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UNA MIRADA DENTRO DEL MUNDO DE LA ACADEMIA

ESTAFADORA1
El identificador de llamadas en el teléfono de mi oficina decía que el número era de Las Vegas,
pero cuando cogí el auricular escuché lo que parecía el sonido de fondo de un centro de llamadas
ocupado de trabajo en el exterior. El operador, "John", me preguntó si estaría interesado en asistir
a la XV Conferencia Mundial de Cardiología y Angiología en Filadelfia el mes siguiente.

"¿Tengo que ser médico?", dije, “porque no lo soy”. Recibí la llamada porque 20 minutos antes
había ingresado mi número de teléfono en un sitio web administrado por una compañía llamada
OMICS International en Hyderabad, India.

"Usted puede obtener la tarifa de estudiante. Con un 20%, el costo sería de $599”, respondió el
hombre. “La conferencia será en pocas semanas”, señalé. “¿Será suficiente tiempo para que el
trabajo académico que pienso llevar sea debidamente revisado?” (repito, no sé nada de
cardiología). Me respondió “sería aprobado en una ‘base expedita’ dentro de 24 horas”. Y me
preguntó qué tarjeta de crédito me gustaría usar.

Si parece que estaba a punto de ser estafado, es porque de verdad lo estaba. OMICS International
es líder en el creciente negocio del fraude de publicaciones académicas. Ha creado decenas de
"revistas científicas" que imitan la apariencia de las publicaciones académicas tradicionales, pero
sin la correspondiente autenticidad. Este año, la Comisión Federal de Comercio formalmente
acusó a OMICS de "engañar a académicos e investigadores sobre la naturaleza de sus
publicaciones y ocultar las tarifas de publicación que van desde cientos a miles de dólares".

OMICS también está en el negocio menos conocido de lo que podría llamarse “fraude de
conferencia”, que es lo que explica la llamada de John. Ambos esquemas explotan una debilidad
fundamental de la educación superior moderna: los académicos deben publicar para avanzar
profesionalmente, obtener mejores empleos o asegurar los que ya tienen. Incluso dentro de los
espacios de las academias respetables, la diferencia entre publicaciones y conferencias que son
auténticas y las que son falsas es mucho más confusa de lo que los académicos desearían admitir.

OMICS está en el otro extremo del espectro cuyos límites no son difusos sino clara y
definitivamente falso. Las conferencias académicas reales evalúan a los participantes potenciales
sometiendo los trabajos y las presentaciones propuestas a un riguroso proceso de revisión por
pares. Unas 15.000 personas asisten a la conferencia anual de la American Educational Research
Association, por ejemplo, y sólo un tercio de las propuestas presentadas son aceptadas.

En octubre, un profesor universitario de Nueva Zelanda presentó un documento a la "Conferencia


Internacional sobre Física Atómica y Nuclear" patrocinada por OMICS, que se celebró el mes
pasado en el Hilton Atlanta Airport. Se inscribió usando la función de autocompletar en su iPhone,
que produjo un abstract que comienza de la siguiente manera: "Física Atómica y no tendré el
mismo problema con una sección separada por un largo camino. Las armas nucleares no tendrán

1
Fuente: Kevin Carey (1916): A Peek Inside the Strange World of Fake Academia. Disponible:
https://www.nytimes.com/2016/12/29/upshot/fake-academe-looking-much-like-the-real-
thing.html. TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL: Dra. Acacia Hernández Rojas
que salir el mismo día después de mucho tiempo del año que agregó que las dos partes tendrán
los dos líderes para tomar el mismo camino para llevar a sus largos caminos de la misma como
habrán sido un buen lugar para pasar un buen rato en casa el frente unido y ella es un gran lugar
para pasar un buen rato."

El trabajo fue aceptado en tres horas.

Un empleado de OMICS que se identificó como Sam Dsouza dijo que los documentos de la
conferencia eran revisados por sus "expertos" dentro de las 24 horas siguientes a la presentación.
No pudo proporcionar una lista de sus revisores ni de las credenciales de éstos.

Habiendo prescindido de los estándares académicos, OMICS hace dinero en volumen. El 1 y 2 de


diciembre el "II Congreso Internacional de Neuroinmunología y Terapéutica", la "XIII Conferencia
Internacional sobre Vacunas, Terapéutica y Medicina del Viajero: Influenza y Enfermedades
Infecciosas" y la "Conferencia Internacional sobre Genética Clínica y Médica" se realizaron
simultáneamente en el Hilton Atlanta Airport.

Reunir varias conferencias truculentas en el mismo hotel es una práctica común, dice Jeffrey Beall,
un bibliotecario titulado de la Universidad de Colorado en Denver. Mantiene un sitio web para
identificar "editores académicos depredadores, de acceso abierto” que se disfrazan de revistas
académicas, pero que en realidad están en el negocio de difundir artículos sin valor y de explotar a
sus autores con cobros ocultos. “Usted sólo alquila un hotel, maquilla un nombre y permanece por
allí mientras todo el mundo está leyendo los artículos de los incautos", dice el Sr. Beall. Es dinero
fácil.

La lista del Sr. Beall, que desde el 2011 hasta ahora ha crecido de 18 a 923 editores, también
incluye una compañía británica llamada "Sociedad de Infonomía". Al igual que OMICS, publica una
serie de revistas, 17 en total, con títulos que suenan académicamente válidos como "International
Journal of Sustainable Energy Development". El Sr. Beall llama a Infonomics “Sociedad
académicamente impostora", que está "diseñada para generar tanto ingreso como sea posible".
Todas las 17 revistas están dirigidas por una sola persona llamada Charles Shoniregun, ubicado en
una modesta casa de ladrillos de dos pisos en los suburbios de Londres.

Infonomics también patrocina una serie de conferencias. Pero cuando examiné una de ellas, la
"Conferencia Mundial sobre Necesidades Educativas Especiales", o WCSNE, el cuento fue más
complejo de lo que yo esperaba.

Como muchos editores depredadores, el sitio web de Infonomics para WCSNE tiene una cierta
ensalada de palabras, una cierta propiedad sintáctica inglesa de canon tremolante, familiar a
quien está acostumbrado a leer un directorio de spam en su correo electrónico.. "La Sociedad de
Infonomía tiene una reputación establecida para promover la valoración de la investigación, lo
cual es apreciado por las comunidades de investigadores" –dice. “El WCSNE es gestionado por
Diseñadores de Políticas al que asisten "Formadores de Políticas y tomadores de decisión que se
preocupan profundamente por incorporar defensas creativas, innovadoras y rigurosas en las
prácticas de aprendizaje".

En W.C.S.N.E. las pautas de presentación de artículos advierten que todos los trabajos deben estar
estrictamente limitados a "un total de 4 a 6 páginas". Esto incluye todas las figuras, tablas y
referencias. Robert Kelchen, un profesor de educación superior en Seton Hall, dice que esto es una
señal de peligro. “Los documentos de investigación de educación suelen ser mucho más extensos,
señala. Las tablas y páginas de referencia por sí solas pueden ocupar el doble de espacio. Pero los
papeles cortos son más fáciles de empacar en una sola "revista académica".

El sitio web incluía una larga lista de "Miembros del Comité del Programa" con impresionantes
credenciales académicas, así como "oradores principales" para la siguiente conferencia, a
celebrarse en agosto en la Universidad de Temple, anfitrión del WCSNE, durante los últimos tres
años.

Pero cuando entré en contacto con los identificados como miembros del comité y los altavoces,
muchos inmediatamente respondieron que no tenían idea de que estaban en ese sitio Web y que
no tenían afiliación alguna con el WCSNE. Los oradores principales me dijeron que no eran nada de
eso. En el lapso de 24 horas de mis investigaciones, algunos retiraron sus nombres y biografías del
sitio y fueron reemplazados con una nota que decía ¡"Oradores principales por ser anunciados"!

Un portavoz de Temple, Hillel Hoffmann, dijo que la universidad condenó "la publicación
depredadora de acceso abierto" y dijo que no se había gastado dinero de la universidad en la
conferencia. Dijo que los alumnos con necesidades especiales de la comunidad, incluidos los
estudiantes de alfabetización de adultos, habían asistido a algunas partes de la conferencia y se
habían beneficiado de ella, pero ninguno había pagado para participar. Añadió que el WCSNE ya
no tendría lugar en la Universidad de Temple.

Richard Cooper, director de servicios para personas con discapacidad en Harcum College, una
institución privada de dos años en Filadelfia, ayudó a crear WCSNE, junto con el Sr. Shoniregun.
Dijo que no tenía ninguna participación en el proceso de selección de papers o en manejos
financieros de la conferencia, sino que simplemente servía como organizador, presentador y
maestro de ceremonias. Describió el asunto como una reunión mundial de académicos -muchos
de los cuales vivían en África- digna de estudiosos, muchos de los cuales viven en África y la India y
pagan cientos de dólares en honorarios por la conferencia a la que asisten.

Los trabajos presentados en las anteriores conferencias de la WCSNE no parecen haber sido
redactadas utilizando la función de autocompletar en un iPhone. En su mayoría describen
pequeños estudios cualitativos y encuestas que examinan ideas ya bien establecidas, incursionan
en pocas áreas nuevas y utilizan jergas estadísticas para hacer ver que sus hallazgos son más
complicados de lo que realmente son. Muy probablemente serían rechazados por la American
Educational Research Association. Pero también están dentro de los límites de lo que se publica en
muchas revistas científicas que, aunque no son de prestigio, nunca han sido consideradas como
fraude.

Barba Patton, profesor de educación en la Universidad de Houston-Victoria en Victoria, Tex.,


Defendió el WCSNE sin reserva. "He asistido a diez o quince de las conferencias en los Estados
Unidos, Canadá y en Europa", escribió por correo electrónico. "No me preocupa el sitio web.
Debes recordar que la conferencia llega a muchos que están usando el inglés británico en vez del
americano”.

El Sr. Shoniregun no respondió a los mensajes enviados a sus varias direcciones de correo
electrónico. Pero parece haber creado una especie de conferencia híbrida que combina las
sombrías prácticas de OMICS del mercadeo de la primicia en Internet con la desatención más
cotidiana al rigor académico que caracteriza a gran parte de la academia auténtica.

Tomemos el caso de la Sociedad de Estudios Sociales de la Ciencia, 4S (“Society for Social Studies
of Science, 4S”), que desde todo punto de vista es una organización legítima. Pues bien, este año,
Peter Dreier, presidente del departamento de Política Urbana y Medioambiental del Colegio
Occidental, describió cómo presentó a una conferencia internacional patrocinada por 4S una
ponencia llena de jergas altisonantes, de citas erróneas, de fallas de razonamiento y de numerosas
cantinfladas. La ponencia fue aceptada. "Tengo la esperanza de conocerlo en Tokio", le escribió el
organizador del panel.

Lucy Suchman, socióloga de la Universidad Lancaster de Gran Bretaña y presidenta de 4S,


reconoce que el proceso de revisión de abstracts no es "perfecto" y que ella debió haber
rechazado la ponencia de Mr. Dreier. Pero, señala, 4S revisa cientos de presentaciones cada año
bajo “la asunción de buena fe”. No se les habría ocurrido que alguien de la posición académica del
Sr. Dreier les hubiera tendido una "trampa tan desafortunada", dijo, enfatizando la alta calidad
que en general tienen las ponencias 4S.

Existen revistas y conferencias reales de prestigio en la educación superior que hacen cumplir y
defienden los más altos estándares de la academia. Pero también hay muchos más detentores de
un título de PH.D. que los que caben en un espacio para este tipo de publicaciones y todas esas
personas son de un modo u otro víctimas del sistema de "publicar o perecer" (“Publish or Perish”),
considerado como el sistema internacional de progreso académico. El sistema académico de
revistas y conferencias está sujeto a una evaluación externa irreal. Los estándares son lo que
caprichosamente dictaminan los académicos nombrados para esos cargos.

Por lo tanto, no es sorprendente que algunos académicos hayan decidido darse permiso mutuo
para acumular créditos de publicación en sus Currículos Académicos y gastar parte del
presupuesto departamental en viajes de vacaciones cortas. Tampoco es sorprendente que algunos
operadores astutos se hayan dado cuenta de que cuando los estándares son relajados y poco
controlados, entonces surgen ciertos beneficios saludables en las áreas grises de la academia.

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Corrección: 30 de diciembre de 2016

Un artículo publicado el jueves sobre el surgimiento de conferencias académicas fraudulentas


escribió mal el apellido de un portavoz de la Universidad de Temple que dijo que la "Conferencia
Mundial de Educación Especial", que había señalado por su aparente falta de rigor, ya no tendría
lugar en la Universidad. Él es Hillel Hoffmann, no Hoffman.

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