1

ORACION AL JUSTO JUEZ

Jesucristo se levanta y a sus discípulos llama, mas viéndoles todos juntos de esta manera
les habla: ¿Quién de vosotros hermanos morirá por mí mañana? Se ven unos a otros;
ninguno responde nada, si no es que San Juan Bautista, que predicó en la montaña, esa
muerte, Señor mío para

2
vos está nombrada; de allí sale una mujer que Verónica se llama, le limpia el Sagrado
Rostro tres figuras figuraba; una está en Jay, otra en Roma y la última en el Cielo.

El que esta oración rezaré, los siete Viernes de Cuaresma, saldrá su alma limpia y pura
como la luz de una estrella.

A LOS CATÓLICOS

3
Varias veces se han hecho impresiones con el nombre de oraciones al Justo Juez; y estas
oraciones impresas hasta en verso no son sino un conjunto de disparates sin sentido y una
falsificación sacrílega de la oración verdadera, por lo cual no es extraño que no produzca
sus maravillosos resultados.

La presente impre-

4
sión, aprobada y reconocida por los patriarcas armenios de Jerusalén, es una copia exacta
sacada de su original que grabada en una plancha de oro existe en el convento de
religiosos del Monte Líbano en donde el rey Salomón tomó los cedros para edificar a Dios
el primer Templo en Jerusalén .
Dicha plancha fue encontrada en el Monte Cal-

5
Vario enterrada junto al peñasco en donde se fijó la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo y la
descubrió el príncipe Godofredo en la guerra que emprendió contra los mahomentanos
para rescatar los Santos Lugares de Jerusalén. Con esta oración el citado príncipe se hizo
invisible en varios encuentros que tuvo con los turcos y lo mismo su cristiano ejército.
Baste decir que esto

6
Se debió al completo triunfo de las armas cristianas que hacían gran mortandad en los
infieles sin que estos vieran ni por donde eran atacados por los trescientos soldados
cristianos vencieron a un millón y medio de impíos mahomentanos y recobraron los
Santos Lugares, siendo de notarse que no pereció ni uno solo de los que rezaban con
devoción y fue esta oración.

7
Esta oración es eficacísima para librarse de enemigos, de guerra, persecución de justicia,
pestes, de toda clase de peligros de mar y tierra; como naufragios, asaltos en camino; y
todo peligro como lo demuestra la experiencia de más de 3 siglos. Será muy útil rezar
después de esta oración el cantico a la Virgen Santísima, o sea La Magnifica.

8
ORACIÓN
Oh Divino JUSTO JUEZ a quien adoro rendido, hoy postrado aquí a tus pies el perdón Señor
te pido, ¡ Justo Juez esclarecido! Protector universal, líbrame de todo mal. Que mi
contrario intentare. Si en el camino sale quítate el mal pensamiento a todos los que de
intento,
9
me quieran asesinar. Y si algún hombre criminal, piensa quitarme la vida, en algún camino
real, tu, señor, serás mi egida. Que me valga esta oración, Cristo mío Crucificado. La
llegada de tu costado sea mi dulce habitación, en un punto peligroso, si algún rio
caudaloso yo no pudiera pasar, tan so-

10
Lo con implorar Tu Santo nombre glorioso. Haz que salga victorioso de todos mis
adversarios pues son muchos mis contrarios que me siguen día con día, Virgen Sagrada
María, ruégale a mi Dios querido, que yo no sea perseguido de cárcel y prisiones. De
incrédulos y aflicciones líbrame a cada

11
momento, de enredos y malos cuentos que puedan perjudicarme. Padre mío al
acostarme, tú me veles en la cama, para que recibas mi alma una vez perdonado. Te pido
que se librado de heridas, de salteadores, de todos los malhechores, líbrame de noche y
día Virgen Sagrada María te ofrezco este ofre-

12
Cimiento, Santísimo Sacramento alúmbrame con la luz ¡Oh Sacratísima Cruz de la gran
ciudad de Sión! Te ofrezco esta oración, diciéndote: Amén, Jesús. Divino y Justo Juez,
acompáñame en mi viaje, líbrame de todo accidente, defiéndeme de mis enemigos y
socórreme en mis necesidades.
13
ADVERTENCIA
Nuestro Santísimo padre manda extender esta oración que está sacada del Santo Sepulcro
de nuestro Señor Jesucristo en la santa ciudad de Jerusalén, suplicamos a hombres, niños
y mujeres, la carguen sobre su pecho aunque no sepan leer y serán libertados de
prisiones, de malas lenguas y de hombres asesi-

14
nos.

Las personas que carguen este cuadernillo serán libertadas de cualquier peligro en que se
vean, diciendo: Oh Jesús Sacramentado! Enemigos veo venir; la sangre de tu costado de
ellos ha de cubrir.

Con estas palabras se libertó N.S.P. el Sr. León XIII, de ser asesinado en el mismo
Vaticano.