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La obesidad es la enfermedad metabólica más frecuente en países industrializados (13-30 %).

Según la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), en España la prevalencia en el


año 2000 para la población entre 25 y 60 años fue del 14.5 % (13.4 % en varones y 15.7 % en
mujeres) (1). Se trata de un problema crónico, caracterizado por un exceso de grasa corporal, pero
su importancia radica en que es un claro factor de riesgo para otras enfermedades (2,3):

La incidencia de diabetes mellitus tipo 2 aumenta con el tiempo de duración del sobrepeso
obesidad. Es por tanto factor de riesgo para desarrollo de diabetes mellitus. La obesidad es un
factor de riesgo independiente (en discusión) para el desarrollo de enfermedad cardiovascular e
hipertensión. La prevalencia de hipertensión arterial es 10 veces más frecuentes en obesos.

Se relaciona con la incidencia de algunos tipos de cáncer: tanto en varón (próstata, colorrectal),
como en mujeres (endometrio, cérvix, mama y vías biliares). En el embarazo se asocia con mayor
incidencia de hipertensión arterial, diabetes mellitus, toxemia gravídica y problemas obstétricos.

Otras complicaciones asociadas son: litiasis biliar, esteatosis hepática, hipoventilación pulmonar,
síndrome de sleep-apnea, artrosis, gota, síndrome nefrótico, etc. Podemos por tanto considerar la
obesidad como un grave problema de salud pública debido a su alta prevalencia, el incremento en
el número de casos (no solo en población adulta, sino lo que es altamente alarmante, también en
la infancia), por su demanda asistencial creciente (bien por problemas relacionados con la salud, o
simplemente por problema de estética), por su aumento en la morbi-mortalidad, como hemos
comentado anteriormente, y por último por sus costes. En España el coste económico de la
obesidad es un 6.9 % del gasto sanitario (341.000 millones anuales) (4). Uno de los principales
retos de médico de atención primaria es, además de tratar problemas de salud; prevenir, en la
medida de lo posible, el desarrollo de nuevas enfermedades. Es por ello por lo que debemos ser
conscientes de este importante problema de salud, para no solo estar en condiciones de
abordarlo, sino de ser posible prevenir o evitar su desarrollo.

La obesidad es el resultado de un disbalance o desequilibrio energético. Los factores implicados


son (1,3):

1. Aumento de ingesta calórica (regulada por mecanismos neurohormonales a nivel del


hipotálamo).

2. Disminución del gasto energético

3. Trastorno del comportamiento alimentario (comer rápido, compulsivamente, etc.).

4. Factor hereditario (genética).

5. Factores socio-económicos (ambientales, culturales, etc.).

6. Factores psicológicos (ansiedad-depresión).

DIAGNÓSTICO Los Comités Internacionales de Expertos recomiendan el empleo de datos


antropométricos (peso, talla, circunferencias y pliegues cutáneos) para el diagnóstico y
clasificación ponderal. Se recomienda el empleo de Índice de Masa Corporal (IMC) como indicador
de adiposidad corporal para población adulta de 20 a 69 años, aunque este no sea buen indicador
en niños, adolescentes, ancianos y en personas muy musculosas. · IMC: Kg. / m2 (grado de exceso
corporal). La SEEDO (1) establece por consenso una clasificación de sobrepeso-obesidad,
coincidente con la de la Organización Mundial de la Salud (OMS) (tabla 1) (5). Un punto débil del
IMC es su baja correlación con la grasa visceral (r= 0.54). La medida antropométrica que mejor se
correlaciona con el depósito de grasa visceral es la circunferencia o perímetro de la cintura, tanto
en hombre (r=0.68) como en mujer (r=0.65), por lo que el perímetro de cintura debe ser utilizado
como información complementaria del IMC (grado de recomendación C, tabla 2), aunque carezca
de valor en IMC > 35 Kg. / m2 (6). A partir de sobrepeso grado II (IMC > 27 kg. / m2 ) y conforme se
incrementa el grado de obesidad, la aparición de resistencia a la insulina y comorbilidades es cada
vez mayor (1). · Perímetro de cintura (PC) (contenido graso abdominal). Consiste en medir el
perímetro de la cintura con cinta métrica, a nivel umbilical o en la línea media entre los márgenes
costales inferiores y las crestas iliacas, al final de haber realizado una espiración y en
bipedestación. Existe riesgo cardiovascular (RCV) aumentado si: PC > 102 cm. en hombres y > 88
cm. en mujeres (7). Otras medidas menos conocidas, pero también válidas como complemento del
IMC son: · Medida del pliegue cutáneo, mediante plicómetro. Se miden habitualmente los pliegues
en bíceps, tríceps, subescapular y suprailíaco. Valora la grasa situada en tejido celular subcutáneo
(no perivisceral). Aunque es un complemento del IMC, tiene el inconveniente de su gran
variabilidad (1). · Medición del diámetro sagital. Presenta muy buena correlación con la
acumulación adiposa perivisceral medida por tomografía computerizada o resonancia magnética.
Se valora estimando la distancia entre el ombligo y la L4-L5 con el individuo en decúbito supino.
Cifras mayores de 25 cm. son indicadoras de riesgo (8).
BIBLIOGRAFÍA

1. Conferencia de consenso. Consenso SEEDO´ 2000 para la evaluación del sobrepeso y la obesidad
y el establecimiento de criterios de intervención terapéutica. Sociedad Española para el Estudio de
la Obesidad (SEEDO). Med Clin (Barc). 2000; 115: 587-597. Gómez García MªC - LA OBESIDAD, UN
FACTOR DE RIESGO CARDIOMETABÓLICO Medicina de Familia (And) Vol. 8, Nº. 2, febrero 2008

2. Grupo de trabajo sobre riesgo cardiovascular. Obesidad. Guías Clínicas 2001; 1. URL:
http//www.fisterra.com/guias2/actividades.asp

3. Maratos-Flier E y Flier JS. Obesidad. En: Ronald Kahn C, Weir GC, King GL, Jacobson AM, Moses
AC and Smith RJ editors. 14 ed. Boston. Joslin ´s Diabetes Mellitus. 2005; 31: 533- 545.

4. Estudio prospectivo delphi. Costes sociales y económicos de la obesidad y sus patologías


asociadas. Madrid: Gabinetes de Estudios Bernard Krief; 1999.

5. WHO Programme of Nutrition, Family and Reproductive Health. Obesity. Preventing and
managing the global epidemic. Report of WHO consultation on obesity. Ginebra: WHO; 1997.
Ginebra: WHO; 1998.

6. Expert Panel on the identification, evaluation and treatment of overweight and obesity in
adults. Clinical guidelines on the identification, evaluation and treatment of overweight in adults:
executive summary. Am J Clin Nutr. 1998; 68: 899-917.

7. The practical guide. Identification, evaluation and treatment of overweight and obesity in
adults. National Institutes of health. National health, lung and blood institute North American
Association for the study of obesity. NHI Publication. 2000.

8. Pouliot MC, Despres JP, Lemieux S, Moorjani S, Bouchard C, Tremblay A et al. Waist
circumference and abdominal saggital diameter. Best simple anthropometric indexes of abdominal
visceral adipose tissue accumulation and related cardiovascular risk in men and women. Am J
Cardiol. 1994; 73: 460-468

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