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Quizás usted se pregunte: 11 ¿Otra vez un

libro sobre este tema?" Sí, pero con un


enfoque y un sabor diferente. No para
abundar en datos estadísticos, ni para
considerar áridas teorías sobre el
comportamiento humanol ni tampoco
para mostrar un camino idealista de
felicidad imposible.
Cuando usted concluya la lectura
de esta obra, lo hará con la serena
alegría de haber transitado por una
senda confiable que conduce hacia
la plenitud de la vida.

El Dr. Enrique Chaij, ex orador y director de


los programas "Una Luz en el Camino" y
"Encuentro con la Vida",es un protifico
escritor y autor, entre otras obras,
de libros como A pesar de todo .. .
¡Qué linda es la vida!, Vivir con valor,
El poder del amor, Dicha y armonía
en el hogary 7500 ventanas de la vida.

,"l"-." -M-,

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~

... " .,
Ediciones New Life
A pesar de todo...

¡Alégrese \,

)t~ ~l
tU 1 "Z0,0 •
Una invitación a disfrutar de la
verdadera alegría de la vida

ENRIQUE CHAl]

~~

Ediciones New Life


ÍNDICE

Prefacio .. . ....... . 6
Dirección editorial: Enrique Chaij

Diagramación: Néstor Rasi


Introducción .... _.......... . 8
Tapa: Hugo O. Primucci

Foto de tapa: Pho toDisc

1. Sombras que piden luz 11


IMPRESO EN LA ARGENTINA

Printed in Argentina
2. El precio de la alegría ........ _. 23
Primera edición

MMIll - 4M
3. El poder terapéutico de la alegría 37

Es propiedad. © New Life (2003).

Queda hecho el depósito que marca la. ley 11.723.

4. Invasores del alma .. ... ..... . 53

ISBN 950-769-060-3
5. Ingredientes de la alegría ...... . 71

159.98
CHA
Chaij, Enrique
A pesar de todo ... iAlegrese tu corazón! - 1a. ed.- Buenos
6. La fragua de la alegría . ..... _. 89
Aires: New Lile, 2003.
206 p. ; 20x14 cm.
7 Inseparables: Amor, gozo, paz 107
ISBN 950-769-060-3

1. Titulo - 1. Comunicación social 8. Paradojas de la felicidad . .... 123

Se terminó de imprimir el 26 de junio de 2003 en talleres propios 9. La fórmula de las tres "e" .... 141
(Av. San Martín 4555, B1604CDG Florida Oeste , Buenos Aires).

Prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación (texto,


10. La llave maestra de la alegría .. ... . 159
imágenes y diseño), su manipulación informática y transmisión ya
sea electrónica, mecánica, por fotocopia u otros medios, sin permiso 11. Del comienzo al final de la carrera 175
previo del editor.

- 36793­
12. Hacia la alegría suprema . ...... .... .. " 193

(3)
Dedicatoria:

A Nelda, mi amada esposa,

quien con su sonrisa jiicil

y su espíritu comunicativo

adorna de alegría nuestro hogar.

PREFACIO

Quizás usted se pregunte: "¿Otra vez un libro sobre este te­ se habrá convertido en un estímulo para cristalizar sus no­
ma?" Sí, pero con un enfoque y un sabor diferente. No para bles aspiraciones. Muchas de sus preguntas habrán sido con­
abundar en datos estadísticos, ni para considerar áridas teorías testadas; y sus expectativas con respecto a la obra habrán si­
sobre el comportamiento humano, ni tampoco para mostrar do ampliamente satisfechas.
un camino idealista de felicidad imposible.
El autor no necesita presentación. Conocido por su ex­
Cuando usted concluya la lectura de esta obra, lo hará tensa labor de comunicador cristiano mediante la radio y la
con la serena alegría de haber transitado por una senda con­ televisión, y por su pluma de prolífico escritor, el Dr. Enri­
fiable que conduce hacia la plenitud de la vida. que Chaij desarrolla aquí un tema que toca los sentimientos
No importa cómo haya llegado este libro a sus manos -si más hondos de la vida: la verdadera alegría del corazón. De­
comprado, obsequiado o prestado-, igualmente usted podrá tenerse reflexivamente en cada página de la obra será una ta­
hacerlo su libro de cabecera, y querrá atesorarlo en su cora­ rea tan agradable como edificante.
zón, como ha ocurrido con las obras anteriores del autor en Cuando apareció el libro del autor A pesar de todo, ... ¡qué
la experiencia de incontables lectores. linda es la vida!, pronto se convirtió en un best-séller de
Dijo Carlos W. ElIiot: "Los buenos libros son los amigos nuestra editorial. Y esta nueva producción de la serie "A pe­
más silenciosos y constantes; son los consejeros más accesi­ sar de todo" promete igual aceptación, porque sus páginas
bles y más sabios; y los maestros más pacientes". Estas pala­ contienen un tema vital, expresado en lenguaje fácil yame­
bras pueden aplicarse apropiadamente a este volumen, por­ no, y a la vez enriquecido con anécdotas que hacen más ví­
que en todas sus páginas usted encontrará la voz de un ami­ vidas las ideas.
go, que le ofrecerá ideas provechosas y sugerencias adecua­ Éste podría considerarse un libro de la vida, donde se ven
das para conquistar la alegría del corazón. Y al recibir este reflejadas las ansias más profundas del alma y el camino
valioso beneficio, usted terminará diciendo: "Me hacía fal­ cierto para hacerlas realidad. Disfrute de esta lectura. Des­
ta leer un libro como éste. ¡SU contenido me ha hecho tan­ cubra en ella cómo añadir encanto a su vida; y podrá cam­
to bien! Me siento más fuerte, más radiante y más feliz". biar cada pena por una nota de alegría, y cada lágrima por
Como resultado de este nuevo impulso interior, usted es­ una sonrisa de felicidad.
tará mejor preparado o preparada para contribuir al bienes­
tar de su familia, elevará su autoestima, y gozará mucho más Cordialmente, LOS EDTTC )IU ¡

de la convivencia con los demás. En otras palabras, este libro

6
INTRODUCCIÓN

Igual que en tu caso , a mí también siempre me ha in­ y siendo que estas páginas han resultado de valiosa ayu­
quietado el tema de la felicidad humana. M ultitud de ve­ da para mi propia vida, creo que también podrán serlo pa­
ces me he preguntado: ¿Por qué tantos seres humanos, sin ra la tuya. Si ya posees un corazón alegre, encontrarás aquí
merecerlo ni buscarlo, llevan en sus almas el peso del dolor comentarios prácticos para afianzar tu felicidad. Y si estu­
o del cansancio existencial? ¿Por qué hay tanta gente q ue vieras bregando para encender tu alma de alegría, descubri­
no ríe de verdad? ¿Es posible ser realmente feliz? Si es as í, rás en este trabajo una fórmula útil para lograr tu objetivo,
¿de qué manera? o para acercarte mucho más a él. '
Yal meditar en estas preguntas, a menudo he madruga­ ¿Quién no tiene conflictos íntimos y frustraciones que
do y me he levantado por la noche, para incluir en estas pá­ quisiera resolver? ¿Quién no ha tenido intentos fallidos en
ginas un determinado pensamiento que acudió a mi men­ su búsqueda de paz y alegría? Y aunque la insistencia se­
te de modo repentino. Y cual inquietud recurrente, esta guía probando, el sueño no se alcanzaba. ¿Por qué? Tal vez
materia me ha invadido una y otra vez. A lo largo de los por causa de una pretensión desmedida, tal vez por una
años, he visto con asombro a seres abatidos, que supieron convivencia defectuosa, tal vez por una limitación congé­
recuperar su alegría. y también he visto cómo otros seres nita, tal vez ... tal vez ... ¡Quién sabe qué debilidad emocio­
aventajados y promisorios, se hundieron sin embargo en el nal podría estar obstruyendo el camino hacia el pleno bie­
desaliento. Unos en su triunfo, y otrOS en su fracaso, am­ nestar personal!...
bos son lección para el observador. Estos obstáculos y muchos otros son las "sombras que
Elaborar esta obra me ha enseñado muchos pequeños y piden luz", como lo detalla nuestro primer capítulo. Som­
grandes secretos de la vida. He escrito su contenido en las bras que pueden disiparse, para permitirnos gozar libremen­
circunstancias y los lugares más variados: desde mi habitual te de la vida. La felicidad, pues , es alcanzable. Con tal con­
mesa de trabajo, hasta en largos viajes de un país a otro; en vicción he preparado esta obra; y te invito a recorrer sus pá­
algún restaurante, a la espera del plato solicitado; en la tran­ ginas, destinadas al bien de tu corazón. Será una grata aven­
quilidad de un paraje tural; en medio del bullicio de la gran tura, que despertará tus mejores sentimientos y agitará tus
ciudad; luego de atender a un alma desconsolada por el do­ mejores dones para ser realmente feliz. Con sincero afecto,
lor; o después de conversar con el amigo festivo ... Todo mo­
mento y lugar fueron propicios para volver a esta importan­
te temática de la alegría de vivir. Allí nacieron y se acuna­ ENRIQUE CHAl]
ron las ideas que gustosamente comparto ahora contigo.
'1
8
Capítulo 1

SOMBRAS QUE
PIDEN LUZ
En la hora más sombría es posible
descubrir la luz de la alegría. Los
dolores del alma pueden dar paso
al gozo del corazón.

e encontraba en el centro comercial de la gran ciu­


M dad. Allí me detuve en varias de las esquinas más
populares. Quería observar a la gente en su incesante ir y
venir por las calles peatonales de mayor atracción.
Durante un rato permanecí frente a ese interminable
desfile de personas abstraídas en su carrera. Traté de des­
cubrir a alguien sonriente y tranquilo. Pero en ese torren­
te humano, todos estaban tan tensos ... tan inexpresivos ...
tan apurados ... Excepto algún turista que avanzaba por la
calzada con visible despreocupación.
De repente, el cuadro cambió. Una madre joven lle­
vaba de la mano a su pequeño hijo, que no pasaría los
cinco años de edad. Por alguna razón estaba discutiendo
severamente con él. Los dos comenzaron a gritar en la
discusión. Y la madre empezó a zamarrear al niño, mien­
tras le seguía hablando con firmeza. Luego, lo inevita­
ble: ef chico se puso a llorar desconsoladamente. Y en su
dolor infantil, terminó abrazando a su mamá y apoyan­
do su cabecita sobre ella. Después siguieron su camino,
y los perdí de vista.
JI

A pesar de todo... ,ALÉGRESE TU CORAZÓN! SOMBRAS QUE PIDEN LUZ

1. LA SOMBRA UNIVERSAL DEL DOLOR 2. LA SOMBRA DE LAS ALMAS GRISES


y tras esa observación, quedé pensando que tal escena Esta sombra habita en las personas que carecen de bri­
callejera era apenas un símbolo elocuente de la mucha llo interior. Es como si hubiesen perdido el tono radiante
gente que, en la ciudad y en el campo, vive bajo la som­ que alguna vez iluminó sus almas; o como si nunca lo hu­
bra del dolor. biesen tenido. Seres que se mueven con resignación entre
la apatía y el aburrimiento. Grises de alma, que no lloran
Víctima de su propio descontrol emocional, de algún mi ríen, porque no saben hacer ni una cosa ni la otra. Des­
maltrato familiar, de una desconsideración patronal, o de lucidos e inexpresivos. Si alguno de sus allegados derrama
la traición de un amigo, no falta quien tenga su alma una lágrima, "¡qué sentimental!" Y si se ríe abiertamente,
quebrantada. Muchos se sienten como aquel niño: grita­ "¡qué exageración!"
dos, tironeados y amenazados, sometidos a un trato in­
¿Cómo eres en esta materia? Quizá te agrade analizar­
merecido. Y como resultado, lloran por dentro sin ser
te a la luz de estas pocas preguntas:
comprendidos ni atendidos.
1. ¿Sé reír con los que ríen, y llorar con los que
y en su desamparo afectivo, ¡cuántos construyen sus
lloran?
propios refugios mentales! Diversos escapismos de la vida
moderna no son otra cosa que un esfuerzo por huir del 2. ¿Me agrada, o me cuesta expresar mis genui­
desencanto y el pesar. Hasta los programas televisivos de nos sentimientos?
alto contenido emocional son buscados inconscientemen­ 3. Con mi modo de ser, ¿soy capaz de alentar a
te por el televidente, a fin de llorar y así "aflojar" la ten­ una persona desanimada?
sión de su propio dolOr. Con lo cual, más que llorar por 4. Si tiendo a ser emocionalmente gris, ¿qué he
el drama que muestra la pantalla, el observador -sin ad­ hecho hasta ahora para volverme alegre y ra­
vertirlo- está llorando por sí mismo. Un notable y fre­ diante?
cuente mecanismo mental de identificación, que sólo
puede ofrecer engañoso alivio al corazón. El abuelo había llevado al circo a varios de sus nietos.
Por supuesto, la idea era que todos ellos pasaran un
buen momento de diversión. Sin embargo, ante uno de
Mientras no se transite un camino más acerta­ los números del circo, el nietito menor se asustó y se pu­
do, seguirá siendo cierto lo que nos decía una so a llorar. Entonces el abuelo, tomando al niño del cue­
llo, le dijo: "Te he traído aquí para que te rías, para que
mujer atribulada: uSon tan pocas nuestras ale­
te diviertas. ¡Deja de llorar!" Pero nada pudo devolverle
grías, y tantas nuestras penas': .. Pero con es­la sonrisa al pequeño. Dejó de llorar, pero continuó tris­
foerzo persistente, la sombra del dolor puede te dentro del circo.
terminar en la luz de la alegría. En el gran circo de la vida moderna, ¡cuántos se pare­
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A pesar de todo... ,ALÉGRESE TU CORAZÓNl SOMBRAS QUE PIDEN LUZ

cen al niño del relato! No se saben alegrar aun delante de bargo, debe esforzarse para disimular su dolor, para repri­
lo festivo. Dejan de llorar y de quejarse frente al dolor y mir sus lágrimas, e incluso para dar una falsa impresión
la injusticia. Consideran que eso de llorar es debilidad o de bienestar. ¿No es esto llevar puesto el antifaz del fingi­
cobardía. Pero aunque no gimen, tampoco ríen. Estas miento en el gran carnaval de la vida? Y mientras se ríe así
personas, ¿no necesitan acaso descubrir la clave de la ver­ con el rostro, se sigue llorando con el alma. ¡Qué sombra
dadera alegría? tan difícil de sobrellevar! Como le ocurrió a David Ga­
Cierto operario iba diariamente a su trabajo en bicicle­ rrick, el célebre cómico inglés. He aquí algunos de los ver­
ta, mientras silbaba sus melodías preferidas. Y cuando sos que lo describen:
uno de sus vecinos le preguntó por qué siempre iba sil­
bando, el hombre respondió: "Porque me ayuda a olvi­ Una vez ante un médico famoso

darme de mis problemas". ¿No era ésta una buena idea? flegóse un hombre de mirar sombrío:

"Sufro -le dijo- un mal tan espantoso

El trabajador se tonificaba anímicamente como esta palidez del rostro mío':

silbando por el camino. ¡Cuánto ayuda el te­


ner una melodía o un canto en el corazón! "Viaje, y se distraerá': 'í Tanto he viajado!"

Quien arranque de su pecho una música de


"Busque la lectura". 'í Tanto he leído!"

alegría, ¡cuánto mejor vivirá!


"Que una mujer lo ame': 'íSi soy amado!"

"Adquiera un título". 'íNoble he nacido!"

3. LA SOMBRA DEL ANTIFAZ

Notemos esta otra sombra.


"Me deja -agrega el médico-perplejo

su mal, pero no debe acobardarse.

Era una dama muy cordial, rebosante de alegría. Todo


parecía sonreírle en su vida. Pero cuando mencionó inad­ Tome hoy por receta este consejo:

vertidamente a sus hijos, una expresión de pesar se dibu­ Sólo viendo a Garrick podrá curarse':

jó en su rostro. Su alegría se desvaneció. Y de allí en ade­


lante, con el deseo de explicar su inesperada reacción, ella '¿A Garrick?" "Sí, a Garrick, la más remisa
contó la cruz que llevaba en relación con algunos de sus y austera sociedad lo busca ansiosa;
hijos. Un denso drama familiar para el cual parecía no ha­ todo aquel que lo ve muere de risa;
ber remedio. tiene una gracia artística asombrosa':
La experiencia de esta mujer ilustra cuán a menudo, ¿ a mt, me h
"Y ara' retr;
''''''S't, se ¿o
, aseguro:
detrás de una sonrisa triunfadora, puede esconderse la él sí, y nadie más... ¿Qué lo inquieta?"
tristeza de una amarga realidad. ¿Quién no siente más de "Así -dijo el enfermo- no me curo:
una vez el peso de alguna agobiante desventura? Y sin em- Yo soy Garrick... cámbieme la receta':
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A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN! SOMBRAS QUE PIDEN LUZ

esta índole. Nuestra frágil naturaleza puede quebrarse tan


¡Ay! ¡Cudntas veces al reír se llora! fácilmente ...
Nadie en lo alegre de la risa se fíe:
¡Sombras que piden urgentemente luz! El triste ansía
porque en los seres que el dolor devora
alegría. El angustiado necesita paz. El despreciado busca
el alma llora cuando el rostro ríe.
comprensión. El alma disgustada lucha por encontrar
Podrá considerarse extrema la angustia que vivió Ga­ satisfacción ...
rrick. Sin embargo, ¿no refleja la condición contradicto­
ria entre la apariencia y la realidad que viven muchísi­ La experiencia del alma quebrantada no es
mos seres humanos? Pero la alegría sin antifaz puede es­ nueva. Ya el antiguo rey David había escrito
tar al alcance de todos, como lo veremos en el transcurso de sí mismo: "Me he consumido a fuerza de
de la obra. gemir; todas las noches inundo de llanto mi
lecho, riego mi cama con mis lágrimas ... Fue­
ron mis lágrimas mi pan de día y de noche"
4. LA SOMBRA DEL DISGUSTO (Salmo 6:6; 42:3). El mismo que muchos
años antes había vencido con valor al gigante
Todos los vecinos del barrio coincidían en que don Jo­
Goliat; el mismo que había derrotado a pode­
sé había muerto "de disgusto". Su familia no lo había apo­
rosos ejércitos enemigos; el mismo que había
yado en el crecimiento de su pequeña empresa. Durante
construido la notable prosperidad de su na­
años había tenido que luchar solo, sin la comprensión de
ción, ahora no vacilaba en confesar que esta­
los suyos. Para peor, su único hijo varón se había mostra­
ba profundamente triste y angustiado.
do siempre rebelde y haragán. Y tal comportamiento de
fracaso fue el gran dolor de su padre. Entonces éste, amar­ Pero tan ciertamente como David reveló su hondo do­
gado y angustiado, se dio por vencido. Se echó a morir. lor, en seguida se exhortó tres veces a sí mismo con estas
Descuidó su trabajo, y se sumió en una prolongada y si­ palabras: "¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas
lenciosa melancolía. Hasta que por fin su dolido corazón dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
dejó de latir. salvación mía y Dios mío" (Salmo 42:5, 11; 43:5). Es de­
Todos los días se producen casos parecidos al de don cir, el gran rey hebreo padeció en su alma la angustia del
José. Hombres y mujeres que sucumben en medio del dis­ sufrimiento. Pero pronto reconoció que el Creador de la
gusto y la mala sangre que les provoca el ambiente adver­ vida era también su Restaurador y Consolador. Por eso re­
so donde se desenvuelven. No tienen paz, ni mucho me­ chazó su propio abatimiento, y lo superó mediante la
nos alegría de vivir. ¿No conoces a personas de esta clase? fuerza divina.
Tal vez haya alguna en tu propia parentela. O quizá por Si, al igual que David, recurriéramos más a menudo a
tu propia mente hayan pasado alguna vez sentimientos de Dios, ¿no tendríamos mayor capacidad para dominar
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A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN! SOMBRAS QUE PIDEN LUZ

nuestros abatimientos? Y como consecuencia, ¿no ten­ Felizmente, a tiempo aprendieron la lección y cambiaron
dríamos más fácil acceso a una experiencia de alegría? de conducta.
Tener vacío el espíritu equivale a divagar, a
ser juguete de las circunstancias.
5. LA SOMBRA DEL VACÍO INTERIOR
¿Qué le pasa a una lata en la cual produci­
Esta sombra, como las otras, también conspira contra
mos el vacío? Al quitarle el aire que hay den­
el bienestar personal. El vacío interior se ha apoderado de
tro de ella, la presión exterior de la atmósfe­
tanta gente, que se ha convertido en una endemia espiri­
ra -equivalente a un kilogramo por centí­
tual de nuestra sociedad. metro cuadrado- termina por arrugar y
El psicólogo suizo Carlos Jung (1875-1961) declaró ya arruinar la lata.
en sus días que "la mayor neurosis de nuestro tiempo es Así también, cuando el alma se queda vacía,
el vacío". Y transcurridos los años, su declaración no ha sucumbe bajo la presión exterior del am­
perdido vigencia. Todavía abunda la gente aburrida, en­ biente, sin poder oponer resistencia.
ferma de rutina, carente de ideales e incapaz para la nor­
mal convivencia. Quien desee ser feliz, procurará disipar la sombra del
vacío y transitar el camino de la plenitud espiritual. ¿De
Se trata de jóvenes y adultos que viven sin motivación qué modo? Llenando su mente con buenas ideas y sanos
ni alegría. Y con su mente despoblada de ideas, no tienen propósitos. Ocupando provechosamente su tiempo con
iniciativa ni entusiasmo para nada. Avanzan por inercia, acciones correctas, y brindándose con afecto a los demás.
sólo porque la obligación los empuja. Otros deben pensar Por algo San Pablo exhorta al verdadero amor, "para que
y decidir por ellos. Son los pequeños "inválidos emocio­ seáis llenos de toda la plenitud de Dios" (Efesios 3:19).
nales" típicos de esta era masificada, en la cual domina
más la publicidad que la convicción personal, con el con­
siguiente deterioro para la salud del espíritu. 6. LA SOMBRA DE LA SOLEDAD
Cierto grupo de jóvenes debió comparecer ante la au­ Ésta es otra de las grandes sombras que eclipsan la luz
toridad policial. Los muchachos habían cometido diver­ de la alegría. Es el flagelo que mantiene aislada y afligida
sas fechorías en el barrio donde vivían, y los vecinos afec­ a muchísima gente, con una tendencia creciente. Es el
tados los habían denunciado. Y cuando se les preguntó sentimiento opresivo de orfandad que clama por un poco
por qué habían actuado así, el grupo respondió: "No sa­ de amistad y compañía.
bíamos qué hacer. Queríamos entretenernos con algo Los niños padecen a menudo esta carencia. Y como re­
'fuerte'. Y el efecto del alcohol complicó las cosas". "¡No sultado, tienen su alma triste y sufren problemas de salud
sabíamos qué hacer!" Y con su alma vacía y su cuerpo al­ y de aprendizaje. Un ejemplo patético de esta realidad es
coholizado, los muchachos casi terminaron en la cárcel. el caso de aquel pequeño hijo único, cuyos padres traba­
18 19
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN' SOMBRAS QUE PIDEN LUZ

jan de noche, y que durante esas horas dejan al chico sin 4. ¿Comprendes que la verdadera alegría del
más compañía que ¡una radio encendida!, "para que no se coraz6n exige un mínimo de comunicaci6n
sienta tan solo". ¿Sabrán estos padres qué daño indeleble cordial con el pr6jimo?
le están provocando a esa pobre criatura?
Están también aquellos otros niños, que deben perma­ La persona introvertida o tímida por naturaleza, pue­
necer solos en su casa cada mañana o cada tarde, y cuya de cambiar. Puede mejorar su comunicación y atenuar su
fría compañía es sólo la pantalla televisiva, con imágenes posible soledad, con lo cual despertará la alegría de su al­
de objetable valor. ¿Puede un televisor reemplazar inofen­ ma. Requerirá empeño y disciplina, constancia y valor.
sivamente el calor de la familia o el afecto de los padres? Pero el vencer la desagradable sombra de la soledad, ¿no
El chico que deba pasar tres o cuatro horas diarias frente justifica cualquier esfuerzo de la voluntad?
al televisor para "matar" su soledad, no podrá desarrollar­
se adecuadamente ni menos ser un niño feliz. El que tiene a Dios por amigo, no se siente so­
lo en ninguna parte. "Amístate con Dios, y ten­
Pero la sombra de la soledad no sólo afecta a los niños.
drás paz; y por ello te vendrá bien" Qob
También envuelve a muchos jóvenes, quienes carecen de
22:21).
buena compañía y viven anímicamente aislados. Se sien­
ten incomunicados, y les falta la bondad de una amistad
sincera. La escuela, la empresa y la sociedad están carga­
HACIA EL FIN DE LAS SOMBRAS
das de estos jóvenes solitarios.
Las pocas "sombras" que acabamos de señalar, y "que
y lo que decimos de los niños y los jóvenes no es me­ piden luz", están lejos de ser las únicas que atentan con­
nos cierto entre los adultos. Aun en los hogares, ¡cuántos tra nuestra felicidad. Podríamos añadir el sentimiento de
esposos sufren el drama de la soledad! Un vínculo matri­ culpa, la ansiedad, el pesimismo, el egoísmo, el temor, el
monial que se desenvuelve en el silencio, sin la alegría desamor, la ausencia de propósito en la vida, y tantas
propia del verdadero amor y el compañerismo. Marido y otras condiciones negativas que enferman el alma de pe­
mujer compartiendo la misma vivienda, el mismo lecho, sadumbre.
pero cada cual encerrado en su mundo interior, padecien­
do los males de la soledad y la falta de diálogo. Pero la gran nota alentadora es que todos estos enemi­
gos están condenados a la derrota, si adoptamos una ac­
titud resuelta y sensata hacia la conquista de la alegría.
1. ¿Vives en soledad? ¿Por qué?
Todos podemos reducir nuestros pesares y aumentar
2. ¿Cuánto te brindas a los demás, en tu casa, nuestra dicha. Las páginas que siguen compartirán con­
en tu trabajo, o entre tus allegados? tigo las ideas más probadas y exitosas para el logro del
3. ¿Predomina el clima del diálogo en tu ma­ bienestar y la alegría.
trimonio? ¿Qué haces para cultivarlo? Entretanto, convengamos en que la verdadera alegría
20 21
A p esar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZ6N! Capítulo 2

es mucho más que el placer pasajero. Es el estado de sa­


tisfacción que renueva la vida, que mejora la salud, que
enriquece la convivencia, que acerca más a Dios ... Es el
EL PRECIO
bienestar del alma que nunca quisiéramos perder. Por­
que la alegría abre puertas, despierta el entusiasmo, ga­
DE LA
na amigos, embellece a la familia, y conserva un canto
de alabanza en el corazón.
ALEGRÍA
y para alcanzar esta codiciable experiencia, nada mejor
que entender la vida con sus necesidades, aceptarla con La alegría es accesible a todos. Es
sus luchas, y dominarla con la firme voluntad y la fuerza propia de una vida normal. Pero
del amor. Como lo dicen las siguientes palabras: hay un precio que pagar. ..

La vida es un desafío. Aft6ntalo.

La vida es un don. Acéptalo.


lo largo de los años, nuestros televidentes y radioyen­
La vida es una aventura. Ponla a prueba.

La vida es un deber. Cúmplelo.

A tes nos han escrito para describir su estado emocio­


nal, en busca de alivio y comprensión. Y con frecuencia,
La vida es una oportunidad. Aprovéchala.
sus historias contienen dramas que conmueven el cora­
La vida es un viaje. Eftctúalo.
zón, dramas que reflejan frustraciones, luchas y afliccio­
La vida es una promesa. Cúmplela.
nes; dramas que muestran cuánto cuesta ser feliz ...
La vida es una belleza. Alábala.

La vida es una lucha. Empréndela.


Notemos la síntesis de algunos de esos testimonios:
La vida es una meta. Alcánzala.
• "Vivo sola. Mi único hijo me ha abandonado. Tengo
La vida es una canción. Interprétala con alegría.
una honda depresión. ¿Para qué seguir viviendo?"
Cerramos este primer capítulo, extendiendo afectuosa­ • "El alcoholismo de mi marido ha matado la alegría de
mente la invitación central de la obra: "
nuestro hogar.
'A pesar de todo... ,ALÉGRESE TU CORAZÓNf"
• "Mi esposa me ha sido infiel, y se fue del hogar. Estoy
Sonríele a la vida.

solo para criar a mis seis pequeños hijos".


Canta una canción de gratitud.

Conserva el optimismo.
• "Nuestra casa es un infierno. Pasamos todo el día discu­
Desarrolla la fe.
tiendo".
Cultiva y comparte lo mejor que hay en ti.
• "Nuestro matrimonio ha ido empeorando con el tiem­
po. Mi esposo ha dejado de quererme, y mantiene una
relación extramatrimonial".
22 23
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZ6N! EL PRECIO DE LA ALEGRÍA

• "Mis padres no me comprenden. Me llevo mal con var, y con un hondo anhelo de alegría y bienestar. Desde
ellos. Quisiera irme de mi casa". que el hombre ha derramado su primera lágrima y ha su­
• ''Antes yo era una persona alegre. Ahora he perdido la frido su primer dolor, ha estado buscando ardientemente
costumbre de sonreír". la auténtica felicidad. Pero, ¿ha sido fácil esta búsqueda?

• "En mi desesperación, he intentado tres veces quitarme la vida".


• "Por lo general, comienzo anímicamente bien el día; pe­
CONSTRUCTORES DE LA ALEGRÍA
ro a las pocas horas ' mi temperamento me traiciona y No siempre es fácil descubrir y retener el secreto de la
tengo roces con los demás". alegría. Pero siempre existe el modo de acercarnos a ella.
• "Soy una persona depresiva. ¿Qué puedo hacer para sa­ Aun en los momentos de mayor tensión y dificultad, es
lir de este pozo?" posible conservar una dosis de buen humor o de fuerza
para evitar el abatimiento.
• "Estoy luchando para concluir mi carrera universitaria.
Pero a veces me pregunto para qué. ¿Conseguiré traba­ Al respecto, es ejemplar la actitud que supo mantener
jo, o terminaré manejando un taxi?" Abraham Lincoln durante los difíciles años de la guerra
• "Estoy tan apenada por las cosas que pasan en el mun­ civil norteamericana, entre 1861 y 1865. En septiembre
do, que ya ni escucho los informativos de la radio". de 1862 convocó con urgencia a su gabinete para una
sesión especial. Y cuando se reunieron todos sus miem­
• "Nuestra hija es madre soltera. Debemos mantenerla a bros, Lincoln les leyó el capítulo entero de un libro más
ella y a su hijito, y no sabemos cómo. Carecemos de re- bien cómico, que nada tenía que ver con la índole de
cursos economlCOS .
I • "

aquella reunión.
• "Hace seis meses que estoy sin trabajo. Es una terrible Al término de la lectura, Lincoln se echó a reír abier­
angustia. Aunque nuestros hijos comen tres veces al tamente frente a la extrañeza y la molestia de sus minis­
día, mi esposa y yo sólo tenemos una comida diaria".
tros allí presentes. Entonces les dijo: "¿Por qué no se ríen
• "Mi marido era un gran fumador, y falleció de cáncer de ustedes también? Yo me moriría de tensión nerviosa si en
pulmón. Mi gran dolor ahora es ver que mi hijo no medio de esta guerra no supiera reír. Y ustedes necesitan
aprendió la lección, y sigue el mismo camino que su de esta medicina tanto como yo".
padre " .
¿No hay en estas palabras sensatez y sentido común?
• "Envidio la alegria de los demás, y no sé cómo ser alegre En toda ocasión, pero especialmente en los momentos de
yo mismo". mayor tensión y perplejidad, todos necesitamos ver la
Estos testimonios verídicos son apenas una pequeña parte feliz de la vida. Y la persona que lo consigue, siem­
muestra de los mil problemas que abaten el espíritu de la pre lo pasa mejor y asegura más fácilmente su éxito social
gente. y así anda el mundo: con una pesada carga para lle- y laboral. Por eso, ningún empresario emplearía como

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A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZ6N! EL PRECIO DE LA ALEGRiA

ejecutivo de su empresa a alguien apático y melancólico; ra gue el aire sea saludable, debe evitarse su contamina­
y ningún joven elegiría como compañera de la vida a una ción; y para beneficiarnos con el sol, debemos exponer­
muchacha triste y negativa. Y si lo hicieran, cosecharían nos juiciosamente a sus benéficos rayos. Siempre hay gue
las consecuencias de tal error: el empresario arruinaría sus hacer algo.
negocios, y el joven malograría su porvenir. Lo mismo ocurre con la alegría de la vida. Es gratui­
La sociedad y la familia necesitan, pues, hombres y ta. No hay nada gue pagar por ella. Sin embargo, tiene
mujeres gue tengan la virtud de la simple alegría de vivir. un precio, tal como lo veremos en el resto del presente
y esta cualidad tan valiosa no proviene de afuera como un capítulo.
regalo. Comienza adentro. Se gesta, se anida y se reprodu­
ce en la mente, mediante el esfuerzo de la voluntad y la
1. El control del temperamento
resistencia hacia todo pensamiento sombrío. El sabio Sa­
lomón afirma gue una persona llega a ser según la índole Éste es parte del precio. Muchos se sienten víctimas de
de los pensamientos gue cultiva (Proverbios 23:7). su propia carga genética. Y consideran gue es de balde lu­
char contra sus inclinaciones naturales. Tales personas di­
Sí, somos lo gue pensamos. Por eso San Pablo declara:
cen: "No puedo dominar mi genio; ése es mi modo de ser.
"Todo lo gue es verdadero, todo lo honesto, todo lo jus­
Soy flemático [o colérico, o sanguíneo]; y esto malogra mi
to, todo lo puro, todo lo amable, todo lo gue es de buen
convivencia y mi felicidad".
nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza,
en esto pensad" (Filipenses 4:8). En realidad, el temperamento gobierna mayormente la
vida de guien así lo permite. Pero guien no busca excusa
¿Queremos ser íntegros? Alberguemos enton­ para sus defectos, y hace algo para combatirlos, descubre
ces pensamientos de justicia y honradez. gue es posible crecer y mejorar. Y mientras crece y mejo­
¿Queremos ser puros y amables? Cultivemos ra, la alegría se instala en el alma. Un aire de victoria do­
pensamientos sólo de esa índole. ¿Queremos mina su ser, y el reconocimiento a Dios aflora en sus la­
disfrutar de alegría? Entonces atesoremos bios. En la tal persona, el precio de la alegría no es otro que
sentimientos de gozo, de satisfacción y con­ el dominio de su temperamento.
formidad. Y nos asombraremos de los resul­
tados. La batalla de la alegría se gana dentro
del corazón. El reconocimiento del vencedor
"Cuando comprendí gue mi temperamento
CUÁNTO CUESTA LA ALEGRÍA me dominaba y me causaba frecuentes pro­
No cuesta nada. Es gratuita. Como el agua, el aire y el blemas, me dije a mí mismo: 'Así no puedo
sol. Pero para beber el agua, se necesita una cañería; pa- ser feliz. Debo cambiar'.
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A pesar de todo... ¡ALEGRESE TU CORAZÓNI EL PRECIO DE LA ALEGRÍA

"Entonces hice mi parte: me esforcé cuanto 3. El orden general


pude. Pero especialmente pedí la ayuda de Numerosas personas afirman: "Cada uno es feliz a su
Dios, y él me cambió. Como fruto de ello, manera". Y con ello dan a entender que no existe norma
o principio para regular la felicidad. Equivaldría a decir
hoy tengo paz y alegría en mi corazón".
que cada uno viva como mejor le plazca, con tal de ser fe­
liz. Pero en realidad, ¿sería esto posible? ¿No se advierte en
2. Un buen enfoque de la vida este pensamiento una actitud egoísta? Nadie podría vivir
según su antojo personal, y a la vez sentirse bien consigo
¿Surge la felicidad por generación espontánea? ¿De­ mismo y con los demás.
pende del azar, del ambiente circundante, o de los vaive­
Por cierto, el camino hacia la satisfacción personal
nes anímicos? No. Depende más bien de una correcta
puede ser muy variado. Uno puede disfrutar cultivando
decisión personal, acompañada de una conducta conse­
algún deporte, mientras que el otro disfruta leyendo un
cuente.
buen libro. Uno se goza viajando y conociendo el mun­
Un enfoque acertado de la vida consiste, por ejemplo, do, en tanto que el otro es feliz en su casa cuidando las
en adoptar una actitud mental positiva, en la cual se apro­ plantas del jardín. Uno es amante del estudio; el otro es
veche todo lo bueno y constructivo que nos rodea. El re- . amante de la vida social. Uno se deleita escuchando mú­
sultado de tal modalidad será una mayor fortaleza emocio­ sica clásica, mientras que el otro gusta de la música popu­
nal y espiritual. Entonces, aun frente a los diversos reveses lar. Uno goza con su profesión intelectual; el otro es feliz
diarios, sabremos conservar la calma y el buen ánimo. con su trabajo artesanal. Uno vive tranquilo con su sala­
rio mensual, mientras que el otro prefiere su actividad in­
Otro "buen enfoque de la vida" es la firme determina­
dependiente. En este sentido, sí podría decirse que "cada
ción para cultivar el hábito de la alegría. Algo tan impor­
uno es feliz a su manera" . Sin embargo ...
tante como el bienestar del espíritu sólo se logra median­
te tenaz insistencia. Cuando a un exitoso industrial le pre­
guntaron cómo había alcanzado ese elevado grado de ... existen ciertos reqUIsitos básicos, sin los
cuales la alegría no podría permanecer. Allí
prosperidad, él respondió: "Fracasando". Quien había
está, por ejemplo, el orden mental, que evi­
aprendido de sus propios fracasos, terminó siendo un em­
ta la confusión; el orden laboral, que evita
presario de marcado éxito. ¿No ocurrirá otro tanto en la
la ansiedad; el orden moral, que evita la
búsqueda esmerada de la alegría? Sí. Hoy podemos fraca­
culpa interior; el orden económico, que
sar elaborando nuestra dicha; pero con perseverancia ma­
evita el despilfarro; el orden familiar, que
ñana podemos conseguirla. evita los roces y los mutuos reproches. Tal
En conclusión, la verdadera alegría requiere un enfoque ordenamiento de la vida propende al bie­
inteligente de la vida. nestar y la alegría.
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A pesar de todo... ,ALÉGRESE TU CORAZ6N! EL PRECIO DE LA ALEGRÍA

Cierto hombre de negocios, agobiado por sus preocu­ más. ¿Cómo podría sentirse feliz, por ejemplo, la mujer
paciones de trabajo, fue a consultar al destacado psiquia­ incomprendida por su marido; o bien el hombre incom­
tra Guillermo Sadler. y mientras hablaba de su problema prendido por su esposa?
con el médico, en los primeros diez minutos éste tuvo tres
La incomprensión es una de las peores trabas para la
llamados telefónicos, a los cuales atendió hasta dar solu­
buena convivencia. Porque "incomprensión" es sinónimo
ción a los problemas que le presentaban.
de incapacidad para colocarse en el lugar del prójimo; es
Al finalizar la tercera conversación telefónica, el pa­ ausencia de simpatía o de sensibilidad humana. Y de estas
ciente dijo: "Doctor, en estos pocos minutos creo que he características está lleno nuestro mundo. ¿Podríamos en­
adivinado lo que anda mal en mi vida. El dar por termi­ tonces asombrarnos de la indiferencia, la hostilidad y la
nado cada asunto que se presenta, como lo he visto en us­ agresividad que se advierten en nuestros días?
ted, y el tener ordenado el escritorio, es lo que yo necesi­
to apren d er" . Un niño de pésima conducta en la escuela había ago­
tado la paciencia de su maestra. Un día ella lo llevó apar­
A las seis semanas, el mismo hombre volvió a ver al te, y le habló de esta manera: "¿Por qué te comportas tan
Dr. Sadler, y le dijo: ''Antes tenía tres mesas de trabajo
mal?" A lo que el chico contestó: "Yo sé que soy malo.
en dos oficinas diferentes, y siempre estaba sobrecarga­
Pero a veces trato de hacer las cosas bien; sólo que nadie
do de tareas. Ordené todas mis cosas, y ahora tengo una·
lo nota". Al escuchar estas palabras de su alumno, la
sola mesa. Además, arreglo los asuntos ni bien se me
maestra quedó pensativa y se propuso hacer algo por él.
presentan; y lo maravilloso es que no observo la menor
falla en mi salud". Entonces le dijo: "Tú no eres un niño malo. Tengo con­
fianza de que cambiarás, y yo te ayudaré". Al poco tiem­
Gracias al ordenamiento de su vida y de su trabajo, es­ po el niño cambió por completo. Las palabras compren­
te hombre recuperó su salud mental y su bienestar gene­ sivas de su maestra habían dado excelente resultado. A
ral. Y sólo así llegó a ser una persona tranquila y feliz. partir de entonces hubo alegría en el corazón del niño y
Conclusión: el precio de la genuina alegría es una vida or­ de su maestra.
denada y organizada.
Muchos niños y adultos se sienten tristes por falta de
apoyo y comprensión. Pero su estado emocional y su
4. Más comprensión comportamiento podrían cambiar -como en el caso na­
Con frecuencia escuchamos expresiones como éstas: rrado-, si tan sólo fueran comprendidos, y si a su vez
"La gente no me comprende". "Mis padres no me com­ ellos mismos supieran comprender a los demás. Entonces,
prenden". "Los profesores no comprenden a sus alum­ los tales aumentarían en madurez y alegría de vivir. La ge­
nos". y la persona que tiene esta convicción vive descon­ nerosa comprensión es clave en la buena convivencia, y es
tenta y tiende a sentirse víctima del maltrato de los de­ también el precio de la dicha individual.
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A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZ6N! EL PRECIO DE LA ALEGRÍA

5. Un corazón agradecido tierra, colocó junto a la ruta un cartel de buen tamaño,


A una ancianita le preguntaron cómo se sentía. Y su con esta extraña leyenda: "Regalaré este campo al hom­
respuesta fue: "Tengo muy pocas fuerzas, y ni siquiera bre que demuestre estar satisfecho en su vida". A las po­
tengo dientes para masticar. Pero gracias a Dios los dos cas horas un forastero se detuvo en el lugar, leyó deteni­
únicos dientes que me han quedado están uno debajo del damente el curioso cartel, y llamó a la puerta del gran
otro, y así algo puedo masticar". ¡Admirable espíritu de benefactor. "Señor -le dijo-, ya que usted quiere re­
resignación, y también de gratitud! Por eso la ancianita no galar este campo a una persona que viva satisfecha, pue­
se quejaba, aceptaba su suerte con valor, e incluso daba de regalármelo a mí. Yo tengo un buen pasar. Tengo sa­
gracias a Dios. Quizá sin advertirlo, ella había descubier­ lud y vivo contento". Entonces el sagaz hombre de cam­
to parte de la fórm ula del corazón contento. po le preguntó: "¿De veras que usted vive satisfecho?" Y
La persona ingrata tiende a ser insensible y orgullosa. ante la respuesta afirmativa del forastero, el hacendado
Incapaz de valorar cualquier favor o apoyo recibido, no sa­ le dijo: "Si de veras usted está satisfecho, ¿para qué quie­
be agradecerlo como corresponde. Y en su egoísmo siste­ re entonces este campo.,"
mático, termina siendo un ser insatisfecho y descontento. ¡Cuántos se parecen al viajero del relato! Tienen de
¡Cuánto mejor se siente la persona agradecida, que todo. Nada les falta. Pero quieren más. Y en lugar de dis­
sabe pronunciar la palabra oportuna de valoración! Gra­ frutar con lo que tienen, se llenan de una necia ambi­
titud hacia los padres, hacia los hijos, hacia los amigos, ción material que los consume. Con lo cual arruinan su
los maestros, los familiares, los vecinos, los colegas ... Y alegría, y se vuelven seres insatisfechos y codiciosos.
sobre todo a Dios, de quien recibimos numerosas ben­ ¡Cuán fácilmente se puede perder la cabeza por la exce­
diciones cada día, sin las cuales la vida no sería posible. siva ambición!
Hace bien, mucho bien al alma cultivar el espíritu de
Dijo San Pablo: "He aprendido a contentarme, cual­
agradecimiento. Con razón San Pablo aconseja: "Dad
quiera que sea mi situación" (Filipenses 4:11). Estaba
gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios" (1
contento cuando tenía abundancia, pero también en su
Tesalonicenses 5:18).
hora de necesidad. Emprendedor y progresista como era,
Expresar gratitud es como obsequiar un regalo. Produ­
e! apóstol no se dejó marear por e! materialismo ni se de­
ce alegría en quien lo recibe, pero igualmente en quien lo
salentó en sus días de escasez. Lo que sí cultivó en todo
da por amor. Aparece la sonrisa en el receptor, pero tam­
momento fue la riqueza de su espíritu, y así fue feliz.
bién en el dador. Por eso, podemos afirmar que el precio
de un espíritu alegre y maduro es el coraz6n agradecido. y lo que experimentó San Pablo, lo puede experimen­
tar todo cristiano en la actualidad: e! encuentro del gozo
por vía de! alma, y no del dinero. El precio de la verdade­
6. Ambiciones correctas ra alegría es, pues, la riqueza espiritual como meta superior
Cierto estanciero, dueño de grandes extensiones de de la vida.
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A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓNI EL PRECIO DE LA ALEGRÍA

7. Armonía familiar da día mediante actitudes maduras de afecto, generosi­


Éste es un aspecto de primordial importancia. Forma dad, comprensión y buena voluntad. Lo contrario de es­
parte ineludible del precio de la verdadera alegría. to, que es ausencia de verdadero amor, siempre da origen
a insatisfacción, incomunicación y desavenencias en la
• Hijo excelente convivencia familiar.
Una señora radiante de alegría, me pasó un sobre y me Como se ve, entonces, el precio de la alegría individual
dijo: "Por favor, lea esta carta que acabo de recibir de mi y familiar es la armonía del hogar.
hijo". Y al leerla, me encontré con las expresiones más ca­
riñosas que un hijo podría escribirle a su madre. Allí ha­
bía palabras de gratitud, de amor filial y de sentida nos­ Para el autoexamen
talgia. ¿Qué más podía pedir esa mujer de su h ijo, mien­ l. Por mi modo de ser y de actuar, ¿contribu­
tras él permaneciera por un tiempo en el extranjero? yo a la armonía y la alegría de mi familia?
•Pareja feliz ¿Qué influencia ejerzo dentro de mi hogar?
Un hombre cuenta: "Mi esposa y yo vivim os con ar­ 2. ¿Sé demostrar a los miembros de mi familia
monía. Nos amamos y nos ayudamos mutuamente. Eso el mismo afecto que deseo recibir de ellos?
es lo que más nos mantiene unidos como esposos y co­ 3. ¿En qué radica mi mayor dificultad (como
mo padres." padre, madre o hijo) para comprender a mis
•Matrimonio con problemas seres queridos?

Dos esposos de mi conocimiento discuten y pelean


con frecuencia. Les cuesta ponerse de acuerdo. Hoyes él, Resumiendo...
y mañana es ella quien desea imponer obstinadamente su Alguien que atravesaba diversos problemas y tenía su
voluntad. Con semejante inmadurez, casi siempre viven alma apenada, preguntaba con ansiedad: "¿Puede decirme
tensos e incomunicados. dónde se vende ese bendito producto, que se llama felici­
De los tres casos mencionados, los dos primeros reve­ dad?" De algún modo, este capítulo ha intentado ofrecer
lan cómo el cariño de un hijo yel amor entre los esposos una respuesta a esta pregunta.
pueden hacer feliz un hogar. En cambio, la obstinación y La alegría de la vida no se compra: es gratuita. No se
la falta de armonía conyugal-que se advierten en el ter­ mendiga: se la consigue con tesón y constancia. Tampoco
cer caso-, son causa frecuente de hogares dividid os. ¿Por es un bien que se estanca: es un estado radiante que crece
qué? Porque en tales casos lo que prevalece es el egoísmo, a medida que se expresa. Y para alcanzar este grato bienes­
el cáncer mortal de la felicidad humana. tar, aquí está el "precio" a modo de resumen:
La armonía familiar, esencial como es, se construye ca- l. E l dominio del temperamento y el control de los sentimien­
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A pesar de todo... ,ALÉGRESE TU CORAZ6N' Capítulo 3

tos. Cambiar es crecer; y crecer es alegrarse de veras.


2. Un enfoque sensato de la vida, con la actitud positiva de
aquel que valora las bellezas que le rodean. También la
EL PODER
insistencia tenaz produce buenos resultados.
3. La vida ordenada y organizada: orden en la mente, en
TERAPÉUTICO DE

el trabajo, en la moral, en la economía, en la familia.


El desorden produce confusión e intranquilidad, e im­
LA ALEGRÍA
pide la sana alegría de vivir.
La mente ejerce una influencia
4. La comprensión. Éste es otro requisito de la alegría.
poderosa sobre el cuerpo. La
Cuando sabemos ponernos en el lugar de los demás,
nos sentimos mejor de ánimo. Y cuando los demás alegría contribuye al bienestar
proceden así con nosotros, experimentamos placer y físico y mental. Diversos ejemplos
bienestar. así lo confirman.
5. El espíritu agradecido también forma parte de este pre­
cio. "Dad gracias en todo", aconseja San Pablo. Expre­ on frecuencia, los verdaderos motivos por los cuales
sar agradecimiento es como entregar un regalo. Produ­
ce alegría en quien lo recibe, pero también en quien lo
C la gente recurre al médico, obedecen a los sentimien­
tos de soledad, de tristeza, de culpa, de angustia, de aba­
da.
timiento, de frustración y de temor. Sin embargo, por lo
6 La superación del espíritu. Mientras la actitud materia­ general estos sentimientos permanecen encubiertos bajo
lista crea insatisfacción, la riqueza del alma produce los más diversos síntomas que suele relatar el paciente.
alegría genuina.
En el terreno físico, tales síntomas pueden ser dolor de
7. Finalmente, la armonía familiar, basada en el amor de­
cabeza, de espalda o de estómago, como también insom­
sinteresado, es un factor vital de felicidad . Un hogar
nio, mala digestión, alergias, problemas de la pie! Y otros
unido y armonioso produce corazones alegres.
trastornos mayores. Y en el terreno emocional podrá apa­
recer la falta de iniciativa, e! desgano para el trabajo, o un
y tras este multifacético precio de la alegría de vivir, estado dominante de disconformidad.
cabe que nos preguntemos: ¿Bastará esto, o habrá que ha­
El siguiente ejemplo resulta muy ilustrativo sobre e!
cer algo más? Lo que falte, ciertamente lo podrá suplir el
particular. María, una muchacha de 25 años de edad, co­
divino Autor de la alegría. Con él, el alma vibra de con­
menzó a sentir fuertes dolores en el abdomen. Así que fue
tentamiento. ¡Vale la pena probarlo!
a ver al médico en busca de alivio. Y en la conversación
que mantuvieron, María no pudo disimular el odio que
sentía hacia una de sus compañeras de trabajo, y lo difícil
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37
A pesar de todo... ,ALÉGRESE TU CORAZÓNI EL PODER TERAPÉUTICO DE LA ALEGRÍA

que se le hacía trabajar con ella en la misma oficina. la enferm edad. ¡Cuán notable es la capacidad terapéutica
Entonces el médico, comprendiendo la situación, le de la alegría! Ah uyenta los malestares del cuerpo y los do­
habló a la joven con total franqueza, y le hizo ver la ver- . lores del alma. Tiene la admirable fuerza inmunológica y
dadera causa de su problema de salud. La tranquilizó di­ p reventiva que p ro longa la salud. ¿No lo has notado en
ciéndole que físicamente estaba bien, y que ni pensara en tu propia experiencia? Sí, cuando por alguna razón tú te
operación. Luego el médico le explicó que su odio, unido sentiste abatido, aparecieron diversas molestias en tu or­
a su angustia y amargura, era la causa real de sus intensos ganismo. Pero por el contrario, cuando una ráfaga de fe­
dolores abdominales. y cuando María modificó sus senti­ licidad se metió en tu corazón, te sentiste sano y fuerte.
mientos, desaparecieron sus temibles dolores. El "medicamento" de la alegría realizó esa cura milagro­
sa. A todos nos pasa lo mismo, por más fríos y raciona­
Sus síntomas y malestares físicos ten ían una causa
les que parezcamos ser.
emocional. Y cuando ésta desapareció, la joven se recupe­
ró. Enterró su odio y su angustia, y en reemplazo emer­
gieron la salud y la tranquilidad. Y con esa sensación de REMEDIO EFECTN O
bienestar aumentó aún más su vitalidad orgánica. Desde la antigüedad, el sabio Salomón escribió: ceEI co­
razón alegre constituye buen remedio; mas el espíritu triste
Esta poderosa influencia de la mente sobre seca los huesos" (Proverbios 17:22). Otras versiones de es­
el cuerpo se destaca también en aquel niño ta declaración dicen:
pobre, quien yacía enfermo en la cama. El "El estar alegre conserva la salud. Es una muerte lenta es­
Dr. Ricardo Gutiérrez, que le tenía especial tar triste todo el tiempo" (Good News Bible).
afecto, examinó detenidamente al pequeño
"El corazón alegre sana como medicina, pero el espíritu
y descubrió la raíz de su enfermedad. Enton­
abatido enferma" (La Biblia al día; paráfrasis).
ces, casi sin hacer comentario, salió de la hu­
milde vivienda, y a las pocas horas regresó Siendo que la experiencia individual y la ciencia médi­
trayendo los remedios. Y los "remedios" eran ca confirman esta antigua declaración, ¿no debería existir
mayormente juguetes, muchos juguetes para en todos un especial empeño para conservar la alegría del
el niño. Cuando el buen médico se despedía espíritu? Pero ¡qué extraño! En general, preferimos ingerir
de su pequeño paciente, que ya tenía su ros­ medicamentos para sentirnos físicamente bien, en lugar
tro iluminado por la alegría, le dijo a su ma­ de utilizar la terapia gratuita y efectiva de la simple alegría
dre: "Señora, su hijo, más que enfermo, es­ de vivir. De hecho , no estamos en contra de los fármacos
taba triste". adecuados, salvadores de tantas vidas humanas. Pero de
manera particular, ¿por qué no utilizar ese otro remedio y
preventivo de muchas dolencias, que embellece la vida, y
Cuando la alegría invadió aquel corazón infantil, cesó que se llama Corazón Alegre?
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A pesar de todo... ,ALÉGRESE TU CORAZ6N! EL PODER TERAPÉUTICO DE LA ALEGRÍA

Fue también el rey Salomón, quien escribió: "El cora­ siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!" (Filipenses 4:4).
zón alegre hermosea el rostro; mas por el dolor del corazón "Estad siempre gozosos" (1 Tesalonicenses 5: 16). Quien
el espíritu se abate" (Proverbios 15:13). Ésta es otra ver­ tuvo razones para vivir sufriendo y penando, cultivó sin
dad digna del mayor énfasis. ¡Cuántos productos de la embargo la alegría, y desafió a los cristianos a vivir con
cosmética moderna se utilizan para embellecer el rostro! gozo y contentamiento. Tú y yo podemos tener motivos
Sin embargo, un corazón radiante de alegría hermosea para sentirnos tristes más de una vez. Pero sobre todo po­
más el rostro que el mejor maquillaje. La mirada se vuel­ demos descubrir buenas razones para disfrutar de alegría.
ve transparente, los labios transmiten una cálida sontisa, Todo dependerá de nuestra propia decisión.
y la expresión general denota belleza interior.

LAS HORMONAS DE LA FELICIDAD


l. ¿ Tienes tú un corazón alegre?
Nuestro organismo tiene la admirable capacidad de
2. ¿ Te esfoerzas por cultivarlo en todo momento? producir hormonas estimulantes, que contribuyen al bie­
3. ¿Has comprobado en tu vida que la alegría pro­ nestar general de la persona. Estas sustancias reciben el
mueve la salud? nombre genérico de "endorfinas" que, entre otras funcio­
4. ¿Cómo te ves cuando sonríes frente a un espe­ nes, promueven la salud, fortalecen el sistema inmunoló­
jo? gico y producen la agradable sensación de sentirnos bien.

5. Cuando te sientes abrumado por un problema, Las endorfinas se desarrollan en el cerebro, como
¿recuerdas que lo puedes resolver mejor si retie­ asombroso resultado de los sentimientos positivos, tales
nes la alegría? como el gozo, el amor, la gratitud y la fe. Inversamente,
los sentimientos negativos, como el desánimo, el temor, el
odio, el resentimiento y la ira, cuando son prolongados
Una señora amiga nos decía: "Me gusta vivir con ni! impiden la producción de endorfinas, y consecuentemen­
marido, porque a su lado siempre hay alegría. Es una per­ te aumenta la aparición de la enfermedad.
sona feliz, y nos alegra a todos en el hogar". ¿No es éste
Es evidente, entonces, que una actitud emocional po­
un testimonio revelador? Sí, todos funcionamos mucho
sitiva es garantía de salud y bienestar. Al punto de que po­
mejor, dentro y fuera del hogar, cuando damos y recibi­
dría decirse: "Dime qué sentimientos abrigas en tu alma,
mos muestras de alegría. El espíritu alegre, con la risa que
y te diré cuál será tu salud". Este mismo concepto ya ha­
le acompaña, es un importante factor de salud. Combate
bía sido destacado muchas décadas atrás por Elena de
la tensión emocional, mejora la digestión, reduce las úlce­
White quien, como precursora en la materia, escribió:
ras de estómago y tonifica todo el organismo. Es señal de
inteligencia, pues, conservar contento el corazón.
"Las penas, la ansiedad, el descontento, el re­
Por eso San Pablo aconseja: "Regocijaos en el Señor mordimiento, el sentimiento de culpabili­
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A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓNI EL PODER TERAPÉUTICO DE LA ALEGRÍA

dad y de desconfianza menoscaban las fuer­ universidad durante el día. Pero la solicitud le fue dene­
zas vitales, y llevan al decaimiento y a la gada. A los pocos días debió ser internada en el hospital
muerte". Pero en contraste, la misma autora con un fuerte dolor en el costado, imposibilitada de co­
añadió: "El valor, la esperanza, la fe, la sim­ mer, y con una fiebre que llegaba a los 41 grados. Sin em­
patía y el amor fomentan la salud y prolon­ bargo, no se le encontró ninguna enfermedad.
gan la vida. Un espíritu satisfecho y alegre es
como salud para el cuerpo y fuerza para el al­ Luego de unos días de descanso, por fin se le otorgó
ma" (El ministerio de curación, pág. 185). a la enfermera el turno de la noche que había pedido. Y
casi instantáneamente se sanó. Pudo entonces estudiar
de día y trabajar durante la noche, como había sido su
Frente a esta declaración, corroborada por los moder­
deseo. La alegría de haber conseguido lo que había soli­
nos estudios científicos, ¿no debería ejercerse una mayor
citado la curó de todos sus males. ¡El poder terapéutico
disciplina mental, a fin de asegurar una mejor salud? Los
de la alegría! ¿Quién lo podría negar?
sentimientos constructivos, la alegre convivencia con los
demás, la estima propia y el valor ante las pruebas de la
vida son productores de las maravillosas endorfinas, que EL BUEN HUMOR Y LA TRANQUILIDAD
dan felicidad al alma y salud al cuerpo.
"¡Mis nervios me dominan!" "¡Ando muy mal de mis
nervios!" Tales son las expresiones de numerosas mujeres
• Como ilustración de los párrafos anteriores, podría­
que carecen de dominio propio o de autocontrol. Y vícti­
mos recordar lo que narra E. S. Jones en una de sus obras.
mas de su propia debilidad emocional, viven insatisfechas
Cuenta él que un hombre comenzó a sentirse muy mal
consigo mismas, afligidas y disminuidas en su conviven­
mientras hacía su primer viaje en avión: su corazón le fa­
cia con los demás. Carecen de buen humor. La ansiedad
llaba, le faltaba el aliento, la altura era demasiado elevada
las consume, y la tensión emocional las quebranta.
para él. Entonces el médico que lo asistía, le preguntó
dónde vivía. Y el hombre contestó que vivía en la ciudad Ya los hombres no suele irles mejor. Un elevado por­
de Méjico. Cuando el médico le informó que sólo estaban centaje de ellos sufre de constante preocupación y de es­
volando a 700 metros de altura, y que la ciudad de Méji­ trés laboral. Su mente está obsesionada y perturbada por
co estaba a más de 2.000 metros, el hombre se recuperó diversos problemas. Por lo tanto, los tales también care­
inmediatamente. Su terrible pánico lo había llevado al cen de buen humor. Tal vez, sus expresiones más comu­
borde de la muerte. Pero luego su tranquilidad le devol­ nes sean: "¡Cuánta mala sangre debo hacerme en el traba­
vió la salud. jo!" "¡Qué difícil está todo!"
• Otro caso parecido, narrado por el mismo autor, es
el de aquella enfermera que solicitó en su hospital que le Como resultado de esta condición típica de
permitieran trabajar de noche, a fin de poder asistir a la quejas, cuando no de inmadurez, a menudo
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A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓNI EL PODER TERAPÉUTICO DE LA ALEGRÍA

surgirán los desencuentros y las desavenen­ tal caso lo tendrían que sepultar en e! mar. Sin embargo,
cias en e! vínculo matrimonial. Ella se senti­ en prevención de lo que podría sucederle, e! Sr. Haney ob­
rá sola e incomprendida, sin e! afecto y e! tuvo el permiso de la compañía naviera para llevar su pro­
apoyo de su marido. Y en su soledad, quizá pio ataúd. ¿Y qué talle fue al viajero? Disfrutó tanto de su
sufra de amargura y desaliento bajo e! peso paseo, y se olvidó tanto de sus dolencias y sus preocupa­
de su carga familiar.
ciones, que al finalizar el viaje tenía ¡cuarenta kilos más de
peso! Por supuesto, se curó de su úlcera y debió deshacer­
En cuanto al hombre, su experiencia será
se de su ataúd. Al poco tiempo, el Sr. Haney volvía a ocu~
parecida. No encontrará afecto en su espo­
parse de sus negocios y a vivir en paz con su familia.
sa ansiosa y afligida. Y frente a tal insufi­
ciencia afectiva, ese esposo agobiado man­ Cuando él reemplazó su preocupación por la alegría y la
tendrá su mal humor y no se sentirá a gus­ tranquilidad del viaje, su grave dolencia desapareció. ¿No se
to en su casa. Como consecuencia, podrá advierte aquí una elocuente lección? ¡Qué poder tiene el es­
surgir en él un amor extramatrimonial. y píritu alegre y satisfecho! Calma los nervios, mejora la sa­
de allí al rompimiento del hogar podrá ha­ lud general, y asegura la buena convivencia familiar.
ber apenas un paso.
La alegría de vivir ahuyenta la enfermedad
A esta dase de fracaso se puede llegar cuando el descon­ mental. El alienista Isidro Más de Ayala es­
trol emocional, e! mal humor y el desamor dominan la vi­ cribió: "No conozco un solo caso de una perso­
da de una persona, o de ambos cónyuges dentro de! hogar. na feliz que haya enloquecido ':

UN CASO REVELADOR LA POSICIÓN DE LOS LABIOS


En contraste, el buen humor y el espíritu sereno afian­ A esta altura de nuestras consideraciones, cuando ad­
zan e! bienestar y mejoran la salud de todo e! grupo fami,.. vertimos la enorme importancia de un espíritu alegre ­
liar. El Sr. Haney, según cuenta Dale Carnegie, sufría de y también la necesidad de poseerlo-, es útil que nos
úlcera duodenal. Siempre vivía preocupado y malhumo­ preguntemos cómo conseguir esta virtud. Veamos esta
rado. De acuerdo con la opinión de los médicos, e! avan­ simple receta.
zado estado de su dolencia era incurable. Así que junto
Un psiquiatra del estado de California parece haber
con la nueva dieta y e! reposo absoluto que le prescribie­
descubierto un método sencillo pero efectivo para mejo­
ron, también le aconsejaron que hiciera su testamento.
rar la salud emocional. Su prescripción es la siguiente:
Viéndose así desahuciado, e! Sr. Haney decidió hacer "Sonría, mantenga la sonrisa, nunca deje de sonreír. Si us­
otra cosa: invertir sus ahorros realizando un viaje en barco ted mantiene hacia arriba las comisuras de los labios, no
alrededor del mundo. Los médicos le advirtieron que en puede sentirse melancólico". Quizá esta indicación parez­
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A pesar de todo... ,ALÉGRESE TU CORAZÓN! EL PODER TERAPÉUTICO DE LA ALEGRÍA

ca infantil y hasta ridícula. Pero antes de rechazarla, ¿no rario metalúrgico había gastado ya todos sus ahorros y se
valdría la pena probarla? Muchos se han sorprendido al había endeudado en varios sueldos. Sus acreedores no só­
seguir esta simple receta. El persistir con los extremos de lo no le fiaban más, sino que lo habían amenazado con
los labios hacia arriba, esbozando una sonrisa natural, me­ embargarle sus bienes personales. Y entretanto su mujer
jora el tono emocional de la persona. seguía enferma, el hombre no tenía con qué hacer frente
Interrumpe la lectura y haz la prueba. Al principio a su abultada deuda.
cuesta un poco, ¿verdad? Pero al insistir se nota el buen Para entonces, el capataz de la fábrica donde trabajaba
resultado. Lo difícil de la receta consiste en p racticarla de notó que este operario ya no rendía como antes. Más aún,
manera continuada. Pero es efectiva, porque responde al sus manos le temblaban y hasta con frecuencia se le caían
principio psicológico de que el cambio del comporta­ las herramientas. Yel pobre hombre, con la idea de aliviar
miento modifica los sentimientos. Y a su vez, el cambio su angustia, solía emborracharse.
de los sentimientos mejora el comportamiento general.
Cuando el capataz se enteró de la desgracia de su su­
D e este modo, se potencian entre sí la acción y el senti­
balterno, simpatizó con él. Ese mismo día habló con el
miento, lo cual redunda en un mayor bienestar personal. gerente de la fábrica. Y tras considerar el problema y re­
y cuando finalmente aparece la alegría -con la ayuda pasar los buenos antecedentes del operario, lo llamaron y
del método comentado-, es imposible disimularla. Co­ le informaron que la empresa se haría cargo de todas sus
mo les ocurrió a aquellos dos hombres que acababan de deudas. ¡El hombre no podía creer la noticia! Le parecía
descubrir oro en una región desolada. Cuando regresaron mentira lo que estaba oyendo. Enjugó sus lágrimas, y su
al pueblo para organizar la explotación del precioso metal rostro quedó iluminado por la alegría que hada tiempo
recién descubierto, los dos compañeros juraron no decir había perdido.
el secreto a nadie. Sin embargo, el día cuando emprendie­ Lo notable fue que a partir de ese momento, el hom­
ron el viaje hacia la zona del oro, se les sumaron nada me­ bre recobró su vigor físico y sus manos dejaron de tem­
nos que ¡trescientas personas! ¿Cómo se habían enterado blar. Volvió a rendir en el trabajo como en sus mejores
del "gran secreto"? Simplemente, por el rostro feliz y ra­ tiempos. Hasta su esposa sanó de su enfermedad, y su
diante de los dos descubridores. hogar volvió a conocer la felicidad. El buen estado aní­
mico les cambió la vida.
El gozo del corazón no se puede esconder. El
¿Estás pasando por un momento difícil o penoso? No
rostro y la mirada lo revelan claramente.
permitas que el dolor te consuma o que tu salud se dete­
riore por ese motivo. Dibuja en tu rostro un matiz de ale­
EL HOMBRE QUE RECUPERÓ LA ALEGRÍA gría; arranca de tu alma una nota de confianza en Dios.
Cuando en medio de la noche aprendemos a observar las
Debido a una seria enfermedad de su esposa, un ope- estrellas, la noche no parece tan oscura.
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A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN! EL PODER TERAPÉUTICO DE LA ALEGRÍA

Dijo Nehemías, el gobernador y dirigente hora de la prueba, la aflicción o el infortunio, siempre es


religioso de su pueblo: "El gozo del Señor es mejor el valor que la cobardía, el gozo anticipado del al­
vuestra fortaleza" (Nehemías 8: 10, N RV ma que la inútil autocompasión. Siempre es mejor, mu­
2000). La alegría profunda que da D ios ase­ cho mejor confiar en Dios y pedir su fuerza que abando­
gura la "fortaleza" del cuerpo y d el alma del
narse en m edio de la dificultad. En la cárcel del dolor,
creyente.
¿quién mejor que nuestro Padre para infundimos gozo y
asegurarnos plena libertad del mal?
EN LA HORA DE LA PRUEBA
Se encontraban encerrados en el calabozo de mayor se­ CLAVES PRÁCTICAS
guridad, con los pies en el cepo, como criminales de gran
El D r. Carlos Iacovone ofrece los siguientes consejos
peligrosidad. Pero en realidad eran inocentes. Y allí esta­
ban, en esa inmovilidad y en ese encierro insoportables: para disfrutar de la vida con alegría. Adaptados como es­
con dolor, con hambre y en completa oscuridad. Eran el tán, p ueden muy bien Sllmarse a las páginas previas de es­
apóstol San Pablo y su compañero Silas. En su lugar, otros te capítulo, a fin de señalar mejor el bienestar del corazón.
presos habrían clamado, gritado y maldecido. Pero ellos,
en cambio, se pusieron a cantar. Y en la hora del canto y
l. No magnifique sus problemas.
del espíritu positivo llegó la liberación.
2. Desarrolle el sentido del humor.
Mientras estos dos valientes cristianos entonaban sus
canciones de fe, un terrible terremoto sacudió la cárcel y 3. No se preocupe demasiado por usted mismo.
se abrieron todas las celdas. Providencialmente, recupera­ 4. No viva apurado, ni sea obsesivo. Sea más sonriente y
ron así la libertad, y terminaron siendo honrados como
reflexivo.
personas inocentes. y esto que relata la historia bíblica
acerca de Pablo y Silas (Hechos de los Apóstoles, capítu­ 5. Acepte los cambios naturales e inevitables de la vida.
lo 16), es un notable ejemplo para todos los tiempos. 6. Evite todo pensamiento negativo o deprimente.
Quien conserve fuerte su ánimo y se apoye en el Altísimo,
7. Bríndese al prójimo y establezca lazos de amistad.
comprobará de veras "el poder terapéutico de la alegría" y
de la confianza en Dios. 8. Sea usted mismo. No viva de acuerdo con el libreto de otro.
En su encierro carcelario, Pablo y Silas no se dejaron 9. No se idealice como persona, ni idealice a los demás.
aplastar. Consideraron que era mejor cantar que llorar, y
10. Controle sus temores y sus ambiciones desmedidas.
orar que maldecir su suerte. Y su valerosa actitud fue al­
tamente recompensada: fueron sacados de la cárcel y su 11. No se exceda en su importancia propia.
corazón se llenó de gozo. Hasta hoy pasa 10 mismo. En la 12. Acepte sus fracasos sin perder la autoestima.
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A pesar de todo.. . ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN! EL PODER TERAPÉUTICO DE LA ALEGRÍA

Condensando lo dicho ... 6. El caso del operario abatido y enfermo que recupe­
ró su salud, muestra la importancia de la alegría como
1. Detrás de ciertos síntomas físicos que parecen reve­
fuerza curativa del cuerpo y del alma.
lar una enfermedad, a menudo se esconden estados emo­
cionales negativos que alteran la salud general. Éstos son 7. La valiente actitud de Pablo y Silas es un admirable
los verdaderos responsables de muchas dolencias. Por eso, ejemplo para los creyentes de todos los tiempos. Mientras
ni bien se superan las fallas emocionales desaparecen los soportaban aquel horrible encarcelamiento, se pusieron a
trastornos físicos. Recuerda: (A) el caso de María, quien entonar canciones de alabanza al Creador. N o pronuncia­
desterró el odio de su corazón, y se liberó de sus temibles ron palabras de queja o maldición. y mediante un provi­
dolores; y (B) la experiencia del niño que se curó de su en­ dencial terremoto, pronto recuperaron su libertad. Así
fermedad cuando su tristeza dio paso a la alegría. también, Dios nos libra hoy de penas y quebrantos cuan­
do nos gozamos en él y honramos su nombre.
2. El sabio Salomón tenía razón: "El corazón alegre
Cerramos este capítulo, recordando la máxima que afirma:
constituye buen remedio; mas el espíritu triste seca los
h uesos" (Proverbios 17:22). Realmente, la alegría de vi­
vir encierra un poder terapéutico para sanar y prevenir "Perdedor no es quien llega en último Lugar,
la enfermedad. De ahí que San Pablo aconseje lo que él sino quien no se atreve a competir':
mismo practicó: "Estad siempre gozosos" (1 Tesaloni­
censes 5: 16). En la carrera de la alegría, todos los competidores sa­
3. Las endorfinas son las "hormonas de la felicidad". len ganadores. Unos antes, otros después, en mayor o me­
Promueven la salud, y crean la agradable sensación de nor medida, todos llegan a la meta si perseveran. y como
sentirnos bien. El cerebro las produce, como resultado de resultado, mejoran su salud física, acrecientan su rendi­
los sentimientos positivos, tales como el gozo, el amor, la miento laboral, y refuerzan su convivencia general. ¿Có­
gratitud, la fe y la paz interior. mo entonces alguien podría dejar de competir en la fasci­
nante conquista de la alegría? ¡Participa tú también! ¡Te
4. El buen humor y el espíritu tranquilo afianzan el .
bienestar. Así lo demuestra la experiencia vivida por el Sr. espera una gran ganancia!
Haney, quien se libró de la muerte gracias al viaje de pla­
cer y despreocupación que realizó alrededor del mundo.
5. La sonrisa, aun forzada en un comienzo, puede des­
pertar la alegría y la salud emocional. Un cambio en el
comportamiento modifica los sentimientos. También, un
cambio en los sentimientos mejora el comportamiento
general. ¡Vale la pena mantener las comisuras de los labios
hacia arriba!
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50
Capítulo 4

INVASORES
DEL ALMA
Las actitudes erradas del alma
impiden el desarrollo de la alegría.
Invaden sutilmente el corazón con
indeseados resultados.

C ierto clérigo acababa de hacerse cargo de su nueva


parroquia. Y por esos días fue a visitar a una conoci­
da anciana de su feligresía, a quien le preguntó: "Si usted
tl~viera que darme un consejo antes de pronunciar mi pri­
mer sermón en la iglesia, ¿qué me diría?" Y la anciana le
respondió: "Sólo recuerde que cada persona que asista a la
iglesia para escucharlo, estará sentada junto a su propio
charco de lágrimas".
El clérigo entendió el consejo recibido. Él debía hablar
para infundir aliento, consuelo y esperanza a sus oyentes,
quienes en un sentido u otro, todos por igual, estarían
aquejados de algún dolor. Tal es, fue y será la condición
del espíritu humano. Todos tenemos nuestro propio
"charco de lágrimas". A veces disimulado, otras veces ex­
presado, allí está el dolor que lacera el corazón y que de­
manda un sorbo de alegría.
Con mayor o menor intensidad, tarde o temprano, to­
dos derramamos nuestras lágrimas, con las cuales inunda­
mos las cámaras de nuestro corazón. Y en tal estado, sole­
mos preguntarnos qué mal hemos hecho, por qué nos to­
ca sufrir así, y cómo podemos superar esa hora de pesar.

53
INVASORES DEL ALMA
A p esar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZ6N!

¿No te has formulado estas preguntas más de una vez? No tiende su mano para dar, sino para recoger. Todo lo
¿y cuáles fueron tus respuestas? Quizá no p udiste encon­ que busca en la vida es su beneficio personal. No sabe de
trar ninguna, ¿verdad? Y así seguiste con tu alma acongo­ abnegación ni de buena voluntad. Y así vive tristemente
jada y con tu mente nublada, buscando el modo de no enquistado en su propio yo.
naufragar en medio de la contrariedad. Sin embargo, en ¿Cómo podría tener verdadera alegría una persona con
un análisis sereno y sincero de las circunstancias, todos semejante mentalidad? Q uien vive sólo para sí termina en
podemos reconocer que muchos de nuestros padecimien­ el desprecio y la soledad. Lo que no tiene, lo codicia; lo
tos son el resultado de nuestras propias actitudes equivo­ que tiene, no lo comparte. ¡Pobre desdichado el hombre
cadas, que invaden nuestras almas y a veces hasta domi­ o la mujer egoísta! Está de más en el mundo. No ha
nan nuestra voluntad y nuestra conducta habitual. aprendido a vivir... La verdadera felicidad demanda la vic­
El presente capítulo estará dedicado a señalar estas ac­ toria sobre el egoísmo.

ti[lldes erróneas o "invasores" del espíritu, para descubrir


luego la manera de dominarlos y así disfrutar de alegría. Examínate con estas preguntas:
1. ¿Cuán a menudo pienso en el bienestar de los
PRIMER INVASOR: EL EGOíSMO demás?
No podría haber peor invasor que éste. Dondequiera 2. ¿Me considero una persona solidaria y generosa?
penetra, destruye la felicidad. Mientras el reconocido
psiquiatra Guillermo Sadler estaba atendiendo a una de 3. ¿Me siento feliz cuando puedo hacerle un favor
sus pacientes; ésta le dijo: "Sabe doctor, yo soy muy sen­ a alguien, o más bien rehúso hacerlo?
sible". A lo cual el médico respondió: "No, señora, lo
que tiene usted es que es muy egoísta". Ante tal declara­ SEGUNDO INVASOR: EL ORGULLO
ción, la mujer abandonó enojada el consultorio. Pero a
los diez días regresó. Y esta vez, con tono humilde le Éste es otro de los invasores que hacen estragos en el
confesó al Dr. Sadler: "Usted tenía razón. La causa de alma. Hijo mimado del egoísmo, el orgullo es otra forma
toda mi enfermedad radicaba en mi manera egocéntrica de egocentrismo. El orgulloso siempre piensa y habla bien
de encarar la vida" . de sí mismo. Se siente superior a los demás. Enfermo de
agrandamiento e importantismo, el orgulloso es arrogan­
Bien podría decirse que la mayor causa de las desgra­
te y vanidoso. Se goza contando su última conquista o su
cias humanas es el egoísmo, y que mientras este invasor
más reciente adquisición. Amante de la ostentación, y
no sea desalojado del alma, la alegría no podrá florecer. El
enemigo de la humildad, incurrirá en falsa modestia para
egoísmo es mezquindad, inmadurez, egolatría. Es la con­
disimular su engreimiento.
tracara del amor. Es el veneno desintegrador del alma ... El
egoísta no sirve a su prójimo; se sirve de él para escalar. Con una desmedida autoestima, el orgulloso se mueve
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A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓNI
INVASORES DEL ALMA

con ridículo narcisismo, esperando el reconocimiento de


TERCER INVASOR: LA ENVIDIA
los demás. Pero como posiblemente no reciba alabanza al­
guna, su orgullo herido lo hará sentir mal querido y des­ Éste es un astuto y sutil invasor, que logra penetrar en
preciado. Como resultado, su alma se cargará de disgusto el corazón desprevenido. Cuando otros vicios del alma
y pesar. Quebrará su paz interior, y se quedará sin la ale­ fracasan en su intento destructor, la envidia entrará sola­
gría de vivir que tanto buscaba. padamente para arruinar el bienestar y la alegría de la víc­
¡Cuán diferente es la experiencia de la persona genui­ tima. Cuenta una historia de la Edad Media que el tenta­
namente virtuosa! No necesitará agrandarse para nada, ni dor deseaba hacer caer a un famoso santo. Para ello, le fue
buscará el elogio ajeno. Elegirá la sencillez y el bajo perfil presentando las tentaciones más seductoras, pero sin ob­
como su forma natural de comportarse y de convivir. Sin tener éxito. Hasta que por fin el tentador se acercó al san­
ínfulas ni pretensiones de grandeza, será feliz con su equi­ to, y le susurró al oído: "¿Supiste que tu hermano fue
librio y m oderación. Desde la an tigüedad , el apóstol San­ nombrado obispo de Alejandría?" Y esta sola pregunta en­
tiago afirma: "Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los cendió la envidia del santo y lo llenó de amargura.
humildes" (Santiago 4:6).
¡Cuán fácilmente puede enfermarnos y envenenarnos
El orgullo conduce a la desdicha y a la autodestruc­ la envidia! Basta que el prójimo cercano obtenga alguna
ción. Como lo ilustra la fábula de la rana yel buey. Vien­ medida de éxito o de prosperidad, para que surja el envi­
do la imponencia del buey, la rana quiso ser igual a él. Y dioso que no podrá admitir que él se ha quedado atrás.
comenzó a tragar aire y a inflarse. Y en su sed de agranda­ Entonces resentido y disminuido, comenzará a desmere­
miento, siguió inflándose hasta que su cuerpo reventó. A cer y calumniar al triunfador. En lugar de esforzarse para
semejanza de la rana, ¡cuántos seres humanos se amargan superarse él también, se limitará a rebajar a quien lo supe­
y revientan fatalmente porque viven enfermos de necio ró. ¡Qué mecanismo vil e inútil para contrarrestar la su­
importantismo y orgullo! Es como si necesitaran sentirse perioridad del prójimo, en lugar de imitarla! Sin embar­
grandes para ufanarse de ello, cuando en verdad son sólo
go, ¡cuántos corazones pierden su alegría por causa de es­
pigmeos espirituales. ¡Cuánta pequeñez y estupidez den­
te vicio descomponedor de la vida!
tro del pobre corazón humano!

Alguien decía: "No me envidies por mi progreso sin


conocer mi sacrificio". Y desde aquí añadimos: "No envi­
1. ¿Sientes que a veces te invade una corriente de

dies a tu prójimo, sino más bien imita su esfuerzo si quie­


arrogancia y vanidad?

res triunfar como él". El envidioso siempre sale perdedor


2. ¿ Crees que es posible gozar de alegría teniendo
en la carrera de la vida. Su mezquindad lo trastorna y lo
orgullo en el corazón?
estanca. Quiere ser feliz, pero no puede. Su necia amargu­
ra lo tiene aprisionado en prolongada tristeza. Pero seme­
3. ¿ Te agrada cultivar la virtud de la humildad?

jante patología puede desaparecer con la dirección del Al­


En tal caso, ¿cómo la cultivas?

tísimo. Con él es posible amar, en lugar de envidiar. Y


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A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN! INVASORES DEL ALMA

vencida la envidia, nace la alegría de vivir. nos; si pintamos la casa, gastamos nuestros ahorros; si
cambiamos los muebles, ¿qué hacemos con éstos que te­
1. ¿ Te gozas con el éxito de tu prójimo cercano, sea nemos? Y el curso de perfeccionamiento, no lo necesito
tu colega, o tu amigo? para mi trabajo". Y así, con su espíritu irresoluto y nega­
tivo, este esposo y padre no disfruta de la vida ni tampo­
2. ¿Qué haces cuando alguna sombra de envidia co hace feliz a su familia.
quiere posarse sobre tu corazón? La alegria siempre requiere una actitud positiva y opti­
3. ¿Qué consejo le darías a una persona amargada mista ante la vida. D e lo contrario, el esp íritu se repliega
por la envidia? y desaparece el vigor radiante del alma. Cuando esto ocu­
rre, es porque el invasor del pesimismo ha tomado pose­
sión del corazón. Es entonces cuando el optimismo debe
CUARTO INVASOR: EL PESIMISMO realizar su acción dominante y correctora.
Aquí estam os frente a la mente negativa y derrotista.
Es la persona que nada intenta porq ue teme fracasar. To­
1. ¿Eres una persona negativa, o positiva?
do lo ve difícil y comp licado. Se concentra en las som­
bras sin ver la luz. D escubre p roblemas en las solucio­ 2. ¿Gozas de tu espíritu emprendedor, o a veces te

nes, en lugar de soluciones para los problemas. Se aflige extralimitas y te metes en problemas?

por las esp inas, en vez de alegrarse con las rosas. Siem­
3. ¿Estimulas el espíritu optimista en tu grupo fa­
p re ve el vaso medio vacío, sin advertir que también es­
tá medio lleno. miliar? ¿ Te siguen los demds?

Este espíritu pesimista es el espíritu del estancamiento,


de la falta de voluntad para el esfuerzo. y sin esfuerzo ni QUINTO INVASOR: LA DISCONFORMIDAD
voluntad no puede existir la alegría del éxito. El pesimis­ Quien se muestra desconforme no puede ser alegre al
mo termina en fracaso y frustración. Sin embargo, mu­ mismo tiempo. La persona que desee sentirse bien inte­
chos se estancan en él, sin saber la insatisfacción y la des­ riormente deberá cultivar un espíritu satisfecho. Esto no
dicha que les espera.
quiere decir que aprobará todas las acciones humanas, o
Imaginemos a un hombre pesimista. Está conforme que apañará la maldad que le rodee. Tal actitud seria una
como está; carece de iniciativa. Su esposa le sugiere hacer ingenuidad o una peligrosa alianza con el mal. Peto lo
un viaje, pintar la casa, cambiar los muebles, o realizar un cierto es que el desconforme, el quejoso y el criticón no
curso de cierto perfeccionamiento profesional. Pero él res­ pueden ser personas felices.
ponde: "¿Para qué? Si estamos bien así. No nos compli­ El que tiene una modalidad quejumbrosa le ha abierto
quemos la vida. Además, en un viaje podemos accidentar- la puerta de su corazón a un repudiable invasor. Y mien­
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A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓNI
INVASORES DEL ALMA

tras éste domine la vida, la alegría permanecerá ausente y 3 . ¿Le das cada día gracias a Dios por sus ben­
sin retorno. ¡Cuánta gente malogra sus m ejores años por­ diciones?
que en este sentido todavía no ha aprendido a vivir! Son
desconformes de alma. Se quejan del estado del tiempo,
de la índole de su trabajo, de los inconvenientes de su sa­ SEXTO INVASOR: LA ANSIEDAD
lud, del trato de sus vecinos, y hasta del accionar de Dios.
¿Quién no ha sido invadido por este enemigo de la ale­
Son un permanente día n ublado, una protesta y un la­
gría de vivir? Es la preocupación que consume, la intran­
mento con una lágrima a flor de piel.
quilidad que desencaja el espíritu, la incertidumbre acer­
jDeja de quejarte! No hagas un drama de cada proble­ ca del mañana. No hay paz para el alma preocupada, ni
ma. Aprovecha las cosas buenas de la vida y disfrútalas. tampoco salud y alegría. Vivir ansiosos y enfermos hoy
De 10 contrario, te consumirán el mal humor y la amar­ por lo que pueda pasarnos mañana, es restarle bienestar al
gura. Siempre hay sobrados motivos para estar satisfechos día presente, sin que por eso podamos modificar de ante­
y agradecidos. Tiempo atrás me encontré con un linyera, mano ese mañana que tememos.
quien estaba calentando un poco de agua en una lata su­ La preocupaci6n nos hace ver el futuro como un temi­
cia, tal vez para beber algo caliente en esa fría mañana de ble fantasma. Y esto produce confusión mental y toda cla­
invierno. El hombre estaba solo, pobremente vestido, sin se de malestares psicosomáticos. Si tú estás preocupado
ninguna comodidad. Yal pasar junto a él, lo saludé y le por alguna raz6n, esfuérzate por vivir día por día, y pro­
pregunte:, "Q'
¡ ue ta.l' ¿C6 mo esta.'?" y e'1 me contesto:
' cura cumplir ordenadamente tus deberes cotidianos. El
"¡Muy bien, gracias a Dios!"
desorden mental es enfermizo y produce ansiedad. No de­
Esas palabras tocaron mi sensibilidad. y pensé:
jes, pues, que tus trabajos y problemas controlen y asfi­
"¡Cuántos tienen de todo, y viven quejándose! y aquí es­
xien tu vida. Bien enseñaba Jesús: "No os afanéis por el
te pobre hombre, sin ningún bien terrenal, me dice enfá­
día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán.
ticamente que gracias a Dios está muy bien". Linyeras de
Basta a cada día su propio mal" (S. Mateo 6:34).
la vida, gracias por enseñarnos a vivir satisfechos y agra­
Un antiguo rey oriental vivía siempre preocupado.
decidos, aunque no poseamos más que lo necesario. Eso
Hasta que su hija le obsequió una preciosa esmeralda, so­
basta para tener un corazón contento.
bre la cual estaban grabadas estas palabras: ''Esto también
pasará". La intención de este regalo era que el rey com­
l. ¿Eres una persona desconforme, o satisfecha? prendiera que en la vida todo es pasajero. Por lo tanto,
¿por qué permitiría que la preocupación o la ansiedad lo
2. ¿Sabes alegrarte por las pequeñas bellezas de afligiera o enfermara?
la vida, o más bien te amargas por la maldad
San Pedro insta a colocar toda nuestra ansiedad sobre
circundante?
Dios, "porque él tiene cuidado de vosotros" (1 S. Pedro
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A pesar de todo... ,ALÉGRESE TU CORAZÓN'
INVASORES DEL ALMA

5:7). Sí, la confianza en Dios yen su cuidado protector


rrido de 30 km. Antes de morir alcanzó a escribir: "El frío
proporciona seguridad al alma, ahuyenta la ansiedad yen­
aumenta. Temo que nadie vendrá a salvarme. Me enfrío
ciende la alegría de vivir. ¿No encontramos aquí un rum­
lentamente y me muero. Ya me estoy adormeciendo. Ya
bo cierto hacia la felicidad?
estoy sin fuerzas para seguir escribiendo". Pero curiosa­
1. ¿Cuáles son las cosas que más te preocupan? mente, el pobre hombre no murió por la acción del frío,
porque el equipo de refrigeración de ese vagón ¡estaba
2. ¿'Has experimentado cuán perjudiciales son pa­
descompuesto! Se murió por causa del miedo.
ra la salud la ansiedad y la preocupación?
Así es como actúa este terrible invasor. Asusta, parali­
3. ¿Qué sueles hacer para librarte de estos invaso­ za y aniquila. Con razón Jesús aconseja: "No se turbe
res del alma?· vuestro corazón, ni tenga miedo" (S. Juan 14:27). Yel sal­
mista David confiesa: "Busqué a Jehová, y él me oyó, y
me libró de todos mis temores" (Salmo 34:4). Éste sigue
SÉPTIMO INVASOR: EL TEMOR
siendo el camino de la liberación del temor: la dependen­
Éste es un invasor que no perdona vidas. Se mueve en cia de D ios y su divina protección. Y como resultado, el
todo corazón humano, y aflige aun a los más valientes. alma se llena de seguridad , de valo r, de paz y de alegría.
Los miedos, las fobias y los temores inhiben la iniciativa
y destruyen la alegria. Afligen durante el día y no dejan
descansar durante la noche. Las personas que los padecen 1. ¿ Tienes alguna clase de temor? ¿Es sólo timidez
no pueden pensar con objetividad ni actuar con libertad. o indecisión? ¿Qué es realmente?
N aturalmente, existen los temores moderados y ra­
2. ¿Notas que alguno de tus temores te impide dis­
cionales, que nos vuelven cuidadosos y precavidos con­
ftutar plenamente de la vida?

tra los peligros. Pero aquí nos referimos a los temores in­

fundados y exagerados, que se cuentan entre los peores


3. ¿Qué haces para vencer tus miedos y temores?
enemigos del alma. Éstos son el temor a la soledad, a la

noche, a la enfermedad, al dolor, al fracaso, a la vejez, a


OCTAVO INVASOR: EL DESALIENTO
la muerte... y muchísimos más. ¿Cómo podría sentirse

feliz una persona que viva obsesionada con alguno de es­


Este octavo invasor suele penetrar en el alma cuando se
tos temores?
produce alguna frustración o alguna pérdida de impor­
tancia. La deslealtad de un amigo, la imposibilidad de al­
Para ilustrar cuán destructivo puede ser el temor, bas­
canzar cierta meta, un gran revés financiero, el falleci­
te recordar a aquel obrero ferroviario que limpiaba los va­
miento de un ser querido... Éstos y otros factores, a veces
gones de los trenes. Un día quedó encerrado en un vagón
menos importantes, dan lugar al desaliento del espíritu.
frigorífico, y fue encontrado sin vida después de un reco-
Todos podemos ser víctimas de este cruel enemigo de la
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A pesar de todo... ,ALÉGRESE TU CORAZÓNI INVASORES DEL ALMA

alegría de vivir. lérica! Sí, es muy fácil ser invadidos por la ira y el enojo.
¿Quién no ha sentido en algún momento de su vida el Como resultado, el espíritu se descontrola y la lengua
ataque de este artero invasor? y el desaliento trajo consi­ pierde la mesura. Y ese comportamiento desatinado abre
go tristeza y depresión. Y este decaimiento quizá anuló heridas dolorosas y ahuyenta la alegría. El sabio Salomón
temporariamente nuestra voluntad y nos llevó a la auto­ escribió con acierto: "El que tarda en airarse es grande de
compasión. El espíritu abatido es una debilidad emocio­ entendimiento; mas el que es impaciente de espíritu enal­
nal que requiere una decisión de cambio: es la melancolía tece la necedad" (Proverbios 14:29).
que ansía alegría; es el corazón desamparado que necesita La ira es una expresión del temperamento colérico y
apoyo; y a menudo es el clamor interior que pide un po­ sanguíneo. Media humanidad sufre los estragos de este
co de comprensión.
invasor implacable. Y dondequiera actúa, allí hay agresi­
El Creador promete: "No desmayes, porque yo soy tu vidad, violencia y amenazas. Se trata de un desborde emo­
Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sus­ cional tan patológico, que no se puede convivir con él. La
tentaré con la diestra de mi justicia" (Isaías 41:10). Ante ira ha desatado guerras, sigue destruyendo hogares, y ma­
la seguridad de esta promesa, ¿cómo podría desmayar el ta cada día la alegría de miles de personas.
corazón? Si recordamos que frente a los momentos más
Por eso el rey David aconsejó: "Deja la ira, y desecha
desalentadores de la vida Dios nos brinda su fuerza y su
el enojo" (Salmo 37:8). Y San Pablo dijo que el verdade­
amor, ¿no deberíamos entonces llenarnos de ánimo y de
ro amor "no se irrita", es decir, no se aíra, no se enfurece,
alegría radiante? Donde está el desaliento hay dolor; pero
porque es respetuoso y considerado. ¡Cuánto gana enton­
donde está Dios hay alegría y bendición.
ces en felicidad la persona que sabe controlarse por amor
a su prójimo! ¡Qué fuerza irresistible tiene el amor frater­
1. ¿Sueles desanimarte fácilmente? nal! Genera paciencia y moderación, sujeta los impulsos
negativos, y produce armonía en la convivencia. Y lo que
2. ¿Has notado cómo el desaliento mata la ale­
es más, garantiza la alegría de la vida.
gría del corazón?

3. ¿Cómo sueles vencer tus "bajones» anímicos?


Fuera de pedir la ayuda divina, ¿qué más 1. ¿Pierdes a veces el control sobre tus palabras
haces? por causa de la ira?

2. ¿Recuerdas cuánto pesar te produjo la última


NOVENO INVASOR: LA IRA vez que te enfureciste?
¡Cuán difícil es mantener la calma frente a la provoca­ 3. ¿Sabes rechazar al invasor de la ira con la
ción o al insulto! ¡Cuánto cuesta dominar la reacción co- fuerza de la paciencia y el amor?
64
65
INVASORES DEL ALMA
A pesar de todo.. . ,ALÉGRESE TU CORAZÓN!

1. ¿Tienes algún vicio? ¿Has notado cuánto domi­


DÉCIMO INVASOR: EL VICIO
na tu vida?

Los malos hábitos de vida constituyen otro terrible in­


vasor del alma. Deterioran el cuerpo, pero comienzan do­ 2. ¿Has intentado abandonar tu vicio, o te some­
blegando el alma. Llegan a ejercer tanto dominio sobre su tes dócilmente a él y a sus penosos resultados?

víctima, que terminan por quitarle la alegría y hasta la vida 3. Si has vencido algún mal hábito en tu vida, ¿no

misma. ¿No conoces a más de un fumador que prefiere


te sientes alegre y triunfador por ello?

morirse antes que abandonar el tabaco? ¿No has visto a al­


gún drogadicto consumirse por causa de la droga maldita?
¡Cuánta miseria lleva el vicio a los hogares y a la socie­ En síntesis...
dad! Un amigo mío fue en lo pasado un alcohólico incorre­ Apenas hemos considerado diez de los "invasores" más
gible. Solía tomar varios litros de vino por día, a los cuales, comunes. ¡Existen tantos otros! ... Yen todos los casos se
durante los fines de semana, les añadía uno o dos litros de trata de enemigos aborrecibles, por más sutil y solapada
bebida blanca. Con frecuencia estaba ebrio y se volvía agre­ que sea su acción destructiva. No dejan vivir en paz, y ro­
sivo. Todavía conserva en su torso las cicatrices derivadas de ban la alegría del corazón. Repasemos estos invasores de
sus antiguas peleas. Era un pobre desdichado. Hasta que su
la vida y sus negras consecuencias.
última pelea lo dejó casi muerto sobre el suelo.
¡Cuánto quisiera que conocieras hoya este amigo mío!
Hace años que ha dejado de beber. Y desde entonces es un 1. El egoísmo, como rancio caldo de cultivo

hombre nuevo, pacífico y feliz. Su historia concluye en el donde se gestan todas las miserias humanas.

capítulo 10 de esta obra. ¡Qué contraste entre su antigua


2. El orgullo, el necio engreimiento del corazón

vida de tristeza y su actual alegría! Y lo mismo ocurre con


el ex fumador. He tenido el gusto de ayudar a miles de fu­ que siempre termina en triste derrota.

madores para que dejaran su hábito tabáquico. ¡Qué ros­ 3. La envidia, que sufre con el éxito ajeno y
tro radiante el de esos triunfadores! Siempre hay alegría pierde el tiempo profiriendo calumnias ve­
en la victoria sobre el vicio.
nenosas.
y como existen el alcoholismo y el tabaquismo, tam­
bién existen la drogadependencia, la lujuria, la adicción a 4. El pesimismo, que vuelve negativo el pensa­
diversos juegos de azar y otros vicios que, en mayor o me­ miento y estanca la voluntad para todo.
nor medida, esclavizan y arruinan la vida de sus víctimas. 5. La disconformidad, el repudiable invasor del
¡Cuánta desgracia y miseria debe sufrir el vicioso! ¡Y cuán­ alma que torna quejosa a la gente, yamarga­
to dolor ocasiona a su familia! Vencer el vicio y cultivar la
virtud: eso es gozar de una vida sana, próspera y feliz. da en lugar de agradecida.
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66
~-----1\P¡
INVASORES DEL ALMA
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN' 11.! "
6. La ansiedad, esa intranquilidad interior que
Lo que más hace feliz? Ser útiles a los demds. ,1r11,1

crea preocupación y desgasta inútilmente la


El peor defecto? El mal humor.

vida.
El sentimiento más ruin? El rencor. Ir

7. El temor, el enemigo que irrumpe y se insta­


El regalo más hermoso? El perdón.

la, para crear cobardía y robar la alegría.


La sensación más grata? La paz interior.

8. El desaliento, que debilita el espíritu, y lo en­


El resguardo más eficaz? La sonrisa.

ferma de penosa melancolía.


El mejor remedio? El optimismo.

9. La ira, el arrebato descontrolado que pierde


La mayor satisfacción? El deber cumplido.

la calma frente a la menor contrariedad.


11
La fuerza más potente del mundo? La fe·

10. El vicio, que esclaviza y degrada, hasta con­


La cosa más preciosa de todas? ¡EL AMOR!

sumir la vida de su víctima.

Éstos y muchos otros "invasores" igualmente peligro­


sos, destruyen la felicidad y devoran la salud. Son la rui­
na del alma. Evitarlos y vencerlos, debería ser la consigna
de toda persona espiritualmente madura.
y ahora, concéntrate en las siguientes palabras de la
Madre Teresa de Calcuta (1910-1997), que señalan indi­
rectamente un camino de alegría:

¿CUÁLES ...
El día más bello? Hoy.
El obstáculo más grande? El miedo. ¡il
El mayor error? Abandonarse.
La raíz de todos los males? El egoísmo.
La distracción más bella? El trabajo.
La peor derrota? El desaliento.
La primera necesidad? Comunicarse.

69
68 I
1
1\
111
Capítulo 5

INGREDIENTES

DE LA ALEGRÍA

Los mejores alimentos requieren


buenos ingredientes. Así también,
la genuina alegría de la vida
demanda ingredientes saludables:
simples y sencillos, pero efectivos.

D espués de un día de escasa venta en el mercado, un


pescador regresaba cansado a su casa. Cargaba de
vuelta una buena parte de su mercadería. Y en el trayec­
to, a la caída de la noche fue sorprendido por una tor­
menta tan furiosa, que debió buscar refugio en la casa de
un amigo floricultor que vivía a la vera del camino.
El floricultor le ofreció entonces al pescador lugar pa­
ra pasar la noche, y lo hospedó en la habitación que daba
hacia el jardín. Allí, curiosamente, la fragancia de las flo­
res era tan diferente del aroma al cual el pescador estaba
acostumbrado, que no podía conciliar el sueño. Hasta
que finalmente el hombre se levantó, tomó su canasta de
pescados, la roció con bastante agua para que diera más
olor, y la colocó junto a la cabecera de la cama. Un ins­
tante después estaba profundamente dormido. Le había
resultado más favorable el fuerte olor a pescado que el de­
licado perfume de las flores.
y lo que le ocurrió a este hombre en esa ocasión parti­
cular, a menudo nos sucede a todos dentro de nuestro
ambiente habitual. Nos parece que sólo en esa atmósfera

71
A pesar de todo... ,ALÉGRESE TU CORAZÓN!
INGREDIENTES DE LA ALEGRÍA

podemos sentirnos bien, y hacemos depender nuestra fe­


sombrío, el optimista le sonríe a la vida y la maneja con
licidad exclusivamente del lugar donde vivimos o del sitio
resolución.
donde trabajamos. Solemos resistirnos a lo nuevo, aunque
se trate de algo mejor. Estamos condicionados por nues­
tros hábitos fijos. Nos cuesta adaptarnos a un medio dife­ El representante de una gran fábrica interna­
rente. Es decir, nos asemejamos al pescador del relato. cional de calzado fue enviado a cierta región
de África, para examinar las posibilidades de
y con esta clase de mentalidad, ¡cuántos viven sólo a
venta en el mercado local. Y poco después de
medias, con una alegría relativa, que no están dispuestos
llegar a esa zona, el hombre envió un telegra­
a cambiarla siquiera por otra mejor! ¿Cómo eres tú en es­
ma a la gerencia, con estas palabras: ''Aquí
ta materia? En este capítulo presentaremos importantes
ingredientes de la alegría de vivir. y aunque varios de ellos nadie usa zapatos. Imposible realizar ventas".
ya formen parte de tu natural modo de ser, quizá algunos Pero tiempo más tarde, otro promotor de la
otros necesiten un mayor desarrollo. empresa fue enviado con igual propósito al
Sea como fuere, te invito aquí a sentir el desafío de cre­ mismo lugar. Y ésta fue su comunicación:
cer. Conserva los componentes positivos de tu personali­ ~quí nadie usa zapatos. Vislúmbrase amplio
dad, y reemplaza tus debilidades por los rasgos que a con­ mercado de ventas".
tinuación iremos comentando.
¿Notamos el punto? Ante la misma realidad, el primer
hombre se mostró pesimista, en tanto que el segundo re­
1. OPTIMISMO veló un admirable optimismo. Con semejante actitud de­
Comencemos por este ingrediente fundamental. La vi­ rrotista, el primer hombre no habría vendido un solo par
da moderna se ha vuelto en general tan compleja y tan de zapatos, mientras que el segundo -con su mente po­
competitiva, que muchos se sienten incapaces de alcanzar sitiva- habría calzado a toda la gente de aquella región.
sus propias metas de éxito. y así adoptan una actitud de­
El optimista ve siempre más allá de los obstáculos, y se
rrotista o indiferente, mientras sufren su íntima frustra­
prepara para tener éxito en lo que hace. Y si fracasa, se re­
ción. Como resultado, quizá generen cierto pesimismo, el
cupera y continúa. No vive de meras ilusiones; pero sí se
que, sumado a su temperamento natural, les quitará el re­
aferra a ideales que movilizan su vida.
gocijo de la vida.
Los optimistas se cuentan entre las personas alegres, de­
De ahí la necesidad de cultivar un espíritu optimista.
cididas y exitosas. Se relacionan con gente parecida, y ha­
El optimismo siempre conduce a la alegría de vivir. Nos
blan con el lenguaje del esfuerzo tenaz. ¡Cuántos buenos ne­
levanta cuando estamos caídos, y nos llena de positiva es­
gocios que pierden los pesimistas, ganan luego los optimis­
peranza en medio de la lucha. Mientras el pesimista es
tas! ¿Por qué no enriquecernos entonces con esta virtud?
12
13
A pesar de todo... ,ALÉGRESE TU CORAZÓN'
INGREDIENTES DE LA ALEGRiA
Fórmula del optimismo
te, ¿dirías que eres una persona medianamente entusiasta?
Mirar siempre al sol, para que las sombras que­ ¿Asumes tus responsabilidades con fervor y vitalidad?
den detrds.

Caminante de la vida,

2. ENTUSIASMO
no te aplastes ni te quedes;

¿Te agrada este ingrediente del espíritu? Sin él se apaga no esperes que te empuJen.

la chispa de la vida. Henry Ford dijo: "El entusiasmo es la Aviva tu mente, enciende tu fuego;

levadura que hace subir tu esperanza hasta las estrellas. Es


el brillo de tus ojos, la decisión de tus pasos, el ~pretón de
vive con entusiasmo,

tu mano, el ansia irresistible de tu vOluntad y de tu ener­ y ¡alegra tu corazón!

gía para ejecutar tus ideas. Los entusiastas son luchadores.


Tienen fortaleza, y tienen cualidades genuinas. El entu­ 3. MADUREZ EMOCIONAL
siasmo está en la base de todo progreso. Con él hay reali­
zaciones; sin él sólo hay coartadas". Esta característica es otro importante ingrediente del
corazón alegre. Es llamativo que aun personas con gran
Muchas personas son como la carretilla. Siempre hay
capacidad intelectual, sean sin embargo inmaduras emo­
que empujarlas para que se muevan. Sin fuerza propia,
sufren de inacción. Carecen del fuego del entusiasmo. La cionalmente. Han crecido en años, en conocimiento y en
apatía les roba la alegría espontánea del corazón. ¡Cuán experiencia profesional, pero se han estancado en sus
desagradable es convivir con estas almas apagadas! emociones. Siguen siendo almas tan pueriles como siem­
pre, y tan desdichadas como siempre. Porque no han
¿De dónde proviene el término entusiasmo? De dos pala­ aprendido realmente a vivir, y menos a convivir.
bras griegas --en theós-, que significan "en dios", o estar
inspirado por los dioses. Es decir, en el antiguo concepto de El hombre inmaduro se maneja con gustos antojadi­
los griegos, la virtud del entusiasmo derivaba de sus divinida­ zos. Tiende al capricho, al amor propio y a la quisquillo­
des paganas. Hoy, con nuestras convicciones cristianas, bien sidad. Inestable y voluble, pasa sin motivo aparente del
podemos afirmar que el entusiasmo genuino procede del ver­
agrado al fastidio, y del afecto al rechazo. ¿Quién podría
dadero Dios, puesto que "todo don perfecto desciende de 10
confiar en una persona tal, y cómo podría ella ser feliz sin
alto, del Padre de las luces" (Santiago 1: 17).
estabilidad emocional?

Sin Dios no puede haber real entusiasmo, ni mucho Quien posea madurez sabrá alternar con los demás.
menos canalizado para el bien. Podrá haber apasiona­ Evitará las fricciones en su ambiente familiar y laboral.
miento, exaltación o desborde de emoción, pero no entu­ No sólo esperará el aprecio y la comprensión de sus alle­
siasmo estable y constructivo. Si tuvieras que autodefinir- gados, sino que sabrá brindarles a ellos esta doble bondad.
74 La persona madura es equilibrada, sensata y confiable. Es
75
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN!
INGREDIENTES DE LA ALEGRIA
estable en sus sentimientos, y capaz de adaptarse a las di­
versas circunstancias. por la muerte de su hijita. Al tiempo llegó al hogar otra
hermosa niña, quien con su presencia mitigó el dolor del
Todos podemos crecer emocionalmente. padre. Pero meses más tarde, la nueva hijita también en­
Como 10 dijo San Pablo acerca de su propia fermó y falleció. El padre no tenía consuelo. Y en su do­
experiencia: "Cuando yo era niño, hablaba lor parecía peor que un enfermo.
como niño, pensaba como niño, juzgaba como Un día, el único hijito que le quedaba, un niño de cua­
niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que tro años, le pidió a su papá que le ayudara a hacer un bar­
era de niño" (I Corintios 13: 11).
quito. Y tras las horas que pasó junto a su hijo fabricando
un hermoso barquito, el hombre se sintió mucho mejor.
Mientras el comportamiento inmaduro le acarrea pro­ Hacía años que no se sentía tan bien. Y al ver la eficacia
blemas y desdicha a la persona adulta, la madurez emo­ de ese simple "remedio", comenzó a arreglar diversos ob­
cional1e asegura bienestar y sana alegría. El hombre ma­ jetos de su casa que necesitaban ser reparados. Y en el
duro es mejor padre y esposo. Ama a su familia y sabe di­
efecto recreativo de esa labor doméstica, el padre atribu­
rigirla. La mujer madura es mejor madre y esposa. Es fe­
liz y sabe dar felicidad. lado venció su dolor y volvió a tener paz y alegría.
Los pequeños trabajos artesanales -no importa cuá­
Amigo, amiga,
les sean- tienen una valiosa propiedad terapéutica y
no te estanques;
alejan del alma el hastío yel aburrimiento. Además, de­
crece y madura.
sarrollan la capacidad creativa y el gusto estético. Produ­
Estabiliza tu alma, cen una grata sensación en el espíritu y estimulan la ale­
vence tu pequeñez, gría del corazón.
y serás de veras feliz. ¿Qué pensamientos albergas en tu mente? ¿Recuerdas
que una mente desocupada es como un terreno abando­
nado, en el cual sólo crecen malezas? Y en cuanto a tus
4. MENTE Y MANOS OCUPADAS manos, ¿sueles utilizarlas para alegrar tus horas libres?
La mente desocupada tiende a herrumbrarse y depri­ Desde luego, si tu profesión ya te exige trabajo manual,
mirse, cuando no a llenarse de malos pensamientos. y es­ tal vez preferirás otra clase de esparcimiento. Y está bien
to lleva al fracaso de la vida. Por eso incluimos aquí el va­ que sea así. El principio que está aquí en juego es cultivar
lioso ingrediente de la mente y las manos ocupadas, como una labor complementaria, informal y agradable, que
importante factor de salud y bienestar. contribuya al equilibrio y a la alegría de la vida. Esta sim­
Cierto hombre se encontraba profundamente dolorido ple receta, ¡cuántos males de la conducta y de la mente es
capaz de prevenir!
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77
INGREDIENTES DE LA ALEGRIA
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZ6N!
que, bien desarrolladas, podrían abrirles las puertas de!
Fácil pero importante:
éxito y el contentamiento.
deténte un momento Pero autoestima no es la conformidad de! abandono, o
para hacer algo con tu mano y tu mente; la ausencia de progreso. Es más bien la actitud de! que va­
no por obligación, sino por placer. lora lo que tiene, en lugar de lamentar lo que no posee. Es
¡Cuánta alegría te dará! el justo medio entre la subestimación propia, que genera
un sentimiento de inferioridad, Y la sobrestimación de!
que se siente superior y más favorecido que e! prójimo.
5. AUTOESTlMA Modesto, y digno a la vez; o quizá grande, pero también
¿No te parece realmente importante este quinto in­ humilde. Siempre centrado, feliz y progresista, con un
canto de gratitud al Creador. Así vive con alegría quien
grediente? La estima propia se cuenta entre los senti­
mientos más saludables. Con ella hay satisfacción y con­ posee e! noble ingrediente de la estima propia.
formidad. Aceptamos nuestro cuerpo y nuestro espíritu
tales como son. No tenemos rechazo ni vergüenza de En toda ocasión
nosotros mismos.
ten respeto de ti mismo.
Cuenta una fábula que había en la región antártica Ámate, porque Dios te ama.

un pequeño témpano de hielo, que estaba descontento


Recuérdalo, Y serás feliz.

con su vida. Especialmente porque había conversado


con algunas focas, quienes le contaron acerca de las be­
llezas de! norte, donde "e! mar resplandece bajo e! sol ra­ 6. BUENA CONVIVENCIA
diante". Pero un viejo témpano que lo oyó murmurar, le
Éste es otrO ingrediente esencial de una alegría sin
comentó: "Hijo, nuestro destino es permanecer aquí, y
sombras. La buena convivencia con el prójimo determina
debemos estar contentos con el ambiente y el paisaje
en alto grado e! estado de! corazón. De ahí la importan­
que nos ro dean" .
cia de dominar e! arte de llevarnos bien con los demás.
Sin embargo, e! pequeño témpano no siguió e! conse­
Reflexionemos en este práctico código de convivencia
jo del mayor. Así que cierto día se separó de sus compa­
humana. Cuanto mejor lo cumplamos, mayor será nues­
ñeros y emprendió viaje hacia e! norte. Y en su riesgosa
aventura, un día e! sol traicionero dirigió sus cálidos rayos tra alegría de vivir.
sobre e! témpano, hasta derretirlo por completo y hacer­ 1) Ponga freno a su lengua. Hable sólo lo necesa­
lo desaparecer. ¡Cuántos se parecen a este desconforme rio, y se evitará muchos problemas. Además,
viajero de la fábula! Descontentos con lo que son y lo que ¡sepa escuchar!
tienen, viven codiciando las aparentes ventajas del próji­ 2) Cumpla sus promesas, Y se ganará el aprecio de
mo, sin recordar que ellos mismos poseen condiciones 79
78
INGREDIENTES DE LA ALEGRÍA
A pesar de todo... ¡ALtGRESE TU CORAZ6N!
el prójimo. ¡Es la mejor forma de gozar de la vida! La con­
los demás.
vivencia armoniosa elimina los roces enojosos y estimula
3) Sea generoso en los elogios y medido en las crí­ el bienestar general.
ticas.
4) Muéstrese considerado con todos, dentro y fue­ Muéstrate comunicativo,
ra de su hogar, con los humildes y los más des­ recuerda que no vives solo.
tacados.
Bríndate con afecto a los demás,
5) Sea jovial. Ríase con frecuencia, y no publique
sus dolores. y ellos harán otrO tanto contigo.

6) Evite la burla y las bromas de mal gusto. Esto


puede herir innecesariamente a algún corazón. 7. DISPOSICIÓN SERVICIAL
7) Reste importancia a alguna calumnia que digan ¡Qué ingrediente tan necesario! La persona mezquina
contra usted. De lo contrario, podría enfermar­ se deleita en ser servida. Pero la persona superior se delei­
se y perder su alegría. ta en servir. Y con esta disposición de su alma adquiere y
8) Conserve agradable su genio, aunque los demás comparte felicidad. Como dice Gabriela Mistral, hay ale­
sean ingratos y desatentos con usted. gría en servir:

"Toda la naturaleza es un anhelo de servicio.

En toda forma de convivencia siempre se cumple la ley Sirve la nube, sirve el viento, sirve el surco...

del eco: los demás nos dan lo que previamente les hemos Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú;

dado. ¿Queremos ser tratados con bondad y considera­


donde haya un error que enmendar, enmién­

ción? Entonces debemos proceder así con la gente. Como


dalo tú; donde haya un esfuerzo que todos es­
lo establece la inmortal regla de oro de Jesucristo: "Todas
las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, quivan, acéptalo tú.. .

así también haced vosotros con ellos" (S. Mateo 7:12). Hay la alegría de ser sano y la de ser justo;

Quien practique este principio superior de convivencia, pero hay, sobre todo, la hermosa, la inmensa
¿no será acaso una persona dichosa y bien vista? alegría de servir...
Hace algunos años, lanzamos por radio esta pregunta: Aquél es el que critica, éste es el que destru­
"¿Qué cosa le 'agrada y le alegra más en su vida?" Las res­ ye,

puestas que recibimos fueron muy variadas. Pero una de


tÚ sé el que sirve".

las más frecuentes y coincidentes tenía que ver con el tra­


to social y la convivencia dentro del hogar. Pudimos com­ Albert Schweitzer (1875-1965), célebre por su serviClO
probar así que la gente quiere y necesita llevarse bien con
81
80
INGREDIENTES DE LA ALEGRÍA
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZ6N!

desinteresado como médico en África, le dijo cierta vez a que derrite, y la bondad que suaviza.
un grupo de estudiantes: "Yo no sé cuál será el destino de
cada uno de ustedes, pero una cosa sé: los únicos de entre Una sonrisa
todos ustedes que serán realmente felices serán aquellos
Una sonrisa no cuesta nada,

que hayan buscado y encontrado el modo de servir".


pero vale mucho.

El libro bíblico de Jueces cuenta alegóricamente que


No empobrece a quien la da,

una vez los árboles del bosque salieron a buscar a un rey


que los gobernara. Fueron primero al olivo, y después a pero enriquece a quien la recibe.

la higuera y a la vid. A cada una de estas plantas le pi­ Dura sólo un instante,

dieron: "Reina sobre nosotros". ¡Qué honor! Sin embar­ pero perdura en el recuerdo.
go, ninguna aceptó la invitación. Todas ellas respondie­
ron que preferían seguir sirviendo con su fruto , antes
Es la señal externa
que gobernar desde el trono. La moraleja es obvia: la no­
bleza y la alegría de servir. Con razón, el gran Maestro del espíritu amistoso.

declaró que no había venido "para ser servido, sino para Ninguno es tan rico que no la necesite,

servir" (S. Marcos 10:45). ni tan pobre que no la merezca.

Ésta es la razón de la vida. Si no vivimos para servir, no Una sonrisa sincera

servimos para vivir. ¿No es tonificante hacer algo por al­ alivia el cansancio,

guien cada día? Por la madre, por el hijo, por el amigo, renueva las fuerzas

por el doliente, por el alma fatigada ...


y es consuelo en la tristeza.

Caminante de la vida,

Es un bien que no se puede comprar,

goza y disfruta:

SIrve por amor.


ni prestar, ni robar...

No hay mayor alegría


Si alguna vez encuentras

que no te dan la sonrisa que esperabas,

que la de alegrar un corazón.

sé generoso Y da la tuya;

porque ninguno tiene

8. SONRISA Y CALIDEZ
tanta necesidad de una sonrisa,

¿Conoces un ingrediente más efectivo que éste? Una como aquel que no sabe sonreír a los demds.

sonrisa cálida expresa y genera alegría. Es la cordialidad


Cuán cierta es la expresión: "Sonríe, todavía es gratis".
sin palabras; es el gesto llano sin hipocresía. Es el calor
83
82
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓNI
INGREDIENTES DE LA ALEGRIA

Yes más conocido aún el dicho: "Sonríe, Dios te ama". Si


tuviéramos esta convicción, de que Dios nos ama profun­ 9. OLVIDO Y PERDÓN
damente, ¿no estaríamos cantando de alegría, con una Este noveno ingrediente es el triunfo sobre el rencor y
sonrisa en los labios y en el corazón? el amor propio. Quien desee gozar de verdadera alegría se
Cierta vez le pregUntaron a un hombre prominente esforzará por olvidar. Olvidar los agravios recibidos y res­
por qué siempre estaba sonriente. y él respondió: "Porque tar importancia a las pequeñas ofensas de la vida. De no
siempre llevo a Dios conmigo". ¡Allí está la fuente de la desarrollar esta noble actitud de olvido y perdón, la "bue­
mayor alegría! y sólo así alguien podría cumplir las pala­ na memoria" puede manchar el alma y matar la alegría. El
bras de Amado Nervo: hombre -o la mujer- realmente grande no vive resen­
tido por los ataques mezquinos de sus adversarios o riva­
Amable y silencioso, ve por la vida, hijo, les. Tiene algo superior en lo cual ocuparse.
amable y silencioso como rayo de luna... La persona madura no permite que el rencor o el re­
En tu foz, como flores inmateriales, sentimiento arruine su alegría. Su comportamiento será
deben florecer las sonrisas. como lo describe José Martí:

Cultivo una rosa blanca


Haz carzdad a todos de esas sonrisas, hijo.
en JUnzo como en enero,
Un rostro siempre adusto es un día nublado;
para el amigo sincero
es un paisaje lleno de hosquedad;
que me da su mano franca;
es un libro en idioma extranjero.
y para el cruel que me arranca
Amable y silencioso, ve por la vida, hijo. el corazón con que vivo,
Escucha cuanto quieran decirte; cardo ni ortiga cultivo,
y tu sonrisa sea elogio, respuesta, objeción, cultivo la rosa blanca.
comentario, advertencia y misterio...
Cuando los esposos se perdonan alguna ofensa, olvi­
Para hacerlo cada día: dan lo ocurrido y recuperan su felicidad. Lo mismo ocu­
rre entre dos hermanos o amigos distanciados, o incluso
ilumina hoy tu rostro
entre dos enemigos que se reconcilian. Se afirma que
con una simple sonrisa. mientras Leonardo de Vinci estaba realizando su gran
Expresa con ella tu alegría, obra "La última cena", quedó detenido en su labor por
y harás feliz a algún corazón. causa del odio que sentía hacia uno de sus enemigos. Pe­
ro cuando lo perdonó, sintió un profundo alivio y pudo
84
85
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN!
INGREDIENTES DE LA ALEGRiA
continuar su obra hasta terminarla.
mande algún esfuerzo, pero da excelente resultado.
Sólo es posible "continuar" exitosamente la y ahora, dedica un instante a esta sencilla y útil tarea:
carrera de la vida cuando se recuerda el pre­ Repasa los diez ingredientes que vimos en este capítulo.
cepto de Jesús, de saber perdonar al herma­ Apenas los títulos y los conceptos principales. Y luego
no "hasta setenta veces siete" (S. Mateo pregúntate: ¿Cuál de estos ingredientes me hace más feliz?
18:22). Es decir, el cristiano -aun para su ¿En cuál de ellos debería avanzar un poco más?
propio bien- debería saber perdonar gene­ A continuación, como cierre de este capítulo, contes­
rosamente a su ofensor.
ta este cuestionario que ha sido llamado "La Prueba de
Para pensar: la Alegría". Marca tus respuestas, y examínalas para crecer
en tu alegría.
¿alguien te ha herido o calumniado?
Es mejor olvidar que recordar.
SÍ NO
El corazón resentido no puede ser feliz. l. ¿Sabes sonreír con facilidad? O O
2. ¿Gozas realizando bien tu trabajo diario? o O
10. LA AYUDA DIVINA 3. ¿Te consideras una persona madura

Este último ingrediente es de primera importancia. emocionalmente? o O


Cierta vez le preguntaron al famoso compositor austríaco 4. ¿Sabes distraerte sanamente y gozar de la
Francisco]. Haydn cómo podía imprimirle tanta alegría vida al aire libre? o O
a su música. y él Contestó: "Cuando elevo mi corazón a O O
5. ¿Tiendes a ser generoso y servicial?
Dios, todo mi ser se siente invadido de un gozo tal que las
notas saltan delante de mí, y así salen de mi pluma". 6. ¿Procuras olvidarte de los agravios
recibidos y de tus malos momentos del
y en la música de la vida que todos estamos llamados
a producir, ¿no podríamos imitar al gran compositor?
pasado? o O
Quien eleve su espíritu al Creador, quien busque la ayu­ 7. ¿Eres una persona entusiasta, y sabes
da divina en toda necesidad, y quien se aferre a los valo­ mostrarte optimista? o O
res permanentes, ciertamente conocerá la alegría de vivir. 8. ¿Recuerdas con frecuencia los días felices
¡Vivir con los pies bien asentados en la tierra y con el de tu pasado? o O
corazón puesto en el Altísimo! Ésta es una fórmula que ha 9. ¿Piensas que a pesar de todo la vida es
hecho felices a innumerables seres humanos. ¿Por qué en­ hermosa? o O
tonces no probarla, para ver cómo funciona? Quizá de-
86 10. En los momentos adversos, ¿recurres a
87
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN!
Capítulo 6
Dios en busca de sabiduría para salir de
la dificultad?
o O LA FRAGUA
Cuanto mayor sea el número de respuestas afirmativas,
más cerca estarás de la genuina alegría de vivir. DE LA
ALEGRÍA
Donde se forja el carácter, donde
se aprende a vivir. .. Allí, en el
hogar, está la verdadera fragua
de la alegría.

D ijo el escritor y crítico de arte Juan Ruskín: "El país


más rico es el que tiene mayor número de personas
sanas y felices". ¿Y dónde podría aprender cada ciudada­
no el secreto de la alegría sino en su propio hogar? Allí es
donde cada uno puede dar y recibir la dosis necesaria del
bienestar y el contentamiento de la vida.
Fuera de la familia, no existe otra institución que pue­
da ofrecer tanto bien al corazón del ser humano. La escue­
la, la iglesia, el club, los amigos y el ambiente laboral pue­
den ejercer una fuerte influencia en el desarrollo de la per­
sonalidad. Pero no pueden superar ni siquiera igualar al
poderoso predominio del hogar.

Cierto hombre le dijo a su amigo: "A mí na­


die me ayudó en la vida. Tuve que formarme
con mi propio esfuerzo". A lo cual el otro
respondió: "Yo también creía eso cuando te­
nía 25 años. Pero ahora descubro que soy la
versión revisada y mejorada por mi esposa y
88 mis tres hijos".
89
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN'
LA FRAGUA DE LA ALEGRiA

¿No se podría aplicar esta respuesta a la ex­


matrimonial -y por ende de la familia- es la mala co­
periencia de muchos otros hombres y muje­
municación o la ausencia de ella. De ahí la necesidad de
res que han formado su propia familia? ¡El
cultivar inteligentemente la convivencia familiar. Y pensar
hogar: la fragua donde se forja la vida y cre­
ce el bienestar! que hay esposos y padres que permanecen casi mudos
dentro del hogar. Tienen tiempo para alternar con sus
amistades, para leer el diario, o para ver televisión. Pero
¿Qué cualidades debería poseer una familia, a fin de
cuando deben brindarse a sus seres queridos, afirman que
asegurar la prosperidad y la alegría de todos sus miem­
están muy ocupados o cansados para poder conversar.
bros? Dediquemos el resto del capítulo para dar respues­
ta a esta ImpOrtante pregunta. El vínculo matrimonial se cultiva y fortalece mediante
el diálogo afectuoso entre los cónyuges. Y cuando esta vir­
tud existe, se prolonga a su vez hacia los hijos. De esta
1. BUENA COMUNICACIÓN manera, todo el clima familiar se beneficia y gana en ar­
Recordemos a aquellos esposos que después de vein­ monía y felicidad. Por su parte, el hijo que cultiva una
te años de vida matrimonial, comenzaron a tener serias buena relación con sus padres está vacunado contra la de­
desavenencias. Hasta que finalmente decidieron consul­ sorientación, la soledad, los vicios y la delincuencia. Se
tar a un consejero especializado. y éste, luego de varias siente seguro, protegido y comprendido. Un hijo o una
entrevistas, les pidió a los esposos que se expresaran con hija tal no puede fracasar en la vida.
total franqueza, y que cada uno dijera lo que tenía en ¿Estás fomentando la comunicación comprensiva y
COntra del Otro.
afectuosa en el círculo de tu familia? ¿Cuánto dialogas
Cuando le tocó al marido el turno de hablar, éste dijo con tu cónyuge? ¿Procuras ganarte el corazón y la con­
enojado: "¡Lo que yo detesto es esa maldita espinaca que fianza de tus hijos mediante el trato amistoso que les
ella me cocina!" Ante lo cual, con gran asombro, la espo­ dispensas? ¿Pueden ellos abordar cualquier terna conti­
sa respondió: "¡Y yo también detesto la espinaca, pero la go? ¿Comprendes que la felicidad de tu familia depende
hacía convencida de que te gustaba!" en alto grado de la buena comunicación que exista entre
unos y otros?
Luego de este diálogo, los esposos se reconciliaron y se
entendieron. Aprendieron la gran lección de su vida.
Comprendieron que todos sus problemas habían sido el Así rogaba cierto padre muy atareado:
resultado de su falta de comunicación. ¿No es éste un ca­
Señor, en nuestra familia no tenemos

so revelador? ¡Vivir jUntos sin conocerse ni entenderse,


por falta de diálogo! tiempo para escucharnos unos a otros.

Nuestro matrimonio está muy silencioso.

Está comprobado que la causa principal del fracaso


Nuestros hijos nos hablan muy poco.

90
91
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN!
LA FRAGUA DE LA ALEGRiA

Yo mismo regreso tan cansado del trabajo,


En términos claros, San Pablo escribió: "Si yo hablase
que me cuesta dialogar con los míos... en lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo
a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si
Señor, quiero ver alegre a miJamifia. tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda
Ayúdame a organizar mejor mi tiempo: ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que traslada­
para reanudar el diálogo interrumpido, se los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese
para unir nuestros corazones, todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si en­
para buscar tus bendiciones... tregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de
nada me sirve" (1 Corintios 13:1-3).
Porque de lo contrario, ¿qué será de nuestro
hogar? Aun las acciones más elogiables y meritorias, si no es­
tán acompañadas y motivadas por un amor genuino, de
nada sirven. Esto es especialmente válido en el ámbito
2. AMOR GENUINO del hogar. Sólo el amor puro y abnegado puede mante­
¡Qué atributo incomparable para el logro de la alegría ner unida y feliz a la familia. Así lo muestra el siguiente
familiar! Éste es el mayor sostén del hogar. Cuando el ejemplo.
amor domina la vida desaparecen las reyertas, brota la En un pueblo apartado de la India, donde las frutas
comprensión, surge el regocijo y nace la buena voluntad eran escasas y muy costosas, cierto niño de familia humil­
hacia el ser querido. de realizó un trabajo para una de sus vecinas. Y ésta, en
retribución, le obsequió un gran racimo de uvas. ¡Cuán
Dijo el poeta alemán Juan W Goethe: "Si bien le venían esas uvas en esa tarde calurosa! Pero el ni­
usted trata a un hombre como es, él perma­ ño pensó: "Mi papá está trabajando en el campo, y estará
necerá como es. Pero si lo trata como si fue­ cansado y sediento. Le vaya llevar las uvas a él".
ra lo que debería ser, él llegaría a ser una per­
El padre recibió el racimo con gran alegría. Pero pen­
sona más noble y más grande".
só: "Se lo regalaré a mi hija, cuando me traiga la merien­
da. Ella está un poco inapetente, y quizá coma con gus­
Esta sabia manera de tratar al prójimo funciona espe­ to estas uvas". Y cuando la chica recibió el racimo de ma­
cialmente bien dentro del hogar. Allí, mediante el cariño, nos de su papá, se llenó de alegría. Pero mientras regre­
le atribuimos al ser amado una virtud que tal vez no po­ saba a su casa, se dijo para sí: "Guardaré estas uvas para
sea en gran extensión. Pero gracias a ese trato generoso y mamá, porque ella está cansada, y tan pocas veces pode­
considerado, la persona finalmente llega a ser 10 que de­ mos comer frutas".
bería ser. ¡Tal es la fuerza del amor sincero! y sin esta fuer­
Aquella noche, cuando la humilde familia terminó de
za del alma, ¿qué clase de hogares se podrían construir?
cenar, la madre anunció: "¡Tengo una sorpresa de postre!"
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93
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓNI
LA FRAGUA DE LA ALEGRÍA
y al instante colocó sobre la mesa aquel hermoso racimo
de uvas, que ninguno había querido comer por amor a los minutos, y no 25". A 10 cual el esposo replicó con ener­
demás. Tal abnegación reveló la nobleza de ese amor sin­ gía: "¡Te digo que son 25!" "Pero si nunca has hecho ese
cero. Era natural entonces que esa familia fuera feliz, por­ trayecto en 25 minutos, y jamás 10 harás", volvió a con­
que donde reina el amor, reina también la alegría. tradecir la mujer.
Pero el verdadero amor no sólo se expresa mediante Las voces se fueron levantando de tono y de volu­
gestos de ternura. También va acompañado de disciplina men, hasta que el esposo concluyó: "¡Si yo digo 25 mi­
y firmeza, cuando se trata de la buena educación de los hi­ nutos, serán 25 minutos!" Y por fin la señora añadió:
jos. Además, el amor entraña lealtad y fidelidad entre los "Como serán 30 minutos, creo que nuestro amigo per­
esposos. Cuando marido y mujer se aman de veras, recha­ derá su avión".
zan toda acción adulterina o afectos clandestinos. Se go­ Esos cinco minutos de diferencia arruinaron la tarde
zan en una convivencia fiel, que jamás defrauda la buena de aquella pareja. ¡Cómo un hecho tan baladí pudo des­
fe y la confianza del cónyuge. Tal calidad de amor acre­ pertar tanta discusión! Actitudes de esta índole, discre­
cienta cada día la alegría del hogar. pancias innecesarias y desavenencias enojosas son las
que roban la armonía de un hogar y lo vuelven desdi­
3. RELACIÓN ARMONIOSA chado. ¡Cuán a menudo un motivo tan insignificante
puede originar un desencuentro tan dañino para la ar­
Ésta es otra cualidad imprescindible para asegurar la monía familiar!
alegría del hogar. La "relación armoniosa" significa convi­
¿Por qué arruinar el bienestar del hogar por pequeñas
vencia pacífica, tolerancia, generosidad de espíritu, yacti­
diferencias, cuando con un poco de flexibilidad podrían
tud paciente frente a la divergencia. Por eso, con buen cri­
superarse o pasarse por alto? ¿Por qué incurrir en estériles
terio, un padre le dio este consejo a su hija que se iba a ca­
discusiones, que ahuyentan la paz del hogar?
sar: "Recorre siempre las tres cuartas partes del camino.

En el matrimonio la mitad no basta". Cuando los esposos


Cierto emperador de la antigua China, paseándose
y padres practican esta virtud, crean el clima de la armo­
un día por sus dominios, visitó una casa donde los pa­
nía y de la consiguiente alegría del hogar. dres, los hijos, los yernos, las nueras y los nietos, todos
vivían en perfecta armonía debajo del mismo techo. Ad­
Visualicemos esta escena: Un profesor se encontraba
mirado ante semejante cuadro, el emperador le pregun­
de visita en la casa de un matrimonio amigo. Y cuando se
tó al jefe de la familia cómo podían vivir en paz tantas
acercó la hora de llevar hasta el aeropuerto al visitante, és­
personas juntas. Y el anciano padre, tomando un lápiz,
te preguntó cuántos minutos demandaría el viaje. "Oh,
escribió sobre un papel estas tres palabras: "Paciencia,
en 25 minutos podremos estar allí", contestó el dueño de
Paciencia, Paciencia".
casa. Pero la esposa, que estaba preparándose en la habi­
tación cOntigua, dijo: "De aquí al aeropuerto tenemos 30 Aquel patriarca tenía razón. La paciencia contribuye
94 grandemente a la armonía familiar. Y ésta es garantía de

95
A pesar de todo.. . ¡ALJJGRESE TU CORAZÓN!
LA FRAGUA DE LA ALEGRÍA
,", I
alegría en el hogar.
Cierto hombre mantuvo una conducta muy irregular
durante años. Llegó al extremo de querer quitarse la vida.
1. ¿Existe armonía en el seno de tu familia? Su hijo, de edad escolar, también tenía un comporta­
miento que dejaba mucho que desear. Era un pequeño
2. Si a veces se quiebra esa armonía, ¿sabes conte­
delincuente, y no había forma de hacerlo cambiar.
nerte con paciencia y tolerancia?
Pero un día, ese padre extraviado cambió por comple­
3. ¿Qué haces para asegurar la permanencia de la
to. Entonces el hijo le preguntó: "Papá, ¿qué te ha pasa­
armonía dentro de tu hogar?
do, que ahora eres más bueno y regresas más temprano a
casa?" "Hijo -respondió el padre-, lo que ocurre es que
4. PATERNIDAD RESPONSABLE Dios me ha transformado". "Si es así, papá - replicó el
chico-, yo también quisiera cambiar de esa manera".
Así como el arquitecto construye la casa, los esposos Días más tarde, el que parecía incorregible era un
construyen el hogar. Ellos son los artífices del clima fami­ nuevo niño, con buena conducta y modales diferentes.
liar y del rumbo de los hijos. Entre ambos manejan la fra­ El ejemplo del padre transformado fue el factor domi­
gua de la alegría hogareña. Idealmente, actúan de común nante en la transformación del hijo. El niño cambió
acuerdo y en mutua cooperación para hacer más liviana la porque su papá cambió primero. Y a partir de entonces
carga de sus responsabilidades. toda la familia fue feliz. Frente a este caso singular, bien
En un hogar donde impera el espíritu de colaboración, podríamos preguntarnos:
todo se hace más fácil y llevadero. Se reparten las obliga­ 1. ¿Qué clase de ejemplo moral somos para nues­
ciones, y aumenta la comprensión entre unos y otros. En tros hijos?

los momentos agradables, todos participan del bienestar;


2. ¿Cuánto valor pueden tener nuestros consejos

y en la hora de la adversidad y la enfermedad, todos se


paternos, si no están respaldados por una con­
unen para sobrellevar mejor la prueba. Así es como fun­
ducta consecuente?

ciona la fragua del hogar, que no es otra cosa que la fra­


gua de la alegría. 3. ¿ Tenemos en casa la alegría de ver los resultados

de nuestro buen ejemplo?

Otro aspecto fundamental en la "paternidad responsa­


ble" es el buen ejemplo que deberían dar los padres a sus
hijos. No basta la docencia; es necesaria también la decen­ 5. SANA ECONOMÍA DOMÉSTICA
cia, es decir, la conducta paterna que sea modelo para los
Éste es otro factor altamente determinante de la alegría
hijos. Un padre o una madre que practique la integridad del hogar. Muchas discusiones y rupturas familiares se
y la corrección en todos sus actos, puede asegurar el éxito han producido como resultado del desorden económico.
y la alegría del hogar.
Cuando los padres gastan sin juicio, o cuando la familia
96
97
¡;;;:¡
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZ6N! LA FRAGUA DE LA ALEGRÍA

padece la fiebre del consumismo descontrolado, tarde o Siguiendo estas pocas recomendaciones, te librarás de
temprano aparecen las mutuas acusaciones y las fricciones muchos dolores de cabeza, mejorarás tu economía del ho­
enojosas en el círculo del hogar. Y luego vendrá lo inevi­ gar, y aumentarás tu alegría de vivir. ¡Pruébalo!
table: la falta de paz, de unidad, y de alegría.
Ningún hogar puede funcionar exitosamente en me­ 6. CORRECTA SOLUCIÓN DE LOS PROBLEMAS
dio del desorden administrativo. Cuánto se gana, cuán­
to se gasta, qué se compra y para qué se compra... Estas En la "fragua de la alegría", esta cualidad ocupa un lu­
preguntas y otras por el estilo pueden ayudar a ordenar gar sobresaliente.
la economía doméstica y a invertir el dinero con mayor En todos los órdenes de la vida siempre están presentes
in teligencia. los problemas. y esto también se cumple en el ámbito del
¡Cuántos beneficios podría recibir' una familia si los hogar. Desde las desavenencias conyugales hasta las difi­
padres planificaran de común acuerdo los gastos de cada cultades en la crianza de los hijos; desde el dinero que no
mes! Habría mayor control, y sobre todo mayor bienestar alcanza hasta la presencia de alguna enfermedad; desde la
en la convivencia familiar. Considera esta simple receta intromisión de algún famili ar en la privacidad del hogar
sobre el particular: hasta la mala influencia de algún amigo de los hij os... To­
dos éstos, y muchísimos otros, son los problemas que a
1. Practique una administración compartida. menudo afectan la armonía y la alegría del grupo familiar.
Que ambos esposos realicen los planes de Sin embargo, la mayor preocupación no proviene gene­
gastos, y luego se ciñan a ellos. Esto unirá a ralmente de los problemas en sí mismos, sino más bien
la pareja, y le ayudará a hacer importantes porque éstos suelen complicarse por causa de alguna de­
economías. mora o un desacierto en la búsqueda de la solución. En­
2. Evite gastos superfluos. No incurra en mez­
tonces pueden surgir los resentimientos, el desánimo y la
quindad o avaricia. Pero tampoco sea escla­
aflicción del espíritu.
vo de la sociedad de consumo. Compre con

alegría y buen criterio.


Cierto matrimonio comenzó a tener serios
3. Cultive buenos hdbitos. Absténgase del tabaco,
problemas económicos. La pareja vivía en
el alcohol, las drogas o cualquier vicio que
medio del lujo y la abundancia. Tenían por
deteriore su salud y su bolsillo.
separado un servicio de criados y de auto­
4. No viva ni compre por comparación. No com­
móviles. Cada uno realizaba sus propios
pita con su vecino. Deje que él gaste o derro­
banquetes con sus amigos predilectos . Pero
che cuanto quiera. Compre usted solamente
llegó el momento cuando el administrador
lo que necesita.
de ambos les aconsejó realizar severas eco­
99
98
A pesar de todo.. . ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN! LA FRAGUA DE LA ALEGRÍA

nomías, porque de lo contrario terminarían buscarse.

en la ruina. 4) Elegir luego la mejor opción, la que parezca

más segura o racional. Esto podrá demandar


En vista del consejo recibido, el hombre y buen discernimienro, o la búsqueda del con­
su esposa se reunieron para estudiar el pro­ sejo oportuno.
blema. El marido le sugirió a su mujer que
S) Evaluar los resultados del camino elegido. Ha­

suprimiera la mitad de su servidumbre, y brá que esperar un tiempo prudencial, antes

además que ambos usaran el automóvil de de saber si se ha elegido la mejor opción.

él. Pero la señora reaccionó violentamente


ante tal sugerencia. Yel diálogo se tornó di­ 6) Si el problema persiste, hacer un ajuste o cam­
fícil, hasta que por fin parecieron llegar a bio en todo el proceso. Quizá será necesario

un acuerdo. "Desde mañana -convinieron conocer mejor las verdaderas causas del pro­

los dos- le suprimiremos la barra de cho­ blema, o bien modificar total o parcialmen­

colate al loro" . te el camino elegido hacia la solución. Pero

si el resultado ha sido satisfactorio, se deberá

¿Qué solución produjo tan ridícula idea? Ninguna. El continuar en ese curso de acción.

problema persistió, y la pareja terminó en la mayor des­


graCIa. Esta técnica o estructura de seis pasos puede aplicarse
exitosamente a cualquier índole de problema familiar, ya
Con la intención de evitar este extremo doloroso, se trate de una dificultad en el vínculo matrimonial, en la
compartimos a continuación la "técnica" de resolver ade­ educación de los hijos, o en las finanzas del hogar. Con­
cuadamente los problemas del hogar. Aquí está, tal como solida, pues, el bienestar y la alegría de tu familia resol­
la han probado exitosamente incontables personas: viendo con acierto tus problemas, y evitando que ellos al­
teren la armonía de la casa. Enfrenta con valor cualquier
1) Saber en qué consiste el problema. Entenderlo en problema. Aun una media solución será mucho mejor
su verdadera dimensión, y evitar cualquier con­ que nmguna.
fusión mental que desfigure la real situación.
2) Descubrir y analizar sus posibles causas. Qué 7. ALTURA ESPIRITUAL
factor o factores dieron origen al problema.
Éste es un paso importante, porque cono­ Esta cualidad es la más efectiva para asegurar la alegría
ciendo las causas será más fácil dar con la so­ de la familia. Además, es la base para disfrutar de las seis
lución acertada. cualidades ya consideradas.
3) Estudiar las posibles soluciones que podrían Aunque las aves suelen construir sus nidos en los sitios
J01
100
LA FRAGUA DE LA ALEGRÍA
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN!

da, hay paz y dicha en todo el ámbito del hogar. Es en­


más seguros y elevados, a veces se equivocan y anidan en
tonces cuando "la fragua de la alegría" opera en plenitud
lugares bajos y peligrosos. En el frente de nuestra casa te­
nemos dos árboles más bien pequeños y bajos. Y cierto para bien de todos.
día nos sorprendimos al ver que un casal de torcazas ha­ 1. ¿Qué clase de nivel moral y espiritual reina en

bían construido su nido en uno de esos árboles. "¿Cómo


tu familia ?

podrían estar seguras allí? -nos preguntábamos- ¿Có­


mo podrían empollar sin riesgo sus pequeños huevos ?" 2. ¿Ruegas en favor de tu hogar, de tus hijos, o de

. A las pocas semanas se cumplieron nuestros temores.


tus padres?

Vimos en el suelo el nido destruido, con las dos palomi­ 3. ¿Cultivas la fe en Dios, y habita él en el seno de

tas espantadas revoloteando sobre el lugar y procurando tu familia?

salvar al indefenso polluelo que les había nacido. Algo da­


ñino había ocurrido en ese nido, que tuvo tan triste final. Quien le encomiende a Dios cada día su vida perso­
nal y la de toda su familia, recibirá la dirección del Altí­
Aquellas avecillas habían construido su nido a muy ba­ simo y será feliz. He aquí una oración sugerente en fa­
ja altura. Y así también les fue. ¡Cuántos son los padres vor de la familia. Adáptala como lo creas mejor, y eléva­
que cometen un error semejante! Construyen demasiado
bajo , y luego les toca ver con hondo pesar cómo se les res­ la con fe a Dios.
quebraja el nido de su hogar. La falta de respeto, de fide­ Bendice este hogar, Señor, te rogamos;

lidad y de amor; la presencia del desorden, el materialis­


venga tu gracia a los que en él moramos.

mo y la incredulidad: eso es construir demasiado bajo el


nido del hogar.
Bendice, Señor, sus fuertes paredes;

En cambio, se construye a buena altura cuando, a ni­


sean fortaleza contra menesteres.

vel afectivo, se cultiva el amor familiar; cuando, a nivel


social, existen relaciones armoniosas; cuando, a nivel
moral, se practica la virtud; y cuando, a nivel espiritual, Bendice, Señor, su techo elevado;

se ejerce la fe en Dios y la dependencia de él. Este últi­ amparo sea de lo inesperado.

mo aspecto es la dimensión más sustentadora de la ale­


gría del hogar. y bendice sus puertas; que día tras día

Cuando Dios ocupa el primer lugar en la familia, sus siempre se abran a la alegría.

miembros mantienen una relación personal con el Crea­


dor. Los valores espirituales elevan la conducta y dignifi­ Bendice sus amplias ventanas, Señor;

can la vida. Ante cada necesidad, surge la plegaria espon­


que entre por ellas la luz de tu amor.

tánea en busca de la ayuda divina. Y cuando llega esa ayu-


103
102
LA FRAGUA DE LA ALEGRIA
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓNI

Bendice las brasas del humilde fogón,


bienestar de todos en la casa.
y el humo que sube cual nuestra oración.
5. Sana economía doméstica. Una importante condi­
ción para mantener tranquila y alegre a la familia.
La buena administración del hogar entraña orden
Bendice a tus hijos que viven aquí;
y control en los gastos . Manejar correctamente el
que nunca en la vida se aparten de ti.
dinero que llega al hogar es señal de madurez y
buen juicio.
A todos bendice en tu inmensa bondad,·
6. Correcta solución de los problemas. En todo hogar
para vivir ungidos de tu santidad.
existen problemas de diversa índole. Saber resolver­
los mediante la técnica sugerida proporciona alivio
y alegría. No hay razón para temer a los problemas,
Recapitulando ... si se los encara con resolución y sensatez.
Como hemos visto, para que funcione bien "la fragua 7. Altura espiritual. El éxito de una familia depende
de la alegría' -que es el hogar bien encaminado-, de­ del nivel moral y espiritual que alcanzan sus miem­
ben existir allí determinadas cualidades positivas. Con bros, comenzando por los padres. "La fragua de la
ellas es posible forjar la dicha de toda la familia. Repase­ alegría" produce los mejores resultados cuando
mos esas características en el orden presentado. Dios ocupa el centro del hogar.

1. Buena comunicación. Es imprescindible para el bie­


Analiza si en tu familia se cultivan estas siete caracterís­
nestar del hogar. La convivencia constructiva exige
ticas de la felicidad hogareña. j Vale la pena desarrollarlas ca­
una buena comunicación dentro del grupo familiar.
da día! ¿No te parece?
2. Amor genuino. El amor sincero, el trato afectuoso y
la comprensión solidaria son factores vitales para
despertar y conservar la alegría del hogar.
3. Relación armoniosa. La verdadera armonía familiar
elimina las desavenencias y la actitud obstinada. Fa­
vorece la tolerancia y la buena voluntad. Se apoya
en la paciencia y en la flexibilidad.
4. Paternidad responsable. Tal es la cualidad de los es­
posos y padres que saben construir la alegría de su
familia. Saben apoyarse mutuamente; dan un buen
ejemplo a sus hijos; velan cada día para asegurar el
105
104
Capitulo 7

INSEPARABLES:
AMOR,
GOZO, PAZ
Como el aire, el agua y el sol.

Como la planta, el fruto y la flor.

Como la fe, la esperanza y el amor.

Así conviven unidos el amor, el gozo

y la paz del corazón.

C uenta una vieja leyenda que el rey de un lejano país


siempre vivió triste, y murió triste. Así que cuando
su hijo lo sucedió en el trono, se propuso hacer cuanto
estuviera de su parte para ser un rey feliz. Para ello, man­
dó instalar una campana de plata en la torre más alta de
su palacio. Y mediante un reluciente alambre, la campa­
na estaría comunicada con todas las habitaciones del pa­
lacio, para que el rey la hiciera sonar toda vez que él se
sintiera feliz.
Los años fueron pasando, y la campana nunca sonó
para anunciar la dicha del rey. Los cabellos del monarca se
volvieron de plata y comenzó a envejecer. Nunca hasta
entonces había conocido un solo día feliz.
Pero cuando llegó la hora de su muerte, todo el pueblo
rodeó el palacio para llorar la partida de su amado rey.
"¿Qué sonido es éste que escucho?" preguntó el agonizan­
te monarca. Y su fiel camarero le respondió: "Es nuestro
pueblo que solloza porque se muere su rey". Entonces,
107
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN!
INSEPARABLES: AMOR, GOZO, PAZ

sintiéndose tan querido por todo el pueblo, el monarca


vanece; no es indecoroso, no busca Lo suyo, no se
extendió lentamente su mano hacia aquella reluciente ca­
irrita, no guarda rencor; no se goza de la injus­
dena, e hizo sonar la vieja campana de plata para anunciar
la dicha de sentirse querido por todo el pueblo. ticia, mas se goza de La verdad. Todo Lo sufte,
todo Lo cree, todo Lo espera, todo Lo soporta. EL
amor nunca deja de ser" (1 Corintios 13:4-8).
PRODUCTOR DE GOZO
En medio de sus luchas y trabajos, el rey de la leyen­ En estas descriptivas palabras se advierte la calidad
da no había conocido una sola hora de alegría. Sólo superior del verdadero amor. Se trata de la virtud supre­
cuando se sintió amado fue realmente feliz. ¿No encon­ ma, que es madre de virtudes. El que ama de veras, es
tramos en este ejemplo una semblanza de la vida huma­ fuerte frente al dolor y bondadoso en toda ocasión. No
na? Lo que sintió el antiguo reyes lo que siente toda otra pierde su tiempo en quejas y lamentos. Tampoco envi­
persona. Nada puede hacernos más felices que el amor, diará ni se enfermará de orgullo. Tendrá control sobre sí
cuando éste inunda sanamente el corazón. Nuestras ma­ mismo y desechará todo mal sentimiento. El que ama de
yores realizaciones no alcanzan a darnos plena alegría. y veras será paciente y tolerante. No tendrá celos enfermi­
tampoco la garantizan la prosperidad económica, el po­ zos, ni suspicacias innecesarias. Continuará amando a su
der del mando, la gloria de la fama, o el placer efímero prójimo, aunque su amor no sea correspondido. ¡Cuán
de la carnalidad.
diferente sería nuestro mundo si existiese un poco más
No existe fuerza más poderosa que la del amor. No
de esta virtud!
hay impulso más profundo ni sentimiento más sustenta­

Para descubrir la fuente de la felicidad, decididamente


dor de la felicidad humana, que el amor noble y abne­

el camino más acertado es el amor. Quítese el amor del


gado dentro del sagrado recinto del alma. Finalmente,

hogar, y quedará apenas una casa. Quítese el amor frater­


todo se mueve en el mundo por amor o por falta de él.

no del ambiente laboral, de la escuela, de la comunidad o


Donde abunda, abundan también el bienestar y la ale­

aun de la iglesia, y el egoísmo consiguiente destruirá la


gría; y donde falta, proliferan la desgracia y la maldad.

convivencia constructiva entre unos y otros. Es tan fun­


Pero la excelencia del amor es mucho más que una damental esta virtud del alma, que incluso la fe y la reli­
sensación o un impulso del corazón. Es un principio gión pierden todo valor si no van acompañadas de amor.
rector de la vida que, mientras endulza el alma, encien­ Al respecto, Elena de White escribió: "El profesar perte­
de la voluntad para hacer el bien. San Pablo lo define en necer a Cristo sin sentir amor profundo, es mera charla,
estos términos:
árido formalismo, gravosa y vil tarea".
Sin amor no tiene sentido la vida, ni tampoco la reli­
«El amor es suftido, es benigno; el amor no tie­
gión. Sólo sabemos vivir cuando sabemos amar. Notemos
ne envidia, el amor no es jactancioso, no se en­
la sabia conclusión, a la cual llegan los siguientes versos,
108
109

rL
A pesar de todo... ,ALÉGRESE TU CORAZÓN!
INSEPARABLES: AMOR, GOZO, PAZ

titulados "y Dios dijo No":


Me dijo que me había dado a su único Hijo
que había muerto por mí,
Le pedí a Dios que me quitara el orgullo,
y que un día estaré junto a él porque tengo fe.
y Dios dijo No.

Me dijo que no era algo que él tenía que quitarme,


Le pedí a Dios que me ayudara a amar a otros
sino que yo tenía que entregar.
como él me ama a mí.
y Dios dijo: uPor fin estás comenzando
Le pedí a Dios que me concediera paciencia,
a entender'~
y Dios dijo No.

-Bucakide Viocort.
Me dijo que la paciencia es producto de la tribulación.

No se concede, se conquista.

Realmente, comenzamos a entender la vida y el secre­


to de la alegría tan sólo cuando comenzamos a amar.
Le pedí a Dios que me diera felicidad,

Con razón San Juan escribió: ''Amémonos unos a otros;


y Dios dijo No.

porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es naci­


Me dijo que él da bendiciones.
do de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha co­
La felicidad depende de mí.
nocido a Dios; porque Dios es amor" (1 S. Juan 4:7, 8).
Y Jesucristo enseñó: "Amarás a tu prójimo como a ti mis­
Le pedí a Dios que me evitara todo dolor,
mo" (S. Mateo 22:39).
y Dios dijo No.

Me dijo que el dolor y el suftimiento me apartan


LOS CAMBIOS QUE PRODUCE EL AMOR
de las preocupaciones, y me acercan más a él.

Una mujer divorciada se encontraba en profundo de­


saliento. Estaba enferma y mal alimentada. Y su desgracia
Le pedí a Dios que hiciera crecer mi espíritu,
la indujo a acariciar la idea del suicidio. Resolvió tirarse
y Diosdijo No.
debajo de un tren. De los cuatro hijos que tenía, tomó a
Me dijo que debo crecer personalmente,
los dos más pequeños en una fría noche invernal, y se di­
pero que él podaría de vez en cuando.
rigió con ellos a las vías del ferrocarril. Pero cuando el tren
ya se acercaba, su hijita le dijo llorando: "Mamá, te quie­
Le pregunté a Dios si me amaba,

ro. Vamos a casa, que aquí hace mucho frío". Y esas pocas
palabras de la pequeña hicieron el milagro. Cuando la
y Dios dijo que Sí.

madre se sintió querida, recobró el valor, regresó a su ca­


110
111

Cl.
INSEPARABLES: AMOR, GOZO, PAZ
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZ6N!

sa y continuó luchando por amor a sus hijos. tar de bienestar. Sí, en el amor fraterno y servicial hay
alegría de vivir.
Años más tarde, esta mujer fue reconocida como una
de las grandes cantantes del mundo: Ernestina Schu­
mann-Heink. Además de óperas, entonó himnos religio­ LA LEY DEL AMOR
sos que inspiraron fe y valor en multitud de personas. Pe­
Una fuerza tan gigantesca como el amor no podría
ro en la hora de su mayor crisis, una simple frase de su hi­
existir sin un orden preestablecido. Y ese orden está fija­
jita la había salvado de la muerte: "Mamá, te quiero".
do claramente en una ley: la Ley de los Diez Mandamien­
¡Cuántas otras vidas podrían librarse de penas y desgra­
tos. Allí se establece que en primer lugar estamos llama­
cias, y hasta de la muerte misma, si a tiempo escucharan
dos a amar a Dios, y luego a nuestro prójimo como a no­
expresiones parecidas de amor sincero! El mundo vive en­
sotroS mismos. Respetar este orden es asegurar la existen­
fermo por falta de amor. ¡Cuánto regocijo podría reinar
cia del amor. Invertirlo, e intentar amar al prójimo antes
en los corazones si hubiese más amor! No de balde dice la
que a Dios, es entrar en un laberinto de intentos fallidos,
conocida canción: "Tengo alegría porque tengo amor".
que culminarán en fracaso y desamor.
Pero así como la palabra afectuosa puede salvar la vida
Sólo es posible amar a nuestro hermano, cuando pre­
del prójimo, una acción motivada por amor hasta puede
viamente mantenemos una relación de amor filial con
salvar la vida propia. A modo de ejemplo, recordemos el
nuestro Padre celestial. Al vivir unidos a él mediante la fe,
caso de aquel hombre que se dirigía hacia uno de los
comprendemos su grandeza y su amor providencial hacia
puentes de la ciudad, con la intención de lanzarse al vado
nosotrOS. Y como retribución le amamos con todo nues­
y quitarse la vida. Pero inesperadamente, mientras cami­
tro {( corazon,
/" con to da nuestra "1"a ma , y con to da nues­
naba angustiado, tropezó en la vereda con una niñita, en
cuyo rostro, bañado por las lágrimas, se dibujaba el dra­ tra "mente" (S. Mateo 22:37).
ma del hambre y la miseria. Cuando amamos de esta forma al Creador, en seguida
nacen el anhelo y la capacidad de amar a nuestro herma­
Simpatizando con la pequeña, el hombre la tomó de
no, sea éste el jefe o el subalterno, el amigo o el extraño,
la mano y entró con ella a la humilde vivienda. Allí en­
el familiar cercano o el vecino introvertido. Quizá nos
contró a la madre enferma, consumida por la fiebre. En­
preguntemos de qué manera debe expresarse esta clase de
tonces rápidamente fue en busca de remedios y alimento
para esos dos seres desvalidos. Y cuando terminó su ac­ amor fraternal. Y la respuesta es tan fácil como el conte­
nido de cada mandamiento: Si amamos a nuestro próji­
ción benefactora, de nuevo en la vereda y con su espíritu
más calmo, el hombre se preguntó: "¿Hacia dónde iba mo, en primer término honraremos y amaremos a nues­
yo? ¿Por qué vine por esta calle?" ¡Ya se había olvidado de tros padres. Luego, respetaremos la vida y los derechos de
su terrible angustia y de su plan de suicidarse! Su solida­ los demás; seremos puros en nuestro trato con ellos; no
ridad y su espontánea expresión de amor le salvaron la vi­ les robaremos; no les mentiremos, ni codiciaremos cual­
da. Y allí mismo descubrió la mejor fórmula para disfru­ quiera de sus bienes.
113
112
INSEPARABLES: AMOR, GOZO, PAZ
A pesar de todo... ,ALÉGRESE TU CORAZ6N!

En estos pocos preceptos dados al hombre por Dios, se en la vida tiene por finalidad el gozo y la satisfacción del
sintetiza la esencia del comportamiento humano. Parecen corazón.
muy pocos. Pero tomados a conciencia, con todas sus nu­ El poeta latino Virgilio escribió: "Cantemos; así el ca­
merosas implicaciones, estos mandamientos divinos ­ mino parecerá más corto". Tener un canto de alegría en el
obedecidos por amor- dignifican al hombre, ennoble­ alma, hace efectivamente más corto el trance del dolor y
cen su conducta y lo transforman en un ser feliz. Así lo más grato el camino de la vida. Pero ¿cómo se llega a esta
declara el antiguo salmista: "Bienaventurado [dichoso, fe­ experiencia? En buena medida, por la vía del amor. Nadie
liz] el hombre que teme a Jehová, yen sus mandamientos es más feliz que la persona que puede amar y ser amada.
se deleita en gran manera" (Salmo 112: 1). Acercarse a este ideal es acercarse a la dicha plena.
Esta maravillosa ley de amor es fuente de regocijo pa­ Pero en esencia, ¿qué es el gozo como virtud superior
ra el corazón. Ya su vez, el corazón gozoso se inunda de de la vida? Es mucho más que placer o que risa superfi­
paz y tranquilidad. De este modo, la verdadera alegría de cial. Es mucho más que la grata sensación de bienestar so­
la vida conserva una estrecha relación con el amor, del cial o profesional. Es la suma del contentamiento y del re­
cual procede, y con la paz interior, a la cual da origen. Tal gocijo interior, que se apoya en los valores permanentes
es exactamente el orden mencionado por San Pablo,
del espíritu. Es un don que Dios concede a quienes se lo
cuando habla acerca del fruto del Espíritu Santo en la vi­
piden con fe. Es la fuerza vital que no declina, ni siquie­
da humana. Él señala que ese "fruto" está compuesto de
ra en los momentos de prueba y de dolor.
"amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza" (Gálatas 5:22, 23).
El rey David le dijo al Altísimo: "En tu pre­
Las tres primeras manifestaciones del Espíritu son sencia hay plenitud de gozo; delicias a tu dies­
amor, gozo y paz. Y éste es también el orden que estamos
tra para siempre" (Salmo 16: 11).
siguiendo en el presente capítulo, para indicar que estas
tres virtudes son eslabones de la misma cadena. No se
Esta espontánea confesión del salmista habla de su
pueden separar. Van íntimamente unidos y se apoyan
profunda convicción: Junro a Dios "hay plenitud de go­
entre sí.
zo". Lejos de él hay insatisfacción y desdicha. En cierta
reunión de amigos, donde cada uno confesó cómo se sen­
LA PSICOLOGÍA DEL REGOCIJO tía, uno de ellos dijo: "Necesito encontrar la fuente de la
alegría". Otro acotÓ: "Me siento como enmohecido". y
Decíamos que el amor produce gozo. Tanto el uno co­
un tercero añadió: "Espiritualmente soy un esqueleto que
mo el otro son imprescindibles para la conservación de la
camina". Además, estas tres personas reconocieron que es­
salud mental. La melancolía no es una característica de la
persona normal. Lo normal es el cultivo del regocijo y la taban distanciadas de Dios. ¿Es de extrañar entonces que
alegría. Tanto que, en un sentido, todo lo que hacemos dijeran tales palabras acerca de sí mismas?
115
114
A pesar de todo... ,ALÉGRESE TU CORAZON!
INSEPARABLES: AMOR, GOZO, PAZ

Cuando una persona llega a esta condición, ¿qué otra don de Dios que podemos reclamar de él en la hora de
COsa debería hacer sino acercarse al Dador de toda bendi­ mayor necesidad.
ción? Con él los problemas pueden ser resueltos y disuel­
tos. Vale la pena probar 10 que afirma el salmista: alIado Para destacar la importancia de este bien tan preciado,
de Dios "hay plenitud de gozo". el distinguido médico francés Alexis Carrel declaró:
"Quienes conservan la paz interior en medio del tumulto
de la ciudad moderna, son inmunes para las enfermeda­
HACIA LA PAZ DEL ALMA des nerviosas y orgánicas". ¿Podría entonces subestimarse
Dijimos que "el amor produce gozo". Pero también di­ este valioso factor de salud? ¿Quién puede estar realmen­
jimos que estos dos eslabones van unidos a un tercero, te sano de cuerpo y espíritu si su corazón padece de tur­
que es la paz del corazón. No podría ser de otro modo. bulencia emocional?
Cuando el amor y el gozo dominan la vida, brota inevita­
blemente la calma de una conciencia tranquila. En lugar UNA TORMENTA ALECCIONADORA
del nerviosismo, surge la serenidad. En reemplazo del des­
control emocional, aparece el dominio propio. Y así se El Maestro había enviado a sus discípulos a la otra ori­
instala el sosiego de un espíritu pacífico y maduro. Desa­ lla del Mar de Galilea. Pronto se hizo de noche, e inespe­
parecen la ansiedad, la angustia y la inseguridad. radamente se levantó una amenazadora tormenta. El
¡Cuántos de los que recurren al consultorio ya los se­ viento les era contrario, y la barca era azotada por las olas.
dantes para lograr la paz del corazón, podrían obtenerla La vida de los discípulos estaba en peligro. Ya era casi de
amando un poco más! ¡O aprendiendo a vivir con un po­ madrugada, y todavía seguían remando contra las gigan- ·
co más de alegría! Bien decía el antiguo profeta Isaías: tescas olas. Estaban agotados y a punto de naufragar.
"Con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos" (Isaías Pero en el momento de mayor desesperación, una fi­
55:12). En otros términos: Sembremos alegría, y cosecha­ gura humana se les apareció en aquella noche borrascosa.
remos paz. Lo cual significa: salud mental y equilibrio ¿Sería un fantasma, como pensaron en un principio? No,
emocional.
era nada menos que su amado Maestro, quien les dijo:
La verdadera paz del alma no es pasividad. Es acción "¡Tened ánimo; yo soy, no temáis! Y subió a ellos en la
organizada sin desgastarse; es no turbarse frente a los pro­ barca, y se calmó el viento; y ellos se asombraron en gran
blemas; es luchar sin desmayar. Es una virtud superior _ manera, y se maravillaban" (S. Marcos 6:50, 51).
igual que el amor y el gozo- que ennoblece el carácter de En medio de la noche, llenos de temor y próximos a
su poseedor. Es armonía, concordia y buena voluntad en sucumbir, los agotados viajeros disfrutaron finalmente de
la convivencia Con los demás. Es paciencia frente a la pro­ paz y seguridad. El incidente podría parecer de menor
vocación, mansedumbre frente a la agresividad, y quietud trascendencia. Pero esa noche memorable contiene una
frente a cualquier necio alboroto. La paz interior es un profunda lección para todos los tiempos. Como ocurrió
lIó
117

D...
A pesar de todo... ,ALÉGRESE TU CORAZÓNI
INSEPARABLES: AMOR, GOZO, PAZ

con los discípulos de antaño, tú y yo somos navegantes en


sión domina tu mente? La paz que puedes estar necesitan­
el mar de la vida. y en nuestro esfuerzo por abrirnos pa­
do, para sentirte sano y alegre, proviene de Aquel que di­
so, ¡cuántas veces aparecen sobre el horizonte las indesea­
jo: "La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como
das tormentas de los más diversos problemas humanos! y
el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga
tales tormentas roban la paz de nuestro corazón.
miedo" (S. Juan 14:27). Ésta es la característica del verda­
Los reveses y los infortunios que nos toca padecer, dero creyente: no tiene miedo, sino paz en su corazón. Se
también nos llenan de temor y hasta nos agotan en la bús­ siente seguro y confiado, porque vive con Dios.
queda de alguna solución. Pero cuando todo parece tan
Tal fue la fuerza interior que demostró tener una joven
complejo y desalentador, el Señor de los cielos y la tierra,
mujer cristiana. Acababa de perder a su esposo en el acci­
el gran Compaginador de la vida, se acerca y nos dice:
dente automovilístico que ambos habían tenido en la ru­
"No temas, aquí estoy para ayudarte. Vengo a traerte paz
y tranquilidad". y tan ciertamente como ayer calmó el ta. Estaba desolada y profundamente dolorida. A los po­
cos días, una de sus amigas le preguntó: "¿Qué vas a ha­
mar embravecido y la angustia de sus discípulos, así hoy
cer ahora?" Y la mujer respondió: "No sé. Mi mente está
él puede apaciguar nuestros temores y angustias, si entra
en la barca de nuestro ser. muy confundida; pero en mi corazón tengo paz". Y su va­
liente respuesta muestra que en la hora del dolor y la so­
Sólo cuando el Maestro subió a la embarcación se pro­ ledad, el cristiano no se desploma. Conserva la paz de
dujo la paz. Y con la paz hubo alegría y seguridad. En esto Dios en su corazón. Y esto le permite seguir luchando con
consiste el secreto de la paz interior: Jesucristo morando en esperanza y fortaleza.
el corazón y guiando la vida. Entonces esa paz de origen di­
vino, "que sobrepasa todo entendimiento", nos preserva del
mal y nos inunda de bendición (Filipenses 4:7). ¿POR QUÉ NO HACER LA PRUEBA?
De este modo, se cumplen las palabras de E. Markham: Después de la Primera Guerra Mundial, el periodista
norteamericano Eduardo Box ofreció un premio de
100.000 dólares para quien presentara el mejor plan que
"En el centro del cicl6n que desgarra los cielos, y
asegurara la paz mundial. Yen la oficina correspondiente se
arrastra las nubes y derriba las torres, hay un
recibieron 22.000 planes diferentes, todos ellos con la in­
lugar central de calma. Así también aquí, en
tención de que no .hubiera más guerra sobre la tierra. Los
medio del rugido de las cosas mortales, tengo un
miembros del jurado debatieron por largo tiempo, especial­
lugar donde mi espíritu canta: el hueco de la
palma de Dios'~ mente sobre algunas propuestas de gran valor. Pero final­
mente, triunfó el plan más corto y sencillo de todos. Cons­
taba de sólo dos palabras: "Try Jesus" (Pruébese a Jesús).
¿Qué conflictos tienes en tu alma? ¿Qué es lo que te
Los hombres premiaron esta fórmula, pero no la pusie­
produce preocupación, o tensión emocional? ¿Qué obse­
ron en práctica. Y apenas veinte años más tarde, en 1939,
1J8
1J9

....

A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN! INSEPARABLES: AMOR,

estalló la Segunda Guerra Mundial, con su devastadora ningún mal me alcanzará,

consecuencia de muerte y horror. Millones de seres hu­ pues jesús me amparará.

manos perdieron la vida en el campo de batalla. Y después


vinieron muchas otras guerras, que asolaron multitud de ¿Ya has probado a Jesús? ¿Estás probando su poder
países. Y ahora, ¿quién podría asegurar que se ha aprendi­ transformador para disfrutar de paz espiritual?
do la lección, y que no habrá más conflictos bélicos entre
los pueblos?
La amenaza está siempre latente. Los focos de confla­ Condensando lo dicho ...
gración no terminan de apagarse. Y el motivo sigue sien­ 1. Es imposible separar la verdadera alegría de las otras
do el mismo: no se pone en práctica aquella simple fór­ virtudes que embellecen la vida. Por ejemplo, el
mula de las dos palabras. El espíritu manso del Nazare­ amor. Donde éste abunda, abundan también el bie­
no continúa ausente del corazón humano. Y como resul­ nestar y el gozo del alma. No existe vida plena sin
tado, prevalece la actitud belicosa, pendenciera, vengati­ amor. Cultivar esta virtud suprema es aprender real­
va, codiciosa y perversa, que se expresa fatalmente en el mente a vivir. El ser humano no muere cuando de­
campo de batalla. ¡Cuánta ruina y miseria porque no se ja de respirar, sino cuando deja de amar.
prueba a jesús!
2. Una sola palabra de amor ¡cuánto bien puede ofre­
y lo que es cierto en el mundo, es también cierto en cer! Puede motivar un corazón; puede salvar una vi­
la intimidad del alma. Millones de hombres y mujeres vi­ da. Baste recordar a la niña que le dijo a su madre:
ven sin paz. Tienen su corazón atribulado, inseguro, an­ "¡Mamá, te quiero!" O al hombre que salvó su pro­
gustiado y vacío porque no prueban a Jesús. ¿Quién me­ pia vida, por causa del amor servicial que tuvo ha­
jor que él para apaciguar la vida? ¿Quién más poderoso cia aquella mujer y su hijita desvalidas.
que él para cambiar el corazón? ¿Quién como él para dul­
cificar el carácter? 3. Otra compañera inseparable de la alegría es la paz
interior. La una no puede existir sin la otra. La ver­
dadera paz no es mera tranquilidad, ni mucho me­
Como dice la canción cristiana:
nos inactividad. Es la fuerte virtud del alma, por la
En jesús fiel amigo encuentro; cual se domina toda forma de angustia y ansiedad.
paz perfecta y plena a mi alma da. Es un estado de autocontrol, que conserva la man­
Apoyado en él estoy, sedumbre y la armonía en la convivencia con el pró­
mi confianza a él le doy. jimo. Es un don de Dios que todos podemos reci­
bir y cultivar.
Aunque ande en algún peligro, 4. Cuando falta la paz del alma, y el espíritu parece
o en el valle de la muerte esté, naufragar, el mismo Pacificador que calmó el Mar
121
120

.L
Capítulo 8
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZ6N!

de Galilea puede aquietar nuestro ser. La fórmula


"Pruébese a Jesús" no sólo puede instalar la paz en PARADOJAS
el mundo, sino particularmente dentro de nuestro
corazón. ¡Bien vale la pena probar a Jesús! DE LA
5. Tres virtudes cardinales de la vida: el amor, el gozo
y la paz. Tres eslabones fuertemente unidos, que FELICIDAD
aseguran el bienestar pleno del hombre. Cada uno
de ellos necesita de los otros dos. Fortalecerlos en Ver el otro lado de las cosas; o
forma equilibrada es el secreto de la salud mental y valorar lo que a menudo se pasa
la dicha individual. por alto, puede conducir a los
mayores descubrimientos
«Sijuzgase la vida por una derrota... debería pre­ de la vida.
ferir la muerte. Pero me he impuesto el deber de
ser feliz" (Helen Keller, ciega, sorda y muda).
l célebre filósofo Sócrates, de la antigua Grecia, ense­
y estas palabras se hermanan con las nuestras: "A pesar
de todo ... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN!"
E ñó durante cuarenta años. Luego, su discípulo Platón
enseñó a lo largo de cincuenta años. Después, Aristóteles,
considerado "una de las inteligencias más vastas que ha
producido la humanidad", enseñó durante cuarenta años .
Un total de 130 años dedicados a la enseñanza de la mo­
sofía. Y por medio de ella, estos tres filósofos griegos ejer­
cieron una poderosa influencia sobre el pensamiento y la
cultura de todos los tiempos.
Pero en contraste con estos maestros del pasado, algu­
nos siglos más tarde apareció Jesús en el escenario de la
historia, quien enseñó apenas durante tres años y medio.
Sin embargo, en ese breve tiempo alcanzó a sembrar una
filosofía tan simple y profunda a la vez, que ha cambiado
el curso de la humanidad y ha transformado a millones de
corazones.
A modo de ejemplo sobre la excelencia de la enseñan­
za del gran Maestro, bastará con recordar los extraordina­
123
122
I1
:1,1,

A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN!


PARADOJAS DE LA FELICIDAD

rios prinClplOs contenidos en su inmortal Sermón del ne al caso recordar la experiencia de aquel humilde zapa­

Monte. Nunca antes se habían escuchado conceptos tan tero, que se pasaba el día golpeando y clavando, mientras ;~

nobles y revolucionarios acerca del comportamiento hu­ acompañaba su tarea entonando alegres melodías cristia­ l~

mano. La autoridad y la verdad que emanaban de la pala­ nas. <

bra de Cristo, hacían que las multitudes 10 escucharan


con particular deleite. A! lado del modesto taller del zapatero vivía un hom­

bre multimillonario, quien estaba molesto con tantos

Analicemos la parte inicial del citado "sermón", y vea­ golpes. Hasta que cierto día ideó un plan para que el za­
'111
mos con qué tema el Maestro introdujo su palabra. No patero dejara de golpear. Le regalaría una elevada canti­
aludió a las ideas filosóficas de sus días, ni tampoco hizo dad de libras esterlinas, a fin de que el hombre no nece­
referencia a las tradiciones religiosas del pueblo. Cono­ sitara trabajar más. Y efectivamente, con semejante suma
ciendo que la gente ansiaba tener una vida de bienestar y de dinero en mano, el zapatero dejó de trabajar. Ya no se
felicidad, comenzó atendiendo este anhelo mediante sus oían los golpes de su martillo, pero tampoco las cancio­
admirables"Bienaventuranzas". nes que solía entonar.
AIlf el Maestro presentó el secreto de la verdadera ale­ El nuevo rico pasaba las noches sin dormir, siempre
gría de vivir. y para ello invitó a sus oyentes a recorrer pensando qué iba a hacer con tanto dinero. Por fin, no
un camino nuevo y aparentemente contradictorio. No pudiendo soportar más sus preocupaciones, cierto día se
les dijo: "Bienaventurados [o dichosos] los potentados, dirigió a su acaudalado vecino y le devolvió todas las li­
los famosos, los fuertes, los eruditos, o los gobernantes". bras esterlinas. Horas más tarde, volvieron a escucharse
Con sus inesperadas palabras tomó otra dirección, y Ue­ los característicos golpes del zapatero, y también sus her­
gó a 10 más hondo de la naturaleza humana mostrando mosas canClOnes.
que todos podían ser felices, incluso los más humildes
de la tierra. Aunque éste es un relato alegórico, ¿no muestra sin
embargo que el dinero por si solo es insuficiente para ha­
y sus palabras no han pasado de moda. Son tan perti­
cernos felices? Hay bienes más profundos y esenciales pa­
nentes hoy como ayer. Tanto que si él tuviera que abordar
ra darnos felicidad. Y aunque el dinero bien administra­
hoy el mismo tema, seguramente utilizaría iguales térmi­
do puede asegurar una medida de bienestar, también es
nos para satisfacer las necesidades del hombre actual.
cierto que manejado egoístamente puede producir avari­
cia, materialismo, vanidad y hasta la pérdida de la simple
alegria de vivir. El relato narrado señala que cuando el di­
LO ESENCIAL
nero quita la paz durante el día, y no deja dormir con
Muchos podrían afirmar: "Felices los que viven en me­ tranquilidad durante la noche, es preferible vivir modes­
dio de la abundancia". Pero, ¿sería ésta la fórmula más tamente pero con alegria en el corazón.
acertada para alcanzar la dicha de la vida? A! respecto, vie­ La virtud de la vida no se mide por lo que tenemos en
124
125
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZ6N!
PARADOJAS DE LA FELICIDAD

el bolsillo, sino por lo que nos abunda en el alma. Allí ya­


pIemente quería lograr el perdón divino. Por eso, su cor­
ce lo esencial. Valemos no por lo que tenemos, sino por
ta plegaria fue: "Dios, sé propicio a mí, pecador". Y ese re­
lo que somos. y Jesús sabía muy bien esto. De ahí que en
conocimiento de su propia necesidad espiritual, lo hizo
su receta de las Bienaventuranzas, él apunta a lo más pro­
humilde. Le permitió blanquear su conciencia y llenar de
fundo del espíritu, donde pueden florecer el bien y la paz su corazón. Y como resultado se sintió profundamen­
prosperidad del ser humano.
te feliz. De ahí la conclusión presentada por el Maestro:
"Cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se
"LOS POBRES EN ESPÍRITU" humilla será enaltecido" (S. Lucas 18:14).

Con esta frase, el gran Maestro comienza la serie de sus El orgullo puede engendrar vanidad, arrogancia e in­
sabias Bienaventuranzas. Dice: "Bienaventurados [felices, sensatez, pero jamás puede otorgar felicidad a nadie. En
dichosos, benditos] los pobres en espíritu, porque de ellos es cambio, el espíritu humilde se preocupa por crecer y
el reino de los cielos" (S. M ateo 5:3). La expresión "pobres mejorar, porque reconoce sus defectos y necesidades. Y
en espíritu" está lejos de significar ignorantes o quizá dé­ en esta actitud mental nacen la superación y la alegría
biles mentales. El Maestro jamás alentó la ignorancia o la del alma.
torpeza mental, ni tampoco favoreció la pereza intelec­ El libro bíblico de El Apocalipsis describe a cierto ti­
tual. Aquí él se refiere a los humildes de corazón, que re­ po de cristianos que afirman: "Yo soy rico, y me he en­
conocen su necesidad espiritual; a quienes viven exentos riquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad". Pero es­
de orgullo y de suficiencia propia, y que buscan en D ios te alarde brota de un lamentable autoengaño. Ese cris­
la verdadera fortaleza interior. tiano cree que está bien, pero no se da cuenta de sus mu­
chas falencias personales. Se siente fuerte y completo,
¿Por qué son felices los que se sienten débiles espiri­

cuando en realidad es espiritualmente débil e imperfec­


tualmente? Esto parece un contrasentido. La respuesta es

to. y este error mental, que descompone el alma y la


que los tales sienten su necesidad de D ios, y sólo así acu­

conducta, echa a perder la felicidad y el bienestar de


den a él en busca de ayuda. Jesús mismo ilustró esta ver­

muchísimos seres humanos.


dad cuando narró su parábola del fariseo y el publicano.

El fariseo estaba en el templo, y oraba consigo mismo ala­


y tratándose de un orgullo tan generalizado y perni­
bando sus pretendidas virtudes. Consideraba que él era
cioso, no es extraño que Jesús dedique su primera biena­
un dechado de moral y de bondad. Por lo tanto, no le pi­
venturanza para alabar a los que reconocen su necesidad es­
dió nada a Dios, y nada recibió.
piritual. Sólo los tales pueden ser felices; y "de ellos es el
reino de los cielos".
Al lado del orgulloso fariseo estaba el despreciado pu­
blicano, el fraudulento cobrador de impuestos al servicio
del poder romano. Pero él estaba arrepentido de sus ma­ 1. ¿Qué sentimiento te despierta la actitud del or­
las acciones. Así que, sin adjudicarse mérito alguno, sim-
gulloso fariseo?
126
127
A pesar de todo ... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN! PARADOJAS DE LA FELICIDAD
1,.
2. ¿ Te identificas con la humildad del publicano de nacimiento. No podía oír ningún soni­
~I I
arrepentido? do: ni el canto de los pájaros, ni la voz de su

mamá, ni la enseñanza de sus maestras es­


3. ¿Notas cómo esta primera bienaventuranza pecializadas. Y para empeorar la suerte del

puede ser el paso inicial hacia la verdadera ale­niño, cierto día le ocurrió lo que pareció ser

gria de la vida? su mayor desgracia. Fue atropellado por un

auto, y arrastrado muchos metros sobre el

"LOS QUE LLORAN" pavimento.

,.1
El pobre niño quedó con sus costillas rotas y

En su original receta de la felicidad, ahora el Maestro con una temible fractura de cráneo. Debió
1
presenta otro concepto insólito y paradójico. Nadie antes sufrir una delicada operación, con pronósti­
que él había expresado uria idea tal. Dijo: "Bienaventura­ co reservado. Los padres no podían entender

I
dos los que floran, porque elfos recibirdn consolación" (S. por qué su hijito debía padecer tanto. Pero

Mateo 5:4). Cualquiera de sus oyentes hubiera esperado ¡oh sorpresa! A medida que el niño se iba re­
que Jesús dijese: "Bienaventurados los que ríen, los que se cuperando de su operación, extrañamente

sienten bien, y los que no sufren ningún dolor". Pero comenzaba a oír. Poco tiempo más tarde

Aquel que conocía la intimidad del alma humana, sabía aprendió a hablar, y disfrutó de buena salud

realmente en qué consiste el corazón gozoso. el resto de sus días. Su madre llegó a decir:

El pensamiento corriente es que el que más ríe y se di­ "Ese accidente fue lo mejor que pudo haber­

vierte, goza de mayor felicidad. Pero aquí el Maestro afir­ le ocurrido".

ma que el llanto puede ser el preludio de una alegría ge­


nuina, si es que luego le acompaña la consolación divina. A menudo, las pruebas y el dolor se convierten en
Si lloráramos más por ciertos motivos, ¡cuánto mejor nos nuestros mejores aliados. Lo que hoy nos aflige, mañana
iría después! Y el llorar no es muestra de debilidad. Se tra­ puede convertirse en nuestra mayor bendición. En tal
ta de algo tan humano como reír, y de algo tan natural co­ sentido, son "bienaventurados los que lloran".
mo la vida misma. Pero el llanto que menciona Jesús, también incluye el
¡Cuánto más sensibles y comprensivos nos hace el do­ pesar por las faltas propias. Es parte del arrepentimiento
lor! El infortunio y el sufrimiento, bien tomados, agigan­ del alma, que da origen a la renovación y a la transforma­
tan nuestro ser. Se ha dicho que "toda perla comienza con ción de la vida. Y semejante transformación o conversión
un ckJlor en el vientre de la ostra". Así también, muchos de siempre termina en una explosión de gozo profundo.
los dolores de la vida terminan en una perla de felicidad.
l. ¿Estd triste hoy tu corazón? ¿Buscas consuelo para

Un niño de cuatro años de edad era sordo tu dolor o tu adversidad? Dios puede estar proce­

128 129
A pesar de todo... ,ALÉGRESE TU CORAZÓN! PARADOJAS DE LA FELICIDAD

sando para ti una amplia medida de felicidad. ria, todavía sigue siendo una virtud digna de ser cultiva­
Pídela con fe, y la recibirds. da. El sabio Salomón lo expresó con estas palabras: "Me­
jor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se en­
2. El posible dolor del crecimiento espiritual desem­
señorea de su espíritu, que el que toma una ciudad" (Pro­
boca en el júbilo del alma. verbios 16:32).

"LO S MANSOS" La conocida fábula cuenta que el viento que­


ría demostrarle al sol que él, con su tremen­
De nuevo la nota insólita. El Maestro declara ahora: da fuerza, le arrancaría a un hombre el abri­
"Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirdn la tierra go que llevaba puesto. Pero a pesar de sus
por heredad" (S. Mateo 5:5). Éste es el tercer paso que violentos esfuerzos, lo único que consiguió
conduce a la felicidad del corazón. La mansedumbre po­ el viento fue que la ropa del caminante se le
dría definirse como suavidad, gentileza, modestia y espí­ pegara aún más alrededor de su cuerpo. De­
ritu apacible. En suma, una actitud poco común en este mostró tener fuerza, pero no pudo lograr
tiempo, cuando abundan tanto la violencia y la agresivi­ que el hombre se quitara el abrigo.
dad. Esta bienaventuranza es una velada condena a la pre­
Luego, le tocó el turno al sol. Sus cálidos ra­
potencia avasalladora y al intento por someter a los de­
yos comenzaron a entibiar la tierra, y lenta­
más. Encierra el principio del respeto y la suavidad den­ mente hicieron entrar en calor al caminante.
tro de la convivencia diaria.
Hasta que éste se quitó el abrigo con total
Mientras los hombres piensan que son más felices . naturalidad. Lo que no había logrado la vio­
cuanto más fuerza poseen para dominar el mundo, el lencia del viento, lo consiguió la suavidad
Maestro de los maestros enseña que obtenemos más feli­ del sol.
cidad cuando dominamos nuestros impulsos y domesti­
camos nuestros insti ntos agrestes. Sólo cuando desapare­ La lección de la fábula brota por sí sola. ¡Cuánto más
ce la rebelión interior, yen reemplazo cultivamos un espí­ conseguimos en nuestras relaciones con suavidad que con
ritu paciente y manso, llegamos a ser realmente "biena­ ira y violencia! Un pedido amable vale más que una orden
ven turados". autoritaria. La fuerza de la delicadeza vale más que la pre­
La mansedumbre es una fuerza superior a la agresivi­ potencia irrespetuosa. El trato cortés y gentil vale más que
dad o la violencia. Pensemos en cuántos triunfos se han cualquier intención manipuladora.
logrado en el círculo del hogar, gracias al espíritu manso
que supo conservar la calma en medio de alguna tormen­ l. ¿A cudl te pareces mds: al viento, o al sol?
ta familiar. ¡Cuántos hogares se desintegran cada día por 2. ¿Cultivas la mansedumbre que proporciona
falta de este noble espíritu! El autocontrol, que evita la fu­ alegría al corazón?
130 131
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZ6N! PARADOJAS DE LA FELICIDAD

"LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE jUSTIClA" Luego, permitiendo que Dios haga la obra. Sólo él, me­
diante Jesucristo, hace justo o justifica al ser humano.
Jesús prosigue con sus conceptos paradójicos, cons­ Pero el anhelo dominante es imprescindible; es el co­
tructores de la felicidad humana. Hasta aquí, todo lo mienzo del buen camino; es la chispa que enciende la fe­
que había dicho parecía contrario a la lógica y al senti­ licidad en el corazón, y que se completa con la interven­
do común de sus oyentes. Pero todavía le quedaba bas­ ción divina. Ya el antiguo salmista decía: "Como el cier­
tante por decir en esa misma dirección, a fin de comple­
vo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti,
tar su insólita fórmula sobre la verdadera alegría de vivir.
oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del
El Maestro continuó diciendo: "Bienaventurados los que
Dios vivo" (Salmo 42: 1, 2).
tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados"
(S. Mateo 5:6). Y después del ferviente deseo, como quien pide comi­
da cuando tiene hambre, o agua cuando tiene sed, el co­
La injusticia, el mal, el engaño y la corrupción nunca
razón se abre para que Dios lo llene de justicia. Y cuando
han proporcionado felicidad a nadie. Por el contrario, son
recibimos tan precioso regalo, el alma canta de gozo. Se
la causa de todas las miserias y los sufrimientos que pade­
produce un abierto rechazo hacia el mal, y un deleite en
ce la humanidad. Por eso, Jesús señala aquí la "justicia" o
la rectitud como la clave del corazón alegre. Sólo quien hacer todo lo bueno.
obre con integridad podrá aspirar a ser realmente feliz.
Además, igual que las otras, esta bienaventuranza incluye
1. ¿ Te gozas procurando vivir una vida justa?
una promesa. Al que tiene "hambre y sed de justicia", es
decir, al que anhela fervientemente la limpieza de su al­ 2. ¿Sientes que Dios hace justa tu vida mediante
ma, se le promete que la alcanzará. su poder divino y su amor perdonador?
Pero, ¿de qué manera podría cambiar una persona, y
pasar del mal al recto proceder? ¿No es acaso humana­ "LOS MISERICORDIOSOS"
mente imposible un cambio tal? ¿No afirma la Sagrada
Escritura que "todos nosotros somos como suciedad, y to­ Nuevamente, aquí nos encontramos con una declara­
das nuestras justicias como trapo de inmundicia"? (Isaías ción que no parece conducir a la felicidad: "Bienaventu­
64:6). Sí, incluso los jueces de la tierra, encargados de ad­ rados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán miseri­
ministrar justicia, ¡cuántas veces cometen injusticias e in­ cordia" (S. Mateo 5:7). Es decir, el que es bondadoso y
curren en vergonzoso cohecho! amable con los demás se siente contento de serlo, y ade­
más recibe el mismo trato que dispensa. Tal vez tenga
Pero en medio de una sociedad contaminada por mil
que esperar un tiempo, pero tarde o temprano su bon­
formas de injusticia, todavía es posible lograr indivi­
dualmente un comportamiento justo. ¿Cómo? En pri­ dad será retribuida.
mer lugar, deseándolo: teniendo "hambre y sed" de ello. Un ejemplo clásico de este principio aparece en los

132 133

....

PARADOJAS DE LA FELICIDAD
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN!

escritos del antiguo historiador Apiano, quien describe tan cierto de la felicidad humana, que hoy constituyen la
un asombroso incidente que presenció en la ciudad de receta que muchos médicos dan a sus pacientes. El psi­
quiatra le dice a una mujer perturbada: "Vuelque su amor
Roma, en los días de Julio César. En el inmenso circo
en alguien, y su angustia pasará". A un hombre adinera­
donde se estaba exhibiendo ante el pueblo una batalla
do y hastiado de la vida, le recomienda: "Sea bondadoso
con fieras, fue traído el esclavo de un amo cruel del nor­
y servicial con los demás, y ellos le pagarán con la misma
te de África.
moneda". Es decir, "demuestre amor fraterno a los demás,
El esclavo se llamaba Androcles. Y dice Apiano que y ellos se lo retribuirán y lo harán feliz".
cuando el león del circo lo vio a la distancia, se detuvo co­
mo petrificado. Luego se fue acercando lentamente al
hombre, y empezó a lamerle las manos y los pies. Ante tan 1. ¿Aceptas que el amor engendra amor, y que la
increíble demostración de afecto, Androcles recuperó su misericordia hacia los demás es retribuida de
valor y observó con detenimiento al animal. parte de ellos?
Julio César, que observaba maravillado la escena, man­ 2. ¿Aseguras tu alegría de vivir mostrándote servi­
dó a llamar al esclavo y le preguntó la razón de tal inci­ cial con tu prójimo?

dente. Entonces Androcles relató una extraña y cautivan­


te historia. Contó que después de haber huido de su amo
cruel, se escondió en una cueva del desierto. Y allí entró
"LOS DE LIMPIO CORAZÓN"
un león cojeando y sangrando de una pata. Por sus gemi­ Este sexto paso hacia la felicidad dice: "Bienaventura­
dos, se notaba que la herida le dolía intensamente. Al dos los de limpio corazón, porque ellos verán a D ios" (S. Ma­
principio Androcles tuvo miedo. Pero el león le extendió teo 5:8). Tanto la fuente del bien como la del m al se en­
la pata, y el esclavo pudo ver en ella una enorme espina cuentran en el corazón. Por eso Salomón aconsejaba: "So­
clavada en la planta. Androcles se la sacó y le vendó la pa­ bre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él
ta lo mejor que pudo. Luego, el león se acostó y durmió mana la vida" (Proverbios 4:23). Y su padre D avid roga­
tranquilamen te. ba: "Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva
un espíritu recto dentro de mí" (Salmo 51: 1O).
Ahora, varios años más tarde, el león y el esclavo se en­
contraban dentro del circo en ese día memorable. Andro­ Mientras nos preocupamos tanto por la contamina­
cles era tratado por el león con la misma bondad con que ción ambiental de nuestros días, podemos pasar por alto
él había curado a la fiera. Se cumplía así lo dicho por Je­ la contaminación del alma, que produce efectos degra­
sús: "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos dantes de la más variada especie. La lujuria, la inmorali­
alcanzarán misericordia". dad y la concupiscencia, que se preconizan como fuente
de auténtico placer, no hacen más que descomponer el es­
Estas palabras del Maestro encierran un fundamento píritu y crear un vacío interior. ¡Cuántos jóvenes y adul­
135
134
PARADOJAS DE LA FELICIDAD
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓNI

tos echan a perder su alegría y su salud por causa de su nes establecen la paz en el lugar donde se encuentran: en
el hogar, en el trabajo, en la escuela, o donde sea. Se tra­
impureza mental!
ta de personas que poseen serenidad interior, y que saben
Por contraste, esta bienaventuranza afirma que la pu­ infundirla en los demás. Como resultado, son felices al
reza de la mente y de la conducta garantiza el gozo sere­ ver cómo se apaciguan los corazones.
no del espíritu. ¿Hemos oído hablar acerca del nenúfar?
Adondequiera vamos, nos encontramos con gente en­
Es una planta acuática que suele crecer entre la suciedad
ferma de temor, angustia, nerviosismo y ansiedad, y a ve­
de los pantanos. Pero a través de sus filamentos porosos,
ces víctima de la violencia circundante. Son seres que bus­
solamente absorbe las sustancias que producirán su flor
can un poco de paz para sus almas. ¿Y quiénes podrían
pura e inmaculada. Y el nenúfar bien puede enseñarnos
ofrecerla sino los "pacificadores"? Desde luego, esto no es
que nosotros también, aun rodeados de contaminación
fácil, pero es posible. Cuando tú animas a un enfermo,
moral, podemos mantener limpio nuestro corazón. Nadie
alivias a una persona preocupada, o tranquilizas a un ami­
podría obligarnos a ensuciar nuestro ser interior.
go irritado, te conviertes en un pacificador. Mejoras el es­
Como el barro se adhiere en el muro rugoso, pero se píritu del necesitado, y así te sientes feliz.
despega del mármol limpio y pulido, así también la im­
¡Cuánta gente pacificadora necesita nuestro mundo!
pureza podría resbalar del corazón decidido a conservarse
¿Cómo se forma un pacificador? Desarrollando la paz in­
libre de toda corrupción. Basta con pedirle a Dios que nos
dividual, el espíritu conciliador y la actitud comprensiva.
mantenga puros, para que él conteste un ruego de tal im­
Pero sobre todo, conviviendo espiritualmente con la
portancia espiritual. ¡Puros en pensamiento, palabra y ac­
Fuente suprema de la paz. Sólo así podrá apaciguar luego
ción! ¡Qué forma tan digna de vivir y de ser felices! a su prójimo perturbado. El profeta Isaías le dice a Dios:
"Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento
1. ¿ Te gozas rechazando la inmoralidad y practí­
en ti persevera" (Isaías 26:3). Así, manteniendo el "pensa­
cando la pureza del corazón?
miento" y los sentimientos bajo la dirección divina, la paz
2. ¿Recuerdas que sólo Dios puede darnos un alma
nace y crece en el alma.
cristalina con plena felicidad?
1. ¿Sabes escuchar a los demás, antes de poder in­
fundirles paz y tranquilidad?
"LOS PACIFICADORES" 2. ¿Sientes que es un privilegio y una felicidad lle­
var calma espiritual a una persona angustíada?
La fórmula de la felicidad presentada por Jesucristo no
podía dejar de lado la paz. Por eso él declara: "Bienaven­
turados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de
En síntesis...
Dios" (S. Mateo 5:9). Aquí no sólo se destaca la paz como
1. A menudo buscamos la alegría de la vida en fuentes
virtud del alma, sino que particularmente se exalta a quie­
137
136
PARADOJAS DE LA FELICIDAD
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓNI

suman a la gente más feliz de la tierra. Es decir, el


inapropiadas. Observamos qué camino toman los
amor práctico y la pureza del alma, en contraposi­
demás, y nos parece que debemos imitarlos. Pero al
ción con el egoísmo y la contaminación interior,
poco tiempo nos damos cuenta de que ése no es el
constituyen dos importantes pilares sustentadores
camino más sensato. Porque quienes lo transitan,
de la verdadera felicidad.
con frecuencia terminan en aburrimiento y hastío.
Entonces comprendemos que debemos avanzar ha­ 6. Finalmente, las paradójicas y asombrosas Bienaven­
cia otra dirección: la dirección de lo esencial y lo turanzas de Jesús incluyen a los "pacificadores", los
profundo, que no depende de las cosas externas, si­ que bregan por la paz del prójimo y del mundo.
no del estado del corazón. Quienes viven en esta onda de conducta superior
llegan a ser personas realmente dichosas.
2. Ninguno trazó mejor la senda de la felicidad que
el gran Maestro e Hijo de Dios. Presentó una re­
jesús pasó por alto la superficialidad con que

ceta única, contraria al pensamiento de la mayo­


suele tratarse el tema de la felicidad. Y con sus

ría. En el mismo comienzo de su célebre Sermón


sorprendentes Bienaventuranzas procuró mover

del Monte aparece su insólita visión del regocijo


los resortes más íntimos del alma humana, pa­
de la vida. Allí, a través de las breves Bienaventu­ ra mostrar que la verdadera alegría nace y cre­
ranzas, con un sentido paradójico, desgrana su re­ ce dentro de un espíritu gobernado por la ac­
volucionaria receta.
ción poderosa de Dios.

3. Empieza destacando a quienes humildemente "re­


conocen su necesidad espiritual". Por lo tanto, se
acercan a Dios con fe, y pasan así del vaCÍo a la ple­
nitud del alma. Luego destaca a "los que lloran", los
que mediante las pruebas y el dolor construyen su
felicidad. Lloran por sus yerros propios, y los corri­
gen. Comprenden mejor a los dolientes y saben
simpatizar con ellos.
4 . Los "mansos" y los que tienen "hambre y sed de jus­
ticia" son también llamados "bienaventurados", o
dichosos y felices. La mansedumbre vence a la vio­
lencia e impone la bondad. La justicia termina con
el engaño y la corrupción. Estas dos virtudes refi­
nan el carácter y despiertan la sana alegría de vivir.
5. Los "misericordiosos" y los de "limpio corazón" se
139
138

-...

CapituLo 9

LA FÓRMULA DE
LAS TRES "C"
La ley de la siembra y la cosecha
no falla. "Todo lo que el hombre
sembrare, eso también segard"
(San Pablo).

ierta mujer sufría una terrible picazón en todo su


C cuerpo cada vez que asistía a la iglesia. Su médico le
había recetado los más variados remedios, pero la extra­
ña comezón persistía. En realidad, el drama se hacía ca­ ~¡
da día peor. La mujer tenía todo el cuerpo irritado de
tanto rascarse. Y su intranquilidad espiritual era tremen­
damente angustiosa. ¿Cuál sería la causa de ese inexpli­
cable escozor?
Finalmente, la verdad salió a la luz. Desde hacía tiem­
po, esta mujer venía robando dinero en la empresa donde
trabajaba como contadora. Hasta que cierto día se sintió
movida a confesar su robo hábilmente encubierto, y co­
menzó a devolver lo que había sustraído. Entonces, ¡SU
atroz picazón desapareció! Ahora resultaba todo daro: la
conducta fraudulenta de la mujer había alterado su salud
y su condición emocional. Pero cuando regresó a la recti­
tud, su insoportable malestar la dejó en paz.
¿Quién podría negar que la conducta determina el gra­
do de salud física y emocional de una persona? Y aunque
también es cierto lo contrario, es decir, que el estado del
corazón da origen a un determinado comportamiento, no
141

-.
LA FÓRMULA DE LAS TRES "C" "1);
A pesar de todo... ,ALÉGRESE TU CORAZÓN!

podría desconocerse que la conducta cotidiana va dise­ manecería largo tiempo ausente del hogar, le dijo: "Esta­
ñando y modelando la vida del hombre. Sí, nuestras ac­ rás mucho tiempo fuera de casa. Cuando regreses te mi­
ciones determinan nuestro éxito o nuestro fracaso, nues­ raré a los ojos, y sabré cómo te has comportado". Al cabo
tra alegría o nuestra desdicha. de muchos meses el hijo regresó al hogar, y le dijo a su
mamá: "Mírame a los ojos. Durante todo este tiempo he
vivido con limpieza y rectitud". Y tras aquella mirada, la
1. CONDUCTA madre quedó satisfecha.
Aquí está la primera "C" de nuestro capítulo: la "C" de Ciertamente, aquel que conserva una conducta correc­
la CONDUCTA. Y ésta puede ser correcta o incorrecta, ta tiene una mirada transparente. Puede mirar de frente a
sabia o insensata, con sus respectivos resultados. los demás sin temor ni vergüenza. Puede mirarse a sí mis­
mo sin autorreprocharse. Puede mirar a Dios sin sentirse
Recientemente me encontré con un viejo conocido.
culpable de nada. Y su misma limpieza interior le propor­
Hacía años que no lo veía. Mi esperanza era que ya hu­
ciona gran satisfacción. Es como escribe el salmista bíbli­
biese resuelto sus problemas, y que se sintiera mucho me­
co: "Luz está sembrada para el justo, y alegría para los rec­
jor que la última vez que lo había visto. Pero me equivo­
tos de corazón" (Salmo 97: 11).
qué. El hombre me contó que sus problemas habían em­
peorado y que estaba desesperado. Según él, la culpa la te­
nían los demás, porque le habían fallado, porque no ha­ DIGNO DE IMITACIÓN
bían confiado en sus planes.
Un modelo clásico de pureza y rectitud es la vida de Jo­

¡Cuánta gente se parece a este hombre! Son seres an­ sé, el joven hebreo que tuvO el valor de comportarse con

gustiados, que salen de un problema para caer en otro decencia en la casa de su amo, el oficial egipcio Po ti far. En

peor. Triste incapacidad, que los mantiene entre la ilusión ese rincón tan íntimo de la casa, ¿quién se enteraría si ese

y el dolor, simplemente por la insensatez de su errada ma­ joven esclavo y extranjero mantendría o no la limpieza de

nera de actuar. Quizá hablan más de lo que deberían, o su alma? Otro en su lugar habría considerado aquella ten­

sueñan más de lo que hacen. Tal vez gastan más de lo que tación carnal como una gran oportunidad. Pero José supo

ganan, y pretenden más de lo que pueden. Poco respon­ resistir la tentación, aunque ésta proviniera de la esposa

sables y menos laboriosos, incurren en una conducta tan de su amo. Y así mantuvo intachable su conducta.

floja e irregular que terminan enredados en su propia des­ Es cierto que en un primer momento José pareció per­

dicha. der como consecuencia de su pureza moral, porque fue

Otras veces, la causante de un fracaso puede ser la con­ enviado a la cárcel. Pero posteriormente, ¡cuánta satisfac­

ducta indecente. La deshonestidad y la impureza mal ción y alegría llegó a cosechar! Después del faraón, termi­

pueden construir la felicidad de la vida. Así lo entendía nó siendo la mayor autoridad de Egipto. Gracias a su sa­

una madre cristiana quien, al despedir a su hijo que per­ bio consejo y administración, el país se libró del hambre

142 143
LA F6RMULA DE LAS TRES "C"
A pesar de todo.. . ¡ALÉGRESE TU CORAZ6N!

mejores dividendos, tanto en salud física como en bie­


~,',~
y la miseria. Hoy José es recordado como un extraordina­ '
rio ejemplo de corrección y de justicia, de éxito personal nestar espiritual. 11
1"

~1'11' 11
11.
y de confianza en Dios. Pero toda su luminosa trayectoria
y la gloria de su nombre, jamás habrían existido si él hu­ TRES CARTAS PARA LA REFLEXIÓN ,1:;j1 ¡!'
biese incurrido en la conducta baja y vulgar de sus días.
Su excelencia moral lo hizo grande, próspero y feliz. La primera de estas cartas proviene de una muchacha

~I
1\
que mantuvo relaciones incestuosas con uno de sus fami­
La notable experiencia del J osé de la antigüedad encie­
rra una valiosa lección para todos los tiempos. Si el com­ liares. Estas relaciones están interrumpidas desde hace
portamiento habitual de la gente fuese más digno y eleva­ mucho tiempo. Pero la joven cuenta que vive torturada. Y
do, ¡cuántos hombres y mujeres podrían parecerse a José! añade: "No puedo sacármelo de la cabeza. Siento asco,
';11
Tendrían la capacidad de hacer lo bueno, aun cuando es­ rencor, dolor, tantas cosas ... No sabe lo que estoy sufrien­ t

tuvieran rodeados de maldad. Podrían construir su propia do". Una conducta errada, con sus inevitables consecuen­

prosperidad y alegría, si perseveraran en un proceder de­ cias sobre el ánimo y la conciencia.

cente y responsable. La segunda carta pertenece a un empresario de cin­

A esta altura de nuestras consideraciones, tal vez te cuenta años de edad, quien durante varios años le fue in­

preguntarás cómo se explica entonces que, contraria­ fiel a su esposa. Acerca de ese tiempo, él comenta cuán

mente a lo dicho, muchos "triunfadores" del mundo ha­ mal se sentía, cuánto se deterioró su salud y cuán to se de­

yan sido o sean personas corruptas e inmorales. Pero esos rrumbó su estima propia. En su casa sólo guardaba silen­

personajes, tristemente célebres y que abundan en todas cio, se mostraba indiferente, y aducía que estaba muy

partes, ¿merecen realmente ser llamados "triunfadores" o cansado. H asta comenzó a usar anteojos oscuros, porque

"exitosos"? Tal vez posean una abultada fortuna, reciban ya no podía mirar de frente a sus allegados.

el aplauso de las multitudes, o tengan importante poder y cuando el hombre comprendió que con semejante

de mando. Pero, ¿qué valor tiene todo eso, si tales perso­ proceder estaba matando la felicidad de su familia y la su­

nas carecen de paz y alegría por causa de su negra con­


ya propia, reaccionó y abandonó su vida doble. A partir

ducta? La Escritura Sagrada afirma: "La alegría de los


de entonces recuperó su natural sonrisa, comenzó a ser

malos es breve, y el gozo del impío por un momento"


más comunicativo en su hogar, se sintió mucho mejor de

(Job 20:5).
salud, y volvió a disfrutar de paz interior. "¡Cuán encegue­

Baste recordar el caso presentado al comienzo de este cido estuve durante ese tiempo de infidelidad! -termina

capítulo, para comprender que el camino del mal nunca diciendo el hombre-o Fue una búsqueda de placer, que

termina bien, a menos que haya un cambio en la conduc­ se convirtió en angustia para mi alma".

ta. El primer salmo bíblico afirma que Dios "conoce el


camino de los justos; pero la senda de los malos perece­ Estas cartas verídicas, recibidas en nuestra mesa de tra­

rá" (Salmo 1:6). Siempre la virtud y la integridad pagan bajo, muestran cuánta tristeza y dolor acarrea la conduc­
145
144
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZON'
LA FORMULA DE LAS TRES "C"
'\
ta irregular y desordenada. Por un tiempo podrá parecer cuando se cansa de hablar sin ser escuchada; y que puede
que el mal brinda grata excitación. Pero llega el momen­ llegar al extremo de la "afonía" cuando se la desoye con re­
to cuando ese mismo mal hace estragos en el espíritu y el beldía. Pero que también puede recuperar su noble fun­
cuerpo. El ladrón, el engañador, el libertino y el incorrec­ ción cuando se la vuelve a escuchar con atención.
to llevan dentro de sí el germen de la infelicidad. No pue­
den gozar de la vida. Cuando la conciencia es tomada como la voz rectora
de la vida, y se siguen sus indicaciones, la paz se instala en
Sólo la conducta ordenada garantiza la alegría de vivir. el corazón. Pero cuando se desoye esa voz amiga, nace el
Como lo ilustra esta tercera carta, en la cual su joven au­ sentimiento de culpa: el molesto autorreproche embarga
tor dice: "Soy estudiante, pero también debo trabajar pa­ el espíritu. Es como si esa voz, que nos aconsejó para bien,
ra ayudar a mis padres ... Estoy tan ocupado que no tengo se sintiera dolida por haber sido desestimada y por ver los
tiempo para otra cosa. Sé que mi conducta resulta extra­ resultados de tal desobediencia. Es como si nos dijera:
ña para mis compañeros, porque no me drogo, ni hago "¿Viste que te ha ido mal? Yo te advertí y te aconsejé qué
otras cosas que ellos hacen ... Pero yo así me siento bien y hacer, pero tú hiciste lo contrario".
soy feliz. En cambio, ellos" .. .
y a veces esa voz puede hablar tan fuerte y con tal in­
Con razón San Pablo aconseja: "Absteneos de toda es­ sistencia al alma que, a menos que la persona cambie,
pecie de mal" (1 Tesalonicenses 5:22). puede experimentar una gran tortura espiritual y hasta
una alteración mental. Recordemos a aquel ladrón que
y el salmista bíblico exalta así la buena con­ pasaba sus días engañando a muchas personas e institu­
ducta: "Bienaventurado {jeliz] el varón que no ciones. Aparentemente le iba bien. Pero cada vez que de­
anduvo en consejo de malos, ni estuvo en cami­ linquía debía esconderse por un tiempo, para librarse de
no de pecadores, ni en silla de escarnecedores se alguna multa o alguna condena.
ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su Un día este ladrón, ya cansado, fracasado y sin dinero,
delicia ... Será como árbol plantado junto a co­ se presentó en una estación de policía, y declaró: "Vengo
rrientes de aguas, que da su ftuto en su tiempo, para que me encierren, porque la cárcel no será peor que
y su hoja no cae; y todo lo que hace prosperará" la prisión en que he vivido toda mi vida". Realmente, la
(Salmo 1: 1-3). conciencia culpable es insoportable; es vivir autoacusado
todo el tiempo, sin tranquilidad interior. Como lo dice el
verso de Gaspar Núñez de Arce:
2. CONCIENCIA
¡Conciencia nunca dormida,

Aquí tenemos la segunda "C", de las tres que confor­ mudo y pertinaz testigo

man este capítulo: la "C" de la CONCIENCIA. Ésta es que no dejas sin castigo

la voz interior que condena el mal; que entra en "disfonía"


ningún crimen en la vida!

146
147

lI!:Io....
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN/
LA FÓRMULA DE LAS TRES "C"

En cambio, aquel que procede bien recibe la rica ben­ perdón, y hacia una vida nueva.
dición del Altísimo. La promesa divina lo confirma:

''El que camina en justicia y habla lo recto; el CUANDO LA CONCIENCIA FUNCIONÓ


que aborrece la ganancia de violencias; el que
No existe relato que ilustre de manera más vívida y
sacude sus manos para no recibir cohecho; el
acabada la obra de la conciencia que aquel que narró Je­
que tapa sus oídos para no oír propuestas san­
sús. Cuenta el Maestro que había un hombre con dos hi­
guinarias; el que cierra sus ojos para no ver co­
jos, el menor de los cuales un día le pidió codiciosamen­
sa mala; éste habitará en las alturas; fortaleza
te a su padre la herencia que le correspondía. Y con ese di­ ,~ l.,
de rocas será su lugar de refugio; se le dará su
pan, y sus aguas serán seguras" (Isaías 33: 15, nero, el desamorado muchacho abandonó el hogar y par­
16). tió hacia una tierra lejana. Allí, con ansias de "gozar de la
vida", el hijo vivió perdidamente. Yen su conducta liber­ (

tina, gastó todo el dinero que tenía.


Siempre disfruta mucho más de la vida quien practica
la rectitud, y no se deja arrastrar por el mal. Tendrá la Tras su necio despilfarro y libertinaje, el muchacho co­
conciencia tranquila, y vivirá libre del angustioso senti­ menzó a sentir la angustia de su estómago vacío. Sus ami­
miento de culpa. gos lo habían abandonado, y no tenía a quién recurrir en
De paso, este sentimiento puede ser doloroso, pero busca de apoyo. Entonces, solo en esa tierra extranjera, el
también altamente beneficioso. Será sólo doloroso cuan­ joven comenzó a buscar algún trabajo para sobrevivir.
do la persona persista en el mal y no quiera cambiar. En­ ¿Qué trabajo encontró? El más indigno para una per­
tonces sí será fuente de aflicción. Porque no existe perso­ sona de su origen: cuidar cerdos en un chiquero. Yen ese
na más desdichada que aquella que sigue viviendo delibe­ lugar sucio y maloliente tenía que alimentarse con la mis­
radamente en el mal. Podría cambiar, pero no quiere. ¡Ay ma comida de los animales, la que no siempre lograba
del ser humano que se niega a hacer el bien, y que tiene
sustraer fácilmente de ellos. Desesperado, solo y ham­
que sufrir las consecuencias de su propia maldad!
briento, sintió entonces estremecer su conciencia. Junto a
Pero el sentimiento de culpa resulta beneficioso cuan­ los cerdos, recapacitó y volvió en sí. Pensó: "¡Cuántos jor­
do quien lo padece reconoce que ha obrado mal, y toma naleros en la casa de mi padr~ tienen abundancia de pan,
la firme decisión de cambiar. Entonces, esa tristeza por el y yo aquí perezco de hambre!"
mal cometido produce el saludable arrepentimiento, que Luego, desde el fondo de su abismo, el muchacho de­
da lugar al cambio de la conducta y del carácter. y este cidió con genuino arrepentimiento: "Me levantaré e iré a
cambio engendra una inefable alegría. Esto es lo que ocu­ mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y con­
rre en el fondo del alma cuando permitimos que la con­
tra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme co­
ciencia culpable nos lleve de la mano hacia Dios, hacia su
mo a uno de tus jornaleros". Quien había dejado el hogar
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149

--
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓNI LA FÓRMULA DE LAS TRES "C'

con tanta arrogancia y pretensión, ahora, movido por la días. Se repite cada vez que una persona reconoce su mal,
humildad y el sentimiento de culpa, echaba por tierra su y se vuelve con humildad a Dios en busca de perdón.
rebelión juvenil. Reconocía su error, y se sentía atraído ¿Quién podría quedar fuera de esta experiencia? Acaso,
por el amor de su papá. ¿no hay un pequeño "chiquero" dentro de cada corazón?
Quiero decir, en el fondo de nuestras almas, ¿no recono­
El final de la historia presenta al hijo regresando al ho­ cemos que tenemos extravíos, incorrecciones Y diversas
gar. Pero ya no con orgullo y frialdad, ni tampoco con in­ faltas, que nos alejan del Padre y manchan nuestro ser?
gratitud y sed de dinero. Estaba dispuesto a ser apenas un
peón en la hacienda de su padre. Lentamente recorrió el Dice la Sagrada Escritura que "no hay justo, ni aun

camino de retorno. Por su lado, el padre no había perdi­ uno"; y que "todos pecaron, y están destituidos de la glo­

do la esperanza de que el hijo extraviado regresara algún ria de Dios" (Romanos 3: 10,23). Y esto es tan cierto que

día. Y ese día tan ansiado llegó. "si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a no­

sotroS mismos, y la verdad no está en nosotros" (1 S. Juan

Recortada sobre el horizonte, el padre alcanzó a divisar 1:8). En otras palabras, todos tenemos algún parecido con
en lontananza una silueta humana. ¡No podía ser otro! el hijo pródigo de la historia. Unos en un sentido, y otrOS
¡Sí, era él! ¡Era el hijo amado que volvía al hogar! Pero en otro, con mayor o menor intensidad, todos flaquea­
¡cuán diferente era su aspecto! Regresaba con su ropa an­ mos y tenemos el germen del mal en nuestro corazón.
drajosa y con su corazón lleno de culpa. Volvía para pedir
Pero es igualmente cierto que todos podemos recono­
perdón y ser aceptado de nuevo en su casa.
cer con humildad nuestras faltas, y recibir el perdón divi­
Cuando su papá lo reconoció, "fue movido a miseri­ no. "Estemos a cuenta -dice Dios-: si vuestros pecados
cordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó". En­ fueren como la grana, como la nieve serán emblanqueci­
tonces el hijo arrepentido confesó su falta. Y ante tal arre­ dos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como
pentimiento, el padre volvió a estrechar tiernamente a su blanca lana". Además se nos dice que Dios es "amplio en
hijo y le expresó su perdón. Organizó una gran fiesta de perdonar" (Isaías 1:18; 55:7). Y el apóstol Juan escribió:
bienvenida, le dio ropa nueva a su hijo, y la casa se llenó "Si confesamos nuestro,S pecados, él es fiel y justo para
de alegría. perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad"
Ésta es la milenaria historia del "hijo pródigo" narrada (1 S. Juan 1:9).
por Jesús (S. Lucas 15: 11-24), que con admirable ternu­ Cuando el mal hijo regresó a su padre y fue perdona­
ra muestra la culpa movilizadora del hijo y el amor incon­ do, se sintió profundamente feliz. Y esto mismo ocurre
dicional de su padre. maravillosamente toda vez que, guiados por la voz divina
de la conciencia, vamos al Padre y él nos abraza con su
amor perdonador. Entonces desaparece la culpa del alma,
LA HISTORIA SE REPITE nos inunda la paz de Dios, y nace límpida la verdadera
La historia del hijo pródigo se prolonga hasta nuestros alegría de la vida. ¡Bendita conciencia que, cuando la obe­
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150
LA FÓRMULA DE LAS TRES "C"
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN!

decemos, tanta felicidad otorga al corazón! za a su limpia reputación personal. Víctima de la tenta­
ción carnal, tomó por esposa a Betsabé y ordenó matar a
su inocente marido. Y tras este doble pecado de adulte­
3. CONTENTAMIENTO rio y homicidio, David se llenó de culpa, de angustia y
Esta es la tercera "C" de nuestro capítulo: la "C" del de profundo pesar.
CONTENTAMIENTO. Cuando la Conducta es correc­ El admirado rey cayó en desgracia: perdió el favor po­
ta, y la Conciencia es escuchada, el fruto inevitable es la pular, y también perdió su alegría personal. Pero ni bien
sensación grata del alma que se llama Contentamiento. comprendió la dimensión de su caída, oró de esta mane­
El m al nunca termina bien. Siempre termina como es, ra: "Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericor­
mal. Y ese final de sinsabor, cuando no de fracaso y amar­ dia... Límpiame de mi pecado ... Hazme oír gozo y ale­
gura, está en la base de toda la desdicha humana. La ale­ gría ... Vuélveme el gozo de tu salvación" (Salmo 51: 1, 2,
gría de la vida transita, pues, por otro carril, el carril de la 8, 12). Y David no sólo recibió el amplio perdón de Dios,
rectitud y el limpio proceder. ¿Qué otra clase de conduc­ sino que también recuperó la "alegría" y el "gozo" que so­
ta podría gratificar más el espíritu? licitó con tanta angustia de parte de Dios.

Sobre esta materia es altamente aleccionadora la expe­ Lo que vivió el antiguo rey David es símbolo y sem­
riencia que vivió el rey David. Durante m uchos años, an­ blanza de lo que puede experimentar todo ser humano. A
tes y después de su ascensión al trono, David fue un ejem­ saber, (1) el camino del mal es duro y penoso; está lleno
plo de corrección e integridad. Fue un hombre conforme de culpa y tristeza. En cambio, (2) el camino del retorno
al corazón de Dios (1 SamuelI3:14; Hechos 13:22). Fue a Dios, del perdón divino y del bien obrar proporciona
humilde y valiente a la vez. O raba tres veces por día co­ gozo y felicidad. Así lo enseñó Jesús quien, hablando so­
mo buen hijo de Dios (Salmo 55: 17). Respetó la vida del bre la necesidad de guardar sus preceptos, dijo: "Estas co­
rey Saúl, a quien pudo destruir como su peor enemigo. sas os he hablado, para que ... vuestro gozo sea cumplido" (S.
Fomentó el culto al verdadero Dios. Dio gran prosperi­ Juan 15:10, 11), es decir, un regocijo completo y total.
dad a su nación. Su mismo hijo Salomón, que lo sucedió ¿Qué esperamos de la vida? ¿Que nos depare tristeza, o
en el trono, le dijo a Dios acerca de David: "Él anduvo alegría; pesar, o contentamiento? La respuesta es obvia.
delante de ti en verdad, en justicia, y con rectitud de co­ Todos anhelamos disfrutar de gozo pleno. Y ahora que sa­
razón para contigo" (1 Reyes 3:6). bemos cómo se obtiene, la pregunta que se impone es:
Realmente, David mostró un buen comportamiento ¿Estamos dispuestos a practicar una conducta de bien, en
en todo lo que hizo y emprendió. Y mientras mantuvo armonía con la voluntad del Creador? ¿Por qué será que
esa conducta ejemplar, fue un monarca dichoso y amado tan a menudo solemos proceder de manera equivocada?
por el pueblo. Pero un día cayó, como suelen caer los gi­ Aun queriendo hacer lo bueno, con frecuencia hacemos
gantes, produciendo gran escándalo en el país y vergüen- lo malo, ¿verdad?
153
152
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LA FÓRMULA DE LAS TRES "C"


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A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓNI ¡I,,¡,~I

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PODEMOS LEVANTARNOS El que hace estas cosas, no resbalará jamás" ¡, ~ I I
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Nuestra propia naturaleza humana nos traiciona vez (Salmo 15). '1

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tras vez. Y somos tan débiles para llevar a cabo nuestras El autor de estas palabras es el rey David a quien nos he­ (,
mejores resoluciones, que ya desde antaño el profeta Je­
remías preguntaba: "¿Podréis vosotros hacer bien, estan­
mos referido. Tanto antes como después de su penosa caí­ '1)
da moral, el monarca reconoció que la única forma de no ~:( 1,
do habituados a hacer mal?" (Jeremías 13:23). Pero esta "resbalar" consistía en vivir con integridad y mantenien­ ..!.' , I
pregunta, que señala nuestra incapacidad para obrar el do un comportamiento justo, recto y noble. Él llegó a
¡: l'

bien, encuentra una respuesta alentadora en la palabra de !¡,\ ~


comprender que un solo descuido del alma, o una sola ¡~. l.
San Pablo, quien escribió: "Todo lo puedo en Cristo que l¡1¡I'
.
negligencia espiritual, puede bastar para tomar la mala di­
me fortalece" (Filipenses 4:13). Sí, lo que no podemos :l!
rección que termine en fracaso y aflicción. (1 1,
hacer con nuestra limitada capacidad humana, podemos
efectuarlo m ediante la intervención de Dios, quien nos Por eso, para no cometer nuevos errores ni incurrir en
fortalece y vence al mal que habita en nuestro corazón (S. otros "resbalones", David oraba así en otrO de sus salm os:
Mateo 19:26). "Examíname, oh Dios ... y ve si hay en mí camino ele per­
versidad, y guíame en el camino eterno" (Salmo 139:2 3,
Pero la auténtica rectitud no sólo garan tiza bienestar y 24). Éste fue su método predilecto para acrecentar su fo r­
alegría completa. A quien obra rectamente, se le asegura taleza espiritual: oraba a Dios, pedía su dirección divina,
además el premio de la eternidad. Morará con Dios, y así vivía apartado del mal. Pero cuando se debilitó su co­
munión con Dios, se dejó llevar por la tentación y cayó,
"el que anda en integridad y hace justicia, según ya lo vimos.
y habla verdad en su corazón.
El que no calumnia con su lengua, CONVERSANDO CON DAVID
ni hace mal a su prójimo, Si hoy pudiéramos hablar con el rey David, bien po­

dríamos preguntarle: "¿Qué te pasó? ¿Tanto te atrapó la

ni admite reproche alguno contra su vecino.


tentación carnal? ¿Por qué no supiste resistir?" Y sin du­

Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado, da, él nos respondería más o menos así: "Fue un momen­

pero honra a los que temen a Jehová. to de gran debilidad. En lugar de pedir la fuerza de Dios

para vencer, la pasión descontrolada me venció. Y luego

El que aun jurando en daño suyo,


me sentí tan miserable, que sólo el perdón de Dios trajo

no por eso cambia. alivio a mi alma dolorida".

Quien su dinero no dio a usura, De este diálogo verosímil, podemos extraer la siguien­
ni contra el inocente admitió cohecho. te reflexión:
154 155
LA FÓRMULA DE LAS TRES "C"
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓNI

gría del corazón. Produce una Conciencia tranquila, libre


(1) Todos somos víctimas de diversas tentacio­
de todo sentimiento de culpa. Pero cuando se incurre en
nes, desde los más humildes hasta los más
un proceder incorrecto , y la voz de la conciencia así lo se­
encumbrados de la tierra.
ñala, es posible ir a Dios, confesarle el mal cometido, y re­
(2) Cuando cedemos a la tentación e incurri­ cibir su perdón, el cual es siempre portador de profundo
mos en alguna forma de maldad, nuestro co­ regocijo. Así lo ilustra gráficamente la historia del hijo
razón se llena de culpa y perdemos la alegría pródigo.
de la vida. (¿Hemos visto por acaso a algún
El verdadero Contentamiento de la vida siempre pasa
transgresor o delincuente feliz?)
por la integridad, la corrección y el limpio comporta­
(3) Somos vencidos por la tentación cuando miento. No existe persona alguna que pueda ser realmen­
nos desconectamos de Dios. Interrumpir te feliz al margen de la ley de Dios. Las tres "C ", debida­
nuestra dependencia del Altísimo, es crear la mente encaminadas, encierran una magnífica fórmula pa­
debilidad que termina en la comisión del ra disfrutar alegremente de la vida.
maL
(4) La tristeza que resulta del mal proceder, da

paso al regocijo cuando Dios nos perdona.

Entonces desaparece el sentimiento de cul­

pa, y se restaura nuestra buena relación con

Dios.

(5) Como resultado, recuperamos la fuerza es­

piritual para obrar rectamente, y se afianza la

alegría de nuestro corazón.

A partir de allí se cumplen las palabras de


San Pablo: "Gran ganancia es la piedad acom­
pañada de contentamiento " (1 Timoteo 6:6).
Ciertamente, es un excelente negocio, que
deja gran ganancia, vivir piadosamente (rec­
tamente) con el corazón contento. El alma
realmente pura siempre es alegre.
En conclusión ...
Las tres ceC" de este capítulo guardan una estrecha re­
lación entre sí. La buena Conducta asegura la paz y la ale-
157
156
CapítuLo 10

"LA LLAVE
MAESTRA DE
LA ALEGRÍA
"Lo contrario de la alegría no es la
tristeza. Es la incredulidad'~

ran cuatro niños. Estaban conversando en el recreo


E escolar acerca de cuál de ellos tenía el padre más rico.
El primero dijo: "Mi papá tiene más plata que el de uste­
des, porque hace pocos días se compró un auto importa­
do cero kilómetro". "Entonces -dijo otro de los chi­
cos-, mi papá es más rico, porque acaba de construir
una casa de fin de semana con pileta de natación. Yeso
cuesta mucho más que un auto".
Un tercer niño dijo que su papá tenía tanto dinero en
el banco, que podía comprar todo lo que quisiera. M ien­
tras tanto, el cuarto niño guardaba silencio. Hasta que
uno de sus compañeros le preguntó: ay tu papá, ¿cuánto
tiene?" El chico, que provenía de un hogar humilde, vaci­
ló avergonzado por un instante. Pero luego respondió:
"Mi papá tiene fe en Dios. Y todo lo que necesita se lo pi­
de a él, y Dios se lo da. Así que mi papá es más rico que
el de todos ustedes".
¿No era realmente rico el padre de este cuarto niño? En
un tiempo como el actual, cuando la mentalidad secular
y materialista ha empobrecido tanto el espíritu humano,
¡cuán necesario es cultivar los valores esenciales del alma!
159
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓNI LA LLAVE MAESTRA DE LA ALEGRÍA

Mediante ellos se enriquece la vida y se alegra el corazón. Fulton J. Sheen, destacado obispo ' auxiliar de Nueva
y entre todos estos valores, la fe juega un papel funda­ York, escribió: "A pesar de nuestros esfuerzos por hallar
mental. Sin embargo, ¿por qué será que tan a menudo es contentamiento en lo temporal, fracasamos en ello. Por­
descuidada y hasta despreciada? que así como el pez necesita el agua, y el ojo la luz; como
el pájaro necesita el aire y el césped la tierra, así el alma
necesita un Dios Infinito". Con razón el antiguo salmista
''A LA DERIVA" dijo: "Mi alma tiene sed de Dios" (Salmo 42:2). Y "sed"
Muchos consideran que han superado el "simple plano significa ansias y necesidad. Tú, yo y todos los seres huma­
de la fe", y afirman que se guían sólo por la razón. Pero a nos tenemos esta clase de necesidad, aunque no siempre
los tales, ¿les va mejor así en su vida? ¿T ienen por eso más lo advirtamos. Es el corazón que clama por lo fuerte, lo
alegría? ¿Se sienten mejor íntimamente? trascendente y lo eterno.
Por causa de su incredulidad, una afamada cantante la­
tinoamericana confesó entre lágrimas poco tiempo atrás: UN ACENTO ESPECIAL
"Voy a la deriva. Soy un náufrago. Me siento sola". Y a su
testimonio podría sumarse el de notables ateos del pasado La conexión con el Creador mediante la fe en él pro­
y del presente, quienes reconocen su angustia mental, su porciona tanto beneficio, que hasta puede prevenir la en­
vacío interior y su desdicha emocional por carecer del va­ fermedad. Según un estudio realizado por el Dr. Jorge
lioso apoyo espiritual que proporciona la fe cristiana bien Comstock, de la Universidad John Hopkins, Estados
vivida. Unidos, las enfermedades fatales del corazón entre las per­
sonas creyentes que asisten al templo son un 50% menos
Sin embargo, curiosamente, ¡cuántas de estas personas frecuentes que entre los que carecen de toda clase de fe.
que carecen de fe en Dios siguen los dictados de la astro­
logía, la brujería y otras formas de pretendida adivinación y el mismo investigador añade que la fe religiosa tam­
para llevar un poco de paz a sus almas! Pero como si se bién parece actuar como preventivo contra algunas im­
tratara de vanos espejismos, estos caminos siempre termi­ portantes enfermedades, tales como el cáncer, la cirrosis,
nan en confusión y fallida ilusión. Resultados realmente la tuberculosis y las dolencias del aparato respiratorio.
decepcionantes. En contraste, ¡cuánta seguridad y alegría Frente a esta reveladora información, ¿quién podría dudar
garantiza la verdadera fe en el Creador! de que la fe es un factor primordial de salud?
El ateo niega la existencia de Dios. El escéptico no es­ En algunas ciudades existe la calle "Santa Fe"; y en va­
tá seguro de Dios y vacila. El incrédulo duda y carece de riados escritos aparece la palabra "fe". Pero en ambos ca­
fe. El agnóstico no conoce a Dios. Pero el creyente, en vir­ sos suele estar erróneamente acentuada. Esta palabrita de
tud de su fe, ama a Dios y vive feliz con él. Tiene certeza, una sola sílaba no debe llevar acento. Es un error ortográ­
esperanza y fortaleza, porque recurre al Altísimo como su fico acentuarla. Pero lo que es una equivocación en la or­
Padre y leal Amigo que nunca lo defraudará. tografía, es un acierto en la vida del espíritu. La fe es una

160 161
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN! LA LLAVE MAES TRA DE LA ALEGRÍA

virtud cardinal, en la cual debería ponerse especial acen­ Que los niños siguen naciendo,

to. Es decir, debería ser cultivada con marcado empeño, a


aunque muchos digan que no ...

fin de convertirla en la gran fuerza sustentadora de la vi­


da y promotora de la felicidad.
Cómo decirte...
¡QUE YO CREO EN DIOS!
"j e reo en D·lOS.1"
Cómo decirte... Tan ciertamente como la naturaleza mantiene su ritmo
Que las flores no pierden su color,
inalterable de vida, sin que nadie lo pueda cambiar, así la
aunque las bañe la lluvia ...
fe, la creencia firme en un Dios amante y todopoderoso,
es la convicción inalterable del alma que nadie puede des­
truir. Por eso, como dicen los versos, yo creo en Dios. Por­
Que las montañas no pierden su arrogancia,
que me hace feliz, porque me libra de temores, porque es
aunque los hombres trepen por ellas ... sostén de mi familia, porque ennoblece mis ideales, por­
que me convierte en hijo de Dios .. .
Que la bondad no pierde su vigencia,

aunque a veces no seamos buenos ...


QUÉ ES LA FE
La verdadera fe no es credulidad, superstición o El11;l­
Que la esperanza mantiene una ilusión,
rismo. Tampoco es una mera creencia o una doctrin a. Es ,
aunque todo parezca perdido ... por encima de todo, confiar en Dios y apoyarnos en él. Es
obtener alivio en el cansancio, y fuerzas para las cargas de
Cómo decirte... la vida. Es recibir consuelo en el dolor, paz en la angustia,
Que el sol sigue brillando después de cada y alegría en medio de los pesares.
lluvia ... Elena de White escribe: "La fe consiste en confiar en
Dios, en creer que nos ama y sabe lo que es mejor para
Que la alegría vuelve a nacer después de ca­ nuestro bien. Así, en vez de nuestro camino, nos induce a
da dolor... preferir el suyo. En vez de nuestra ignorancia, acepta su
sabiduría; en vez de nuestra debilidad, su fuerza; en vez de
nuestro pecado, su justicia".
Que los amigos siguen amando,

La fe es convivencia con Dios y dependencia de él pa­


aunque haya habido un traidor...

ra toda necesidad. Y mientras el que vive sin Dios no pue­


de ser feliz, el que convive con él puede poseer verdadero
162
163
A pesar de todo .. , ¡ALÉGRESE TU CORAZÓNI
LA LLAVE MAESTRA DE LA ALEGRiA

buen humor y sana alegría. Con justa razón, la Sagrada pasa es que ellos no tienen un Padre celestial co­
mo el que cuida de nosotros",

,
Escritura aconseja: "No perdáis, pues, vuestra confianza,
que tiene grande galardón" (Hebreos 10:35). Sí, la fe o la 'i
confianza en Dios es altamente recompensadora. Asegura La fábula pinta la insensatez de la humanidad ansiosa
l' I
el galardón o el premio de una vida más próspera, más es­ que, por carecer de confianza en Dios, es víctima del fre­ ;'1 "
table y más dichosa. No es extraño entonces que el rey Sa­ nesí de la vida moderna. ¿No tenemos acaso un Padre ce­ (1, ti
lomón haga esta exhortación: "Fíate de Jehová de todo tu lestial, a quien podemos acudir confiadamente para hacer
corazón, y no te apoyes en tu ptopia prudencia. Reconó­ más grata nuestra vida? El mismo Dios amante que cuida ~¡ rl
celo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas" de las aves y les ha enseñado a cantar, también asegura C'I

(Proverbios 3:5, 6). nuestro bienestar y quiere que cantemos de felicidad. ,


\
I
Siempre es reconfortante la lección de confianza ense­ 11,:
ñada por Jesús. El Maestro nos recuerda que así como DIÁLOGO DEL CREYENTE
Dios cuida de las aves, a quienes nunca les falta el alimen­
Uno de los mayores privilegios de la vida consiste en
to, él cuida también de nosotros en todos nuestros afanes. [1
poder hablar con Dios mediante la oración. Esta conver­ t¡
Además, si el Padre otorga admirable belleza a las flores,
sación espontánea con el Creador brinda paz y alegría al

que duran tan poco tiempo , ¿cómo no nos dará mucho


más a nosotros? Y Jesús concluye: "No os afanéis, pues,
corazón. Orar es el resultado natural de la fe. El creyente ¡~

se goza en hablar con el Padre celestial. ¿Para qué? Para

diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué ves­


presentarle sus necesidades humanas, para obtener sabi­

tiremos? ... No os afanéis por el día de mañana, porque el ~\

día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio duría, para conservar la buena salud, para mejorar la con­
mal" (S. Mateo 6:25-34). vivencia con el prójimo, para desarrollar un buen carác­
ter, para cultivar la amistad con Dios, para tener éxito en
Con estas palabras, el Maestro reprobó las ansieda­ toda actividad, para saber vivir con integridad ... En fin,
des, los afanes y las excesivas preocupaciones que tanto orar es buscar todo lo bueno para la vida, y eliminar todo
desgastan la vida. ¡Cuánto se consume el hombre depen­
lo malo que haya en ella.

diendo sólo de sí mismo para el cumplimiento de sus


obligaciones cotidianas! ¿No le iría mejor dependiendo Este es un hábito tan saludable, que San Pablo escri­

un poco más de Dios y confiando un poco más en la be: "Orad sin cesar" (I Tesalonicenses 5: 17). ¡Cuánta

ayuda divina? bendición proporciona hablar con Dios, y ser escucha­

dos por él! Porque, además, él responde nuestros ruegos.

Cuenta una corta fábula que cierta vez el go­


Como lo aseguró Jesús: "Pedid, y se os dará; buscad, y

rrión le dijo al jilguero: 'íCudnto me gustaría


hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que

saber por qué estos torpes seres humanos corren


pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le

y sufren así!" Yeljilguero le respondió: "Lo que


abrirá" (S. Mateo 7:7, 8).

165

164

----L..
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓNI LA LLAVE MAESTRA DE LA ALEGRÍA
H,
El célebre violoncelista español Pablo Casals (1876­ pañeras, ella, como mujer transformada, disfruta de una
1973) declaró: vida gozosa y renovada. Su mente ha dejado de ser un ba­
I,i ':
surero, para convertirse en un alhajero que atesora las me­ 1II
"Durante los últimos ochenta años he comen­ jores ideas.
.¡ ij
zado cada día de la misma manera. No es una Preguntémosle a esta mujer si cree en el poder de la fe
rutina mecdnica, sino algo esencial para mi vi­ y en la eficacia de la oración, y nos responderá con una 1I I
da diaria. Me dirijo al piano, y toco dos prelu­
I
emocionada y enfática afirmación. l'
I
dios y fugas de Bach. No podría pensar en ac­
tuar de otro modo'~
1I
; .1
• ¿Con qué frecuencia oramos a Dios?
"

Si cada ser humano comenzara el día hablando con • ¿Tenemos verdadera fe cuando oramos? ti

~
Dios -como Casals tocaba el piano-, ¡cuánta fuerza y • ¿Le pedimos al Altísimo que nos dé una

cuánta bendición habría en los hogares! Habría gozo en mente nueva, y quite de ella todo mal pen­

cada corazón, yel mundo sería un sitio mucho más agra­ samiento?

dable para vivir. ¡Si la gente orara más! ... Con más fe, más • Sólo él puede darnos pensamientos de ale­

amor, y más humildad... De cuántos males se libraría en­ gría y de pureza.

tonces, y cuánto más feliz sería su vida.


• Dijo el salmista David: "Deléitate asimismo

en Jehová, y él te concederá las peticiones de

EL RUEGO DE UNA MUJER tu corazón. Encomienda a Jehová tu cami­

no, y confía en él; y él hará" (Salmo 37:4, 5).

Allí está Alicia, de Amsterdam, Holanda, que en lo pa­


sado vivió bajo las garras de la prostitución. Hoyes una
buena amiga nuestra. Y hace un tiempo nos contaba que "Pero pida con fe, no dudando nada; porque

después de haber abandonado su vida libertina, su mente el que duda es semejante a la onda del mar,

todavía alojaba los recuerdos negros de su pasado. No po­ que es arrastrada por el viento y echada de una

día sacárselos de encima, por más esfuerzo que hacía. Es­ parte a otra" (Santiago 1:6).

to era una angustia insoportable para su alma. Hasta que "Todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo

un día, con toda la fe de su naciente vida cristiana, oró recibiréis" (S. Mateo 21:22).

fervientemente a Dios, para que quitara de su mente


aquellos sucios recuerdos que no la dejaban vivir en paz.
PODER TRANSFORMADOR
¡Y Dios respondió la ferviente plegaria de esta mujer!
Sus pensamientos hoy son puros y edificantes. Y mientras La fe es una fuerza transformadora. Ya lo dijo Jesús: "Si

se ocupa en rescatar de aquel vil comercio a sus ex com­ tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este mon­

166 167
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZ6N' LA LLAVE MAESTRA DE LA ALEGRÍA

te: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposi­ fines de semana añadía elevadas dosis de bebida blanca, su
ble" (S. Mateo 17:20). ¡Cuántas montañas de dificultades caso se tornaba desesperante. Se entregaba al ocio y a la
se desvanecen gracias a la fe sincera! El corazón apenado pelea, con cualquiera y por cualquier motivo.
se vuelve alegre. El pesimista se torna optimista, el quejo­
Hasta que cierto día nuestro muchacho, dominado to­
so aprende a estar conforme, y el angustiado descubre la
talmente por el alcohol, salió perdedor en una de sus ha­
paz. Los problemas del hogar pueden cesar. El trabajo
bituales peleas. Agredido por su enemigo circunstancial,
puede mejorar. La convivencia puede ofrecer grata satis­
que resultó ser su propio padre, y estando ambos igual­
facción. La vida entera toma un rumbo feliz cuando se
mente ebrios, el muchacho cayó al suelo con una extensa
ejercita la confianza en Dios.
y profunda herida en el torso. Y allí comenzó a desangrar­
Un enorme camión cargado de chatarra avanza por la se. Providencialmente, un desconocido que pasaba en ese
calle de la ciudad. Allí hay toda clase de hierro viejo yoxi­ instante por el lugar, advirtió el hilo de sangre que prove­
dado, retorcido, sucio y aparentemente inservible. Pero nía del interior de esa vivienda en construcción, y se pu­
poco después, los hornos de la gran fundición convertirán so en acción.
ese mismo hierro sucio en un metal útil para los usos más Rápidamente, el joven casi exánime fue llevado al hos­
diversos. Lo viejo pasará a ser nuevo; lo oxidado, brillan­ pital más cercano, y luego a otro mejor equipado. Y du­
te; y lo despreciado cobrará un alto valor. rante su larga convalecencia en ese segundo hospital, el
¿No nos sentimos más de una vez como chatarra? Des­ muchacho recibió el apoyo espiritual que habría de cam­
lucidos por dentro, subestimados por los demás, y carga- . biar el rumbo de su vida. Gracias al afecto y la orientación
dos de flaquezas ... Pero todos podemos cambiar. Así co­ de varios creyentes, el joven paciente experimentó en su
mo el fuego transforma el hierro viejo, el fuego consumi­ alma el poder transformador de la fe en Dios. Y esa noble
dor de Dios renueva la vida, la vuelve útil, y la llena de fe­ fuerza interior despertó en él nuevos gustos y apetitos.
licidad. Tal es la transformación que sólo el Altísimo pue­ Abandonó por completo la bebida.
de producir en la intimidad del corazón del creyente, por Con su salud milagrosamente recuperada, el mucha­
obra de su divino Espíritu. cho era ahora otra persona. Otro semblante, otro porte,
otro corazón. Ya medida que crecía su confianza en Dios,
EL CAMBIO DE UNA VIDA fortalecía su voluntad para el trabajo y aumentaba la ínti­
ma alegría de su alma. La gente que lo había conocido an­
Hacia el fin del capítulo 4 hicimos referencia a un ami­ tes no podía creer el cambio que se había producido en el
go mío, quien en los días de su juventud sufrió la ruina antiguo y peligroso bebedor. Pero era verdad. El toque de
propia del alcoholismo. Él no vivía; apenas duraba. Con Dios lo había hecho una nueva persona. Si tú pudieras co­
su mente embotada y su cuerpo debilitado por el vicio, nocerlo y hablar hoy con él, comprobarías la veracidad de
ese triste muchacho seguía consumiendo de ocho a diez este relato. Y tal vez terminarías diciendo: "Si la fe cristia­
litros de vino por día. Y cuando en su aburrimiento de los na ha hecho tanto por este hombre, ¡cuánto yo quisiera
168 169
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓNI LA LLAVE MAESTRA DE LA ALEGRÍA

también atesorarla en mi corazón!" nía muchas posesiones" (S. Mateo 19:21,22).


En la experiencia de este cristiano nacido de nuevo, se Jesús le ofreció al joven la mejor de las oportunidades
cumplen las palabras del canto: "Cuando Cristo vino a mi y el mayor de los privilegios. En resumen, le dijo: "Con­
corazón, mi vida entera cambió". Y también se cumple la fía en mí, ten fe en mi enseñanza y sígueme". Pero el jo-'
declaración de San Pablo, quien escribió: "Si alguno está ven consideró que sus numerosas posesiones materiales
en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he tenían más valor que el futuro feliz que le ofrecía el Maes­
aquí todas son hechas nuevas" (2 Corintios 5: 17). tro. Así que se fue sin aceptar la invitación. Pero "se fue
triste" por haber preferido su riqueza material, antes que
"Cuando el Espíritu de Dios se posesiona del la riqueza espiritual que le había ofrecido Jesús.
corazón, transforma la vida. Los pensamien­
Conversemos imaginariamente con este muchacho
tos pecaminosos son puestos a un lado, las ma­
las acciones son abandonadas; el amor, la hu­ acaudalado. Preguntémosle:
mildad y la paz reemplazan a la ira, la envi­ -¿Te parece que tomaste una buena decisión al recha­
dia y las contenciones. La alegría reemplaza a zar la propuesta del Maestro? ¿Cómo te fue después?
la tristeza, y el rostro refleja la luz del cielo" -Ese fue el gran error de mi vida -nos responde­
(Elena de White, El Deseado de todas las rá-. Seguí tan aferrado a mis posesiones, que las puse
gentes, pág. 144).
por encima de Dios. Y al final perdí la fe que tenía; y de
nada me sirvió la riqueza que tanto me sedujo. Como re­
DOS CASOS EN CONTRASTE sultado, nunca llegué a ser realmente feliz. Y cuando qui­
se reaccionar, no tuve voluntad para volver a Dios.
El primero de estos dos casos lo ofrece el "joven rico"
comentado en los Evangelios. Era un muchacho con Habiendo despreciado la fe y la amistad de Cristo, el
grandes inquietudes espirituales. En la intimidad de su al­ muchacho se quedó solo y triste. Con su bolsillo lleno, y
ma estaba fascinado con la personalidad y la prédica de su alma vacía.
Jesucristo. y cierto día fue corriendo hacia él para formu­ El segundo caso, no menos emblemático, nos presen­
larle una pregunta capital. Quería saber qué debía hacer ta a un hombre oriundo de Etiopía. Era un importante
para obtener la vida eterna. funcionario público que regresaba de Palestina a su país.
y mientras el Maestro le respondía la pregunta, el jo­ y a poco de comenzar su largo viaje se puso a leer una
ven reveló la sinceridad y la nobleza de su corazón. Tanto porción de la Sagrada Escritura. Al principio no la en­
que Jesús le demostró una profunda simpatía, y lo invitó tendió. Pero después, gracias a la explicación que le dio
a seguirlo como un discípulo suyo. Le dijo: "Anda, vende el cristiano llamado Felipe, comprendió lo que estaba le­
lo que tienes, y dalo a los pobres; oo. y ven y sígueme". Pe­ yendo. Y allí mismo, en ese sitio desértico del camino,
ro, "oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque te­ abrazó con fervor la fe cristiana, "y siguió gozoso su ca­
110 111
A pesar de todo... ,ALÉGRESE TU CORAZÓN! LA LLAVE MAESTRA DE LA ALEGRÍA

mino" (Hechos 8:39). na Palabra, se irá fortaleciendo hasta lograr una conexión
firme y segura con el Altísimo. Soportará así con éxito el ~
I
H e ahí el contraste. El joven rico se alejó de Jesús, y peso y las cargas más variadas de la vida.
permaneció triste. El funcionario etíope, en cambio, se lle­ Se trata, pues, de una fe práctica, activa y dinámica,
nó de fe en el Dios verdadero y fue feliz. Comprendió que que crece a medida que se la ejercita. No es meramente
la "llave maestra" de la genuina alegría consiste en confiar contemplativa, sino rica en acciones de bien, que llenan el
en Dios y seguir sus directivas de amor. Y si hoy pudiéra­ corazón de felicidad. Por eso Jesús aconseja: "Tened fe en
mos conversar con él, nos diría sin vacilar: "La fe cristia­ Dios" (S. Marcos 11 :22).
na cambió mi vida, y me hizo inmensamente feliz. Me dio
lo que mi alma estaba necesitando".
En una paÚlbra...
La enorme fuerza espiritual de la fe es la "llave maes­
CÓMO NACE Y CRECE tra" que abre la puerta hacia una vida alegre y feliz. Real­
Quizá tú digas: ''Acepto la importancia de la fe. Pero, mente, "Felicidad se escribe con fe"·
¿cómo se la puede poseer y desarrollar?" Para ello, recor­
demos el siguiente hecho ilustrativo. Cuando se constru­
yó el viejo puente sobre el río Niágara, entre Canadá y los
Estados Unidos, uno de los problemas que debieron re­
solver los ingenieros fue cómo tender el primer cable de
acero desde una orilla hasta la otra del río. Y la solución
fue remontar un barrilete o cometa, que hicieron descen­
der sobre la orilla opuesta.
De ese modo, un delgado hilo unió inicialmente am­
bas orillas. Luego, a ese primer hilo se le ató un cordón, y
al cordón una soga, y a la soga el primer cable de acero. Y
así, siempre tirando desde un extremo, se fueron pasando
nuevos cables y cada vez más gruesos. Por fin, el puente
internacional quedó terminado, listo para soportar toda
clase de tránsito.
Algo semejante ocurre con la fe del cristiano. Nace dé­
bil, como el delgado hilo de un barrilete. Pero alcanza pa­
ra llegar a la otra orilla, a Dios. Luego, esa fe debidamen­
te cultivada mediante la oración y alimentada con la divi­
172 173
Capítulo 11

DEL COMIENZO
AL FINAL DE LA
CARRERA
"De un extremo aL otro de La vida,
tú tienes derecho a ser feLiz. EL
ansia de La feLicidad siempre está
en ti; no La puedes apagar"
(H. Noble).

unque la vida comienza con el llanto del recién naci­


A do, todos tenemos derecho a la alegría de vivir. Pero
la alegría a menudo se muestra esquiva: durante la niñez,
por problemas del hogar; durante la adolescencia, por fal­
ta de apoyo y orientación; durante la juventud, por deja­
dez y carencia de ideales; durante la madurez, debido a
malas decisiones y a pobres realizaciones; y en los años de
la vejez, por causa del vacío y el decaimiento general.
Sin embargo, estas etapas de la vida -cuando son
apoyadas y encaradas con sensatez- pueden otorgar bie­
nestar y gozo interior. Por eso, más de una mujer crecida
suele decir: "Yo tuve una juventud feliz, con buenas ami­
gas y padres que me rodearon de amor". O bien, un an­
ciano, con sus fuerzas ya menguadas, puede asegurar: ''A
pesar de mis años, todavía me ocupo en tareas útiles, y
tengo algunos sueños en mi corazón" .
A toda edad es posible gozar de estimulante alegría. Pe­
ro tal vez la juventud y la ancianidad constituyan el ma­

175

A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓNI DEL COMIENZO AL FINAL DE LA CARRERA

yor desaHo. En el primer caso, porque se trata de la pre­ alcanzarlo?


paración para la vida. Y en el segundo, porque se quiere 3. ¿Cuánto afecto sé demostrar a las personas

disfrutar de todo lo aprendido y acumulado en los años que me rodean?

anteriores. Siendo así, dediquemos el presente capítulo a


4. ¿Disfruto sanamente de mi juventud, o tien­

comentar estos dos tramos esenciales de la vida, a la luz


do a la melancolía y al pesimismo?

del anhelo universal de felicidad.


Quizá tus respuestas te ayuden a descubrir tu edad in­ I ~rl

terior y la calidad de tus emociones. Recuerda la admira­


ANTESALA DE LA MADUREZ ble actitud de aquel anciano de 102 años, que se caracte­
La adolescencia, y particularmente la juventud es el rizaba por su buen humor. Cuando una vez le pregunta­
tiempo de la alegría fácil y soñadora. A lo menos así de­ ron cuál era el secreto de su alegría, él explicó: "Al levan­
bería ser. Pero no siempre es esto lo que ocurre. Allí está tarme por la mañana, puedo elegir entre estar triste y es­
Ricardo, un joven de 24 años de edad, quien nos escribe tar alegre; pero siempre elijo la alegría".
muy preocupado de esta manera: "No sé qué me pasa, pe­
ro me siento viejo por dentro. Me cuesta estar conten­ Contigo pasará lo mismo: tu tono emocional depende­
ro" ... Ricardo tiene buena salud y un futuro por delante. rá en alto grado de tu propia decisión. El temperamento
Pero en lugar de estar animado, confiesa sentirse desgana­ individual tiene su importancia. Pero la juventud del co­
do, sin metas definidas por delante. razón, en definitiva, es resultado de una elección cons­
ciente y de un esfuerzo constante. Por eso, el rey Salomón
Éste es uno de los tantos muchachos que han perdi­
da este consejo a todo joven por igual:
do la alegría de vivir. Comenzó a amargarse por causa de
algunos pequeños problemas. Luego, terminó quejándo­
':Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer
se por rodo, sin reconocer siquiera los hechos agradables
tu corazón en los días de tu adolescencia; y an­
que le ocurrían. Y si no cambia, ¿qué futuro le espera?
da en los caminos de tu corazón y en la vista de
Quien a los 24 años se siente viejo, ¿cómo se sentirá en­
tonces a los 50?
y pensar que Ricardo no está solo en su condición.
tus ojos; pero sabe que sobre todas estas cosas te
juzgará Dios" (Eclesiastés 11 :9). I
¡Existen tantos otros muchachos y chicas parecidos a él! ... Sí, ésta es una invitación a disfrutar de la verdadera
¿Cuál es tu caso? Analízate mediante estas pocas preguntas: alegría de la vida, desde la misma adolescencia. Todo
muchacho o chica está llamado a sentirse bien, con gozo
1. ¿Sé alegrarme por las cosas buenas de la vida? interior. No hay razón para que un joven, en el mismo
2. ¿Tengo algún plan definido para mi futuro?
umbral de la vida, deba sentirse triste, solitario o deso­
¿Cuál es? Si es bueno, ¿estoy luchando por
rientado. Sin embargo, lamentablemente esto es muy co­

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A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN! DEL COMIENZO AL FINAL DE LA CARRERA

mún. De ahí la importancia del consejo de Salomón: 2. Cultivar amistades sanas.


"¡Goza de la vida, y sé feliz!" ¡Hay tantas maneras de go­
zar sanamente de la juventud! ¿Estás de acuerdo con este segundo punto de la lista?
¡Cuántos muchachos y chicas han fracasado, y cuántos
Sé feliz, pero a la vez recuerda que en todas tus accio­ otros han triunfado en sus esfuerzos debido a la influen­
nes "te juzgará Dios". Esto no implica restringir tu inicia­ cia de sus amistades! Un buen amigo es un apoyo y un
tiva, o limitar tu alegría. Más bien, señala la necesidad de estímulo durante los años de la adolescencia y la juven­
unir la alegría con la integridad moral. Y esto no sólo es tud. Tener buenos amigos combate la soledad, ennoble­
posible, sino que es la única forma de poder gozar de au­ ce los sentimientos y da felicidad. Particularmente, las
téntica felicidad. Mezclar la conducta incorrecta con la buenas amistades favorecen la madurez social yenrique­
genuina alegría, es una mezcla imposible: la incorrección cen el discernimiento para la elección del compañero o
siempre desalojará el gozo del corazón. compañera de la vida.
,
y si llegada la hora sabes elegir bien, eso podrá deter­
minar la alegría del resto de tu vida. Porque un buen no­
PARA GOZAR DE TU JUVENTUD
viazgo no es otra cosa que el anticipo de una familia feliz.
Si tuvieras que mencionar los elementos o factores de
una juventud feliz, ¿cuál sería tu lista? ¿Qué cosas inclui­ 3. Evitar los vicios.
rías sin falta, y cuáles otras dejarías afuera? Tu lista revela­ Éste es un importantísimo factor de bienestar juvenil.
ría tu escala de valores y tus sueños juveniles. Te exigiría ¿Cómo un muchacho o una chica que desee triunfar en la
autoanalizarte y conversar con tu propia conciencia. vida podría, al mismo tiempo, envenenarse con el tabaco,
A ver si coincides con esta lista de 8 puntos que, más debilitarse con el alcohol, o arruinarse con la droga? ¿O
que mía, es la combinación de muchas otras, provenien­ cómo podría entregarse a excesos de diversa índole, y a la
tes de chicas y muchachos que alcanzaron un grado satis­ vez aspirar a una vida sana y feliz? Los malos hábitos siem­
factorio de alegría juvenil. Aquí está la lista: pre conducen al fracaso y la desdicha. Y si no, observa a
un joven vicioso, y comprobarás los estragos inevitables
de una conducta irregular.
1. Tener un ideal elevado para la vida. Sólo la vida ordenada y de buenos hábitos puede ga­
Esto significa tener una meta, y saber hacia dónde rantizar una juventud radiante y exitosa. La virtud siem­
orientar los esfuerzos que aseguren una juventud exitosa. pre es más gratificante y paga mejores dividendos a quien
Naturalmente, ese ideal deberá armonizar con la vocación la cultiva.
y las aptitudes personales. Cada cual cultivará sus propios
talentos como mejor pueda, y con ellos sabrá darle un 4. Aceptar las limitaciones propias.
rumbo acertado a su vida. Esto es lo que afirma más de un joven. Y es verdad;
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179
[

A pesar de todo... ,ALÉGRESE TU CORAZ6N! DEL COMIENZO AL FINAL DE LA CARRERA

porque no todos somos iguales ni podemos alcanzar el avanzará en sus proyectos de vida. Será rebelde a la me­
mismo nivel de desarrollo. Lo que sí importa es que tú ha­ diocridad y amante de la excelencia. Tus allegados elogia­
gas lo mejor de tu parte, con el mayor empeño posible, y rán tu responsabilidad, y esto te hará feliz.
logres todo lo que puedas, aunque sea menos que tu veci­ Un joven cabalmente responsable es un capital huma­
no. Esto te evitará vivir por comparación, o incurrir en la­ no de primer orden en la sociedad actual. Procura ser ese
mentable envidia.
muchacho meritorio, esa chica distinguida.
Tú puedes, quizá más de lo que imaginas. Pero no eres
omnipotente. Y no te sientas mal al aceptar tus limitacio­
nes personales, porque todos las tenemos. Métete de alma 7. Aprender de los mayores.
en tu oficio, en tu estudio, en tu vocación. Conserva tu Los jóvenes consultados consideraron que también in­
autoestima, y vivirás satisfecho. cluirían en su lista este factor de la alegría juvenil. ¿Coin­
cides con ellos? Aprender de los mayores significa saber
escucharlos y respetar su experiencia. Quizá muchos de
5. Asegurar el futuro. ellos fracasaron o se golpearon en su vida, porque no tu­
¿Qué significa esto? Ni más ni menos que aprovechar vieron a tiempo el consejo oportuno de una persona ma­
al máximo tu presente, tu tiempo, tus oportunidades, tu yor. Yen contraste, cuántos otros podrían reconocer que
vitalidad juvenil... Hoy estás labrando lo que serás ma­ triunfaron gracias a la palabra orientadora de una perso­
ñana. Y quien piense que todavía tiene mucho tiempo na adulta. De manera que tú puedes asegurar tu éxito y tu
para hacer lo que es debido, pudiendo hacerlo hoy, ini­ alegría consultando y escuchando a tus mayores: a tus pa­
cia con semejante error mental el camino de la desidia y dres, a tus maestros, y a otros adultos de tu confianza.
la derrota. La historia está llena de chicas y muchachos que des­
Se afirma: "Lo que es pasado es prólogo". Es decir, lo preciaron la dirección de sus padres, o que se rebelaron
que hemos vivido ayer es el "prólogo", el comienzo y el contra el mundo adulto. Y hoy son jóvenes o personas
rumbo del día de hoy. Si deseas tener un futuro próspero adultas que han perdido la alegría de vivir. Sólo destilan
y feliz, asegúrate de que hoy estés escribiendo correcta­ hostilidad y amargura. Quisieron "hacer la suya", y así les
mente el prólogo de tu vida, que se llama juventud fue. Que nunca pase tal cosa contigo.

6 Ser responsable. 8. Acordarse de Dios.


Tú lo sabes muy bien. El joven responsable termina Aquí está la sustancia de la vida. Con razón el sabio Sa­
siendo confiable. Todos lo aprecian, lo buscan y lo reco­ lomón dijo: "Acuérdate de tu Creador en los días de tu ju­
miendan. Porque es puntual, cumplidor y esmerado. El ventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los
muchacho o la chica responsable siempre tendrá trabajo y años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamien­
180 181

~
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓNI DEL COMIENZO AL FINAL DE LA CARRERA

to" (Eclesiastés 12: 11). de su vida, y antes de mucho se convirtió en el insigne


¿Qué es acordarse de Dios? Es cultivar la fe en él, y re­ apóstol San Pablo. Entonces, como seguidor de Cristo fue
currir a él en todo momento, sea para pedir la ayuda di­ feliz y señaló a otros el camino de la felicidad.
vina como para agradecer su bondad. Es junto a Dios Aquella sola oración sincera de Saulo le cambió la vi­
donde mejor madura la vida, y donde está la fuente de la da. ¿No podría ocurrir hoy lo mismo en tu juventud? Sin
felicidad. A su lado "hay plenitud de gozo, y delicias ... pa­ duda que sí. Por eso, habla con Dios; escucha luego su voz
ra siempre", decía el salmista bíblico (Salmo 16: 11). en su divina Palabra yen lo hondo de tu conciencia; y él
Mientras que la incredulidad genera vacío existen­ te llevará de la mano hacia la suprema alegría.
cial, la fe sincera en Dios colma de paz y de dicha la vi­ Por último, recuerda: ¡Disfruta del viaje! Sí, del viaje
da, aun desde la misma juventud. ¡Haz la prueba! ¡Ve­ de la vida. No sólo esperes tener alegría cuando llegues
rás que es verdad! a la meta, o cuando cristalices tus planes. Desde ahora,
mientras avanzas hacia tu destino, puedes gozar de rus
pequeños logros cotidianos. Que todo lo que hagas, lo
CON GANAS DE VIVIR
que sientas, lo que converses y lo que observes se con­
Sobre la base de la lista precedente, amigablemente vierta en los pequeños placeres de tu rutina diari a. En­
quisiera decirte: ¡Enciende tus ansias de vivir! Cultiva tonces podrás decir con el salmista: "Éste es el día que
tus dones y aptitudes. "Ninguno tenga en poco tu ju­ hizo el Señor; nos gozaremos y alegraremos en él " (Sal­
ventud" (San Pablo). Muéstrate positivo y optimista. No mo 118:24).
dejes que tu corazón se desaliente o deprima por causa Viviendo cada día de esta manera no serás abúlico,
de algún problema. Si llegaras a caer, levántate y perse­ transgresor, fracasado o melancólico. Serás un joven em­
vera en tus esfuerzos. Y si te decepcionara el mal ejem­ prendedor, virtuoso, vencedor y feliz. Tu alma estará de
plo de algún adulto, no por eso te derrumbes ni mucho fiesta, y tu rostro se mantendrá radiante.
menos lo imites.
Ata tu vida a la cumbre de un ideal elevado, y lucha ca­ y el joven creció, luchó, maduró, y se hizo hombre ... o
da día por alcanzarlo. Y si te detienes temporariamente, mujer... Alcanzó metas, logró ideales, trazó una estela .. .
vuelve a la lucha con renovado ahínco. Así se vive y se go­
Y ahora, tiene más años vividos que los que tiene por
za la juventud. Y si por momentos te sientes solo y deso­
vivir... Sus sienes están plateadas ... Ha comenzado su ter­
rientado, sin saber qué hacer, recuerda la experiencia de
cera edad ...
Saulo, aquel joven de la antigüedad que en la mayor cri­
sis de su vida, le rogó a Dios: "Señor, ¿qué quieres que yo
haga?" (Hechos 9:6). LOS AÑOS QUE RESTAN
Al seguir la instrucción divina, Saulo cambió el curso Éste es el otro tramo de la vida que merece vivirse con
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A pesar de todo.. . ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN' DEL COMIENZO AL FINAL DE LA CARRERA

especial alegría. Todos los gerontólogos afirman que esta vencer la depresión, advierte: "¡Cuidado con la obsesión
etapa puede ser fuerte y agradable, siempre que sepa ocu­ jubilatoria! La mente humana puede adaptarse práctica­
parse el tiempo en algo útil y mantenerse el optimismo mente a todo, pero no a la ociosidad". La reja del arado
del espíritu. Recientes estudios revelan que existe un índi­ brilla cuando está en uso, pero se oxida cuando permane­
ce mayor de longevidad entre las personas que se mantie­ ce quieta. ¿Cuál de estas opciones prefieres para tu vida?
nen ocupadas y se esmeran por ser felices.
Si le tuvieras temor a la tercera edad, piensa que hay
La edad avanzada no necesariamente inhabilita para el sobrados motivos para recorrer con gozo este tramo del
trabajo. Bertrand Russell, premio Nóbel, célebre filósofo camino, sin resentimiento ni malos recuerdos. Una seño­
y matemático británico, pasados sus 80 años de edad ra nos escribía de esta manera: "Tengo 73 años, y siento
cumplía su jornada de trabajo y caminaba ocho kilóme­ la extraña sensación de estar de más en la vida, y no tener
tros seguidos cada día. Benedetto Croce, uno de los me­ motivos para vivir". Pero esta pobre mujer estaba llena de
jores filósofos italianos del siglo XX, a los 89 años conti­ rencores, sin el afecto de sus hijos, porque ella misma ha­
nuaba trabajando diez horas por día. Arturo Toscanini, a bía fallado en la crianza de ellos. Y ahora, cargada de cul­
los 87 años seguía dirigiendo su orquesta sinfónica. Hom­ pa, su tristeza la estaba consumiendo. Su envejecimiento
bres con más de 70 años condujeron importantes nacio­ era más anímico que físico.
nes, tales como K. Adenauer en Alemania, De Gaulle en En tal sentido, cuán aleccionador es el ejemplo del
Francia, Bresniev en la Unión Soviética, y R. Reagan en apóstol Pablo, quien dijo de sí mismo: ''Aunque este nues­
los Estados Unidos. ¡Cuántos, cuántos otros nombres po­ tro hombre exterior se va desgastando, el interior no obs­
drían añadirse a esta lista!
tante se renueva de día en día" (2 Corintios 4:16). Me­
Según explica el Dr. Leopoldo Salvarezza en sU: cátedra diante su fe y su servicio de amor, Pablo conservaba la vi­
de Psicología de la Tercera Edad, en la Universidad de talidad de su espíritu. Lejos de abandonarse anímicamen­
Buenos Aires, "la vejez es algo inevitable, pero cada per­ te, o incurrir en actitudes egocéntricas, él declaró: "Ni es­
sona es dueña de un resorte propio, subjetivo, que le ayu­ timo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe
da a decidir cuándo y para qué es vieja". Y como ejemplo mi carrera con gozo" (Hechos 20:24). La alegría cristiana
recuerda el caso de John Glenn, el astronauta que a los 77 dominaba su corazón. Y su experiencia prueba que esto es
años realizó un nuevo viaje espacial. Él quería mostrar posible en la vida de todo creyente, no importa cuál sea
que podía hacerlo. Y así reveló que a su edad es mucho su edad.
mejor estar dentro del cohete que sentado en una silla mi­
Supongamos que tú tuvieras entre 65 y 75 años de
rando cómo despega. ¿No es éste un ejemplo que puede edad, y te preguntaran qué planes tienes para este año;
movilizar a otras personas sanas de la edad de Glenn?
¿cuál sería tu respuesta? Esa misma pregunta se la hicieron
¡Cuántos se enferman de ocio poco después de su ju­ al Dr. Juan Filloy cuando tenía 102 años de edad, en
bilación! Y más tarde fallecen sin que pueda detectarse al­ 1996. y su respuesta fue: "Editar tres libros". En su larga
guna causa física aparente. Tim LaHaye, autor de Cómo carrera judicial como abogado en la ciudad de Río Cuar­
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A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓNI DEL COMIENZO AL FINAL DE LA CARRERA

to, Argentina, Filloy había desarrollado una intensa acti­ los que lo conocen. Un representante de la tercera edad,
vidad cultural, social y profesional. Y ahora no estaba dis­ digno de ser emulado.
puesto a quedarse con los brazos cruzados. Pero en este sector del capítulo, quisiera además com­
El entusiasta anciano tenía planes por delante: editar partir contigo el corto diálogo que mantuve con otro tío,
varios libros. Yeso lo mantenía animoso y fortalecido. el Dr. David Rhys, maestro de alma y señor del aula. Hi­
¿Cuáles son tus propios planes? En tu condición de jubi­ jo de una familia galesa de la Patagonia, David se caracte­
lado, ¿tienes algunos sueños que desearías concretar? ¿Có­ rizó desde joven por su espíritu esforzado y luchador. En­
mo ocupas las horas de cada día? ¿Te deleitas en hacer al­ tre otros logros académicos, obtuvo sus títulos de profe­
go útil que te mantenga ocupado y entretenido? ¿Cami­ sor de Matemática y Geografía, y doctor en Geociencia.
nas, o ayudas a alguien hasta donde tu salud te lo permi­ Casado con Adela Chaij, dedicó con ella 44 años a la do­
te? Un veterano de la tercera edad dijo que en ese segmen­ cencia y a la administración educativa.
to de la vida, se debe: "Comer la mitad, caminar el doble,
Al verlo tan lúcido y vital en sus 83 juveniles años, le
y reír el cuádruple". ¿No es ésta una forma inteligente de
encarar la vejez y retener la alegría de vivir? he formulado algunas preguntas, cuyas respuestas son una
contribución al tema que estamos desarrollando. Tal vez
sus conceptos sean de interés directo para ti, o bien para
DIÁLOGO CON UN VETERANO algún allegado tuyo que haya alcanzado la tercera edad, y
a quien tú quisieras beneficiar con estas ideas. Aquí va la
Después de una vida de noble servicio cristiano jun­
to con su esposa Margarita Legarda, mi tío Nicolás em­ síntesis de nuestro diálogo:
prendió una labor singular a los 74 años de edad: la pre­ -David, al mirar hacia tu pasado y ver cómo Dios
paración de la Biblia "Nueva Reina Valera". Fue una ta­ bendijo tu vida, ¿qué sentimientos predominan hoy en tu
rea paciente, minuciosa y concienzuda que le demandó corazón?
un período de diez años. Pero tras semejante esfuerzo in­ -Mi alma se llena de gratitud al ver cómo Dios guió
telectual, durante toda una década, obtuvo un producto
mis pasos, y corrigió mis errores. He tenido buenos pa­
encomiable, que hoy está llevando bendición a multitud
dres cristianos; y he podido disfrutar de la familia que for­
de lectores.
mé con mi esposa, quien fue mi apoyo incondicional en
Como resultado de este vasto trabajo no sólo fue dis­ las horas de paz y de turbulencia. ¡Canto de alegría por to­
tinguido con un doctorado honorífico, sino que enrique­ do lo que Dios me dio!
ció su mente y fortaleció su espíritu. Y con su intelecto
-¿En qué ocupas actualmente tu tiempo?
alerta, mantuvo mejor la salud de su organismo. Hoy Ni­
colás, con sus 93 años, siempre tiene algo para hacer. Aca­ -Colaboro voluntariamente con el Geoscience Re­
ba de editar su autobiografía. Y con su actitud positiva y search Institute (Instituto de Investigación de Geocien­
su notoria espiritualidad, es una inspiración para todos cia) en su tarea de armonizar la ciencia con las verdades
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A pesar de todo... ,ALÉGRESE TU CORAZÓNI DEL COMIENZO AL FINAL DE LA CARRERA

bíblicas. Continúo como redactor de la revista Ciencia de (f) Fortalece tu relación con Dios por medio de la ora­
los orígenes. Hago ejercicio, mediante caminatas y trabajo ción, el estudio de la divina Palabra, y la contemplación
al aire libre. Leo y asisto a conferencias, conciertos, etc. del maravilloso mundo natural que te rodea. Así, tu ter­
Ahora estoy publicando el libro La Patagonia que canta, cera edad podrá ser la de mayor satisfacción.
que contiene las memorias inéditas de mi abuelo acerca Hasta aquí la palabra del Dr. David Rhys, quien re­
de la colonización en la Patagonia; y estoy escribiendo mis vela una profunda gratitud a la vida y a Dios, quien se
propias memorias, cuando me da el tiempo. mantiene ocupado de acuerdo con sus posibilidades per­
sonales, y quien comparte consejos útiles que él mismo
-Con tus años ya cumplidos, y con tu experiencia practlca.
acumulada, ¿qué consejo le darías a una persona de la ter­
cera edad, a fin de que pueda gozar de bienestar y alegría?
SIN TEMOR
-Me limitaré a unas pocas ideas: No le temas a la vejez. Recíbela con naturalidad y con
valor. Vendrá acompañada de algunos achaques y limi­
(a) Si te es posible, dedica una parte de tu tiempo a al­
taciones. Pero recuerda que hay una sola forma de evitar
guna tarea voluntaria. No te dará dinero, pero te dará una
estos males: o morirse antes, o conservar la juventud del
gran satisfacción.
corazón; es decir, vivir inteligentemente los años de la
(b) Planea pasar parte del día en comunicación con tu tercera edad.
cónyuge. Puede ser mediante un trabajo en común, o una
Concéntrate en lo agradable de la vida: las buenas ac­
simple caminata. Pero dos seres en la misma casa sin co­
ciones, los buenos recuerdos, los buenos amigos, las bue­
municarse conspira contra el bienestar de ambos. ·
nas lecturas ... Todo esto te hará sentir mucho mejor.
(c) Desarrolla alguna actividad física (caminata o ejer­
No te preocupes por las canas de tu cabello, sino por
cicio), y conserva alerta tu mente mediante el estudio y la
las de tu alma. Lo importante es que no se encanezcan las
lectura. No tengas temor de iniciar alguna forma de estu­
ideas y los pensamientos. Allí adentro yace el secreto de la
dio que sea de tu interés. frescura de la vida. Y lo mismo cuenta para quien haya
(d) Infórmate de los adelantos y los cambios del mun­ quedado con poco cabello. ¿Va a perder la alegría por esa
do. Acompaña los avances de tu profesión. Esto conserva­ causa? Siempre importa mucho más la inteligencia de la
rá la frescura de tu mente. cabeza que los pelos que haya en ella. ¿No te parece?
(e) Cuida tu salud. No abuses de tu alimentación. Haz­ Inspírate en el buen ejemplo de alguna persona longe­
te un examen médico anual. Pero no te vuelvas obsesivo en va. Pero no te apenes, ni mucho menos te dejes invadir
el cuidado de tu salud, al punto de perturbarte o deprimir­ poi la envidia, si no tuvieras la misma salud o las mismas
te. Conserva una disposición siempre alegre y positiva. posibilidades que la tal persona. Sé tú mismo, o tú mis­

188 189
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN! DEL COMIENZO AL FINAL DE LA CARRERA

ma. Disfruta de lo que tienes, o de lo que eres. -contribuyendo con mi optimismo y mi ora­
ción, a la alegría y al entusiasmo de los demás.
Conserva un corazón agradecido. Hay tantas razones
-viviendo en contacto humilde con el mun­
para ello: ... los años ya cumplidos, los trabajos realiza­
do que cambia, sin lamentarme por el pasado
dos, los afectos cultivados ... Y si en algo has fallado en
tu vida, Dios te perdonará, y activará la paz y la alegría que ya se fue ...
de tu alma. -D. Betancourt (adaptado).

Mira con ojos de comprensión y de indulgencia a los En este capítulo hemos intentado destacar que la ale­
que vienen detrás de ti. No te alteres si ellos no te brin­ gría de la vida es accesible a toda edad, incluyendo de mo­
dan la debida consideración. Ellos son lo que tú eras do particular la juventud y la ancianidad. Y el hecho de
cincuenta años antes: sin experiencia y necesitados de que haya jóvenes que se sientan envejecidos, y ancianos
que se muestren radiantes, indica que la genuina alegría
aprender.
depende en alto grado de las actitudes del corazón.
y cuando la puerta de la vida se esté por cerrar, no le
Si eres joven, pregúntate: Por lo general, ¿me siento
temas a la muerte. El creyente que se apoya en Dios cie­
contento? ¿De qué manera venzo mis momentos de fasti­
rra apaciblemente sus ojos cuando le toca su hora. Y sien­
dio? ¿Conozco el secreto de la verdadera alegría?
te como dijo el salmista David: "Aunque ande en valle de
sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú es­ y si estás en la tercera edad, pregúntate: ¿Tiendo al de­
tarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán alien­ saliento, o conservo alegría en el corazón? ¿Le agradezco a
to" (Salmo 23:4). El cristiano sabe que su muerte no es un Dios por los años que me ha dado? ¿Qué hago para com­
salto al vacío, sino un paso al descanso y a la eternidad. partir una nota de alegría con los demás?

"Del comienzo al final de la carrera"


¡Señor, enséñame a envejecer!
tú puedes gozar de legítima alegría.
Señor, enséñame a envejecer como cristiano. No permítas que nada ni nadie la quite
Convénceme de que no son injustos conmigo: de tu corazón. Porque si la pierdes
-los que me quitan responsabilidad; habrá nacido la noche de tu alma.
-los que ya no piden mi opinión;
-los que llaman a otro para que ocupen
mi puesto.

Pero ayúdame, Señor, para que todavía sea


útiL
190 191
Capitulo 12

HACIA LA
ALEGRÍA

SUPREMA

Mientras haya corazones doloridos,


hogares divididos, cuerpos
desnutridos y enfermedades
incurables, ¿podría existir
verdadera alegría sobre la tierra?
¿ Qué remedio puede haber para
esta desventura humana?

E n la introducción de su libro Hacia un mundo sin ne­


cesidades, Pablo Hoffman afirma: "Si usted ha comi­
do bien en las últimas horas; si habita en una casa abri­
gada y con corriente eléctrica; si viste ropas adecuadas, y
espera vivir lo suficiente como para ver mayores a sus hi­
jos ... Si usted goza de alguna de estas ventajas, usted for­
ma parte de una pequeña minoría. Y si llega a tenerlas
todas, usted se encuentra entre los pocos favorecidos de
la tierra".
Las dos terceras partes de la humanidad carecen de las
ventajas mencionadas. Centenares de millones de perso­
nas padecen crónicamente de hambre, pobreza, ignoran­
cia y enfermedad. Y mientras éstos deben soportar tales
padecimientos, apenas una exigua minoría de la humani­
dad goza de los adelantos del m undo desarrollado y mo­
derno. Ante semejante contraste y desigualdad, ¿cómo
podría haber satisfacción y alegría para todos por igual?
193
A pesar de todo... ,ALÉGRESE TU CORAZ6N! HACIA LA ALEGRiA SUPREMA

Unos contentos, los otros descontentos; unos en la abun­ grosos". Y se aclara por qué. "Porque habrá hombres ama­
dancia, los otros en la miseria; unos con alimento, los dores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blas­
otros con el estómago vacío ... femos, desobedientes a los pad res, ingratos, impíos, sin
afecto natural, implacables, cal umniadores, intemperan­
Muchos millones de estos infortunados se parecen a
tes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impe­
aquel hombre que, en medio de la selva, se vio persegui­
tuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de
do por una bestia feroz. Cuenta la leyenda que el hombre
Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la
huyó, hasta que por fin pudo meterse dentro de un pozo
eficacia de ella" (2 Timoteo 3:1-5).
seco. Pero para su horror vio que en el fondo del pozo ha­
bía un dragón, que amagaba con lanzarse sobre él para de­ ¿No son éstas las lacras morales que arruinan al mun­
vorarlo. Viéndose así ante tan terrible peligro, el hombre do y roban la alegría del corazón? Sí, allí está la base des­
se agarró de un pequeño árbol que crecía entre las grietas compuesta de todas las miserias y las desgracias de la hu­
del pozo. Pero allí observó espantado cómo dos ratones manidad. Y como resultado, bien puede aplicarse a nues­
estaban royendo el tronco del árbol. tro tiempo lo dicho por el profeta Isaías: "Se destruyó, ca­
yó la tierra; enfermó, cayó el mundo; enfermaron los al­
Arriba rugía la bestia feroz, abajo el dragón amenazan­ tos pueblos de la tierra. Y la tierra se contaminó bajo sus
te, y en el tronco los dos ratones que pronto derribarían
moradores; porque traspasaron las leyes, falsearon el dere­
el árbol. ¿Qué podía hacer el hombre en esa horrible si­ cho, quebrantaron el pacto sempiterno" (Isaías 24:4, 5).
tuación? Ésta es precisamente la lección de la leyenda: la ¡Cuán patéticamente se cumplen estas palabras delante de
impotencia humana frente a los grandes problemas del
nuestros propios ojos!
hombre y del mundo.
Para peor, los malvados no sólo realizan sus acciones
perversas, "sino que también se complacen con los que las
NUESTROS DÍAS practican" (Romanos 1:32). Es decir, fomentan, estimu­
Frente a un mundo tan lleno de necesidades y proble­ lan y aplauden la proliferación del mal. Y así forman aso­
mas insolubles, cabe la pregunta: ¿Cómo podríamos al­ ciaciones ilícitas dedicadas a toda forma de maldad. Éstos
canzar una alegría plena? ¿Cómo podríamos calmar la an­ son los transgresores que, de manera encubierta, se mue­
gustia del corazón humano? ¿Cómo podríamos construir ven y socavan la tranquilidad del pueblo. No son felices
familias de completa armonía? Humanamente, esto sería ellos, ni dejan que lo sean los demás.
imposible. Sin embargo, existe un camino de salida, que En mayor o menor grado , con mayor o menor sutile­
puede conducir a la "alegría suprema". Y éste es justamen­ za, ésta es la triste realidad que se vive en todo lugar de
te el apasionante tema del presente capítulo. la tierra. Por eso, desde lo más hondo del alma brota el
Comencemos diciendo que no debería sorprendernos clamor: "¿No existirá alguna forma de cambiar el mun­
el estado actual de la humanidad. Ya desde los días apos­ do y sus habitantes? ¡Basta ya de tanta descomposición
tólicos se había anticipado que éstos serían "tiempos peli- moral!"

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A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN! HACIA LAALEGRfA SUPREMA

UNA ESPERANZA DE GOZO eso, San Pablo nos insta a estar "gozosos en la esperanza"
Cierto día Federico el Grande (1712-1786), rey de (Romanos 12:12). ¡Cómo no habríamos de tener gozo y
Prusia, visitó una escuela en la pequeña ciudad de Bran­ alegría al saber que Cristo, el Hijo de Dios y Redentor del
deburgo, Alemania. Y en la clase de Geografía, el empe­ mundo, regresará para terminar con el mal y darnos una
rador le preguntó a un alumno dónde estaba situada esa vida plenamente feliz!
ciudad. "En Prusia", respondió el niño. "¿Y dónde está Frente a esta grandiosa promesa, podemos saber que
Prusia?" siguió preguntando el emperador. "En Alema­ nuestro futuro está en las manos de Dios. De ahí que
." "Y
nra. ¿ Alemanra.. ?" "E n E uropa.
" " ¿Y Europa.?" "En e1 "no se turbe vuestro corazón". Tal fue el mensaje alenta­
mundo". "¿Y el mundo?" preguntó finalmente el empera­ dor que comunicó Jesucristo antes de regresar a su tro­
dor. El niño quedó entonces pensativo por un momento, no en los cielos.
y luego contestó: "¿El mundo? En Dios".
¿No estaba en lo cierto este niño escolar? Sí, el mundo
está en Dios, en sus manos poderosas. Él es el Creador y CÓMO SE PRODUCIRÁ
Sustentador de los cielos y la tierra. Y frente al fracaso del Sobre este punto no faltan las divergencias. Hay
hombre en su intento por crear un mundo mejor, Dios quienes afirman que Jesús volverá a la tierra de manera
mismo intervendrá en forma directa y personal. Está vis­ "espiritual" e "invisible"; o que lo hará en un determi­
to que el hombre no puede vivir con acabada rectitud, ni nado sitio del planeta, y que por lo tanto sólo unos po­
tiene la capacidad para curar la enfermedad espiritual del cos lo verán. Pero ¿qué dice la Sagrada Escritura al res­
mundo. Así como va, el camino del hombre terminará in­ pecto? ¿Qué enseña Jesús acerca de lo que él mismo ha­
defectiblemente mal. rá? Su palabra es la única realmente autorizada sobre es­
Pero, ¿de qué manera Dios intervendrá "en forma di­ ta materia.
recta y personal"? Mediante la segunda venida de Cristo a En primer lugar, Jesús advierte: "Mirad que nadie os
la tierra. Dijo el Maestro: "No se turbe vuestro corazón ... engañe". Y añade: "Si alguno os dijere: Mirad, aquí está
vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo [conmigo], para el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis" (S. Mateo 24:4,
que donde yo estoy, vosotros también estéis" (S. Juan 23, 26). ¡Cómo un hecho tan glorioso sería visto apenas
14:1-3). Y más adelante declaró: "Ahora tenéis tristeza; en una sola localidad de la tierra! Por eso el Maestro
pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie aclara: "Como el relámpago que sale del oriente y se
os quitará vuestro gozo" (lbíd. , 16:22). muestra hasta el occidente, así será también la venida del
Éste es el magno proyecto del Altísimo para remediar Hijo del Hombre" (lbíd. , 24:27). Y luego especifica que
todos los males de la tierra. Tal es la "bienaventurada es­ vendrá "sobre las nubes del cielo, con poder y gran glo­
peranza" de los cristianos: "la manifestación gloriosa de ria" (vers. 31).
nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo" (Tito 2: 13). Por Sí, el regreso de Cristo será glorioso, universal y visi­
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A pesar de todo.. . ¡ALÉGRESE TU CORAZ6N!
HACIA LA ALEGRÍA SUPREMA

ble. San Juan declara que "todo ojo le verá" (Apocalipsis mente antes de su venida. Lo asombroso es que tal des­
1:7). No se trata, pues, de un acontecimiento local y pri­ cripción no hace más que pintar las características del
vado. Todos podrán verlo y asombrarse ante esa gloria tIempo presente.
espectacular.
Jesús habló de engaños y falsas enseñanzas, de "gue­
En su primera venida, Jesús fue visto por unos pocos.
rras" , "pestes,
""h am bres,
n ce terremotos, . " Pe­
" y " angustIa.
Sólo contadas personas se allegaron al pesebre de Belén,
ro también -como señal anunciadora- mencionó la
para rendir honor al Niño recién nacido. Pero cuando el
corrupción propia de los días antediluvianos, y de Sodo­
Redentor haga su segunda aparición, "con voz de mando,
ma y Gomorra (S. Lucas 17:28-30). ¿No es esto acaso lo
con voz de arcángel, y con trompeta de Dios descenderá
que hoy vemos por doquier? ¿Hemos visto al mundo al­
del cielo" (1 Tesalonicenses 4: 16). Vendrá como "Rey de
guna vez más atormentado y trastornado que en estos
reyes y Señor de señores". El mismo Jesús que fuera mal­
tratado, y que ofrendara por amor su vida en la cruz; el días? ¿Podríamos entonces desconocer que estamos en
mismo que resucitara al tercer día y regresara luego a su vísperas del fin? (S. Mateo, cap. 24; S. Marcos, cap. 13;
trono, vendrá encendiendo los cielos y la tierra con su S. Lucas, cap. 21).
deslumbrante presencia. "De la higuera aprended la parábola -enseñó Je­
Sobre esta base podemos saber que cuando alguien sús-: cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas,
afirme ser el Cristo, o el Enviado de Dios para resolver los sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros,
problemas del mundo, se tratará de un impostor y enga­ cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a
ñador. Porque el verdadero Cristo vendrá en la forma co­ las puertas" (S. Mateo 24:32, 33). Ya continuación aña­
mo él mismo lo anticipó. Las imitaciones serán imposi­ dió: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pa­
bles. ¡Quién otro podría iluminar el mundo entero, y ser sarán" (vers. 35). Con lo cual, el Maestro reveló la firme­
visto por todos los seres humanos! za y la vigencia eterna de su palabra. Lo que él dijo es cier­
to; y lo que prometió, lo cumplirá. Su palabra es más es­
table que los cielos y la tierra.
SIGNOS INDICADORES Muchos podrán dudar de la promesa divina. Pero
¿Qué indicios existen de que el Señor ciertamente vol­ quien recuerde que Jesús es "la verdad" (S. Juan 14:6), no
verá? Sólo hay que observar el mundo que nos rodea, pa­ podrá dudar; creerá de todo corazón. Y su creencia será al­
ra darnos cuenta de que la realidad actual coincide con las tamente recompensada. El proceso de descomposición
señales precursoras del retorno de Cristo. Cuando el moral seguirá su curso en toda la tierra, sin que nadie lo
Maestro anunció el plan de su regreso, los discípulos le pueda detener. Y como la noche oscura precede a la luz de
preguntaron: "¿Qué señal habrá de tu venida, y del fin del la aurora, así las condiciones lúgubres de hoy anuncian la
mundo?" (S. Mateo 24:3). Yen su respuesta, Jesús descri­ cercanía del eterno amanecer de Dios. Entonces comen­
bió las condiciones que imperarían en la tierra inmediata­ zará la etapa de la "alegría suprema".
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A pesar de todo... ,ALÉGRESE TU CORAZÓN!
HACIA LA ALEGRÍA SUPREMA

PREDICCIONES FALLIDAS
critutas ya se han cumplido. Vivimos en la hora undéci­
Naturalmente, ante la maravilla de la promesa divina, ma de la historia de la humanidad. Y hoy más que nunca
la mayor inquietud tiene que ver con el día de su cumpli­ son oportunas las palabras bíblicas: "No perdáis, pues,
miento: ¿Cuándo volverá Jesús? ¿Cuánto falta? ¿Podemos vuestra confianza, que tiene grande galardón... Porque
saber la fecha exacta?
aún un poquito, yel que ha de venir vendrá, y no tarda­
Al respecto, Jesús dijo claramente: "Pero el día y la ho­ rá" (Hebreos 10:35,37).
ra nadie sabe, ni aun los ángeles del cielo, sino sólo mi Pa­
dre" (S. Mateo 24:36). Sin embargo, a lo largo de los si­
glos se han hecho numerosas predicciones, estableciendo UNA PREPARACIÓN IMPOST ERGABLE
fechas determinadas, en relación con el movimiento de Con el deseo de asegurarnos la "alegría suprema", Jesús
los astros, con dichos de la Biblia mal interpretados, o con no sólo habló sobre el día de su venida, sino también so­
"visiones" de gente pretendidamente iluminada. bre nuestro estado espiritual para recibirlo dignamente.
Cuando llegó el año 1000 de nuestra era, mucha gen­ Entre muchos otros consejos, dijo: "Velad, pues, porque
te se llenó de temor, y hasta hubo quienes se quitaron la no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Pero sa­
vida, pensando que por entonces se produciría el fin del bed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el
mundo y destruiría a todos los vivientes. Cuando llegó el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.
año 2000 se repitió la historia. Muchos afirmaban con Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el
igual temor: "¡Se viene el fin del mundo!" "¡Cristo vuelve Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis" (S.
a la tierra!" Pero el 2000 vino y pasó, y todavía seguimos Mateo 24:42-44).
bajo la rutina milenaria de la tierra: nacer, crece!;", repro­ Cierto jardinero se destacaba por el tesón de su traba­
ducirnos, y fenecer...
jo. El jardín y la mansión que estaban bajo su cuidado re­
Todos los vaticinios acerca del fin del mundo y de la flejaban una impecable limpieza. Pero de manera particu­
venida de Cristo han terminado en el error y el ridículo. lar, las flores del jardín eran la admiración de todo el ve­
y los que sigan formulando fechas para ese doble aconte­ cindario. El dueño de la mansión no vivía allí. Sólo venía
cimiento, terminarán de la misma manera. Porque la cla­ de vez en cuando para pasar unos días.
ra palabra de Jesús dice: "Nadie sabe" el día, ni la hora; ni y una tarde, mientras el cuidador y jardinero estaba
siquiera el mes o el año.
arreglando minuciosamente el jardín, uno de los vecinos
Pero si bien no corresponde fijar fechas, sí puede ha­ se detuvo, y le dijo: "Usted mantiene tan hermoso el jar­
blarse del tiempo en que Cristo hará su aparición. Y ese dín como si el dueño fuera a venir mañana". A lo que el
tiempo, llamado "del fin" -de una extensión indetermi­ jardinero repuso: "¡No, como si fuera a venir hoy!'
nada-, es la época actual, son los días de hoy. Todos los
y así como el jardinero estaba preparado para recibir
períodos proféticos que se mencionan en las Sagradas Es­
en cualquier mome nto al señor de la casa, ¿no debería­
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A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZ6N! HACIA LA ALEGRiA SUPREMA

mos los cristianos también estar preparados para la veni­ Porque te amo,

da del Señor? Con razón San Juan escribió: "Todo aquel mi corazón te alaba.

que tiene esta esperanza en él [Cristo], se purifica a sí


Porque te alabo,
mismo, así como él es puro" (1 S. Juan 3:3). Se trata de
una preparación espiritual, mediante la cual desechamos también te sirvo y obedezco.
todo lo malo e incorporamos todo lo bueno en nuestto Porque te sirvo,
corazón. te pertenezco para siempre.
San Pablo declara: "Vosotros sabéis perfectamente que Amén.
el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche ...
Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que
aquel día os sorprenda como ladrón" (1 Tesalonicenses FELICES "PARA SIEMPRE"
5:2, 4). Y San Pedro, siendo más específico, dice: "¡Cómo Y cuando Cristo regrese, dará completa y eterna ale­
no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vi­ gría a sus redimidos, a quienes se prepararon para reci­
vir! ... Estando en espera de estas cosas, procurad con dili­ birlo. "Los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a
gencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en Sión con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas;
paz" (2 S. Pedro 3:11, 14). y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemi­
En otras palabras, el buen hijo de Dios no demora ni do" (Isaías 35:10) . "Yo crearé nuevos cielos y nueva tie­
posterga su preparación interior. Por la gracia divina, vive rra; y de lo primero [los pesares de esta vida] no habrá
cada día con su conciencia limpia y tranquila, haciendo memoria, ni más vendrá al pensamiento. Porque os go­
gozosamente la voluntad de Dios, y en completa prepara­ zaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que yo he
ción para el día de la gloriosa venida de Jesús. creado" (Ibíd., 65:17, 18).
y cuando llegue ese ansiado día, "enjugará Dios toda
Señor lágrima de los ojos de ellos [los redimidos]; y ya no ha­
brá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor;
Porque tú vienes,

porque las primeras cosas pasaron" (Apocalipsis 21 :4) .


yo te espero.

¿Podríamos pedir una promesa más alentadora y mara­


Porque te espero,
villosa que ésta? En el eterno reino de Dios no habrá
me preparo.
tristes, aburridos, cansados, deprimidos, enfermos, o
afligidos por razón alguna. La vida será eterna, sin fin,
Porque me preparo,
con entusiasmo desbordante y júbilo perfecto para to­
tú me bendices.
dos. ¿Te imagi nas cuán grandiosa será esa vida de gozo
Porque me bendices,
interminablt:? ¡.J unto a Dios por la eternidad! ¡Junto a
te amo y soy feliz.
Cristo para siem pre! ¡Junto a seres redimidos de absolu­
202 203
HACIA LA ALEGRÍA SUPREMA
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN!

si tú no volvieras,

ta perfección!
si tú no cumplieras tu promesa? ..

A menudo oímos decir que "todos los problemas tie­


nen solución, menos la muerte". Y es verdad. Pero para Doquiera voy

Dios aun la muerte tiene solución. Mediante su entrega veo desgracia y dolor,

en la cruz y su resurrección, Jesucristo venció a la muer­ veo cómo sangra el pobre corazón ...

te para siempre. Y comparte ese don con todos aquellos


que se lo pidan, y lo acepten a él mismo como el divino Señor, sé que volverás;

Redentor. Entonces se cumplirán las palabras: "Sorbida por eso te espero,

es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu por eso ansío tu venida ...

aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?" (1 Corintios


15:54, 55). Tal será el canto de triunfo que entonarán y aunque sé que volverás,
los redimidos de Dios en ocasión de la venida de Cristo; no dilates tu regreso,

tanto los que estén con vida, como los que hayan sido no prolongues tu ausencia ...

resucitados en esa hora de gloria (Ibíd., 15:51-54; 1 Te­


salonicenses 4:13-18). j Ven Señor! j Ven de una vez!

Cada vez que una lágrima de dolor asome en nuestros porque en tus mansiones quiero morar,

ojos, cada vez que un ser amado parta de nuestro lado, o porque contigo para siempre anhelo estar.

cada vez que la aflicción oprima nuestro corazón, conso­


lémonos pensando que pronto terminarán para siempre
las penas de esta vida pasajera. Las buenas familias se vol­ ÉSTA ES LA H ORA
verán a reunir, y nunca más habrá separación. Sólo reso­ Es tan maravilloso el mundo perfecto que tenemos
nará en la eternidad la sonrisa cristalina de una felicidad por delante, que no existe imaginación alguna que lo
infinita. Entonces la "alegría suprema", cual don inextin­ pueda concebir. Decía el apóstol: "Cosas que ojo no vio,
guible de Dios, brillará sin cesar en su máximo esplendor. ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son
las que Dios ha preparado para los que le aman" (1 Co­
rintios 2:9).
Sé que volverás ¿Cómo entonces alguien podría vivir esta vida sin pre­
Señor, sé que volverás; pararse para la venidera, la inmortal? Amigo, amiga, que
así lo dice tu Palabra,
ninguna tentación engañadora derrumbe tu alma; que
ningún res plandor mundanal entorpezca tu sentido de
así lo siente mi corazón ... eternidad. t.sta no es la hora de la debilidad. Es la hora
de vivir co n fortaleza y fidelidad espiritual, a fin de reci­
¿Dónde quedaría la esperanza
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204
A pesar de todo... ¡ALÉGRESE TU CORAZÓN!

bir mañana el premio de la "alegría suprema" en el reino


eterno de Dios. ¡Por nada del mundo renuncies a este in­
comparable ideal!

y ahora nos toca despedirnos. Como si hubiésemos


hecho juntos un viaje agradable, que termina aquí con su
cuota de afecto y de nostalgia. En tal sentido, cuesta más
terminar un libro que comenzarlo.
A modo de conclusión, quiero decirte que ha sido un
placer preparar esta obra, mientras pensaba continuamen­
te en ti. Porque en cada página procuraba ponerme en tu
lugar, ya fuese para interpretar tus posibles sentimientos,
o bien para ofrecerte las ideas más constructivas.
Me resta desearte la abundante bendición del Altísimo
para tu vida, con tus luchas, tus ambiciones y tus victo­
rias. Aquí nos separamos; pero el viaje continúa. Tú por
tu lado; yo por el mío. Pero hermanados por un mismo
ideal espiritual. Espero reencontrarme algún día contigo,
para saber cómo hemos seguido disfrutando de la vida.
Entretanto, no importa qué te suceda, cuánto te toque
trajinar, o cuántas ptuebas debas soportar, Dios estard con­
tigo. Por eso, siempre, (á pesar de todo ... ¡ALÉGRESE TU
CORAZÓN!" ¡Ahora tú sabes de qué manera esto es po­
sible! Transitando la buena senda señalada, tu corazón
palpitará siempre de auténtica felicidad.

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