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21st May 2009 De los medios, su estudio, sus fines “Todos los dias cambia e! mundo y todos los dias ellos conducen las rectificaciones y modificaciones que el tiempo produce en los hhechos, cual si fuera ia misma carga de affos atrés. E] movimiento, fa vida, los dramas y descubrimientos, las epidemias, guerras y terremotos, todas las palpitaciones de las sociedades y de los paises pasan bajo su brazo como pasaron por el cable". (E. Martinez Estrada, La cabeza de Goliat) *<..> Jamas le vi leer un periédico. No he olvidado su respuesta cuando un dia le habié dle ello. ‘Nada se aprende de los periédicos. La gente pretende explicérselo todo a uno’, Y de hecho, zno radica la vrtud de la informacién periodistica en soslayar toda explicaciéin?” (W, Benjamin, "El pafiuelo") I. Semiosis/Memoria Con el proyecto de investigacién Metamorfosis del contar. Semiosis/Memoria Il. Retérica de la misioneridad(t] Inttp:/www blogger com/post-create.g?bloglD=3066808968662768560#_fin1] se dio continuidad a los trabajos realizados anteriormente en el marco del Programa de Semistica, a partir del niicleo semiosis/memoria, desarrollado (Garcia, 2004) para estudiar las “maneras de contar’ en diferentes dominios, la narracién como matriz de géneros, discursos, textos y formatos; para abordar: la problemiatica de los procesos de construccién de la realidad social piblica en los que intervienen los medios (mediacién de la actualidad del formato radiofénico émnibus); la narracién de la historia nacional en los textos escolares (mediacién pedagégica del manual); relatos de viaje y autobiograficos de estudiantes ingresantes a la Universidad (mediacién narrativa de la experiencia). En todos los casos se analizé a mediacién llevada a cabo por los distintos tipos de discursos, textos y formatos de matriz narrativa, en funcién de lo cual desarrollamos el concepto de dispositive formateador/performativo (Garcia, 1999) como herramienta util para explorar diversas problematicas en relacién con los procesos y las précticas de comunicacién, que permitiria comprender en parte al menos la complejidad semio-discursiva y comunicativa constitutiva de la sociedad y la cultura, acerca de cuestiones tales como el sujeto, la identidad, la comunidad, la memoria, cuando se trata precisamente de la cuestién del sentido (re-creado, re-producido, re-conocido, valorado, aceptado, impugnado, impuesto, resistido, negociado, criticado): “junto a las diversas determinaciones' “descubrimos cada vez mds la importancia y la extensién de la significacién en el mundo; la significacién se convierte en la manera de pensar el mundo modemo’ (Barthes, 1997) Nuestro interés radica precisamente en estudiar y comprender la relacién intrinseca que se postula entre semiosis y memoria, en las distintas parcelas semiosféricas exploradas. La propia memoria es un laboratorio semistico, su con-formacién y re-generacién es posible por la semiosis, y ésta se des y re-encadena por la memoria “Los simbolos crecen, Llegan a ser por desarrollo a partir de otros signos <...> un nuevo simbolo puede surgir de simbolos <...>, Un simbolo, una vez surgido, se difunde entre las gentes. Su significacion crece con el uso y la experiencia” (Peirce, Algunas categorias de la razén sintética) La indole propia de la semiosis seria la (de la) memoria, en cuanto “complejo articulado" (y “producto") que consiste en un habito (0 complejo de habitos), por el cual se puede reconocer un color (el ejemplo de Peirce) recién presentado como similar 0 no a otro que se haya visto antes (Obras, 1.379). La indole propia de la memoria seria la (de la) semiosis. La semiosis se desarrolla como el proceso por el cual “Cualquier cosa que determina a otra (su interpretante) a referirse a un objeto al que ella misma se refiere (su objeto) del mismo modo, transformandose a su vez el interpretante en signo , y asi sucesivamente ad infinitum” (Algunas categorias). La serie de interpretantes sucesivos asi instituida es del orden de la terceridad, la categoria de “la mediacién, del habito, de la memoria, de la continuidad, de la sintesis, de la comunicacién, de la representacién, de la semiosis y de los signos” (CP, 1.337-88) “Si una idea interpretante se encuentra determinada en una conciencia individual y no determina ningin otro signo extemo, sino que esta conciencia se aniquila, 0 de alguna manera pierde toda memoria u otro efecto siguiente del signo, resulta absolutamente imposible descubrir que haya habido alguna vez una tal idea en esta conciencia; y en este caso es dificil ver si puede tener algtin significado decir que esta conciencia haya tenido alguna vez la idea, dado que decirlo seria un interpretante de esa idea’ (Algunas categorias). La remisién permanente de signos a otros signos, en una relacién tricotémica, en que consiste la semiosis, tiene su condicién de posibilidad en la memoria del signo, una memoria que se constituye y funciona por los signos, la funcién semistica de naturaleza ‘riédica: "La naturaleza del signo es como la de la memoria, que recibe las transmisiones de la memoria pasada y transfiere parte de ella hacia la memoria futura’ (Peirce, cit. en Néth, 1998). Nos interesa una interpretacién amplia, general, primordial, de la indole de la memoria, que no queda circunscripta al orden individual, puramente “mental”, sicolégico, sino que se inscribe fundamentaimente en el orden de lo histérico-social y cultural (y de la semiosis universal), entre otras por las razones que aporta el propio Peirce, en atencién a la naturaleza del habito, del orden de la terceridad, al que corresponde lo simbélico, en el marco de su concepcién pragmatista de la realidad como comunidad; y a algunos de sus niicleos programaticos como el tijismo (azar), el sinejismo (continuidad-terceridad-ley, futuro, cosmologia evolutiva, desarrollo-crecimiento) y el agapismo (amor césmico-universal). La propia semiosis hace posible la historia, las dis-continuidades y las trans- formaciones, las selecciones, los descartes, las invenciones y recuperaciones, las contradicciones y superaciones. En didlogo con el proyecto semistico de Peirce, el de Baitin y “su citculo” y el de Lotman y la Escuela de Tartu, a partir justamente del didlogo y a memoria como nuicleo de estos programas de estudios semidticos, discursivos, comunicativos y culturales. La misma existencia es “una profunda comunicacién. Ser quiere decir comunicarse. La muerte absoluta (el no ser) es permanecer sin ser escuchado, sin ser reconocido, sin ser recordado <..>. Ser significa ser para otro y a través del otro, para si mismo” (Bajtin, 2000: 163). El didlogo como matriz semiética, de re-generacién de sentido, que solo es posible por el encuentro y la relacién entre sentidos, y de re-memoracién “Vivir significa participar en un didlogo <...>, El hombre participa en este didlogo todo y con toda su vida <..> se entrega todo a la palabra, esta palabra forma parte de la tela dialégica de la vida humana, del simposio universal <..>. Cada pensamiento y cada vida llegan a formar parte de un didlogo inconcluso” (Bajtin, 1985). Este didlogo se desarrolla en el gran tiempo, que supone el insondable espesor de la memoria, en el que los sentidos se van renovando permanentemente, lo que permite toda semiosis posible y el desarrollo de la semiosfera: “el espacio semiético fuera del cual es imposible la existencia misma de la semiosis”, que est “dotada de un complejo sistema de memoria’ sin el cual “no puede funcioner’ (Lotman, 1996). Con vistas a la elaboracién de un modelo dialégico y dinémico, Lotman concibe y estudia la cultura como “memoria no hereditaria de la colectividad” (Lotman, 1979, 1996-1998-2000, 1999). Nuestro estudio parte del texto como “dato primario”, en toda su complejidad (el diario como medio, soporte, formato complejo, textualidad compleja): la forma, “cualquier conjunto de signos coherente’, en que se presentan al investigador “los pensamientos, sentidos, significados ajenos’, y que, en tanto enunciado, esta “inoluido en la comunicacién discursiva (cadena textual) de una esfera dada" (la comunicacién piiblica) y que requiere la comprensién dialégica (Bajtin, 1985). Esto supone entender el texto como “tejido", mas que tomarlo como producto, acentuar la idea generativa de la textualizacién como proceso y actividad (Barthes, 1986b); como forma simbélica de intercambio de los significados que constituyen el sistema social (Halliday, Lozano et al.), como forma de inter-accién social, que lo inscribe, en su especificidad, en los procesos de comunicacién, en el transcurso de los cuales cobra (y debe analizarse el) sentido. Esto quiere decir también que la realidad concreta del discurso es “el acontecimiento social de interaccién discursiva, levada a cabo mediante la enunciacién y plasmada en enunciados’, para el caso el diario como actuacién semio-discursiva compleja, que constituye “un momento en la comunicacién discursiva continua’, intercambio que a su vez constituye “un momento de un continuo y multilateral proceso generativo de un colectivo social determinado” (Voloshinov). Desde esta perspectiva se pretende desarrollar los mismos principios teéricos y metodolégicos semisticos y discursivos, y las categorias de andlisis correspondientes, propuestos por Bajtin, Voloshinov y Medvedev, que expusimos y aplicamos en nuestros trabajos anteriores: entre otros, Ja multiacentuacién ideolégica del signo; la triple orientacién del discurso (hacia su objeto, el sujeto y los otros discursos sobre el mismo objeto); la nocién de género, como totalidad tematico-composicional-estilistica, que nosotros operacionalizamos como complejo semistico que comprende el disefio arquitecténico (epistémico-practico-axiolégico-estético) y la composicién orquestal (estructuracién, organizacién, expresividad, recursos, procedimientos, estrategias, "voces", discursos; dialogismo y monologismo, plurilinguismo, polifonta), la doble orientacién del género (hacia la realidad y la comunicacién social); la cronotopia (i.e. “Misiones’, "misioneridad” como configuracién de espaciotemporalidad y comunidad, representada, reinterpretada, reconfigurada, en las distintas formas genéricas del diario); y los principios basicos de diglogo, memoria, “gran tiempo” y comprensién (dialogica). Aqui hacemos concurrir el programa de Semistica de la Cultura de Lotman, para analizar la realizacion y transformaciones de los procesos de semiosis sociocultural en las parcelas de semiosferas correspondientes (massmediacién), que supone la memoria para su funcionamiento; y el texto complejo, poliglota (como es el diario), con la triple funcién de comunicacién, generacién de sentido y memorizacién cultural; y para intentar un acercamiento y una comprensién posibles a un tipo de practica cultural a partir de un modelo dial6gico y dinémico de la cultura La “caja de herramientas” se completa, en una primera instancia, con el proyecto semistico de Peirce, que desarrolla el concepto de semiosis como objeto de estudio de la Semidtica, como herramienta tedrica y metodolégica de los estudios semisticos. La Semiética permite estudiar los procesos y las practicas de semiotizacién en cualesquiera de las esferas que se constituyan en campos de los Estudios sociales y culturales: los procesos de re-creacién de los fenémenos sociales, en tanto “interviene y es eficaz para reconstruir el proceso de atribucién de significado que dio existencia social a un fenémeno”, asi como para “proponer la construccién del significado que, de ser aceptado, dard a determinado fendmeno la existencia social deseada por el productor del discurso” (Magarifios, 1996: 11-12). El anélisis semistico supone “mantener actualizada la memoria semistica acerca de las operaciones y relaciones eficazmente productivas que van quedando integradas en otras operaciones y relaciones mas complejas, conforma progresa el andlisis” y las practicas historico-sociales correspondientes a las distintas semiosferas. Magarifios concluye que “el tema fundamental y critico de la Teoria Semiética esta constituido por la recuperacién de la memoria semistica; es decir, por la recuperacién de las relaciones de contradiccién que subyacen en los enunciados vigentes en determinada sociedad y por la deteccién, en esos mismos actuales enunciados, de las relaciones de contradicci6n que conduciran a posteriores superaciones, 0 sea, al establecimiento de nuevas significaciones que habrén de ser atribuidas a un determinado fenémeno en estudio” (Idem: 28, 55). I Massmediacién La centralidad de los medios de comunicacién social, y en general de las tecnologias de la informacién y la comunicacién, en el mundo contemporéneo requiere una demorada y critica atencién de parte de investigadores de distintos campos de estudios, al menos para intentar una aproximacién al conocimiento y comprensién de una realidad compleja en un escenario mundializado y globalizado, y de la experiencia moderna, en gran medida y cada vez mas relacionada con aquellos. Los medios ocupan un lugar destacado en los procesos de modernizacién, de industrializacién y mediatizacién de la cultura (Adorno y Horkneimer, Benjamin), en sociedades mediatizadas (Silverstone, Verén), més si se piensa en algunas configuraciones propias de nuestro tiempo sostenidas desde distintos lugares, con diversos intereses y fuerzas dispares, igualmente discutidas, como el tan mentado (por los paises hegeménicos) proyecto de la sociedad de la informacién (Mattelart, Becerra), la utopia y critica de la comunicacién (Breton, Sfez, Mattelart), la sociedad de la comunicacién generalizada (Vattimo), la aldea global (Mc Luhan), El estudio de los medios, que debe ser critico y relevante, es necesario y tendria que ser tan importante como lo son los medios en cuanto “una dimensién esencial de la experiencia contempordnea”. Los medios “son centrales en nuestra vida cotidiana’, con una contribucién importante a “la textura general de la experiencia’ (Silverstone, 2004) “Casi toda discusién de las nuevas categorias culturales, producto del nuevo orden capitalista multinacional, debe centrarse en el papel de los media como dispositivos con el poder de reorientar la experiencia semidtica que nos lleva a funcionar dentro de una nueva fase del capitalismo, Esta experiencia, que esté relacionada con la representacién del llamado nuevo orden, se da a través de redes de informacién y de comunicacién” (Colén Zayas, 2001: 9-10). El tan debatido “poder de los medios" podria reinterpretarse asi a la luz de su contribucién al modelamiento de la experiencia, en todas sus dimensiones (acciones, razones y pasiones, conocimientos y sentimientos, saber y creer, intereses, valores, gustos, ideales); al trabajo histérico-social de re-creacién e institucién de las significaciones sociales imaginarias (Catoriadis). Los massmedia se destacan en la esfera cultural de las sociedades capitalistas contemporéneas en cuanto a la produccién, difusién y el consumo del “conocimiento social" (S. Hall); por su papel fundamental en el trabajo cartografico del mundo, en cuanto al bosquejo del mapa del mundo y el trazado de los posibles, autorizados y promovidos itinerarios. Los medios realizan un trabajo importante de mitificacién y de ritualizacién, al postular modelos de representacién del mundo y modelos de comunicacién (Martin Serrano). La massmediacién cobra capital importancia entonces en relacién con los procesos de produccién de sentido, en los que se entretejen de manera compleja miltiples dimensiones (oulturales, histéricas, sociales, politicas, ideolégicas, tecnolégicas) y esferas (una de las cuales es la de la comunicacién publica), con una funcién protagénica en la trama semiética y comunicativa que constituye la cultura, y una gran participacién en su re- produccién y posible transformacién. La mediacién de los medios opera en varios aspectos que demandan estudios encaminados a su revisién critica y politica: -la construccién de la agenda publica (Mc Combs y Shaw) y la estructuracién tematica como mecanismo de formacién de opinién publica (Béckelman), a partir del recorte del acontecer, la seleccién, combinacién, jerarquizacién de las cuestiones que configuran la actualidad y orientan la atencién piblica, y de los atributos asignados a las mismas, organizados en los relatos mediaticos que postulan una clave de interpretacién de la realidad; -la funcién de re-elaboracién de la informacién, imprescindible para la democracia (Tocqueville, Charaudeau, Bettetini) la ciudadania y la conformacién de la opinién piiblica (Habermas, Chartier); -el trabajo de articulacién, negociacién, promocién y legitimacién de significados que forman parte de los procesos conflictivos de re-produccién y transformacién del orden hegeménico (Hall, Williams). En definitiva, a ubicua y compleja labor semistico-comunicativa de representacién e interpretacién de la realidad, el mundo, la vida, la experiencia en general, la identidad, la comunidad, ja memoria, el sentido de si mismo, de nosotros y los otros. La massmediacién tiene una tarea urgente en lo que se refiere a la comprensién de la otredad, la alteridad radical, y la imaginacién de la posible transformacién, como una cuestién medular y una finalidad prioritaria de la comunicacién (Silverstone, Wolton); y a la actitud critica y politica (en la linea de Frankfurt, Birmingham, Foucault, Castoriadis), esto es la puesta en cuestién del “orden” a cuyo sostenimiento contribuyen los medios, a la vez que son sostenidos por él, la problematizacién, discusién e impugnacién de la “ley” que rige la vida social y el modo como se es gobernado. El dominio massmediatico y la esfera de la comunicacién publica dan lugar a importantes procesos de mediacién (Martin Serrano, Martin Barbero), entre otros aspectos porque politicamente apuntan a establecer “oédigos” que regularian la atribucién de ciertos y determinados interpretantes a tales 0 cuales objetos, por los que estan los signos; pero siempre queda un margen de indeterminacién en el trabajo de interpretacién, de negociacién de los significados, dada Ia falta de garantia de una correspondencia exacta, biunivoca, entre los interpretantes postulados por el productor y los atribuides al objeto por el intérprete (receptor) (Hall, “Codificar/Decodificar”; Verén). El diario como complejo semiodiscursivo y comunicativo (dispositive arquitecténico y orquestal) postula un mapa de significados en los que se clasifica cualquier cultura, la cual tiende a imponer sus clasificaciones del mundo, que constituyen el “orden cultural dominante’, que nunca es univoco o incostestable. El objeto de mediacién adquiere sentido por su remisién a “los mapas de realidad social’ que comprenden “dominios discursivos jerérquicamente organizados en significados dominantes o preferentes” (Hall, idem). En términos de Hall ("La cultura, los medios de comunicacién y el ‘efecto ideolégico”, 1981) los massmedia lideran en la esfera cultural de las sociedades capitalistas contemporaneas. De su mediacién depende la produccién y el consumo del “conocimiento social"; han colonizado progresivamente la esfera cultural ¢ ideolégica. Hall establece tres funciones de los medios en cuanto al “trabajo ideolégico" -construir y suministrar selectivamente el conocimiento social, la imagineria social para percibir los “mundos’, las “realidades vividas’ de los otros y reconstruir imaginariamente sus vidas y las nuestras en un ‘mundo global” inteligible en una “totalidad vivida’; -reflejar y reflejarse en la pluralidad que define a las sociedades modemas, en cuanto a la diversidad de esquemas de vida, clasificacién y orden; suministrar un inventario de los estilos de vida e ideas alli objetivados; ordenar el conocimiento en relacién con las grandes clasificaciones evaluativas y normativas, dentro de los significados interpretaciones promovidos; el trabajo ideolégico consiste en ofrecer “mapas” no sélo ara saber mas sobre el mundo sino para darle un sentido, el sentido promovido, frente al excluido, lo que es terreno de lucha; -organizar, orquestar y unir lo que se ha representado y clasificado selectivamente, producir consenso y construir legitimidad. En consonancia con esta perspectiva, desde un punto de vista politico, una de las vias para pensar y ejercitar la “cartografia massmediatica” fue abierta por el articulo de McCombs y Shaw ("The Agenda- Setting Function of Mass Media’, 1972). En el campo de las investigaciones sobre los efectos de los medios, la TEORIA DE LA AGENDA propone estudiar la capacidad de los mismos de establecer la agenda temética, a partir de una suposicién inicial acerca de ta dimensién cognitiva de la massmediacién: el poder de los medios de influir y determinar el grado de atencién que el puiblico otorga a ciertos temas sometidos a la atencién y el interés colectivos -lo que apoya la hipdtesis de la centralidad de la massmediacién, al poner el acento en nuestra creciente dependencia cognoscitiva de los medios, dada su funcién se representacién e interpretacién de la realidad-(2] Inttp:/iwww blogger. com/post-create.g?blogl0=3066808968662768560# fin2) . Los autores sostienen que como consecuencia de la accién de los medios, “el piblico es consciente 0 ignora, presta atencién o descuida, enfatiza 0 pasa por alto, elementos especificos de los escenarios piblicos. La gente tiende a incluir 0 a excluir de sus propios conocimientos lo que los medios incluyen 0 excluyen de su propio contenido. El puiblico ademas tiende a asignar a lo que incluye una importancia que refleja el énfasis atribuido por los medios a los acontecimientos, a los problemas, a las personas”. Este trabajo de construccién de la agenda involucra dos niveles: -el orden del dia: el establecimiento del mismo, esto es de los temas, argumentos, problemas que integrardn la agenda; -la jerarquizacion de la importancia y la prioridad otorgadas a los mismos para su ubicacién en el orden del dia. Un trabajo que supone valoracién (aqui tenemos en cuenta las formulaciones de Voloshinov acerca del “signo ideolégico", que por su parte retoma S, Hall). El proceso de construccién de agenda, que no es lineal, unidireccional, simple, mecanico, sino complejo y colectivo, comprende algunas tases y actividades (que también conciemen al trabajo periodistico, en lo que no nos detenemos especificamente en el trabajo): -la focalizacion: identificacién, reconocimiento del acontecimiento; -el enmarcamiento del mismo: su interpretacién segin ciertas categorias, clasificaciones, determinada clave-qrilla de lectura; -la relacién: entre el objeto focalizado y enmarcado y algiin sistema (social, cultural, politico, etc.), que permite reconocer y apreciar la cuestién tratada como tal (social, cultural, etc.) -a elaboracién (final): la produccién de la noticia -relatos que materializan la construccién social de la realidad publica Mas allé del desarrollo de esta linea de investigacién tedrica y practica, sus alcances y limitaciones, las discusiones y criticas de las que es objeto (y del ambito propio de estudio en sus comienzos, el politico), nos interesa la hipétesis general y algunos planteos. Entre otros la consideracién de las relaciones entre la agenda de los medios y la agenda del piiblico, cuya correlacién conformaria grosso modo ta opinién piblica(3) Initp:siwww.blogger.com/post-create.g?blogl0=3066808968662768560#_ftn3] : habria cierta relacién entre el énfasis en el tratamiento de ciertos temas por parte de los medios y el interés tematic del piiblico, entre la agenda de los medios y la percepcién del piblico de cuales son los temas importantes del dia. Se produciria asi cierto aprendizaje mas © menos directo del ptiblico respecto de la agenda massmediatica en cuanto al proceso por el cual la gente organiza y estructura el mundo (su entomo inmediato y mediato), en tanto en cuanto el conocimiento social en cuestién sea lo suficientemente relevante y significativo para el puiblico. Se apunta a la diferencia entre la determinacién de la agenda por parte de los medios y la percepcién de la agenda por parte del puiblico. En lo que respecta a nuestro plan de trabajo, nos interesa el andlisis de 1a agenda mediatica, esto es la propia agenda de los medios (acotada al medio impreso que constituye el corpus; aunque en un trabajo mas exhaustivo es necesario recurrir a los otros medios como control del andlisis). A tal efecto el primer paso consiste en pasar lista a los items de actualidad de los diarios durante un perfodo determinado, dia a dia, al cabo del cual se obtendra el repertorio (medio) de los mismos: estas unidades de contenido de la discursividad medidtica, en su conjunto y por su repeticién (aparicién reiterada-frecuencia media) conforman la agenda del medio, la cual indica el “perfil del medio, en cuanto al “universo" de actualidad recortado, privilegiado por dicho medio(4) [hiipsiwww.blogger.com/post- create, gbloglD=3066808968662768560# find] . La deteccién de la agenda mediatica contribuye a definir el modelo de mediacién puesto en practica por los medios, porque dice mucho acerca de lo que éstos entienden por actualidad: qué tipo de acontecimientos-hechos-personas, etc se incluyen y cudles se excluyen; sobre qué se habla y qué no se trata; cudles son y cémo los definen los problemas que atraerian la alencién publica, y cuales son descartados; qué puede y debe ser dicho y qué no; cémo se organizan estos contenidos. La seleccién de los items de actualidad, la preferencia por determinados contenidos, la elaboracién de los mismos, son pertinentes y significativas para reconocer el mapa del mundo (y los itinerarios trazados) que ofrecen los medios, el cual puede permitimos 0 no ubicamos, interpretar y comprender el sentido de los que ocurre, lo que somos y hacemos; y asi intentar reflexionar acerca de lo que puede ocurrir, lo que podemos ser y hacer{5] [hilo:/iwww.blogger.comipost- create. gblogID=3066808968662768560#_fin5] . La otra via, que complementa la anterior para nuestra tarea, sin descuidar las diferencias y especificidad de cada una de ellas, fue sefialada por Niklas Luhman en 1970, desarrollada entre otros por F. Béckelman (Alemania), F, Rositi ([talia). El analisis de la TEMATIZACION (nocién surgida en un émbito ajeno al campo de la investigacién comunicativa) afecta a tres aspectos imprescindibles para la comprensién de la comunicacién de masas (en el seno de la sociedad post-industrial): a) se orienta hacia la evaluacién de los efectos cognitivos resultantes de la accién de los medios en el marco del sistema politico actual: la tematizacién se define como el proceso de definicién, establecimiento y reconocimiento publico de los grandes temas, los grandes problemas politicos que constituyen la opinién piiblica; se trata de estudiar los mecanismos que permiten la existencia de una comunicacién publica que se limita a ciertos temas por su carécter piblico o compartido; b) parte de la modificacién del concepto de opinién piblica surgida de ta tradicién liberal: se define la tematizacién como el mecanismo de formacién de la opinién ptiblica en las sociedades contemporaneas (complejas, incluida la transformacién del sistema politico), a las que corresponderia otro tipo de opinién publica, en opinién de los autores, La tematizacion se definiria como "Un proceso que se realiza en la relacién establecida entre el sistema politico y la opinién publica, a través de la mediacién de los massmedia”; c) se aplica a las sociedades complejas y se adecua al impacto de las nuevas tecnologias de la comunicacién y de las transformaciones del modelo perio- distico sobre la opinién publica Para Luhmann la tematizacién se enmarca en el andlisis de la opinion publica y de la comunicacién. Se concibe la opinién piblica como una estructura tematica de la comunicacién publica, fundamentada en el hecho de que ante un niimero ilimitado de temas que pueden ser tratados, la atencién del piiblico slo puede manifestarse como limitada. Para este autor (en discrepancia con Habermas), la opinién piblica deja de, primero, ser e1 resultado de la libre discusién racional de los temas de interés piblico por parte de los individuos integrados en la sociedad civil; segundo, de obedecer a la expresién de las actitudes manifestadas mediante la diversidad de opiniones por parte de las agrupaciones sociales, politicas 0 culturales respecto de los temas de interés pubblico; y, tercero, de ser considerada desde la perspectiva del consenso de los temas generales. La opinién piiblica, en cambio, se manifiesta como una estructura formada por temas institucionalizados al obedecer a una valoracién de relevancia or parte de los medios en funcién de las necesidades del sistema politico. Para nuestro propésito amptiamos el interés a todas las esferas del sistema social. Asi el trabajo de tematizacién cumpliria una funcién de mediacién entre la complejidad propia de estas diversas esferas y del sistema en general y los agentes sociales, al proporcionar una estructura comiin de temas y de sentido, que orientaria la participacién en todos los niveles y la toma de decisiones. En el proceso de tematizacién se recurre a la aplicacién de ciertos criterios de seleccién tematica que puedan orientar 1a atencién publica, E1 andlisis del proceso apunta a reconocer esas reglas de aten- cién establecidas y aplicadas por los medios (Béckelman enumera diez, entre otras el poder, el éxito, la fama, lo extraordinario, etc.)[6)[http:/imww blogger. comipost-create.gbloglD=3066808968662768560# _fin6] Cabe advertir que en nuestra investigacién no abordamos de una manera directa la problemética de la opinién publica, la agenda y la tematizacién massmediaticas, aunque si nos interesa los procesos de conformacién de las mismas en lo concemiente a la construccién de la identidad, los mecanismos semisticos de la memoria, la constitucién del imaginario colectivo, de modo que nuestro andlisis semistico y discursivo de la comunicacién publica, recoge estos aportes para delimitar el universo de estudio, atendiendo a la especificidad del campo abordado, y para conformar el corpus y establecer algunos criterios de trabajo. Asi, del seguimiento continuo del diario El Territorio por un periodo prolongado (aproximadamente los tltimos seis afios, ademas de la revision realizada anteriormente del diario La Tarde), se desprenden la pertinencia y significatividad de la seleccién y organizacién del material que Hevamos a cabo. Esto es, los textos recopilados evidencian el mismo trabajo, recurrente afio a afio, de construccién de agenda y de tematizacién, que se define en gran medida por la efemérides (el calendario seguido por los medios), que comprende fiestas (locales, provinciales, nacionales: yerba mate, inmigrantes, etc.), celebraciones, aniversarios (fundaciones de pueblos, ciudades, etc), temporadas (turismo), practicas mas o menos ritualizadas desarrolladas en periodos fijos y fechas establecidas (serenatas, entretenimientos, esparcimiento y ocio, certémenes), todo lo cual constituyé para nosotros un claro indicio de que efectivamente podiamos analizar el diario en los términos de dispositive formateador (que veniamos pensando y trabajando), concerniente a Misiones como cuestién. IL Narracién EI contar como generador de comunidad, el relato como modo y medio de socializacién, portador de historicidad, indicarian esa necesidad originaria y originadora que lleva al hombre a contar historias, lo que autorizaria a definirlo como homo narrans{7]_ [http:/iwww blogger. com/post-create.g?bloglO=3066808968662768560# fin7) . La moralidad narrativa consiste en la fuerza de socializacién del relatar y el relato, que ponen en comunidad a los participantes, los religa. La inscripcién de la temporalidad en el relato y de éste en la temporalidad ubica este “juego de lenguaje” en el reino de la memoria y, también, re-articula nuestra historicidad, como pertenencia y rememoracién (Vattimo, 1991). Como tal se conjuga con otros juegos y otras practicas, y se incardina en el reticulado de la praxis social que constituye una “forma de vida" (Wittgenstein). Por lo tanto, la narracién practica tuna racionalidad(8] [htip:/ivww.blogger.com/post-create.q?blogID=3086808968662768560#_fin8] , puede reivindicar para si el tenor de la verdad y su funcién comunicativa y comunitaria de de-marcacién de (un tipo de) racionalidad|9] Initp:/iwww.blogger.com/post-create.g?blog|D=3086808968662768560% find] . La narracién postula un mundo, y su sentido. La préctica narrativa, en cada uno de sus actos, produce y ofrece una (recon)versién de la realidad y la experiencia, a la vez que sustenta una clave de inteleccién de la misma realidad, de la experiencia, y de la propia forma narrativa. Es asi que ya no importa sila ‘historia’ es verdadera 0 no, lo importante es que haya sido referida y erelda, y recordadal 10] [ntp:/www,blogger.com/post-create.g?blogI0=3066808968662768560#_ftn10]. EI arle narrativo, es una de las “maneras de hacer mundos’, y de relacionarse con ollos[11] [nttp:siwww blogger com/post-create.g?blog|0=3066808968662768560#_fin11] , a partir de otros mundos pre-existentes (Goodman), un modo primordial de con-fabular(nos) y asi sostener(nos) (en) la “la espesa selva virgen de lo real, donde viven los narradores, y donde (y a partir de la cual) el hombre debe construir su morada, Esta practica creadora (teiné-poiesis) a la vez que abre mundos, inventa mundos posibles, imita o re-produce el mundo comiin, genera y despliega, al desarrollarse, su propia teoria (‘poética’), de tal modo que la actitud correspondiente, la respuesta comprensiva (Bajtin), es el andlisis critico de la misma, en cuanto “escritura’’ La narracién es una de las formas primordiales de mediacién, y modelacién, de la experiencia, y un principio arquitecténico-orquestal fundamental, que opera en la elaboracién de los formatos (desde la cancién de cuna, los cuentos a la hora de la siesta, y para dormir, las anécdotas, los “chismes’, los refranes, la fébulas y leyendas, las historias de vida, de familia, de “aparecidos” y otros fenémenos extra-ordinarios, los cuentos populares, "verdes" y “de salén’, los chistes; las noticias; asi se podria continuar la enumeracién de las formas de creacién narrativa). La imaginacién narrativa es fundante, y si acaso tiene limites, éstos lindan con los limites de lo posible. La textualizaciin de matriz narrativa (i. e. medidtica, periodistica)[%2]_[httpyiwwnw blogger.comipostcreate g? bioglD=3086808968682768560# sin12}, en cuanto practica semidtica compleja y artificio mediador, puede aprovechar © no su potencialidad para la comprensién dialégica, del hacer histérico social del hombre, de sus obras, de la otredad. En este sentido, se puede caracterizar el texto narrativo, a partir de un entrelazamiento tedrico de base semidtica, como un complejo mito-poiético, retérico-argumentativo y hermenéutico _lo que equivale a decir un constructo semiético complejo, puesto que todas estas operaciones constituyen algunas de las semiosis posibles_[13]_[htipy/www-blogger.com/post-create.gblogIO=3086808968662768560# fint3] . La narracién seria una realizacién del triple arte de configurar, argumentar y redescribir: en el proceso comunicativo activado por la narracién se re-construyen tramas, que pueden ampliar el imaginario; se esgrimen y evaliian-critican argumentos, que pretenden la adhesién del publico a la opinién sustentada: se interpretan textos en los contextos respectivos, para “descubrir nuevas dimensiones de la_realidad’{14] __{htipyimww.blogger.comipost-create.g? blogID=3056808968662768560#_fn14] . La textualizacion, en su dimensién narrativa, implica producir, fabricar una obra (poiesis); componer una trama, representar el mundo de la praxis (mimesis); interpretar ese mundo, y argumentar sobre él (hermeneusis, hetiresis = hallar argumentos). La operatividad narrativa (Ricoeur) estructura heuristica, epistémica y normativamente el mundo de la accién y de las pasiones, que trata de reencauzer, purgar y purificar (katharsis);(re)construye la temporalidad humana; y trata de persuadir acerca de la validez y legitimidad del sentido postulado, Este estatuto de lo narrativo exige un modo peculiar de inteligibilidad, que se ubicaria en el nivel de la inteligencia practica (phrénesis, en el sentido de Aristételes, 1994), y el ejercicio de la capacidad de juicio (Kant, Peirce). IV. Retérica El trabajo de mediacién de los medios se realiza retéricamente, de modo que para comprender cdmo los medios plantean sus demandas, interpelan, solicitan la atencién, persuaden, seducen, encantan, podria ser itil retomar “los principios que apuntalaron tanto la realizacién como el andlisis de las primeras expresiones de la cultura oral publica’, esto es la larga tradicién retérica, actualizada y revisada, desde Aristételes hasta nuestros dias, para “examinar cémo se elaboran y disponen los significados, de manera plausible, agradable y persuasiva’, “explorar la relacién entre lo conocido y lo nuevo; descifrar las estrategia textuales" (Silverstone, 2004). Nuestro enfoque retérico de los medios comenzé a partir de la idea de Barthes de que: “<..> hay una suerte de acuerdo obstinado entre Aristételes (de donde surgié la Retérica) y la cultura llamada de masas, como si el aristotelismo, muerto desde el Renacimiento como filosofia y como Idgica y muerto como estética desde ol Romanticismo, sobreviviera en estado degradado, difuso, inarticulado, en la practica cultural de las sociedades occidentales —practicas fundadas, a través de la democracia, en una ideologia del ‘mayor ntimeroj, de la norma mayoritaria, de la opinién corriente- todo indica que una especie de vulgata aristotélica define todavia Un tipo de Occidente transhistérico, una civilizacién (la nuestra) que es la de la endoxa: Zcémo evitar la evidencia de que Aristételes(postica, ldgica, retérica) proporciona a todo el lenguaje narrativo, discursive, argumentativo, manejado por los ‘medios de comunicacién de masas’ una clave analitica completa (a partir de la nocién de ‘verosimilitud’) y que presenta homogeneidad éptima de un metalenguaje y de un lenguaje-objeto que puede definir una ciencia aplicada?, en un régimen democratico, el aristotelismo seria la mejor de las sociologias culturales”. (Barthes, 1982: 79-80). 1. La temprana sugerencia de Barthes y las observaciones de Eco acerca del andlisis retérico de la comunicacién social (discurso e imagen), nos Wevé a revisar la Retérica antigua (Aristételes) y la nueva Retérica, a partir de la inflexién introducida por Perelman (a mediados del siglo XX), lo que nos permitié ubicar los distintos tipos de discursividad analizados en el campo del hacer relérico, que recurre a procedimientos, técnicas y estrategias discursivos que “permiten provocar o aumentar la adhesién de las personas a las tesis presentadas para su asentimiento” (Perelman y Olbretchs-Tyteca, 1989). La finalidad retérica es persuadir por medio del lenguaje: hacer creer acerca de la cuestién planteada, producir efectos en el receptor en cuento al conocimiento y/o comportamiento; por medio del engranaje del ethos y el pathos, lograr el propésito de emocionar y convencer (Barthes, 1982), o en términos de Ciceron, docere, movere, delectare[15] [hitp:wmw.blogger.com/post-create.g?loglD=3066808968662768560# fin15] . Como arte o técnica la Retérica “consiste en la sistematizacién y explicacién del conjunto de instrucciones 0 reglas que permiten ta construccién de una clase de discursos que son codificados para influir persuasivamente en el receptor’, y como Ciencia “se ocupa del estudio de dichos discursos en sus diferentes niveles internos y extemos, sus aspectos constructivos, y en sus aspectos referenciales y comunicativos” (Albaladejo, 1991: 11), En el propésito de modificar estados de conviccién, se entiende y practica la argumentacién como método de construccién del razonamiento, que “afecta directamente a la oposicién de ideas” (idem: 13), propio del campo de lo “opinable”, “de lo verosimil, lo plausible, lo probable, en la medida en que este tiltimo escapa a la certeza del calculo” (Perelman, 1989: 30, 42), que incluye las ciencias sociales, la flosofia, la politica, el periodismo. Con la Retérica, desde Aristételes, y su reformulacién actual (la “nueva Retérica y la Teoria de la argumentacién), se pone en discusién el estatuto de la “evidencia” (cientifica) y se propone completar la teorfa Iégica de la demostracién con la teoria de la argumentacién, que trata de los medios de pruebas propios de estos campos (de la argumentacién)| 16] Intp:siwww.blogger com/post-create. g?blogl0=3086808968662768560#_fin16] . Mas recientemente, en el campo de esiudios de medios y del discurso, la dimensién retética esta presente y se sefiala el interés de su analisis, (Silverstone, 2004; van Dijk, 1996, 1997). La Teoria de la Argumentacién se ocupa de las estructuras de la argumentacién, sus esquemas y procedimientos, su clasificacién, variedades y combinacién posible; los medios discursivos que sirven para obtener la adhesi6n. Asi, por ejemplo, se puede ponderar la eficacia de una “exposicién’, que pretende la adhesién del auditorio a la tesis presentada, de acuerdo con los objelivos que se propone el destinador; también de los textos que tienen como propésito crear una comunidad en torno de valores reconocidos y producir consenso. La mass-mediacién cabe en el imperio retérico (Perelman, 1997) porque ofrece un mapa del mundo, los itinerarios a emprender y el sistema de referencias pata cartografiar los territorios de la experiencia: son los “lugares privilegiados en nuestras, sociedades en los que se produce y reproduce incesantemente la realidad’, se re-construyen “estos fragmentos de concepciones generales del mundo, sobre la sociedad, la familia, el amor o la muerte, elementos culturales preconstituidos que circulan por la vida social como verdades de hecho y que pertenecen al campo mas inmediatamente ligado a las précticas de la vida cotidiana’ (Piccini) En principio ol aparato retérico permite analizar la estructuracién interna y externa del disourso, la organizacién textual y las relaciones de ésta con el productor, el piiblico, con el referente y el contexto en que se realiza la comunicacién, Se establece la distincién inicial res/verba: la materia o asunto a tratar, la configuracién inicial de la res, que es sometida a las distintas operaciones de elaboracién discursiva. Se describe el proceso a partir de la intellectio, pasando por la inventio, dispositio, elocutio, hasta la memoria y la actio, asi como las operaciones realizadas, las partes que se incluyen en el texto, las formas en que se organizan, los recursos disponibles, las estrategias de argumentacién y persuasién, las normas y valores que se observan en la practica retérica, y la competencia necesaria para la produccién y el reconocimiento del discurso retérico. Se identifican también los géneros retéricos que concurren en la discursividad mediatica, a partir de los criterios que determinan el ambito y el estilo de cada uno, segtin la clasificacién de Aristételes: contenidos de la tépica especifica, tiempo al que se refieren, lugar en el que se realizan, tipo de auditorio, de lo que resultan los tres géneros, que en definitiva tratan de convencer de que algo es bueno, verdadero, uti, bello, 0 sus contrarios(17} (htipyiwwnw blogger.comipost-create g? blogID=3066808968662768560#_fn17] : -género deliberativo: el bien y el mal politico, el bienestar para el individuo y €1 Estado, la felicidad; -género judicial: el bien y el mal juridico, la justicia; -género epidictico: el bien y el mal ético y estético, lo admirable, la virtud, la belleza. Nuestro andlisis da un lugar preferencial a la tépica: el lugar “de donde se pueden extraer los argumentos y de donde hay que traerlos” (Barthes, 1982). La tépica proporciona el qué decir: las premisas-contenidos pueden ser extraidos de ciertos lugares, compartimentos en los que se ubican argumentos. Barthes indica tres orientaciones del término: -como método, permite “ante cualquier tema, ofrecer conclusiones sacadas de razonamientos verosimiles” (es un arte de encontrar argumentos); como red, conformada por lugares, formas por las que el orador debe “pasear” el tema que se le propone para encontrar los argumentos, una idea posible, o premisa; como reserva de estereotipos, temas consagrados, fragmentos enteros obligatoriamente utilizados, contenidos reificados que llenaron los “lugares", Nos interesa reconocer la t6pica relacionada con la configuracién crono-tépica que analizamos, y sus posibles articulaciones con una determinada doxa, puesta en escena publica del sentido comin, y estereotipia, 2. Asimismo el recorrido confluyd con la SEMIOTICA, a partir de la “Critica de los argumentos” desarrollada por Peirce y su inclusién de la retérica como una de las tres ramas de la Semistica, que “estudia las condiciones formales de la fuerza de los simbolos, o de cu capacidad de apelar a la mente’ (la referencia a los interpretantes), se ocupa de “determinar las leyes mediante las cuales, en cualquier inteligencia cientifica, un signo da nacimiento a otro signo y, especialmente, un pensamiento da nacimiento a otro pensamiento” (1996, 1991, 1988; Camblong, 2003) La vida mental es organizacién signica, es como una inmensa cadena signica que va desde los primeros interpretantes légicos__(conjeturas_elementales) hasta los_—_interpretantes_-Iégicos_finales[18] Initp:siwww blogger com/post-create.g?blog|0=3066808968662768560#_ftn18] : los hébitos, las disposiciones a la accién, y por lo tanto a la intervencién en las cosas, a que tiende toda semiosis. La semiosis cristaliza y se re-engendra ininterrumpidamente en y por los habitos. En Algunas consecuencias de cuatro incapacidades, dice Peirce: “la entera manifestacién fenomenal de la mente, es un signo extraido por inferencia <...> la mente es un signo que se desarrolla de acuerdo con las leyes de la inferencia’; “todo tipo de modificacién de la conciencia _la atencién, la sensacién y el entendimiento_es una inferenci Los procesos de comunicacién (para el caso, massmedidticos) tienen cierta relevancia en el proceso semistico en el que intervienen en cuanto a la “modificacién de la conciencia” y la “asociacién de ideas”. Tanto en el primer caso _cuyos tres tipos son la atencién, la sensacién y el entendimiento_, como en el segundo _que consiste en que un juicio ocasione otro juicio; un proceso de conexién de ideas, que permite la “continuidad’, en el que son “ideas generales las que gobiernan la conexién’, las cuales son “sensaciones vivientes desplegadas” (La ley de la mente)_, se trata de un proceso inferencial. Estos procesos involucran la sensacién y el poder de abstraccién 0 atencién[19] _[http:iiwww.blogger.com/post-create.g?ologID=30668089686627685504 fin19] , que serian los solos constituyentes de todo pensamiento. Y también la emocién, creada por todo aquello que minimamente nos sinteresa; la emocién, que es un signo y un predicado de la cosa, afecta fuertemente al flujo del pensamiento Asimismo la imaginacién y la percepcién, en las cuales se realiza una “operacién por la cual brota el pensamiento; y Su sdla justificacién es que subsiguientemente resulta ser util” (Algunas categorias). Estos procesos cumplen asi un papel considerable en el tejido semistico de la memoria, por cuanto activan sus mecanismos constitutivos, de seleccién y combinacién, recuerdo y olvido, modificacién, desplazamiento, inversién, re-acentuacién, promocién, rezago, de los significados que configuran la trama simbélica de una formacién social Se podria considerar si estas formas de comunicacién favorecen, de qué manera y hasta qué punto, en los agentes el proceso de “revisi6n de sus ideales”: la tarea de “meditacién personal de naturaleza practica sobre lo adecuado de los ideales propios de cada uno", de suerte que deje “al hombre en libertad total” (dado que el hombre “puede” o “est compelido a hacer su vida mas razonable").. Estos tipos de mediacién pueden favorecer o no el razonar, propiamente hablando, el cual no puede realizarse inconscientemente, pues el razonar es deliberado, voluntario, critico, controlado, Segiin Peirce somos responsables de la correccién de nuestros razonamientos, los cuales pueden llamarse propiamente tales si los aprobamos deliberadamente como racionales. Estos modos comunicativos pueden propiciar o no, entonces, un sentido comiin critico; es decir desarrollar el proceso que sigue: una vez trazados y reconocidos con autonomia nuestros ideales de conducta, conforme los cuales formulamos reglas de conducta, por las que nos guiamos para tomar una resolucién respecto de cémo actuar en una ocasién dada, la que convertimos en una determinaci jor la que entiendo una direccién realmente eficiente, tal que si se sabe cual es la caracteristica especifica de la misma puede uno pronosticar la conducta del hombre en una ocasién especifica” (Las ciencias normativas) La maxima del Pragmaticismo, como denomina Peirce a su concepcién filoséfica, reza asi: “Considera qué efectos, que pueden tener concebiblemente repercusiones prdcticas, concibes que tienen los efectos de tu concepcién. Asi, tu concepcién de aquellos afectos es el todo de tu concepcién del objeto"|20] [nitp:siwanw.blogger.com/post-create.g?blog|0=3086808968662768560# ftn20] Para Peirce el pensamiento se aplica exclusivamente a la accién, a la accién concebida: "El pensamiento consiste en el metabolismo inferencial viviente de los simbolos, cuya intencién reside en las resoluciones generales condicionales para actuar’ (Cémo esclarecer nuestras ideas). Si la irritacién de la duda desencadena la accién del pensamiento, que cesa cuando se alcanza la creencia, entonces “la sola funcién del pensamiento os la produccién de la creencia (idem): “El sentimionto de creer es un indicative mas o menos seguro de que en nuestra naturaleza se ha establecido un cierto habito que determinaré nuestra accién” (La fijacién de la creencia). Alcanzar un estado de creencia exige la lucha de la indagacién motivada por la irritacién de la duda, inquietud e insatisfaccién que nos mueve a luchar por liberaros y pasar al estado de creencia, de tranquilidad y satisfacci6n. El problema es cémo fijar la creencia, no meramente en el individuo, sino en la comunidad; cual de los cuatro métodos descriptos por Peirce es el acertado _de la tenacidad, de la autoridad, de las inclinaciones (0 del gusto, lo agradable a la razén), o el de la ciencia_. Con certeza propone el método de la indagacién cientifica, y reconoce a su vez el gran costo que éste supone asi como los méritos de los otros (idem). En "La lgica regenerada” (de 1896, en Peirce, 1988: 220-42), afirma que la légica es una ciencia abstracta _"no se ocupa de ningiin hecho que no esté presupuesto en la suposicién de una aplicabilidad ilimitada del lenguaje"_, y “empieza ya a ser una ciencia positiva, puesto que hay algunas cosas respecto de las que el légico no tiene libertad para suponer que son o que no son, sino que reconoce que hay algo que le obliga a afirmar lo uno y negar lo otro”. Define la légica “como la ciencia de las leyes del establecimiento estable de creencias. Por consiguiente, la légica exacta sera aquella doctrina de las condiciones del establecimiento de creencias estables que se basa en observaciones absolutamente indudables y en el pensamiento matematico, es decir, diagramatico 0 icénico”. Esta légica (en su sentido mas amplio y tal como la concibe Peirce) consta de tres partes: -el estudio de “aquellas propiedades de las creencias que les pertenecen en tanto que creencias, al margen de su estabilidad (la gramética especulativa: el andlisis de una afirmacién “en sus elementos esenciales, independientemente de la estructura del lenguaje en que pueda estar expresada’, y divisién de las afirmaciones “en categorias de acuerdo con sus diferencias esenciales”); -el estudio de las condiciones que debe satisfacer una afirmacién “para poder corresponder a la ‘realidad’, esto es, para que la creencia que expresa pueda ser estable (la ldgica: consideracién del razonamiento necesario y del probable); -el estudio de “aquellas condiciones generales bajo las cuales un problema lleva a otro (la retérica especulativa, que completa el trivium), En el mismo manuscrito (sin titulo) donde Peirce establece que “La légica, en su sentido general, es <..> sélo otro nombre de la semistica, la doctrina cuasi-necesaria, 0 formal, de los signos’, aclara que con “formal” quiere decir la observacién de los caracteres de los signos y a partir de la cual, por un proceso que llama “Abstraccién” (la facultad que llama “observacién abstractiva’), se llega a “aseveraciones, en extremo falibles, y por ende en cierto sentido innecesarias, concemientes a lo que deben ser los caracteres de todos los signos usados por una inteligencia ‘cientifica’, es decir, por una inteligencia capaz de aprender a través de la experiencia’. Del hecho de que el signo (representamen) se inserte en relaciones triddicas (con el fundamento, el objeto, el interpretante), se sigue que la semistica comprenda tres ramas: -la gramatica especulativa ("pura"), se ocupa de “determinar qué es lo que debe ser cierto del representamen usado por toda inteligencia cientifica para que pueda encarnar algiin significado"; -la légica propiamente dicha, la “ciencia de lo que es cuasi-necesariamente verdadero de los representémenes de cualquier inteligencia cientifica para que puedan ser validos para algtin objeto, esto es, para que puedan ser ciertos’, se ocupa de las condiciones de verdad de las representaciones; -la retérica pura, se ocupa de “determinar las leyes mediante las cuales <...> un signo da nacimiento a otro signo y, especialmente, un pensamiento da nacimiento a otro pensamiento” (2, 229). En De una nueva lista de categorias, Peirce muestra cémo la triple referencia de un signo a un fundamento, un objeto y un representamen, constituye la estructura conceptual fundamental de la légica (ciencia universal), que integra un trivium compuesto por la gramatica formal (estudia la referencia de los simbolos en general a sus fundamentos), la légica (estudia las condiciones formales de la verdad de los simbolos) y la retérica formal (la referencia a los interpretantes) La creencia tiene tres propiedades: es algo de lo que nos percatamos; mitiga la irrtacién de la duda; asienta un habito. Alcanzada la creencia, el pensamiento reposa por un momento, La aplicacién de la regla para la accién que es la creencia supone mas dudas y ms pensamiento, de modo tal que la creencia es a la vez lugar de parada y de partida del pensamiento; razén por la cual Peirce habla de pensamiento en reposo, aunque el pensamiento sea esencialmente una accién. La esencia de la creencia es el asentamiento de un hdbito _ “las diferentes creencias se distinguen por los diferentes modos de accién a los que dan lugar’_; toda la funcién del pensamiento es la de producir habitos de accidn: "Lo que el habito es depende de ‘cuando’ y ‘cémo' nos mueve a actuar. Por lo que respecta al ‘cuando’, todo estimulo a la accién se deriva de la percepcién; por lo que respecta al ‘cémo’, todo propésito de la accién es el de producir un cierto resultado sensible” _"Nuestra idea de algo es nuestra idea de sus efectos sensibles” (Cémo esclarecer nuestras ideas)_. La semiosis tiene su anclaje en el habito, como interpretante final de la cadena de signos. En el habito muere y nace la semiosis; en y por el habito, ésta es posible. La formacién de un habito esta conectada con la atencién y las sensaciones que dan lugar a las acciones voluntarias(21} _{htipyiwww blogger comipost-create. 9? blogID=3066808968662768560#_fn21] Es debido a ciertos habitos de la mente que podemos extraer, a partir de premisas dadas, una inferencia més bien que otra (el principio directriz). EI proceso inferencial implica la formacién de un habito: produce una creencia u opinién, que en tanto legitima fundamenta nuestra accién, siendo por tanto un habito. Una creencia general u opinién (como conclusién inferencial) es activa en nuestra imaginacién; y una creencia-habito “formada simplemente en la imaginacién, como cuando considero cémo debo actuar bajo ciertas circunstancias imaginarias, afectaré mi accién real igual que si se hubiesen realizado estas circunstancias" (Por qué estudiar légica)[22] Initp:siwww blogger com/post-create.g?blog|D=3066808968662768560#_ftn22] Precisamente los medios constituyen un importante laboratorio de observacién en lo que concieme a los argumentos|23] _[hitp:/iwww.blogger.com/post-create.q?bloglD=3086808968662768560# fin23) publics. Los diarios ofrecen ciertas pro-posiciones acerca de algunas cuestiones que dan-que pensar. Siguiendo a Peirce (Lecciones Lowell), una proposici6n puede tener el cardcter o bien de una asercién, por mor de la cual el enunciador deseari que el puiblico ‘se vea impulsado a afirmar lo mismo” que él; o bien de una apuesta, por mor de la cual esperaria que el piiblico “se haga igualmente responsable de la verdad de la proposicién contraria”. En ambos casos, uno y otro se exponen “deliberadamene a suftir graves consecuencias" sila proposicién en cuestién "no es verdadera’ Proferir una afirmacién supone ya un juego de lenguaje (Wittgenstein) de tipo retérico-argumentativo. El que la formula intenta: a) que la imagen que se espera despierte en la mente del auditorio sea asimismo un signo de la imagen similar que 61 mismo pudo evocar; este icono o signo por semejanza de la cualidad real de la cosa, es el predicado de la afirmacién, y puede ser tanto un Unico icono © imagen familiar, como un complejo de tales iconos o imagen compuesta cuya totalidad no es familiar, pero si pueden serlo las partes y su modo de composicién; b) imponer a la atencién del auditorio el objeto de la afirmacién, por medio de su indicacién; este objeto (Hecceidad) es el sujeto de la afirmacién, la cual puede tener una multitud de sujetos; ©) que el auditorio atribuya el predicado a los sujetos como un signo de los mismos tomado de una manera particular; esta compulsion que actuaria cada vez que se presente la ocasién, es una fuerza condicional permanente o ley de que “a los objetos de los indices les corresponde un icono como signo de los mismos, de una determinada manera; este simbolo es la cépula de la afirmacién” (Peirce: Obra Iégico-semistica, 3.433). Una afirmacién se constituye por la conexién de una palabra indicativa con una palabra simbélica, y tiene su modalidad © grado de conviccién (idem, 4.57). V. Metamorfosis del contar Frente a cierta pretensién (del sentido comtin) del oficio periodistico (contar los hechos tal y como sucedieron; la concepcién autolegitimadora de la noticia como “espejo” de la realidad, la objetividad), o junto con, por detras de él © adelantandose(|e) a la divisoria de aguas respecto del estatuto del conocimiento (en general), y el conocimiento medidtico y periodistico, resuenan dis-contiguamente los aforismos de Nietzsche: no hay hechos, sélo interpretaciones, y valoraciones que no pueden ser suspendidas fécilmente; de donde la importancia que adquiere la cuestién de los habitos (en general, epistémicos, practicos) en relacién con la creencia (en los términos de los aforismos, tener algo por verdadero)[24] [ntip:/iwww blogger com/post-create.g?blogID=3066808968662768560%_fin24] , de acuerdo con Ricoeur por medio de la actividad de configuracién narrativa se produce un reenvio “al campo de la praxis y a sus recursos de pre-comprensién’, a un horizonte cultural, al trasfondo del mundo de la vida. La via nietzscheana puede proporcionar alguna clave para leer textos, como los tratados por nosotros, cuya razén (racionalidad y estatuto razonable) es la de la pasién, por la que se realiza la puesta en escena del sujeto (y la subjetividad). Esto significa re-introducir al “hombre en su discurso” (Parret, 1993, 1995a, 1995b)[25] [http:siwww blogger. com/post-create.g?blogl0=3066808968662768560#_fin25] . El tipo de proposicién de contrato fiduciario (de comunicacién), que constituye el diario, prevé como su efecto de sentido lo verdadero: un decir-verdadero, un hacer parecer verdadero (veri-diccién), y posible, creible (vero- similitud), de modo que resulta dificil distinguir entre verdad y certeza, entre saber-verdadero y creer-cierto, dificultad que viene a problematizar la relacién (intrinseca) entre saber y creer|26) (htip:/iwww blogger com/post- create. gblogI0=3066808968662768560%_ftn26] . Narrar es ya interpretar, comprender, explicar, problematizar, argumentar, conforme algtin patrén de racionalidad, a partir, por ejemplo, de uno de los dos espectros siguientes, aunque no homogéneos: razén tedrica, episteme, racionalidad mono-légica, verdad como adecuacién, demostracién “cientifica’; razén practica, o estética, racionalidad dialégica, pragmatico-hermenéutica, verdad publica como consenso comunitario, falibilidad, phronesis-felicidad, argumentacién con razones. Tipos de discursos como los que estudiamos argumentan con razones. Razones (y ‘ratio’) que se sostienen en las confrontaciones sociales por definir lo verdadero, lo bueno, lo ut, lo justo, lo bello. Asi se puede sefialar la fuerza argumentativa (persuasiva, moralizante) de los exempla, definidos por Aristételes como una de las clases de pruebas y formas de razonamiento, por induccién, propias de la Retérica; junto con el entimema, razonamiento por deduccién, Ademas de las “acciones’, “obras” y “sucesos" narrados en distintas formas (como la anécdota), tienen valor ejemplar (paradigmatico) para la conformacién (iconogréfica) del imaginario colectivo, ciertos “personajes” (como los pioneros, “abnegados inmigrantes”, forjadores de Misiones, descendientes de ciertas familias, “embajadores de nuestra cultura’, “difusores y defensores de nuestra identidad’, etc.), presentificados por el género epidictico (retrato, semblanza, historia de vida, biografia)[27] _[htipyiwww.blogger.comipostoreate.g? blogID=3066808968662768560#_n27] . La operacién periodistica transmuta determinados hechos, sucesos, acciones individuales 0 colectivas, agentes sociales, en “acontecimientos”, “personajes”, “etapas’, "hazafias’, “proezas", “héroes”, “idolos’, “famosos’, etc., que perviven en/por el mito (y “mitologia” medidtica, en el sentido de Barthes, 1986a) de nuestra historia con el valor del ejemplo, asi mas 0 menos consagrados por este tipo de oficio memorioso. El reconocimiento y el entusiasmo constituyen la base de la configuracién (patémica) de la trama y de la constitucién de la identidad narrada (Ricoeur). El fin (el sentido del final y la finalidad) de la narracién consiste en integrar en un todo unénime, indiviso, en nuestro caso, a todos los miembros de la comunidad local y provincial (imaginariamente semiotizada por estos medios, y mediada puiblicamente), a quienes se interpela (por medio de recursos retéricos-argumentativos) y se demanda un mutuo reconocimiento entusiasta, el sentido y el sentimiento de pertenencia a la comunidad, cierto fervor histérico[28] _[htip:/imww blogger.comipost-create 9? blogID=3086808968662768560#_fn28} . La moral de (la narracién de) una historia “dispone de un determinado poder de seduccién que domina perfectamente” "es capaz de entusiasmar’[23} Inttp:liwww.blogger.com/post-create.9? blogID=3066808968662768560#_fn29] Asimismo el recurso a la estructura de sentimientos (para usar la expresién de Williams) prueba su effcacia porque resulta que “los sentimientos no son algo definitive ni originario, tras ellos se encuentran juicios y apreciaciones que nos son transmitidos en forma de sentimientos” (Aurora)[30] _[hito:/iwww blogger com/post-create.0? blogID=3086808968662768560#_tn20} . BIBLIOGRAFIA ALBALADEJO, T,, 1991. Retérica. Madrid, Ed. Sintesis. AMOSSY, R. y HERSCBERG PIERROT, A. 200%. Estereotipos y clichés. Buenos Aires, EUDEBA. ANDERSON, B., 1997. Comunidades imaginadas. México, FCE. ARISTOTELES, 1979. Poética, Madrid, Aguilar. 1990. Retorica. Madrid, Centro de Estudios Constitucionales. BAJTIN, M., 1985. Estética de la creacién verbal. México, Siglo XI — 1994. 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En ella abordamos los diarios locales (Posadas, Misiones) para analizar la cuestién memoria-identidad-comunidad, [2] [http:!waw.blogger-com/post-create.q?bloglD=3066808968662768560K_ftnref2] El antecedente mas inmediato de la formulacién de la capacidad de los medios para establecer la agenda es la obra (en el campo de las ciencias politicas) de Berard Cohen (1963), en la que afirma: “La prensa, en la mayorla de las veces, no tiene éxito diciendo a la gente qué ha de pensar, pero continuamente tiene éxito diciendo a sus lectores sobre qué han de pensar” (en Wolf, 1985). [3] [http:/iwww-blogger com/post-create.q?blog|D=3086808968662768560#_finret3] Compartimos el parecer de Chartier (1999), acerca de la necesidad de vincular dos definiciones de la opinién publica: la identificada con las sociabilidades particulares (salén, café, club, sociedad literaria, plaza, etc.), los espacios puiblicos y la publicidad, que se corresponde con Ia teoria y critica de Habermas (1986); y la relacionada con un espacio abstracto de circulacién y recepcién de los discursos piblicos, que median la comunicacién publica, Cfr. Charaudeau (2003). [4] Inttp:iwblogger.com/post-create.g?blogl0=3066808968662768560# finref4] De la contrastacién (comparacién- tabulacién de los repertorios-interseccién de los conjuntos obtenidos) entre las agendas propias de los distintos diarios resultaria la agenda de la prensa (local y nacional). [5] [http:iwww. blogger com/post-create.g?blog!D=3086808968662768560#_ftnref5] Con lo cual los medios contribuyen sobremanera a la conformacién del imaginario, a la institucién de significaciones sociales mas o menos privilegiadas (Castoriadis). EI trabajo massmediatico de mitificacién y ritualizacién produce “una determinada categorizacién social de Io real que pone de manifiesto a la vez la relacién de ‘deseabilidad’ que el grupo social mantiene con su experiencia de lo cotidiano, y del tipo de comentario de inteligibilidad de lo real que produce" (Charaudeau, 2003: 58). [6] [hitp:iiwww blogger. comipost-create.gblogID=3066808968662768560# finrefé] Tanto para el caso de la Agenda- Setting como para el de la Tematizaci6n es necesario tener presente también la complejidad del propio sistema de comunicacién y de informacién, asi como la ecologia de los aparatos y medios informativos y comunicativos, junto con las mittiples interacciones entre este sistema y los otros (economfa, politica, etc.), lo cual dificulta un analisis simplificador, 0 los intentos de establecer el origen preciso de la agenda o los “temas”, asi como las causas. Por ej. podria considerarse la tematizacién como el resultado de la accién conjunta de los sistemas politico, econémico y medidtico, mas o menos sobredeterminada por alguno de ellos. Cfr. Charaudeau, [7] {http:waw blogger-com/post-create.q?bloglD=3066808968662768560#_fnref7] H. Parret (1995). Vid. Smorti (2001), Bruner (1995). [8] htp:/iwww.blogger.com/post-create.q7blogID=3066808968662768560#_finrefé] Parret confronta los dos tipos de racionalidad (tradicionalmente mantenidos a raya uno con relacién al otro), y por medio de Platén ilustra el “origen paradisiaco” donde relatar y argumentar pertenecen a una misma racionalidad universal. Sefiala una proveniencia comin: legein, hablar, relatar y razonar _al pasar observamos que es la misma para ‘lectura’_. [9] [hitpyiwww.blogger.comipost-create.g?blogID=3066808968662768560# ftnref9] Vincenzo Vitiello entiende que la Hermenéutica “ha hecho valer contra la ‘Iégica’ los derechos de la narracién. El saber narrative histérico en el sentido originario se acerca a las cosa y a la vida precisamente en la medida en que se aleja de la verdad absoluta y etema: se acerca a las cosas, que siempre son ‘relativas'’ y a la vida del hombre, que transcurre en el tiempo" (‘Racionalidad hermenéutica y topologia de la historia’, en G. Vattino, comp. (1994), [10] thtto:www.blogger.com/post-create.g7blogID=3066808968662768560%_ftnref10] En palabras de Borges: “Palermo de Buenos Aires’, EVARISTO CARRIEGO (entre otros lugares). [11] [httpwww.blogger.com/post-create. gbloglD=3066808968662768560# ftnref'1] J. J. Saer, “La selva espesa de lo real’ <1979>, en Saer (1988). Al respecto, la oposicion que establece Benjamin (El narrador’) entre narracién- narradorirelato-novelista. [12] | [httpziwww blogger.com/post-create.g?bloglO~3066808968662768560H finref12] Acerca de la noticia como construccién social de la realidad, desde un enfoque sociosemistico, Vid. Rodrigo Alsina (1989): “la noticia es la narracién de un hecho o la reescritura de otra narracién’, “es una produccién discursiva, como tal, tiene un proceso de elaboracién textual” (16-17, 18) [13]_ thitp:tiwww-blogger.com/post-create.g?blogll semiética’, en G. Aranzueque, edic. (1997). [14] _[htip:iwww blogger. comipost-create.qbloglD=3066808968662768560# finref14] Ricoeur, “Retérica, poética y hermenéutica’, en G. Aranzueque, edic. (1997). [15] [http:/iwww.blogger.comipost-create. g?bloglD=3066808968662768560#_tnref15] Para Cicerén, sera elocuente aquel que habla de forma que pruebe, agrade y convenza: “el gusto del auditorio ha sido la medida orientadora de la elocuencia de los oradores"; los pardmetros de su arte son la aprobacién del piiblico y el placer de los oidos. El orador, Madrid, Alianza, 1991 [16] thtto:#www.blogger.com/post-create.q?blogID=3066808968662768560#_ftnref16] Perelman (1997) postula como objeto de la nueva retérica, teoria de la argumentacién, “el discurso no demostrativo, el andlisis de los razonamientos que no se limitan a inferencias formalmente correctas, a calculos més o menos mecanizados”; es decir, el discurso “que busca persuadir 0 convencer, cualquiera sea el auditorio al cual se dirige y cualquiera sea la materia sobre la cual versa (23-24) [17] thtoswwvw: blogger com/post-create.g7blogiD=3066808968662768560#_ftnref*7] Hernandez Guerrero y Garcia Tejera, 1994; Albaladejo, 1991; Barthes, 1982). [18] | [http:/mwweblogger.comipost-create.¢bloglD=3066808968662768560# finref18] En una primera acepcién, el interpretante es otro signo que traduce el primero; y en una segunda, es la idea a que da lugar la serie de signos. [19] htto:zwww.blogger.com/post-create, g?blogID=3066808968662768560# _finref19] Respecto de la sensacién, dice Peirce: “Siempre que un hombre siente esté pensando en algo”: “no hay ninguna sensacién que no sea también na representacién, un predicado de algo légicamente determinado por las sensaciones que le preceden’. La atencién es “el poder por el que el pensamiento se conecta en un determinado momento y se pone en relacién con el pensamiento en otro momento *; la atencién produce un gran efecto sobre el pensamiento subsiguiente: afecta a la memoria, la conexién y la seouencia ldgica del pensamiento, el rescate de un pensamiento olvidado, (Algunas consecuencias de cuatro incapacidades). [20] [ntto:www-blogger.comipost-create.g?blog!D=3066808968662768560# ftnret20] Lo mismo reenunciado en modo indicativo: “Toda la intencién intelectual de un simbolo consiste en el total de todos los modos generales de Conducta racional que, condicionados a todas las diferentes circunstancias y deseos posibles, se seguiran de la aceptacién del simbolo” (Temas del pragmaticismo, de 1877-1878). [21] htp:/www.blogger-com/post-create.g bloglO=3066808968662768560#_finref21] En Por qué estudiar légica, se define el habito como “una ley general de la accién, tal que, en un cierto tipo general de accién, un hombre estaré mas 0 menos inclinado a actuar de un cierto modo general’; y también: “un principio general que actiia en la naturaleza de un hombre para determinar cémo actuar" 1066808968662768560H finrel'3] Cf. Ricoeur, “Hermenéutica y [22] [nttp:!'www.blogger.com/post-create.q?bloglD=3086808968662768560% ‘tnref22] Peirce define la expectacién como Un hébito de imaginar. [23] [http:stww blogger. comipost-create. gbloglD=3066808968662768560# _ftnref23] En Grafos y signos Peirce define el argumento como “un signo que tiene la Forma de tender a actuar sobre el Intérprete por medio de su autocontrol, representando un proceso de cambio en pensamientos 0 signos, como para inducir este cambio en el Intérorete”. [24] hitp:www blogger. comipost-create.gbloglD=3066808968662768560# ftnref24] La gaya ciencia; La voluntad de poderio. Peirce también da esta definicién. [25] | {hitp:/wmw blogger com/post-create.q?blogiD=3066808968662768560# ftnref25] Y con Nietzsche, que “Todo pensamiento pinta su mundo y las cosas que le rodean con menos colores de los que tienen, porque es ciego para determinados colores” (Aurora). [26] thto:swww. blogger com/post-create.q7bloglD=3066808968662768560#_ftnre(26] Greimas (1980, 1989); Parret (1995); Courtés (1997) [27] {http://www blogger.com/post-create.9 blogiD=3066608968662768560# ftnref27] Para Perelman (1997) el género epidictico es central en virtud de su funcién de intensificacién de la adhesién a los valores, con base en los cuales el discurso pretende conmover y mover (a la accién). El discurso epidictico se relaciona con el género educativo (y con la filosofia practica), pues: “pretende menos que suscitar una accién inmediata crear una disposicién a la accién, esperando el momento apropiado’ (41-42). [28] _{hitp:/ww.blogger.comipost-create.g?bloglD=3066808968662768560# finvei28] Vinculamos ta _historicidad directamente con la solidaridad, ese sentimiento infundado fundamental para el proceso de construccién de la democracia (Rorty, 1996), cuyos principios primeros son el entusiasmo y el reconocimiento, por lo que se llega al Ambito de la estética, que genera una ética y una politica de vida. Parret (1995a, 195b); Lyotard; Foucault (2004); ‘Anderson (1997), Cuando estudiamos los manuales escolares de historia hablébamos de “fervor pattidtico” (Garcia, 1999). [29] [http:!iwww.blogger.com/post-create.q?bloglD=3066808968662768560# finret29] Y prosigue Nietzsche: “A veces le basta una mirada para paralizar la voluntad critica 0 incluso para ponerla de su parte; a veces consigue que dicha voluntad critica termine volviéndose contra sf misma"; es que ninguna autoridad admite la critica [30] [ntip:/wonw.blogger.com/post-create.g?blogl0=3066808968662768560# _finref30] Y advierte Nietzsche: “Quien cuenta Una historia doja ver facilmente si la cuenta porque Ie interesa 0 porque quiere interesar con su relato” (Humano, demasiado humano); y que su conviccién (veracidad-sinceridad) no dice acerca de la verdad de lo contado. (Publicado en Estudios Regionales Afio 14 -N° 32, pp. 49-70, 2006, Secretaria de Investigacién y Posgrado - FHyCS-UNaM) Publicado 21st May 2009 por marcelino garcia (2) Afadir un comentario Introduce tu comentario. Comentar como: —Ju4nP4 (Gog! ¥ Cerrar sesién Vista provia Avisarme

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