T10// sociedad TENDENCIAS | LATERCERA | Sábado 2 de noviembre de 2013

Es uno de los programas más populares de la televisión mundial, pero pocos conocen su
lado más nerd. Un grupo de científicos de renombre se ha encargado por casi 25 años de
crear y revisar los guiones de la serie, cargados de ciencia y sofisticadas matemáticas.
TEXTO: Jennifer Abate C.

Los secretos matemáticos

que esconden Los Simpsons
EINTICINCO premios Emmy, su propia estrella

V
en el Paseo de la Fama de Hollywood y el nom-
bramiento de la popular revista Time como “la
mejor serie del siglo XX”. Los Simpsons no ne-
cesitan presentación. Sin embargo, un libro
publicado esta semana repasa uno de los as-
pectos más desconocidos de la serie animada, que lleva casi un
cuarto de siglo al aire. En Los Simpsons y sus secretos matemá-
ticos (Bloomsbury Publishing), el físico y escritor Simon Singh
devela la intrincada maraña científica que suele pasar inadver-
tida, pero que se esconde tras cientos de episodios que bus-
can no sólo hacer reír, sino también exponer juegos
matemáticos a la audiencia más atenta.
¿Por qué? Fácil. Muchos de los escritores y
creativos tras Los Simpsons provienen del
mundo de la ciencia, que tratan de introdu-
cir en la serie cada vez que tienen la posibili-
dad. Sus nombres ya son reconocibles para
los fanáticos, pero no sus pergaminos: J.
Stewart Burns es magíster en Matemáticas de la
Universidad de Berkeley, David S. Cohen es ma-
gíster en Ciencias Computacionales del mismo
plantel, Jeff Westbrook es doctor en Ciencias Compu-
tacionales de la Universidad de Princeton, Al Jean es
matemático de la Universidad de Harvard y Keen Keeler
es doctor en Matemática Aplicada de la misma universidad.
Es cierto, los dibujos animados son un curioso destino para
algunas de las mentes más brillantes de Estados Unidos, que
después de explicar el giro en sus carreras, han debido enfren-
tar la más típica pregunta: ¿Por qué, si se querían dedicar a la
comedia, no eligieron cualquier sitcom con personajes reales?
Al Jean lo tiene claro: “Cuando era adolescente odiaba la cien-
cia experimental porque era terrible en el laboratorio y nunca
podía obtener los resultados correctos. La ciencia teórica y las
matemáticas eran diferentes”. De acuerdo a Jean, la diferencia
entre las ciencias y las matemáticas es parecida a la que existe
entre escribir para una serie con personajes reales y una serie
animada. “Creo que una serie con personas reales es como la
ciencia experimental, debido a que los actores hacen lo que
quieren hacer y tú tienes que amoldarte a eso. La animación
es más parecida a las matemáticas puras, ya que tienes el con-
trol sobre el matiz de cada línea y cómo ellas se presentan. Po-
demos tener el control sobre todo. La animación es el universo
de un matemático”.
A continuación, algunos de los más recordados acertijos ma-
temáticos de la serie.T

The wizard of Evergreen Ya el título es un homenaje al “mago de

Menlo Park”, el sobrenombre que un
Terrace periodista le dio al inventor Thomas Edi-
son cuando estableció su laboratorio
(El mago de la avenida principal en Menlo Park, New Jersey.
Siempreviva) 1998 Aquí, Homero decide seguir el camino
de Edison y comenzar su propia carrera
como inventor. Obviamente, ni su alar-
ma que suena cada tres segundos para
avisar que todo está bien ni su pistola
que dispara maquillaje directamente a la
cara llaman la atención de nadie. Sin
embargo, una pizarra en este capítulo
bastó para atraer la atención de la comu-
nidad científica.
En su sótano, Homero mira un pizarrón
lleno de ecuaciones introducidas por
David S. Cohen. La primera predice la
masa del bosón de Higgs, la partícula
elemental de la que se habló por prime-
ra vez en 1964. La ecuación es una com-
binación de varios parámetros funda-
mentales, como la constante de Planck,
la constante gravitacional y la velocidad
de la luz. Esta ecuación predice una
masa de 775 giga electronvoltios (GeV),
mucho más que la estimación de 125
GeV que emergió cuando el bosón fue
descubierto en 2012. Pero la aproxima-
ción no era tan desquiciada, consideran-
do que el cálculo fue hecho 14 años an-
tes de que el CERN encontrara evidencia
de que la partícula existe.
La segunda ecuación parece inocua, a
menos que alguien conozca el misterio
relacionado con el teorema de Fermat.
La primera vez que el matemático lo
propuso fue en 1637. Desde ese mo-
mento, todos los grandes genios de la
historia han tratado de resolverlo, sin lo-
grar balancear los dos lados de la ecua-
ción con números enteros. Pero Homero
parece haber dado con la solución. O al
menos eso parece cuando se trabaja la
fórmula con una calculadora que sólo
muestra 10 dígitos. ¿Pudo Homero ha-
ber resuelto lo que nadie más en la his-
toria? No. Con una calculadora más
exacta, se comprueba que el resultado
final no es exactamente 4,472 elevado a
12, sino 4,4720000000070576171875
elevado a 12.
David S. Cohen simplemente le jugó
una broma matemática a quienes reco-
nocieran el teorema y fueran tan curiosos
como para hacer el cálculo rápidamente.
La tercera ecuación se relaciona con la
densidad del universo, por lo que tiene
directa relación con el destino. Si Ω (t0) >
1 , como es inicialmente escrito por Ho-
mero en la pizarra, el universo eventual-
mente implosionaría bajo su propio
peso. En un esfuerzo por reflejar esta
consecuencia cósmica, parece haber
una pequeña explosión en el sótano de
Homero tan pronto como se ve la ecua-
ción en la pantalla.
Luego Homero altera el signo de desi-
gualdad, con lo que sugiere un universo
que se expande eternamente, lo que
traería como resultado una explosión
cósmica eterna. El guion refleja este
cambio y una gran explosión ocurre en
el sótano tan pronto como Homero re-
vierte el signo.