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LECHE INICIAL Y LECHE FINAL

La leche varía a lo largo de la ¡misma toma! Al principio de la tetada es más “aguada” para
calmar la sed del bebé y preparar su estómago, y a medida que va saliendo aumenta la cantidad
de grasas, de manera que al final de la toma proporciona mayor aporte de calorías (como el
postre) y aporta sensación de saciedad. Por tanto, debemos transmitir que la criatura debe mamar
hasta que quede satisfecha, y no retirarle del pecho aunque lleve tiempo en el mismo, sólo el
niño o niña sabe cuándo se ha quedado satisfecha.

La leche materna es considerada el alimento más completo desde el punto de vista bioquímico,
ya que tiene todos los nutrientes indispensables, en términos de equilibrio, para suplir los
requerimientos necesarios para el crecimiento y la energía.

Su contenido de proteínas y su relación con los demás nutrientes está en función de la velocidad
de crecimiento de nuestra especie; al mismo tiempo mantiene un perfecto estado de salud,
porque aporta sustancias para la defensa del organismo contra posibles enfermedades.

La composición de ésta varía durante la lactancia y se adapta a las necesidades cambiantes del
niño o niña:
• En la etapa final del embarazo y en los primeros días después del parto se produce el calostro,
líquido de alta densidad y bajo volumen, con un adecuado aporte de nutrientes. Es de color
amarillo y espeso, rico en anticuerpos, vitamina A, proteínas y enzimas. Es purgante y protege
al recién nacido contra infecciones y alergias. Asimismo, ayuda a madurar el intestino del bebé
y previene enfermedades oculares.
• A esta leche inicial le sigue una de transición, rica en proteínas, minerales, lactosa y grasas.
• Por último, aparece la leche definitiva o madura, que se produce aproximadamente en la
tercera semana después del parto. Posee un mayor contenido de lactosa y grasa y es baja en
concentración de proteínas.

• La leche materna contiene una mayor cantidad de vitaminas C y D y riboflavina, que la leche
de vaca. De allí que el niño o niña no requiera de otros alimentos y pueda ser alimentado
exclusivamente con leche materna hasta los seis (6) meses de vida.

• El siguiente cuadro presenta los componentes de la leche materna, sus funciones y


características:

• Macronutrientes
• Proteínas: promueven el crecimiento y desarrollo óptimo Proteínas: promueven el
crecimiento y desarrollo óptimo del niño o niña e intervienen en el desarrollo del sistema
nervioso central
• Lípidos: intervienen en el desarrollo del sistema nervioso central. La concentración de grasas
en la leche materna varía entre las mamadas, es mayor al final de las mismas, así como al
inicio y al final del día.
• Carbohidratos: contribuyen al desarrollo del sistema nervioso central y ayudan en la
abosorción de calcio
Micronutrientes
- Vitaminas: las concentraciones de vitaminas hidrosolubles y liposolubles cubren las demandas
del lactante. Solo la cantidad de vitamina D es limitada, pero este déficit es subsanado con la
producción de la misma por acción de los rayos solares. Otros Componentes
- Minerales: el contenido de minerales de la leche materna se adapta a los requerimientos
nutricionales del lactante y son de fácil absorción. Los más importantes son el hierro y el zinc,
entre otros.
- Nucleótidos: son compuestos intracelulares que intervienen en procesos biológicos de vital
importancia, incrementando la función inmune y mejorando la disponibilidad del hierro.
- Moduladores del crecimiento: son factores del crecimiento con acción metabólica específica,
por ejemplo el factor de crecimiento epidémico, que se relaciona con el crecimiento y
maduración celular de absorción del intestino y el factor de crecimiento neurológico que
interviene en el desarrollo del sistema nervioso central.
- Hormonas: se encuentra gran cantidad de hormonas como la insulina, la oxitocina, la
somatostatina, los esteroides ováricos y suprarrenales.
- Enzimas: permiten la digestión y fácil absorción de los nutrientes de la leche materna, así
como la maduración celular y la función inmunológica. Factores de protección: estimulan el
sistema inmunológico del lactante y lo protegen contra enfermedades infecciosas.
- Agua: satisface las necesidades de líquido, por lo que no es necesario darle agua u otro líquido
mientras se está amamantando en forma exclusiva.

La cual es una leche rica principalmente en azúcares (en especial lactosa que es el azúcar
mas abundante en la leche materna) y por ende de consistencia más ligera y dulce. Esta
leche tiene la importante función de saciar la sed del bebé porque es más abundante y
rica en agua, a la vez que satisface principalmente los requerimientos energéticos del
cerebro humano. Este detalle es muy importante puesto que nuestro cerebro es el único
órgano de nuestros cuerpo que sólo digiere glucosa. Un azúcar simple (monosacárido)
que se forma a partir de la digestión metabólica de la lactosa. Es decir que esta primera
leche es imprescindible para el bebé puesto que precisamente se encuentra en una etapa
en la cual su cerebro requiere de gran suministro energético como parte de la intensa
actividad y maduración neuronal que está teniendo lugar.

segunda leche o también llamada leche del final de la tetada. Es la leche que queda luego
de que el seno ya se ha vaciado parcialmente y por ende está presente en menos
volumen. Como podemos observar en la imagen esta leche tiene una coloración más
intensa y una consistencia más espesa. Lo cual se debe a que en esta leche se concentran
grandes cantidades de ácidos grasos, cuya función está destinada principalmente a
acumularse como parte del tejido adiposo del bebé y a ser el suministro energético para
sus músculos (los músculos usan para su funcionamiento principalmente ácidos grasos),
es decir que su función es garantizar que la masa corporal del bebé aumente y gane peso
como parte de su crecimiento normal.

En ambas leches, tanto la del inicio de la tetada como la leche del final, encontramos
grandes cantidades de proteínas, vitaminas, células inmunológicas, anticuerpos,
probióticos, minerales y otras sustancias imprescindibles y ajustadas a las necesidades
del bebé en cada etapa.

La diferencia en la composición de la leche materna durante la misma tetada justifica el
hecho de que no sea recomendable que los bebes recién nacidos tomen pecho sólo
durante 10 a 15 min de cada seno como sugieren algunos y luego de ese tiempo
cambiarlos al otro seno. En aquellos casos en los que la lactancia materna se maneja de
ese modo aparecen problemas asociados al aumento de peso de los bebes puesto que
estos no ganan peso o lo ganan muy lentamente y a la vez aparecen algunas señales de
intolerancia a la lactosa. Lo cual en realidad no está asociado a problemas del bebé o a la
calidad de la leche materna, sino que la causa es un mal manejo de la lactancia materna .
Ante casos como estos es suficiente con modificar el patrón de lactancia de él/la bebé a
partir de las siguientes pautas: dejarlos y estimularlos a que permanezcan en el mismo
pecho por más de 20 min, darles de mamar del mismo pecho durante varias tomas
seguidas, o en casos de mamás con mucha producción o reflejo de eyección muy fuertes
extraer un poco de la primera leche antes de amamantar al bebé. Con estos cambios en
el modo de amamantar es suficiente para que los bebés comiencen a ganar peso más
rápidamente y desaparezcan los síntomas asociados a la intolerancia.

• El calostro (leche de los primeros días) contiene gran cantidad de proteínas, vitaminas e
inmunoglobulinas (defensas) que pasan a la sangre a través del intestino del recién nacido/a. El
calostro es suficiente para alimentar al recién nacido/a, puesto que su estómago es muy pequeño
y sus necesidades se satisfacen con pocas cantidades y en tomas frecuentes (de 8 a 12 tomas
diarias aproximadamente). • La leche madura varía su composición a lo largo de la toma, la del
principio es más “aguada” (rica en lactosa) para calmar la sed y la cantidad de grasa va
aumentando a medida que sale la leche, concentrándose al final de la toma; cosa que provoca la
saciedad del bebé. Por eso es conveniente vaciar el primer pecho antes de ofrecer el segundo sin
limitar el tiempo de la toma. Durante el primer mes de vida es posible que se sacie con un solo
pecho. Es la succión del bebé (frecuencia y duración de la toma, un pecho o los dos) lo que
determina la cantidad y composición de la leche

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