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I. Guía resumen primer semestre 2016: Filosofía.

Unidad 1: La Filosofía. Introducción.

Una de las cuestiones básicas que se ha planteado la filosofía desde que existe, es la de su propia
identidad. Ha habido épocas en las que se sobreentendía que era la auténtica forma de conocer, de
alcanzar la verdad y la esencia de las cosas. En otras, por el contrario, se la ha considerado como
algo superfluo, innecesario e improductivo o, en el mejor de los casos, como una terapia. También,
ha sentido la tentación de imitar otros modelos de conocimiento que parecían dar lugar a la
aparición de resultados aplicables a la mejora de las condiciones de vida del hombre: convertirse
en una ciencia. Esta situación justifica sobradamente la pregunta: ¿qué es filosofía?

“Primum vivere deinde philosophari” (primero vivir, luego filosofar)

La preocupación filosófica aparece en el momento en el que la vida está resuelta, cuando las
necesidades básicas están ya cubiertas (como dice el adagio en latín). Puede entonces el ser
humano atender a la “admiración”, que es la curiosidad que nace al contemplar las cosas no como
objeto de necesidad, sino como el escenario en el que se desarrolla la vida. Era este espíritu el que
motivaba a Pitágoras cuando afirmaba que él no era un sabio sino un amante de la sabiduría, (filo=
amor, amante / sofia= sabiduría) pues pretendía conocer; responder al asombro que le producían
las cosas. Pitágoras fue (dice la historia oficial) el primer hombre en acuñar el término “Filosofía”.
Si observamos en qué consiste la actividad de los filósofos, encontramos que no producen algo
“comercializable”; sus creaciones son palabras, discursos, orientaciones que, a veces, afectan y
exigen un compromiso, pero no cosas que puedan ser intercambiadas y valoradas en el mercado.
Esta actividad ni siquiera “produce” descubrimientos científicos aunque algunos filósofos hayan
contribuido eficazmente a ellos.

“Sapere aude” (atrévete a pensar)

La actitud filosófica consiste, tal y como ya hemos señalado, en una búsqueda del saber por sí
mismo, en un deseo de huir de la ignorancia y tomar como guía el uso de la propia razón, para
evitar así el peligro de aceptar como válida cualquier solución ofrecida desde fuera con el riesgo
del sometimiento o del fanatismo.
La verdadera actitud filosófica se expresa en el sapere aude kantiano, que invita a utilizar la propia
capacidad del pensamiento para salir de la “minoría de edad”. En el mundo del conocimiento la
minoría de edad es la ignorancia. Solamente el uso de la propia razón puede conducir a la
libertad, a la independencia del pensamiento y a no comulgar con cualquier tendencia. En este
sentido, la filosofía implica un espíritu crítico que, de alguna forma, se encuentra en toda persona,
ejerza o no de filósofo. La filosofía es, debe ser, una reflexión que lleve a repensar el mundo en el
que uno desarrolla su existencia.
Tiene razón K. Popper cuando afirma que todos los hombres y todas las mujeres son filósofos
porque su vida se desarrolla en un mundo ya pensado, que se acepta como un “prejuicio” desde el
que comprendemos el mundo, pero que debe ser reexaminado para no vivir en la inconsciencia de
aceptar lo dado como si fuese la verdad.

TEXTO 1:
“Todos los hombres y todas las mujeres son filósofos; o permítasenos decir, si ellos no son
conscientes de tener problemas filosóficos, tienen, en cualquier caso, prejuicios filosóficos.
La mayor parte de estos prejuicios son teorías que (los humanos) inconscientemente dan
por sentadas o que han absorbido de su ambiente intelectual o de la tradición.
Puesto que pocas de estas teorías son conscientemente sostenidas, constituyen prejuicios
en el sentido de que son sostenidas sin examen crítico, incluso a pesar de que puedan ser
de gran importancia para las acciones prácticas de la gente y para su vida entera.
Una justificación de la existencia de la filosofía profesional (aquella que se estudia en la
Universidad y permite ser filósofo o bien, profesor de filosofía) reside en el hecho de que
los hombres necesitan que haya quien examine críticamente estas extendidas e influyentes
teorías (…).
Toda filosofía debe partir de las dudosas y a menudo perniciosas concepciones del
sentido común acrítico. Su objetivo es el sentido común crítico e ilustrado: una concepción
más próxima a la verdad y con una influencia menos perniciosa sobre la vida humana”.

K. R. Popper: Cómo veo la filosofía.

La filosofía como superación del mito. Mito versus logos.

Antes que la filosofía existían las narraciones míticas, que también tratan de explicar la realidad,
el funcionamiento del mundo y su origen. Para ello recurren a lo que tenían delante: a lo que les
resulta más conocido para explicar lo desconocido. Esto justifica la utilización que hacen de las
imágenes, comparaciones y personificaciones para expresar los conocimientos. Frente a una
explicación basada en imágenes y comparaciones, la filosofía acude a una explicación en la que los
personajes son sustituidos por causas naturales, y “el sagrado tiempo originario”, es sustituido por
el “principio” (arjè) o elemento originario del que todo procede.
Este proceso de racionalización impone un nuevo modo de investigación: no se trata ya de buscar
fuera de las cosas al responsable de lo que existe, y de lo que ocurre, sino de indagar en las cosas
para hallar dentro de ellas su razón de ser y descubrir las leyes que rigen el mundo, lo que expulsa
de la filosofía lo misterioso, lo sobrenatural, para imponer un pensamiento racional que trata de
desvelar lo que hay en la propia estructura de lo real.

Mito, ciencia y filosofía.

Son múltiples las relaciones que podemos establecer entre estos tres conceptos. Cada uno de
ellos designa un modo peculiar de entender e interpretar la realidad. Por un lado, el mito y la
filosofía ofrecen respuestas últimas y radicales (universales) a las interrogantes fundamentales que
se plantea el ser humano. Tratan de llegar hasta el fondo mismo de las cuestiones. En esto difieren
de la ciencia, cuyo objeto son los fenómenos y sus causas inmediatas, pero no aquello que esta
“más allá” de los fenómenos.
Por otra parte, la filosofía y la ciencia constituyen modos racionales de investigar la realidad,
frente al mito, que asociamos más con la imaginación poética. En filosofía y ciencia estamos
obligados a argumentar de forma lógica y coherente nuestras afirmaciones, mientras que la
narración mítica basa su fuerza en la capacidad de “impresionar” nuestra imaginación y nuestra
sensibilidad.
En definitiva, la filosofía se constituye como un saber critico que se distingue de la mitología y la
literatura por su carácter racional y metódico, y de la ciencia por su falta de aplicación práctica y
por su enfoque global.

Historia de la filosofía.

Periodo Cosmológico: del mito al logos.

En todas las culturas aparecen unos personajes dotados de una capacidad especial para acceder a
un mundo encerrado e inaccesible para los demás hombres. Estos videntes, en Grecia poetas
inspirados, reflejan el esfuerzo del pensamiento humano por formular, de una manera
comprensible para todos, respuestas coherentes a las grandes interrogantes que se plantea la
colectividad. Éste el origen de los mitos de las grandes religiones, como la griega, cuyos mitos
fueron recopilados por Homero y Hesíodo.
Para explicar los grandes misterios de la realidad, Homero y Hesíodo recurren a símbolos o
imágenes que personifican poderes sobrenaturales. Además para reforzar su eficacia, los mitos
iban acompañados de unas representaciones, llamados ritos, por medio de las cuales el contenido
de los mitos se hacía presente a todos cuantos participaban en esas representaciones. Con estos
mecanismos, el hombre configura una imagen de su propio mundo capaz de dar sentido y orientar
su relación con la naturaleza y con los demás.

Texto 2:

“El mito cuenta una historia sagrada; relata un acontecimiento que ha tenido lugar en el
tiempo primordial, el tiempo fabuloso de los “comienzos”. Dicho de otro modo: el mito
cuenta cómo, gracias a las hazañas de los Seres Sobrenaturales, una realidad ha venido a la
existencia (…) Es, pues, siempre un relato de una creación: se narra cómo algo ha sido
producido, ha comenzado a ser. El mito no habla de lo que ha sucedido realmente, de lo
que se ha manifestado plenamente.
Los personajes de los mitos son Seres Sobrenaturales. Se les conoce sobre todo por lo
que han hecho en el tiempo prestigioso de los “comienzos”. Los mitos revelan, pues, la
actividad creadora y desvelan la sacralidad (o simplemente la sobre-naturalidad) de sus
obras”
Mircea Elìade: Mito y realidad, págs. 18-19
Filosofía presocrática: en búsqueda del principio (arjè)

La llamada filosofía presocrática comprende desde los inicios del siglo VI a.C. hasta la primera
mitad del siglo V a.C. Los filósofos de este periodo reciben el nombre de presocráticos y físicos no
solo por preceder cronológicamente, la mayor parte de ellos, a Sócrates, filósofo del siglo V a.C.,
sino también por preocuparse de los problemas que giran en torno a la naturaleza −fisis−, y al
cosmos. Sus sucesores, los sofistas y Sócrates, abandonarán en gran medida esta preocupación.
Desde el pensamiento griego no existe el concepto de creación, tal como la entiende el
pensamiento judeocristiano, que admite la formación de algo a partir de la nada (creatio ex nihilo).
Para un griego, filósofo o no, esta idea es inconcebible, siempre tendrá que haber algo, un principio
originario fundamentalmente material o arjè, a partir del cual aparecen, o se generan, las cosas
que componen el mundo.
Los presocráticos parten del convencimiento de que las cosas existen a partir de un elemento
originario –único o múltiple- que las constituye internamente, al que llamarán arjé, que explica
también la actividad y pluralidad que observamos.

Filósofos Lugar de origen Fecha de nac. Principios/arjé Escuela


Tales Mileto 640 a.C. Agua Jónicos
Anaximandro Mileto 610 a.C. Apeiron Jónicos
Anaxímenes Mileto 550 a.C. Aire Jónicos
Heráclito Éfeso 540 a.C. Fuego- Logos Jónicos
Pitágoras Samos 532 a.C. Par-impar/numero Jónicos
Parménides Elea 540 a.C. Ser, lo que es Itálicos
Zenón Elea 490 a.C. Ser Itálicos
Anaxágoras Clazòmenas 500 a.C. Homeomerias/nou Pluralistas
s
Empédocles Agrigento 490 a.C. Agua, aire, tierra, Pluralistas
fuego. Regidos por
el amor y el odio.
Leucipo Mileto 460 a.C. Átomos - vacío Pluralistas
Demócrito Abdera 460 a.C. Átomos - vacío Pluralistas

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