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ANÁLISIS DE GRANDES

INCENDIOS FORESTALES EN LA VEGETACIÓN


NATIVA DE CHILE
Miguel Castillo S., Roberto Garfias S.,
Guillermo Julio A. y Luis González R.

RESUMEN

La Zona Central de Chile ha sido permanentemente afecta- por la ausencia de datos confiables con anterioridad a 1976.
da por incendios forestales en vegetación nativa, cuyos daños Respecto al análisis de campo, los indicadores de abundancia-
y efectos no han sido suficientemente estudiados a escala re- dominancia de Braun-Blanquet y Westhoff-Maarel, y métricas
gional, no obstante la alta gravedad que tiene este problema en de paisaje, muestran que la estructura y composición de la
el país. Por esta razón, se analizó 35 años de incendios (1976- vegetación no ha cambiado radicalmente en este período, ex-
2010) con el objetivo de disponer de datos útiles para ejecutar istiendo las mismas especies pero en mayor estado de degra-
futuros proyectos de recuperación ambiental en áreas degrada- dación que en los bosques existentes a comienzos del siglo pas-
das por el fuego. El análisis consideró incendios superiores a ado. Los análisis de simulación mostraron elevados niveles de
2000ha, localizados entre 32 y 38ºS, y cuyos principales daños liberación calórica en el comportamiento del fuego, presumible-
se concentran en 1984 y 1999, atribuibles principalmente a las mente por la alta disponibilidad de material vegetal combus-
condiciones ambientales que favorecieron la propagación del tible en las áreas analizadas y por las condiciones topográficas
fuego en esos años. No obstante, estos resultados no necesari- y ambientales que favorecieron su rápida propagación.
amente corresponden a patrones de recurrencia, principalmente

a existencia ancestral de ron un aumento sostenido de incendios y este ámbito, Castillo (2006) efectuó un es-
extensas superficies de en los niveles de gravedad de los mismos tudio multitemporal del efecto del fuego
bosques en áreas del cen- (Castillo et al., 2003). En particular, este sobre el paisaje vegetal nativo en la zona
tro, sur y austral de Chile, y los posterio- estudio centra su análisis en la zona cen- mediterránea costera de la Región de Val-
res procesos de colonización, ocasionaron tral de Chile, concretamente entre las re- paraíso, en el período 1986-2004. En su
un rápido retroceso de estas áreas natura- giones de Valparaíso (Quinta Región), Me- estudio determinó que no se experimenta-
les. Al respecto, Julio (2007) estimó que tropolitana, Libertador General Bernardo ron cambios significativos, no obstante la
entre los años 1850 y 1950 alrededor de la O’Higgins (Sexta Región) y del Maule alta frecuencia de incendios forestales re-
mitad de la superficie de bosques nativos (Séptima Región), en donde las condicio- gistrados. Con ello comprobó antecedentes
(~20×106ha) fue prácticamente arrasada nes de sequía y estacionalidad han origi- reportados por Quintanilla (2000), en el
como consecuencia del uso indiscriminado nado eventos de fuego que han ocasionado sentido que la alteración en la estructura
del fuego. Como consecuencia de ello se cuantiosas pérdidas ambientales y en bie- de la vegetación se manifiesta evidente-
verifica la aparición y proliferación de es- nes y servicios por los efectos en cercanía mente en una escala muchísimo mayor de
pecies invasoras post incendios (Castillo, a sectores poblados (Álvarez, 2008; Tapia, tiempo, presumiblemente con bastante an-
2006). El crecimiento de áreas pobladas y 2008), y por la existencia de grandes ma- telación a la ocupación del área para uso
la actividad agrícola e industrial, genera- sas forestales de vegetación natural. En agrícola y urbano, y más recientemente

PALABRAS CLAVE / Chile / Comportamiento del Fuego / Impactos de Incendios / Incendios Forestales / Vegetación Nativa /
Recibido: 15/02/2012. Modificado: 04/09/2012. Aceptado: 10/10/2012.

Miguel Castillo S. M.Sc. en Geografía, Universidad de Chile (UChile). Doctor Ingeniero de Montes,
Universidad de Córdoba (UCórdoba), España. Académico e Investigador, UChile. Dirección: Casilla 9206, Santiago, Chile. e-mail:
migcasti@uchile.cl.
Roberto Garfias S. M.Sc. en Agroforestería, Universidad de Chapingo, México. Doctor Ingeniero de Mon-
tes, UCórdoba, España. Académico e Investigador, UChile.
Guillermo Julio A. Doctor Ingeniero de Montes, UCórdoba, España. Académico e Investigador, UChile.
Luis González R. Doctor Ingeniero de Montes, UCórdoba, España. Académico e Investigador, UChile.

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por la introducción de plantaciones fo- Material y Métodos
restales con fines productivos.
En el presente tra- Área de estudio
bajo se plantea, como objetivo cen-
tral, estimar los daños y efectos pro- El estudio abarcó las
vocados por la acción del fuego en la regiones de Valparaíso, Metropolitana,
vegetación nativa de Chile Central en Libertador General Bernardo
los últimos 35 años, considerando as- O’Higgins y del Maule (Figura 1), con
pectos de número y localización de una superficie total de 7.836.288ha. En
incendios, el estudio detallado de las todas ellas se han presentado incendios
condiciones del combustible vegetal forestales expresados en impactos so-
antes del inicio del fuego y sus efec- ciales, ambientales y económicos en
tos posteriores en la propagación, y las cuencas hidrográficas que los con-
un análisis integrado del paisaje afec- tienen. Las regiones señaladas, en con-
tado. Constituye el primer estudio junto representan ~10% de la superficie
formal realizado en el país, dado que continental de Chile. Sin embargo, se-
permite calificar en forma más preci- gún los antecedentes elaborados por
sa aquellas áreas naturales que han Julio (2007), y posteriormente actuali-
sido permanentemente afectadas por zados con los registros del Sistema Na-
el fuego, junto con apoyar al conoci- cional Estadístico de Manejo del Fuego
miento ya existente en este tema. El (CONAF, 2011), la ocurrencia de in-
método utilizado y sus resultados son cendios forestales y las superficies
aplicables y comparables a otras re- afectadas por el fuego alcanzaron el
giones de clima mediterráneo, tales 34,7 y 51,4% del total nacional, respec-
como España, Francia o Portugal. tivamente,.
Como limitaciones, cabe destacar
que para obtener mejores estimacio- Análisis histórico de incendios en el
nes acerca de daños al paisaje vege- área de estudio
tal, es necesario disponer de mayores Figura 1. Área de estudio. En cada Región, se considera-
antecedentes de campo y registros ron incendios en vegetación nativa con tamaños superio- Se recopilaron antecedentes
históricos de mayor data, siendo que disponibles en actas de incendios fo-
res a las 2000ha. La descripción de cada uno se presenta
en Chile sólo es posible de obtener en las tablas I y V. restales proporcionados anualmente
información a partir de 1976. por la Corporación Nacional Forestal
(CONAF) en Chile, de manera de po-
der filtrar y seleccionar aquellos
Tabla I registros que corresponden a gran-
Localización de puntos de muestreo, clasificados en sectores de des incendios en vegetación nativa.
muestra - testigo, y por región de Chile Central Para ello se consideraron las cifras
disponibles desde 1976 hasta 2010,
Zona 1: Región de Valparaíso (Quinta Región) para las cuatro regiones considera-
ID_PTO Fecha toma Fecha Tipo X Y Z Pend Expos. Sector
das. Los datos fueron separados
datos incendio (º) por tipo de vegetación, filtrando
1 09/09/2010 18/12/2007 Muestra 256969 6307125 139 20,0 S San Gerónimo aquellos eventos que afectaron a
2 08/09/2010 --- Testigo 257706 6306224 108 35,0 N San Gerónimo bosque y matorral nativo. Inicial-
3 14/09/2010 02/03/2008 Muestra 253172 6325880 430 22,0 W Fundo San Juan mente se consideró una selección
4 14/09/2010 --- Testigo 252844 6326539 464 5,7 Plano Fundo San Juan de incendios con tamaños >300ha.
Zona 2: Región Metropolitana No obstante de esta nueva selec-
1 21/12/2010 07/02/2009 Muestra 296900 6231759 135 2 SE Fundo El Chilque ción, se optó por considerar aque-
2 21/12/2010 --- Testigo 295946 6234743 177 7 S Fundo El Chilque llos que superaron las 2000ha, por
3 21/12/2010 07/02/2009 Muestra 296074 6235063 193 6 SE Fundo El Chilque concentrarse en ellos los mayores
4 21/12/2010 --- Testigo 295923 6234713 174 2 S Fundo El Chilque daños. Estos antecedentes permi-
5 21/12/2010 07/02/2009 Muestra 296079 6235098 188 5 SE Fundo El Chilque tieron definir con mayor claridad
6 21/12/2010 --- Testigo 295896 6234798 179 3 S Fundo El Chilque aquellas áreas consideradas para la
Zona 3: Región del Lib. Gral. Bernardo O’Higgins (Sexta Región) fase de campo, y con ello el esta-
1 22/12/2010 15/01/2008 Muestra 299061 6167277 272 3 E Fundo Santa Elena blecimiento de áreas muestra y tes-
2 22/12/2010 --- Testigo 299564 6167699 267 5 SE Fundo Santa Elena tigo.
3 22/12/2010 15/01/2008 Muestra 299013 6167252 280 5 E Fundo Santa Elena
4 22/12/2010 --- Testigo 299426 6167675 272 7 SE Fundo Santa Elena áreas muestra y testigo, y análisis
5 23/12/2010 15/01/2008 Muestra 299042 6167257 270 35 N Fundo Santa Elena del comportamiento del fuego
6 23/12/2010 --- Testigo 299646 6167713 275 8 E Fundo Santa Elena
Zona 4: Región del Maule (Séptima Región) Para cada región, se eli-
gieron y visitaron áreas afectadas
1 31/01/2011 22/09/2007 Muestra 304941 6029494 790 47 N Peñasco de Ancoa
2 02/02/2011 22/09/2007 Muestra 305098 6029547 801 44 N Peñasco de Ancoa por incendios en vegetación nativa
3 03/02/2011 --- Testigo 306172 6029616 787 52 N Peñasco de Ancoa y también áreas testigo que corres-
pondieron a combustibles de áreas
(*) Datos del mismo incendio, tomado desde distintos puntos. vecinas que no fueron afectadas

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por las llamas. En cada caso se efectuó un Tabla II diente promedio al interior de cada parcela,
inventario de vegetación quemada y no Escala de la exposición y el tipo de modelo de com-
quemada, en parcelas de 100m2. La distri- abundancia-dominancia bustible. Con estos datos de entrada, fue po-
bución y localización se detalla en la Tabla de Braun-Blanquet sible estimar las condiciones del combustible
I. Los sectores analizados quedan indicados y Bolós (1958) antes del inicio del fuego, y simular en for-
en la Figura 1. ma retrospectiva el comportamiento del fue-
Índice Significado
En estas áreas se estudió go por medio de las fórmulas y tablas pro-
la vegetación usando la escala de Braun- r Un solo individuo, despreciable vistas por el Sistema KITRAL® (Julio,
Blanquet (1948), perfeccionada posterior- + Más individuos, cobertura muy baja 2007), mediante el empleo de sus fórmulas
mente por Braun-Blanquet y Bolós (1958), 1 Cobertura <5% de propagación lineal del fuego. Sus ecua-
en la que se combina la abundancia-domi- 2 Cobertura de 5-25% ciones internas son distintas a las empleadas
nancia. Los índices ‘+, r’, registran la abun- 2m Cobertura ~5% por Rothermel (1972, 1983), pues se trata de
dancia, mientras que los restantes (1, 2, 3, 2a Cobertura de 5-15% un desarrollo implementado completamente
4, 5) tienen en cuenta la cobertura o domi- 2b Cobertura de 15-25% por el Laboratorio de Incendios Forestales
nancia (Tabla II). En la práctica ocurre que 3 Cobertura de 25-50% de la Universidad de Chile (Julio et al.,
4 Cobertura de 50-75%
en la mayoría de los sectores en donde se 1995) y validado estadísticamente por Casti-
5 Cobertura ≥75%
establecen parcelas de muestreo, la clase llo (1997). El Sistema KITRAL® contempla,
asociada al índice ‘2’ agrupa a una diversi- entre sus diferentes módulos, a un software
dad de situaciones, por lo que en muchos de simulación de incendios que permite cal-
casos se opta por subdividir, de acuerdo a mediante la instalación de parcelas de me- cular la velocidad de propagación lineal del
lo propuesto por Westhoff y Maarel (1978). dición en cada una de las cuatro regiones fuego en metros por segundo, y con ello,
Este método es el apro- estudiadas. En cada caso, una parcela co- otras salidas descritas en la Tabla V: superfi-
piado para ser aplicado en parcelas regula- rrespondió a un sector afectado por el fue- cie afectada (ha), intensidad calórica del fue-
res con tamaños máximos de 200m2 en el go, y la otra a un sector vecino no quema- go (kcal·m‑1·s‑1), longitud de llamas (m),
caso de bosques, bosques abiertos y mato- do. Se estableció como requisito que ambas combustible consumido y la severidad del
rrales altos, pudiendo llegar hasta un um- parcelas tuviesen condiciones ambientales incendio. Adicionalmente, fue posible esti-
bral inferior de 50m2 para el caso de parce- similares con anterioridad al incendio ocu- mar la posibilidad de regeneración post-fue-
las en donde predominan las leñosas altas rrido en el lugar. Es decir, sin que se apre- go y sus efectos en el suelo (Tabla VIII).
abiertas y matorrales de distinto tamaño. ciaran diferencias en el tipo y condiciones La severidad se determi-
Para el caso de las mediciones efectuadas del modelo de combustible (carga, continui- nó con base en el efecto combinado de las
en terreno, las áreas consideradas (100m2) dad y distribución) y en la topografía (pen- salidas descritas en la Tabla VII, con énfa-
se ajustaron a estos criterios. En cada área diente y exposición), existentes en ambas. sis en la intensidad calórica para cada par-
de muestra y testigo, se determinó la ‘fide- Para iniciar el análisis, se cela y los vestigios de material carbonizado
lidad’, que corresponde a un identificador definieron las variables y factores que inci- encontrados en la vegetación leñosa (ramas
de pertenencia de la especie respecto a su den en el comportamiento del fuego. En pri- del estrato superior, fuste y raíces) y perfi-
entorno geográfico. Dado que la estructura mer lugar, las variables meteorológicas regis- les de suelo. Estos últimos antecedentes
y composición de especies es extremada- tradas en la fecha del incendio correspondie- fueron considerados basados en la fecha de
mente diversa entre un ecosistema y otro, ron a la humedad relativa del aire, la tempe- inicio de cada incendio.
se consideraron las referencias de Quintani- ratura, la velocidad y dirección del viento. El análisis de los efectos
lla (2000) y Castillo (2006), para interpretar Respecto a los factores, se consideró la pen- del fuego en la parcela quemada permitió
y adaptar el criterio de diagnóstico pro-
puesto por Turner et al. (2001). Este criterio Tabla III
puede utilizarse además como un comple- Grados de fidelidad para las especies encontradas
mento a la caracterización de las macro en la parcela
unidades florísticas que debieran ser típicas Valor Carácter
del ecosistema local (Tabla III).
La fidelidad de una espe- 5 Especie exclusiva (característica), confinada a una sola comunidad vegetal o
grupo de comunidades.
cie puede ser territorial, si posee un área
mucho mayor que el de la propia comuni- 4 Especie selectiva, con clara preferencia por una determinada comunidad vegetal.
dad a la que pertenece, lo cual es frecuen- 3 Especie preferente, que aunque se presenta en varias comunidades, es más
te. En tal caso su óptimo ecológico puede abundante o presenta mayor vitalidad en el que es objeto de estudio.
variar, particularmente cuando se aproxima 2 Especie compañera, indiferente, sin una preferencia marcada por ninguna
a los límites de su área de distribución na- comunidad vegetal.
tural. Ejemplos bien conocidos y estudiados 1 Especie accidental, que tiene claramente su óptimo en otra comunidad.
para los paisajes mediterráneos de Chile
Central son las especies del matorral nativo Tomado de Turner et al. (2001).
denso, tales como el litre (Lithrea caustica Tabla IV
(Molina) H. et A.), quillay (Quillaja sapo- Ocurrencia de incendios forestales y superficies afectadas
naria (Molina)) y boldo (Peumus boldus en Chile (1976-2010)
(Molina)), que extienden su distribución a Región Nº de % del total Superficie % del total
lo largo de más de 2000km; no así en el incendios nacional (ha) nacional
caso de otras especies como palma chilena de Valparaíso 23.306 16,59 222.779 16,84
(Jubaea chilensis (Molina) Baillon), confi- Metropolitana 11.624 8,27 109.653 8,28
nada a áreas muy específicas. del Lib. Gral. Bdo. O’Higgins 6.231 4,44 161.640 12,22
La Tabla I indica además del Maule 8.955 6,37 117.593 8,89
el análisis del comportamiento del fuego Total 50.116 35,67 611.665 46,23

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validar los resultados de la TABLA V tan sólo un 3,8% de la
simulación del comporta- RESULTADOS DE BRAUN-BLANQUET (BB) Y WESTHOFF ocurrencia concentró el
miento del fuego y, además, Y MAAREL (WM) EN LAS REGIONES DE VALPARAÍSO 56% de los daños en su-
estimar en forma preliminar Y METROPOLITANA perficie de vegetación nati-
los impactos del incendio va, con un comportamiento
Región de Valparaíso
en el ambiente. Esta fase cíclico de ~10 años, de
permitió, además, evaluar Sector Tipo Pendiente Exposición Tipo Índice BB Índice WM Carácter acuerdo a lo observado en
con precisión y profundidad La r -- 3-4 la Figura 2. Esta asimetría
los impactos del fuego en 1 T 35º N Lb 3 -- 3 en la concentración de los
el paisaje, en la generación Hmt 3 -- 3 daños se explica por la
de vegetación post-fuego y La 2 2b 3 existencia de incendios de
en las propiedades físicas y 2 M 20º S Lb 4 -- 3-4 gran magnitud, superiores
químicas del suelo. Hmt 4 -- 3 a 2000ha, los cuales se han
La 3 -- 3-4 presentado, por ejemplo, en
Paisaje 3 T 2,5º Plano Lb 2 2a 3 1984, 1994 y 2004.
Hmt 5 -- 3 Las regiones con
Como fase final del La 3 -- 3-4 una mayor ocurrencia de
trabajo se efectuó un estu- 4 M 3º Plano Lb + -- 3-4
incendios son las de Val-
Hmt 4 -- 3
dio local de paisaje median- paraíso y Metropolitana,
La 5 -- 3-4
te el uso de Fragstats© Lb 2 2a 3 las que no coinciden con
v.3.3, y la expresión de sus 5 T 5,7º Plano las que tienen una mayor
Hmt 5 -- 3-4
resultados en un sistema de La + -- 3 superficie afectada (del Li-
información geográfica. Se Lb 4 -- 3-4 bertador General Bernardo
6 M 22º W
aplicaron métricas de tama- Hmt 5 -- 3 O’Higgins y del Maule).
ño, forma, conectividad y Región Metropolitana En relación a la recurren-
relaciones geométricas de cia total de incendios fo-
La 2 2b 3
cada uno de los sectores restales, debe señalarse
1 M 2º SE Lb + -- 2
afectados por el fuego, con- que se presentan grandes
Hmt 4 -- 2
siderando el trabajo de La 5 -- 3 diferencias entre las regio-
campo. Como apoyo se uti- Lb 4 -- 2 nes y, también entre las
2 T 7º S
lizaron imágenes proceden- Hmt 4 -- 2 comunas de ellas, deriva-
tes de Google Earth™ La 3 -- 3 das de las condiciones de
v.5.0.11, las que fueron ajus- 3 M 6º SE Lb 4 -- 2 riesgo y peligro que las
tadas a los parámetros geo- Hmt 5 -- 1 afectan. Esto se debe al
gráficos (datum WGS84, La 5 -- 3 significativo efecto de la
Huso 19 Sur en coordena- 4 T 2º S Lb 2 2b 2 población en la iniciación
das UTM), y mejoradas en Hmt + -- 1 de los fuegos, principal-
su contraste visual para re- La 3 -- 3 mente en la periferia de
saltar las áreas de mayor 5 M 5º SE Lb 3 -- 2 áreas urbanas, a lo largo
interés. El siguiente paso Hmt + -- 2 de de carreteras y cami-
fue la construcción de una La 5 -- 3 nos, y también por la va-
base de datos relacional 6 T 3º S Lb 4 -- 2 riabilidad de los factores
tipo arco-nodo, consideran- Hmt + -- 2 ambientales que inciden
do además las característi- La: leñosas altas (>2m); Lb: leñosas bajas (≤2m; ≥0,5m); Hmt: hierbas y matorral en la iniciación de los in-
cas topográficas de pen- menor (<0,5m). cendios (clima, topografía
diente y altitud en cada sec- y tipos de vegetación). Las
tor, con el propósito de de- regiones más afectadas
limitar y calcular con precisión las áreas y 1976-2010, en las cuatro regiones se produ- por grandes incendios son las de Valparaí-
perímetros de cada unidad homogénea, y fa- jeron ~50.116 incendios forestales, afectan- so y del Libertador General Bernardo
cilitar de esta manera la conversión de datos do a una superficie total de 611.665ha (Ta- O’Higgins, con cifras de 25496ha en 1984
a formato raster (GRID) para ser incorpora- bla IV). Del total de incendios señalado, y 25389ha en 1999 (Figura 2). No existen
do al cálculo de métricas de patrones claros de recu-
paisaje. Se realizaron correlacio- rrencia, principalmente a
nes entre parámetros y análisis la falta de antecedentes de
de componentes principales mayor data histórica. Los
para caracterizar en forma con- datos disponibles indican
junta los principales aspectos de la sucesión de grandes
paisaje, entre ellos el tamaño y eventos en un período de
forma de áreas quemadas. 35 años.
Aún cuando en el
Resultados análisis de 35 años se ma-
nifiesta una tendencia cícli-
Estadísticas de incendios ca de grandes incendios
cada 15 años (1984 y
De acuerdo a los datos 2000), el comportamiento
disponibles para el período Figura 2. Número de grandes incendios y superficie afectada (vegetación nativa). de la ocurrencia en rela-

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ción a la magnitud de los Tabla VI características de la conti-
incendios, debe ser estu- Resultados de Braun-Blanquet (BB) Y Westhoff nuidad horizontal y verti-
diado a una escala mayor y Maarel (WM) en las Regiones Libertador General cal de la vegetación. Estos
de tiempo, considerando Bernardo O´Higgins y del Maule aspectos se ven corrobora-
que en Chile sólo existen Región del Libertador General Bernardo O’Higgins
dos en el análisis de los
registros fidedignos a partir perfiles de vegetación para
del año 1976. Sector Tipo Pendiente Exposición Tipo Índice BB Índice WM Carácter cada una de estas áreas.
La 3 -- 3 Los valores de severidad,
Fase de campo 1 M 3º E Lb 3 -- 2 consumo de combustibles,
Hmt 4 -- 2 regeneración y efectos en
La estructura de la La 3 -- 3 el suelo, fueron estimados
vegetación se presenta en 2 T 5º SE Lb 2 2a 2 visualmente considerando
las Tablas V y VI. Los Hmt 5 -- 2 los valores de los paráme-
sectores analizados indi- La 4 -- 3 tros obtenidos de la simu-
can rastros de incendios 3 M 5º E Lb 2 2b 4 lación y de acuerdo a los
de alta intensidad calórica Hmt 5 -- 2 antecedentes publicados
La 5 -- 3
(ver resultados de compor- por Julio (1990) y Castillo
4 T 7º SE Lb 3 -- 3
tamiento del fuego), con (2006).
Hmt 2 2b 2
una comunidad vegetal La 4 -- 3
densa dominada por plan- Lb 2 2a 2 Paisaje
5 M 35º N
tas nativas de rápida rege- Hmt 2 2b 2
neración, pero de escasa La 5 -- 3 Considerando las
cobertura respecto a las 6 T 8º E Lb 4 -- 4 formaciones vegetales pre-
áreas testigo. Estos antece- Hmt 2 2b 2 sentes, existe una correla-
dentes coinciden con los Región del Maule ción entre el número de
reportados por Villaseñor fragmentos (NP) de leño-
La 5 -- 5
(1977), para el estudio de sas altas densas y semi-
1 M 47º N Lb 2 2b 3-2
comunidades vegetales Hmt 4 -- 2 densas, respecto al aumen-
afectadas por incendios en La 5 -- 5 to del coeficiente de forma
esta región. Los resultados Lb 4 -- 3-2 (LSI) (Figura 7). Este as-
2 M 44º N
de perfiles horizontales y Hmt 4 -- 2 pecto es más evidente en
verticales en cada parcela La 5 -- 5 las regiones de Valparaíso
(Figuras 3-6), señalan es- 3 M 52º N Lb 3 -- 3-2 y Metropolitana, donde los
tructuras dominadas por Hmt 4 -- 2 niveles de intervención y
leñosas medias y bajas, el grado de recurrencia de
entremezcladas con mato- La: leñosas altas (>2m); Lb: leñosas bajas (≤2m; ≥0,5m); Hmt: hierbas y matorral incendios ocasiona un au-
rral nativo con alto grado menor (<0,5m). mento del efecto borde, y
de regeneración, cuyo es- con ello, valores de forma
tado general ha persistido en los últimos generación y el suelo afectado por las lla- más elevados que en vegetación con me-
35 años, no evidenciándose cambios sus- mas (Tabla VIII). nores factores de disturbio. Más al sur la
tantivos para los años venideros, de acuer- Se aprecia, de manera preliminar, dispersión de datos es mayor, por lo que el
do a la dinámica actual de incendios y sus una correlación media a alta entre la seve- grado de asociación de estas dos variables
efectos en el paisaje vegetal nativo. ridad de los incendios y los efectos del tiende a ser menor.
fuego en la vegetación y el suelo. Las En el caso del análisis estadístico de re-
Análisis del comportamiento del fuego grandes diferencias existentes en la veloci- siduos, no se observa una clara relación
dad de propagación simulada mediante entre tipos de vegetación y patrones es-
De acuerdo a los datos recopilados KITRAL® se deben principalmente a las paciales de fragmentación, mientras que
en campo, se expo- sí la hay respecto a
nen los resultados TABLA VII las diferencias en
de cinco grandes in- COMPARACIÓN DEL COMPORTAMIENTO DEL FUEGO. VEGETACIÓN latitud y a la seve-
cendios en vegeta- NATIVA QUEMADA. ridad del fuego en-
ción nativa (Tabla contrada en las par-
Incendio Nº: 1a 2a 3b 4c 5d
VII) para las áreas celas de campo. En
contempladas en el Parámetros: general. los niveles
estudio, en lo res- Fecha del incendio 18/12/07 02/03/08 07/02/09 15/01/08 22/09/07 de intensidad aso-
pecta a las magnitu- Superficie afectada (ha) 3.000 3.765 2.832 3.600 225 ciados a la propa-
des de los paráme- Combustible disponible (ton ha‑1) 37,4 39,3 26,2 30,8 49,5 gación en extensas
tros del comporta- Velocidad propagación (m h‑1) 372 356 4.416 1.163 28 superficies dió
miento del fuego, y Intensidad calórica (kcal m‑1s‑1) 712 734 5.004 2.172 103 como resultado una
una reseña sobre los Longitud de llamas (m) 3,03 3,07 7,43 5,06 1,24 fragmentación más
efectos post-incen- Severidad del incendio Media Media Extrema Alta Baja elevada en aquellas
dio. Adicionalmente, Consumo de combustibles Medio Alto Muy Alto Muy Alto Bajo áreas con mayor
se exponen los re- Regeneración post-incendio Muy Alta Muy Alta Baja Media Baja ocurrencia de in-
sultados de la califi- Efecto en el suelo (visual) Bajo Bajo/Medio Medio/Alto Medio Medio cendios (Regiones
cación visual para aRegión de Valparaíso, bRegión Metropolitana, cRegión del Libertador Gral. Bernardo de Valparaíso y del
los efectos de la re- O´Higgins, dRegión del Maule. Lib. Gral. Bernardo

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Figura 3. Región de Valparaíso. Perfiles horizontales y verticales de parce- Figura 4. Región Metropolitana. Perfiles horizontales y verticales de par-
las muestra y testigo, para la caracterización de la vegetación afectada por celas muestra y testigo, para la caracterización de la vegetación afectada
el fuego. a: Parcela muestra. Especies presentes: colliguay (Colliguaja odo- por el fuego. a: Parcela muestra. Especies presentes: espino (Acacia
rifera (Molina)), palo colorado (Pouteria splendens (A. DC.) O.K.), boldo caven (Molina) Molina). b: Parcela testigo. Especies presentes: espino
(Peumus boldus (Molina)), michay (Berberis chilensis (Gill.) ex. Hook), co- (Acacia caven (Molina) Molina), quillay (Quillaja saponaria (Molina)),
rontillo (Escallonia revoluta (Ruiz et Pav.) Pers.), quila (Chusquea cumin- boldo (Peumus boldus (Molina)) y tevo (Trevoa trinervis Miers.).
gii Nees.) y tomatillo (Solanum ligustrinum Lodd.), pino (Pinus radiata
(D. Don). b: Parcela testigo. Especies presentes: vautro (Baccharis concava
(Ruiz et Pav.) Pers.), quila (Chusquea cumingii Nees.), litre (Lithrea causti-
ca (Molina) H. et A.), tola blanca (Proustia pyrifolia DC.), crucero (Colletia
spinosa Gmel.), michay (Berberis chilensis (Gill.) ex Hook.), rarán (Myrceu- Producto de estos resul-
genia obtusa (D.C.) Berg.), barba de viejo (Ageratina glechonophylla (Less.) tados, el análisis de componentes princi-
R.M.King et H.Rob.), corontillo (Escallonia pulverulenta (Ruiz & Pav.) pales arroja valores propios de 4,22 para
Pers.), y corcolén (Azara integrifolia Ruiz et Pav.). el primer componente, asociado a formas
de paisaje en comunidades vegetales y de
1,99 para el concepto de forma, expresa-
O´Higgins), que en áreas donde la conti- metros más relevantes en la expresión de do en áreas quemadas y recuperadas por
nuidad vegetal en el paisaje es mayor, paisajes afectados por el fuego, para las la regeneración, con un 88,91% de carga
pero con una menor ocurrencia de in- áreas estudiadas, son los asociados a la factorial para el análisis total de compo-
cendios. forma de sus fragmentos, con un 60,37% nentes principales (Figura 8). El mayor
Las correlaciones más altas se de varianza explicada para el primer fac- efecto de estas cifras es atribuible a sec-
concentran en aquellos parámetros que tor (Tabla X) y la expresión de tamaño tores de permanente ocurrencia, tales
hacen referencia a largo y número de par- de los mismos, con 28,53% para el se- como los reportados en las parcelas de
ches (Tabla IX), mientras que los pará- gundo factor. las regiones Quinta y Sexta.

Figura 5. Región del Libertador General Bernardo O´Higgins. Perfiles hori- Figura 6. Región del Maule. Perfiles horizontales y verticales de par-
zontales y verticales de parcelas muestra y testigo, para la caracterización de celas muestra y testigo, para la caracterización de la vegetación afec-
la vegetación afectada por el fuego. a: parcela muestra. Especies presentes: tada por el fuego. a: parcela muestra. Especies presentes: hualo
boldo (Peumus boldus (Molina)), tevo (Trevoa trinervis Miers.), colliguay (Nothofagus glauca (Phil.) Krasser). b: parcela testigo. Especies pre-
(Colliguaja odorifera (Molina)), bollén (Kageneckia oblonga Ruiz et Pav.), sentes: hualo (Nothofagus glauca (Phil.) Krasser), arrayán (Luma api-
litre (Lithrea caustica (Molina) H. et A.), y mayo (Sophora macrocarpa J.E. culata (DC.) Burret), corcolén (Azara petiolaris (D. Don.) Johnst.), li-
Sm.). B) parcela testigo. Especies presentes: boldo (Peumus boldus (Molina)), tre (Lithrea caustica (Molina) H. et A.), mayo (Sophora macrocarpa
peumo (Cryptocarya alba (Molina) Looser), litre (Lithrea caustica (Molina) J.E. Sm.), mañio (Podocarpus salignus D. Don.) y chaura (Gaultheria
H. et A.), mayo (Sophora macrocarpa J.E. Sm.), chequén (Luma chequen phillyreifolia (Pers.) Sleumer).
(Molina) A. Gray) y parrilla blanca (Proustia pyrifolia DC.).

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TABLA VIII entre áreas quemadas y no quemadas, as-
EFECTOS EN LA REGENERACIÓN Y SUELO AFECTADO. VEGETACIÓN pectos muy similares a los aquí reporta-
NATIVA QUEMADA dos. Los resultados derivados del mues-
treo en campo en las cuatro regiones de
Incendio Nº 1a 2a 3b 4c 5d Chile Central y para todos los sectores
Regeneración post-incendio Muy alta Muy alta Baja Media Baja analizados, otorgan testimonios sobre la
Bajo/ existencia de patrones espaciales de recu-
Efecto en el suelo (visual) Bajo Medio/Alto Medio Medio
Medio rrencia de fuegos, aún cuando, como lo
corrobora Castillo (2006), la comproba-
TABLA IX ción de este tipo de fenómeno debe ser
MATRIZ DE CORRELACIÓN (PEARSON) validada en estudios de mayor data histó-
rica, desde decenas a cientos de años.
Área Nº Densidad Parche
más Bordes Densidad
de
Forma
de Respecto a la capacidad de retoño de es-
Variables (CA) parches (PD) largo totales bordes paisaje
(NP) (TE) pecies y la estructura vegetal post-fuego,
(LPI) (ED) (LSI) los resultados confirman los estudios rea-
Área (CA) 1 0,074 0,078 0,939 0,507 0,511 0,261 lizados por Altieri y Rodríguez (1974) y
Nº de parches (NP) 0,074 1 0,999 -0,020 0,516 0,514 0,772 Avila et al. (1983), en el sentido que las
Densidad (PD) 0,078 0,999 1 -0,014 0,519 0,517 0,774 especies de bosque mediterráneo, mayori-
Parche más largo (LPI) 0,939 -0,020 -0,014 1 0,461 0,466 0,204 tariamente compuesto por leñosas altas y
Bordes totales (TE) 0,507 0,516 0,519 0,461 1 1,000 0,841 matorral esclerófilo de Chile Central, res-
Densidad de bordes (ED) 0,511 0,514 0,517 0,466 1,000 1 0,840 ponden en forma similar respecto a otros
Forma de paisaje (LSI) 0,261 0,772 0,774 0,204 0,841 0,840 1 ambientes mediterráneos en donde la pre-
sencia del fuego es derivada principal-
Tabla X mente por la actividad humana. Por el
Contribución de las variables para cada factor (%) contrario, es posible evidenciar tempora-
das de fuegos donde la ocurrencia y da-
F1 F2 F3 F4 F5 F6 F7 Total ños son estadísticamente más bajas res-
Área (CA) 6,87 30,04 13,11 0,90 49,05 0,07 0,01 100,00 pecto a otros años. Estas variaciones son
Nº de parches (NP) 13,71 15,39 17,56 2,97 0,39 49,95 0,02 100,00 producto de una diversidad de factores,
Densidad (PD) 13,81 15,16 17,61 2,71 0,67 50,01 0,01 100,00 no necesariamente atribuibles a factores
Parche más largo (LPI) 5,27 34,35 9,80 4,73 45,82 0,01 0,00 100,00 climáticos. Altieri y Rodríguez (1974),
Bordes totales (TE) 20,14 0,96 19,24 9,43 0,39 0,01 49,81 100,00 han demostrado que, mientras prevalecen
Densidad de bordes (ED) 20,15 1,03 19,02 9,24 0,36 0,01 50,18 100,00 condiciones de altas temperaturas, baja
Forma de paisaje (LSI) 20,01 3,04 3,64 70,00 3,29 0,00 0,00 100,00 humedad relativa del aire y de los com-
bustibles vegetales, en muchos casos in-
cluso la iniciación de fuegos es más baja
respecto a otros años con menor sequía.
Independiente de lo anterior, la sucesión
de fuegos sobre este paisaje vegetal ha
propiciado el desencadenamiento de un
proceso regresivo en la comunidad de es-
pecies originales, favoreciendo la entrada
de plantas adaptadas al cubrimiento de
suelos quemados mediante la propagación
por semillas y propágulos.
Desde el punto de vista
de paisaje, los resultados obtenidos son
una respuesta a los procesos de disturbios
previamente definidos y caracterizados
Figura 7. Izquierda: correlación entre el número de parches (NP) y la forma de paisaje (LSI) por Turner et al. (2003) como eventos re-
(P<0,05). Derecha: análisis de residuos entre estos dos factores (P<0,05).

Discusión tales al realizar una descripción his-


tórica de la vegetación original y sus
La metodología aquí cambios a través del tiempo por la
aplicada para el estudio de la vegetación acción del fuego. Para ello los auto-
nativa afectada por incendios presenta si- res se apoyan en la medición in situ
militudes a otros estudios de similares de la estructura de la vegetación con
características. Por ejemplo, Mouillot et y sin disturbio (muestra-testigo).
al. (2003) estudiaron el comportamiento También determinan que la alta fre-
de la vegetación en ecosistemas medite- cuencia de pequeños incendios pro-
rráneos de Francia afectados intensamen- duce un efecto sinérgico en la es-
te por el fuego en los últimos 20 años. tructura de la vegetación mediante
En sus resultados, demuestran las altera- un aumento de los parches quema- Figura 8. Carga factorial para el total de varianza
ciones graduales de los ecosistemas vege- dos e incremento del efecto borde explicada.

802 NOV 2012, VOL. 37 Nº 11


lativamente discretos que irrumpen en la bios en la composición de especies, dis- tes aquí explicados. No obstante lo ante-
estructura de un ecosistema y que se or- minución de materia orgánica, y el paso rior, resulta necesario complementar estos
ganizan espacialmente en una relación de un estado de mosaicos diversos a un resultados con estudios futuros que consi-
mosaico-paisaje (Daigle, 1996; Parminter, gran parche homogéneo. deren otras áreas muestra afectadas por
1996). Los resultados del com- incendios en vegetación nativa, de mane-
Los resultados del com- portamiento del fuego derivados de las ra de poder aportar mayores antecedentes
portamiento del fuego y la severidad del campañas de campo ponen de manifiesto conducentes a proponer estrategias de re-
mismo en las áreas analizadas en campo que la topografía, por ejemplo, influye di- cuperación de paisajes quemados y los
muestran estrecha relación con la topogra- rectamente en la velocidad de avance del mecanismos para la protección del los
fía y, en consecuencia, con la modificación fuego, pues a mayor pendiente se obtiene mismos. Para ello, se cuenta con una pri-
espacial y temporal de la estructura de la una mayor inclinación de las llamas y mera plataforma geográfica de datos, ge-
vegetación, tal como lo reportan Gergel y una mayor intensidad calórica a nivel del nerada por el presente estudio.
Turner (2002) y Turner et al. (2001, 2003) suelo. Adicionalmente, la acumulación de
en el estudio de paisajes de similares ca- material vegetal seco altamente combusti- AGRADECIMIENTOS
racterísticas. Incluso en muchos casos es ble, especialmente en quebradas y zonas
posible determinar patrones de magnitudes de altas pendientes, hace que el fuego Los autores agradecen al
de incendios relacionados a tipos de paisa- presente comportamientos extremos Proyecto Fondecyt 1095048, financiado
je (Cardille et al., 2001; Rollins et al., (Mouillot et al., 2003; Rodríguez y Silva por la Comisión Nacional de Ciencia y
2002). En este contexto, el triángulo del et al., 2010) con intensidades calóricas Tecnología (CONICYT), y a la Unidad de
fuego se expresó plenamente dada las con- que pueden superar fácilmente Manejo del Fuego de la Corporación Na-
diciones meteorológicas favorables para la 2000kcal·m‑1·s‑1, producto de la alta carga cional Forestal (CONAF), región de Val-
propagación, en conjunto con el abasteci- de combustibles y su alta inflamabilidad, paraíso, Chile.
miento de oxígeno suficiente para el avan- como lo reportado en los incendios de las
ce de las llamas y la disponibilidad de una regiones Metropolitana y del Maule, des- REFERENCIAS
alta carga de combustible vegetal poten- critos en la Tabla VII. Las áreas afecta-
cialmente inflamable. La interacción de es- das por propagación continua tienden a Altieri M, Rodríguez J (1974) Acción Ecológica
tos tres componentes del triángulo ocasio- formar parches homogéneos de recupera- del Fuego en el Matorral Natural Medite-
naron condiciones ideales para el desenca- ción vegetal post fuego, a diferencia de rráneo de Chile, en Rinconada de Maipú.
Tesis. Universidad de Chile. Santiago, Chile.
denamiento de los enormes incendios fo- aquellos sectores en donde se ha produci- 144 pp.
restales estudiados. do saltos de fuego. No se evidencian Álvarez G (2008) Diseño de un sistema de patru-
Respecto a los efectos grandes diferencias en los niveles de re- llaje terrestre para el control de incendios
directos de los incendios en el repobla- cuperación en el estrato aéreo, conside- forestales en un sector de la precordillera de
miento, claramente existe una fuerte acti- rando los niveles de intensidad. Sin em- la Región Metropolitana. Tesis. Universidad
vidad regenerativa dominada por especies bargo, sí se aprecian mayores daños en el de Chile. Santiago, Chile. 83 pp.
del matorral nativo adaptadas a la alta re- suelo, donde es posible ver pérdidas tota- Ávila G, Araya S, Cisterna R, Haltenhoff H
currencia de fuegos. En este sentido, Fulé les de estratos orgánicos y rápidos proce- (1983) Efectos del Fuego sobre la Vegeta-
ción Herbácea y Arbustiva de Chile Cen-
et al. (2003) estudiaron la dinámica del sos de erosión en laderas y partes bajas, tral. Actas III Seminario sobre Manejo del
fuego en bosques de pino (Pinus ponde- donde desembocan cursos de agua. Fuego. Universidad Austral/CONAF. Arau-
rosa P. et C. Lawson), tomando un perío- El factor humano incide co, Chile. p. 25.
do de ~300 años, mediante técnicas den- directamente en la recurrencia, y por lo Braun-Blanquet J (1948) Übersicht der Pf lanz-
drocronológicas. Los episodios de fuego tanto en el peligro y daño potencial que engesellschaften Ratiens. Plant Ecol. 1:
vienen precedidos de cambios importan- puede alcanzar el fuego. En este sentido, 29-41.
tes en la estructura y cobertura de estos aún cuando se verificaron extensas áreas Braun-Blanquet, Bolós J (1958) Les groupements
bosques en la relación microclima-suelo. quemadas en zonas alejadas, el nivel de vegetaux du bassin moyen de l’Ebre et leur
dynamisme. Zaragoza, España. Anal. Est.
Mediante el uso de esta técnica se de- intervención puede condicionar claramen- Exp. Aula Dei 5: 1-4.
muestra que la magnitud de las cicatrices te la relación de tamaño, forma y cohe- Cardille J, Ventura S, Turner M (2001) Environ-
de fuego inciden directamente en los pro- sión de las unidades de paisaje vegetal. mental and social factors influencing wild-
cesos de repoblamiento y en la perma- fires in the Upper Midwest, USA. Ecol. Ap-
nencia de parches con lenta recuperación Conclusiones plic. 11: 111-127.
de vegetación original, dando paso a par- Castillo M (1997) Método de Validación para el
ches con estructura y composición de es- El paisaje vegetal nativo Simulador de Expansión de Incendios Fores-
pecies vegetales diferentes. Otro aspecto de Chile Central claramente ha experi- tales del Sistema KITRAL. Tesis. Universi-
dad de Chile. Santiago, Chile. 123 pp.
relacionado con el efecto del fuego en el mentado cambios regresivos en cuanto a
Castillo M (2006) El Cambio del Paisaje Vegetal
paisaje es la influencia de áreas urbanas. su extensión, forma y riqueza. Es un pro- Afectado por Incendios en la Zona Mediter-
Este factor es de alta trascendencia al ceso creciente, que en parte se explica ránea Costera de la Quinta Región de Chile.
momento de evaluar el estado de conser- por la alta presión antrópica derivada de Tesis. Universidad de Chile. Santiago, Chile.
vación de paisajes vegetales cercanos a la expansión de territorios y la marcada 143 pp.
estas áreas. El mismo autor, tomando un estacionalidad del fenómeno de los incen- Castillo M, Pedernera P, Peña E (2003) Incendios
período de 10 años en un hábitat donde dios forestales, tal como ocurre en otros forestales y medio ambiente. Una síntesis
predomina pino ponderosa, detecta que ecosistemas mediterráneos de Europa. global. Amb. Des. 19: 88-99.
desde el aumento en la tasa de urbaniza- Finalmente, los resulta- CONAF (2011) Sistema Estadístico Nacional de
dos obtenidos en las cuatro regiones ana- Manejo del Fuego. Fichas de Incendios Fo-
ción, la cercanía de actividades de recrea- restales de las Regiones V, VI, VII y Metro-
ción ha ocasionado que en un lapso de ~7 lizadas son válidos como aporte al estado politana. Corporación Nacional Forestal.
años (1995-2001), la frecuencia de incen- actual de investigación científica sobre el Santiago de Chile.
dios y gravedad de éstos ocasionó altera- tema, al no existir en Chile antecedentes Daigle P (1996) Fire in the Dry Interior Forests
ciones en el paisaje, traducidas en cam- previos que integren todos los componen- of British Columbia. Extension Notes Nº 8.

NOV 2012, VOL. 37 Nº 11 803


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Analysis of large forest fires On native Chilean vegetation


Miguel Castillo S., Roberto Garfias S., Guillermo Julio A. and Luis González R.
SUMMARY

Chile’s Central Zone has been permanently affected by for- mainly due to the absence of trustful data prior to 1976. With
est fires on the native vegetation, whose damage and effects respect to field analysis, the abundance-dominance indicators
have not been sufficiently studied at the regional scale, despite of Braun-Blanquet and Westhoff-Maarel, and landscape mea-
the very serious consequences of this problem for the country. sures, show that the structure and composition of the vegeta-
Fires during 35 years (1976-2010) were analyzed with the aim tion has not changed radically in the period of study, the same
of obtaining useful data for future projects of environmental re- species being present but with a higher state of degradation
covery in areas that have been affected by fire. The analysis than those of forests at the beginning of last century. Simula-
included fires on more than 2000ha, localized between 32 and tion analysis showed high levels of caloric liberation in the fire
38ºS, and where the biggest damage was concentrated in 1984 behavior, presumably due to the high availability of vegetal ma-
and 1999, mainly attributable to the environmental conditions terial in the analyzed areas and to the environmental and topo-
that favored the spread of fires in those years. However, these graphic conditions, which favor its rapid propagation.
results do not correspond necessarily to recurrence patterns,

ANÁLISES DE GRANDES INCÊNDIOS FLORESTAIS NA VEGETAÇÃO NATIVA DO CHILE


Miguel Castillo S., Roberto Garfias S., Guillermo Julio A. e Luis González R.
RESUMO

A Zona Central do Chile tem sido permanentemente afetada recorrência, principalmente pela ausência de dados confiáveis
por incêndios florestais em vegetação nativa, cujos danos e efei- com anterioridade a 1976. Relativo à análise de campo, os in-
tos não tem sido suficientemente estudados em escala regional, dicadores de abundância-dominância de Braun-Blanquet e Wes-
no entanto a alta gravidade que tem este problema no país. Por thoff-Maarel, e métricas de paisagem, mostram que a estrutura
esta razão, se analisou 35 anos de incêndios (1976-2010) com e composição da vegetação não têm mudado radicalmente nes-
o objetivo de dispor de dados úteis para executar futuros pro- te período, existindo as mesmas espécies, mas em maior estado
jetos de recuperação ambiental em áreas degradadas pelo fogo. de degradação que nos bosques existentes no começo do século
A análise considerou incêndios superiores a 2000ha, localizados passado. As análises de simulação mostraram elevados níveis de
entre 32 e 38ºS, e cujos principais danos se concentram em 1984 liberação calórica no comportamento do fogo, presumivelmen-
e 1999, atribuíveis principalmente às condições ambientais que te pela alta disponibilidade de material vegetal combustível nas
favoreceram a propagação do fogo nesses anos. No entanto, es- áreas analisadas e pelas condições topográficas e ambientais
tes resultados não necessariamente correspondem a padrões de que favoreceram sua rápida propagação.

804 NOV 2012, VOL. 37 Nº 11

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