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LA FUERZA MOTRIZ:
Al producirse la explosión de la mezcla de gasolina y aire en las cámaras de combustión, los
pistones, impulsados por la expansión de los gases, proporcionan la fuerza motriz del motor.
En un coche de tipo medio, cuando el motor está funcionando a su régimen máximo cada pistón
puede llegar a efectuar hasta cien recorridos por segundo. Debido a esta rápida sucesión de
movimientos, los pistones han de ser resistentes, aunque de poco peso. En la mayoría de los
coches modernos, están fabricados de una aleación de aluminio.
El calor generado por la combustión del carburante dilata los pistones y los cilindros; estos
últimos son de hierro fundido.
Los segmentos del pistón cierran casi herméticamente el espacio que existe entre el pistón y la
pared del cilindro. Los segmentos de compresión, que suelen ser dos, impiden que los gases
pasen del cilindro al cárter, y el segmento rascador de aceite retira el exceso de aceite lubricante
de la pared del cilindro y lo devuelve al cárter.
La fuerza se transmite desde los pistones al cigüeñal, que, con las bielas, la convierte en
movimiento rotatorio. Las bielas suelen ser de acero forjado.
El extremo superior de la biela, llamado pie de biela, se une al pistón por medio del bulón de
biela, que le permite a ésta pivotar lateralmente durante el movimiento alternativo de subida y
bajada que realiza unida al pistón. El bulón de biela suele ser hueco para pesar menos, y con
frecuencia se fija al pistón por medio de dos aros elásticos llamados frenillos.
El extremo inferior de la biela, llamado cabeza de biela, abraza al cigüeñal y describe con él una
trayectoria circular, mientras que el pie de biela sigue el movimiento alternativo de bajada y
subida del pistón.
La cabeza de biela está seccionada en sentido horizontal u oblicuo. La sección oblicua permite
reducir la anchura de la biela en su punto más ancho y aumentar su tamaño.
Energía mareomotriz
siglo pasado, este medio natural también sirve para generar electricidad a
partir de la potencia que libera el movimiento ascendente y descendente del
agua; es lo que se conoce como energía mareomotriz.
Como si de un molino de agua se tratase, la energía mareomotriz se genera
mediante grandes turbinas sumergidas bajo el mar que giran gracias a
la fuerza de las mareas. La rotación de las hélices produce energía que se
traslada a alternadores para que la conviertan en electricidad.
Este tipo de energía es, sin embargo, muy dependiente de la amplitud de las
mareas. Por ello, algunas regiones del planeta son mejores que otras para
instalar centrales mareomotrices. Por ejemplo, en el Mediterráneo las mareas
suelen registrar un movimiento de entre 20 y 40 centímetros, por lo que su
potencial de desarrollo es mucho menor que en el océano Atlántico, donde el
desnivel del agua alcanza alturas de más de 10 metros.