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Presentación 5
Reseñas 133
Eugenio Green
Wheaton College, B.A. (Estudios Bíblicos), M.A. (Nuevo
Testamento); University of Aberdeen, Ph.D. (Nuevo Testamen-
to). Profesor de Nuevo Testamento en Wheaton College.
Carlos R. Sosa
Seminario Teológico Centroamericano, Lic. en Teología, estu-
dios de M.Th. en Biblia. Miembro del equipo de liderazgo de la
Iglesia Luterana Cristo Rey en Guatemala.
Carlos Calderón
Seminario Teológico Centroamericano, Lic. en Teología, M.Th.
en Estudios Bíblicos. Pastor de la Iglesia Cristiana Comunidad de
Adoración, San Salvador, El Salvador.
Pablo Sywulka
Columbia Bible College, B.A. (Educación Bíblica). Universidad
de San Carlos de Guatemala (Historia). Dallas Theological
Seminary, Th.M. (Nuevo Testamento), Ph.D. (Nuevo Testamen-
to). Profesor de Nuevo Testamento en el SETECA.
Daniel Schipani
Universidad de Buenos Aires, Lic. en Psicología; Pontificia
Universidad Católica Argentina, Dr. en Psicología; Goshen
Biblical Seminary, M.A. (Religión); Princeton Theological
Seminary, Ph.D. Profesor de Cuidado y Consejo Pastoral en el
Associated Mennonite Biblical Seminary.
KAIRÓS No. 40 / enero - junio 2007
Robert C. Roberts
Wichita State University, B.A. (Filosofía), M.A. (Filosofía); Yale
University, B.D., Ph.D (Teología Filosófica). Profesor Distinguido
de Ética en Baylor University.
Samuel Escobar
Universidad de San Marcos, Lima, Profesorado en Letras y
Educación; Universidad Complutense, Madrid, Ph.D. (Filoso-
fía); McMaster University, Ontario, Doctor en Teología Honoris
Causa. Presidente honorario de la Fraternidad Teológica Lati-
noamericana; Profesor Emérito del Palmer Theological Semina-
ry, Filadelfia; Profesor del Seminario Teológico Unión Bautista
Española, Madrid.
Gary Williams
Wheaton College, B.A. (Educación Cristiana); Dallas Theological
Seminary, Th.M. (Nuevo Testamento); Universidad de las
Américas (Letras Hispanas); Dropsie College, M.A. (Antiguo
Testamento), Ph.D. (Antiguo Testamento). Profesor de Antiguo
Testamento en el SETECA.
PRESENTACIÓN
Gary Williams
La muerte y el poder del Imperio —
1 Tesalonicenses 4:13-18
Eugenio Green
Profesor de Nuevo Testamento
Wheaton College
New Testament, ed. Gerhard Kittel y Geoffrey W. Bromiley (Grand Rapids: Wil-
liam B. Eerdmans Publishing Company, 1973) 2:722-23; G. H. R. Horsley, ed.,
New Documents Illustrating Early Christianity (Grand Rapids: William B. Eerd-
mans Publishing Company, 1978) 3:10-12.
La muerte y el poder del Imperio —1 Tesalonicenses 4:13-18 11
Adolf Deissmann, Light from the Ancient East (Grand Rapids: Baker Book
2000): 114.
S. R. F. Price, “Rituals and Power”, en Paul and Empire, ed. Richard A.
Scholars Press, 1988): 34-35, 70-71. Sobre este género de carta, véanse Stanley
K. Stowers, Letter Writing in Greco-Roman Antiquity (Filadelfia: Westminister
Press, 1986): 142-52; y Abraham J. Malherbe, “Exhortation in First Thessalo-
nians”, Novum Testamentum 25 (1983): 254-55.
La muerte y el poder del Imperio —1 Tesalonicenses 4:13-18 13
LA CONSOLACIÓN APOSTÓLICA
1 Tesalonicenses 4:13
Según Teócrito, “las esperanzas son para los vivos; los muertos
no tienen esperanza” (Idilio IV 42). Hay inscripciones tanto en
griego como en latín con la fórmula: “Yo no era, era, no soy, no
17 Arthur Darby Nock, “Cremation and Burial in the Roman Empire”, Har-
mento, ed. Lothar Coenen, Erich Beyreuther y Hans Bietenhard (Salamanca: Edi-
ciones Sígueme, 1990) 2:130.
16 KAIRÓS No. 40 / enero - junio 2007
1 Tesalonicenses 4:14
evgeno,mhn\ ouvk eivmi, kai ouv lupou/maiÅ Moulton y Milligan, Vocabulary: 382.
20 Citado en Deissmann, Light from the Ancient East: 176.
21 Antípater, n. 37; Felipe, n. 32. En The Greek Anthology: The Garland of
nn. 25; 28, 29, 31, 37. La ironía de la muerte: Antípater, nn. 26, 34, 58, 102, 107;
Felipe, n. 39. El luto provocado por la muerte: Felipe, n. 27.
La muerte y el poder del Imperio —1 Tesalonicenses 4:13-18 17
ment and Other Early Christian Literature, trad. y rev. Robert W. Funk (Chicago:
University of Chicago, 1961) §371, eiv más el indicativo.
26 Bauer, A Greek-English Lexicon of the New Testament: 16.
27 Véanse especialmente Paul Ellingworth y Eugene A. Nida, A Translator’s
1 Tesalonicenses 4:15
Ernest Best, Commentary on the First and Second Epistles to the Thessalonians
(Harper’s New Testament Commentaries; Nueva York: Harper & Row, 1972):
189-94; I. Howard Marshall, 1 and 2 Thessalonians (New Century Bible Com-
mentary; Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing Company, 1983):
La muerte y el poder del Imperio —1 Tesalonicenses 4:13-18 19
hacer una negación respecto al futuro. Véase Blass y Debrunner, Greek Grammar
§365.
20 KAIRÓS No. 40 / enero - junio 2007
1 Tesalonicenses 4:16
Bella civilia romana, 5.30; Josefo, Antiquitates 7.247; y las citas en Moulton y
Milligan, Vocabulary: 666-67; Bauer, A Greek-English Lexicon of the New Testa-
������
ment: 1�����
053.
32 Ceslas Spicq, Theological Lexicon of the New Testament (Peabody, Mas-
De somniis 1.157.
22 KAIRÓS No. 40 / enero - junio 2007
1 Tesalonicenses 4:17
como “los que estemos vivos, los que hayamos quedado”. Estos
serán “arrebatados junto con ellos”. Es decir, se unirán con los
muertos resucitados y todos juntos serán arrebatados.
El verbo a`rpa,zw “arrebatar” denota tomar algo o alguien por
fuerza o violencia (cp. Mt. 11:12; 12:29; 13:19; Jn. 6:15; 10:12,
28-29; Hch. 23:10; Jud. 23) y en algunos textos neotestamentarios
se usa de arrebatamientos a los lugares celestiales (2 Co. 12:2, 4;
Ap. 12:5; cp. Hch. 8:39). En algunas de las descripciones del rap-
to de Enoc aparece el mismo verbo (Sabiduría. 4:10-11; 2 Enoc
3:1), como también en la mitología clásica (que los tesalonicenses
conocían) cuando narra cómo ciertos personajes fueron arrebata-
dos por los dioses.40 En todos estos relatos solamente algunos son
los arrebatados, y, por lo tanto, lo extraordinario desde el punto
de vista de los tesalonicenses era la promesa del arrebatamiento
general de tanto los muertos resucitados como los cristianos vi-
vos. Nunca se había contemplado en toda la historia un evento
tan glorioso.
El medio del traslado para encontrarse con el Señor serán “las
nubes”, las cuales son un elemento común en las teofanías (Mt.
17:5; Mr. 9:7; Lc. 9:34-35; 1 Co. 10:1-2) y también figuran en la
ascensión de Cristo y de los dos testigos en Apocalipsis (Hch. 1:9;
Ap. 11:12). Asimismo acompañarán al Señor en su regreso (Mt.
24:30; 26:64; Mr. 13:26; 14:62; Lc. 21:27; Ap. 1:7; 14:14-16),
una realidad que tiene sus raíces teológicas en la visión de la veni-
da del Hijo del Hombre en Daniel 7:13-14 (cp. VRV). Las nubes
son el lugar del encuentro de los seres humanos con el Divino.
El propósito del arrebatamiento se plantea en la siguiente cláu-
sula, “para encontrarnos con el Señor en el aire”. La expresión
traducida “para encontrarnos”, eivj avpa,nthsin, es casi una frase
técnica que denota la costumbre de enviar una delegación afue-
ra de la ciudad para recibir al dignatario que venía a visitar. En
Hechos 28:15 Lucas la utiliza en su relato de la llegada de Pablo y
sus compañeros a Roma: “Los hermanos de Roma...salieron has-
Anabasis 3.2.27; Diodoro Sículo 16.69.4.
40 Como Perséfone por Pluto (Apolodoro 1.5.1) y Eneas por Afrodita (Quin-
1 Tesalonicenses 4:18
Carlos R. Sosa
Miembro del equipo de liderazgo
Iglesia Luterana Cristo Rey, Guatemala
INTRODUCCIÓN
TRADUCCIÓN
GÉNERO
(Madrid: Ediciones Cristiandad, 2000) 1:225. Esta idea es muy similar a la que
años antes propuso Gunkel, quien lo consideró como un “canto comunitario de
acción de gracias”. Hermann Gunkel, Introducción a los Salmos, trad. Juan Miguel
Díaz Rodelas (Valencia: Institución San Jerónimo, 1983): 421.
4 BL = Biblia Latinoamericana.
5 Luis Alonso Schökel y Cecilia Carniti, Salmos: Traducción, introducciones
SITZ IM LEBEN
FECHA DE COMPOSICIÓN
de Estudios Bíblicos 53; Salamanca: Ediciones Sígueme, 1995) 2:68. Pero Kraus
cae en el mismo error al proponer que el salmo es un “cántico de oración de la
comunidad que implora bendición de Yahvé” (pág. 69).
7 Sigmund Mowinckel, The Psalms in Israel’s Worship, trad. D. R. Ap-Thomas
Word Books, 1990): 156. Los paralelos entre el lenguaje del salmo y el ugarítico
se exponen en H. Jefferson, “The Date of Ps 67”, Vetus Testamentum 12 (1962):
201-05.
12 Julio Trebolle Barrera, Libro de los Salmos: Religión, poder y saber
RÚBRICAS
ESTRUCTURA LITERARIA
20 Las distintas propuestas para arreglar los versos de los Salmos y definir su
métrica pueden verse en Wilfred G. E. Watson, “Problems and Solutions in Hebrew
Verse: A Survey of Recent Work”, Vetus Testamentum 43/3 (1993): 372-84; William
L. Holladay, “Hebrew Verse Structure Revisited (I): Which Words ‘Count’?”,
Journal of Biblical Literature 118/1 (1999): 19-32; ídem, “Hebrew Verse Structure
Revisited (II): Cojoint Cola, and Further Suggestions”, Journal of Biblical Literature
118/3 (1999): 401-16.
21 Según Sievers (Metriche Studien, 1901-1907) el doble trímetro (3+3) es
una de las estructuras más comunes en la poesía hebrea, pero la forma 2+4 es
sumamente rara. Citado en Eissfeldt, Introducción al Antiguo Testamento 1:134.
A. A. Anderson, The Book of Psalms (New Century Bible Commentary; Grand
Rapids: William B. Eerdmans Publishing Company, 1972): 478, considera que la
métrica del último versículo es 2+2+2 (así como lo presenta BHS). Pero este
análisis es otra manera de decir que hay un dístico de 2+4, y siempre representa
una estructura bastante fuera de lo común. Además, el paralelismo indica un dístico,
no un trístico.
22 En cuanto al valor semántico de la métrica en los Salmos, véase Luis
Alonso Schökel, “El ritmo hebreo como factor expresivo”, Revista Bíblica 107-
108 (1963): 24-28.
23 Alonso Schökel y Carniti opinan que “no es infundado sospechar que, en
la cadena de copistas, uno descuidase la repetición del estribillo al final” (Alonso
Schökel y Carniti, Salmos 1:865). Pero ellos mismos se percatan de que no existe
evidencia manuscrita al respecto y que la inclusión v. 2a // v. 7a se rompería con
la añadidura de un estribillo final (ibid.).
24 Beat Weber, “Psalm LXVII: Anmerkungen zum Text selbst und zur Studie
von W. Beyerlin”, Vetus Testamentum 43/4 (1993): 559-66.
Forma y mensaje del Salmo 67 35
v. 2a WnNEx'y> ~yhil{a/
v. 2b Wnker>b'ywI
v. 2c WnT'ai wyn"P' raey"
v. 3 ^K,r"D> #r<a'B' t[;d:l'
^t,['Wvy> ~yIAG-lk'B.
v. 4 Estribillo
v. 5 Sección central
v. 6 Estribillo
v. 7a Hl'Wby> hn"t.n" #r<a,
v. 7b ~yhil{a/ Wnker>b'y>
v. 8a Wnyhel{a/ ~yhil{a/ Wnker>b'y>
v. 8b #r<a'-ysep.a;-lK' Atao War>yyIw>
v. 2a WnNEx'y> ~yhil{a/
v. 7a Hl'Wby> hn"t.n" #r<a,
v. 2b Wnker>b'ywI
v. 7b Wnyhel{a/ ~yhil{a/ Wnker>b'y>
en la Biblia, trad. Francisco Lacueva (Barcelona: Editorial CLIE, 1985): 184. Cp.
Robert Davidson, The Vitality of Worship: A Commentary on the Book of Psalms
(Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing Company, 1998): 209-10.
27 El infinitivo tras l. tiene otros significados además de propósito; cp. Rudolf
Meyer, Gramática del hebreo bíblico, trad. Ángel Sáenz-Badillos (Terrasa, España:
Libros CLIE, 1989): 354-55.
28 Cp. Patrick D. Miller, “Deuteronomy and Psalms: Evoking a Biblical
29 Trebolle Barrera, Libro de los Salmos: 231. En esa misma página el autor
indica que los Salmos 3-41 y 90-150 son dos colecciones yahvistas. El nombre
de Dios en la forma Elohim aparece 164 veces en los salmos 42-72 según Jacir
de Freitas Faria, “El libro de los Salmos en su contexto literario”, Revista de
Interpretación Bíblica Latinoamericana 52 (2005): 11.
30 Esta perspectiva canónica que se interesa por la redacción final del Salterio
fue iniciada por B. S. Childs, Introduction to the Old Testament as Scripture
(Filadelfia: Fortress Press, 1979): 515-17. Trebolle explica brevemente dos opciones
en cuanto al conjunto elohísta de los Salmos 42-83: “El salterio elohísta, compuesto
por los salmos 42-83, se caracteriza por el uso frecuente del término elohîm. Se
han propuesto dos explicaciones de ello: la primera supone que el nombre divino
original era el de Ba‘al, el cual fue sustituido en parte por los de elohîm o Yahwéh,
especialmente por este segundo; la segunda considera que, en el conjunto del
Salterio, el término genérico elohîm, ‘dios’, fue progresivamente relegado, en
mayor proporción en la sección yahvista del Salterio y en menor en la elohísta.
Este salterio puede constituir la parte más antigua del libro de los Salmos” (Trebolle
Barrera, Libro de los Salmos: 233).
38 KAIRÓS No. 40 / enero - junio 2007
Lapera, 2a. ed. (Biblioteca de Estudios Bíblicos 52; Salamanca: Ediciones Sígueme,
1996): 133.
33 En cuanto al uso del paralelismo en la literatura hebrea para comunicar
A. WnNEx'y> ~yhil{a/
Wnker>b'ywI
B. WnT'ai wyn"P' raey"
en los escritos poéticos del Antiguo Testamento. Ver Adele Berlin, “The Grammatical
Aspect of Biblical Parallelism”, en Beyond Form Criticism: Essays in Old Testament
Literary Criticism, ed. Paul R. House (Sources for Biblical and Theological Study
2; Winona Lake, Indiana: Eisenbrauns, 1992): 311-47.
35 N-C = Sagrada Biblia. Versión directa de las lenguas originales por Eloino
Pontifical, 1923): 475. El hecho de que los LXX traducen los verbos como optativo
aoristo es un apoyo para esta postura, o al menos indica cómo los LXX interpretaron
el verbo (Tate, Psalms 51-100: 155).
37 En muchos verbos hebreos la forma del yusivo es igual a la forma del
nostri.
40 KAIRÓS No. 40 / enero - junio 2007
#r<aB' ' “en la tierra” y ~yIAG-lk'B. “en todas las naciones” son frases
preposicionales con la misma preposición, y ^K,r>D: “tu camino” y
^t,[W' vy> “tu salvación” son objetos directos singulares con el sufijo
pronominal masculino de segunda persona singular.41 La rima con
hebrea: 41.
41 La lectura del la gran mayoría de MSS hebreos es ^K,rD > : “tu camino”, pero
varios MSS tienen ^yk,r"D> “tus caminos”, dos tienen AKr>D; “su camino (de él)”, y
la versión siríaca refleja wyk'r"D> “sus caminos (de él)”. Las lecturas “su camino” y
“sus caminos” probablemente son armonizaciones con las formas de tercera persona
en el v. 2; además “sus caminos” es una expresión común en el Antiguo Testamento.
Las lecturas más cortas son “tu camino” y “su camino”. Las más difíciles son
Forma y mensaje del Salmo 67 41
-eka (^t,[W' vy>, ^K,rD> ): enfatiza el sufijo genitivo que se refiere a Dios.
Llama la atención el cambio de la tercera persona en el v. 2 a
la segunda persona en el v. 3 en las referencias a Dios. Se seguirá
utilizando la segunda persona hasta el v. 6, pero en los vv. 7-8 se
retoma nuevamente la tercera persona. Es posible que estos cambios
obedezcan a alternación en los recitadores del salmo.42 Sin embargo,
el cambio de persona no es un fenómeno raro en la poesía hebrea
(cp. Salmo 23; Cnt. 1:2).
La línea B especifica el sentido de la línea A. “La tierra” es un
tanto ambiguo, pero la línea B aclara que se refiere a todas las
naciones allende Palestina. De manera similar “tu camino”, que se
puede interpretar de diversas maneras (como una referencia a la
ley de Dios, por ejemplo), se explica con el paralelo “tu salvación”.43
A la luz del v. 2, la salvación de Dios aquí son sus actos de bendición
para con Israel.44 Puede ser su intervención constante a favor de
evidente es que el salmo está compuesto de tres estrofas (vv. 2-3, 5, 7-8) y dos
estribillos (vv. 4, 6). Tómese en cuenta que esta forma (estrofas y estribillos) no
es exclusiva del Salmo 67 (cp. Salmos 42, 46); cp. Werner H. Schmidt, Introducción
al Antiguo Testamento, trad. Manuel Olasagasti, 3a. ed. (Biblioteca de Estudios
Bíblicos 36; Salamanca: Ediciones Sígueme, 1999): 369.
43 La versión siríaca tiene “su salvación (de él)”, en consonancia con su
lectura “sus caminos”. Probablemente estas lecturas son armonizaciones con las
formas de tercera persona en el v. 2 (cp. NVI).
44 Charles Augustus Briggs y Emilie Grace Briggs, A Critical and Exegetical
Nereo Silanes, “El Dios que salva”, y Gregorio Ruiz, “La salvación de Dios en
los profetas”, ambos en El Dios de nuestra salvación (Semana de Estudios
Trinitarios 11; Salamanca: Ediciones Secretariado Trinitario, 1976): 7-33 y 35-
50 respectivamente; Luis Alonso Schökel, “Salvación y liberación: Apuntes de
soteriología del Antiguo Testamento”, Cuadernos Bíblicos 5 (1980); e Yves Congar,
Un pueblo mesiánico: La Iglesia, sacramento de la salvación: Salvación y
liberación, trad. J. Valiente Malla (Epifanía 30; Madrid: Ediciones Cristiandad,
1976): 123-34.
46 W. Schottroff, “[dy yd Conocer”, Diccionario teológico manual del
A. Wxm.f.yI
~yMiaul. WnN>r:ywI
B. qd<c,B. lbeTe jPov.ti-yKi
C. rAvymi ~yMi[; jPov.Ti
D. ~yMiaul.W ~xen>T;
#r<a'B'
50 El códice Sinaítico de los LXX (GS) pone antes de jPov.Ti la frase krinei/
th.n oivkoume,nhn evn dikaoisu,nh|, reflejando el Vorlage qd<c,B. lbeTe jPov.Ti. Si esta
lectura es original, la del TM bien pudo haber surgido por haplografía. Kraus (Los
Salmos 2:67-68) y Schökel y Carniti (Salmos 1:863) optan por la lectura más larga.
51 Estas versiones traducen en futuro el v. 5b-c, pero no hacen lo mismo con
el v. 5a: “Alégrense y gócense las naciones, porque tú juzgarás a los pueblos con
equidad y guiarás a las naciones de la tierra” (RVA).
52 García Cordero, “Salmos”: 241; y Michel Dahood, Psalms (Anchor Bible
17; Garden City, Nueva York: Doubleday & Company, 1968): 129. En cuanto a
la escatología veterotestamentaria, véase Horst Dietrich Preuss, El camino de
Israel con Yahvé, tomo 2 de Teología del Antiguo Testamento, trad. Daniel Romero
(Bilbao: Editorial Desclée de Brouwer, 1999): 429-75.
46 KAIRÓS No. 40 / enero - junio 2007
confines de la tierra”. Sin embargo, hemos optado por traducir la conjunción waw
con el sentido de propósito, “para que”.
48 KAIRÓS No. 40 / enero - junio 2007
CONCLUSIÓN
frase] ‘bendición para las naciones’…no se está pensando en una misión activa
de Israel o del Siervo de Yahvé entre las naciones, sino de la existencia misma y
en la suerte de Israel, en la gloria de Yahvé dominando Sión y en la luz que desde
ahí resplandece y se extiende hacia fuera, de forma que las naciones vendrán y
serán seducidas por ese suceso que están viendo y en el que reconocen a Yahvé
(cf. Is 60,1-3)… De lo que se trata, más bien, es de que Israel no se interponga
entre Yahvé y las naciones como un estorbo egoísta y celoso de su salvación, que
no se cierre a los paganos, y que no niegue o infravalore enojado la misericordia
de Yahvé con los paganos”.
Forma y mensaje del Salmo 67 49
todavía hay una bendición “eterna” que permanece como promesa para el creyente
(Mt. 25:46; Mr. 10:30; Jn. 3:15-16; 2 Co. 5:1). Bien lo expresó Basilio de Cesarea
en el siglo IV: “Por medio del Espíritu Santo tenemos: el restablecimiento en el
paraíso, la subida al reino de los cielos, la vuelta a la adopción filial, la confiada
libertad de llamar Padre nuestro a Dios, de participar en la gracia de Cristo, de ser
llamado hijo de la luz, de tener parte en la gloria eterna y, en general, de estar en
la plenitud de la bendición, en esta vida y en la futura, viendo como en un espejo
la gracia de los bienes que nos reservan las promesas, y de los que esperamos
ansiosos disfrutar por la fe, como si ya estuviesen presentes. Pues, si tales son las
arras, ¿cuál no será la totalidad? Y si tamaña es la primicia, ¿cuál no será la plenitud
del todo?”. Basilio de Cesarea, El Espíritu Santo, trad. Argimiro Velasco Delgado
(Biblioteca de Patrística 32; Buenos Aires: Editorial Ciudad Nueva, 1996): 165.
51
Carlos Calderón
Pastor de Iglesia Cristiana Comunidad de Adoración
San Salvador, El Salvador
Introducción
Los misterios son ritos cúlticos en los cuales los destinos de un dios son
representados por medio de acciones sagradas delante de un círculo de
devotos, de tal manera que es dada a ellos una parte en el destino del
dios.
the Biblical World (Grand Rapids: Baker Book House, 1989): 172.
Florentino García Martínez, “El entorno religioso del Nuevo Testamento”,
ment, ed. Gerhard Kittel (Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing Com-
pany, 1967) 4:803.
Ninian Smart, The World’s Religions (Cambridge: Cambridge University
social (Bilbao: Editorial Desclée de Brouwer, 1993): 161. Por ejemplo, la diosa
Deméter se veneraba en los misterios de Eleusis, y el dios Dionisio en uno de
los más famosos cultos mistéricos. Se comprende mejor este fenómeno con lo
dicho por James D. Newsome, Greeks, Romans, Jews (Filadelfia: Trinity Press
International, 1992): 27-28: “Algunos de los misterios estaban centrados sobre la
devoción a deidades que habían sido veneradas por siglos como parte del panteón
griego antes del período helenístico, mientras que otros se enfocaban en dioses y
diosas cuyos hogares habían estado originalmente en Oriente o en Egipto”.
Los cultos de misterios y su influencia en el cristianismo 53
TRASFONDO GENERAL
La palabra “misterio”
Newsome señala en la misma página, que en el caso del culto a Dionisio hay
cierta evidencia de que haya habido persecución para sus adoradores (en las di-
versas versiones de su mito es un rasgo común que a su regreso a Grecia es reci-
bido con hostilidad). Cp. Günter Haufe, “Los misterios”, en El mundo del Nuevo
Testamento, ed. J. Leipoldt y W. Grundmann (Madrid: Ediciones Cristiandad,
1973) 1:121-122, quien informa, entre otras cosas, que “en el 186 a.C. las auto-
ridades romanas acusaron oficialmente a los fieles de Dionisio de desenfrenado
libertinaje, de asesinato y de otros cargos falsos semejantes”. Sin embargo, luego
el mismo César introdujo el culto de Liber Pater fusionado con Dionisio.
Bornkamm, “Musth,rion”: 803.
D. E. Aune, “Religions, Greco-Roman”, Dictionary of Paul and His Let-
ters, ed. Gerald Hawthorne y Ralph Martin (Downers Grove, Illinois: InterVarsity
Press, 1993): 792.
54 KAIRÓS No. 40 / enero - junio 2007
(San Francisco: Harper & Row Publishers, 1987): 4; Newsome, Greeks, Romans,
Jews: 27.
10 Meyer, The Ancient Mysteries: 4.
11 Ibid.
12 K. Prümm, “Misterio”, Diccionario de teología bíblica, ed. Johannes B.
Los días heroicos celebrados por el bardo Homero en sus Ilíada y Odisea
representaban el antiguo orden del mundo griego, y ese antiguo orden
con sus cada vez más anacrónicas polis y sus dioses fuera de moda estaba
dando paso a un nuevo mundo post-olímpico.17
neas en carácter, las autónomas ciudades estado habían salpicado el paisaje entre
las colinas y montañas de Grecia e integrado el vivir político, social, cultural y
religioso de los habitantes a una magnitud extraordinaria”.
19 Ibid. Meyer parece sugerir que la religión griega clásica con sus dioses
olímpicos, con Zeus a la cabeza, eran una réplica del sistema feudal operante en
las ciudades estado.
20 Ibid., 2. Cp. Michel Dubuisson, “Grecia (religiones de la antigua): período
tiempo de Alejandro Magno (siglo IV a.C.) “ya se habían lanzado dudas sobre
las deidades olímpicas de la polis griega... Filósofos y dramaturgos ya habían
cuestionado las virtudes e, implícitamente, la existencia de dioses y diosas que
eran retratados, con intensidades antropomórficas, como inmortales lujuriosos,
celosos y malévolos”. Cp. André Motte, “Grecia (religiones de la antigua): fenó-
menos de distanciamiento y nacimiento de una teología racional”, Diccionario
de las religiones: 707-08.
24 Newsome, Greeks, Romans, Jews: 27.
Los cultos de misterios y su influencia en el cristianismo 57
quien dice en cuanto al culto de Mitra: “El mitrianismo llegó a ser un tipo de
club de iniciación; sus ritos engendraban el sentimiento de una vida renovada y
de camaradería”.
28 Smart, The World’s Religions: 234.
58 KAIRÓS No. 40 / enero - junio 2007
29 Meyer, “Mysteries”: 720. Cp. García Martínez, “El entorno religioso del
Se puede ver con mayor o menor claridad en todos los misterios que
llevan a los iniciados al borde de la muerte para que sean sometidos a un
cambio que ha tomado lugar en el destino del dios que el rito promulga y
que les asegura de una vida de salvación de ese momento en adelante.37
32 Ibid.
33 Haufe, “Los misterios”: 112. Meyer, “Mysteries”: 721 sugiere que “pre-
sumiblemente esta suerte de cosas también era parte de otros misterios”. Cp. los
siete grados de los iniciados en el culto del dios iranio Mitra identificados en A.
W. H. Adkins, “Religión griega”, en Historia religionum 1:500-501.
34 Haufe, “Los misterios”: 115. Cp. la pág. 134 respecto al bautizo en el mito
de Mitra, donde un bautismo en la sangre de un toro parece haber sido uno de los
ritos de iniciación.
35 Louis H. Feldman y Meyer Reinhold, Jewish Life and Thought among
terno, De errore profanarum religionum 22.1, que esta salvación tenía “el sentido
tanto de salud y prosperidad en esta vida como de una vida dichosa después de la
muerte”. Eliade, Historia de las creencias 1:309, comentando la expresión “¡Bie-
naventurado el hombre que ha contemplado todo esto antes de marchar bajo tie-
rra!”, explica: “en virtud de las cosas vistas en Eleusis [uno de los ritos consistió
en ver o contemplar los símbolos sagrados del culto, como ya se ha mencionado],
el alma del iniciado gozará después de su muerte una existencia bienaventurada.
No se convertirá en sombra triste y exánime, desprovista de memoria y vigor, que
era a lo que tanto temían los héroes homéricos”.
39 Meyer, The Ancient Mysteries: 200. Cp. Haufe, “Los misterios”: 139 to-
estuvo a punto de perder la vida porque los atenienses pensaban que en sus trage-
dias revelaba ciertos misterios”.
42 Haufe, “Los misterios”: 112.
43 Bornkamm, “Musth,rion”: 808.
Los cultos de misterios y su influencia en el cristianismo 61
Según Bornkamm, son los ritos específicos del culto los que
deben guardarse en secreto:
Los secretos a ser estrictamente guardados son los detalles del culto, es
decir, los ritos sacramentales que constituyen el verdadero evento del
misterio, la actualización cúltica de la deidad que se muestra presente
en el drama sagrado, en la exposición por el hierofante de los símbolos
sagrados y en la pronunciación de la fórmula sagrada acompañante, y
que entra dentro de la asociación santificante y sacramental con los de-
votos.46
en su entorno social: 168, donde con respecto a los misterios eleusinos dice que
“se basan en el mito del rapto de Persefone por Pluto, y conmemoraban el ciclo
anual en que la semilla es enterrada en los silos subterráneos, muere y, después es
plantada en la tierra y surge de nuevo a una nueva y alentadora vida”. Cp. además
con Meyer, The Ancient Mysteries, 5-6.
50 Vermaseren, “Religiones helenísticas”: 495. Según Meyer, The Ancient
Mysteries: 5, “en Eleusis Deméter y Kore eran diosas del grano, y antiguas ce-
remonias agrícolas dramatizaban la siembra, crecimiento y siega del grano”.
Los cultos de misterios y su influencia en el cristianismo 63
Cultos griegos
énfasis en la gran madre Deméter y su hija Kore; los misterios de Andania, con
la adoración de varios dioses y diosas, entre ellas Deméter, Hagne y (en Pausa-
nias) la Gran Diosa; los misterios de Isis y Osiris, en que la Reina Isis provee
firmeza maternal en el enfrentamiento de las vicisitudes en la carrera de Osiris;
y los misterios de la Gran Madre, con la Magna Mater como señora sobre todos,
incluyendo a su agonizante amante Atis”.
55 Haufe, “Los misterios”: 112. Cp. Mircea Eliade, H. S. Wiesnes e I. P.
Couliano, The Harper Collins Concise Guide to World Religions (Nueva York:
Harper San Francisco, 1991): 189-90, para quienes el fenómeno de las religiones
de misterio fue exclusivamente helénico. Parece ser que su postura es que los
nuevos cultos fueron asociados a las formas de misterios solo en el período del
Imperio Romano.
64 KAIRÓS No. 40 / enero - junio 2007
Dionisio era fruto de la unión de Zeus con Selene. El dios supremo lo sal-
va del vientre de su madre cuando el rayo de la cólera divina la destruye
y lo implanta en su propia cadera... Hermes lo transporta a la cabaña de
las Ninfas, entre las que crecerá. Luego es perseguido y muerto por los
56 García Martínez, “El entorno religioso del Nuevo Testamento”: 361.
57 Stambaugh y Bach, El Nuevo Testamento en su entorno social: 168.
58 Meyer, “Mysteries”: 721.
59 Eliade, Historia de las creencias 1:318.
60 García Martínez, “El entorno religioso del Nuevo Testamento”: 361.
61 Meyer, “Mysteries”: 722.
62 Ibid.
63 García Martínez, “El entorno religioso del Nuevo Testamento”: 361.
Los cultos de misterios y su influencia en el cristianismo 65
Titanes, pero resucita. De allí que el dios que muere y resucita será con-
siderado como el dios de la vida que renace.64
En acuerdo con Eliade, Meyer dice que “no considerar nada como
prohibido fue entre estas personas la cúspide de la realización re-
ligiosa” y agrega que “hombres aparentemente en delirio profe-
rirían profecías con frenéticas convulsiones corporales”.67
Lo anterior es interesante porque nos permite especular en la
posibilidad de que unas ideas y conductas semejantes hayan es-
tado presentes como influencia en el culto de la iglesia neotesta-
mentaria de Corinto, con su entusiasmo por lo que probablemente
fuera una desordenada práctica de los dones singulares de lenguas
y profecía. Esto es posible, tomando en cuenta que, sin duda, el
culto a este dios se practicaba en aquella ciudad.68
64 Ibid., 361-62.
65 Haufe, “Los misterios”: 119.
66 Eliade, Historia de las creencias 1:381.
67 Meyer, The Ancient Mysteries: 86.
68 Bible Works 5.0, “Corinth”, ISBE Bible Dictionary, 02/10/2003. En esta
fuente se señala que fue en Corinto que el Ditirambo (himno a Dionisio) fue
por primera vez arreglado artísticamente para ser cantado por un coro. Cp. el
elemento glosolálico evidenciado en el así llamado documento La liturgia de Mi-
tras, donde las “palabras mágicas” (voces magicae) son una forma de glosolalia
(Meyer, The Ancient Mysteries: 212). Cp. también James D. G. Dunn, The Christ
& The Spirit: Pneumatology (Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing
Company, 1988) 2:265: “La glosolalia practicada en Corinto parece haber sido en
66 KAIRÓS No. 40 / enero - junio 2007
Cultos de Oriente
Influencia en el judaísmo
Influencia en el cristianismo
1996): 129.
82 Ibid., 145.
83 Ibid. E. R. Goodenough, Jewish Symbols in the Greco-Roman Period
(Nueva York: Bollingen Foundation, 1953) 2:169, citado por Arnold, The Colo-
ssian Syncretism: 145, nota que “el principal valor del hechizo es que muestra
cuan completamente Hécate y Iao estarían asociados”, y agrega: “La manera en
que ‘Iao’ y ‘adonai’ dominan me sugiere a mí que el autor probablemente fue un
judío”.
84 Newsome, Greeks, Romans, Jews: 30. Este autor también informa de los
Similitudes y diferencias
Gredos, 1970): 170. Cp. Prümm, “Misterio”: 673. Según este, en los mitos so-
bre las muertes violentas de las figuras masculinas de las parejas Atis-Cibeles,
Adonis-Astarte e Isis-Osiris (indicadas aquí con cursivas) “aparecen particulari-
dades que vedan toda aproximación al mensaje de la muerte expiatoria y resu-
rrección del Señor”. Luego en la pág. 674 agrega: “...el bien que esperan de su
animosa participación en el destino del dios no lo buscan en el terreno de los
valores morales... La redención que un Atis ha de traer a sus devotos, no es la
liberación de la opresión de la culpa y el pecado... En el mejor de los casos, lo
que ocupa o preocupa al participante del culto es la tragedia de la vida humana,
presentida en la muerte ineludible”.
100 Prümm, “Misterio”: 673-74.
101 Ibid., 674.
102 Ibid., 676: “Ya sea por razón de que el fin último, la gloria formal de Dios,
CONCLUSIÓN
benditas que fueron aclamadas como reinas del cielo (regina caeli), fueron rela-
cionadas con la luna y fueron a menudo retratadas con sus hijos (Horus o Jesús)
formalmente sentados sobre sus regazos”.
Los cultos de misterios y su influencia en el cristianismo 75
Pablo Sywulka
Profesor de Nuevo Testamento
Seminario Teológico Centroamericano
INTRODUCCIÓN
Justificación
Santificación
Walter Bauer, A Greek-English Lexicon of the New Testament and Other Early
Christian Literature, ed. Frederick William Danker, W. F. Arndt y F. W. Gingrich,
3a. ed. (Chicago: University of Chicago Press, 2000): 9-10����������������������
. La santificación se
contrapone al pecado en pasajes como 2 Tesalonicences 2:7-14, donde la maldad
del “inicuo” y sus seguidores se coloca en marcado contraste con la “santificación
por el Espíritu”.
El comentarista C. K. Barrett afirma que cuando Pablo menciona la san-
tificación en relación con los creyentes, habla del acto en que Dios “los separa
para sí mismo”. The First Epistle to the Corinthians (London: Adam & Charles
Black, 1973): 60.
84 KAIRÓS No. 40 / enero - junio 2007
Vivificación
creyente, pero que se realizará de manera final en la venida del Señor. La oración
de Pablo en 1 Tesalonicenses 5:23 abarca “el proceso total”. ����������������
Charles A. Wana-
maker, The Epistles to the Thessalonians (New International Greek Testament
Commentary; Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing Company, 1990):
206.
10 Ibid.
Salvación pasada, presente y futura según la teología paulina 85
Glorificación
CONCLUSIÓN
Casi todos estos términos [los que tienen que ver con la salvación] se
pueden usar indistintamente para referir a cualquiera de los tres tiempos.
Nuestra lógica moderna quizá preferiría guardar un grupo de términos
para cada faceta de la tríada: por ejemplo, justificación para el hecho
consumado, santificación para la experiencia continua y glorificación
para la meta. Pero el uso de los términos en el Nuevo Testamento no se
conforma a ese tipo de patrón. Lo único que puede asegurar la lógica es
que hay diferencias de énfasis. La justificación tiene primordialmente
una referencia al pasado, pero es también una condición dentro de la cual
se vive la vida cristiana…antes del veredicto final que se espera ansiosa-
mente… Los cristianos han sido salvos una vez por todas, pero también
están siendo salvados...y esperan la salvación todavía futura… Han sido
libertados, pero deben vivir como personas libres…mientras esperan su
liberación final. Han sido lavados, pero el proceso limpiador continúa
hasta que se alcance la pureza perfecta.15
Daniel S. Schipani
Profesor de Cuidado y Consejo Pastoral
Associated Mennonite Biblical Seminary
Elkhart, Indiana, E.U.A.
The fifth and last clue for education from a Christian faith perspective is a
hermeneutical circle taken from practical theology, with four phases: em-
pirical-descriptive, analytical-interpretative, normative, and strategic-prag-
matic. This circle is first illustrated from the Jerusalem assembly in Acts 15
and then is applied to the issue of spirituality in formal education.
Key words: Christian education, spiritual formation, hermeneutical circle,
Acts 15, practical theology
INTRODUCCIÓN
DE LA ESTRUCTURA DE LA TEOLOGÍA
PRÁCTICA A LA PRÁCTICA DE LA EDUCACIÓN
Empírico-
Descriptiva
Estratégico- Analítico-
Pragmática Interpretativa
Normativa
CONCLUSIÓN
área (“dentro” y/o “fuera” de la iglesia) que a su juicio requiere atención priori-
taria en cuanto desafío para la iglesia y su ministerio educativo. (2) Identifiquen
una área o un aspecto de la educación teológica que a su juicio requiere atención
prioritaria (ya sea en términos de currículo, metodología educativa u otro). En
ambos casos, procuren determinar si la aplicación del círculo hermenéutico de la
teología práctica puede iluminar dichos desafíos.
96 KAIRÓS No. 40 / enero - junio 2007
Robert C. Roberts
Profesor de Ética
Baylor University
INTRODUCCIÓN
lar que un factor que impidió que los griegos antiguos vieran el
perdón como solución del problema de la venganza cíclica fue su
suposición de que los requisitos de la justicia eran absolutos. El
perdón transciende la justicia, y en algunas culturas esto puede
parecer inmoral.
Así que la estructura lógica del perdón nos ayuda a entender
que no cualquier cultura o filosofía de la vida puede hallar lugar
para el mismo. Una apreciación de la variedad de los conceptos
del mal, de la agencia humana y la responsabilidad y del orden
relativo de los valores (la justicia en comparación con la generosi-
dad y el amor) nos convence que el concepto canónico del perdón
no es algo universal. El cristianismo y el judaísmo, en cambio,
proporcionan una cosmovisión que encaja perfectamente con el
perdón: las personas son reales, son responsables de muchas de
sus acciones, el daño que pueden hacerse unos a otros es serio,
y la justicia, por importante que sea, puede ser sobreseído por el
amor. Los que escriben sobre el perdón suelen compartir estas su-
posiciones metafísicas, y esto quizá explica porque tantos piensan
que todo el mundo comparte la idea de que el perdón es bueno.
Además de estos conceptos metafísicos generales, el cristianismo
declara que Dios es perdonador y que el Hijo de Dios se ha dado
en sacrificio por nosotros los pecadores (y somos todos pecado-
res; así que nadie está en condición de condenar a otro). Es decir,
estamos rodeados por todos lados por el perdón, porque vivimos,
nos movemos y existimos en un Dios que perdona.
Focused Coping Strategy That Can Reduce Health Risks and Promote Health Re-
silience: Theory, Review, and Hypotheses”, Psychology and Health 19/3 (junio
2004): 385-405.
El perdón en la psicología cristiana 105
El catolicismo estadounidense:
Reflexiones sobre crecimiento numérico
y realidad pastoral
Samuel Escobar
Profesor del Seminario Teológico
Unión Bautista Española, Madrid
TENDENCIAS DEMOGRÁFICAS
“El auge católico en los Estados Unidos”, Zenit, 1 de julio de 2006, <http://
en 2025, se espera que 16,7 millones de los 45,9 [millones de] residentes
que tendrá el estado sean católicos. De estos 5,6 millones de católicos
que se agregarían, 3,5 millones vendrán de los nacimientos, y 2,1 mi-
llones serán resultado de la emigración de otros estados y países.
“El auge católico”.
Ibid. Se puede descargar el documento de los obispos en <http://www.ca-
catholic.org/h/pr/pr60619.html>.
“El auge católico”.
112 KAIRÓS No. 40 / enero - junio 2007
Ibid.
Ibid.
Ibid.
Ibid.
10 Ibid.
El catolicismo estadounidense 113
CONVERSIONES AL PROTESTANTISMO
Una encuesta de 2002 llevada a cabo por el Pew Hispanic Center encon-
tró que es más probable que las generaciones más jóvenes, al contrario
de sus padres que fueron inmigrantes, adopten religiones no católicas o
que sean agnósticos.19
habla hispana que las iglesias que llevan más tiempo establecidas
enfrentan también estos desafíos pastorales, y que por momentos
parece que no tienen respuestas que broten de su propia teología
y experiencia. Me permito dar un ejemplo de lo que quiero decir.
Los obispos católicos españoles publicaron en el año 2003 un Di-
rectorio de la pastoral familiar de la Iglesia en España.34 Se trata
de un documento de 248 páginas que tiene una parte teológica
que sirve de fundamento a una parte práctica de directivas es-
pecíficas de pastoral. Comentando la aparición de este volumen
en el diario de mayor circulación en España, se observaba que si
bien se trataba de un documento magistral, los autores no tenían
credibilidad. Posiblemente un organismo de pastores y pastoras
evangélicos, casados casi todos ellos, tendría más credibilidad.
Pero no hay de parte evangélica ningún documento oficial que
exprese un consenso de las iglesias acerca de esa gama de situa-
ciones pastorales que se presentan hoy en día en relación con la
pastoral de la familia. Hay algunos pocos esfuerzos aislados de
entidades para-eclesiásticas para proveer orientación, pero falta
una pastoral evangélica de la familia. Las carencias de la pastoral
evangélica en general en el mundo de habla hispana son notables
y hay grandes vacíos.
A algunos de nosotros, como a quien escribe estas líneas, nos
incomoda el crecimiento de iglesias posmodernas y carismáticas
a las cuales se van personas de nuestras iglesias más tradicionales.
Podemos explicarlo con alguna teoría de la conspiración, como
hacen los católicos frente al crecimiento evangélico, pero sería
preferible que nos atreviéramos a hacer un examen de nuestras
deficiencias pastorales. Puede que estemos fallando en las tareas
de ministerio con las cuales deberíamos conservar a los nuestros
en la fe y ayudarles en su crecimiento como discípulos de Jesu-
cristo. Puede también tratarse de que hayamos perdido el sentido
de misión y estemos actuando como iglesias instaladas.
Creo que es posible una pastoral que combine lo mejor de
la tarea de conservación con el espíritu misionero. La verdad es
que la gente de hoy, aun en medio de esta cultura posmoderna y
34 Conferencia Episcopal Española, Directorio de la pastoral familiar de la
LA HISTORIA MINIMALISTA
CONCLUSIÓN
Gary Williams
133
Reseñas
Antiguo Testamento
Gabriel López
Teología
Gerardo Alfaro
136 KAIRÓS No. 40 / enero - junio 2007
Alvin Thompson
Ministerio
Los editores del libro son especialistas en cuatro áreas del conocimiento:
antropología, estudios organizacionales, sociología y teología. Están ligados,
respectivamente, a la Oxford ����������������������������������������������
Brookes University����������������������������
, a la Southern
���������������������
Theological
Education in Salisbury����������������������������������������������������
, a la ���������������������������������������������
Durham University����������������������������
y a la ��������������������
St. Peter’s Church��,
todas ubicadas en el Reino Unido.
Los editores parten del presupuesto que “las iglesias locales tienen mu-
cho que ofrecer como comunidades que buscan ser señal de Dios y hacer
la diferencia en el mundo” (pág. xv). Por eso, proponen para los lectores
interesados en el estudio de las iglesias locales una aproximación interdisci-
plinaria, abarcando sus cuatro áreas de pericia. Con esta finalidad reunieron
un grupo de 21 investigadores con intereses y trasfondos variados, pero tam-
bién con una visión común para el mundo (pág. xiii), los cuales se proponen
responder preguntas tales como: ¿Cuáles caminos están disponibles para el
estudio de las iglesias locales? ¿Cómo se puede investigar aspectos específi-
cos de una iglesia local? ¿Cuáles métodos son más apropiados para realizar
determinada investigación juntamente con la iglesia local? ¿Cómo se rela-
cionan y actúan las iglesias en los barrios donde están ubicadas? ¿Cómo se
organizan las iglesias a sí mismas y cómo se puede entender el poder a nivel
institucional y local?
El libro está dividido en tres partes y cada una está subdivida en artícu-
los, los cuales abordan qué metodología es más apropiada para investigar
determinado aspecto de una iglesia local.
En la primera parte, siempre en una perspectiva que involucra las cuatro
disciplinas (antropología, estudios organizacionales, sociología y teología),
los autores buscan responder a la pregunta: ¿Por qué es importante estudiar
las iglesias locales hoy? Aquí se colocan las bases para las dos últimas partes
del libro. Vale la pena destacar el artículo de Mathew Guest sobre la “visión
general de los estudios de una iglesia local”. Ofrece una visión de cómo di-
ferentes estudiosos se han aproximado al estudio de las iglesias locales. Dos
138 KAIRÓS No. 40 / enero - junio 2007
Maruilson Souza
139
Libros Recibidos
Libros recibidos
Todos los libros para reseñas deben enviarse al Editor, KAIRÓS, Apdo. 2311,
01901 Guatemala, C.A. Los títulos de todos los libros recibidos aparecerán
en esta lista, menos los que son reseñados en este número de la revista. La
mención de un título en esta lista no excluye la posibilidad de su reseña en
un próximo número.
DAVIDS, PETER H., The Letters of 2 Peter and Jude. (Pillar New Testament
Commentary; Nottingham, Inglaterra: Apollos, 2006), xxxii + 348
págs.
FITZMYER, JOSEPH A., The One Who Is to Come (Grand Rapids: William
B. Eerdmans Publishing Company, 2007), xvi + 205 págs.
JEFFORD, CLAYTON N., The Apostolic Fathers and the New Testament
(Peabody, Massachusetts: Hendrickson Publishers, 2006), xii + 267
págs.
PORTER, STANLEY E., ed., Hearing the Old Testament in the New Testament
(Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing Company, 2006),
xiii + 316 págs.
140 KAIRÓS No. 40 / enero - junio 2007
STEVENS, MARTY E., Temples, Tithes, and Taxes: The Temple and
the Economic Life of Ancient Israel (Peabody, Massachusetts:
Hendrickson Publishers, 2006), xii + 209 págs.