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Por el Maestro

Omraam Mikhaël Aïvanhov

LA ARMONIA
I

Obras completas – Tomo 6/I


OM-63-01
4 conferencias de un total de 17

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LA ARMONIA OC-6

RELACION DE 4 CONFERENCIAS LOTE UNO de CUATRO

Pensamiento del Maestro

LA ARMONIA I - del 15 de Julio 1970

LA ARMONIA II – del 27 de Agosto de 1970

LA ARMONIA III – del 10 de Agosto 1971

LO QUE NOS ENSEÑA LA CASA – del 6 de Julio 1967

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LA ARMONIA CON EL CUERPO COSMICO

Si los humanos aceptan estudiar como el universo ha


sido creado, que regiones lo constituyen y que criaturas
pueblan esta regiones, comprenderán que se encuentran en
el cuerpo de la naturaleza que está viva, que hace parte de
un todo, que deben conducirse en armonía con el todo. Los
que producen demasiados desordenes a través de su
actitud anárquica, es muy sencillo, la naturaleza actuará
como si tomara una purga y serán rechazados.
Los anárquicos no son nunca aceptados por mucho
tiempo. Si no son los humanos quienes los combaten, es la
naturaleza misma, pues la naturaleza no acepta la
desarmonía; sucede como cuando el hombre tiene un
tumor, un cáncer en su cuerpo, entonces ella llega y le
pone remedio. Que os creéis? Ella sabe defenderse, la
naturaleza… El Maestro

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Conferencia del Maestro
OMRAAM MIKHAËL AÏVANHOV
Bonfin, 15 de Julio de 1970

Del Tomo 6: OC
La Armonía
Capítulo I:

LA ARMONÍA -I
Hace un rato, comiendo almendras, mis queridos hermanos y
hermanas, pensaba que podríamos plantar aquí, en el Bonfin, todo un
campo de almendros. En primer lugar, el terreno se presta a ello,
porque los almendros son unos árboles que crecen en los lugares más
áridos y no necesitan ser regados, pero, sobre todo, porque la
almendra es un fruto muy rico desde el punto de vista nutritivo, que
incluso contiene elementos contra el cáncer. Si, no lo sabéis, y la
medicina quizá tampoco lo sepa, pero las almendras son muy eficaces
contra el cáncer. Si coméis al menos tres cada día estaréis prevenidos,
protegidos. Algunos dirán al cabo de una semana que ya están hartos
de comer almendras... Pero hay un medio de comerlas cada día sin que
os harten, es triturarlas, poniendo una o dos cucharadas en la ensalada,
en la sopa, etc... Es un alimento extraordinario, pero pocos se han
dado cuenta.
Tenemos, pues, que plantar almendros, y cada año los hermanos
y hermanas podrán coger paquetes y paquetes de almendras que
podrán comer en sus casas. Tenemos varias hectáreas de terreno;
evidentemente, no están completamente desbrozadas, pero se hará
rápidamente y, si algunos hermanos quieren plantar estos almendros,
tendrán un trabajo muy agradable, muy poético. Este año no somos
privilegiados; por culpa de la helada no hemos tenido almendras. Sólo
los árboles de mi jardín han resistido, pero tampoco han dado muchas.
Lástima, porque las almendras más gordas que se han visto jamás se
encuentran en mi jardín. Pero este año ha habido muy pocas, y lo
mismo ha sucedido con los olivos. Hay años así... Por otra parte, para
cada cosa, para cada persona, hay años fértiles y años en los que nada
2

crece. Sí, las vacas gordas y las vacas flacas... (En el campus del Bonfin hay
un terreno que se llama “Les amandiers” los almendros, o sea donde se plantaron almendros.
Es una tradición en los almuerzos de los residentes del Bonfin que se coman siempre
almendras en los desayunos. Y las almendras se sirven siempre en cascara, o sea que cada
hermano-a se descascara las que come).

Pero, a propósito de las almendras, me gustaría hablaros de un


hecho que a menudo he constatado. Muchos las compran (y compran
también avellanas, nueces, cacahuetes, etc.) descascarilladas. Claro
que es más práctico, es más rápido, más ligero, pero no os lo
recomiendo, porque no se sabe desde cuándo estos frutos están
descascarillados y han podido perder todas sus partículas etéricas, toda
su vitalidad. No son nutritivos, por tanto, y ni siquiera tienen gusto; es
como si comieseis cadáveres. Para ciertos frutos o legumbres es
diferente; el arroz integral, el trigo, las judías blancas, por ejemplo,
conservan sus propiedades nutritivas y su sabor, aunque se les haya
quitado la piel o la corteza, porque todavía poseen otra película
debajo. Pero las avellanas, los cacahuetes, las almendras, etc.... no hay
que comprarlas nunca descascarilladas, porque ya no recibís de ellas
ninguna energía. Ni siquiera vale la pena comerlas. Y tampoco hay
que comer nunca frutas y verduras que hayan sido recogidas desde
hace mucho tiempo, porque ya están marchitas, ya están muertas.
Quizá salga más barato, pero, en realidad, sale más caro, porque no
recibís de ellas ninguna vida. Y la vida es lo que cuenta; si tenéis la
vida podéis obtener todo lo demás, porque una parte de esta vida se
transforma en inteligencia, otra se transforma en amor, otra en
voluntad, en actividad, en energía...1 Pero cuando la vida disminuye,
se acabó. Si tomásemos la costumbre de contar con la vida, más que
con lo exterior, todo cambiarla.
Y ahora, ¿por qué la almendra es tan eficaz contra el cáncer?
Porque los elementos que la componen están dispuestos con una
armonía perfecta, y esta armonía se opone, justamente, a la invasión
del organismo por el cáncer, que no es, en realidad, más que el
resultado de un desorden, de una anarquía. Así pues, cuanto más se
instala en el mundo el espíritu de anarquía, tanto más se propaga el
cáncer. Los médicos no saben eso, y tampoco saben que cada
enfermedad tiene su origen en una debilidad o un vicio en el hombre
mismo. Son, pues, los hombres los que crean las enfermedades.
3

Cuando el nerviosismo aumenta, una enfermedad aparece... Cuando la


sensualidad aumenta, aparece otra enfermedad... Cuando la
desarmonía aumenta, aparece una tercera enfermedad. Todas las
enfermedades son la consecuencia de un desorden determinado, y el
cáncer es la consecuencia de la anarquía. Para prevenir el cáncer hay
que trabajar, pues, la armonía, pensar cada día en la armonía,
armonizarse cada día con la humanidad, con todo el universo. Claro
que no seremos capaces de vivir ininterrumpidamente en esta armonía
perfecta; pero siempre debemos retomar las riendas, ser siempre
conscientes, estar vigilantes, no mantener durante mucho tiempo en
nosotros un estado de desarmonía, porque, si no, este estado se
propaga hasta las células y corta todas las comunicaciones, todas las
corrientes, hasta el momento en que el organismo ya no puede
remediar el desorden.
Hoy en día, precisamente, por todas partes se alienta un poco
este espíritu de anarquía. Casi se diría que se forma en las escuelas, en
donde se enseña cómo desorganizarlo todo incitando a los hombres a
la ira y a la rebelión. Es la Logia negra la que hace este trabajo en
ciertos países. Sí, en vez de propagar virus para desencadenar una
guerra biológica -lo que les atraería reproches por parte de los demás-,
algunos países, para destruir a sus adversarios, propagan el virus del
descontento y la rebeldía. ¡Y ahí tenéis el cáncer! Inconscientemente,
todos los contestatarios y anarquistas se vuelven conductores de este
virus; y, al contrario, todas las órdenes iniciáticas, que trabajan para
que reine la paz, la armonía, la fraternidad, para que los hombres
puedan comprenderse, unirse y amarse, propagan gérmenes que
aniquilan el del cáncer. Si estos centros iniciáticos no existiesen, toda
la humanidad llegaría a ser alcanzada. Ya sé que muy pocos aceptarán
esta idea. Dirán: "¿Pero qué cuenta? No existe ninguna relación entre
la anarquía y el cáncer... Ésta no es la opinión de los biólogos." Pues
bien, ¡que se queden con la opinión de los biólogos! Yo os digo la
verdad: el cáncer es la consecuencia de la anarquía que se propaga en
el mundo. Por eso debemos trabajar para la armonía todos los días,
mañana y tarde.

Me doy cuenta de lo difícil que será para vosotros


comprenderme, no intelectualmente, claro, sino profundamente, con
4

todo vuestro ser.

Todo en la vida contribuye a arrastrar a los humanos a unas


actividades que están muy lejos de la armonía, ¡sobre todo de la
armonía tal como la conciben los Iniciados!... Pero procurad, de todas
formas, escucharme atentamente.
En la armonía están incluidos todos los bienes: el florecimiento,
la felicidad, la luz, la salud, el gozo, el éxtasis, la inspiración... La
armonía es la poesía, la música, la pintura, la escultura, la danza. Todo
el universo está comprendido en la armonía, toda la perfección, todas
las cualidades, todas las virtudes. Por eso, los que propagan el
desorden serán un día también completamente disgregados, triturados,
pulverizados, porque trabajan con unas fuerzas negativas, hostiles,
destructoras. Hay que decidirse, de una vez por todas, a comprender
las leyes de la naturaleza, a aprender cómo está construido el hombre
y cuáles deben ser sus relaciones con estas leyes de la naturaleza.2 Si
queréis vuestra felicidad, vuestro florecimiento, debéis pensar en la
armonía, poneros en armonía con todo el universo. No lo lograréis
inmediatamente, pero, si perseveráis, un día llegaréis a sentir que,
desde los pies hasta la cabeza, todo en vosotros entra en comunicación
y vibra al unísono con la vida cósmica. Entonces comprenderéis lo
que son la vida, la creación, el amor... No antes. Antes no podéis
comprenderlo. Intelectualmente, exteriormente, nos imaginamos que
comprendemos algo. No, la comprensión, la verdadera comprensión
no se hace ahí, en algunas células del cerebro; se hace con todo el
cuerpo, incluso con los pies, los brazos, el vientre, el hígado... Todo el
cuerpo, todas las células deben comprender.

La comprensión es una sensación. Sentís, y entonces


comprendéis y sabéis: porque lo habéis saboreado. Ninguna
comprensión intelectual puede compararse con la sensación. Cuando
experimentáis amor, cuando experimentáis odio, ira, pena, sabéis lo
que es. Si decís: "Yo sé lo que es el amor", y no habéis estado nunca
enamorados, es falso. Pero si habéis sentido el amor, lo conocéis.
Quizá no podáis explicarlo, ni expresarlo, pero lo conocéis, y lo
conocéis verdaderamente. Porque conocer es eso: vibrar al unísono.
Cuando todo vuestro ser vibra al unísono con una idea, con un
5

sentimiento, con un ser, con un objeto, los conocéis. Por eso el


discípulo debe tener como preocupación esencial entrar en armonía
con todas las jerarquías celestiales para vibrar al unísono con ellas. Si
trabaja así, día y noche, para la armonía, llegará a saborear unas
sensaciones indeciblemente bellas y preciosas; a menudo he pensado
en haceros todo un ciclo de conferencias solamente sobre la palabra
"armonía", sobre lo que representa la armonía en todos los dominios.,.
Al lado de la inmensa cantidad de los que trabajan para la
destrucción y forman montañas de dificultades y de oscuridad, apenas
se encuentra un puñado de hombres que comprenden que hay que
unirse para trabajar en apartar todas las enfermedades, todas las
guerras, todas las desgracias. Y estos pocos hombres no son capaces
de luchar contra la influencia nociva de los demás. Siempre he dicho
que la cantidad es muy importante: la cantidad de aquéllos que son
buenos, puros, que están en la luz y son capaces de participar en la
formación de una fraternidad universal cuyas decisiones pesarán en
las balanzas del mundo. Pero, en vez de comprender y de unirse para
transformarlo todo, en vez de participar en esta obra formidable, la
mayoría de los humanos se quedan ahí, siendo individualistas, estando
separados, aislados; y sólo trabajan para sí mismos.

Y si, por ejemplo, los hermanos que vayan a venir a plantar estos
almendros trabajan también para que les recompensen, para que les
digan: "¡Ah! ¡Bravo!, ¡Sois magníficos!"... es que no son
desinteresados. Los verdaderos espiritualistas trabajan por una idea,
para una idea divina, y es esta idea la que les recompensa, porque esta
idea, que está en conexión con el Cielo, ya es todo un mundo; trabajan
para una idea, y esta idea se encarga de aportarles el gozo, el
entusiasmo, la esperanza. Si no tenéis una idea divina por la que
trabajar, aunque os paguen, no tendréis ni gozo ni felicidad, porque no
estáis conectados con el Cielo. Mientras que si trabajáis por una idea,
aunque no os den las gracias, aunque no reconozcan lo que hacéis, os
sentiréis siempre en la plenitud. Debéis comprender eso. Poned una
idea divina en vuestra cabeza, trabajad para una idea divina, y veréis
lo que esta idea hará por vosotros: mejorará toda vuestra existencia, os
prolongará incluso la vida.
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¡Yo trabajo para una idea! Si soy diferente de la mayoría de la


gente, no es porque sea más inteligente, o más fuerte, o más rico, o
más sabio, no, ¡hay tantos que me superan en todos los terrenos!, sino
porque trabajo por una idea, así de sencillo. Pero id a hacer
comprender a la gente el poder y la eficacia de una idea, cómo actúa,
¡cómo vive! Mis queridos hermanos y hermanas, no hay nada más
poderoso y más estimulante que una idea divina, creedme. Os estoy
hablando de lo que ya he verificado por mí mismo. Todo lo que os
digo, lo extraigo de mis propias experiencias.

Algunos de los que vienen aquí, mientras piensan que hay


conocimientos que aprender, o que pueden encontrar alguna chica
bonita, son asiduos, entusiastas… Pero, cuando han llegado a obtener
lo que querían, piensan que ya no vale la pena seguir en la Enseñanza
y la abandonan. Esto es así porque no trabajan para una idea
desinteresada, trabajan para sí mismos. Y los que vienen por mí,
porque me encuentran simpático, o yo que sé, pues bien, tampoco está
la cosa segura, porque el día en que yo ya no sea exactamente como
les gusta que sea me abandonarán. Yo quiero que vengan por la idea
de la Enseñanza, por esta filosofía, porque no han comprendido que
no deben estar aquí ni por mí, ni por ellos, ni por tal o cual persona,
sino para contribuir al bien del mundo entero, para que esta idea de la
Fraternidad Blanca Universal sea reforzada, alimentada, y llegue hasta
las fronteras de la humanidad. Algunos sólo vienen a la Fraternidad
cuando estoy aquí; eso prueba que no se puede contar con ellos, y no
me siento demasiado halagado por su actitud. Si creéis que estoy
contento pensando: "¡Ah!, ¡Sólo vienen por mi!"... En absoluto.
Un dia Nastradine Hodja entró en una taberna. Como volvía del
trabajo no tuvo tiempo de cambiarse y, cuando entró con su viejo traje
remendado, nadie le dijo: "Buenos dias, Nastradine Hodja... Toma un
poco de café, un poco de lukums...", no, nadie, ¡y no le gustó! Se fue
entonces a su casa a ponerse su mejor traje; su abrigo de pieles (en
búlgaro lo llamamos Kojub), y su kalpak, y volvió a la taberna.
Entonces, inmediatamente, se armó un revuelo: "¡Buenos dias,
Nastradine Hodja!... ¡Siéntate, Nastradine Hodja!... ¡Traed café y
lukums para Nastradine Hodja!..." Entonces Nastradine miró lo que le
estaban trayendo, tomó un faldón de su abrigo y le dijo: "¡Toma!
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Come... bebe... ¡todo eso es para ti!". ¡Qué corte para los otros! Les
quiso mostrar que sólo le habían acogido tan bien por su abrigo.

Y conmigo es lo mismo. Se imaginan que me complacen cuando


vienen sólo por mí... No, ¡la historia de Nastradine Hodja! Los
hermanos y hermanas no se dan cuenta de que este yo para el que
vienen no es más que un abrigo. El verdadero Yo no es éste que está
ahí, ante vosotros, el verdadero Yo, mi verdadero Yo, es la Enseñanza,
porque yo estoy soldado, fundido, identificado con la Enseñanza. Si
queréis amarme, amad la Enseñanza, y me amaréis a mí. Yo, no sabéis
lo que soy. Algunos hermanos y hermanas me han dicho a veces: "Le
hemos sentido en el viento... Le hemos sentido en los árboles..." Sí,
estoy por todas partes, en toda la naturaleza. Este cuerpo que está ahí,
delante de vosotros, sólo representa una millonésima parte de lo que
realmente soy. Lo demás está en otra parte.
Aquéllos que trabajan por una idea son seres fuertes, poderosos,
y el Cielo cuenta con ellos. En cuanto a los demás, van a pasearse, un
día por aquí y otro día por allá, y no comprenderán nunca nada.
Nuestra Enseñanza es una Enseñanza divina y debemos trabajar para
ella sin buscar nunca ser recompensados. Cualquier trabajo que hagáis
aquí, en el Bonfin, pensad que lo hacéis por la Enseñanza, para que
esta idea se propague, la idea del Reino de Dios en la Tierra, la idea de
la armonía y del amor, y entonces incluso las enfermedades
desaparecerán. Sí, y si en la Tierra existen verdaderos médicos y
verdaderos sanadores son los Iniciados, porque sin dar medicamentos
van a la fuente de la enfermedad: la ausencia de armonía. Los otros
sólo intervienen cuando ya es demasiado tarde. Hay que curar a los
humanos antes de que caigan enfermos. Cuando la desarmonía
comienza a penetrar en ellos, es decir, el odio, la maledicencia, la
maldad, los celos, la rebeldía, se está instalando ya la enfermedad,
porque la enfermedad no es otra cosa que un desorden. Y cuando un
desorden se encuentra con otro desorden, ¿qué queréis?... ¡hacen
buena pareja' Mientras que si la armonía está en vosotros, el desorden
no puede penetrar, la armonía se lo impide.
Éstas son unas leyes muy importantes que hay que conocer. Si os
interesa verdaderamente vuestra evolución, vuestro fortalecimiento,
8

vuestra victoria definitiva, debéis trabajar para la armonía; armonizar


todo vuestro ser con las fuerzas del universo. Todo el poder del
discípulo reside, precisamente, en su voluntad de ponerse en armonía,
nadie puede impedírselo; posee la voluntad libre de armonizarse con
el cuerpo universal, de alcanzar la cima y de vivir la vida de Dios.
Porque el universo entero no es otra cosa que una armonía, esta
armonía cósmica que se llama la música de las esferas. Yo la oí; es
algo indescriptible que casi no se puede soportar: la sensación de
dilatarse en el espacio hasta disolverse en él. Sí, el Cielo me permitió
saborear la música de las esferas...
Y ahora, para saber si habéis logrado poneros en armonía, es
fácil, todo vuestro ser os dirá si cada célula vibra al unísono o si queda
en alguna parte alguna nota falsa, alguna disonancia. No es necesario
que alguien venga a decíroslo. Es exactamente como cuando tenéis
hambre o sed... Después de haber comido y bebido no tenéis
necesidad de que nadie venga a deciros si estáis saciados o si ya no
tenéis sed. Y cuando un día lográis obtener este estado de armonía
sentís que llegan de todas partes fuerzas formidables que se introducen
en vosotros; sentís que irradiáis, que proyectáis partículas, que vuestra
aura vibra... Vivís maravillados. Y, en cambio, cuando estáis en el
desorden, en el estrépito, en el caos, pueden decir que sois magníficos,
extraordinarios, lo que quieran, pero vosotros os sentís, en el fondo de
vosotros mismos tan confusos, tan inquietos, tan débiles, que no
sabéis dónde meteros, y hasta tenéis vergüenza de presentaros ante los
demás. ¿Acaso tenéis necesidad de que os digan, entonces, en qué
lamentable estado os encontráis? No, ya lo sabéis.
El mundo invisible quiere instruirnos a través de nuestra propia
experiencia, y no se escapa nadie. Pero los humanos no comprenden
este lenguaje y no sacan ninguna conclusión. Sin embargo, el
verdadero trabajo está, justamente, en estas experiencias que
deberíamos estudiar para sacar conclusiones, con el fin de poder ir
mucho más lejos en la vida espiritual. Pero no, toda la vida harán estas
experiencias y seguirán tan idiotas como antes, sin reaccionar para
poder mejorar la situación. Sufren, claro... no están contentos de sí
mismos, claro... pero están acostumbrados a estos desórdenes y no
hacen nada... van tirando. Mis queridos hermanos y hermanas, hay
9

que comprender inmediatamente que debemos salir de esta situación.


Y para salir de ella hay que meditar en la armonía, desearla, amar la
armonía, introducirla en todas partes, en cada movimiento, en cada
palabra, en cada mirada, ¡Tampoco es tan difícil!
Todo el tiempo que lleváis aquí hubierais debido trabajar sólo
con la armonía. Mientras que ahora cada uno trabaja con una pequeña
cualidad, con una pequeña virtud: la paciencia, la indulgencia, la
generosidad, etc.. ¡Pero eso son sólo migajas al lado de la inmensidad
que es la armonía colectiva! Evidentemente, está muy bien ser
generosos, indulgentes, buenos, dulces, humildes, pero muchos, que
poseen ya estas cualidades, viven aún en la desarmonía, y no se
vuelven perfectos con estas cualidades. Hay que dejarlas de lado;
pues, ni siquiera hay que ocuparse de ellas. Diréis: "¡Pero es horroroso
lo que nos aconseja! La religión no nos ha enseñado nunca cosas
semejantes." ¡Dejad también la religión tranquila!... Ocupaos
solamente de la armonía, porque ella contiene todas las demás
cualidades y virtudes.
Cuando tocáis el corazón, el alma de un hombre, tocáis todo su
ser. Tocad su corazón, y todo su ser empieza a sentir que ha sido
alcanzado, captado. Para expresar que hemos sido profundamente
conmovidos, decimos a menudo: "¡Me ha tocado el corazón!" Hay que
tocar el corazón, pues, el corazón de las cosas, el corazón del
universo. Y el corazón del universo sólo podréis alcanzarlo con la
armonía. Gracias a esta armonía obtendréis todas las cualidades, todas
las virtudes. Sin trabajar sobre tal o cual virtud, éstas vendrán hacia
vosotros porque habréis tocado el corazón y no sólo la periferia, en
alguna parte, allá abajo... Si queréis tocar el corazón del universo no lo
conseguiréis con vuestras pequeñas virtudes de nada. Que seáis avaros
o generosos, que estéis nerviosos o tranquilos, que seáis tiernos o
duros, todo eso no tiene gran importancia. Existen seres que, con todas
las virtudes, no han logrado tocar el corazón del Eterno. Sólo se puede
tocar el corazón del Eterno entrando en armonía con Él, vibrando al
unísono con Él, es decir, haciendo Su voluntad, sometiéndose a Él3
Aquí es donde la palabra sumisión toma una importancia formidable.
Si no sois sumisos con los humanos ignorantes y malvados, no pecáis
contra el Eterno, porque no estáis obligados a estar al unísono con
10

todos los idiotas y los criminales de la Tierra. Obedeced solamente al


Creador y, después, la razón os dirá si debéis obedecer a los humanos
o no.

Mientras que, actualmente, los humanos han decidido ser libres,


independientes, rebelarse, estar en desacuerdo con los proyectos de
Dios, con la voluntad, con el pensamiento de Dios, y de ahí vienen
todas las desgracias. Porque es, precisamente, el pecado de Lucifer y
el de los primeros hombres el que se repite indefinidamente en la
humanidad entera. Este deseo de liberarse, de ser anárquicos, de
levantarse contra las órdenes del Eterno, es la causa de todas las
enfermedades, de todas las desgracias y de todas las guerras. Hay que
comprenderlo. Yo lo he comprendido en toda su amplitud. He
observado, he analizado, he estudiado, he ido hasta el corazón de las
cosas y he comprendido que la causa, el principio de todos los males,
es esta ruptura con la voluntad divina, y puedo deciros en detalle de
qué forma se refleja y se manifiesta en todos los dominios. Lo he
analizado todo, todo, y es muy sencillo, muy claro, muy fácil de
comprender; incluso podemos resumirlo con una sola frase. Ésta:
desde que los hombres cortaron la conexión con la armón ia celestial
todas las desgracias empezaron a desencadenarse sobre ellos. Y
todavía será peor, porque se alejan cada vez más, se vuelven cada vez
más anárquicos, ya no respetan nada. Sí, todo esto toma unas
proporciones espantosas. Por todas partes, incluso en la religión,
incluso en las enseñanzas espiritualistas, todos están contaminados por
los gérmenes de la anarquía, y esto producirá acontecimientos
catastróficos.
E incluso con una Enseñanza como la nuestra, que puede acercar
cada ser. cada alma, cada corazón, a esta luminosa comprensión, los
hombres no están muy dispuestos a comprender. Prefieren abrirse a
todas las corrientes de la anarquía que se propaga, en vez de la
armonía universal. Por eso no puede ser feliz. No se trata de mí, desde
luego, porque para mía ya he realizado esta armonía. Pero mi felicidad
no es completa, porque mi verdadera felicidad apunta a vuestra
felicidad y a la de todos los hombres. Mientras sólo se trate de hacer
mi trabajo, de ponerme en armonía con la Divinidad, tengo todo lo
que necesito, soy absolutamente feliz, vivo en la plenitud. Pero mi
11

tarea no se termina ahí. Mi trabajo no es el de ser como muchos


religiosos cuya única meta es salvar su alma. Debo hacer todos los
esfuerzos para que lo que he logrado realizar en mí los demás puedan
también realizarlo. Pero no lo consigo. Trato de tirar de ellos, de
arrastrarles, pero no lo comprenden, no me siguen. Por eso no puedo
ser feliz. No me han dado la tarea de ser feliz sólo yo, sino la de hacer
participar a todos los humanos de esta felicidad.
Si los hermanos y hermanas hicieran esfuerzos para comprender
y profundizar llegarían a las mismas concepciones, a la misma luz, a
la misma plenitud y entonces estaría sostenido, ayudado, y todos
juntos podríamos conmover la Tierra entera, hacer el bien al mundo
entero. Pero no llegan a seguirme, no quieren comprenderme, eso es lo
que siento; tienen otros proyectos en su cabeza que están
absolutamente en las antípodas de lo que yo cuento. Éstas son mis
penas y mis tristezas, ¿lo comprendéis? No se trata de mí. Para mí ya
he resuelto muchos problemas. Pero mi trabajo no es quedarme solo,
feliz, cumpliendo la voluntad del Cielo... A veces me pregunto si,
aunque me oyesen hablar durante varios siglos, los hombres llegarían
a comprenderme. ¿Es que necesitan las desgracias, los sufrimientos,
las enfermedades y las privaciones para que empiecen a comprender?
Sí, el único medio de hacer comprender algo a los humanos, es
quitándoles todo. Entonces, es curioso, hasta los niños comprenden.

Así que, mis queridos hermanos y hermanas, puesto que el


Cielo os ha enviado aquí para ser atormentados por mí, no tenéis
otra cosa que hacer que trabajar para la armonía. En vez de pasar
el tiempo en toda clase de otras cosas, en vuestras distracciones,
vuestros tráficos, en vuestros pequeños amoríos, pensad en
realizar la armonía en vuestro ser para que todas vuestras células
vibren al unísono. Todo el mundo ha escuchado una orquesta y
sabe que si un solo ejecutante no se encuentra en armonía con los
demás, el resultado es una espantosa cacofonía. Pero, después,
son incapaces de comprender que se produce exactamente el
mismo fenómeno con el cuerpo físico, con el ser entero, porque
los órganos son como instrumentos que deben ejecutar juntos una
partitura. Tratad de leer cuando tenéis cólicos, dolor de muelas,
un grano en el pie, una calentura en la cabeza... no
12

comprenderéis nada, porque toda esta desarmonía que hay dentro


os lo impide. Es preciso que todo se serene y se calme para que
comprendáis.

¡Cuántas cosas hay en la vida para hacernos comprender la


importancia de la armonía! En las orquestas, los coros, los
ballets, los conjuntos rítmicos, y hasta en los ejercicios militares,
todos deben armonizarse. Todo en la naturaleza y en la vida está
ahí para instruirnos, para mostrarnos lo que es bello, lo que es
magnífico, lo que es maravilloso, lo que es estético, pero el
hombre, en su interior, sigue deteriorado y viviendo en la
cacofonía... ¡Ah! ¡los hombres!, ¡no me habléis! Nunca quieren
ponerse en armonía con las leyes del universo. Son los únicos,
además, que no están en armonía. Los animales, los insectos, las
plantas, están en armonía; y los espíritus, los ángeles… todos,
excepto los humanos. Sí, anarquistas…

Ahora, pues, dejad todo de lado para pensar solamente en la


armonía, en armonizaros día y noche. Cuando lo logréis, de un solo
golpe comprenderéis todas las leyes del universo, porque la armonía
os dará la posibilidad de comprenderlo todo de un solo golpe.

Que la luz, la paz y la armonía estén siempre en vosotros.

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Conferencia del Maestro


OMRAAM MIKHAËL AÏVANHOV
Bonfin, 27 de Agosto de 1970

Del Tomo 6: OC
La Armonía
Capítulo I:

LA ARMONÍA -II

Muy poca gente sabe que la armonía es todopoderosa y


puede resolver todos vuestros problemas. No piensan nunca en la
Armonía y así ponerla en el centro de su existencia. No os
extrañéis después de que nada funcione...

Supongamos que seáis magos... Si, supongámoslo. Os


habéis puesto los vestidos de ceremonia, sostenéis la espada o la
varita y entráis en el círculo mágico que habéis trazado. Pues
bien, si no poseéis la armonía completa, tendréis contratiempos.
El Cielo y los espíritus no pueden escucharos mientras no poseáis
la armonía, la paz absoluta. Los grandes magos lo saben, y nunca
hacen una ceremonia mágica si no han llegado a entrar en
comunión perfecta con el Cielo y todo el universo. Muchos brujos
y hechiceros se imaginan que, con fórmulas y gestos, pueden
obtener resultados. ¡En absoluto! Serán perseguidos incluso por
toda clase de entidades maléficas. Ningún acto es eficaz mientras
el ser humano no haya realizado la paz dentro de él. Pero dejemos
la magia... ¡Cuántas cosas hacéis cada día en la desarmonía!
Besáis a vuestra mujer, o a vuestros hijos, o a vuestra bienamada,
cuando estáis tristes, alterados, o cuando tenéis
remordimientos. Y los trabajos más importantes los ejecutáis
también en el desorden; por eso no obtenéis ningún resultado.

Todas las mañanas, al despertaros, debéis empezar la


jornada sintonizándoos con el mundo de la armonía universal, y
solamente después podéis preparar el desayuno, besar a vuestros
hijos, vestirles, hablarles, o ir al trabajo. Los hombres se pasean
2

por las calles, van a las tiendas, y hasta a las escuelas y, por todas
partes, todo el mundo está en desarmonía. ¿Cómo pueden los
profesores instruir a los alumnos en semejantes condiciones?...
Cuando entráis en una casa, vuestro primer pensamiento debe ser:
"¡Que la armonía y la paz reinen en esta casa!" Pero la gente no
tiene pensamientos de esta clase. Entran, y ya han puesto la
discordia entre el marido y la mujer, entre los padres y los hijos,
etc... Cuando se introduce la desarmonía se infringen leyes
terribles, mis queridos hermanos y hermanas.

Las leyes de la armonía son las leyes más solemnes que


existen en el universo. Así que, reflexionad, meditad, mirad en
qué estado actuáis y comprenderéis después por qué las
consecuencias son desastrosas. Incluso cuando queréis hacer el
bien, este bien no tiene condiciones favorables para manifestarse
y, al hacerlo, os veis obligados a trastocar, a ensuciar algo en el
mundo invisible, porque no estáis a punto, no estáis limpios, no
estáis serenos. Se hace todo en cualquier estado, y sobre todo la
concepción de los hijos. Los padres no deben concebir nunca un
hijo si no están entre sí en una armonía perfecta, porque el
Infierno se infiltrará en este hijo, y después toda la vida se tirarán
de los pelos.1 La armonía está en la base de todos los éxitos, de
todas las realizaciones divinas. Debéis concentraros en la armonía
sin cesar, y después podréis empezar a ejecutar los trabajos que
darán resultados durante toda la eternidad. Para llegar a esta
armonía, ¡qué trabajo, qué voluntad, qué concentración! Pero
cuando la hayáis logrado podréis manejar fuerzas prodigiosas
para el bien de la humanidad. ¿No sentís que todo el universo, que
todas las fuerzas de la naturaleza, están de acuerdo conmigo y me
aprueban? Vamos, observad, y veréis que toda la naturaleza está
de acuerdo y subraya lo que os digo.

Existe un mundo de la armonía, un mundo eterno del que


han salido todas las formas, todos los colores, toda la música, toda
la belleza, y yo penetré en este mundo. Hace años, fui arrancado
de mi cuerpo y oí la armonía de las esferas... Nunca he
experimentado sensaciones semejantes, de tal belleza, de tal
intensidad... No puede compararse con nada, era tan bello, tan
3

divino, que tuve miedo; tuve miedo de este esplendor, porque


sentía que todo mi ser se dilataba tanto que corría peligro de
disolverme y de desaparecer en el espacio. Entonces interrumpí
este éxtasis y volví a la Tierra. Ahora lo lamento... Pero, al
menos, durante unos segundos, viví, vi, oí cómo cantaba el
universo entero. Las piedras, los árboles, las montañas, los mares,
las estrellas, los Soles y todas las criaturas cantaban en una
armonía tan grandiosa, tan sublime que... Pero no, esto no es
comparable con nada de lo que se pueda oír en el plano físico. Y
tuve miedo, porque era tan poderoso, tan intenso que, unos
segundos más, y habría muerto, me habría pulverizado.

El Cielo me dio esta experiencia para que tuviera una idea


de lo que es la armonía celestial. Pitágoras, Platón, y muchos
otros filósofos, hablaron de esta armonía, pero me pregunto
cuántos de ellos pudieron oiría. Y ahora, el solo recuerdo de esta
experiencia llena mi alma como si bastase para mantener, sostener
y alimentar toda mi vida espiritual. Sí, saber cómo está construido
el universo, cómo vibra en armonía por la voluntad de esta
Inteligencia cósmica que ha dado un sonido, una voz a cada cosa,
a cada ser. Desgraciadamente, no podemos oír cómo el Creador
ha acordado todas estas cosas y estas criaturas entre sí. Pero, tan
sólo pensando en ello, ya nos sentimos en un estado
indescriptible. Y no creáis que os engañe. El Cielo está ahí, y me
escucha, y yo sé lo grave que es decir una mentira ante el Cielo.
Así pues, ante el Eterno, ante todas las Inteligencias sublimes, os
digo: yo oí la música de las esferas. Podéis no creerme, eso no
tiene ninguna importancia. Considero que éste es el privilegio
más raro que pueda serle dado a un ser humano.

A menudo, algunos se extrañan de que todas las


conferencias que doy desde hace treinta y tres años presenten tal
unidad y de que nunca haya habido una sola contradicción en mis
palabras, como si todo saliese de un solo y mismo punto, ahí, en
el centro. Sí, y os diré que no es porque haya leído libros por lo
que me ha sido dado ver esta unidad, sino porque oí la música de
las esferas. Ante esta armonía, comprendemos cómo vive el
universo, cómo vibra, cómo es su estructura, cuál es su destino.
4

La gente se imagina que hay que leer, que hay que estudiar para
poder encontrar la verdad. No, es arriba donde encontramos la
verdad, no abajo. Durante años me desdoblé para contemplar esta
construcción, esta organización que es el cosmos. Quise
contemplar el universo, no tal como lo vemos, vestido de carne y
de piel, sino como una estructura: el mundo de los arquetipos. Lo
logré, y esta armonía de las esferas que oí fue el resultado final de
todas mis búsquedas, de todos mis ejercicios de desdoblamiento
y, después, sigue siendo para mí como un sistema de referencia
para comprender y situar cada cosa 2

Mis queridos hermanos y hermanas, me doy cuenta de que


os hago quizá estas revelaciones un poco prematuramente. Cuánta
gente en el mundo ya me ha dicho: "Pero. Señor, no se da cuenta
usted de lo que dice. Va con varios siglos de adelanto No es
posible, de momento, aplicar lo que enseña. ¿Quién le seguirá?"
Sí, lo sé, es un poco verdad. Pero aunque no haya nadie para
seguirme, he recibido la orden de hablar como lo hago; y, puesto
que lo que digo es taquigrafiado y grabado, un día vendrá una
nueva raza de hombres, con otra estructura, con otra inteligencia,
y será capaz de seguir y de aplicar esta Enseñanza. De momento
es irrealizable, lo sé, porque los humanos no tienen talla para
realizar estas grandes cosas. Pero no importa, hay que decirlas,
tienen que ser conocidas, y que el pequeño número que sea capaz
de hacerlo se lance por este camino. Yo hago el trabajo que me
piden, nada más.

Todos aquéllos que no quieren aprender las verdades


esenciales de esta Enseñanza pueden irse a donde quieran, yo no
les retengo, porque, en realidad, son inútiles para nosotros. Sí, mis
queridos hermanos y hermanas, yo soy como Stradivarius, quiero
hacer violines, pero estos violines no puedo hacerlos con
cualquier madera y con cualquier barniz, porque quiero violines
con tos que pueda tocar el Cielo, hermanos y hermanas capaces;
si no, pierdo el tiempo. Cada uno tiene una meta en la vida, y mi
meta no es atraer aquí a todo el mundo, sino formar obreros para
el Reino de Dios. Me hacen falta obreros, y si no consigo crear
verdaderos obreros, servidores de Dios, es una lástima, habré
5

perdido el tiempo, habré trabajado para nada. ¿Pero quién trata de


ponerse en mi situación?... Si pensaseis: "El Maestro está ahí para
ayudarnos, para aclararnos las cosas, para instruirnos, para
conectarnos con el Cielo, pero nosotros, ¿acaso no debemos hacer
también algo por él?... ¿Acaso no tiene él también algún deseo?",
encontraríais que yo también deseo algo. Pero lo que deseo, no lo
deseo para mí, ésa es la diferencia.

Deseo que haya obreros que propaguen la luz, pero nadie


quiere ponerse en mi lugar para comprenderme. No me quejo,
pero os pido que os pongáis en mi lugar y comprendáis que yo
quiero obreros, servidores de Dios, porque trabajo para el mundo
entero. Si vosotros no trabajáis para mis ideas, como yo trabajo
para vosotros, entonces es injusto. En el mundo debe existir
siempre una justicia; si tomáis, debéis dar; si dais, tenéis el
derecho de tomar. Eso es la justicia: intercambios equitativos,
tomar y dar. Pero tomar sin dar nunca nada, eso es injusticia, y
entonces las leyes kármicas se ocupan del asunto y vienen a
reclamaros. Nadie se da cuenta del precio de una sola de mis
conferencias. Según vosotros quizá no valgan nada, pero según el
Cielo, nunca tendríais dinero suficiente para pagarlas; así de
valiosas son. Por eso, por otra parte, no les pido nada a todos
aquéllos que vienen a escucharlas.

Para aquéllos que quieran profundizar esta cuestión, diré


todavía unas palabras sobre la armonía desde el punto de vista
cabalístico. Cada Séfira del Árbol de la Vida, del que os he
hablado a menudo, expresa un matiz de la armonía divina, pero la
Séfira que preside la armonía de las esferas es Hochmah, en
donde reina Iah. Su servidor es Raziel, Arcángel de la luz, del
saber, de la sabiduría, del poder del Verbo; tiene bajo sus órdenes
a los Ophanim (en la religión cristiana, se les llama los
Querubines) quienes, bajo la autoridad del Verbo, presiden la
armonía cósmica. Su imperio es inmenso; abarca todo el zodiaco
cuyo nombre hebreo es Mazaloth

Ahora, mis queridos hermanos y hermanas, vais a saberlo,


extraigo todas mis conferencias de esta región en donde oí la
6

armonía celestial, la música de las esferas. Es ella la que me lo


explica todo. Por otra parte, no hay muchas cosas que explicar.
Realizáis esta armonía y de un solo golpe lo comprendéis todo:
comprendéis la sabiduría de Dios, comprendéis la paz,
comprendéis el amor. Cuántas veces algunos de vosotros me han
dicho: "Ayer lo comprendía todo, y ¿por qué ahora no comprendo
nada?" Porque han roto la armonía. Por eso, impregnaos, sin
cesar, de la palabra "armonía", no penséis en ninguna otra,
guardadla como una especie de diapasón, y, en cuanto os sintáis
un poco inquietos y turbados, tomad el diapasón y escuchadlo
para sintonizar todo vuestro ser.

Que la luz y la paz estén siempre en vosotros.

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OMRAAM
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Reus
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Primer Centro
De difusión de la obra
Del Maestro OMRAAM
En lengua Española
1

Conferencia del Maestro


OMRAAM MIKHAËL AÏVANHOV
Bonfin, 10 de Agosto de 1971

Del Tomo 6: La Armonía


Capítulo I:

LA ARMONÍA III

Lectura del pensamiento del día:

"Sumergíos, abandonaos en el silencio como niños


confiados en los brazos de su madre, y la armonía se propagará
hasta la menor de vuestras células."

Este pensamiento es muy claro, mis queridos hermanos y


hermanas, y no pide muchas explicaciones. Acordaos solamente
de lo que os dije sobre la armonía: que, si trabajamos para crear
la armonía, para vivirla y propagarla, no es necesario que nos
ocupemos de cada virtud, de cada cualidad en particular. Sí, por
primera vez os dije que no hay que ocuparse de desarrollar una
virtud en particular, porque eso exige mucho tiempo; quizá toda
la vida no baste, y ¿cómo haréis, entonces, para desarrollar las
demás? Os habréis pasado la existencia para llegar a ser
indulgentes, o dulces, o pacientes, y habréis dejado de lado las
demás cualidades. Os lo repito, mis queridos hermanos y
hermanas, ¡no os ocupéis de tal o cual virtud! Concentraos en la
armonía y, de un solo golpe, ésta hará germinar en vosotros todas
las demás virtudes. Eso es lo que yo hago: dejo a todas las
virtudes tranquilas, no quiero llegar a ser generoso, ni paciente,
ni indulgente, eso es tiempo perdido; quiero solamente vivir en la
armonía y me doy cuenta de que tengo, de un solo golpe, todas
las demás virtudes, porque esta armonía me obliga a ser
inteligente, razonable y comprensivo. Si estáis sumidos
interiormente en el caos y tratáis de ser amables, no lo
conseguiréis, justamente porque vivís en una desarmonía
2

espantosa.

Ahí tenéis un tema de reflexión. Armonizadlo todo dentro


de vosotros y os volveréis capaces de actuar con una sabiduría
tal, con una penetración tal, con una inteligencia tal, que os
preguntaréis; "Pero, ¿de dónde me viene eso?" Sí, resolveréis las
situaciones, encontraréis soluciones y daréis consejos, porque la
armonía os instruirá. Y desconfiad de la desarmonía como si
fuese el peor enemigo que pudieseis introducir en vosotros,
porque, después, todo se estropea y ninguna virtud puede ya
salvaros

Os lo repito, mis queridos hermanos y hermanas, la


armonía son todas las cualidades, todas las virtudes juntas.
Trabajando con la armonía tocáis el corazón de las cosas, el
Alma universal, el centro, y, desde allí, vienen órdenes,
corrientes, fuerzas que lo transforman y organizan todo. Cuando
no estamos en armonía, cuando estamos crispados, irritados, por
mucho que insistamos en querer manifestar por lo menos una
cualidad, no hay nada que hacer: todo lo malo que hay dentro de
nosotros está ahí para mordernos, para pincharnos, para
golpearnos, para disgregarnos. Trabajamos, pero no avanzamos
mucho, porque hemos descuidado la madre de todas las
cualidades, de todas las virtudes; la armonía. En la armonía todo
florece, vuestra mirada, vuestra expresión se embellece, vuestros
gestos son más mesurados, vuestros pensamientos más
inteligentes, vuestras palabras más persuasivas. Se dice que la
pereza es la madre de todos los vicios, pero no se habla nunca de
la madre de todas las virtudes: la armonía.

Los músicos, claro, os hablarán de la armonía, y estaréis


asombrados ante la riqueza y la poesía de su lenguaje; pero no os
revelarán su aspecto iniciático, porque ni ellos mismos lo
conocen. Desde el punto de vista musical se expresarán
maravillosamente, pero yo voy más lejos que el punto de vista
musical. Ningún músico os hablará de la armonía en el sentido
que os acabo de revelar: la armonía conectada con todas las
virtudes, con la perfección, e incluso con la salud. Sí, sobre todo
3

con la salud, porque cada desarmonía mina y carcome vuestra


salud. Si los hombres supiesen esto, en vez de perder el tiempo
en tratar de curarse, se pondrían inmediatamente a trabajar con
todas las entidades y las inteligencias divinas; y solamente
después tomarían algunos medicamentos para curarse...

Cuando comprendáis la importancia de la armonía, día y


noche buscaréis cómo crearla, cómo introducirla en todas
vuestras células y propagarla por todas partes. Únicamente la
armonía puede abriros todas las riquezas, todas las bendiciones,
todos los tesoros del Cielo. El Cielo sólo cede al lenguaje de la
armonía. Si queréis hablarle, pedirle algo, convencerle de que se
ocupe de vosotros, debéis saber que el Cielo no conoce otro
lenguaje. Hagáis lo que hagáis, aunque le amenacéis, aunque os
neguéis a ir a la iglesia para castigarle, digamos, el Cielo
permanece insensible. Pero, habladle el lenguaje de la música, es
decir, de la armonía, que es la música absoluta, la música
perfecta, la música por excelencia, y entonces el Cielo os
escucha y derrama sobre vosotros todas sus bendiciones En el
Cielo no se hablan varias lenguas, sino una sola, la de la armonía
y, si sabéis hablarle con esta lengua, el Cielo os responde
enviándoos todo en plenitud.

He ahí una cosa que no ha sido bien comprendida, bien


asimilada, bien profundizada, lo veo. Los hombres trabajan en
muchos otros dominios, creyendo que son más importantes, que
estarán mucho mejor, a resguardo, protegidos, felices, y dejan de
lado la armonía. Conocen, claro, su aspecto teórico, pero lo
teórico no actúa sobre nosotros, no es suficientemente poderoso
para procurarnos todo lo demás. Quizá hoy me comprendáis
mucho mejor porque toco vuestro interés, porque os muestro las
ventajas que obtendréis trabajando con la armonía, noche y día,
sin cesar, infatigablemente, sabiendo que únicamente la armonía
aportará todo lo demás: la luz, el amor y, sobre todo, la presencia
divina.

Cuando cantamos juntos, cuando nos acercamos a esta


armonía perfecta, habéis podido sentir, en varias ocasiones, la
4

presencia de las entidades celestiales... Es la armonía la que las


atrae. Se pasean entre vosotros distribuyendo flores y otros
regalos... Sentís algo, pero no alcanzáis a saber que son las
entidades celestiales las que han venido. Seguid empleando todos
vuestros esfuerzos y toda vuestra voluntad hasta que el Cielo
venga, y os aseguro que vendrá. Está con nosotros, detrás de
nosotros, y seréis testigos de manifestaciones extraordinarias;
experimentaréis una felicidad tan inmensa que ni siquiera podréis
contenerla, porque pasarán a través vuestro unas corrientes tan
poderosas que os harán estremecer con el más puro éxtasis.

Os lo he dicho, incluso las enfermedades sólo pueden ser


curadas con la armonía. Si estáis enfermos, es que mantenéis un
desorden dentro de vosotros; habéis alimentado ciertos
pensamientos, ciertos sentimientos, ciertas actitudes, y eso se ha
reflejado en vuestra salud. ¿Y por qué en tal órgano y no en tal
otro? Porque todo está matemáticamente calculado en función de
las leyes que hayáis transgredido. Si queréis curaros, sólo debéis
pensar en la armonía: día y noche debéis conformaros,
armonizaros, sincronizaros, estar acordes, en consonancia con la
vida entera, la vida ilimitada, la vida cósmica. Porque, cuando
hablo de la armonía, no quiero decir que haya que sintonizarse
solamente con una o dos personas, con vuestra mujer, con
vuestros padres, con vuestros vecinos... No, no, debemos
sintonizarnos con la vida universal. Desgraciadamente, estamos
siempre en sintonía con algunos mequetrefes, con algunos
tontainas, pero estamos en disonancia con la vida universal y,
poco a poco, esta desarmonía se infiltra, se instala, hasta el día en
que la enfermedad se declara.

Cuando os digo esto, me lo digo también a mí mismo; no


penséis que yo quiera excluirme de este asunto. Si me sucede
algo, si tengo un dolor en alguna parte, me digo: "¿Ves?, tú
tampoco has llegado aún a obtener esta armonía de la que hablas
a los hermanos y hermanas... ¡Venga!, ¡Ponte a trabajar!" Lo que
os cuento, pues, me concierne a mí también. Diréis: "Entonces,
es que usted tampoco está muy avanzado, muy evolucionado."
No mucho, no mucho, es verdad, pero la diferencia entre yo y
5

muchos otros es que yo me he dado cuenta de la importancia de


la armonía y que los otros no se dan cuenta. Pero que haya
todavía muchas cosas que limpiar, que purificar, que
transformar, que sublimar, que vivificar, que resucitar en mí, por
descontado... Incluso a los Iniciados se les da taras y defectos.

Cuando los Iniciados vienen a reencarnarse sólo pueden


encontrar familias que inevitablemente van a transmitirles una
herencia de defectos y de enfermedades. Sí, pero entonces
trabajan a marchas forzadas para acelerar todos los procesos de
limpieza, de purificación, etc... Por eso realizan esta armonía más
rápidamente que los demás. Ni más ni menos. No creáis que
cuando los Iniciados llegan a la Tierra todo en ellos es
absolutamente puro, armonioso y divino. ¡Ni hablar!... Yo
conozco la realidad. Pero la cuestión no es ésa. No debemos
justificarnos nunca con todos los defectos que hemos heredado.
Decid solamente: "Si hubiese merecido algo mejor, me habría
reencarnado en una mejor familia. No son mis padres tos
culpables, sino yo. Ahora tengo que arreglarlo todo, limpiarlo
todo, purificarlo todo." Y. pasado algún tiempo, estáis
rejuvenecidos, sois luminosos, estáis resplandecientes... Sólo que
hay que ser decididos, conscientes, hay que tomarse las cosas en
serio.

De ahora en adelante, dejad todo de lado y ocupaos de la


armonía; os aportará todo lo que necesitáis: la salud, la bondad,
la luz, el gozo, una beatitud extraordinaria, y os sentiréis tan
fuertes y resistentes que ya ni siquiera tendréis miedo a la
muerte. Habréis vencido a la muerte. Sólo que, claro, para atraer
a la armonía, para construirla, hay que amarla. Mientras no la
améis, no creáis qué vais a atraerla. Pero siento que ya empezáis
a amarla... Desde hace algún tiempo hacéis esfuerzos loables y
sinceros para crear la armonía en la Fraternidad. Lo hacéis
conscientemente, poderosamente, y constatáis unos resultados en
vosotros mismos indeciblemente bellos. Continuad creando esta
armonía y, un día, os revelaré todas las transformaciones que se
producen en el mundo entero a causa de nuestro trabajo: en
cuántos hogares, en cuántos países estamos, gracias a nuestra
6

existencia aquí, en la Fraternidad Blanca Universal, inspirando a


muchas personas que quieren salir del desorden en el que está
sumergido el mundo actual. Todo esto se os escapa aún, no veis
las razones por las cuales debemos vivir en esta armonía. Y es
porque, no sólo empezaremos a saborear el Reino de Dios, sino
también, porque enviaremos al mundo entero, y hasta las
estrellas, unas corrientes, unas ondas, unas fuerzas de un poder y
de un esplendor tal que, tarde o temprano toda la humanidad se
verá obligada a mejorar, a transformarse, y a vivir en la armonía,
en la felicidad y en la paz.

Que la luz y la paz estén siempre con vosotros!

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OMRAAM
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Del Maestro OMRAAM
En lengua Española
Conferencia del Maestro
OMRAAM MIKHAËL AÏVANHOV
Sévres 6 de Julio de 1967
Original - LIBRO 134 – También OC – 6 Capítulo V
CE QUE NOUS APPREND LA MAISON

LA CASA DEL MAESTRO


EN LOS MONTES
PIRINEOS

OC nº 6
Capítulo V

LO QUE NOS ENSEÑA LA CASA


La Paz donde encontrarla

Cada día, aquí, todos trabajan en habilitar la casa de nuestra nueva


propiedad, y todos saben que es necesario trabajar. ¿Pero cómo trabajar,
que medios y que métodos utilizar para hacer un trabajo correcto, ahí
está toda la pregunta? Les diré que, en realidad hay muy pocas personas
que saben trabajar; entonces, cada uno debe de preguntarse:
“¿Realmente, estoy trabajando según las mejores reglas y los mejores
métodos de la nueva Enseñanza?”
Antes de hablarles al respecto, quisiera decirles algunas palabras
sobre la conferencia a la cual asistí anteayer. Era una conferencia sobre
la paz. Varias personas muy calificadas, instruidas, simpáticas,
inteligentes y también divertidas tomaron la palabra. Yo las escuche
hablar hasta la media noche. Gracias a ellas aprendí que la paz es una
2

cosa magnifica que toda la humanidad necesita, mientras que la guerra


es una calamidad espantosa. Realmente, estuve encantado de aprender
eso. ¡Es maravilloso! ¡Pues, como al final uno entendió que la paz es
muy deseable, es evidente que la humanidad va ser salvada! Pero quería
también escuchar de que manera vendría esta paz…..Varios oradores
expusieron proyectos. Uno propuso crear una policía mundial que
impediría a la gente pelear. He aquí algo magnifico, pero ¿cómo
hacerlo? Dónde y cómo encontrar esta policía honesta capaz de cumplir
tales funciones? Este proyecto me hizo pensar en la fábula de los
periquitos que se habían reunido para encontrar el medio de protegerse
del gato. Estaban ya hartos de ser siempre perseguidos y devorados, y
entonces un día tuvieron una asamblea. Después de muchas discusiones,
el más viejo de ellos vino a dar su opinión: “Es necesario dijo él, amarrar
una campanita al cuello del gato para que podamos oírla de lejos”
Véanlo, los periquitos son inteligentes, ellos comprendieron que el gato
se acercaba tan suavemente que no podían oír su venida. Todos
encontraron maravilloso el proyecto del periquito más anciano y
estuvieron de acuerdo para adoptarlo. Desgraciadamente, ninguno de
ellos tuvo la audacia de ir para amarrar la campanita al cuello del gato.
Era exactamente la misma cosa para este proyecto de policía mundial.
Otro orador explicó que el federalismo y el pacifismo eran la
misma cosa. Y expuso varias teorías abracadabrantes a las cuales,
nadie entendió. Un tercero vino a decir que había que suprimir tal o tal
cosa... pero sin explicar cómo esta supresión sería posible. ¡Una vez más
la historia de los periquitos y del gato! Un cuarto... acusó al estado de
utilizar su poder para transformar a los ciudadanos en esclavos… Al
final, muchos otros hablaron y yo fui obligado de concluir que de todo lo
que había escuchado que la paz no podría venir tan pronto, porque nadie
la comprendía, ni sabía lo que es.
3

La paz no es un estado que uno puede obtener automáticamente ni


mecánicamente. La paz es un resultado, una síntesis de cualidades y de
virtudes, ella significa que todas las funciones y actividades del hombre
están perfectamente equilibradas y armonizadas. Entonces, la paz es una
consecuencia de la buena organización de las funciones, del perfecto
funcionamiento de todas las células de todos los órganos. No busquen la
paz exterior, nunca vendrá. Si Ustedes buscan la paz, manteniendo
dentro de ustedes condiciones de trastornos y de excitación, ¿Cómo
podrán obtenerla? Ya que la paz es un resultado, una consecuencia, es
necesario conocer los elementos, los medios, los métodos capaces de
producirla, y es toda una ciencia. Solamente, en general, así pasan las
cosas. Se prepara una comida copiosa con salchichas, jamones, pollos
todo mezclado con buenos vinos. Después de la comida, uno dice:
“¡Bueno, ahora voy a buscar un sitio tranquilo para descansar!” De
hecho, uno encuentra un sitio tranquilo, pero, en el interior, uno siente
algo que se mueve. Uno prende su cigarrillo, fuma, luego se estira
(relaja) pensando que sería bueno tener a su lado una mujer amable.
(dulce). ¿Dónde encontrarla? En casa del vecino por supuesto. Hay una
pared, pero eso no importa, ¡uno salta el muro!.... Entonces, ¡cuantas
historias y aventuras! Ya no se puede tener la molestia de hablar de
paz… Un día Nastradin Hodja había comprado una olla llena de yogurt,
casi comió los tres cuartos antes de acostarse. ¡Pero imposible dormir!
Solo pensaba en el yogurt que quedaba en la olla… Al final a
medianoche, para tener paz, se levanto y fue a terminar la olla, Y piensen
ustedes, si después de eso ¡pudo encontrar la paz!
La paz es el resultado de una ciencia muy difícil de adquirir. Es por
eso que solo los Iniciados poseen la paz. Para realizar la paz hay que
conocer la naturaleza humana, pero no se la conoce y uno quiere instalar
la paz en el mundo. Es imposible. Para unos, son los ricos los culpables;
4

para los otros son los filósofos y los eruditos. Los religiosos, ellos acusan
a los que no pertenecen a su iglesia de ser falsos profetas que llevan el
mundo a la perdición. Los que no tienen la fe acusan a los creyentes y al
fanatismo… Los creyentes acusan los que no creen de ateísmo, etc.
Observen la humanidad y verán que cada uno cree que la supresión de
ciertos individuos o de ciertas cosas traerá la paz en el mundo. ¡Para
nada! Aunque se supriman las armas y los cañones, al día siguiente la
gente habrá inventado otros medios para matarse. La paz es un estado
interior y nunca se la obtendrá suprimiendo lo que sea en el exterior. Es
primero dentro de si-mismo que hay que suprimir las causas de la guerra.
Y para vivir interiormente en la paz se debe de aprender como pensar,
como sentir, como actuar.
Dirán que pueden comer lo que sea, beber lo que sea porque su
estomago lo digiere todo. Es posible, pero todo lo que Uds. introduzcan
de impuro en su organismo, contribuye aunque de manera imperceptible
a quitarles su paz. Ustedes tienen ciertos deseos, ciertas codicias y su
paz se va. Aunque ustedes hagan todo lo posible para conservarla, no lo
logran, porque con sus deseos ustedes, ya introdujeron el desorden en sí
mismos. Si Uds. robaron, piensan que tal vez, alguien los vio y no
pueden impedir imaginar todo lo que les puede pasar, que van a ser
perseguidos… llevados a la cárcel… Nunca podrán estar seguros que
nadie los vio, que no han dejado algún rastro o hecho algunos gestos que
pueden delatarlos y ya no están tranquilos, no duermen, no comen, solo
buscan esconderse. O bien, le prestaron dinero, prometiendo devolverlo,
pero como no lo devuelven, su acreedor siempre viene buscándolo para
reclamarle, y no saben como escapar de él. .. O bien han dicho algunas
palabras duras e hirientes a una persona, Ud. la humilló y evidentemente
ella empezó a hablar mal de Ud... ¡He aquí una vez más, se le fue la paz!
… Hubiera sido necesario que Uds. cuiden sus palabras para poder
5

conservar su paz, y si el hombre siempre encuentra un medio de perder


su paz. ¿Pero como podrían conservarla cuando no conocen las leyes de
la justicia, del amor, de la sabiduría y de la pureza?
Solos los Iniciados saben lo que es la paz. Y para que la paz reine
en el mundo, es necesario que los Iniciados vengan a traer su filosofía,
realizar sus proyectos y sus planes. No hay otra solución, y es tan simple
que ya no sé como explicarles. Solo, los Grandes Maestros son capaces
de reconstruir el mundo. Uds. Dirán: “¿Pero dónde están estos
Maestros?... ¿Existen de veras?...” Si, ellos existen, pero no quieren
imponerse. Su enseñanza es la del amor y de la libertad y no quieren
recurrir a la violencia, como la muchedumbre, utilizando sus poderes
para mandar a los elementos de dar una buena lección a los humanos.
Los Iniciados pueden provocar el trueno, desencadenar tornados y
ciclones, provocar inundaciones y terremotos tan violentos que no
quedaría nada. Si, lo pueden hacer pero no quieren hacerlo. Los Iniciados
tienen mucha paciencia y mucho amor. En el pasado fueron ellos quienes
gobernaron e iluminaron a las naciones y les han traído la paz, la
felicidad, la plenitud. Más tarde, cuando los ambiciosos y los violentos
vinieron del mundo subterráneo para introducir las semillas de la
anarquía, ellos se retiraron, dejando a la humanidad entregada a sus
propios medios. Pero ellos esperan y miran, como en el espectáculo, los
tanteos (a tientas) y las combinaciones de todos los políticos y filósofos
ignorantes que tratan de imponer sus sistemas. Ellos saben que ningún
sistema de gobierno será realmente beneficioso y eficiente mientras esté
creado por los que miran las cosas desde abajo y del exterior.
Los Iniciados cuidan el mundo y cuando vean que los hombres, ya
estén hartos de hacer las guerras, que sinceramente empiezan a desear la
paz, tal vez, en este momento, ellos tratarán de restablecer una verdadera
autoridad. Esta autoridad, ya existe en el universo. En el Universo, la
6

autoridad suprema es Dios. Los Ángeles y los Arcángeles son servidores


encargados de hacer respetar a esta autoridad, y luego los Espíritus de la
Naturaleza aseguran la repartición y la distribución de las riquezas. Los
Iniciados organizan la tierra sobre el modelo del Cielo, y son ellos los
que serán la autoridad. Pues, los Iniciados representan la Divinidad
sobre la tierra, ellos se comunican con el Señor y tienen asambleas
dónde siempre consultan Su pensamiento, Sus proyectos, Sus deseos.
Ellos transmitirán las decisiones Divinas a los jefes, a los reyes, a los
representantes de los pueblos que entonces, aplicarán exactamente los
proyectos de Dios. Al final escogerán un consejo económico que se
encargará de los problemas de la producción y de la distribución de las
riquezas. He aquí el gobierno que, algún día los Iniciados colocarán,
cuando los hombres estén cansados de sufrir, de nunca entenderse, de
masacrarse entre ellos. Por el momento cada uno expresa su opinión:
“Según yo es así…”, “Según yo es como aquello…”. Las opiniones
siempre son diferentes las unas de las otras, y como cada uno quiere
imponer la suya, es la guerra perpetua.
Para enderezar la situación, hay solamente un solo medio: llamar a
los Iniciados al poder, cuando ellos vengan a nuestro llamado, Uds.
verán todas los mejoras que ellos son capaces de traer. Si uno les da
confianza, si uno les dice: “Nosotros confiamos en Ustedes… ¡Guíennos,
instrúyannos! Nosotros comprendemos que Uds. nos aportan los
conocimientos indispensables para reconstruir nuestra vida”, viendo
nuestra buena voluntad, los Iniciados aceptarán ayudarnos. Y como ellos
son clarividentes, ellos dirán: “En tal ciudad vive un hombre
desconocido, muy simple, es el más grande juez que se puede encontrar.
¡Vayan a buscarlo!....En tal otra ciudad vive el más grande médico...” Es
así como ellos reunirán también todos los que deben ser los futuros
jefes. Entonces, el mundo entero estará en la prosperidad, porque, en
7

todos los países, los Iniciados encontrarán los hombres, los más
calificados, y ellos dirán al pueblo: “He aquí los Seres que mantendrán el
vínculo con la Divinidad. Ustedes deben de escucharlos porque el
Espíritu de Dios esta con ellos. Ellos los guiarán en el camino del
progreso, de la paz y de la felicidad.”
Los Iniciados pueden venir para gobernar la tierra, pero ellos esperan
porque todavía hay ambiciosos que tienen necesidad de desgastar sus
energías. ¡Ellos están llenos de codicias y no tienen ninguna gana de
dejar el sitio a los Iniciados. Si ustedes piensan que unos intrigantes,
unos violentos y codiciosos tienen ganas de dejar el sitio a los demás!
Pero es la población, la más grande cantidad posible de personas que
deben comprender y gritar para reclamar la ayuda de los Iniciados.
Cuando Ellos vengan, ellos remplazarán a todos los que son inútiles y
hasta nocivos. Pero, antes que llegue este tiempo, todavía es necesario
que el mundo pase por muchas tribulaciones.
Ahora, volvemos al tema de la casa. Ustedes trabajan ahí todos los
días y no han reflexionado en todo lo que ella les puede enseñar
(revelar) de profundo. Uds. dirán: “¿Que? ¿Una casa?…”, “Pero es tan
simple!” Si, es verdad, todo el mundo ha visto casas. ¿Pero, quién piensa
que todo lo que está a nuestro alrededor, todo lo que necesitamos para
vivir, todo lo que hacemos, tiene un sentido muy profundo? Es eso el
gran libro de la naturaleza. Nuestros gestos, nuestras costumbres,
contienen toda la ciencia esotérica, pero hay que saber descifrarlos, hay
que tener ojos capaces de verlos y de leerlos. Solo los Iniciados pueden
enseñarnos a leer este libro.
¿Cuando uno construye una casa, como la planea? Primero, se hace
un proyecto, un plano. Este plano existe primero en el mundo de las
ideas, en el mundo invisible, luego se lo proyecta en el papel, es decir en
8

el plano físico. Cuando esta hecho el plano, uno compra los materiales,
y al final uno trae a los obreros que deben construir la casa, es decir
realizar el plano. Entonces, hay tres etapas: el plano, la búsqueda de los
materiales y la construcción. ¿Y cuando se empieza a construir, que se
hace? ¿Acaso se instala primero el techo? No. Se empieza por las bases,
¿Ud. piensa que esto es obvio?, no tanto. Para algunos no es obvio del
todo. En realidad hay muy pocos que lo han entendido. Después de las
bases se construye los muros y al final el techo. Para el exterior de la
casa, entonces uno va desde abajo hacia arriba, ¿Y para el interior de la
casa, que se hace?
¿Acaso uno se preocupa de limpiar primero el suelo? No. Se
empieza por el techo, luego se pinta las paredes, se lava las ventanas y al
final se barre y encera el piso. Entonces, por el interior, al contrario se
procede desde arriba hacia abajo. Al final, cuando todo esta terminado,
uno se preocupa del lado estético, se colocan cuadros en las paredes,
cortinas a las ventanas, etc.…
En el exterior se trabaja de abajo hasta arriba. En el interior de
arriba hasta abajo. Entonces, la casa nos enseña como trabajar con las
dos corrientes de la Evolución y de la Involución. Todo este trabajo de
construcción y de habilitación de la casa esta resumido y simbolizado
por los dos triángulos que se interpenetran para formar el sello de
Salomón. Este símbolo del sello de Salomón contiene toda una ciencia.

Nos revela como Dios creo el mundo y como, nosotros debemos


también trabajar. Primero, nos enseña que no debemos de aplicar los
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mismos métodos para nuestra vida exterior y nuestra vida interior, pero
que, en el plano físico, hay que trabajar de abajo hacia arriba mientras
que en el dominio de la vida interior, hay que empezar por arriba y
terminar por abajo. ¿Eso les sorprende?... Si Uds. quieren tener éxito en
el plano físico, Uds. deben de trabajar según las leyes de la Evolución y
empezar por el lado sólido, material, para llegar poco a poco a las cosas
más sutiles. Al contrario cuando deben d trabajar en el plano psíquico,
interior, hay que empezar por arriba, es decir por el más sutil, luminoso,
Divino y terminar por lo que es visible, tangible, concreto. ¿Pero, quien
sabe trabajar así? Cuando se trata de construir una casa, evidentemente,
uno lo sabe, pero para aplicar las mismas reglas en la existencia, es
menos seguro.
En el plano material, para tener empresas, fábricas, Uds. deben
trabajar según las leyes de la Evolución, es decir construir primero una
base solida, resistente. Pero para construir en el Mundo Invisible,
Psíquico, si Uds. no tienen un techo sólido, la base se derrumbara.
Porque en el dominio interior, espiritual, todo esta a la inversa, es como
si la base se encontrara arriba, y el techo abajo. Entonces, durante años,
Uds. deben construir las cosas en su cabeza antes de querer bajarlas al
mundo físico; y como se necesita mucho más tiempo para hacer bajar
estas construcciones espirituales en el plano físico, uno debe trabajarlas
muy largo tiempo antes, para que puedan un día materializarse. Este
movimiento de arriba hacia abajo nos enseña como Dios creo el mundo.
Uds. dirán: “¿Como lo sabe Ud.?” Lo sabemos por los grandes Maestros
que se instruían uniéndose a las Entidades Divinas y que nos lo
transmitieron. La Tradición dice que Dios se manifestó. El salió de sí
mismo. Después de este primer movimiento de bajada, llamado la
Involución, hubo el movimiento de retorno, durante el cual Dios volvió a
Sí mismo y que se llama la Evolución. Según los Sabios, Dios sale
10

luego en Sí Mismo… Eso son procesos que se extienden por millares de


años.
Entonces, existen dos movimientos, un movimiento que sale del
centro y se dirige hacía la periferia, y un segundo movimiento que va de
la periferia al centro. El primer movimiento recorre el espacio hasta los
límites fijados por Dios. Con este movimiento Dios creo el universo, El
formo centros, potestades, soles y planetas. El movimiento Involutivo va
del centro a la periferia, y el movimiento Evolutivo va de la periferia al
centro. La Involución precedió a la Evolución. La Involución es un
proceso de materialización y, al contrario, la Evolución es un proceso de
desmaterialización. En la naturaleza, estos dos movimientos no dejan de
producirse juntos; ellos se encuentran y sus interferencias dan
nacimiento a la vida bajo todas sus formas. Sin cesar, nuevas formas
geométricas se crean en el espacio por el encuentro de estos dos
movimientos que son los movimientos de Dios-Mismo. No existe el
espíritu y la materia, únicamente la vida que va desde arriba hacia abajo,
del centro a la periferia. Las formas se vuelven cada vez más sutiles,
conforme se acerquen al centro, y se materializan a medida que ellas se
alejan para llegar a la periferia. Pues todas estas formas circulan, unas
volviéndose más sutiles, mientras que otras se materializan.
¿Dónde vemos más estos dos procesos de la Involución y de la
Evolución? Cuando nace el niño es la Involución, el desciende en la
Materia; pero cuando el hombre muere es la Evolución, él retorna hacia
el Espíritu. Cuando uno se desviste es la Evolución, cuando uno se viste
es la Involución. Tomamos solo el hecho de vestirse: ciertas vestimentas
deben de ponerse de arriba hacia abajo, y otros de abajo hacia arriba. Si
pues, hasta en los gestos que uno debe hacer para vestirse, se encuentra
estos dos movimientos Involutivo y Evolutivo. Pero uno no reflexiona y
no observa. Son también estas dos corrientes Involutiva y Evolutiva las
11

que formaron al hombre. Primero el hombre era solo una cabeza esférica.
Es mucho más tarde que se añadieron los pulmones, el estomago, etc.…
Pero en este momento, el hombre todavía seguía invisible: su cabeza
todavía no estaba materializada, era una bola de fuego que flotaba en el
plano etérico. El hombre empezó a materializarse solo cuando sus pies
fueron formados. Justamente son los pies los que se materializaron los
primeros. Luego las piernas, las nalgas, los órganos genitales, el plexo
solar, el estomago… y así hasta la cabeza. La cabeza se materializó de
último, aunque ésta fue formada primero, y los pies que se formaron de
último se materializaron primero… Pero todo eso tal vez les parecerá
difícil de comprender.
Estas dos corrientes Evolutiva e Involutiva, se las encuentra
también en astrología, Cuando Uds. lean los signos del Zodiaco
empezando por orden: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, etc.… siguen el
movimiento Involutivo: Es así que se formó el hombre, empezando por
la cabeza, Aries, pues Uds. saben que cada signo del Zodiaco
corresponde a una parte del cuerpo humano.
12

Mientras que el punto vernal recorre subiendo el Zodiaco en


sentido inverso en el orden: Piscis, Acuario, Capricornio, Sagitario;
Escorpio, etc.… Su trayecto corresponde al movimiento Evolutivo, sigue
el orden en el cual los órganos se materializaron.

Además si se considera el movimiento del Zodiaco, en relación al


de los planetas, se encuentra la misma oposición. Las constelaciones del
Zodiaco suben en el cielo siguiendo el orden: Aries, Tauro, Géminis,
mientras que los planetas van en el sentido inverso. La corriente de los
planetas entonces es Involutiva mientras que la del Zodiaco es Evolutiva.
Además se puede estudiar la oposición entre los planetas y el
Zodiaco desde otro punto de vista. El Zodiaco representa el lado estable,
inmutable. A la diferencia de los planetas que siempre están en
movimiento, el Zodiaco guarda su orden y su regularidad. Jamás se vio a
Aries al lado de Libra, o los Peces entre Leo y Virgo, Las constelaciones
del Zodiaco conservan el mismo orden desde la eternidad, mientras que
13

los planetas nunca están en el mismo sitio, tampoco en el mismo orden


unos en relación a los otros: unas veces se siguen, otras se sobrepasan, a
veces se quedan atrás. Entonces ellos representan el dominio psíquico
que varia constantemente por oposición al cuerpo físico, que presenta
siempre la misma disposición. Ni la cabeza, ni el estomago, ni los pies,
nunca han cambiado de sitio. Los miembros, los órganos, como los
signos del Zodiaco guardan un sitio fijo desde la Creación del mundo.
Mientras que, en nuestro interior, todo esta en movimiento: movimiento
de la sangre, de las humores, y de las corrientes nerviosas que atraviesan
nuestro cuerpo. Exactamente como los planetas que están siempre en
movimiento. Uds. saben que los planetas reciben un poder grande, o al
contrario se debilitan según los signos por los cuales ellos pasan, y que, a
su vez, ellos actúan sobre ellos. Cuando Marte llega a Aries, se vuelve
fuerte, poderoso, porque Aries le da todas las energías. Marte y Aries
tienen simpatía el uno por el otro, ellos se entienden y toman fuerza uno
del otro. Pero cuando Marte llega a otros signos, como Cáncer o Libra,
por ejemplo, se vuelve débil porque estos signos le son extraños. De la
misma manera, en nosotros, lo que representa los planetas, es decir, las
fuerzas, los sentimientos, están más o menos exaltados o debilitados
según los órganos, los centros a través de los cuales ellos se manifiestan.
Si Ud. coloca su amor en la cabeza, no actuara de la misma manera que
si Ud. lo coloca en el corazón. ¿….Y si Ud. coloca la sabiduría en otra
parte que en el cerebro, que hará allí? Es solamente ahí donde los
órganos y las fuerzas se entienden que reciben unos de otros una gran
energía He aquí unos puntos sobre los cuales los astrólogos no se
detuvieron. Lo mismo que los planetas se encuentran exaltados o en
exilio en ciertos signos, las virtudes, las cualidades, las pasiones, los
sentimientos y las fuerzas toman un gran poder o se debilitan según los
órganos a través de los cuales ellos pasan y se manifiestan. Pero no nos
detendremos en la astrología. Sobre todo retengan el pensamiento de que
14

si Uds. quieren tener éxito en el mundo psíquico, invisible, interior, Uds.


deben empezar por construir el techo, luego los muros y al final las
bases. Porque en el Mundo Invisible, el techo es la base, el fundamento,
la tierra sobre la que se construirá. Pero para no mezclar todo seguiremos
llamándolo el techo. Entonces cuando yo decía que en el mundo
Invisible hay que empezar por construir el techo, eso significa que antes
de empezar a manifestarse exteriormente como Iniciado, Clarividente, o
Sanador hay que estudiar primero, durante mucho tiempo, unirse al
señor, agarrarse a él, tomar raíces en lo Divino. Se necesitan años de
paciencia de estudios, de trabajo, antes que todo se manifieste en el plano
exterior. Pero a menudo la gente hace todo al contrario y apenas ellos
entran en la vida espiritual, quieren que todos lo sepan y lo vean. No, en
realidad eso no se pude ver, sino luego de largos años de trabajo, de
meditación y de oración. Trabajen, oren, y dejen que las cosas aparezcan
por ellas mismas. A pesar que Uds. no hablen de eso, lo que Uds. son se
manifestará.
Dejen al Mundo Invisible manifestarse de manera visible en su
rostro, en sus ojos, su voz, sus gestos. Algunos vienen a decirles: “Yo
soy Jesús…, Yo soy Napoleón…, Yo soy la Santísima Virgen María…”
Algunas veces recibí cartas con este modelo. Alguien ya me escribió:
“El corazón del universo integral lo agradece… El esta muy emocionado
de esto, de aquello…” Yo me sentí muy honrado por tal carta, pero esta
ahí alguien que no sabe trabajar. Aunque Ud. fuera el Cristo, no debe de
decirlo, es ridículo. No se impongan a los demás. Si Ud. es un Santo, un
Iniciado, es necesario que eso aparezca solo por si-mismo, que sean los
otros los que lo vean y lo digan: Los verdaderos Iniciados trabajan de
esta manera. Durante años y años, ellos construyen sin decir nada en el
dominio de lo Invisible, y un día, hasta los más ciegos empiezan a
exclamar: “¡Oh, aquí hay una construcción!” ¡Pero vayan a convencer a
15

la gente que Ud. es el Padre Celestial o la Santísima Virgen! Se le


encerrará como se encerraría al que quisiera hacer el techo de una casa
sin primero haber hecho las bases. Si Ud. dice a los demás: “Yo soy rico,
yo soy poderoso, yo soy inteligente”, ellos le preguntaran: “¡¿Veamos
Que ha hecho Ud.? Enséñelo…! “Para verificar si es realmente lo que
Ud. dice, la gente, quiere primero ver si Ud. tiene una casa, propiedades,
fábricas, títulos y si Ud. no los tiene, no le van a creer. Un principio de
construcción no basta. La gente sabe muy bien como darse cuenta en el
plano físico, pero arriba, en lo alto, en el Mundo Invisible, es más
difícil, ellos no son tan capaces de ver lo que Ud. Construyo ahí. Es por
eso que es necesario trabajar mucho más tiempo. Pero, nunca se olviden,
que para su trabajo espiritual, Ud. debe empezar por construir en lo
invisible antes de construir en lo visible.
Ahora, les contare una anécdota. En Bulgaria, un joven campesino
se había casado con una joven de otro pueblecito, ella era muy alta.
Cuando se fueron a casa del joven, después de la boda, la recién casada,
toda erguida, no podía pasar por la puerta para entrar en la casa. Ella
podía haberse agachado, pero no, era demasiado orgullosa para eso.
¿Entonces, que hacer? Los padres reflexionaron sobre este grave
problema y decidieron derrumbar la puerta para agrandarla, o cortar la
cabeza de la casada. ¡Que buena decisión!... Pero, es así se actúa muchas
veces en la vida. Uno no quiere rebajarse, ceder, humillarse, entonces,
hay que cortar una cabeza o derrumbar la casa. ¿No es cierto que muy a
menudo se desmorona la casa en vez de ceder o humillarse? Unos
jóvenes quieren casarse. Un buen día, acompañados de los testigos y de
los padres van a la municipalidad… Pero, poco tiempo después, como
ninguno de los dos quiere rebajarse, terminan por desmoronar la casa.
La única solución era humillarse, lo que permitía a los dos de entrar en
la casa. Al escuchar esta historia, Uds. piensan: “¡Felizmente, no es para
16

mi!” ¿Lo creen? Cuando Uds. discuten con ciertas personas, Uds. no
quieren ceder, y como les gana la cólera, ya no se controlan, pierden
todas sus energías y luego, durante el resto del día, están en el suelo,
nerviosos, desmagnetizados. ¿Acaso no hubiera sido más inteligente
ceder, humillarse un poco? Uds. hubieran guardado sus fuerzas, su casa
interior… Había que decir: “Yo ganaré mucho más cediendo… yo debo
tener más paciencia, más indulgencia, más amor.” Ceder, quiere decir
ser inteligente, psicólogo, comprensivo, dulce, humilde, y no, por
supuesto, decir amén a todas las tonterías o injusticias.
Esta mañana, cuando he venido, he visto que Uds., habían limpiado
el piso antes de terminar de pintar las paredes. Eso es una prueba que
uno no reflexiona mucho. ¿Porque creen que Dios nos dio un cerebro?
Uds. me dirán que tienen buena voluntad: Yo lo se, es magnifico, pero
eso no basta. Cuando uno empieza un trabajo, es necesario siempre
tomar ciertas reglas en consideración. Por ejemplo, se debe saber que
hay un orden que respetar, pero también que se debe de limpiar las
herramientas de las cuales uno se sirve. Si Ud. trabaja en un sitio limpio
con herramientas sucias, van a ensuciar todo y deberán volver a empezar.
No es inteligente. Uds. dirán que eso no importa, que tienen un diploma
de la Facultad de Ciencias… Es posible, pero todo se refleja y según la
manera como uno trabaja en el plano físico, yo puedo ver exactamente
como él trabaja en el plano intelectual y espiritual, como él arreglara sus
asuntos en la vida, cual será su futuro, las dificultades y las
complicaciones que él encontrará más tarde, también los peligros que lo
acechan. Observando la lentitud o la rapidez de su trabajo, la manera con
la cual el agarra su brocha para pintar, hasta yo puedo decirle cual es la
resistencia de su sistema nervioso. Pues, todo el ser se refleja a través de
lo que uno hace en el plano material. El plano material es una obra en la
cual uno se ejercita para ser capaz de cumplir con un trabajo espiritual.
17

Además sepan que cualquiera que sea el trabajo que la Providencia o el


destino le encargó, Ud. debe de cumplirlo perfectamente. Así Ud. Se
eleva en la escalera de la evolución, Ud. sube a un grado superior.
Mientras que si Uds. dicen: “Yo haré este trabajo como sea, pues me
parece que no es digno de mí”, Ud. se paraliza en su evolución, y más
tarde estará obligado de volver atrás para corregir, reparar, repetir. En
este momento, Ud. constatará cuán difícil es volver a empezar un trabajo
que uno pensaba haber terminado. Si estamos aquí sobre la tierra,
sufriendo y peleando con las dificultades, es justamente porque estamos
empezando nuevamente... Se nos regresó para reparar, para mostrarnos
que no sabemos trabajar y que debemos de aprender. Si nuevamente no
lo aceptamos, se nos rechazará nuevamente, y nuestras faltas se
volverán cada vez más difíciles de corregir. Es ahí que se ve que la gente
no sabe muchas, cosas ignorando la reencarnación, ni porque uno se
reencarna. Si Uds. supieran que ciencia profunda se oculta en algunos
gestos que se hacen al trabajar. Aunque este trabajo sea en apariencia, el
menos espiritual, todo el universo se refleja en los gestos que hacemos.
Uds. quedarían estupefactos su pudieran darse cuenta. Cuando un vuelve
a hacer el interior de una habitación, uno debe seguir cierto orden:
El techo, las paredes, (con las puertas y las ventanas) y al final el
piso. Es exactamente lo mismo para la vida psíquica interior. Hay que
empezar por reflexionar (es el techo); simbólicamente uno coloca la
lámparas y uno las prende para que brote la luz. Luego uno piensa si lo
que va a hacer está bien y al final actúa. Para actuar uno no se pasea en
las paredes ni el techo, sino en el piso. El techo, los muros, el piso,
corresponden a los tres dominios del pensamiento, del sentimiento y de
la acción. La luz es decir la sabiduría, la inteligencia el conocimiento,
vienen de lo alto. El dominio del sentimiento, son las paredes donde se
colocan los cuadros, espejos, y un montón de cosas bonitas. Y la acción
18

es el piso sobre el cual uno camina, se desplaza y trabaja. Las ventanas


son los ojos, es por eso que uno debe limpiar las lunas para que todo sea
claro. He aquí el libro de la naturaleza viviente, y este libro nunca se
termina de estudiar.
Mucha gente empieza por el suelo, por la acción. Primero ellos
actúan se pasen se empujan, luego evidentemente empiezan a sufrir y a
sentir que esto no está bien. Entonces al final ellos reflexionan y sacan
conclusiones. ¡Habría que reflexionar primero! Muchas veces uno se
dice que haciendo pruebas, luego uno puede sacar buenas conclusiones.
No es preferible empezar por reflexionar para sacar buenas y verdaderas
conclusiones.
Es simple y claro. Todo lo que nos rodea es un magnífico libro,
pero jamás lo leemos. Ahora voy a ver cómo van Uds. a aplicar estas
reglas.
Recuerden sobre todo que en el plano exterior uno debe actuar con
el método de la Evolución, mientras que en el plano interior uno debe
actuar con el método de la Involución, el método del espíritu. Cuando un
hombre enseña sus coches, sus casas, sus títulos a una mujer, enseguida
ella tiene confianza en él. Cuando un cliente viene a comprar algo en una
tienda el vendedor no se preocupa en saber si él es inteligente o bueno,
sino si saca su billetera y que ésta esté llena. Con el cielo es
completamente diferente aunque Ud. tenga mucho dinero y títulos, el le
contesta, “no lo conocemos. Aquí Ud. todavía no empezó a construir su
techo”. Los que son todopoderosos, ricos, respetados, en el plano físico,
no pueden hacerse respetar amar, ni buscar en lo alto, mientras ellos no
empiecen a formar en ellos virtudes, pensamientos puros y nobles. El
que imagina que porque él tuvo éxito en el mundo material visible,
tendrá éxito también en el plano espiritual, se equivoca. Lo mismo el que
19

ha logrado despertar virtudes y cualidades, se equivoca también si se


imagina que el tendrá éxito en el plano material y físico. Sus virtudes no
se ven y los materialistas no los estiman. Para ser comprendido en el
plano material, es necesario trabajar con los métodos de la corriente
Evolutiva, es decir empezar por el lado visible. Para tener éxito en el
plano invisible, para ser recibido y protegido por los espíritus de lo alto,
tener revelaciones, éxtasis, plenitud, hay que trabajar con los métodos de
la corriente Involutiva. Evidentemente la mejor solución es trabajar con
las dos corrientes para ser recibido por el cielo y por la tierra; el Cielo
reconocerá al Iniciado, y los hombres reconocerán al ser capaz de
realizar cosas en la Tierra.
En nuestra Escuela, no necesitamos Iluminados, tampoco a los que
quieran imponer sus elucubraciones. Necesitamos a los que traen
pensamientos luminosos y sensatos, y que al mismo tiempo saben
trabajar en plano físico, con solidez, de manera limpia y correcta. En la
hora actual se ve gente calificada en el plano físico e ignorante en el
plano espiritual o unos espiritualistas que se pasean con el techo
suspendido en el aire, nadie los reconoce, pobres. Y sin embargo ellos
quieren convencer a los demás, diciendo “Yo soy el Cristo, o yo soy
Napoleón”, pero uno se ríe de ellos y se les encierra en los manicomios.
En el futuro, los discípulos aprenderán a conocer exactamente el mundo
espiritual para construir su morada en lo alto, sobre bases sólidas. Al
mismo tiempo ellos sabrán manifestarse en el plano físico, por su trabajo
y su comportamiento sensato. Serán seres equilibrados y perfectos en los
dos mundos.
Eso es lo que nos enseña la casa.
¿Por qué les hice empezar por el interior de la casa?, para
enseñarles que siempre uno debe empezar por limpiarse y purificarse
20

interiormente. Es simbólico, estas purificaciones se reflejarán sobre


vosotros, a través de vuestros ojos, vuestra piel, vuestros gestos. Y sobre
todo nunca digan que Uds. son esto o aquello, porque se volverán
ridículos, dejen que las cosas se manifiesten por ellas mismas y mientras
tanto sigan trabajando. Pero vean yo nunca dije a nadie: “Yo soy
Iniciado, profeta, clarividente”… fue luego de años y años, que
solamente me he permitido decir que yo sigo con el trabajo del Maestro.
Para que Uds. se apuren, les he dicho anteayer, que se consagraría
la casa hoy día, pero todavía no está terminada… Uds. están sobre la
obra de la fraternidad, y de lo alto se observa como trabajan Uds.
También Uds. deben saber que cada limpieza que hacen exteriormente,
les limpia interiormente, y lo mismo con cada embellecimiento se
embellece el interior.
Mis queridos hermanos y hermanas Uds. lo ven, Uds. no tienen
ningún interés para que el desorden que existe en el mundo del día de
hoy continúe. Uds. no tienen ningún interés por seguir sufriendo, a causa
de la falta de luz y amor, lo mismo que las maquinaciones de la gente
mala, ambiciosa, egoísta y cruel. Al contrario Uds. tienen todo el interés
de vivir en la alegría, en la libertad, en la plenitud; es por eso que Uds.
deben suplicar al cielo que envíe a todos los Iniciados que se encuentran
en el Mundo y reunirlos. Ellos son desinteresados, ellos no tratarán de
engañarlos ni de esclavizarlos, al contrario. Son ellos lo que volverán a
traer la edad de oro, como en el pasado. Y en este momento, todo se
Iluminará y florecerá nuevamente. Hay que suplicar ahora a los Iniciados
para que vuelvan. Háganlo interiormente, no se debe esperar ninguna
solución de los que no conocen ni al hombre ni a la naturaleza, ni a las
leyes, ni las virtudes, ni las fuerzas, ni los Ángeles, todos los sistemas
que ellos proponen se revelarán ineficaces. Solo los Iniciados pueden
traer las bendiciones a las que toda la humanidad aspira.
21

De nuevo Uds. están en vacaciones y Uds. se irán. Nuestras


reuniones se acaban… Dentro de algún tiempo cuando Uds. vuelvan,
seguiremos juntos nuestro trabajo.
Que la Luz y la Paz sean con vosotros.

Centre
OMRAAM
Institut Solve et Coagula
Reus
www.omraam.es
Primer Centro
De difusión de la obra
Del Maestro OMRAAM
En lengua Española

Esta Conferencia que figura en Obras Completas 6 Capitulo V


Ya fue ofrecida por Centre Omraam en OM-80-02 y en nuestra
versión, que es la que volvemos a reproducir es más completa y con los
gráficos correspondientes del original que no figuran en el libro.

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