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VERSIÓN PROPUESTA – BORRADOR 07/02/2018

GUÍA PARA EL DISEÑO DE PROGRAMAS ACADÉMICOS DE CARRERAS TÉCNICAS DEL ÁREA:


SALUD; EN EL MARCO DEL MODELO SOCIOPRODUCTIVO COMUNITARIO.

El presente documento tiene por objetivo orientar al comité nacional de actualización del diseño
curricular, respecto a los diferentes epígrafes que son parte de los programas académicos para
carreras técnico tecnológicas.

La estructura propuesta responde al artículo 42 del “Reglamento general de institutos técnicos


y tecnológicos de carácter fiscal de convenio y privados”, mismo que establece los contenidos
del programa académico.

En ese sentido y con carácter explicativo, para el desarrollo de cada epígrafe se deben considerar
los siguientes aspectos:

a. Fundamentación.

Toda propuesta ya sea en el plano teórico o empírico debe contar con una base que la sustente,
es decir, establecer una serie de argumentos coherentes que permitan reconocer una posición.
Por tanto, la fundamentación es el aseguramiento de un razonamiento. Aquello sostenido con
fundamentos es algo fundamentado o fundado.

N ese sentido, cuando se trata de construir la fundamentación de un programa académico para


el área de salud, se deben considerar dos factores, el primero en relación a lo académico, es
decir los argumentos que establecen la formación técnico tecnológica de la carrera y lo segundo
los argumentos particulares del área salud.

La educación boliviana en el marco del modelo socio productivo comunitario ya cuenta con una
fundamentación, sin embargo no es la única que se deba aplicar si se trata del área productiva
de salud, puesto que la misma también tiene sus propias bases, por ello, en este epígrafe se
deben incluir los fundamentos generales de la educación en Bolivia, de forma particular de los
fundamentos de la educación técnico tecnológica y complementar los mismos con los
fundamentos de la salud, se puede asumir como base los propuestos en la política SAFCI, pero
orientados hacia el plano académico.

Los fundamentos teóricos de la Educación Superior de Formación Profesional Técnica y


Tecnológica son:

Fundamento filosófico - sociológico

La base filosófica y sociológica que se asume en la formación profesional técnica y tecnológica


constituye una forma universal del desarrollo del hombre, determinada histórica y
culturalmente. Una formación que promueve el desarrollo de las potencialidades
socioeconómicas productivas locales, regionales y nacionales del individuo como ser social, esto
es, que vive y trabaja en comunidad1, de manera equilibrada, recíproca con la Madre Tierra y el
Cosmos Vivo. Este compromiso social se concreta en finalidades de formación profesional

1
La comunidad constituye el entorno social más concreto de existencia, actividad y desarrollo del hombre.
En sentido general, se entiende como comunidad tanto el lugar donde el individuo fija su residencia como
a las personas que conviven en ese lugar y a las relaciones que se establecen entre todas ellas. En el
desarrollo de la formación profesional y vida comunitaria con independencia del contexto en que se
desarrolle, siempre debe lograrse una armónica y equilibrada relación entre el hombre y la naturaleza, el
hombre y la sociedad y entre el hombre con el cosmos vivo.
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Técnica y Tecnológica, portadores del acervo cultural y científico de su comunidad y de los


avances científico-técnicos de la época en que vive.

Ello supone que el currículo de la formación profesional, propicie en los estudiantes el desarrollo
de la sensibilidad ante los problemas de su entorno social comunitaria, la capacidad de
identificarlos, de buscar soluciones a los mismos, de transformar la realidad en el sentido del
progreso armónico y equilibrado, de auto superación permanente y disposición de contribuir a
la superación y desarrollo de los demás. Desde la perspectiva, para el diseño y desarrollo
curricular tales finalidades constituyen un reto.

El proyecto curricular no se puede limitar a declarar, ambiciosos objetivos, que no siempre se


sabe si llegan y cómo, a realizarse. Tiene que prever el modo de lograrlos, a través de la selección
y desarrollo de ese acervo cultural que van a formar parte del proceso formativo pertinente con
tales finalidades. Al contextualizar el fundamento sociológico de la formación profesional que
se necesita desarrollar, es necesario tener en cuenta aspectos tales como:

 El proceso de reafirmación y desarrollo de los saberes, conocimientos y tecnologías


ancestrales, en particular de las naciones indígenas originarias.
 El desarrollo de idiomas originarios como expresión genuina del rescate y reconstitución
de las identidades nacionales.
 El desarrollo de la cultura comunitaria, como contexto privilegiada para el desarrollo del
proceso formativo.
 El proceso de incorporación, enriquecimiento y desarrollo de todas las manifestaciones
culturales de cada contexto geográfico, social, cultural, económico y lingüístico del país.
 El proceso actual de transformaciones que vive el país a partir del ascenso al poder de
las organizaciones sociales otrora excluidos.

En correspondencia con el sentido filosófico y sociológico que se asume es necesario definir qué
tipo de hombre se quiere formar y/o de qué clase de sujetos se va a construir2, a través del
actual currículo, se lo debe caracterizar por:

 Asumir el compromiso con la Revolución Democrática y Cultural, la Madre Tierra,


identificados con la sociedad, la identidad y/o su pueblo traducidos en un agente
transformador de la realidad actual.
 Poseer una cultura básica general e integral, que le permita una comprensión crítico–
reflexiva de los procesos socioeconómicos, políticos y culturales de su entorno
sociocomunitario y universal. Debe actuar como agente transformador de la realidad
actual en beneficio de toda la sociedad y en particular de su comunidad para demostrar
su especialidad en la producción, con aspiraciones colectivas de justicia, libertad y
bienestar social, actitudes y aptitudes investigativas de los saberes, ciencia y tecnología
del más alto nivel.
 Asumir el trabajo como una necesidad vital del ser humano, como realización de la
sociedad y como eje vertebrador del proceso social y educativo, porque el hombre que
trabaja es un ciudadano propositivo, productivo para su existencia y en correspondencia

2
Prada Alcoreza, Raúl: es Sociólogo, docente e investigador, fue Viceministro de Planificación
Estratégica del Estado y ex asambleísta. Se desempeñó como coordinador del Doctorado en
Epistemología de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno e integrante del colectivo de
investigación COMUNA. Participó como expositor en el Seminario - Taller “Hacia la transformación de la
formación docente desde la perspectiva de descolonización de la educación”, realizado el 9 de junio de
2006 en la ciudad de La Paz.
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con el entorno, que significa aprender a vivir en equilibrio, armonía, complementaria y


recíproco del hombre con el cosmos, con la Madre Tierra, con la comunidad, con la
sociedad e institucionalidad donde se garanticen y orienten el desarrollo
socioeconómico productivo para Vivir Bien.
 Poseer valores éticos, morales y cívico–ciudadanos que le permitan desarrollar sus
relaciones interpersonales y social–comunitarias bajo el respeto a la dignidad humana,
reconstitución de los saberes y conocimiento ancestrales, libre de la discriminación
racial, étnica, cultural, de género y de todo tipo, en otras palabras, “nadie es más ni
menos, sino todos somos iguales, en condiciones y capacidades” para la construcción
de una sociedad con justicia social, que respete, conserve y preserve los recursos
naturales. Es decir, en las exigencias del trabajo: la responsabilidad, la solidaridad, la
reciprocidad, la complementariedad, la honestidad, la perseverancia, la resistencia (más
espiritual que física), el equilibrio y los principios de la sociedad plural ama qhilla (no
seas flojo), ama llulla (no seas mentiroso), ama suwa (ni seas ladrón) son las condiciones
formales de la conducta moral.

Fundamento epistemológico

La epistemología contemporánea se entiende como teoría y crítica del conocimiento y sus usos
sociales; como una discusión sobre los procesos de producción, transferencia, difusión y
aplicación de conocimientos y sus interrelaciones, vistos como procesos sociales. Desde esta
perspectiva el desarrollo de los conocimientos es una construcción social, un proceso histórico;
lo que permite entender la dimensión social de la ciencia. La ciencia hoy se concibe como
sistema de conocimientos acerca de las leyes de la naturaleza y la sociedad y como tal conforma
una parte sustancial de la concepción científica del mundo; se concibe, a su vez, como actividad
de producción, difusión y aplicación del conocimiento científico y como institución social. Los
cuatro aspectos son relevantes en la construcción curricular. La ciencia como sistema de
conocimientos sobre las leyes objetivas de la naturaleza y la sociedad constituye una de las
principales fuentes para la selección de saberes y conocimientos) de aprendizaje que se plasma
en los diseños curriculares. Por ello es tan importante en los diseños curriculares3 Dirección
General de Educación Superior Técnica, Tecnológica, Lingüistica y Artistica lares la definición de
criterios sobre la selección de contenidos programáticos, su estructuración, los modos de
reflejarlos en el aprendizaje; las dinámicas relaciones que se dan entre los campos científicos.

Otro importante aspecto relativo a los criterios de selección del contenido es el referido al
énfasis en lo general (esencial) o lo específico. Las demandas de formación de perfil amplio, con
posibilidades de orientación, reorientación y actualización en su campo profesional, de
aplicación y creación de nuevos conocimientos y soluciones a problemas de su entorno, requiere
el dominio de conocimientos esenciales que constituyen la base de objetos y fenómenos
particulares y permiten una mejor comprensión y manejo de los mismos. A su vez, favorecen la
actualización permanente del estudiante en el flujo constante de información científica, sin
sobrecargar los currículos de contenidos que, por demás, se hacen obsoletos con rapidez.

3
Prada Alcoreza, Raúl: es Sociólogo, docente e investigador, fue Viceministro de Planificación Estratégica
del Estado y ex asambleísta. Se desempeñó como coordinador del Doctorado en Epistemología de la
Universidad Autónoma Gabriel René Moreno e integrante del colectivo de investigación COMUNA.
Participó como expositor en el Seminario - Taller “Hacia la transformación de la formación docente desde
la perspectiva de descolonización de la educación”, realizado el 9 de junio de 2006 en la ciudad de La Paz.
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En el actual diseño curricular la selección de los contenidos programáticos hará énfasis en los
saberes y conocimientos esenciales que contribuirán a la reafirmación y reconstitución de toda
la cultura originaria, en particular de los pueblos originarios en estrecha integración con los
conocimientos más avanzados de la ciencia latinoamericana y universal.

Por otra parte, el desarrollo científico conlleva un proceso de integración de los conocimientos,
de interpenetración conceptual y metodológica de las áreas de saberes y conocimientos
científicas establecidas, que hace desaparecer sus límites y muestra una importante producción
de conocimientos en las zonas fronteras. Estas tendencias integradoras en la ciencia tienen su
reflejo curricular en la necesidad de asumir la interdisciplinar y transdisciplinarios de los
contenidos de aprendizaje y de las actividades que se realizan con fines formativos, como
condiciones necesarias para la preparación de estudiantes capaces de identificar y solucionar
problemas complejos en su labor profesional futura.

La ciencia como actividad de producción, difusión y aplicación del conocimiento se vincula en lo


curricular con el papel de la actividad investigativa como componente de la formación de los
estudiantes, con la correspondiente gradación según el nivel en que se trabaje.

El contenido de las distintas áreas de saberes y conocimientos que conforman el proyecto


curricular, la inclusión de tópicos relativos a la historia, la ciencia, unido al desarrollo de
actividades de investigación por los estudiantes, son en consecuencia, aspectos relevantes a
atender en el trabajo curricular a tal efecto. Los fundamentos científicos del diseño curricular
tienen su soporte fundamental en las Ciencias de la Educación. El nuevo currículo tiene que
concebir desde su diseño los espacios necesarios4 La educación técnica y tecnológica para
construir un Estado productivo ríos para la permanente actualización científica y técnica de los
contenidos curriculares en todos los niveles.

Por tanto, la educación para la producción trasciende y se convierte en sabiduría, que está más
allá del conocer sólo por conocer, o del saber sólo por saber. Es un educarse en la vida y para la
vida, es aprender produciendo – aprender haciendo; es la formación de profesionales con bases
científicas sólidas, como fuerza productiva, aplicada permanentemente a la vida, donde la
ciencia se transforma en institución social que garantiza el desarrollo y bienestar de la
colectividad. Dicho de una manera diferente, el conocimiento implica aprender a construir el
conocimiento desde nosotros mismos; no se trata de negar la pretensión de universalidad del
conocimiento, a partir de una postura relativista; se trata de proyectar una emancipación del
conocimiento en sentido de descubrir lo que encubre el conocimiento colonizador. En resumidas
cuentas, se tiene que desarrollar los saberes y conocimientos ancestrales en
complementariedad con los conocimientos universales “educación con raíces y antenas”. Es
decir, el hombre tal, como lo señalan L. S. Vigotsky, Foucault y Wallon “…la epistemología
envuelve el conocimiento sobre el hombre construido histórica y socialmente”. Además, implica

4
Calle Honorio, Jaime Mario: (2006): En la ponencia de la comisión de redacción de los lineamientos
curriculares del Sistema Educativo Plurinacional, se hizo mención que la currícula, más allá de ser sinónimo
de plan de estudios, pautas de estudio, selección, planeación y organización es metodológica, porque está
ligada con el proceso, secuencia, es sistemática, ordenada y metódica en el proceso formativo, en los
niveles, etapas o grados formativos para una educación integral; la científica significa que en el diseño
curricular es sustancial demostrar con datos estadísticos y numéricos sobre las deserciones, permanencias
y continuidades de los estudiantes a cursos superiores. Con ello se propone políticas educativas para
garantizar la culminación de los estudiantes en diferentes niveles. Finalmente es jurídica, toda propuesta
curricular se enmarca en leyes, decretos u otras normas que regulan la educación de un Estado.
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cambiar la educación terciarizada y de consumo, a una educación de construcción de ciencia y


tecnología para transformar la matriz productiva, en una relación de sujeto - sujeto.

Fundamento psicopedagógico (de la educación boliviana)5

El Currículo Base se fundamenta psicopedagógicamente en el aprendizaje comunitario, es


decir en un aprendizaje desde, en y para la comunidad; la comunidad es el nudo central a partir
del cual la formación y el aprendizaje tienen sentido y pertinencia. Se aprende dialógica y
creativamente, con un sentido comprometido y útil (ético) del conocimiento.

Metodológicamente podemos establecer que el aprendizaje comunitario se concretiza en


cuatro criterios de orientación metodológica:

Una educación en la práctica que se expresa en la experiencia (vivencial) y la


experimentación (contacto directo con la realidad). La primera, parte de las vivencias de las y
los involucrados en el proceso de enseñanza y aprendizaje, todos y todas empiezan una
formación desde y a partir de sus vivencias, así se conecta la educación con su cultura desde sus
experiencias.

La segunda, parte de un contacto directo con la realidad desde los diferentes campos de
saberes y conocimientos, para posibilitar el desarrollo y fortalecimiento de capacidades,
habilidades y destrezas en espacios concretos donde se desenvuelve lo cotidiano.

Una construcción teórica que reflexione, re-semantice, elabore, sistematice y organice


contenidos pertinentes y nuevos, a partir de las experiencias y la experimentación, susceptibles
y en proceso de generar un pensamiento teórico capaz de contribuir al proceso de
transformación de la realidad concreta. Un proceso valorador o de la valoración que, como
resultado del momento práctico y teórico, facilite la autoevaluación del desarrollo de las
capacidades, habilidades y destrezas aplicadas a la vida en cuanto a su uso y pertinencia.

La valoración, sin embargo, no está completa mientras no se vincule a la pertinencia


comunitaria, es decir que debe proyectarse su utilidad para el bien común, fortaleciendo
actitudes positivas hacia la transformación social, orientadas a una búsqueda de
complementariedad con la Madre Tierra (naturaleza) y el Cosmos.

La producción integra la práctica, la teoría y la valoración en actividades, procedimientos


técnicos y de operación en productos terminados, que muestren su pertinencia como parte
del sentido útil del conocimiento; generando bienes tangibles e intangibles.

Todos los anteriores momentos del proceso pedagógico convergen en la concreción de la


producción, donde se integran creativamente los saberes y conocimientos provenientes de
diferentes áreas y campos.

El momento de la producción enfatiza el carácter pertinente y por tanto creativo del


conocimiento como parte de una enseñanza desde lo concreto y útil para la comunidad. En
esta concepción, la Escuela-Familia-Comunidad-Estado, son instancias de interacción, una
condición necesaria para la configuración de los escenarios donde se desarrollan los procesos
educativos. Por ello, la educación en la vida, entendida en toda su amplitud, opera como un
centro transformador de los involucrados en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Por
tanto, los procesos educativos son de carácter práctico-teórico-valorativo-productivo, y se
desarrollan en espacios productivos de enseñanza y aprendizaje, constituidos en el aula,

5
http://www.idep.edu.co/revistas/index.php/educacion-y-ciudad/article/view/88/77
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talleres, laboratorios, gabinetes, campos deportivos, campos de producción y en el entorno


socio-comunitario en general. Estos espacios se integran y complementan a partir de un
sentido básico de desarrollo de iniciativas, esfuerzo, sociabilidad y responsabilidad, donde el
trabajo productivo es una acción dinámica y creativa y no se reduce a una experiencia mecánica,
técnica y utilitarista.

Fundamento ideológico-político-descolonizador

La organización de una currícula productiva implica la formación de un especialista que debe


tener un pensamiento descolonizador, que “(...) busca desmontar las estructuras y relaciones
de dominación y explotación, que organizan las sociedades y culturas, en una serie de relaciones
de jerarquía con base en diferencias coloniales, patriarcales y de clase, etc.” (Mokrani, 2010). Es
decir, “(...) incentivar la eliminación de prácticas basadas en el señorialismo, patrimonialismo,
patriarcalismo, racismo y burocratismo” (Choque C. R. 2010). Por otro lado, la descolonización
de la educación supone no perder la perspectiva universalista y no caer en una cuestión de
identidad cultural o limitada a aspectos lingüísticos secantes y contradictorios que imposibiliten
el diálogo, sino como proceso de liberación mental, sentimental y productiva (material e
intelectual) que permita el cambio y el ascenso social de los que nunca tuvieron la oportunidad
de acceso a una formación tecnológica para el repunte de su economía regional y familiar. De
esta forma podrán tener la posibilidad de la libre determinación de constituir industrias de
transformación del patrimonio natural en su contexto comunitario. Dicho de una manera
diferente, implica aprender a construir el conocimiento desde nosotros mismos.

Los fundamentos de la salud en el Estado Plurinacional de Bolivia son:

ALVARO

Un modelo de atención, es el diseño de la forma óptima en que se organizan los recursos


materiales y humanos en un sistema de salud; niveles de atención; perfil de competencias, etc.,
con el objeto de contribuir al mayor nivel de salud de las personas.

También se refiere a las características, valores y principios, tipo, estructura y combinación de


servicios de salud que se ofrecen en un país.

Los modelos de atención son “integrales”, cuando el conjunto de acciones de promoción,


prevención, curación, paliativo y rehabilitación, que son desarrolladas por el sistema de salud, a
través de actividades sobre el ambiente, los determinantes sociales, las poblaciones y las
personas, están orientadas a promover, proveer y facilitar una atención eficaz, oportuna,
eficiente y de calidad a las personas, considerando su integridad física, psíquica y social, así como
los aspectos propios de la diversidad cultural, de género y de etnia, a lo largo de todo el ciclo
vital.

Los modelos de atención ideales son “centrados en las personas”, cuando las actividades
desarrolladas por el sistema de salud tienen como eje a las personas y entiende a la salud como
un derecho humano esencial y universal. Son “en red o en redes integradas”, cuando un país –
especialmente cuando los sistemas son segmentados y fragmentados- hace arreglos para que
diversos actores o subsistemas se articulen, y presten servicios de salud equitativos e integrales
a una población definida, de manera colaborativa, compartiendo objetivos, reglas y normas
comunes, rindiendo cuentas por sus resultados clínicos y económicos y por el estado de salud y
bienestar de la población a la que sirven.
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En el mes de septiembre de 1978, en Alma Ata, se realizó la Conferencia Internacional de


Atención Primaria de Salud (APS), expresándose la necesidad de una acción urgente por parte
de todos los gobiernos, los profesionales sanitarios y los implicados en el desarrollo; y por parte
de la comunidad internacional, con el fin de proteger y promover la salud para todas las
personas del mundo, estableciendo la Declaración de Alma Ata. En esta declaración se describe
que la APS debe entenderse como parte integrante del sistema completo de asistencia sanitaria,
teniendo que incorporar la promoción, la prevención, el tratamiento, la rehabilitación y además
a otros sectores de la vida nacional; y privilegiar la más alta participación de las personas y de
las comunidades, fomentando la responsabilidad en el cuidado de su salud, promoviendo el
trabajo en equipo e instando al uso más eficiente de los recursos disponibles. Se considera que
la atención primaria de salud es parte del espíritu de justicia social del desarrollo de los países.

Posterior al reconocimiento de la APS como un componente fundamental de un sistema de salud


efectivo, se desplegaron diversas experiencias en países desarrollados y en vías de desarrollo,
demostrando que esta estrategia puede adaptarse a una amplia variedad de contextos políticos,
sociales, culturales y económicos. Sin embargo, luego de 25 años de práctica, la Organización
Panamericana de la Salud (OPS), sugiere la revisión de esta estrategia con el objetivo de que
refleje mejor las necesidades contemporáneas en materia de salud y de desarrollo de la
población.

Las razones que justificaron la adopción de una estrategia renovada para la APS, consistieron en
los nuevos desafíos demográficos, sociales, epidemiológicos y ambientales, el desarrollo de
conocimientos e instrumentos sobre mejores prácticas y su contribución en la efectividad de la
atención primaria, además del reconocimiento de que la APS es una estrategia para fortalecer
la capacidad de la sociedad y reducir las inequidades en salud. Incluso, se considera que un
enfoque renovado de la APS es una condición esencial para cumplir con los objetivos de
desarrollo sostenible, así como para abordar los determinantes sociales de la salud y alcanzar el
nivel de salud más alto posible para todos.

La posición que plantea la OPS considera que la renovación de la APS debe ser parte integral del
desarrollo de los sistemas de salud y que los sistemas de salud basados en la APS son la
estrategia más adecuada para promover mejoras equitativas y sostenibles en la salud de los
pueblos de las Américas. El documento de la “Renovación de la Atención Primaria de Salud”
explicita como objetivo último obtener resultados sostenibles de salud y bienestar para todos.

Esta posición, se ha visto reforzada recientemente por el consenso alcanzado en las américas en
el año 2014, cuando en la resolución del Cuerpo Directivo sobre la estrategia para acceso y
cobertura universales a la salud, se señala que, “los modelos de atención a menudo no
responden de manera adecuada a las necesidades diferenciadas de salud de las personas y las
comunidades. El modelo de atención predominante en algunos países está basado en la
atención episódica de condiciones agudas en centros hospitalarios, a menudo con uso excesivo
de tecnologías y médicos especialistas. Las inversiones y reformas de los sistemas de salud no
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siempre se han dirigido a los nuevos desafíos ni se ha logrado la incorporación adecuada de


nuevas tecnologías e innovación en la gestión y la prestación de los servicios”.

Dice que “la capacidad resolutiva y la articulación de los servicios, en especial los relativos al
primer nivel de atención, son limitadas y no responden a las necesidades emergentes en materia
de salud, en especial las necesidades cada vez mayores de una población que envejece y el
aumento de la carga de las enfermedades no transmisibles en toda la Región”. A su vez define
que “el acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud implican que todas las
personas y las comunidades tengan acceso, sin discriminación alguna, a servicios integrales de
salud, adecuados, oportunos, de calidad, determinados a nivel nacional, de acuerdo con las
necesidades, así como a medicamentos de calidad, seguros, eficaces y asequibles, a la vez que
se asegura que el uso de esos servicios no expone a los usuarios a dificultades financieras, en
particular los grupos en situación de vulnerabilidad”.

La Salud Familiar Comunitaria Intercultural (SAFCI) se constituye en la nueva forma de sentir,


pensar, comprender y hacer la salud, que involucra, vincula y articula a los médicos académicos
y tradicionales con la persona, familia, comunidad y sus organizaciones en los ámbitos de gestión
y atención de la salud, es la política pública oficial del Ministerio de Salud que orienta el
desarrollo de sus diferentes acciones.

La SAFCI reconoce y fortalece las formas organizativas de la población (Ayllus, Tentas, Markas,
Capitanías, cabildos indí- genas, sindicatos, Juntas Vecinales, Tierras Comunitarias de Origen,
autonomías correspondientes) que le permiten interactuar con el servicio de salud en la toma
de decisiones sobre la planificación, ejecución, administración y seguimiento-control social de
las acciones de salud y el abordaje de las determinantes: educación, tierra, territorio, agua,
producción, vivienda, justicia, defensa y otras, mediante la imprescindible participación
intersectorial.

La SAFCI cuenta con un enfoque familiar porque se constituye en el nexo entre los servicios de
salud con las familias de la comunidad o barrio, a partir de la realización de visitas familiares, en
las que se desarrollan procesos de promoción de la salud, prevención, control, tratamiento y
rehabilitación de la enfermedad. Al contar con la suficiente capacidad resolutiva e instalada, el
servicio se responsabiliza de un número determinado de familias.

La SAFCI cuenta con un enfoque intercultural porque reconoce, acepta y valora los saberes,
conocimientos y prácticas de la población y de los médicos tradicionales, los PIOCs y
afrobolivianos, por lo que busca articular, complementar y reciprocar las capacidades de todos
estos actores.

b. Objetivo: General y Específicos.

Los programas educativos responden a aspiraciones y proyecciones que se consideran como


categoría rectora de todo proceso, a ello se denomina “Objetivos”.

Esta categoría se divide en dos tipos de objetivos, el objetivo general y los objetivos específicos.

b.1. Objetivo General


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El objetivo general, es la aspiración, el propósito, el fin, el resultado a alcanzar, el para que se


desarrolla el proceso de formación profesional, la suposición a la resolución de los problemas
profesionales detectados en el estudio de contexto o diagnóstico.

b.2. Objetivos específicos.

Estructura de un objetivo

Formulación de un objetivo

Ejemplos de formulación de objetivos

c. Perfil Profesional.
d. Carrera, Nivel de Formación, Régimen de Estudio, Carga Horaria, Tiempo de
Estudio, Requisitos de Admisión, Denominación del Título Profesional.
e. Malla Curricular.
f. Plan de Estudio.
g. Contenidos analíticos (por asignatura)
h. Sistemas de evaluación.
i. Bibliografía Básica y Complementaria (detallada según normas APA, Harvard o
Chicago).

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