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Los movimientos sociales

como sujetos
de la comunicación
Raúl Zibechi
La comunicación ha sido y sigue siendo la desde las alturas"3, contribuyendo a crear vín-
forma como los oprimidos coordinan y articu- culos en forma de redes no unificadas que
lan sus comportamientos, ya sea para resistir hacen posible la acción colectiva. La expan-
a los opresores o para desafiar la dominación. sión de la prensa popular y la difusión de la
El carácter de los movimientos sociales -movi- alfabetización, hicieron posible el nacimiento
mientos institucionales o de sociedades en de la política popular, ya que "sin la capacidad
movimiento- determina el tipo de comunica- de leer, los insurgentes en potencia habrían
ción que establecen, pero la existencia de tenido dificultades para mantenerse al
espacios de intercomunicación fuera del con- corriente de las acciones de otros con reivin-
trol de las elites (Scott, 2000), ha sido y sigue dicaciones similares, excepto por la transmi-
siendo una de las claves del nacimiento y la sión verbal de las noticias"4.
expansión de la actividad colectiva.
Por otro lado, los grupos subordinados sólo
En los albores del movimiento obrero, los tra- pueden preparar su rebelión en espacios segu-
bajadores aprendían los rudimentos de la lec- ros fuera del control de los poderosos. Sin la
tura y la escritura, individualmente o en existencia de esos espacios, sería impensable
grupo, para poder formarse una opinión pro- siquiera la resistencia organizada a la domina-
pia sobre la vida. Los espacios de información ción. Se trata de espacios de socialización en
de los trabajadores eran en general los mis- los que los oprimidos "ensayan" los discursos y
mos que los de su formación, y ambas estaban actitudes que un día se atreverán a exteriori-
firmemente ancladas en la experiencia de la zar en el escenario público. Las luchas de los
vida cotidiana. De modo que en la Inglaterra oprimidos requieren, entonces, "una coordi-
de comienzos del siglo XIX, el historiador del nación y comunicación tácita o explícita den-
primer movimiento obrero podía afirmar que tro del grupo subordinado", que sólo se consi-
"la lucha por la libertad de prensa ejerció una gue a través de la creación de "espacios socia-
influencia formativa central en el movimiento les que el control y la vigilancia de sus supe-
que se estaba configurando"1. En esos espa- riores no puedan penetrar"5.
cios de socialización segregados y diferencia- En esos espacios donde la información circula
dos, florecía y se reproducía una cultura ple- horizontalmente, se forman los futuros com-
beya, o cultura obrera, que durante largo
tiempo se mostró irreductible a la ambición
16 de las clases dominantes por domesticarla2.
1 Thompson, E. P. (1989:333) La formación de la clase
obrera en Inglaterra. Tomo II, Barcelona: Crítica.
2 Jones, Gareth Stedman (1989) Lenguajes de clase.
Otros enfoques anclados en la sociología de Madrid: Siglo XXI.
los movimientos sociales, coinciden en atri- 3 Tarrow, Sidney (1997: 103) El poder en movimiento.
buir a la comunicación un papel destacado Los movimientos sociales, la acción colectiva y la
tanto en el nacimiento como en la rápida difu- política. Madrid: Alianza.
sión de los movimientos modernos. Con ellos, 4 Idem; 98
la información comenzó a circular horizontal- 5 Scott, James (2000: 147) Los dominados y el arte de
mente en vez de "emanar autoritariamente la resistencia. México: ERA.

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batientes sociales, se tejen redes de relacio- efecto, la mayor parte de los estudiosos sue-
nes cara a cara en base a la fraternidad y la len coincidir en destacar tres aspectos: las
confianza mutua; en una palabra, se trasmite oportunidades políticas, las formas de organi-
la cultura popular o la del grupo subordinado. zación y los procesos colectivos de interpreta-
Las elites sienten que esos espacios son un ción8. En suma, se suele enfatizar en los
peligro permanente para la estabilidad del aspectos formales, desde las formas organiza-
régimen de dominación. En base a varios tra- tivas hasta los ciclos de movilización, desde la
bajos acerca de la cultura obrera en la identidad hasta los marcos culturales. Y así se
Inglaterra del siglo XIX, Scott afirma que "más los suele clasificar según los objetivos que
de un estudioso de la clase obrera moderna ha persiguen, la pertenencia estructural de sus
indicado que muchos de los circuitos de la cul- integrantes, las características de la moviliza-
tura popular fueron destruidos deliberada- ción, el momento y los motivos por los cuales
mente a fines del siglo XIX con siniestras con- irrumpen. Aunque existe una abundante pro-
secuencias en el proyecto de disciplinar y ducción académica, hay muy poco trabajo
domesticar culturalmente al proletariado"6. sobre el terreno latinoamericano sobre bases
propias y, por lo tanto, diferentes.
Así como la clase empresarial comprendió que
debía cerrar los "poros" de la sociabilidad Uno de los más completos y abarcativos análi-
obrera dentro de la fábrica, para asegurar un sis sobre los movimientos sociales bolivianos,
mayor control de la fuerza de trabajo que coordinado por Álvaro García Linera, considera
redundara en un aumento de la productivi- que los movimientos tienen, todos ellos, más
dad, dando vida al taylorismo y al fordismo, allá de tiempos y lugares, tres componentes:
también parece haber comprendido la necesi- una estructura de movilización o sistema de
dad de controlar los espacios de los subordi- toma de decisiones, una identidad colectiva o
nados allí donde desarrollan su vida cotidiana. registros culturales, y repertorios de moviliza-
Acceder a esos espacios y desmantelarlos, ción o métodos de lucha9. Sin embargo, con
supone impedir que los de abajo puedan coor- ese marco analítico apenas se pueden abordar
dinar sus comportamientos en un sentido de algunos pocos movimientos o bien apenas la
resistencia e insubordinación. parte más estructurada de ellos: los movimien-
tos institucionalizados, los que tienen una
Sociedades en movimiento estructura visible y separada de la cotidianei-
dad, los que eligen dirigentes y se dotan de un
Buena parte de la movilización social desplega- programa definido y en función de sus objeti-
da por las sociedades latinoamericanas en las vos establecen formas de acción, son los que
dos últimas décadas, supone un desafío a las suelen ser analizados por los especialistas.
teorías establecidas sobre los movimientos
sociales ya que se gestó y desplegó por fuera Pero los movimientos más importantes de
de los movimientos institucionalizados. El con- América Latina movilizan un conjunto de rela-
cepto mismo de "movimiento social" parece ciones sociales, a menudo territorializadas,
poco ajustado a la hora de comprender lo que que coexisten con las relaciones hegemóni-
las sociedades vienen produciendo desde el cas. Para describirlos algunos analistas acu-
Caracazo de 1989. El carácter de la moviliza- ñaron el concepto de "movimiento societal",
ción social en curso está provocando una ver-
dadera revolución teórica, que en la última 17
6 Idem; 156.
década se plasmó en la centralidad adquirida
por expresiones como autodeterminación auto- 7 Díaz-Polanco, Héctor (1997) La rebelión zapatista y
la autonomía. México: Siglo XXI.
nomía, autogobierno y territorio, entre otras7.
8 McAdam, Doug, John McCarthy y Mayer Zald (1999)
Movimientos sociales: perspectivas comparadas.
El concepto "tradicional" de movimiento social Madrid: Istmo.
parece un obstáculo para afinar la compren- 9 García Linera, Alvaro (2004) Sociología de los movi-
sión de los actuales movimientos y, en conse- mientos sociales en Bolivia. La Paz:
cuencia, el papel de la comunicación. En Diakonía/Oxfam

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como forma de dar cuenta del "movimiento de masas, abrevan en la separación entre sujeto
una parte de la sociedad en el seno de la (emisor de información) y objeto (receptor de
otra"10. Este análisis parte de la realidad de la información). Maturana y Varela la denomi-
existencia de "varias sociedades" en la socie- nan como "metáfora del tubo", ya que conci-
dad, o sea, por lo menos de dos conjuntos de be la comunicación como "algo que se genera
relaciones sociales mínimamente articuladas. en un punto, se lleva por un conducto (o tubo)
En otros trabajos he defendido una propuesta y se entrega al otro extremo receptor"14. Por
similar al concebir este tipo de movimientos el contrario, defienden una concepción de la
sociales como "sociedades en movimiento"11. comunicación en la que no funciona la rela-
ción sujeto-objeto, o sea activo-pasivo, sino
El aspecto central de este debate, es si efec- una pluralidad de sujetos siempre activos o,
tivamente existe un sistema de relaciones mejor, inter-activos. En la comunicación,
sociales que se expresan o condensan en un apuntan, no hay información trasmitida sino
territorio. Eso supone ingresar al análisis de coordinación de conductas.
los movimientos desde otro lugar: no ya las
formas de organización y los repertorios de la Esta forma de inter-comunicación que se basa
movilización sino las relaciones sociales y los en el acoplamiento o coordinación de conduc-
territorios, o sea los flujos y las circulaciones tas, es lo que permite explicar fenómenos
y no las estructuras. En este tipo de análisis sociales de envergadura como el Caracazo
aparecerán nuevos conceptos como autono- (1989), el Argentinazo (2001) o la movilización
mía, autoorganización y comunidad, entre los popular que revirtió el golpe de Estado en
más destacados. Venezuela (2002), por mencionar algunos
hechos destacados de las últimas décadas en
Los movimientos latinoamericanos más impor- nuestro continente. En esos casos no hubo un
tantes, como los indígenas, los sin tierra, y "sujeto" convocante ni una "masa" popular
crecientemente los urbanos, pertenecen a convocada, como suele suceder con las clási-
esta categoría de movimientos territorializa- cas convocatorias de los movimientos institu-
dos. Pero los territorios están vinculados a cionalizados como los sindicales. Existió una
sujetos que los instituyen, los marcan, los multiplicidad de autoconvocatorias simultá-
señalan sobre la base de las relaciones socia- neas a través de canales de comunicación no
les que portan12. Postulo que en la medida institucionalizados sino informales, horizonta-
que los sujetos encarnan relaciones sociales les y circulares.
diferentes, contradictorias con la sociedad
hegemónica, es que tienen la necesidad de En la cotidianeidad de los movimientos socia-
crear nuevas territorialidades. les de nuestra región, sucede algo similar aun-
que a escalas menores. Podemos preguntar-
Priorizar el movimiento por sobre la estructu- nos las razones por las cuales ciertas "convo-
ra, o sea el deslizamiento del lugar heredado
o construido anteriormente, implica una mira-
da diferente de la comunicación. Dicho de 10 Tapia, Luis (2002: 61) "Movimientos sociales, movi-
miento societal y los no lugares de la política", en
otro modo, si "el movimiento social es, riguro-
Raquel Gutiérrez, Alvaro García, Raul Prada y Luis
samente, cambio de lugar social"13, eso supo- Tapia; Democratizaciones plebeyas. Muela del
ne que, en algún momento, los que se despla- Diablo: La Paz.
18 zan lo hacen acoplando sus comportamientos,
11 Zibechi, Raúl (2003) Genealogía de la revuelta.
única forma en que pueden hacerlo conjunta- Argentina: una sociedad en movimiento. La Plata:
mente sin reproducir el lugar del que se des- Letra Libre.
lizan. O sea, sin reconstruir la relación suje- 12 Porto Gonçalves, Carlos Walter (2001) Geo-grafías.
to-objeto. Movimientos sociales, nuevas territorialidades y sus-
tentabilidad. México: Siglo XXI.
En efecto, las concepciones dominantes sobre 13 Porto, 2001: 197-198
la comunicación, las que se han popularizado 14 Maturana, Humberto y Francisco Varela (1996: 169)
a través de los medios de comunicación de El árbol del conocimiento. Madrid: Debate.

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catorias" son seguidas masivamente en algu- ciones. Más que punto o puntos de encuentro,
nas ocasiones, mientras en otras la misma quiero dar la idea de algo móvil y en construc-
convocatoria apenas es respaldada por un ción re-construcción permanentes. O sea,
puñado de activistas. En las grandes moviliza- que las nuevas gobernabilidades no son ni una
ciones realizadas por nuestros movimientos, construcción unilateral ni un lugar fijo, sino
aún en aquellos casos en los que ha mediado una construcción colectiva y en movimiento,
alguna "convocatoria", sólo se multiplica si que se asienta en nuevas técnicas de control
existe alguna forma de acoplamiento o coor- que buscan enfrentar el desafío que presen-
dinación de conductas, ese contagio afectivo tan a las elites las sociedades en movimiento.
que apasiona y lleva a la gente a ganar la calle
por cientos de miles. Algo así sucedió con la En el lugar de los modos de control disciplina-
Marcha Nacional por la Reforma Agraria con- rios aparecen formas denominadas "biopolíti-
vocada por el Movimiento Sin Tierra en Brasil cas" que se apoyan en los fenómenos existen-
(1997), y con la Marcha del Color de la Tierra tes, no intentan impedirlos, sino, al contrario,
convocada por el Ejército Zapatista de "ponen en juego otros elementos de lo real, a
Liberación Nacional en México (2001). fin de que el fenómeno, en cierto modo, se
anulara a sí mismo"17. En vez de reprimir y
Planes sociales para neutralizar prohibir, se trata de regular la realidad hacien-
la comunicación popular do que unos elementos actúen sobre los otros,
anulándolos. Este tipo de control es tanto más
En los últimos años se vienen perfeccionando necesario cuando los oprimidos desbordan las
los proyectos estatales para neutralizar los formas disciplinarias, cuando lo que se mueve
espacios autónomos de los sectores popula- no son ya sectores sociales sino porciones
res, bajo la forma de planes para combatir la enteras de sociedades, que no son ni controla-
pobreza. Estos proyectos ideados por organis- bles ni eliminables por la represión. ¿Cómo
mos internacionales como el Banco Mundial, imponerle leyes imperativas, negativas, a esas
con el objetivo inicial de paliar los efectos sociedades otras, capaces de desbaratar y
sociales del modelo neoliberal, han sido reto- neutralizar golpes de Estado, estados de
mados por los gobiernos latinoamericanos - excepción y las formas tradicionales de repre-
muy en particular por los gobiernos llamados sión? La única forma sería a través del genoci-
"progresistas" y de "izquierda"- que los han dio, el etnocidio; cuestión que no siempre es
extendido y profundizado. practicable y que requiere una relación de
fuerzas muy favorable para las elites.
Algunos de estos planes sociales, como el
Proyecto de Desarrollo de los Pueblos De lo que se trata, entonces, es de generar la
Indígenas y Negros de Ecuador (Prodepine) capacidad de gobernar grandes poblaciones,
han conseguido subordinar a sectores impor- para lo que deben aplicarse formas de control
tantes de los movimientos15; otros como el a distancia, más sutiles, formas de acción
Plan de Emergencia de Uruguay lograron menos transparentes que las del soberano
penetrar en profundidad en los territorios de para dar paso una acción "calculadora, medi-
la pobreza urbana16. Estos planes, que en el tada, analítica, calculada"18. Para conseguir-
caso de Brasil abarcan hasta el 25% de la lo, las clases dominantes deben actuar en
población del país y por lo tanto no pueden
ser considerados como parte de las políticas
19
15 Bretón, Víctor (2001) Cooperación al desarrollo y
focalizadas, son una de las vigas maestras más demandas étnicas en los Andes ecuatorianos. Quito:
potentes sobre las que se apoyan las nuevas Flacso.
gobernabilidades. 16 Zibechi, Raúl (2007) Autonomías y emancipaciones.
América Latina en movimiento. Lima: Universidad
Entiendo por "nuevas gobernabilidades" el Nacional Mayor de San Marcos.
punto de intersección entre los movimientos y 17 Foucault, Michel (2006: 79) Seguridad, territorio,
los estados, a partir del cual han ido naciendo población. Buenos Aires: Fondo de Cultura
las nuevas formas de dirigir estados y pobla- Económica.

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relación de inmanencia respecto de los movi- nada a fortalecer la gobernabilidad. En el
mientos que intentan controlar o, mejor, área andina, una de las más estudiadas y
reconducirlos hacia modos que beneficien a donde la penetración de la "cooperación al
los grupos dominantes. Si para el soberano se desarrollo" ha sido más intensa, se ha consta-
trataba de evitar que sus súbditos se moviliza- tado a raíz del ingreso de ONGs que promue-
ran, ya que el hecho mismo de hacerlo ponía ven la creación de Organizaciones de Segundo
en cuestión su condición, ahora el arte de Grado, "la sustitución simultánea de una diri-
gobernar incluye, como una más de sus técni- gencia muy militante, combativa e identifica-
cas, la movilización social callejera. A la da con un perfil político reivindicativo", por
movilización no se apela, como antaño, para otra "de carácter mucho más tecnocrático"20.
apoyar a gobiernos populares jaqueados por La cuestión no es menor si consideramos que
las oligarquías -como sucedió en múltiples la coordinación de conductas que es una de las
ocasiones a lo largo del siglo XX- sino para claves de la inter-comunicación, en las comu-
impulsar "causas justas", como los derechos nidades andinas se referencia en el papel des-
humanos en Argentina o contra la violencia tacado de los dirigentes como nodos clave del
doméstica en Uruguay. proceso de comunicación interna. Gracias a la
intervención de la cooperación internacional
Estas son, entre otras, algunas de las diferen- aparecen "cacicazgos de nuevo cuño" que sus-
cias entre las viejas y las nuevas gobernabili- tituyen a las anteriores dirigencias.
dades que más confunden a los activistas
sociales, ya que introducen dosis de ambigüe- Resulta evidente que esta nueva camada de
dad que persiguen esa deseada anulación de dirigentes nacidos al abrigo de la coopera-
los fenómenos por los fenómenos mismos. ción, en algún momento entra en colisión con
¿Quién mejor para actuar en relación de inte- las autoridades tradicionales de las comunida-
rioridad respecto a los oprimidos, que los des. No se trata de que los recursos externos
gobiernos surgidos de las entrañas de los sean negativos en sí mismos. No se trata de
movimientos de los de abajo, ya que están en rechazar el que existan personas y organiza-
mejores condiciones para aplicar tácticas ciones especializadas en captar y gestionar
complejas que representan un verdadero arte esos recursos que pueden ser de utilidad para
de gobernar? ¿Quién mejor para aplicar estas los movimientos. El punto en cuestión es que
tácticas que un tipo de personal forjado en la con el pretexto del "fortalecimiento organiza-
militancia, con experiencia en la relación con tivo" esas personas, externas o parte de los
los movimientos de los oprimidos? movimientos, se han terminado por superpo-
ner al funcionamiento habitual de las comuni-
Los "nuevos" gobiernos que dirigen Luiz Inacio dades y de los movimientos. Y, finalmente,
Lula da Silva, Néstor Kirchner y Tabaré una camada de funcionarios, externos o parte
Vázquez, por poner los ejemplos más obvios de los movimientos, se han impuesto por enci-
pero no los únicos, son hijos del arte de ma de los dirigentes legítimos.
gobernar. Nuevos, porque ya no estamos ante
los estados benefactores o ante los estados En segundo lugar, en la medida que las organi-
neoliberales prescindentes, sino ante algo zaciones sociales comienzan a pivotar "hacia
inédito, que sobre la base de la fragilidad fuera" en su necesidad de captar recursos y
heredada del modelo neoliberal busca des- proyectos, se desvanecen sus relaciones al
20 arrollar nuevas artes para mantenerlos en pie, interior del mundo popular como sustento de
dotarlos de mayor legitimidad y asegurar así la inter-comunicación. Aparecen, así, medios
su supervivencia siempre amenazada. Uno de de comunicación que siendo externos a los
los ejes en torno a los que gira este arte de movimientos se presentan como parte de ellos.
gobernar, se relaciona con el trabajo destina- En este aspecto, señalo lo mismo que respecto
do a ir "desarrollando el Estado en el seno de
esa práctica consciente de los hombres"19. 18 Idem; 95
Interferir en las formas de inter-comunicación 19 Idem; 290
popular forma parte de esta estrategia desti- 20 Bretón, 2001: 247

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a los recursos materiales: es necesario y posi- candidato del Partido de la Revolución
tivo que existan medios que apoyen a los movi- Democrática (PRD), Andrés Manuel López
mientos, pero es negativo que algunos preten- Obrador. Las diferentes interpretaciones
dan erigirse en sus portavoces, sustituyendo el sobre este proceso llevaron a un virulento
largo, lento e interno proceso de coordinación enfrentamiento entre la izquierda política
de posiciones por los que todo movimiento aglutinada en torno al PRD y el zapatismo. La
debe atravesar en función de tiempos propios diferencia y contradicción entre estas dos
y no sujetos a agendas externas. izquierdas es una realidad en buena parte de
los países latinoamericanos, y está llamada a
Comunicación para la autonomía tener una fuerte impronta en la comunicación
popular.
La comunicación no puede ser un mundo apar-
te: está implicada en las coyunturas que atra- Por último, parece necesario reflexionar
viesan nuestros pueblos y depende en gran sobre la relación entre unidad y multiplicidad
medida de las políticas de los estados nacio- en el campo de la comunicación popular. Me
nales, que en este período se han propuesto parece necesario dar prioridad a la diversi-
cooptar los movimientos y las sociedades en dad, heterogeneidad y variedad de expresio-
movimiento, desplegando estrategias que nes comunicativas descentralizadas que a
pretenden poner en práctica lo que he deno- menudo suelen ser sacrificadas en el altar de
minado como el "arte de gobernar los movi- la masividad. No puede existir un medio de
mientos". La construcción conjunta, anudan- comunicar que desplace a otros, todas las for-
do estado y movimientos a través de una prác- mas son necesarias (oral, escrita y audiovi-
tica estable y permanente, ha permitido cons- sual; formal e informal; de base, local y
truir conjuntamente nuevas realidades que nacional e internacional) y todas pueden
denominamos gobiernos progresistas y de potenciarse mutuamente. En la realidad de la
izquierda. inter-comunicación de los de abajo, coexisten
multiplicidad de modos y medios de comuni-
Salvaguardar la autonomía de los movimientos car. Por el contrario, el mercado capitalista
es una condición para que pueda existir y ha monopolizado y jerarquizado los medios,
expandirse una comunicación autónoma, por ha convertido la multiplicidad en unidad y la
canales y espacios propios no subordinados a heterogeneidad en homogeneidad.
los estados, por más cercanos que sean a los
movimientos. Lo realmente novedoso es que La unidad es uno de los modos que puede
la cooptación se está procesando ahora ya no adoptar la política de las élites en el mundo de
de modo individual sino apelando a los mismos los de abajo. Aún tienen fuerza las ideas que
instrumentos que los sectores populares sostienen que la unidad del campo popular
emplean para cuestionar la dominación, a tra- puede ser útil para potenciarlo. Pero en la his-
vés del "fortalecimiento" de las organizacio- toria, los de abajo no han necesitado estructu-
nes sociales. ras unitarias -que siempre son centralizadas-
para rebelarse. La unidad la consiguen de otra
Por eso los medios de comunicación de manera: en los hechos insurreccionales, en los
muchos movimientos se empeñan en mante- modos de rebelarse, en el poner en común las
ner una agenda propia y no sumarse a la de las horizontalidades. Las grandes rebeliones
elites. Sin embargo, en este período no resul- nunca provinieron de aparatos o estructuras, 21
ta sencillo discriminar la agenda de arriba de que suelen tener intereses propios que no
la de abajo, sobre todo cuando la primera están dispuestos a poner en riesgo.
aparece revestida de movilizaciones de
masas. Más aún, a primera vista puede resul- Va ganando terreno la idea de que la unidad
tar complicado diferenciar entre movimientos puede ser una imposición, una forma de fre-
y movilizaciones, como sucedió recientemen- nar los movimientos del abajo. Según el
te en México a raíz de las grandes manifesta- sociólogo brasileño Francisco de Oliveira,
ciones contra el fraude electoral contra el "sostener la falsa unidad encima de todo,

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solamente sirve para dejar los flancos abier- ron de las radios y las usaron como medio para
tos a las fuerzas contrarias a la transforma- intercambiar mensajes entre los comuneros
ción social. Así, en ciertas coyunturas, la con- que vivían en El Alto y los que permanecieron
signa puede ser 'dividir para luchar mejor'"21. en las áreas rurales. Más que mensajes, tras-
En suma, el objetivo de la política plebeya no mitían estados de ánimo, emociones, viven-
suele girar en torno a la unidad. En las cultu- cias que de ese modo se reproducían en sitios
ras del abajo la unidad no es moneda corrien- muy alejados. Las radios bolivianas jugaron
te, como sí lo es en las políticas que tienen un papel decisivo en la coordinación de con-
por objetivo la toma del poder estatal. Ellas ductas que fermentó una de las más profun-
desarrollan estado en el abajo, que siempre das rebeliones en la historia aymara22.
es una buena forma de ganar visibilidad, per-
manencia y, casi siempre, se convierte en un Junto a estos medios de comunicación forma-
buen gancho para la cooptación. Hoy, una de les se hicieron visibles una multiplicidad de
las tareas más importantes es seguir poten- modos de inter-comunicación entre los de
ciando las diversas formas de hacer política abajo. A la hora de convocar asambleas o de
de los de abajo, sus espacios, sus tiempos, sus alertar sobre la represión, sonaban silbatos y
modos de hacer. Para ello, la unidad es una pitos, se daban golpes a los postes de luz, se
de las principales barreras. Por el contrario, hacían reventar petardos y se izaban whipa-
lo que se denomina "fragmentación", que las23. La población acudía entonces a plazas o
suele ser una apreciación afincada en una iglesias, según el carácter de la situación, que
mirada desde arriba, puede ser una forma de eran los espacios en los que se tomaban deci-
evitar la cooptación que, como hemos visto, siones colectivas.
es uno de los objetivos trazados por las elites.
Ya se tratara de los medios formales o los
Comunicación en movimiento informales, la población se comunicaba a tra-
vés de los mismos medios que está acostum-
La existencia de medios masivos de carácter brada a utilizar en sus barrios o lugares de tra-
nacional sustentados en tecnologías de punta, bajo. Ninguno de esos medios está separado
no debería ser excusa para desplazar, ponga- de la vida cotidiana; unos no desplazan a los
mos como ejemplo, la pequeña radio comuni- otros ni se registró un proceso de centraliza-
taria en un remoto municipio. En pocos países ción en los medios más potentes o de mayor
como en Bolivia los medios populares han juga- alcance. Por el contrario, predominó la com-
do un papel tan destacado en relación con los plementariedad, uno de los rasgos más desta-
movimientos sociales. La insurrección de El cados de la cultura andina. En los barrios, por
Alto, en octubre de 2003, mostró la existencia poner un ejemplo, los silbatos y los golpes en
de una amplísima variedad de medios: desde los postes son la forma habitual como la
internet y emisoras de televisión como el siste- población se inter-comunica la presencia de
ma de Radio Televisión Popular, hasta la impre- ladrones y violadores. En esos casos, es muy
sionante Cadena ERBOL (Educación Radiofónica común que vecinas y vecinos se reúnan inme-
de Bolivia) que llega a todo el país y enlaza diatamente en la calle o en alguna plaza para
desde las capitales departamentales hasta las vigilar el barrio. Las radios populares, otro
comunidades rurales. En la historia de Bolivia, ejemplo, comenzaron a emitir en cadena los
las radios han jugado un papel destacado en la días de la insurrección, y de esa forma contri-
22 organización del movimiento social. En ellas
se involucran comunidades enteras, a través de
21 De Oliveira, Francisco (2006) "Voto condicional em
"reporteros populares" y periodistas comunita- Luiz Inácio". Diario Folha de Sao Paulo, 30 de octu-
rios pero también mediante la participación bre.
directa de la población.
22 Zibechi, Raúl (2006: 94-99) Dispersar el poder. Los
movimientos como poderes antiestatales. Buenos
Durante las semanas en que se preparaban las Aires: Tinta Limón.
grandes acciones insurreccionales, las comu- 23 Mamani, Pablo (2004) Microgobiernos barriales. El
nidades aymaras rurales y urbanas se apropia- Alto: Cades-Idis-Umsa.

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buyeron a movilizar a la población a la hora dominante. En el mundo andino esto viene
de atender heridos y de resistir los embates sucediendo desde hace unos 20 años. Entre
de las fuerzas armadas. El auditorio de Radio los movimientos campesinos como los sin tie-
San Gabriel, en El Alto, fue escenario de una rra de Brasil, la utilización de medios propios
prolongada huelga de hambre de autoridades es una tendencia creciente, ya que no pueden
aymaras y fue uno de los principales nodos de confiar en los medios de las clases dominantes
inter-comunicación de la población. Pero ese ni en los partidos políticos. En las periferias
mismo auditorio ha sido escenario en las últi- urbanas de muchas ciudades proliferan tam-
mas décadas de cientos de actividades y es bién medios de los sectores populares, sobre
por tanto un espacio conocido y valorado por todo radios comunitarias y periódicos barria-
la mayor parte de la población alteña. les, pero también se han ido estableciendo,
en el imaginario popular, espacios de encuen-
Pienso que la multiplicidad de medios existen- tro como plazas o centros sociales.
tes en la sociedad en movimiento de un país
como Bolivia, contribuyó de modo notable a Por último, quisiera señalar que la Otra
potenciarla. Algunos medios como los infor- Campaña ha sido hasta ahora la propuesta
males han nacido y crecido en la "sociedad más explícita para crear otras formas de
otra", india y popular. Otros, como la televi- hacer política, por fuera de las instituciones.
sión y la radio, han sido adoptados por esta Uno de los ejes de la propuesta zapatista con-
sociedad diferente y los ha puesto a su servi- siste precisamente en crear espacios de inter-
cio. En la vida cotidiana fortalecen su cultu- comunicación entre los de abajo. Hasta
ra, su visión del mundo, sus formas de vida. A ahora, esos espacios tuvieron un desarrollo
ellos acuden cuando quieren escuchar "su" importante en las regiones indígenas de
música o cuando sucede algún hecho extraor- Chiapas, pero nunca se había registrado el
dinario. En ciertos momentos, los mismos desafío de intentar crearlos en las grandes
medios sirvieron para defender el mundo ciudades. El éxito de esta campaña puede ser
otro, para la resistencia o la insurrección. En un aliento para los sectores populares urbanos
ambos casos comunican: contribuyen al aco- que hasta ahora han tenido enormes dificulta-
plamiento o coordinación de comportamien- des para poner en pie formas diferentes de
tos en la sociedad otra en movimiento. vida y, por lo tanto, modos distintos a los
hegemónicos de hacer política.
Me parece importante destacar que la "socie-
dad otra" cuenta, desde hace ya cierto tiem- Raúl Zibechi, es analista de movimientos
po, con sus propios medios de comunicación y sociales y columnista del Semanario Brecha
que ha dejado de utilizar los de la sociedad de Uruguay.

¿Qué es una prensa... sociabilidad originaria. Esto posibilitó recons-


Viene de la página 7 tituir sus valores, su identidad, y lograr cons-
truir un partido y ser hegemónicos hoy día en
Alternativa Bolivariana para las Américas es
un proceso duro, de disputa, pero un proceso 23
por aquellos países donde, de alguna manera,
en que tiene perspectiva de batalla hegemó-
el neoliberalismo no logró enraizarse tanto,
nica.
como son los casos de Venezuela, de Ecuador,
de Bolivia. En este último país, por ejemplo,
Revertir la hegemonía neoliberal es un eje
a pesar de haber tenido gobiernos neolibera-
determinante de la lucha por el posneolibera-
les, la mayoría de su población no fue pene-
lismo en América Latina hoy día y en esa lucha
trada, mantuvo su forma de sociabilidad indí-
tiene un rol central la construcción de una
gena, aún cuando emigró a la ciudad de El
prensa pública.
Alto mantuvo su forma de convivencia, de

13 noviembre 2007

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