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¿Cómo podemos ofrecer un diezmo completo en la actualidad?

Leamos Mal. 3:10. Seguramente hemos leído muchas veces este versículo; y
aunque estas palabras fueron dirigidas especialmente a los israelitas, quizás
pensemos que estas palabras ya no son aplicables en la actualidad. ¿Pero sabe?
Estas palabras si tienen un significado simbólico para nuestro tiempo.
El diezmo del que habla Malaquías era un mandato que estipulaba la ley mosaica y
se debía cumplir solamente una vez al año. El diezmo consistía en ofrecer una
décima parte del producto de la tierra, de los árboles frutales, de las vacadas, o
rebaños según fuera el caso; esto lo llevaban al santuario y se lo entregaban a los
levitas ya que ellos no tenían ninguna herencia en la tierra, sino que ellos estaban
dedicados al servicio del santuario. A su vez los levitas daban una décima parte de
lo que recibían al Sacerdocio Aarónico, ¿para qué? Para su sustento.
Así que el diezmo era de gran ayuda y contribuía para que los levitas continuaran
prestando servicio sagrado en el santuario.
Ahora, aunque la ley mosaica quedo anulada con la muerte de Jesús y ya no es un
requisito entregar la décima parte de todo lo que tenemos, si podemos ofrecer un
diezmo simbólico, Pero no representa dedicarnos por completo a Jehová. ¿Por
qué? Porque el diezmo se daba solo una vez al año y año tras año, mientras que la
dedicación se hace una sola vez en la vida y se simboliza con el bautismo. A partir
de ese momento todo lo que tenemos y todo lo que somos le pertenece a Jehová,
es decir, ya no vivimos para nosotros, sino que vivimos para El.
Pero, aun así, él nos deja escoger una porción de ello —un diezmo simbólico— para
usarlo en su servicio sagrado.
Ahora bien, ¿Cómo que pudiera ser ese diezmo simbólico? Entre otras cosas está
el de entregarle a Jehová todo lo que las circunstancias nos permitan y el corazón
nos impulse a dar; Por ejemplo, Nuestras ofrendas incluyen el tiempo, las energías
y los recursos que empleamos en la predicación del Reino y en la obra de hacer
discípulos. También incluyen asistir a las reuniones, visitar a hermanos enfermos o
mayores y apoyar económicamente la adoración verdadera.
Si hacemos esto cada uno de nosotros veremos cumplida la promesa de Jehová, ¿la
recuerda? Malaquías 3:10: Realmente derramara sobre nosotros un sinfín de
bendiciones.

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