Nombre y apellido del profesor: German Humberto Serrano Proaño
Nombre de la clase: Estrategia y marketing empresarial
Fecha: 26 de enero del 2018
¿Qué es estrategia? – Michael Porter
La estrategia debe estar dada en términos de ventaja competitiva sobre la competencia de
una empresa, tomando en cuenta un mercado altamente competitivo y en el que hay poca diferencia en sus productores, es decir que en este tipo de mercados las empresas suelen compartir procesos de fabricación y características técnicas, por lo tanto en el momento de encontrarnos como compradores vemos que las diferencia entre un producto y otro no son significativas, dando paso a que nuestro factor de decisión esté ligado a otras variables como el precio o las promociones. De acuerdo al artículo publicado por Michael Porter, el posicionamiento estratégico debe empezar desde ese liderazgo en producción para lograr crear valor desde la cadena de producción, así podremos ejecutar actividades similares con diferente resultado que atraiga de mejor manera a nuestro público.
La efectividad operacional no es estrategia
La estrategia suele confundirse con el término de efectividad operacional, que es todos esos procesos que tienen como fundamento la búsqueda de la calidad total en todo sentido, haciéndole así diferente de la estrategia en el término que no es sostenible ni fácilmente interpretable, de esta manera no logra ser efectivo para lograr competitividad en el mercado que actualmente se está desarrollando, en el que las ventajas competitivas de las empresas son fácilmente imitables y poco perdurables. Para conformar nuestra ventaja competitiva debemos tener en cuenta que no todo debe estar basado en la reducción de costos y optimización de los procesos con la innovación perdurable. La efectividad operacional se convierte en esa barrera de productividad que cada día se vuelve inalcanzable para algunas empresas, ya que esta nueva frontera es determinada por las nuevas máquinas, nuevos procesos de fabricación, nuevas materias primas y capacitación continuada de los empleados, pero se vuelve alcanzable si quién quiere hacer competencia tiene los recursos adecuados para igualar estas herramientas; por lo tanto el posicionamiento estratégico se convierte en esta nueva herramienta intangible que permitirá que nuestra compañía permanezca en el liderazgo por más tiempo; no importa el tamaño de la empresa, mientras se tenga esta ventaja competitiva le será más fácil seguir sobreviviendo en el mercado. Por lo tanto, la eficiencia operacional es necesaria pero no es suficiente para crear ese posicionamiento estratégico que es de vital importancia para las empresas para sobrevivir en este nuevo ámbito de mercado.
La estrategia se basa en procesos exclusivos
El posicionamiento estratégico es determinado por las ventajas únicas que ofrecen nuestra marca, lo cual permite que seamos reconocidos por el concepto que ofrecemos y que ningún otro de nuestra competencia puede adueñarse. Hay tres tipos de posicionamiento, cada uno en particular o la combinación de los mismos son los que demarcarán la estrategia de la compañía: los tipos de posicionamiento son: posicionamiento por variedad, posicionamiento por necesidades y posicionamiento por acceso, el primero es basado en un conjunto de bienes y servicios, el segundo de acuerdo a las necesidades de los clientes y por último, y que es un poco difícil de comprender, aquel que segmenta a los clientes que pueden ser atendidos con diferentes servicios, es decir que pueden tener necesidades similares pero la manera de satisfacerlos son diferentes; ahora basados en estos tipos de posicionamiento hay que recordar que hay que hacerlo de diferente forma a la competencia para que de esta manera podamos ser recordados.
Un posicionamiento estratégico que perdure requiere asumir determinaciones
Para obtener dicho posicionamiento, nuestra estrategia no solo debe ser diferenciadora, sino que debemos dedicarnos a ella de manera única; usualmente las empresas se dejan llevar por la avaricia y por lo tanto empiezan a dirigir sus esfuerzos a ocupar todo el mercado posible, ofreciendo sus productos a clases altas, bajas y medias distorsionando así el concepto que buscan comunicar. Si deseamos obtener éxito en nuestro posicionamiento estratégico no debemos sacrificar esfuerzos en mercados que no son de nuestro interés, así podremos dirigir todas nuestras fuerzas a satisfacer completamente las necesidades de nuestro público objetivo, eso sí antes de escoger a quien nos vamos a dirigir, asegurémonos de que sea el más grande y más rentable en la medida de lo posible. El buen balance conduce a la ventaja competitiva sostenible Cuando hablamos de efectividad operacional, remontamos a la consolidación de cada uno de los procesos realizados como un componente básico de toda organización, pero lo que realmente demarca el éxito es la estrategia, que busca crear un equilibrio en dichas actividades para obtener de manera más certera los objetivos planteados por la organización; lo que sucede cuando todas estas actividades interactúan entre sí dan permisividad que sea una cadena de reducción de costos mediante el apalancamiento de las actividades, por ejemplo la actividad A fue elaborada tan eficientemente que sus esfuerzos alcanzaron para la actividad B, por lo tanto esta última requiere de menos esfuerzos para ser realizada. En estrategia todo es un juego de integraciones, ya que son la base fundamental para que todas las actividades engranen de manera correcta para que puedan estructurar la generación de valor. Estas integraciones se clasifican en tres grupos fundamentales: a) La consistencia entre las actividades y la definición de la estrategia, b) Refuerzo de las actividades entre ellas mismas y c) La Excelencia por esfuerzo. La primer consiste en que las actividades deben ser desarrolladas en el entorno más conveniente y que tengan congruencia con los objetivos planteados; la segunda consiste en que todas las actividades se desarrollen en armonía para que pueda facilitar el flujo de materia, de productos y de información para la reducción de costos; por último, es la consecución de la eficiencia en cada uno de los procesos y en la unión de todos como tal.