Sei sulla pagina 1di 23

<»de <»Isis

preposiciones
ám t» .flfli /SS/ 11

españolas

e«dUb*
ALICIA MARÍA ZORRILLA

DICCIONARIO
DELAS
PREPOSICIONES
ESPAÑOLAS

Norma y uso

e*cUb*
Diccionario de las preposiciones españolas. Norma y uso
Alicia María Zorrilla

PRO YECTO , D IRECCIÓ N Y EDICIÓN : e.d.b.


Director de Ediciones: Juan L. Rodríguez.
Diseño y diagramación: Huella Cíclope - Comunicación visual.

¡L a p a la b r a c u a n d o d ice
lo q u e es, es libertad!

Miguel de Unamuno

N o está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento


informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea
electrónico, m ecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso
previo y por escrito del editor.

ES PRO PIED A D DE e.d.b.


© 2002 by e.d.b.
Don Bosco 4069
(1206) Capital Federal
Queda hecho el depósito que marca la Ley 11.723
ISBN 987-541-023-3
Impreso en Argentina
Printed in Argentina
Noticia sobre la autora

A licia M aría Zorrilla es D octo ra en Letras por la Universidad del Salva-


dor, L icenciada en Filosofía y Letras por la Universidad Com plutense de
M adrid, Profesora especializada en C astellano, Literatura y L atín por la Escue­
la N orm al N acional Superior de Profesorado N.° 1 Presidente Roque Sáenz Peña,
donde obtuvo el Prem io Baldmar Dobranich com o la m ejor Profesora en Letras.

H a sido b ecad a por el In stitu to de C u ltu ra H isp án ica de M adrid, por la


U n iv ersità degli Stu d i di S ien a y por el C o n sejo N a cio n a l de In vestig acio­
nes C ie n tíficas y T é c n ica s , donde desarrolló investigacion es sobre L ite ra tu ­
ra A rgen tin a.

Es au tora de estudios y de obras sobre L iteratu ra Española, H isp an o ­


am erican a y A rg en tin a, co m o España en sus letras (en co la b o ra ció n ), Las
letras en la A m érica H ispana (en colabo ración ) y España, H ispanoam érica y la
Argentina en sus letras (en co la b o ra ció n ). Escribió, adem ás, Retrato de la
novela, el M anual del C orrector de Textos (G uía normativa de la lengua españo -
la), Tom os I a V I, y Diccionario de los usos correctos del español (este últim o,
en co lab o ració n ).

H a recibido diversos prem ios literarios, e n tre ellos, el que le h a o to rg a­


do la M u nicipalid ad de la C iudad de B uenos A ires por su trab ajo sobre
Ju an a M anuela Gorriti, una precursora de nuestra novela.

H a ejercid o la d o cen cia e n los niveles secund ario, tercia rio y un iv ersita­
rio. E n la actualidad, es A sesora en Lengua E spañola de la A cad em ia
A rg en tin a de L etras; Presidenta de la Fun d ación In stitu to Sup erior de
Estudios Lingüísticos y L iterarios L IT T E R A E ; d irecto ra de L I T T E RA E.
Revista del idioma español y del D ep artam en to de Enseñanza A b ierta a
D istan cia, que fu n cio n a en la m en cion ad a in stitu ció n para difundir la
carrera de «C o rrecto r de Textos en Lengua Española para Empresas» y el
curso de posgrado sobre «Form ación del Trad uctor C o rre cto r en Lengua
E spañola»; fundadora de las Jorn adas N acionales sobre N orm ativa del Idiom a
Español; profesora de Lengua Española en el C olegio de T rad uctores Públi­
cos de la C iudad de B u enos A ires y m iem bro del C o n se jo E ditorial de su
revista acad ém ica El Lenguaraz •T ie n e a su cargo e l S em in ario de Lingüísti­
c a A p licad a en la carrera de D o cto ra d o en L etras de la Universidad del
Salvador.
Las preposiciones en español
«A causa de la conversación tópica, la frase hecha, el
comodín, la muletilla o el estribillo, y el mal estilo contem porá­
neo, uno no se da cuenta de todo el rendim iento expresivo de
una preposición en su sitio».

Ram ón Pérez de Ayala

Introducción
Dentro del ámbito gramatical, hay un tema que fortalece día tras día las dudas de docen­
tes, escritores, periodistas, traductores, abogados, médicos y hablantes en general de nuestra
lengua y de lenguas extranjeras: las preposiciones. ¿Qué son? ¿Cuáles son? ¿Cómo usarlas?
Sin duda, estas inocentes categorías sintácticas1provocan una preocupación fundada. «Se ha
dicho muchas veces — escribe Valentín García Yebra— , y con razón, que no es posible llegar
al conocimiento profundo de una lengua mientras no se adquiera el dominio completo de su
sistema preposicional».2 Más aún si tenemos en cuenta que esa lengua es el español, y que
éste es un idioma prepositivo.
El descuido en el habla y en la escritura fue desgastando la presencia obligatoria de las
preposiciones hasta lograr, en muchos casos, su desaparición.
«Todo hombre tiene sus molinos de viento personales», ha dicho Abel Posse, y, también,
su personal inclinación — decimos nosotros— a usar las preposiciones como quiere y como
puede.
En un diálogo de antología, más aún, en el momento álgido o crítico de ese diálogo,
alguien dijo: «Lo hice por propio motu». Pronunció bien la u para que los oyentes no
interpretaran «por propio moto», un galimatías que, a pesar de las buenas intenciones de este
señor, conforma buen dúo con el anterior.
Otra persona, con ánimo de subsanar el error, expuso su punto de vista y tímidamente
introdujo, entre comas mentales, «de motu propio». Esta corrección no dio sus frutos; por el
contrario, conformó un nuevo galimatías. Un tercer aspirante a corrector dijo «por motus
propio» y destacó, con énfasis, la pronunciación de la «s».
Lamentablemente, no depuró los hechos, pues el diccionario sólo registra motu proprio,
locución adverbial latina por excelencia, que denota, etimológicamente, ‘con movimiento
propio’ y que, en español, se usa con el sentido de ‘voluntariamente’, aunque la Real Acade­
mia Española también la admite como sustantivo masculino con el significado de ‘bula ponti­
ficia o cédula real expedida de este modo’, es decir, ‘de libre, propia y espontánea voluntad’.

* Las categorías sintácticas (sustantivo, adjetivo, verbo, adverbio, preposición, conjunción, interjección) reciben, también, el
nombre de categorías funcionales, clases de palabras, partes de la oración y partes del discurso.
^ Claudicación en el uso de las preposiciones, Madrid, Gredos, 1988, pág. 33.

9
Como la temperatura de la conversación era bastante alta, una cuarta persona dijo: «No (de praeponere; prae, ‘antes, delante, al frente’, y ponere, ‘poner’: ‘poner antes’), traducción del
podemos de seguir discutiendo. De acuerdo a lo que he escuchado y en base a mis investiga­ griego próthesis, ‘acción de poner adelante’. Es decir, el nombre se debe a que se coloca delan­
ciones, disiento con ustedes, pues entiendo de que ésa no es la solución, y, si no soy claro, a te de otras palabras:
grosso modo, se lo explicaré de parado profundamente y con la tiza a la mano». iQué desgas­
te de preposiciones! Tal vez, este señor coma «*de sentado» y sueñe «*de acostado»3. Tanto
U n laberinto es una casa labrada para confundir a los hombres; su arquitectura,
nerviosismo para decir que estaba de acuerdo con ellos, pues si «disiente con», comparte la pródiga en simetrías, está subordinada a ese fin. En el palacio que imperfectamente
disensión u oposición con los otros, es decir, su parecer se ajusta al parecer o al sentir de los exploré, la arquitectura carecía de fin. Abundaban el corredor sin salida, la alta venta­
otros. En realidad — todos lo sabemos— , no quiso decir eso, sino que se oponía a lo expresa­ na inalcanzable, la aparatosa puerta que daba a una celda o a un pozo, las increíbles
do por los demás, por lo tanto, tendría que haber proclamado disiento de ustedes en eso, ya escaleras inversas, co n los peldaños y la balaustrada hacia abajo. O tras, adheridas
que éste es el régimen preposicional del verbo disentir. Además, debió haber dicho no aéream ente al costado de un muro monumental, morían sin llegar a ninguna parte, al
podemos seguir discutiendo, de acuerdo con, sobre la base de, entiendo que, grosso cabo de dos o tres giros, en la tiniebla superior de las cúpulas.’
modo, parado y con la tiza en la mano. Diálogos como éste se repiten en todos los ámbitos.
Y lo más grave es que las preposiciones son usadas «alegremente» y de respetables categorías
gramaticales, corren el riesgo de convertirse en confortables comodines que van rellenando
los huecos de nuestra pobreza verbal. Entonces, motu proprio, decidimos acercamos a este
¿Qué es la preposición?
tema que debe preocuparnos a todos, para que se cumpla, en su plenitud, la sentencia borge-
siana: Las palabras son símbolos que postulan una memoria compartida. La preposición se generaliza en latín vulgar por su expresividad. El caso dativo es reempla­
zado con la preposición ad; el genitivo, con de; el ablativo, con el acusativo más preposicio­
El español es una lengua prepositiva por excelencia y, tal vez por ello, hay tanta inseguri­
nes, y el vocativo se funde con el nominativo.6
dad en el uso de las preposiciones. Pocas veces nos detenemos a pensarlo, pero si ponemos
atención en nuestras lecturas y en nuestras conversaciones, advertiremos su uso continuo y Los casos desaparecen por el uso creciente de las preposiciones, pero el alemán, el griego
la necesidad de su existencia. Por ejemplo, en esta oración, que extrajimos del cuento «Las o el latín conservan los dos medios de expresión gramatical7.
alas» (El brazalete u otros cuentos), de Manuel Mujica Lainez: Varias horas guerreó con tra la En 1492, Elio Antonio de Nebrija establece la siguiente definición en su G ram ática de la
inspiración adversa, la cual se m ofaba de él com o él se m ofaba de sus cofrades, h asta que advirtió lengua castellana: «... es una de las diez partes de la oración, la cual se pone delante de las
que se le nublaban los ojos; o en ésta, del cuento «El otro» (El libro de arena), de Jorge Luis otras, por aiuntamiento o por composición. Como diziendo io vo a casa, a es preposición y
Borges: Murió con impaciencia d e morir, pero sin una queja. Sin ellas, ambas oraciones queda­ aiunta se con casa; mas diziendo io apruevo tus obras, a compone se con este verbo pruevo,
rían desarticuladas. y haze con él un cuerpo de palabra. I llama se preposición, por que siempre se antepone a las
Nos preguntan asiduamente si existen normas para emplearlas con corrección. Sí, las hay. otras partes de la oración»8. Se refiere, pues, al significado etimológico de la palabra y a su
Una expresión es normativa si se ajusta al sistema de la lengua. En el español, han ido estable­ carácter de relacionante.
ciéndose varias reglas que el hablante culto debe seguir para expresarse, en forma oral o escri­ En la actualidad, la Real Academia Española las define, en su Esbozo de una nueva G ram á­
ta, con propiedad. Por ejemplo, es norma que el régimen preposicional del verbo jubilarse tica de la Lengua Española, como «palabras invariables que enlazan un elemento sintáctico
— ‘conseguir la jubilación’— es de y no, «en»: Pedro se ju biló de su cargo en la empresa, María cualquiera con un complemento sustantivo»9; luego, agrega: «... son partículas proclíticas
se ju bilará de secretaria en la escuela y no, *Pedro se jubiló en su cargo en la empresa o *M aria se (salvo según) que encabezan un complemento nominal de otra palabra y lo subordinan a
jubilará en secretaria en la escuela. Las dos últimas oraciones son semánticamente incompati­ ella»10. Respecto del significado, sostiene: «Es bien sabido que todas las palabras aisladamen­
bles; su estructura afecta el significado, transgrede el uso normativo de nuestra lengua. te consideradas, tal como aparecen en los diccionarios, tienen un significado abstracto que
La preocupación de algunos hablantes, conscientes de sus deficiencias lingüísticas, nos solo se concreta y determina en el contexto con su perfil exacto. Pero los sustantivos, adjeti­
ha llevado a tratar los aspectos más relevantes de este tema. vos, verbos y adverbios evocan por sí solos un contenido semántico mucho más denso y
complejo que las preposiciones y conjunciones, cuyo papel es principalmente relacionante o
nexivo. [...] En lo que se refiere a las preposiciones, la vaguedad de significado es todavía
mayor en las que, por ser capaces de establecer relaciones múltiples, son las de uso más
Etimología del término «preposición»
^ Jorge Luis BORGES, «El inmortal», El Aleph, Buenos Aires, Losada, 1949, pág. 15.
^ Cfr. M. CRIADO DE VAL, «Las preposiciones y los casos», Gramática Española y Comentario de Textos, 3.a edición, Madrid,
El sustantivo preposición4 proviene del latín praepositionem, caso acusativo de praepositio S. A. E.T . A., 1958, págs. 55-61.
^ J. ROCA-PONS, Introducción a la Gramática, 4.a edición, Barcelona, Teide, 1976, pág. 261.
^ Usamos el asterisco para indicar palabras o expresiones incorrectas de acuerdo con la norma culta.
® Madrid, Editora Nacional, 1980, pág. 195.
4 En latín, conjunctio, ‘conjunción’, era primero «un término muy general que designaba toda palabra que une, que relaciona. De
^ Sexta reimpresión, Madrid, Espasa Calpe, 1979, pág. 434.
él se desprendió enseguida la ‘praepositio’» (María Luisa LOPEZ, Problemas y métodos en el análisis de preposiciones, Madrid,
Gredos, 1972, pág. 14). ^ Ibídem, pág. 438.

10 11
frecuente, como a, de, en, con, por. [...] No son, pues, las preposiciones nexos enteramente Lo sabe desde ayer.
vacíos de sentido, sino que apuntan con más o menos vaguedad a la clase de relaciones que Germán se destaca entre todos sus compañeros.
pueden expresar»“. La anciana caminaba hacia el jardín.
Desde el punto de vista morfológico, la preposición es una parte invariable de la oración, Volverán hacia las diez.
aunque cambie el género y el número de las voces que la acompañan (bloque de mármol Esa expedición llegó hasta el sur de Chile.
blanco, bloques de mármoles blancos; merienda con torta, meriendas con tortas). La esperé hasta las ocho.
El libro es para Teresa.
Desde el punto de vista funcional (sintáctico), es un elemento de relación, de conexión o
Me ha dejado sin palabras.
enlace de una palabra con otra — subordina un término a otro (el corredor sin salida)— , de una
Coloqué el florero sobre la repisa.
palabra con una construcción (jardines con flores blancas; Escribe sobre los pájaros argentinos) o
Hablará sobre los cactos.
de una palabra con una proposición (Tengo la esperanza d e que regrese pronto). En el sintagma
El perro corrió tras su amo.
el corredor sin salida, hay una relación gramatical entre dos voces: corredor y salida. La prepo­
Regresó tras seis años de ausencia.
sición sin subordina el sustantivo salida (término o regido) al sustantivo corredor (regente o
núcleo del sintagma nominal).
Advertimos la carga semántica de estas preposiciones con una sencilla comprobación: no
La preposición no siempre aparece en medio de los dos elementos que relaciona: es lo mismo El viejo mendigo se arrodilló que se arrodilló an te el rey, bajo el portal, entre los niños,
p a ra pedir limosna, sin fuerzas, sobre la piedra fría o tras la reja. En estos lexemas, están presen­
En la calle, sólo caminaba un hombre. tes las denotaciones de lugar, fin y modo. Entonces, la relación no es sólo gramatical, sino
también semántica.
El sintagma preposicional en la calle se relaciona con cam inaba. Cuando el sintagma Otras preposiciones, como a, con, de, en, por son polisémicas. Aparentemente, actúan
preposicional modifica a un verbo, puede encabezar la oración. como simples marcas de enlace, pues necesitan un contexto (la palabra autónoma con la que
De acuerdo con los ejemplos expuestos, la preposición es, pues, una categoría gramatical se relacionan y la que introducen como término y subordinan a aquélla) para comunicar un
invariable, sin autonomía en el sintagma oracional, cuya función consiste en subordinar dos significado concreto, para explicitarlo. Si decimos Com ió con un tenedor de plata, esa preposi­
vocablos de diferente jerarquía sintáctica. No se usa, pues, independientemente, sino ción con indica el medio o instrumento que usó alguien para comer. Si sacamos la preposición,
antepuesta a una palabra; es un elemento átono que forma con su término una unidad sintác­ la oración cambia su significado: Comió un tenedor de plata. Esto demuestra el valor semántico
tica y fonética. Se caracteriza por regir el caso terminal de los pronombres personales (Hablan que agregan. Para diferenciarlas de las anteriores, las denominamos «semiplenas» y no,
de mí; Lo haré p or ti; Volvió en sí). «débiles o vacías» — clasificación peyorativa que aparece en no pocas gramáticas— , pues
Desde el punto de vista semántico, coincidimos con Bernard Pottier12 en que las preposi­ consideramos que estas unidades léxicas tienden a varios significados, y éstos se realizan de
ciones no son palabras vacías. Otros lingüistas — como César Fernández Alonso13— dicen que acuerdo con el contexto en que se insertan. Ha dicho Pottier que «cualquier preposición
carecen de significación y sólo la prestan al sintagma que introducen. Nosotros consideramos puede aplicarse a los tres campos teóricos del espacio, el tiempo y la noción»14. Por ejemplo:
que algunas expresan, por sí solas, cierta significación. Las denominamos «plenas», y son: ante,
bajo, contra, desde, durante, entre, hacia, hasta, mediante, para, sin, sobre, tras. También A plicación espacial: Caminó hasta la puerta.
se las llama «fuertes» o «llenas»; Andrés Bello dice que tienen sentido determinado. A nuestro
juicio, no actúan solamente como elementos de relación (punto de vista funcional); además A plicación temporal: Trabajó hasta las once.
de serlo, tienen valencia semántica; precisan, amplían o completan con su significado el de la
palabra regente y el de la palabra regida (Hombres sin voluntad no construyen el país); si la A plicación nocional: No lo creeré hasta que lo vea.
palabra regente es un verbo, pueden introducir circunstancias:
En realidad, no se puede generalizar. Si seguimos el esquema de Pottier, advertiremos que
El mendigo se arrodilló ante el rey. preposiciones como con, sin y según sólo poseen una significación nocional:
La pulsera cayó bajo ese mueble.
Trabajan bajo mis órdenes. Estaba con Hernán.
Habló contra los funcionarios corruptos. Lo dijo sin maldad.
Le recetó un jarabe contra la tos. Según Elvira, Gerardo llegó tarde.
Avistó a su amigo desde la ventana.

11 Esbozo de una nueva Gramática de la Lengua Española, ed. cit., pág. 435.
* ^ Lingüistica moderna y Filología hispánica. Versión española de Martín Blanco Álvarez, Madrid, Gredos, 1976, pág. 25.
^ Gramática funcional del español, 2.“ edición, Madrid, Gredos, 1992, pág. 508. ^ Op. cit., pág. 24.

12
y contra, espacial y nocional: Debe quedar muy claro, pues, que estas últimas preposiciones, las semiplenas, no
denotan, por sí solas, causa, fin, lugar, medio o instrumento, modo, tema, tiempo, etcétera,
Se apoyó contra la verja. sino que su polisemia radica en contribuir a comunicar esas significaciones de acuerdo con
Habló contra todos. las palabras con que se relacionan; crean, de este modo, campos semánticos:

es decir, no cumplen con las tres aplicaciones. La casa de piedra, (materia)


Buen ejemplo de la polisemia de la que hablábamos es la preposición a, que, de acuerdo La casa de Clotilde, (posesión)
con el sentido del verbo que rige la construcción y con el del término, contribuye a determi­
nar las denotaciones de ‘dirección hacia’ (Iré a la otra orilla), ‘exactitud en el tiempo’ (Regre­ A pesar de ello, no podemos negar que, cuando decimos a, pensamos inmediatamente en
sarán a las once), ‘medio o instrumento’ (Cose a m ano), ‘modo’ (Dejó la tarea a medio hacer), la dirección hacia un lugar (Viajó a C olom bia); con indica compañía (Pasea con sus amigas);
‘causa’ (Realizó el trabajo a petición de su jefe), ‘finalidad’ (Corrió a pedir ayuda). En estos de implica primero posesión (Leyó la novela d e Adolfo Bioy Casares); en, lugar (Vive en
ejemplos, ha introducido circunstancias. También es mero indicador de dos funciones sintác­ Venezuela), y por, causa (Lo echaron p or hablador). Por eso, Andrés Bello las llama «preposi­
ticas: la de objeto directo de persona (Visitaré a Sofía), animal (Ine's, llama a tu perro) o cosa ciones de sentido vago» — en ningún momento, las tacha de vacías— , que se aplican a gran
personificada (Desestimamos a la Prudencia), y la de objeto indirecto (Los padres le compraron número de relaciones diversas16.
un gato a Félix). Se considera que, cuando es mero indicador de función sintáctica, carece de La reflexión anterior acerca de ese significado que conllevan indiscutiblemente, casi sin
significado, pero su ausencia agramatical — un solecismo— altera la denotación del mensa­ necesidad de un contexto, prueba nuestra tesis de que no existen preposiciones vacías.
je. En el caso del objeto directo, no es lo mismo Inés, llama a tu perro que Inés, llama tu perro,
y en el del objeto indirecto, no son equivalentes Los padres le compraron un gato a Félix y Los
padres le compraron un gato Félix. Si el objeto directo no se refiere a persona conocida, con
nombre y apellido, o a un animal que nos pertenece y que también tiene nombre, debe evitar­ Las preposiciones en español
se la preposición a (Buscará un abogado; Contrataremos dos secretarias; Curaré una yegua).
Solía usarse a ante un nombre propio de carácter geográfico, pero sin artículo (Visitó aju ju y ); El idioma español posee diecinueve preposiciones en uso: a, ante, bajo, con, contra, de,
hoy es común la construcción sin ella (Visitó Jujuy). Así lo registra, además, la Academia en desde, durante, en, entre, hacia, hasta, mediante, para, por, según, sin, sobre, tras. Las prepo­
un ejemplo que aparece en el artículo visitar de su Diccionario (En sus vacaciones visitó París). siciones ante, bajo y tras se usan en la lengua culta. La popular emplea, en su reemplazo, frases
En los siguientes ejemplos, se advierten las dos funciones de la preposición a: prepositivas: delante de, debajo de, detrás de. La preposición bajo no admite el caso terminal del
pronombre personal (*bajo mí, *bajo ti, *bajo sí), pero actúa como una preposición en ejemplos,
Yo había dormido bien; mi clase de la tarde anterior había logrado, creo, interesar a los alumnos. como El gato está bajo la cam a (su función es la misma que la de otras preposiciones: en la
N o había un alma a la vista. [...]. El otro se había puesto a silbar. [...]. El estilo me retrajo a un patio, cam a; sobre la cam a). No admite los pronombres personales de primera y de segunda persona
que ha desaparecido, y a la memoria de Alvaro M elián Lafinur, que hace tantos años ha m uerto .15 (*bajo yo, *bajo tú); puede preceder al de tercera persona como anafórico (Colócalo sobre la
repisa o bajo ella). La preposición durante se emplea delante de sustantivos con la significación
Desde el punto de vista semántico, el carácter coadyutorio de las preposiciones a, con, de ‘mientras’ (Desarrollará ese tema durante el mes de abril, es decir, ‘mientras transcurre el mes
de, en, por se observa claramente cuando las usamos dentro de un mismo sintagma, pues el de abril’). Mediante se usa con elementos nominales (Lo logramos m ediante tu valiosa colabora­
significado varía (Regresó a C atam arca; Regresó de Catam arca; H abló con su hija; Habló por su ción, es decir, ‘por medio de’, ‘con’, ‘con la ayuda de’). Según se comporta como preposición
hija), o cuando las omitimos: cuando puede ser reemplazada con la frase prepositiva conforme a: Lo harán según el reglamento
(su función es la misma que la de otras preposiciones: con el reglamento; sin el reglamento); a
¿Esperas a un niño? diferencia de las otras preposiciones, según no es átona y nunca va acompañada de las formas
pronominales átonas mí, ti, sí (*según mí, * según ti, *según sí), sino de las tónicas yo, tú, él (segiín
La pregunta se refiere a que «alguien aguarda la visita de un niño que tiene nombre y yo, según tú, según él). La palabra según actúa, en cambio, como conjunción cuando introdu­
apellido». En cambio, en: ce una proposición incluida (Según dice Valentín, nevará en Bariloche). Las demás preposiciones
rigen las formas pronominales átonas (ante mí, contra ti, para sí), excepto entre que suele
¿Esperas un niño? combinarse con tú y yo (Entre tú y yo, repararemos la máquina), y no, con mí y ti (*entre mí, *entrc
ti). Cabe (‘junto a’: Santa Teresa de Jesús escribía cabe mí) y so (‘debajo de, bajo’; aparece en
la pregunta equivale a «¿Estás encinta?»; en este caso, también se produce un cambio de signi­ algunas locuciones: so capa de, so color de, so pena de, so pretexto de) son consideradas arcaicas.
ficación. Lo mismo sucede con Espero a que venga y Espero que venga, o con Dejó de publicar y Respecto de esta última preposición, no debe confundirse con la forma «so» que se usa en excla­
Dejó publicar, Escapó del perro y Escapó el perro. La ausencia de preposición altera el sentido. maciones (/so tonto!; ¡so bruto!), pues ésta es una contracción de «seó» (señor).

^ Jorge Luis BORGES, *E1 otro», El libro de arena, Buenos Aires, EMECÉ, 1975, págs. 9-10. Gramática de la lengua castellana, 10.a edición, Buenos Aires, Sopeña Argentina, 1977, págs. 41-43.

14 15
Las preposiciones más usadas en español son a, con, de, en. descam ino, desconfiar, deslenguado; a veces, implica ‘afirmación’: despavorir); D I- (‘oposi­
ción o contrariedad’, ‘origen o procedencia’, ‘extensión o dilatación’: difundir, dim anar,
disentir); D IS - (‘separación o distinción’, ‘imperfección’, ‘dificultad’, ‘anomalía’: discernir,
disnea, dispepsia); E- (‘origen o procedencia’, ‘extensión o dilatación’: efundir, em anar); E S-
Su origen (‘fuera’, ‘más allá’, ‘privación’, ‘atenuación del significado del simple’: escocer, escoger,
esperezarse, estirar; a veces, tiene valor expletivo, como en escarm enar, forma distinta de
A (de origen latino ad, ‘a, hacia’); A N T E (de origen latino ante, ‘ante’, ‘enfrente de’, carm enar); E X - (‘fuera’, ‘más allá’; da idea de ‘negación’ o de ‘privación’, de ‘encareci­
‘hacia delante’, ‘antes’, ‘contra’); B A JO (de origen latino bassus, ‘debajo de, en lugar miento’; antepuesto a nombres de dignidades o de cargos, denota que ‘los tuvo y ya no los
inferior’); C O N (de origen latino cum, ‘que acompaña, en compañía de, juntam ente, con’); tiene’ la persona de quien se habla; también se antepone a otros nombres o adjetivos de
C O N T R A (de origen latino contra, ‘contra’, ‘frente a’, ‘en contacto con’); D E (de origen persona e indica que ésta ha dejado de ser lo que aquéllos significan: ex ministro, ex secre­
latino de, ‘que viene de’, ‘hecho de’, ‘causado por’) ; D E S D E (de origen latino de ex, ‘desde, tario, ex alumno, ex esposa, excéntrico, extem poráneo, extender, extraer) ; E X T R A - (‘fuera de’:
desde dentro’; de de, ‘de, desde’ + ex, ‘desde, que sale de’ + el español de, ‘que viene de, extraordinario); IN - (se convierte en im delante de «b» o de «p»; en i, por «il», delante de
que se origina en’). El español desde es doblemente pleonàstico, ya que sus componentes »1»; en ir delante de «r»; por regla general, equivale a ‘en’: inestable, infiel, ím probo, ilegal,
latinos (de ex de) pueden traducirse por ‘de de de’ o ‘desde desde desde’); D U R A N T E irreal); IN F R A - (‘inferior’, ‘debajo de’: infraestructura, infrahum ano); IN T E R - (‘entre’, ‘en
(participio presente del verbo latino durare, ‘durar’, ‘aguantar’, ‘soportar’, ‘persistir’ medio’, ‘entre varios’: interministerial, internacional); IN T R A - (‘interioridad’: intramuros,
[durans'durantis, ‘en el tiempo de’]); EN (de origen latino in); E N T R E (de origen latino intram uscular); IN T R O - (‘hacia adentro’: introvertido); O B - (‘a, hacia’, ‘contra’, ‘ante’,
ínter); H A C IA (del antiguo facie ad, ‘frente a’, fa z a, facía, del latín ad faciera, ‘al haz, a la ‘detrás de’, ‘a lo lejos’, ‘sobre’, ‘com pletam ente’; se vuelve o ante «m», oc- ante «c», of- ante
faz, a la cara’); H A S T A (de origen árabe hattá, ‘hasta, aun’); M E D IA N T E (participio «f», op- ante «p»: obedecer, obtener, omitir, ocluir, ofender, oponer); P E R - (esfuerza o aumen­
presente del verbo latino mediare, ‘estar en medio, interponerse’ [medians-mediantis, ‘por ta la significación de las voces españolas simples a que se halla unida: perdurable, pertur­
medio de, por intervención de’]); P A R A (del antiguo pora, ‘para’, de por, influido por el bar); PO S-/PO ST- (‘detrás’, ‘después de’: posdata, postdata, posdiluviano, postdiluviano,
anticuado par, ‘en nombre de’) ; P O R (metátesis de la preposición latina pro, ‘para’, ‘ante’, posgrado, postgrado, posoperatorio, postoperatorio, posponer, postergar); P R E - (‘anterioridad
‘en lugar de’, influida por per, ‘hacia delante’, ‘ante’, ‘primero’); SE G U N (de origen latino local o temporal’, ‘prioridad’, ‘encarecim iento’: preclaro, prefijar, presuponer, prever);
secundum, ‘conforme a, con arreglo a, de acuerdo con lo que dice una persona’) ; S IN (de P R E T E R - (‘fuera de’: preternatural); P R O - (‘por’, ‘en vez de’, ‘delante’, ‘publicación’,
origen latino sine, ‘que no tiene, que carece de’, ‘que no está acompañado por’); S O B R E ‘continuidad de acción, impulso o movimiento hacia adelante’, ‘negación’, ‘contradicción’,
(de origen latino super, ‘encima de, en lugar superior’) ; T R A S (de origen latino trans, ‘al ‘sustitución’: procónsul, proclam ar, procrear, prom over, pronom bre, propasar, proponer,
otro lado, más allá’). proscribir); R E - (‘reintegración o repetición’, ‘aum ento’, ‘oposición o resistencia’,
‘movimiento hacia atrás’, ‘negación o inversión del significado simple’, ‘encarecim iento’:
rebonita, recaer, recargar, rechazar, reelegir, refluir, relimpio, relindo, repintar, reprobar, repug­
n ar); R E S - (atenúa la significación de las voces simples a que se halla unida; denota,
Clases de preposiciones también, ‘encarecim iento’: resguardar, resquebrar, resquem ar); R E T R O - (‘tiempo anterior’:
retrotraer, retrovender); SE M I- (‘medio’, ‘casi’: sem icírculo, sem idifunto); S E S Q U I- (se usa
Algunos gramáticos establecen la diferencia entre preposiciones simples, propias o para denotar una unidad y media en peso o medida de las cosas: sesquicentenario); S O -
separables, e impropias o inseparables. (soasar, sopesar); SO N - (sonreír, son sacar); S O R - (sorprender); S O S - (sospesar, sostener);
SU - (suponer); S U B - (a veces, cambia su forma en alguna de las siguientes: so-, son-, sor-,
Las simples, propias o separables son categorías independientes (a, ante, bajo, con,
sos-, su-, sus-; significa, ordinariamente, ‘debajo’, ‘acción secundaria’, ‘inferioridad’,
etc.). Se usan como prefijos en la composición de palabras. Por ejemplo: anormal, anteayer,
‘atenuación o disminución’: subarrendar, subrayar, su bterráneo); S U S - (suspender);
contratar, contradecir, deposición, enaltecer, entreabrir, parabién, porvenir, sinrazón, socavar,
S U P E R - (‘preeminencia’, ‘grado sumo’, ‘exceso, demasía’: superabundante, superfino,
sobreponer, trastienda.
superintendente); T R A N S-/ T R A S- (‘del otro lado’, ‘más allá’, ‘a través de’; ‘cambio o
Las impropias o inseparables, que derivan del latín, no se separan de la palabra; son
mudanza’; pierde la «s» final cuando precede a voces simples que empiezan con esta misma
los prefijos que funcionaban primitivamente como preposiciones: A B - (‘separación’:
letra; el uso autoriza «trans-» o «tras-»; a veces, se emplea sin ninguna de las dos últimas
abjurar, abu sar); A B S - (abstraer); A D - (tiene el valor de a; ‘proximidad’ o ‘encarecim ien­
letras: transatlántico, transform ar, transparente, transustancial, tram ontano); U L T R A -
to’: adjunto, adm irar, adyacen te); A N T I- (‘opuesto o con propiedades contrarias’: an tim o­
(‘exceso’, ‘más allá’: ultrafam oso, ultraideal).
ral, antipútrido); C IR C U M - (‘alrededor’: circum polar, circunnavegación); C IS - (‘de la parte
Hoy preferimos hablar de prefijos o de elementos prepositivos, y no, de preposiciones
o del lado de acá’: cisalpino, cisandino, cism ontano); C IT R A - (‘de la parte o del lado de acá’:
inseparables.
citram ontano); C O - (‘unión’, ‘compañía’: coacusado, codelincuente, coheredero); C O M - (la
preposición con se transforma en com ante «b» y «p»: com provinciano); D E S - (‘negación o
inversión del significado del simple’, ‘privación’, ‘exceso o demasía’, ‘fuera de’: desabejar,

16
mujer por el camino adelan te); A D E N T R O (Galopó tierra aden tro); A F U E R A (Navegaban
Preposiciones agrupadas mar afu era); A N T E S (Llegó una hora an tes); A R R IB A (Lo persiguieron río arriba); A T R A S
(Lo vieron días a tr á s); D E SP U E S (Meses después reconoció su error). Casi todos llevan como
En español, es común el agrupamiento de dos preposiciones17. prefijo la preposición a.
Pueden usarse agrupadas las siguientes preposiciones: D E A (Vendía de a cien pesos el Estas palabras no han perdido su condición de adverbios y, con los sustantivos, confor­
tomo); D E E N T R E (Salió de entre los juncos); D E H A C IA (Procede de h a cia Oriente); D E man un sintagma circunstancial, en el que adoptan una función semejante a la de adjetivos
P O R (Viene d e por allá); D E S O B R E (Sacó el pan d e sobre la m esa); D E SD E P O R (Tosió modificadores de esos sustantivos, por lo tanto, hoy se desecha su carácter preposicional.
desde p or la noche); H A S T A C O N (Es malo hasta con su hijo); H A S T A D E (Admitían Leemos en el cuento «Ulrica», de Jorge Luis Borges:
jóvenes hasta de dieciocho años); H A S T A EN (Se ríe hasta en la iglesia); H A S T A PA R A
(H asta p a ra ser cauto se necesita inteligencia); H A S T A P O R (H ablaba hasta p or los codos); Le propuse que fuéramos a Thorgate, que queda río abajo, a unas millas.19
H A S T A SIN (Baila hasta sin zapatos); H A ST A S O B R E (Llegó hasta sobre las cumbres);
PA R A C O N (Es bueno p a ra con nosotros); P A R A D E (Esto no es para de repente); PA R A
D E SD E (Miraba p a ra desde lejos); PA R A EN (Lo preparó p a ra en llegando a la casa); PA R A
E N T R E (Esto, p a ra entre nosotros, vale p oco); P A R A P O R (Déjalo p a ra p or la n oche); PA R A
Palabras que se usan como preposiciones
SIN (Consiguió un empleo p a ra sin estudios); P A R A S O B R E (Compró un adorno p a ra sobre
ese mueble); P O R A N T E (Pasó por an te mí); P O R B A JO (El gato se deslizó p or b ajo la silla); La Real Academia Española ya clasifica como preposiciones a:
P O R D E (Por d e pronto, esto es así); P O R E N T R E (Huyeron p or entre esos árboles).
En estos casos, la primera preposición es la que relaciona el elemento regente con el sintag­ E X C E P T O (‘a excepción de, fuera de, menos’): indica «exclusión de una serie o no parti­
ma que forman la segunda preposición y su término: cipación en algo»20, y proviene del participio pasivo irregular anticuado de exceptar.

(S. D.: Él) f_________ P V .S .________ Vinieron todos, excepto Carolina y Patricio.
O . B. S. [Salió de entre los juncos.]
Aclara la Academia que «mediante, excepto, durante, incluso han funcionado, algunas veces
hasta época relativamente tardía, en construcciones absolutas, con el valor de participios de
i____ i _____ i presente o de perfecto, como palabras de acentuación llana y con variación de número o de
N. C. L. (c. prep.) género y número: mediantes sus ruegos, durantes aquellos meses, exceptas las partes»21. Y agrega:
«De su uso en construcciones absolutas proviene el significado que tienen actualmente los
participios pasivos excepto e incluso, el adjetivo salvo y los antiguos participios de presente
La preposición a no se antepone a otras; se considera, pues, un solecismo la agrupación durante, mediante, obstante y embargante; [...]. En el uso actual estos vocablos se han inmovi­
«a por» (*Voy a por los libros)'3. Sin embargo, muchos lingüistas -—entre ellos, Manuel Seco— lizado en su forma masculina»22.
justifican esta unión, pues la preposición a acompaña, frecuentemente, a los verbos de
movimiento: Voy por el pan; Voy a p or el pan (Voy a buscar el pan); Vendré p o r la niña a las
doce; Vendré a p or la niña a las doce (Vendré a buscar a la niña a las doce). SA LV O (‘fuera de, a excepción de, excepto’) indica exclusión en una serie. En su origen,
fue un adjetivo (‘exceptuado, omitido’) ; proviene del participio pasivo irregular desusado del
verbo salvar:

¿Preposiciones pospuestas? Nadie conoce, salvo usted, la vida de este pintor.

A pesar de que las preposiciones siempre preceden a la palabra regida, el gramático N o recuerdo a los otros, salvo a un señor M arcelo del Mazo, hombre de suma cortesía y de fino
venezolano Andrés Bello señala la existencia de preposiciones pospuestas, es decir, de adver^ diálogo, que no volví a ver más.2i
bios que funcionan como aquéllas: A B A JO (Corrió cuesta a b a jo ); A D E L A N T E (Venía una

^ Cfr. REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, Gramática de la Lengua Española, Madrid, Espasa Calpe, 1962, pág. 210. *9 El libro de arena, ed. cit., pág. 27.
^ «Desde la segunda mitad del siglo XIX comenzó a extenderse en el habla popular de España la locución a por con verbos de ^ Esbozo de una nueva Gramática de la Lengua Española, ed. cit., pág. 70.
movimiento; p. ej.: Ir a por agua, Vengo a por ti, Vuelvo a por el pan. El empleo de esta locución ha progresado especialmente en “ ' Ibídem, pág. 72.
el habla usual de las provincias del centro peninsular, y aun podrían citarse algunos ejemplos literarios, si bien es desconocida
“ Ibídem, pág. 498.
en América. Sin embargo, la conversación culta de España suele sentirla como vulgar y procura evitarla» (REAL ACADEMIA
ESPAÑOLA, Esbozo de una nueva Gramática de la Lengua Española, ed. cit., pág. 436). Jorge Luis BORGES. «E! Congreso», El libro de arena, ed. cit., pág. 40.

18 19
IN C L U SO (‘hasta, aun’) significa inclusión en una serie: Exponemos, a continuación, las locuciones preposicionales o prepositivas más usuales: A
B A S E D E -(‘tom ando com o base, fundam ento o com ponente principal’: L a sopa estaba
Todos callaron, incluso su padre. hecha a b a s e d e legum bres); A C A M B IO D E (‘en lugar de’, ‘en vez de’: Te daré mi reloj a
c a m b io d e ese an illo); A C A U S A D E (‘debido a’: M urió a c a u s a d e una im prudencia); A
A U N (‘hasta’) denota inclusión en una serie: C O N S E C U E N C IA D E (‘por efecto’, ‘com o resultado de’: Fue ingresado en un hospital, a
co n secu en cia del fu erte golpe que recibió); A C O S T A D E (‘m ediante’: Siempre vivió a
Alabó la comida y aun el vino.
co sta del esfuerzo ajen o); A C U E N T A D E (‘com o com pensación o a cam bio de algo’: Le
dejó doscientos dólares a cu en ta d e lo que le había com prado); A E F E C T O S D E (‘con la
C U A N D O 24 adquiere función prepositiva cuando se elide un verbo:
finalidad de conseguir algo’: N os escribió a efec to s d e pedim os ayu da); A E S O D E
(‘alrededor de’: Volverá a es o d e las diez); A E S P A L D A S D E (‘sin el conocim iento de’:
Luis, cuando niño, leía cuentos.
Vendió la casa a es p a ld a s d e su fam ilia); A E X C E P C IÓ N D E (‘excepto’: Todos asistieron
D O N D E 25 (‘en casa de, en el sitio de’): a la reunión, a ex cep ció n d e R odolfo); A E X P E N S A S D E (‘a costa de’, ‘por cuenta de’, ‘a
cargo de’: Come y se viste a ex p en sas d e su m adre); A F A L T A D E (‘en sustitución de’: A
La niña está donde“ su madre. fa lt a d e café, tom arem os té); A F A V O R D E (‘en beneficio de’, ‘en virtud de’: Organizó
una fiesta a fa v o r d e los an cianos); A F IN D E (‘para’: B uscaré la p alab ra en el diccionario,
M E N O S (‘excepto, a excepción de’) denota exclusión de una serie: a fin d e saber su significado); A F U E R D E (‘con razón de’, ‘a modo de’: L e cedió el lugar
a Rosa, a fu e r d e caballero); A F U E R Z A D E (‘empleando con insistencia’: Logró ser
Todos, menos tú, correrán. recibido por el presidente de la em presa a fu e rz a d e insistir); A L A M A N E R A D E (‘a
semejanza de’: Pinta a la m a n e ra d e M urillo); A L A V E R A D E (‘ju nto a’, ‘al lado de’, ‘a
P R O (‘a, en favor de’): la orilla’: Olvidó la can asta a la v e r a d el cam in o); A L A V IS T A D E (‘en presencia de’,
‘delante de’: Insultó a su am igo a la v is ta d e todos); A L A V U E L T A D E (‘dentro de’, ‘al
Organizó una rifa pro niños ciegos. cabo de’: Volvimos a verlo a la v u elta d e varios añ os); A L O L A R G O D E (‘según la longi­
tud de’: Viajó a lo larg o d el país) ; A M A N E R A D E (‘en lugar de’, ‘en calidad de’: U saba
V IA (‘por, pasando por’), en circunstancias, sin artículo ni preposición, actúa como ésta: el tapado a m a n e r a d e cap a); A M E D IA D O S D E (‘hacia la mitad de’: Iré a C u b a a
m e d ia d o s d e a ñ o ); A M O D O D E (‘com o’, ‘a m anera de’: Se lo dijo a m o d o d e súplica); A
Viajaron a Europa vía Roma.
N O M B R E D E (‘con el nombre de’: L a carta viene a n om b re d e Ju lián ); A P A R D E
(‘ju nto a’: C am in aba a p a r d e su h erm an o); A P A R T E D E (‘con omisión de’: A p a r te d e
su m al carácter, es una person a bu en a); A P E S A R D E (‘contra la voluntad de’, ‘contra la
Locuciones que se usan como preposiciones fuerza o la resistencia de’: Vestía ropas livianas, a p es a r d el fr ío ); A P O C O D E (‘poco
después de’: Pidió los docum entos a p o c o d e llegar); A P U N T O D E (‘inm ediatam ente
En español, hay locuciones que desempeñan la misma función que las preposiciones antes de’, ‘en disposición de’: E staba a p u n to d e contar el secreto); A R A ÍZ D E (‘con
estudiadas. proximidad’, ‘inm ediatam ente después’, ‘por la raíz o junto a ella’, ‘a causa de’: L a herida
estaba a ra íz d e la vena; Se sintió enferm o a ra íz d e la discusión; L a plaga em pezó a ra íz d e
la planta; N o com ió a ra íz d e su dolor de estóm ago); A T I T U L O D E (‘en calidad de’: Ingre­
L ocu cio n es preposicionales o prepositivas27: com binaciones fijas de dos o más
só en el instituto a título d e m aestro suplente); A T R A V É S D E (‘de un lado a otro’, ‘por
palabras que funcionan com o una preposición. La com binación a base de es una locución,
en tre’, ‘por interm edio de’: Consiguió la m edicina a trav és d e un vecino); A B A JO D E
pues a base no puede usarse en forma autónom a (* L a torta está hecha a base), necesita una
(‘menos de’: Ese libro te costará a b a jo d e cien dólares); A C E R C A D E (‘sobre lo que se
construcción que com plete su significado (L a torta está hecha a b a se d e fru tas).
trata’: Escribe a c e r c a d e los dinosaurios); A D E M A S D E (Además d e los tíos, vendrán los
prim os); A L C A B O D E (‘al fin de’, ‘después de’: H ablarem os a l c a b o d e la reunión); A L
‘Por el tiempo de mi niñez’.
^ Según Leonardo Gómez Torrego, «donde» y «cuando» no actúan como preposiciones, pues aunque «parecen incidir sobre E S T IL O D E (‘a semejanza de’: Q uiere escribir a l estilo d e C o rtázar); A L F R E N T E D E
sintagmas nominales [...], todavía está presente en la conciencia lingüística del hablante un verbo, que se encuentra latente: (‘en cabeza de’, ‘con el mando de’: C am in aba en silencio a l fren te d el grupo); A L L A D O
donde (vive, está...) mi vecino; cuando (transcurría) la guerra...» (Teoría y práctica de la sintaxis, Reimpresión, Madrid, Alham-
bra, 1986, pág. 72). D E (‘ju nto a’: Se sentó a l la d o d e su am iga); A L M O D O D E (‘a semejanza de’: C am in a­
26 ‘En casa de tu madre’. ba a l m o d o d e su padre); A L T A N T O D E (‘al corriente’: Estamos a l ta n to d e tus progre­
También se las llamó «preposiciones compuestas». Véase Ramón MARTÍNEZ DE LA VEGA Y GARCIA, Curiosidades grama­ sos); A L R E D E D O R D E (‘rodeando a’: El íoco cam inaba a lr ed ed o r d e la ca sa ); A M E N
ticales, 4.a edición, Barcelona, Gustavo Gili, Editor, 1925.

20 21
D E (‘además de’, ‘excepto’: A m én d e sus caprichos, es una excelente person a); A N T E S D E vención de’, ‘por causa de’: O btuve el em pleo g ra c ia s a tu ayu da); JU N T O A (‘al lado de’:
(‘anterioridad en el tiem po’: N os veremos an tes d e su partida) ; A R R IB A D E (‘más allá I staba sentado ju n to a su n ovia); JU N T O C O N (‘en com pañía de’, ‘con’: R ecorrió
de’, ‘más de’: El departam ento cuesta a r r ib a d e treinta mil dólares); C A M IN O D E (‘hacia’, Europa ju n to co n sus herm anos); L E JO S D E (‘distancia en relación con algo’, ‘muy al
‘en dirección a’: Van ca m in o d e C ó rd o b a); C E R C A D E (‘proximidad en relación con’: La contrario de’: El pueblo está lejos d e la ciudad; Esteban, lejos d e odiarte, te valora m ucho);
biblioteca está c e r c a d e mi habitación ); C O N A R R E G L O A (‘según’, ‘conform e a’, ‘de L U E G O D E (‘después de’: L u eg o d e decir eso, se fu e ); M E R C E D A (‘gracias a’: N ada
acuerdo con’: C oncierte la entrevista con a rreg lo a sus actividades); C O N D E S T IN O A sucedió m e rced a su intervención); P O R C U E N T A D E (‘a expensas de’, ‘en su nom bre’:
(Viajaron c o n d estin o a G u atem ala); C O N F O R M E A (‘según’, ‘con arreglo a’: Vendere­ Vive p o r cu en ta d e sus tíos); P O R E N C IM A D E (‘lugar o punto superior respecto de
mos la casa co n fo rm e a lo dispuesto); C O N M O T IV O D E (‘por’, ‘a causa de’: L a visitó otro’: C olgó el cuadro p o r e n cim a d e la cabecera de la c a m a ); P O R IN T E R M E D IO D E
con m o tiv o d e su cum pleaños) ; C O N R E S P E C T O A (‘en lo que se refiere a’, ‘en com pa­ (‘por m ediación de’, ‘por intervención de’: C onoció a su m ujer p o r in term ed io d e su herm a­
ración con’: Con resp ecto a su renuncia, no la aceptarem os); C O N R E S P E C T O D E (‘en n a); P O R M E D IO D E (' por intermedio de’: Podré viajar p o r m e d io d e este pasaporte);
relación con’: Con resp ecto d e su renuncia, no la aceptarem os); C O N R U M B O A (N avega P O R R A Z O N D E (‘por causa de’: No podía cam in ar p o r ra z ó n d e sus heridas);
con ru m b o a M on tevideo); D E A C U E R D O C O N (‘según: A ctuarem os d e a c u er d o co n el R E S P E C T O A (‘por lo que se refiere a’, ‘en relación con ’: D aré mi parecer resp ecto a tu
reglam ento); D E P A R T E D E (‘a favor de’, ‘en nom bre de’: E staré siempre d e p a r te d e tu conducta); R E S P E C T O D E (‘por lo que se refiere a’, ‘en relación con’: D aré mi parecer
padre; H abló d e p a rte d e su herm an a) ; D E B A JO D E (El papel está d e b a jo d e la m esa) ; resp ecto d e tu conducta).
D E B ID O A (‘a causa de’, ‘en virtud de’: E stá pálida d eb id o a su en ferm edad) ; D E L A N ­
T E D E (‘en lugar anterior a’, ‘a la vista de’, ‘en presencia de’: N o quiso h ablar d ela n te d e
sus padres); D E N T R O D E (‘en el interior de’, ‘en’: G u ardé los pañuelos d en tro d el cajón );
D E P A R T E D E (‘a favor de’: No estoy d e p a r te d e Isabel); D E S P U É S D E (‘posteriori­
Algunas locuciones con preposición
dad en el tiem po’: Te veré d esp u és d e N avidad); D E T R A S D E (‘en lugar posterior a’: El
ladrón perm aneció escondido detrás d e un árbol); E N C A L ID A D D E (‘a m anera de’, Cuando las preposiciones se combinan con adjetivos, adverbios y conjunciones forman
‘com o’, ‘con el carácter o la investidura de’: Llegó a la escuela en c a lid a d d e inspector); E N locuciones de significación adjetiva, adverbial y conjuntiva.
C A M B IO D E (‘en lugar de’: Te daré pan en c a m b io d e esa sonrisa); E N C IM A D E (‘en
la parte superior de algo’: A pareció e n cim a d e la ca m a ); E N C O M P A Ñ IA D E (‘con’, Locuciones adjetivas: de buena ley, de categoría, de favor, de historia, de lance, de ley, de mala ley,
‘ju nto con’: Siempre va en c o m p a ñ ía d e su m ejor am iga); E N C U A N T O A (‘en lo que de mano, de mérito, de noche, de número, de pacotilla, de pelo en pecho, de poco, de provecho, de servi­
toca a’: No se preocupe en c u a n to a la hora); E N F A V O R D E (‘por’: Trabaja en fa v o r de cio, de tumo, en conserva, en dieciseisavo, sin número, sin par. Sirven de complemento a un sustanti­
los necesitados); E N H O N O R A (Te lo con taré en h o n o r a la verdad); E N H O N O R D E vo a manera de adjetivos.
(Te lo contaré e n h o n o r d e la v erd ad ); E N L U G A R D E (‘en vez de’: C om ió carn e en lu gar
d e verduras); E N M A N O S D E (‘en poder de’: D ejó el trabajo en m a n o s d e su m ejor
Locuciones adverbiales: a buen seguro, ¡a buena hora!, ¡a buenas horas!, a bulto, a caballo,
alu m n o); E N M E D IO D E (‘en el centro de’, ‘durante’: Sólo habitaba el silencio en m ed io
a contrapelo, a diestro y siniestro, a dos manos, a escondidas, a hurtadillas, al acecho, a la cuenta, a la
del cam po); E N E L N O M B R E D E (‘en representación de’: L e entregó el paqu ete en el larga, a la ligera, a la mano, a la orilla, a la vela, a las primeras de cambio, al improviso, al oído, a lo
nombre de don Luis D urán); E N P O S D E (‘detrás de’, ‘en busca de’: L u cha en p o s d e un largo, a lo lejos, al ojo, a lo más, al paredón, al revés, al seguro, a mano abierta, a mano armada, a manos
id eal); E N P R O D E (‘en favor de’: No escatim an esfuerzos en p ro d e la niñez desam para­ llenas, a más, a más no poder, a mata caballo, a ojo, a ojos vistas, a partes, a pelo, a pierna suelta, a
d a); E N P U N T O A (‘en lo tocante a’, ‘en cu anto a’, ‘por lo que se refiere a’: No quisie­ pierna tendida, a poco, al respecto, a sabiendas, a salvo, a toda máquina, a toda vela, a todas velas, a
ron hablar en p u n to a su situación econ óm ica); E N S O N D E (‘a manera de’, ‘en forma de’: todo poder, a todo trapo, a última hora, a velas desplegadas, con efecto, con la lengua afuera, con las
Los indios venían en son de p az); E N T O R N O A (‘alrededor de’, ‘acerca de’: Realiza manos en la masa, con las manos vacías, con todo, contra pelo, de antemano, de antes, de a pie, de
investigaciones en to m o a las eras geológicas; C orría en tom o al jardín ); E N T O R N O D E cualquier modo, de firme, de frente, de golpe, de hecho, de hora en hora, de hoy a mañana, de hoy en
(‘alrededor de’: Varios hom bres desconocidos cam in aban en to m o d el lugar); E N V E Z D E adelante, de improviso, de la mano, de largo, de lejos, de lengua en lengua, de mano en mano, de más,
(‘en sustitución de’, ‘al contrario de’, ‘lejos de’: Te serviré leche en v ez d e c a fé ); E N de muy lejos, de ninguna manera, de ningún modo, de nuevo, de oficio, de oídas, de raíz, de revés, de
V IR T U D D E (‘a consecuencia de’, ‘com o resultado de’: G an ó el prem io en v irtu d d e sus seguro, de sobre mesa, de sobremesa, de una mano a otra, de veras, de verdad, desde lejos, desde luego,
cualidades literarias); E N V IS T A D E (‘en consideración a’, ‘com o consecuencia de’: Se en acecho, en blanco, en buenas manos, en buenos términos, en cambio, en efecto, en el acto, en firme,
retiró de la sala en v is ta d e las ofensas recibidas); E N F R E N T E D E (‘en la parte opuesta a’: en isla, en b s siglos de ios siglos, en más, en parte, en partes, en pie, en pie de guerra, en piemos, en poco,
L a librería está en fren te d e la escu ela); F R E N T E A (‘ante’, ‘enfrente de’: L a librería está en primer término, en pro, en propios términos, en salvo, en seguro, en último término, en verdad, en
fren te a la escu ela); F U E R A D E (‘en la parte exterior de algo’, ‘excepto’: Me esperan volandas, entre las manos, hoy día, hoy en día, hoy por hoy, mano sobre mano, pieza por pieza, por
accidente, poco a poco, por ahora, por alto, por consentimiento, por donde, por hoy, por la mayor parte,
fu e r a d e la casa; F u era d e eso, lo recibirás todo); G R A C IA S A (‘en virtud de’, ‘por inter­

22 ¿.i
por la tremenda, por los siglos de los siglos, por mi parte, por modo de juego, por oídas, por partes, por A es el elemento relacionante o principal; recibe, también, las denominaciones de
poco, por poder, sin decir Jesús, sin levantar mano, sin más ni más, sin tasa, sobre manera, sobre mesa, elemento inicial, núcleo ordenador de la construcción, palabra regente, palabra de pleno
sobre seguro. Equivalen a adverbios. significado, subordinante. B es el elemento subordinado, relacionado, terminal. P es el nexo
subordinante.
El sustantivo mendigo designa la idea en que concluye la relación, por eso, recibe el
Locuciones conjuntivas: a fin de que, con tal que, con tal de que, de modo que, de suerte que,
nombre de término (palabra regida).
de tal manera que, en cuanto que, en tanto que, luego que, por más que, por lo mismo, según y como,
La preposición, signo de la subordinación, lo anuncia:
según y conforme. Desempeñan el oficio de conjunciones.

trazas de mendigo
Las preposiciones también actúan como nexos entre los componentes de algunas
perífrasis verbales: com enzar a, decidirse a, echar a, em pezar a, ponerse a, resolverse a, romper ■ s. t.
a, terminar por; acabar de, alcanzar a, cesar de, concluir de, dejar de, llegar a, terminar de, venir N. c. prep.
a; tom ar a, volver a; deber de; haber de; ir a; acabar por, dar por, hartarse de, quedar en.
Estas perífrasis junto al infinitivo cumplen la misma función que los verbos: «comenzó a
leer», «deja de llorar», «han de correr». La unión de la preposición y el término forma un complemento con preposición, complemento
prepositivo, construcción preposicional o sintagma preposicional, cuya función es completar o
incrementar el significado de la palabra a la que se agrega.
La preposición puede subordinar28 el término29 a:
El sintagma preposicional • un sustantivo (La reunión sin Pedro resultó aburrida); • un adjetivo (Hombre ávido de justi­
cia); • un verbo (Iremos a la ciudad); • una forma verbal sustantivada (El «vuelcan» de Leticia
Llamamos sintagma a un conjunto de palabras que forma una unidad y, generalmente, se nos resultó hipócrita); • un derivado verbal (Un vestido cosido con esa máquina); • un adverbio
inserta en una oración donde cumple una función sintáctica: (Vive cerca de esa tienda); • un pronombre (C ualquiera de nosotros podrá decirlo); • una inter­
jección (¡Ay de ios deshonestos!).
El término regido por la preposición no siempre es un sustantivo (Tiene cara de pay aso);
El hombrecito no tenía trazas de mendigo.
también puede ser: • un adjetivo sustantivado (La bondad de los inocentes) ; • un adjetivo (Lo
aclaman p o r valiente) ; • un pronombre (Viajó con ellos) ; • un infinitivo (Tardó en regresar);
En esta oración, hay un sintagma nominal (su núcleo es un sustantivo), que cumple la
• un participio (Lo trató de distraído); • un adverbio (Estoy en Buenos Aires desde ayer); • una
función de sujeto (El hombrecito), y un sintagma verbal (su núcleo es un verbo), que funcio­
interjección (Lo despidió sin un ¡a y !); • una proposición incluida sustantiva (Lo hizo con lo que
na como predicado (no tenía trazas de mendigo). Dentro del predicado, aparece un sintagma
tenía); • una proposición subordinada adverbial (Va hacia donde qu iere); • un pronombre
nominal que funciona como objeto directo (trazas de mendigo) y, en éste, un sintagma prepo­
relativo, encabezador de una proposición incluida adjetiva (El hombre con quien hablaste es
sicional (de mendigo). Veamos otro ejemplo:
poeta).
•1
El sombrero giraba entre sus manos.

En el sintagma verbal (giraba entre sus manos), hay un sintagma preposicional que funcio­ Función atípica del sintagma preposicional
na como circunstancia de lugar (entre sus manos). El sintagma preposicional es el conjunto de
palabras compuesto por una preposición y un sustantivo, adjetivo, adverbio, pronombre, Comparemos estas dos oraciones:
infinitivo, interjección, proposición, etcétera.
En el sintagma nominal trazas de mendigo, el sustantivo trazas es el núcleo, pero no sucede Las mujeres de mi pueblo son muy simpáticas. Las de su pueblo, muy valientes.
lo mismo con el sustantivo mendigo, pues si dijéramos «trazas mendigo», no comunicaríamos
un sentido acabado. Entonces, es necesaria otra palabra para que el sustantivo mendigo pueda En la primera, el sintagma preposicional de mi pueblo modifica indirectamente al núcleo
relacionarse con el sustantivo trazas. Esa palabra es la preposición : del sujeto m ujeres; la preposición actúa como nexo entre este sustantivo y el término mi
pueblo:
trazas de mendigo «Subordinar un término a otro es presentar el segundo como complemento del primero [...], el primero es núcleo, y el segundo
es complemento» (Amado ALONSO y Pedro HENRÍQUEZ UREÑA, Gramática Castellana. Segundo curso, 22.* edición,
Buenos Aires, Losada, 1967, pág. 182).
A P B
_______ ii____ ii_______ ^ ^ «... en el término queda terminada y consumada la relación establecida por la preposición» (Emilio M. MARTÍNEZ
AMADOR, Diccionario gramatical y de dudas del idioma, Barcelona, Ramón Sopeña, 1970, págs. 1148-1149).

24 25
• del elemento B , cuando se refiere a personas conocidas:
S .S .____________ B V. S.
O. B. S. [Las mujeres de mi pueblo son muy simpáticas.] Olvidó pronto a sus enemigos.
B

atr. N. c. prep. (En este ejemplo, la preposición a indica la función de objeto directo).
Aunque sea exigida por el elemento A , la preposición no pierde su función relacionante:

En la segunda, falta ese sustantivo, pero el artículo las nominaliza la construcción de su M e alegro de que hayas encontrado la pulsera.
pueblo, es decir, la convierte en sustantivo:
La preposición de es régimen de alegrarse y adquiere un contenido causal (Me alegro,
S.S. R no V.N.S. porque has encontrado la pulsera).

,
O. B. S. (Las de su pueblo, muy valientes.] No es raro, en español, que un mismo elemento A se construya con varias preposiciones,
atr. n. sin que sufra ninguna alteración. Por ejemplo: contribuir a, contribuir con, contribuir p ara;
I__ II--------------------- 1
____ h___ incorporar a, incorporar en; ocuparse de, ocuparse en; participar de, participar en; pensar en,
atr. N. (c. prep.) pensar p ara, pensar sobre. La elección, en este caso, debe adecuarse al contexto, es decir, a la
relación y al significado que desean expresarse.
El artículo las remite, con su género y su número, al sustantivo m ujeres y modifica direc­
tamente la construcción prepositiva de su pueblo, que funciona como núcleo del sujeto; la
preposición no actúa, pues, como nexo. Lo mismo sucede en los siguientes ejemplos, extraí­
dos del cuento «El otro», de Jorge Luis Borges:
El régimen preposicional
N o me sorprendería que la enseñanza del latín fuera reemplazada por la del guaraní. [...] A veces, las preposiciones son extensiones de verbos, sustantivos o adjetivos; éstos piden
Nuestra conversación ya había durado demasiado para ser la de un sueño .30 una preposición especial, la exigen, su presencia es obligada, tienen un régimen preposicional:

Manuel aspira a un título universitario.

La elección de las preposiciones es decir, ‘pretende o desea’ ese título. Sin la a (*M anuel aspira un título universitario), la
oración adquiere un significado extraño, pues Manuel se convierte en una especie de electro­
La elección de las preposiciones depende: doméstico humano que, en lugar de absorber polvo, absorbe ese título. El mismo solecismo
se comete en esta oración: *Lidia aspira recobrar lo que ha perdido. El infinitivo «recobrar»
• de un factor obligatorio que representa el elemento P (relacionante): encubre el error, pero éste sigue existiendo. Lo correcto es Lidia aspira a recobrar lo que ha
perdido.
Ayer le escribí a María Clara. Otros ejemplos:
P
No se atreva a gritar.
(Elegimos la preposición a para indicar la función sintáctica de objeto indirecto).
Reemplazó un sustantivo con (o por) un adjetivo.
Su libro carece de bibliografía.
• del elemento A, por eso decimos que éste rige determinadas preposiciones o se constru­
Eso depende de su respuesta.
ye con ellas: ¿Podrás privarte de comer?
No confía en sus amigos.
M e acuerdo de toda la familia.
Este viaje incidirá en su vida.
A
Ingresará en la Universidad.
Participó de (o en) una importante reunión.
(Hablamos de régimen o extensión preposicional cuando algunas palabras [sobre todo,
Adoptó por hija a una niña filipina.
verbos y adjetivos] exigen ciertas preposiciones)._________________________________________ Me abstuve de interrogarlo.
^ El libro de arena, ed. cit., págs. 14 y 18.

26 27
Raquel era larga de piernas. * Insistió que él no había abierto la carta, (por «insistió en que»)
* Estos reclusos se integrarán a la sociedad, (por «se integrarán en»)
También de actúa como régimen preposicional en la siguiente oración, con que Carlos *En esa profesión, me siento identificada, (por «con esa profesión»)
Fuentes comienza su novela Diana o la cazadora solitaria: * Fueron amigos desde el momento que coincidieron sus vocaciones.
(por «desde el momento en que»)
N o hay peor servidumbre que la esperanza de ser feliz.31 •Observa con el tesón que trabajas, (por «el tesón con que»)
*En este país, llegaron hombres con esperanza, (por «a este país»)
Son, pues, agramaticales: *Supongo de que no me engañarás, (por «supongo que»”)
* Recuerda de que la cita será a las quince, (por «recuerda que»)
*N o hay peor servidumbre que la esperanza a ser feliz. *Ya lo he consultado al diccionario, (por «Ya he consultado el diccionario»)
*N o hay peor servidumbre que la esperanza ser feliz.
En los casos de dequeísmo, influyeron adversamente verbos, como «hablar», que se
El régimen de aspirar es la preposición a; el de atreverse, la preposición a; el de reem pla­ construyen correctamente con la preposición de:
zar, las preposiciones con y por; el de carecer, la preposición de; el de depender, la preposi­
ción de; el de privarse, la preposición de; el de confiar, la preposición en; el de incidir, la Habla de que no todos los viajes son placenteros.
preposición en; el de ingresar, la preposición en; el de participar, las preposiciones de y en;
el de adoptar, la preposición por; el de abstenerse, la preposición de; el del adjetivo larga, la El régimen preposicional es «individual», propio, característico de una palabra, cuando
preposición de; el del sustantivo esperanza, la preposición de. csiá representado por una sola preposición, como en el caso de aspirar a, carecer de, dimitir
En las oraciones expuestas, la preposición no es elemento funcional junto a aspirar, de — no existe otra preposición para esos verbos— . Es «plural» cuando una palabra está
atreverse, reemplazar, carecer, depender, privarse, confiar, incidir, ingresar, participar, u-gida por dos o más preposiciones, como alim entarse de o con; informar de o sobre; optar
adoptar, larga, esperanza, pues siempre lo es con el vocablo que la sigue y al que inserta en a, entre o por; reemplazar con o por.
el sintagma oracional. Algunos estudiosos del tema llaman «suplemento», «complemento
regido», «complemento de régimen» o «complemento prepositivo» a esta construcción
preposicional dependiente de una palabra que la precede. Desde el punto de vista sintáctico, Régimen preposicional de algunos verbos
puede denominarse «circunstancia régimen» si modifica a un verbo:
Los verbos que comienzan con la preposición en o con la latina in, suelen exigir la prime­
Manuel aspira a un título universitario. ra: E N C E R R A R EN (Lo encerraron en la cárcel); E N T R A R EN (No entrarem os en la casa)-,
F i— .-------------- .— ^ ----------1
circunstancia regimen í.N V O L V ER E N (E nvuelva el regab en (o con) un buen papel); IN C L U IR EN (Incluyó ese
tema en el programa del curso); IN C O R P O R A R EN (In corporaron nuevas asignaturas en (o
a) la carrera); IN C R U S T A R EN (El joyero incrustó una esmeralda en la corona); IN C U R R IR
El hecho de que aquellas palabras requieran esas preposiciones y no, otras, las convierte EN (Incurrió en graves delitos); IN F L U IR EN (No influirá en mis decisiones); IN G R E SA R
en indicadores sintácticos obligatorios. EN (¿No ingresó en el instituto?); IN IC IA R S E EN (N o todos se inician en esa carrera);
Son errores frecuentes: IN S C R IB IR S E EN (Varios alumnos se inscribieron en el curso); IN S E R T A R EN (Inserte ese
texto en su trabajo); IN S IS T IR EN (No insista más en eso); IN V E R T IR EN (Varias empresas
*N o se atreva gritarme, (por «se atreva a») extranjeras invierten en la Argentina); IN T E G R A R S E EN (El nuevo jugador se integrará en
*Confío que usted me explique cómo sucedió, (por «confío en que») el equipo de fútbol); IN T E R N A R S E EN (El cazador se internó en la selva); IN T E R V E N IR
*Adoptó de hija a Lucía, (en lugar de «adoptó por») EN (No in tervendrá en la reunión); IN T R O D U C IR EN (Introduje un algodón en el vaso).
*Ingresó a la Universidad, (por «ingresó en»)
*Se alegra que vuelvas, (por «se alegra de que»)
*Eso no estoy de acuerdo, (por «en eso»)
*S e aseguró que era cierto, (por «se aseguró de que»)
Régimen preposicional de algunos adjetivos
*Convinieron que la reunión se haría a las diez, (por «convinieron en que»)
*Quedó de venir el jueves, (por «quedó en») Los adjetivos que denotan «cariño», «adhesión» o «dependencia» se construyen con la
preposición a:
*S e olvidó las ofensas que le hicieron, (por «se olvidó de»)

A D E P T O A un partido político
^ Madrid, Santíllana, 1994, pág. 9.

28 29
ID Ó N E O P A R A desempeñar su cargo
A D IC T O A la droga
IN CAPAZ P A R A la M atemática
A F E C T O A los libros
IN E P T O PA R A ese trabajo
A T E N T O A las explicaciones
IN H Á B IL P A R A dibujar
C O N T R A R IO A lo acordado
IN Ú T IL P A R A pintar paredes
IN F IE L A su esposa
P E R JU D IC IA L P A R A su salud
IN SE N SIB L E Al dolor ajeno
Ú T IL PA R A nuestra empresa
SE M E JA N T E A su abuela
SE N SIB L E A nuestros ruegos
S IM IL A R A la primera edición
SU M IS O A sus padres Funciones atípicas de las preposiciones
S U JE T O A obediencia
El español nos ofrece ejemplos en los que las preposiciones tienen funciones atípicas; no
Los que significan ciertas «cualidades físicas, morales o abstractas», con la preposición de. actúan como relacionantes:

A L T O D E talle
A N S IO S O D E vivir 1. iA comer! (excepto que se sobrentiendan — como lo hacía la gramática tradicional—
Á V ID O D E afecto las formas verbales «vamos» o «vengan»); ¡A ellas! («vayamos»).
B L A N D O D E condición
CA PAZ D E hacerlo 2. La preposición asume la función y el significado de otra categoría gramatical:
D E S E O S O D E viajar
D IF E R E N T E D E su hermana a) la conjunción
D IF ÍC IL D E explicar
D IS T IN T O D E sus padres A decir verdad, este libro es caro (a equivale a la conjunción condicional «si»: Si digo la
D U R O D E pelar verdad...).
FA L T O D E cariño
F L A C O D E memoria A petición de mis profesores, daré la conferencia (a equivale a la conjunción causal «porque»:
FÁ C IL D E lograr Porque me lo pidieron mis profesores...).
IN D E P E N D IE N T E D E su familia
S E G U R O D E su victoria Con parecer inteligente, no lo era (con equivale a la conjunción concesiva «aunque»:
S O S P E C H O S O D E robo Aunque parecía inteligente...).
T E M E R O S O D E una venganza
Organizarán los cursillos según lo dispone el reglamento (según es aquí una conjunción
Los que expresan «ciencia» o «maestría», con la preposición en: modal; equivale a «como»: ...como lo dispone el reglamento).

D IE S T R O EN trabajos manuales
Ariel con sus hermanos visitó (o visitaron) la estancia (con equivale a la conjunción copula­
D O C T O EN Historia medieval
tiva «y»).
D U C H O EN temas económicos
E X P E R IM E N T A D O EN política
P E R IT O EN Derecho Penal b) ¿conjunción, adverbio o adjetivo?
V E R S A D O EN Matemática

Entre tú y yo llevaremos los sillones al comedor.


Los que indican «disposición feliz para algo» o lo contrario, con la preposición para.
Entre Javier, Pedro y Mario mataron un león.
A P T O P A R A escribir informes Hasta los abuelos bailaron.
B E N E F IC IO S O P A R A todos Aplaudieron al payaso hasta los monos.
B U E N O P A R A el deporte
C O M P E T E N T E P A R A la profesión Estos ejemplos encienden un interrogante: ¿Existe un sujeto preposicional en español?
H Á B IL P A R A tejer
31
JO
La Real Academia Española, en su Gramática de 1931, afirma que «dos o más sujetos unidos nosotros haga la misma tarea separadamente («tanto tú como yo») y en distintos tiempos. Por
por y pueden llevar delante la preposición entre, la cual denota entonces la cooperación de todos lo tanto, entre no es una palabra gratuita en la oración desde el punto de vista semántico.
ellos en la acción del verbo»“ , y en su Esbozo, que «se forma una locución copulativa, entre...
En Hasta los abuelos bailaron y Aplaudieron al payaso hasta los monos, la omisión de «hasta»
y..., la cual enlaza dos sujetos que realizan conjunta o recíprocamente la misma acción»33. les resta a ambas oraciones el carácter enfático que poseen y, por supuesto, debilita sus conte­
Martín Alonso dice que, «a veces, la preposición entre puede acompañar al sujeto», y da nidos: la fiesta se animó tanto, que aun los más ancianos bailaron; fue tan buena la actuación
como ejemplo: Entre los dos levantamos el peso34. del payaso, que todos lo aplaudieron, aun los monos. En cambio: Los abuelos bailaron o Aplau­
Para Samuel Gili Gaya, entre «pierde su valor prepositivo y se convierte en conjunción» dieron al payaso los monos sólo señalan un hecho que no tiene nada de extraordinario. En
coordinativa, o forma una locución conjuntiva con y: entre... y..., pero sólo la y puede ejercer consecuencia, hasta es un adverbio que equivale a ‘también’, aunque este último vocablo
la coordinación, no, entre35. posee un valor enfático menor. Como adverbio, hasta no forma parte del sujeto, sino del
predicado verbal, y funciona como una circunstancia de afirmación. Este uso de hasta revela
Emilio Náñez Fernández considera que «enlaza dos términos sujeto de una acción conjun­
un claro ejemplo de transposición, es decir, si bien pertenece a una determinada categoría
ta»36, y Leonardo Gómez Torrego, que entre tiene «un valor conjuntivo copulativo que resal­
ta semánticamente el valor de unión o colaboración (“y tú y yo: los dos juntos”)» 37. sintáctica — es preposición— desempeña una función que corresponde a otra categoría
diferente — la de adverbio— . La palabra tam bién puede trasladarse libremente dentro de la
Para Manuel Seco y para Sánchez Márquez, entre es un adverbio que denota ‘en coope­
oración; hasta no puede hacerlo de la misma manera:
ración’, ‘juntam ente’, ‘en conjunto’38. Por supuesto, éste no puede ocupar distintos lugares en
el sintagma oracional, pues ese desplazamiento infringe las reglas gramaticales: *T ú y yo lleva­
Hasta los abuelos bailaron.
remos, entre, los sillones al comedor, *T ú y yo llevaremos ios silbnes al com edor entre. También
También los abuelos bailaron.
hasta es, para ellos, adverbio, afirmación con la que coincidimos.
Para otros lingüistas, entre y hasta son sólo partículas enfáticas sin función gramatical, y
Los abuelos hasta bailaron.
fundamentan su teoría en que ambas pueden omitirse libremente. Esto es imposible en
Los abuelos tam bién bailaron.
oraciones, como Hasta los hermanos lo han criticado, pues si omitimos hasta, la oración pierde
su significado primero: Los hermanos lo han criticado; Entre Rosa y Silvia, te ayudarán a
La tercera posibilidad que conserva esta última denotación es Los abuelos bailaron también,
caminar no denota lo mismo que Rosa y Silvia te ayudarán a caminar.
pero se torna agramatical Los abuelos bailaron hasta, en posición postverbal.
A juicio de Ofelia Kovacci, estructuras como entre tú y yo y hasta los abuelos son sujetos
La función adverbial de hasta se comprende bien si expresamos las oraciones anterio­
formados por subordinantes transportados, entre y hasta, más núcleos39. Desaparece la
res de esta manera: H a sta bailaron los abuelos y Los abuelos realizaron varias actividades.
relación exocéntrica, y el aparente término — no regido— domina la concordancia. Dentro
Hasta bailaron, es decir, «también bailaron»; hasta modifica, sin duda, al verbo «bailaron».
del sujeto, entre y hasta son adjetivos; funcionan como atributos del sustantivo al que
Respecto de entre, a nuestro juicio, el sintagma entre tú y yo, en posición preverbal, no
acompañan. Además, como no son preposiciones, pueden omitirse:
funciona como sujeto, sino como circunstancia de modo: Llevaremos los sillones entre tú y yo
(«así» o «juntamente») al com edor; Llevaremos los sillones al comedor entre tú y yo; Mataron al
Tú y yo llevaremos los sillones al comedor.
león entre Javier, Pedro y Mario («así» o «juntamente»), Y hasta su función se acerca a la del
Javier, Pedro y Mario mataron un león.
predicativo no obligatorio, modificador del verbo y del sujeto desinencial, si reemplazamos el
Los abuelos bailaron.
sintagma precedente con el adjetivo «juntos»: Juntos llevaremos los sillones al comedor, Juntos
Aplaudieron al payaso los monos.
mataron al león. También podría expresarse así: (Nosotros, es decir, tú y yo) — sujeto desinen­
cial— llevaremos los sillones al com edor entre tú y yo (es decir, entre nosotros); (Ellos, los tres)
Nosotros observamos que si se omiten entre y hasta como simples atributos, el significado
— sujeto desinencial— mataron al león (entre ellos, entre los tres). El nuevo orden de las
de las oraciones cambia. En la primera (sin omisión de «entre»), indicamos que compartire­
palabras en las oraciones desmitifica la función de sujeto del sintagma entre tú y yo, y aclara
mos el trabajo, que cooperaremos en su ejecución; en la segunda, puede ser que cada uno de
el valor preposicional de entre.
Veamos otros ejemplos diferentes, en los que la función de entre no ofrece dudas, aunque
Madrid, Espasa Calpe, 1962, pág. 291.
encabece la oración:
^ Ed. cit., pág. 502.
^ Gramática del español contemporáneo, Madrid, Guadarrama, 1968, págs. 60-61.
^ Curso Superior de Sintaxis Española, 9 ' edición, Barcelona, Biblograf, 1967, pág. 207. Entre los gatos y los perros, he perdido mi tarde.
^6 Uso de las preposiciones, Madrid, Sociedad General Española de Librería, 1990, pág. 17.
^ Teoría y práctica de la sintaxis, Madrid, Alhambra, 1986, pág. 72. Aquí no se presenta ningún inconveniente para reconocer el sujeto desinencial yo y la
Gramática esencial del español, 3.' edición, Madrid, Espasa Calpe, 1995, pág. 198.
circunstancia entre los gatos y los perros, que tiene, sin duda, un matiz causal: «a causa de
Gramática moderna del español. Teoría y norma, 2.* edición, Buenos Aires, EDIAR, 1982, pág. 189.
los gatos y los perros, he perdido mi tarde».
Estudios de Gramática Española, Buenos Aires, Hachette, 1986, pág. 22.

32 33
En la oración de verbo cuasirreflejo pasivo Entre nosotros, se considera vergonzosa la desidia, y cometemos un solecismo o error de sintaxis si decimos:
el sujeto paciente, expreso o léxico, es la desidia, y el sintagma entre nosotros cumple la
función sintáctica de circunstancia de lugar figurado. Lo mismo sucede en la oración imper­ *L a editorial publicaba esta novela desde hace tres años.
sonal — sin sujeto y sin predicado— Entre la gente, se criticó al político, respecto del sintagma *L a editorial publicó esta novela desde hace tres años.
entre la gente.
lis decir, que el sintagma constituido por la preposición desde + la proposición incluida
Entonces, definir solamente las preposiciones como elementos de relación, elementos
impersonal hace tres años exige el uso del verbo de la oración en presente de indicativo.
nexivos, partículas de subordinación, palabras de enlace o relacionantes no es suficiente, pues
se dejan a un lado — como lo corroboran algunos de los ejemplos expuestos— otras funcio­ Por lo tanto, no es inútil ni incorrecta la presencia de la preposición desde ante esa propo­
nes importantes. Debe profundizarse, pues, su estudio desde el punto de vista semántico. rción incluida impersonal, a la que el uso ha convertido en un adverbio o construcción
equivalente, y casi en un modismo: desde hace tres años puede equivaler a desde ayer.
Tampoco puede tacharse de errónea la construcción formada por la preposición de + la
proposición incluida impersonal hace años:
La preposición desde + el elemento terminal hace años
Esta cartera es de c h a c e cincuenta años> .
No es usual que un nexo subordinante, como desde, preceda a un término representado
por una proposición incluida unimembre y de carácter impersonal, compuesta por una forma Estos documentos datan de c h a c e ochenta años>.
conjugada del verbo hacer más objeto directo: desde hace + la referencia temporal.
Muchas veces se la ha condenado por su carácter anómalo, pues lo común es que la prepo­ En el mismo caso, se encuentra el sintagma constituido por la preposición hasta + la
sición esté seguida por un sustantivo o construcción equivalente. En este caso, el verbo hace proposición incluida impersonal hace pocos años:
es el núcleo, y años, el objeto directo. La proposición c h a c e añ os> funciona como adver­
bio de tiempo: H asta c h a c e pocos años>, vivía en Flores.

La editorial publica esta novela desde c h a c e tres a ñ o s> .


¿Una preposición elíptica?
es decir, «la publica desde entonces», construcción sintácticamente correcta en español,
como esta otra:
Leemos, escribimos y decimos asiduamente oraciones como las siguientes:

La abuela contó anécdotas de C cuando era una niñ a>.


Hace mucho tiempo que no la veo.
(La abuela contó anécdotas de entonces.)
Hizo dos años que se recibió.
Hará diez días que regresó Daniel.
Si eliminamos la preposición desde, t'l contenido de la oración se resiente, pues en
aquélla está expresada la continuidad de la publicación:
También padecemos, sobre todo a través de la radio y de la televisión, el error de usarlas
con el verbo en plural: *Hicieron dos años que se recibió y *H arán diez días que regresó Daniel.
La editorial publica esta novela hace tres años.
Pero demos vuelta esta página y recordemos que son oraciones unimembres impersonales, por
lo tanto, sin sujeto y sin predicado; el verbo hacer se emplea en esta clase de construcciones
Entonces, debemos cambiar la forma verbal de presente de indicativo por la perífrasis consti­
en tercera persona del singular y con objeto directo. El problema surge cuando se nos pide el
tuida por el verbo «estar» más el gerundio del verbo «publicar», para indicar esa continuidad:
análisis sintáctico de Cque no la v e o > , Cque se recib ió> , Cque regresó D an iel> . ¿Son
proposiciones incluidas adjetivas o sustantivas? Para ser adjetivas, deben funcionar como un
Hace tres años que la editorial está publicando esta novela.
adjetivo y tener un antecedente sustantivo; el pronombre relativo que debe ser anafórico, es
decir, debe repetir ese antecedente ya emitido (deixis anafórica), asumir su significado y
Cambia el significado con el verbo en pretérito imperfecto y en pretérito perfecto simple
cumplir una función dentro de la proposición. Evidentemente, estos ejemplos no responden a
de indicativo:
esa clase de proposiciones. Una prueba de ello es que esas proposiciones pueden cambiar de
lugar en el discurso sin referirse a ningún antecedente:
La editorial publicaba esta novela hace tres años.
La editorial publicó esta novela hace tres años.
c Q u e no la veo> hace mucho tiempo.
Hace Cque no la veo> mucho tiempo.
34 35
Hizo <que se recibió> dos años.
Casos de elipsis preposicional y de coordinación de
< Q u e se recibió > hizo dos años.
preposiciones
Hará <que regresó D aniel> diez días.
< Q u e regresó Daniel > hará diez días.
Elipsis preposicional
Si son proposiciones sustantivas, cumplen la misma función que un sustantivo, y que es
un incluyente, pues no tiene función dentro de la proposición; además, ésta puede conm u­ *Entro y salgo del Banco enseguida.
tarse por los pronombres demostrativos «eso» o «esto»:
*Pedro ayuda y es amigo de Carlos.
*H ace mucho tiempo eso.
*Hizo dos años eso. *Esta decisión depende y se sujeta a otra.
*Hará diez días eso.
Coordinación de preposiciones
El reemplazo ha originado tres solecismos, tres oraciones agramaticales, pues la norma nos
indica que, en estos casos, debe usarse la preposición de, y así la empleamos cuando decimos *Entro en y salgo del Banco enseguida.
o escribimos:
*Pedro ayuda a y es amigo de Carlos.
Hace mucho tiempo de eso.
Hizo dos años de eso. * Desea una medalla con o sin cadena.
Hará diez días de eso.
*Hay empanadas sin y con picante.
pero la eliminamos en construcciones como las anteriores:
Las construcciones son agramaticales; algunas, porque presentan dos verbos coordinados
Hace mucho tiempo de que no la veo. que no exigen la misma preposición; por ejemplo, en el primer sintagma oracional, de no
Hizo dos años de que se recibió. responde al régimen preposicional del verbo «entrar»; otras, porque la coordinación disyun­
Hará diez días de que regresó Daniel. tiva o copulativa de preposiciones no es característica de nuestra lengua. Entonces:

Realmente, suenan como tres ejemplos acabados de dequeísmo, pero no lo son. El hablan­ Entro en el Banco y salgo de él enseguida.
te, por economía verbal, ha suprimido la preposición, ha hecho una elipsis, que es la falta de
una o de varias palabras, y, así, fue imponiéndose ese sintagma — ya admitido— , tanto, que Pedro ayuda a Carlos y es amigo de él.
hoy, si le agregamos la preposición de, parece un caso de dequeísmo. La curiosidad reside en
que empleamos de dos maneras la misma construcción para expresar el mismo significado: Desea una medalla con cadena o sin ella.
H ace mucho tiempo que no la veo (sin «de», unidad sintáctica carente de realización fonética)
y H ace mucho tiempo de eso (con «de»). Esta decisión depende de otra y se sujeta a ella.
Las proposiciones < q u e no la v e o > , < q u e se recibió > y < q u e regresó D aniel > son,
pues, sustantivas y deberían actuar como término de esa preposición «de» elíptica, necesaria Hay empanadas con picante y sin él.
para la correcta construcción gramatical, pero no, para que se entienda el sentido de la
oración. Es decir: La norma académica indica que «si un mismo nombre es .complemento de dos verbos
coordinados que exijan distinta preposición, deberá expresarse aquél con el primer verbo y
Hace mucho tiempo (de) <que no la v eo> . reproducirse con el segundo mediante un pronombre y la preposición correspondiente»40.
A pesar de ello, hay casos en que el uso autoriza la elipsis:
Hizo dos años (de) <que se recibió > .
Compraré un pasaje de ida y vuelta a Italia.
Hará diez días (de) <que regresó Daniel > .

40 Gramática de la Lengua Española, ed. cit., pág. 297.


36 37
Dequeísmo y queísmo *C uenta de <que su viaje fue muy provechoso > .

Correcto: Cuenta <q u e su viaje fue muy provechoso>. (O. D.)


Los estudiosos sostienen que, en la actualidad, los hablantes m anifiestan una volun­
taria inclinación a econom izar palabras en sus diálogos. ¡Demasiada prisa por decir *¿Te asombra de < que yo lo diga>?
«todo» en el menor tiempo posible y con los vocablos que primero vienen a la boca,
aunque no tengan la «bendición» de la Real Academ ia Española! Este apuro destruye Correcto: ¿Te asombra < q u e yo lo diga>? (Sujeto)
progresivamente la sintaxis, empobrece el vocabulario — ya bastante castigado por la
falta de lectura y por la prolongada vacancia de que goza el diccionario— y atenta, no Fernando Lázaro Carreter tacha este uso erróneo de «moderna ordinariez» e «insensa­
pocas veces, contra la claridad de lo que se quiere expresar. La frecuencia con que lo to vulgarismo», y lo atribuye al «influjo analógico ejercido por las construcciones nom ina­
advertimos revela el nacim iento de un vicio o de varios vicios que crecen lozanos, sin les correspondientes que llevan un de que constitutivo. Así, por ejemplo: M e hizo la
retraim ientos. “Rara avis in terris”41 quien no los tiene. Nos enviciamos, pues, de promesa de que vendría. Ese de [...] se ha sentido como igualmente necesario en las
incorrecciones. Y como nunca es ocioso recurrir a las etimologías, recordemos que vicio ‘ «instrucciones verbales, y han surgido así los híbridos dequeístas (Me prometió de que
proviene del latín vitium, ‘defecto, falta, im perfección, deformidad, culpa’. Esos errores vendría)»48.
que no siempre com etemos conscientem ente son, pues, defectos del lenguaje, es decir,
barbarism os42. Éstos consisten en pronunciar o en escribir mal los vocablos, o en emple­
ar voces impropias. El término proviene del latín barbarism us, y éste, del griego, ‘extran­
je ro ’. «Bárbaro» era un latino o un romano respecto de los griegos, y barbarism o, el
Proposiciones incluidas sustantivas que funcionan
modo de hablar vicioso, al estilo de los extranjeros. como sujeto
A pesar de la tendencia actual a economizar palabras — ¡oh, paradoja!— , el hablante
suele agregar algunas donde no debe y omitir otras donde es obligatorio usarlas. Entre los 1) Me alegra *de que hayas ingresado en la Universidad.
barbarismos, figura el empleo de la preposición de más la conjunción que (Piensa *de que 2) Te alegra *de que todos progresen.
es así)43 y el de la conjunción que sin la preposición de (¿Se alegra *que esté enfermo?)44, pues 3) Conviene *de que hables.
— como bien decía el escritor y crítico españolDiego de Saavedra Fajardo (1584-1648)— 4) Se dice *d e que el periodista fue asesinado por los ladrones.
«por librarnos de un vicio, damos muchas veces en el opuesto». Ambos errores (Piensa de 5) Me disgusta *de que no valore mi trabajo.
que y se alegra que) son auténticos solecismos45.

Modo de reconocer el error

Dequeísmo: uso incorrecto de de que El error se subsana reemplazando la proposición incluida sustantiva con los pronombres
demostrativos «eso» o «esto». Por ejemplo: Me alegra esto. Te alegra esto. Conviene eso. Se dice
? eso. Me disgusta eso. Entonces, no podemos decir: *M e alegra de esto. *Te alegra de esto.
Este uso consiste en anteponer la preposición de46 a la conjunción que cuando ésta intro­
duce proposiciones subordinadas sustantivas que funcionan en la oración como sujeto o como '•‘Conviene de eso. *Se dice de eso. *M e disgusta de eso.
objeto directo47. Debemos recordar que ningún sujeto se construye encabezado por preposición,
y que el objeto directo no admite preposición, excepto «a» cuando nos referimos a personas Correcciones
cuyos nombres conocemos, a animales que también tienen su nombre o a cosas personificadas.
1) Me alegra que hayas ingresado en la Universidad.
2) Te alegra que todos progresen.
Hemistiquio de un verso de Décimo Junio Juvenal, poeta satírico latino (42-125), que, en estilo familiar, suele aplicarse a 3) Conviene que hables.
persona o cosa conceptuada como singular excepción de una regla cualquiera. Se dice más comúnmente «rara avis». 4) Se dice que el periodista fue asesinado por los ladrones.
4^ Son barbarismos: arcaísmos, neologismos, pleonasmos, solecismos, vulgarismos y extranjerismos.
5) Me disgusta que no valore mi trabajo.
43 Los lingüistas lo denominan dequeísmo.
44 Los lingüistas lo denominan queísmo.
45 Reciben el nombre de solecismos los errores cometidos contra la sintaxis.
4^ La preposición de es la que más se emplea en nuestra lengua y de la que más se abusa.
47 Los verbos afirmar, confirmar, contar, creer, decir, desear, esperar, pedir, pensar, responder, saber, etcétera, admiten una proposi­
ción incluida sustantiva, que funciona como objeto directo. Esta proposición va siempre encabezada por el incluyente que y no,
por *de que. Cfr. Valentín GARCÍA YEBRA, op. cit., pág. 147.
||
Algunos verbos51 exigen también de antes de la proposición incluida sustantiva sobre la
Proposiciones incluidas sustantivas que funcionan
que recae su significado:
como objeto directo
*¿No se enteró <que regresó Eugenio> ?
1) Aclaro *de que mi padre lo vio.
2) Le aconsejó *de que lo leyera. Correcto: ¿No se enteró de < q u e regresó Eugenio>?
3) Celebro *de que haya aceptado nuestra invitación.
4) Afirmó *de que no había escrito esa carta. Dice Emilio Camus Lineros que, a veces, «para evitar el problema de decidir entre que y de
5) Aseguramos *de que la firma es prestigiosa. que, se suele recomendar no emplear la preposición de. Pero con esto se cae en un mal nuevo,
porque al suprimirla, la oración resulta casi inexplicable desde un punto de vista gramatical...»52.
Modo de reconocer el error

El error se subsana reemplazando la proposición incluida sustantiva con los pronombres Proposiciones incluidas sustantivas que funcionan
demostrativos «eso» o «esto». Por ejemplo: A claro esto. Le aconsejó eso. Celebro eso. Afirmó eso.
Aseguramos esto. Entonces, no podemos decir: *A claro de esto. *Le aconsejó de eso. *Celebro como término de un complemento del sustantivo
de eso. *Afirmó de eso. *Aseguramos de esto.
1) Dio la casualidad *que lo encontré en la calle.
Correcciones 2) Sucedió a causa *que no lo dijo.
3) Tenemos la certeza *que es inocente.
1) Aclaro que mi padre lo vio. 4) Tenía la certidumbre *que lo encontraría.
2) Le aconsejó que lo leyera. 5) ¿No tiene conciencia *que sus conocimientos sobre el tema son limitados?
3) Celebro que haya aceptado nuestra invitación.
4) Afirmó que no había escrito esa carta.
5) Aseguramos que la firma es prestigiosa. Modo de reconocer el error

El error se subsana reemplazando la proposición incluida sustantiva con los pronombres demos­
trativos «eso» o «esto». Al realizar el reemplazo, advertimos que las oraciones carecen de sentido.
Queísmo: uso incorrecto de que sin la preposición de Por ejemplo: *Dio la casualidad eso. *Sucedió a causa eso. ’•‘Tenemos la certeza eso. T e n ía la certi­
dumbre eso. *¿No tiene conciencia esto? Fbr lo tanto, es obligatorio el uso de la preposición de que
Este uso consiste en suprimir la preposición de delante de la conjunción que, cuando ésta hace depender la proposición incluida sustantiva del sustantivo que actúa como núcleo de la
introduce una proposición incluida sustantiva que funciona como término de un comple­ construcción. Por ejemplo: Dio la casualidad de que lo encontré en la calle. Sucedió a causa de que no
mento del sustantivo49 o del adjetivo“ :
lo dijo. Tenemos la certeza de que es inocente. Tenía la certidumbre de que lo encontraría. ¿No tiene
conciencia de que sus conocimientos sobre el tema son limitados' Es decir: Dio la casualidad de eso. Sucedió
* Llegó la hora <que me lo digas > . a causa de eso. Tenemos la certeza de eso. Tenía la certidumbre de eso. ¿No tiene conciencia de esto?

Correcto: Llegó la hora de <q ue me lo digas > .


Correcciones

1) Dio la casualidad de que lo encontré en la calle.


*Estaba convencido <que lo había entregado> .
2) Sucedió a causa de que no lo dijo.
3) Tenemos la certeza de que es inocente.
Correcto: Estaba convencido de <q ue lo había entregado > .
4) Tenía la certidumbre de que lo encontraría.
5) ¿No tiene conciencia de que sus conocimientos sobre el tema son limitados?

49 Los sustantivos que rigen la preposición de son: casualidad, causa, certeza, certidumbre, conciencia, conocimiento, consideración, 1 Entre los verbos que exigen la preposición de, nombramos: acordarse, alegrarse, asegurarse, asombrarse, avergonzarse, cerciorarse,
convicción, creencia, cuenta, demostración, duda, esperanza, experiencia, extremo, hecho, hora, idea, impresión, miedo, necesidad, depender, encargarse, enterarse, extrañarse, hablarse, jactarse, olvidarse, percatarse, preocuparse. Dice Valentín GARCÍA YEBRA
noticia, opinión, oportunidad, palabra, parecer, prueba, punto, seguridad, sensación, señal. (op. cit., págs. 148 y 160) que el verbo informar con el significado de ‘comunicar' requiere la preposición de. En l.i Arifentlhu,
l.«>» adjetivos que rigen la preposición de son: ansioso, avergonzado, cansado, convencido, extrañado, persuadido, satisfecho, seguro, se usa, generalmente, sin esa preposición: Le informamos que la tienda permanecerá abierta el sábado.
eiilrr olio*. ^ Curso de sintaxis castellana, Santiago de Chile, Editorial Universitaria, 1987, pág. 147.
40 41
Proposiciones incluidas sustantivas que funcionan 2) ¿Se acuerda de que se lo dije ayer?
3) Me alegro de que estén bien.
como término de un complemento del adjetivo 4) Quería asegurarse de que no faltaba nada.
5) Me asombré de que apareciera.
1) Estoy ansioso *que me cuentes tu secreto.
2) Está satisfecho *que le permitan intervenir en el concurso.
3) No estoy segura *que me lo devuelva.
Verbos que aceptan que y de que
4) Llegó seguro *que no era tarde.
5) Está persuadido *que el país cambiará.
A D V ERTIR

Advirtió que su amigo estaba allí.


Modo de reconocer el error
Le advierte que no grite.

El error se subsana reemplazando la proposición incluida sustantiva con los pronombres


Cuando advertir significa ‘notar’, ‘observar’, ‘amonestar’, se construye sin la preposición
demostrativos «eso» o «esto». Al realizar el reemplazo, advertimos que las oraciones carecen
de. Cuando significa ‘hacer notar’, dicha preposición es obligatoria:
de sentido. Por ejemplo: *Estoy ansioso eso. *Está satisfecho esto. *N o estoy segura eso.
*Llegó seguro eso. *Está persuadido esto. Por lo tanto, es obligatorio el uso de la preposición
Le advirtieron de que su jefe estaba escuchando detrás de la puerta.
de que hace depender la proposición incluida sustantiva del adjetivo que actúa como núcleo
de la construcción. Por ejemplo: Estoy ansioso de que m e cuentes tu secreto. Está satisfecho de
que le permitan intervenir en el concurso. N o estoy segura de que me lo devuelva. Llegó seguro de
A V ISA R
que no era tarde. Está persuadido de que el país cam biará. Es decir: Estoy ansioso de eso. Está satis­
fecho de esto. N o estoy segura de eso. Llegó seguro de eso. Está persuadido de esto.
Me avisó que se había suspendido la fiesta.

Correcciones • ,
Cuando avisar significa ‘comunicar algo’, se construye sin la preposición de. Cuando
significa ‘prevenir de algo’, esa preposición es obligatoria:
1) Estoy ansioso de que me cuentes tu secreto.
2) Está satisfecho de que le permitan intervenir en el concurso.
¡Le avisé de que se produciría un incendio!
3) No estoy segura de que me lo devuelva.
4) Llegó seguro de que no era tarde.
5) Está persuadido de que el país cambiará. DUDAR

Dudo que apruebes este examen.

Verbos que exigen la preposición de antes de una Dudo de que apruebes este examen.

proposición incluida sustantiva


Ambas construcciones pueden usarse indistintamente.

1) Me acuerdo *que tejía muy bien.


2) ¿Se acuerda *que se lo dije ayer? Locuciones conjuntivas53
3) Me alegro *que estén bien.
4) Quería asegurarse *que no faltaba nada. Las locuciones conjuntivas antes que, antes de que, después que, después de que
5) Me asombré *que apareciera. pueden usarse indistintamente:

Correcciones
53 y na locución conjuntiva es una combinación estable de dos o más palabras que funciona como una conjunción.
1) Me acuerdo de que tejía muy bien. Otras locuciones conjuntivas que ofrecen duda son a medida que, a pesar de que, con tal que, con tal de que. A uuuliilti i/tu- • I n< m¡« >
corría, iba olvidándose del accidente; A pesar de que b veo, no lo creo; Haré lo que pueda con tal (fue (o ctm tul ti* <('**') »"W

42
A ntes que llegaran, habló conmigo.
Como una hoja dura descansa mi mano entre mis

A ntes de que llegaran, habló conmigo. largos y tristes cabellos.

¡Qué sabréis de mí, oh vientos fríos del Sur!


Después que lo dijo, se arrepintió.

Después de que lo dijo, se arrepintió.


Alicia María Zorrilla

En construcciones que expresan ‘preferencia’, sólo se usa la locución conjuntiva antes


que:

A ntes que comprometerme con usted, prefiero esperar.

Dijimos al principio que el español es una lengua prepositiva, de ahí la necesidad de usar
con corrección sus preposiciones. Sin ellas — ya lo advertimos— , el mensaje oral o escrito
queda trunco, inacabado, y su significado se rompe. Entonces, para corroborar la importan­
tísima función de estas categorías gramaticales, recurriremos a la poesía. Allí, también están
las preposiciones tendiendo puentes entre la savia espiritual del hombre poeta y las horas del
mundo, cuya ladera escala, de día en día hasta el fin, con la pasión del héroe, con la poque­
dad del cobarde o con el cansancio paciente del caminante peregrino que, a veces, busca, sin
descanso, las inalcanzables orillas del silencio para anclar su sangre en la esperanza.

Ya estoy fuera de la tierra, como algunos


ángeles. Quizás hoy deje.de quererte,
igual que el viento, desdichadamente, a unas
flores.
Sin paciencia la tarde recoge de mis ojos, de mi
cuello, de mis densas y amargas manos,
esta última luz.

Sé que no debo quererte; que así deben ser la


noche, mis labios, el hastío melancólico
de los hombres, el aire. Mi corazón desierto,
impaciente sobre dos ríos.

¡Querer! Nadie sabe hasta dónde llega el olvido;


mi cabeza.
Las hojas que caían al principio del Otoño,
en aquel tiempo, lloran con su clavel antiguo
debajo de la tierra.

(Alguna vez quise que tu polvo se mezclara con


el mío, para siempre, y para siempre).

Mi boca no está seca aún; habrá una leve in­


movilidad sombría, 54 Ricardo Eufemio MOUNARI, «Oda final de amor en Nochebuena-, El dejado, Obra Poética, Buenos Aires, El Mangrullo,

en que podrás saberla aprisionada; sin nadie. 1974, pág. 194.

44

Potrebbero piacerti anche