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Transferencia y Contratransferencia

Parte 1

Transferencia
(Ubertrangung)

Lic. Norberto Pisoni

Se puede leer en la obra freudiana que el desarrollo del concepto comienza ya en


los primeros escritos y va variando de forma en los distintos momentos históricos
de consecución del método e implementación de la técnica, con las
rectificaciones y las coincidencias propias de una ciencia.

La transferencia es, un fenómeno que se da en todo análisis, lo que lleva a


plantear que es necesario poder pensarlo, en tanto un universal.

Su naturaleza era extraña a la cura pero a la vez ineludible. La pregunta


por este fenómeno que se incluía, en la relación con sus pacientes, lo condujo
finalmente a admitirlo como elemento propio de la estructura del análisis y por
tanto consideró que no sólo no era ajean al proceso; a la mejoría o el
recrudecimiento del síntoma, sino que era el lugar donde la cura iba a dirimirse.
Pero llega más lejos aún, su consistencia radica en el interior del análisis mismo,
actualmente podríamos decir, que el éxito de los tratamientos depende del analis
de la transferencia, ocupa el lugar de soporte del tratamiento psicoanalítico y es
uno de sus conceptos fundamentales.

Desarrollo histórico de la Transferencia.

Para Freud, la transferencia comenzó siendo un hecho clínico observable


en la práctica con sus pacientes, y no estuvo exento de que este concepto
adoptara rápidamente un fundamento propio; sin embargo van a pasar muchos
años desde la primera vez que se toma contacto con la transferencia (léase Breuer

1 Recordemos que en “Consejos al Médico”, es cuando habla de la diferencia entre método tiene que ver con el trabajo con el Inc., con la

asociación libre y que para llegar a esto no es suficiente la conciencia, el arte del oficio tiene que ver con posibilitar muy de a poco, la

aparición del Inc., o el trabajo con el Inc. El “saber”

2 El termino imago; viene de imagen que queda fijada, esto teniendo en cuenta que el concepto de imagen es visual, porque se trata de leer la

imagen, en tanto existe en esa transferencia una puesta en juego de una escena primordial.
en el trabajo con Ana O.), hasta que se instrumenta su especificidad en el
tratamiento.

Partiendo de la importancia que le ha dado el psicoanálisis al origen, nos


aprontaremos a hacer un breve recorrido de la transferencia y rastrear desde los
primeros escritos este concepto.

Estudios sobre la Histeria (1893 -95)

Sobre Psicoterapia de la Histeria

La transferencia es considerada en este texto una exterioridad casi molesta


en la implementación de método psicoterapéutico.

Podríamos decir que la primera noción de transferencia es interpretada


como un hecho de naturaleza extraña que se interpone y obstaculiza el trabajo
analítico, de lo que en ese momento era el andamiaje de la teoría: “la lucha contra
las resistencias”.

Es necesario también tener en cuenta que este primer escrito, Sigmund


Freud lo hace en colaboración con el Dr. Josef Breuer, cuyo reconocimiento en
aquella Viena del 1880/90 era ser “médico entre médicos”.

Breuer (quien Freud apodó durante muchos años, como el padre del
psicoanálisis) había llevado a Ana O. quien padecía una psicosis histérica, a una
cura completa de sus síntomas.

Vale recordar que esta paciente es la que inaugura el método, que luego
iba a ser perfeccionado, en aquel famoso paseo por el jardín que ha quedado para
siempre en los albores de la historia, por la expresión “cura por la palabra” o
“limpieza de chimenea”. Es un término que ella misma inventó, para no ser
interrumpida en lo que necesitaba contar y que le había hecho experimentar que
hablando sentía un gran alivio. Breuer decide implementarlo como método,
además de las sesiones.

Hablando de un triunfo del método con respecto al final del tratamiento,


pero se dejaron traslucir algunas dudas en cuanto a que el éxito hubiera sido
realmente completo. “La paciente una vez que concluyó con el relato del último
1 Recordemos que en “Consejos al Médico”, es cuando habla de la diferencia entre método tiene que ver con el trabajo con el Inc., con la

asociación libre y que para llegar a esto no es suficiente la conciencia, el arte del oficio tiene que ver con posibilitar muy de a poco, la

aparición del Inc., o el trabajo con el Inc. El “saber”

2 El termino imago; viene de imagen que queda fijada, esto teniendo en cuenta que el concepto de imagen es visual, porque se trata de leer la

imagen, en tanto existe en esa transferencia una puesta en juego de una escena primordial.
de sus síntomas con lo cual estos desaparecieron, empezó a expresarse
nuevamente alemán (hasta ese momento lo hacía en inglés) y se encontró en ese
momentos desembarazada de los innumerables trastornos que le habían aquejado.
Enseguida partió de viaje, pero transcurrió todavía un tiempo bastante largo hasta
que ella pudo encontrar un equilibrio psíquico total”.

Biografías que se publicaron a comienzo de la última década del siglo


pasado, pusieron de manifiesto que las conclusiones de Breuer habían adolecido
de detalles, pues el final de este tratamiento había comprometido su vida privada
y más precisamente el bienestar de su familia, esto es lo que él no podía
reconocer públicamente.

Si hacemos esta referencia es precisamente para ver hasta que punto, el


sesgo transferencial afectaba desde los inicios, las raíces más íntimas del
terapeuta.

Podríamos pensar que la intuición freudiana, había podido leer de una


manera diferente aquel final del tratamiento. Después de que en Ana O. hablan
desaparecido todos los síntomas que la aquejaban y con lo cual se completó la
cura, lo que quedó silenciado, fue el embarazo histérico, con trabajo de parto
incluido, cuyo hijo decía, era del Dr. Breuer. Freud iba a poner el acento en lo
que consideraba la etiología misma de la histeria, a saber, la defensa de una
representación de carácter sexual, punto de inflexión en la distancia que Freud y
Breuer mantenían en los “Estudios Sobre la Histeria”.

No es de extrañar entonces que en los escritos de referencia, nos


reencontremos nuevamente con el conflicto subyacente en cuanto al lugar que se
otorgaba en la clínica al amor y la sexualidad.

Freud retoma esta problemática nuevamente, como no podía ser de otra


manera, con el ejemplo clínico de una paciente cuyo síntoma tenía su origen,
(recordemos que el acento estaba puesto en la etiología) en un deseo relegado
luego a lo inconsciente, “de que el hombre con quien compartía en ese momento
un íntimo diálogo, se aprovechara de ella osadamente, la abrazase y le diera un
beso”. Al concluir una sesión, se le presenta esta misma ocurrencia con respecto
a su persona. Se espanta al enfrentarse con esta idea, es decir al transferir
representaciones penosas en la persona de Freud; quedando incapacitada para el
trabajo analítico. Pasa toda la noche insomne y al día siguiente si bien concurre al
1 Recordemos que en “Consejos al Médico”, es cuando habla de la diferencia entre método tiene que ver con el trabajo con el Inc., con la

asociación libre y que para llegar a esto no es suficiente la conciencia, el arte del oficio tiene que ver con posibilitar muy de a poco, la

aparición del Inc., o el trabajo con el Inc. El “saber”

2 El termino imago; viene de imagen que queda fijada, esto teniendo en cuenta que el concepto de imagen es visual, porque se trata de leer la

imagen, en tanto existe en esa transferencia una puesta en juego de una escena primordial.
consultorio a tomar su sesión como lo hacía habitualmente, la labor analítica se
hacía inútil. Cuando puede por fin comunicar su ocurrencia, es posible acceder al
deseo reprimido y, a partir de esto, se accede al recuerdo patógeno exigido por el
enlace lógico.

Concluye: que esta transferencia al médico se produce por un enlace falso,


o lo que podríamos llamar una falsa conexión. Aquello que había quedado
enlazado a la representación reprimida se presentaba ahora, reproducido en una
representación con el analista.

A este enlace falso en la persona del analista, lo llamó por primera vez
transferencia. Así el concepto aparece a la luz de la resistencia y obstáculo a la
libre asociación en la búsqueda de lo reprimido.

La Interpretación de los Sueños (1900)

A partir de este texto el concepto es pensado metapsicológicamente; surge


como un momento necesario en toda investigación que permite el acceso a
nuevos campos y nuevos conocimientos a partir de la experiencia misma, que en
nuestro caso es la clínica. Va a plantearla como una transferencia de valores;
transferencia de sentido, al resto mismo del sueño y ambos le hacen de soporte al
deseo inconsciente para su expresión.

El sueño se apodera de lo que llama restos diurnos para montarlos con un


valor distinto, con una significación diferente al momento de su emergencia. Son
entonces formas vaciadas de su sentido muchas veces insignificantes que el
deseo inconsciente inviste con un nuevo significado, a esto lo llama por primera
vez; transferencia de sentido. Lo plantea como:

Desplazamiento: “el vencimiento del obstáculo se realiza siempre


mediante desplazamientos y por la selección de representaciones lo bastante
lejanas a las efectivamente dadas para poder traspasar la censura, pero derivadas

1 Recordemos que en “Consejos al Médico”, es cuando habla de la diferencia entre método tiene que ver con el trabajo con el Inc., con la

asociación libre y que para llegar a esto no es suficiente la conciencia, el arte del oficio tiene que ver con posibilitar muy de a poco, la

aparición del Inc., o el trabajo con el Inc. El “saber”

2 El termino imago; viene de imagen que queda fijada, esto teniendo en cuenta que el concepto de imagen es visual, porque se trata de leer la

imagen, en tanto existe en esa transferencia una puesta en juego de una escena primordial.
de ellas y provistas de toda su carga psíquica, que han adquirido una completa
transferencia”.

Condensación: “al hablar de condensación onírica hubimos de suponer


que la elaboración del sueño llevada a cabo una total transmutación de todos los
valores psíquicos despojando de su intensidad a unas representaciones para
transferirlas a otras”.

Realización de deseos: “Vemos pues que si los restos diurnos que


participan en la formación del sueño toman algo del inconsciente, esto es, toman
la fuerza impulsora del deseo reprimido, también ofrecen a su vez a lo
inconsciente algo imprescindible: el objeto de transferencia”.

Freud en este texto definió distintos aspecto teóricos que superan la


práctica psicoterapéutica, el concepto fue mucho más allá que el análisis mismo,
se adelantó de tal manera; que podríamos decir que en él se encuentra
condensada y desplazado lo que iba a tardar algunos años en definir y formalizar:
su función.

Es la utilización por el deseo de formas extranjeras a él, pero de las cuales


se apodera, cargar, infiltra, y dota de una nueva significación. Se trata aquí de los
disfraces del deseo, que permaneciendo inconsciente se expresa apoderándose de
las representaciones más anodinas. Se desplaza de lo reprimido hacia una
representación que por su banalidad se hace aceptable a la conciencia.

Este es un principio general, el deseo inconsciente se apodera de formas


errantes que no valen por sí mismas, que han sido despojadas de su significación
y funcionan separadas de su significación primaria.

Esta transferencia de significación, a partir de la “Die Traumdeutung” se


encuentra en los muchos singulares procesos de la vida anímica en lapsus,
chistes, sueños, síntomas, como formaciones del inconsciente.

Un año después de la interpretación de los sueños, comienza del Caso


Dora, y con él la transferencia empieza a ocupar un lugar central en el trabajo
terapéutico.

Aparecen nuevos lazos que se establecen en cuanto al síntoma y la


transferencia; en apariencia los síntomas cesan en su producción, lo cual no
1 Recordemos que en “Consejos al Médico”, es cuando habla de la diferencia entre método tiene que ver con el trabajo con el Inc., con la

asociación libre y que para llegar a esto no es suficiente la conciencia, el arte del oficio tiene que ver con posibilitar muy de a poco, la

aparición del Inc., o el trabajo con el Inc. El “saber”

2 El termino imago; viene de imagen que queda fijada, esto teniendo en cuenta que el concepto de imagen es visual, porque se trata de leer la

imagen, en tanto existe en esa transferencia una puesta en juego de una escena primordial.
significa que la neurosis no siga trabajando en forma inconsciente, sin embargo
es de destacar que Freud pone el acento en “las transferencias” con las distintas
personas, siendo el analista una más entre ellas.

Comienza a integrarse el concepto de falso enlace, pero ahora bajo la luz


de una significación inconsciente, completando la lectura planteada en los
“Estudios Sobre la Histeria”, lo exterior y pasado (originario) se vuelve actual e
interior. Se crean nuevas estructuras mentales, a las que llama reimpresiones, que
tiene un lugar central en la cura y se podrán acceder a ellas como representantes;
pues son las distintas “máscaras” en donde se esconde el material patógeno. Es la
transferencia en estos momentos, un fenómeno inevitable en el tratamiento que
sigue actuando como resistencia, y como tal ahora, va adquiriendo un
funcionamiento y una complejidad propio de lo inconsciente.

Aparentemente la hace emerger como un fenómeno parasitario que


perturba la continuación del progreso analítico y entorpece la relación
terapéutica; llega incluso a señalarla como la creación de una nueva patología en
lugar de la antigua, ya que el deseo inconsciente es movilizado por la cura. Sin
embargo será contundente en la afirmación de que el tratamiento psicoanalítico
no crea la transferencia sino que ella está en la base de la relaciones humanas, por

lo tanto se trata de un fenómeno general, universal y espontáneo que el


psicoanálisis descubre y debe utilizar como el auxiliar más poderoso para
completar con éxitos la cura; es esto lo que leda un carácter paradojal.

Podríamos concluir que en este artículo la significación de la transferencia


se lee en la clínica; así Dora transfiere al Sr. K, por otro lado Freud escucha que
el Sr. K tiene características que él tiene, sin desconocer que en la descripción
pormenorizada de los síntomas muchos de ellos, se ubicaban del lado de las
identificaciones paternas, Freud imagina una serie psíquica en que las
transferencia los ubicaban en lugares idénticos. Interpreta la transferencia en
Dora: “A Ud. Le pasa lo mismo aquí conmigo, que lo que le pasó con el Sr. K”.
Dora se va, abandona el tratamiento ¿Hubo un error? ¿Cuál fue el error?

Tiempo después se dará cuenta que en realidad su desliz fue ubicarse


transferencialmente, por sus propios prejuicios, en un lugar en que pensaba que
el objeto de amor y de identificación de Dora, eran el mismo: el Sr. K y el padre,
cuando en realidad el objeto de amor era la Sra. K.
1 Recordemos que en “Consejos al Médico”, es cuando habla de la diferencia entre método tiene que ver con el trabajo con el Inc., con la

asociación libre y que para llegar a esto no es suficiente la conciencia, el arte del oficio tiene que ver con posibilitar muy de a poco, la

aparición del Inc., o el trabajo con el Inc. El “saber”

2 El termino imago; viene de imagen que queda fijada, esto teniendo en cuenta que el concepto de imagen es visual, porque se trata de leer la

imagen, en tanto existe en esa transferencia una puesta en juego de una escena primordial.
Esta experiencia es la que lo hace replantear el valor de las transferencias
en el tratamiento. Se ha perdido la época en que el psicoanálisis tenía como meta
la supresión de los síntomas, la interrupción de este tratamiento lo interroga
acerca de aquello que obstaculiza o promueve las asociaciones.

Si bien va a seguir pensando en la lógica propia del concepto que incluso


puede verse funcionar en toda su plenitud en el tratamiento del hombre de las
ratas, completará de forma clara y transparente en 1912, aquello que respecta a su
origen y dinámica.

Dinámica de la Transferencia (1912)

Comienza con ello lo que Freud dio en llamar escritos técnicos.1

En este texto define y amplia el concepto en toda su extensión haciéndolo


coincidir con el proceso que estructura la cura. Retoma la pregunta que quedaba
pendiente en anteriores textos, aquella que tiene que ver con el origen,
otorgándole así su significación precisa: la transferencia está determinada por la
modalidad especial de la vida erótica, quedando ésta ligada a las imagos, sean
paternas, maternas, o de toda persona representativa de la vida infantil según las
cuales la persona habrá de construir series psíquicas o clisés, modelos o
estereotipos que se repetirán incansablemente a lo largo de la vida.2

Se puede ver desde dos lugares diferenciados; desde la teoría de la libido y


las series complementarias.

Desde la teoría de la libido:

Estos clisés se repiten en la conducta en forma permanente, en toda


ocasión en que las presentaciones libidinosas no pueden ser satisfechas en la
realidad, siendo desconocidos por el paciente. El sujeto va a investir
libidinalmente la figura del analista y lo va a insertar en una de las series
psíquicas, la regresión libidinal va a ir en busca de imagos parentales. En la
neurosis hay una introversión y regresión de la libido, esto reanima los imagos
parentales, y en la transferencia es sobreimpuesta al analista. La cura analítica
debe redescubrir la libido, hacerla asequible a la conciencia y ponerla al servicio

1 Recordemos que en “Consejos al Médico”, es cuando habla de la diferencia entre método tiene que ver con el trabajo con el Inc., con la

asociación libre y que para llegar a esto no es suficiente la conciencia, el arte del oficio tiene que ver con posibilitar muy de a poco, la

aparición del Inc., o el trabajo con el Inc. El “saber”

2 El termino imago; viene de imagen que queda fijada, esto teniendo en cuenta que el concepto de imagen es visual, porque se trata de leer la

imagen, en tanto existe en esa transferencia una puesta en juego de una escena primordial.
de la realidad, pero toda vez que lo intente, saltarán las fuerzas que han motivado
la regresión en calidad de resistencias.

Desde las Series Complementarias:

Todo sujeto posee una disposición innata y por los influjos que recibe en
su infancia, adquiere una especificidad determinada en su vida amorosa, adquiere
así un clisé de la vida pulsional, (podríamos leer aquí directamente al concepto de
pulsión). La transferencia es un llamado al analista, una demanda para ocupar
aquel lugar histórico de los deseos del paciente, del clisé. En las series
complementarias: la primera y la segunda serie corresponden a lo preedípico y la
edípico. Al nombrar lo infantil nos referimos, no a algo que realmente ocurrió, de
hecho todo recuerdo es un recuerdo encubridor, es algo que quedó estigmatizado,
y que el sujeto necesita poner en juego, actualizar en la transferencia. Las imagos
paterna o materna no corresponden a las realidades objetivas, a veces hay un
padre que no coincide con la imago, ello es un constructo, no lo imaginarizamos,
hay que darle el estatuto que le damos al inconsciente, porque es el único lugar
que le corresponde, no el de imaginarización sino en esa puesta en particular que
el sujeto trae consigo y en las transferencias que realiza.

Un clisé representa un grabado de las experiencias infantiles determinada


por la vida erótica del sujeto, con todas las experiencias libidinales que tiene el
sujeto y sobre todo las impresiones ligadas a prototipos o a imagos que son
irrepresentables (fantasías primordiales). Ahora bien habría que destacar que
Freud distingue dos clases de fenómenos de la vida amorosa; aquellos que han
alcanzado un desarrollo psíquico completo y que por lo general quedan al
servicio de la conciencia y del yo, es decir a disposición del sujeto en toda su
plenitud (incluimos en ellos, primera y segunda tópica) y otros que no pudiendo
alcanzar tal desarrollo quedan inconscientes y como tales sometidos al principio
del placer, buscando su propia satisfacción y descarga, independientemente del
yo y del principio de realidad. Esto es lo que queda reprimido, y abriendo una
serie en el Inconsciente y es lo que va a transferir en la figura del analista, que va
a quedar incluido en una de las series psíquicas del paciente.

En la transferencia se hacen actuales y manifiestos los impulsos eróticos


reprimidos por medio de la reedición, o sea, la puesta en escena de lo reprimido.
La transferencia surge en toda relación humana, y es así que la persona cuyas
1 Recordemos que en “Consejos al Médico”, es cuando habla de la diferencia entre método tiene que ver con el trabajo con el Inc., con la

asociación libre y que para llegar a esto no es suficiente la conciencia, el arte del oficio tiene que ver con posibilitar muy de a poco, la

aparición del Inc., o el trabajo con el Inc. El “saber”

2 El termino imago; viene de imagen que queda fijada, esto teniendo en cuenta que el concepto de imagen es visual, porque se trata de leer la

imagen, en tanto existe en esa transferencia una puesta en juego de una escena primordial.
necesidades eróticas no pueden ser satisfechas en la realidad, se verá en la
emergencia de volcar estas representaciones en toda nueva persona, que aparezca
en su horizonte. La puesta en marcha de la transferencia, concibe entonces a la
frustración, sin ella no hay movimiento, a partir de esta situación el sujeto
responde según sus modelos de relación. Así esta investidura se atendrá a los
modelos singulares propios de la subjetividad e insertará al médico en su serie
psíquica.

La transferencia, coincide con el proceso que estructura la cura como


condición necesaria, Freud aclara entonces que este fenómeno artificial no es
creado por el método sino por la neurosis misma y en tal caso, el psicoanálisis la
descubre y analizándola aprovecha sus beneficios para el tratamiento.

La transferencia funciona como motor, palanca de éxito y como obstáculo,


es decir, resistencia. Va a desempeñar el lugar más importante en la cura porque
permite elucidar y resolver conflictos inconscientes.

Las Modalidades de transferencia, que destaca el texto son la positiva de


sentimientos tiernos y amorosos (erótica y sublimada) y negativa, de
sentimientos hostiles. Sólo as transferencias negativas y positivas de impulsos
eróticos van a ser los que conformen las resistencias. En toda transferencia se
pone en juego tanto lo positivo como lo negativo. La hostilidad y el erotismo, es
lo que hay que tratar de no fomentar para que aparezcan los sentimientos tiernos
sublimados que son portadores de éxito.

La participación de la abstinencia del lado del analista tiene que ver con
no brindar satisfacciones sustitutivas, lo que provoca es que repita el clisé, ahí
vamos a trabajar. La frustración tiene que ver con el conflicto psíquico y es lo
que pone en marcha la formación de síntomas. Freud dice, cuidémonos de no
frustrar, nosotros lo que tratamos con esta simpatía comprensiva es de no frustrar,
porque ya bastante frustración tiene en la vida cotidiana.

No contestar a la demanda, poner en juego la frustración, reedita el clisé.


La frustración funciona como palanca, pero también pone en juego el anhelo del
paciente de querer curar, éste es el motor del análisis, y la palanca para el éxito
terapéutico. El analista no frustra, el analista deberá estar en posición de
abstinencia, la frustración viene con el paciente.

1 Recordemos que en “Consejos al Médico”, es cuando habla de la diferencia entre método tiene que ver con el trabajo con el Inc., con la

asociación libre y que para llegar a esto no es suficiente la conciencia, el arte del oficio tiene que ver con posibilitar muy de a poco, la

aparición del Inc., o el trabajo con el Inc. El “saber”

2 El termino imago; viene de imagen que queda fijada, esto teniendo en cuenta que el concepto de imagen es visual, porque se trata de leer la

imagen, en tanto existe en esa transferencia una puesta en juego de una escena primordial.
La transferencia tanto como obstáculo o como motor, hacen a la cura
analítica, va a decir que la cura analítica se hace por y a pesar de la transferencia
y hay que rescatar las dos cosas. No hay que descartar una y tomar la otra sino
que técnicamente hablando, según la enseñanza freudiana; es rescatar lo positivo
y lo negativo de la transferencia.

Cuando habla de resistencia, podemos decir que es imposible no toparse


con la resistencia en el análisis, porque sería un eufemismo, es más Freud va a
afirmar que en definitiva no hay análisis fuera de las resistencia, puesto que la
relaciona con la emergencia de un recuerdo patógeno, ninguna ocurrencia puede
ser mejor para evitar lo penoso, que la ocurrencia transferencial.

No nos olvidemos, dice Freud, al final de artículo, que el paciente quiere


actuar (agieren) sus impulsos inconscientes en vez de recordarlos (función de la
cura: hacer consciente lo inconsciente), aquí la transferencia se incluye en lo
inconsciente, las reacciones del paciente revelan las características del proceso
primario, que lo llevan a actualizar sus impulsos sin vislumbrar dudas en ellos, el
trabajo analítico consistirá en tratar de darle un lugar a esa conducta,
relacionándola con el recuerdo reprimido; del resultado de esta lucha que no
puede ser calificada de otra manera, depende el éxito del tratamiento y si bien se
desarrolla tal encuentro en el campo de la transferencia, es la posibilidad de hacer
consciente su pasa olvidad por represión, esto es lo que presenta mayores
dificultades, del mismo modo Freud es concluyente cuando afirma nada puede
ser vencido “in absentia” o “in effigie”.

“Recuerdo, Repetición y Reelaboración” (1914)

El tratamiento psicoanalítico tiene como propuesta fundamental descubrir


las situaciones patógenas pasadas, para rememorarlas y recuperar los recuerdos
en contraposición, en la transferencia se repiten los conflictos infantiles.

Enuncia un nuevo concepto: neurosis de transferencia, pensándola como


una neurosis artificial, que es intermediaria entre la neurosis infantil y la realidad.
Años atrás le había llamado la atención, que en el comienzo se presentaba casi

1 Recordemos que en “Consejos al Médico”, es cuando habla de la diferencia entre método tiene que ver con el trabajo con el Inc., con la

asociación libre y que para llegar a esto no es suficiente la conciencia, el arte del oficio tiene que ver con posibilitar muy de a poco, la

aparición del Inc., o el trabajo con el Inc. El “saber”

2 El termino imago; viene de imagen que queda fijada, esto teniendo en cuenta que el concepto de imagen es visual, porque se trata de leer la

imagen, en tanto existe en esa transferencia una puesta en juego de una escena primordial.
siempre un momento de alivio de los síntomas, incluso alertaba en sus “Consejos
al Médico” del “furor curandis”, pues observaba que muchos pacientes, se
declaraban curados en los primeros tiempos del tratamiento y luego sus síntomas
reaparecían. Los padecimientos que antes se enmarcaban en la neurosis ahora se
transfieren al espacio analítico y a la persona del médico.

La neurosis de transferencia surge como repetición de lo que el analizado


no recuerda. Es lo olvidado y reprimido lo que se reproduce como acto en
relación analítica, y el transcurso de todo tratamiento estará signado por esta
obsesión. Este axioma es el que tendrá en cuenta para poner a trabajar la
transferencia a favor del tratamiento, convocando a todos los elementos de la
enfermedad al campo de la cura. En esta “enfermedad artificial” los objetos tan
variados como irreales de la libido, quedan sustituidos a la persona del médico.
Cuando la libido se desliga por fin de este objeto provisorio, ya no podrá retornar
a sus objetos anteriores de la misma forma. Utilizará entonces la fuerza pulsional
contenida en la transferencia, en favor de la cura, creándose así una zona
intermedia entre la enfermedad y la vida. Estas reacciones de repetición aportarán
el material con que el paciente luego podrá evocar por la vía de la asociación
libre. La neurosis de transferencia dota al síntoma de una nueva significación lo
hace dirigido al analista, de este lugar virtual obtiene el analista la apoyatura
necesaria para la interpretación, herramienta indispensable para vencer las
resistencias.

Ha operado un cambio fundamental desde el falso enlace, al concepto de


repetición que se opone al recuerdo.

El recuerdo reprimido se repite en la transferencia como estereotipo o


clisé.

Más allá del Principio del Placer (1920)

En este trabajo dirá, que ya no es tan optimista con respecto a la neurosis


de transferencia porque piensa que no hay que alimentarla, sino circunscribirla lo
máximo posible.

1 Recordemos que en “Consejos al Médico”, es cuando habla de la diferencia entre método tiene que ver con el trabajo con el Inc., con la

asociación libre y que para llegar a esto no es suficiente la conciencia, el arte del oficio tiene que ver con posibilitar muy de a poco, la

aparición del Inc., o el trabajo con el Inc. El “saber”

2 El termino imago; viene de imagen que queda fijada, esto teniendo en cuenta que el concepto de imagen es visual, porque se trata de leer la

imagen, en tanto existe en esa transferencia una puesta en juego de una escena primordial.
¿Por qué? Porque en la transferencia se repite lo reprimido primordial y
esto no es rememorable, esta repetición está motivada por la compulsión a la
repetición. La repetición la vemos ahora al servicio de la pulsión de muerte en
tanto esa fuera elemental que busca un estado de inmovilización permanente, que
no crea vínculos ni nuevas relaciones, aquello que lleva a un estado de
estancamiento.

En el capítulo III del artículo de referencia, nos hace pensar en la


repetición a partir de ejemplos clínicos: la repetición en el juego de los niños,
como pulsión de dominio en cuanto a la ausencia de la madre, (capacidad de
simbolización) la repetición de los sueños en la neurosis traumática y la
repetición en transferencia. La repetición ha pasado de ser la resistencia al
recuerdo, a ser en este texto lo resistido.

Recuerdo, transferencia e historia a esta altura son inseparables para el


tratamiento psicoanalítico, a tal punto que el analista tendrá que tener en cuenta
esto en la secuencia de la vida psíquica en cuanto a que el pasado y presente
confluyen atemporalmente.

Se despliega en análisis, aquello que se busca recordar o repetir, y que son


tanto historias de representaciones como historias de repeticiones. Las primeras
posibles de ser rescatadas sin que ello conduzca a desalojar la transferencia,
peligro que corremos cuando exageramos su historización. Las otras tal vez solo
puedan ser experimentadas en su presenten. Nos referimos aquí no sólo a lo
preverbal o sea lo que Freud denominó vivencia del tiempo primordial sino
también aquello que en algunos pacientes no pudo ser historizado, allí donde no
hay una historia a resignificar, ni como analizar la calidad libidinal de vínculos
que no existen sino artificialmente. Inscripciones sin palabras que instan a la
repetición y que solo puede detener el trabajo de ligadura a representaciones,
instaurando algo nuevo, una nueva historia construida en ese campo privilegiado
compartido por el paciente y el analista atravesado por la transferencia.

En toda su dimensión Freud admite una resistencia de transferencia en el


capítulo XI de “Inhibición, Síntoma y Angustia” (1926) en ese artículo lo plantea
como de una naturaleza similar a la de la represión, con otros efectos sobre todo a
nivel del tratamiento, “…y así reanimar como si fuera fresca, una represión que

1 Recordemos que en “Consejos al Médico”, es cuando habla de la diferencia entre método tiene que ver con el trabajo con el Inc., con la

asociación libre y que para llegar a esto no es suficiente la conciencia, el arte del oficio tiene que ver con posibilitar muy de a poco, la

aparición del Inc., o el trabajo con el Inc. El “saber”

2 El termino imago; viene de imagen que queda fijada, esto teniendo en cuenta que el concepto de imagen es visual, porque se trata de leer la

imagen, en tanto existe en esa transferencia una puesta en juego de una escena primordial.
meramente debía ser recordada”. Traer el escollo al presente, de un recuerdo
reprimido, muestra y esconde a la vez.

PARTE II

Contratransferencia

Es en 1910, en El porvenir de la terapia psicoanalítica, que Freud


introduce explícitamente este concepto y lo hace, como ya sabemos, con
posterioridad al de transferencia. Su objetivo, nuevamente, es advertir al analista
en cuanto a los obstáculos que pueden presentarse en el devenir de la cura y
específicamente, en cuanto al peligro de una intervención excesiva de la
personalidad del analista.

Se trata de los sentimientos y pulsiones que surgen en el Inconsciente del


analista como resultado del transferencia del analizado y aún frente a la persona
de éste, y a continuación su recomendación, el de domeñarla a través del propio
análisis, pues de lo contrario no podríamos llegar “más allá de lo que nos
permiten nuestros propios complejos y resistencias.”

Ahora bien, hay razones para creer que en su modo de intervenir, Freud se
implicó muchas veces contratransferencialmente, ya que no lo arredraba
mezclarse con la impurezas propias de las condiciones del campo que producía,
tan es así que en el sueño de la inyección a Irma trata la contratransferencia en
forma de culpa, e intenta la exoneración de sí mismo y de Fliess, alimenta al
Hombre de la ratas, en plena sesión y más aún, en una carta a Ferenczi habla
nuevamente de su contratransferencia y en respuesta por el temor de aquél de
haberlo fastidiado y que Freud no lo hubiera reprendido en unas vacaciones
compartidas donde le dice: “yo no soy el superhombre psicoanalítico que Ud. Se
ha forjado en su imaginación ni he superado la contratransferencia. No he podido
tratarlo a Ud. de tal modo, como tampoco podría hacerlo con mis tres hijos,
porque los quiero demasiado y me sentiría afligido por ellos”, haciendo
referencia a una contratransferencia paterna y positiva, que le impedía un
determinado curso de acción, que lo hacía ser débil y equivocarse.

La pregunta que se nos presenta es ¿qué lo hace pensarla sólo como


resistencia?, ¿se debe también a haber sido testigo de la huida de Breuer ante la
1 Recordemos que en “Consejos al Médico”, es cuando habla de la diferencia entre método tiene que ver con el trabajo con el Inc., con la

asociación libre y que para llegar a esto no es suficiente la conciencia, el arte del oficio tiene que ver con posibilitar muy de a poco, la

aparición del Inc., o el trabajo con el Inc. El “saber”

2 El termino imago; viene de imagen que queda fijada, esto teniendo en cuenta que el concepto de imagen es visual, porque se trata de leer la

imagen, en tanto existe en esa transferencia una puesta en juego de una escena primordial.
transferencia erótica de Anna O, o haber sabido que Jung sucumbió y aún
gratificó la transferencia erótica de Sabina Spielrein, transformando la relación
analítica en un affaire.

Es indudable que hubo de haberlo preocupado en demasía. Es cierto que


no sólo convocamos sino potenciamos a “los espíritus del Averno”, pero la
diferencia consiste en no huir sino en detenernos, pensar lo que está
aconteciendo, analizarlo, y de este modo surge la posibilidad de hacer consciente
cuál es la causa, si ésta proviene del paciente o del analista, si se trata de un
obstáculo o un instrumento, ya que no todas las reacciones emocionales, ni todas
las dificultades o crisis en un tratamiento implican compromisos
contratransferenciales.

La falta de experiencia, o conocimientos técnico o teóricos, los “puntos


ciegos” del analista debe ser diferenciados de su reacción contratransferencial.

Es ésta una primera vía de abordaje que podemos considerar “clásica”, y


que es compartida por Fliess, W. Reich y aún Lacan entre otros, pero a partir de
ella comienza una preocupación, en la segunda mitad del siglo XX, replanteando
su presencia en el análisis y su significado, no sólo como problema técnico sino
teórico que surge a raíz de la clínica de niños, psicóticos y otras patologías
graves, por las contratransferencias que despiertan.

Una segunda vía denominada “totalizadora”, la define como “reacción


emocional total del psicoanalista hacia el paciente en la situación terapéutica”.
Son respuestas a la realidad del paciente así como a su transferencia y también a
las necesidades de la propia realidad del analista así como a sus necesidades
neuróticas.

Implica además, que estas reacciones emocionales del analista están


íntimamente fusionadas y deben ser resueltas, pero por otra parte, es considerada
útil para obtener una mayor comprensión del paciente. Este enfoque propugna un
uso técnico más activo de ella, considerándola una pieza fundamental del trabajo
analítico.

Exponentes de este enfoque son P. Heimann, H. Racker, D. Winnicott, A.


Reich, y M. Little por nombrar a algunos de ellos, quienes subrayan el papel de
instrumento de la contratransferencia.
1 Recordemos que en “Consejos al Médico”, es cuando habla de la diferencia entre método tiene que ver con el trabajo con el Inc., con la

asociación libre y que para llegar a esto no es suficiente la conciencia, el arte del oficio tiene que ver con posibilitar muy de a poco, la

aparición del Inc., o el trabajo con el Inc. El “saber”

2 El termino imago; viene de imagen que queda fijada, esto teniendo en cuenta que el concepto de imagen es visual, porque se trata de leer la

imagen, en tanto existe en esa transferencia una puesta en juego de una escena primordial.
Las dos vías están expuestas a peligros, en la “totalizadora” alejarse de la
neutralidad, y una intervención exagerada las emociones del analista.

La “clásica”, puede fomentar una actitud fóbica del analista hacia sus
reacciones emocionales, limitando su comprensión de la situación analítica,
perdiendo de este modo una importante información acerca de la comunicación
no verbal entre paciente y analista. Un importante grupo de pacientes con severos
trastornos del carácter, borderline o psicóticos, tienden por su transferencia
intensa, prematura y rápidamente fluctuante, a evocar en el terapeuta reacciones
contratransferenciales intensas que a veces pueden brindar el significado de
aquello que es lo central en la caótica expresión del paciente.

Asimismo, puede transformarse en una importante herramienta


diagnóstica que brinda información sobre el grado de regresión en el paciente y
su posición emocional predominante respecto del analista etcétera.

Para Freud, la neutralidad no significa pérdida de la espontaneidad y


cordialidad del analista. Es más, advierte sobre la “indiferencia desinteresada” de
parte del analista, como origen de la resistencia en el paciente.

Respecto de los aportes realizados al concepto, nos parece importante


referir brevemente la ideas de Racker (en nuestro país) y de Winnicott por
considerarlos representativos de la nueva corriente predominante en l que se
avino en llamar nuevas patologías, e donde se incluyen entro tas: la afección
somática, borderline, patología narcisistas y patologías del acto.

Para Racker, el analista fluctúa entre dos tipos de identificación


contratransferencial: la identificación concordante y la identificación
complementaria.

La primera es una identificación del analista con la parte correspondiente


del aparato psíquico del paciente, es decir Yo con Yo, Súperyo con Súperyo,
experimentando en sí mismo la emoción central que el paciente está en ese
momento.

La segunda, que fuera conceptualizada primeramente por H. Deutsch, es la


identificación del analista con los objetos de transferencia del paciente.

1 Recordemos que en “Consejos al Médico”, es cuando habla de la diferencia entre método tiene que ver con el trabajo con el Inc., con la

asociación libre y que para llegar a esto no es suficiente la conciencia, el arte del oficio tiene que ver con posibilitar muy de a poco, la

aparición del Inc., o el trabajo con el Inc. El “saber”

2 El termino imago; viene de imagen que queda fijada, esto teniendo en cuenta que el concepto de imagen es visual, porque se trata de leer la

imagen, en tanto existe en esa transferencia una puesta en juego de una escena primordial.
El analista vivencia la emoción que el paciente está introduciendo en el
objeto de transferencia mientras el naciente experimenta la emoción que él había
vivido en el pasado, en su interacción con esa imagen parental.

Un ejemplo de ello sería que el analista identificado con una función


superyoica conectada con una imagen paterna severa y prohibitiva se sintiese
crítico y tentado de controlar al paciente. En tanto el paciente puede estar
sintiendo miedo, sumisión o rebeldía vinculado con su relación con el padre.

Winnicott, por otra parte, distingue tres fenómenos: por un lado, las
relaciones e identificaciones fijas que se hallan bajo represión en el analista,
conflictos inconscientes no elaborados que afectan e interfieren el proceso
terapéutico, por lo que debe ser resuelto en el análisis personal. Una
contratransferencia positiva a la que denomina “actitud profesional del analista”
que implica que éste se halla en un estado de estabilidad y confiabilidad y que ha
sometido a un riguroso examen sus ideas y afectos antes de enunciar una
interpretación, conservando así la capacidad de seleccionar que decir, cómo
decirlo y cuándo decirlo. La tercera es la contratransferencia verdadera objetiva
en la cual va a desplegarse tanto el amor como el odio que siente el analista ante
la personalidad y comportamiento del paciente, basado en la observación objetiva
y de la cual éste debe ser consciente, y que de otro modo el análisis se haría
imposible.

La invocación winnicottiana consiste para nosotros, fundamentalmente, en


su apreciación y elaboración teórica y clínica respecto del odio en la
contratransferencia, ya que como sabemos, siempre es más fácil con el amor, es
decir con la ternura.

Sus destinos puede ser variados: puede ser reprimido con la construcción
de formación reactiva que puede tomar la forma de sometimiento masoquista y
que Winnicott propone llamar “sentimentalismo” y consiste en honorarios
simbólicos, horarios insostenibles, intervenciones apaciguadoras, pudiendo llegar
a paralizar al analista.

Otro destino, es que el odio justificado y objetivo puede ser utilizado


adecuadamente en algunos momentos de la interpretación, ya que el paciente lo
busca y debe ser capaz de encontrarlo para poder ser también capa de encontrar
el amor objetivo del analista. De todos modos, recordemos que los sentimientos
1 Recordemos que en “Consejos al Médico”, es cuando habla de la diferencia entre método tiene que ver con el trabajo con el Inc., con la

asociación libre y que para llegar a esto no es suficiente la conciencia, el arte del oficio tiene que ver con posibilitar muy de a poco, la

aparición del Inc., o el trabajo con el Inc. El “saber”

2 El termino imago; viene de imagen que queda fijada, esto teniendo en cuenta que el concepto de imagen es visual, porque se trata de leer la

imagen, en tanto existe en esa transferencia una puesta en juego de una escena primordial.
no son toda la contratransferencia, sino sólo una parte de ella. Hacer confesiones
contratransferenciales de lo que para el analista es un trabajo elaborativo, puede
confundir al paciente y por sobre todo interferir el proceso de análisis.

El análisis de la contratransferencia se hará tendiente a evitar la


intimidación ansiosa, la mutua seducción o un pacto de silencio.

Creer que un análisis puede ser totalmente neutral y objetivo es un mito,


idealizar la contratransferencia puede transformarse en nuevo mito.

Para concluir, queremos hacer hincapié en que no es nuestro objetivo


definir un modelo de cura, ni las formas de intervención, ya que no existe una
sola forma de simbolización, la complejidad de corrientes existentes en la vida
psíquica de un sujeto, que pueden activarse y tomar dominancia en un momento
dado son diversas, el trabajo es constante y la estrategia deberá implementarse de
acuerdo a las variables metapsicológicas.

1 Recordemos que en “Consejos al Médico”, es cuando habla de la diferencia entre método tiene que ver con el trabajo con el Inc., con la

asociación libre y que para llegar a esto no es suficiente la conciencia, el arte del oficio tiene que ver con posibilitar muy de a poco, la

aparición del Inc., o el trabajo con el Inc. El “saber”

2 El termino imago; viene de imagen que queda fijada, esto teniendo en cuenta que el concepto de imagen es visual, porque se trata de leer la

imagen, en tanto existe en esa transferencia una puesta en juego de una escena primordial.
BIBLIOGRAFIA

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Argentina. Editorial Amorrortu, 2º Ed., 1986.

Fischer, H.: “La ética de los terapeutas y los derechos humanos” en Fischer y
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Madrid, España. Editorial Biblioteca Nueva, 3º Ed., 1973.

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Madrid, España. Editorial Biblioteca Nueva, 3º Ed., 1973

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Madrid, España. Editorial Biblioteca Nueva, 3º Ed., 1973. Págs. 1648/54.

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Madrid, España. Editorial Biblioteca Nueva, 3º Ed., 1973. Págs. 1661/75

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Completas, Tomo II. Madrid, España. Editorial Biblioteca Nueva, 3º Ed., 1973.
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Freud, S.: “El Porvenir de una ilusión” (1927) en Obras Completas, Tomo II.
Madrid, España. Editorial Biblioteca Nueva, 3º Ed., 1973. Págs. 2961/92

Winnicott, D.: Escritos de pediatría y psicoanálisis. Barcelona, España.


Editorial Laia, 1979.

Winnicott, D.: Sostén e Interpretación. Buenos Aires, Argentina. Editorial


Paidós, 1992.
1 Recordemos que en “Consejos al Médico”, es cuando habla de la diferencia entre método tiene que ver con el trabajo con el Inc., con la

asociación libre y que para llegar a esto no es suficiente la conciencia, el arte del oficio tiene que ver con posibilitar muy de a poco, la

aparición del Inc., o el trabajo con el Inc. El “saber”

2 El termino imago; viene de imagen que queda fijada, esto teniendo en cuenta que el concepto de imagen es visual, porque se trata de leer la

imagen, en tanto existe en esa transferencia una puesta en juego de una escena primordial.

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