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Pero parece claro que, siendo que la ART no “indemniza” en sentido estricto,
no estamos frente a una acción de naturaleza subrogatoria, sino que el
legislador ha decidido crear una acción directa en cabeza de la ART 9. La
pregunta es porqué lo hizo.
Por otro lado rigen también en los seguros sociales esas normas de técnica
asegurativa, ligadas al principio de la repartición mutualística de riesgos y
costos, que mencionábamos más arriba, citando a Stiglitz. De allí que sea
absolutamente razonable y justificado que el legislador busque la disminución
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LRT, artículo 16 inc. 3º
9
Conforme Bolado, Guillermo “Jurisprudencia actual sobre Acciones de Recupero de las ART”. Revista
Informe Asegurador, 2º quincena de Diciembre de 2002, páginas 10, 12 y 13.
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En materia de seguridad social se suele distinguir el enfoque de Lord Beveridge con el enfoque de
Bismarck. El primero abogaba prestaciones universales, a todos los habitantes de un Estado, financiado con
impuestos provenientes de rentas generales. El segundo apuntaba más a un financiamiento ligado a la
prestación laboral, con contribuciones de los patrones y de los trabajadores. En mi opinión, en definitiva
ambos sistemas, en sentido amplio, al allegar recursos a través de contribuciones compulsivas que son
obligatorias para toda la población o sectores significativos de ellas, terminan recayendo, finalmente sobre los
precios que todos pagan.
del costo de este subsistema de la seguridad social, imponiendo al tercero
responsable de un daño, la reparación del mismo y habilitando a la ART a
perseguirlo en la medida del valor de las prestaciones abonadas, otorgadas o
contratadas. Paralelamente es justo también que el trabajador que obtiene una
“ventaja” con las prestaciones de la ART, las que son financiadas por
impuestos que él no ha pagado en forma directa, deba deducir de su reclamo
aquellos conceptos por los cuales ya ha percibido un beneficio.
Pero la ley da una acción directa también por el valor de las prestaciones
“otorgadas o contratadas”, aunque no estén abonadas. Ahora bien, las
prestaciones debidas están determinadas en la ley: son prestaciones en especie
y prestaciones dinerarias. Las prestaciones en especie consisten básicamente
en la asistencia médica y farmacéutica y son debidas hasta el alta o la
desaparición de los síntomas incapacitantes, lo que en la práctica puede
suceder recién, en algunos casos cuando ocurre el fallecimiento del
trabajador.12 Pensemos en el caso de un trabajador cuadripléjico, total y
definitivamente incapacitado. Obviamente las prestaciones se irán abonando a
lo largo de muchos años, pero han sido otorgadas por la ART desde el
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Como vimos Halperín niega este argumento porque afirma que el asegurador no es un tercero “no
interesado”, como dice la norma del Código Civil, ya que paga una deuda propia nacida del contrato de
seguros. En realidad en la relación ART-trabajador este argumento es replicable con la salvedad de decir que
la ART paga una deuda propia nacida del régimen de seguridad social en el cual es la obligada al pago de las
prestaciones como gestora del sistema.
12
LRT artículo 20.
momento que reconoció el accidente como laboral y la incapacidad resultante.
La ART podrá calcular cuál es el valor presente de las prestaciones futuras y
recuperarlas del tercero responsable13. También puede, no ya estimar, sino
calcular exactamente el valor de las prestaciones dinerarias que deban ser
abonadas puesto que las mismas son fijadas por la ley sin margen a la
discrecionalidad.14
13
Este cálculo deberá tener en cuenta, dado el carácter de la invalidez, la posibilidad de supervivencia del
afectado, el costo de las prestaciones médicas, alguna previsión por aumento de costos por innovaciones
tecnológicas futuras o inflación de costos médicos, etc. Es decir que, en el avalúo del daño, tendrán que
intervenir peritos médicos y actuarios. Por otro lado la ART debería llevar un reserva por los futuros casos
médicos o probablemente lo ha estimado a los efectos de las reservas del reasegurador. El monto reclamado
no debería superar el monto reservado ya que la reserva debería expresar el valor actual de las prestaciones
futuras. Eso sí la reserva bruta, no neta de reaseguro, ya que la ART debe reintegrar a su reasegurador la
proporción recuperada que está a cargo de éste.
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LRT Capítulo IV.
15
Esta cuestión no se presenta en seguros patrimoniales ya que el art. 80 de la L.S. expresamente le prohíbe al
asegurador ejercer el derecho acordado en perjuicio de su asegurado.
Como la acción de la ART es directa, y no fruto de subrogación alguna, debe
proceder aún cuando el tercero demuestre que ha extinguido su deuda con el
trabajador sin haber deducido lo pagado, reconocido o contratado por la ART
y en ignorancia de que tal derecho existía.
Y esto debe ser así aún cuando la ART hubiese omitido hacer saber al tercero
de la existencia de la afiliación del empleador y del derecho de la víctima a
recibir las prestaciones que acuerda la LRT, simplemente porque los derechos
otorgados por el sistema de Riesgos del Trabajo son otorgados a todos los
trabajadores en relación de dependencia sin excepción16. Es decir que, el
derecho a las prestaciones de ART de un trabajador que es víctima de un
tercero con motivo o en ocasión del trabajo es cierto. A contrario de lo que
sucede con otras deudas de responsabilidad civil que pueden o no estar
cubiertas por un asegurador, en este caso, como la cobertura del trabajador
existe y es irrenunciable, no puede alegarse ignorancia por parte del tercero
responsable. Lo único que podrá ignorar es cuál es la ART, si la empresa
estaba autoasegurada o si era su propia ART por no haber afiliación o por
haber caducado la misma por falta de pago17.
Como la LRT dice que el tercero deducirá el valor de las prestaciones del
régimen de RT que la víctima haya percibido o deba percibir, si el tercero
responsable o su asegurador pagan sin deducirlas, pagará mal y se expone a
pagar dos veces.
16
Salvo los trabajadores domésticos mientras siga pendiente la reglamentación correspondiente. LRT artículo
2.
17
Ver al respecto el comentario a fallo del autor en esta misma colección “Una decisión correcta, aunque con
fundamentos cuestionables”, Lexis Nexis Laboral y Previsional, número 2, página 159
18
Stiglitz, Rubén S. Op. cit. Tomo II, pág 503 y jurisprudencia citada en nota 108.
Sociales y a las Compañías de Seguro que cubren el Seguro de Fallecimiento e
Invalidez del artículo 99 de la Ley 24.241.
Admitir estos recuperos por parte de los entes gestores de las prestaciones
permitirá a los mismos disminuir los costos del sistema que paga el resto de la
sociedad.