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El estilo de vida

matrimonial y familiar católico


para la generación Millenial
de la sociedad mexicalense
Anteproyecto de Investigación

MCFC. Francisco Javier Godínez Maldonado

Medición, Investigación e Innovación Educativa

Fecha de entrega: 5 de febrero de 2018

ME. Claudia Gómez Moctezuma


El estilo de vida matrimonial y familiar católico
para la generación Millennial de la sociedad mexicalense

Introducción
Matrimonio y familia son instituciones que han permanecido por generaciones de forma
inmemorial en la historia de la humanidad, por no decir desde siempre. Estas instituciones
han permanecido adaptándose a las nuevas realidades de cada edad y cada latitud. La familia
y el matrimonio son unidades complejas y realidades dinámicas; su comprensión y estudio
se hace mediante la consideración de sus transformaciones, como proceso y proyecto.

La familia ha despertado gran interés en el campo de la sociología, y la aparición de las


nuevas generaciones germina proyecciones y expectativas de los investigadores.
Curiosamente no solo los sociólogos se han interesado en el fenómeno, sino los
mercadólogos quienes han tomado la delantera desde el hábito del consumo y la satisfacción.

Nos encontramos en un proceso de cambio de época, expresado en múltiples


acontecimientos por todo el mundo, que involucran diversos ámbitos, entre los que
involucra a la estructura familiar. El matrimonio ha sido reconocido como un derecho
fundamental para todos los seres humanos sin distinción; a la vez, de la discusión de su
naturaleza jurídica como institución y contrato; siendo que esta última —en concatenación
con diversos factores surgidos de la globalización— ha legitimado prácticas matrimoniales
deshonestas, como ocurre con los matrimonios por complacencia. Tales factores
discordantes a la naturaleza matrimonial resultan a la vez de posturas jurídicas subjetivas
imprecisas, lo que nos obliga a realizar un breve análisis y reflexión sobre cuáles son los
valores que sustentan y pueden permitir la permanencia del matrimonio y sus fines en el
siglo XXI. (Magallón, 2013).

Planteamiento
La generación del milenio corresponde a todos los jóvenes que a partir del año 2000 han
llegado a la vida adulta, lo que representa un grupo bastante numeroso y mayormente
económicamente activo. Estos llamados “millennials” han crecido en una época de
prosperidad económica, con la oportunidad de desarrollar otras preocupaciones más
profundas como su identidad, gustos y expectativas, convirtiéndolos en personas optimistas,
narcisistas, orientadas a la felicidad y acostumbrados a la “customización” (a la medida).

Su manera tan particular de ver la vida ha cambiado al mundo que los rodea, y la escena
nupcial y el ámbito familiar no son la excepción.
Los fenómenos de separación, divorcio, familias reconstituidas, familias muégano, entre
otros, han estado ampliamente presentes en la crianza de la generación del milenio, lo que
los hace vulnerables a vivirlo en carne propia y repetir el patrón de la vida familiar de origen,
o bien, tener una postura muy particular sobre la institución matrimonial y familiar.

Mexicali, como ciudad fronteriza y considerada “de paso” está constituida por personas de
diversos estados de la República Mexicana y de los Estados Unidos de América.
Esta situación amplia la visión de los pobladores, haciéndola peculiar.

Objetivo

El objetivo de esta investigación es comprobar y delimitar la disposición de la población


católica mexicalense de la generación Millennial al matrimonio sacramental, y la influencia
de las creencias, costumbres y tradiciones como propulsores a la vida familiar cristiana.

Justificación

Esta investigación puede dar como beneficio una atención más cercana a las necesidades de
la población católica mexicalense de la generación Millennial en los procesos de
discernimiento, acompañamiento e intervención en la celebración del Sacramento del
Matrimonio y estilo de vida familiar cristiana.

Puede reducirse así el número de matrimonios celebrados con graves defectos o vicios en el
consentimiento de los contrayentes, en cuyo caso derivan en conflictos en la vida familiar.

Puede contribuir a mejor la calidad de la vida familiar y conyugal al promover el respeto,


libertad, confianza, diálogo y unidad de los esposos, y por ende en la familia.

Puede favorecer la comprensión de la familia como el ámbito natural donde la persona


merece nacer, crecer, desarrollarse, vivir y morir como persona.

Preguntas de investigación

¿Cómo favorecer un proceso de discernimiento, acompañamiento e intervención a la


celebración del matrimonio sacramental que responda a las necesidades de la población
católica mexicalense de la generación Millennial?

¿Cómo vivir la felicidad conyugal del matrimonio sacramental en las nuevas generaciones?
Marco teórico
Según un estudio de ManpowerGroup, llamado Las carreras de los Millennials: visión
20201, los millennials están preparados para trabajar hasta muy entrados en edad e incluso
hasta la muerte. Además, priorizan la seguridad en el trabajo y la oportunidad de nuevos
retos y tipos de trabajo. El 36% espera hacerlo hasta después de los 65 años, 19% se proyecta
trabajando después de cumplir los 70, y 8% dice que lo hará hasta el día de su muerte, según
datos del estudio. Destaca que los millennials priorizan tres cosas a la hora de elegir dónde
y cómo trabajar: dinero (95%), oportunidades de promoción (93%) y beneficios (91%).
También valoran las vacaciones y el tiempo libre, un ambiente de trabajo flexible y la
posibilidad de desarrollar nuevas habilidades. Así mismo, están trabajando durante
periodos más largos y más duro que generaciones previas. El 79% afirma que lo hace durante
más de 40 horas a la semana, y más de una tercera parte por más de 50 horas. Un 42% tiene
al mismo tiempo dos o más puestos de trabajo pagado.

En lugar de un sólo trabajo para toda la vida, continúa el estudio, entienden la necesidad de
tener un continuo desarrollo de competencias en pro de que siga existiendo trabajo para
ellos. Un 80% ha incorporado el aprendizaje permanente y está dispuesto a invertir su
propio tiempo y/o dinero para capacitarse más. El reporte resalta la correlación positiva
entre el éxito de carrera de las personas (mayor educación, estar mejor preparados para el
empleo y mejor pagados) y su facilidad de aprendizaje. Esta generación quiere progreso.

Al mejorar su situación laboral como resultado de su esfuerzo laboral, también mejoran sus
condiciones de vida, cambiando por completo la forma en que manejan sus finanzas.
Esta generación ha crecido en un periodo de cambios muy rápidos, lo cual los ha llevado a
fijar prioridades y crearse expectativas muy diferentes de las de generaciones anteriores,
cambiando por completo la manera en que gastan frente a como se hacía hace algunos años.

Según un estudio realizado por Goldman Sachs2 en la población estadounidense, se pueden


identificar 5 rasgos financieros prioritarios en los millennial:

1. Vivienda. Cuando estos jóvenes entran a su etapa económica más productiva (a partir
de los 30 años) su negación por entrar al mundo de la compra de bienes inmuebles cambia.
Tan sólo de 2005 a 2010, el porcentaje de jóvenes entre 18 y 34 años que deciden quedarse
en casa de sus papás, incluso una vez que han formado parte de la fuerza laboral, pasó de

1
https://www.manpowergroup.com.mx/uploads/sliderhome/Millennials_Vision2020.pdf
2
http://www.goldmansachs.com/our-thinking/pages/millennials/
26.9% a 29.9%. Cada vez más jóvenes deciden no gastar en renta y permanecer viviendo con
sus padres para así ahorrar estos gastos y gastar en experiencias.

2. Matrimonio y vida personal. En la década de 1970, la edad promedio para casarse


era los 23 años, y para 2010 se ubicó en los 30. Para muchos, el matrimonio es un gasto que
puede esperar. Tan sólo de 1960 a 2010 el porcentaje de jóvenes entre 18 y 31 años casados
que viven en casa propia disminuyó un 50%: del 56% total de la población en el mismo rango
de edad en 1968 se redujo al 23% del total en 2012. Al día de hoy, solo el 70% considera el
matrimonio como una posibilidad y el 74% considera la posibilidad de tener hijos.

3. Acceso a cosas materiales. Tal como pasa con los bienes inmuebles, los jóvenes de
esta generación están optando por el acceso a bienes en lugar de la compra. El rechazo a
adquirir carros, música y bienes de lujo ha sido producto del uso de la tecnología para tener
acceso a música ilimitada con un pago mensual, un carro con un chofer a la puerta de su
casa, todo esto con el fin de evitar un compromiso mayor (como una compra) y de dar paso
a lo que llamamos “una economía compartida”. Los jóvenes no buscan ser dueños de cosas
materiales, pero sí vivir experiencias.

4. Uso de la tecnología. El uso de la tecnología ha transformado la manera en que los


jóvenes perciben las marcas; la posibilidad de comparar productos, precios y tener acceso a
comentarios de otros usuarios a través de plataformas tecnológicas les permite exigir una
mayor calidad en los productos al precio más conveniente. Para el año 2015, el 57% de los
millennials afirmó comparar precios y calidad de productos antes de adquirirlos.

5. Fitness. El bienestar es una actividad diaria. Los jóvenes se ejercitan más, comen mejor
e incluso en algunas culturas fuman menos. Utilizan apps para contabilizar sus rutinas y
plataformas para encontrar la comida más sana, y precisamente es este rubro al que están
más dispuestos a destinar sus ingresos. La definición de estar sano no sólo significa no estar
enfermo, sino un compromiso a comer más sano, ejercitarse más y reducir vicios. La
industria deportiva ha presentado un gran crecimiento en ventas a lo largo de los años; tan
sólo de 2009 a 2013 esta industria creció 11%.

Su estrecha relación con las marcas que consumen los hace leales siempre y cuando sigan
satisfaciendo sus estándares de calidad y de inmediatez, no saben esperar y menos en cuanto
a servicios de telefonía o internet se refiere.
Otras características de esta generación son su egocentrismo y su gusto por los elogios, y son
menos religiosos que generaciones pasadas. Ahora prefieren ser Youtubers, su ideología
política es más liberal, no conservan los mismos prejuicios que la generación anterior a ellos,
y otorgan mucha más importancia a la felicidad que al dinero, a diferencia de sus padres.

Como podemos observar, la generación Millennials tiene presente en su horizonte de


autorrealización el progreso laboral y el bienestar, dos líneas que pueden. Pareciera que la
apuesta a la estabilidad económica es un factor de gran peso para optar por el matrimonio.

Si partimos de un comparativo del número de los matrimonios civiles celebrados y el número


de divorcios realizados en el municipio de Mexicali, Baja California, podemos observar que
en los años en que se acentuó una crisis económica, la proporción entre matrimonios y
divorcios se reduce, mientras que en los años en que la situación económica es más
favorable, la brecha aumenta. A partir del año 2000, la nueva generación entra a formar
parte de la estadística.

8,000 25%

7,000
20%
6,000

5,000 15%
4,000

3,000 10%

2,000
5%
1,000

0 0%
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014
Matrimonios 6,6187,1027,0897,1016,7437,3837,1286,8846,4376,2285,9815,5556,0626,4946,5806,0126,5156,6196,6887,0506,846
Divorcios 781 381 403 428 408 341 684 923 1,0321,2251,3661,2951,081 832 865 785 808 1,1391,0631,114 677
Tasa 12% 5% 6% 6% 6% 5% 10% 13% 16% 20% 23% 23% 18% 13% 13% 13% 12% 17% 16% 16% 10%

Fuente: INEGI

Existe una relación compleja entre balance marital y auto-realización. Siguiendo la


investigación de María del Carmen Muñoz, “la mujer casada más auto-realizada es la que
proviene de un matrimonio satisfactorio y está orientada hacia el extremo "personas" del
continuo. No es posible sacar conclusiones similares para los hombres, ya que los resultados
no fueron significativos. Estudios futuros podrán comparar mujeres solteras con mujeres
casadas para determinar con más claridad la influencia del matrimonio en la
autorrealización, y viceversa. También para un futuro estudio se debe tomar el matrimonio
como unidad y no cada cónyuge por separado, para obtener un índice de balance marital de
la pareja”.3

Las mismas normas que deben respetarse en general para conseguir la dicha, han de
cumplirse también en el seno de la realidad conyugal. Más aún, como sugiere Leclercq, esas
leyes adquieren una particular relevancia en el matrimonio, justo por ser éste un recinto
donde la posible bienandanza, consecuencia del amor, encuentra una tierra especialmente
abonada. En este contexto se nos recuerda, por ejemplo: “Quizá en ningún otro terreno como
en el matrimonio se verifique más rigurosamente la ley de la vida moral que quiere que el
hombre no encuentre la felicidad más que con la condición de no buscarla, y que la
preocupación de la felicidad mate la felicidad”.

Por eso, precisamente, “si se contempla el matrimonio como una ‘máquina’ de fabricar
satisfacción”, mediante una búsqueda directa del propio contentamiento, se lo está
condenando al fracaso; pues, en cuanto no produzca la dicha perseguida, el artilugio “habrá
fallado y habrá que sustituirlo, como se reemplazaría cualquier otra máquina —un televisor,
un coche…— que no funcionase de modo satisfactorio. Pero, ¿es el matrimonio lo que ha
fracasado, o es el marido o la mujer, o los dos?…”, pregunta Burke. Respuesta inmediata:
“Hay que aprender a amar. Esa lección requiere tiempo, y puede resultar incluso más dura
cuando uno progresa. Pero si se persevera, se aprende”.4

Volvemos a encontrar la misma tesis que antes: el matrimonio genera satisfacción de forma
indirecta, por cuanto contribuye eficazmente al engrandecimiento personal de los cónyuges;
y puesto que ese cumplimiento se halla en estrecha dependencia del incremento y mejora
del cariño, el matrimonio sólo originará felicidad en la medida en que sus componentes
acrisolen y purifiquen, con exquisito mimo, el temple del amor mutuo: “El matrimonio está
‘pensado’ para hacer felices a las personas, a base de enseñarles a amar. La indisolubilidad
es sencillamente la regla de Dios para quienes están en aprendizaje de amor: no están
autorizados a abandonar el esfuerzo de amar aun cuando resulte costoso”.5

De resultado, tampoco en el matrimonio existe propiamente un derecho a ser felices.


Entender de esta manera la institución conyugal es una de las primeras causas de las

3
Muñoz de Fernández, María del Carmen; (1978). Satisfacción e insatisfacción matrimonial: influencia de los
factores de balance marital y de autorrealización. Revista Latinoamericana de Psicología. 349.
4
C. Burke. (1990). Felicidad y entrega en el Matrimonio. Madrid, España: RIALP. p. 80
5
T. Melendo (2003). Matrimonio y felicidad. Madrid, España: Palabra. p. 60.
frustraciones que hoy aquejan a quienes unen sus vidas para formar una familia (y lo que en
ocasiones lleva a buscar con otro o con otra, tras el rompimiento del primer compromiso, la
respuesta al «derecho» a ser feliz). Lo que el contrato matrimonial instaura, más bien, es la
obligación de amar al otro cónyuge y de entregarse a él plenamente. Aunque, como va
quedando claro, todo ello arrojará como saldo la satisfacción y la paz… con la condición de
que no se eluda la índole estrictamente consecuencial, de corolario, que compete a estas
realidades en relación al amor.

Lo sostiene, de manera clara y terminante, Jacques Leclercq: “Aprender a amar es aprender


a entregarse. El que se casa contrae la responsabilidad de la felicidad del otro. El marido
debe hacer la felicidad de su mujer; la mujer, la del marido. Los dos juntos tienen que
construir un hogar que sea el centro de atracción y de irradiación. Deben aprender a
olvidarse de sí en beneficio del otro y del hogar”.6

Y a esto añade dos puntualizaciones más pertinentes hoy, si cabe, que cuando fueron
escritas. La primera: “sólo el matrimonio permite al amor esta purificación, porque fuera del
matrimonio el amor conserva un punto de inquietud. El matrimonio suprime el temor a
perder al amado. No teniendo ya que pensar en sí, se puede pensar en el otro. En el amor
extraconyugal, el amante conserva, casi inevitablemente, el temor de que el ser amado le
abandone, y debe estar preocupado por defenderse”.7 Y después: “amar es entregarse, es
encontrar la felicidad en hacer a otro feliz; el verdadero amor se basa en el olvido de sí
mismo. Pero supone una contradicción, porque, al mismo tiempo, se ama porque se
encuentra la propia felicidad en el otro; es, pues, una tendencia natural a hacer del otro el
instrumento de nuestra felicidad. El amor oscila de uno mismo al otro”.8

Hipótesis

Se proyecta conocer si los procesos de discernimiento, acompañamiento e intervención a la


celebración del matrimonio sacramental producen cambios y variaciones en las creencias de
la población católica mexicalense de la generación Millennial que considera la vida familiar.

6
J. Leclercq (2009). El amor a las letras y el deseo de Dios. Salamanca, España: Sígueme. p. 102.
7
T. Melendo (2003). Matrimonio y felicidad. Madrid, España: Palabra. p. 61.
8
Idem.
Método de investigación

Se realizarán encuestas de forma individual a los novios próximos a casarse que asisten al
centro de formación cristiana, antes de iniciar el proceso de discernimiento, y se cotejará
con encuestas de forma individual al final el proceso.

Posteriormente se abrirá un diálogo abierto para que de forma individual expongan en grupo
su apreciación del proceso de discernimiento.

Al inicio del trámite formal del Matrimonio canónico se realizará una entrevista sobre los
motivos y disposiciones personales al matrimonio sacramental.

Área de estudio y materiales para la investigación

El área de estudio será la zona metropolitana de Mexicali en Centro de Orientación Familiar


de la Parroquia Inmaculada Concepción de María, en la que se rectificará si los procesos
actuales producen cambios en las creencias de los novios de la población Millenial próximos
al matrimonio sacramental.

Se utilizará un subsidio de Inventario Matrimonial, la Encuesta de Inicio de Curso, y


Encuesta de Cierre de Curso. Se llevará un registro detallado que se adjuntará con la
información obtenida de la Entrevista del Matrimonio canónico.

Procedimientos

Se procederá a llenar la solicitud de inscripción de los contrayentes y se les pedirá que


respondan individualmente el Inventario Matrimonial.

El primer día del Curso preparativo al Matrimonio, se realizará una dinámica de


presentación grupal rompe-hielo y posteriormente se les pedirá que llenen el formato de
Encuesta de Inicio de Curso. Una vez concluidas las sesiones del Curso preparativo al
Matrimonio, antes de las consideraciones finales, se les pedirá que llenen de forma
individual la Encuesta de Cierre de Curso.

Programación de actividades

Estas actividades tendrán una duración de 90 días, y se llevará a cabo en personas que se
encuentren en los parámetros señalados con anterioridad.
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