociadas al confort, la salud, el
equipamiento (mobiliario, materiales didácticos, equipamiento en general),
las instalaciones (agua, electricidad, gas, video, internet, informática,
desagüe de aguas grises y negras, etc.), la orientación del edificio para un
mejor aprovechamiento del clima, etc.
- Tener en cuenta las características particulares del emplazamiento
(levantamiento topográfico y estudio del suelo), dimensiones del terreno y
posibilidades de futura expansión, servicios de infraestructura, medio
ambiente, clima (viento, lluvia, humedad, temperatura, etc.) de acuerdo con
la zona climática.
- Provisión de conceptos de organización espacial que contribuyan a hacer
del local educativo un complejo eficiente y funcional, por ejemplo, agrupando
unidades por áreas de estudios relacionados; ubicando áreas comunes de
aprendizaje tales como bibliotecas o centros de recursos, en forma
estratégica; separando las áreas más ruidosas de las demás; asegurando
un fácil acceso de la comunidad a los espacios compartidos como
gimnasios, auditorios, cafeterías, canchas de deportes, etc. La zonificación
acorde con la finalidad y uso de los espacios determinará un buen diseño
arquitectónico posteriormente.

Los criterios de diseño deben ser elaborados haciendo uso de croquis de diseños
alternativos de solución para los diferentes espacios y organizados como indicadores
de procedimiento que faciliten al equipo la labor de diseño y la evaluación del mismo.

Toda la información y observaciones anteriores constituyen el programa arquitectónico.


Una vez en posesión de este documento, el arquitecto estará en condiciones de
comenzar el diseño del establecimiento educativo en permanente consulta con su
equipo, modificándolo y adaptándolo cuantas veces sea necesario hasta llegar al diseño
final. Sólo entonces, el diseño final puede ser evaluado para la búsqueda y obtención
de financiamiento.

4. CONCLUSIONES

El objetivo del presente documento ha sido destacar la importancia de la arquitectura


para mejorar la calidad de la educación; identificar puntos de verificación para la

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evaluación de diseños y de nuevos locales educativos; sugerir la necesidad de elaborar
criterios de diseño que sirvan como guías adaptadas a contextos locales y mejorar la
calidad de la arquitectura educativa; insistir que se hace necesario un trabajo
multidisciplinario con las áreas pedagógicas a fin de recabar de ellas la mejor y mayor
información posible para salvar la brecha funcional existente, que impide realizar una
propuesta coherente con las necesidades existentes. A nivel de la región americana nos
encontramos bastante rezagados en cuanto a los procesos y metodologías para lograr
un adecuado planteamiento y diseño arquitectónico en cuanto a arquitectura educativa.
Procesos en los cuales la UNESCO intervino y ayudó a direccionar los objetivos
principales de cada país en el diseño y construcción de este tipo de infraestructura
produciendo cambios importantes a favor de sus realidades. Algunos de los cambios
que se han producido en los últimos años en otros países de la región son:

- La mayor participación de equipos locales en actividades de planificación y


diseño;
- La conversión y restauración de edificios históricos.
- Soluciones innovadoras ante escasez de terrenos.
- Intensificado respeto por el medio ambiente y la ecología.
- La conservación de energía y utilización de fuentes de energía renovables.
- El respeto por los valores culturales locales manifestado a través del uso de
materiales y “vocabulario” arquitectónico local.
- La apertura hacia la comunidad en general trascendiendo el uso exclusivo
del edificio como escuela.
- La flexibilidad para adaptarse a reformas e innovaciones educativas, tales
como la enseñanza individualizada.
- La introducción de tecnologías de la información y comunicación que están
cambiando el tipo de espacios, generando espacios nuevos y llevando la
educación al hogar.
- La creciente importancia de los centros multimedia.
- La utilización del local educativo como centro de capacitación para la
industria o empresas privadas.
- Las comunidades rurales están siendo provistas con locales educativos que
cuentan con diversos servicios públicos como museos, bibliotecas,
hospedaje o internados, servicios de salud, etc.
- La intensificación del uso múltiple de los espacios, como las áreas de
circulación, para la recreación, reuniones, cafeterías, etc.
- El hecho de que los locales educativos han adquirido un mayor significado
para sus comunidades.

En resumen, la implementación del Modelo de Servicio Educativo Jornada Escolar


Completa (JEC) plantea nuevos conceptos y métodos de enseñanza que implican una
mayor flexibilidad para el desarrollo de las distintas materias del aprendizaje que permita
la enseñanza en la totalidad de los espacios del local educativo y en otros espacios
exteriores de la comunidad circundante, como en la forma de enseñanza.

De todo lo anteriormente expuesto, se concluye que la metodología conveniente para el


diseño adecuado de locales educativos, será la que permita que se conjugue la visión
ideal que tiene el docente para lograr la concreción de sus aspiraciones educativas en
espacios adecuados, bellos y dentro de los recursos financieros disponibles, con la
asistencia de profesionales calificados en el diseño de estos espacios. La metodología
será tan flexible que permita que para un mismo programa educativo las soluciones
arquitectónicas resultantes puedan ser muy diferentes; así, podría concretarse el
proyecto en una solución más tradicional o más innovadora, dependiendo de la visión
educativa/arquitectónica de cada equipo de trabajo, plasmada en el proyecto educativo.

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Lo atractivo de esta metodología, es poder determinar el número de espacios o
ambientes educativos en función de los programas pedagógicos y de la visión
educativa/arquitectónica del equipo de trabajo así como, de manera muy importante, la
tasa o índice de utilización de cada uno de dichos .espacios, que determinará la
existencia o no de estos.

El apoyo y presencia del Banco Mundial, siendo una de las mayores fuentes externas
de financiamiento para la educación en los países en desarrollo, es crucial para lograr
este nuevo de enfoque o manera de hacer arquitectura educativa en nuestro país y será
determinante para el cambio que se requiere de aquí al 2035. La educación es uno de
los factores más importantes para poner fin a la pobreza e impulsar la prosperidad
compartida, con una buena infraestructura educativa, diseñada de la manera correcta,
estaremos colaborando a que esto ocurra.

Arq. Jaime Juscamaita Garcia


Director (e) de la Dirección de Normatividad de Infraestructura (DINOR)
de la Dirección General de Infraestructura Educativa (DIGEIE)
Mayo 2015

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