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LIBRO I

'ftoro arte y toda investigación, lo mismo que [todal r0e4a


I acción y [toda] elección,r tienden, según se admite, a
rrlgún bien. Por eso se ha declarado con acierto que el bien
It:s aquello] a lo que todas las cosas tienden.2
Pero es claro que entre los fines hay cierta diferenciE pues
unos son actiüdades y otros son obras aparte de las activida-
«les.3 Y en los casos en que huy fines aparte de las acciones, las 5

obras son naturalmente preferibles a las actividades.a

l. Acerca de las nociones de <<arte>>


Uékhn¡) y de <<acción" (praxis), cf.
"lntroducción», 1l y 8. <.Investigación» es aquí la versión probable
«le .. méthodopr, y podría aludir a las ciencias teóricas, eD cuyo caso la
secuencia <<arte, investigación, acción» abarcaría las que para Aristó-
teles son las tres áreas fundamentales del saber; cf. "Introducciónrr,
.1, e infrq 1094a6-7. - El sentido técnico de "elecció¡¡r, Qproaíresis) es
tratado infra III ii. - En el texto paralelo de I iv las cuatro nociones
se resumen en dos: <<conocimiento" (gnosis) ..elecciónr, (proaíresis);
/
cf. infra, iv 109 5al4-15.
2. Acerca de esta tesis, cf. "Introducciónrr,5 (cf. allí en particular la
noüa 37).
3. Aristóteles alude a la diferencia entre los fines de la actividad
productiva y la actividad práctica señalada en el punto I I de Ia ..In-
troducción" (cf. allí en especial la nota l6l).
4. Las obras son los fines mencionados en la línea precedente, en la
cual, lo mismo que en la ocurrencia de 1094a17, <<acciones>> (práxeis)
no parece ser empleada en sentido específico sino como equivalente
ARISTOTELES ETICA NICOMAQUEA

Mas como huy muchas acciones, artes y ciencias, tambié II


los fines son muchos; en efecto: el de la medicina es la salud;
el de la construcción naval, la nave; el de la estrategia, la vic lo que podemos tealizat en la acción
l'rrr tanto, si en
toria; el de la economía, la riqu eza. Pero cuantas [artes] d. lr,rv irlgún fin que queremos Por sí mismo y [queremos] los
ro clase eslán [subordinadas] a una única capacidads (como la d ,l,.nr¿is por causa de é1, y [ti] no elegimos todas las cosas
la fabricación de frenos y todas las demás que lo son de ins ¡rrr o&usa de otra (pues así se iría al infinito, de modo que el
zo

trumentos hípicos [están subordinadas] a la equitación, y e ,r¡rr,tiLcl sería vacío y vano), evidente que ese será el bien y
"t
1,, rrrás valioso.rr Así Pues, áno tendrá su conocimiento gran
y toda acción guerrera [lo están] a la estrateg., y(i del mismo
modo otras [artes están subordinadas] a otras); en todas ellas, ¡rr.s{) en la vida y, como arqueros que disponen
de un blan-
digo,,i los fines de las arquitectónicas8 son preferibles a los de r ,, rro alcanzaremos mejor lo que se debe?I2

rs las [subordinadas] a ellas, pues estos se persiguen con vistas a Y si es así, debemos intentar comprender, por lo menos 25
aquellos. Y no importa que los fines de las acciones sean las r.n líneas generales, qué puede serr3 y a cuál de las ciencias
actividades mismas o alguna otra cosa aparte de ellas,e como ,, r'apacidád"t pertenece. Cabrá admitir que [pertenece] a la
en el caso de las cienciasr0 mencionadas. rrrii.s determinante y la arquitectónica en el más alto grado, y es
rrr¿rnifiesto que la política es tal,r4 pues ella üspone cuáles de las
r icncias son necesarias en las ciudades y cuáles debe aprender l0e4b
cohiponímic«¡ de "actividadrr, y aludir a las operaciones en que con- r ¡rrl¿L clase [de ciudadanos] y hasta qué punto; y vemos también
siste un proceso productivo, esto es, la producción (poúsis) propia-
¡uc las capacidades más valoradas, como la estrategu,
r la eco-
mente dicha.
,i,,rnía ylaretóricq eslán [subordinadas] a ella-ts
5. "Capacidad" -.rdinamisrr. La palabra es aplicada aquí en un sen-
tido amplio que la convierte en equivalente de ..ciencia» y de <<arte»; Como ella se vale de las restantes ciencias (prácticas)r6
cf. MetIX ii l04bb2-4: ,.Por eso todas las artes y las ciencias produc- v tegisla qué se debe hacer y de qué cosas [debe uno] abs- s
tivas son potencias (dynámezs), pues son principios de cambio [qre tcrlerse, su fin abarcará los [fines] de las demás [disciplinas],
estan] en otra cosa o en una cosa en tanto es otra>>. Así, la medicina ;rsí que ese será el fin humano. Pues aunque [el fin] de uno
puede ser caracterizada como arte Qekhru) en la medida gn qup tiene solo " y de la ciudad es el mismo, e s claro que alcanzar y
como fin producir la salud, pero también como ciencia (episte nu)
". "I
la medida en que supone el conocimiento de Ia teoría correspon-
diente a esa producción.
6. Leo "dt6, (Susemihl) en lugar de ,,,ür, (Bywater), y en la línea que ll. ..Eserr, es decir, el que se quiere Por sí mismo.
sigue, .rúr, por "dor. t2. Cf. la nota 172 de la "Introducción".
7. La expresión contiene un anacoluto: Aristóteles ha comenzado por t3. Ese bien o fin último.
decir: <<cuantas artes...», y ahora se corrige: <<en todas las artes...>>. t4.. Acerca de la política y la ética, cf. "Introducció¡rr, 3. - Se le atri-
B. Metáfora de origen platónico (inspirada en la relación existente buye a la política esa jerarquía porque el horizonte es aquí el de la
entre el maestro de obra larkhitéknnl y los obreros que trabajan bajo filósofía práctica; en la filosofía en general la condición de «arguitec-
sus directivas) frecuente en Aristóteles, usada para caracte rtzar a la tónica» lL corresponde, eD cambio , a la filosofía primera. Cf. Met I li
disciplina de la cual otras dependen y respecto de la cual cobran f)82 b4-7, e infra, VI xiii ll45a6-ll.
sentido, como lo sugiere, por lo demás, el contexto. / 5. Ambas razones tienen ecos platónicos: cf. Platón, Político
9. Cf. las notas 3 y 4. .103 d-305 e.

t0. r.Cienciu" ( - <<ePistiou"¡ tiene aquí el sentido laxo señalado en 16. Palabra eliminada por Bywater y Por otros editores.
la nota 5. 17. Esto es, del individuo.
6 ARISTÓTELES
Énce NICoMAeUEA T

l,¡,'n(.s, porque a muchos les sobrevienen daños a causa de


preservar el de la ciudad es más valioso y más completo; es
deseable, en efecto, lalcanzarlo y preservarlol para uno solo,
,ll,,s; en efecto, algunos han muerto a causa de la riqueza, y
,,tr oS a causa de la valentía.23 Así pues, si se trata acerca de
r0 pero [hacerlo] para un pueblo y para las ciudadesrs es más
noble y más divino.rr) lr,'rrrrrsl de esa clase y apartir de [premisas] de esa clase, huy
r¡rrr r:ontentarse con mostrar la verdad esquemáticamente y
A esas cosas tiende nuestra investigación, que es una for- zo

r n sus líneas generales;2a esto es, si se trata acerca de cosas


ma [de investigación] política.
rf u. se producen en la mayoría de los casos, y a partir de

l¡,','rnisasl de esa clase, [huy que contentarse con] extraer


,r rn('lusiones también de esa clase.2s

III
La exposición será satisfactoria si hacemos las aclara- ...l..,ffiriabilidaddeloshechosdequetratalaética.
ciones que la materia admite,'n pues no huy que buscar del ' i l'ues aun los bienes en sentido absoluto pueden no serlo para un
,rrrlividuo determinado; cf. infrav i I129b3-4.
mismo modo la exactitud en todas las argumentaciones,
' I [,as especificaciones entre corchetes (que reempl azan a pronom-
como tampoco [." la busca del mismo modo] en [todas] l,r.s de género neutro que de otro modo habría que traducir por
rs las artesanías.2r Y las cosas buenas y las cosas justas que la .r,sÍrs>>) sebasan en An Post I vii 75a39-á3, donde se señala que los
política indaga exhiben muchas diferencias y variaciones, r rrrf
[)eoentes de la demostración (apódeixis) son tres: la conclusión
f

al punto de pensarse que son solo Por convención y no Por ttt rympérosma),los axiomas (ta axiómata) y el «género subyacente>>
tu !énls to hypokeímenon) del que se trata: al parecer, sl «peri toiútoa>
natural eza.22 Una variación de esa clase exhiben también los
lrltralmente,..de cosas de esa claserr) de l094bl9 y el .rperi tón las
,ltt l0 plly, (..acetca de cosas que se producen en la mayoría de los
r,rs{)S>>) de b2l aluden al tema de la demostración; el ,rek toioútor»,
18. "hreblo>> - <réthnopr. En PoIYII iv 1326á3-10, el éthnos es visto lrttralmente, <<a partir de cosas de esa claserr) de b20 y b2l, que
como un conglomerado humano que no tiene la organización cons- spondería a los axiomas de An Post, parecieran aludir aquí más
r r rr re
titucional propia de la ciudad (pólis), esto es, del Estado. l,rrrr a las premisas; el tilethés (:
"la verdad") de b20 y el
rrtoiaúta (kai
19. ..Divino, ("theíosrr) tiene en este contexto sentido admirativo t¡'nrperaínesthaf" (:
...*traer conclusiones también es esa clase") de
muy enfático. /,''2 aluden a la conclusión. Es claro que la intención de Aristóteles
20. I¡teralmente, ,.de acuerdo con la materia subyacente>> (kan An ,",¿rquí expresar que en el terreno de los temas éticos, si las premisas
hypokeimérun hiU"). La expresión alude a la materia física, como la ,1. las que se parte están afectadas por cierto grado de variabilidad
clue emplea un artesano (cf . Pol I viii I256a8-10), con .lu qr-" a con- \ , [)or tanto, de incertidumbre, las conclusiones que se extraigan de
,'ll¿rs tendrán ineludiblemente las mismas características.
tinuación se establece un paralelo; figuradamente se la aplica a la
..materia» tratada en la reflexión ética. Respecto de "hyPokeimérúrr, cf. ',5. La frase es una reiteración (entiendo que el ,rkaír, de b2l es
MetVII iii l02U¿36- 1029 a5. ,r¡rositivo) de lo dicho en la precedente, con la precisión de que la
21. Donde la índole del material empleado (arcilla, mármol, bronce, rrrt:ertidumbre en cuestión está dada por el hecho de que se trata de
.,('osas que se producen en la mayoría de los caso5" (áos epi to
etc.) condiciona, por ejemplo, el grado de frneza o de delicadeza de Polfl,
las formas de una escultura. ,'s decir, tanto las premisas cuanto la conclusión expresarán solo
una regularidad relativa. Unicamente en las ciencias cuyas premisas
22. Referencia a la oposición nomos : phisis, que en especial sirvió
,'rruncian regularidades absolutas se puede dar en Ia conclusión ese
de marco a la discusión sofística de temas éticos, políticos y religio-
rrrismo rasgo /, por tanto, el rigor o la precisión (akríbeia) completas.
sos en el siglo V a. C. Aristóteles se detiene en el tema infra, V v ( lf . «Introducciónrr, 4.
1134á1tt-1135 a5; aquí la referencia a esa opinión está solo destinada
ARISTOTELES I
Del mismo modo se debe acogerr por tanto, cada c r,r,r,,r¡r, los apetitor.,"t;: ffi:de acuerdo con ella, el r0

que decimos, porque es propio del hombre instruido b ,,,rlrr.r' acerca de estos [temas] les puede ser muy Provechoso.
en cada género26 tanta exactitud cuanta la natural eza de I,,sas son las cosas que cabe señalar como introducción
cosa consiente. Pues es claro que admitir [los dichos de] ,r, r.rr'¿r del oyente, de la manera en que se debe acoger llu

matemático porque habla Persuasivamente es más o men rufiurnentación], y de lo que nos ProPonemos.
lo mismo que reclamar del orador demostraciones.2T
Cada uno juzga bien las cosas que conoce, / €s buen ju
de ellas; en [las cuestiones] particulares [lo es], Pues, el q IV
r0e5a ha sido instruido [en ellas] y en [l*J generales, el que ha si
instruido en todas. Por eso el joven no es oyente apropiad l)ero reanudemos [el tratamiento del tema] /, puesto que
de la política, pues no tiene experiencia en las acciones de t,rlo conocimiento y toda elecciónn2 apetece algún bien, se-
vida, y [aquí] los argumentos parten de ellas y versan acer rr,rlr:mos cuál es el bien al que decimos que tiende la política, rs

de ellas.28 Además, como tiende a seguir las pasiones, es r.sto es, cuál es el más alto de los bienes que se pueden reali-
s chará en varr o y sin sacar provecho, Pues [en este domini /;rr en la acción.
el fin no es el conocimiento sino la acción.2!) Pues bien, la mayoría está más o menos de acuerdo en
Y no tiene importancia ninpna que sea joven Por la e ,.1 nombre, pues tanto el común de los hombres33 cuanto los
o juvenil por el carácter, Pues la insuficiencia no es Por r¡rstruidos dicen que es la dicha,rra y entienden que vivir bien
tiempo3o sino por vivir y perseguir cada clase de cosas segú v obrar bien3'5 es lo mismo que ser dichoso. Pero discrepan 20
la pasión. Para los que son tales, el conocimiento es estéri ,r(:erca de lo que la dicha es, y no la explica del mismo modo
como llo esl para los incontinentes.3r En cambio, a los qu ,'l común de los hombres que los sabios.
En efecto, unos [dicen] que es alguna de las cosas visibles
y rnanifiestas, como el placer, la riquez a y los honores; Para
26. O: ..en cada tema»; cf. la nota24. urlos es una cosa y para otros, otra, y muchas veces incluso
27. Demostraciones científicas. - Lo que el matemático y el orad
hacen es lo inverso de lo que se señala arrib a, y ello en conformid
con el grado de exactitud posible en la disciplina de uno y o!ro.
matemático puede y debe probar las verdades de manera deducti robernado por el deseo.
y, por tanto, con total necesidad, mientras que el orador busca ha ,i2. Cf . supra I i 1094 al y la nota l.
ceilo sobre la base de lo que es apto para convencer; cf. Rhet I i y ii. .i3. r.El común de los hombresr, : rrhoi polloírr, esto es, ..los muchos»
28. Cf. supra, l094bl2-23 y las notas 24 y 25.La experiencia, y no I ,r ..la masa>>. La expresión, que es frecuente en Platón y en Aristóte-
sola capacidad de comprensión, hace, pues, verdaderamente accesi lcs, tiene comúnmente una connotaciÓn negativa.
bles lo§ temas de la filosofía práctica. Cf . infra, VI viii I l42all-20. .34. "Dicha>>: <<eudaimoníar; cf. la nota 40 de la..Introducciónrr.
29. Cf. infra, X ix ll79a35-b2. - La eficacia de la ética depende
pues, de que el oyente esté ya constituido moralmente. la segunda expresión dice al mismo tiempo -..obrar bien, / ..estar
30. Como lo es en el caso anterior. - En la línea anterior, ..juve bienr» la lengua gnega no discierne entre ambas cosas y _sugiere de
por el carácter» : ..inmadurorr. ese modo que háy una equivalencia entre ellas, o que el que obra
31. Acerca de la incontinencia, cf. tnfrq VII i-x. El incontinente bien no puede sino estar bien. Esa equivalencia es un supuesto lácito
(akraús) es el que sabe lo que debe hacer, pero no lo hace porque es constante en el planteo aristotélico.
to ARISTOTELES

25 el mismo [hombre dice que la dicha es] cosas diferentes: st' debe partir, o.* ;J""*;, cosas más táciles de
cae enfermo, [dice que esJ la salud; si es pobre, la riqu ,,no«)er, pero estas son de dos clases, a saber, las [más fá-
y si se dan cuenta de su ignorancia, admiran a los que dice r rlr.s cle conocer] para nosotros o en sentido absoluto.a3 Thl
alguna cosa grandiosa y que está por encima de ellos.36 Y , ,./,t ' debemos partir, entonces, de las más fáciles de conocer
gunos3T pensaban que aparte de esos muchos bienes hay o r :¡ nosotros.
lr,r
bien que es en sí y que es causa de que todos aquellos se Itrr eso el que se propone escuchar con provecho acerca 5

bienes. Pero enumerar todas las opiniones tal vez sea n ,l,. lo noble y lo justo y, €n general, acerca de la política, tie-
so bien inútil, y baste [hacerlo con] las predominantes o las qu nr. (lue haber sido bien conducido en sus costumbres, Pues
se considera que tienen alguna razonabilidad.3s
l,r,¡rríl el principio es el hecho, y si este se pone suficiente-
No nos debe pasar inadvertido que los razonamiento rrrr.rrte de manifiesto, no habrá necesidad de la causa.as Y
que parten de los principios y los que [.. remontan] a I
principios3r' difieren [entre sí]. También Platóna0 se pregunta.
, r¡ l¡r meta y seguían corriendo, ahora en dirección de los jueces.
ba, con acierto, eso, e indagaba si el caminoar [iba] desde los
r0s5b principios o hacia los principios, tal como en el estadio
t ;
l:sta distinción es frecuente en Aristóteles. Lo más conocido o
[ru .nr¡rrensible en sentido absoluto (haplós) o por naturaleza (physee) es
corre] desde los juecesa2 hacia la meta o al revés. 1,, ,uiterior desde el punto de vista lógico o concepfual, mientras gle
l, r¡u€ lo es para nósotros (hemin o prós himil es lo posterior desde
r.,r. rnismo punto de vistar pero cercano a la percepción (y.Xtnensl
36. S.uponen, por üanto, que la dicha se cifra en el saber. En olos que di- l)r. rrcuerdo-con An Postl ii 72al-6 lo primero se corresPonde con lo
cen alguna cosa grandios¿»> puede encerr¿rrse una alusión a los sofistas. ,urlvorsal (ta kathótou) y lo segundo con lo particular (ta kath'hékasta).
',r lrien lo universal es rrlás comprensible en sí mismo, Para noso-
-
37. Los platónicos. Se ha sugerido que el imperfecto ..pensaban»
Irr rs puede ser más comprensible lo particular, y huy que dirigirse
que se e.mplea a continuu.^r-o, puede remitir al momento áel pasado
en que Aristóteles escuchó'las explicaciones de Platón. ,l,.t,ite a aquel. Así, según TopYI iv l4lfu-14 el punto es anterior
38. Acerca del valor de los éndoxa en la investigación ética, cf. r rrrás comptensible que el plano y el plano más que el volumen,
¡rr.ro «p&r& nosotros (lumín) algunas veces ocurre lo inverso, pues
un
"Introducciónrr, 4. - Las opiniones que aquí se añuncian, solo se ,,,lrr-^en se da más a la percePción, y un plano más que una línea, y
precisan y consideran en el capítulo siguien[e (1095 bl4-1096¿5). Los
rrur línea más que un Punto". El común de los hombre:, s-e agrega,
párrafol que restan hasta el fin del presente capítulo, tienen un ca-
r,noce cosas taies como un cuerpo antes que el plano, la línea y el
rácter digresivo (cf. v 1095 bl4: ,rhotñen parexéberneD> - ..el punto del
que nos habíamos aparüadorr), pero no carecen de relación to, lo di- I,unto, cuya comprensión requiere un pelsamiento más riguroso
',tAribés).
D" ahí que a continuación (b3'4) se afirme qu-e se debe
ghg antes, Pues en ellos se señála la precedencia metodológica de la
inducció, y de Io qu9 nos es más familiar, y los éndoxa r"plerentan, ¡r,rrtir de lo más cónocido, esto es, de lo que se da inmediatamente
,.,, los hechos, p&ra llegar al universal que, aunque menos conocido,
precisamente, el resultado, inmediatamente accesible, de un proceso
,.,; rnás comprénsible y conceptualmente anterior. Ese es, ade.más,
espontáneo de inducción. .,r.r-úrn MetVil iv 1029 b3-5, el ilinerario del aprendizaj e (mdthlsis).
39. Esto es, respectivamente, la demostración deductiva (apodeixis) y
t t. "Tal vez>> - ..ísoJrr. ".Isob, suele Ser emPleado Como un ..tal Yez>>
la inducción (epagoge).
tttorlestiae, que en realidad expresa lo opuesto a la incertidumbre.
40. Cf. por ejemplo, Platón, República YI sl}b, en el marco de la
t.5. "El hecho, y ,.la caus&>>, literalmente ..el quer, (to hotfl_y ..el
alegoría de la línea.
¡rr
rrquér, (t0 diótü. f,l solo conocimiento del hecho e¡, según Met I i
41. ,.El camino>> (hodós) es como decir «el métodorr. ,txli2,9,lo que caractenza a la experiencia (empeiría) por oP_osición
42. Desde los juecel _qye en las Panateneas presidían los juegos. Los ,rl ¿rrte y ala ciencia, las cuales conocen, además, la causa. - La sola
corredores partían del lugar en que estaban áquellos, dabá, iá vuelta ,.rperiéncia basta, Pues, para obrar bien, aun cuando no se conozca
l2 ETICA NICOMAQUEA ,3
ARISTOTELES

el que es de esa cualidad46 tiene ly"l los principios o pu ll,l [-,os [hombres] instruidos y de acción [eligen], .rr-cam-
adquirirlos fácilmente; en cambio, el que no dispone ni de l,rr¡, l,s honores, PueS eS ese, en resurnidas cuentas, el fin de
uno ni de lo otro, debe escuchar las palabras de Hesíodo: l,r r irl¿t política. pLro [ese fin] se muestra más superfigial que
,l (lu() Ürr.u*os,52 Pues, según se admite, [aquel] depende
El mejor dc todos cs cl que por sí mismo lo comprcndc
,r,rs cle los que honran que del honrado; y adivinamos, en
Ito r,nnlrio, que el bien es algo propio de uno, y de lo qY" es 25
también es buc:no el cluc obedcc:c al que dice bien; ,lrlrr despojado. Adémás, t" diría que [los hombres]
il ,"i
pcro cl que ni conr¡rre:nde por sí rnismo, ni lcl c¡ue escuc:ha los honores a fin de Creer ellos mismos que son
¡,r.rsieuen
[dc o 1,,,,.,,ót; al menos, proCuran Ser honrados Por los sensatos
girarda clt su corazóI'r, eser cs, en canrbio, un v¿rrón inútil.+7 \ l)( )r aquellos entrá los que son conocidos, y en razón de
l,r v,irtud.s3 Es evidente, Pues, que Para ellos la virtud es más
,,rli6sa [que los honoresJ.Y acaso cabría suponer que es ella
,,1 lin de-la vida política; mas es claro que también ella es 30
V u¡('ompleta, PueS, según Se admite, se pued-e tener la virtud
Pero volvamos al punto del que nos habíamos apartado.as ¡,r.r.o áormir o permanecer
inactivo a lo largo de toda la
15 No de manera ilógica, el común de los hombres y los más , ,,1,r,5n y, aparte de eso, padecer las desgracias y los infortu-
groseros parecen suponer, a juzgar por sus géneros de vidq ,ros *ár grandes, y nadie declarana feliz a quien viviese así, r0e6a
que el bien, €s decir,'te la dicha, es el placeri por eso aprecian ,r no ser para defender a toda costa su tesis. Acerca de esto
la vida voluptuosa. Pues son tres los [géneros de vida] más l,:rsta co1rlo dicho, Pues en los libros publicadosss hemos ha-
notorios: [a] el qu_e acabamos de mencionar, [b] el polític o y, l,litdo lo suficiente al resPecto.
hemos de exa- s
en tercer lugar, [c] el teórico.So [c] En tercer lugar está Ia vida teórica, Que
zo [a] Por cierto, el común de los hombres se muestra servil rrrinar en lo que sigue.56
al elegir la vida de las bestiasr pero tiene una justificación,
Porque muchos de los poderosos tienen pasiones semejantes
a las de Sardanápalo.5r
,, ry@aceres eran proverbiales.
:t2. Esto es, el fin último de la existencia humana'
;i.J. ..Virtud >> : <<arettrr, norión fundamental en el tratado, que ocurre
el término medio- que expresa el fundamento, / es condición para la
recepción provechosa de la explicación ética que se propone hacerlo
,,n él aquí por primeÍavez. Cf. la nota 45 de la "Introducción''
explícito.
;;4. Esto pár"erla como mero hábito o mera virtualidad; el sen-
46. Esta condición había sido señaladaya suprq iii l0g5 ú-4. "r, de la virtud residen, pa,ra Aristóteles, en cambio,
rido y lar"utidud
47. Hesíod o, Tiabajos y días, 293; 295-297. ,.n la'actividad de su ejercici o (enérgeia) ó de su «uso>> (khesis). - Cf. la
48. Se reanuda el desarrollo interrumpido en iv 1095¿30: ahora se ¡rota 51 de la .,Introducción'.
inicia el examen de las opiniones más difundidas. .55. Literalmente, .ren los [libros] encíclic65' (" en toís eglqklíolo'), que,
49. Entiendo que el "ka6, es apositivo. según se admite comúnmente, eran textos exotéricos, destinados al
50. Distinción tradicional de supuesto origen pitagórico. - Cf. Pla- sran público.
tón, RepúblicaIX 580c-5816 Diógenes Laeróio, VIII-8. 56. En ,ealidad Aristóteles difiere su tratamiento hasta el libro X (vii
51. O Asurbanipal (s. VII a. C.), rey de Nínive, cuyas riquezas ll77 aL2-l 178¿8; viii I l7\a22-1,179 a32).
t1 ARISTÓTELES Érce NICoMAeUEA ,s

La [vida] de los negocios es una [vida] forzada,t y es e\ ,, r', riorr queridas,6a es deber sagrado honrar más la verdad.65
dente que el dinero no es el bien que buscamos, pues es ú lll Ahora bien: los que introdujeron esa opinión no
con vistas a otra cosa. Por eso cabe suponer que fines [sor lrrf,¡lr¿tn Ideas de las cosas en las que admitían el antes y
los mencionados primero,SE pues se los upr..ia por sí mi , l ,lcspués;66 por eso tampoco establecían una Idea de los
mos. Con todo, es claro que tampoco [lo son] esoi,r,, a nunr()ros. Pero el bien se predicadT en la [categoría de] subs- zo

ro de que se han difundido muchos argumentos en su favor. r,rrr ia, en la [de] cualidad y en la [d.] relación;tittlo que es de
Esas son, pues, las cosas que cabe decir. f 'r)r
si, esto €s, la substancia, es anterior por naturaleza a la
r,'l,rr:ión6e (pues esta es como un retoño y accidente de lo que

VI t' I l,a amistad y la verdad. - Aristóteles lamenta, pues, formular


,rrr,r t'rítica a la filosofía platónica cuando acaso aún mantenía con la
\r ,¡«lemia una relación más o menos estrecha.
Tál vez sea mejor investigar ["] bien] en generalti, y e)
(¡'t [,a idea encerrada en esta frase es conocida en su expresión lati-
minar cómo se lo entiende, tir por más que tal investigaci
u,r tlmicus Plato sed magis amica'aeritas.
lot sea Penosa por ser amigos nuestros los que introdujero: (t(t Aristóteles se propone mostrar que dos tesis sostenidas por los
[la doctrina de] las Ideas.62 Pero tal vez cabríá pensar que [d ¡,l,rltinicos se excluyen muluamente, a saber, (u) la de que no hay
15 todos modos] preferible [hacerlo] y que, al menos a fin d rrrr,r ldea común a los miembros de una serie jerárquica regida por la
"r
preservar la verdad, debemos sacrificar aun lo que nos es ,r¡rrrrioridad y la posterioridad lógicas, y (b) la de que huy una Idea
,1,'l¡ien de la que participan los bienes particulares. - En una serie
pio,u' tanto más si somos filósofos, pues urrrrqrrá las dos c
¡r'urrQuica (como la de los números, que se señala como ejemplo a
,rrtirlUación) cada miembro presupone al anterior y todos compar-
r.n un rasgo común que sería anterior a la totalidad de la serie (y,
¡,,r' tanto, al primero de sus miembros) y existiría aparte de ellos (cf.
57. Esta forma de vida, cuyo fin.es hacer dinero, no figuraba entre las ,llt'tIII iii 999¿6-13: no huy una figura geométrica aparte de las figu-
formas de vida por considerar (cf. v 1095 bl7-19); en"todo caso, solo ¡,u.i seométricas); esa es la razón por la que no admitían una Idea de
se había mencionado la riqueza (ploúfos) un po.o antes (iv l0gSAB). nurnero. - La razón por la que aquellas dos tesis no son compatibles
No:: 9l.aro Po. qxé la caracteriza-Aristóteles como uforzada" (btaton); r"; (lue los bienes también forman una serie jerárquica. Para mostrar
en III i lo ..fo-rzado, s.e opone a lo que se hace esponláneamente o dé rlu() es así Aristóteles apela a su teoría de las categorías, que forman
buen gtugo (hekoúsion)- Eso no arroja, sin embargo, demasiada luz so- ,rsirnismo una serie en la que una de ellas, la de substancia (ousia),
bre estas líneas, que tal vez contengán algunu .oñupción.
¡,r ccede a las resüantes, I cuyos miembros no pueden ser reunidos
58. Esto es, el placer y los honores. rrr un género común que los abarque a todos.
59. Thmpoco ellos son el bien buscado. (¡7. Literalmente, ..se dice" (legetaf .

60- Esto es, el bien en sí o la Idea de bien que sustenüa el platonismo. rÍ1. Tiaduzco con la terminología más difundida. Literalmente, .,en la
6l - "Cómo se la entiende>> Ir ategoría de] substancia, en la [de] cualidad y en la [de] relación>> se-
- ,r_Pot légetabr,literalmente, .<cómo se [lo]
dicerr, esto es, : oen qué sentido se áphca la expresiónrr. r r¿r: <<en el qué es, en el cuál y en el en relación con algo" (en tói tí esti
62. Referencia a Platón y a los platónicos. /tti en toi prós n); y (en ú5) ""t, la de cantida6[>>, <<s¡ el cuantor, (en toi
63. "!o que nos.es propio>> : <<ta oikeíar,lo cual, según se suele posó). Mas abajo ,rsubstancia» traduce ,.nusíor. Cf. Catv, vii y viii.
entende,r, equivale aquí a ..los sentimientos personuiárrr, aunque bi9. La substancia precede a la relación y a cualquiera de las demás
tal ,"7 haya que pensar que el sentido es t'ategorías desde los puntos de vista conceptual, cognoscitivo y tem-
"lis cosas privadas» o
odomésticas». ¡roral; cf . Me, VII iii 1028 a3l-b2.
16 ARISTOTELES Élcn NrcoMAeuFA tT

es), así que no podría haber de esas cosasT0 una Idea común. ¡n',to rnedio es, en la alimentación, la medicina, pero en los
[2] Adeffifo, como ..bien, se aplica en el mismo número rt,'r( icios físicos, la gimnástica.
25 modosTr que ..serrrz (pues se lo dice en la [categoría de] su I ll [Jno podría plantear también la dificultad de qué es 15
tancia: por ejemplo, el Dios y el intelecto; en la [de] cuali l, r¡ue en definitiva quieren decir con <<cada cosa en s'tt,7s t"]
por ejemplo, las virtudes; en la [de] cantidad: el justo medi , r,r¡rclo en verdad para el hombre en sí y para el hombre la rogou
en la [d"l relación: lo útil; en [la de] tiempo: la ocasión; en I ,|,'lirrición de hombre es una y la misma, esto es, la defini-
d"] lugar: residencia; y así en las demás), evidente que r r,n de hombre, pues en tanto hombre no diferirán en nada,
"t
podría haber nada común universal y unitario,'" PUes no se I .;i es así, tampoco en tanto bien.?6
r, [b] Desde luego, tampo-
podría predicar en todas las categorías, sino en una sola. r , s(.rá bueno en mayor medida por ser eterno, puesto que
30 t3l Además, puesto que de las cosas que corresPonden r,unl)oco es más blanco el blanco que dura mucho tiempo
una idea única huy también una ciencia única, también rlu(' el que dura un día.i7
todos los bienes habría una ciencia única.ia Pero en realid Los pitagóricos dan la impresión de hablar de modo más s
h.y muchas, incluso de los que caen en una sola categorí ,rrVirlcente acerca de ello al poner la unidad en la serie de
por ejemplo, [la ciencia] de la oportunidad es, en la gue l,,s lrienes ,'* y Espeusipo parece seguirlos.Tr' Mas esas [cues-
la estrategia, pero en la enfermedad, la medicina, y [lu]

i't [,a crítica de Aristóteles se centra ahora en el hecho que el pla-


70. ..Esas cosas» pueden ser los bienes predicados en las disti rr¡risrno no aclara la diferencia que existe entre lo que es <rautbrr,
categorías o las categorías mismas. '.r.rr sí>> ("cada cosa en sí» : <<attt0tíkastor»r) f , abajo, ..hombre en sí>, :
,, tttt totinthropo»,) y sus ejemplos empíricos.
71. O: ..en el mismo número de sentidosrr.
72. Esto es, la noción de bien eslá afectada por la misma falta d i(t.'Ial como no huy diferencias entre la definición de la [dea de
unidad conceptual o genérica que la de ser (on) . La base para m ll,r¡nbre y la definición de este o de aquel hombre, tampoco las
trarlo es, como en el argumento anterior, la doctrina de las cate lr,ry entre la definición de la Idea de Bien y la definición de un bien
rías: como <<ser>>, ..bien» se predica en todas las categorías, cada ul ¡r,rr ticular; por tanto, tampoco diferirán desde el punto de vista de su
de las cuales corresponde a un modo de ser distinto e irreductible ,,'r. Cf. MetVII vi 1031fl8-b28.
los restantes. Cf. MetV vii, en especial 1016b24-35. t'/. La condición de eterna de la Idea y la de transitorio de su ejem-
73. El hecho de que los bienes particulares se repartan en diez g ¡rlo empírico no suponen que entre ambos haya una diferencia de
neros distintos implica que no hay un componente unitari o (hen) re r¡;¡turaleza; la temporalidad no es una nota que agregue nada a la
que recurra en cada predicación de..bueno>>. Cf. Met IV ii 1003¿3: ,lcfinición. Cf. Met III ii 997b5-12.
¡5. Por tanto, «agathót»> no parece ser un concepto universal. S /{1. El sentido preciso de estas líneas es discutido. - Según señala el
única unidad sería la verbal, ..[¡e¡'ronímica" según se insinuará ¡,r opio Aristóteles en Met I v 986 ú2-26 (DK 58 B 4, 8 5), algunos
más abajo (1096b26-27), dada por la comunidad del nombre. ¡ritagóricos afirmaban diez principios, a los que disponían en dos se-
74. Toda ciencia estudia un género único de objetos, de modo que si ,'t:s (systoikhíaf,, cada una de las cuales estaba formada por principios
los bienes particulares fueran homogéneos, como pretende el plato. ,rlines entre sí y opuestos a los de la otra serie; el bien y la unidad se
nismo, habría una ciencia única de todos ellos; pero de hecho, como lr¿rllaban en la misma. Ese planteo le parece a Aristóteles más acer-
se señala arriba a continuación, huy una pluralidad de disciplinas trrdo o, al menos, ..máS convincente>> que el de Platón en este punto
que trata de é1, lo cual debe tomarse como prueba de no existe un ,r(:aso porque implica la distinción entre el bien yla unidad o porque
componente común que recurre en los bienes particulares. - La si- rro los consideran, como el platonismo, como separados de las cosas.
tr¡ación es análo ga a la que se le plantea a Aristóteles en el momento /.9. Espeusipo, sobrino de Platón y su sucesor en la dirección de
de proyectar una ciencia del ser; cf . Met IV ii 1003 o33'b5. l;r Academia, se habría separado, pues, de la tesis platónica en ese
18 ARISTÓTELES t9

tiones] deben ser tema de otra discusi5rr.tt{) r/t \ si rambién aque# .J:::::':"ntan entre ros bie
Pero se puede adivinar un reparo a lo que hemos dicho, r, la definición de bien se muestre la J::
',r, hará falta que
pues [se podría aducir que] las tesis [de los platónicos] no ,r.r r.n todas ellas, como la [definición] de la blancura en la
ro afirman de todos los bienes, sino que [a] se llaman [..bienes, nr,'\'(. y en el albayalde; mas la definición del honor, la de
por referencia a una especie única los que se persiguen y 1,, ,,,rlriduría y la del placer,87 en tanto bienes, son diversas y
aprecian por sí mismos; pero tbl las cosas que los produc ,lrlr.rcntes.t*tt El bien no es, por tanto, una cosa común según zs
o, de una u otra forma, los preservan o impiden a sus con rn,r lrlea única.
trarios, son llamadas ["[lenesrr] a causa de aquellos y en ,; L)ómo se aplica entonces [el término ..bienrr]?*' Pues [las

sentido. Es evidente, por tanto, que se podrá hablar de bi ,,,,rrrs o las que se llama..bienes»] no parecen ser lol homó-
r5 nes en dos sentidos: los [qr" lo sonJ .r, sí y los [qr. lo son ,rln:rs por azar.\'(' lbl i[Serán, pues, homónimas] Porque to-
a causa de aquellos. Tlas distinguir, entonces, los [bienesJ e ,1,r., (lerivan de una sola cosa o concurren a una sola cosa?r)l

sí de los útil€s,82 exarninemos si [a los primeros] r" los ll


["bienes"] por referencia a una Idea única.83 ;i(t l',sto es, los bienes que se persiguen aun separados (á17-19).
¿q"é clase [d" bienes] r. colocarán [entre los bienes]
;i i Notar la correspondencia con los tres géneros de vida conside-
en sí? [l ] i Los que se persiguen aun separados, como p€Íl- ,.r,los a lo largo del capítulo precedente. - EI contexto sugiere que
sar, ver y algunos placeressa y honores? (Pues aunque I t,ltr.rphrórasiy, -..sabiduría>r, si bien en el resto del tratado la pala-
perseguimos a causa de otra cosa, de todos modos se los l,¡,¡ S(] usa en el sentido técnico de
"prudencia».
zo podría colocar entre los bienes en sí). t2l ¿ O ninguna otra ;i;l [,a blancura es un elemento común (koinón) que recurre en las
cosa aparte de la Idea? f2l En este caso, la Idea será vana;ss r (),rirS blancas, y estas, aunque difieran en otros aspectos, Como la
.r(.\'(,y el albayalde, coinciden quablancas, y la definición de blan-
r utir (qr" de acuerdo con Top III v l19al0 es ..color que penetra
1.r,,'isiónrr) se le aplica en ambas por igual a la cualidad que ellas
r,nrpÍr.rten; el placer, el honor y la sabiduría son diversos no solo en
punto acercándose al pitagorismo al menos por distinguir entre la , rtr os aspectos sino también en tanto bienes.
unidad y el bien.
80. Por cierto, en el marco de la filosofía primera.
ttt).
"Cómo se aplica" - "pOs 1...1 légetab. El punto es ahora la
¡rr,;lificación del uso común de ..bueno>> para caracterizar las cosas
Bl. "A lo que hemos dicho" en los argumentos precedentes ([tl-[+] y l,rrr.r1&s si estas no se relacionan ya con una Idea de bien o (dicho en
quizás en particular en Il]). Los platónicos podrían replicar (cf. Pla- rr.nninos aristotélicos) si la palabra no tiene una aplicación ..sinoní-
tón, Repúblicall 357bd" texto que Aristóteles parece tener en mente ,r('¿r>> (o unívoca), puesto 9ue, como se acaba de señalar, las cosas
en lo que sigue inmediatamente) que no se ha tenido en cuenta la ,1,'signadas no comparten una misma definición (cf. Cati lal-16). La
distinción entre [aJ los bienes en si y [b] los medios para alcanzarlos. ,,llt'rlnativa es, entonces, que su uso sea ..homonímicor, (o multívo-
82. Cf. Platón, RepúblicalI 357 c-d. ,,,), punto que Aristóteles pasa a considerar ahora, atendiendo a las
83. En lo que sigue, Aristóteles responde ala posible réplica con un ,,u'iedades de la homonimia que él reconoce ([al ,Ibl V ld).
dilema: Itl y Í21, y las consecuencias de las alternativas f2l y |ll. ')0. Primera variedad de la homonimia: la homonimia por azar (apo
ty,/.lus), ilustrada infa (V i ll29A,8-31) con la palabra..rkleív,
84. A saber, los placeres ..sin daño"; cf. Platón RepúblicaIl 357b. - «ll¿vs» y
.,t lavículor, esto es, cosas que son heterogéneas y tienen accidentalmen-
85. Esto es, si solo la Idea de Bien es un bien en sí, y la única cosa
que se persip" por ella misma, se vuelve superflua por no ser ya tr.cl mismo nombre; el caso de "bien>> no parece ser de esta clase.
arquetipo de cosa alguna, ya que los bienes que se suponía que eran ') l. En las variedades [á] y ld de la homonimia las palabras conlle-
en sí ya no son tales. \;rrl una unidad de sentido distinta de la unidad conceptual de la
20 ARISTOTELES Élcn NICoMAeUEA 2t

td ¿O [1o serán] más bien por analogía? Pues la visión e r r,,t;rs a los bienes que sí se pueden adquirir y realizar en la rleza

30 en el cuerpo tal como la inteligencia está en el alma,e2 ,r, r ion, pues teniéndolo como modeloeti conoceremos más
otras cosas en otras cosas. Pero tal vez ahora debamos aP l,rr llllrente los que son bienes para nosotros, f, en caso de

tar esas [cuestiones]r pues hacer precisiones acerca de e r ,f rocerlos, los alcanzaremos.
sería más propio de otra [parte de la] filosofía.e3 I,ll argumento tiene, sin duda, una cierta fuerza de con-
Y lo mismo en relación con la Idea; pues aun cuan \ r( ('irin, mas da la impresión de estar en disonancia con las
hubiera un bien único que se predicase en común [de tod r r.nr:ias,e7 pues todas, por más que tienden a un bien y bus- s

los bienesl o [un bien] separado [qr. existiese] de por sí, r ,r n lo que les hace falta, se dispensan de un conocimiento

evidente que el hombre no podrta realizarlo en la acción ,1,. r.l. iEs incomprensible, empero, que la totalidad de los ar-

3s adquirirlo. Mas lo que buscamos es en realidad un bien así. Ir.,i¡ulos desconozca un auxiliar tan importante y ni siquiera
Pero tal vez alguno pensará que es mejor conocerlor)s 1,, lrusque!!'8 Pero es también incierto qué provecho sacará,
r.n ¡'clación con su arte, el tejedor o el carpintero, del conoci-
nr¡r.nto "del bien en sí>>, o cómo será mejor médico o mejor ro

r rrrrandante el que haya contemplado


1t
(<slnonlmla>> univocidad). En lbl la palabra se aplica en senti r
"la Idea mismarr. Pues
primero y propio a una cosa y en sentido segundg Y de¡vado a f
.,, ('laro que el médico no mira de ese modo ala salud,er) sino
ias divetias péro que dependen de aquella ("aph'henóp' - ex eod
l,¡rrc mira a] la del hombre, y acaso más bien ala de este [o
a la que con[levan una correferencia tácita («pros hér», - ad idem o
,r,¡rrcl hombre determinado], pues cura al individuo. Pero
,

unum). Sobre la base de ese esquema semántico resuelve Aristótel


la cuestión de la multivocidad del ser; cf. Met IV ii 1003 o33-b5. t,unbién acerca de estos [temas] cabe tratar hasta aquí.
tradición medieval llamó a esta variedad ,.analogía» (o .,analogía
atribución"), denominación que Aristóteles reserva Para Ir].
92. La noción de analogía, que procede de las matemáticas, es de
nida infra,V iii 1131¿^ll como una relación proporcional que se ajr¡ VII
ta al eiquem a (A : B :: C ; D) y justifica, €n este caso, por ejeTpl
el empléo de C en lugar de A, esto es, ..visión (del alma),, en I Pero volvamos al bien que buscamos [y Pt"Sntémonos] 15
de «intelectorr, puesto que en virtud de esa relación las cosas p ,¡rrti es al fin de cuentas. Porque se muestra como una cosa
a estar enlazadás pot una forma de unidad; cf. Met V vi 1016á.3 ,lisl-inta en cada acción y en cada artei es, en efecto, una
35, donde se señala que son una por analogía olas cosas que esti
r r )ri& en la medicina, otra en la estrategia y así en las demás.
[relacionadas entre síJ como una cosa lo está con otra>». Acerca t
la analogía como modalidad de la metáfora, cf . Poet ><xi 1457 ffi-g
Rhet III 10 1411 al'b21.
93. Sin duda, la filosofía primera. ')(i. "Modelor, : "parádeigmar; la palabra tiene connotaciones
pla-
lrlt)iCaS.
94. Por tanto, la posibilidad de que haya una Idea de Bien es,
definitiva, irrelevante e innecesaria para la ética, pu€s, en todo c¡ ')'/. ..Cienci v (episú*) en el sentido amplio señalado en [a nota 5.
es una entidad separada (khoristón) y, por tanto, no realizable en ')8. Esta observación y las que siguen eslán hechas en tono de ironía.
acción (Ttraktón). Se implicar por otra parte, que esta disciplina ').1). Esto es, como un arquetipo abstracto. El concepto de salud de
más bien autónoma respecto de la metafísica en el orden de la fun ,¡rrc el médico dispone, tiene su raíz en la experiencia, y lo decisivo
damentación, punto en el cual el contraste del planteo aristotéli ¡i,rra su eficacia, como se subraya a continuación, es el trato con lo
con el platónico es claro. ¡rrrrticular, para lo que no podría tener utilidad alguna el conoci-
95. Conocer el bien como Bien en sí, según lo conciben los platónicos. r¡riento de un principio separado.
,, ARISTOTELES Érca NrcoMAeuEA 23

iEn qué consiste, pues, el bien de cada una? i[No es ?


l'or ellas mismas, desde luego (pues elegiríamos cada una
aquelio] con vistas a lo cual se hacen las demás cosas? t ,ll ellas aunque nada más resultara), pero las elegimos tam-
es en la medicina la salud; en la estrategia, la victoria; en l,icn con vistas a la dicha, en la idea de que por medio de
20 construcción de casas, la casa, / en otras [artes], otras co ,'ll¿rs seremos dichosos. Pero nadie elige la dicha con vistas s
mas en toda acción y en toda elección lo es el fin, pues tod ,r ;rquellas cosas ni, en general, a causa de ninguna otra.
realizan las demás cosas con vistas a é1. En consecuencia, Es claro que a partir de [la noción d.] suficierr.¡uro+ se
algo es fin de todos nuestros actos, ese ha de ser el bien ll.ga al mismo resultado, pues cabe admitir que el bien
zable, y, si huy varios, esos. , , rrnpleto es suficiente. Pero por ..suficiente>> no entiendo

Como se ve, el razonamiento ha arribado aI mismo o .l.


ll,r que lo es] para un individuo aislado que lleve una exis- r0
to,r(x) aunque Por otro itinerario. Pero debemos intentar t.rrci& solitaria, sino también para los padres, los hijos, la
rar aún más esto. rrrrrjer y los amigos y, en general, los conciudadanos, por-
2s Como manifiestamente los fines son muchos, Y elegim r¡ue el ser humano es por naturaleza un ser social.ros Con
algunos de ellos (pot ejemplo, el dinero, las flautas f, e tr«lo, se debe fijar un límite de aquellos, porque si se lo ex-
general, los instrumentos) con vistas a otra cosa, es evidenl t¡r'nde a los antepasados, a los descendientes y a los amigos
ár" no todos son completos;r0r pero es claro que el [fin] má ,1. los amigos, se va al infinito. Pero eso debe examinarse
grande [será] un [fin] completo. En consecuencia, si uno sol r¡¡ris adelan¡".rOti Lo que afirmamos [ahora] que la sufi-
eS completo, ese será el que buscamos, Y, si son varios, r rt'ncia es lo que por sí solo hace que la vida"rsea digna de 15
más completo de ellos. ',r'r' elegiduy no necesite de nada, y creemos que la dicha es
30 Y decimos que lo que se persigue por sÍ mismo es unil cosa así. Y [qr" es] la más digna de ser elegida de to-
completo que lo que se persigu" Por otra cosa; y que lo qut ,l¡rs las cosas aun sin que se le añada nada, pues es evidente
.r.r.óu elegible por causa de otra cosa [.t más completo r¡ilo con un añadido [sería] más digna de ser elegida, aun
"t
que las [cosas] elegibles (tanto) PoI sí mismas cuanto ,rr ornpañada por el más pequeño de los bienes: lo agrega-
causa de aquello; y que ["t completo] en sentido absolu ,1, es, en efecto, una sobreabundancia de bienes, y entre
lo que siempre es elegible Por sí mism o y nunca a causa d
otra cosa.
Ahora bien: la dicha es tenida por una cosa de esa cl
,|,',ffipítulo v. Cf. suprqvi 10g6 b2J-24.
r0s7b en el más alto grado, pues la elegimos siempre Por ella mi
lo'1 . To aútarkes:.rlo suficiente» o ..la suficiencia>, es la condición
ffi&, y nunca a Causa de otra Cosa.ro2 En cambio, elegimC ,1,'lo que basta por sí solo (más bien, quizá, que lo que se basta a sí
el honor, el placer, el intelec¡o r03 y toda forma de virtu tttismo, esto es, más to auto arkoun que to autoi arkoun) y es por tanto
,rutónomo, independiente, no sujeto a condiciones. Cf. las-ocurren-
r r;rs de la palabra en PolI ii 1253 d-5; III ix l2tl0b}4; VII iv l\26b4
100. Esto es, a lo sustentado en I i l094al8-22. ,r ¡rropósito de una ciudad.
l(),5. ..Un ser social, «politikóar. En realidad este término expresa
.
,r l¿t vez la condición de ser social y de ser político del hombre, esto
r"i, e l hecho de que viva junto con otros hombres en el marco de una
102. Cf. Platón, Banquete205a. ,l.trrrminada organización política. Cf. PolI ii 1253 d,-ll.
t 03. Esto es, los valores que presiden los tres géneros de vida consi lo(;. Aristóteles piensa acaso en I xi, en IX x o en IX ix (1169á16-22).
24 ARISTÓTELES ETICA NtCoMAeUEA 25

los bienes es siempre preferible el mayor.ro7 Es claro, en l,r'i ¡rlantas, y lo que buscamos es propio [del hombre]; ha
2s definitiva, que la dicha es una
cosa completa y suficiente, ,lr lr¿rcerse a un lado, entonces, la vida de la nutrición y del
pues es el fin de las acciones. r r('('imiento. La siguiente sería la forma sensitiva
[de vidal,,,,
Pero el decir que la dicha es el bien más grande se mues- 1,,'r'o es claro que también ella es común al caballo, al buey y
tra tal vez como una cosa acerca de la cual huy acuerdo ,r loclo animal.
unánime, y se echa de menos que digamos aun con mayor l{esta, por tanto, una forma [d" vidal prácticar 13 de la
zs claridad lo que ella es. Acaso se lo pueda hacer si se corn- l¡,rr.te] racional [del alma]. <Y esta [es racional], por un lado,
prende la funciónr0t| del hombre. Pues tal como se admite ¡rrrrQUe obedece a la razón, /, por otro, porque tiene razón y
que para el flautista, el escultor y todo artesan o, Y, en gene- Pr('tlsa.>lr1 Pero como (también> estalls se entiende en dos s
;1, puru los que tienen una función y una acción, el bien y ',r'¡rtidos,rtti huy que afirmar que es la
[vida] como actividad,
la perfecciónrbr) residen en la función, de igual -modo cabría ¡,rr('S admitimos que ese es su sentido rnás propio.
admitir que es [el caso] para el hombre, si en efecto huy una Si la función del hombre es una actividad del alma de
función que sea propia de é1. áAcaso habrá funciones y ac' .r, rrerdo con larazófl, o no sin larazo[,,,, y si decimos que la
ciones propias del carpintero y del talabartero Pero ninguna lr¡¡rc:ión de este [hombre] y la de este [hombre] virtuosorrt
so del hombrl [.o*o tal], sino que [este] se hallara naturalmen- ¡i..rtéricamente la misma (tal como es la misma la función del ",
te destinado a la inacción?rr0 ¿O cabría afirmar [más bien] r rl¿t.tista y del citarista virtuoso, y así, en suma, absolutamente

gue, tal como es manifiesto que huy ,r1u función del ojo, de
li man o y del pie y, en general, de cada órgano, _hly, aparte ',,',,J* *ti.ra.ción, es compartida por el hombre y las plantas (cf.
de estas, también una función que es propia del hombre l)t' ott II ii 413b7-8), y, por cierto, también por los animales.
r0e8a [como tal]? ¿Y cuál podrá ser, entonces, esa función? [No ll2. La sensibilidad (aísthisis) es la capacidad que diferencia a los
el vivir,] ti, pues es cla.o que el vivir es común también a ,¡¡rirrrales de las plantas; cf. De an II ii 4l\b2.
I Li. Lo específico del hombre se sitúa, pues, en el terreno de la
t'ión (praxis). La reflexión de Aristótelei parece centrarse aún en
,rt

t07..EI sentido de estas líneas ha resultado más o menos problemá- ,'l lrombre como ser social y político (cf. supra vii l0gzb}-13), y no
tico a los comentadores, sobre todo porque parecen implicar que la ,rl.nder, al menos por el momento, a la actividad teórica.
dicha, aunque completa y suficientg, podría sin embargo.incremen- I l'l . Bywater admite esta frase corno auténtica, pero otros editores
tarse. para aclarar át p"áto se apela comúnmente a la idea de que '.rrl)onen razonablemente qge es una interpolación en la que se
aunque la dicha .ornó ejercicio de la virtud y bien del alma, según ,rrrticipa ,.?_ distinción introducida más adelánte (cf. xiii ll05al-3).
se diia más abajo, tiene, en efecto, -aquellos rasgos, Puede hallar, ro f rrrrto con ella se habría añadido el
"kaí» que se traduce como <<tam-
obstante, una süerte de sobreabundañcia con el-agregado de bienes l,ir:nr> en la frase siguiente.
externos Lales como la rique za o la belle za. Por lo-demás, cf. Top IIÍ 11,5. El prononlb¡e (..estar, taútts) remite a la..vida
ti ll7 al6-18; khet I vii 1363 bl8-21- -
, ionada en ¿.1. Cf. la nota precedgnte.
práctica>> men-

l0B. "Función>>
: érgon. l16. Esto es, en el de potencia (dfnamis) y en el de acto o actividad
t0g. bien y laperfección» ,,¡ñ,gathÓnl...l kai tÓ eb>. rnérgeia).
<.El
- t

tt0. Uteralmente, ..destinado a ser argóo, - á-erg\s, esto es, <<carente I 17. Aristótel9¡ piensa en la distinción, introducida infra (xiii
de función (- uérgon)", /, de ahí, «inútil"r <<per€Zoso>>' ll02 a27-1 103 a2), entre una
"p]1te"_ del alma que tiene lógós y'otra
t t t. No el mero vivir, o la vida en su expresión más básica, que 'lue no lo tiene pero es susceptible de someterse a é1.
se define por la capacidad de nutrirse ( tÓ threptikon), y que, como se llB. ..Virtuoso>>_ ,rspoudatoor; cf. la nota 50 de la..Introducciónr.
ÉICN NICOMAQUEA 27
26 ARISTÓTELES

\ n( ) lruscar la exactitud de la misma manera en todo, sino en


r0 en todos los casos), añadiéndosele a la función la superiori' , .,,lir caso la que la materia admiter2s y en la medida que es
dad de la virtud (pues es propio del citarista ejecutar la cítara el carpintero-y el geómetra in-
l,r(llria de la investigación. Así,
y del citarista virtuoso el hacerlo bien); si e s, pues, así, ay il,,¡i,,,, de diferente modo el [angulo] recto: el uno, en la medi- so
afirmamos que la función del hombre es una forma de üdq ,l.r r.rl que es útil para su obru; p"to el otro [indaga] qué es [el
y que esta consiste en una actividad del alma y en acciones ,rrlrrrlo recto] o que cualidades tiene, porque es conocedorr2'
u.ó*pañadas de razón, y que es propio 9"1 varón virtuoso ,1,. l¿t,rerdad. hes bien, en Io demás se debe proceder, por
rs haceri* bien y noblemente,y cada cosa se llevaal término de
r,r¡rr«r, del mismo modo, a fin de que los [trabajos] accesorios
su completudíro ,"En la virtud [qr" le 9sl propia; si es así,)r20 rr ) zcan sobre los trabajos [principales].tzz
Irrevale
i, el bien humano es una actividad del alma de acuerdo con la tlb.rnpo.o
se debe exigir la causa de la misma manera en 10s8b
ürtud; y si las virfudes son varias, de acuerdo con la ópti*á} rr«lrs los [temas], sino que en algunos basta con mostrar bien
más compl .ctiil;t'2t además, eo una vida compl Pues una el .^o de loi principios [en general], y el
solo"t\"'
día; así, ni un
,.t lrecho,.o*o
"n
golondrina no hace verang, y tampoco Yn lrr.t:ho es primero y es principio.r2s Y, de los principig:, unos
solo día ni un lapso breve [hacen a nadie] feliz y dichoso. .,r. .ofiocen por induccién;r2e otros, por la percepción;',, otros,
z0 Quede, entonces, descripto el bien de esa manera, Pues
'" tul uá, primero se debe hacer un esb ozo general y desP,,gs
añadir [os porrnenores. Y cabe creer que cualquiera puedg
prosegui, F completlr lo que bien en el esbozo general, t.r.5. Literalmente, ..de acuerdo con la materia subyacente» (kata En
"ftu
y que en [cuestiónes] de esta clase el tiempo es buen descu- Ityltokeimérun hfbn); cf. la nota 20'
b¡áor o auxiliar. De ahí nacieron también los progresos de t .r-6. ..COnOcedor, : .rtheyt¿ Pr.

zs las artes, Pues cualquiera puede agregar lo que fllt?''" t27. .,[Tiabajos] accesoriosr, -.parérga; "trabajos>>
_ érga: no es posi-
Y hay tener presente también lo que hemos dicho antesr2a l,lc refiejar lá paronomasia en la traducción.
l28- En ambas ocurrencias (bl y b2)' "¿l hecho" : "td hótb'; cf' supra
rv 1095 ffi-7 y la nota 45.
Itg...Se lleva al término de su completud" - r<eítI...l oPoteleítab'- t29. En la doctrina aristotélica los universales se conocen, en efec-
t 20. Estas líneas, que parecieran una redacción alternativa de las to, por un proceso de inducciÓn (epagugá) q'" los. aísla o abstrae a
lu pér.epción (aístlusis),-gue
precedentes, son réchazadas por la mayoriu 9: los editores, Pero ¡,,,rfi. de lo'particular, en lo que 1*uá cf' An
r.s, pof tanto, también,rla .orrdj.iótt-Pat-1
bi", pueden ser una variante de autor introducida tempranamente. "t-" ..glocimiento; Eso
t,osi I xviii gi¿s-to; Top xii 105¿13- 14; Met I i 980 b25-981a12.
I
l2l . Esto es, al parecer, el ejercicio de la actividad teórica; cf. supra
vale asimismo puta ei conocimiento de las Plmgtas Premisas, es
vii 1097 o3O y la nota 49 de la «Introducción'' rlecir, los principios de la demostración; cf. An PostII xix, sobre todo
122. ..Vida complet,¡>> : ubíos téleiopr; cf. la nota 101 y l^ discusión 100¿ l5-b4.
del parecer de Solón en el capítulo x.
130. Como se ha señalado en la nota precedente, la percepción
t2J. En SE xxiv 183á17-31 y en Met II i 993b12-19 Aristóteles ex- (aísthlsis) desempeña un P-up"t en el proceso de inducción,-Pero
presa la misma idea deJ proqes.o de una disciplina Por el aporte de ¡ro parece que ^d¡.toteres^destaqu.e ahora e-se papel de ella, el cual
quienes colaboran a lo largo de la tradiciÓn' .rr"!i" i*pfici to ya en la referencia a la inducción, sino el que des-
124. En I i 1094 bll-13. Las líneas que siguen hasta el final del capí- empeña en el cónocimiento d-e lo particular, por.que lo particular
tulo suelen ser vistas como una reiteración o una redacción alternati- cs iambién un principio en el ,urór,u*iento deliberativo y en el
va, en ambos casos más bien fuera de lugar, de lo expuesto ya en iii silogismo práctico.
1094 brt-27.
28 ARISTÓTELES ETICA NICOMAQUEA 29

por una forrna de acosfumbramiento;r3r y otros, de otra ma-


l,¡(.s todas las cosasl3T arTnonizan Con la verdad, pero pronto
5
nera;r3' y r. debe ir en busca de cada uno [de ellos] según su ,lr',(','epa[n] {u verdad)r38 con lo falso.
naturaleza. y esforzarse por definirlo bien, pues tienen mucha Asi pues, habiéndose agrupado los bienes en tres clases:r31)
gravitación en lo que les sigue. Se admite, €r efecto, que ..el l,¡., llamados <<externos>>, los ielacionados con el alma y [los
principio es más de la mitad del todorr,r"t' y que por medio de r,.l¡r«:ionados] con el cuerpo, decimosrl0 que los del alma son 15

él se hace clara gran parte de lo que se investiga. l,rr,ncs en el sentido más propio y primero, y atribuimos al
,rl¡rr¿r las acciones y las actividades (anímicas),r{r así que es-
t,¡ t¡rt2 Correctamente formulada, al menos según esa opinión,
,lrr(, es antigua y admitida por los que filosofan.
VIII
Y [es] correcta también porque dice que ciertas acciones
r0 Pero se debe investigar acerca de ellarír1 no solamente a r :r«:tividades son el fin;'4" pues de ese modo se lo coloca en-
partir de la conclusión y de las [premisas] que forman el ar- t¡r. los bienes del alm&,'** y no entre los externos. 20

gumento,r3s sino también de lo que se dice acerca de ella,r36 '[ambién armoniza con la definición [lu opinión común
,l,.que] el dichoso vive bien y actúa bien,ros puesto que en
,l,.liñitiva hemos afirmado que llu dicha] es una forma de
731. Este es el caso relevante para la ética, puesto que las verdades
r ¡vir bien y de actuar bien.
que en ese terreno son el punto de partida de la reflexión nos son
accesibles en la experiencia práctica, donde se forman los hábitos
morales. Cf. supra I iv 1095á3-8.
132. O acaso: <<esto es, unos de una manera y otros de otrarr. ,,,,i,o)Ñdelbienhumano,cuyacoincidenciaConladefinición
133. Expresión proverbial empleada más de una vez por Platón y ,lr. la ái.hu corroboraría "dialécticamente>> su acierto. Qf. «Introduc-
por Aristóteles. r r()r)>>, 4, en particular la nota27.
134. 9l plglombre ("aufip, - ..de ellar, N) puede remitir al prin- t.;7. ..Las cosas>> traduce, con cierta vaguedad, "hypárkh0nta', que
cipio (rrarklurr, palabra femenina en griego), mencionado en bB, o, l);u'oce tener el el texto un sentido
igualmente vago o genérico.
acaso
1-"jo., ala dicha (eudaimonía), que de todos modos parece ser l.itl. Parece razonable suprimir, con varios editores, esta palabra,
entendida aquí como principio. .rcr:ptada por Bywater.
135. El sentido de la expresión ,rek toú sympertismatos kaí ex hón ho l.ig. Esta diüsión se registra en más de un texto de PlatÓn, entre ellos
l,'ilebo 48d-e. Cf. Rhe¿ I vl3O0Ü24-28, donde se mencionan, como bienes
.(AJ-10, vertida como
Itígoo, <<a partir de lá cónclusión y de las
[pr"-
misasl qle forman el argument-o") es problemático. Paiece claro que r.rtgrnos, la nobleza de familia, los amigos, el dinero y los honores.
Ia ,.conclusiónr, (.ympérasma) es la definición de la dicha que se'ha tt0. El "decimos>, no parece expresar la opinión.propia de Aristóte-
formulado supra (I üi l198¿16-18), y si lo implícito en el ,,ix hor», (: lr.s sino la opinión genéral o "lo que se dicer, (á10).
"[las cosas] de las Que») son, en efeito, sus "piemisas>>, estas consisti- I tt. Parece indispensable eliminar esa Palabra (aceptada Por
rían en las consideraciones presentadas (en 1097 b23-1098a12) como liywater) a fin de qúe la afirmación no resulte tautológica.
base de esa definición (logos). Ahora bien, como en este terreno no
se puede hablar de verdaderas ..demostraciones" (aun cuando se ha-
tl2. El sujeto tácito es sin duda "la definición de la dicha".
ble de una ..conclusiónrr), no se podría excluir la alternativa de ver 1,13. Cf. supra vii 1097 b24-32.
el rrkaí» de á10 como apositivo ("er decir") y entenderse el giro ,.ax l,l'4. Cf. supra vii 1098 a7-8.
hin ho lógoo, como ..los [componentes] en qué consiste la defiñición>>, 1,1.5. oVivir bien y actuar bienrr: .refi <én kai eu pratteir»r; cf. la nota
esto es, los rasgos incluidos en el definieru. ,t5. La opinión ha sido mencionada supra e1 iv 1095¿lf) como com-
136. Esto es, las opiniones más generalizadas o prestigiosas (o ¡rartida pot el común de los hombres y por los instruidos.
3 O ARTSTOTELES ETICA NICOMAQUEA 3t

e Pero es claro también que los [rasgos] q,r" se requieren ,,,,r,'" [)ues experimentar placer se cuenta entre las cosas del
en la dicha se dan todos en lo que dijimos.r4ti Pues unos ,lr¡r,1. y a cada uno le es placentero aquello de lo que se dice
opinan que [la dicha] es la virtud; otros,'o' que es la pruden- ,rn,urtc, así, un caballo lo es para el que ama los caballos, y
cia, y otros aun, que es una forma de sabiduna; para unos mr r,s¡rectáculo para el que ama los espectáculos; del mismo r0
25 es esas cosas o alguna de ellas acompañada de placer o no rrr,,rlr), [son placenteras] las cosas justas para el que ama la
sin placer;ra8 otros agregan todavía la prosperidad. De esas ¡rr,,lrcier /, en general, las cosas conformes ala virtud para el
[opiniones], unas son afirmadas por muchos [hombres] del rlrr. irnla la virtud. Ahora bien, para el común de los hom-
pasado, y otras por unos pocos pero prestigiosos varones. Y l,¡,'.i los placeres están en pugna [entre sí] porque no son ta-
no ["t] razonable [suponer] que unos y otros se equivoquen f,', lr«rr naturaleza'lr3 cambior para los que aman lo noble
"r, placenteras
acierten al menos en un solo punto' ,,rr ¡rlacen[eras las cosas Por naturaleza; y son
3ffi'il1l"li;*":ue r,rlrs las acciones conformes ala virtud, de manera que son
30 La definición está de acuerdo, pues, con los que dicen f
,l,rr cnteras para ellos y en sí mismas. Por tanto, ala vida de l5
que [la dicha] es la virtud o una forma de la virtud, pues es ,",tr ):i no le falta en modo alguno el agregado del placer como
propio de aquella la actividad de acuerdo con esta. Pero aca- urr,r suerte de adorno, sino que encierra el placer en sí misma.
so hay una diferencia no pequeña entre suponer que el bien Aparte de 1o que hemos dicho, [cabe señalar que] no es
más grande reside en su posesión y no en su uso, esto es, en lrrr.¡ro el que no se alegra con las acciones nobles, pues nadie
el hábito y no en la actividad;'n' pues es posible que el hábi- ll,rrn¿rría «justo, al que no se alegra con la práctica de lajusti-
to se dé sin que se lleve a término ningún bien; por ejemplo, , r,¡, r)i «generoso>> al que no se alegra con las acciones genero- 20

rOeea en el que duerme o está inactivo de algún otro modo;'" en ..r,,, y de igual modo en los demás Casos. Y si es así, las accio-
cambió, la actividad, no es posible,rsr pr"r necesariamente rrr.s cofrformes ala virtud serán placenteras Por sí mismas.
actuará, y actuará bien. Tal como en los Juegos Olímpicos l'ero también [serán], desde luego, [acciones] buenas y
no se corona a los más bellos y a los más fuertes sino a los rr,,lrles, y cada una de esas cosas en el más alto grado, al me-
5 que compiten (pues los que vencen están entre esos), de r¡os si el virtuoso juzga bien acerca ellas, y juzga como d{i-
igual modo solo llegan a ser poseedores de las cosas buenas nr()s.r;:a l¿ dicha es, por tanto, la cosa más valiosa, más noble zs

y nobles de la vida los que actúan correctamente. r n rás placentera; y esas cosas no están seParadas como en la
Además, la existencia de esos es placentera por sí mis- rr rsr;ripción de Delos: r55

lo más bc[o es lo más jtrstcl, y lo ntejor estar s¿rno:

146. Una vez más, en la definición de la dicha. I)crro lo más plac:erntr:ro es ¿rlc¿rnzllr l«r rltrc se desezt;
147. Aristóteles piensa quizás en Sócrates.
l4B. Cf. Platón, Filebo2ld-22a. l't2. Tal la razón parcial de los que identifican el bien con el pla-
es
149. ..Posesiónr, (ktAs*) y <<uso)> (khresis) por un lado, y
"hábito» r r,r; v 1095 bl5-22. Aristóteles difiere la discusión detalla-
cf. supra, I
(héxis) I ..actividad" (enérgeia) por otro, deiignan las mismas cosas, ,l,r ¿rcerca del placer hasta VII xi-xiv y X i-v.
esto es, en el presente contexto, la virtud como cualidad y la virfud l;t.i. No son placenteros por naturaleza.
actualizada en Ia acción. Cf . supra vii 1098 e5-7. l't,1. Quizas Aristóteles remita a I iii 1094b27-28.
150. Cf. supra I v l095b3l-1096il,. l;;5. El texto que sigue habría estado inscripto en el propíleo del
l5l. No es posible que se dé sin que se lleve a término un bien. ttrnplo de Leto en Delos.
Érlcn NICOMAQUCA
32 ARTSTOTELES 33

pues esas cosas se dan juntas en las actividades mejores, I l2l Por cierto, si alguna otra cosa es regalo de los dioses
so ellas, o en una sola de ellas, en la mejor, decimos que con ,r los hombres, es razonable decir que la dicha es don de
te la dicha. L,., (lioses, tanto más cuanto que es el mejor de los [bienes]
Pero es claro de todos modos que [lu dicha] necesi Irrr¡na.nos. Pero tal vez eso sea más propio de otra indaga-
también de los bienes externos, como dijimos,r5ti pues no , r,,n.r(i2 Con todo, eS manifiesto gue, Por más que no eS 15

posible o no es fácil realizar acciones nobles si se carece rn,rrrdada por los dioses sino que nos es dada Por la virtud
r r icrto aprendizaje o ejercicio, [la dicha] se cuenta entre las
, o ee b : :':T,"J f : ul: I j: t J Hl;:::', rü1:: j":
ffi::? r más divinas,'o' pues el premio y el fin más elevado de
r,:i:rs
virtud es, sin duda, algo divino y feliz.
lítico como si fueran instrumentos.rsT En cambio, la ausen l,r
de algunas cosas, tales como la nobleza de familia, una bu l'ero [la dicha] puede ser también común a muchos [hom-
na descenden cia y la bell eza) ensombrece la felicidad, pu lrrr.sl,r';* pues es posible que se dé, mediante cierto aprendi-
5 que no es del todo dichoso el que es de aspecto deforme /,rl(. y dedicación, en todos los que no están incapacitados
de mala familia o solo y sin hijos. Y acaso menos aún si r,u ¡r la virfud.
f

hijos o sus amigos son depravados o si, siendo buenos, h l.r] Y si es mejor ser dichoso de esa manerar65 que Por 20

muerto. Por tanto, [lu dicha] necesita, al parecer, tambié rrl,;u',,r6(i es tazonable que sea de esa manera, Porque las
como complemento, según dijimos, de una prosperidad r r rsirs que son por naturaleza se dan de la mejor manera en

esa clase. De ahí que algunos coloquen la buena fortuna rlu(.es posible que se den,r67 al igual que las que son Por
la misma línea que la dicha (pero otros la virtu6l).tsa iul(. o por cualquier otra CauSZ, Y, sobre todo, Por la mejor.
f 'r.¡'o dejar librado al azar lo más grande y más noble sería

r I. r rrasiado discordante.l6E
[,o que buscamosroe resulta enteramente claro también a 25

IX
ro De u|ritsn también que se plantee la dificultadrG0 de si tt
l(,.t . Sin duda, filosofía primera, aunque de hecho Aristóteles no trata
ro dicha] [1] es una cosa que puede ser aprendida, o adquiri l,r r rrestión en ningún lugar de la obra conservada. I)esde luego, su
por costurnbre o por algún otro ejercicio, o [2] si nos es d r,,,logía no deja lugar para una posibilidad como la considerada aquí.
por asignación divina, o aun [3] por el azar.t6l l(t,i. Cf. la nota 19.
sobreentiende sin duda que si la dicha se debiera a un favor
It, l . Se
,lrvino, sería un hecho raro.
156. Suprq en viii 1098 b26.
l(t,'i. Esto es, por medio del aprendizaje y el esfuerzo.
t57. Cf . infraX vii 1177il,}-bl y viii I l78d2S-b7. t(,(;. En la visión aristotélica el azar Uhiklu) es solo una causa acci-
,lr'¡rtal; cf. Phys II iv-ü y Met VII vii.
l5B. Palabras eliminadas por algunos editores.
lrJ. En la optimista visión de Aristóteles, lo que se da en la natura-
159. Al parecer, "de ahír, : ..de la discrepancia de opiniones ac
l.zrr €s, en efecto, lo mejor, en caso de ser eso posible; cf. Phys VIII
de la dicha". La relación no es, sin embargo, del todo clara. r rr 2 60b22'24.
160. "Se plantee la dificultad" - <<aporeítabr. Aristóteles pasa a exami
l(tÍ\. Demasiado discordante con el curso general de las cosa^s tanto en
nar una primera aporía acerca de Ia dicha, a saber, cómo se la alcanza. ,,1 orden natural cuanto (segun se lo acaba de sugerir) en el artificial.
161 . Cf. Platón, Menóq 99 e. - En lo que sigue Aristóteles excluirá
l(t.(). Esto es, la respuesta, que ya ha sido dada, a la cuestión de
las hipótesis [Zl y [S].
31 ARISTOTELES ETICA NICOMAQUEA 35

partir de la definición [d" la dicha]. Hemos señalado,'" X


efecto, que es una actividad, de cierta cualidad, del alma,
acuerdo con la virtud. En cambio, de los demás bienes, ,i'lampoco habrá que considerar dichoso, entonces, a nin- r0
unos son necesarios y otros son por naturaleza auxiliares frnr «rtro hombrerTT mientras viva, sino que hace falta, como
útiles como instrumentos.rz ,lrr c Solón,r78 ..ver el finr? Pero si se debe hacer una afirma-
Estas cosas están de acuerdo con las señaladas al c r rr)n así, iacaso es dichoso cuando muerto?lie ¿O eso carece

so mienzor"s pues afirmamos que el fin de la política es el m ¡rrr corrrpleto de sentido, sobre todo para nosotros, que deci-
valioso, y que ella pone su mayor solicitud en hacer que I nr()ri que la dicha es una forma de actividad?r8O
ciudadanos sean de determinada cualidad, esto es, buenos l'ero si no llamamos dichoso al que ha muerto (ni Solón 15
capaces de acciones nobles.rTa ,¡rr.r'ía decir eso, sino que [solo] en ese momento se puede
Es comprensible, entonces, que no llamemos dichoso *nsiderar con seguridad feliz a \n ser humano, porque está
a un buey ni a un caballo ni a ningún otro animal, pues ni \ ,r ()xento de los males y las desgracias), también eso presen-
guno de ellos es capaz de tomar parte en una actividad t,r cierta problematicidad, pues por lo general se admite que
ll00aesa clase. Por esa causa tampoco un niño es dichoso, porqu ¡r,rriL el que está muerto huy algún mal y algun bien, puesto
en razón de su edad no es cap az todavía de realizar accion rlu('también lo huy para el que, aunque está vivo, no lo per- 20
de esa clase, y si se los llama [felices], se los saluda como r rlrt', por ejemplo, honores y deshonores, y dichas y desdi-
les por la esperanzalTs Pues [para la dicha] es indispensabl ,lr;rs de los hijos y de los descendientes en general. Pero aun
como dijimos, no solo una virtud completa sino también ,",() plantea una dificultad, pues al que ha vivido felizmente
s vida completa, pues a lo largo de la vida ocurren much lr,rsta la vejezy termina sus días en una forma que se corres-
cambio s y azares de toda clase, y el [hombre] más prósp
puede caer en grandes infortunios en su vejez, como se n
1 ,lr.l asesinato de uno de sus hijos, es arrancado del altar al que ha-
de Príamo en los relatos troyanos, y nadie llamaría ,.feliz» l,r,¡ ido a refugiarse y degollado por Neoptólemo, el hUo de Aquiles,
que sufre esos infortunios y muere miserablemente.rT(t ' ln('(lando su cadáver insepulto.
li'/. AI parecer, a ningún otro aparte del que sufre desgracias
como
Príamo.
l,r', rle
cómo se llega a ser dichoso. tilt. De acuerdo con el relato de Herodoto (I xxx-xxxiii), en su visi-
170. Suprq en vii 1098¿16- 18. t,r ¡r Creso, el rey de Lidia, Solón se negó a reconocer a su anfitrión
r,n)o hombre dichoso hasta no conocer su fin, y ello a causa de los
l7l. Los bienes externos, que sí pueden depender del azar.
,,unbios de la fortuna.La idea se registra antes de Herodoto y es fre-
172. Cf. supra viii 1099o33-b2. r n('nte en los autores trágicos.
173. Supra, en ii 1094a26-b10. li(). Otra aporía referente a la dicha: icuándo se puede llamar di-
174 El propósito de formar éticamente a los ciudadanos por medi r lrr¡so a un hombre: mientras vive o después de su muerte?
de las leyes supone que la virtud, en cuyo ejercicio residé la di l|i(). En estas palabras insinúa Aristóteles su punto de vista, que im-
se logra por el esfuerzo humano, y que no depende, por tanto, nid
¡,lrr aque la dicha de que aquí se trata no puede darse sino durante la
favor divino ni del azar. r la humana y no en un estadio posterior a la muerte, como tiende a
rr
175. Por la esperanza que se tiene de que lleguen a serlo. ,'nlcrlderlo Platón, de quien en este punto se aparta notoriamente el
176. De acuerdo con la tradición posthomérica, Príamo, el rey de lrlosofo. En el De anima este da a entender que el intelecto (nous) es
Troya, después de ser testigo de la toma de la ciudad por los griegos rrurrrrrtal pero impasible; cf. De anl iv 408b27-30; III v $0A2-25.
36 ARISTOTELES Érrcn NrcoMAeuEA 3T

pondersr [con esa vida], pueden acontecerle muchos cambi v como <<una casa de run-
25 en relación con sus descendientes, y ser algunos de es :,'::ll,:#l"T5ffi:r$camaleón"
buenos, y alcanzar una vida según sus méritos, y otros I ) no es en modo alguno acertado ir siguiendo los cam-
,; (
contrario; y es evidente que, según el grado de parentesco l,r,rs rle fortun¿?r87 Pues el bien o el mal no dependen de
que los separan de sus ancestros, pueden encontrarse en e , ll,rs, aunque, según dijimos,"* la vida humana losrse necesi-
tados de toda especie. Desde luego, sería absurdo si tambi trr r orno complemento;teo pero determinantes de la dicha son r0
el muerto cambiara junto con ellos y fuera unas veces dich l,r', i¡t:tividades de acuerdo con la virtud, y las contrarias, de
30 so y otras miserable; aunque también sería absurdo que I 1,,, rlntrario.
[asuntos] de los descendientes no tocasen a los antepasad Y lo debatido ahora atestigu. en favor de la definición.rer
para nada ni en ningún momento. I rr rringuna de las obras humanas hay, en efecto, una firme-
Pero debemos volver a la dificultad planteada antesrl ,,r trrl como en las actividades conformes a la virtud, pues se
pues a partir de aquello acaso se podrá comprender tambi l,r'. r'onsidera más estables aún que las ciencias,''2 y las más 15
lo que ahora indagamos. r,rloradas de ellas son las más estables, a causa de que los
Si es necesario, pues, (<ver el finrr, / solo entonces con llr,,nrbres] felices pasan en su ejercicio la mayor parte de su
siderar dichoso a cada uno, no porque sea feliz [aho r rr lrr y con la mayor continuidad, y eso, a lo que parece, es la
sino porque lo era antes, écómo no [será] absurdo que r,nrsrl de que no se dé un olvido de ellas.
ss cuando ¿s dichoso, no se diga con verdad acerca de él I Así pues, lo que buscamos se dará en el [hornbre] dicho-
u00b que es cierto a su respecto, ly ello] porque no se quie ,r, y [este] será tal a lo largo de su vida, pues siempr€, o más
llamar felices a los que viven, a causa de los cambios, rlu(' nadarlr'3 actuara y conocer6re+ lo que es conforme a la zo
por haberse concebido la dicha como una cosa establ
y en modo alguno fácilmente mudable, mientras que I
cambios de fortunartt4 a menudo van y vienen alrededo lli6. Probable cita de un poeta no identificado.- S"Sundo coro-
l,rrio paradójico de la visión soloniana: huy que decir del dichoso
de un mismo [hombre]?'*5 r
lil {: e s desgraciado.
Es claro, en efecto, que si vamos siguiendo los cambi llt7. Esa es la opinión de Aristóteles, la cual siempre se expresa en
de la fortuna, llamaremos muchas veces al mismo [hombrel ,'l scgundo miembro de las disyuntivas que plantea.
"dichoso>> y después "desgaciadorr, mostrando
s al dichoso I tl|. Supra, en viii 1099 a32-bl.

llt.g. Probablemente un zeugma: el pronombre (rrtoútor»r) parece


rcrrritir, ahora con el sentido de ..bienes de fortur&», a r.tikhabr,pala-
lrrir empleada antes con el sentido de..cambios de fortuna».
l9l. ..Que se corresponde>> - ,rkata lógor»r, esto es, <<en armonía>» o
l()0. .,Como complemento>> está implícito en el prefijo de la forma
«en proporción».
,,'r'bal «pros-deítab>: hacen falta "además". En viii 1099a13-b2 ya se
lB2. "Según el grado de parentesco»: entiendo que ese es el sentido lrrr dicho que los bienes externos son elementos accesorios de la di-
más probable de <<toís apostémasb, (A,Q. , lra que sirven como instrumentos de esta.
l83. En las líneas iniciales del capítulo. l.t)1. La definición de la dicha presentada supra, en vii 1098¿16-lB.
I84. ,.Los cambios de forfunar, : .rhai fjkhabr: literalmente, el plural
t()2. Cf. infraV vi ll40b22-30.
de " tyklu"; cf. la nota 166.
l.()3. l,a reshicción podría explicarse por el hecho de que el hombre no
l85. Primer corolario paradójico de la visión soloniana: no es posi-
ble declarar dichoso al que es dichoso. ¡rtrede ejercer una actiüdad de manera conünua; cf. infraX iv ll75a4-5.
t94...Actuará y conocerá>>: (próxei kní thorisefi: la expresión po-
38 ARISTÓTELES Étce NICoMAeUEA 39

virtudi soportará los cambios de fortuna con la más gran , f r rl , rrr n¿" rrrtt ni fácilmente
mudable, pues no se apartará
/
nobleza y de manera completamente digna en todos los se ,1, l,r rlicha ni así como así
ni por cualesquiera infortunios, r0
tidos si es ..bueno de verdad" I ..cuadrado sin reprocherr.res i,r,r l)()r muchos y sandes [hechos] de esa clase, y después
Mas como los [hechos] que acontecen por azaÍ son mü ,1, ,.llos no volverá a ser dichoso en poco tiempo, sino, si
chos y difieren en grandeza y peque ñ,e2, es evidente qu dr ir',r!, on un lapso prolongado y completo, cuando haya
zs los de poca importancia, afortunados o lo contrario, n ll, ¡,,rrlo A ser dueño de grandes y bellos bienes.
gravitan en la vida; en cambio, los [hechos] afortunados , ( l,ré impide, pues, llamar dichoso al que actúa de acuer-

si son grandes y muchos, hacen la vida más feliz (pues es ,1,, , ,n [a virtud completa y está suficientemente provisto de 15

también en su naturaleza el que colaboren a ornarla, I s lrfr'n.s externos, y ello no durante un lapso cualquiera sino
uso es noble y virtuoso); si [los hechos se dan] en sentido ,l, rr ,u r le una vida complg[¿?l!]rt

contrario, oprimen y ensombrecen la felicidad, pues &c&. , ( ) habrá que agregar: ,ry
si sigue viviendo así y muere
rrean pesares y son obstáculo para muchas actividades; ,lr unir. manera que se corresponda [con esa vida]"? Porque
B0 pero de todos modos aun en ellos se trasunta el brillo de , l lu t u ro no nos es manifiesto y afirmamos que la dicha es

nobleza cuando se soportan con serenidad muchas y Sran ln lnr, [y un fin] completo en todos los sentidos. Si es así, lla-
des desdichas, no por insensibilidad al dolor, sino porqu nr,ulnlos felices a los que entre los vivos tienen y tendrán lo zo

se es noble y magnánimo. r¡rrr. lromos dicho;'ot' p".o hombres feltces.2or


Si las actividades son las que determinan la vida, como ,'\r't:rca de estas cosas baste con lo explicado.
ss dijimos,rt'6 ningún [hombre] feliz podrá volverse mísero, pu
no cometerá nunca acciones odiosas o malas.
rrora Pues pensamos que el hombre bueno de verdad y razo-
nable soporta con decoro todos los cambios de fortun a y
XI
actúa siempre del modo más noble posible en las circunstan- ll ,rt idea de] que los cambios de fortuna de los descen-
cias dadas, tal como el buen comandante conduce del modo rlr'r¡tcs / de los amigos todos en nada afectdfr,2o2 es a todas
más efr,caz para la guerra el ejército de que dispone, y el za-
s patero hace con el cuero que se le da el calzado más bello, y
de igual modo todos los otros artesanos. 1,r,,
f
)rl¿tbras ,reudaínñp, ("dichoso") y ,.makárioy> ("feliz"); cf. la nota
lt I r lr. la "Introducción».
Si es así, el [hombre] dichoso nunca podrá volverse l')ll ( ) «¿[igarradorr. La palabra puede encerrar una alusión al oca-
míseror por más que no sea en verdad feliz si pasa por ,rr,rl,'on>> de 1 100¿ti.
los infortunios de Príamo;rei por cierto, no [será] tampoco l't'/, l',stas líneas parecen expresar la palabra definitiva de Aristó-
rr lr", rrcerca de la aporía debatida. El párrafo que sigue, en cambio,
ln'.nrti¿r la visión soloniana, rechazada en lo que precede, por lo que
dría conllevar una referencia a la distinción entre las virtudes éticas ,rlrlrrnos comentaristas lo consideran un agregado inauténtico.
y las virtudes intelectuales, y, por tanto, a la vida teórica, respecto de 't)(). Lo cual parece aludir a la duración de la dicha hasta el mo-
la cual Aristóteles se muestra por ahora reticente. r ¡'n lo de la muerte.
195. Verso de Simónides citado por Platón en Prottigoras 339á. 't ) I . llsto e s, al parecer, la felicidad (t¡ makárion) tal como puede

196. Poco más arriba, en I100á9-10. ,l,u:,(. en los límites de lo humano. Cf. la nota 197 e infra., X vii
197. En esta frase pareciera insinuarse una diferencia de matiz entre \; i lt)t-23.
'tt.». En nada afectan al estado en que se hallen los muertos, punto
ARISTOTELES E ncA NTCoMAQUEA 1t
1o
r,rl,', (¡re no podrían volver dichosos a los que no lo son, ni, a s
25 luces demasiado chocante y contraria a las opiniones.
l,r, r lr¡r' lo son, quitarles la felicidad.
Mas como los acontecimientos Son muchos y ofrecen
ferencias de toda clase, y unos rePercuten más y otros m ,\sí pues, la fortuna de sus amigos, lo mismo que su in-
nos,2oo distinguirlos en particular es a todas luces una ta
l,rtrrrrio, parecen afectar hasta cierto punto a los muertos,
larga e inacabable; pero acaso baste con decirlo en gen l,r rr son de una índolc v se dan en una medida tales que no
y en grandes líneas. l,ur'(lcn hacer dichosos a los que no son dichosos ni ninguna
, ¡tr,r ('osa de esa clase.2oi
Así pues, tal como algunos de los infortunios que nos afr
eo tan, graütan e influyen en la vida" pero otros parecen miís bi
leves, así [ocurre] también con los que conciernen a nue
amigos todos. Pero huy en cada padecimiento, según afecte XII
los üvos o a los muertos, una diferencia mucho mayor que
12
que se observal en las tragedias entre los crímenes y horro l)cfinidas esas examinemos si la dicha se cuenta entre
cos¿ls, ro
que acontecen arttes y los rePresentados [en escena].20s Lr', r osas elogiables o más bien entre las dignas de honor, pues
Huy que tener en cuenta, Por tartto, esa diferencia; y tal v r', r'vidente, al menos, que no se cuenta entre las potencias.2O8
¡s más bien preguntarse, respecto de los muertos, si toman l',s claro que todo lo elogiable es elogiado por ser de
uorb en algún bien o en las cosas contrarias, pues pareciera" a , r'rtir cualidad y estar en una cierta relación con algo, pues
de lo dicho, que si alguna cosa llega hasta ellos, ya sea un bi , l, rrii¿rmos .l justo, al valiente y, en general, al bueno y a ls
o lo contrario, [seral débit y de poca impor[ancia en sí o en l,r r irtud a causa de sus acciones y sus obras; y al fuerte, al
ción con ellos;2O" y, ti no, [será] at menos de magnitud y l,rr.n corredor y a cada uno de los demás, porque por natu-
r,rlr'/,¿r son de determinada cualidad y se relacionan de una u
,,lr,r manera con algo bueno y virtuoso. Eso es evidente tam-
introducido en el capítulo precedente.
203. Demasiado contraria a las opiniones corrientes, de las que l,r.n por los elogos de los dioses, pues se muestran risibles si
claro que Aristóteles no desea apartarse Por completo. ,,, los refiere a nosotros,20r'y eso ocurre porque los elogor se 20
204. Cf. suprq x l100á22-311. lr,¡r cn por referencia [a algo], como dijimos.
205. Es posible que..los crímenes y horrores que acontecen ant Si el elogio lo es de cosas de esa clase, es evidente que
(ta partiioma kai deina projptÍrkheir»r) sean los hechos de esa índ ,1,. |¿rs cosas óptimas no huy elogio sino algo mayor y mejor,
que integran la trama- trágica pero no son rePresentados (yt
porque sé han producido antes, como la muerte de layo en el_^I
-Rey,
o porque acontecen fuera de escena, como el suidicio de Y '()/. Se ha puesto en duda la autenticidad de este párrafo (á5-9), que
caita); én tal caso, corresponderían a lo que en Poet xxiv l4b0d un resumen de mano anónima que acabase por ser inclui-
se sitúa ,réxo toú mythnmatos>> o, más bien, en xv 1454b3, r<éxo I ¡,,rrlr-í& ser
r lu ('r-l el texto.
drtímato.pr. De ser así, aquí aludiría Aristóteles a la diferencia de i
't)ll. Las cosas dignas de elogio (n epatnetti) son los bienes relativos;
tensidad y de vivacidad que huy entre la versión s«¡lo narrada y
l,r', clignas de honor (t¿ tímia) los bienes absolutos; las potencias
espectáculo concreto de la versión dramática de un acontecimiel
pátético. No puede excluirse, por cierto, la posibilidad de que 'l¡'námeis) pueden, según el uso que se les dé, ser bienes o males; cf.
rf,l/ I ii I 183 b20-30.
trate de la diferencia de la misma especie que huy entre el crim
como hecho real y la rePresentación de un crimen. '()(). Por ejemplo, si se dice de un dios que es valiente; cf. infra, X
\nr IlTttá8-18.
206. Cf. Platón, Apología 40a.
42 ARISTOTELES Érrcn NTCoMAQUEA 13

25 como también es manifiesto, pues exaltamos por su felici .r,,.r, ¡r de la virtud, pues tal vez de ese modo tendremos tam-
y por su dicha2t0 alos dios€s /r entre los hombres, a los l,r'n una visión mejor de la dicha'
Y lo mismo en el caso de los bienes, pues r Sr. ¿rd.mite que ál politico de verdad dedica sus esfuerzos
"divinos>>.
elogia la dicha tal como [se eloga a] lo justo, sino que la nr,r,, (lue u rrada a ella,'ra pues 9|iere hacer a los ciudadanos
te- to
luda como cosa más divina Y mejor. l,rrr.¡,,,, y obedientes a las ley_es-'rs Qo*o ejemplo de.ellos
Se considera también que Eudox oztt l'tizo una buena defi nl.nr,,, á los legisladores de Creta y de Esparta, Y a los otros
sa de las excelencias del placer, pues sostenía que el que no r¡rrr' lr¿tya habido de esa clase'216
lo elogiase a pesar de que se lo cuenta entre los bienes, indi y si esa indagación es competencia de la política, es eviden-
r0 que es superior a las cos¿ts elogiables, y que el Dios y el bi rr r lr(. la búsqu"áu estará de acuerdo con el propósito inicial.2'7
son de esa clase, pues las restantes cosa^s son referidas a ellos. l,,s eviderte que la virtud acerca de la que la indagación
El elogro [1o es], €r efecto, de la virtud,''' Pr"s gracias ,l,,lrr. versar eS l; human&,''* pues el bien que buscábamos
ella [los hombres] son capaces de practicar las acciones n f ., ,.f humano, esto es,'t*' la dicha, la [dicha] humana'
Y por
bles; los encomios [1o son], .., cambio, de las obras,2r3 tan r rrrrrrl humana entendemos, no la del cuerpo sino
la del rs
las del cuerpo como las del alma. ,rl,rir,,r2o y decimos que la dicha es una actividad del alma-221

85 Pero hacer precisiones acerca de estas cosas es [al vez ,Si eso es así, es evidente que el político debe conocer
u02a propio de los que se dedican a los encomios. A nosotros n( ,1,.rrn cierto modo las cosas referentes al alma, tal como el
,lu(. se proPone Curar los ojos debe conocer también todo
zo
i"rrrlt evidente, a partir de lo señalado, que la dicha se cuen
la-política es más ho-
entre las cosas dignas de honor y completas. Y parece que ,f¡ ,.rrerf,o,z2^2 y tanto más cuanto que
,,,,,,,b1á y ruiioru que la medicina; f , de los médicos,
así también porque es un principio, pues todos hacemos
son
toman más esfuerzos el
las demás cosas con vistas a ellq y afi.miunos que el princi 1,,,; rnás instrui¿orzzir los que se Por
y la causa de los bienes es algo digno de honor y divino.

' I l. A la virtud.
Cf. supraii l}94a26-bll y ix 1099 b29-32'
'l!t.
xIII ,t(;. Aristáteles piensa probablemente en Licurgo I :" Minos; cf'
l,ttl lt ix y x, don'de se examinan las constituciones de
Lacedemonia
13
5 Puesto que la dicha es cierta actividad del alma de acu r rlc Creía; cf. también infra, X ix ll80a24-26.
do con una virtud completa, debemos hacer una indagaci ,l'/. En i 1094á10-l I se ha declarado, en efecto, que la investigación
,.rrt.¿tradaen el tratado es de índole política.
,lll. La expresión no es redundante; cf. supral vii 1097b24-34'
210. ..Exaltamos por su felicidad y por su dicha>>: makarí<ymen
<< .' 1.9. Entiendo que el "ka»'es aPositivo'
eudaimonílomer»r; iegun Rhet I ix 1367á34-36, el makarismós y el .'.).0. Cf . supra, vii 1098¿7-8.
daimonismos se identifican. ,'21 . Cf . supra, vii 1098 al6-17-
2l t . Aristóteles considera las ideas de Eudoxo acerca del pl .,)-2. Cf. Platón, Cdrmides, l56bc. - Aunque no- es del todo claro,
el
más adelante, en X ii-iv. eslá destinado a dar a entender que el político debe cono-
¡,;rr.alelo
I
212. Cf. Rhet ix 1376¿33: el elogio es <<un discurso que pone de r r.r-l& estructura entera del alma, aun cuando
no todas sus partes son
manifiesto la magnitud de la virtu d" QOgos emphaníon megethos arefts). r llevantes para su disciPlina.

.,23. Los que no se limitan a ejercer una medicina empírica' cf'


De
213. La misma caractenzación en Rhet I ix 1367b36.
14 ARISTOTELES Érrca NTcoMAQUEA 15

conocimiento del cuerpoi por tanto, también el político d ,., virtuosa o mala), salvo si algunos movimientos ingresan r0

tener una visión del alma, pero debe tenerla con esos fine rnr l)oco, y con ello las_imágenes [oníricas] de los virtuosos
y en la medida en que basta para lo que se busca, pues u ,, rrr€jores que las de [hombres] comunes.2rr, Pero basta de
25 precisión mayor es acaso demasiado laboriosa para lo q r ,,,rs cosas y hágase a un lado la [parte] nutritiva, Pues
por su
nos hemos propuesto. Ir,rtrrral ezano Participa de la virtud humana.
Algunas [cuestiones] referentes a ella22s se tratan s l)ero hay, á to qr" parece, aun otra cierta naturaleza irra-
cientemente también en las obras public adas,z2. y se r ro¡l&l del almu qrrl en cierto modo particiPl, emPero,
de la
debe utilizar. Así, que una [parte] de ella es irracional r,rz.tin. pues en el [hombre] continente y en el incontinen¡s2:rr
y
,,l,rsiamos la razón,esto es, la [parte] racional del a[ma, Pues
15
racion a1.227 (Si están separadas tal como [lo están] las p
rectamente y a las cosas más nobles. Pero es
so del cuerpo y todo lo divisible en partes, o si son dos por ll,,*i exhorta
definición, pero por naturaleza inseparables, como ., iu . ,1,¡r'o que huy en ellos también otra cosa, que está Por natu-
cunferencia lo convexo y lo cóncavo, no tiene importan r,rlt'z& .ottra de la tazón y lucha Con esta y se le oPone,
"r, cuando Se decide mover hacia la
ninguna en este momento.) l)u()s exactamente Como
De la irracional, una [subparte] parece común y vegel ,1,.r'echa partes paralizadas del cuerpo,.y ellas se desvían,
también en 20
tiva (*" refiero a la causa de la asimilación y del ciecirñie ¡,,r'el .orrt.utio, hacia la izquierda, así [ocurre]
to),"' pues se puede suponer esa potencia dál alma en todr ,.1 ,,[ma: los impulsos2:r2 de los incontinentes [van], efl efecto,
ll02b los seres que se alimentan y aun en los embriones, y esa mi r,, sentidos .o.rtrurios.2,n Solo que en los cuerpos vemos la
ma también en los adultos, pues eso es más razonable l¡,rtrtel que se desvía, mientras que en el
alma no lo vemos'
[suponer] alguna otra. ii,.,-o ,ir^duda debemos considerar que en no menor medida
Así pue_s, es claro que su virtud es común [a todos I lr;ry también en el alma algg qu€_está en contra de larazón,
seres vivos], y no [específicamente] humana; se admite, (
,¡,,,,se le opone y se resiste [a éila]. No importa [aqrrí] en qué zs
efecto, que es en los sueños cuando más actúa esa parte ,,r,¡rtido es una aátu distinta,'23+ Pero, como dijimoS,"t es claro
5 esa capacidad,22r' y qr" durante el sueño el hombre bueno
el malo se disciernen en medida mínima (de ahí que se dlgi
que durante la mitad de la vida los dichosos no r. diferen ' i0. Cf. Platón, RepúblicaIx 57lc-572b'
cian de los miserables, y es probable que eso ocurra, pues e
, i I.La continencia y la incontinencia se discuten en vII i-x. - Los
,t,.1 contine y el incontinentg @krqtil son los casos en
sueño es la inactividad del alma en tanto se dice de eila qut rlrc con más ";;-kgkio'tit)
,iiiáe, r"'udrrerte la dualidad del alma,,la cual se tra-
,lrrce en la falta de coincidencia (subrayada arriba en lo que sigue)
,.ntre lo que una <<parte» del alma ve como razonabl. y lo que otra
resp xxi 480b26-30. ,,¡rnrte» dár"u. El cóntinente sigue lo que es razonable, p"l:
224. Los señalados al comienzo del presente capítulo. ?1'3ello
,lr.be forzar al dese o, y se distlngue pbr "ro del moderado (sóphnn),
225. Al alma. r.rr quien el deseo está en concoidancia con la razon El incontinen-
226. Esto es' en obras de vulganzación destinadas al público no es-
tr', en cambio, sucumbe al deseo.
pecializado. Por cierto, Aristótéles no remite al De anima. .'.12. ..Impulso>> - hormi; cf. la nota 60 de la "Introducción''
227. Cf. "Introducciónrr, (i. .,,i3. Contrarios entre sí o contrarios ala tazÓn.
228. Cf . De anII iv 4l6al9-b31. .,34. Esto es, como se señaló ya Poco más arriba (1102 a2S-32), no es
229. Rres durante el sueño se crece y se nutre más; cf . De somno i r,.levante si se trata de una diferencia real o conceptual.
454 b32-455 a3. .'.i.5. Poco más arriba, en 1l02bl3-14'
46 ARISTOTELES 17

que también ella participa en la razon; en todo caso, en ., r rt, propio y en ,,'::;ffi:Tuou, o" escuchar [a la
continente le presta obedienci a a la razón.23ti Además, , ,,',,rrl como [se escucha] a un padre.
es más dócil en el moderado23T y en el valiente, pues l¿rrnbién la virtud se divide según esa misma diferencia,
t
ellos] todo está en consonancia con la razón. l,ur.s clecimos que, de ellas, unas son dianoéticas y otras
Es claro, por tanto, que también la [parte] irracional r trr,r:i;:¿tri la sabiduría, la comprensión y la prudencia son dia- s
so doble, pues la [subparte] vegetativa no participa en m rrrrr.tit:as, mientras que la generosidad y la moderación son
alguno de la razón, pero la [parte] desiderativa o, en r trr;¡..r.2+'1 Pues al referirnos al carácter no decimos que se es

neral, la apetitiva,238 participa en cierto modo [d. ella], ,,rlrio o inteligente, sino que .t [, por ejemplo,] apacible o mo-
la medida en que le es dócil y le presta obediencia, y rlr.r;rclo; y también elogiamos al sabio por su hábito, y entre
ese, por cierto, el sentido en que decimos que ..hacem 1,,', lrírbitos llamamos .<virtudes, a los que son elogiables.2t5 l0

casorr23e a nuestro padre o a los amigos, pero no como (

las matemáticas.2ao
También la amonestación y toda forma de censura
de exhortación indican que la [subparte] irracional es p
fio¡a suadida de alguna manera por la razón.24r Pero si se d;
decir que también esa [subparte] es racional, será tambi
doble la parte racio nal:za2 una [subparte que es racional]

236. Cf. la nota 231.


237. Cf. la nota 231.
238. <<Parte» apetitiva : <<tó orektikoar; <<parte>> desiderativa - <(
epithymi tiko»,. Cf.
"I.rtroducciónr, 6.
239. Juego de palabras intraducible. ..Hacer caso>> lógon ékhei
literalmente, <<tener razon r; la expresión es la misma- que se ha e
"

pleado para designar lo que hemos traducido como ..racionalr, (


lógon ékhon).
240. Donde la expresión a que se hace referencia en la nota anter
tendría el sentido de «proporcionalidad" o de <<tener una explicaci

sión del consejo y la fuerza de conviéción dé las demostraciones.


241. Un segundo argumento, que se sum a al basado en el caso .!.13. Las virtudes éticas (o morales) corresponden a la subparte ape-
continente. litiva (to orektikón) del alma, esto es, a la que es irracional en sí mis-
242. Esto es, podríaverse a la parte racional como formada por do§ nra, pero puede obedecer a la parte racional; las virtudes dianoéticas
subpartes, como se ha visto supra la parte irracional (llO2aZa-af (o intelectuales) corresponden a la parte racional.
¡.
No se trata, sin embargot de una cuatripartición, pues la que se con- 244. La lista no es exhaustiva: Aristóteles solo menciona ejemplos.
sidera ahora como una de las subpartei racionalei es la qü" antes se Las virtudes éticas sr¡n estudiadas en particular en lo que va de III vi
consideró una de las subpartes irrácionales, a saber, la qu; puede ser a IV ix, I las dianoéticas en VI.
sometida ala razón. 245. Acerca de (epainetos), cf. supra, xli.
"elogiable"
TIL

ruuulfifilE
ARISTÓTELES

ÉucANIcoMAeuEA

Traducción, notas
e introducción:
Eduardo Sinnott

tuer,Ps Arres , a,o4,O

corrHUE (crÁ§rcA

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