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Capítulo 13.

​La Responsabilidad Pública de los Profesionales


“The public duties of the pressions” es un suplemento que presenta la evolución
histórica reciente de la ética profesional en los siguientes términos:

a) años 30

Discusión interna entre los mismos profesionales. Las normas profesionales se


ocupaban de temas de decoro y cuestión de etiqueta.

Profanos eran mantenidos al margen de cualquier intromisión o interferencia.

b) Años 60

el discurso ético cambia a los derechos de los clientes.

-relación entre profesional y el cliente. Algunas veces se amplía a cuestiones políticas


como el acceso equitativo a los servicios profesionales y cómo administrar recursos.

c) año 87

Surge una nueva conciencia de las obligaciones de las profesiones con el conjunto de
la sociedad.

Transformación social y de redefinición ética.

-contrato social entre sociedad y profesiones. Exige que las profesiones tomen como
deber propio servir al interés público y al bien común con más seriedad.

W.F. May (1992)

“Las obligaciones del profesional con el público parecen en el mejor de los casos
remotas, periféricas y ocasionales.”

Tras los deberes con los clientes, responsabilidades para con los gestores de las
empresas y organismos para los que trabajan, para con los colegas y compromiso con
su propia carrera y con la familia.

Relación entre: Centralidad de las responsabilidades públicas de los profesionales, la


escasa conciencia que tienen ellos de esta dimensión de su responsabilidad
profesional y con el enorme poder que tienen las profesiones en las sociedades
desarrolladas y la impotencia de los profesionales.
Los profesionales se perciben a sí mismos como poderosos.

profesionales van de la mano con la sociedad y estos tienen una responsabilidad social
para contribuir con el bien público de la sociedad.

El profesional es persona, y la persona vive y convive responsablemente con otras


personas desempeñando o no determinados roles.

El hombre activo no inventa su profesión, estaba ahí como fruto consolidado y


sedimentado a lo largo de muchas generaciones. Él se metió, como los crustáceos en
un caparazón preexistente.

Hay que mirar en la doble dirección: como logra la sociedad que los profesionales sean
como ella los necesita y desea, y cómo contribuyen los profesionales con lo que hacen
a que la sociedad sea como es.

1era obligación del profesional con la sociedad: hacerse cargo del contexto social en
que vive y actuar profesionalmente y como ese contexto plantea oportunidades y
condicionamientos a sus actuaciones.

Incluso la profesión ejercida por cuenta propia está sometida a las leyes y a las normas
deontológicas escritas o implícitas del propio colectivo profesional.

Una sociedad justa, libre y próspera necesita buenos profesionales.

En el conjunto de la profesión es necesario que los profesionales tengan un alto sentido


social que esté por encima del corporativismo que defiende ante todo los intereses del
colectivo profesional con razón o sin ella.

El ethos profesional y el sentido cívico, lejos de ser contrapuestos se refuerzan uno al


otro cuando se entiende una vida plena compartida por todos.

El sentido social de la profesión supone en los profesionales un fuerte sentido cívico,


de aprecio de lo que debe ser y como ellos deben contribuir a una convivencia
ciudadana vivida en justicia y libertad. Es necesario que el profesional con tareas de
representación y gobierno del colectivo profesional, velen por lo que desde la profesión
se debe contribuir.

B.Jennings, D callahan y S.M. Wolf (1987,10) terminan su escrito diciendo que en cada
profesión hay sectores influyentes que buscan una nueva visión de la misión de su
profesión y de su puesto en la sociedad.

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