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Frederick Winslow Taylor y la Administración Científica

Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla

Trabajo:
Frederick Winslow Taylor y la administración
científica
Índice:

FREDERICK WINSLOW TAYLOR Y LA ADMINISTRACIÓN CIENTÍFICA


Introducción 3
Contexto histórico 4
La obra “principios de la administración científica” 5
La administración industrial 5
La organización científica del trabajo 5
El sistema Taylor y la “descualificación” 6
De la realidad al mito: Taylor y su obra 6
La administración científica: una realidad controversial 7
La crisis del Taylorismo y del Fordismo 8
Taylor: mito institucionalizado 8
Creador de la administración científica 8
Cientificidad de la administración y de la organización del trabajo 8
Conclusión 9
Bibliografía 9
Introducción:

La obra de Frederick Winslow Taylor ha marcado el rumbo de la organización del trabajo en


las organizaciones modernas, ya que su obra, “Principios de la Administración Científica”,
cumple en 2011 cien años de haberse publicado por primera vez.

Esta obra se desarrollo en medio de una época marcada por la búsqueda de la


eficiencia, la racionalidad, la organización del trabajo, la productividad y el beneficio para la
empresa y el trabajador.

Fue publicada en medio de la genialidad, la ambigüedad, el acogimiento, la resistencia y


hasta la incongruencia que, hasta la época contemporánea, sigue incidiendo en el
pensamiento de académicos, administradores, ingenieros, obreros y empresarios, entre
muchos otros actores que se han hecho cómplices de sus postulados.

En este trabajo se presentan múltiples puntos de vista que van desde el


reconocimiento sobre la importancia de su obra en la actualidad, hasta posiciones críticas que
lo responsabilizan de crear instrumentos de poder que han contribuido a ciertas injusticias en
los ámbitos social, organizacional e individual.
FREDERICK WINSLOW TAYLOR Y LA
ADMINISTRACIÓN CIENTÍFICA
Contexto histórico
Es importante señalar quién fue Taylor, pues de esta forma se tiene una idea del hombre que
aportó innovaciones y fundó las bases de la administración científica. Fue un obrero que
escaló puestos desde capataz, jefe de taller y, después de estudiar obtuvo el cargo de
ingeniero. Habiendo sido obrero, cuando alcanzó altos cargos en la administración buscó
medidas que favorecieran tanto al patrón como al trabajador (Chiavenato, 1990). No sólo fue
un hombre de acción, sino que su preparación le permitía analizar, sistematizar información,
sacar conclusiones y propuestas que sirvieran para todo tipo de empresa.

De allí que la teoría de la administración científica surgió por la necesidad de elevar


la productividad. En Estados Unidos en especial, había poca oferta de mano de obra y la
única manera de aumentar la producción era elevando la eficiencia de los trabajadores, en
éste país es en donde se concentra principalmente el desarrollo histórico de la administración
y el estudio de las organizaciones, ya que, debido a sus particularidades económicas, sociales,
políticas y geográficas, se consideró como la cuna de la segunda revolución industrial, en la
que se da la transición hacia la producción masiva de la gran industria. Y se dieron entonces
las condiciones más adecuadas para la concepción, difusión y experimentación de principios
de administración aplicados a las empresas, así como el análisis de problemas comunes a las
organizaciones resultado de su acelerado desarrollo, lo que hizo posible el desarrollo del
pensamiento organizacional dominante.

A principios del siglo XX, Frederick propuso la sustitución del empirismo y la improvisación
por un enfoque científico que aseguraba mayor productividad del operario en fábrica y
entonces se instala la tradición estadunidense de sistematizar los conocimientos emergentes
de las experiencias de la aplicación de nuevas técnicas y procedimientos de la administración
en la industria naciente.

La obra “Principios de la administración científica”


Para el desarrollo del pensamiento administrativo y organizacional en Estados Unidos se
distinguen dos etapas básicas, la administración industrial (1880- 1910) y la organización
científica del trabajo (1911-1960).

La administración industrial
La primera Revolución industrial se consolidó, primero en Europa y después en Estados
Unidos, el sistema de fabricación al establecer el tránsito del taller artesanal al taller fabril,
que se constituye, a su vez, en antecedente inmediato de la fábrica industrial, forzó, a los
artesanos a convertirse en obreros semicalificados y descalificados, con las consecuencias
que esto tenía en la eficiencia de la producción.

A partir de la segunda mitad del siglo XIX, se inició la sistematización de los


conocimientos sobre administración industrial y organización del trabajo, producto de la
experiencia de los relacionados directamente con los problemas de organización y
producción. Los conocimientos recopilados durante esta época dan origen a lo que se
denomina "administración industrial".

La organización científica del trabajo


La contribución más importante a la organización del trabajo en la modernidad es
desarrollada principalmente por Taylor, autor de varias obras, entre las que destacan: Shop
Management (1903) y los Principios de la administración científica (1911). A través de la
observación y la experimentación del proceso laboral logra obtener el control del trabajo, que
era el principal problema en el ámbito de la producción industrial de principios de siglo XX,
entonces Taylor sugiere la incorporación de un departamento pensante y de una política
salarial.
Es importante señalar que Henry Ford complementó la propuesta salarial de Taylor y
logrando el control del ritmo de trabajo del obrero con la cadena de producción
semiautomática.
Con las propuestas de Taylor y Ford, se resuelven sustantivamente los problemas de la
eficiencia en la producción, aunque su obra no tiene una visión organizacional.
La propuesta de Taylor sobre la administración científica trae como consecuencia, "un
aumento de oportunidades para la educación, la cultura y el esparcimiento" (Taylor, 1977).
Lo que Taylor no contempló fue que intereses de grupos fácticos se apoderarían de esas
"oportunidades para la educación", y que desde la época en que vivió hasta nuestros días, lo
que predomina es la cultura chatarra, pues la educación en general tiende a formar individuos
preparados sólo para ajustarse al sistema, sin una visión crítica y propositiva de la sociedad
y su desarrollo.

El sistema Taylor y la “descualificación”


El sistema de Taylor se caracteriza por buscar el aumento de la producción y de la
productividad. Sin embargo, esta propuesta contribuyó a destruir las habilidades de los
obreros cuando se estableció la separación del diseño y la operación con el argumento de la
necesidad de eliminar la flojera sistemática mediante la organización científica del trabajo.
Para ello era necesario contar con los conocimientos científicos de los ingenieros, por lo que
Taylor propuso la incorporación en la estructura organizacional de un departamento de
diseño para planear y organizar el trabajo. Con esta propuesta tanto los obreros como los
supervisores se limitan exclusivamente a ejecutar las tareas planeadas en el departamento de
diseño. A principios del siglo XX, Taylor, afirma que los empresarios deben preocuparse
mucho más por la calidad de lo que producen y por la felicidad de los empleados que por la
rentabilidad financiera (Barba, 2002). Sin embargo, como se observa, la organización
científica del trabajo tuvo como consecuencia inmediata la eliminación de las habilidades
que antes tenían los artesanos.

De la realidad al mito: Taylor y su obra


Es en la segunda etapa de la Revolución industrial cuando se consolida el dominio del capital
sobre el trabajo con la aparición de la organización científica del trabajo derivada,
sustancialmente, de las propuestas de F. W. Taylor y Henry Ford. En esta segunda etapa, la
división detallada del trabajo progresa buscando la fragmentación del trabajo vivo, y de este
modo sólo considera esencial la norma de rendimiento de las fuerzas de trabajo, medida en
tiempo de trabajo. Cabe destacar que la aplicación del taylorismo y del fordismo en los
procesos de producción y de trabajo desempeñaron un papel relevante en dicho progreso.
La administración científica: una realidad controversial
El taylorismo se ubica en la segunda revolución industrial a fines del siglo XIX. Su
fundamento es el principio mecánico. Y Taylor propone cuatro principios básicos para la
administración científica que se pueden resumir de la siguiente manera: selección científica
de los trabajadores; análisis científico del trabajo; cooperación estrecha entre los
planificadores del trabajo y los trabajadores y, finalmente, igual responsabilidad entre
administración y trabajadores.

Sin embargo, el taylorismo va más allá de estos aparentemente ingenuos principios.


En realidad, lo que pretende es superar el oficio, ya que éste se constituye como un obstáculo
para la producción en masa por dos razones: en primer lugar, el oficio es un modo de
resistencia obrera a la intensificación del trabajo, ya que a través de éste el trabajador
monopoliza el conocimiento de los procesos de producción, excluyendo a los patrones de él,
de tal forma que la única alternativa del capital para dominar el trabajo es mediante un
contrato que le permita sancionar a aquel trabajador que no cumpla sus obligaciones
contractuales. En segundo lugar, esta exclusividad del conocimiento obrero le da el control
de los tiempos de producción, ya que conoce la mejor manera de producir, pero también la
peor, lo que le permite aplicar el ritmo de trabajo que más le convenga, marginando al patrón
por su ignorancia sobre la forma de producir.

Para el diseño de la organización del trabajo que permita un control real sobre los obreros,
Taylor propone el establecimiento de un departamento pensante, cuyas funciones principales
serían la distribución, la fabricación, salarios y personal. Por otro lado, el fordismo es
considerado como la articulación del proceso de producción y del modo de consumo que
instaura la producción en masa, clave de la universalización del trabajo asalariado. Se
caracteriza por la instalación de la cadena de producción semiautomática y el establecimiento
de la producción en serie de medios de consumo de masas, a partir de los años veinte. El
fordismo desarrolla la mecanización del trabajo, eleva la intensidad, incrementa la separación
entre trabajo manual y trabajo intelectual y enfrenta la tecnología con los trabajadores.

La crisis del taylorismo y del fordismo


Los métodos de Taylor y Ford eran, ante todo, disciplinarios y de enajenación de habilidades
y conocimientos de los obreros, inaugurando así una dimensión neotayloriana. Al cabo de
cincuenta años, la masificación del trabajo había terminado por agotar el gran yacimiento del
saber obrero. No es que no existan inmensos yacimientos de productividad en el ingenio
humano: pero ellos no pueden ya ser explotados por los métodos taylorianos.

En el ámbito organizacional, los efectos psicológicos sobre el trabajador no se


hicieron esperar y se manifiestan a través del ausentismo, enfermedades por fatiga nerviosa,
aumento de accidentes de trabajo y producción defectuosa, como características del
postaylorismo.
Se puede interpretar que estos efectos expresan, a su vez, formas de resistencia asumidas por
los trabajadores ante las formas organizativas impuestas por el capital.

Taylor: mito institucionalizado


Creador de la administración científica.

En sentido estricto, el concepto de cientificidad de la administración fue propuesto


originalmente por Charles Babbage, en su obra On the Economy of Machinery and
Manufactures (1832), a través de la cual postuló y desarrollo el enfoque científico de la
administración, así como el estudio de operaciones repetitivas y de tiempos, y la división del
trabajo.
Lo que Taylor hizo no fue inventar algo nuevo, sino sintetizar y presentar como ideas
razonablemente coherentes las que abrían germinado y alcanzado fuerza en Gran Bretaña y
Estados Unidos a lo largo del siglo XIX.

Cientificidad de la administración y de la organización del trabajo.

Aunque Taylor aplicó el método científico a la organización del trabajo sustentado en la


elaboración de una hipótesis, la observación sistemática, la experimentación, el registro, la
clasificación, la medición, el registro y el control, es cuestionable que los motivos que
impulsaron a Taylor respondieran a los requisitos de la ciencia. Por el contrario, lo que
buscaba era responder a las exigencias de incrementar la producción en las fábricas.
Conclusión:
Después de la revolución industrial, Estados Unidos se enfrento a la necesidad de elevar la
productividad de los operarios en fábrica, y fue así como a principios del siglo XX, Frederick
Winslow Taylor, publicó la obra “principios de la administración científica” que trajo
beneficios en su momento, pero que con el tiempo logro destruir las habilidades de los
obreros.
La administración científica de Taylor, se ha expresado históricamente de múltiples
formas que dan cuenta de su relevancia en la sociedad moderna.

Referencias bibliográficas:

1.- Barba Álvarez Antonio, (2010) “Frederick Winslow Taylor y la administración


Científica: contexto, realidad y mitos” en la revista Gestión y estrategia [En línea] No.38,
Julio/Diciembre p.17:29, 2010, Departamento de economía, DCSH, UAM, disponible en:

http://www.bibliocatalogo.buap.mx:2073/ehost/resultsadvanced?sid=8ff09d7-50e6-4a6e-8b4d-
43feaf484bfd%40sessionmgr108cvid=58¿hid=9&bquery=(administracion)&bdata=JmRiPWESaCZsYW5nPWV
zJnRScGU9MSZzaXRIPWVob3N0LWxpdmU%3d

[Accesado el 6 de octubre de 2011]

2.- Calderón, G.; Magallón Diez M. y H. Núñez (2010) “A cien años de la administración
científica. Análisis de las aportaciones de Taylor” en la revista Gestión y estrategia [En
línea] No.38, Julio/Diciembre p.31:48, 2010, Departamento de Administración, DCSH,
UAM, disponible en:

http://www.bibliocatalogo.buap.mx:2073/ehost/resultsadvanced?sid=8ff09d7-50e6-4a6e-8b4d-
43feaf484bfd%40sessionmgr108cvid=58¿hid=9&bquery=(administracion)&bdata=JmRiPWESaCZsYW5nPWV
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[Accesado el 6 de octubre de 2011]

3.- Mazzontti G. y P. Solís (2010) “A cien años de la administración científica: Repensar a


Taylor para enfrentar los retos organizativos de la sociedad del conocimiento” en la
revista Gestión y estrategia [En línea] No.38, Julio/Diciembre p.49:60, 2010, Universidad
Veracruzana, disponible en:

http://www.bibliocatalogo.buap.mx:2073/ehost/resultsadvanced?sid=8ff09d7-50e6-4a6e-8b4d-
43feaf484bfd%40sessionmgr108cvid=58¿hid=9&bquery=(administracion)&bdata=JmRiPWESaCZsYW5nPWV
zJnRScGU9MSZzaXRIPWVob3N0LWxpdmU%3d

[Accesado el 6 de octubre de 2011]


Formato de entrevistas

Nombre: _Francisco Javier Pérez


Lozano________________________________

Instrucciones: Para cada una de las personas que entrevistaste llenar los datos
que se te solicitan.

FREDERICK WINSLOW TAYLOR Y LA


ADMINISTRACIÓN CIENTÍFICA
Previa entrevista, los resultados obtenidos son los siguientes:
Entrevistado 1
Nombre del entrevistado: Gilberto Lozano Durán

Área Laboral: Administración Pública,

Gobierno federal del estado de Puebla

Posturas identificadas del tema a investigar: Se refiere a la administración científica como una técnica
que su momento dio grandes resultados, pero que en la
actualidad no es muy eficiente, ya que existen mejores
alternativas como la teoría estructuralista.

Entrevistado 2
Nombre del entrevistado: Candy Reyes de Jesús

Área Laboral: Administración

Ministerio Público

Posturas identificadas del tema a investigar: Considera a la administración científica como una
metodología que, combinada con la teoría de relaciones
humanas, forman una técnica que a ella y a su equipo de
trabajo les es muy eficaz.

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