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Antígenos tumorales
Para que se desarrollen mecanismos inmunitarios contra tumores tiene que existir como
requisito previo que las células tumorales contengan moléculas que sean reconocidas
como extrañas. Estas moléculas son conocidas como antígenos tumorales que aparecen
como una consecuencia de la transformación maligna.
Proteínas por virus DNA latentes, como el virus de Epstein-Barr y el virus del
papiloma humano. Como los péptidos víricos son antígenos extraños, los
tumores inducidos por virus DNA se encuentran entre los tumores más
inmunógenos que se conocen.
- Antígenos oncofetales
- Antígenos de diferenciación
Son moléculas que también están presentes en las células normales de las que se
origina el tumor. Su importancia radica en que son posibles dianas para la
inmunoterapia y para la identificación de origen de los tumores.
- Antígenos glucolipidicos y glucoproteinicos alterados
Linfocitos T citotóxicas
Los péptidos que se acoplan al MHC de Clase I y que son producidos por las células
malignas como antígenos tumorales, constituyen el estímulo para la inducción de
respuesta inmune mediada por linfocitos T CD8+. Estos linfocitos reconocen a las
células tumorales a través del receptor de células T. Una vez efectuado el
reconocimiento antigénico las células reciben señales de activación por citocinas
procedentes de los linfocitos T CD4+ auxiliadores que se encuentran en su vecindad.
Estos últimos también reconocen antígenos tumorales a través de células presentadoras
de antígenos que han internalizado y procesado elementos antigénicos procedentes de
células tumorales previamente destruidas. 1 (figura 3). Las citocinas procedentes de los
linfocitos T auxiliadores y que participan en la activación de las células T citotóxicas
son del patrón Th1, es decir TNF β, IL-2, IL- 12, IFN γ. 19 Estas citocinas también
favorecen o incrementan la expresión de MHC de clase I en la superficie tumoral,
incrementando la efectividad de los linfocitos citotóxicas. Una vez activados los
linfocitos citotóxicos, estos van a secretar perforinas, las cuales producen agujeros en la
membrana celular tumoral. Otras enzimas liberadas son las granzimas, las cuales
degradan el ADN de la célula maligna.
Macrófagos
Activa no específica:
Con esta modalidad se logra una estimulación inespecífica del sistema inmune. Para
esto se han utilizado diferentes elementos inmunoestimulantes. 14, 28
- BCG (Bacilo Calmette Guerin)
- Adyuvantes: P40, Polyerga, Titermax, etc.
- Corynebacterium parvum y granulosum.
Una forma lógica de obtener vacunas preventivas se logra con formulaciones contra los
virus oncogénicos. Por ejemplo, con el desarrollo de vacunas contra el papilomavirus
humano, indirectamente se logra prevenir la aparición de cáncer cervicouterino.
Pasiva no específica:
Consiste en la administración de elementos del sistema inmune (moleculares o
celulares) procedente de otro organismo, que logran una estimulación inmunológica no
antígeno específica en el portador de un tumor maligno.
- Células asesinas activadas por linfocinas
- Citocinas: IL-2, TNF, IFNα, IFNγ, factores de crecimiento hematopoyéticos.
Pasiva específica:
Al igual que en la modalidad anterior se inoculan elementos inmunológicos al
organismo portador de un tumor maligno, pero en este caso estos elementos sí
reconocen antígenos en las células tumorales, desplegando mecanismos que llevan a su
destrucción .
- Linfocitos infiltrantes de tumores
- Inmunotoxinas (anticuerpos monoclonales acoplados a toxinas, radioisótopos, drogas
citotóxicas).
- Anticuerpos antiidiotípicos
- Anticuerpos biespecíficos
Inmunodiagnóstico tumoral