Sei sulla pagina 1di 5

Fernando: Señorita…

Francisquita: Caballero…
Fernando: Que os detenga, perdonad.
Madre de Francisquita: ¿Qué es, Francisca?
Francisquita: Nada, madre. El pañuelo que me da. Esperad, no sé si es mío.
Fernando: De que es vuestro yo doy fe.
Francisquita: ¿Está un poco descosido?
Fernando: En efecto.
Francisquita: Por ventura, ¿es de encaje?
Fernando: Sí, yo os lo fío.
Francisquita: Es el mío.
Fernando: Y un efe.
Francisquita: Francisca quiere decir.
Fernando: ¡Es muy hermosa!
Francisquita: Aunque las señas coinciden con mi pañuelo bordado, si alguna dama
pregunta que si lo habéis encontrado, decidle vos que aquí vive la viuda de Coronado y
que su hija lo tiene para su dueña guarda.
Fernando: Perded, señora, cuidado.
Francisquita: ¡Adiós!
Fernando: ¡Adiós!
(Doña Francisquita, Comedia lírica en tres actos. Texto de Federico Romero y Guillermo
Fernández Shaw.)
– Buen día.
– Buen día. ¿En qué puedo ayudarla?
– Necesito dos kilos de pan, por favor.
– Dos kilos de pan. Aquí están. ¿Algo más?
– Nada más. ¿Cuánto le debo?
– Treinta pesos.
– Aquí tiene.
– Muchas gracias. Buenas tardes.
– Buenas tardes.
– Disculpe.
– Sí, dígame.
– ¿No vio por aquí un perro negro?
– Pasaron varios perros esta mañana.
– Busco uno que tiene un collar color azul.
– Ah, sí, fue en dirección al parque, hace sólo un momento.
– Muchas gracias, hasta luego.
– Hasta luego.

Juan: ¿De quién es este paraguas?


Ana: No lo sé, mío no es.
Juan: ¿Alguien olvidó un paraguas en el pasillo?
Alberto: Yo no.
Diana: Yo no.
Juan: ¿Entonces quién lo dejó?
Ana: Margarita estuvo aquí más temprano. Probablemente sea de ella.
Juan: Voy a llamarla para avisarle que está aquí.
8.
– Disculpe, ese es mi asiento.
– ¿Está seguro?
– Sí, mi entrada dice fila seis, asiento doce. Es ese mismo.
– Disculpe, había visto mal mi entrada. Mi asiento es el dos. Ya le dejo su
asiento.
– Muchas gracias.
– De nada.
10.
– ¿Hola?
– Hola, soy Juan.
– Hola, Juan, ¿cómo estás?
– Bien, gracias. ¿Podría hablar con Julia? No consigo comunicarme con su
teléfono.
– Me dijo que su teléfono se quedó sin batería. Ya te paso con ella.
– Muchas gracias.
– De nada.

Diálogo en biblioteca
Bibliotecario: Hola Joven.
Usuario: Buenos días.
Bibliotecario: ¿En qué le puedo ayudar?
Usuario: Necesito un Libro.
Bibliotecario: Me lo imagino. ¿De qué tema?
Usuario: No se como explicarle. Es para arreglar un coche.
Bibliotecario: Entonces quiere un libro de mecánica.
Usuario: No, no es para el motor. Quiero arreglar la parte de adentro.
Bibliotecario: ¿Qué automóvil es?
Usuario: En un Cadillac 1951, era de mi abuelo.
Bibliotecario: Déjame ver… ¡Mira! Estás de suerte aquí tengo un
manual de servicio del Cadillac de 1951 y un manual de tapicería.

6. Diálogo con moderador


Moderador: A continuación El Doctor Jeckill contestará a sus preguntas.
Adela Dóriga: Díganos Doctor, ¿Qué efectos secundarios tiene la
sustancia que descubrió?
Dr. Jeckill: Por el momento sólo hemos encontrado como efecto
secundario un ligero cambio de Personalidad.
Carlos López: ¿Puede decirnos qué tipos de cambios?
Dr. Jeckill: No muy graves. Aunque aún no estamos completamente
seguros, ya que también produce amnesia.
Joaquín Moret: ¿Cuándo podemos ver los efectos?
Dr. Jeckill: Permítame, quizá en algunos minutos…
Carlos Lopez: ¿Dr., qué le pasa?
Dr. Jeckill: ¡Yo soy el Señor Hyde! (Todos empiezan a correr cuando
hace a un lado el podium) Ven por aquí, mujer de cabello largo.
7. Diálogo de compra
- Señorita, qué precio tiene esa cámara.
- Dos mil setecientos pesos, Señor.
- Está muy cara.
- Ese es el precio señor. Tenemos otra más económica de mil
doscientos.
- Oiga señorita, me llevo la de dos mil setecientos, si me deja tomarme
una foto con Usted.
- No señor. No debo.
- ¿No quiere que le compre la cámara?
- Sí, pero no debo.
- ¿Un cafecito?
- ¿A las 9 de la noche?
- Bien, deme la cámara.

8. Diálogo de compras
Juan: Necesito que me acompañes.
María: ¿A dónde nos vamos?
Juan: Vamos al centro comercial.
María: ¿Y qué vamos a comprar?
Juan: Algo especial.
María: ¿Mi licuadora de 24 velocidades?
Juan: No, un control para mi Play Station.

9. Diálogo de tele descompuesta


- ¿Por qué no funciona la tele?
- Porque se descompuso.
- ¿Y por qué se descompuso?
- Porque la limpié.
- ¿Y cómo la limpiaste?
- La metí a la tina del baño y le puse champú

10. Diálogo de tarea


- ¿Qué haces?
- Escribo un artículo sobre el diálogo.
- ¿Y con quién hablas?
- Hasta ahora, con nadie.
- ¿Y cómo los escribes?
- Pienso.
- Entonces te cuesta mucho trabajo.
- No seas payasa
- ¿Entonces por qué hace veinte minutos que no escribes nada?
- Mmmmm…
- ¿Y qué vas a hacer?
- ¿Qué tal si escribo cómo me molestas?
- Está bien.
KN

Potrebbero piacerti anche