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Una ventana abierta al mundo

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Agosto-septiembre 1972 (año XXV) - España: 52 pesetas - México: 9 pesos

EL ORIGEN

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Foto © Musée des Antiquités Nationales, Saint-Germain-en-Laye

La Dama de Brassempouy

TESOROS Esta cabeza de mujer tallada en marfil es una de las más antiguas representaciones escultóricas
de un rostro. Conocida como «La dama de Brassempouy» (por el sitio en que fue descubierta, en
una cueva del sudoeste de Francia), esta magnífica muestra de la cultura del Perigord data de
DEL ARTE 20.000 a 25.000 años antes de nuestra era. El ser humano aparece rara vez en el arte del Paleolítico
e incluso en las pinturas rupestres se lo representa, por lo general, con trazos rectos (véase la
MUNDIAL contraportada) o cubierto con pieles de animales. «La dama de Brassempouy» se conserva en el
Museo de Antigüedades Nacionales de Saint-Germain-en-Laye, cerca de París. (Véanse también
las fotografías de la página 33.)
© FRANCIA
7-rnm
1972
El
Correo Año
Internacional
del Libro
Página

AGOSTO-SEPTIEMBRE 1972
NACIMIENTO DEL HOMBRE: 20 MILLONES
AÑO XXV DE AÑOS DE EVOLUCIÓN
por William W. Howe/ls

PUBLICADO EN 12 IDIOMAS
14 LA VIDA COTIDIANA EN LA EDAD DE PIEDRA
por François Bordes

Español Japonés 18 UNA ANTIGUA Y REFINADA ARTESANÍA

Inglés Italiano 22 UN PROFESOR DE BURDEOS TALLA


Francés Hindi UTENSILIOS PALEOLÍTICOS

Ruso Tamul 24 NUESTROS ANTEPASADOS AFRICANOS


Alemán Hebreo por Louis S. B. Leakey

Arabe Persa
26 LA GARGANTA DE OLDUVAI:
UNA VENTANA ABIERTA A LA PREHISTORIA

30 DE COMO EL ARTE ILUMINO LA CAVERNA


Publicación mensual de la UNESCO
por André Leroi-Gourhan
(Organización de las Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura).
40 CUANDO EL HOMBRE SE SEPARO
Venta y distribución
DE LOS DEMÁS PRIMATES
Unesco, Place de Fontenoy, Par(s-7e.
por John fí. Napier
Tarifa de suscripción anual : 17 francos.
Bienal : 30 francos.
46 LOS PRIMEROS « CONQUISTADORES » DE AMERICA
Número suelto : 1,70 francos; España :
26 pesetas. por Juan Comas

50 EL HOMBRE PRIMITIVO
Y LA APARICIÓN DE LAS RAZAS

Los artículos y fotograflas de este número que llevan el


por Vsevolod P. lakimov
signo © (copyright) no pueden ser reproducidos. Todos
los demás textos e Ilustraciones pueden reproducirse, siempre 53 EL MISTERIO DEL HOMBRE DE PEKÍN
que se mencione su origen de la siguiente manera : "De
por Pierre Leroy
EL CORREO DE LA UNESCO", y se agregue su fecha
de publicación. Al reproducirse los artículos y las fotos deberá
hacerse constar el nombre del autor. Por lo que respecta a las 57 DEL GRITO A LA PALABRA
fotografías reproducibles, serán facilitadas por la Redacción
por Victor Bunak
siempre que el director de otra publicación las solicite
por escrito. Una vez utilizados estos materiales, deberán
enviarse a la Redacción tres ejemplares del periódico o revista 59 LOS DIFÍCILES COMIENZOS DE LA PALEONTOLOGÍA
que los publique. Los artículos firmados expresan la opinión por Louis S. B. Leakey y Vanne Morris Goodall
de sus autores y no representan forzosamente el punto de
vista de la Unesco o de la Redacción de la revista.
64 EL HOMBRE DE PILTDOWN
O COMO SE FALSIFICA UN FOSIL

66 GALERÍA DE ANTEPASADOS

por Mi/ail Guerasimov


Redacción y Administración
Unesco, Place de Fontenoy, Parls-7"
70 DIEZ CONCLUSIONES
Director y Jefe de Redacción SOBRE EL ORIGEN DEL HOMBRE ACTUAL
Sandy Koffler
Subjefe de Redacción 71 UNOS CUANTOS LIBROS SOBRE PREHISTORIA
René Caloz

Asistente del Jefe de Redacción TESOROS DEL ARTE MUNDIAL


Olga Rodel
La Dama de Brassempouy (Francia)
Redactores Principales
Español : Francisco Fernández-Santos
Francés : Jane Albert Hesse
Inglés : Ronald Fenton
Ruso : Georgi Stetsenko
Alemán : Hans Rieben (Berna)
Arabe : Abdel Moneim El Sawi (El Cairo)
Japonés : Kazuo Akao (Tokio) EL ORIGEN DEL HOMBRE
Italiano : Maria Remiddi (Roma)
Hindi : Kartar Singh Duggal (Delhi) En su larga progresión hacia el Homo
Tamul : N.D. Sundaravadivelu (Madras) sapiens los antepasados del hombre
Hebreo : Alexander Pelb^Jerusalén) aprendieron a fabricar utensilios y a
Persa : Fereydun Ardalan (Teherán) servirse de ellos. Millones de útiles y
armas atestiguan la habilidad y pericia del
Redactores
hombre primitivo, que supo combinar la
Español : Jorge Enrique Adoum
función y la forma en objetos de gran
Inglés : Howard Brabyn
belleza. En nuestra portada se reproducen
Francés : Philippe Ouannès
tres ejemplos correspondientes al
Ilustración : Anne-Marie Maillard
Paleolítico y al Neolítico: un hacha, una
Documentación : Zoé Allix punta de lanza en forma de hoja de laurel
y un instrumento cortante de borde dentado.
Composición gráfica
Robert Jacquemin
La correspondencia debe dirigirse al Director de la revista. Foto © IBM, París

mi IOMCC A fcnznnnl
ara el presente
número de El Correo de la
Unesco, cuyo tema es el ori¬
gen del hombre, hemos soli¬
citado su colaboración a va¬
rios especialistas que figuran
entre las máximas autorida¬
des en la esfera de la paleon¬
tología. En 1969, la Unesco y
la Unión Internacional para
el Estudio del Cuaternario
organizaron en París un co¬
loquio internacional sobre el
Homo sapiens, que presidió
el profesor Jean Piveteau;
las actas de la reunión, desti¬
nadas a los especialistas en
la materia, acaban de apa¬
recer en edición bilingüe in¬
glesa y francesa publicada
por la Unesco, bajo el título
de The Origin of Homo Sa¬
piens Origine de l'homme
moderne. Este número doble
de El Correo presenta al pú¬
blico en general, y en parti¬
cular a los jóvenes, ef estado
actual de nuestros conoci¬
mientos sobre la prehistoria
de la humanidad.

Dibujo de Rudy Zallinger © 1965 Time Inc.


Reproducido de -Early Man- con la autorización de Time-Life Books

El Ramapithecus, al que numerosos especialistas consideran como el


4 primer primate de aspecto humano, es decir, como el origen de la filo¬
génesis del hombre. Este antiquísimo primate, cuya primera identifi¬
cación se efectuó a partir de una mandíbula descubierta en la India en
1 934, parece que se separó de la línea de los monos antropomorfos hace
más de 14 millones de años.
Nacimiento del hombre :

20 millones de años

Cl © ©VOI HC lOn por William W. Howe/Is

HlOY podemos ya decir con que Huxley tenía razón. En realidad, mano de los antropoides se haya
casi entera certeza que conocemos podemos ir más lejos que Huxley y transformado en un pie humano?
al primer verdadero «antepasado» afirmar que los antropoides de Africa Estas objeciones no resultan tan
del hombre. Al hablar de antepasado (gorilas y chimpancés) y los hombres contundentes como parecía antes. En
me refiero a uno de los primates que están más directamente relacionados
la evolución animal son muy corrien¬
hace 20 millones de años, o incluso unos con otros que cualquiera de tes esas modificaciones: hay dientes
antes, acababan de separarse del gru¬ ellos con los orangutanes de Indonesia. que menguan o desaparecen y miem¬
po de nuestros parientes más cerca¬ bros que cambian de un modo radical.
Con posterioridad a Huxley, ciertos
nos, los monos antropomorfos. Se tra¬ Además, no debemos imaginar a
anatomistas han destacado el hecho
taba de un ser muy parecido al antro- nuestro antepasado común como si
de que el cuerpo de los antropoides
poide, pero cuyos descendientes si¬ fuera un chimpancé o un gorila, por¬
está adaptado para las actividades
guieron evolucionando constantemente que también esos animales han evo¬
braquiales, o sea, para suspenderse o
en otra .dirección a partir de entonces. lucionado. Según han ¡do progresando
girar el cuerpo moviendo los brazos,
Estamos seguros de haber encontrado los estudios y acumulándose datos y
lo cual constituye un método muy
las mandíbulas fósiles de ese ser, al más datos, la inmensa mayoría de los
seguro y eficaz para que un gran
que se ha llamado Ramapithecus, en antropólogos se han convencido de
animal pueda moverse entre los árbo¬
recuerdo de Rama, dios de la mitolo¬ que nuestros antepasados vivían de
les. Aludiendo asimismo a nuestro
gía hindú, y que vivió hace unos hecho en los árboles como los antro¬
pecho y anchas espaldas, así como
14 millones de años. poides africanos, aunque en realidad
a ciertos detalles de las articulaciones
Sabíamos ya desde hacía tiempo éstos pisan más el suelo del bosque
de los codos y de las muñecas y a
que el hombre hizo su aparición en nuestro sistema muscular, han afir¬ que las ramas de los árboles.
la tierra de ese modo, a partir de Más tarde todavía, las mandíbulas
mado que nuestros antepasados esta¬
unos animales que llevan hasta los fósiles del antropoide ancestral Dryo-
ban también adaptados en gran me¬
monos antropomorfos, por un lado, y pithecus pusieron de relieve la gran se¬
dida a la vida arbórea y a la realiza¬
hasta los seres humanos, por otro.
ción de actividades braquiales. mejanza entre nuestros molares y los
Tras la gran obra de Darwin El origen de los antropoides. Aunque el primer
Hubo anatomistas que rechazaron
de las especies, resultaba ya inevi¬
ejemplar fue encontrado en Francia
esa idea, arguyendo que la seme¬
table aceptar la evolución (y más
en 1856, tan sólo durante los primeros
concretamente la evolución del hom¬ janza no es significativa y que se
años de nuestro siglo empezaron a
trata quizás de una evolución paralela
bre): Thomas Huxley demostró casi
a la de los antropoides. Según ellos descubrirse en gran número fragmen¬
inmediatamente nuestro gran parecido, tos de ese tipo en yacimientos fósiles
hubo una rama de antepasados
en todos los aspectos, con los gran¬ del Mioceno y del Plioceno, con un
nuestros que se separaron hace
des antropoides, afirmando que éstos margen de unos 20 a. unos 8 millones
mucho tiempo de los antropoides e
están más cerca de nosotros que de de años de antigüedad. Se han encon¬
Incluso de los demás monos. (Parece
los demás monos.
trado fósiles en otras partes de
haber existido siempre una repugnan¬
Todo esto suscitó muchas bromas Europa y de la India, más reciente¬
cia subconsciente a toda asociación
en público y desconcierto en privado; del hombre con los chimpancés por mente en el este de Africa, la Georgia
numerosas personas, tanto científicos soviética y China.
parte de quienes no consideran que
como legos, se opusieron a esa tesis esos animales tienen en realidad un Con todo ello, la trama de datos
de muy diversos modos. Pero ahora, cerebro muy grande y que son muy fehacientes empezó a demostrar cada
cien años más tarde, todo el estudio vez más claramente nuestra conexión
inteligentes).
de la anatomía y últimamente de cues¬
Para defender su posición adujeron con los antropoides. Resultaba evi¬
tiones tales como la estructura mole¬
diversos argumentos: nosotros nos dente que el Dryopithecus era el ante¬
cular de las proteínas ha puesto cada
mantenemos en posición erecta; nues¬ pasado de los monos superiores y
vez más claramente de manifiesto
sus restos están tan diseminados que
tros pies se diferencian de los pies de
los antropoides; nuestras mandíbulas difícilmente podemos esperar que apa¬
WILLIAM W. HOWELLS, antropólogo norte¬ son también distintas, sobre todo rezca en el futuro otro grupo distinto
americano, es una autoridad Internacional-
habida cuenta de los colmillos, que
del que seamos descendientes.
mente reconocida en lo relativo al hombre

prehistórico. Profesor de antropología de la son- pequeños y no prominentes como Otro importante antropoide fósil, el
Universidad de Harvard, ha escrito numero¬ los de esos monos. ¿Es posible que Oreopithecus de Italia y de Africa _
sos libros sobre los orígenes del hombre, esos dientes más grandes hayan evo¬ oriental, que vivió en la misma época, Jl
entre los gue destacan Mankind In the fue descubierto hace unos años.
lucionado de un modo regresivo hasta
Making (Nueva York, 1959), Man In the Be¬
convertirse en otros más pequeños? Ahora bien, aunque la forma de su
ginning (Londres, 1956) y Back of History,
the Story of our Origins (Nueva York, 1963). ¿Es posible que el pie con forma de cuerpo es bastante parecida a la del
SIGUE A LA VUELTA
TERCIARIO

MIOCENO

EL LARGO CAMINO HASTA EL "HOMO SAPIENS"

Los dibujos de Rudy Zallinger que aquí damos muestran cómo se representa
un artista de hoy las etapas esenciales de la evolución de los primates y del
hombre. Reproducimos los dibujos con la amable autorización de la sociedad
Time-Life Books, de Nueva York, editora del libro Early Man. de Clark Ho¬
well, del que los tomamos. Las fechas correspondientes a esas etapas se indican
en la parte superior. La progresión no es estrictamente cronológica ya que en
algunos casos una etapa comienza antes de que haya terminado la precedente.
Aunque los monos inferiores y los antropoides son cuadrúpedos, aparecen aquí
en posición erecta para que el lector pueda compararlos.

PLIOPITHECUS PROCONSUL DRYOPITHECUS OREOPITHECUS

Uno de los primeros monos En un principio se le consi¬ El primero de los grandes Contemporáneo del «Dryopi-
antropomorfos. Se parecía al deró como antepasado direc¬ antropoides fósiles descubier¬ thecus». Se calcula que me¬
gíbón actual, si bien sus bra¬ to del hombre. Hoy se le tos. Sus restos han aparecido dia 1,2 metros de alto y que
zos no eran tan desproporcio¬ clasifica como antropoide en toda Europa, en el norte pesaba 40 kilos. El estudio de
nadamente largos. Hoy se le muy primitivo, antecesor del de la India y en China. La sus restos, descubiertos en
tiene por un antecesor del chimpancé y, quizá, del gorila. edad de los fósiles hallados Italia y en Africa, llevó a los
gibón. Sus primeros restos Con los numerosos fragmen¬ oscila entre 20 y 8 millones especialistas a preguntarse si
fósiles fueron descubiertos tos encontrados en Africa de años. Se piensa que el no se trataba de un antepa¬
en 1834. oriental han podido reconsti¬ hombre surgió de la linea del sado directo del hombre, pero
tuirse esqueletos casi enteros. Dryopithecus». hoy se lo sonsidera más bien
una bifurcación de la linea de

los monos superiores.

NACIMIENTO DEL HOMBRE (cont.)

chimpancé, con una adaptación la India. Lewis destacó su singular Sin embargo, unos 30 años más
similar a la vida arbórea, sus dientes parecido con la del hombre, ya que el tarde L.S.B. Leakey encontró en Fort
son muy distintos de los de este mono fragmento mostraba una cara pequeña, Teman (Kenia) un fósil muy similar
y de los nuestros, lo que liga aún un arco dental redondeado, unos que pudo fechar en unos 14 millones
más estrechamente nuestro linaje al molares cortos y unos dientes ante¬ de años de antigüedad. Al mismo
de los antropoides de Africa. riores aparentemente pequeños a juz¬ tiempo Elwyn Simons, de la Univer¬
El hombre surgió del Dryopithecus, gar por sus alvéolos. sidad de Yale, volvió a examinar el
y el hecho es que nuestro antepasado Lewis pensó que el Ramapithecus problema del Ramapithecus; le impre¬
el Ramapithecus fue descubierto pre¬ podía ser uno de nuestros antepasa¬ sionó lo que había indicado Lewis y
cisamente entre fósiles de Dryopithe¬ dos. Pero la opinión de los medios encontró los mismos rasgos en el
6 cus. En 1934 G.E. Lewis, de la Univer¬ científicos estaba en contra del ejemplar de Leakey. Simons empezó a
sidad de Yale, describió la primera Ramapithecus y despachó su caso examinar viejas colecciones en di¬
mandíbula superior, que había sido considerándolo meramente como una versos puntos desde los Estrados Uni¬
encontrada en los montes Slwalik de especie más de Dryopithecus. dos de América hasta la India, y
CUATERNARIO.

PLEISTOCENO

Dibujos de Rudy Zallmger © 1965 Time Inc.

RAMAPITHECUS A. AFRICANUS A. ROBUSTUS AUSTRALOPITHECUS


AVANZADO
Numerosos especialistas Este tipo primitivo de «Austra¬ I «Australopithecus robus-
actuales consideran al «Ra¬ lopithecus», al que puede cla¬ tus», más alto y corpulento Poseía un cerebro mayor que
mapithecus- como el más sificarse con certeza como el que el anterior, poseia mandí¬ sus predecedores y era per¬
antiguo de los antepasados primer homínido, era bipedo, bulas poderosas y fuertes fectamente bipedo. Contem¬
del hombre en linea directa, caminaba en posición erecta molares. Los dientes delante¬ poráneo del «A. robustus».
y podia correr en terreno ros eran pequeños y de Se han encontrado en Africa
es decir, como el primer
homínido. Probablemente se¬ llano y abierto. Esta mutación carácter totalmente hominoi- oriental útiles sumamente pri¬
decisiva respecto de la forma de. Aunque se mantenia mitivos asociados a ambos
guía viviendo en los árboles
y se parecia más a los antro¬ anterior de vida arbórea y erecto y tenía rasgos homí¬ tipos de «Australopithecus»,
poides que al hombre. Se le locomoción con los brazos (a nidos, representa una rama pero no se sabe a ciencia
la manera de los antropoides) extinguida en la evolución del cierta cuál de los dos los
conoce sólo por varios frag¬
sobrevino hace más de cinco hombre. fabricó.
mentos de mandíbula y algu¬
nos dientes. millones de años.

reconoció otros fragmentos de man¬ antropomorfos (cuyo nombre exacto viable, porque esto no quiere decir
díbula que habían sido dados de lado es el de póngidos) y los animales nada, y el Ramapithecus se parecía
o mal designados y que él identificó pertenecientes a la vertiente humana ciertamente más al antropoide que al
como fósiles de Ramapithecus. del mismo grupo (los llamados homí¬ hombre. Al igual que ciertos chimpan¬
Todos ellos tenían características nidos). cés, parece haber vivido en bosques
comunes con el ejemplar original. Al ¿Por qué se produjo esa división? abiertos y es probable que tampoco
reunirías quedó eliminada en parte la La evolución tiene sus razones si¬ él utilizara los árboles.

confusión anterior y pudieron adver¬ gue unas líneas de adaptación via¬ Sin embargo, a juicio de los profe¬
tirse ligeras diferencias entre el Rama¬ ble pero es tan poco lo que sabemos sores Simons y Keith Jolly su régimen
pithecus y los muchos ejemplares de acerca del Ramapithecus, al no dispo¬ alimenticio empezó a diferenciarse del
Dryopithecus. Esos ejemplares eran ner sino de dientes y mandíbulas, que de los chimpancés (que comen mu¬ 7
la mejor prueba de que hubo algo nos es imposible advertir esa «razón». chas frutas silvestres) al recurrir a
casi al principio de la separación No podemos contentarnos con decir alimentos toscos pero nutritivos tales
entre los antepasados de los monos que el ser humano es mejor o más como nueces, semillas y raíces. La
SIGUE A LA VUELTA
hace un millón de años hace 250.000 años

HOMO ERECTUS O ¿ LOS PRIMEROS EL HOMBRE


PITECÁNTROPO HOMO SAPIENS ? DE SOLO

Suele considerársele como el Tres hombres fósiles de Europa Representa una raza extinguida
primer representante de nuestro (los de Swanscombe, Steinheim de «Homo sapiens» que vivió en
género humano, aunque hoy y Montmaurin) son probablemen¬ Java. Le conocemos sólo por dos
sabemos que ciertos australopi- te los primeros representantes tibias y varios fragmentos de
tecos anteriores poseían nume¬ de la especie humana actual. cráneo. Es contemporáneo del
rosos rasgos semejantes y que Eran mucho más complejos que hombre de Neandertal, pero su
también labraban utensilios. Co¬ el «Homo erectus». Sus útiles cráneo es más primitivo, más
nocía el uso del fuego y fabricó presentan una forma uniforme macizo y grueso, con un arco
la primer hacha de mano (cultura y finamente elaborada (cultura ciliar protuberante, todo lo cual
abbevillense). El primer «Homo acheulense). le asemeja al «Homo erectus».
erectus» encontrado (en 1891)
fue el famoso hombre de Java.

NACIMIENTO DEL HOMBHE (cont.)

razón de ello estaba en que sus aparecieron antepasados humanos hubo dos líneas de australopitecinos:
dientes tenían un esmalte más grueso más evidentes los australopltecinos el Australopithecus («mono del sur»),
que los dientes de los antropoides y que nos son bastante bien cono¬ que tenía apenas el tamaño de un pig¬
se advierten en ellos signos de fuerte cidos desde los cuatro millones meo africano de nuestros días, y el
desgaste. El Ramapithecus pare¬ hasta el millón de años. Los Paranthropus, no mucho mayor, pero
ce haber utilizado sus molares para grandes molares (humanos ya) que cuyas mandíbulas eran tan poderosas
triturar los alimentos, más que sus se conservan en sus mandíbulas como las del gorila, si bien más cortas
dientes anteriores, y eso está rela¬ indican a las claras que masticaban (para poder triturar los alimentos con
cionado probablemente con el hecho vigorosamente unos alimentos duros. los dientes posteriores) y no largas
de que su cara, es más pequeña. Los dientes anteriores (colmillos e y con colmillos como en el gorila

8 El Ramapithecus vivió
más de catorce millones de años hasta
desde hace Incisivos) eran pequeños, del todo (para poder desgarrar los alimentos
homínidos y en nada semejantes a vegetales silvestres).
por lo menos hace ocho millones. los de los antropoides. Sabemos que los australopitecinos
Hace cinco millones de años Durante varios millones de años eran bípedos como el hombre actual
.CUATERNARIO.

hace 1 50.000 años hace 40.000 años

Dibujos de Rudy Zallinger © 1965, Time Inc.

EL HOMBRE DE EL HOMBRE DE HOMBRE DE HOMBRE ACTUAL U


RHODESIA NEANDERTAL CRO-MAGNON Y HOMO SAPIENS

Vivió en el Africa austral, PARIENTES SAPIENS


Vivió en Europa, Africa.
quizá en la misma época Oriente Medio y Lejano Orien¬ Ascendiente inmediato d e I Hoy existen dos escuelas de
que el Hombre de Solo. Cier¬ te, entre 150.000 y 35.000 años hombre actual, el de Cro- pensamiento en relación con
tos especialistas piensan que antes de nuestra era. Creó Magnon vivió en Europa, du¬ el origen del hombre actual o
este tipo de hombre subsistió gran número de nuevos uten¬ rante el Paleolítico Superior. moderno. Según los monocen-
quizá hasta época reciente silios de formas muy elabo¬ Los abundantes restos encon¬ tristas. todas las etnias actua¬
(hace 30.000 años), coexis¬ radas. Numerosos científicos trados muestran la gran di¬ les descienden de un hombre
tiendo de hecho con el hom¬ excluyen hoy del linaje directo versidad de esta raza de de tipo neandertalense. En
bre moderno. del hombre actual al Nean- hombres y su estrecho paren¬ cambio, los policentristas
dertalense europeo clásico. tesco con los grupos contem¬ piensan que las diversas
poráneos dispersos por todo etnias proceden de ascen¬
el mundo. dientes distintos.

y podían mantenerse en posición un pie arqueado, con el torso erecto. parecido con el antropoide africano
erecta en campo abierto. Los huesos Los antropoides pueden andar de ese indica que tuvimos un antepasado
de sus caderas y piernas se diferen¬ modo pero muy torpemente: tienen común en una época no demasiado
ciaban de los nuestros en ciertos los pies planos con unos pulgares remota. El Ramapithecus parece ser
aspectos, lo cual. Indica que su loco¬ sobresalientes que no les sirven el comienzo del linaje humano y,
moción bípeda era menos perfecta para dar el impulso hacia adelante y aunque tiene un acusado aspecto de
que la nuestra. sus rodillas no se pueden enderezar antropoide, hemos de tener presente
No obstante, hace cinco millones de (salvo en el caso de los oranguta¬ que lö que ha cambiado más rápida¬
años, más o menos, experimentaron nes); además, propenden a inclinarse mente es la vertiente humana y no
un cambio decisivo al abandonar el hacia delante porque sus huesos la simiesca.

hábito de colgarse de los árboles y


de utilizar los brazos, para andar en
pelvianos son largos y altos.
Así, pues, sabemos que había ya
Podemos
nuestros
estar
antepasados
seguros de
abandonaron
que
9
grupo (como los antropoides) y adop¬ homínidos hace cinco millones de años los árboles y su régimen alimenticio
tar una postura vertical y libre sobre y, al mismo tiempo, nuestro gran de frutas y plantas silvestres tan
SIGUE A LA VUELTA
NACIMIENTO DEL HOMBRE (cont.)

Bajaron de los árboles y empezaron a caminar erectos

sólo en los últimos 10 millones de en los australopitecinos, que también Es éste un sólido argumento en favor
años, o más tarde todavía. No resul¬ labraban útiles en una época anterior. de la existencia simultánea de dos

tan en modo alguno evidentes las Ahora bien, esos nuevos hombres tipos distintos.
razones por las cuales pasamos tuvieron seguramente un aspecto Hace unos años, casi por casuali¬
a ser bípedos. Ni siquiera hoy día pode¬ más parecido al nuestro. Eran muy dad, tres hombres que estaban exa¬
mos correr muy de prisa; en terreno semejantes a nosotros en la forma minando esos y otros fragmentos en
desigual, un gorila, que al correr uti¬ de su cuerpo y en la estructura gene¬ las colecciones de Pretoria advir¬
liza sus manos, resulta tan veloz como ral de su esqueleto. Su cabeza era tieron unos bordes quebrados que
el hombre. La necesidad de trasladar también sin duda más «humana»; podían encajar y formar piezas
el alimento en los brazos para ponerlo tenían una cara más pequeña y unas mayores, detalle que no se había
en lugar seguro pudo servir de estí¬ mandíbulas dominadas ya por la caja tenido en cuenta antes. Pudieron así
mulo para adoptar la posición erecta. cranearra, que sin embargo era muy ensamblar la mandíbula superior
Quizá también nos adaptamos a ésta gruesa. Y el. tamaño de su cerebro del Telanthropus para reconstituir
durante nuestra existencia arbórea, estaba a medio camino entre el de gran parte de una cara, la región
como les ocurrió a los monos. Tal vez los australopitecinos y el del hombre de la oreja y un trozo de la frente.
se combinaron varios de estos fac¬ moderno. De ese modo obtuvieron la mayor
tores. El hecho es que hace unos parte del rostro y la frente del cráneo,
El primer Homo erectus encontrado
cinco millones de años éramos ya bí¬ en que podía encajar muy bien la
fue el famoso hombre de Java, al que
pedos, mientras seguían produciéndo¬ mandíbula inferior del Telanthropus.
primitivamente se llamó Pitecántropo,
se importantes cambios en los huesos Ese conjunto tenía más aspecto de
descubierto por el holandés Dubois en
de las caderas y de los pies para faci¬ Homo que antes pero parecía muy
1891. Este fósil provocó una verda¬
litar este tipo de locomoción. Los aus¬ pequeño.
dera conmoción científica, ya que era
tralopitecinos son nuestros indiscuti¬
el primer hombre realmente primitivo
bles antepasados de esa época. No
que aparecía a la luz del día. El Pite¬
hay otros posibles candidatos.
cántropo reinó prácticamente solo
hasta que, treinta y tantos años más HI ACIA la misma época, la
tarde, se descubrió en el norte de Sra. Leakey encontró un pequeño crá¬
China el Sinántropo. Pero hoy el Homo neo aplastado en la parte baja de la
erectus es reconocido en diversos
AMBIEN ha habido contro¬ Garganta de Olduvai debajo del bien
lugares del Viejo Continente y de conocido Zinjanthropus (que es un
versias en torno al rumbo real de la
Africa.
evolución. Hay quienes piensan que Paranthropus) y con una antigüedad
hubo una sola variedad de australopi¬ No sabemos gran cosa sobre la de ap'enas dos millones de años. Se
transición al Homo erectus ni sobre trataba del último de una serie de
tecinos, y no dos ramas distintas. Y
en otros tiempos se suponía que había el lugar en que se produjo. A los auto¬ hallazgos similares efectuados en
existido una especie de «rubicón res les gusta discutir si fue Africa Olduvai, todos los cuales habían sido
o Asia la cuna del hombre, pero englobados bajo el nombre de Homo
cerebral», a saber, un cerebro mágico
con un volumen de unos 750 cen¬ posiblemente esto no es muy impor¬ habilis por Leakey y sus colegas.
tímetros cúbicos por debajo del cual
tante. Aunque fragmentarios, se veía clara¬
ningún antepasado podía ser humano. El Ramapithecus llegó probable¬ mente que no eran Paranthropus, por
mente a la India procedente de Africa tener cráneos más altos y mandíbulas
Sin embargo, se han encontrado más reducidas; a juicio de muchos .
hace por lo menos unos 10 millones
cerca del lago Rodolfo, en Africa recordaban el tipo sudafricano, más
de años, y después de esa época
oriental, unos sencillos utensilios de
debió de haber homínidos en ambos pequeño, del Australopithecus.
piedra que tienen más de dos millones
continentes, en la fase del Australopi¬ Tras un intenso trabajo, se pudo
de años y que solamente pudieron
thecus. Hasta el momento sus restos ensamblar el nuevo cráneo que, unido
ser tallados por australopitecinos, ya
han sido encontrados sobre todo en al Telanthropus reconstituido, permitió
que no consta que existieran por
Africa, en lugares propicios tales como tener una idea más completa: se tra¬
aquel entonces hombres más «adelan¬
la Garganta de Olduvai. taba de ejemplares algo más evolu¬
tados»; y el cerebro de esos austra¬
Podemos hacernos una idea de lo cionados que el Australopithecus,
lopitecinos no era mayor que el de
que ocurrió. El Paranthropus de gran¬ pero que seguían siendo demasiado
los chimpancés.
des mandíbulas debió cambiar muy pequeños para poder calificarlos de
Así, pues, no hubo que esperar la poco o nada en absoluto a lo largo de Homo. Quizá en ellos se manifiesta el
aparición del hombre para que sur¬ unos tres millones de años. antepasado que acababa de empezar
gieran los útiles de piedra y se estima a tallar útiles de piedra y que en los
En Swartkrans (Sudáfrica) se han
probable que esos instrumentos ayuda¬ millones de años siguientes había
encontrado piezas fósiles así como
ron de hecho a los australopitecinos de convertirse en Homo.
dos o tres fragmentos de mandíbula
a convertirse en hombres, al acentuar
dé la misma época, que hace 20 años También en este punto ha surgido
las ventajas evolucionistas de un
Broom y Robinson creyeron diferentes una controversia. Algunos prefieren
cerebro más grande y de la destreza
del Paranthropus y de forma más llamar a esta criatura Homo habilis
manual.
evolucionada. Bautizaron a este fósil por estimar que tanto el Australopi¬
En todo caso, éste fue el siguiente con el nombre de Telanthropus, si thecus como el Paranthropus se extin¬
paso importante, a saber, la aparición bien Robinson concluyó más tarde que guieron y que ese grácil y pequeño
del Homo erectus. Suele decirse de esos restos pertenecían a un Homo ser se convirtió directamente en el

él que fue el primer «hombre verda¬ erectus. En todo caso había allí dos Homo sapiens de ancho cerebro y
10 dero», pero esta afirmación no resulta homínidos diferentes, el uno al lado cráneo alto, sin pasar por la fase del
totalmente justificada ya que muchas del otro, uno de ellos Paranthropus y Homo erectus cejibajo y de grueso
de sus características se daban ya el otro una especie más adelantada. cráneo.
Pero esto plantea el problema de grandes hachas de piedra cada vez de Swanscombe y de Steinheim de
quién pudo ser el antepasado del mejor hechas, en comparación con la Segunda Época Interglaciar, hace
Homo habilis, como no sea el Austra¬ los útiles de guijarro anteriores. No quizá 250.000 años, y el nuevo cráneo
lopithecus al que se parece mucho, y sabemos a ciencia cierta cómo los de Tautavel, de principios del Tercer
también el de saber por qué se han empleaba. Lo único que podemos Periodo Glaciar.

encontrado únicamente restos de decir es que habitó las partes más


Se trata de elementos más adelan¬
Homo erectus en el periodo inmedia¬ cálidas del Viejo Continente durante
tados que los ejemplares de Homo
tamente subsiguiente. Parece más medio millón de años por lo menos (e
erectus conocidos, pero son todavía
prudente suponer, por el momento, incluso zonas más frías en Europa
demasiado poco numerosos para
que la línea del Australopithecus em¬ y China) cuando empezó la gran era
poder resultarnos útiles o para
pezaba a fabricar útiles sencillos hace glaciar y que en esa época hizo cier¬
mostrarnos lo que ocurrió en todo el
casi dos millones y medio de años y tos progresos en la evolución de su
mundo. Tan sólo en la Tercera Época
que, durante una época de la cual no cerebro, que pasó a ser mayor, y de
Interglaciar y el Cuarto o Ultimo
nos ha quedado ningún fósil, aumentó su cráneo y mandíbulas, que se vol¬
Periodo Glaciar, y particularmente en
de tamaño y pasó a la fase de Homo vieron cada vez menos macizos.
los últimos 100.000 años, volvemos a
erectus, mientras que el Paranthropus Por el momento, puede parecer una
encontrarnos con una gran masa de
seguía masticando apaciblemente plan¬ fase más definida de lo que realmente
hombres fósiles y con el problema
tas con sus grandes mandíbulas, era, ya que carecemos de fósiles de de Neandertal, que ha suscitado la
ignorando los utensilios, hasta que la época inmediatamente anterior y mayor de todas las polémicas.
se extinguió. no son muchos los que tenemos de
El primer Homo erectus que se des¬ los cientos de miles de años poste¬ Cuando se conoció la existencia del

cubrió esto es, el Hombre de Java riores a la segunda glaciación (de primero de los hombres de Nean¬
fue considerado a fines del siglo Mindel). Es indudable que durante ese dertal, en 1856, hubo quienes le
pasado como muy subhumano. Hoy tiempo la evolución fue gradual, pero consideraron

En cambio,
demasiado

para otros
subhumano.

se trataba
11
tenemos una ¡dea más exacta. En todavía hoy no sabemos cómo fueron
Africa, y evidentemente en Europa, esas fases. Revisten gran impor- ' exclusivamente de un hombre mo¬

este tipo de hombre confeccionaba tancia a este respecto los cráneos derno excepcional, probablemente una
SIGUE A LA VUELTA
NACIMIENTO DEL HOMBRE (cont.)

¿Se extinguió el Neandertalense por evolución o por sustitución?

persona enferma. (Esta fue la primera cedentes al parecer del Este, hacia rior y que, aun siendo cierto que los
controversia,hoy ya olvidada.) la misma época (35.000 años antes de europeos de Neandertal resultan algo
El cráneo de Neandertal es desde Cristo) o quizás antes. especiales, los del Cercano Oriente

luego excepcional, al ser alargado El Cercano Oriente resulta más des¬ son más intermedios y «progresivos».
y bajo, con un arco ciliar continuo, concertante. A principios de la Cuarta Esos estudiosos suelen hacer una

huesudo y prominente a todo lo largo Glaciación había hombres con caras descripción más bien simplista de la
de la frente y con unos senos cra¬ neandertalenses y con peculiaridades historia del hombre. Sostienen que
neales bien desarrollados. Pero el del esqueleto también neandertalenses hubo por doquier en el Viejo Mundo
perfil del cráneo no es el del Homo que manejaban herramientas muste¬ una fase de Neandertal, durante el
erectus y el cerebro era por lo menos rienses. Pero sus cráneos no eran tan último periodo glaciar, de la cual pro¬
tan grande como el nuestro. La cara «clásicos» como los europeos; y al¬ cedemos todos los hombres moder¬
del hombre de Neandertal es también gunos de ellos eran notablemente nos escoceses y esquimales inclui¬
muy notable: larga, prominente e altos, como por ejemplo el hombre dos . Según esa tesis general,
inclinada hacia delante a partir de la Amud de Israel, que encontraron unos hubo hombres de Neandertal en todas
nariz. De no haber sido tan ancha japoneses en unas excavaciones. (A partes, como los hubo ciertamente en
esa nariz, podríamos haberle califi¬ este respecto cabe recordar que el toda Europa y, a lo que parece, en to¬
cado de «cara de cuchillo», pero las hombre moderno varía mucho: los dos sus confines.
modernas «caras de cuchillo» de los escoceses y los esquimales pueden En un conocido libro, Carleton Coon
europeos del Norte suelen ser compararse a esos hombres de Nean¬ ha propuesto otra teoría en cierto
grandes y finas mientras que las de dertal por el tamaño de su cuerpo). modo parecida. Las razas modernas
los Neandertalenses de Europa eran aparecieron en diferentes partes del
Lo que se discute es si los hombres
pequeñas y macizas. Viejo Continente, pero no a partir de
de Neandertal, en Europa o en otros
La controversia sobre su antigüedad lugares, fueron sustituidos en un plazo una sola fase o población de Nean¬
y carácter primitivo no duró mucho muy corto (unos, pocos miles de dertal sino a partir de diferentes
tiempo. Hoy sabemos ya que el años) por unos invasores que utili¬ razas de Homo erectus que ya existían
hombre de Neandertal habitó Europa zaban métodos de fabricación de útiles en esos puntos. Surgen aquí ciertas
en la Tercera Época Interglaciar y realmente nuevos y propios del Paleo¬ dificultades, pero justo es reconocer
gran parte del Cuarto Periodo Gla¬ lítico Superior o bien si los hom¬ que esta teoría tiene en cuenta algo
ciar (tal vez entre 150.000 y 35.000 bres de Neandertal se transforma¬ muy importante que los demás espe¬
años a. de J.C), y que fue el autor ron simplemente en hombres moder¬ cialistas descuidan, a saber, que hubo
de las variedades musterienses de otras variedades recientes de hombres
nos In situ, al paso que por el hecho
utensilios de piedra consistentes en de la Era Glaciar, tales como el hom¬
de adoptar nuevas técnicas para tallar
lascas retocadas, que técnicamente la piedra se produjo la transición del bre de Solo (Java) y el de Broken Hill
eran más perfectos que las hachas Musteriense a lo que se ha llamado el (Africa austral), que poseían algunas
de mano. En ciertos aspectos, esos Paleolítico Superior. Se trata de un de las características primitivas del
utensilios constituían una anticipación
problema complejo y la argumentación hombre de Neandertal pero que en
de los del Paleolítico Superior, que realidad eran totalmente distintos.
se basa en parte en hipótesis.
estaban confeccionados con lascas
Estos hombres son desde luego
de piedra en forma de cuchillo y que
Ciertos arqueólogos asignan gran
menos, conocidos y resultan todavía
importancia a la transición a la fase
utilizó el hombre de Cro-Magnon. difíciles de interpretar. El hombre de
de fabricación de útiles. Para éstos,
Solo, aun siendo contemporáneo del
aun reconociendo la supervivencia
de Neandertal, tenía un cráneo mucho
musteriense en la primitiva cultura
más tosco y grueso, más parecido al
ESDE hace cien años, los perigordina del Paelolítico Superior en
del Homo erectus.
descubrimientos de esqueletos de Francia, hay una segunda cultura, la
Neandertal en Europa han dado origen auriñaciense, que empleaba técnicas
distintas y tenía todo un caudal de
a una concepción de su forma
sica», tal como la he descrito. Y han
«clá¬
objetos decorativos que antes no exis¬ H I AY todavía una cuestión
corroborado también la tesis de que, tían; y consideran esa cultura como final que examinar. ¿Qué sabemos
con aparente brusquedad, este tipo de totalmente nueva, como una intrusión, exactamente del hombre moderno? Las
hombre cedió el sitio hacia el año por lo que no pueden pensar en una diversas razas parecen muy distintas
35.000 a. de C. a hombres que eran simple evolución cultural. entre sí: algunas de ellas tienen una
totalmente modernos por su físico, si Análogamente, ciertos antropólogos tez muy oscura, las hay de pelo rubio
bien más robustos, y que se parecían no pueden imaginar una evolu¬ y otras poseen ojos muy estriados.
a los europeos de nuestro tiempo. ción biológica tan rápida como Pero por la forma de su cráneo (y este
Este es el núcleo central de la para producir una cara y un crᬠelemento es el que podemos comparar
actual controversia, y cada ban¬ neo modernos en unos pocos miles con el hombre primitivo) son realmente
do sustentan vigorosamente sus opi¬ de años, a partir del hombre de Nean¬ muy semejantes, con una cara más
niones. He expuesto demasiado sim¬ dertal. Otros dudan de la brevedad de pequeña y una caja craneal más estre¬
ple y tajantemente la singularidad del esa fase y sostienen la existencia de cha y más alta. Esta es mi conclusión
hombre de Neandertal con objeto de una transición formal progresiva entre personal, después de haber estudiado
empezar por un contraste. En Africa el hombre de Neandertal y el moderno, cráneos de todas las partes del mundo.
del Norte hubo otros hombres de especialmente en Oriente. Según Como muchos de mis colegas, creo
Neandertal más modernos en ciertos ellos, la evolución plantea menos difi¬ que todos tenemos seguramente un
aspectos, y que no tenían la típica cultades que la sustitución. Y obser¬ origen común. Pero ¿cuándo y dónde
12 proyección facial de los europeos. van que, si se trató de una invasión, no situarlo?

Tras ellos vinieron también hombres se ha encontrado el origen de los hom¬ A este respecto no pisamos tierra
modernos de tosca complexión, pro bres «modernos» del Paleolítico Supe firme en materia de descubrimientos.
Fuera de Europa escasean los restos,
y los de Europa indican la desapari¬
ción del hombre de Neandertal. Pero
nuevos hallazgos muy notables pare¬
cen mostrar que un Homo sapiens de
nuestro tipo existió en Africa y Asia
al mismo tiempo que el de Nean¬
dertal de Europa. Dos cráneos, encon¬
trados por Richard Leakey en Kenia,
de forma moderna o parecida a ella
y que no son de Neandertal tie¬
nen con toda seguridad una antigüe¬
dad de más de 37.000 años.

Hay especialistas que los consideran


mucho más antiguos. Utilizando dos
métodos distintos, se ha fechado un
cráneo de las Cuevas de Niah en
Sarawak (Borneo) en el año 40.000
antes de Cristo, más o menos, y esos
restos recuerdan a un melanesio o

quizás a un australiano. Hombres mo¬


dernos de ese mismo tipo cruzaron
el océano (lo cual era toda una ha¬
zaña para hombres primitivos) hasta
llegar a Australia antes del año 30.000,
y muchos descubrimientos recientes
dan fe de que esos hombres vivieron
allí y, en Nueva Guinea durante los
10.000 años siguientes.
En el Nuevo Mundo, recientes ha¬
llazgos demuestran que había indios
en América del Sur hace unos 20.000

años, esto es, mucho antes de lo que


se había pensado, por lo que parece
probable que el hombre llegara a Amé¬
rica procedente de Asia varios miles
de años antes. No hay ningún esque¬
leto americano que sea tan antiguo, y
sólo podemos imaginar que esos hom¬
bres se parecían a sus sucesores.

Y esto es lo importante. Todos los


esqueletos que menciono eran de
forma actual. Además, la población
europea del Paleolítico Superior tenía
las características de los europeos
más recientes. Los australianos se
parecían claramente a los melaneslos
o australianos posteriores, y podemos
imaginar que los indios de América
representaban el mismo tipo de proto-
mongoloides que hoy. Los cráneos
descubiertos en el valle del Orno (Afri¬
ca oriental) no pueden identifi¬
carse aun y no existen otros crá¬
neos africanos tan antiguos. Pero todo
parece indicar que cuando desapare¬
cieron los hombres de Neandertal,
no sólo estaba ya difundido el hom¬
bre moderno sino que además habían
adquirido su forma actual las razas.

No podemos saber todavía cómo


ocurrió esto. Es extraño que sea tan
poco lo que sabemos de nuestros an¬
tepasados más cercanos. Ahora bien,
no podemos pretender tener la clave
del problema tan sólo después de un
siglo de investigación. Hay lagunas en
nuestra historia, pero no cabe duda de
que serán colmadas: tenemos por de¬
lante cientos de años de explora¬
ción y estudio. W
La vida
cotidiana
en la Edad
de Piedra por François Bordes

E acuerdo con descubri¬ al hombre de Neandertal (Homo nean- clima general de la Tierra, sin que el
mientos realizados en Africa, la Edad derthalensis), a quien se atribuía la máximo de frío y de glaciación se
de la Piedra Tallada, o Paleolítico, cultura musteriense, del hombre ac¬ correspondieran forzosamente. El frío
comenzó hace más de dos millones de tual (Homo sapiens), característico del pudo ser húmedo o seco según los
años. Los primeros talladores de Paleolítico Superior. En la actualidad periodos y los lugares; y en las zonas
piedra fueron los Australopltecos, se¬ se tiende a establecer dos subespe- situadas al sur de los glaciares se
res con un cerebro aun primitivo a cies: el Homo sapiens neanderthalen- desarrollaron vegetaciones que varían,
quienes puede considerarse interme¬ sis y el Homo sapiens sapiens. Las re¬ de acuerdo con el lugar y la época,
diarios entre los monos superiores laciones exactas entre estos dos tipos, desde la tundra hasta el bosque. Sin
(gorilas, chimpancés, orangutanes) y bastante diferentes entre sí, se hallan embargo, Europa se caracterizó por el
nosotros. Sus herramientas consis¬ todavía en dicusión. desarrollo de una estepa más o me¬
tían en sencillos guijarros tallados para nos boscosa que predominó sobre
Es posible que existieran interme¬
darles filo y algunas lascas de piedra los otros tipos de vegetación.
diarios, modernos en algunos rasgos
más o menos retocadas.
y neandertalenses en otros, y que la Por otra parte, este enfriamiento se
Durante largo tiempo se sucedie¬ evolución que dio por resultado el tipo extendió más allá de las zonas hoy
ron diversos tipos humanos cada vez actual de hombre tuviese lugar, más de clima templado, pero parece ser
más evolucionados, junto con sus in¬ o menos simultáneamente, en diversos que escaparon a él las regiones tro¬
dustrias respectivas. Los Pitecán¬ lugares del Viejo Mundo. Hombres de picales y ecuatoriales. No obstante,
tropos utilizaban ya el fuego, al tipo moderno existían ya en el Mus¬ podemos deducir que, según la mayor
menos en China, y a ellos se les teriense (Djebel Qafzeh, Israel), y tal o menor pluviosidad, hubo periodos de
puede considerar autores de las in¬ vez antes. extensión o de desaparición casi com¬
dustrias del periodo abbevillense y pleta de los desiertos.
Durante los últimos 100.000 años los
del antiguo Acheulense. Sabemos
poco de los hombres del Acheulense hombres han vivido en medios muy El agua se acumuló en los enormes
Medio y Superior, que debieron ser diversos, a causa de la geografía y de glaciares a costa de los mares, cuyo
las variaciones del clima. El Cuaterna¬ nivel descendió considerablemente, a
bastante variados, y, hace poco más
rio, última de las eras geológicas, fue veces más de 100 metros, con todos
o menos 100.000 años, aparecieron
los hombres del tipo sapiens. testigo de fortísimas variaciones cli¬ los cambios geográficos que un fenó¬
máticas: sucesivas oleadas de frío e in¬ meno como éste acarrea. Inglaterra
Hasta época reciente se distinguía estaba unida al continente, el Japón a
mensos glaciares surgieron en Groen¬
landia, en la Antártida (donde en la Asia, etc. Nuestros antepasados vivían
actualidad encontramos sus enormes pues en un mundo cambiante y, con
restos), en Escandinavia, en la zona frecuencia, muy distinto del nuestro.
FRANÇOIS BORDES es profesor de prehis¬ norte del continente americano y en
A lo largo de todo este tiempo,
toria y director del Laboratorio de Geología todas las altas montañas, incluidas
los utensilios dependieron esencial¬
y Prehistoria del Cuaternario de la Univer¬ las de la zona ecuatorial.
sidad de Burdeos y director de investiga- mente de la piedra, que era el instru¬
clones prehistóricas de la región de Aqui- En su punto culminante, los gla¬ mento básico para la fabricación de
tania (Francia). Se le considera Internaclo-
ciares escandinavos cubrían el norte otros útiles de madera, de hueso, de
nalmente como una autoridad en materia de
utensilios paleolíticos y es capaz de mos¬ de Alemania, la mayor parte de Ingla¬ cuerno, de astas de cérvido, de
trarnos cómo se fabricaban todas las varie¬ terra y una amplia zona de la URSS cuero, etc. Pero, exceptuando el
dades conocidas de utensilios de esa época occidental. En Francia, los glaciares hueso y la cuerna de cérvido, que
(véase la página 22). Entre sus obras figu¬
alpinos llegaron a descender hasta los con frecuencia se han conservado,
14 ran El mundo del hombre cuaternario (id.
Guadarrama, Madrid, 1966), Typologie du alrededores de Lyon. todo este instrumental secundario ha
Paléolithique anclen et moyen, Préhistoire et desaparecido.
histoire naturelle de l'homme y Préhistoire Paralelamente a estas glaciaciones
de l'art occidental. se produjeron oscilaciones frías en el No faltan referencias despectivas
SIGUE EN LA PAG. 16
Hace unos 150.000 años aparecieron los neandertalenses, que se extinguieron
unos 35 milenios antes de nuestra era. El artista checoslovaco Zdenek Burian
evoca a estos antecesores del Homo Sapiens en este dibujo tomado de
Los hombres prehistóricos, obra publicada en Praga e Integrada en su mayor
parte por ilustraciones de dicho artista, con una introducción de J. Augusta.
LA VIDA COTIDIANA (viene de la pág. 14)

Cómo tallaban la piedra los artesanos del Paleolítico

hacia los hombres del Paleolítico y más seguridad a lo largo del Paleo¬ objetos de hueso y de piedra, del
sus «groseros utensilios de sílex». lítico Superior, hizo uso de un siste¬ estudio de los yacimientos y de la
Pero lo cierto es que estos hombres ma de tallado por percusión indirecta comparación con los pueblos primiti¬
fueron magistrales artesanos que sa¬ (un formón de madera o de hueso se vos contemporáneos de donde pode¬
bían extraer de la piedra casi todas interponía entre el martillo y la piedra mos extraer una idea verídica de la
sus posibilidades. a tallar), o por presión. Este último sis¬ vida cotidiana de estos lejanos antepa¬
No todos los utensilios eran de sí¬ tema permite efectuar retoques aun sados nuestros.

lex. Hay regiones que carecen de esta más finos y regulares, pero su rendi¬ Generalmente vivían de la caza en
miento cuantitativo es sensiblemente
piedra; en ellas el hombre la substituyó las regiones frías, así como de la
por la obsidiana (cristal volcánico), que inferior al del trabajo por percusión.
pesca en las costeras, y, cuando las
es más cortante, aunque también más Durante el Solutrense, unos 19.000 condiciones climáticas lo permitían, de
frágil. Otros minerales empleados son años antes de nuestra era, el hombre la recogida de vegetales comestibles
la cuarcita, el asperón y el cuarzo, ma¬ descubrió que, sometiendo el sílex a (bayas, granos, raíces). En climas más
terial más rebelde pero que, no obs¬ un calentamiento fuerte pero lento y, propicios es posible que la recolección
tante, era posible tallar mediante las seguidamente, a un enfriamiento igual¬ de vegetales adquiriese una mayor
técnicas del Paleolítico. mente lento, la roca" modificaba su importancia, como ocurre con los bos-
En otras regiones, por último, se estructura y el tallado por presión quimanos de Kalahari en la actualidad.
resultaba más fácil.
emplearon algunas rocas eruptivas de El modo de vida varía considerable¬
grano fino, como los basaltos y los Se suele oponer el Paleolítico, o mente según se trate del Paleolítico
riolitos. Generalmente, el conjunto de Edad de la Piedra Tallada, al Neolítico, Medio (Musteriense e industrias aná¬
utensilios era mixto, de tal manera que o Edad de la Piedra Pulimentada. Pero logas), en el que predominó el hombre
los objetos que requerían finura eran aparte que de los hombres del Neolítico de Neandertal, o del Paleolítico Supe¬
realizados en sílex y obsidiana y los seguían tallando piedras que después rior, en el que predominó el hombre de
más bastos en basalto, cuarzo o cuar¬ no pulimentaban, podemos decir tam¬ tipo moderno. Hay, no obstante, algu¬
cita. El hombre sabía elegir la materia bién que los objetos de piedra puli¬ nas constantes comunes.
en función del destino que la herra¬ mentada no fueron totalmente desco¬
mienta Iba a tener. En lo que atañe al habitat, suele
nocidos en el Paleolítico, hasta el
hablarse del «hombre de las caver¬
El hombre comenzó a tallar la pie¬ punto de que en Australia se han des¬
nas» como si el hombre primitivo
dra sirviéndose de otra piedra, pero cubierto hachas parcialmente puli¬
hubiese vivido oculto en las profun¬
a partir del Acheulense Medio se mentadas cuyo origen se remonta a
unos 15.000 años antes del adveni¬
didades de las grutas. Lo cierto es
apercibió de que podía obtener me¬
que situó generalmente su vivienda a
jores resultados con un instrumento miento del Neolítico europeo.
la entrada de éstas, o bien bajo abri¬
percutor (martillo) menos duro y de Habida cuenta de que la inmensa gos rocosos, en oquedades causadas
forma cilindrica (madera, hueso o cor¬
mayoría de los objetos fabricados con por la erosión en los salientes calizos
namenta de cérvido). o basálticos. Pero tales entradas de
materiales perecederos no han llegado
Durante el Musteriense, pero con hasta nosotros, es sobre todo de los las grutas u oquedades erosivas sólo
CAZADORES
DE LA

PREHISTORIA

Un grupo de cazadores
neandertalenses persigue
(a la derecha) un grupo de cabras
monteses en lo alto de un acantilado,
mientras otros esperan en el
fondo de la hondonada para rematar
las presas. Los hombres del
Paleolítico Superior, más
evolucionados que los de Neandertal,
tendían trampas cerca de los
lugares donde Iban a abrevar
los grandes animales como los
mamuts y los rinocerontes
(dibujo de la izquierda).

le hubieran servido, bajo los grandes nes pavimentados con guijarros de carne. Aun persiste esta práctica
fríos glaciares, de miserables abrigos que, probablemente, servían de co¬ entre los esquimales.
de no haber estado preparadas para cina. El fuego calentaba los gui¬
En las regiones cálidas, la prepa¬
hecerles frente. En efecto, podemos jarros del fogón, las cenizas y las
ración de las grutas y los abrigos
imaginar tiendas construidas con brasas eran barridas a continuación
naturales era indudablemente mucho
pieles de animales, chozas, tejadlzos. y, finalmente, sobre el pavimento lim¬ más elemental. Las cabanas eran
Se han encontrado huellas de estacas pio se colocaban los alimentos para
reemplazadas por simples pantallas
destinadas a sostener el techo y ser cocinados.
destinadas a proteger del viento a
círculos o rectángulos de piedras
Otros hogares aparecen llenos de los moradores. En estas regiones, los
que constituyen cimientos muy rudi¬
campamentos al aire libre eran seme¬
mentarios. piedras frecuentemente astilladas por
el calor. Para ellos podemos Imaginar jantes a los de los bosquimanos y los
Dentro de estas cabanas, o en sus indígenas australianos actuales, sobre
dos posibles usos: las piedras, colo¬
proximidades, se encuentran los cadas en medio del fogón, acumu¬ todo en cuanto a las pantallas pro¬
hogares, que a veces son simples tectoras y a las chozas de enramada.
laban el calor y, una vez extinguido
lugares en los que se hacía el fuego el fuego, seguían irradiándolo; o bien, Pero existieron también campamen¬
y que ahora, en los restos, se señalan una vez calientes, se las cogía con tos al aire libre en regiones frías, bien *
por la existencia de piedras reque¬ unas tenazas de madera y se las porque fueron levantados en zonas I /
madas y de cenizas. Otras veces los dejaba caer en un recipiente de cuero desprovistas de grutas, bien porque
hogares están mejor construidos: lleno de agua que entraba en ebulli¬ se trataba de campamentos provisio¬
pequeños círculos de piedras, fogo ción y con la que se obtenía un caldo nales de verano. Europa central y la
SIGUE EN LA PAG. 20
UNA ANTIGUA Y REFINADA ARTESANÍA

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Foto Boyer © Viollet, Paris

Dibujo de Zdensk Burlan © Artia, Praga

Cazar de cerca al rinoceronte lanudo


constituía una aventura llena de
riesgos. Para poder atravesar su
gruesa piel desde una distancia
conveniente, el hombre prehistórico
inventó propulsores que comunicaban
mayor fuerza de penetración a su
lanza. En las fotografías de estas
páginas pueden verse dos fragmentos
de propulsores, correspondientes
al Magdaleniense Superior
(10.000 años antes de nuestra era):
tallados en cuerno de reno,
representan respectivamente un
bisonte lamiéndose el flanco y
dos cabras monteses en actitud de
Jugar o de luchar. Pero el hombre
prehistórico era también pescador;
véanse como muestra estos
arpones dentados, también del
Magdaleniense, y este relieve
que representa renos y salmones,
dos fuentes Importantes de la
alimentación del hombre primitivo.

19
LA VIDA COTIDIANA (viene de la pág. 17)

Un cadáver enterrado sobre un lecho de flores

URSS cuentan con una buena cantidad aunque las huellas detectadas en el y probablemente garrotes. El arma¬
de estos vestigios, que oscilan entre interior de las grutas correspondan mento del Paleolítico Superior era
la simple choza excavada parcial¬ siempre a pies descalzos. más perfeccionado: puntas de sílex
mente en la tierra, con tabiques refor¬ de diversos tipos o, durante el Solu¬
Por último, los utensilios variaron
zados por grandes osamentas de trense, las magníficas «hojas de lau¬
con los periodos y con las distintas
animales y destinada a una sola rel» y puntas pedunculadas; también
industrias, que seguramente corres¬
familia, y las grandes cabanas de la puntas de hueso, con frecuencia
pondían a hordas y tribus diferentes.
región del Don, que son el equiva¬ abundantes y variadas y, durante el
Por otra parte, se puede hablar de
lente de las «casas largas» de los
evolución de las herramientas dentro
último periodo, el Magdaleniense,
indios del este de los Estados Unidos, arpones.
de una misma industria.
en las que convivían una cantidad
En el Musteriense las armas arro¬
mucho mayor de personas. Entre los objetos que se conservan
jadizas eran lanzadas con la mano,
del periodo musteriense domina de
Si las grandes cabanas de Europa pero en el Paleolítico Superior aparece
manera aplastante el utensilio de pie¬
oriental constituyeron viviendas per¬ el propulsor, todavía hoy utilizado por
dra, generalmente fabricado a partir
manentes que reemplazaron a la de una lasca de sílex. Existe una los esquimales y los indígenas de
Australia, el cual aumenta el alcance
caverna Inexistente, las occidentales, gran variedad de raspadores, es
construidas de manera mucho más decir de guijarros con uno o varios y la penetración de la azagaya. Es
sumaria, fueron campamentos de caza bordes homogeneizados mediante re¬ posible que durante el Magdaleniense
o de verano. toques. Estos raspadores servían
Superior se utilizara el arco, pero
por el momento no existen pruebas
para curtir pieles, y eran también
Los hombres del Paleolítico llevaron absolutas de ello.
empleados como cuchillos o como
una vida semisedentaria, en la medida
instrumentos para trabajar la madera. En cuanto a la caza, tan antigua
en que una parte del grupo ocupaba
durante todo el año las cavernas, y Además de raspadores, existen como el hombre, es muy posible que
tarjas, guijarros dentados en forma contribuyera a la formación de éste,
seminómada, en la medida en que
de sierra, rascaderas, buriles, taladros, al aventajar no sólo a los individuos
la otra parte del grupo se repartía en
expediciones de caza tomando como cuchillos tallados en lascas alargadas más fuertes y más rápidos sino tam¬
base los campamentos temporales. de sílex, armas cortantes uno de bién a los más fuertes y más inteligen¬
Un fenómeno semejante ocurre entre cuyos filos ha sido retocado de tes. En la época del Homo sapiens, en
manera abrupta para poder apoyar su forma neandertalense o en la actual,
los bosquimanos, cuyas tribus se en¬
un dedo sobre él y formar, de esta tenía ya dos millones de años de exis¬
cuentran unas veces reunidas y otras
manera, un embrión de empuñadura. tencia; los hombres del Acheulense,
repartidas en pequeños grupos.
En algunas variedades del Muste¬ hace 100.000 o quizá 500.000 años,
riense encontramos porras e instru¬ eran ya cazadores de caza mayor.
mentos semejantes. Los métodos de caza eran variados:
Los instrumentos de hueso son caza con arma arrojadiza lanzada a
i BORDEMOS ahora lo re¬
simples esquirlas con la punta gastada mano, más tarde con propulsor o con
lativo a la vestimenta. En las películas arco, empleo de diversas trampas,
(¿por la confección de vestidos?) o
de dibujos animados, en los «comics» utilización del fuego para asustar a
huesos con huellas de mascaduras,
o en las ilustraciones de los relatos, la pieza y hacerla caer por un
que pueden ser compresores para
suele representarse al hombre prehis¬ retocar el sílex. farallón, caza de persecución en que
tórico con una sencilla piel de animal varios hombres se relevan para per¬
enrollada en tornp a la cintura. Es En el Paleolítico Superior los uten- . seguir al animal hasta que éste cae
verosímil que así fuera durante los silios son más variados y especiali¬ agotado. Así se debía capturar a los
periodos cálidos, o en los mejores- zados. Siguen existiendo los raspa¬ renos, los bisontes, Iqs caballos, etc.
días del verano, y, por supuesto, en dores, pero en menor cantidad, y Las trampas diferían seguramente de
las zonas tropicales, donde podemos con frecuencia los sustituyen las acuerdo con el tamaño de la presa;
Imaginar una vestimenta aun más ligera. rascaderas de diversas clases.
tratándose de los grandes herbívoros,
Los buriles se desarrollan considera¬ se empleaban fosos excavados en
Pero para reproducir la vida de blemente, en cantidad y en tipos,
estos hombres en medio de un clima
el suelo y recubiertos con ramas y
debido probablemente a la importan¬ hierbas. A los carnívoros se les pre¬
glacial, especialmente durante el in¬ cia que adquirió entonces el trabajo paraban trampas con pesos, dispues¬
vierno, nos acercaremos más a la
en huesos. Los taladros, y las tas de tal modo que, cuando el animal
realidad si pensamos en un vestido «cuchillas» o láminas, tienen también intentaba llevarse el cebo, le caía
análogo al que hoy usan los esquimales. su lugar aquí, aunque con frecuencia encima un tejado cargado de gruesas
La aguja de hueso se inventó en el no sabemos a ciencia cierta cual era piedras o una jabalina colocada ver-
Solutrense Superior, es decir unos su uso concreto. Los utensilios de tícalmente. Por último, para los ani¬
17.000 o 16.000 años antes de nuestra
hueso son punzones, bruñidores males pequeños (liebres, etc.)' se
era, pero su inexistencia durante el destinados al curtido de pieles y, empleaban lazos.
Paleolítico no significa que por enton¬ hacia el fin del periodo, agujas.
ces no existiera la costura. La aguja
facilitó esta labor, pero no era Indis¬ El armamento servía sobre todo
pensable. para la caza. En efecto, la guerra, en
el sentido moderno de la palabra, no
Entre los utensilios anteriores a la parece que desempeñara un papel .ESPECTO de la pesca,
aguja de hueso se encuentran los importante en el Paleolítico: quizá varía su importancia según las épo¬
punzones óseos y los pinchos de sílex, cas. Es raro encontrar restos de es¬
todo se reducía a breves peleas
con los que era fácil taladrar la piel. originadas por discusiones en torno quenas de peces en los yacimientos
El hilo era de fibra vegetal o de a los terrenos de caza. musterlenses, aunque esto puede
tendón de animal. Aun se utiliza entre deberse a deficiencias en la investi¬
los pueblos árticos el tendón de reno. El armamento varió también según gación. Durante esta época la pesca
los periodos y los lugares. Durante el debió limitarse a los sistemas de mano
20 Sabemos también con seguridad Musteriense existían puntas de sílex, y de venablo, ya que se conocen muy
que aquellos hombres usaban calzado puntas de jabalina, jabalinas de ma¬ pocos artüugios de pesca que
(probablemente del tipo mocasín), dera, puntas de hueso, muy escasas, puedan fecharse con certeza en este
periodo. Por el contrario, en los yaci¬ jarro de sílex y, por otro, un trozo rablemente, en particular durante el
mientos del Paleolítico Superior apa¬ de pirita de hierro. Magdaleniense, y el grabado, la pin¬
recen abundantes restos de esquele¬ tura y la escultura conocieron por
No es fácil hacerse una idea cabal
tos de peces. entonces un formidable auge, que
de la densidad de población, que
culminó en obras comparables a las
Paralelamente contamos con peque¬ debía ser muy escasa en términos
de la antigüedad clásica. Los artistas
ños objetos de hueso, afilados por generales. Las cotas máximas de
de aquel tiempo centraron su obra en
los dos extremos, que pudieron servir concentración pudieron alcanzar a
la representación de animales, pero
de anzuelos rectos, del tipo que aun unos centenares de individuos, que
también se conservan en algunas
emplean nuestros primitivos actuales. tenían sus viviendas en lugares
grutas, como la de Marche, en Vienne
Existen también arpones (empleados lo contiguos.
(Francia), figuraciones humanas, a
mismo para la pesca que para la caza)
La duración de la vida era corta, veces caricaturescas, como si dejaran
y objetos hendidos que pudieron ser¬
vir de cabeza de lanza. Como durante
si bien las más recientes investiga¬ entrever la existencia de una prohibi¬
ciones tienden a elevar las estima¬ ción de representar la figura humana
el Magdaleniense la pesca tuvo un pa¬
ciones tradicionales. Puede decirse en su integridad.
pel muy relevante, es en los yacimien¬
que el hombre raramente sobrepasaba Hay diversas maneras de interpretar
tos de ese periodo donde existe mayor
la cincuentena. La mortalidad era muy el arte prehistórico. Desde que fue
número de estas armas. Quizá
alta entre los niños de corta edad y descubierto se observó siempre en él
existían también ya las redes. Hay
entre las parturientas. un sentido estético altamente des¬
ciertos enlosados de guijarros que
Hoy se interpretan como plataformas En el Musteriense aparecen las arrollado. Por otro lado, existe la
para el secado de los peces. En lo primeras sepulturas indiscutibles. El teoría de la utilización mágica de este
que se refiere a éstos, las preferen¬ hombre de la Chapelle aux Saints, en arte en prácticas de exorcismo desti¬
cias parece que iban hacia el salmón y el departamento francés de Corrèze, nadas a favorecer la caza y la repro¬
la trucha, aunque también se conser¬ reposaba en una fosa cavada en el ducción de las piezas. Esta teoría ha
van restos de anguilas, percas y lucios. suelo, en posición replegada, enco¬ dominado la interpretación del arte
gido y con la cabeza protegida por prehistórico durante mucho tiempo.
Por lo que toca a los recursos
grandes huesos de animales. Junto Más recientemente, la escuela del
vegetales, poseemos muy escasos
a la cabeza había una pata de bisonte profesor Leroi-Gourhan pretende ver
datos acerca de ellos, pero los estu¬
y a su lado, en un hoyo, un cuerno y el en ese arte la expresión del dualismo
dios más recientes sobre pólenes
frontal de un bisonte. Probablemente varón-hembra, de tal manera que unos
fósiles indican que el avellano abundó
se trataba de ofrendas funerarias. En el animales representan el principio
en Europa durante algunos periodos.
yacimiento de Chanidar, en Irak, al «varón» y otros el principio «hembra».
Podemos hablar con seguridad de
parecer musteriense según se deduce
ciertos tipos de bellota, y de fresas Acerca de la religión de los hom¬
de los pólenes encontrados en él, hay
y ciruelas silvestres, frambuesas, bres paleolíticos tenemos numerosas
una sepultura en la que el cadáver fue
arándanos y zarzamoras. También se hipótesis, pero ninguna certidumbre.
enterrado sobre un lecho de flores.
recogían castañas de agua, bulbos y Las prácticas funerarias parecen indi¬
tubérculos comestibles, como los de En el Paleolítico Superior las prác¬ car cierta creencia en el más allá.
las liliáceas, zanahorias silvestres, ticas funerarias eran más complejas: La antigua hipótesis de que durante el
acederas y otros vegetales. La reco¬ el cadáver era enterrado acompañado Musteriense se estableció un culto al
lección estaba probablemente a cargo de bellos objetos de sílex y de hueso, oso ha sido combatida duramente, pero
de las mujeres y los niños. de aderezos de conchas horadadas y en los últimos tiempos parece reco¬
salpicadas de ocre rojo. Hay ocasio¬ brar nuevamente su pasada vitalidad.
nes en que las manos y los pies se
encuentran aprisionados por grandes
pedruscos, tal vez con objeto de sal¬
ENGAMOS ahora al fuego. vaguardar a los vivos de las fecho¬
Los hombres lo conocían cuando me¬ rías de los muertos. Las sepulturas de bmN cuanto a la organiza¬
nos desde los tiempos del Pitecán¬ niños son numerosísimas, y el pre¬ ción social, es poco lo que sabemos
tropo. En Asia y Europa, las huellas historiador soviético Okladnikov al respecto, cosa comprensible si -
no dejan lugar a dudas, si bien en piensa que esto se debe a que el tenemos en cuenta nuestra total igno¬
Africa señalan hacia una época algo hombre paleolítico de interesaba más rancia de las dimensiones de los gru¬
posterior. Pero el hecho de que los por la suerte de los niños muer¬ pos humanos durante este periodo.
Pitecántropos conocieran el fuego no tos que por la de los adultos. Se han encontrado en un estrato geo¬
quiere decir que supieran encenderlo. Señalemos también el alto porcentaje lógico algunos utensilios dispuestos
Posiblemente se limitaban a conser¬ de sepulturas de mujeres, con fre¬ en un orden que parece indicar algo
varlo tras haberlo recogido de algún cuencia adornadas de manera tan semejante a. diez hombres durante
incendio natural. fastuosa como las de los hombres, cien años, pero también es posible
lo que indica que entre los cazadores que se refieran a cien hombres
Durante el Musteriense y, sobre del Paleolítico no existía la discrimina¬ durante diez años. No hay manera de
todo, a lo largo del Paleolítico Supe¬
ción por razones de sexo. saberlo a ciencia cierta. Algunas
rior, ya no cabe la menor duda de
semejanzas entre utensilios y obras de
que el hombre sabía encender fuego. Es muy posible que el arte apare¬
arte nos permiten deducir la existen¬
Los sistemas de encendido eran ciese mupho antes de lo que gene- . cia de contactos entre grupos huma¬
sobre todo dos: por frotamiento y por raímente se cree. Se conservan
nos separados por grandes distancias.
golpe. El frotamiento consistía en el muchos lugares con bloques de pin¬
vaivén de un palo puntiagudo de tura mineral pertenecientes al Muste¬ En resumen, aun queda mucho que
madera dura a lo largo de una ranura riense: bióxido de manganeso, negro, averiguar en torno a la vida cotidiana
abierta en un trozo de madera blanda, y ocres amarillo y rojo. Sin embargo, del hombre paleolítico, y lo poco que
o bien en la rotación rápida del palo no se conoce ningún grabado con sabemos nos dice que esta vida fue
figuras de animales, ni escultura o ruda, pero no miserable. En un medio
de madera dura producida por las
palmas de las manos o mediante un pintura de ningún tipo anteriores al rico en caza mayor, el hombre paleolí¬
pequeño arco. Paleolítico Superior. Puede ser que los tico encontró tiempo para el ocio, para
hombres del Musteriense utilizaran realizar obras de arte o para contar
El encendido por golpe no con¬ leyendas. Por desgracia, si bien algu¬
pigmentos minerales sobre materias
sistía, como se ha creído durante
perecederas, tal vez sobre su propia nas de sus obras de arte han llegado
mucho tiempo, .en el choque de dos hasta nosotros, toda la tradición oral 01
piel, como hacen los actuales Indíge¬
guijarros de sílex: las chispas pro¬ que rodeó la vida de estos hombres, Z I
nas australianos.
ducidas de esta manera sólo dan una materializada en sus cuentos, sus
luminiscencia fría, incapaz de prender. Por el contrario, en el Paleolítico leyendas y sus cánticos, desapareció
Son necesarios, por un lado, un gui Superior el arte se desarrolló conside con ellos.
Un profesor de Burdeos
talla utensilios paleolíticos
Fascinado desde su Infancia por los peder¬
nales labrados de la Edad de Piedra, el
&***.< profesor François Bordes, de la Universi¬
dad de Burdeos, domina las técnicas de
fabricación de herramientas que utilizaban
nuestros antepasados y hoy se le consi¬
dera como la máxima autoridad en materia
de utensilios paleolíticos. Empleando una
pequeña piedra como martillo, el profesor
Bordes logra en pocos minutos dar filo a
un trozo de cuarcita (fotos de arriba).
Utiles toscos de ese tipo se han encon¬
trado en Africa, Asia y el Oriente Medio;
durante más de un millón de años fueron
las herramientas y armas fundamentale»
del hombre primitivo. En la otra serie de
fotografías, el profesor Bordes muestra
cómo el cazador de la Edad de Piedra
podía transformar, con ayuda de un simple
martillo de cuerno, una lasca de pedernal
en una daga o punta de lanza. El artesano
del Magdaleniense realizaba ese trabajo
probablemente fuera de su tienda, tal
como lo ha concebido el dibujante Pierre
Laurent (a la izquierda).

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~y%mz '*
Dibujo © de Pierre Laurent
Foto © Célébonovlc, Ginebra
Junto a esta lámpara de aceite prehistórica aparecen un pendiente perforado, dos buriles
o útiles de piedra para grabar, un raspador y un arpón, pertenecientes todos a la cultura
magdaleniense, de 15.000 a 9.000 años antes de nuestra era. 23
/-"«

fer*»

'\.

Nuestros
antepasados africanos
por Louis S.B. Leakey ^ü»E han descubierto en los sente artículo no me voy a ocupar
años recientes tantos datos sobre el sino de la parte final de esa historia,
origen del hombre que casi todos los es decir, desde hace unos tres millo¬
manuales relativos al tema están anti¬ nes de años en adelante, tengo que
cuados. Todo lo que voy a resumir comenzar por un breve examen de los
brevemente aquí se ha publicado ya descubrimientos de datos relativos al
en revistas científicas tales como periodo miocénico.
Nature o se ha presentado en reu¬
LOUIS S.B. LEAKEY, arqueólogo y etnólogo Hace más de un siglo Darwin se
niones internacionales y debatido en
Inglés, es uno de los paleontólogos más atrevió a predecir que los orígenes del
destacados de nuestra época. Desde hace ellas con otros especialistas. Pero hombre se descubrirían en Africa. Pero
años ha realizado numerosas campañas de sólo una pequeña parte de los datos
excavaciones en Africa oriental, particular¬
pocos fueron los que creyeron en él.
está publicada hasta ahora en libros. No fue sino en 1924 cuando se obtu¬
mente en la Garganta de Olduvai. Es direc¬
tor del National Museum Centre for Pre¬ vieron los primeros indicios de que,
history and Palaeontology de Nairobi (Kenia) El Africa oriental ocupa hoy un
efectivamente, existían en Africa fósi¬
y profesor de anatomía de la universidad de lugar destacado en la historia de la
24 esta ciudad. Entre sus obras destacan Oldu¬
vai Gorge y Unveiling Man's Origin. En Í959
evolución de los ascendientes directos les de primates sumamente antiguos.
del hombre, así como de sus primos Todo comenzó con un descubrimien¬
el Dr. Leakey participó en el coloquio inter¬
nacional de la Unesco sobre los orígenes más próximos los grandes monos to realizado por el Dr. H.L. Gordon,
del hombre moderno. antropomorfos y, aunque en el pre que vivía en Koru (Kenia), dedicado
a la agricultura y a un ejercicio limi¬ anatomía de la Escuela de Medicina cus africanus se asemeja mucho
tado de la medicina. Como inlcialmente de Johannesburgo. Aquel fue el primer más a un posible antepasado del
se había interesado en la zoología y descubrimiento de restos de un «cuasl- hombre que los demás primates que
poseía cierta formación en esta mate¬ hombre» o Australopitecus. A partir eran sus contemporáneos y que he
ria, el Dr. Gordon advirtió que cuando de ese año de 1924, los hallazgos se mencionado antes.

la lluvia lavaba las tierras que acababa sucedieron rápidamente y en gran


Por lo que se refiere al Mioceno
de arar quedaban al descubierto cantidad, como se verá en el presente
Superior, hace unos doce millones de
huesos y dientes fósiles. Reunió algu¬ artículo.
años, las pruebas procedentes del
nos de ellos, hallados en su granja, y En los comienzos del Mioceno, África oriental son mucho más con¬
nos los envió a Nairobi al Director del
hace entre veinte y veinticinco millo¬ cretas. En Fort Teman, yacimiento del
Servicio Geológico de Uganda, E.J.
nes de años, el Africa oriental estaba Mioceno Superior situado en Kenia,
Wayland, y a mí, en 1926. Ambos nos
habitada por diversos tipos de pri¬ hemos encontrado fósiles de un proto-
dimos cuenta de la importancia que
mates, entre los que figuraban el homínido, llamado Kenyapithecus
tenía el hallazgo del Dr. Gordon.
Proconsul africanus, del que durante wickeri, cuyos restos son tan seme¬
Fue asi como, gracias a la coinci¬ algún tiempo se creyó que figuraba jantes desde el punto de vista mor¬
dencia de que se hubiera encontrado directamente en el árbol genealógico fológico al Ramapithecus de la India,
en el lugar preciso un hombre que era del hombre, al igual que tipos ances¬ aunque un poco más antiguos, que
a la vez médico y agricultor, comenzó trales del gorila, el chimpancé y el algunas autoridades consideran que
una larga serie de descubrimientos. glbón, ast como, tal vez, un antepa¬ ambas especies son idénticas. El
Desde esos lejanos días se ha obte¬ sado del orangután. problema no podrá quedar resuelto
nido en Africa oriental una gran colec¬ sino cuando se hayan encontrado
Junto con esos simios extintos, vivía
ción de fósiles del Mioceno Inferior otros fósiles. Entre tanto, es seguro
en Africa oriental en ese remoto
y Superior, más de 500 de los cuales por los ejemplares, que poseemos que
periodo el Kenyapithecus africanus
corresponden a monos superiores, e el Kenyapithecus wickeri era un pri¬
que, a mi juicio y al de muchos de
incluso algunos ejemplares del proto- mate con gran número de caracterís¬
mis colegas, figura en la línea directa
hombre. ticas antropoides, umversalmente
de los antecesores del hombre y de
aceptado como homínido es decir,
En el mismo año de 1924 tuvo lugar los antropoides. Esta opinión no goza
criatura semejante al hombre y no 25
otro descubrimiento Importante en de aceptación universal, pero los
un póngldo o mono antropomorfo.
Taug (Africa del Sur), cuando un estu¬ argumentos a su favor son muy
diante llevó un fósil a su profesor de fuertes. En todo caso, el Kenyapithe El Kenyapithecus wickeri no sólo
SIGUE EN LA PAG. 27

M<CHIYtV<
Foto Hugo Van Lawick © National Geographic Society, Washington

La garganta de Olduvai: una ventana abierta a la prehistoria


La Garganta de Olduvai, en Tan¬
zania (foto de arriba), contiene
uno de los yacimientos de fósiles
más ricos del mundo, en el que.
el Dr. Leakey y su esposa han
realizado Importantes descubri¬
mientos. Arriba a la derecha, el
antropólogo inglés sostiene en
una mano el molar roto de un
Dinotherlum, enorme mamífero
de una especie desaparecida, y
en la otra su sombrero con el

diente gigantesco de un antepa¬


sado extinguido del elefante. A
la Izquierda, varios científicos
observan el lugar, que les mues¬
tra Leakey, en que fue descu¬
bierto el Zinjanthropus. Los enor¬
mes dientes y el paladar fosili¬
zado de éste (a la derecha)
fueron los primeros testimonios
de su existencia.
NUESTROS ANTEPASADOS
AFRICANOS (cont.)

tenía caracteres físicos tales como


caninos (colmillos), pequeños Incisivos
en forma de pala, arco cigomático
redondeado y cara pequeña, que son
todos ellos rasgos antropoides,
sino que utilizaba piedras para abrir
cráneos y huesos largos de antílopes
para comerse los sesos y las médu¬
las. La prueba en apoyo de ' esta
afirmación estriba en los huesos y
los cráneos con fracturas por aplasta¬
miento y en una piedra que presenta
rastros demostrativos de que se la
utilizó para machacar huesos. En otras
palabras, un antepasado del periodo
miocénico superior, estaba ya co¬
miendo no sólo alimentos vegetales
sino también proteínas animales.
Fue probablemente esa ampliación
de sus recursos alimenticios lo que
permitió sobrevivir a los descendientes
del Kenyapithecus wickeri, en tanto
que el Proconsul y muchos de los
demás primates de esa época se
extinguieron. Aunque no sea posible
afirmar que el Kenyapithecus wickeri
tenga que ser el antepasado del Homo
sapiens, parece sin duda muy probable
que pertenece a la estirpe de la que
surgieron todos los hombres y todas
las especies de antropoides.

kiN 1931, en el curso de mi


tercera expedición arqueológica al
Africa oriental, encontramos fragmen¬
tos de una mandíbula inferior muy
fosilizada en Kanam West, a orillas
del golfo de Kavirondo en el lago
Victoria, Kenia. El espécimen estaba
muy mineralizado y procedía de depó¬
sitos del Plelstoceno Inferior, como
pudo determinarse por La fauna. Había
sufrido graves deterioros antes de
quedar enterrado en el yacimiento en
que lo encontramos; de hecho le
faltaba la parte inferior.
Denominé al ser de que procedía
Homo Kanamensis e indiqué que tenía
muchas semejanzas con el Homo
sapiens. Con muy pocas excepciones,
mis colegas se negaron a admitir
que ese espécimen fuese del Plelsto¬
ceno Inferior, pero seguí sosteniendo
en todo momento mi criterio porque
sabía que las pruebas eran fundadas.
Fue asimismo durante la Tercera
Expedición Arqueológica al África
oriental, en 1931, cuando mis colegas
y yo descubrimos que la famosa Gar¬
ganta de Olduvai era sumamente rica
en vestigios culturales de la Edad de
Piedra.

El descubrimiento de la Garganta
misma fue puramente accidental y data
de un día de 1911 en que el Dr.
Kattwlnkel, un alemán coleccionista de
mariposas, trataba de atrapar una en
el extremo oriental de las Llanuras de
Serengeti. Tan empeñado estaba en
su captura que poco faltó para que
resbalara por el borde de la Gar¬
ganta. Perdida su mariposa pero salva
la vida, descendió el Dr. Kattwinkel 27
por las escarpadas laderas y encontró
algunos magníficos huesos fósiles de
un caballo con pies de tres pezuñas,
*>4Ï r

& lé'**
*&
NUESTROS ANTEPASADOS AFRICANOS (cont.)

A punto de pisotear un cráneo humano fósil

que llevó a sus. colegas de Berlín. cinos. Muchos de los manuales de un australopitecino al que llamamos
existentes siguen situando el género Zinjanthropus boisei. Eri la época
La expedición alemana enviada en
Australopithecus (inclusive el Zinjan¬ del hallazgo no se habían encontrado
1913 a Investigar el lugar descubrió
thropus y el Paranthropus y otros otros restos de antropoides en el yaci¬
una gran cantidad de restos de ani¬
tipos comparables) en la línea miento I de Olduvai, aunque había mu¬
males extinguidos. Así, una vez más,
directa de los antepasados del género chas pruebas de la existencia en esos
gracias a un hecho fortuito se descu¬
Homo y, por consiguiente, del Homo yacimientos de la cultura de la Edad
brió lo que hasta ahora constituye
sapiens. Científicamente, no cabe de Piedra denominada «olduvana».
quizás el yacimiento más importante
de fósiles humanos que exista en el seguir sosteniendo esa opinión. Es Sin embargo, aunque se reconoció
mundo.
cierto que los australopitecinos y el que el Zin/antnropus era un aus¬
Homo debieron sin duda de tener
tralopitecino por su morfología física,
Pese a que mis colegas y yo estu¬ un antepasado común entre el' Mio¬ parecía posible que se lo calificase
diamos de 1931 en adelante la Gar¬
ceno Superior y el Pleistoceno Inferior, de «hombre» dada la definición de
ganta de Olduvai, extrayendo de ella pero no se han encontrado aún restos hombre» corriente en aquel tiempo
maravillosas colecciones de objetos de ese antepasado. el «ser que fabrica instrumen¬
labrados y fósiles animales, hasta 1959
tos». Pocos meses después se en¬
no encontramos el primer fósil humano Sin embargo, el hecho de que en el
Pleistoceno Inferior, hace entre dos contraron los primeros fragmentos fó¬
realmente importante. Se trata del
millones y medio y tres millones de siles de lo que hoy se denomina Homo
Australopithecus (Zinjanthropus) boi¬
habilis, en yacimientos de la misma an¬
se/. años, existiese un australopitecino muy
robusto, que poseía una serie de ca¬
tigüedad que el Zinjanthropus, tam¬
MI hijo, Richard Leakey, ha estado bién relacionados con la cultura «oldu¬
racterísticas muy especializadas y que
realizando durante los dos últimos años vana».
era contemporáneo del Homo, des¬
Intensas investigaciones paleontoló¬
truye por completo la tesis de que el
gicas y arqueológicas en el extremo
Australopithecus, en cuanto tal, sea
nororiental del lago Rodolfo y ha
nuestro antepasado directo. Si se 'ESDE entonces, se han
encontrado pruebas claras de que el
llega a descubrir algún día la estirpe encontrado otros muchos especímenes
género Homo está representado por
común de la que proceden esos dos
una serie de especímenes que son de este segundo tipo de antropoide,
tipos de homínidos, se verá probable¬ que se han descrito en Nature y en
plenamente contemporáneos de la
mente que poseía algunas de las ca¬ otras publicaciones, y es evidente que
fauna fósil, similar en la mayor parte
racterísticas de ambos, pero que es
dé los aspectos a la del Kanam representan el género Homo, que
fácil distinguirla de los dos. vivía durante el Pleistoceno Inferior.
occidental y, sin duda alguna, del
Pleistoceno Inferior. Aunque todavía Es interesante observar aquí que en Se está preparando una monografía
no se ha dado nombre científico a los los yacimientos de la parte oriental del' en la que se estudian en detalle todos
restos de Homo encontrados por lago Rodolfo correspondientes al esos datos y no cabe la menor duda
Richard Leakey, su semejanza con la Pleistoceno Inferior, y que han dado de que la morfología del Homo habilis
primera mandíbula descubierta en hasta ahora numerosos especímenes es mucho más parecida (al menos por
Kanam es sorprendente, pero los de Homo, se han encontrado artefac¬ lo que se refiere a la bóveda cra¬
nuevos restos hallados son mucho tos de piedra muy parecidos a ios ha¬ neana) a la del Homo sapiens que los
más completos. llados in situ en el oeste de Kanam restos fósiles de Homo erectus, la
Un hecho Interesante en relación junto con la mandíbula de este nombre. especie extinta de antropoides encon¬
Los he estudiado en mi libro The Stone trada primero en Java y en la China
con los descubrimientos del lago
Rodolfo es que en la misma serie Age Races of Kenya. Las notas preli¬ y después en Africa, en yacimientos
de depósitos se han encontrado minares que se han publicado res¬ del Pleistoceno Medio.
asimismo restos de un robusto austra- pecto a los instrumentos del este del
Parece haber pocas dudas de que
lopitecino contemporáneo del Homo, lago Rodolfo muestran claramente que el Homo habilis se encuentra en la
que es más de medio millón de años el género Homo fabricaba diversos ti¬ línea directa que lleva al Homo
anterior al Australopithecus (Zinjan¬ pos de utensilios de piedra durante el
sapiens. Probablemente, la rama que
Pleistoceno Inferior en esa zona.
thropus) boisei de Olduvai. Kenia terminó como Homo erectus se separó
nos ofrece, pues, pruebas claras de del Homo habilis por lo menos en
En la Garganta de Olduvai hemos
la existencia en el Pleistoceno Inferior, época tan lejana como el Pleistoceno
encontrado datos muy significativos
de un tipo de Homo enteramente Inferior, dada su presencia en el
sobre el origen del género Homo y,
contemporáneo de los australopite¬ Lejano- Oriente, como tipo plena¬
por consiguiente, del Homo sapiens
cinos de ese periodo. mente distinto y superespeclalizado,
que se remontan a hace poco menos
en el Pleistoceno Medio. .
Esos datos nos llevan de modo de dos millones de años. En el yaci¬
inevitable a una breve digresión miento I de Olduvai descubrimos en En 1961 tuvo lugar otro descubri¬
sobre el conjunto de los australopite 1959 un cráneo muy bien conservado miento fortuito de la mayor importan¬
cia. Se trata del hallazgo de los restos
de un hombre del mismo tipo que los
de China y de Java, pero que en .el
Africa oriental era dos veces más anti¬
guo que en el Lejano Oriente. Esta
vez el carácter fortuito se debió a un
error de uno de los miembros de mi
equipo. El geólogo que trabajaba con¬
Sello de Tanzania emiti¬ migo volvió un día al campamento con
do en 1965 para conme¬ un esbozo de plano de un sector de la
morar el primer gran Garganta de Olduvai. Le eché una
descubrimiento realizado
mirada y dije: «Pero usted ha olvidado
en Olduvai.
una hondonada larga y angosta». El
contestó: «No». Yo insistí: «Lo siento,
pero la ha olvidado. Venga conmigo
iNJANrHROPuS
TANZANIA mañana y se la mostraré.»
OLDUVAI GORGE

Cuando llegamos a la hondonada,


cubierta de hierbas y matorrales, tuvo
Foto © National Geographic Society, Washington
>

A causa de su frente lisa e inclinada y de sus caninos más pequeños que los de la
mayoría de los antropoides, el Proconsul africanus fue tenido al principio por un posible
antepasado común de los monos superiores y de los homínidos.

que admitir su error. Me volví para se encuentran en las variantes de Cuando, en 1932, se encontraron
mirar hacia nuestro campamento y sú¬ Africa y del Lejano Oriente, en tanto los fragmentos de cráneo de Kanjera,
bitamente vi, en la parte más alejada que el Homo habilis presenta muchas procedentes de yacimientos del Pleis¬
de la garganta, una pequeña superficie más de las características del Homo toceno Medio, junto con hachas de
en la que se hallaban al descubierto sapiens. mano, se negó que fuesen del Homo
algunos yacimientos de fósiles. Esta¬ 3. El hueso de la pelvis del Homo sapiens, como se había negado que
ban situados al norte de la lengua de lo fuera la mandíbula de Kanam; se
erectus encontrado en la Garganta
tierra que separa la garganta princi¬ de Olduvai que se ha descrito recien¬ los colocó en lo que se llamó una
pal de la lateral. «cuenta de espera». Cuando, en 1936,
temente y la parte del fémur encon¬
se clasificó el cráneo de Swanscombe
Pese a que desde 1931 había ex¬ trada junto a él son, a todas luces,
plorado a pie Olduvai, me di cuenta muy distintos de los huesos corres¬ como perteneciente al Homo sapiens,
inmediatamente de que jamás había pondientes del Homo sapiens y em¬ se rechazó esa clasificación por esti¬
llegado a esa angosta faja, y si no pieza a parecer dudoso que el fémur marse que databa de una fecha dema¬
hubiese sido por ese error que me hizo de Trinil sea en realidad de un Homo siado remota para poder ser de esa
ir al sitio desde donde la descubrí, se¬ erectus. especie. Sólo en 1967, cuando se des¬
guramente no la habría visto jamás, ya cubrieron en el sur de Etiopía los crá¬
Por consiguiente, si seguimos estu¬ neos de Kibish, comenzó a cristalizar
que sólo es visible justamente desde
diando la aparición del Homo sapiens
allí. Tan pronto como volvimos al cam¬ y a ser aceptado un nuevo con¬
a base de los datos de que dispone¬
pamento, me puse en camino para lo¬ cepto de la antigüedad del Homo
mos en 1972, resulta evidente que
calizar la escondida parcela, y mien¬ sapiens.
tenemos que revisar todo lo que creía¬
tras caminaba por ella estuve a punto
mos saber respecto a la manera como Para concluir este trabajo, me per¬
de pisotear un cráneo humano fósil
se originó nuestra especie. No puede mitiría sugerir una distinción entre
que se hallaba semienterrado. Era el
caber duda hoy día de que el Homo Homo sapiens sapiens (al que se
primer cráneo de Homo erectus en¬
sapiens existía en la época del Pleis¬ conoce hoy día como «el hombre
contrado en Olduvai.
toceno Medio, tanto en Europa como psicosocial») y Homo sapiens faber
Esto nos lleva inevitablemente a
en Africa; así se reconoció en la Con¬ primer ser de nuestra especie que
examinar otra afirmación, que se en¬ elaboraba utensilios y que no había
ferencia patrocinada por la Unesco
cuentra en los manuales: la de que el
que se reunió en París en 1969 y en llegado aún plenamente a la categoría
Homo erectus es un antecesor directo
la que se aceptó unánimemente que de psicosocial. A mi juicio, los comien¬
del Homo sapiens. Pero no cabe
los cráneos de Kanjera y Swanscombe zos del hombre psicosocial coinciden
seguir creyendo en esa hipótesis por y los nuevos especímenes de Etiopía probablemente con el alba del arte,
las siguientes razones: meridional representaban al Homo la religión, las creencias mágicas y el
1. La forma de la bóveda craneana sapiens en forma primitiva pero corres¬ lenguaje que comprende ¡deas abs¬
de todos los especímenes de Homo pondían sin lugar a dudas a la especie tractas, a diferencia de meras pala¬
erectus es muy distinta de la bóveda sapiens. En realidad, esa especie bras que describen objetos materiales.
craneana del Homo sapiens, en tanto estaba ya presente durante el Pleis¬ En esa época el hombre había tal
que, como se ha dicho antes, la forma toceno Medio en lugares tan lejanos vez comenzado también a vivir en
de la bóveda craneana del Homo habi- como Swanscombe en Inglaterra y comunidad, como demuestran las
lis, que es mucho más antiguo, es muy Kanjera en Kenia. Es, pues, obvio que grandes acumulaciones de sus útiles 29
semejante. tiene que encontrarse algún tipo encontrados en las cuevas de Dor-
2. El Homo erectus ofrece una serie anterior de Homo sapiens en yaci¬ doña y otras zonas en la época del
de características muy especiales, que mientos más antiguos. Pleistoceno Superior.
De cuando el arte
iluminó la caverna
Mi S un error grave aplicar nidad, representada por el Homo
por
las palabras «arte primitivo» a las sapiens con sus diferentes razas. Pero,
André Leroi-Gourhan artes africanas u oceánicas actuales, en el tiempo, la visión es completa¬
pues éstas son el resultado de una mente distinta: millares de genera¬
evolución tan larga como la de las ciones de bípedos se sucedieron las
artes occidentales. Por desgracia, se unas a las otras a lo largo de uno o
pierde a menudo el rastro de esta dos millones de años, quizá más, para
evolución, pero los testimonios que preparar el advenimiento de ese Homo
de ella conservamos demuestran que sapiens, que tuvo lugar tan sólo hace
los estilos variaron a lo largo de los cincuenta mil.

siglos y que, si bien el lenguaje Esta Interminable duración de los


de sus formas es diferente del que nos
comienzos no está jalonada por dema¬
legó la tradición griega, no por ello siadas obras de arte. Representémo¬
las actuales artes «primitivas» pueden
nos a los precursores del hombre
ser calificadas de primerizas.
actual, con su cerebro enriquecién¬
ANDRE LEROI-GOURHAN, profesor de pre¬ Todo lo contrario ocurre con el dose lentíslmamente, satisfaciendo
historia del Collège de France, es mun-
viejo arte prehistórico, que es una sus impulsos estéticos mediante la
dialmente conocido por sus estudios sobre el
manifestación del alba del desarrollo voz, las percusiones rítmicas, los
arte prehistórico. Es miembro del Comité
Permanente del Consejo Superior de Inves¬ de la humanidad y que, éste sí, puede movimientos corporales y, de esta
tigaciones Arqueológicas de Francia y direc¬ calificarse de auténtico arte primitivo, manera, prefigurando todo lo que ha
tor del Instituto de Etnología de París. Ha arte del comienzo.
dirigido numerosas campañas de excava¬ llegado a ser el canto, la música y la
30 ciones tanto en Europa como en el Lejano
Oriente. Entre sus obras cabe destacar Pré¬
El concepto de humanidad varía danza para los hombres posteriores.
Añadamos a estos gérmenes de crea¬
según consideremos al hombre en el
histoire de l'art occidental (París, 1965). Le
espacio actual o en el tiempo. En el ción artística, en épocas más cercanas
geste et la parole (París. 1964) y Les reli¬
gions de la préhistoire (París, 1964). espacio actual sólo existe una huma de la nuestra como la de Neandertal,
Foto © Jean Vertut, Paris

Descubierta por casualidad en 1940, la


pos de concreciones naturales, con¬ dencia creciente hacia la consecución
caverna de Lascaux (Francia) es uno de
los santuarios del arte prehistórico.
chas fosilizadas y otros objetos seme¬ de productos estereotipados, hacia
Independientemente de la significación, jantes, pruebas de que nuestros más la formación progresiva de auténticos
simbólica, mágica o realista, de las inmediatos predecesores se preocu¬ caracteres de estilo, cuya lenta evo¬
figuras de animales pintadas en sus paban por las formas que la natura¬ lución permite diferenciar los objetos
paredes, la maestría técnica del dibujo leza ofrece espontáneamente. La que caracterizan a las sucesivas épo¬
y el empleo contrastado de los ocres, atracción por lo «extraño natural» cas. La eficacia de los productos y
los amarillos y los negros despiertan se encuentra profundamente arraigada el ahorro de materia prima, que esca¬
la admiración. Estas escenas del mun¬
en el comportamiento estético del seaba en algunas regiones, son datos
do prehistórico son bello testimonio del
hombre y, de alguna forma, le ha que permiten una explicación racional
grado de sensibilidad artística al que
había llegado ya el hombre hace cerca seguido como una estela a lo largo de esta evolución; pero el hecho más
de quince mil años (véase también la de la historia. Por esa razón, la hipó¬ significativo radica en la imposibilidad
contraportada). tesis de que los hombres de Nean¬ de diferenciar esta trayectoria técnica,
dertal o incluso tipos de humanidad racionalmente explicable, del floreci¬
anteriores sintieron necesidades es¬ miento creciente de formas estética¬
los primeros signos precursores del téticas y aprendieron a satisfacerlas mente elaboradas.
grabado, la pintura y la escultura. rudimentariamente, es fácilmente veri-
Hablando con propiedad, podemos
fícable si atendemos al desarrollo,
Ninguna obra organizada, descifra¬ decir que el arte está presente en la
evidentemente alto, de sus técnicas.
ble en sentido estricto, ha llegado vida del hombre desde hace aproxi¬
hasta nuestros días desde aquellos El hecho de que estos hombres madamente cuarenta mil años. Las
lejanos tiempos. Sin embargo, sabe¬ contaran con utensilios de piedra obras artísticas son, ante todo, el
mos que los hombres de Neandertal, tallada capaces de producir formas de resultado de actos técnicos en los
hace de esto entre cuarenta y cien mil contornos regulares en otros mate¬ que la mano exterioriza no un objeto,
años, manipulaban tinturas de ocre riales más blandos, plasmando de sino un símbolo. No es fácil determi¬
rojo natural y que garabatearon los esta manera objetos de «aspecto nar el límite que separa cada una de
primeros grabados con puntas de inesperado», debe ser llevado a sus las sucesivas etapas de la evolución
sílex sobre materiales óseos. Por des¬ últimas consecuencias. La lógica de la de la humanidad, porque, en el plano
gracia, es muy modesto el bagaje de posesión de este tipo de herramientas intelectual, tales etapas no están com¬
conocimientos con que el prehistoria¬ de trabajo permite una especie de puestas de prehombres, protohombres
dor cuenta para comprender el naci¬ verificación automática de hipótesis y, finalmente, verdaderos hombres,
miento de las artes: unos cuantos como la anterior. La técnica de la sino que, por el contrario, desde el
fragmentos de materia colorante nos preparación del bloque de sílex del comienzo su contenido es sólo el
autorizan a afirmar que aquellos que era extraído el utensilio condi¬ hombre, nada más que el hombre cada
hombres se interesaron por el color, cionó de algún modo la primera rea¬ vez más humano.
pero poco más es lo que puede lización de formas artificiales.
decirse. Otro tanto ocurre con el arte, que
Está demostrado que pueden utili¬ no apareció repentinamente en su
Se han encontrado en los habitat, zarse fragmentos de sílex cortados sin plenitud, sino que efectuó lo que 31
mezcladas con utensilios de sílex y método alguno, pero el hecho es que podemos llamar su «nacimiento» a lo
con desperdicios de caza, algunas durante el primer millón de años de la largo de milenios. El interés de los
piedras de extraña forma, varios ti prehistoria humana domina una ten- Neandertalenses por lo «extraño natu-
EL ARTE EN LA CAVERNA (cont.)

ral» o por los ocres señala una fase mas, en cambio no se ha conservado, por aparecer iluminasen simultánea¬
decisiva en la evolución de lo que pos¬ entre las reliquias de los hombres de mente los símbolos del comporta¬
teriormente alcanzaría su completo hace quinientos mil o un millón de miento social que son los ornamentos
desenvolvimiento. Este desarrollo se años, ninguna expresión explícita de y los de la expresión abstracta, lo que
encuentra, con toda probabilidad, vin¬ formas inventadas cuya función fuera corrobora la hipótesis de la vincula¬
culado al lenguaje o, al menos, al no la de lo inmediatamente utilizable ción del fenómeno artístico con la
proceso de adaptación del lenguaje sino la del símbolo. De lo cual pode¬ expresión verba!. El impulso artístico
a la formulación de lo abstracto. Los mos concluir que lo que las manos no es siempre un soporte de sentimien¬
productos del trabajo manual son, plasmaron no existió presumiblemente tos de exaltación social en sentido
junto con el sistema verbal, el más en el lenguaje y que, por lo tanto, hay amplio. No existe impulso artístico en
fiel agente de la expresión del pensa¬ que esperar a que el largo proceso estado puro, puesto que mediante él
miento. De ahí que, aunque carezca¬ de maduración del cerebro y de la se materializan en formas el senti¬
mos de testimonios directos de la cultura alcance un nivel superior para miento del poder, el amor o las viven¬
expresión verbal hasta la aparición poder encontrar en él la posibilidad cias religiosas. El arte prehistórico se
de la escritura, si tenemos en cuenta de una «expresión» propiamente dicha, revela lo mismo en un adorno que en
que tal expresión brota de las mismas una expresión pura, un símbolo. El una obra figurativa, y en ambos obe¬
fuentes cerebrales que la expresión Homo sapiens, es decir, la especie dece a las mismas reglas que mar¬
manual, nada nos impedirá deducir humana actual, alcanzó ese nivel y caron el desenvolvimiento de las artes
que lenguaje y técnica son fenómenos pudo franquear el límite hace sólo posteriores.
solidarios en la evolución humana. unos cuarenta milenios.
Es difícil determinar con exactitud
Y si, desde el comienzo, las manos El hecho más sorprendente es que la fecha exacta de esta aurora, debido
supieron exteriorizar el pensamiento el adorno (dientes taladrados, collares, en parte a que todavía no conocemos
en los gestos del trabajador manual, objetos colgantes) aparece al mismo bien la prehistoria de todas las regio¬
si consiguieron imprimir en los uten¬ tiempo que las primeras tentativas de nes del planeta y, sobre todo, a la
silios creados por ellas el recuerdo ejecución figurativa, como si los modos circunstancia de que esta fecha, en
de la búsqueda inconsciente de for de expresión que entonces pugnaban rigor, no existe como tal, tratándose

32 Estas dos estatuillas de mujer datan de la época auriña-


ciense, hace de 25.000 a 30.000 años. La primera (arriba)
mide sólo 37 mm y proviene de la región del lago Trasi-
meno (Italia). La otra, llamada Venus de Willendorf (Austria),
alcanza los 110 mm de altura.
Pocas veces representa el hombre prehistórico el rostro humano.
De ahí la importancia de los escasos ejemplos de que dispone¬
mos. Así, este guijarro grabado (arriba), del tamaño de un huevo,
descubierto en el norte de Afganistán y que al parecer data de
20.000 años antes de nuestra era. O esta cabeza de 47 mm (a la
derecha), esculpida en marfil y proveniente de Dolni Vestonice
(Checoslovaquia). Véase también la foto de la página 2.

de un momento, es decir, de un tiempo El punto de partida es excesiva¬ Los medios técnicos de que se sir¬
interior dentro del tiempo de la evo¬ mente prolongado, de modo que más vió el arte prehistórico alcanzaron
lución de la humanidad, y no de un de la primera mitad de ese periodo desde sus comienzos la cima de sus

punto exacto dentro del desarrollo trancurre antes de que tenga lugar posibilidades. Es éste un punto de
cronológico de ésta. ninguna de las grandes realizaciones capital importancia, pues nos permite
Tras una invención hay siempre en pintura y en bajorrelieve de las diferenciar categóricamente la crea¬
un inventor, y nada más que un inven¬ cavernas de Europa occidental. Du¬ ción artística de la invención técnica.

tor, pero tras un inventor se oculta rante la segunda mitad del periodo En materia de caza, de pesca, de teji¬
todo un contexto social e histórico. asistimos a una extraordinaria expan¬ do, de confección de vestidos y de
Por ello, cuando, como ocurre en el sión de las cavernas decoradas y los edificación, las técnicas sufrieron a lo
caso presente, los hechos se des¬ objetos esculpidos o grabados en largo del tiempo una lenta transforma¬
arrollan en escala de milenios y a España, Francia, Italia e incluso en los ción que las condujo hasta la época
través de pequeñas etapas, pretender Urales, centrándose hasta ahora los actual: es, por ejemplo, inimaginable
hablar de la «invención» de la pintura descubrimientos exclusivamente en la un hombre prehistórico en posesión
o de la escultura es adoptar frente al zona eurásica, desde el Atlántico de las técnicas de la construcción

problema una actitud infantil. Todo hasta los confines del lago Baikal, en aeronáutica partiendo de la base cien¬
cuanto sabemos acerca de esta «in¬ Siberia. Es indudable que llegaremos tífica que le ofrecía su sociedad.
vención» se escalona, dentro de la a descubrir en otras regiones del En cambio, este mismo hombre, al
prehistoria europea, a lo largo del pe¬ mundo las obras artísticas realizadas disponer de materias colorantes y de
riodo final de Neandertal, es decir, a lo largo de este periodo inicial, utensilios de sílex cuya capacidad de
en las postrimerías de la última etapa pero, hasta ahora, los millares de pin¬ percusión y de corte es superior a la
glaciar, durante un lapso de tiempo turas y de grabados encontrados, por de la mayoría de las herramientas
que en su punto más alejado alcanza ejemplo, en África y en Asia meridio¬ metálicas, se encontraba, como artista, 33
los cincuenta mil años y en su cota nal pertenecen a épocas más recien¬ en posesión de todas sus posibili¬
más próxima a nosotros ronda los tes, lo que, por supuesto, no les resta dades de expresión. El decurso del
nueve mil. ni un ápice de su valor y de su interés. tiempo aportará a su bagaje técnico
EL ARTE EN LA CAVERNA (cont.)

. nuevos procedimientos, como el mo-


/saico y la pintura al óleo, nuevos
UNA EXTRAORDINARIA MINIATURA colores, como los verdes y los azules,
y, finalmente, nuevos matices y
Esta magnifica cabeza de caballo relinchando, esculpida en cuerna de
variantes en la ejecución, pero esto
reno, data del Magdaleniense Superior. Descubierta en Mas d'Azil
(Francia), mide sólo 45 mm desde la punta de las orejas hasta el extremo no obsta para que, desde los primeros
del hocico. balbuceos, el primer artista pudiera
dar toda la medida de sí mismo,
Foto © S. Célébonovlc, Ginebra
mediante formas, oposiciones de colo¬
res y relieves, etc.

El arte, por ello, se encuentra desde


siempre en una situación muy dife¬
rente de la que caracteriza a la evolu¬
ción de la técnica. La inteligencia
inventiva del técnico prehistórico,
habida cuenta del bagaje material que
tiene a su disposición, alcanza el nivel
estricto que corresponde a la etapa
a que ha llegado su sociedad, en fun¬
ción del tiempo y de la situación geo¬
gráfica. Por su parte, la dependencia
del arte respecto del medio técnico y
social es de diferente orden. De ahí
que podamos encontrar en una misma
sociedad, simultáneamente o en mo¬
mentos sucesivos, obras que eviden¬
cian un dominio pleno de la expresión
junto con obras muy toscas.

El problema del Instrumental no se


planteó en el campo del grabado y de
la escultura, debido a que el sílex fue
siempre una herramienta perfecta¬
mente adecuada al trabajo sobre mate¬
riales óseos, piedras blandas y muros
de cavernas o de farallones rocosos.
Con mayor razón podemos imaginar
las facilidades con que contó la reali¬
zación de figuras de arcilla mediante
el sistema de modelado, a pesar de
que los descubrimientos de esculturas
modeladas y de bajorrelieves corres¬
ponden a una época relativamente tar¬
día, probablemente a partir de quince
mil años antes de nuestra era.

La búsqueda de efectos de relieve


es uno de los rasgos dominantes de
la evolución del arte prehistórico y,
a la larga, abarca no sólo la manipu¬
lación de materiales sólidos, sino tam¬
bién la misma pintura. Merece la
pena insistir en uno de los aspectos
más característicos de los procedi¬
mientos artísticos que se sirven de la
sustración de materia: por razones de
tipo práctico, el bajorrelieve se llevaba
a cabo únicamente en cavidades ilu¬
minadas por luz natural, debido a que
las muchas semanas necesarias para
la ejecución de las figuras habrían exi¬
gido medios muy eficaces de ilumina¬
ción en lo profundo de las cavernas.

Sin embargo, en algunas cuevas,


como la de Font-de-Gaume, en Dor-
doña (Francia), encontramos un pro¬
cedimiento expeditivo para la conse¬
cución del relieve, lo que demuestra
que ya se contaba con un saber téc¬
nico bastante considerable: la figura,
dibujada con un trazo de varios milí¬
metros de profundidad, tiene un borde
interior redondeado que, a causa de la
iluminación rasante, proporciona una
sorprendente ilusión de relieve.

El artista prehistórico nos ha legado


multitud de grabados en losas, en
huesos y en cuernas de reno, así como
objetos (por ejemplo, puntas de armas
SIGUE EN LA PAG. 39
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BESTIARIO EN LA PIEDRA. Las figuras de animales pintadas en las paredes de las cavernas del Paleolítico
revelan toda la significación que la caza tenía en la vida y la mentalidad de los hombres prehistóricos. El trazo
seguro con que se representan caballos, renos, camellos, bisontes, leones, osos y mamuts, muchas veces en
movimiento, demuestra que se trata de la obra de verdaderos artistas. En el conjunto pictórico de la gruta de
Pech-Merle, en el sudoeste de Francia, el artista se ha servido de los trazos esenciales del dibujo para
expresar la fuerza extraordinaria del mamut. En la gruta de Niaux, de la misma región, puede admirarse
este caballo salvaje (páginas centrales) realizado con líneas sobrias y expresivas.

Fotos © Jean Vertut, Paris


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i
ARTE
PREHISTÓRICO
DE ESPAÑA

Los artistas prehistóricos


han representado a menudo
figuras de cérvidos. El cier¬
vo astado de la Izquierda,
de 40 centímetros de largo,
se encuentra en la famosa
cueva de Las Chimeneas,
cerca de Santander, en
el norte de España. El
gamo pintado en rojo se
halla en la cueva de Cova-

lanas en la misma región


de Santander, que, junto
con la de Levante, es la más
rica en cuevas prehistóricas
de toda España y una de las
más Importante del mundo
en este respecto. En San¬
tander está la más famosa
de todas .las cuevas espa¬
ñolas: la de Altamira.

Fotos © Jean Vertut, Paris


EL ARTE EN LA CAVERNA (viene de la pêg. 34)

Las técnicas "tachistas" del Paleolítico

arrojadizas) decorados unas veces doña, Francia), cuyos muros están Lo mismo que en la escultura, el
con figuras geométricas simples, y cubiertos por una capa de calcita rasgo más original de la pintura rupes¬
otras (por ejemplo, propulsores de blanca llena de protuberancias granu¬ tre es la búsqueda de la tercera dimen¬
venablos) con figuras de animales muy ladas, como la superficie de una coli¬ sión. Esta búsqueda fructificó, en el
afinadas. La escultura menor, en pleno flor, lo que dificultaba la aplicación campo de la escultura, en bajorre¬
relieve, típica del arte mobiliar, está sobre ella de colorantes según los lieves iluminados con luz natural. Pero,
representada por figuras humanas y métodos habituales. al margen de ésta, existieron otras
de animales; en regiones donde el arte dos soluciones. La primera era común
Los pintores de Lascaux, hace de
de las cavernas fue desconocido, como a los diferentes procedimientos de
esto unos 15.000 años, resolvieron
Checoslovaquia y la URSS, se han pintura y grabado y consistía en el
tan grave dificultad embadurnando
encontrado centenares de pequeñas aprovechamiento de los accidentes
las paredes con el polvo colorante
figuras modeladas o esculpidas en naturales del muro-soporte, de tal
medíante un taco de piel. Esta es la
piedra blanda. Uno de los tipos más manera que el color y el trazo logra¬
razón de que el conjunto pictórico de
frecuentes de objetos esculpidos es ran hacer explícitos los volúmenes
Lascaux posea ese característico
el formado por estatuillas femeninas naturales implícitos en la conforma¬
aspecto rugoso y granulado que le es
de pronunciados contornos descubier¬ ción de la roca.
peculiar.
tas a lo largo de la vasta zona que La segunda solución consistía en la
va de los Pirineos al lago Baikal. Pero, aplicado asi, el sistema de creación de una apariencia de mode¬
No menos interesante es la evolu¬ «manchado» hubiera impedido al lado mediante variaciones en el gro¬
artista dar un contorno nítido a sus
ción de la pintura. Sabemos ya que, sor de) trazo, unas veces por supre¬
figuras, nueva dificultad que el hom¬ sión de la intensidad del color y otras
desde muy temprano, el hombre
bre de Lascaux superó con un proce¬ por un sistema de líneas de som¬
aprendió a usar materias colorantes
dimiento complementario del anterior breado. El apogeo de esta técnica lo
Desde una época que se remonta a
unos 35.000 años antes de nuestra era, y que consistía, a grandes rasgos, en encontramos en las pinturas rupestres
lo siguiente: una vez delimitada la de Altamira (Santander, España), que
el hombre prehistórico estaba en
figura que el pintor quería colorear, datan de hace unos once o doce mil
posesión de procedimientos que le
éste situaba en sus bordes una plan¬ años antes de nuestra era, y de Niaux
permitían modificar los colores de los
tilla de cascara blanda o de cuero que (Ariège, Francia). Estas obras sitúan
ocres naturales, sometiendo éstos a
movía a lo largo de la línea de con¬ a la pintura de las cavernas al nivel
la acción oxidante del fuego. De esta
torno, impidiendo así a la mancha de de las más bellas producciones artís¬
manera consiguió dominar toda la
colorante difuminarse en el muro.
gama que abarca de los amarillos a ticas del periodo histórico del hombre.
los rojos más o menos violáceos. El El procedimiento, sumamente inge¬ ¿Podemos considerar «primitivo» un
negro lo extraía del manganeso natural nioso, evidencia un dominio de las arte que, como éste, tiene tras sí
o del carbón de madera. técnicas manuales muy considerable. milenios de incubación? Reconforta

Igualmente variados eran los méto¬ La impresión que producen los grandes pensar que, en una situación tan pri¬
dos de aplicación del color: cuando conjuntos artísticos de las cavernas maria de la técnica y de la economía,
los trozos de ocre eran al mismo francesas y españolas confirma ese miles de años antes de que la agricul¬
tiempo consistentes y desmenuzables, supuesto de maestría, la absoluta cer¬ tura, la metalurgia y la escritura abrie¬
componía con ellos auténticos lápices, teza de que quienes los ejecutaron ran paso a las civilizaciones de la Anti¬
que, una vez tallados y punteados, le fueron auténticos artistas especializa¬ güedad, el hombre supo encontrar los
servían para decorar las superficies dos que consagraban gran parte de su medios para expresar la plenitud de su
llanas. Los colorantes duros eran pul¬ actividad a la realización de estos pensamiento artístico y, con ello, la
verizados por frotación sobre una grandes santuarios subterráneos. plenitud de su humanidad.
loseta de piedra rugosa. El polvo obte¬
nido mediante este procedimiento, o
bien a partir de materiales en estado
pulverulento, era aplicado de dife¬
rentes maneras, adecuadas cada una
de ellas a la naturaleza del soporte y
en función del efecto que, en cada
caso, buscaba el artista. El color se
aplicaba, en un punteado más o
menos denso, con la yema de un dedo
o con el extremo de una varita.

Por su parte, las líneas continuas


eran trazadas unas veces con proce¬
dimientos semejantes y otras con el
concurso de auténticos pinceles. Hubo
una técnica muy singular, destinada
a las superficies que presentaban más
resistencia al artista. El caso más nota¬
ble es el del conjunto pictórico prin¬
cipal de la gruta de llascaux (Dor-

Grabado rupestre cerca del lago


Onega (URSS). Eran muchas las <£
tribus neolíticas que vivían en las é
islas y en las riberas de este lago,
donde dejaron vestigios de sus
utensilios, sepulturas, etc., asi como
s
öl
39
numerosas figurillas de animales o
(sobre todo de cérvidos) grabadas g
en la roca.
Cuando el hombre
se separó de los
demás primates

poides. Pero yo soy antropólogo, lo por ejemplo, no se fosiliza, cosa que sí


por John R. Napier
cual quiere decir que el hombre cons¬ ocurre, en cambio, con sus accesorios
tituye el tema central de mis estudios. extracorporales.
No es pues de extrañar que lo que Pueden hallarse pruebas de una
primordialmente me Interese sea economía de caza en los lugares de
la aparición de los rasgos estructura¬ habitación (o «pisos») del hombre pri¬
les y funcionales con que caracteri¬ mitivo; lo mismo cabe decir de la fa¬
zamos al hombre actual. Dicho esto, bricación de útiles. Así como el lu¬
creo que debemos poner en claro gar donde se ha realizado una gira
nuestras ideas y decidir qué es lo que campestre puede revelar a un investi¬
buscamos al estudiar los fósiles de gador inteligente todo cuanto nece¬
primates. sita saber sobre la condición social
y las costumbres de quienes han par¬
Mam A historia del hombre y de Ante todo tenemos que establecer
cuáles son nuestros criterios y selec¬ ticipado en ella, los pisos de habita¬
sus antepasados es como una obra de
ción del hombre primitivo, con sus
teatro en la que el personaje clave no cionar aquellos rasgos privativos del
hombre actual que pueden calificarse fogones, sus restos de animales, sus
aparece sino en la última escena. Pero
de características diferenciales. pinturas rupestres, sus sepulturas,
cuando por fin hace su entrada, el
etc., pueden ser leídos e interpretados
público, basado en lo que ha suce¬
Podríamos escoger un sinnúmero por los arqueólogos.
dido antes, tiene ya una idea cabal de
de características, pero si se tiene en
cómo va a ser. Por desgracia, los antecedentes del
cuenta que el material básico para
hombre que tratamos de investigar
Afirmar que el hombre es el nuestro estudio se limita a huesos y
abarcan millones de años y se remon¬
personaje «clave» en el drama de dientes fosilizados, nuestra posibilidad
tan a una época en la que no existían
la evolución de los primates responde de elección es en extremo restringida.
suelos habitados ni artefactos. Aparte
a un criterio perfectamente unila¬
El habla y el lenguaje son las carac¬ de la prueba material de la existen¬
teral. No hay duda alguna de que cia de utensilios de piedra o de hueso
terísticas humanas más sobresalientes,
si el presente artículo lo hubiera es¬
pero, por desgracia, no dejan huellas que completan nuestra comprensión
crito una jirafa, por ejemplo, al en los huesos fosilizados. Pueden de la habilidad manual del hombre,
hombre se le asignaría un papel de no podemos basarnos con mucha cer¬
utilizarse todo tipo de argumentos
mínima importancia, probablemente de
para deducir que el lenguaje evolu¬ teza en las pruebas de un «comporta¬
«malo», en semejante drama. Es natu¬
cionó en tal o cual época, pero no hay miento fósil». ¿Cuáles han de ser
ral que el ser humano adopte un crite¬
el menor rastro de comprobación pues nuestros criterios?
rio antropocéntrico respecto de la
científica de semejante deducción. Cuando pensamos en el hombre y
evolución de los primates, pero ello
no significa que sea incapaz.de pen¬ La capacidad de hablar se basa, lo comparamos con los seres no hu¬
sar de otra manera. primeramente, en la forma y la mus¬ manos, uno de los primeros rasgos en
culatura de la boca, la lengua, el pa¬ que paramos mientes es que aquél se
Muchos de mis colegas, por ejem¬ mantiene erecto y camina con dos pier¬
ladar, la faringe y la laringe; y, en se¬
plo los zoólogos, se interesan princi¬ nas. Pero ello no constituye ni siquiera
gundo lugar, en los centros de la
palmente en estudiar los antecedentes de manera aproximada una definición
corteza cerebral que controlan la ac¬
de los primates no humanos, como suficientemente precisa que excluya a
tividad muscular de las susodichas
los lémures, los monos y los antro- los muchos primates no humanos erec¬
partes «blandas». Aunque se han for¬
mulado muchas hipótesis ingeniosas, tos y bípedos. Tampoco excluye, por
no sabemos de ninguna que pueda ejemplo, a los osos.
ayudarnos a reconocer la capacidad Para elaborar un criterio más exacto
JOHN R. NAPIER es director de la sección de hablar a partir de los huesos debemos recurrir a nuestros conoci¬
de biología de los primates del Queen Eliza¬ fósiles. mientos sobre la biomecánica de la
beth College, Universidad de Londres. Gran
marcha humana. La locomoción del
especialista en anatomía de los primates no Existen toda una serie de fenóme¬
humanos, ha dirigido también el programa hombre es una cuestión sumamente
nos culturales que podríamos conside¬
de biología de los primates en la Smithso¬ compleja.
nian Institution de Washington. Ha escrito rar como características importantes

40 varias obras sobre los orígenes del hombre,


entre las que cabe destacar A Handbook of
del hombre, pero tampoco podemos
basarnos en ellos porque no dejan
No es éste el lugar más apropiado
para atiborrar al lector con detalles
Living Primates (Londres, 1967), The Origins
tras sí prueba material alguna de su técnicos; baste pedirle que acepte la
of Man (Nueva York, 1969) y The Roots of
Mankind (Washington, 1970). desenvolvimiento. El comportamiento, conclusión simplificada, pero no por
SIGUE EN LA PÄG. 42
I
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Wit

, * ¥ a

Este dibujo está tomado de la segunda edición del libro de Carlos Darwin The Descent of Man ^1
(El origen del hombre), publicada en Londres en 1883. El simio de aire triste responde al curioso T" I
nombre de Semnopithecus rubicundos. Darwin, explicando la sorprendente disposición del pelo
en términos de selección sexual, escribía: "Es inconcebible que una disposición como ésta pueda
ser de ninguna utilidad práctica".
La herencia arbórea
del hombre
A la existencia arbórea de sus antecesores

debe el hombre la movilidad de su mano,


ei carácter oponible de su dedo pulgar y la
postura erecta de por lo menos la parte
superior de su cuerpo. El gibón actual (a la
izquierda) se columpia todavía alegremente
de un árbol a otro. En cambio, el gorila (a la
derecha) vive, como el hombre, esencial¬
mente en el suelo, si bien sus miembros
inferiores no se han adaptado a la locomo¬
ción verdaderamente bípeda y sigue apoyán¬
dose al andar en los nudillos de sus dedos.

Gracias a las mutaciones producidas en la


pelvis, el hombre y sus antepasados adopta¬
ron la locomoción bípeda a zancadas, más
apta para la vida en el suelo. El dibujo de
la derecha nos muestra la zona pelviana del
Australopithecus comparada con la del chim¬
pancé.

CUANDO EL HOMBRE SE SEPARO DE LOS PRIMATES (Viene de la pág. 40)

El triunfo irresistible del cerebro humano

ello menos válida, de que el hombre cuerpo. La percepción sensorial que razón que no comprendemos plena¬
actual tiene una manera única de ca¬ se obtiene a través de esas dos pe¬ mente todavía, con la Inteligencia.
minar a pasos largos. En este tipo de queñas zonas corporales proporciona Pese a todo, el tamaño del cerebro
marcha intervienen los músculos y las la base neurológica para el tipo de
es una guía valiosa para el paleon¬
articulaciones de la columna vertebral, habilidad propio de quien fabrica un
tólogo que trata de seguir la huella
la pelvis, la pierna y el pie en una reloj, de quien realiza una operación del hombre a través del tiempo.
serie complicada y precisa de movi¬ de cirugía plástica o de quien monta Desde las primeras épocas prehuma-
mientos integrados. Se trata de una un sistema de microcircuitos.
nas hasta el florecimiento final de la
locomoción en la cual el apoyo se Hace algún tiempo, con el fin de familia humana cristalizado en la
efectúa con el talón y los dedos. disponer de un medio para evaluar la especie Homo sapiens, se observa
Tenemos así la posibilidad de esta¬ precisión de los primates en el acto de una tendencia constante al aumento
blecer la primera característica diferen¬ aprehender, propuse una sencilla re¬ del volumen cerebral. Tal es la base
cial: el hombre se mantiene en una lación llamada «escala de oponibili- de la tercera característica diferencial,
posición completamente erecta y su dad» para expresar las longitudes rela¬ que puede expresarse de la manera
locomoción es habitualmente bípeda y tivas del índice y del pulgar. La escala siguiente: el hombre tiene un cerebro
a grandes pasos. de oponibilidad en el hombre es de 65, ancho y redondeado cuyo volumen,
en el chimpancé de 43, y en el mandril que guarda relación con el tamaño
El segundo rasgo que despierta
nuestra atención es la habilidad de la o zambo, que es el que más se parece de su cuerpo, puede exceder de
al hombre en este aspecto, de 57. De 1.400 cm*. (Véase el gráfico de la
mano humana dotada de una capacidad
modo que ya podemos señalar la pág. 45.)
ilimitada y de una delicadeza exquisita
pero que al mismo tiempo posee una
segunda característica diferencial: el Finalmente, advertimos que el hom¬
hombre posee un pulgar oponible cuya
fuerza alarmante (tanta que puede hen¬ bre posee dientes pequeños y regu¬
der un ladrillo en dos con un golpe longitud es aproximadamente el 65 por lares, dispuestos en elegante forma
ciento de la longitud del índice. parabólica a lo largo de ambas man¬
de karate o desgarrar una guía urbana
de teléfonos). El tercer rasgo que caracteriza al díbulas. Los dientes humanos, igual
El componente esencial de la mano hombre es su cerebro grande y que los de todos los primates vivos,
humana es su pulgar oponible a los redondeado. Ahora bien, es evidente son de cuatro tipos: incisivos, caninos,
demás dedos, lo cual le permite apre¬ que el cerebro no se fosiliza, de modo premolares y molares. Los de ambas
que debemos conformarnos con de¬ mandíbulas suman en total 32, número
hender objetos con fuerza o con deli¬
ducciones basadas en el estudio de los característico de todos los monos del
cadeza. El pulgar oponible constituye,
por tanto, una característica obvia, cráneos fosilizados. Por desgracia, a Viejo Mundo pero no de los prosímios
del Nuevo Mundo.
pero, desgraciadamente, no es priva¬ partir del examen de un cráneo no hay
tiva del hombre: todos los monos ac¬ manera de determinar la naturaleza del A diferencia de los monos antro¬
tuales del Viejo Mundo poseen pul¬ cerebro, aparte su forma y su tamaño. pomorfos, los dientes del hombre tie¬
gares oponibles. Pero el tamaño, en sí mismo, es nen más o menos la misma longitud;
De ahí que, nuevamente, tengamos un indicio que puede inducir a error los caninos, que en los antropoides
que recurrir a nuestro conocimiento de debido a que varía según las especies. son dientes masivos, alargados y sa¬
la anatomía funcional de la mano huma¬ Por ejemplo, entre las poblaciones lientes, en el hombre son pequeños,
na para orientar correctamente nues¬ humanas actuales el volumen del cere¬ cortos y separados. Los molares huma¬
tras investigaciones. Pues bien, la ca- bro oscila entre 950 y 2.000 centímen- nos tienen un borde bajo y redondeado
oacidad aue tiene el hombre para asir tros cúbicos. El volumen medio es de en contraste con la punta aguda y
con precisión es mucho mayor que la 1.400 cm3 aproximadamente. El tama¬ saliente de los molares de los monos.
42 de cualquier mono; cuando aquél se ño del cerebro está en relación con El tercer molar del hombre, en ambas
sirve de su índice y de su pulgar para la talla del cuerpo los animales mandíbulas, es a menudo pequeño
asir con precisión, pone en juego las más grandes tienen un cerebro de y frecuentemente ni siquiera existe,
dos partes más sensibles de todo su mayores dimensiones y, por alguna en tanto que en los antropoides el
1 1\'"

Oh

tercer molar es a menudo el más damente y presentan tantas carac¬ dos de los otros dedos y que, en
grande de los tres. terísticas físicas similares que para algunos primates, son oponibles a
Existen muchas otras diferencias una persona lega en la materia resulta ellos.

pero estas pocas bastan para expresar difícil distinguirlos, aun comparándo¬ 2. Sustitución de las garras aguza¬
la cuarta característica diferencial en los en un parque zoológico. das por las uñas planas, paralelamente
los siguientes términos: los dientes El hombre tiene una doble herencia al desarrollo de yemas sensitivas en la
del hombre son pequeños y están ecológica. Sus primeros antepasados punta de los dedos.
dispuestos en forma parabólica a lo eran criaturas de vida arbórea que 3. Acortamiento del hocico junta¬
largo de las mandíbulas; el tercer se habían adaptado perfectamente mente con una reducción del aparato
molar es el más pequeño de la serle para moverse, alimentarse, aparearse nasal y de tas funciones olfativas.
y los caninos no son salientes. y dormir entre las frondas de los
4. Punto de convergencia de los
Con estas características ya pode¬ bosques tropicales. Sus antepasados ojos situado delante del rostro, unido
mos seguir la huella del hombre en posteriores habitaban en el suelo y al desarrollo de la visión tridimen¬
nuestro viaje al pasado. Viaje que se pasaban su vida en bosques y pra¬ sional.
asemejará al efectuado por tren entre deras tropicales compitiendo con las
5. Cerebro relativamente grande en
dos ciudades que se hallen a varios mirladas de mamíferos terrestres,
entre los cuales se contaban los
relación con el tamaño del cuerpo.
miles de kilómetros de distancia. La
grandes carnívoros de presa. Estas 6. Posición erecta que en algunos
mayoría de los sistemas de comuni¬
dos etapas son complementarias: primates se limita a la parte superior
cación ferroviaria son muy compli¬
sin ese pasado de vida arbórea del cuerpo pero que en otros com¬
cados; tienen numerosas estaciones
no habría podido sobrevivir en el prende el cuerpo entero.
de empalme, cambios de vía, ramales
suelo. La familia eocénlca de los Adapidas,
y estaciones terminales, de modo que
debemos estar constantemente aten¬ (formada por los géneros Notharctus y
Smilodectes), de apariencia lemu-
tos para no desviarnos por líneas
roíde, posee la mayoría de estas
hace tiempo abandonadas, que no
características propias de la vida
conducen a ninguna parte y terminan
arbórea; las uñas sustituyeron a las
en un tope enmohecido. Bill hombre no posee la lige- garras y se desarrollaron yemas
Se trata de un peligro real puesto raza del impala ni la energía mortífera sensitivas en la punta de los dedos,
que la evolución entraña frecuente¬ de los leopardos y leones; pero a los ojos eran convergentes y se
mente un cierto mimetismo en virtud lo largo de su vida arbórea adquirió acortó el hocico, el cerebro era rela¬
del cual aparecen de pronto rasgos aptitudes que eran Infinitamente más tivamente grande y el modo de loco¬
similares en tipos que no tienen valiosas. Podía correr por el suelo y moción entrañaba una posición erecta
relación entre sí o están relacionados trepar a los árboles; podía evitar los de la parte superior del cuerpo, mien¬
de manera muy remota. Ya hemos peligros gracias a maniobras sutiles tras que en la parte inferior las cade¬
visto, por ejemplo, que la locomoción inconcebibles para los animales de ras y las rodillas estaban fuertemente
bípeda no es un atributo exclusivo del presa dominados por sus instintos; y dobladas en ángulo.
hombre. Más que de mimetismo debe gracias a la liberación de sus manos Este último rasgo merece particu¬
hablarse aquí de paralelismo. Pues podía emplear armas y útiles para pro¬ lar atención, dado que la posición
bien, la teoría que ese paralelismo tegerse y obtener alimentos. Las manos erecta es una de las características
implica afirma que, dado un conjunto eran mucho más eficaces que las pezu¬ diferenciales que buscamos. Una
de condiciones ambientales, los ani¬ ñas de sus rivales ungulados. Por pa¬ postura similar aparece en ejemplares
males que tienen una ascendencia radójico que parezca, la supervivencia
posteriores como el Necrolemur, pri¬
común tienden a evolucionar de ma¬ del hombre como primate que vive mate primitivo de Europa, y el Hemia-
nera similar. en el suelo se debió enteramente a
codon, de los Estados Unidos.
su herencia de vida arbórea.
El mejor ejemplo de paralelismo en La siguiente etapa reconocible en la
la evolución de los primates es el Las características arbóreas pueden historia de los fósiles se sitúa dentro
de los proslmios del Nuevo y del
Viejo Mundo, los cuales tienen en
resumirse brevemente como sigue:
de la época geológica conocida con el 43
1. Movilidad de las manos y los pies nombre de Oligoceno. Hasta ahora no
común un antepasado que vivió hace y, en particular, del pulgar y el dedo se ha podido probar la relación entre
unos 40 millones de años aproxima gordo del pie que están muy separa los primates del Oligoceno y los del
SIGUE A LA VUELTA
CUANDO EL HOMBRE SE SEPARO DE LOS PRIMATES (cont.)

La larga carrera de relevos de la humanidad

Eoceno, anteriores. La mayor parte de que a los del hombre, pero no son manera se abrieron nuevos horizontes
la información de que disponemos tan totalmente especializados como a nuestros antepasados remotos y se
sobre aquellos proviene de la región para que no pueda imaginarse una re¬ crearon las posibilidades para que
de El Fayum, en Egipto, que en otro versión evolutiva a la forma de los evolucionaran hacia las características
tiempo estuvo cubierta por una espesa dientes humanos. diferenciales de la humanidad.
selva tropical. El mioceno fue una época de In¬ Actualmente se considera que el
Hace unos 25 o 35 millones de años, tensa actividad volcánica, de formación antepasado más antiguo del hombre
El Fayum fue el hogar de una extra¬ de valles de dislocación y de monta¬ fue una criatura llamada Ramapithe¬
ordinaria variedad de criaturas del ñas. Una de las consecuencias de esta cus, encontrada en el noroeste de la
tipo del mono y del antropoide. Algu¬ actividad orogénica y del enfriamiento India y en el Africa oriental. Las prue¬
nos, como el Parapithecus, estaban paralelo de la superficie de la tierra bas materiales de que disponemos
probablemente llamados a convertirse que venía produciéndose constante¬ para afirmar su humanidad potencial
en verdaderos monos; otros, como el mente desde el comienzo de la era son pocas, pues consisten apenas en
Aeolopithecus, en semiantropoides terciaria, fue la extensión de las pra¬ mandíbulas y dientes, pero, aun así,
como el gibón; y otros, como el Aegyp¬ deras a expensas de los bosques. Las son muy' reveladoras.
topithecus, en verdaderos antropoides praderas ofrecieron nuevas oportuni¬ El Ramapithecus tiene dientes muy
como el chimpancé y el gorila. dades de evolución a una gran varie¬ parecidos a los del hombre y despro¬
Se ha sugerido incluso, sin ninguna dad de mamíferos, entre ellos a la po¬ vistos de las características dentales
certidumbre desde luego, que una blación creciente de primates. de los primates que podemos observar
de esas criaturas, llamada Propliopi- Como es obvio, algunas razas de en el Aegyptopithecus Zeuxis y en el
thecus, constituye el miembro más primates, y entre ellos los antepasados Proconsul africanus. El arco dental es

antiguo que se conoce del linaje del hombre y los del mandril actual, redondo, los caninos son pequeños y
humano. Tanto el Propliopithecus reaccionaron al desafío que plantea¬ los molares no aumentan progresiva¬
como el Aegyptopithecus, de los que ban los cambios del medio. De esta mente de tamaño hacia los extremos

sólo nos han quedado dientes y man¬


díbulas, muestran algunas de las
características que anticipan la condi¬
ción peculiar del hombre. El Aegypto-
pithecus, si bien posee ciertos rasgos
dentales similares a los del hombre,
tiene otros que recuerdan mucho a
los antropoides posteriores. Esto
plantea una cuestión importante: la
relación entre el hombre y el antro¬
poide. El probema principal consiste
en saber cuál es el grado de esa
relación y cuándo se separan la línea
de los antropoides y la del hombre.

. por lo menos cua¬


tro tesis o escuelas que sitúan esa
bifurcación, respectivamente, en una
época más reciente, en una reciente,
en una antigua y en una más antigua.
Personalmente me inclino por la
segunda de ellas, pero hay ciertos
argumentos en favor de la tercera, la
cual sostiene que la filogénesis del
hombre se remonta al Propliopithecus
de hace unos 30 millones de años. MUSGAÑOS

La tesis sobre la bifurcación reciente


toma como punto de partida una es¬
TARSIUS
pecie del Mioceno Inferior, encontrada
en Kenia (Africa oriental), llamada Pro-
consul africanus o algo por el estilo.
Sabemos algunas cosas acerca de su
marcha, su cráneo y sus dientes. Su
locomoción era cuadrúpeda, por lo
cual no se advierte ningún indicio parti¬
cular de una futura marcha bípeda; las
manos se asemejan a las del hombre
por sus proporciones pero no existen
pruebas de que poseyeran una gran
habilidad para asir con precisión; la
escala de oponibilidad del pulgar y del
Dibujo © W. Mowells
índice se ha calculado en 56.

El cerebro es aun primitivo pero bas¬ UNA OBRA MAESTRA DE LA NATURALEZA


44 tante grande en relación con el ta¬
maño del cuerpo, y los dientes igual La evolución ha proporcionado al hombre unas manos de sorprendente destreza, en las
que los del Aegyptopithecus se ase¬ que se conjugan la fuerza y la precisión. Este dibujo es una combinación de otros dos
mejan más a los del antropoide publicados en el libro de W. Howells Mankind in the Making, Nueva York, 1959.
CAPACIDAD
CRANEANA
(cm')

I5ÓOi- LA EVOLUCIÓN DEL


HOMO SAPIENS
CEREBRO HUMANO
Tres millones de años
de crecimiento

OOO

HOMO ERECTUS

HOMO HABILIS ^+*<

AUSTRALOPITHECUS ^
A - -*"
500

1.75 0.7 0.2


millones de años O

El gráfico muestra cómo el crecimiento de su capacidad craneana ha hecho del hombre


moderno un «intelectual». Para que la comparación sea más fácil, los restos fósiles del
Homo habilis aparecen superpuestos a los contornos de un cráneo humano actual.

Al Homo habilis sucedió en la his¬ No se sabe exactamente dónde ni


del arco, como sucede con los monos
antropomorfos. El Ramapithecus vivió toria de los fósiles el Homo erectus cómo el Homo erectus entregó al
hace unos 12 o 14 millones de años, del sudeste asiático (Java), de Asia Homo sapiens el «testigo» en la carrera
(China), de Europa (Alemania occiden¬ de relevos de la humanidad. Puede
pero es obvio que la evolución de sus
antepasados pudo iniciarse varios tal) y de Africa oriental y septentrional. que ello sucediera en diferentes partes
millones de años antes. El primer Homo erectus, el de Java, de la tierra, en épocas distintas y de
tenía un cerebro mayor que el del Homo modo diverso, pero nada se sabe en
La siguiente etapa reconocible de la habilis (935 cm3 y 656 cm3, respectiva¬ concreto acerca del grupo de hombres
filogénesis humana comenzó, al pare¬ mente); en las últimas manifestacio¬ primitivos que dio por primera vez
cer, hace unos cuatro o cinco mi¬ nes de estas especies, la de Pekín, por ese paso.
llones de años. Existen pruebas frag¬ ejemplo, el cerebro alcanzaba el ta¬ Con la evolución del Homo sapiens,
mentarias de que criaturas prehumanas maño sin precedentes de 1.225 cm3. A cuyo inicio se ha fijado en una época
pertenecientes al género Australopi¬ pesar de su gran volumen cerebral, el situada entre los 250.000 y los 400.000
thecus vivían en Kanapoi y Lothagam, Homo erectus poseía un cráneo de años, está a punto de terminar el viaje
dos regiones de Africa oriental. Hemos forma primitiva fácilmente reconocible.
encontrado huellas de esos semihom¬
del que hablábamos al principio y
Se supone que su marcha era bí¬ entramos ya en los suburbios de la
bres, dos millones de años más tarde,
peda y a grandes pasos. No se sabe ciudad. La mayoría de nosotros pode¬
en las proximidades del lago Rodolfo,
mos comenzar a ponernos los abrigos
en Africa del Sur y en la Garganta de qué forma tenían sus manos, de modo
que el único indicio para juzgar de su y a recoger el equipage de mano. El
Olduvai (Tanzania), que es donde se
habilidad son los útiles que fabricó. maquinista ha interpretado correcta¬
mostraron más prolíficos.
Generalmente pertenecen a la clasifi¬ mente las señales, el guardavías ha
Los australopitecus son considera¬ cumplido su trabajo. Se acabaron las
cación de «utensilios de fuerza», que
dos generalmente como próximos al preocupaciones.
eran artefactos de piedra de construc¬
hombre. Técnicamente, en virtud de las
ción sencilla, destinados a tareas rela¬ Mejor dicho, se acabaron para algu¬
curiosas reglas de la antropología con¬
tivamente primitivas como matar y des¬ nos, no para todos. Las complejidades
temporánea, no están calificados para
pellejar animales, cortar madera y ma¬ del sistema suburbano tienen que
recibir con pleno derecho el título de
chacar vegetales. Se ha comprobado ser vencidas todavía, y a ciertos espe¬
seres humanos, pero algunos de nos¬
experimentalmente que estos útiles cialistas esta parte del viaje les preo¬
otros sostenemos la tesis de que el
pudieron muy bien construirse y utili¬ cupa profundamente. Son los expertos
género zoológico Homo hizo su pri¬ zarse a falta de una capacidad en el Incremento de la agricultura, la
mera aparición en la Garganta de Ol¬
desarrollada de la mano para asir ciudadanía, los sistemas sociales y
duvai hace 1.750.000 años. Su modo
con precisión. políticos, la diseminación de la pobla¬
de vida parece haber sido el de una
criatura que se alimentaba de carroña,
ción y el entrecruzamlento de los
Hubo quizá un aumento del tamaño genes, procesos que nos están condu¬
perseguía la caza menor y fabricaba del cerebro que Impulsó el mejora¬
utensilios.
ciendo lenta pero inexorablemente a
miento evolutivo de la mano, pero tal la unificación de la humanidad en una
El Homo habilis, como suele lla¬ vez el fenómeno se produjo a la in¬
sola entidad biológica y cultural.
marse a este hombre primitivo, tenía versa. De todos modos, parece suma¬
una locomoción bípeda y probable¬ mente probable que la complejidad del Sólo cuando el tren llegue a la pa- .
mente de pasos largos; su cerebro era cerebro, la capacidad de precisión de rada final de la estación, en alguna ñn
todavía pequeño en relación con las la mano y la evolución de las «herra¬ fecha futura,, tomarán esos expertos ~w
normas actuales (gráfico de arriba) pe¬ mientas de precisión» estuvieran ínti¬ sus sobretodos y maletines para des¬
mamente relacionadas entre si. cender.
ro mayor que el de sus predecesores.
Los primeros
" conquistadores "
de América por Juan Comas

¿D'E dónde procedían los es naturalmente muchísimo menor que resultado de diversas inmigraciones,
primitivos habitantes del continente la atribuida a otras formas más primi¬ con cuatro tipos raciales distintos: unas
americano? ¿En qué momento se inició tivas : Homo erectus y Homo nean- efectuadas por el estrecho de Bering
su inmigración? Son éstas cuestiones derthalensis. (mongoles y esquimales) y otras a
previas que deben resolverse antes de través del Pacífico (australoides y ma¬
Aunque desde hace muchos años
intentar determinar las características layo-polinesios). Apoya Rivet su tesis
la cuestión es objeto de apasionadas
biológicas y culturales de esos prime¬ no sólo en determinados caracteres
discusiones, no tenemos testimonios
ros pobladores. métricos y somáticos de ciertos gru¬
convincentes sobre la supuesta pre¬
pos que habitaron la zona meridional
Plantear las cosas de esta manera sencia en la América precolombina
de América del Sur, y de otros loca¬
supone implícitamente rechazar la de fenicios, hebreos, etruscos, egip¬
lizados en Lagöa Santa (Brasil), Pe-
creencia, muy generalizada a fines del cios, sumerios y arios. Tampoco se
ricus (Baja California), Punín (Ecua¬
siglo pasado y primeras décadas del sabe nada seguro acerca de la exis¬
dor), etc., sino también en analogías
actual, de que la evolución humana tencia de la fabulosa Atlántida, como
culturales y lingüísticas con algunas
pudo tener lugar plenamente en el hipotético lugar de procedencia de los
poblaciones de Oceania.
Nuevo Mundo y, en consecuencia, que aborígenes americanos. Los últimos
sus comienzos datan como en el descubrimientos de la ciencia antropo¬ Para A. Mendes Correa, la Inmigra¬
Viejo Continente de hace muchos lógica no abonan la existencia de tales ción del elemento humano australo-tas-
centenares de miles de años. Así pien¬ supuestos inmigrantes. manoide se llevó a cabo a través de la
san los sostenedores de la llamada
Ha habido autores que aceptaban
Antártida, y no del Pacífico, apro¬
«tesis autoctonista», basada en el ha¬ vechando el rosario de islas y archi¬
como un hecho evidente la homoge¬
llazgo de algunos restos óseos ame¬ neidad biológica de los amerindios. Es piélagos enclavados entre Tasmania y
ricanos erróneamente atribuidos a ho¬
el caso de Antonio de Ulloa, de Samuel
Tierra del Fuego. Y, en efecto, se ha
mínidos menos evolucionados que el demostrado la existencia en la Antár¬
G. Morton, de Timothy Flint y, en el
Homo sapiens y descubiertos en ca¬ tida de un clima templado, sin hielos
siglo XX, de Hrdlicka y Keith, entre
pas geológicas consideradas, también glaciares, entre 15.000 y 6.000 años
otros. Se generalizó así la creencia
erróneamente, como mucho más anti¬ de que «visto un indio de cual¬
a. C. Claro que la hipótesis migratoria
guas de lo que son en realidad. de Mendes Correa carece de pruebas
quier región, puede decirse que
se han visto todos en lo que
arqueológicas que la confirmen, y re¬
Contra tal creencia milita el hecho de
sulta evidentemente muy difícil, quizá
que en América sólo se conocen fó¬ toca al color y a la contextura». Se
imposible, obtenerlas teniendo en
siles de lemúridos correspondientes a partía de la idea de que los poblado¬
res del Nuevo Mundo fueron exclusiva¬ cuenta el casquete de hielo perma¬
princípos del Terciario (Eoceno), o nente que hoy cubre esas tierras.
sea de los primates menos evolucio¬ mente mongoloïdes de origen asiático,
nados. Como especies vivas existen que llegaron a través del estrecho de Según Imbelloni, no es posible
únicamente los monos platirrinos. En Bering en épocas distintas, iniciándose comprender la evolución humana de la
cambio, no hubo, ni hay, monos cata- su migración hace veinte o veinticinco América precolombina en sus aspec¬
mil años. tos somático y cultural si no se tiene
rrínos ni antropoides.
En esta hipótesis las variaciones en cuenta la aportación de los pueblos
En cuanto a los que en el lenguaje del sureste asiático. Sostiene este
morfológicas (y también culturales)
de la evolución llamamos prehomíni- autor que hubo una inmigración de
observadas entre los amerindios se
dos y homínidos, antecesores del Ho¬ siete tipos raciales distintos: tasma-
explican, en parte, como resultado del
mo sapiens, son también desconoci¬ noide, australoide, melanesoide, pro-
dos en América, contrariamente a lo distinto grado de evolución biológica
de cada una de las migraciones llega¬ toindonesio, indonesio, mongoloïde y
que ocurre en África, Asia y Europa. esquimal.
das en el transcurso de los milenios a
Todos los restos óseos prehistóricos
descubiertos en el continente ameri¬ través del noreste asiático y, en parte, Más recientemente (1951) hizo Bird-
por la influencia que el medio ambiente sell la crítica de las contradictorias
cano pertenecen, sin discusión, al hom¬
ejerció en las distintas regiones donde opiniones polirracialistas sobre el po-
bre actual, cuya antigüedad evolutiva
se establecieron.
blamiento de América expuestas por
Otros investigadores, por el contra¬ SIGUE EN LA PAG. 48

JUAN COMAS, antropólogo de reputación rio, opinan que desde tiempos muy
internacional nacido en España y de nacio¬ remotos conviven en América grupos
nalidad mexicana, es profesor de antropología humanos con variadas características El cuadro muestra los diferentes ani¬
de la Universidad Nacional Autónoma de
somáticas y, en consecuencia, de di¬ males salvajes que vivieron en América
México y ¡efe de la sección de antropología
desde hace 40.000 años hasta hace
de la misma, donde dirige también los Im¬ versas procedencias. Sin embargo, los
portantes Anales de Antropología, una de las sostenedores de esta tesis «polirracia- 10.000. Obsérvese que «gigantes» tales
mejores publicaciones periódicas en caste¬
lista» se muestran unánimes en reco¬
como el mamut y el camello, que abun¬
llano sobre la materia. Ha sido durante largos daban en esa época, han desaparecido
años vicepresidente de la Union Internacio¬ nocer el predominio de un elemento por completo del continente. Manadas de
nal de Ciencias Antropológicas y Etnológicas mongoloïde que en distintas etapas caballos lo recorrían ya 38.000 años
y actualmente lo es del Comité Internacional fue llegando al continente desde el antes de nuestra era. Algunas de fas
para la Normalización de las Medidas Antro¬
noreste de Siberia a través del estre¬
46 pológicas. Formó parte de las comisiones de
expertos sobre cuestiones raciales nombradas cho de Bering.
armas
cazadores
arrojadizas que utilizaban
prehistóricos para la caza
los

por la Unesco en 1949 y en 1955. En la mayor (a la derecha) han aparecido


bibliografía de la pág. 71 se Incluyen algunas Para Paul Rivet, la población indí¬ clavadas en los huesos fósiles de algu¬
de las numerosísimas obras que ha escrito. gena de la América precolombina es el nos animales.
CAZA MAYOR PROYECTILES
CULTURAS FECHAS
TALLADOS

de
10.000

7.500

Bisonte de grandes cuernos

F0LS0M 11.000

9.000

Bisonte de grandes cuernos

Mamut

LLANO 15.000

11.000

de
SANDIA 25.000 (?)
a

12.000

Caballo

Raspadores
ÉPOCAS de
38.000 C)
ANTE¬
20.000 (?)
RIORES Caballo

Mamut

Tigre diente-dé!8ableT (Maquerodo)

Dibujo © Editions du Seuil, Paris, tornado de Les Indiens », de Peter Farb


LOS PRIMEROS « CONQUISTADORES » DE AMERICA (Viene de la pág. 46)

Bering, el Pacífico, la Antártida: las puertas primitivas de America

diversos autores, afirmando por su Para Estados Unidos, por ejemplo, cia el sur fueron más tardíos ? ¿O bien
parte que América se pobló gracias a tenemos las siguientes fechas de entraña el reconocimiento de que las
una oportación dï-hibrïda a base de poblamiento: Lewisville (Texas) con posibles inmigraciones a través del
mongoles y «amurianos» o caucasoi- antigüedad aproximada de 33. OCX) años Pacífico o de la Antártida fueron pos¬
des arcaicos, procedentes también del a. C; Isla de Santa Rosa (California) teriores a las de Bering y, en conse¬
noreste asiático. con 27.650±2.500 a. C; La Jolla (Cali¬ cuencia, de que América del Sur fue-
fornia) con 19.500±700 a. C. ; Gypsum poblada con un retraso de milenios
Como prueba de este doble origen, Cave (Nevada) con 8.505±340 a. C; respecto de la América septentrional?
aduce este autor haber encontrado Plainview Site (Texas) 7.883±500 a.C; He aquí una cuestión que por nuestra
rasgos «amurianos» en amerindios Allen Site (Nebraska), 6.274±500 a.C. parte sigue sin respuesta adecuada,
contemporáneos: entre los cahuillas (Los signos ± delante de las cifras en espera de investigaciones y descu¬
del interior de la Baja California y en¬ correspondientes indican el margen de brimientos nuevos.
tre los yuki y pomo de la costa califor- aproximación en más o en menos
niana septentrional. Por el momento, la fecha más anti¬
respecto de las fechas indicadas).
gua de poblamiento conocido, entre los
Pero, a decir verdad, si los amerin¬ Desde el inicio de las inmigraciones, 38.000 y los 40.000 años, corresponde,
dios fueran exclusivamente resultado según opinión generalizada, al co¬
hace unos 38.000 años, hasta el sép¬
del mestizaje del elemento mongoloïde timo milenio a.C, la cultura de estos mienzo de uno de los interestadios
y del «amuriano», deberían presentar grupos fue la propia de los cazadores- templados del último periodo glaciar
en el aspecto serológico mucha mayor recolectores. Al principio se trataba en América del Norte (llamado Wis¬
similitud entre unos y otros que la ob¬ de caza menor, como parece confir¬ consin), durante el cual era factible el
servada experimentalmente, sobre todo marlo el tipo de instrumentos de piedra paso desde Siberia oriental a través
en lo tocante a los factores ABO y MN. (tales como hachas de mano y raspa¬ de Bering y Alaska hasta las regiones
dores fabricados con técnicas muy más templadas del sur norteamericano.
También se ha señalado con Insis¬
primitivas). Sólo hacia 9.500 a. C.
tencia y ciertos visos de verosimilitud
aparecen las puntas líticas acana¬
sin que se haya en modo alguno
ladas o no de distintos tipos, cuya
comprobado el posible contacto y
eficacia ofensiva era muy superior y ESDE el punto de vista
semejanza entre algunos de los lla¬
que. indudablemente permitieron la culturar, estos primitivos cazadores-
mados «pieles rojas» de la costa atlán¬
caza mayor (puntas denominadas Clo- recolectores evolucionaron hasta con¬
tica de Estados Unidos y los hom¬
vis, Folsom, Sandia, etc., que, si bien vertirse en pueblos sedentarios gra¬
bres caucasoides del tipo Cro-Magnon
llevan nombres de localidades de cias al cultivo de las plantas y a la
que poblaban la Europa occidental a
América del Norte, se encuentran tam¬ domesticación de los animales. Este
comienzos del Paleolítico Superior.
bién en estaciones prehistóricas del profundo cambio en su estilo de vida
resto del continente). se produjo lenta y gradualmente; se
conocen diversas estaciones prehis¬
La presencia humana más antigua
tóricas de cazadores-recolectores que
en México se ha comprobado en Tla-
iniciaron todas al mismo tiempo el
EiSTE panorama, que de pacoya, Estado de México, con un ras¬ cultivo de la calabaza, del chile, del
manera esquemática acabamos de pador discoidal y una navaja de obsi¬
frijol y, más tarde, del maíz. Así
presentar respecto de los primitivos diana, fechados respectivamente en
ocurrió, por ejemplo, en El Infiernillo
pobladores del continente americano, 20.200+2.600 a. C. y 21.150±950 a. C.
(Tamaulipas, México) entre 7.500 y
permite puntualizar ciertos extremos: Y, naturalmente, se conocen otros ya¬
5.500 a.C.; en la fase Ocampo (Sierra
a) no hubo autoctonismo; b) no hubo, cimientos prehistóricos posteriores,
Madre, México) entre 4.500 y 2.500
ni hay, un tipo de amerindio biológica¬ también de cazadores-recolectores.
a.C; y en la fase Nogales de la misma
mente homogéneo; c) la inmigración
He aquí algunos ejemplos en lo que región entre 5.000 y 3.000 a.C. En la
mongoloide fue preponderante; d)
atañe a América del Sur: industria lí- zona de Tehuacán (Puebla, México)
subsisten todavía en la actualidad du¬
tica muy tosca en El Jobo y Muaco se han localizado igualmente estacio¬
das y discusiones sobre qué otros
(Venezuela), de 12.250±500 y 14.375 nes prehistóricas con pruebas feha¬
tipos humanos pudieron contribuir al
±300 a.C; restos culturales en Lagöa cientes de agricultura entre 6.000 y
poblamiento de América: dos (Bird-
Santa (Brasil), con antigüedad de 5.500 a.C. (Ajuereado, Cozcatlán, El
sell), cuatro (Rivet) o siete (Imbelloni),
8.024±127 a. C.; cultura lítica precerá- Riego, etc.).
son las hipótesis más generalizadas.
míca de Lauricocha (Perú), 7.566
En Nuevo México (Estados Unidos)
Los partidarios de una u otra tesis ±250 a. C; gruta de Intihuasi (San
se han encontrado niveles agrícolas en
explican de diverso modo algunas de Luis, Argentina), con industria lítica
la Cueva del Murciélago (Bat Cave)
las claras diferencias somáticas que se precerámica, fechada en 6.068±95 a.
hacia 3.300 a.C.
observan entre distintos grupos de C; un complejo cultural en las altas
amerindios. Y es evidente la Imposi¬ terrazas del río Gallegos (sur de Pata¬ También en la zona andina peruana
bilidad de llegar a conclusiones defini¬ gonia), fechado entre 10.000 y 7.000 a. se conocen complejos culturales con
tivas mientras no se disponga de más C; excavaciones de Tagua-Tagua agricultura, por ejemplo, en las loca¬
abundante material informativo. (Chile), fechadas en 9 380±320 a. C; lidades de Huaca Prieta, Nazca, Para¬
cuevas de Palli-Aike, Fell y Milodonto cas, Chilca, etc., fechadas entre 4.700
Sin embargo, gracias a las relativa¬
(sur de Patagonia), fechadas en 6.700 y 3.000 a.C.
mente numerosas exploraciones ar¬
±450, 8.760±300 y 8.782±400 a. C,
queológicas efectuadas en diversas re¬ La evolución cultural entre la etapa
respectivamente.
giones del continente, contamos hoy de los cazadores-recolectores y la
con material cultural (instrumentos Ií- De estos ejemplos se desprende agrícola se efectuó en América inde¬
ticos de distintas formas y usos) y, una muy interesante observación: la pendientemente del mismo proceso tal
en mucha menor cuantía, con res¬ antigüedad de los grupos con cultura como se produjo en el Viejo Mundo;
tos humanos fósiles que, gracias a las cazadora-recolectora disminuye de las investigaciones de genética vege¬
modernas técnicas de fechamiento norte a sur a través del Continente. tal, ecología y etnohistoria y las
(carbono 14 sobre todo), permiten es¬ ¿Representa este hecho una confir¬ determinaciones cronológicas han>de-
48 tablecer con suficiente exactitud el mación de la tesis de que los pobla¬ mostrado fehacientemente esta reali¬

momento inicial y la secuencia crono¬ dores de América entraron exclusiva¬ dad, refutando la tesis de que la agri¬
lógica de la presencia del hombre en mente por el estrecho de Bering y, por cultura fue Introducida en América a
América. tanto, de que los desplazamientos ha partir de Asia.

%^
Foto © H. W. Silvester-Rapho. Paris

LA CUEVA DE LAS MOMIAS AMERICANAS. Los métodos científicos de {echamiento de los


utensilios de piedra y restos humanos fosilizados descubiertos hace poco en diversos lugares
del continente americano, permiten afirmar que el hombre habitaba ya el territorio actual de
Estados Unidos hace 40.000 años, el de México hace 22.000, y la parte sur, hasta la Patagonia,
entre 10.000 y 7.000 años antes de nuestra era. Muchos de esos hallazgos han tenido lugar en
cavernas que estuvieron habitadas por hombres de la Edad de Piedra. En la fotografía aparece
uno de los sitios descubiertos recientemente, llamado «Mummy Cave» (Cueva de la momia), en
el escenario grandioso del Cañón Chelly, en el Estado de Arizona, Estados Unidos. Los centenares
de cuevas habitadas y de sepulcros con momias que se han descubierto en dicho lugar
demuestran que. el hombre lo habitó hasta los tiempos históricos. A la entrada de la caverna
pueden verse las ruinas de construcciones Indígenas de la época del descubrimiento de América.

La fase agrícola incipiente fue evo¬ XVI. En las tierras bajas surgen un 1° Ha disminuido en ciertas regio¬
lucionando en las distintas regiones, poco posteriormente las civilizaciones nes hasta su total extinción (por
pasando del sedentarismo estacional olmeca, maya, totonaca, etc. ejemplo, en Urugay, Cuba, Haití, Repú¬
a los asentamientos permanentes. Por blica Dominicana, Puerto Rico), o se
En Perú y Bolivia, tanto en la costa
lo menos Mesoamérica y la región de conserva en grupos reducidos confina¬
peruana (Huaca Prieta, Cupisnique,
Perú y Bolivia pueden considerarse dos en reservas (Estados Unidos);
mac, Chancay, Inca) como en el
como centros de origen del cultivo de
altiplano (Chavín, Cajamarca, Huay¬ 2° En otras regiones sigue habiendo
ciertas especies vegetales. Las te¬
las, Huilca, Qalassaya, Tiahuanaco, población indígena, poco en contacto
rrazas escalonadas y las chinampas
Inca), las altas culturas comien¬ cultural con el resto del país, con una
(conocidas erróneamente como jar¬
zan a desarrollarse hacia 1.600 a.C, economía de autosuficiencia y sin ha¬
dines flotantes) son dos técnicas típi¬
llegando a su decadencia a fines del ber apenas iniciado el proceso de
cas de la agricultura intensiva en la
siglo XV de nuestra era. aculturación. Es el caso, por ejemplo,
región andina y en Mesoamérica.
Junto a tales poblaciones indígenas, de las cuencas del Amazonas y del
A partir de ese momento comienza Orinoco, de las regiones orientales
que alcanzaron un alto grado de civi¬
un nuevo proceso evolutivo cultural: del Perú, Bolivia y Ecuador, etc.;
lización, vivieron otros grupos que,
las llamadas «altas culturas», cuya seguramente por las características 3o El proceso histórico ha motivado
base fue lo que Gordon Childe deno¬ ecológicas de su habitat, se mantuvie¬ en ciertos países una fuerte hibrida¬
mina «revolución urbana», resultado de ron en niveles culturales menos avan¬ ción, gracias a la cual la gran mayo¬
la intensificación de la agricultura a zados. Buen ejemplo de ello son los ría de la población es mestiza, bioló¬
base de maíz, yuca, patata, frijol y cala¬ grupos establecidos en las grandes gica y culturalmente hablando; sin que
baza, unido esto a la cerámica, al cuencas de los ríos Amazonas, Ori¬ por ello deje de haber reducidos focos
empleo de útiles de piedra pulida, a noco y Paraná, as! como de sus nume¬ indígenas menos mestizados, menos
los inicios de la industria textil, etc. rosos afluentes; los etnólogos los cla¬ aculturados (por ejemplo, en México,
En Mesoamérica (México, Guate¬ sifican en tribus margínales, tropicales Guatemala, el altiplano andino de
mala, parte de Honduras y El Salvador) y circumcaribe. Ecuador, Perú y Bolivia).
las altas culturas se inician aproxima¬ A partir del siglo XVI, debido a la Aun es muy grande el trabajo de
damente hacia el año 1.500 a.C. en las conquista y colonización europeas y a investigación que espera a etnólogos,
tierras altas. Este es, por ejemplo, el la aculturación consiguiente originada arqueólogos, lingüistas y antropólogos 49
caso de las civilizaciones tolteca, az¬ por el contacto con los inmigrantes, la hasta alcanzar un conocimiento ade¬
teca y zapoteca, que terminan con la población primitiva de América pre¬ cuado de los primitivos habitantes de
llegada de los españoles en el siglo senta las siguientes características: América. <
El hombre primitivo y
la aparición de las razas
por Vsevoiod P. lakimov

.mOS 3.500 millones de se¬ secundarios. De ahí que los científicos surgió en cada centro partiendo de
res humanos que pueblan nuestro pla¬ agrupen a todos los individuos huma¬ los grupos «más arcaicos» y «arcai¬
neta componen un asombroso conglo¬ nos hoy existentes en una sola especie cos» y que esa diversidad de génesis
merado de pueblos diversos por la llamada Homo sapiens. dio lugar a la formación de las razas
lengua, el nivel de desarrollo social y Las variaciones territoriales entre los
principales: európlda, negroide, aus-
económico, la cultura material y espi¬ traloide, mongoloïde, etc.
grupos, que llegan a tener carácter
ritual y la estructura física.
morfológico, fisiológico y bioquímico, Los antropólogos de esta escuela
Dentro de esta amplia variedad dis¬ reflejan simplemente una diferencia¬ G. Debetz y V. Alexeiev (URSS),
tinguen los antropólogos grupos que ción dentro de una especie única. C. Coon y L. Brace (EUA), y otros
tienen un origen común, grupos que basan sus conclusiones en el hecho de
Preceden a la aparición del primer
viven en una zona determinada o que que los representantes de las razas
Homo sapiens los estadios del Homo
han vivido en ella en otro tiempo, gru¬ actuales siguen poseyendo algunos
«arcaico» y del Homo «más arcaico».
pos que presentan características di¬ rasgos parecidos a los típicos de fó¬
Entre los «más arcaicos» se encuen¬
ferentes en cuanto a la estructura del siles hallados en territorios donde di¬
tran varios tipos conocidos de Homo
rostro, el color de la piel y el color y chas razas han vivido en alguna época.
erectus (Hombre erguido) que vivieron
la forma del cabello.
hace 600.000-360.000 años en la isla de
Los científicos llaman a esos gru¬ Java (Pitecántropo), en China (Sinán¬
pos «razas». Pero hemos de recordar tropo), en el Africa septentrional y
que no hay una delimitación rigurosa oriental (Atlántropo y hombre de Oldu¬
entre las razas, sino que todos esos vai), en Europa (el hombre de Heidel¬ OR su parte, los mono-
grupos pasan de unos a otros por berg y el de Vertesszöllös, Hungría). centristas H. Vallios y G. Olivier
cambios imperceptibles y forman tipos (Francia). W. Howells (EUA), K. Oakley
El Homo «arcaico», a menudo llama¬
intermedios que presentan varias com¬ (Gran Bretaña), V. Bunak, M. Nesturj,
do paleoántropo, pertenece en todas
binaciones de los rasgos expuestos. Y. Roguinsky, V. lakimov (URSS) y
sus variedades a la especie llamada
otros consideran, con bastantes
De todos modos, se aprecia fácil¬ Homo neandertha/ensis (Hombre de
pruebas en apoyo de su tesis, que el
mente que las diferencias existentes Neandertal). Se han hallado fósiles y hombre actual consumó su evolu¬
entre los diversos grupos no afectan a artefactos suyos en muchos lugares
ción en un solo centro. Y. Roguinsky
los rasgos básicos o fundamentales de Africa, Europa y Asia. Se consi¬
cree que el Homo sapiens apareció en
que tienen en común todos los huma¬ dera al hombre de Neandertal como
una zona bastante amplia que abarca
nos: posición erecta, manos y pies un estadio de la evolución humana an¬
el Asia occidental, parte del Asia cen¬
bien desarrollados, gran cerebro de terior a la aparición del Homo sapiens.
tral y meridional y el noreste de Africa.
intrincada estructura, protegido por un Así lo prueban numerosos rasgos de
robusto cráneo de frente elevada, falta
En esas zonas se cruzaron varios gru¬
la estructura de los paleoántropos, de
pos de paleoántropos, enriqueciendo
de arcos ciliares prominentes (torus su cultura material y de las caracterís¬
la estructura genética de sus poblacio¬
supraorbitalis), barbilla saliente y es¬ ticas de su ambiente geológico.
nes y desencadenando así el desarro¬
tructura común de los órganos del
Está en plena controversia la cues¬ llo del hombre actual.
habla. El cariotipo o sea, el con¬
junto de cromosomas del núcleo celu¬ tión de las relaciones genéticas entre
El primer Homo sapiens, producto de
lar de todos los hombres modernos varios grupos de paleoántropos y el esa evolución, no poseía claramente
Homo sapiens, esto es, la cuestión de
es de 46 (los monos antropomorfos rasgos característicos de ninguna de
tienen 48 cromosomas y los simios de si todos los grupos de paleoántropos las razas modernas. Era, por así de¬
especies inferiores tienen de 54 a 78). se pueden considerar antepasados
cirlo, «neutro» desde el punto de vista
del nombre actual. Esta problemática
racial, pues los rasgos de las razas
Así, pues, la humanidad actual es se condensa en la cuestión de si la
actuales se presentaban en él en las
biológicamente uniforme por lo que formación del hombre actual ocurrió
combinaciones más variadas. Los tipos
hace al conjunto de las estructuras en una sola región o en varias. raciales no se constituyeron hasta
básicas y biológicamente multiforme
La antropología moderna ha visto que los grupos humanos se difundie¬
por lo que hace a numerosos rasgos
formarse asi dos escuelas de pensa¬ ron geográficamente y se asentaron en
miento acerca de los orígenes del hom¬ territorios determinados. Por eso se

bre y de sus principales razas: la es¬ parecen tanto unas a otras las razas de
cuela policentrista y la escuela mono- la humanidad actual. Este acusado
VSEVOLOD P. IAKIMOV, famoso científico centrista. parecido es una señal de su comuni¬
soviético, es director del Instituto de Antro¬
pología y del Museo Anutchln da Antro¬
dad de origen, de la unicidad de
F. Weidenreich (EUA), fundador de
pología de la Universidad de Moscú, de la la zona en que apareció la especie.
que es también profesor. Miembro de la
la teoría policentrista, supone que el
Sociedad de Biología Humana de Inglaterra, hombre actual apareció evolutiva¬ Los monocentristas que creen que
50 ha escrito numerosos trábalos y libros sobre
los primates y la evolución del hombre. Es
mente en varios centros (regiones) re¬ en el curso de su evolución la huma¬
lativamente independientes unos de nidad ha pasado por el estadio paleo-
miembro del Comité Ejecutivo de la Unión
Internacional de Ciencias Antropológicas y otros, y con ritmos diferentes. Esta antropológico no consideran, sin em¬
Etnológicas. teoría sostiene que el hombre actual bargo, que todo grupo local de paleo-
mongoloïdes africanos AUSTRALIANOS MONGOLOÏDES AFRICANOS EURASIANOS

CHUKUTIEN
(Yacimiento sup.)

PALEOANTROPO
DE RHODESIA

PITECÁNTROPO
DE SOLO

S/ SINÁNTROPO
DE PEKÍN
§

PITECÁNTROPO
; I PITHECANTHROPUS
ERECTUS

Sobre el origen del hombre actual existen


dos teorías. La primera, la monocentrlsta
(esquema de arriba), afirma que la espe¬
cie Homo tuvo un solo antepasado que vivió
en una región bastante bien delimitada. La
PITHECANTHROPUS
segunda teoría, la de los policentrlstas ROBUSTUS
(esquema de la derecha), hace hincapié en
la diversidad de los orígenes humanos:
cuatro ramas de prehomínidos, situadas en
territorios diferentes y alejadas unas de \
S / J-»""'""
otras, cuya prolongación son los cuatro tipos
actuales de la raza humana.
//
I ill I

ántropos sea un antepasado del hom¬ la evolución. También ellos hicieron dieron desde su zona de origen hacia
bre moderno. Por razones históricas y progresos considerables en el desa¬ el Oeste, donde aún estaban asenta¬
naturales, piensan que algunos grupos rrollo de la cultura, la sociedad y el dos en aquel tiempo los Neanderta¬
de paleoántropos no participaron en lenguaje. Pero sus rasgos de fortaleza lenses «clásicos».
la formación del hombre actual, o física excesiva y rudeza estructural Hace muy poco tiempo los inves¬
sólo participaron en ese proceso pos¬ obstaculizaron y complicaron su trans¬ tigadores soviéticos A. Zubov y V.
teriormente, cruzándose con el Homo formación en Homo sapiens. Alexelev han expuesto la opinión de
sapiens ya existente. Esa hipótesis ha quedado confir¬ que el Homo sapiens apareció en dos
Algunos investigadores entre los mada por los fósiles paleoantropoló- centros: el noreste de Africa y el sur¬
que se cuenta el autor de estas lí¬ gicos del tipo más progresivo o «sa¬ oeste de Asia. Se trata de una va¬
neas creen que los Neandertalenses piens» hallados en el Asia occidental riante de la tesis policentrista, princi¬
tardíos, también llamados clásicos o (cavernas de Teshik-Tash, URSS; Mu- palmente basada en las diferencias en¬
«Neandertalenses en sentido propio», gharet el-Skhul, Mugharet el-Tabun y tre las estructuras dentales del hombre
los cuales vivieron a comienzos del Ouafzeh, Israel). Es muy significativo el antiguo y del hombre actual; en
período glacial würmsiense, hace unos que esos paleoántropos sean más an¬ cierto sentido se la puede considerar
50.000-35.000 años, han sido uno de tiguos (de unos 60.000 años antes de como un compromiso entre las tesis
esos grupos marginados en la evolu¬ nuestra era) que los Neandertalenses policentrista y monocentrista extremas.
ción del Homo sapiens. El hombre de «clásicos». Además, los dos centros considerados
Neandertal difería mucho del Homo sa¬ por esta tesis intermedia caen den¬
En Crimea y en el Cáucaso, en las
piens en el aspecto físico: era bajo estaciones de cultura musteriense, ge¬ tro de la extensa región que los mono-
(1,5-1,66 m), rechoncho, de gran ca¬ neralmente relacionadas con los hom¬ centristas consideran cuna del Homo
beza, rostro grande y tosco; y también bres de Neandertal, se han hallado sapiens.
diferia del Homo sapiens por la estruc¬ fósiles de antiguos representantes del Teniendo en cuenta esos conoci¬
tura del cerebro y de la mano. Homo sapiens que aún presentaban mientos, la hipótesis más probable 51
De todos modos, estos últimos algunos rasgos paleoantropoideos. Se acerca de los antepasados del hombre
Neandertalenses europeos no se ex¬ puede admitir que ese hecho indica moderno y del lugar y la época de su
tinguieron en un callejón sin salida de que los antiguos «sapiens» se difun origen podría enunciarse como sigue:
SIGUE A LA VUELTA
LA APARICIÓN DE LAS RAZAS (cont.)

Los antepasados del hombre actual Pero es dudoso que bastaran, sueltos la relativa estabilidad de los rasgos
fueron los paleoántropos, que pre¬ o sumados, para trasformar al hombre que presenta la especie Homo sapiens
sentaban una serie de característi¬ de Neandertal en Homo sapiens. desde el momento de su aparición
cas «sapiens» y vivían en el oeste y hasta nuestros días, estabilidad que
V. lakimov (URSS) en 1949 y. con
sur de Asia y en el noreste de Africa. contrasta con el avance asombrosa¬
independencia de él, W. Howells (EUA)
mente rápido de las técnicas y del
Partiendo de esa zona, los grupos de en 1951 formularon la opinión de que
desarrollo social.
Homo sapiens se difundieron por los en las duras condiciones del período
territorios vecinos. Las razas actuales preglaciar la selección natural más El paso de la cultura musteriense,
se fueron constituyendo a medida tendería a impedir que a promover la característica del estadio de Nean¬

que aquellas poblaciones de Homo sa¬ evolución del Neandertalense «clási¬ dertal, a la cultura del Paleolítico más
piens, morfológicamente «neutras» co» en el sentido del Homo sapiens. El tardío, generalmente adscrita al Homo
respecto de las modernas caracterís¬ enfriamiento del clima no contribuyó al sapiens, se produjo sobre la base de
ticas raciales, fueron emigrando, asen¬ desarrollo progresivo del género los grandes cambios ocurridos en el
tándose e integrándose socialmente. Homo. Antes al contrario: el endureci¬ tipo físico del Homo, elemento tan im¬
El Homo sapiens apareció probable¬ miento de las condiciones de vida portante para la adaptación al medio.
mente en su descrita «tierra natal» acentuó la rudeza física del hombre
Durante la transición del paleoántro¬
unos 50.000 o 45.000 años antes de de Neandertal.
po al hombre con su presente estruc¬
nuestra era.
Los policentristas se oponen a esa tura somática ha ocurrido una evolu¬

La mejor confirmación de esa hipó¬ hipótesis indicando que los Neander¬ ción específica, esto es, la trasforma-
tesis se encuentra en los datos obte¬ talenses de tipo «clásico» se han en¬ ción de un tipo de individuo en otro
nidos por el antropólogo británico contrado en regiones lejanas de los tipo. Se puede admitir que en la socie¬
K. Oakley, al averiguar que los esque¬ glaciares, principalmente en Irak dad más arcaica la selección, que guió
letos del Jebel Quafzeh tienen 70.000 (caverna de Shanidar) y en Israel (es¬ la evolución de los tipos más antiguos,
años de antigüedad. Morfológicamente estimuló el deéarrollo de la forma Ho¬
tación de Uadi el-Amud). Pero pasan
el hombre de Quafzeh fue una forma por alto que esos restos no pertene¬ mo sapiens.
de transición entre el paleoántropo de cen a Neandertalenses puramente
tipo «sapiens» y el Homo sapiens. «clásicos», puesto que aquellos hom¬
Los análisis con carbono 14 de los bres poseían algunos rasgos «sa¬
restos europeos permiten fijar la edad
de los fósiles de Homo sapiens halla¬
piens» en la estructura craneana y
en la forma de los hemisferios cere¬
u 'NA vez formado el Homo
brales. sapiens, las tendencias sociales debi¬
dos en Europa entre los 35.000 y los
litaron y neutralizaron la acción de los
38.000 años antes de nuestra era. El La formación de rasgos «sapiens»
mecanismos selectivos productores de
fósil más antiguo de hombre actual fue más enérgica en los territorios
la especie. Los individuos de la nueva
el cráneo de Niah (isla de Kaliman¬ exentos de glaciación.
especie empezaron a resolver proble¬
tan), que presenta todos los rasgos
Siempre ha llamado la atención de mas enfrentándose con ellos no tanto
del Homo sapiens completamente for¬
los investigadores el desarrollo rela¬ mediante una autoadaptación a las
mado tiene unos 39.000 años de an¬
tivamente elevado de la cultura del condiciones del medio adaptación
tigüedad.
Homo sapiens en comparación con la que había producido en sus antepasa¬
del hombre de Neandertal: el Homo dos cambios anatómicos y fisiológi¬
sapiens más primitivo dispone de or¬ cos cuanto mediante logros en la
namentación, por ejemplo, o tiene sen¬ producción obtenidos gracias a una
sibilidad para varias formas de arte actividad colectivista.
'ESDE hace mucho atrae la
gráfico o plástico (escultura, talla en Por esta razón el tipo físico del Ho¬
atención de los Investigadores la
piedra y en hueso, pintura mural mo sapiens no experimentó cambios
cuestión de los factores causantes de
policroma, etc.), facultades con las
la formación del Homo sapiens. Se de importancia durante milenios, mien¬
que no contaba su antecesor. Ello
han propuesto a su respecto numero¬ tras que, por el contrario, se desarro¬
indica un cambio cualitativo en el pen¬ llaba enormemente la actividad de
sas hipótesis originales. A principios
samiento del hombre, una mayor
de este siglo los arqueólogos france¬ sus individuos. Los cambios morfológi¬
complejidad en las relaciones en¬
ses Gabriel y Adrian de Mortillet esti¬ cos experimentados por el Homo sa¬
tre los individuos y, consiguientemente, piens en el proceso de formación de
maron que las principales causas de
un desarrollo progresivo de la organi¬ las principales razas no han afectado
la transformación del hombre de Nean¬
zación social y de las formas de comu¬
dertal en hombre moderno fueron cier¬ a ninguno de los rasgos específicos.
nicación entre los hombres, o sea, la
tos cambios de clima (el paso de un De acuerdo con esta hipótesis, el
aparición del lenguaje.
húmedo clima subtropical a un clima Homo sapiens es un estadio especí¬
seco) y el paso de la vida arbórea (que Los estudios comparativos de vacia¬ fico cualitativamente último de la evo¬
suponían propia de los Neandertalen¬ dos de la superficie interior del cráneo lución del tronco Homo, estadio carac¬
ses) a la vida en el suelo. de fósiles de paleoántropo y de Homo terizado por un alto grado de organi¬
sapiens han mostrado que en este zación social. El lenguaje tiene una
Posteriormente H. Weinert (Repú¬
último experimentaron cambios de par¬ función de importancia capital en
blica Federal de Alemania), V. Gro-
ticular importancia las zonas del cere¬ el desarrollo del hombre como animal
mow (URSS) y algunos otros investi¬
bro relacionadas con las funciones de
gadores han expuesto la opinión de social, pues transmite la experencia
trabajo y lenguaje, así como con la productiva acumulada por generacio¬
que el factor principal de la evolución
regulación del comportamiento del in¬ nes y ayuda a la colectividad a asimilar
de los antepasados del Homo sapiens
dividuo dentro de la colectividad. Po¬
fue el enfriamiento del clima debido el conocimiento concreto y las obser¬
demos, pues, suponer que el naciente vaciones de los individuos.
al avance de los glaciares.
Homo sapiens adquirió cualidades
El genetista soviético académico
Otros científicos creen que la evolu¬ importantes para un animal social.
N. Dubinin ha observado acertada¬
ción del hombre de Neandertal hasta Las colectividades primitivas que pu¬
mente que la especie Homo sapiens
.el Homo sapiens fue originada en gran dieron alcanzar y utilizar más rápida¬
es única porque, a causa de su desa¬
medida por el paso de la procreación mente esas capacidades se encon¬
rrollada conciencia, esta especie ha
dentro de reducidos y dispersos gru¬ traron en mejor posición que otros gru¬
pos de paleoántropos al cruce de dife¬ añadido al programa hereditario que
pos de paleoántropos menos organi¬
rentes grupos, lo que terminaría con zados socialmente. poseen todos los organismos otro pro¬
las consecuencias negativas de la en- grama, no genético, no hereditario, que
52 dogamia incestuosa.
El destacado investigador soviético
Y. Roguinsky fue uno de los primeros
determina y explica el progreso del
hombre en cada nueva generación. Du¬
Como es natural, cada uno de esos especialistas en proponer esa hipó¬ binin lo llama «programa de herencia
factores ha tenido su importancia. tesis. Llamó también la atención sobre social».
Un grupo de estudiantes de la Universidad
de Pekin efectúan una reconstitución en
yeso de la cabeza del Sinántropo u hombre
de Pekin, cuya antigüedad se calcula en
unos 600.000 años. Los cráneos auténticos

de Sinántropos encontrados en Chukutién


(China) se perdieron al ser trasladados fuera
de Pekin durante la Segunda Guerra Mun¬
dial, no habiendo quedado de ellos sino
algunos moldes en yeso y fotografías que
datan del decenio de 1930 (véase la pág. 55).

El misterio

por Pierre Leroy

mmL descubrimiento en los al¬ chinos. Poco versado en paleontología, no que permitiera identificar al autor
rededores de Pekín, en diciembre de encomendó el padre Licent el estudio de éstos.
1928, de un fósil sumamente antiguo de esas piezas al Museo de Historia En 1922, una misión sueca dirigida
conocido con el nombre de «el Hom¬ Natural de París. Su director, Marcelin por Johann Gunnar Andersson, funda¬
bre de Pekín» o Sinántropo, constituyó Boule, pidió a su vez a su discípulo el dor del Museo de Antigüedades Orien¬
un acontecimiento de gran relieve en padre Teilhard de Chardin que des¬ tales de Estocolmo, exploró a unos se¬
el estudio de los orígenes del hombre. cribiera el material enviado desde senta kilómetros de Pekín unas cante¬
De todos modos, no era la primera China. ras calizas ricas en restos fósiles
vez que se hablaba del hombre pre¬ pertenecientes a animales que habían
Finalmente, se decidió que Teilhard
histórico de China.
se trasladara al lugar mismo donde se sido arrastrados y amontonados allí
Desde 1914 el jesuíta Emil Licent habían encontrado los yacimientos. por los torrentes y remolinos de agua.
venía explorando la cuenca del Río Gunnar Andersson era geólogo. Ha¬
En el transcurso de la Misión
Amarillo, al norte del país, donde ha¬ bía hecho sus estudios en la célebre
Paleontológica Francesa organizada
bía descubierto importantes yacimien¬ Universidad de Uppsala, que desde
con -ese objeto, los dos científi¬
tos de mamíferos fósiles, los «huesos 1710 era el Centro de la Academia
cos descubrieron en una región
de dragón» como solían llamarlos los Real de Ciencias. Personalidades tan
aledaña al Desierto de los Ordos,
al norte de la Gran Muralla, Im¬ ilustres como Berzelius y Linneo ha¬
bían contribuido a hacer de esta ins¬
portantes yacimientos de fósiles y
titución una de las más importantes
de piedras talladas cuya gran anti¬
PIERRE LEROY, ex director del Museo de de Europa.
güedad se puso de manifiesto al ser
Historia Natural de Tientsin y ex director
del Instituto de Geobiología de Pekín, es estudiados. Pudo así concluirse que el Apenas salido de la universidad,
actualmente
de
miembro del Centro
Investigaciones Científicas de Francia
Nacional
y
hombre prehistórico había habitado en Andersson había participado en la dra¬ 53
aquellas regiones, pero, aparte de las mática expedición de su maestro Otto
de la Academia de Ciencias de Nueva York.
Son famosos sus experimentos en materia piedras que labró para convertirlas en Nordenskjöld al Polo Sur, en 1901.
de biología animal. útiles, no quedaba ningún resto huma Después del naufragio de su buque,
SIGUE A LA VUELTA
EL HOMBRE DE PEKIN (cont.)

EL SINÁNTROPO

DE CHUKUTIÉN

el Antartic, destrozado por los tém¬ ción, el Dr. Birger Bohlin, de la Uni¬ tudiado ya especímenes procedentes
panos de hielo, los sobrevivientes versidad de Uppsala, descubría en la del Desierto de los Ordos en los que
fueron recogidos a bordo de un barco misma cantera un molar inferior cuyo pudo constatar la existencia de una
de guerra argentino, el Uruguay, y perfecto estado de conservación no industria paleolítica antigua distinta de
regresaron a Suecia en 1903. Anders¬ dejaba lugar a dudas: era un diente las conocidas en Europa. Se trataba,
son, profesor de geología y presi¬ humano. La cantera iba a volverse pues, de útiles prehistóricos de China
dente, a los 32 años, de la Sociedad célebre: se trataba de Chukutién. y los consejos de Breuil serían de pri¬
Geológica de Suecia, fue invitado en mordial importancia si se descubrían
Ahora se tenía la certeza de que el
1918 a China para que explorara nuevas herramientas de piedra.
inmenso territorio asiático que se ex¬
ciertas regiones septentrionales del tiende desde el sur del Yenisei hasta En noviembre de 1928 se encontró
país en busca de minerales. Pekín había sido frecuentado por los en el fondo de una gruta que se había
Comenzó Andersson su prospección hombres prehistóricos, pero quedaba desplomado por el peso de los sedi¬
al oeste de Pekín, en una región de por descubrir dónde se ocultaban los mentos una caja craneana de la que
colinas desnudas de vegetación cuyo restos de aquellas criaturas. no se sabía sí pertenecía a un hombre
antigua base calcárea presentaba una o a un mono. Un poco precipitada¬
Las intuiciones de Andersson y los
serie de bolsas en las que se había mente se la asoció con el molar hu¬
descubrimientos de sus colaborado¬
acumulado la arcilla quemada por el mano hallado por Bohlin unos meses
res Zdansky y Bohlin sirvieron de
sol: eran las «tierras rojas» de los antes. El nombre que se le dio fue el
base para determinar el lugar que de¬
geólogos chinos. Allí descubrió enor¬ de Sinántropo u Hombre de Pekín.
bía explorarse. Puesto que Licent y
mes yacimientos de mamíferos fósiles ¿Tenían razón los miembros del equipo
Teilhard no habían podido encontrar
en perfecto estado de conservación. o, dejándose llevar por su afán de
huella alguna de huesos humanos en efectuar un descubrimiento resonante,
La amplitud de la tarea que tenía por
los Ordos, los esfuerzos debían con¬
delante era tal que dejó para después tomaban sus deseos por realidades?
centrarse en Chukutién. Con el apoyo
la exploración del sitio. En 1920 vol¬
del Instituto Rockefeller en Pekín y
vió al lugar en compañía del Dr. W. D.
del Servicio Geológico de China, un
Matthew, paleontólogo del Museo de
equipo integrado por norteamericanos,
Historia Natural de Nueva York, y del
canadienses, chinos, franceses y sue¬
Dr. Zdansky, sueco, de la Universidad rOMO quiera que fuese,
cos puso manos a la obra.
de Uppsala. hombre o mono, quedaba planteado el
La inmensa masa de tierra que for¬ problema del Sinántropo. La cuestión
Durante las excavaciones, Zdansky
maba la colina de Chukutién fue di¬ residía en como resolver ese proble¬
encontró, en medio de un hacina¬
vidida sistemáticamente en cuadrados ma, pues el cráneo era tan primitivo y
miento de huesos entremezclados, dos
de dos metros de lado. Cada metro estaba tan incompleto que a partir de
dientes cuya identidad animal o hu¬
cúbico de tierra que se extraía era él era imposible averiguar su identidad.
mana no pudo establecer: ¿pertene¬
pasado por la criba a fin de no perder
cían a un simio o a un hombre? Hu¬ Dos elementos, los útiles y el fuego,
nada. Las excavaciones estaban a
bieron de transcurrir cuatro años para permiten a los antropólogos determi¬
cargo del doctor Pei Wen-chung, que
saberlo. En octubre de 1926, contra lo nar si se hallan en presencia de un
había sido alumno de Breuil en París.
que se esperaba, Andersson adoptó animal o de un hombre. Por sí solos,
Teilhard, miembro de la Sociedad
una opinión definitiva: los dientes en¬ los útiles no parecen suficientes : no
Geológica de China, tenía por misión
contrados por Zdansky pertenecían a es la capacidad artesanal la que per¬
el estudio estratigráfíco del terreno. mite reconocer con certeza la exis¬
un ser humano desaparecido. Era pro¬
54 bable que un homínido hubiese vivido El abate Breuil, especialista de re¬ tencia de un hombre. En efecto, en de¬
en los lugares de donde procedían nombre internacional en materia de terminadas circunstancias los animales
los restos. Y he aquí que, dos años prehistoria, debía desempeñar también son capaces de fabricar útiles : lo
más tarde, otro miembro de la expedi un papel importante. Breuil había es- que les falta es el sentido de previ-
Foto © Bertil Norberg, Estocolmo

En el extremo izquierdo, la
cara norte de la cantera de
Chukutién, cerca de Pekín,
donde el Dr. Peí Wen-chung
encontró el primer cráneo de
Sinántropo en 1929. En la foto
de la derecha, un cráneo del
Hombre de Pekín, visto desde
arriba. En ese yacimiento se
encontraron, en el curso de
diez años, 14 cráneos, 14 man¬
díbulas inferiores y cerca de
150 dientes pertenecientes a
45 individuos. Arriba, el pro¬
fesor J. Gunnar Andersson

geólogo sueco que fue el pri


mero en explorar el yacimiento,
A la izquierda, el Padre Teil
hard de Chardin en una foto
grafía de 1931, año en que
identificó los fragmentos de
cuarzo encontrados junto a los
cráneos como utensilios fabri¬

cados por el Sinántropo.

foto © Fundación Teilhard de Chardin, París

sión del mañana. Una vez que se han Un día, el lunes de Pascua de 1931, tipo...». Luego, súbitamente, agregó:
servido de una herramienta para sus tuve la oportunidad de trasladarme de «Ah, sí; encontré esto». Y de un cajón
necesidades inmediatas, la abandonan; Tientsin a Pekín en compañía del Pa¬ sacó algunas lascas de cuarzo que
es en cierta manera lo mismo que dre Teilhard, quien había estado au¬ entregó a Teilhard.
hace el niño cuando tira su cuchara sente de China durante algunos meses
Este no vaciló ni un segundo. A la
después de haberse tomado la sopa, y quería observar el material prove¬
primera mirada advirtió que los frag¬
sin pensar que algunas horas más niente de Chukutién que se había acu¬ mentos de cuarzo habían sido tallados
tarde volverá a necesitarla. mulado en el Cenozoic Laboratory. Así intencionalmente. «Pero si es cuarzo
El hombre no es únicamente arte¬ se llamaba el laboratorio de Pekín
tallado», dijo. La alegría de Pei estalló:
sano: su inteligencia le permite abs¬ donde se estudiaba la geología y la pa¬
«Entonces ¿esas piedras encontradas
traer, es decir aislar por medio del leontología desde fines de la época
junto al cráneo son los útiles del Si¬
terciaria hasta nuestros días. Allí en¬
pensamiento. Por ello fabrica útiles nántropo?». «Sin la menor duda», res¬
duraderos. Su poder de abstracción le contramos al Dr. Pei Wen-chung, con
pondió Teilhard. «¿Es el Sinántropo un
permite además hacer fuego y conser¬ quien discutimos largamente.
hombre?». «Es lo que creo».
varlo, de lo cual es incapaz el animal.
Estábamos a punto de separarnos Teilhard parecía tanto más seguro
Por tanto, cuando junto a restos fó¬ cuando el Padre Teilhard le preguntó a cuanto que en el curso de su viaje a
siles cuyo origen símico o humano es quemarropa: «¿No hay nada realmente París en el invierno de 1930 había
difícil establecer el antropólogo en¬ nuevo en el material de Chukutién?». llevado al despacho de Breuil, en el 55
cuentra útiles duraderos y huellas de «No, respondió Pei, siempre la misma Instituto de Paleontología Humana, un
fuego, puede afirmar con absoluta cer¬ abundancia de ciervos, tigres, hienas, pequeño cuerno de ciervo provisto de
teza que el hombre estuvo allí. osos y pequeños mamíferos de todo su raíz. «No voy a decirle de donde
SIGUE A LA VUELTA
EL HOMBRE DE PEKIN (cont.)

La amistosa discusión entre dos famosos paleontólogos

proviene, pero ¿qué advierte usted en rrado a su reserva inicial. Lo que su¬ El punto más crítico consiste en
este objeto?». «Que en su época es¬ cede es que Teilhard, maravilloso vi¬ afirmar que el artesano es, sin nin¬
tuvo al fuego; que es un instru¬ dente sobre el terreno en cuestiones guna duda, el propio Sinántropo. Sin
mento que el hombre fabricó cortando de geología y admirable paleontólogo, embargo, el hecho de que las mandí¬
a golpes los restos del frontal con un carece de experiencia en lo referente bulas y una parte del cráneo de éste
Instrumento de piedra cuyas huellas a los estudios de técnica prehistórica, hayan aparecido junto con los útiles
se ven todavía en el asta.» «Pero viene escapándosele en parte los aspectos parece sobremanera convincente.
de Chukutién». «Venga de donde industriales.»
Estoy preparando con Pei un nuevo
viniere, mantengo mi deducción.» Se advierte cuál era la base de la artículo sobre esta cuestión. Es una

Los trozos de cuarzo encontrados discrepancia: para Teilhard, los trozos lástima que no pueda usted venir acá
por Pei parecían, pues, corroborar el de cuarzo encontrados eran obra del al menos por unas cuantas semanas;
le necesitamos.
criterio del gran sabio. Inmediata¬ Sinántropo; para Breuil, tal interpre¬
mente se decidió enviar las muestras tación resultaba sobremanera discu¬ Buena suerte en su trabajo. Muy
a Breuil, a París, para que diera su opi¬ tible en vista de la presencia de los cordialmente

nión en torno a una cuestión de impor¬ útiles de hueso. Teilhard.

tancia capital. Sin esperar la res¬ La carta que publicamos a conti¬


puesta, Teilhard se marchó a Kalgan nuación explica más detalladamente
donde debía unirse a la expedición las razones de esa discrepancia.
científica motorizada de la marca Ci¬ Aunque Teilhard cree en el valor de
El LH ARD y Davidson
troën, que partía hacia el Asia central. la industria lítica como reveladora de
Black volvían del Congreso Interna¬
la capacidad del Sinántropo, vacila en
Entre tanto, a fines de 1931, el abate cional de Geología celebrado en
atribuir a la «industria del hueso» un
Breuil se trasladaba a Pekín invitado Washington en 1933 cuando les llegó
carácter específico. A su amigo un cablegrama de Pekín en el que se
por la Fundación Rockefeller. Poco fa¬
Barbour le escribe: «En el próximo
vorable a la idea del anatomista Black, les anunciaba un descubrimiento que
número del boletín (de la Sociedad
de su alumno Pei y de su amigo Teil¬ podría enriquecer o complicar la
Geológica de China) aparecerá un cuestión de Chukutién.
hard, no consideraba, al comienzo, que
trabajo sobre la industria lítica de
el Sinántropo fuese un hombre. Creía En lo alto de la colina de Chukutién,
Chukutién. Opiniones más conserva¬
más bien que se trataba de un animal
doras que las de Breuil. Yo no creo removida por las excavaciones prece¬
de caza del cual se alimentaba el
en la existencia de una industria dentes, se había cavado a pedido de
hombre primitivo y cuyos restos arro¬ Teilhard una zanja y perforado un
sistemática del hueso en Chukutién»
jaba en la gruta de Chukutién junto pozo a fin de llegar lateralmente a
(17 de junio de 1932).
con útiles y cuernos de ciervo talla¬ los yacimientos de Sinántropos, al
dos. El estudio de los trozos de cuarzo Unos meses antes (20 de marzo de
fondo y a la izquierda de la fosa.
demostró de modo evidente que se tra¬ 1932) expresaba a J.G. Andersson la
taba de herramientas fabricadas, sin misma opinión: En el curso de los trabajos se des¬
duda difíciles de analizar pero perfec¬ cubrió en lo alto de la colina, y recu¬
... En cuanto a Chukutién, habrá bierta por los sedimentos, una
tamente reconocibles. No obstante,
recibido usted el artículo de Pei (y caverna bien conservada, a la que se
nada permitía deducir que eran obra
probablemente el de Breuil) sobre la dio del nombre de Upper Cave o
del Sinántropo.
industria recientemente descubierta. Caverna Superior. Había servido de
Después de aparecer esas dos publi¬ refugio a los animales y al hombre.
caciones, hemos recogido o sacado Con los esqueletos fosilizados de
de nuestras cajas gran número de hienas, osos, cabras salvajes, tigres
.SI las cosas, llegó Teilhard
nuevas muestras entre las que figuran y ciervos y con los huesos de
a Pekín tras un largo y fastidioso viaje
una serie importante de grandes avestruz y de civeta se habían mez¬
a través de Asia. Inmediatamente
piedras talladas. Lamento no estar clado restos humanos, entre los
reanudó su trabajo en el Cenozoic
enteramente de acuerdo con mi que¬ cuales figuraban tres cráneos bien
Laboratory. Enterado por los miem¬
rido amigo Breuil. He aquí lo que conservados y de una antigüedad
bros del equipo de las dudas que pienso por el momento: mucho menor que la del Sinántropo.
abrigaba Breuil, examinó nuevamente
1) las piedras fueron talladas sin En aquel laberinto reposaban los
. todas las muestras llevadas desde
duda alguna por el hombre, testimonios de una cultura comple¬
Chukutién, confrontándolas con los res¬
tamente diferente, muy próxima al
tos del Sinántropo, junto a los cuales 2) aun en lo que atañe a los más
Neolítico: dientes perforados, conchas,
se habían encontrado esta vez vesti¬ hermosos ejemplares de cristal de piedras más finamente. talladas, colla¬
gios de fuego: una capa de ceniza cuarzo, la industria parece muy primi¬ res de hueso, cuernos de ciervo
de doce centímetros de espesor. tiva. No logro, por ejemplo, encontrar pulidos.
¿Por qué Breuil se mostraba tan verdaderas puntas. Nada de compa¬
Había otro hecho sumamente im¬
reticente? ¿por qué se le ocurrió la rable, ni de lejos, con las puntas
de cristal de cuarzo del musteriense portante: al estudiar detenidamente
historia del cazador y su presa? A su estas piezas y compararlas con las del
encontradas en Francia,
juicio, no había ninguna relación cro¬ Chukutién inferior y las del Desierto
nológica posible entre los restos del 3) la industria del hueso y de la de los Ordos, se observaron afini¬
Sinántropo y, la perfección de los úti¬ madera me parece más que dudosa. dades que las agrupaban en tipos aná¬
les de piedra y de hueso que se su¬ Creo que Breuil se ha dejado engañar logos. Quizá deba atribuirse esta
ponía había empleado. por las apariencias de lo que encon¬ circunstancia a la naturaleza misma
El padre Teilhard no era hombre qué tramos en cualquier depósito de del material lítico encontrado en los
se dejara impresionar por los «puntos osamentas. Como es lógico, se ve lugares: cuarzo hialino, calcáreo silici-
arrastrado a reconocer una industria
de vista». Quería juzgar sobre bases ficado y caledonia, así como guijarros
análoga en las capas del saumeriano que se utilizaban para cortar madera
concretas y comunicó a Breuil sus ob¬
de Nihowau, hipótesis que por ahora o piedra.
servaciones. Hubo así un largo inter¬
es inadmisible.
cambio de cartas, pero Teilhard, que Lo cierto es que el hombre de la
56 no había cambiado de opinión, no lo¬ Me duele este desacuerdo con Caverna Superior, más evolucionado
gró convencer a Breuil ni éste a aquél. Breuil, ya que le estimo mucho y soy e industrioso, había encontrado la
Hablando del Padre Teilhard, Breuil en parte responsable de su venida a manera de perforar las conchas, los
escribe: «Lo lamento pero sigue afe Pekín, pero ¿qué puedo hacer? dientes e incluso las piedras para
SIGUE EN LA PAG. 66
tmaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaM wX^àaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaW

Del grito
por Victor Bunak a la palabra
origen del lenguaje es Sin embargo, ninguna de estas hipó¬ la fuerza de la mano y eran para el
una cuestión que ha intrigado a los tesis permite explicar cómo tales hombre lo que las garras para las
pensadores y científicos a través de exclamaciones o imitaciones onomá- fieras.
los siglos. Se trata, en efecto, del topéyicas llegaron a constituir sílabas
Pero, como es sabido, el comporta¬
rasgo fundamental que diferencia al y palabras articuladas ni cuáles son
miento animal, guiado por el instinto,
hombre de los animales. los factores que condujeron de modo forma una sucesión de actos automá¬
En torno a él se han formulado inevitable al desarrollo de la actividad
ticamente relacionados entre sí e
numerosas hipótesis. Ya en la Grecia mental y, por consiguiente, al lenguaje, inmutables. Son sumamente raros los
que tan íntimamente relacionado está
antigua se creía que las primeras actos que se ejecutan en virtud de
con ella.
palabras fueron onomatopeyas, es de¬ una elección fundada en una expe¬
cir imitaciones de los sonidos con los La ciencia moderna sitúa el ori¬ riencia adquirida a base de tentativas
cuales el hombre prehistórico acom¬ gen de la evolución humana a co¬ y errores repetidos. El chimpancé, por
pañaba sus diversas actividades. Se mienzos del Cuaternario, hace ejemplo, puede emplear un palo para
ha pensado también que la palabra 1.800.000 años aproximadamente, alcanzar un fruto; pero, si dispone de
surgió de exclamaciones inarticuladas cuando apareció una rama de pri¬ dos palos, y se las arregla para unir¬
de temor, alarma, alegría, etc. mates bípedos y erectos. Esos homí¬ los, probablemente se limitará a jugar
Y todavía no hace mucho que esta¬ nidos, los primeros antepasados del con ellos sin tratar de utilizarlos para
ba muy en boga la teoría de que los hombre, vivían en grandes espacios obtener su alimento. En el mejor de
gestos y los sonidos vocales, al com¬ abiertos y, al igual que sus predece¬ los casos, conseguirá esto después
binarse para indicar una acción deter¬ sores, eran omnívoros, alimentándose de tantos esfuerzos agotadores que
minada, dieron origen al lenguaje. de frutos, brotes, raíces, huevos de el resultado carece de toda significa¬
aves, gusanos, etc. Todavía hoy sub¬ ción práctica.
sisten algunas tribus que conservan Ello se debe a que las dos percep¬
el mismo género de vida.
ciones, «actuar con un palo» y «palo
VICTOR BUNAK, miembro del Instituto de Para defenderse de -las fieras, para prolongado» existen independiente¬
Etnografía de la Academia de Ciencias de mente entre sí en la mente del chim¬
la URSS, es una de las máximas autoridades , cazar, etc., éstos primeros homínidos
mundiales en lo que respecta a las pri¬ utilizaban piedras, esquirlas', de hueso, pancé y a éste le resulta difícil rela¬
meras etapas de la evolución del lenguaje. ramas secas; las conchas les ser¬ cionarlas o sustituir la una por la otra.
En publicaciones de todo el mundo han
vían para desenterrar, las raíces El empleo de útiles, no de modo
aparecido sus numerosos artículos sobre
cuestiones relativas a la raza, la genética, comestibles. Esos objetos eran acce¬ accidental como sucede en el caso de
la teoría de /os orígenes del lenguaje, etc.
Es miembro de la Asociación internacional de
sorios indispensables para la vida "y tos animales, sino de manera siste¬ 57
constituían algo así como una prolon¬ mática como en el del hombre, sólo
Antropología, de la Sociedad Internacional
de Biología Humana y de otras muchas gación de los órganos humanos: empezó a ser eficaz cuando la se¬
Instituciones similares. aumentaban la longitud del brazo y lección y el trabajo de los materiales
SIGUE A LA VUELTA
DEL GRITO A LA PALABRA (cont.)

comenzó a obedecer a una finalidad


preconcebida, es decir cuando entre
los eslabones inicial, intermedios y
final de una cadena de actos se esta¬
bleció un nexo que posibilitaba una
acción perfectamente deliberada, esto
es, una conducta.

El hombre se separa definitivamente


del mundo animal cuando es capaz de
elaborar imágenes mentales cohe¬
rentes de objetos y acciones distin¬
tos, de diferenciarlas entre sí y de
combinarlas con otras, lo que le per¬
mite percibir las características co¬
munes de los objetos clasificados por
categorías y, a su vez, elaborar la
representación mental de esas per¬
cepciones combinadas, es decir lo
que llamamos «noción» o «concepto».
La adopción de la posición erecta,
los cambios en la conformación de las
manos, los pies y el cerebro y la utili¬
zación de los objetos naturales tienen
lugar en la primera y más larga etapa
de la evolución de los homínidos y
determina su desarrollo como criatu¬

ras biológicas diferentes de los demás


primates. La facultad de formar con¬
ceptos es el rasgo fundamental que
distingue al Homo sapiens de los
homínidos anteriores.

La siguiente etapa en la evolución


del hombre es la facultad de combinar
y diversificar esos conceptos, lo cual
representa un paso considerable en
el desarrollo de la función intelectual.
Los conceptos forman la base de la
actividad mental del hombre e incluso
los más elementales se distinguen
radicalmente de las «percepciones
concretas» a las que se limita la acti¬
vidad mental de los animales.

La combinación de percepciones y
conceptos en un solo acto mental es
posible gracias a que en ese proceso
participan los estímulos vocales. La
relación entre percepciones hetero¬
géneas tiene lugar en determinadas
regiones de la corteza cerebral a las
que llegan los estímulos provenientes
de los órganos del habla, y especial¬
mente del oído. De esta manera los

sonidos vocales y los correspondientes


movimientos de los órganos del habla
se convierten en símbolos de los
conceptos, relacionando entre sí las
percepciones de rasgos comunes de
una categoría de objetos.
Los órganos del habla pueden pro¬
ducir un gran número de sonidos pero
en cada lengua no se emplean sino
unos treinta «fonemas», es decir los
elementos que poseen una función
característica: la de distinguir los
diversos sentidos. Sin embargo, hay
centenares de combinaciones de fone¬
mas, esto es, de sílabas, y muchos
millares de combinaciones de sílabas. Durants unos 200 años fueron muchos los que aceptaron sin reservas la idea
de que el mundo fue creado en el año 4004 antes de nuestra era, fecha cuida¬
Las fonaciones así formadas no cons¬
dosamente establecida en el siglo XVII por James Ussher, Arzobispo de
tituyen elementos del lenguaje sino
Armagh, basándose en la edad de Adán y de sus descendientes, según el
cuando entrañan un contenido semán¬
Antiguo Testamento. Pese a que el Arzobispo de Ussher fue un erudito
tico preciso y, a su vez, los concep¬ notable, especialista en lenguas semíticas y autor de algunos trabajos impor¬
tos nuevos no se asimilan a menos tantes sobre la historia de la Iglesia, aun se le recuerda sobre todo por la
que tengan una expresión vocal deter¬ fecha precisa de la Creación que fijó, con tan poco acierto, antes de que

58 minada. apareciera la ciencia de la paleontología.

En las primeras etapas de la evolu¬


ción humana, antes de que aparecie¬
ran los sistemas particulares de expre-
SIGUE EN LA PAG. 69
Los
difíciles comienzos
de la
paleontología
por Louis S. B. Leakey

y Vanne Morris Goodall

Texto © copyright. Prohibida la reproducción

WaâMA prehistoria es una rama macéutico de Londres, John Conyers llante interpretación. Sólo en 1859,
relativamente nueva de la ciencia, al que su amigo John Bagford de¬ cuando el geólogo Sir John Evans y
pero la preocupación del hombre por finía como el hombre «que tiene como Sir Joseph Prestwish volvieron a visi¬
los'enigmas de su origen se remonta principal ocupación coleccionar los tar los terrenos arcillosos de Hoxne,
a los albores de la historia. En sus pri¬ objetos antiguos que se encuentran se procedió a comprobar las inter¬
meras búsquedas de la verdad, el hom¬ cada día en Londres o en sus proxi¬ pretaciones de Frere y se le atribuyó
bre se basó en su rica imaginación; midades» descubrió el «cuerpo de el lugar que le corresponde entre
y por ello, en los mitos y leyendas de un elefante». Cerca de él encontró los precursores de la prehistoria.
muchos pueblos podemos encontrar una piedra en forma de pera. Los dos No transcurrió mucho tiempo antes
extrañas fantasías inventadas para amigos debieron de examinar esa pie¬ de que se diese un paso importante
explicar el misterio de la creación. dra en muchas ocasiones y discutir lo hacia el descubrimiento del origen del
que representaba. A juicio de Bagford, hombre, cuando quedó demostrada la
Pero, con el transcurso de los si¬
cuyo criterio tropezó sin duda con verdadera condición de los fósiles
glos, el hombre empezó a buscar una
un gran escepticismo en su época, se (cuestión que había constituido un au¬
explicación racional del misterio de la trataba de «un arma británica elabora¬ téntico rompecabezas para muchas
vida, mediante el estudio de la natu¬
da a partir de un pedernal, de forma generaciones). Hoy día se sabe
raleza. Como veremos, ello motivó un
alargada, para hacer de ella una punta que los fósiles son restos de plantas,
enconado conflicto entre la Iglesia y
de lanza» que había sido utilizada en conchas y huesos, conservados por
los precursores de la ciencia de la pre¬
época anterior al empleo por los bri¬ medios naturales en la corteza terres¬
historia que se inició en el siglo XVIII tánicos del bronce o del hierro. En tre y cuya constitución se ha visto alte¬
y culminó en 1859 al publicarse El ori¬
consecuencia, Bagford estimó que el rada según las diversas influencias a
gen de las especies, de Darwin. elefante era una de los muchos tras¬ que han estado sometidos. Tienen una
Las toscas herramientas de piedra ladados a Inglaterra durante la ocupa¬ importancia capital para los investiga¬
labrada que fabricaron nuestros pri¬ ción romana de la Gran Bretaña y que dores de la prehistoria porque les pro¬
meros antepasados son consideradas tal vez fue muerto con el arma de porcionan las claves que necesitan
hoy día por todo el mundo como cla¬ piedra encontrada por su amigo para reconstituir el largo desfile de
ves que nos permiten conocer su vida Conyers. las diversas criaturas que han vivido
cultural. Pero esos instrumentos de en nuestro planeta.
Todo esto ocurría casi un siglo an¬
pedernal, cuarzo, obsidiana u otras SIGUE A LA VUELTA
tes de que el inglés John Frere hiciese
piedras, esparcidos por toda la faz de
el descubrimiento, correctamente in¬
la tierra, eran considerados como me¬
terpretado, de los «instrumentos de LA CIENCIA DE
ras «curiosidades de la naturaleza».
piedra» fabricados por el hombre.
Algunos filósofos griegos creyeron que LOS ORÍGENES
Esas piedras, calificadas por Frere de
habían sido lanzados por Zeus y los DEL HOMBRE
«puntas de lanza», habían sido des¬
llamaron «piedras de rayo» y las su¬ cubiertas en terrenos arcillosos del
persticiones populares les atribuye¬ Casi todo lo que sabemos en torno
valle de Hoxne, en el condado de
ron en muchos países propiedades a la evolución del hombre lo hemos
Suffolk, junto con huesos de animales
mágicas. aprendido en el curso de los
de especies distintas. 150 años últimos, gracias a una
Sólo a fines de siglo XVI, Michaelo Dejando de lado las ideas precon¬ nueva disciplina científica, la pre¬
Mercati, médico del Papa Clemente cebidas prevalecientes en su genera¬ historia, cuyo nacimiento y desarrollo
VIII, se dio cuenta de lo que signifi¬ ción, Frere tuvo el valor de proclamar se relatan en la obra Unveiling
caban las llamadas «piedras de rayo». Man's Origins (Descubrimiento de
lo que creía que constituía el verda¬
los orígenes del hombre), de Louis
«La mayor parte de los hombres es¬ dero significado de su descubrimiento.
S.B. Leakey y Vanne Morris Goodall,
cribió creen que es el rayo el que No sólo reconoció que los instrumen¬ aparecida en Cambridge (E.U.A.) en
produce las ceraunia (piedras de tos eran de origen humano, sino que 1969 y que publicará próximamente
rayo). Pero los que estudian la histo¬ sugirió que pertenecían a un periodo la editorial Aguilar de Madrid. En
ria estiman que han sido separadas de geológico muy remoto, idea que era estas páginas reproducimos algunos
pedernales duros mediantes golpes incompatible con la persistente y di¬ fragmentos de la primera parte del
violentos en los días anteriores al em¬ libro, que tratan de los antecedentes
pleo del hierro para las locuras de la
fundida creencia
versal en la época de Noé.
en un diluvio uni¬
de la prehistoria como ciencia hasta 59
1859, año en que Carlos Darwin
guerra.»
Pero la opinión científica contem¬ publicó El origen de las especies.
Hacia fines del siglo XVII, un far poránea no tomó en cuenta esa bri
LOS COMIENZOS DE LA PALEONTOLOGÍA (cont.)

La "mujer roja de Paviland" era un muchacho

Los pensadores avanzados del si¬ que estimaron que tal concepción era excepción de los animales del Arca,
glo XVIII llegaron a la convicción de contradicha por los datos de la desapareció en el Diluvio.
que los fósiles eran de origen orgᬠgeología. Se habían encontrado gru¬
Lanzada por un hombre del presti¬
nico. El siguiente paso hacia una mejor pos de animales fósiles, diferentes
gio de Cuvier, la nueva «teoría catas¬
comprensión de su verdadero valor unos de otros, en estratos geológicos
trófica» logró inmediatamente un fuerte
consistió en descubrir cuándo habían sucesivos, lo que indicaba clara¬
apoyo, pero un puñado de pensado¬
vivido las criaturas a las que los fósi¬ mente que habían vivido en diferentes
res, avanzados y valientes, empezó a
les correspondían. Era natural, en una periodos geológicos. Si ello era
sospechar que la duración de los tiem¬
época profundamente influida por las cierto, no podían haberse ahogado to¬
pos geológicos había sido calculada
doctrinas religiosas, que se buscase dos en una única gran inundación.
muy por debajo de la realidad.
la luz en el Antiguo Testamento. A fin de explicar los nuevos datos,
un famoso paleontólogo francés, el En esa época, la Iglesia seguía apo¬
Se encontró una respuesta acep¬
barón Georges Cuvier, supuso que yando ciegamente la conclusión, for¬
table para muchos hombres de cien¬
se habían producido una serie de mulada por el arzobispo James Ussher
cia en el relato del Diluvio: todas las
catástrofes, seguida cada una de ellas en 1654, de que el mundo había sido
criaturas, con excepción de las sal¬
creado el año 4004 antes de Jesu¬
vadas por Noé por orden de Dios, por una era de calma, durante la cual
la tierra había conocido nuevos ani¬ cristo. Ussher llegó a esa conclusión
habían perecido bajo las aguas caídas
males. Pero tuvo la precaución de sumando las edades de Adán y sus
durante el Diluvio Universal.
descendientes indicadas en el Anti¬
acomodar esa nueva concepción a la
Resultaba sin duda muy razonable cronología bíblica aceptada. guo Testamento y añadiendo unas se¬
aceptar la idea de que los fósiles ries de años deducidas de un estudio
Sugirió a este efecto que Dios ha¬ de la historia hebrea.
eran los restos de los seres ahogados
bía hecho una primera creación, que
durante el Diluvio, los cuales queda¬
estaba compuesta sobre todo por se¬ Cuvier no podía encajar tres crea¬
ron soterrados bajo" los detritos que
res marinos, una segunda, integrada ciones adicionales en ese cómputo de
cubrían las tierras una vez que bajó el
por reptiles, y una tercera, constituida tiempo. En consecuencia, adoptó las
nivel de las aguas. Se acabó por lla¬
principalmente por mamíferos. A su propuestas de un gran geólogo fran¬
mar a esto "teoría diluviana", que en¬
vez, éstos fueron destruidos y hubo cés, el conde Georges de Buffon, y
contró un fuerte apoyo en la Iglesia.
una cuarta creación, que es la descrita retrasó la creación del mundo en
Pero hubo muchos librepensadores en el Antiguo Testamento y que, con 80.000 años.

MUSEO ANTEDILUVIANO

Durante muchos años, antes de que se aceptara la teoría de la evolución,


los hombres se negaban a creer que existieran fósiles de miles y aun
de millones de años de antigüedad. Se formulaban toda suerte de expli¬
caciones acerca de los objetos que seguían saliendo de las entrañas de
la tierra. Asi, hubo quienes creían que se trataba de restos de seres
ahogados durante el Diluvio. El médico suizo Johann Scheuchzer publicó
incluso en 1716 un Museum Diluvianum. En el grabado de la izquierda
pueden verse algunas de las más hermosas piezas fosilizadas de su
colección: caracolas, peces y otros restos. Sólo tras largas investiga¬
ciones se aceptó la idea de que ciertos fósiles, como el monstruo carní¬
voro Gorgosaurus (arriba a la derecha), existieron face 75 millones de
años. El huevo descomunal de dinosaurio que aparece en la foto de la
derecha fue descubierto hace algunos años por el conservador del Museo
de Historia Natural de Aix-en-Provence, en Roques Hautes, cerca de Aix.
El yacimiento de huevos de dinosaurio en que apareció, único en el
mundo, abarcaba una superficie de 600 hectáreas. Abajo, esta «cabana»
de huesos de mamut, descubierta en Miejiritch (Ucrania, U.R.S.S.) en
1966, demuestra la habilidad del hombre prehistórico, ya que debieron
utilizarse huesos de 95 mamuts para construir esta vivienda de 23 metros
cuadrados.

Foto © APN, Kiev, Ucrania


La primera parte del siglo XIX es¬
tuvo marcada por el intenso interés
que los hombres de ciencia del conti¬
nente europeo, de Inglaterra y de
América empezaron a tener en la ex¬
ploración de las cuevas. En informa¬
ciones circuladas en 1822 se sostenía
que en las cuevas de Alemania meri¬
dional se habían encontrado restos de
muchas formas de animales de espe¬
cies extintas, entre ellas de elefantes,
rinocerontes, hienas y osos. Las noti¬
cias de tales descubrimientos incita¬
ron a un clérigo inglés, el deán Wi¬
lliam Buckland, que en aquella época
era profesor de geología en la Univer¬
sidad de Oxford, a explorar la cueva
de Paviland en la costa galesa. No
pasó mucho tiempo antes de que
Buckland hiciese uno de los descubri¬
mientos más notables del siglo.
La exploración de la cueva de Pa¬
viland, que está situada en un acan¬
tilado calizo, permitió descubrir mu¬
chos tesoros prehistóricos. Había en
ella instrumentos de pedernal, adornos
y herramientas de hueso y de marfil,
enterrados junto con restos de la mis¬
ma especie de animales extintos que se
habían encontrado en las cuevas es¬
tratificadas de Alemania. Junto con
todo ello, Buckland descubrió un es¬
queleto humano, teñido de almagre
(ocre rojo), que vino a ser conocido
como «la mujer roja de Paviland»,
aunque ulteriormente se descubrió
que era el de un muchacho.
La interpretación de su descubri¬
miento colocó a Buckland en una si¬
tuación difícil. Como geólogo, creía
haber encontrado «un hombre antedi¬
luviano». Como sacerdote cristiano,
creyente en el Diluvio, sus dogmas le
impedían admitir esa interpretación.
Por último, se dejó llevar por su fe
religiosa y explicó su descubrimiento
diciendo que, si bien los restos de
animales habían sido arrastrados pro¬
bablemente a la cueva de Paviland
por aguas diluviales, el esqueleto
humano fue enterrado más tarde,
cuando el hombre se instaló en la
Gran Bretaña, «mucho después del
Diluvio».

Pocos años después, un sacerdote


católico, el Rev. John MacEnery,
comenzó a estudiar una gran cueva
en un terreno calizo de la costa de
Devon (Inglaterra), llamada la «ca¬
verna de Kent». Encontró en ella ins¬
trumentos de piedra fabricados por el
hombre junto con las mismas especies
de animales extintas que el deán
Buckland había descubierto en la
cueva de Paviland, pero, al contrario
que Buckland, no dejó que sus creen¬
cias religiosas influyesen en su juicio
científico.

Pese a las severas críticas de que


fue objeto por parte de la Iglesia, e
incluso de Buckland, el padre Mac¬
Enery siguió convencido de que te¬
nía suficientes pruebas para sostener
que el hombre había vivido en Ingla¬
terra antes de la época del «Diluvio
bíblico» y era contemporáneo de los 61
animales de especies extintas cuyos
restos había encontrado. Los cuader¬
nos en los que registró sus descubri-
SIGUE A LA VUELTA
HAECKEL Y LA

EVOLUCIÓN DE

LAS "AGALLAS"
Uno de los primeros campeones de la
doctrina de la evolución fue el zoólogo
alemán Ernst Haeckel (1843-1919). De los
numerosos dibujos que realizó para ilustrar
libros de biología, los que reproducimos
en esta página (que datan de 1886) consti¬
tuyen un ejemplo de su teoría de las
constantes embrionarias, que puede resu¬
mirse en los siguientes términos: si un
animal terrestre tuvo un antepasado que
vivía en el agua y poseía branquias, cada
embrión de dicho animal sigue dotado de
agallas aun cuando las pierda durante el
desarrollo embrionario posterior. Los
dibujos muestran, de izquierda a derecha,
embriones de pez, salamandra, tortuga,
pájaro, becerro, cerdo, conejo y el de un
ser humano. En la primera etapa (hilera
superior) todos tienen órganos en forma de
branquias a la derecha de los ojos. En la
segunda, los miembros empiezan a crecer
pero las «agallas» siguen presentes. En la
tercera, las diferencias físicas son notorias
y las «branquias» han desaparecido en las
criaturas no acuáticas.

Dibujos de Ernst Haeckel

LOS COMIENZOS DE LA PALEONTOLOGÍA (cont.)

Desde 1857 el hombre ha envejecido 20 millones de años

mientos e interpretaciones fueron des¬ 1848, en Gibraltar. Se trataba de un obreros, eran en realidad «instrumen¬
cubiertos y publicados muchos años cráneo bien conservado, que acabó tos de piedra» hechos por el hombre.
después de su muerte. por ser trasladado a Inglaterra en Estaba seguro de haber encontrado la
Entre tanto, unas grandes cuevas 1862, pero su papel único en la histo¬ prueba de la existencia del hombre en
calizas cercanas a Lieja (Bélgica) ria de la evolución humana no quedó Europa antes del «Diluvio».
habían atraído la atención de un intré¬ demostrado hasta comienzos del si-,
Sostuvo que los suelos de las afue¬
pido y abnegado paleontólogo belga, glo XX. Representaba, como veremos, ras de Abbeville contenían piedras
el Dr. Schmerling, quien exploró más el primer resto conocido del hombre de trabajadas por «hombres antediluvia¬
de cuarenta cavernas de las orillas Neandertal, cuya historia desempe¬ nos», junto con restos fósiles de gran¬
del Mosa y recogió grandes cantida¬ ña un papel muy importante en la evo¬ des animales pertenecientes a espe¬
des de fósiles animales, cerca de lución de la especie humana. cies extintas. Los hombres de ciencia
cuyos restos había instrumentos de Se debe en gran parte a la brillante empezaron a considerar a Boucher de
piedra y de hueso. Los restos huma¬ e infatigable labor de un francés, Perthes como visionario y alucinado.
nos fósiles eran pocos y fragmenta¬ Boucher de Perthes, que el pensa¬ La Iglesia lo calificó de hereje. No
rios, pero como se encontraban en¬ miento científico acabase por recono¬ parece que contara con un solo par¬
terrados en los mismos estratos, cer la existencia del «hombre antedi¬ tidario hasta que, en 1854, recibió la
Schmerling sostuvo, pese a la oposi¬ luviano». visita del Dr. Rigollot, médico de
ción que encontró, que los tres gru¬ Boucher de Perthes era un apasio¬ Amiens, cuyo escepticismo respecto
pos eran contemporáneos. nado de las antigüedades y un gran a la antigüedad y la autenticidad de
En 1833 hizo el descubrimiento por erudito. En 1825, cuando tenía unos los «instrumentos de piedra» de Abbe¬
cuarenta años, fue destinado como ville era notorio.
el que es hoy famoso. Día tras día,
mes tras mes, había estado explorando funcionario de aduanas a Abbeville, en Después de examinar estos, Rigollot
una cueva llamada Engis. Sus esfuer¬ las riberas del Somme. En aquella regresó a Amiens y descubrió que ha¬
zos se vieron recompensados cuando, época, los arenales del valle del Som¬ bía piedras semejantes en estratos
por fin, descubrió un cráneo casi com¬ me eran objeto de una explotación comparables en Saint Acheuls, cerca
pleto de un «primate». Estaba sote¬ continua con fines utilitarios; ya se de Amiens. Completamente convertido
rrado bajo metro y medio de rocas habían hecho investigaciones y se ha¬ a las ideas de Boucher de Perthes, Ri¬
unidas por una trabazón caliza y ro¬ bían encontrado en ellos fósiles de gollot se situó decididamente entre
deado de restos de formas extintas de animales extintos. los adversarios de la teoría diluviana
elefantes, osos, tigres, hienas, rino¬ Los arenales despertaron natural¬ y es legitimo asociar la obra de esos
cerontes, renos y otros animales que mente la atención de Boucher de Per¬ dos iniciadores de la prehistoria con
habían desaparecido antes del co¬ thes, quien empezó en seguida a darse dos culturas de la Edad de Piedra
mienzo de lo que se consideraba en¬ cuenta de que los obreros extraían conocidas como chelense (o abbevi-
tonces como el límite del Neolítico. A muchas piedras de formas curiosas. llense, como se la llama hoy) y acheu¬
juicio de Schmerling, ello constituía la Pese a que los arenales habían sido lense (1).
prueba de que el hombre había vivido clasificados como pertenecientes al

62 en Europa «mucho antes del Diluvio».


Otro descubrimiento del que no
llamado periodo geológico
viano, Boucher de Perthes estaba con¬
predilu-
(1) El nombre de chelense se debe al ya¬
cimiento de Chelles, el de abbevillense al
se habló durante bastante tiempo vencido de que las piedras que co¬ yacimiento de Abbeville y el de acheulense
hecho en esa época, tuvo lugar en menzó a recoger, pidiéndoselas a los ai de Saint Acheuls.
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^^i Carlos Darwin (1809-1882)
en un retrato realizado un
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año antes de su muerte.


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<L> Cuando volvió de su viaje

c 1
m. -* ' \ a bordo del Beagle a la
edad de 27 años, trajo
(0

<D J WWaTaaaa* VMaWW consigo ejemplares de 14


*^ "O
-1 C tipos de pinzones encon¬
O
O _l trados en las islas Galápa¬
-c

K c* gos (frente a las costas de


íl Ecuador) que iban a sumi¬
<D 1
nistrarle la clave de la re¬

T>
CO CO
lación existente entre va¬

O C 1
riación y adaptación. La
** CO
idea tradicional de la crea¬
Li- 1
O, ción sostenía que cada
o
c °- una de esas 14 especies
le había sido creada separa¬
CO -
damente, sin que hubie¬
QÏ j^l
-, « ran variado jamás. Darwin
O
dedujo que, puesto que
o w
tales especies eran funda¬
f° "C
h «o , mentalmente las. mismas,
Oj-C
ccü descendían de un ante¬

pasado común y que las


variaciones se debían a
una adaptación al medio.
A raíz de la publicación
de su obra El origen de
las especies fue atacado
violentamente por todas
partes. Una caricatura del
siglo XIX, publicada en Ale¬
mania, lleva la siguiente
leyenda: «Darwin consulta
a uno de sus antepasa¬
dos.»

Foto © reproducida por cortesía del American Museum of Natural History

Ya hemos visto que la importan¬ neana, King estableció para clasifi¬ bierto asimismo pruebas que demos¬
cia de un cráneo humano fósil en una carlo una nueva especie a la que de¬ traban que grandes extensiones de
cantera de Gibraltar en 1848 pasó nominó Homo neanderthalensis. la tierra habían estado recubiertas en
inadvertida. Nueve años después, otros tiempos por los hielos de una
Los hombres de ciencia de la época
unos obreros que trabajaban en una gran época glacial.
no estaban dispuestos a aceptar la
escarpa caliza de un hondo barranco,
opinión de King porque no podían En Suiza, los geólogos habían des¬
cerca de Düsseldorf, hicieron un no¬
creer que el mundo prehistórico hu¬ cubierto, entre dos depósitos gla¬
table descubrimiento similar. La céle¬
biese estado poblado por una especie ciares, yacimientos de fósiles vege¬
bre caverna de Neandertal (demolida
distinta de hombres. En consecuencia, tales que habían podido existir en
desde hace mucho tiempo) tenía en¬
tonces la entrada a media ladera de la
muchos de ellos siguieron creyendo un clima templado. Ello, unido a una
que el cráneo de Neandertal era un acumulación de datos adicionales, los
escarpa y en 1857 se encontraron en¬
espécimen patológico. Había de trans¬ llevó a creer que durante la gran
terrados bajo su suelo los restos de
currir más de medio siglo antes de época glacial debieron de existir eta¬
un ser extraño.
que la ciencia hiciese suya la opi¬ pas glaciares e interglaciares.
Afortunadamente, un médico que nión de King y el famoso cráneo de la
se interesaba por los fósiles se hizo cueva de Neandertal fuese recono¬ Aproximadamente desde la mitad
entregar los restos por los obreros y cido como perteneciente a la especie del siglo XIX, la teoría «diluviana»
los envió a un reputado anatomista del Homo neanderthalensis. perdió rápidamente terreno. No sólo
para que los examinase. Los rasgos era insostenible a la luz de los nuevos

extraordinarios del cráneo planteaban Casi había transcurrido la primera datos geológicos de que se iba dis¬
muchos problemas, cuya solución re¬ mitad del siglo y la escena estaba pre¬ poniendo, sino que muchos hombres
sultaba más difícil por el hecho de parada para uno de los momentos de ciencia empezaron a preguntarse
que no se habían encontrado en las más espectaculares de la historia de si el diluvio bíblico había sido en

proximidades otros restos animales ni la ciencia. Lyell y otros geólogos de realidad un «Diluvio Universal» o sim¬

utensilios. Literalmente, no había nin¬ la* época habían hecho retroceder los plemente una inundación limitada a
gún elemento que pudiera servir de límites de la historia de nuestro pla¬ una zona situada en torno al valle

clave a los hombres de ciencia para neta, presentando así a los hombres del Eufrates, donde se suponía que
guiarlos en su estimación de la anti¬ una nueva e imponente concepción de habían vivido Adán y todos sus des¬
güedad de aquellos huesos humanos un mundo cuya antigüedad rebasaba cendientes, inclusive Noé.
El descubrimiento despertó gran inte¬ los límites de la imaginación.
Durante siglos, los hombres ilus¬
rés en los círculos científicos.
Los investigadores habían puesto trados habían especulado sobre el
Corresponde al profesor William de relieve que grandes zonas de tie¬ número y la combinación de las espe¬
King, del Queen's College de Galway rra actualmente sumergidas bajo las cies que Noé había podido embarcar
(Irlanda), el honor de haber sido el aguas habían unido antaño Asia a en su Arca. En el siglo XVI, Sir Walter
primer hombre de ciencia que recono¬ América, Europa a Africa y la Gran Raleigh, el famoso navegante y
ció que el cráneo de la caverna de Bretaña al resto de Europa, de modo explorador de los tiempos de Isabel I
Neandertal correspondía a un tipo que, en los tiempos prehistóricos, de Inglaterra, había calculado que 63
humano no reconocido hasta enton¬ hombres y animales pudieron pasar debieron de existir «ochenta y nueve
ces. Aunque la única parte bien con¬ por esos puentes terráqueos de un especies distintas de bestias», pero,
servada del fósil era la bóveda era- continente a otro. Se habían descu para fines del siglo XVIII, la cifra se
SIGUE EN LA PAG. 65
En 1912 el inglés Charles Dawson,
geólogo y anticuario aficionado, in¬
formó que había descubierto en una
gravera de Pi ltd own, al sur de Inglaterra,
fragmentos de un cráneo y, posterior¬
mente, de una mandíbula que, una vez
reconstituidos, resultaron pertenecer a
un cráneo de hombre actual con una
mandíbula inferior de tipo simiesco.
El
con
"hombre

parecía
que se
constituir
de Píltdown"
designó
un
"eslabón perdido" entre el hombre y
a
nuevo
los
nombre
restos
tipo
,
de t
los antropoides. Pero el "descubri¬
miento" desató una de la controversias
más enconadas y duraderas en la esfera
de la prehistoria. Al comienzo los

reproducida por cortesía del American Museum of Natural History

fósiles fueron aceptados como autén¬


ticos por algunas autoridades en la
materia, pero cada vez resultaba más
difícil relacionar al hombre de Píltdown
con otros restos como el hombre de

Java y los homínidos africanos que


tenían el cráneo más parecido al de los
simios y la mandíbula más semejante
i la humana. Finalmente, en 1953,
estudios y pruebas especiales demos¬
traron irrefutablemente que los frag¬
mentos de cráneo hallados en Piltdown

constituían un fraude, puesto que


correspondían a un hombre moderno,
mientras los dientes y las mandíbulas
eran los de un mono actual. Los restos

habían sido tratados químicamente y con


gran habilidad a fin de que parecieran
antiguos y auténticos, siendo colocados
luego en la gravera por algún bromista
no identificado. Charles Dawson apa¬
rece aquí de pie a la derecha junto
a varios científicos británicos que ob¬
servan al anatomista Sir Arthur Keith
mientras efectúa las mediciones del

cráneo de Piltdown. A la izquierda, el


cráneo de Piltdown, el de un hombre
actual y el del hombre de Java.
LOS COMIENZOS DE LA PALEONTOLOGÍA (viene de la pág. 63)

había- duplicado y, como es natural, bles en el nuevo enfoque racional una aceptación tan universal que
las dimensiones del Arca habían ido que se estaba adoptando en la bús¬ resulta difícil imaginar la magnitud de
aumentando en proporción corres¬ queda del origen del hombre. Que¬ la sensación que provocó cuando su
pondiente. daron barridas muchas de las viejas autor la dio a conocer públicamente
El problema se había agravado con creencias que habían sido exageradas en 1859. La primera edición del libro
las pruebas procedentes de zonas por ciertas ficciones poéticas. se agotó rápidamente y la reacción
tan remotas como Africa, Asia, Amé¬ frente a la doctrina fue inmediata.
Dondequiera que la curiosidad
rica y Europa, de que cada continente La Iglesia vio en ella una amenaza
llevaba al hombre a investigar e
tenía su propia fauna. Se habían historiar las maravillas del mundo contra los cimientos mismos en que
encontrado formas ancestrales de se apoyaban la doctrina de la crea¬
natural, los hombres de ciencia se
esos animales en yacimientos geoló¬ encontraban en posesión de un vasto ción especial y la creencia literal en
gicos formados antes de que hubiera acervo de conocimientos. Faltaba la cronología bíblica. Por ello atacó
podido producirse el «Diluvio Uni¬ a Darwin con un encono fanático. La
quien formulase una teoría que expli¬
versal». Por consiguiente, sólo gracias cara la diversidad de la vida en la ¡dea de que un Dios omnisciente y
a un milagro habría logrado reunir faz de la tierra y, en definitiva, el todopoderoso había concebido y
Noé seres de todas las especies creado a todas las criaturas vivas en
milagro de la existencia de la huma¬
vivas del mundo antes del Diluvio y nidad. forma permanente e inmutable cons¬
redistribuirlos después. tituía parte de la fe cristiana. Muchos
La ¡dea de la evolución de la vida, hombres de ciencia, aun reconociendo
La controversia sobre la existen¬
que iba a captar la imaginación del que la teoría resistía a las pruebas
cia del hombre en Europa antes del
hombre, no era nueva. Pero hasta más severas de la lógica, rechazaron
«Diluvio» empezaba a extinguirse y los
entonces se había visto reducida al la idea de la mutabilidad de las
hombres de ciencia se preocupaban
absurdo por la aceptación intransi¬ especies, por motivos puramente
de la cronología del hombre de las
gente de la doctrina de la creación religiosos.
épocas glaciales e interglaciales y
especial, la cual sostenía que todas
de los restos que había dejado. Una El propio Darwin se vio afectado
las especies se habían mantenido
vez que se hubo comprendido la emotivamente por el conflicto provo¬
exactamente en la misma forma en
verdadera significación de los instru¬ cado por su teoría de la evolución
que habían sido creadas. Un puñado
mentos de piedra, se empezó a y subrayó en todo momento que no
de pensadores avanzados del siglo
acumular una gran cantidad de datos le había movido ningún prejuicio
XVIII, tales como el famoso naturalista
sobre la vida y las actividades econó¬ antiteológico cuando escribió El
sueco Carlos Linneo, el inglés Eras-
micas de nuestros remotos antepa¬ origen de las especies. Para quienes
mus Darwin y el francés Lamarck,
sados. Se había acabado por reco¬ aceptaron la teoría darwiniana, el
habían expuesto ideas revolucionarias
nocer la existencia de una serie de hombre pasó a ser considerado como
que contradecían la teoría de la
culturas sucesivas, conocidas con los el triunfo definitivo de un proceso de
inmutabilidad de las especies.
nombres de Edad de Piedra, Edad evolución que era aún más milagroso
de Bronce y, por último, Edad de Pero fue, finalmente, Carlos Darwin y venerable que el concepto de una
Hierro. quien aportó al mundo una nueva creación especial de cada forma par¬
Surgían a la luz teorías e ideas concepción del reino animal. Hoy ticular de vida.

reprimidas durante largo tiempo por día, la doctrina de la evolución de Louis S. B. Leakey
los prejuicios religiosos y eran visi Darwin es tan conocida y goza de Vanne M. Goodall

EL MISTERIO DEL HOMBRE DE PEKIN (viene de la pág. 56)

fabricarse collares. Estos «adornos» cuales era tan antiguo como el Pite¬ ciencia convencidos del rigor objetivo
se hallan siempre junto a los cráneos. cántropo y el otro más moderno, el de su argumentación.
Con la industria de la Caverna Supe¬ Homo sapiens, encontraron refugio y
Si, por lo que sabemos, el abate
rior asistimos a la extinción del Paleo¬ utilizaron, separados por decenas de
Breuil no revisó jamás su criterio,
lítico y nos encontramos en la frontera miles de años, los mismos elementos
tomó en cambio partido por la opinión
del Neolítico. para la creación de su industria: una
de los científicos. Con ellos reconoció
De esta manera, los descubri¬ industria primitiva de valor desigual
que el Sinántropo era el representante
mientos de 1923 en el Desierto de pero inapreciable para el antropólogo,
de una raza de hombres en el sentido
los Ordos cobraban sentido. La indus¬ con características específicas que los
pleno del término, es decir seres
tria, lítica revelada por Licent y expertos descubren sin dificultad.
capaces de conservar el fuego y de
Teilhard representa, con su hetero¬ En cuanto a la industria del hueso
utilizar el 'cuarzo y los guijarros indis¬
geneidad, el trabajo de hombres per¬ del Sinántropo, aunque haya sido reco¬ pensables para su supervivencia. De
tenecientes a razas probablemente nocida y defendida con ardor por el
lo que no estaba seguro era de que
diferentes y a los que las olas migra¬ abate Breuil, sigue siendo discutida todos los útiles de piedra o de hueso
torias condujeron a ese sitio. Dicha aun hoy día.
encontrados en el yacimiento de
industria tiene relación a la vez con
La disputa amistosa y enteramente Chukutién fueran fabricados por ellos.
la del Musteriense, el Auriñaciense y científica que se produjo entre el
el Magdaleniense. El hombre o los padre Teilhard y el abate Breuil no Cabe esperar que los geólogos y
hombres de los Ordos ocupan, en tuvo desenlace: cada uno mantuvo sus antropólogos chinos de hoy realicen
este sentido, un lugar intermedio descubrimientos tan valiosos como los
posiciones. ¿Debemos lamentarlo?
entre los dos tipos fósiles encontra¬ Creemos que no. A nuestro juicio esa de sus antecesores y nos ofrezcan OE
dos cerca de Pekín.
discrepancia demuestra hasta qué algún día la solución que espe- UU
ramos.
En el sitio.de Chukutién, dos tipos punto ciertas observaciones concien¬
de hombres prehistóricos, uno de los zudas pueden dividir a hombres de Pierre Leroy
El nombre de Mijail Guerasimov es famoso en todo el mundo por sus
reconstituciones de rostros de grandes personalidades históricas. Vemos
aquí tres fases sucesivas de su reconstitución del rostro de Tamerlán, el gran
conquistador del siglo XIV. Partiendo de estos resultados y utilizando los
mismos métodos, Guerasimov logró recrear espléndidamente la fisionomía del
hombre prehistórico.

GALERÍA
DE ANTEPASADOS
por Mijail Guerasimov

5C fisionomía del hombre moderno basándose en los huesos del


Ctt*^^UAL era el rostro de nuestros antepasados? He
aqui una cuestión inquietante. Fue en los últimos decenios del cráneo.

pasado siglo cuando los científicos trataron por primera vez Este método, que se utiliza en criminología para la identifi¬
de reconstituir la fisionomía del hombre primitivo. Los anatomis¬ cación de desconocidos, me permitió reconstituir, a partir de
tas habían ya advertido la existencia de ciertas constantes en sus restos mortuorios, el retrato de la madre" de Dostoyewski
la correlación entre el tegumento blando de la cara y el cráneo. (confirmado por una pintura de la época), asi como los de Tamer¬
Ya en el siglo XX, los anatomistas y antropólogos llegaron incluso lán, de sus hijos y su nieto, cuyos cráneos presentaban todos
a modelar el retrato del hombre de Neandertal. Pero la recons¬ en la parte izquierda la misma simetría hereditaria.
titución resultaba sobremanera ambigua, desde el momento en Con el mismo método pude resucitar el rostro del zar Iván
que las fisionomías obtenidas por diversas personas a partir del el Terrible y los de sus hijos, inhumados según la tradición en
mismo cráneo eran muy diferentes. el Kremlin, pero la identidad de cuyos esqueletos era muy discu¬
Sólo ha conservado su valor la obra del paleontólogo francés tida en 1963. Mis reconstituciones correspondían perfectamente

Marcellin Boule, quien logró reconstituir los músculos del rostro, a los retratos realizados por contemporáneos del zar y del zare-

del cuello y del torso del hombre neandertalense descubierto en vich: el padre con su ojo derecho más pequeño que el izquierdo,
La Chapelle-aux-Saints (Francia) en 1908 y recrear su figura el mentón poderoso y el labio inferior protuberante, mientras el
completa con la característica inclinación de la columna vertebral. hijo era un individuo canijo, calvo e insignificante.

La cuestión me apasionaba desde mis tiempos de estudiante. Pude también identificar con exactitud el cráneo de Rudaki, el

Reflexionando sobre ella, llegué a la conclusión de que, antes


gran poeta del siglo XI; el reborde de las órbitas presentaba
señales de atrofia, consecuencia de la ceguera de que padeció
de reconstituir la fisionomía del hombre primitivo, había que
aprender a recrear la del hombre contemporáneo. Durante diez
durante largo tiempo. También de Schiller logré reconstituir el

66 años me dediqué a hacer investigaciones anatómicas y antropo¬


retrato... Pero volvamos a nuestros antepasados.

lógicas y pude asi elaborar técnicas de reconstitución del ros¬ Recordaré aqui que, ya se trate de un gran astrónomo de
tro a partir de la caja craneana. En 1937 propuse un método que la Edad Media como Ulug Beg o del Sinántropo que vivió hace
desde hace 30 años ha demostrado su eficacia para reproducir la unos 500.000 años, mi método, basado en la anatomía, la anatomía
MIJAIL GUERASIMOV, al que vemos en la foto de la derecha tra¬
bajando en la reconstitución del rostro de un cráneo antiguo en el
Instituto de Etnografía de la Academia de Ciencias de la URSS
en Moscú, fue director del mismo hasta su muerte en 1970. Formado
simultáneamente como antropólogo, arqueólogo y escultor, escribió
numerosas obras, entre las que destaca Principios fundamentales de
la reconstitución de rostros a partir de los cráneos (en ruso).
En 1960 se celebró en la Casa de la Unesco, en Paris, una exposi¬
ción de sus famosas reconstituciones del hombre prehistórico.

patológica, la antropología, los estudios con rayos X y, en lo


que respecta a los individuos contemporáneos, el estudio de
las fotografías, me ha permitido establecer correlaciones extre¬
madamente complejas entre los músculos y tegumentos del rostro
y el cráneo, que es, en materia de retratos de hombres fósiles,
la única fuente de información.

Los rasgos individuales están determinados por sus propor¬


ciones y dimensiones, la forma del cráneo, su asimetría, el
relieve y la estructura de las superficies óseas, el perfil hori¬
zontal y el vertical, la colocación de los huesos de la nariz, el
tamaño y la forma de los dientes y de las órbitas. En cuanto
al espesor de la piel, depende del relieve craneano. Pero, tráte¬
se del hombre prehistórico o del actual, los métodos y las
técnicas son los mismos.

Realicé el primer retrato de un hombre prehistórico en 1937-


1938, y desde entonces he constituido toda una galería que va
del Pitecántropo al Homo sapiens. La reconstitución de tipos
humanos arcaicos, como el Pitecántropo y el Sinántropo, por
ejemplo, permite comprender claramente la gran diversidad de
las variantes morfológicas e ilustra el complejo proceso de la
evolución humana. El estudio de los tipos neandertaloides primi¬
tivos, del neandertalense y de los primeros especímenes del
Homo sapiens (como el hombre de Cro-Magnon) ayuda a com¬
prender el mecanismo evolutivo desde sus orígenes y el proceso
de desarrollo del Homo sapiens. S
TRIBULACIONES
DEL CRÁNEO
DE UN POETA
Cuando en 1805 murió Friedrich Schiller,
el célebre poeta alemán, se sacaron
de su rostro dos mascarillas mortuorias
(una de ellas de barro cocido). Además,
el profesor Jagelmann hizo un último
retrato del poeta en su lecho de muerte
(foto n° 5). En 1826, se abrió el sepulcro
familiar del cementerio de Weimar, en
el que se habían inhumado numerosos
cadáveres. Uno de los cráneos exhuma¬
dos (foto n° 1) fue considerado como
el de Schiller. Cincuenta años más tarde,
el anatomista alemán Hermann Welker,
conocido por sus trabajos de Identifica¬
ción mediante la comparación entre el
cráneo y el retrato hecho en vida de
una persona, puso en tela de juicio la
autenticidad del «cráneo de Schiller». En
1911, otro anatomista alemán, Frorep,
llevó a cabo nuevas excavaciones y encon¬
tró un cráneo en el que, comparándolo
con la mascarilla mortuoria de barro
cocido, reconoció el del poeta (foto n° 3),
Pero Frorep se equivocaba: simplemente,
no habia tenido en cuenta la contracción
de la mascarilla al cocerse. En 1961, la
Academia de Ciencias de Berlin (República
Democrática Alemana) reanudó las Inves¬
tigaciones, invitando a Guerasimov a que
participara en ellas. Abiertos dos nuevos
ataúdes, pudo eliminarse fácilmente uno
de los esqueletos: era el de una mujer.
En cuanto al otro, Guerasimov realizó a
partir del cráneo una mascarilla de iden¬
tidad (foto n° 4) que coincidía perfecta¬
mente con el retrato realizado en vida
de- Schiller. La foto n° 2 nos muestra un

estudio comparativo de perfiles realizado


por Guerasimov a partir de los cráneos
encontrados.

El hombre
de La
Chapelle

Las primeros Intentos de reconstituir


los rasgos del hombre de Neandertal
cuyo cráneo (foto n° 3) fue descubierta
en la Chapelle-aux-Saints (Francia) se
basaban en métodos imperfectos, por lo
que sus resultados presentaban entre si
grandes disparidades (fotos rt°s 1 y 2).
DEL GRITO A LA PALABRA
(viene de la pág. 58)

^^- -> sión, o sea, las lenguas, los conceptos sus predecesores zoológicos señales
y las palabras se formaban simultá¬
V

audibles que constituían sonidos ais¬


neamente. Se trata de un doble pro¬ lados, pero en lugar de reproducirlas
k ceso consistente en combinar las automáticamente podían seleccionar¬
percepciones cerebrales y los movi¬ las en cierta medida. Esto se debe a
/ I mientos de los órganos vocales. que los órganos vocales de los ani¬
Cuando el ser humano piensa, aun males no cambian de posición cuando
cuando no hable, sus órganos del emiten sus gritos, en tanto que los
habla realizan movimientos rudimen¬ homínidos más antiguos ya poseían la
tarios, cuya grabación electromiográ- facultad de producir sonidos articula¬

^^àlW "" fica corresponde a la grabación de las


palabras. De esta manera, la comuni¬
cación verbal y la formación de con¬
dos y de combinarlos
maneras para formar sílabas
de

comienzo, eran invariables. Esta forma


diferentes
que, al

ceptos se complementan y controlan elemental del lenguaje articulado se


recíprocamente. conoce con el nombre de «etapa de
La combinación de conceptos y la lalación» (del verbo griego lalein, que
expresión de su símbolo la pala¬ significa hablar) y es típica de la fase
bra es una función que corresponde prelingüística del niño.
precisamente .a los órganos vocales, Es evidente que ese lenguaje no se
puesto que ningún otro órgano del utilizaba para el intercambio de ideas
cuerpo es capaz de modificar.su fun¬ o la conversación sino para incitar a
cionamiento con tanta sutileza, preci¬ la acción o como señal de un aconte¬
sión y rapidez en respuesta a los cimiento importante en la vida del
estímulos de La corteza cerebral, sin grupo. Predominaban los monosílabos,
aumentar inútilmente su volumen, sin que tenían múltiples significados, pero
consumir demasiada energía y sin no existía una estructura gramatical.
sobrecargar la función que deben De todos modos, ese lenguaje permi¬
desempeñar los demás órganos. El tíala pronunciación fija de sonidos
hombre actual puede pronunciar en separados y su combinación en síla¬
un minuto centenares de sílabas y bas. La facultad de combinar sílabas
cada una de ellas requiere una opera¬ y palabras apareció mucho después.
ción distinta de las cuerdas vocales,
Las piedras talladas de la cultura
una dirección diferente de la expul¬
acheulense, que data de hace unos
sión del aire de los pulmones y diver¬ 200.000 años, son prueba de un pro¬
sas posiciones de la lengua y de la greso fundamental en el desarrollo del
cavidad bucal, y todo este sistema de lenguaje. Se trata de útiles que tienen
articulación se modifica en una frac¬ una forma definida a base de facetas
ción de segundo. regulares y con cortes en toda su
superficie, o sea que obedecían,
desde el comienzo, a una idea clara
de la forma final que se les quería dar.
ANTO la movilidad de los Esos útiles revelan, por tanto, una
órganos del habla como la facultad de gran variedad y posibilidad de combi¬
relacionar conceptos son el resultado naciones de percepciones que corres¬
de un largo proceso de evolución. Hoy ponden a la etapa conceptual, aunque,
día no existen grupos humanos que naturalmente, en forma rudimentaria.
no sean capaces de pensar y hablar, El pensamiento propiamente dicho
de modo que para conocer las etapas sólo aparece cuando se produce una
recorridas los científicos estudian y libre combinación de dos elementos
comparan las manifestaciones exterio¬ por lo menos: la percepción
de la
res cada vez más complejas de la acti¬ acción y la del objeto o sujeto de la
vidad mental humana, la conformación misma, que en la etapa precedente no
de las mandíbulas y otras partes del estaban diferenciadas.
esqueleto de los monos y los homí¬
Los homínidos acheulenses adquirie¬
nidos fósiles y los utensilios de piedra
ron, pues, la capacidad de combinar
de los primeros hombres.
sílabas, es decir de formar palabras.
No se ha descubierto aun ningún Los fragmentos fósiles de ese período
fósil de los homínidos más antiguos demuestran que poseían un cerebro
que utilizaban sistemáticamente pie¬ mayor que el de sus predecesores y
dras y palos. Las piedras talladas una mandíbula inferior más pequeña,
de la cultura de Olduvai (hace gracias a lo cual descendió la glotis y
1.700.000 años) revelan que, para agu¬ se modificó la laringe. El aire expirado
zar un guijarro, los artesanos de ese ya no iba directamente a los labios,
i período efectuaban varios cortes irre¬ como sucede con los monos, sino que
gulares de distinto tamaño, de donde debía salvar diversos obstáculos crea¬
Fue el antropólogo francés Marcellin se deduce que se hallaban en una dos por los movimientos de la len¬
Boule quien primero logró realizar un
etapa mental intermedia entre las per¬ gua, controlada por los centros ner¬
buen retrato de este hombre de Nean¬
cepciones concretas y las nociones: viosos.
dertal (foto 4), el cual presenta acusa¬
das semejanzas con la reconstitución la etapa de lo que se ha llamado Las primeras palabras, que eran
efectuada más tarde por Mijail Guera¬ percepción general».
pocas y fundamentalmente monosilá¬
simov (foto n° 5). La actividad vocal de los homínidos bicas, expresaban los hechos princi- CQ
de Olduvai se hallaba probable¬ pales de la vida prehistórica, en parti- Uü
mente en el mismo estado intermedio cular los relativos a la recolección y
de desarrollo. Habían heredado de la caza, y tal vez algunas representa-
SIGUE A LA VUELTA
DEL GRITO A LA PALABRA (cont.)

ciones dotadas de un sentido mágico.


Las nuevas palabras se iban formando
por la repetición o la transposición de
silabas o gracias a un cambio en la
DIEZ CONCLUSIONES
entonación de los sonidos. Creadas
por uno o varios
dotados desde el punto de vista inte¬
individuos mejor sobre el origen del hombre actual
lectual, posteriormente fueron acepta¬
1. Los descubrimientos recientes han echado por tierra la teoría
das por el grupo en la medida en que
largo tiempo aceptada de que el hombre actual apareció unos
respondían a sus necesidades. Luego
35.000 años antes de nuestra era. Esos descubrimientos muestran
eran modificadas por el uso diario.
que hace más de 60.000 años existían ya en Europa, en Africa, en
En los períodos subsiguientes de la Oriente Medio y, posiblemente, en Asia hombres aparentemente
Edad de Piedra, los neandertalenses del tipo actual, y no Neandertalenses.
enriquecieron gradualmente su voca¬
2. Los antropólogos solían asociar con el hombre de Neandertal la
bulario, pero su actividad intelectual
cultura musteriense, así llamada por los utensilios encontrados en
debió quedar circunscrita al nivel
Le Moustier, en el sudoeste de Francia, que datan de hace 90.000 a
de las palabras polisémicas ais¬
35.000 años antes de J.C. Sin embargo, en sitios como Qafzeh
ladas. Un progreso substancial tuvo
(Israel) se han encontrado objetos de tipo musteriense fabricados
lugar hacia fines de la Edad de Piedra,
no por Neandertalenses sino por hombres de tipo moderno.
durante el último período glaciar,
cuando aparecieron los neanderta¬ 3. En Cirenaica y Polonia se han encontrado útiles prehistóricos que
lenses más evolucionados, primeros por sus características eran considerados como pertenecientes al
antecesores del Homo sapiens actual, Paleolítico Superior (periodo que suele situarse entre 35.000 y
hace unos 50.000 o 30.000 años. 9.000 años antes de nuestra era). Pero, gracias a los métodos de
fechamiento con carbono 14, se ha demostrado que en realidad datan
El cerebro de esos hombres primiti¬
de hace 38.000 años antes de J.C, o sea que corresponden al
vos tiene aproximadamente las mismas
periodo del hombre de Neandertal.
dimensiones que el de sus predece¬
sores, pero la bóveda craneal es más 4. Parece pues evidente que hombres del tipo actual y Neanderta¬
alta y sus formas más redondeadas, lenses coexistieron durante algunos miles de años y que las
especialmente el lóbulo frontal y el culturas paleolítica superior y musteriense coincidieron en algún
momento.
occipital. El maxilar inferior es más
pequeño así como el músculo corres¬ 5. La transición del Paleolítico Medio al Paleolítico Superior parece
pondiente, lo cual facilita la articula¬ que tuvo lugar en diversas regiones. Es posible que una parte de
ción rápida de las palabras. La parte la población neandertalense evolucionara hacia un tipo cercano al
anterior de la mandíbula presenta una del hombre actual y puede que en diversos lugares existieran grupos
protuberancia ósea que forma el de hombres de tipo moderno cuya industria era musteriense al
mentón. comienzo, evolucionando luego hacia la del Paleolítico Superior.
La técnica del trabajo de la piedra Esta es la llamada teoría «policentrista».
del hombre neolítico alcanzó un alto 6. Los antropólogos parecen admitir hoy día de manera concluyente
nivel de desarrollo; en esa época se que el Neandertalense europeo clásico del tipo encontrado en La
produjeron muchos útiles de forma y Chapelle-aux-Saints, en Francia, debe ser excluido de la genealogía
propósito diferentes, como artículos directa del hombre actual.
de hueso e Incluso objetos tan finos
7. También parece aceptarse hoy que ciertas características del
como las agujas. Los adornos, la
hombre «moderno» aparecieron separadamente o combinadas de
escultura, el dibujo y la pintura esta¬
diversas maneras en puntos geográficos muy distantes y en épocas
ban muy difundidos pero la actividad diferentes. Los restos fósiles encontrados recientemente en la
principal seguía siendo la caza de o
región del río Orno (África) corroboran, entre otros, este criterio. z
grandes animales salvajes. <
8. En el estado actual de las investigaciones caben varias hipótesis
En cuanto a su técnica, su econo¬
acerca de los orígenes del hombre moderno:
mía y sus artes, los hombres del últi¬
Según la teoría tradicional, el hombre «moderno» evolucionó a
mo período glaciar de Europa alcanza¬
partir de un tipo no especializado de hombre neandertaloide, en una
ron un nivel que no es inferior al de
vasta región que abarca la Europa oriental y el Asia occidental.
ciertas poblaciones actuales que viven A esta teoría se le ha dado el hombre de «monocentrismo difuso».
de la caza y la recolección. No hay
Sin embargo, el Dr. Leakey sostiene que en el género Homo se
duda alguna de que eran capaces de
formar combinaciones dobles de con¬
produjo una bifurcación durante el Pleistoceno Inferior (hace dos o
tres millones de años), una de cuyas ramas evolucionó hasta el
ceptos y de palabras (que relaciona¬
hombre actual y la otra hasta el Pitecántropo y el hombre de
ban la acción con el objeto de la
Neandertal.
acción), lo que quiere decir que domi¬
naban ya el lenguaje articulado. La mayoría de los antropólogos que participaron en el coloquio
de la Unesco comparten la opinión de que la teoría de la evolución
Con ellos termina la historia de los
policéntrica es la que explica de manera más acertada la presencia
orígenes del lenguaje como rasgo de poblaciones humanas fosilizadas en diferentes épocas y lugares.
diferencial del hombre. En las épocas Sin embargo, ello no quiere decir que todas las líneas de descen¬
subsiguientes se elaboraron los diver¬ dencia contribuyeron directamente a la evolución hacia el tipo de
sos sistemas de expresión hablada, hombre actual.
las lenguas, con el léxico y la estruc¬ <
9. El descubrimiento de tipos intermedios en el Oriente Medio,
tura fonética y gramatical propios de
cada una de ellas. La historia, la
quizá producto del cruce (teoría de Thoma), pueden tal vez demos¬
trar que los tipos primitivos del hombre «moderno» y los tipos
arqueología y la lingüística parecen
neandertaloides no constituyen especies diferentes.
demostrar que la aparición de los sis¬
O

temas lingüísticos tuvo lugar a comien¬ 10. Algunos antropólogos aceptan la idea de que las transforma¬
o
zos de la Edad de los Metales (hace ciones del medio y del clima desempeñaron un papel importante en
unos 6.000 o 9.000 años), en tanto que la evolución física y cultural del hombre que habitaba regiones de
la formación de muchas lenguas climas rigurosos. Hay otros que sostienen que la evolución física
70 contemporáneas data de tiempos estuvo determinada por la cultura más que por el medio.
relativamente modernos.
Texto tomado en forma resumida de «The Origin of Homo Sapiens Origine
Victor Bunak de l'homme moderne», Unesco, 1972.
UNOS CUANTOS LIBROS SOBRE PREHISTORIA
Martín Almagro Basch Jacquetta Havvkes
Prehistoria. Espasa-Calpe, Madrid, 1960 Prehistoria (Historia de /a humanidad. Desarrollo cultural y
científico, vol. I) Obra publicada por la Editorial Sudamericana
S.A. Barnett
de Buenos Aires, con los auspicios de la Unesco
Un siglo después de Darwin. Alianza Editorial, Madrid, 1971
G.H.R. von Koenigswald
P. Bergounioux Historia del hombre. Alianza Editorial, Madrid, 1971
La prehistoria y sus problemas. Taurus Ediciones, Madrid, 1966 Los hombres prehistóricos. Omega, Barcelona, 1967

F. Bordes Herbert Kuhn

El mundo del hombre cuaternario. Guadarrama, Madrid, 1966 El arte rupestre en Europa. Barcelona, 1967

Pedro Bosch Gimpera K. Oakley

Las razas humanas. Instituto Gallach, Barcelona, 1971 Cronología del hombre fósil. Editorial Labor, Barcelona, 1968

Historia de Oriente. Universidad Nacional Autónoma de México, Hugo Obermaier


México, 1970
El hombre fósil. Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid,
1925
Salvador Canals Frau

Prehistoria de América. Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1959 Hugo Obermaier, Antonio García Bellido y Luis Pericot García

Jesús Carballo
El hombre prehistórico y los orígenes de la humanidad. Revista
de Occidente, Madrid, 1960
La cueva de Altamira. Patronato de las Cuevas Prehistóricas
de la Provincia de Santander, Santander, 1965 Luís Pericot García

Juan Comas
La humanidad prehistórica. Salvat, Barcelona, 1970

Los mitos raciales, en El racismo ante la ciencia moderna, Juan Schrobínger


Unesco, 1952 Prehistoria de Suramérica. Editorial Labor, Barcelona, 1969
El origen del hombre americano y la antropología física. Uni¬
versidad Nacional Autónoma de México, México, 1961 G.G. Simpson
La vida en el pasado. Alianza Editorial,, Madrid, 1967
Manuaí de antropo/ogía física. Fondo de Cultura Económica,
México, 1960 Pierre Teilhard de Chardin

Introducción a la prehistoria general. Universidad Nacional La aparición del hombre. Taurus Ediciones, Madrid, 1967
Autónoma de México, México, 1971
Varios autores
Carleton Coon
Valcamonica Symposium. Actas del Simposio
Las siete cuevas. Editorial Labor, Barcelona, 1967 Internacional de Arte Prehistórico
Volumen publicado por el Centro Cómuno
Miguel Crusafont Pairó
di Studi Preistorici, con la ayuda de la Unesco
La evolución. Editorial Católica, Madrid, 1966 Brescia, 1970

Glyn Daniel H. Wendt

El concepto de prehistoria. Editorial Labor, Barcelona, 1968 Tras (as huellas de Adán. Editorial Noguer, Barcelona, 1966

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'*» -

*

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Foto © Jean Vertut, Paris

Catedrales del arte prehistórico


Por numerosos testimonios que a veces datan de hace verse además una misteriosa pértiga o jabalina que corona
35.000 años sabemos que el Homo sapiens era ya en el alba la figura de un ave. Aunque su significado siga siendo enigmá¬
de su existencia un verdadero artista. Prueba brillante de tico, esta pintura demuestra la virtuosidad del artista prehis¬
ello es la gruta de Altamira, en España, o la de Lascaux, en tórico. Por desgracia, la gruta de Lascaux está cerrada al
Francia, auténticas catedrales del arte prehistórico, en las público desde 1963 debido a los daños que la presencia de
que se conservan admirables pinturas rupestres. Reprodu¬ numerosos visitantes estaba causando a las pinturas, espe¬
cimos aquí un detalle de una escena de caza de Lascaux : un cialmente como resultado de la alteración química del medio
bisonte y un hombre caído junto a su arma arrojadiza. Puede ambiente por ellos originada.

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