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HISTORIA CONTEMPORANEA DE GUATEMALA

El Contexto Centroamericano Durante El Siglo XX

En junio de 1944 un grupo conformado por civiles y militares lograron que el dictador
Jorge Ubico dimitiera. Éste se había mantenido en el poder con el apoyo de la United Fruit
Company desde 1931. Fue así como se dio paso a un período de reforma social del tipo
populista, en un comienzo moderado durante la presidencia de Juan José Arévalo (1944-
1950) y acelerado durante el gobierno de Jacobo Arbenz. Juan José Arévalo era profesor
y tenía el apoyo del Frente Liberación Nacional y del Partido Renovación Nacional. Entre
sus logros más importantes se cuenta la promulgación de una nueva Constitución,
algunas reformas sociales y el hecho de haber apoyado la causa de los trabajadores de la
United Fruit Company. Pese a haber podido mantenerse en la presidencia durante los
seis años de su mandato, cabe destacar que sufrió alrededor de veinte intentos de golpes
de estado en esos seis años.

El ministro de Defensa del gobierno de Arévalo, Jacobo Arbenz, obtuvo la presidencia en


las elecciones de 1950 con el apoyo de una coalición izquierdista y asumió el cargo en
1951. En un principio su política fue moderada, como la de su antecesor, sin embargo
más adelante cambió esta línea y comenzó a aplicar políticas más progresistas. El
monopolio que desde un principio tenían las compañías estadounidenses en lo que a
construcción de carreteras e infraestructura ferroviaria se refiere, fue quebrantado por un
programa de construcción del gobierno de Arbenz. Una de las reformas más importantes
y a la vez polémicas fue la reforma agraria que impulsó a partir de 1952, conocida como el
Decreto 900. Hasta ese entonces el problema de los latifundios era muy profundo.
Aproximadamente el 2% de los latifundistas poseían 2/3 del terreno total para la práctica
de agricultura. Tomando en cuenta que 70% de la población ganaba su sustento gracias a
la agricultura, es realista acotar que el problema de los latifundios incumbía a gran parte
de la población. Es por esto que en 1953 se expropiaron vastas propiedades de la United
Fruit Company (91.000 ha), además de terrenos de propiedad privada (121.460 ha), con
un pago de indemnización. Una cantidad considerable de propiedades gubernamentales
(162.000 ha) se distribuyó entre campesinos pobres. Esto hizo que Arbenz fuera
catalogado como comunista por su oposición y que a la vez ésta se hiciera cada vez más
grande, no sólo dentro del país, sino también fuera de éste.

El detonante más importante para la escalación que pronto vendría fue el revuelo causado
por la expropiación de gran parte del terreno de la United Fruit Company. A pesar de ser
terreno que no estaba siendo explotado y de que el gobierno estaba dispuesto a pagar
una indemnización estipulada según el valor declarado antes por la empresa por asunto
de impuestos, la United Fruit Company buscó y encontró ayuda en las oficinas de la CIA y
del Ministerio de Relaciones Exteriores estadounidense. Mientras tanto la oposición
interna siguió creciendo. El 31 de mayo del mismo año, el gobierno comenzó con la
detención de opositores y suspendió los derechos civiles, ya que la amenaza de un
derrocamiento era inminente. Finalmente el 18 de junio se llevó a cabo una operación de
la United Fruit Company en conjunto con la CIA, el Ministerio de Relaciones Exteriores
americano y el así denominado Ejército de Liberación, conformado por políticos de
oposición entrenados secretamente por los Estados Unidos y a cuya cabeza estaba el
coronel Carlos Castillo Armas. La invasión de Guatemala se llevó a cabo a través de
Honduras. Pronto este ejército ocupó los puntos más importantes del país y al cabo de
once días Arbenz decidió renunciar.

Poder militar, represión y la espiral de violencia

Rápidamente los cabecillas políticos de Arbenz fueron arrestados junto a varios dirigentes
y se disolvió el Congreso. El 8 de julio el coronel Castillo Armas fue nombrado presidente
provisional y luego ocupó el cargo formalmente por cinco años. A comienzos de 1956 se
firmó una nueva Constitución y al año siguiente Castillo Armas fue asesinado. Entonces
comienza una seguidilla de presidencias y juntas militares. Desde 1954 en adelante el
poder político queda en manos de los uniformados. Según la tipología creada por el
politólogo Raimund Krämer, el ejército guatemalteco cumple en esas décadas el rol de un
ejército modernizador, es decir: la pobreza y el subdesarrollo son vistos como amenazas
para la seguridad interna y por lo tanto pasa a ser una tarea integral del ejército remediar
esta situación. La idea es crear un nuevo tipo de modelo para el desarrollo económico.
Sin embargo no fueron capaces de frenar el avance de la pobreza. Otro problema con el
que tuvieron que lidiar no sólo los militares, sino las fuerzas políticas incluso hasta en los
años 90´, fue la guerrilla. A partir de 1960 se formaron las Fuerzas Armadas Rebeldes. A
pesar de ser no más de 300 guerrilleros en ese entonces, durante los años 60’ la lucha
contrarrevolucionaria llevada a cabo por grupos paramilitares autorizados por el ejército,
cobra más de 10.000 vidas de campesinos. La primera ola de la guerrilla terminó el año
1968, pero la violencia aplicada por el régimen sólo polarizó más a la población. Diez
años más tarde comenzó una era de lucha del pueblo. Estudiantes, obreros, trabajadores
y campesinos se unieron a nuevas guerrillas o a alguna de las muchas organizaciones
militantes para luchar contra el sistema [La guerra civil] .

A fines de marzo de 1982, días después de que el general Ángel Aníbal Guevara hubiera
asumido la presidencia, un golpe de estado llevó a una nueva junta militar al poder, con el
general Efraín Ríos Montt a la cabeza. Desde mediados del mismo año éste asumió la
presidencia. Ya que las guerrillas no aceptaron ningún tipo de acuerdo con el nuevo
gobierno, los grupos paramilitares asesinaron a miles de campesinos e indígenas
[Violencia]. En agosto de 1983 hubo otro golpe de estado. Éste obligó a Ríos Montt a
dimitir en favor del brigadier Óscar Humberto Mejía Victores, quien volvió a reinstaurar las
libertades civiles y permitió que se realizaran elecciones en diciembre de 1985.

El difícil camino a la democracia

En 1986 por primera vez en más de 30 años un civil, el demócrata cristiano Vinicio
Cerezo, asumió la presidencia. Los problemas que tuvo que enfrentar Cerezo durante su
presidencia fueron de diversa índole. Por un lado estaba el tráfico de drogas, por otro lado
las violaciones a los derechos humanos, que no pudieron ser completamente erradicadas.
Sin embargo se hicieron importantes avances en cuanto a los diálogos con los grupos
guerrilleros, lo cual fue importante para llevar a cabo pacíficamente las elecciones de
1991. Estas elecciones fueron ganadas por Jorge Serrano Elías, un empresario y
simpatizante de Ríos Montt. Siguiendo la línea dura de su amigo, en 1993 Serrano intentó
disolver el Congreso y abolir la Constitución a través de un golpe de estado, pero a falta
de apoyo se vio forzado a dimitir. El resto del tiempo del mandato de Serrano fue
completado por Ramiro León Carpio. Éste permitió que miles de indígenas exiliados
durante la guerra volvieran a Guatemala, logró importantes avances con la URNG
(agrupación de los grupos guerrilleros) y ayudó a crear una comisión para esclarecer los
crímenes perpetuados durante la guerra y buscar a los responsables.

En 1995 llegó a la presidencia el conservador Álvaro Arzú, quien después de más de


treinta años de enfrentamientos violentos con la guerrilla, logró hacer que la URNG
aceptara la democracia y abandonara la violencia. Finalmente la URNG se constituyó
como partido político de índole revolucionaria. Pero la presidencia de Arzú se vio
oscurecida a raíz de la catástrofe natural producida por el huracán Mitch, a raíz del cual
cientos de personas murieron, miles quedaron sin hogar y más de la mitad de la
producción bananera fuera eliminada. El informe acerca del genocidio durante la guerra
basado en relatos de sobrevivientes [2], gestionado por la Iglesia y cuya figura más
importante fue el monseñor Juan Gerardi, se hizo público en 1998. Entonces, en siete
tomos de informe, quedó clara la dimensión de la tragedia vivida en Guatemala durante
tres décadas de genocidio: a raíz de las 669 masacres perpetuadas tanto por la guerrilla
como por grupos paramilitares, más de 100.000 personas murieron, otras miles fueron
horrendamente torturadas y otras 50.000 personas desaparecieron. Monseñor Gerardi fue
asesinado ése mismo día y hasta el día de hoy no se ha hecho justicia ni en su caso ni en
la mayoría de los otros. Una gran derrota para la democracia guatemalteca fue el
referéndum en el que la población debía decidir acerca de varias enmiendas
constitucionales. Éstas por ejemplo se dirigían reformar el sistema judicial, a establecer la
atención médica gratuita, reducir el poder de los militares y reconocer los derechos de la
mayoría indígena del país, la cual representa a más de la mitad de la población
guatemalteca. Pero por falta de información en la ciudadanía y una rotunda oposición a
las reformas por parte de la derecha, más del 80% de la población se abstuvo del
referéndum y de los que votaron sólo algo más de 40% se declaró en favor de las
enmiendas. Fue así como el intento más serio para democratizar el país se vio fracasado.

En 1999 Alfonso Portillo del Frente Republicano Guatemalteco (FRG), fundado por el
golpista Efraín Ríos Montt, ganó las elecciones presidenciales. Durante su gobierno se
firmó un acuerdo de Libre Comercio con Honduras y El Salvador.

Los avances democráticos aún dejan mucho que desear en Guatemala. Incluso el año
2003 Ríos Montt pudo presentarse como candidato para las elecciones presidenciales, a
pesar de haber llegado al poder de forma ilegítima en el pasado y de tener varias
denuncias por genocidio en su contra. Sin embargo no fue él quien ganó las elecciones,
sino el ejecutivo de derecha Óscar Berger a la cabeza de una coalición conformada por
varios partidos. Éste asumió la presidencia en enero del año 2004.
LA REVOLUCIÓN DEL 20 DE OCTUBRE DE 1944

La Revolución de Octubre de 1944, fenómeno histórico que marco la vida del pueblo de
Guatemala. La sociedad guatemalteca ha tenido momentos estelares en los cuales ha
sido posible levantar la cabeza, mirar sobre el horizonte alejándose de las estrecheces de
la vida cotidiana y vislumbrar una vida mejor. Uno de estos momentos ha sido la
Revolución de Octubre de 1944.

La Junta Revolucionaria de Gobierno, integrada por: Francisco Javier Arana, Jacobo


Árbenz Guzmán y Jorge Toriello Garrido, inició su trabajo el 25 de octubre de 1944 y
concluyó el 28 de febrero de 1945, emitiendo 68 Decretos-Leyes.

Este es el primer momento revolucionario, en el cual se intentan transformar situaciones


apremiantes para la sociedad guatemalteca. Algunos de sus mayores aciertos fueron:
disolver la Asamblea Nacional Legislativa anterior y suprimir el permiso personal de
vialidad. Se derogó el decreto que eximía de responsabilidad criminal a los propietarios de
fincas rústica y administradores, por los crímenes que cometieran contra individuos
encontrados robando animales, frutos o productos forestales.

Se otorgó la autonomía a la Universidad de San Carlos de Guatemala, se derogó la


Constitución de la República, se convocó a constituir la Asamblea Nacional Legislativa y
además se creó el Comité Nacional de Alfabetización. Quizá su obra más importante haya
sido la derrogación de la Constitución y el llamado a constituir la nueva Asamblea
Nacional Legislativa que sería la encargada de legar al país una nueva carta magna. Los
principios fundamentales de la Constitución de 1945 fueron: la descentralización efectiva
de los poderes del Estado; la supresión de los designados a la presidencia y sustitución
de éstos por un vicepresidente. La alternabilidad en el poder, aboliendo la re-elección y
reconociendo el derecho del pueblo a la rebelión frente a los intentos de perpetuarse en el
poder; la nueva constitución y organización del ejército y la organización democrática de
las municipalidades a través de la elección popular de sus miembros. Además se le
concedió una autonomía efectiva al poder judicial; la autonomía a la USAC ya citada; el
reconocimiento constitucional a los partidos políticos de tendencia democrática. El
sufragio obligatorio y secreto para el hombre alfabeto; el sufragio obligatorio y voto público
para el analfabeto, limitando su ejercicio para las elecciones municipales; el
reconocimiento de la ciudadanía a la mujer preparada para ejercerla y finalmente la
efectiva probidad administrativa. En estos principios fundamentales sentaron las bases de
la vida constitucional del país. El aspecto más importante, interpretando el sentir nacional
de transformación, fue el trabajo como un derecho del individuo y una obligación social.
La protección que ofreció al capital y al trabajo con leyes que regularon las relaciones
entre estos factores de la producción. Se regularon los contratos individuales y colectivos
de trabajo, se estableció el salario mínimo, especialmente quedó vedada la posibilidad de
pagar el trabajo con bienes materiales que no fueran dinero de curso legal. Se regularon
las horas de trabajo diurno y nocturno, se estableció el derecho a vacaciones.

Quedó establecido también el derecho a la libre sindicalización, el derecho a huelga y


paro, la protección a la mujer y al menor de edad, (con la prohibición de trabajar para los
menores de 14 años). Se estableció la indemnización laboral por despido sin causa
justificada. En este renglón se considera se encuentra la fortaleza de la Revolución de
Octubre y también uno de los aspectos centrales que la arrastraría a su destrucción.

La Revolución del 20 de Octubre de 1944

Otro aspecto importante y polémico fue el reconocimiento de la propiedad privada con una
función social. Quedaron prohibidos los latifundios por causa de utilidad o necesidad
pública o interés legalmente comprobado, podía ordenarse la expropiación de la
propiedad privada, previa indemnización. Este artículo constitucional fue controversial.
Además, pasaron a ser propiedad del Estado los bienes de dominio público como las
aguas, ingresos fiscales y municipales, el subsuelo de la nación, así como los yacimientos
de hidrocarburos y minerales.

En general se puede afirmar que la Constitución de 1945 tiene un sesgo


predominantemente social. Posiblemente los aspectos centrales en los que el gobierno de
Arévalo Bermejo (1945-1951) intentó cambiar la realidad fue a través de la reforma
bancaria y monetaria con la incorporación de Guatemala al Fondo Monetario Internacional
y al Banco Mundial, así mismo con la Ley Monetaria y la Ley de Bancos aprobada a
finales de 1946. Se creó el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social -IGSS-, como
aporte a la previsión social. También se estableció el Instituto de Fomento a la Producción
-INFOP-, como banco para el desarrollo agrícola e industrial. El Código de Trabajo de
1947 fue otra de las grandes innovaciones de la época, las huelgas de trabajadores se
hicieron presentes en disputas del momento amparadas por derechos legales. La
novedad de aquel tiempo fue la profundidad de los cambios que los legisladores y el
gobierno intentaban imprimir a sus leyes. No se quería volver al pasado, un pasado
cargado de injusticias y gobiernos dictatoriales.

Jacobo Árbenz Guzmán (1951-1954) encabezó el segundo gobierno de la Revolución de


Octubre. Valiéndose del apoyo de fuerzas políticas radicales, Arbenz promovió una mayor
profundización en los cambios y transformaciones del país. Su proyecto de gobierno
estuvo marcado por la construcción de la Hidroeléctrica de Jurún Marinalá, la carretera al
Atlántico y el Puerto Santo Tomás de Castilla; pero su mayor esfuerzo se centró en la
transformación del área rural.
El proyecto de mayor impacto social fue la Ley de Reforma Agraria conocido
popularmente como Decreto 900; y su brazo financiero, la Ley del Banco Nacional
Agrario. La Reforma Agraria tocó los intereses de la Compañía Frutera de Guatemala
(United Fruit Company), con propiedades en la Costa Sur e Izabal; pero también la de
muchos latifundistas, a la postre el sector más importante dentro de las clases poderosas.

Como indica Jim Handy, la Reforma Agraria fue dos cosas al mismo tiempo: la fruta más
hermosa de la revolución y los clavos de su ataúd. Al despertar problemas agrarios
latentes en el interior del país contrapuso a sectores importantes de las clases
desposeídas que sumados a los intereses de las trans-nacionales y los latifundistas
formaron una coalición mortal para la Revolución de Octubre y sus intenciones de
cambios y transformación.

Las buenas intenciones de los revolucionarios fueron sepultadas por un anticomunismo


feroz, propagado por la nación más poderosa del mundo en aquel momento, enterrando
con esto las aspiraciones de construcción de una utopía que muchos guatemaltecos aún
hoy añoran.

La energía utópica liberada por la Revolución de Octubre arrastró a Guatemala hacia la


modernidad económica y social al poner en vigencia una legislación acorde al momento
histórico. Pero, con su caída, también abrió paso a una reacción conservadora que
solamente después de más de treinta años de conflicto armado interno dio paso a una
reforma política necesaria en nuestro país. Esta reforma política, que integraría a sectores
de izquierda al panorama político nacional, fue posible solamente con el advenimiento de
los Acuerdos de Paz.

“La Revolución de Octubre logró en sus diez años de vigencia plasmar en leyes y
proyectos concretos la energía utópica que desplegaron las mujeres y hombres que
llevaron adelante este fenómeno histórico. Fue un momento en el cual la sociedad en su
conjunto o por lo menos las grandes mayorías, intentaron por los medios a su alcance
cambiar la realidad vivida por una realidad imaginada”. En palabras de Robert Darnton por
una realidad utópica.
EL FINAL DE LA DICTADURA Y LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE

En las primeras horas de la mañana del 20 de octubre, el Castillo de Matamoros elevó la


bandera blanca en señal de redención. A a las 10:30 hizo lo mismo el Castillo de San
José. Algunos hechos callejeros violentos por parte de la resistencia obligaron al ejército
revolucionario a integrar con estudiantes y maestros un cuerpo de vigilancia llamado
Guardia Cívica, que patrulló la Ciudad de Guatemala desde la noche del 20 de octubre en
adelante, en sustitución de la policía nacional. Los boy scouts también pusieron su grano
de arena dirigiendo el tráfico en las esquinas más concurridas y las mujeres
guatemaltecas merecieron una mención especial debida a su labor como ayudantes de
enfermería en los hospitales y puestos de socorro (Móbil, 2010).

El 20 de octubre de 1944 selló por primera vez en la historia republicana de Guatemala la


unión entre ejército y civiles revolucionarios (Móbil, 2010). Después de las rendición de los
dos bastiones militares defensores del gobierno de Federico Ponce, el mandatario y su
gabinete levantaron la bandera blanca del cese de hostilidades. Para ello fue necesario
que los combatientes revolucionarios llegaran al acuerdo de integrar un mando unificado
integrado por Francisco Javier Arana, representando a los jóvenes oficiales de la Guardia
de Honor y Jacobo Árbenz Guzmán y Jorge Toriello Garrido, en representación de los
sectores militares democráticos egresados de la Escuela Politécnica, así como a los
estudiantes, obreros y políticos que coadyuvaron a derrocar las tiranías de Ubico y Ponce
Vaides (Móbil, 2010).

Los dirigentes exigieron telefónicamente la renuncia escrita de Ponce, desde la embajada


de Estados Unidos. Después de solicitar la mediación del cuerpo diplomático y de cuatro
horas de negociación, ambas partes acordaron los términos de la rendición del gobierno y
el cese total de hostilidades de las fuerzas militares que lo apoyaron (Móbil, 2010).

La Constitución de 1879 queda derogada por la Junta revolucionaria y se hace la petición


a la Asamblea legislativa para realizar elecciones para diputados de la Asamblea
Constituyente, la cual elabora una constitución entre enero y marzo de 1945,
suscribiéndola el 11 de marzo. La tarea de elaborar una nueva Constitución fue difícil ya
que los miembros de la Asamblea y de la Junta Revolucionaria de Gobierno tuvieron
fuertes presiones por parte de la oligarquía guatemalteca reacia a cambios,
principalmente si estos eran sobre la tenencia de la tierra, las obligaciones laborales y
patronales, el voto del analfabeta y de la mujer, la libertad religiosa. Lo novedoso de la
nueva constitución de 1945 fue, entre otros aspectos: El establecimiento de Guatemala
como república libre, soberana e independiente, con el fin de asegurar a sus habitantes
libertad, bienestar económico, político, social y cultural. Garantía al derecho de la rebelión
y manifestación. Las mujeres tendrían derecho de participar en procesos democráticos si
eran mayores de edad y sabían leer y escribir. Abordó las relaciones entre capital y
trabajo, e instauró los principios fundamentales de la organización laboral. Todos los
varones mayores de edad tenían derecho al voto, incluyendo los analfabetas que eran
aproximadamente el 70% de la población masculina.
El gobierno sentó las bases legales para que su sucesor lograra hacer cambios
significativos, porque no se atrevió a tocar las bases estructurales para un cambio
democrático y revolucionario como tal. Los seis años del gobierno de Arévalo tuvieron
incidentes de subversión e intentos de golpe de Estado, los cuales fueron sofocados por
suministro de la Defensa Jacobo Arbenz Guzmán. Segundo gobierno de la Revolución:
Juan Jacobo Arbenz Guzmán El segundo presidente de la revolución elegido
democráticamente, Jacobo Arbenz Guzmán (1913-1971), asume la presidencia el 15 de
marzo de 1951. En su discurso de toma de posesión dijo que el objetivo de su gobierno
era convertir a Guatemala de un país atrasado y de economía semicolonial en un país
desarrollado y de economía independiente, moderna y capitalista, para mejorar el nivel de
vida de las grandes masas guatemaltecas. En dicho discurso Arbenz definió que su
gobierno ejecutaría los siguientes programas: a. Construcción de la Hidroeléctrica Jurún
Marinalá en Escuintla, la cual produciría energía para el país, compitiendo con la Electric
Bond and Share, empresa estadounidense que tenía el monopolio de la energía y sus
precios eran muy elevados. b. Construcción de la Carretera al Atlántico, la cual sería una
vía alterna, para que las personas pudieran trasladarse de un lugar a otro y trasladar sus
mercancías sin necesariamente utilizar el ferrocarril de la IRCA que era otro monopolio
estadounidense.
GOBIERNO DE JORGE UBICO

Jorge Ubico Castañeda (Ciudad de Guatemala, 10 de noviembre de 1878 - Nueva


Orleans, Estados Unidos, 14 de junio de 1946) fue un militar y político guatemalteco, que
fue Jefe Político de la Verapaz y de Retalhuleu durante el gobierno del licenciado Manuel
Estrada Cabrera, candidato a la presidencia de Guatemala en 1926, y Presidente de
Guatemala de 1931 a 1944. Sostuvo su mandato por medio de un régimen totalitario y
unaAsamblea Nacional Legislativa totalmente supeditada a sus designios1 y al apoyo
político y económico de la United Fruit Company de los Estados Unidos.2 3 . Es
ampliamente conocido por haber sido el último gobernante liberal autoritario en América
Latina y por mantener la criminalidad al mínimo en el país durante su gobierno.

Hijo de Arturo Ubico Urruela, abogado y político guatemalteco, activista del Partido Liberal
de Guatemala y presidente de la Asamblea Nacional Legislativa durante gran parte de los
22 años del gobierno del licenciado Manuel Estrada Cabrera, Ubico Castañeda creció en
la clase acomodada de ese país centroaméricano. Asistió a las instituciones educativas
de más alto prestigio en el país y recibió educación complementaria en escuelas militares
de Estados Unidos y Europa. En Guatemala, ingresó a la Escuela Politécnica, pero no
terminó sus estudios militares.1
En 1897 Ubico Castañeda fue nombrado como Jefe Político en grado de
Segundo Teniente de Infantería, para Tactic, Alta Verapaz. Fue allí donde logró
desarrollarse ampliamente, ascendiendo de una forma rápida a través de todos los rangos
militares, hasta llegar a convertirse en General de Brigada con apenas 28 años de edad.
Luego fue gobernador de Retalhuleu, siguiendo la línea militar del gobierno de Estrada
Cabrera. En 1921 participó en la junta militar que instaló al General José María
Orellana en la presidencia del país tras el derrocamiento del presidente Carlos Herrera y
Luna. Con Orellana logró alcanzar el grado de General de División en 1922, si bien un
año más tarde renunció a su cargo y se desligó temporalmente de la milicia.
No duró mucho tiempo sin que Ubico Castañeda regresara de nuevo a la política,
creyendo fervientemente que su misión era la de mejorar Guatemala, así como la
condición de sus habitantes, envió varias propuestas de ley al Congreso, algunas de las
cuales fueron aprobadas. Tras desaveniencias con el general Orellana, pasó a la
oposición hasta la muerte de éste en 1926. Cuando el sucesor del general Orellena, el
presidente interino general Lázaro Chacón, convocó a elecciones, Ubico fundó el Partido
Liberal Progresista y participó en las mismas en contra del propio general Chacón, pero
fue derrotado.4
Luego de su derrota electoral, se retiró a la vida privada, pero con la inestabilidad que se
dió tras la renuncia del general Chacón en 1930, por enfermedad, se involucró
nuevamente en el tinglado político. El presidente interino Baudilio Palma fue derrocado y
asesinado en un golge militar por el general Manuel María Orellana Contreras (quien era
primo del general José María Orellana), pero este gobierno no fue reconocido por el
gobierno de los Estados Unidos, que entonces ya tenía fuertes inversiones en Guatemala
(derivadas de las concesiones otorgadas durante el gobierno del licenciado Manuel
Estrada Cabrera). La Asamblea Nacional Legislativa designó a José María Reina
Andrade, quien había sido ministro de Gobernación durante buena parte del gobierno de
Estrada Cabrera, y éste inmediatamente convocó a elecciones, a las cuales se presentó
Ubico Castañeda como candidato único.Nota 1 1 5
Una vez en el poder, asumió poderes dictatoriales. Mantuvo una asamblea legislativa
títere obediente a sus mandatos. Uno de sus principales objetivos fue el de lograr una
reorganización de la administración pública, para lo que nombró a varios allegados suyos,
los llamados Ubiquistas, en posiciones claves del gobierno. Se caracteriza su régimen por
un esfuerzo por estabilizar las finanzas del estado, reduciendo el gasto público. Es
significativo su impulso a la construcción de obra pública, especialmente carreteras, en
beneficio de la actividad cafetera, dominada por inmigrantes alemanes en la Veparaz (en
donde había sido Jefe Político). Para la construcción de carreteras empleó trabajo forzado
de indígenas, vigilados por el departamento militar de diseño y construcción de carreteras
y reclutados forzosamente mediante la Ley de Vagancia. Su administración resultó
beneficiosa para el monopolio bananero de la United Fruit Company, el cual resultó
reforzado por la política norteamericana para América Central durante la Segunda Guerra
Mundial.
Sus métodos fueron siempre autoritarios. Ubico reprimió duramente a la oposición de
cualquer índole, especialmente la de tinte comunista o democrático.1 Envió al paredón de
fusilamiento a los opositores internos de su partido, e impuso censura a la prensa,
debiendo toda noticia ser previamente autorizada por él un día antes de su publicación.
Realizó cambios al artículo 66 de la Constitución para prolongar su permanencia en el
poder. Ubico reprimió fuertemente a la delincuencia con la denominada Ley Fuga, por
medio de la cual los acusados de delitos políticos eran ejecutados extrajudicialmente por
orden presidencial en el lugar conocido como La Barranquilla, cercano a donde
actualmente se encuentra el Campo de Marte en la Ciudad de Guatemala y en las
inmediaciones de la Penitenciaría Central de Guatemala.1También combatió la corrupción
en el Estado con la creación de la contraloría General de Cuentas de la Nación y el
Tribunal de Cuentas. Con esto, las cárceles se convirtieron en elemento disuasor para el
robo del erario público. Obligó a la Asamblea Legislativa a decretar una donación de
200000 dólares de la época para su persona por sus contribuciones a la patria.

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