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María F. Deffitt. – C.I 27.894.

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Historia Contemporánea de Venezuela. – Sección “A”

27 AÑOS DE DICTADURA

Juan Vicente Gómez gobernó a Venezuela directa e indirectamente entre 1908 y 1935,
durante lo que se conoce como el “Periodo Gomecista”. Asimismo, Gómez organiza un golpe
de estado en diciembre de 1908, y sustituye de manera definitiva a Cipriano Castro en el
ejercicio del poder mientras éste se encontraba en Berlín para someterse a una operación
quirúrgica.
Bajo estas circunstancias, una vez derrocado Castro, Gómez inicia su gestión
concediendo la libertad a los presos políticos e invitando a quienes permanecían en el exilio a
regresar al país, además restaura la libertad de prensa, pero se niega a disolver el Congreso
y a convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, tal como lo reclamaba todo el país.
Posteriormente, el 5 de agosto de 1909, el Congreso Nacional aprueba una reforma que
establece un período provisional hasta el 19 de abril de 1910 y reduce el período presidencial
a cuatro años. En definitiva, Gómez resulta electo como presidente provisional de la República.
El 27 de abril, las cámaras legislativas lo eligen como presidente constitucional de la
República, para el período comprendido entre 1910 y 1914. De esta manera, su régimen fue
criticado y denominado como dictatorial y entreguista por su oposición, quienes solían llamarlo
“el bagre”, un apodo de los lugareños tachirenses.
Significa entonces, que su gobierno pretendía mantener una fachada constitucional y
democrática, por lo que se valía de la existencia de cortas presidencias, con la postulación y
elección de presidentes, entre los cuales están Victorino Márquez Bustillo, quien gobernó
desde 1914 a 1922 y el Doctor Juan Bautista Pérez, quien estuvo al mando durante 1929
hasta 1931, debiendo renunciar al cargo por la misma disposición de Gómez.
Durante estos 4 subperíodos, se destaca la habilidad de Gómez para manejar como
quisiera la voluntad de destacados hombres dentro de la vida nacional. Además, hubo un
marcado nepotismo o gobierno familiar, puesto que cargos importantes como la primera y
segunda vicepresidencia fueron dados, una a su hermano Juan Crisóstomo Gómez y la otra
a su hijo.
Con el fin de comprender de forma más detallada la política durante el régimen
gomecista, se hace necesario romper con el hilo cronológico de los hechos dividiendo esta
realidad en varios aspectos fundamentales: Primeramente, se alió con las “fuerzas vivas”,
conocidas también como la burguesía capitalista, e igualmente contó con el apoyo constante
del gobierno de países extranjeros, como el norteamericano. Para esto, aplicó la política de
grandes concesiones, en especial petroleras.
Se reformó la Constitución en siete oportunidades, para garantizar la permanencia de
Gómez en el poder. Entre los cambios que atravesaron estas reformas, se aumentó el período
presidencial a 7 años, eliminó la prohibición al presidente de la República de permanecer fuera
del Distrito Federal más de 25 días, le otorgó la facultad de designar los presidentes de estado
y eliminó las vicepresidencias, prohibió las actividades comunistas y anarquistas y finalmente
fundió en un solo cargo los de presidentes de la República y de comandante en jefe del
Ejército.
Por otra parte, se promulgó la primera Ley de Hidrocarburos, para separarlas de la
legislación que regía los demás minerales y decretó la creación del Banco Obrero y del Banco
Agrícola y Pecuario, y promulgó la primera Ley del Trabajo. Al mismo tiempo, completó la
modernización del ejército emprendida por Castro. Profesionalizó el ejército al reorganizar la
Escuela Militar para la formación de militares de carrera que sustituyeron poco a poco a los
viejos jefes improvisados de las revoluciones y la Escuela de Aviación Militar. Además, para
contar con un ejército permanente fue promulgada la Ley del Servicio Militar Obligatorio.
No obstante, la dictadura se manifestó tanto por el manejo del Congreso, como por la
liquidación del caudillismo y la sofocación rápida a los restos de los partidos políticos
tradicionales, conservadores y liberales, que habían participado de las luchas políticas durante
el siglo XIX mediante las cadenas de exilio, las cárceles o los trabajos forzados en la
construcción de carreteras, y fueron comunes las torturas.
En relación a la economía durante el Periodo Gomecista, se le prestó una gran atención
a la cancelación de la deuda externa venezolana, lo cual se había logrado para 1930.
Adicionalmente, se presenta con dos matices: la continuación de la Venezuela Agrícola (Ya
que los precios del café y el cacao, así como el valor de las exportaciones de estos frutos,
alcanzaron sus niveles más altos, además de la eliminación del monopolio de ventas de
tabaco) y el surgimiento de un factor nuevo, de tremenda repercusión en las transformaciones
ulteriores del país, que fue el Desarrollo de la Venezuela Petrolera.
Al mismo tiempo, Gómez afianzó sus vínculos con las empresas extranjeras. Comenzó
por devolverle las Concesiones a la New York & Bermúdez Company. A raíz del éxito de esta
empresa, comienzan a llegar y a establecerse en el país otras compañías petroleras.
Favoreció las inversiones extranjeras mediante la oferta de facilidades para instalarse y la
exención de impuesto de aduana para las maquinarias y equipos de los inversionistas. En
1913 se iniciaron las exploraciones en el Occidente, en 1914 se descubrió el célebre pozo
"Mene Grande” y en 1922 se produjo el reventón del pozo "Barrozo 2", revelando la existencia
de una gran reserva petrolífera.
En consecuencia, a partir de 1920 se rompe el esquema de la economía tradicional,
cuando comienzan a descender las exportaciones de productos tradicionales. De esta
manera, Venezuela deja de ser un país agropecuario y alcanza el primer puesto como país
exportador de petróleo en el mundo y el segundo como país productor, después de los Estados
Unidos. Posteriormente, durante 1929 surgió una crisis económica en la que las compañías
petroleras despidieron el 66% de sus obreros, bajaron las exportaciones petroleras, así como
los ingresos e importaciones, y disminuyeron las exportaciones agrícolas.
En cuanto a la tenencia de tierras, Gómez era el propietario mayor, e igualmente el
mayor latifundista, porque de las tierras que tenía en doce de los estados del país, una parte
estaban ociosas.
Durante su dictadura se llevaron a cabo importantes obras públicas. Creó las primeras
aerolíneas del país y se encargó de construir los primeros aeropuertos venezolanos. Se
construyeron puentes, edificios de aduanas, las primeras terminales de pasajeros de líneas
de autobuses extraurbanas y, con ello, se creó la primera línea de autobuses extraurbanos
llamada Aerobuses de Venezuela. Se construyó también la famosa Carretera Trasandina.
Además, modernizó, profesionalizó e institucionalizó a las Fuerzas Armadas como la
organización que es hoy en día.
De la misma manera, se introdujeron los primeros automóviles y se inició la llamada
“política de carreteras” que significó un plan de integración territorial del régimen mediante la
construcción de caminos de seis a siete metros de ancho, algunos de los cuales fueron luego
pavimentados con macadam y posteriormente con asfalto. Estas carreteras tenían por
finalidad facilitar la movilización del ejército en el interior; pero contribuyeron poderosamente
a la integración nacional y a liquidar el aislamiento de las regiones del país.
Resulta oportuno mencionar que Gómez sentía un apego muy especial por la ciudad de
Maracay, en donde prácticamente despachaba su presidencia. Allí construye la Plaza Bolívar,
de estilo parisino, y en esa época la ciudad toma el nombre de Ciudad Jardín de Venezuela
por sus exuberantes jardines.
Ahora bien, el cuadro social de la época de Gómez presenta una variación demográfica,
puesto que se encuentran entre los estratos sociales a los terratenientes, los comerciantes
banqueros, industriales tanto nacionales como extranjeros, los que forman la burocracia de
altos empleados gubernamentales, los empleados y profesionales en general, los obreros, los
campesinos y los peones de las haciendas y hatos. Como resultado de esto, con la influencia
del petróleo, la población urbana y rural comienza a cambiar y se produce el éxodo campesino,
hacia el área occidental del país y la ciudad de Maracaibo.
En cuanto a la salud, la población desciende desde 1911 hasta 1920 por razones de
mortalidad infantil y la desatención sanitaria, la epidemia de paludismo que se extendió por el
país en 1916 y la gripe española de 1918, y desde aquí empieza a aumentar sin detenerse.
Por su parte, la educación estuvo desasistida durante este periodo. La Universidad
Central permaneció cerrada desde 1912, hasta 1925, la inscripción escolar en primaria es
considerablemente inferior a la de la época guzmancista y los presupuestos anuales
dedicados al Ministerio de Educación son ínfimos.
En lo que respecta a las manifestaciones culturales, continúa el movimiento histórico
sociológico del positivismo, con José Gil Fortoul, Laureano Vallenilla Lanz, César funesta,
Pedro Manuel Arcaya, Lisandro Alvarado. El género de la novela tiene a Rómulo Gallego como
máximo representante y son importantes las revistas Válvula y El Cojo Ilustrado. Además, el
periodismo humorístico es una salida que tienen los intelectuales para hacer críticas en forma
indirecta.
En cuanto a los movimientos de oposición, cabe destacar a la “Generación del 28”,
nombre con el que se identifica al grupo de universitarios que, en 1928, formaron un proyecto
académico y estudiantil que se transformó en una protesta y posteriormente enfrentamiento
con el régimen de Juan Vicente Gómez, resultando en la detención y el encarcelamiento de
más de doscientos estudiantes, lo cual desencadenó una ola de protestas de diversos sectores
sociales y varias huelgas espontáneas que se mantuvieron por varios días, al cabo de las
cuales la dictadura tuvo que ceder y dejar en libertad a los universitarios previamente
detenidos. Este movimiento de 1928 se tiene como el primer movimiento de masas exitoso en
la historia política del país.
Finalmente, de dichos movimientos estudiantiles, salieron los líderes que luego de la
muerte de Gómez, empezaron a organizar nuevas agrupaciones políticas, enteramente
diferentes, en su esencia y en sus procedimientos, de los viejos partidos. Historiadores alegan
que su gobierno llegó a ser la dictadura más férrea que sufrió el país durante toda su historia.
Su lema de gobierno fue “Unión, Paz y Trabajo”, lo que el pueblo interpreto así: “Unión en las
cárceles, paz en los cementerios y trabajo en las carreteras”.

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