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BATALLA DE SAN PABLO

Por Enrique Alva Anduaga

En 1882 el Primer Vicepresidente Contralmirante Montero se ausentaba de


Cajamarca después de la prisión del Presidente Doctor García Calderón, el
General Miguel Iglesias quedó como Jefe Superior Político Militar y General en
jefe del Ejército del Norte. En estas circunstancias recibía el encargo difícil de
pacificar las Provincias de Chota y Hualgayoc, donde se desconocía la autoridad
de Montero, formar cuerpos de línea disciplinados y rechazar toda invasión de
tropas chilenas. Y para ejecutar este encargo el General en jefe solamente
contaba con 300 soldados, no obstante a estos se plegaron niños y jóvenes llenos
de entusiasmo y patriotismo, este pequeño ejército tuvo su Columna de Honor
conformado también con antiguos oficiales y subalternos.

Una expedición chilena había avanzado hasta Cajamarca a fines de Junio de


1882, dentro del propósito de evitar acaso un choque con el pueblo de esa ciudad,
se retiró a San pablo donde estaba el grueso de su fuerza. Las tropas peruanas,
que antes se habían concentrado en Chota, marcharon sobre San Pablo. Allí
estaban el Coronel Justiniano Borgoño y los Coroneles Manuel Cayo y Eudocio
Rabines. De Cajamarca salió, con la misma dirección, otra división a las órdenes
del Coronel Lorenzo Iglesias, entre cuyos jefes se encontraba los Coroneles
Belisario Rabines, Manuel Callirgos y Daniel Nieto. El general Miguel Iglesias
mandaba a todo el ejército como jefe Superior Político Militar.

Después de permanecer dos días en San Miguel la 1era División recibió las
ordenes de avanzar el día 12 hasta la Hacienda Capellanía, lugar situado al S.O.
de San Pablo y a dos leguas de distancia donde debía reunirse con los refuerzos
que llegaban de Cajamarca, estando en aquel lugar recibió el aviso que desde
Chumbil le enviaba el Comandante General de la 2da División Coronel Callirgos
Quiroga, comunicándole su llegada y sus órdenes para proceder al ataque, es así
que el día 13 de Julio a las 4:30 am, dejaron sus posiciones y marcharon sobre
San Pablo, el enemigo que se encontraba en San pablo abandonó este lugar en la
misma madrugada del 13, noticiado, sin duda del movimiento de avance efectuado
por la 1era División y se posicionó en el Panteón y Chácara del Batan lugares
altos y que dominaban “La Laguna”, dividiendo sus fuerzas en cuatro partes; tres
de estas formaban su línea de batalla, y la cuarta su reserva.

El avance del ejército peruano se hizo con las debidas precauciones hasta la
mitad de la altura que ocupaban las fuerzas chilenas, cuando se presentó un
hombre del pueblo manifestando que el enemigo se encontraba parapetado en los
lugares ya indicados: estos datos sirvieron para proceder con mejor acierto en el
plan de ataque. Dos compañías del “Callao” formaban la derecha, las otras dos el
centro, y la columna “Libres de Trujillo”, “Hualgayoc” y “Bambamarca” las reservas
de aquellas. La columna de Honor y los 30 hombres del “Trujillo” N°1, al mando
del Coronel Eudocio Rabines, después de haber practicado un reconocimiento al
cerro de la “Copa” situado a la derecha de nuestras líneas y que dominaba el
camino a San Luis, se ordenó formarse nuestra izquierda, a fin de hacer frente a la
derecha del enemigo, llevando como reserva a las columnas “Chota” “San Miguel”
y “Llapa”. En esta disposición y en el momento más inesperado rompió fuego el
enemigo tomando por blanco principal a la columna de Honor, casi diezmándolos
pero los pocos que quedaban ebrios de coraje y simultáneamente con las
compañías del “Callao” que tenían a su derecha, se lanzaron sobre las posiciones
enemigas, cuando se ordena el repliegue de nuestras tropas lo que aprovechó el
enemigo para el repase mutilando y asesinando a los indefensos heridos
peruanos, en esta circunstancia corono el cerro “El Cardón” el Coronel Callirgos
Quiroga encontrando a un grupo de pobladores escondidos a quienes les pidió
que formasen en línea a lado de su tropa a fin de presentar a simple vista del
enemigo un mayor número de efectivos, mientras se armaban las baterías que
eran dos piezas de artillería las mismas que iniciaron los disparos que cayeron en
el centro de las posiciones chilenas, emprendiendo el ataque inmediatamente con
valerosa decisión las mencionadas guerrillas descendieron por derecha y centro
del enemigo, recibiendo los chilenos certero fuego de artillería. Se debe resaltar el
entusiasmo de las tropas, el abnegado comportamiento y resuelta actitud del
Coronel Nieto que a pesar de sus limitaciones y pocas piezas de artillería no
desmayó ni dejó en ningún momento de hacer fuego, el hecho ejemplar del
Coronel Arturo Fuentes, 2do jefe de Artillería no obstante que se encontraba
postrado por una grave enfermedad siguio ordenado y disponiendo se bombarde
al enemigo, haciéndolos retroceder una vez ocupada la plaza por nuestras fuerzas
la infantería enemiga empezó una desordenada retirada hacia el camino de San
Luis, mientras que su caballería al verse acorralada por nuestras tropas
abandonaron sus caballos y sables en la misma confusión. Es en este momento
que la derrota se hizo general en las fuerzas chilenas que procuraban ponerse a
buen recaudo frente a la avanzada peruana, es a las 10:30 am cuando la victoria
sonreía a las armas peruanas ese día se cubrieron de gloria gloriosos soldados
que lucharon hasta el final, los chilenos perdieron todas sus cabalgaduras y sables
que abandonaron en su presipitada y desordenada fuga cayeron en nuestro poder
todo su parque de municiones y una ambulancia. Los muertos por ambas partes
quedaron a veces a distancia de un rifle unos de otros.

Los peruanos tomaron 28 prisioneros chilenos, entre los muertos estuvieron el


Coronel Eudocio Rabines, jefe de la Columna de Honor junto con varios jefes y
oficiales de ella y el Comandante Julián Cruzado. La columna de Honor de la
primera división que formo la vanguardia quedo casi íntegra fuera de combate.

Si bien es cierto que participaron en la Batalla de San Pablo los niños héroes
Gregorio Pita, José Manuel Quiroz y Enrique Villanueva, estudiantes del
prestigioso Colegio Nacional San Ramón su famosa proclama “Viva El Perú,
muera Chile” el grito de los escolares cajamarquinos que lucharon contra los
invasores chilenos, han escrito Jorge Basadre, Mario H Urteaga y el Oficial
peruano Cesar A, Bazo sobreviviente de la columna de honor. Estos niños han
recibido reconocimiento y sus monumentos tienen un sitial en la ciudad de
Cajamarca.

Los vencedores a cuyo mando estuvo el Coronel Lorenzo Iglesias regresaron a


Cajamarca a replantear su estrategia militar, entre los muchos héroes caídos el 13
de Julio, Basadre resalta la figura de Néstor Batanero Infantas consignando en su
obra Historia de la Guerra con Chile (1968-1970) que a este héroe no se le a dado
el debido reconocimiento nacional.

Néstor Batanero Infantas niño de 14 años se presentó como voluntario en su


ciudad natal Cajamarca, en el batallón que mandaba el Coronel Lorenzo Iglesias.
Poco tiempo después estaba en Lima con el grado de sub-teniente, en las filas del
Batallón Cajamarca N°3, combatiendo valientemente contra el ejército chileno en
Chorrillos y Miraflores. En el Morro Solar en el distrito de Chorrillos al ver que la
resistencia era imposible, se envolvió en la bandera de su batallón y, echándose a
rodar, cayó a la playa y se dirigió luego a la capital después de haber salvado así
el estandarte de su unidad. Terminada la campaña de Lima con la batalla de
Miraflores, volvió nuevamente a Cajamarca, y sentó plaza en el cuerpo militar
denominado Libres de Trujillo N° 11, con el grado de teniente. En esta condición
participó en la Batalla de San Pablo. En un momento de desorden en la que
comenzaba a ceder la primera sección de las tropas peruanas, contuvo a un
pelotón de soldados y al frente de solo siete hombres se batió con la bravura que
contribuyó a dar tiempo para que llegara la segunda división y se pudieran obtener
la victoria.

En San Pablo perdió la vida este niño. Su cadáver, según se dijo, quedo en pie,
apoyado en un rifle. Fue sepultado en la Capilla de San Pablo por orden del
General Miguel Iglesias.
DR. ENRRIQUE ALVA ANDUAGA

El Dr. Enrrique Alva Anduaga, es un ilustre


Cajamarquino, nacido un 07 de noviembre de 1954,
Abogado de Profesión con Maestría en Derecho
Civil y Comercial. Ex Presidente de la Federación
de Instituciones Representativas de Cajamarca
(FEDIREC); institución creadora del día de la
dignidad Cajamarquina. Ex Presidente del Club de
Leones de Cajamarca y actual Presidente de la
Legión Mariscal Cáceres: Filial Cajamarca. Autor de
diversos artículos y obras históricas entre los que destacan: Batalla de San Pablo,
Bolívar en Cajabamba y Rendición de Cajabamba (próxima publicación)

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