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Medicina Sooial
NAOMAR DE ALMEIDA FILHO
MARIA ZÉLIA ROUQUAYROL Capítulo 1

Qué es la Epidemiología

Inttoducción a la La cpidemiología_pucde ser considerada como la ciencia básica de


la Salud Colectiva. Más aún, se ha constituido en una importante dis­

Epidemiología ciplina científica esencial para todas las ciencias clínicas, base de la
Medicina y ct'e otras formaciones profesionales en salud.
La epidemiología ha sido definida como el abordaje de los fenó­
menos de la salud-enfermedad µor medio de la cuantificación, usan­
do en buena medida el cálculo matemático y las técnicas estadísticas
de muestreo y de análisis. Sin embargo, a pesar del uso e incluso abu­
so de la "r umerología", la epidemiología moderna no se restringe a b
Incluye guías de sitios de Internet, manuales y libros cuantificación. Cada vez más emplea técnicas alternativas para el t:s­
sobre Epidemiología tudio de la salud colectiva. De hecho, todas las fuentes de datos y de
información son válidas para el conocimiento sintético y totalizante
de las situaciones de salud de las poblaciones humanas.
Actualmente, podemos decir que la epidemiología constituye la
principal ciencia de información en salud. Realizamos una búsqueda
a través de los principales buscadores de la World Wide Weh, en base
a las palabras clave "epidenzio!ogy''. "epirtemwlogic''. "épidémio!ogie''.
"épidérniologique''. ''epidemiologíd' y "epidemiológico". Ln el año 2000
encontr�rnos casi 370.000 registros. Fn septiembre del año 2lJ05, con­
firmando la relevancia y penetrJcicín de esta joven disciplina científi­
ca en el mu11do contempo1 clneo, más allá de su vertiginoso creci­
miento, catalogamos 16.7:>0.UOO registros
¿Cómo se gestó tan importante ciencia? ¿Cuál es su historia? ¿Qué
utilidad tendréÍ para nucstrds vidéls 7
Las raíces históricas de la ciencia epidemiológica pueden ser iden­
1 Lugar tificadas en dna trilogía de elementos conceptualas, metodológicos e
r.lL. Editorial ideológicos"', reprcscnt<.1dos por la clínica, por la estadística y por la
14 Nt\0:vtAH DE AL'v!EID,\ Fru ro · MAHI,\ z. ROl/Ql) \YHOL ¡
Introducción a la epidemiología 15

medicina social. La articulación de esos elementos, que resultó en la problemas de salud. Se trata sin duda, de una poderosa herramienta
institucionalización de la ciencia epidemiológica en la segunda mitad científica, de gran utilidad para el área de la salud, justamente por su
del siglo XX, es narrada de manera resumida en el Capítulo 2. La eti­ carácter pragmático.
mología histórica del término "epidemiología" ha sido comentada en En este aspecto, hay una curiosidad a destacar: el primer tratado
el Recuadro l. l. de la ciencia epidemiológica moderna, escrito por J. N. Morris, en
1957, se titulaba precisamente, Los usos de la Epidemiología. Esa obra
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comprendía siete capítulos, cada uno de ellos analizaba una utilidad
Recuadro 1.1 Curiosidades etimológicas potencial para la entonces recién nacida ciencia.
La epidemiología ocupa cada vez más un lugar privilegiado de
¿Cuál es la etimología de la palabra "epidemiología"? fuente de desarrollo metodológico para todas las ciencias de la salud.
Hoy, la ciencia epidemiológica continúa ampliando su importante
Algunos libros indican que su raíz proviene del griego epede­ papel en la consolidación de un saber científico sobre la salud huma­
méion que significa literalmente "aquel que visita". Sin embargo, el na, su determinación y consecuencias, subsidiando ampliamente las
término "epidemia" ya se encontraba en los textos hipocráticos, for­ prácticas de salud. Comprende tres aspectos principales:
mado por la conjunción del prefijo epi- (encima de, sobre... ) con la
radical -démos, que significaba "pueblo" (como por ejemplo en "de­ 1. Estudio de los determinantes de salud-enfermedad. La investiga­
mocracia"). El sufijo -lagos también proviene d�I griego (palabra, dis­ ción epidemiológica posibilita el avance del conocimiento sobre
curso, estudio), a su vez derivado de legein (hablar, reunir, organi­ los determinantes del proceso salud-enfermedad, tal como sucede
zar); este sufijo es generalmente empleado para designar en contextos colectivos, contribuyendo al avance correspondiente
disciplinas científicas en las lenguas occidentales modernas. En en el conocimiento etiológico-clínico.
síntesis, la palabra epidemiología significa etimológicamente "cien­ 2. Análisis de las situaciones de salud. La disciplina epidemiológi­
cia de lo que ocurre (se abate) sobre el pueblo". ca desarrolla y aplica metodologías efectivas para la descripción
v el análisis de situaciones de salud, dando apoyo a la planifica­
El término epidemiología habría sido empleado por primera vez ;ión y a la organización de las acciones de salud; esto correspon­
como título de un trabajo sobre la peste, escrito por Angelerio, en de a lo que antiguamente se llamaba "diagnóstico de salud de la
España, en la segunda mitad del siglo XVI. Trescientos años más tar­ comunidad".
de, Juan de Villalba recuperó el término como título de su obra Epi­ 3. Evaluación de tecnologías y procesos en el campo de la salud. La
demiología Española, una compilación de todas las epidemias co­ metodología epidemiológica puede ser empleada en la evaluación
nocidas hasta ese momento, publicada en 1802. El título de programas, actividades y procedimientos preventivos y terapéu­
inicialmente prop�esto para la primera institución científica de la ticos, tanto en lo que se refiere a sistemas de prestación de servicios
disciplina, fundada en 1850 en Inglaterra, sería Epidemic Medica/ como al impacto de medidas de salud en la población. Aquí se con­
Society, pero, po1· algún motivo que la Historia no registra, la serie sideran desde estudios de eficiencia y efectividad de programas y
significante epidemiology- epidemiologica/ terminó prevaleciendo servicios de salud, hasta ensayos clínicos de eficacia de procesos
en el bautismo de la London Epidemiologica/ Society. diagnósticos y terapéuticos, preventivos y curativos, individuales y
colectivos.
(Fuentes: NáJera. 1988; Wh1te, 1991; Rey, 1993)
· · -· · · -· · --- ·- ·· · · · · · · ·· · -··· · · · · ·· ---- ·- ··· ····- ----·- · · ··· · · · · · · · · · - · ·
· · · · · · · ·· · · ····· · · · ·· · ·· . . . . ..... . .. . . . . . . .. ...... . Tradicionalmente, la epidemiología ha sido definida como la cien­
cia que estudia la distribución de las enfermedades y sus causas en
Desde sus inicios en el siglo XIX, la epidemiología ha revelado una
poblaciones humanas. Según Jénicck (1995), uno de los principales
fuerte vocación de ciencia aplicada, dirigida hacia la solución de los
objetivos de la epidemiología debe ser identificar factores etiológicos
16 ;\,',\O'vl/\H DE AL:'v!l:IIM Frwo - MA1!I1\ Z. ROUQUAYRO!. Introducción a la epidemiología
--------- -�- ---�-
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- ---- ---�--- -------- -- -------- --------- ------ -
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en ta génesis df; las enfermedades. De hecho, muchas enfermedades, flcacíón, administración y evaluación de sistemas, programas, servicios
cuyos orígenes hasta hace poco tiempo eran desconocidos, están y acciones de salud.
siendo estudiadas en sus asociaciones por la metodología epidemio­ Tal definición puede ser desdoblada en los siguientes aspectos
lógica, que aplica el método científico, de la manera más abarcativa complementarios:
posible, a los problemas de salud de la comunidad. La leucemia y la
exposición a rayos X durante la gestación; la relación entre mortalidad a) Salud-enfermedad es una expresión compuesta, que expresa tan­
infantil y clases sociales; la trombosis venosa relacionada al uso de to el concepto de la OMS de salud como el "estado de completo
anticonceptivos; sedentarismo y enfermedades cardiovasculares; la bienestar físico, mental y social", como el concepto biomédico de
ingestión de talidomida y focomelía; el hábito de fumar y cáncer de enfermedad, pasando por la articulación de ambos en la noción de
pulmón; el comportamiento sexual y transmisión de HIV; la ceguera "calidad de vida". Proceso de salud-enfermedad indica un concep­
en niños desnutridos y su relación con la avitaminosis A son algunos to extremadamente rico y complejo, esencial para la compre:isión
de los múltiples ejemplos de asociaciones estudiadas mediante el mé­ del objeto y método de la epidemiología. (Una presentación de la
todo epidemiológico. etimología de estos términos se encuentra en el Recuadro 1.2.)
La Intcrnational Epidemiological Association (IEA) (1973) define b) La epidemiología estudia estados particulares de ausencia de salud
epidemiología como "el estudio de los factores que determinan la fre­ bajo la forma de enfermedades infecciosas (sarampión, difteria,
cuencia y la distribución de las enfermedades en los grupos humanos. malaria, etc.), no-infecciosas (diabetes, cardiopatías, bocio endé­
Mientras la clínica se dedica al estudio de la enfermedad en el indivi­ mico, depresión, etc.) y daños a la integridad física (accidentes, ho­
duo, analizando caso por caso, la Epidemioiogía se vuelca sobre los micidios, suicidios, cte.). Los principales modelos teóricos de sa­
problemas de salud en grupos de personas (... ) la mayor parte de las lud-enfermedad son abordados en el Capítulo 3.
veces mvolucrando a poblaciones numerosas". e) Fl objeto de la epidemiología son las relaciones de ocurrencia de
Susser (1987), eminente epidemiólogo social radicado en Estados salud-enfermedad en masa, abarcando un número representativo
Unidos, concuerda en que la epidemiología es esencialmente ur1a de seres humanos, agregados en sociedades, colectividades, comu­
ciencia poblacional. Señala además que esta se basa "en las ciencias nidades, grupos demográficos, clases sociales u otros colectivos
sociales para la comprensión de la estructura y de la dinámica social humanos. Tales relaciones son referidas y analizadas mediante el
( ...), en las matemáticas para las nociones estadísticas de probabili concepto de riesgo (ver C1pítulo 4).
cl.1d, inferencia y estimación ( ... )y en las ciencias biológicas para el co d) El problema metodológico de cómo se pueden identificar casos de
nocimiento del sustrato orgánico humano, donde las manifestaciones enfermedad o daños a la salud desde el punto de vista de la epide­
observadas encontrarán expresión individual". miología, es examinado en detalle en el Capítulo 5.
Debido a la creciente complejrdad, y considerando Jo abarcat1vo e) Se entiende por distribución a la variabilidad en la frecuencia de
de su práctica actual, no es posible cfar una definición única y precisa enfermedades que ocurren en masa, en función de variables am­
de la cp1dernrologíJ como campo científico. De manera simplificada, bientales y poblacionales vrnculadas a referencias de tiempo y es­
pt oponernos concep tuatizarla como pacio (este es el terna de los Capítulos 6 y 7).
f) El análisis de determinación involucra la aplicación del método
Ciencia que estudia el prcceso salud-enfermedad en {a sociedad, epidemiológico al estudio de asociaciones entre uno o más factores
analizando Íll distribución poblacional y los factores determinantes del supuestos como causantes de L.n determinado estado de salud-en­
riesgo de enfermedades, lesiones y eventos asociados a la salud, propo­ fermedad. Trataremos esta importante aplicación de la epidemio­
r¡¡erzdo medidas específicas de prevención, control o erradicación de logía en el Capítulo 6, al discutir las bases metodológicas de la cien­
enfermedades, daños o problemas de salud y de protección, promoción cia epidemiológica; en el Capítulo 8 al exponer los diseños de
o recuperación de La salud individual y colectiva, produciendo infor­ investigaciones epidemiológicas y al abordar las técnicas de análi­
mación y conocimiento para apoyar la toma de decisiones en la plani- sis de datos típica del áre� en el Capítulo 9.
19
18 NAOMAR DE ALMEIDA FlLHO - MAHl.t\ Z. ROLJQUAYROL miología
fncroducción a la epide--------

g) Para cumplir su papel de fuente de datos, información y conoci­ su origen en el vocablo griego sao, en el sentido de verdadero, mie�­
miento para apoyar la planificación, gestión y evaluación de políti­ tras que Rey (1993) no confirma esta etimología, indicando un ori­
cas, programas y acciones de protección, promoción o recupera­ gen desconocido para este radical. De san'.tas, desi�nativo de la
ción de la salud, la epidemiología necesita repensar sus vínculos condición de sanus, deriva directamente sanidad, san1dade (en por­
con el modelo de prevención y su dependencia de los conceptos de tugués). sanitario y sanatorio, además, naturalmente, del vocablo
causa y enfermedad. En el Capítulo 10, discutiremos las perspecti­ santé a través del francés arcaico saniteit.
vas de una epidemiolog[a de la salud, capaz de incluir y superar la
tradicional epidemiología del riesgo. En esta breve exploración semántica, lo más interesante de re­
saltar será ciertamente la historia etimológica del término health
- - - - - - - - - - - · - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -- - - - - - - - - - - - (salud en inglés). En su forma arcaica healeth, equivale a healed, en
Recuadro 1.2 Curiosidades etimológicas 11 el sentido de tratado o curado, participio pasado del verbo to heal.
Ese verbo proviene de ha/, término germánico antiguo que designa
La etimología del término enfermedad proviene de la raíz latina la entereza y que, a su vez, se refiere también al radical griego h�­
fermare, en el sentido de encerrar, encarcelar, apresar, lo que remi­ los. Es digno de señalar que hól da origen también a holig (germa­
_
te directamente a la exclusión de los portadores de enfermedades nico antiguo), raíz del vocablo contemporáneo holy que s1�nif1ca
contagiosas que se practicaba en la Edad Media como profilaxis. "sagrado" en el inglés moderno. De un modo similar en espanol ' ºs
..
términos sano y santo aparecen como sinónimos para "sagrndo
El origen del término "doenc;a" (enfermeaad en portugués) pue­
de ser encontrado en el latín do!errtia, derivado de dolor y do/ore,
respectivamente "dolor" y "doler". En latín se empleaba además el
sustantivo morbus como sinónimo de enfermedad, que se tornó la Para saber más, consulte:
raíz del término epidemiológico "morbilidad".
e saúcie San Pablo: Unesp/ Edi-
J. Breilh J. Epidemiología, economía, política
Salud en castellano, saúde en portugués, salut en francés y sa­ tora Hucitec. 1991 . . ,
o de la Epidem1olog1a. Was-
lute en italiano (estos últimos con una connotación específica de sa­ 2. Buck e, Terris M, ;\ájera E, Llopis O El desafí
ludo) derivan de una misma raíz etimológica: salus. Proveniente del hington: Publishing, 1994 .
York: \lle Graw-!-Iill Professio-
latín, este término designaba el atributo principal de los ente_ros, in­ J Friedman G. Pnmer of Ep1dcm1ology. :\ueva
tactos, íntegros. De él deriva otro radical de interés para nuestro te­ nal Publishing, 1994. . ,
rn \lled1cine. Montreal: l:Pl
ma -sa/vus- que, ya en el latín medieval se relacionaba a la supe­ 4. Jenerick \/l. Epiderrnology lhc Log1c of Mode
MED lnternational, l �l9S
ración de las amenazas a la integridad física de los suJetos. Según York Oxford Urnvers1ty
'.i Last, J\11. /\ Dictionélry of Epidcrn10logy. \:ucva
Rey (1993), salvus proviene del término griego holas (en el sentido . , . .
Press, l 91l3
ean Journal of Lpidem10
de entero, todo, totalidad) raíz de los términos holismo, holistico, ti. Lilienfeld D Dcfinítions of Fp1dcm:ologv /\men
tan de moda actualmente. el cual fue incorporado al latín clásico a Jogylü7(2): 87 -90, l978 . , , , , , .
g1a & Saude. H.10 de ]élnc1ro
través de la transición s 'o/os. A su vez, la raíz indogermánica de ha­ 7. Hoquayrol MZ, Almeida Filho :-:. Ep1dem10Jo
los es el vocablo Kailo, que también significa total, entero. Santé en Guanabara-Koogan. 2003. . ..
Patterns. The Sc1cnce of I:p1de
francés, sanidad en castellano, Junto con el adJetivo vernáculo sa­ 8. Stolley PO, Lasky T fnvcst1gating Discase
y, 1995.
no, proviene del latín medieval (circa 1050) sanus. el cual tenía dos m10loh'Y :\ew York, Scíentific ;\menean L1brar
connotaciones básicas: puro. inmaculado, perfecto y cierto, correc­
to, verdadero. Canguilhem (1990) menciona que este término tiene
20 :',J,\0\11\H DE ALM[l[),\ Fruro - MAHIA Z. ROUQUAYHOL

Capítulo 2
En Internet, busque:
l. C:DC. Glosary of Epidemiology Terms (concise). C:enters for Diseasc Con­
trol, 2005. http://www.cdc.gov/nccdpdh/drh/epi_gloss.hrm.
Historia de la Epidemiología
2. Coggon O, Rose G, Barker DJP Fpidemiology far the Unintíated. Londres
BMJ Pubiishing Group, 2001 (4ª edición online).
http://www.bmj.com/epidem/epid.html
3. Gay JM. Introducción to Epidemiology. Washington State University, 2004.
http: //www.vetmed.wsu.edu/courses-jmgay / EpiY1od l .htm
4. UCSF The Wide-Word Web Virtual Library: Epidemiology. Department of
Epidemiology and Bioestatisrics/ University of California at San Francisco,
2005.
http://www. epibiostat. ucsf.edu/epidem/cpidem.h tml
En este capítulo, presentamos una breve historia de la epide­
miología.
En primer lugar, nos centramos en algunos de los elementos precur­
sores de su constitución en el seno de la cultura occidental moderna.
Luego, exponemos algunas de las circunstancias que dieron lugar
al surgimiento de los tres pilares fundamentales de la epidemiología:
la clínica, la estadística y la medicina social.
Después analizamos su evolución como disciplina científica y su
posterior consolidación como eje fundamental del campo de la Salud
Colectiva.
Por último, concluimos este capítulo comentando el momento ac­
tual de afirmación de la epidemiología como ciencia general de la in -
formación en salud.

Orígenes
Autores clásicos de la epidemiología (Vlac '.'vlahon, Pugh e Ipsen,
1%0; l.ilienfeld, 1970) afirman que la misma nació con Ilipócrates. La
estructura y el contenido de los textos hipocráticos sobre las epide­
mias y sobre los ambientes, por su clara adhesión a la tradición del Ii­
gía (ver Recuadro 2.]), sin duda anticipan el llamado pensamiento
epidemiológico (Figura 2.1).
No obstante, parece que los herederos de Hipócrates no cultivaron
el espíritu de la supremacía de Jo colectivo. Por el contrario, prefi­
riendo tal vez garantizar su hegemonía frente a las innumerables
NAOMAR DE ALMEIDA
FILHO - MARI,\
22
Z. HOUQUAYROL
Introducción a f(l epidemiología 23
-------
sectas que en la Antigüedad prometían salud para los hombres, reve­
De interés para el estudio de los oríge­

1
laron un fuerte sentido comercial, adaptándose rápidamente a los t 1 - . ,,.,,.,�

tiempos pos-helénicos y transformando la cura individual en referen­ nes de la epidemiología, la era romana ......
·1, _. t 1' · . fll
cia para su práctica (Clavreul, 1983). contribuyó con la realización de censos
periódicos (uno de ellos llevó al carpinte­
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ro José y a su esposa María a Belén, con las
consecuencias que todos conocemos) Y ·. ,,,,��-.t 'l i• ·•��- - ·.- ,._: i

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Recuadro 2.1 Una tensión esencial. ..
. 'i,·iL.. ¡ . ':_. fiq'f:I.'· .,
1. ,�- ir,.
con la introducción, por el Emperador ! 1 '1•·.:/t :. � '.· · ¡
1

Una tensión esencial entre medicina individual y medicina co­ Marco Aurelio, de un registro compulsivo t/'f''
f�t/' ¡. '1
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lectiva (o medicina curativa y medicina preventiva) puede ser en­ de nacimientos y defunciones. Tales me­ 11 1 l�'J.. 1 1 .\. - ; 1 .,
1
lll �. \':- ¡ ' . � . • ''
i'

didas de tipo político-administrativas,


1
contrada desde los orígenes del pensamiento occidental en la 1;�. i.' i 1 �i ; h 1 ; '.
Grecia Antigua. La mitología griega capta ese antagonismo ances­ censos y registros, anticipan lo que más �U!l:;;:-1....:a;;:il -���-- ·;,;: ji.lifj
tral en la figura de las hijas y herederas del dios de la salud, As­ tarde sería conocido como "estadísticas Figura 2.1 Hipócrates e Higia
clepios. La hija más grande, Panacea se convirtió en la patrona de vitales". Vitrales de la sala de la Con­
la medicina individual curativa, práctica terapéutica basada en la Al comienzo de la Edad Media, el do­ gregación de la Facultad de
intervención sobre individuos enfermos, por medio de maniobras minio del catolicismo romano y las inva­ Medicina de la Universidad de
San Pablo (USP).
físicas, encantamientos, oraciones y uso de fármacos. Aún hoy se siones bárbaras determinaron el predo­
habla de la "panacea universal" P?ira designar un poder excepcio minio de prácticas de salud de carácter
nalmente curador. Su hermana, Higía, era adorada por aquellos mágico-religioso. Amuletos, oraciones Y
. _ . ,
que consideraban la salud como resultado de la armonía entre los cultos a santos protectores de la salud materializaban la 1deolog1a re-
hombres y su ambiente Los higeus pretendían promover la salud ligiosa, característicamente mediev�l, de �alv�ción del alm�·-ª-�n co_
por medio de acciones preventivas, que mantuvieran el perfecto la perdición del cuerpo ind1v1dual (Sta�obinsk1, 1967). L� �ract1ca me�
equilibrio entre los elementos fundamentales: tierra, fuego, aire y dica para los pobres era ejercida pnnc1palment_e por rclig1osos, co11:o
agua. De la supervivencia de estas creencias y prácticas a través caridad, 0 por legos, barberos, boticarios y c1ruJan?s, com_o �-rofes_10n
del tiempo, derivan los principales conceptos de higiene e higiéni­ (S. 1 e · 't 1941) Cada familia d� la aristocracia terna su medico priva-
co. siempre cr el sentido de promoción de la salud, principalmen­ ns en
d,oigque, ' · m uchos· casos· eia además
, un cortesano especialista en el
te en el cJmoi:o colectivo arte de matar por envenenamiento. En ese contexto, no ¡ 1ab,ia ¡,ugai.
para acciones colectivas en el campo de la salud, excepto en momell­
(h,cn:cs C·avrcu, 1983, , a;� [._r1t•Jlgo, 1978 J tos críticos (no infrecuentes) de plagas y cp1dcrrnas. . ',
.
Curiosamente. ninguno de los historiadores de la ep1dem1olog1<1
enfatiza suficientemente el avance tecnológico y el cará_cter colectivo
de Ja medicina árabe, que alcanzó su apogeo en los cahfa�os de_ Bag­
Los primeros médicos de noma, en general esclavos griegos de dad y de Córdoba, en el siglo X Preservando los text?s �1?ocrat1cos
gran valor monetario, tan caros como los gladiadores y los eunucos, originales, los médicos musulmanes adoptaron_ lo� prmc1p10s de una
según el renombrado historiador de la medicina Henry Sigerist práctica precursora de la higiene y de la salud pubh�a �on u _alto gra
(1941), trabajaban para la corte, el ejército o, con cierta exclusividad, do de organización social. cnnso11dando _desde reg1st�os de�'.nfor�na:
para las familias nobles. Inspirados en la figura de Galeno (201-130 ciones demográficas y sanitarias hasta sistemas de v1g1lanc1a ep1de-
a.C.) estos médicos eran, ante todo, recetadores de muchos fármacos miolc5gica.
. . . . , ·,
para pocos enfermos (Laín Entraigo, 1978) En esa medicina colcct1va, se destacaban las f1g1u as casi m1_t1�as. d"�
Avicena (980- l 037) y Averroes ( 1126- 1198). A pesar de haber v1V1do en
_
épocas distintas y a pL 1 ntos opuestos dentro del Impcno Musulman,
24 :'\,\O'vlAH DE AI.ME!Di\ FIU!O - MARIA Z. RoUQUAYROL !ntroducción a la epidemiología 25
·-- --··-------------------------------

ambos compartían una filosofía precursora del pensamiento cientí­ primera vez se contabilizaban enfermos, aun sin ser humanos, con el
fico moderno, que evidentemente repercutía en sus obras sobre sa­ fin de erradicar enfermedades.
lud (Laín-Entralgo, 1978; Pérez-Tamayo, 1988). Incidentalmente, la Vale la pena subrayar que no siempre el hospital fue un lugar de
conservación de los textos médicos clásicos en las bibliotecas árabes cura para los enfermos (foucault, 1979). Hospital (y su derivado hos­
durante toda la era medieval permitió en el Renacimiento, que la pitalidad) etimológicamente denotaba simplemente un lugar para
tradición racionalista griega pudiese ser revalorizada, desempeñan­ brindar resguardo o amparo, como los hoteles, hospedajes o alber­
do un importante papel en el surgimiento de la ciencia moderna gues. Los hospitales eran lugares protegidos bajo el mandato de órde­
(Rensoli, 1987). nes religiosas (siendo la primera de éstas la de los Caballeros Hospita­
larios, que se remontaba a las Cruzadas y que dio origen al término),
destinados a recibir viajeros, necesitados, a aquellos que no tenían te­
cho y, sólo eventualmente, enfermos sin familias. La conquista del es­
Raíces: clínica, estadística, medicina social pacio político de los hospitales, que se dio en distintos momentos his­
tóricos y de un modo diferente en los diversos países europeo�, fue
En esta sección, vamos a presentar una síntesis de los principales
determinante para el desarrollo de una clínica de base naturalista
ejes de constitución de la ciencia epidemiülógica: la clínica, la estadís­
( Trost 1 e, l 98 6) .
tica y la medicina social. Estas raíces históricas de la Epidemiología En la constitución de este saber clínico naturalizado, racionalista,
pueden ser identificadas en términos de objeto de conocimiento, de
moderno -pilar fundamental para la formación histórica de la epide­
sefialización metodológica y de campo de práctica social.
miología-, podemos observar tres etapas distintas:

En una primera etapa, en los momentos iniciales de la lucha contra


Clínica médica los físicos, legos y religiosos encargados del cuerpo-salud-enferme­
dad, buscando la lcgitimacic5n del proyecto político-científico de
Para los anglosajones, el fundador de la clínica médica fue Thomas una clínica rntegrada a las nuevas racionalidades, no se verificaba
Sydenham (1624-1689), médico y líder político londinense. Syden­ una distinción muy clara entre las dimensiones individual y colec­
harn fue también precursor de la ciencia epidemiológica, con su teo­ tiva de la salud.
ría de la constitución epidémica, de mspiración directamente hipo í' Fn una segunda etapa, ya consolidada corno corporación y en pro­
crática (Figura 2.2). ceso de construcción de un saber técnico propio y de una red de
Sin embargo, de acuerdo con la escue­ instituciones de práctica profesional, el
la historiográfica francesa, los primeros arte-ciencia de la Clínica reforzaba aún
pasos para una medicina de ios tiempos más el estudio de lo unitario, el caso, a
modernos se relacionan a una cuestión partir de la investigación sistemática
veterinaria. Foucault ( 1979) señala que la de los enfermos finalmente recibidos
Sociedad de Medicina de París, fundado­ en los hospitales (Foucault, 1979).
ra de la clínica moderna en el siglo XVIII. 3 Una tercera etapa se vincula al surgi­
se organizó a partir de la Orden Real para miento de la Fisiología moderna, prin­
que los médicos investigaran una epizoo­ cipalmente a partir de la obra de Clau­
tia que periódicamente venía diezmando dc Bernard ( 1813-1878), estructurada
el rebaño ovino, con grandes pérdidas pa­ a partir de la definición de las patolo­
ra la naciente industria textil francesa. Por gías (y sus lesiones) en el nivel sub-in­
Figura 2.2 Thomas Sydenham Figura 2.3 Louis Pasteur
dividual. (1828-1895)
(1624-1689)
26 NAOMAR DE ALMEIDA Fll.110 - MARIA Z. ROUQUAYHOL Introducción a la epidemiología 27

Con el advenimiento de la teoría microbiana de Louis Pasteur


(1828-1895), la llamada "medicina científica" vendría a desempeñar Recuadro 2.2 El Origen político de la estadística
un papel importante en la institucionalización de las prácticas médi­
cas contemporáneas, por medio del famoso Informe Flexner, como El término "estadística", acuñado en el siglo XVIII, quiere decir li­
veremos más adelante (Figura 2.3). teralmente, en su origen histórico y etimológico, "la medida del Es­
tado." Se trata de un neologismo, creado por Hermann Conring
(1606-1681), médico y cientista político alemán, especialmente pa­
Estadística ra referirse al conjunto de atributos de una nación. Sin embargo fue
Gottfried Achenwall, profesor de la Universidad de Gbttingen, en
Prusia, quien en 1750, lo empleó por primera vez con un sentido nu­
Pasemos ahora rápidamente al segundo eje de constitución histó­
mérico. El término statistik deriva del vocablo staat, directamente
rica de la epidemiología: la estadística.
traducido como "Estado", "conjunto de los poderes políticos de una
Para muchos autores, el proyecto de cuantificación de las enfer­
nación". Staat, a su vez deriva del latín status, cuyo origen es stare,
medades representa un elemento metodológico distintivo de la nue­
··estar en pie".
va ciencia de la salud, que al mismo tiempo podría servir como garan­
tía de su neutralidad científica. Dada esta expectativa, resulta irónico (Fuente: Hacking, 1990)
verificar que de los tres pilares de la ciencia epidemiológica aquí con­
siderados, la estadística aparece como aquel en el cual su raíz política
se pone más en evidencia (Hacking, 1991). Más aún, la polítización se
encuentra inscripta en el propio nombre de aquella disciplina, como La valorización de la matemática en el
veremos a continuación. naciente campo científico de la salud, se
En su esfera política, la coyuntura post-Renacimiento presencia la debe en gran parte a Daniel Bernouilli
aparición del Estado moderno, cuando se especifican los conceptos (1700-1782), físico, matemático y médico
de gobierno, nación y pueblo. La idea de que la riqueza principal de suizo, miembro de una de las familias más
una nación es su pueblo, sumado al hecho objetivo de que en aquel geniales de la historia de la ciencia. Uno de
momento de transición el poder político era el poder de los ejércitos, los creadores de la teoría de ias probabili­
generó la necesidad de contar al pueblo y al ejército, o sea, el Estado. dades, aficionado a la naciente corriente
El término Estadística, en su origen histó- del experimentalista de la ciencia, Ber­
---
1 rico y etimológico, significa precisamente nouilli en forma precursora derivó fórmu­
la medida del Estado (ver Recuadro 2.2). las para estimar los años de vida ganados
El pueblo, como elemento productivo, y por la vacunación antivariólica, y para rea­ Figura 2.5 Daniel Bernouilli
el ejército, como elemento beligerante, lizar análisis de costo-beneficio de las in­ (1700-1782)
necesitaban no solo de un contingente de tervenciones clínicas (Figura 2.5).
personas, sino también de disciplina y sa­
lud. Este fue el concepto de la Aritmética Para operacionalizar el concepto de que el Estado podría ser obje­
Política de William Petty (1623-1697) y de to de medición, el contar súbditos saludables parecía tener algo que
los registros poblacionales de John ver con contar estrellas brillantes (Hacking, 1991). Sir Edmund Halley
· 1, Graunt (1620-1674), frecuentemente (1656-1742), astrónomo británico que descubrió el cometa Halley, en
'--____________., 1 mencionados como precursores de la de sus horas libres desarrollaba técnicas de análisis de datos que resulta­
Figura 2.4 William Petty mografía, de la estadística y de la epide­ ron en las famosas tablas de vida, primer instrumento metodológico
(1623-1697) miología (Last, 1983) (Figura 2.4).
28 \:A0\1AH DE AL:vtEIDA f ll.HO - MARIA Z. RoUQUAYROL Introducción a la epidemiología 29

de estadística vital. Pierre-Simón Laplace (1749-1827), matemático y Medicina social


astrónomo francés, además de consolidar la teoría de probabilidades,
perfeccionó métodos de análisis de grandes números, aplicándolos a
A fines del siglo XVIII, el poder político de la burguesía emergente
cuestiones de mortalidad y otros fenómenos de salud. Lambert Adolph
se consolidó con la restauración, en Inglaterra, o a través de la revolu­
Quetelet (1796-1874), astrónomo y matemático belga, además de crea­
ción, en Francia y Estados Unidos. En esa fase, se sucedieron diferen­
dor del popular índice de masa corporal que lleva su nombre, fue el
tes tipos de intervenciones estatales sobre la cuestión de la salud de
principal defensor del carácter aplicado de la estadística, demostran­
las poblaciones (Rosen, 1975).
do su capécc:idad de descripción de fenómenos biológicos y sociales,
En Inglaterra, el movimiento de asistencialismo promovió una me­
inclusive de datos de morbilidad y mortalidad.
dicina de los pobres parcialmente sustentada por el Estado (Rosen,
Médico y matemático, Pierre-Charles
1975) En Francia, con la Revolución de 1789, se implantó una medi­
Alexandre Louis (1787-1872) es conside­
cina urbana, con la finalidad de sanear los espacios de las ciudades,
rado uno de los fundadores de la epide­
ventilando calles y construcciones públicas y aislando áreas conside­
miología (Lilienfeld, 1970). Louis también
radas miasmáticas (Foucault, 1979). En Alemania, Johann Peter Frank
fue precursor de la evaluación de la efica­
( 1745-1821) sistematizaba las propuestas de una política médica ba­
cia de los tratamientos clínicos, utilizan
sada en medidas compulsivas de control y vigilancia de enfermeda­
do los métodos de la naciente estadística
des, bajo la responsabilidad del Estado, junto con la imposición de re­
(Starobinski, 1967). La investigación so­
glas de higiene individual para el pueblo (Rosen, 1975).
bre el origen de las enfermedades con el
La Revolución Industrial y su economía política hicieron surgir el
auxilio de la matemática influenció en
fenómeno concreto del proletariado y el concepto de fuerza de traba­
gran medida el desarrollo de los primeros
jo. El desgaste de la clase trabajadora deterioraba profundamente sus
estudios de morbilidad en Inglaterra, a
condiciones de vida y de salud, según demostraban diversos informes
Figura 2.6 Pierre-Charles Ale- través de tres discípulos de Louis (por
de los discípulos de Louis, RenéVillermé (1782-1863) en Francia, y Ed­
xandre Louis (1787-1872) coincidencia todos con el mismo nombre
win Chadwick (1800-1890) en Inglaterra. En esta misma línea, poste­
de pila) -William Farr, William Budd yWi
riormente, Friedrich Engels escribió el célebre libro Las condiciones
lliam Cuy., y en Estados Unidos, C(Jn Le
de la clase trabajadora en Inglaterra en 1844, reconocido por Breilh
mue! Shattuck (Lilienfeld, 1979). Debemos reconocer además el nota·
( 1989) como "uno de los trabajos con aportes más decisivos para la
ble trabajo de William Farr (1807-1883), que en 1839 creó un registro
formulación de la epidemiología científica".
anual de mortalidad y morbilidad parc1 Inglaterra y el País de Gales
La formación de un proletariado urbano, sometido a intensos ni­
(Last, 1983) (Figura 2.6).
veles de explotación, se expresaba como lucha política orientada por
Con el "método numérico" de l.ou1s y la estadística médica de Farr,
diferentes doctrinas sociales llamadas socialismos utópicos. Entre
se alcanzaba una razonable integración entre la clínica moderna y la
1830 y 1850, uno de esos socialismos se destacó por interpretar lapo­
estadística, sin embargo filltaba algo esencial para que de esa combi­
lítica como medicina de la sociedad y a la medicina como práctica po­
nación resulte una rnwva ucncia de la salud, de carácter esencial·
lítica, iniciando un movimiento organizado para la politización de la
mente colectivo. Se trata del principio de que la salud es una cuestión
medicina en Francia y Alemania. Desde entonces, el término "medici­
social y política, asociado a una preocupación sociológica y a un com­
na social", propuesto por Guerín en 1838, ha servido para designar, de
promiso con los procesos de transformación de la situación de lasa­
forma genérica, las diferentes formas de tomar colectivamente la
lud. La adhesión a este principio y las prácticas que de él surgieron,
cuestión de la salud.
conformaron un movimiento que fue llam2.do medicina social (Ro­
En Alemania, un joven médico sanitarista llamado Hudolf Vir­
sen, 1975).
chow ( 1821-1902), Juego de investigar una epidemia de tifus en Si­
lesia e identificar que sus causas eran fundamentalmente sociales y
30 NAOMAH DE AL\1E1DA fll.HO - MARIA Z. ROUQUAYROL
Introducción a La epidemwfogía 31

políticas, lideró el movimiento médico­ epidemiológica. Con su investigación mo­


social en aquel país. El movimiento de la delo de las epidemias de cólera de 1850,
medicina social fue reprimido violenta­ Snow anticipó una demostración de la
mente en las comunas de París y Berlín. teoría microbiana antes que el propio
Virchow fue condenado a un exilio in­ Pasteur (Cameron & Jones, 1983) (Figura
terno y, posteriormente, entre otras co­ 2.9).
sas, se convirtió en el nombre más im­
portante de la patología moderna,
además de iniciar la antropología física Figura 2.9 John Snow
e influenciar la geografía médica (Tros­ (1813-1858)
tle, 1986) (Figura 2. 7).
Figura 2.7 Rudolf Virchow Por otro lado, los sanitarístas británi­
(1821-1902) cos, que no tuvieron oportunidad de par­
ticipar en las revueltas urbanas del perío­
do,buscaron integrar sus preocupaciones filantrópicas y sociales a los Recuadro 2.3 John Snow: ¿padre fundador de la epidemiología?
conocimientos científicos y prácticas técnicas, proponiendo transfor­
maciones políticas por la vía legislativa. Intentaban, a su manera, En la Londres de 1854, el cólera, hasta entonces mantenido en
inaugurar la epidemiología. niveles estables con baja incidencia, asumió, de forma abrupta, las
Así, en 1850, bajo la presidencia de características de una grave epidemia. En los diez primeros días de
Lord Ashley-Cooper y siendo Chadwick septiembre, fueron registrados más de 500 casos fatales, ocurridos
vicepresidente, se organizó en Inglaterra en un área que correspondía a aproximadamente 12,5 hectáreas.
la London Epidemiological Society, fun­ John Snow era un clínico general y obstetra, pionero de la aneste­
dada por jóvenes simpatizantes de las siología, entusiasmado con el potencial de la metodología científica
ideas médico-sociales, conjuntamente para la solución de los problemas sociales. Titular de un puesto
con oficiales de la salud pública y miem­ equivalente a ministro de salud, Snow trató el problema médico-so­
bros de la Real Sociedad Médica (White, cial de la epidemia de cólera rigurosamente como una cuestión
1991). Entre los miembros de aquella so­ científica, empleando todo el arsenal lógico disponible en su época,
ciedad científica pionera se encontraba adecuándolo a la investigación observacional que se imponía. Con­
Florence Nightingale (1820-1910), quien cluyó, iuego de intensas y cuidadosas investigaciones, que se debe­
ría rechazar la hipótesis miasmática sobre el origen de la epidemia,
Figura 2.8 Florence Nightingale más tarde sería celebrada como fundado-
(1820-1910) ra de la enfermería (Williamson, 1999) afirmando la vía de transmisión hídrica ae microorganismos (trein­
Los estudios pioneros de Nightingale so­ ta años antes que Pasteur ·-iY sin necesitar microscopio!-) y resal­
bre la mortalidad por infección post-quirúrgica en los hospitales mi­ tando los aspectos sociales relacionados al infortunado evento. Por
litares en la Guerra de Crimea confirmaron a mayor escala los estu­ este hecho, ha sido considerado por muchos como el fundador de
dios clínicos de Semelweíss (ver Capítulo 6) (Figura 2.8). la epidemiología.
John Snow ( 1813-1858), es considerado por muchos como el héroe
(Fuentes: Frenchs R, 2001;
fundador de la Epidemiología (Cameron & Jones, 1983; Vandenbrouc­ http//www.ph.ucla.edu/epi¡snow.html)
ke et al., 1991) por establecer las pautas de la naciente metodología
32 \',\CJ'.'vL\H DE AL'\!l!D,\ FtL! JO - \11,\H!,\ Z ROUQU,\YROL Introducción a la epidemiología 33

Consolidación otro lado, fundado en 1872 por Max von Pettenkoffer (1818-1901), el
Instituto de Higiene de Munich tenía como proyecto una síntesis entre
las disciplinas biológicas en la salud pública (patología y bacteriología)
El formidable avance de la fisiología, de la patología y de la bacte­
y una acción política inspirada en la medicina social (Figura 2.10).
riología en el siglo XIX, debido principalmente a Bernard, Virchow y
La actitud pionera de Von Pettenkoffer en diversas sub-áreas de la
Pastcur, representó un innegable fortalecimiento de la medicina orga­
Salud Colectiva, es en verdad impresionante, llevando a Ayres a to­
nicista. Las enfermedades de mayor prevalenci-a en la épocc1, de natu­
marlo -y no a Snow o Louis- como matriz conceptual de la epidemio­
raleza infecto-contagiosas, favorecieron la hegemonía del abordaje de
logía moderna. Anticontagionista declarado, y por eso crítico férreo
la cura individual. Altamente cientifizada, la medicina individual apa­
del monocausalismo microbiano; defensor de la integración bioeco­
recía como la nueva "panacea" que habría finalmente suplantado el
lógica en salud; precursor de los tan actuales conceptos de "ciudad
enfoque colectivo "higiénico" en el tratamiento de la cuestión de la
saludable" y promoción de la salud; patrono precoz de la economía
salud y sus determinantes.
de la salud y de la nutrición; Van Pettenkoffer articulaba todo esto en
Aparentemente vencida por la poderosa teoría microbiana, la ver
un esqueleto epistemológico de alto grado de sofisticación (tant'o que
sión británica de la medicina social evolucionó hacia una vertiente
solo nos resta remitir al lector interesando a Ayres, 1997:131-43).
supuestamente tan solo técnica, constituyendo una salud pública in­
A pesar de este insospechado desarrollo paralelo de la medicina
tensamente vinculada a los aparatos burocráticos del Estado y a la na
social, su rival la "medicina científica" consolidaba, a fines del siglo
ciente biomedicina (Ayres, 1997). Sin embargo, como veremos a con
XIX, una duradera hegemonía como sustrato conceptual de la salud.
tinuación, ni la hegemonía de la llamada "medicina científica"
Este proceso tuvo su clímax en el famoso informe Medica! Education
representaba un obstáculo para el proyecto científico de la epidem10
in the United States and Canada, escrito en 1910 por Abraham Flexner
logía, ni la exitosa coaptación de los movimientos médicos-sociales
(1866-1959), que pregonaba un enfoque
de Inglaterra y Francia impidió la difusión del conJunto "clínica cien
reduccionista de la enseñanza médica, sa­
tífica-método numérico-idea sanitaria" hacía otros contextos c1cntífi
cralizando la valorización del ámbito su­
cos, como Alemania y Estados Unidos.
bindividual e individual en el c�mpo de la
En los Fstado� Unidos, varios ex alumnos de Louis alcanzaron
salud Valorizando el conocimiento expe­
posiciones académicas importantes y continuaron abocados a la en­
mnental de laboratorio, proveniente de la
señanza de la "estadística médica" como fomenwdora de una poten
investigación básica realizada general­
cial reforma sanitaria. Oliver Wendell Holmes (1B09- lB94), profesor
mente sobre enfermedades infecciosas, el
de Harvard, fue considerado como el pri
modelo conceptual flexnenano reforzaba
mer epidemiólogo norteamericano
la separación entre individual y colectivo,
La medicina social gerrrnrna sobrevivió
privado y público, biológico y social, cura­
a través de dos movimientos complemen­
: 1vo y preventivo (Figura 2.11)
tarios. Por un lado, estrechamente in
lnsp;rada en los principios del Informe
fluenciada y apoyada por Virchow, surgió Figura 2.11 Abraharn Flexner
l icxner. lél escuela p1on¡�ra en salud públl- (1866-,959)
en Berlín una escuela de "patología geo­
c:a fue rnauguracia en 1918 en la Universi-
gráfica e histórica", liderada por August
dad Johns J lopkms (en Baltimore, Estados
Hirscli (1817-1891). Considerado como el
Unidos). teniendo a un ex-alumno de von Pettenkoffer llamado Wi­
fundador de la moderna "geografía médi­
lliam vVelch ( 1 ilS0-1934) como primer director. Por invitacic>n de
ca", Hirsch fue también un precursor de la
Wekh, \Vade i larnpton Frnst ( 1880-1938), sanitarista especializado en
epidemiología ecológica, anticipando los
enfermedades rcspirator ias, asurnic) la nueva cátedra de epidemiolo­
análisis de tiempo-lugar que actualmente
Figura 2.1 O Max von Petten­ gía, c:onv1rtiéndose en el primer profesor de esta disciplina en todo el
Kotfer (1818-1901) resurgen en el campo epidemiológico. Por
34 NAOMAH DE ALMEIDA FILIIO - MARIA l. HoUQUAYROL Introducción a la epidemiología 35

mundo. Como investigador, sus trabajos de la medicina social. En realidad, el desarrollo de la disciplina se
utilizaban nuevas técnicas estadísticas había dado de un modo cada vez más integrado al patrón positivis­
para el estudio de las variaciones en la in­ ta de las ciencias naturales, reflejado en el modelo de la biología. A
cidencia y prevalencia de enfermedades la fisiología humana, que se aplica a los procesos normales del orga­
transmisibles, como la tuberculosis pul­ nismo, se contraponía la demografía, vinculada a los procesos nor­
monar, con la intención de evaluar sus males de la sociedad, cual verdadera fisiología social. A la fisiopato­
determinantes genéticos y sociales (Figu­ logía, que se ocupa de los procesos patológicos del organismo, se
ra 2.12). correspondía la epidemiología, tomada como una patología social
El modelo "escuela de salud pública" (Ryle, 1948).
fue entonces difundido por todo el mun­ Las investigaciones de Joseph Goldberger (1885-1927) sobre la pe­
do, con apoyo integral de la recién nacida lagra, que desde 191 S habían establecido la naturaleza carencial de es­
Figura 2.12 Wade Hampton Fundación Rockefeller (White, 1991). ta enfermedad a partir del pensamiento epidemiológico, ya registra­
Frost (1880-1938) La London School of Hygiene and Tro ban la expansión de la disciplina hacia un objeto más amplio, más allá
pica! Medicine surgió de la fusión de la de las enfermedades infectocontagiosas. A pesar de eso, el primer
antigua Escuela de Medicina Tropical con aporte sistemático al conocimiento epidemiológico, el libro The Prin-­
el Departamento de 1 Iigiene del University College. Mayor Green­ ciples ofEpidemiology (Stallybrass, 1931), escrito a fines de los años '20,
wood (1888-1949), discípulo de Karl Pearson, fundador de la estadís­ aún se refería exclusivamente a las enfer­
tica moderna, fue el primer profcsorr de Epidemiología y Estadística medades infecciosas. La epidemiología
Vital de la nueva escuela. Principal responsable de la introducción del buscaba en esa época, retomar la tradición
pensamiento estadístico en la investigación epidemiológica, además médico-social de privilegiar lo colectivo (o
de desarrollar una importante producción teórica e histórica, Creen­ sea, rescatar a Higía), visto corno algo más
wood rechazaba el carácter fundamentalmente descriptivo de lo que que un mero conjunto de individuos, al
en ese momento se llamó "epidemiología experimental" (Greenwood, rrnsmo tiempo que ampliaba su objeto de
1932). mtervención más allá de las enfermedades
La crisis econórrnca mundial de 1929 precipitó una crisis de la me­ transmisibles. Sin embargo, �sto provocó
dicina científica en la década siguiente El avance tecnológico y la ten­ un profundo impasse conceptual y meto­
dencia a la especialización de la práctica médica provocaron una re­ dológico, dado que, como sabemos, la
ducción de su alcance social. La fragmentación del cuidado médico nueva ciencia había sido gestada desde el
produjo ,el aumento de los costos y una elitización de la asistencia a la interior dci modelo ílexneriano de una Figura 2.13 Joseph Goldber­
salud. Esto ocurrió justamente cuando el sistema político del capita­ rncdicma experimental (Figura 2 13) gcr ( 1 885-1927)

lismo más necesitaba de la salud como mecanismo de control social La salida de tal estancarrnento fue ini-
(Donnangelo, 197b) En este escenario se redescubrió el carácter so c1alrnente técnica. Afortunadamente para
c:ial y cultural de las enfermedades y de la medicina, así corno sus ar­ sus fundadores, comenzabé.l a producirse un avance independiente de
t1culac1ones con la estructura y la superestructura de la sociedad. Se la estadística, el cual representaba nuevamente a !él "vieJa novedad"
buscaba entonces, la consoliclé:1c1ón de un discurso sobre lo social ca­ de la teoría de \as prnbabilidadcs, favoreciendo la fornalización del
paz de dar cuenta de los procesos culturales, económicos y políticos obJeto privilegiado de la epiderrnología, el concepto de riesgo (ver el
que parecían poner resistencias a la competencir1 Uic:rnca de la medi­ Hecuadro 2.4). De hecho, con la publicación en 1933 en el American
cina (J\rouca, 1975). Jourrwt of Pubtic I!ealth, de un trabajo de host titulado "Hicsgos de
Fl retorno de lo social se hizo recurriendo a la epidemiología, su­ personas en contacto familiar con la tuberculosis pulmonar", eL.c.on­
puestarnent e despojada de la politización asumida por el movimiento cepto de riesgo asume plenJmente un carácter técnico-instrumental.
36 NAOMAR DE ALMEIDA FILl!O - MARI.,\ Z. ROUQU,\YHOL Introducción a La epidemiología 37

Por otro lado, se buscaba también una salida conceptual para el inductiva, preocupada no solamente en describir la distribución de
impasse de la ideología dominante en medicina. Fu� justame�te un enfermedades, sino sobre todo en comprenderla a partir de una filo­
clínico británico, John Ryle (1889-1950), que renunciara a la catedra sofía consistente" (frost, 1941). Durante la etapa de consolidación de
médica en Cambridge para transformarse en el primer director del la disciplina, diversos autores, como Winslow, Frost, Greenwood y el
Instituto de Medicina Social de la Universidad de Oxford, quien en propio Ryle, realizaron un esfuerzo consciente de co'nstrucción teó­
1936 actuaiizó y sistematizó el modelo de la Historia Natural de las rica y fundamentación metodológica de la naciente epidemiología.
Enfermedades. Sin embargo, las generaciones de epidemiólogos que los sucedieron
no demostraron mayores preocupaciones conceptuales, lo que sería
un reflejo de la pobreza teórico-metodológica de la mayor parte de
Recuadro 2.4 "Arqueología" del concepto de riesgo los textos fundamentales de la disciplina que aparecieron en la pos­
guerra.
Una "arqueología"del concepto epidemiológico de riesgo puede En la segunda mitad del siglo XX, como consecuencia de los pro­
ser encontrada en la decisiva contribución de Ayres (1997). Según cesos externos e internos en el campo de la salud señalados anterior­
este autor, el término fue empleado por primera vez por el eminen­ mente, en los Estados Unidos se articulaban propuestas de implanta­
te patólogo británico William Topley, en ese tiempo investigador de ción de un sistema nacional de salud (Arouca, 1 �)75). A partir de la
la London School of Hygiene and Tropical Medicine, en una confe­ acción directa del poderoso lobby de las corporaciones médicas de
rencia leída frente a los miembros del Royal College of Physicians, aquel país, en vez de una reforma sectorial de la salud siguiendo el
en 1919, y publicada en la revista Lancet en el mismo año. modelo de la mayoría de los países europeos, fueron propuestos cam­
Ya con una connotación específicamente epidemiológica, el con­ bios en la enseñanza médica, con poco énfasis en la prevención. A ni­
cepto de riesgo fue inaugurado en un estudio sobre mortalidad ma­ vel de la estructura organizacional, se proponía la apertura de depar­
terna conducido por William Howard Jr., profesor de Biometría de la tamentos de medicina preventiva substituyendo las tradicionales
Escuela de Higiene y Salud Pública de la Johns Hopkins Univcrsity, cátedras ck higiene, capaces de 'actuar como elementos de difusión
publicado en el primer número del American Journal of Hygienc de los contenidos de lc1 t�pidemiología, administración de la salud y
(que posteriormente se transformaría en el American Journal of Ep,­ ciencias de la conducta hasta entonces cubiertos por las escuelas de
dem,ology), con fecha 1921. En ese artículo, el concepto ya se pre­ salud ptíblica (Silva, 19n, Leavel & Clark, 197(3)
senta con un espantoso grado de forr1aiización heurística y mate­ Fn esta propuesta, el concepto de salud era representado por me­
mática, expresado en términos de proporciones entre el número cJe téiforas gradualistas del proceso salud-enfermedad, que justificaban
afectados y el número de expuestos conceptualmente intervenciones previas a la ocurrencia concreta de
�na nueva mención del concepto de riesgo vil ;:i aparecer recién signos y síntomas en una etapa preclínica Lc1 propia noción de pre­
en 1925. en un estudio de Doull y Lara sobre difteria, y luego en vención fue rc1dicalmcnte redefinida c1 tra\·és de una osada maniobra
1928. cr'. un artículo de Falcs anJl1zérndo uatos secundarios sobre semántica (arnpliacicín del sentido mediante la adjetivación de la pre­
varias enfermedades infecciosas (arr.bos publicados en el mismo vención como ornnarié1, secundaria y terciaria) que terminó por in­
American Journal of f--fygiene). Este ú1t1mo artículo también ir.trodu corporar la tot�lidad de la fHéíctíca médica al nuevo campo discursi­
ce la expresión ''riesgo relativo". indicando ya la néltura1en compa vo El éxito de este movnnicnto en su país de origen es innegable: los
rélt1va cJc los indicadores de asociación. Estados Unidos constiruyen la única nación industrializada que has­
(.:,;c�:c Ayrcs. 1991)
ta el momento no dispone de un sistema de asistencia de salud con
algún grado de socialización.
En Europa occidental, donde la posguerra generes las condiciones
I.a primer;1 gcner,1cic5n de cp1derrnólogos no p,nccí;1 tener du­
para el establecimiento de los llamados "estados de bienestar social"
das sobre el estatuto cicntílico de la nueva disciplina Ya en 1 ()27,
(welfme stc1tes), la asistencia a la salud se integró más claramente a las
Frost ,1fir111aba que ··1a epidemiología es esencialmente� un21 ciencia
38 NAOMAH DE ALMEIDA fll.110 - MARIA Z. ROUQU,\YHOL Introducción a la epidemiología 39

políticas sociales, prescindiendo de formulaciones más visiblemente En el plano teórico, nuevos modelos explicativos fueron propues­
ideológicas para la consolidación del discurso de lo social en la medi­ tos para dar cuenta de los impasses generados por la teoría monocau­
cina (Paim & Almeida Filho, 2000). En esos países se hablaba, enseña­ sal de la enfermedad, reforzando el paradigma de la "historia natural
ba y practicaba una versión de medicina social actualizada por la so­ de las enfermedades". En esta época surgió una fuerte tendencia eco- ¡'
cialdemocracia. lógica en la Epidemiología, con una versión occidental de la "epide-
En ambos casos, la epidemiología se imponía en los programas de miología del medio ambiente" (OPS, 1986) en contraposición a una /
enseñanza médica y de salud pública como uno de los sectores de la versión soviética, la "epidemiología del paisaje" (Pavlovsky, 1963).
investigación médica-social más dinámicos y fructíferos. Esta etapa, A partir de allí, se establecieron las reglas básicas del análisis epi­
que coincidió con una posguerra asociada a la intensa expansión del derrnolúgico, sobre todo por la fijación de los indicadores típicos del
sistema económico capitalista, se caracterizó por la realización de área (incidencia y prevalencia) y por la delimitación del concepto de
grandes averiguaciones epidemiológicas, principalmente acerca de riesgo (Ayres, 199 /), fundamental para la adopción de la bioestadísti­
enfermedades no-infecciosas (Susser, 1987) que se habían mostrado ca como instrumento analítico de selección. En esta etapa debemos
corno importantes problemas de salud pública durante la guerra. destacar la contribución de Jerome Cornfield (1912-1979) al desarro­
Luego de la importante contribución de la sociología médica par­ llo de c�tirnadorcs ck riesgo relativo, además de introducir técnicas de
soniana, las ciencias sociales aplicadas a la salud comenzaban a mos regresión logís t1c:a en el anfüsis epidemiológico (Last, 1983).
trar signos de agotamiento. Las disciplinas de administración en sa Este período también pre'.;enc:ó un intenso desarrollo de técnicas
lud pasaban por una crisis de identidad, cuestionadas por el avance de 1dcntificacicín de casos (puícticamente en todos los sectores de la
del estudio de las mstituciones y por el crecimiento del naciente mo­ meci1cma), adecuadas a la apl1cac1ón en grandes muestras, y la des­
vimiento de planificJción social. Se consolidaba allí una clara hege c:ripc1cín de los prt11c1palcs tipos de sesgos en la rnvcstigación cpide.
monía del conocimiento epidemiológico en relación a las otras disc1 · n,1olcíg1ca (Sackeit. 1�3/�3)
plinas de la medicina preventiva (Teixena, 2001) El proceso de
institucionalización de la disciplina culminó con la fundación de lé!
International Epidemiological Association, en l 9S1 (lEA, l 9B1), y con
la tr ansformac1ón del trad1cional American Joumal of llygiene en el
Actualidad de la epidemiología
Ameriwn joumai of Lpidemiology, en 1964 (1\yres, 1 �)9'1).
En la década del '50, los programas de Fn los ét1-1os 1 %0, é1clcrn;\<, ele Jos f3catlcs. ele Wooclstock v el \1avo
investigación y los departamentos de epi­ del '(ifl, hubo u11é1 \Cl dadc1,: ;crnluc:1ón en l,1 e¡m1emiología ,con la i�1-
demiología comenzaron a desarrollar t rocl uc:ción de la c:om pu t;1c1ón elcctrc5nica. Fn este período, la invcsti­
nuevos diseños de investigación, corno gac:1cín ep1derniológ1ca expcrnnentc5 la más profunda transformación
los estudios de cohortes inaugurados a de su corta h1s toria, ten icndo corno rcsultad o u na fuerte matcmatiz,1-
partií del f;mrnso experimento de Fra uó r1 del ,írca La arnpl1aci(Ífl 1cal de los bcH1cos de datos fomentó un
rningharn (Susser, 19B7) Tzunhién apare­ grado cl2 cf1c1cnc1,1. prcc1síó11 y espcc1ficid21d de técnicas analíticas
cen en esta época los primeros ensayos in1 rn a g m a bles en l ;1 e 1 a el el ,111 j: 1 s1s me d n 1 co cJ e el atos . 1.o s a nj lisis
clínicos controlados, cuya formalización mult1v,m,1cios t1aJe1on 1.rna perspectiva de solución al problema de las
metodológica es atribuida a Sir Austm va11,1blcs de c:onfusicín, propio de los di.sef10s observacionales que
Bradford Hill (1897-1991), sucesor de la pr,1ctiGrn1cntc determinan la espcc1fic1daci de la epidemiología en re­
cátedra de Majen Crecnwood (Wh1te, lación a las dern,ís c1e11ci,1s tJéÍsicas del área médica.
Figura 2.14 SirAustin Bradford 1991) (hgurz. 2.1'1). U debate epistemológico sohrc la cientificidad de la disciplina fue
Hill (1897-1991) virtualmente reprimido dur,rntc la dfrada siguienll'. La idea de que se
trata de un;1 ramé."i de l, 1• erntogín lw11wno (Leriche, l�l72) o que la epi­
dcrniologíJ const1tL1vc till "segmento de una cicnc:1é1 m,is general"
'

40 \:,\OMAH DE AL\IEID,\ f.!l.lIO - Yl\nl,\ Z. ROUQUAYHOI. Introducción a la epidemiología 41

(Stallones, 1971), o más aún, que sería esencialmente una disciplina y la raíz económica y política de sus determinantes (Goldemberg,
empírica sin mayores demandas teóricas (Fcinstcin, 1988), resultó en 1982; Laurel! & Noriega, 1989; Breilh & Grandu, 1986; Breilh, 1989).
la creencia de que la epidemiología no sería una ciencia. De todos La epidemiología de lus a11os 1990 busca abordajes de síntesis o in­
modos, la epidemiología de los años 1970, no abarcaba solamente el tegración, fomentando nuevas tendencias, desde una epidemiología
perfeccionamiento de la tecnología para el tratamiento y análisis de molewlar (Vanderbroukc, 1990; Hulka, Wilcosky & Griffith, 1990;
datos. Schulte & Pcrera, 1993; para una crítica, ver Loomis & Wing, 1991; Cas­
Por otro lado existía también un fuerte movimiento de sistemati­ riel, 1996) hasta una etnoepiderniología (Almeida Filho, 1993; Massé,
zación del conocimiento epidemiológico producido, ejemplificado 1()%)
por la obra de John Cassel (1915-1978) en el sentido de la integración En ci plano metodológico, se observó un renovado interés por el
de los modelos biológicos y sociológicos en una teoría comprehensi­ diseño y perfeccionamiento de los estudios agregados (llamados
va de la enfermedad unificada por el "toque" de la epidemiología "ecológicos"), reevaluándosc sus bases epistemológicas y metodoló­
(Cassel, 1975). gicas (Susser, 1994; Schwars, 1994) como etapa inicial de un proceso
La tendencia a la matematización de la epidemiología recibió un de exploración de nuevas técnicas analíticas (\'Iorgcnstcrn, 1998).
considerable refuerzo en las décadas siguientes, con propuestas de Además, continúa firme el proceso de ampliación de horizontes de la
modelos matemáticos de distribución de innumerables patologías disciplina a través de la extensión de su objeto de estudio, con la aper­
(Frauenthal, 1980). El campo de la epidemiología encontraba así una tura de nuevos territorios de investigación y de práctica, como, por
identidad provisoria, justificando la consolidación de su autonomía ejemplo la fczrmC1coepiclemiologíc1 (Laporte, Tognoni & nozenfeld,
en cua:1to disciplina. 198�)), la epidemiología genétiw (Khoury, Bealy & Cohen, 1993;
Ayres (1997) plantea que en la etapa de constitución de la epidemio­ Khoury, 1�)9B) y la epidemiologíCI de seruici�Js ele SC1lud (Castellanos,
logía, antes de la Segunda Guerra Mundial. la matemática experimentó 1993: Barreto er rd ¡q9n).
una !unción "cstructurantc", pasanc:o luego a tener una función "valí En la actualidad, la dificultad en el desarrollo ele una teoría gene-
dante" con l;1 investigación de riesgos Ln todo caso, la rnatemüt1ca le 1 al de salud enfermedad se 1mp:onc como la cuestión más fundamen­
sirvió a la epickmiología idcolc5g1camcntc, como el poderoso mito de la t;il de lzi c1cnc:ié1 cpidcrn1ológica Se trata de un verdadero imp,1sse
razón, rndispens<1blc para la confrnnt,1c:1cJn con la cxpenenc1a clínica o que, de 110 sc1 resuelto, dificultará el desarrollo de la epiderniologíc1
con la demostración cxpemnental, ambos presupuesto'> fundamenta­ �orno d i sciplina cterníf1ca autónomu. Las perspecttvas epidemiológ i ­
les de la investig<1ción médica en aquella (;poca cas más rnodc111,1s reconocen el agotamiento de los campos científi­
La epidemiología de la década de 19fl0 se caracteriza por dos ten­ cos convencionales, rndicanclo el papel fundamental de los paradig­
dencias. En primer lugar se consolidó la propuesta de ttnél "epidemio­ mas y sus procesos históricos, macro y microsociales, en la
logía clínica" (Feinstein, 198:)) como un proyecte de uso pragmático construcción institucional de las ciencias a través de la práctica coti­
ele la metodología cpiderniológ1Cc1 fuera de los contextos c:olec:t1vos diana de producción ele conocimiento científico. La demarcación de
más amplios. La consccucnc1a principal de esta variante de la cp1dc­ un camp;l prnpio de aplicacicín de la epidemiología será entonces
rniología parece ser un mayor énfasis metodológico en los procedi­ u na c:onsecuc ricia h istó11ca (y no mera r�ente lógica) de ese proceso
rrncntos de identificación de casos y en la evaluación de la eficacia te­ ele rnadurz1rní11 c!c: una disciplina que, desde sus raíces, ha reafirmado
rapc;uticn., conformando lo que se hn llamado "medicina basada en la siempre Íél fucrí'.él de los procesos sociales en la determinación de la
evidencia" (Sackett, 1998; Schmid t & Duncan, 1999). Salud C:olcct 1va
En segundo lugar, durante esa misma década surgen en Europa y
en América Latina abordaies más críticos de la epidemiología, corno
reacción a la tendencia a la "biologización" de la salud pLÍblica, reafir­
mando la historicidad de los procesos de salud-enfermedad-atención
'
42 :'\AO�AR DE AL�E!DA FIL! 10 - MAHIA Z. RoUQUAYHOL

Capítulo 3
Para saber más, consulte:
l. Ayres JH.. Sobre o risco para compreender a epidemiología. San Pablo: Hu­
cttec, 1997. Modelos de salud-enfermedad
2. Br�ilh L Grand� E. Os novas rumos da epidemiología. En: Nunes E (org.). As
.
c1Cnc1as soc1a1s em saúde na América Latina. Tendencias e Perspectivas.
Brasilia: OPAS, 1985, pp. 241-53.
3. Buck C, Llopis A, Nájera E, Tcrris M. El desafío de la epidemwlogía. Was
llmgton: OPS (Publicación Científica n ° 505), 1988.
4. Clavreul J. A Orden :\1édica. San Pablo: Brasiliense, 1983.
S. Foucault M. O Nascimento da clínica. San Pablo Forense- Universitária,
1979.
6. Hacking l. The Taming of Chance. Cambridge: C::imbridgc Univcrs1ty Press,
1990. modelos de sa­
"l. Lam-Entralgo P Historia de la Medicina. Barcelona: Salvar Editores, ¡ �)7B En este capítulo vamos a abordar los principal es
la cie cia epide mioló gica y que,
B. Lilicnfcld A. Foundations of Epidcrniology. \:ucva York: Oxforcl Untversitv lud-enfermedad que han orientado J n

ella con info r1rn1ci o ncs y conoc imien lo


Press, l 976. a su vez, son sub s idiados por
CJ. Paim J, Almeida Filho): A crnc da S,.llide publica e ,1utopía de s,ll.tclc cole e sp ecíficos.
lo l e ónco que
tivél. Salvador: Casa da Satídc, 2000. En primer lugar, revisaremos brevemente un mode
de la agresi ó de un ag ente
1 O. Rosen G. Da políc1a médica il medicina social. Hío etc Janciro Cr;1;il, J 980. considera la enfermedad corno resultado
n
l l. Rosen C. Urna histcírir1 dr1 saúdc pública. San Pablo: Hucttcc/lJ\:FSP/1\ rata de un refere nte cl(1sic o de la bio·
etiológico a un organismo Se t
BHASCO, 1994. e eficaz para la explic ación de la patog énesis
medicina, especia lment
12. Tcixcira C: O Futuro dél prcvenc;ao. Salvador Casa da Sat'Jdc, 2000
JJ. \Vhitc K llcalrng thc Sch1srn Epidcmiology, \,!edic1nc, and thc J J :�hiic's ele las enfermedades infecciosas y parasi tarias
sal de sdlud-en­
! lcalth \'ucva York Sprn1ger Verlag, 19�) l En segundo lugar, examinaremos un modelo proce
histcír ica para la epide miolo gía, dcno
fermedad de gra n importancia
His oria :\ at ural de la s en fcrrne dades . la! modelo
m mado Modelo de t
corno base p ara la
En Internet, consulte: incorpora los con cepto.'> de nesgo y factor de nesgo
preve ción, p a rt1cu­
producción de conocirrncnto sobre medidas de
n

sos y m canism o de c11


lannente útil en el entendimiento de proce
e s
l l listorv of Ep1dem101og1c \1ethods. !\menean Collegc of Fp1dcrrnologv,
_ ferrnedades crónicas no t1 ansrn isible s .
200:J• ht tp //www.epiclcmiology.ch/history / cp1-h1st.h tm
d e salud-en-
2. Thc James Lind Library. Thc Royal Collcge of Physicians of [di11burgli, 200:i· En tercer lugar, discutiremos un modelo abarcat1vo
ico con la perspecti ­
]1 tt p //www ;arn esiin dli brarv. org/ fermedad que combína un fuerte sustrato ecológ
valios o para la com­
:l. T!1e John Snow Page. Dcp,ntrnent ol Lpidem1ology UCIA 2003. va sis t émica, enriqueciendo un cuadro teórico
h tl p //VVW\\'. ph. ucla.cc!u/ept/snowht rn l prensión de sistemas epidemiológicos concr etos
contribuciones
4 Tlic \Vade Harnpto11 Frost C:ollection. Johns l fopkins \1cdical lnstitutions, Por último, presentaremos s!lltéticarnente algunas
2005• http.//v\'\vvvmed Jhu.cdu/medarcbives/sgrnl/frost html salud que, a partir de una crític a a los mo­
de las ciencias huma nas en
:i U11dcrstar.di11g thc fundamcntals of Epidcmiology: Historical Perspectivc mode los d2 salud­
(PDF files) Urnversltv of \"orth Carolina, 2000 d elos convencionales de enfermedad, consti tuyen
de el mento s psico� ociales y
enfermedad, buscando la valorización
e
!1 ttp: //,vww. cpidemiolog. ne t /evo! ving/Historical Pcrspect1ve. pdl
6 Univcrsity of Virginia, 200:i: culturales de salud.
i deramos p ert i -
ht t p //www. rncd. v11girna cdu/hs. l1b rary/h1storical/col! ect .li tml Antes d e en trar en el tema de este c2pítulo, cons
(que se encucntrar1
nente abordar algunas cuest i ones tc1rnrnológ1c: a s

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