Sei sulla pagina 1di 2

INTRODUCCION

La palma aceitera africana es un cultivo en rápido crecimiento en el ámbito mundial. En 1976 la


superficie cultivada de palma aceitera no alcanzaba los 4 millones de hectáreas, en 1991 apenas
pasaba los 6 millones, mientras que para el año 2006 ya llegaba a los 15 millones de hectáreas.
Hasta 1995 áfrica lideraba la superficie cultivada en el mundo, pero desde entonces, Asia la ha
aumentado vertiginosamente pasando de aproximadamente 4 millones de hectáreas en 1996 a
cerca de 9 millones en el 2006.

De acuerdo con la FAO (2014), en el año 2012 se produjeron alrededor de 50 millones de


toneladas de aceite de palma en el mundo, cuatro veces más que las aproximadamente 13
millones de toneladas producidas 20 años atrás en 1992.

Los principales países productores en el año 2012 fueron Indonesia, Malasia, Tailandia y
Colombia. Ecuador fue el noveno productor más importante, mientras que el Perú ocupo el
decimosexto puesto en el ranking. La palma aceitera es un cultivo perenne que solo crece en zonas
tropicales. La mayor parte de la producción se encuentra en el Sudeste Asiático, principalmente
en Malasia e Indonesia. Sin embargo, la escasez de tierras en esa zona de Asia ha generado que la
industria se está expandiendo rápidamente en otras regiones, como África y América Latina.

La Amazonía reúne condiciones biofísicas adecuadas para el desarrollo de este cultivo, y ya existen
plantaciones en la Amazonía de Brasil3, Perú, Ecuador y Colombia. En una evaluación preliminar
(considerando temperatura, precipitación y suelos) sobre las áreas con cobertura boscosa aptas
para el cultivo de palma aceitera en el mundo. Estimaron que en Brasil, Perú, Colombia, Bolivia y
Ecuador, respectivamente, existen cerca de 228, 46, 42, 9 y 6 millones de hectáreas,
respectivamente, donde se la podría sembrar.

Entre los cinco países con mayor potencial para el desarrollo de la palma, según esos criterios,
figuran Brasil en el primer puesto, Perú en el cuarto y Colombia en el quinto, por encima incluso
del gigante en la producción de aceite de palma, Malasia.
Los monocultivos de palma aceitera en la Amazonía pueden ser un motor importante de
deforestación, en la medida en que las plantaciones, en la mayoría de los casos, reemplazan a
bosques, sobre todo primarios. Ello, además, contribuye substancialmente a las emisiones de
gases de efecto invernadero y a la pérdida de biodiversidad. Es posible, sin embargo, que estos
cultivos se instalen en zonas ya deforestadas y dedicadas a otros usos del suelo (como los
pastizales para ganadería), pero esto depende de la calidad de los suelos, ya que en la Amazonía
las tierras usadas para agricultura sin las tecnologías adecuadas tienden a degradarlas
rápidamente, volviéndolas poco atractivas para la industria de palma.

Potrebbero piacerti anche