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RELACIÓN DE LA QUÍMICA CON LA SALUD.

La química contribuye de forma esencial a la mejora de la alimentación y la higiene,


conjuntamente con otras ciencias y tecnologías, y es el protagonista esencial, mediante los
productos farmacéuticos, en la lucha contra las enfermedades y en la mejora de la calidad
de vida hasta edades muy avanzadas. Klaus Heilman, director del Instituto de la Salud de
Munich, estableció la correlación entre el descubrimiento y la aplicación generalizada de
medicamentos, y la mejora de la calidad de vida y su prolongación, calculando que 15 años
de nuestras vidas (20%), se los debemos a los medicamentos. (1)
A esta revolución en la mejora de la salud humana han contribuido, entre otros, dos grupos
de medicamentos: los antibióticos, que han revolucionado la cura de las infecciones
causadas por microorganismos, y las vacunas, que han estado en primera línea de defensa
contra las epidemias, enfermedades contagiosas y patologías previsibles. (1)
Si bien es habitual relacionar los nuevos medicamentos con los avances de la medicina, la
casi totalidad de estas sustancias que nos permiten afrontar enfermedades y mejorar
nuestra calidad de vida tienen su origen y gran parte de su desarrollo, en la química. Como
ciencia central que es, la química se conecta con otras disciplinas, en particular con la
biología con la que comparte varias subdisciplinas y a través de ella con la medicina. La
química tiene un rol central en el descubrimiento, desarrollo y producción de medicamentos;
específicamente, la química medicinal o química terapéutica se ocupa del diseño y
producción de compuestos que puedan ser usados en medicina para la prevención,
tratamiento o cura de enfermedades en humanos y animales y del estudio de las drogas
existentes, sus propiedades biológicas y las relaciones entre su actividad y estructura. La
primera etapa en la génesis de un medicamento es el descubrimiento y allí la química hace
un aporte fundamental en la identificación y producción de nuevas sustancias activas
llamadas compuestos líder o guía, que pueden tener orígenes diversos. En muchos casos
esas sustancias son productos naturales aislados de plantas o animales, otras veces son
productos de síntesis (a veces obtenidos por error) y cada vez más a medida que nuestro
conocimiento avanza son moléculas especialmente diseñadas para una determinada
acción biológica. Una segunda etapa lleva a la modificación de esos compuestos líder para
mejorar sus características, hacerlos más activos, disminuir su toxicidad, mejorar la forma
en que el organismo los puede absorber y también la forma en que puede eliminarlos una
vez que han cumplido su función. Aquí confluyen distintos aspectos de la biología con las
armas con que cuenta la química para realizar modificaciones en las moléculas hasta
obtener una con las propiedades deseadas. Finalmente, la química se ocupa de desarrollar
e implementar los procesos por los cuales esa sustancia puede ser producida en cantidad
suficiente para llegar a los pacientes y también los métodos para el control de calidad del
producto. Una etapa paralela, debe ocuparse de hacer esa síntesis química eficiente en
términos de uso de recursos (naturales, energéticos, etc.) y de la forma más amigable con
el entorno, evitando generar residuos peligrosos y cuando estos son inevitables,
proveyendo la metodología para convertirlos en inocuos para el ambiente. (2)
UTILIDAD E INTRODUCCIÓN DE MEDICAMENTOS (QUÍMICOS Y BIOLÓGICOS) A
MÉXICO Y SU INFLUENCIA.
MEDICAMENTOS SINTÉTICOS.

Los inicios de la farmacia en la Nueva España comienzan con los boticarios en


1538, quienes fuesen los maestros encargados de la realización de los remedios
que escribían los médicos, sin embargo, el comercio de sustancias medicinales
requería de una licencia que se obtenía al acreditar el examen de conocimientos de
ciencias como química, física y biología.
El mestizaje en la Nueva España permitió agrandar el conocimiento del empleo de
plantas medicinales, ejemplo de ello tenemos al médico indígena Martín de la Cruz,
quien dictó varios remedios contra las enfermedades, posiblemente registrado
originalmente en náhuatl y que, posteriormente, el xochimilca Juan Badiano,
estudiante del Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco, traduciría al latín. Esta obra
que se terminó de escribir el 22 de julio de 1552 se conoce como el Libellus de
medicinalibus indorum.
En las boticas se empleaban plantas, animales y minerales para elaborar
formulaciones magistrales que debían ser efectivas en ambos sexos y cumplir con
los regímenes establecidos en el código sanitario además se debía contar con un
ejemplar de la obra Pharmacia Galénica y Chímica donde se recomendaban
recetas para los males más frecuentes. En esta obra se les indicó a los boticarios
que “grandes son los errores que produce la ignorancia o la pasión”, a pesar de ello
muchas boticas se encontraban fuera de la corte por lo que en 1628 se estableció
el Protomedicato.
.
Posteriormente, en 1804 Francisco Javier Balmis trajo de España la vacuna
antivariolosa por mandato de Calos IV iniciando así la primera etapa de la
bioquímica médica en nuestro país.
A partir del s. XIX los avances en la síntesis orgánica y la implementación de las
nuevas tecnologías proporcionadas por la revolución industrial permitió el desarrollo
para la elaboración y comercialización de medicamentos fabricados por la industria
químico farmacéutica en Europa, así es como en 1855 se comercializa la
acetofenidina como el primer medicamento sintetizado, este analgésico se
considera precursor del paracetamol.
No fue hasta 1917 cuando se lleva a cabo la transición de medicamentos en México
abandonando gradualmente las formulaciones magistrales para abrir paso al
consumo de medicamentos químicos que se presentaron en formas farmacéuticas
que ofrecían ventajas al poseer diversas presentaciones, un envase, dosificación
incluida y una fácil administración.
La confección de medicamentos a partir de plantas medicinales en las boticas entró
en declive y se dio paso a la síntesis orgánica y al aislamiento de moléculas con
propiedades medicinales, así como la creciente introducción de compañías
farmacéuticas europeas y norteamericanas tales como: La compañía Medicinal “La
Campana” (1917), la Química Industrial Bayer (1921), Laboratorios E. Merk (1930),
Johnson & Johnson (1931). Subsecuentemente, ante el éxito de la industrialización
algunos laboratorios farmacéuticos mexicanos hicieron su aparición en el mercado,
como: Laboratorios Manuell (1929), Laboratorios IFUSA (1930), Laboratorios
Reivillo (1934) y el Laboratorio Bioquímico Mexicano (1934).
Algunas boticas optaron por adaptarse a la industrialización farmacéutica como la
farmacia Bustillos (fundada en 1857) y la droguería de inmigrantes italianos Grisi
(fundada en 1912), que más tarde se convertirían en los Laboratorios Bustillos y los
Laboratorios Grisi respectivamente.
Rápidamente en el mercado aparecieron inumerables fármacos en diferentes
presentaciones; sales efervescentes, granulares, elíxires, jarabes, tabletillas
hipodérmicas para uso humano y veterinario, tabletas comprimidas, tabletas-
trituraciones, tabletas para dispensarios, pastillas medicadas comprimidas,
extractos fluidos blandos o secos, cápsulas, serobacterinas, bacterinas,
tuberculinas, reactivos para laboratorio, entre otras
Entre los productos de los laboratorios mexicanos estaba la Novalgina Valeriánica
para dolores de cabeza y muelas, el Sedantol con propiedades analgésicas y
microbicidas. Laboratorios Manuell expendía Yodolactina para la artereoesclerosis
y tuberculosis; la Bromolactina para estados neurótico); el Lactoyodirio para la sífilis;
el Granulado Manuell para la mala digestión; la Quinquinina como antipalúdico; el
Linimento guayacolado en el reumatismo y dolores neurálgicos y la Poción
antisimbiótica para el tratamiento de la gripe o influenza. Los Laboratorios Biológicos
Nacionales, especializados en vacunas, también por medio de Beick Félix & Cía.,
comercializaban extracto humano placentario para “prevenir y atenuar el sarampión”
vacunas antiestrepto-bacilar de Ducrey para el tratamiento del chancro blando y sus
complicaciones
Para 1951 George Rosenkranz y Luis Ernesto Miramontes, efectúan la pirmer
síntesis de un fármaco en México. Lograron producir varios kilos progesterona a
partir de una planta llamada “cabeza de negro”, partir de la materia prima obtenida
se logró la obtención de norentindrona que es la sustancia activa del primer
anticonceptivo oral.
Diversos farmacéuticos mexicanos han participado activamente en investigación
como José Donaciano Morales Mier y Altamirano (1850-1929) fue un químico,
farmacéutico y profesor mexicano que luego de la creación del Instituto Médico
Nacional en 1888 fue nombrado jefe de la sección de química junto con el
profesor Francisco Río de la Loza, y los preparadores Mariano Lozano y Federico
Villaseñor. Allí se dedicaban a encontrar principios activos en las diferentes plantas
analizadas a fin de utilizar sus propiedades, además de analizar diversas aguas
minerales del país. En este mismo instituto, trabajó con sus primos
segundos Fernando Altamirano Carbajal y Manuel Urbina y Altamirano (los tres
tenían por bisabuelos a José Manuel Altamirano y a Ignacia Ortiz de Zárate, y
habían tenido influencia del médico y botánico Manuel Altamirano, abuelo de
Fernando y de Manuel, y tío abuelo de Donaciano). Su labor científica estuvo
señalada en el desempeño de sus diversas funciones.
Leopoldo Río de la Loza, quien murió un 2 de mayo pero de 1876, es recordado por
sus contribuciones en el campo de la química, por el papel relevante que tuvo
durante la epidemia de cólera en 1933, y por ser el primer mexicano en obtener en
el laboratorio oxígeno y otros elementos de origen natural.
MEDICAMENTOS BIOLÓGICOS.
La historia de la vacunación en México se remonta al siglo XVIII, desde las grandes
expediciones de personajes como Francisco Balmis, Ignacio Bartolache y José Antonio
Alzate para enfrentarse a las epidemias como la de la viruela en nuestro país, hasta los
primeros decretos presidenciales para la aplicación obligatoria de la vacuna contra esa
enfermedad en 1926.
En 1973, se organiza la vacunación masiva mediante el Programa Nacional de
Inmunizaciones, en el que ya se establece la aplicación obligatoria de cuatro vacunas
esenciales: antipoliomielítica, DPT, BCG y antisarampión, además del toxoide tetánico. En
apoyo a este programa, desde 1980 se organizan jornadas intensivas de vacunación con
características y denominación diversa, pero con objetivos similares: primero fueron las
Fases Intensivas de Vacunación, después los Días Nacionales de Vacunación, después se
nombraron Semanas Nacionales de Vacunación y finalmente las Semanas Nacionales de
Salud. Cinco años más tarde, se publicó el decreto en el que se establece con carácter
obligatorio la Cartilla Nacional de Vacunación.
En un esfuerzo por integrar a todas las instituciones del Sistema Nacional de Salud e
implantar un programa con objetivos, metas y estrategias iguales para todas las
instituciones, en 1991 se creó el Programa de Vacunación Universal.
La evolución de las vacunas en México ha estado a la par del propio desarrollo que en este
campo ha experimentado el mundo entero, por lo que nuestro país es reconocido a nivel
continental por ser pionero en avances logrados en la materia, así como por alcanzar
coberturas de vacunación muy altas. (3)
Por otra parte, debemos mencionar que las acciones más importantes por parte del Estado
en cuestión de investigación se encuentran los trabajos del Departamento de Salubridad
Pública en su Instituto de Higiene. El Instituto empezó a elaborar productos biológicos como
antitoxina diftérica, suero antidisentérico, suero anti-alacrán, suero antitetánico, suero
antimeningocóccico, suero antineumocóccico, suero preventivo contra el sarampión,
vacunas como pertussis, tífica-paratífica, antivariolosa, tuberculina bruta y equipos para la
inmunización activa contra la escarlatina. Estas presentaciones se utilizaron para las
campañas sanitarias en el país, y lograron reducir un poco la excesiva importación de
medicamentos, sobre todo en materia de vacunas y biológicos.
Cronología de la vacunación en México.
1804 El Dr. Francisco Balmis introdujo a México la vacunación antivariolosa

1908 En México se expidió la ley constitutiva del Instituto Bacteriológico Nacional, creado
para que se estudiaran las enfermedades infecciosas, y se prepararan las vacunas, sueros
y antitoxinas para prevenirlas y curarlas.

1926 Por decreto presidencial se hace obligatoria la vacunación contra la viruela, y se


inician las campañas masivas para su aplicación.

1939 Aparece el primer reporte donde se informaba que el país producía los suficientes
biológicos para la demanda nacional.

1951 Se registró, en San Luis Potosí, el último caso de viruela, como resultado de arduas
jornadas de lucha antivariolosa en las cuales la vacunación jugó el papel más importante.

1951 Se inicia en México la vacunación con BCG.

1954 En México se empezó a producir el toxoide tetánico, y al año siguiente ya se preparaba


la vacuna DPT.

1956 Se inician en México las actividades de vacunación antipoliomielítica con vacuna Salk.

1962 Se emplea en México vacuna antipoliomielítica oral tipo Sabin (VOP).

1970 Se inician las actividades de vacunación antisarampionosa con vacuna de virus


inactivados.

1970 Se inició la vacunación antisarampionosa con cepa tipo Schwarz, posteriormente


Edmonston Zagreb.

1973 Se crea el Programa Nacional de Inmunizaciones, con el que se organiza la


vacunación masiva, y se inicia la aplicación simultánea de cinco vacunas contra siete
enfermedades (BCG, Sabin, DPT, antisarampión y toxoide tetánico).

1980 Se crean las jornadas intensivas de vacunación, al inicio se denominaron fases


intensivas de vacunación, después días nacionales de vacunación, Semanas Nacionales
de Vacunación y finalmente Semanas Nacionales de Salud.

1981 Se desarrollan las fases intensivas de vacunación antisarampionosa, con duración de


una semana.
1990 Se presenta en México el último caso de poliomielitis (Tomatlán, Jalisco).

1991 Por decreto presidencial se crea el Consejo Nacional de Vacunación (CONAVA) con
el objetivo fundamental de coordinar las acciones en materia de vacunación, de las
instituciones que integran el sector salud y de los sectores público, social y privado.

1991 Se origina el Programa de Vacunación Universal, dirigido a la protección de la salud


de la niñez.

1991 Se registró el último caso de difteria, en Lázaro Cárdenas, Michoacán.

1993 Los días nacionales de vacunación se sustituyen por las Semanas Nacionales de
Salud.

1993 Incorporación de la vacuna polisacárida de 23 serotipos en adultos mayores.

1996 Se presenta en México el último caso de sarampión (Distrito Federal).

1997 Se introduce la vacuna contra tétanos y difteria para adultos (Td).

1998 Se aplica en México la vacuna triple viral (SRP) en menores de siete años de edad.

1999 Se aplica en México la vacuna pentavalente (DPT + HB + Hib).

2000 Se inicia la vacunación masiva en adolescentes y adultos con las vacunas SR y


antihepatitis B.

2004 Se inicia la vacunación contra la influenza en niños de 6 a 23 meses de edad y en


adultos de 65 años y más.

2005 Se amplia la aplicación de la vacuna antiinfluenza al grupo de 6 a 35 meses de edad.

2006 Comienzo de la aplicación masiva de la vacuna conjugada heptavalente contra


neumococo, en población de 2 a 23 meses de edad residente en 58 municipios de bajo
índice de desarrollo humano de 9 entidades federativas.

2006 Se inicia en México la aplicación de la vacuna contra rotavirus en población de 2, 3 y


4 meses de edad en zonas principalmente indígenas.

2007 Se inicia la vacunación universal contra rotavirus en población de 2,3 y 4 meses de


edad.
2007 Sustitución de la vacuna pentavalente de células completas (DPT+HB+Hib) contra la
difteria, tos ferina, tétanos, hepatitis B y enfermedades invasivas por Haemophilus
influenzae del tipo b, por la vacuna pentavalente acelular en su componente de la fracción
pertussis (DPaT/VIP+Hib), contra la difteria, tos ferina, Tétanos, poliomielitis y
enfermedades invasivas por Haemophilus influenzae tipo b. Modificándose el esquema
básico de vacunación en menores de cinco años de edad, de VOP a VIP. La VOP continúa
aplicándose durante las Semanas Nacionales de Salud. Se aplica vacuna antihepatitis B en
el recién nacido.

2008 Se universaliza la aplicación de la vacuna conjugada heptavalente contra neumococo


en población menor de un año de edad.

2008 Campaña nacional de vacunación masiva contra el sarampión y la rubéola en


población de 19 a 29 años de edad, para la eliminación de la rubéola y el síndrome de
rubéola congénita.

2009 Se inicia en México la aplicación de la vacuna contra el virus del papiloma humano en
poblacion de 12 a 16 años de edad residentes en municipios de riesgo.

2009 Llega a México en el mes de Noviembre la 1ª remesa de vacuna anti-influenza

A H1N1

1.- http://www.fedequim.es/quimica2.htm

2.- http://www.ancefn.org.ar/acciones/docs/quimica/QUIMICA_Y_SALUD.pdf
3.-
http://www.imbiomed.com.mx/1/1/articulos.php?method=showDetail&id_articulo=35304&id
_seccion=2363&id_ejemplar=3650&id_revista=143

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