Sei sulla pagina 1di 2

UN JOVEN CON UNA MENTE PRODIGIOSA

Alfred Joseph Hitchcock nació el 13 de agosto de 1899 en Leytonstone, barrio ubicado en


el municipio londinense cercano a la capital de Gran Bretaña.Fue el tercer y último hijo de
William Hitchcock y Emma Whelan, comerciantes de clase media y rigurosa educación
católica. Tenía dos hermanos: Nellie, de quien era siete años menor y William, nueve años
mayor que él.
Ésta marcada diferencia de edad con ambos hizo que de niño manifestara un
comportamiento solitario, al ser dejado de lado. Era un niño callado, de carácter
cabizbajo, tranquilo y educado.
Una anécdota contada por sí mismo que narra una excepción a su comportamiento
introvertido, relata que cuanto tenía unos cinco años por cometer una travesura su padre
le había enviado a la comisaría policial con una carta. El policía lo leyó y lo encerró en una
celda por unos cinco minutos, y después al liberarlo, le dijo que eso es lo que hacían allí
con los niños que se portaban mal. Esa vivencia había sido uno de los motivos de su miedo
a las figuras autoritarias.
Con el tiempo, ese temor fue afianzado en la etapa escolar. Siendo alumno de colegios
religiosos (salesiano y jesuita) fue testigo de castigos físicos y psicológicos, como la
ingestión de purgantes y azotes con palmetas de goma. Los jóvenes tenían la posibilidad
de elegir el momento del día en el que deseaban recibir los azotes.
Todo este régimen de disciplina desde temprana edad, unido a su rígida educación
católica y una madre dominante, lo llevó a desarrollar un agudo sentido entre los límites
del bien y el mal que no debía traspasar y que las mínimas infracciones correspondían a
un castigo severo. Esto le produjo aprender a autocontrolarse y a ser muy ordenado.
En 1913, a sus 14 años, tras la muerte de su padre tuvo que dejar el colegio, sin rumbo ni
seguro a que dedicarse futuramente. Se dedicó a ver películas y obras de teatro y tomar
clases nocturnas para ampliar su formación, y un año después empezó a trabajar como
técnico en la Henley Telegraph and Cable Company, oficio que le terminó por resultar
aburrido y poco gratificante.
Después de tomar clases de historia del arte y haber empezado a dibujar, fue trasladado al
departamento de publicidad de la Henley, donde había empezado a empeñarse con más
entusiasmo, donde finalmente había descubierto un trabajo que le gustaba y para el cual
manifestaba aptitudes.
En sus tiempos libres se dedicó a leer novelas de la época, de autores conocidos, entre los
cuales resalta Edgar Allen Poe, un novelista romántico, de misterios y asesinatos, el cual
fue de influencia para Hitchcock para llegar a escribir Gas, un cuento que más adelante
hizo para el primer número de la revista social de la empresa The Henley.

A Hitchcock le fascinaba el crimen auténtico, invirtió mucho tiempo en leer novelas del
género, visitar museos de colección de memorias criminales y presenciar juicios por
asesinato. Así también, leyó muchas revistas de cine, sobre producciones francesas,
alemanas y estadounidenses.
En 1919 leyó en una de sus revistas que la productora de cine estadounidense Famous
Players-Lasky había abierto un estudio en Londres que sería inaugurado con el estreno de
la película “The sorrows of Satan” adaptación de una novela británica de Marie Corelli.
Compró el libro y se dispuso a dibujar los intertítulos que luego mostró a la productora.
Tiempo después el estreno se había suspendido, pero Hitchcock siguió insistiendo
haciendo lo mismo de próximas películas de la productora hasta que fue contratado,
como dibujante de intertítulos de películas mudas.

Dentro de la productora, Hitchcock conoció y aprendió de muchos guionistas, escritores y


cineastas estadounidenses sobre narración y dirección de cine. Con el tiempo, adquirió
destreza y experiencia, volviéndose indispensable para el estudio. Más adelante, dejó su
cargo de dibujante, empezando a trabajar para producciones como asistente de dirección,
de guión y de dirección de arte, obteniendo un rotundo éxito cinematográfico.

En 1924 el productor Michael Balcon, impresionado por todo su trabajo logrado, le pidió
que dirigiera una película, proyecto en el cual no estaba interesado, pero finalmente había
aceptado. Viajó a los estudios Emelka de Alemania y otras locaciones europeas para rodar
“El jardín de la alegría” film estrenado en 1925, experiencia muy gratificante que dio inicio
oficial a su carrera como director de cine.

Potrebbero piacerti anche