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LATÍN II

LATÍN I I...............................................................................................................................................................1
CONTENIDOS DE LATÍN II............................................................................................................................1
UNIDAD 1. REPASO GENERAL E INTRODUCCIÓN A LA SUBORDINACIÓN......................................2
UNIDAD 4. SINTAXIS DEL INFINITIVO (2)............................................................................................3
UNIDAD 7. GERUNDIO Y GERUNDIVO. SUPINO......................................................................................6
EL SUPINO ..................................................................................................................................................8
CAVE CANEM ..................................................................................................................................................8
usos del SUPINO; v. irreg. nolo; imperativo negativo; construc. infinitivo pasivo.....................................8
UNIDAD 8. SUBORDINACIÓN RELATIVA ...............................................................................................11
UNIDAD 10. SUBORDINACIÓN CONJUNTIVA (1)...................................................................................11
10.1. VALORES DE UT, NE, CUM ..........................................................................................................11
11.1. Valores de QUOD...............................................................................................................................14
EVOLUCIÓN FONÉTICA.........................................................................................................................16
ANTOLOGÍA DE TEXTOS (CURSO 2011-2012 ). PRUEBA DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD PROSA 1.
......................................................................................................................................................................18
LA ÉPICA ROMANA.......................................................................................................................................20
CARACTERES GENERALES DE LA ÉPOCA DE AUGUSTO..............................................................20
VIRGILIO (70 a.C. – 19 a.C.).....................................................................................................................21
II. LA LÍRICA ROMANA................................................................................................................................22
III. LA SÁTIRA, FÁBULA Y EPIGRAMA.....................................................................................................26
IV. EL TEATRO ROMANO.............................................................................................................................31
Tiempo y lugar de las representaciones......................................................................................................31
Clasificación de las obras dramáticas.........................................................................................................31
Plauto (251 ¿?a.C. – 184 a.C.)...................................................................................................................31
Terencio (190 ¿? a.C. – 159 a.C.)................................................................................................................32
La tragedia. .................................................................................................................................................32
V. LA HISTORIOGRAFÍA ROMANA............................................................................................................33
LA ORATORIA ROMANA.............................................................................................................................37
LA NOVELA ROMANA..................................................................................................................................39
LA ROMANIZACIÓN EN LA ACTUAL ANDALUCÍA. ......................................................................42

CONTENIDOS DE LATÍN II
Los contenidos guardan relación con la prueba de selectividad. En cuanto a los temas de Literatura Latina, en
selectividad queda como sigue:

1. La poesía épica (Virgilio, Lucano).


2. La lírica latina (Catulo, Horacio, Ovidio).
3. La fábula, la sátira y el epigrama (Fedro, Juvenal, Marcial).
4. El teatro latino (Plauto, Terencio, Séneca).
5. La historiografía (César, Salustio, Livio, Tácito).
6. La oratoria y la retórica (Cicerón, Quintiliano).
7. La novela (Petronio, Apuleyo).
8. La romanización de la Bética.

UNIDAD 1. REPASO GENERAL E INTRODUCCIÓN A LA SUBORDINACIÓN


A • Oraciones simples y compuestas. D • Los géneros literarios.
• Revisión de la coordinación y yuxtaposición. Introducción.
• Procedimientos de subordinación.
• Repaso de las desinencias y terminaciones de los casos.
• Repaso de las funciones sintácticas de los casos.
• Repaso de las desinencias personales de los verbos.
• Temas verbales.
• Repaso de la concordancia: sustantivo adjetivo; sujeto-verbo.

UNIDAD 2. REPASO Y AMPLIACIÓN DE PARTÍCULAS SUBORDINANTES


2
A • La oración compuesta: subordinación. C • Formación de palabras. Concepto
• Procedimientos de subordinación. de composición y derivación.
• Subordinación conjuntiva: lista de conjunciones. • Expresiones latinas.
• Repaso del verbo sum.
• Repaso de las preposiciones.
B • Introducción al análisis sintáctico de oraciones complejas. D La historiografía.

UNIDAD 3. SINTAXIS DEL INFINITIVO (1)


A • Morfología del infinitivo. C • Composición I: prefijos. Verbos
• La oración de infinitivo. Su estructura. compuestos.
• Repaso de la declinación del sustantivo I: 1.ª, 2.ª, 4.ª y 5.ª • Expresiones latinas
declinaciones. Formas irregulares.
• Repaso del tema de presente de las conjugaciones 1.ª, 2.ª y
4.ª.
B • Teoría de la traducción. Traducción literal y traducción D • Roma en Hispania, especialmente en la
libre. Bética: yacimientos y museos.

.3.2. ORACIONES SUBORDINADAS COMPLETIVAS DE INFINITIVO.


Son un tipo de oraciones subordinadas sustantivas, de estructur a semejante a frases en español como Veo
al enemigo acercarse (= veo que el enemigo se acerca) . Tienen los siguientes elementos.
 VERBO PRINCIPAL (verbos que requieren completivas tipo ‘decir’, ‘preguntar’, ‘creer’, ‘ver’,
‘sentir’… e impersonales oportet ‘es necesario’, decet ‘es convenien-te’ o perífrasis con est del tipo
necesse est ‘es necesario’, opus est ‘es necesario’…)

 VERBO EN INFINITIVO, que es el núcleo verbal de la oración completiva1.


 ACUSATIVOS en función de SUJETO, ATRIBUTO u OD. La característica más des-tacable de estas
oraciones es precisamente que el acusativo desarrolla la función de Sujeto (compara inglés I want
him/ them/ us to go o castellano te veo venir). Ejemplo:
Credo conuiuium esse paratum ‘creo que el banquete está preparado’
Vbo. Suj./Ac. V/Inf. Atrib./Ac.
Or. sub. Compl. Inf. CD

Como se puede ver en los ejemplos anteriores no existe una correspondencia exacta entre latín y
castellano, ya que en latín puede haber una completiva de infinitivo con el mismo sujeto o con uno
distinto.
Por ello, cuando la oración de infinitivo tiene el mismo sujeto que la principal se dice que es una
oración de infinitivo concertada y cuando tienen distinto sujeto se dice que es oración de infinitivo
no concertada.
Sin embargo existe un caso especial de oración de infinitivo concertada que se da con verbos en
forma impersonal. Es el caso de oraciones con verbos como ‘se dice’, ‘se cuenta’, ‘se piensa’ cuya
expresión impersonal hace que el sujeto de la oración de infi-nitivo no pueda ser el mismo que el
de la principal:
Thalum primum dectionem solis praedixisse ferunt
‘Dicen que Tales predijo el primero el eclipse del sol’
Sin embargo, junto a esta posibilidad está la de emplear el verbo principal en forma personal y el
sujeto lógico de la oración de infinitivo pasa a ser directamente el sujeto de la oración principal:

1 cuidado con los infinitivos en voz pasiva ya que < esse > tiende a menudo a omitirse
3
Thales primus defectionem solis praedixisse fertur ‘Tales el primero es dicho haber predicho el eclipse
del sol’
Obviamente a la hora de traducir hay que hacerlo como si la expresión fuera impersonal y traducir como
arriba. Como se puede ver el sujeto de fertur (3ªsg. Pres. Ind. Pas.) es Thales primus y es el mismo que el del
infinitivo praedixisse, por eso se dice que son oraciones de infinitivo concertadas.

4. Traducción de la oración de infinitivo


Cuando haya que traducir esta frecuente construcción del latín al castellano habrá que:
a) transformar el infinitivo latino en forma personal castellana
b) subordinar esa forma personal mediante la conjunción que
c) poner como sujeto de esa forma lo que en latín era un acusativo con esa función

Ejemplo: Dico amicum tuum uenire > ‘digo que (b) tu amigo (c) viene (a)’

EJERCICIOS. Análisis y traducción:


Dico amicum tuum uenire. Dico amicum tuum uenisse. Dico amicum tuum uenturum esse. Recordor me
haec uidisse. Adesse Romanos nuntiatur. Herculem in ea (estos) loca boues abegisse memorant .Caesari
necesse erat adire Apolloniam. Caesar se (ac. sg. masc. ‘él’) frumentum daturum pollicetur. Spero
paucis mensibus opus perfectum fore. Traditum est Homerum caecum fuisse. Lycurgi temporibus Homerus
fuisse traditur. Prusias Romanis legatis dixit eos Hannibalis domum facile invenire posse. Gaudeo id te
mihi suadere, quod ego iam sponte feceram. Necesse est in rebus contrariis duabus alterum verum esse,
alterum falsum. Negat Epicurus iucunde posse vivi, nisi cum virtute vivatur.

Traducción inversa:
Juramos que somos inocentes. Confiesan que han pecado. Tucídides dice que Temístocles murió en
Magnesia. Habéis oído muchas veces que la ciudad de Siracusa era la mayor de las griegas. Los
padres se alegraron de que su hijo hubiera regresado incólume de la batalla. Es sabido que las
leyes se inventaron para el bien (salus salutis) de los ciudadanos. Se dice que Aristeo es el inventor
del aceite. La ciudad parecía estar muy fortificada.

UNIDAD 4. SINTAXIS DEL INFINITIVO (2)


A • Traducción de los tiempos del infinitivo. C • Composición II: prefijos. Adjetivos y adverbios
• Construcción personal. compuestos.
• El infinitivo, verbo principal de la oración: infinitivo • Expresiones latinas.
histórico.
• Repaso de la declinación del sustantivo II: 3.ª
declinación, temas en i y temas en consonante.
Formas irregulares.
• Repaso del tema de presente de las conjugaciones 3.ª
I y 3.ª II.
B • Normas para el correcto uso del diccionario. D • La sátira y el epigrama.

UNIDAD 5. SINTAXIS DEL PARTICIPIO (1)


A • Formas del participio. • Composición III: otros prefijos. C
• Participio adjetivo. • Expresiones latinas.
• Ablativo absoluto.

4
• Repaso de la declinación del adjetivo. Adjetivos de
la 3.ª, en i y en consonante.
• Tema de perfecto activo y pasivo. La voz pasiva en
los tiempos del perfecto. Repaso de la voz pasiva.
B • Características morfosintácticas de la poesía. • La poesía lírica y la elegía. Apolo y Diana. D

5.3. Participios concertados y absolutos


● Se habla de participio concertado o de construcción concertada cuando el participio concierta en género,
número y caso con un sustantivo o un pronombre de la oración que desempeñe una función en la frase (SJ, CD,
CI, CC ... ). Participio y sustantivo o pronombre pueden ir en cualquier caso. Las palabras que queden entre el
sustantivo o el pronombre y el participio con el que conciertan son complementos de la forma verbal en participio.
Se pueden traducir al castellano como un gerundio (los participios activos), un participio (los participios
pasivos), o bien una oración subordinada de relativo o circunstancial (con el verbo en voz activa o en pasiva según
se trate de un participio activo o pasivo):

Inde ad Tusciam veniens Hannibal Flaminio consuli Al llegar a Tuscia desde allí, Aníbal salió al encuentro del
occurrit. cónsul Flaminio.

Ibi L. Manlius provocantem Gallum occidit. Allí L. Manlio mató a un galo que lo provocaba.

Quintius Cincinnatus Praenestinos persecutus ad Quintio Cincinato, tras perseguir a los prenestinos, [los]
flumen Alliam vicit. venció junto al río Alia.

Un ablativo absoluto está formado por un participio que concuerda en género, número y caso (siempre ablativo) con
un sustantivo o pronombre que no desempeña ninguna función en la oración principal. Equivale a una proposición
adverbial y, por tanto, a un complemento circunstancial.
Se puede traducir de diversos modos. Lo esencial es entender que se trata de una circunstancia, pero existen diversos
modos de expresarla. Por ejemplo:
<Una vez> capturada la ciudad, los enemigos se marcharon
Urbe captā, hostes discesserunt <Después de> capturada la ciudad, los enemigos se marcharon
Cuando capturaron la ciudad, los enemigos se marcharon

Encontramos también una construcción de ablativo absoluto sin participio, formada por dos nombres, llamada tipo
Cicerone consule «[siendo] cónsul Cicerón», usada especialmente en la expresión del desempeño de cargos (consul,
imperator, dux... ) o un adjetivo que indique estado (vivus, mortuus...). Se puede traducir con «siendo» o «estando».
Decimo anno postquam Hannibal in Italiam venerat, P. En el décimo año de la llegada de Aníbal a Italia, siendo
Sulpicio Cn. Fulvio consulibus, Hannibal usque ad cónsules P. Sulpicio y Cn. Fulvio, Aníbal llegó a cuatro
quartum miliarium urbis accessit. millas de la ciudad.
Pompeio duce senatus contra Caesarem bellum paravit. El senado preparó la guerra contra Cesar con Pompeyo
como comandante (= siendo Pompeyo el comandante)

FRASES CON PARTICIPIOS CONCERTADOS. Duci morienti victoria nuntiata est. Platonem scribentem
mors oppresit ( opprimo oppressi oppressum 'sorprender'). Omne malum nascens facile opprimitur. Cives
consulem revertentem laeti salutaverunt. Cives aedificia ardentia servare non poterant. Clamor feminarum
lacrimantium nihil profuit. Filii thesaurum occultatum in agro non invenerunt. Urbes deletae a civibus
renovatae sunt. Cras libros promissos tibi mittam. Vobis culpam confessis ignosco. Lacedaemonii in
Thermopylis fortiter pugnantes proditione superati sunt. Caesar a senatu in Galliam missus Helvetios et
Ariovistum vicit. Pueri diu in silva vagati domum reverterunt.Ulixes domum reversus a nullo homine
cognitus est. Homini semper verum dicenti fidem habemus. Germani limitem multis castellis et turribus
munitum deleverunt. Troia vastata Aeneas patrem et filium servavit.

FRASES CON ABLATIVOS ABSOLUTOS. Romā conditā Romulus Remum necavit. Alexander Magnus
exercitu in Asiam ducto Persas vicit. .Magno numero leonum et elephantorum in amphitheatro
caeso multitudo magna voce clamabat. Pater urbe Roma visitata mecum in Siciliam navigavit. Omnibus
templis et aedificiis publicis ornatis vulgus dis deabusque gratias egit. Magna parte urbis Romae vastata

5
Nero nova aedificia templaque exstruxit. Caesar Gallis victis exercitum in hiberna duxit. Hieme redeunte
plurimi aves avolant. Caesare occiso senatores rem publicam restituere non poterant.

5.5. La voz pasiva en los tiempos del perfecto. Repaso de la voz pasiva.
Ejercicios. Spernitur orator bonus, horridus miles amatur. Studio gloriae omnes trahimur. Vir ab uxore
ametur, uxor a viro. Romanorum victoria a legatis consuli nuntiabitur. Ager ac vicus atroci incendio
vastantur. Castra a militibus relicta sunt. Locus magna audacia a legionibus defensus erat. Ab oppidi
defensoribus tela in hostes iaciebantur. Omnis equitatus in cornibus ab imperatore collocatus est. Ab
hostium copiis oppidum magna vi oppugnabitur. Prima luce castra a romanis legionibus moventur.
Amicus certus in re incerta cernitur. In senatum legati ab hostibus missi sunt. Pulcherrima templa in foro
romano aedificata erant. Duo exercitus a Caesare ex Italia ad Hispaniam ducti sunt. Utinam pax ab
omnibus populis desideraretur. A Caesare exercitus fortior hoste ducebatur.

UNIDAD 6. SINTAXIS DEL PARTICIPIO (2)


A • Participio en función de adjetivo-verbo. • Derivación I: algunos sufijos. C
• Participio sin esse. • Expresiones latinas.
• Adverbios de modo derivados de adjetivos. Grados. • La fábula. La poesía épica. D
• Verbos deponentes.

.6.4. Verbos deponentes y semideponentes e intransitivos pasivos


A. Verbos deponentes. Estos verbos tienen forma pasiva pero significado activo. En el siguiente cuadro se
recogen los verbos deponentes latinos más comunes:
conor conari conatus sum intentar uereor uereri ueritus sum temer
consolor consolari consolatus sum consolar uideor uideri uisus sum parecer
moror morari moratus sum retrasar, sequor sequi secutus sum seguir
demorar
labor labi lapsus sum resbalar, caer loquor loqui locutus sum hablar, decir
morior mori mortuus sum morir proficiscor proficisci profectus marcharse, partir
sum
patior pati passus sum sufrir como audior) orior oriri ortus sum levantarse
egredior egredi egressus sum salir progredior progredi progressus avanzar
sum
ingredior ingredi ingressus sum entrar regredior regredi regressus sum regresar

El participio de perfecto de los verbos deponentes tiene significado activo, y se traduce pues como solemos hacer con
los participios activos (con gerundios etc.; véase). Por ejemplo: ueritus (habiendo temido), profectus (habiendo partido),
progressus (habiendo avanzado).

Centurionem secuti ad principia aduenimus. Habiendo seguido2 al centurión, llegamos al cuartel general.
Prima luce profecti meridie ad urbem aduenimus. Habiendo partido (=partiendo) al amanecer, llegamos a la
ciudad al mediodía.

Aunque los verbos deponentes tienen forma pasiva, construyen el participio de presente como los verbos
normales. Por ejemplo: sequens (siguiendo), conans (intentando), loquens (hablando). Este participo se usa cuando la
acción expresada por él tiene lugar al mismo tiempo que la del verbo principal:
In foro manebant cum amicis colloquentes. Se quedaban en el foro hablando con sus amigos.
Quintō in litore moranti nauarchus imperauit ut A Quinto, que se demoraba en la costa, el capitán le ordenó
festinaret. que se diera prisa.

2 Observa que como la acción de «seguir» es anterior a la acción de «llegar», se utiliza el gerundio compuesto.
6
Traducir:
a) Patrem iuuare conabimur. b) Eum ad agrum secuti sumus. c) In uia cum amicis diu colloquebar. d) Agrum ingressus
patrem uocaui. e) In agro diu morabar. f) Vespere domum profectus sum.

B. Verbos semideponentes. Algunos verbos tienen formas activas en el tema de presente (pres., pto. imperf., fut.) y
formas pasivas (deponentes), aunque significado activo, en el tema de perfecto (pretérito perfecto, pluscuampf., fut.
perf. ). Estos verbos se denominan semideponentes y son los siguientes:

− audeo, -es, audere, ausus sum atreverse


− gaudeo, -es, gaudere, gauisus sum alegrarse
− soleo, -es, solere, solitus sum estar acostumbrado a
− confido, -is, confidere, confisus sum (+ dat.) confiar en
− fio, fis, fieri, factus sum convertirse en, hacerse (véase aparte)

Frases:
Quintus Apollini confisus Romam inire ausus est. Quintus, scriba aerarii factus, gauisus est. Cotidie ad
aerarium festinare solebat ubi officia diligenter perficiebat. Quintus, a senatore contemptus, iratus fiebat. Sed
talia conuicia (“insultos”) ferre solitus non diu uexatus est. Nam uerba hominis tam arrogantis non magni
aestimauit.

UNIDAD 7. GERUNDIO Y GERUNDIVO. SUPINO


A ● Morfología del gerundio y gerundivo y del supino. C • Derivación II: otros sufijos.
● Estructuras sintácticas. • Expresiones latinas.
• Repaso de los pronombres personales y posesivos.
• Conjugación perifrástica.
B • Características morfosintácticas de la prosa. D • La epistolografía.

.7.1. GERUNDIO, GERUNDIVO, SUPINO


Además de infinitivos y participios, la conjugación latina posee tres formas nominales más: GERUNDIO
GERUNDIVO y SUPINO. Su uso es mucho más reducido que el de infinitivo y participio, hasta el punto de poder
entenderlas como formas casi residuales.

.7.1.1. GERUNDIO
El gerundio es un sustantivo verbal. Desempeña aquellas funciones del nombre que no hace el infinitivo. Se traduce
como un infinitivo precedido de la preposición correspondiente a su caso. Sólo en ablativo sin preposición equivaldría
al gerundio castellano. Se forma sobre el tema de presente `+ morfema -ND-. Su declinación es defectiva, pues sólo
tiene género neutro (como el infinitivo), y carece de nominativo y de plural. Sigue el paradigma de los sustantivos
neutros de la segunda declinación.
1ªConj. 2ª Conj. 3ª Conj. 4ª Conj.
Ac. ad ama-ndum ad dele-nd-um ad mitt-E-nd-um ad audi-E-nd-um
Gen. ama-ndi dele-nd-i mitt-e-nd-i audi-e-nd-i
Dat. ama-ndo dele-nd-o mitt-e-nd-o audi-e-nd-o
Abl. ama-ndo dele-nd-o mitt-e-nd-o audi-e-nd-o
• En acusativo, aporta un valor FINAL: ad pugnandum venimus “venimos para luchar”
• En genitivo, funciona como COMPLEMENTO DEL NOMBRE: ars pugnandi “arte de luchar”. Es frecuente la
construcción con causā (por causa de, debido a ) : Veni uobis succurrendi causa. He venido para ayudaros.
• El dativo del gerundio se usa con verbos y sintagmas que rigen este caso: Non satis otii habebo carmina scribendo. No
tendré suficiente tiempo libre para componer poemas.
• El ablativo sin preposición, equivale al GERUNDIO castellano y suele tener valor instrumental o de
medio: celeriter currendo domum ante noctem adueni. Corriendo rápidamente llegué a casa antes de la
noche. Pugnando liberi fiemus “luchando nos haremos libres”.
En ablativo con preposición, adquiere el valor propio de la preposición: in pugnando magna fuit virtus nostra “grande
fue nuestro empeño en luchar”

7
El gerundio es un sustantivo verbal, por lo que, además, podrá llevar complementos:
Ej. Maritimos praedones consectando, mare tutum reddidit “Persiguiendo a los piratas, dejó el mar seguro”.

Ejercicios:
Ad pugnandum venimus. Ars pugnandi. In pugnando magna fuit determinatio nostra. Domitius
militibus suis paret praestare omnia quae usui ad defendendum oppidum sint. Domitius multum cum
suis amicis consiliandi causā secreto colloquebatur. (consilior -ari 'deliberar', causā 'por causa de, a fin de ').
Civibus libere decernendi potestas ērĭpitur (decernĕre 'decidir; votar'). Caesar <armis> decernendi
potestatem Pompeio fecit. (facĕre potestatem 'dar la posiblidad' , armis decernĕre aliquid 'decidir algo
con las armas, combatir'). Neque vero coniuncti Albici minus pugnando deficiebant, neque multum
cedebant virtute nostris. (Albici 'los albicos, (pueblo galo)', deficio 'mostrar debilidad', coniuncti
'<tropas> auxiliares, cedĕre 'ser inferior'). Omnium militum animos timor iam præoccŭpaverat et nihil de
resistendo cogitabant. (præoccŭpo 'apoderarse de [+Ac]')
Augustus tempus comsumpserat epistulas scribendo. Quintus artem dicendi Romae didicit. Deinde Alhenas
uenit philosophiae studendi causa. Diligenter studendo multa ibi didicit. Athenis discessit ad militandum cum
Bruto. Fortissimum se praebuit in hostibus resistendo. Bruto mortuo ad Italiam rediit parentes quaerendi causa.
Scriba aerarii a Marco factus, satis otii habebat carmina scribendo.

.7.1.2. GERUNDIVO
El gerundivo es un adjetivo verbal pasivo y, por tanto, concierta con un sustantivo en género, número y caso. Su
función en la oración vendrá determinada por el caso en el que vaya. Para traducirla lo más conveniente sería
traducir el gerundivo como un infinitivo y el sustantivo que concierta con él como si fuera su CD.

1ªConj. 2ª Conj. 3ª Conj. 4ª Conj.


Nom. amandus -a -um delendus -a -um mitt-E-ndus -a -um audi-E-ndus -a -um
TEMA DE PRESENTE + (vocal de unión) + MORFEMA -nd- + DESINENCIAS (Adjs. 212)

En cuanto a la sintaxis, sus valores serán parecidos a los del gerundio (y en la traducción serán los mismos):
(Ac.) Ad pacem petendam venimus Venimos para pedir la paz
(Ac.) Maecenas poetas incitabat ad carmina componenda. Mecenas animaba a los poetas a componer
poemas (literamente, «Mecenas animaba a los poetas a los poemas ser compuestos»).
(Ac.) Maecenas amicos conuocauit ad recitationem audiendam. Mecenas convocó a sus amigos para
escuchar un recital
(Gen.) cupidus urbis videndae Deseoso de ver la ciudad
(Dat.) locum urbi locandae Un sitio para colocar la ciudad
(Abl.) in oppido capiendo magna fuit celeritas Fue grande la rapidez en tomar la ciudad.

Ejercicios
Lentulus3 consul ad aperiendum aerarium venisset ad pecuniamque Pompeio ex senatusconsulto
proferendam. (aerariium -ii el erario o tesoro público, en especial el templo de Saturno, donde se guardaba el
tesoro público) (prōferō 'entregar, ofrecer'). Maecenas amicos conuocauit ad poetas audiendos. Inter alios
Propertius uenit carminis recitandi causa. Carmine optime recitando máximum plausum meruit.
Tibullus rus recesserat ad carmina componenda. Horatius Tibullum consolari conatus est epistula ad
eum scribenda. Horatius ad palatium ire solebat ad Liuiam salutandam. Liuia exemplum praebuit
matronae Romanae in officiis perficiendis. Augustus Horatium rogauit ut se adiuuaret in epistulis
scribendis. Horatius «si principi paream», inquit, «non satis otii habeam ad carmina componenda».
Maecenas respondit, «dic principi te non satis ualere tanto operi suscipiendo».

3 L. Cornelius Lentulus Crus, cónsul en el 49, cuando comenzó la guerra civil. Derrotado en Farsalia (Tesalia, 48
a.C.) huyó a Egipto, donde sería asesinado.
8
EL SUPINO
supino de los verbos amo, mitto, deleo (4º decl)
ac. amatum missum, deletum
“para amar” “para enviar, para destruir”
dat. / abl. amatu missu, deletu
“de amar·” “de enviar, de destruir”

El ACUSATIVO acaba en -tum o -sum y se traduce por a / para más infinitivo, Depende de verbos de «movimiento»
(ir, venir, enviar, etc.) e indica la «dirección» de la acción verbal y, por tanto, su «objetivo» y «finalidad»: ire
dormitum, irse a dormir. Legati venerunt auxilium postulatum, vinieron los embajadores a pedir auxilio.
El supino en DATIVO/ABLATIVO acaba en -tu o en -su (raras veces en -tui o en -sui). Se traduce por infinitivo.
Depende generalmente de ADJETIVOS que rigen DATIVO: facile dictu, fácil de decir ( «para ser dicho»).

FRASES. .1. Lingua latina facilis lectu est, non intellectu. .2. Agesilaus Ephesum hiematum exercitum reduxit. .
3. Admonitum venimus te, non flagitatum. .4. Misserunt eum Delphos consultum quidnam facerent . 5.
Facillumum visu.

CAVE CANEM
usos del SUPINO; v. irreg. nolo; imperativo negativo; construc. infinitivo pasivo
Ianua villae e duabus foribus constat. Sub foribus est limen, in quo salve scriptum est. Foris duos cardines
habet, in quibus verti potest; cum foris in cardinibus vertitur, ianua aperitur aut clauditur. Servus cuius
officium est fores aperire et claudere ac villam domini custodire, ostiarius vel ianitor appellatur.
Si quis villam intrare vult, ianuam pulsat et extra ianuam exspectat, dum ianitor fores aperit eumque in
villam admittit. Ianitor intra ianuam sedet cum cane suo, qui prope tam ferox est quam lupus; itaque necesse
est eum catena vincire. Antea domini severi non solum canes, sed etiam ianitores suos catenis vinciebant.
Catena qua canis vincitur ex ferro facta est. Catena constat e multis anŭlis ferreis qui inter se coniunguntur.
Anŭli quibus digiti ornantur non ex ferro, sed ex auro facti sunt.
Aurum est magni pretii sicut gemmae. Anulus aureus multo pulchrior est quam anulus ferreus. Fores e ligno
factae sunt sicut tabulae. Lignum est materia dura, sed minus dura quam ferrum. Qui res ferreas vel ligneas
facit, faber appellatur. Deus fabrorum est Vulcanus. Ianua clausa est. Ianitor, qui fores clausit postquam
Marcus intravit, iam rursus dormit!
Ianitore dormiente, canis vigilans ianuam custodit. Extra fores stat tabellarius (sic appellatur servus qui
epistulas fert, nam antea in tabellis scribebantur epistulae). Is baculo ligneo fores pulsat atque clamat: "Heus!
Aperi hanc ianuam! Num quis hic est?
Num quis hanc aperit ianuam? Heus tu, ianitor! Quin aperis? Dormisne?"
Cane latrante ianitor e somno excitatur.
Tabellarius iterum fores pulsat magna voce clamans: "Heus, ianitor! Quin me admittis? Putasne me hostem
esse? Ego non venio villam oppugnatum sicut hostis, nec pecuniam postulatum venio."
Tandem surgit ianitor. "Quis fores nostras sic pulsat?" inquit.
Tabellarius (extra ianuam): "Ego pulso."
Ianitor (intra ianuam): "Quis 'ego'? Quid est tibi nomen? Unde venis? Quid vis aut quem quaeris?"
Tabellarius: "Multa simul rogitas. Admitte me! Postea respondebo ad omnia."
Ianitor: "Responde prius! Postea admitteris."
Tabellarius: "Nomen meum non est facile dictu: Tlepolemus nominor."
Ianitor: "Quid dicis? Cleopolimus? Vox tua difficilis est auditu, quod fores intersunt."

9
Tabellarius: "Mihi nomen est Tlepolemus, sicut iam dictum est. Tusculō venio. Erum tuum quaero."
Ianitor: "Si erum salutatum venis, melius est alio tempore venire, nam hac hora erus meus dormitum ire
solet, post brevem somnum ambulatum exibit, deinde lavatum ibit."
Tlepolemus: "Si quis per hunc imbrem ambulat, non opus est postea lavatum ire! At non venio salutatum.
Tabellarius sum."
Tandem ianitor fores aperit et Tlepolemum foris in imbre stantem videt. Canis iratus dentes ostendit ac
fremit: "Rrrr...!" nec vero tabellarium mordere potest, quod catena retinetur.
Ianitor: "Cave! Canis te mordebit!" Sic ianitor hominem intrantem de cane feroci monet.
Tlepolemus in limine resistens "Retine canem!" inquit, "Noli eum solvĕre! Nec vero opus est me monere de
cane, ego enim legere scio." Tabellarius solum intra limen aspicit, ubi cave canem scriptum est infra
imaginem canis ferocis. "Neque haec imago neque canis verus me terret!" inquit, et propius ad canem
accedit.
"Mane foris!" inquit ianitor, "Noli ad hunc canem accedere! Iam te monui!"
Tabellarius vero, quamquam sic a ianitore monitus est, alterum gradum ad canem versus facit, sed ecce canis
in eum salit catenam rumpens! Homo territus ex ostio cedere conatur, sed canis iratus pallium eius dentibus
prehendit et tenet.
"Ei! Canis me mordet!" exclamat tabellarius, qui iam neque recedere neque procedere audet: canis fremens
eum loco se movere non sinit. Ianitor ridens "Quin procedis?" inquit, "Noli resistere! Ego te intrare sino.
Ianuam aperui. Procede in villam!" Sic ianitor virum territum deridet.
"Id facilius est dictu quam factu" inquit tabellarius, atque alterum gradum facere audet, sed canis statim in
pedes posteriores surgit atque pedes priores in pectore eius ponit! Tabellarius, toto corpore tremens, ex ostio
cedit: sic canis eum e villa pellit. "Remove canem!" inquit ille, "Iste canis ferox me intrare non sinit."
Ianitor eum tremere animadvertit iterumque deridet: "Quid tremis? Hicine canis te terruit?"
Tlepolemus: "Noli putare me ab isto cane territum esse! Si tremo, non propter canem ferocem, sed propter
imbrem frigidum tremo. Admitte me sub tectum, ianitor; amabo te! Vinci istum canem ferocem! Cur eum
solvisti?" Tabellarius enim canem a ianitore solutum esse arbitratur.
Ianitor catenam manu prehendit canemque paulum a tabellario removet. "Noli arbitrari" inquit "me canem
solvisse. Canis ipse catenam suam rupit. Ecce catena rupta."
Tlepolemus: "Num canis catenam ferream rumpere potest? Id non credo. At certe vestem scindere potuit:
videsne pallium meum novum, quod nuper magno pretio emi, scissum esse a cane tuo?"
Ianitor: "Istud pallium non est magni pretii, neque id nuper emptum esse credo. Sed quid tu venisti? Num
quid tecum fers?"
Tlepolemus: "Stulte rogitas, ianitor, nam iam tibi dixi 'tabellarium me esse'. Quid tabellarios ferre arbitraris?
Aureosne ianitoribus? Profecto nos aurum non ferimus."
Ianitor: "Vos scilicet epistulas fertis."
Tlepolemus: "Recte dicis. Epistulam affero ad Lucium Iulium Balbum. Hocine ero tuo nomen est?"
Ianitor. "Est. Quin mihi istam epistulam das?"
Tlepolemus: "Prius vinci canem et sine me intrare! Noli iterum me foras in imbrem pellere!"
Ianitor, postquam canem vinxit, "Non ego" inquit, "sed hic canis te foras pepulit. Noli narrare 'te a ianitore
foras pulsum esse'!"
Cane vincto, tabellarius tandem intrat epistulamque ostendit ianitori, qui statim epistulam prehendit et in
atrium ad dominum suum fert.

.7.3.1 Conjugación perifrástica activa.


Se forma mediante el participio de futuro activo (en -urus,
-a,- um) y los tiempos correspondientes del auxiliar SUM
(que a veces puede sobreentenderse).
Indicativo presente: amaturus sum «voy a amar, he de amar»
amaturus, -a, -um sum amaturi, -ae, -a
sumus
amaturus, -a, -um es amaturi, -ae, -a estis
amaturus, -a, -um est amaturi, -ae, -a sunt

Del mismo modo se forman los demás tiempos.


10
Ejercicios: 1. Bellum scripturus sum, quod populus Romanus cum Iugurtha gessit. 2. Helvetii frumentum omne,
praeter quod secum portaturi erant, comburunt. 3. Is, qui imperaturus est omnibus, eligi debet ex omnibus. 4.
Vigilate, milites; mox cum hoste pugnaturi sumus. 5. Graeci duces dicebant facilius suam patriam pedestri
proelio defensuros esse, quam navali proelio. Athenienses tamen in pugnam navalem ierunt, ubi Persas victuri
erant. 6. Themistocles, ad Salaminam pugnaturus, Graecos Persarum classem victuros esse existimabat. 7.
Discipuli lecturi sunt historiam Graeciae. 8. Totā Asiā potiturus erat Alexander, cum milites eius parere
abnuerunt. .9. Catilina urbem incensurus erat.10. «Ave, Caesar, qui morituri sunt te salutant!»

.7.3.1 Conjugación perifrástica pasiva.


Se forma mediante el participio de futuro pasivo (o adj. en -ndus., -a., -um) y tiempos correspondientes del
auxiliar SUM. El sujeto agente debe ir en DATIVO («dativo agente»). Expresa generalmente obligación o
necesidad: Nobis colenda est virtus, debemos cultivar la virtud (“la virtud ha de ser cultivada por nosotros”).

Indicativo presente: amandus, -a, -um sum «he de ser amado/a, debo ser amado/a»
amandus, -a, -um sum amandi, -ae, -a sumus
amandus, -a, -um es amandi, -ae, -a estis
amandus, -a, -um est amandi, -ae, -a sunt

Del mismo modo se forman los demás tiempos.

FRASES. .1. Delenda est Carthago. 2. Multae res discipulis discendae sunt..3. Summa pietate colendi
sunt parentes. 4. Unicuique suum tribuendum est. 5. Scelesti homines puniendi sunt. .6. Nunc est
bibendum. .7. Nemo est casu bonus; discenda est Virtus. .8. Captivi diligenter custodiendi sunt. .9.
Laudanda est militum virtus. 10. Hospites nobis benigne excipiendi sunt. 11. Id quod iuratum est,
vobis servandum est.

UNIDAD 8. SUBORDINACIÓN RELATIVA


A ● La oración de relativo. C • Derivación III: otros sufijos.
● El modo subjuntivo en este tipo de oraciones.
● Relativo coordinativo.
• Expresiones latinas.
● Relativo adjetivo.
● Repaso de pronombres demostrativos y relativos.
● Repaso de adverbios relativos.
● Complementos de lugar.
B D • El teatro.

UNIDAD 9. LA INTERROGACIÓN
A • La frase interrogativa: partículas. • Diferencias entre el latín y el castellano. C
• La interrogación subordinada. • Expresiones latinas.
• Repaso de los pronombres interrogativos e • La oratoria. D
indefinidos. Su declinación.
• La serie de adverbios de lugar derivados de
pronombres.

UNIDAD 10. SUBORDINACIÓN CONJUNTIVA (1)


A • Estudio especial de las conjunciones ut y cum. C • Expresiones latinas.
• Repaso y ampliación de los numerales.
B D • La filosofía y la novela.

11
10.1. VALORES DE UT, NE, CUM
ut Como conjunción de una oración subordinada
con indicativo
● ut... «cuando...» Ut praetor factus est, abiit Cuando fue nombrado pretor, se marchó.
(valor temporal)
● ut... «como..., Aenum equum, ut ferunt fabulae, animadvertit Como cuenta la leyenda, encontró
según...» un caballo de bronce
(valor modal) Interrogación directa o exclamación (‘cómo’): ut vales? (¿cómo estás?)
con subjuntivo
● aunque ut..., tamen … “aunque..., sin embargo”
(Valor concesivo) Ut desint vires, voluntas tamen est laudanda Aunque le falten las fuerzas, sin embargo
su voluntad ha de ser alabada
● que ita...ut...: de tal manera ...que...; adeo...ut...: hasta tal punto... que..; tam...ut...:
(Valor consecutivo) tan...que...; sic...ut...: de tal manera ... que...4
Tam fortes sunt milites, ut semper vincant Tan fuertes son los soldados que
siempre vencen
Tantum terrorem iniecit exercitui Romanorum ut egredi extra vallum nemo ausus sit
Infundió tan gran terror al ejército romano que nadie se atrevió a salir de la
empalizada

● que (or. sub. sustantiva o “completiva” en función de SJ o de CD)


(Valor completivo) Fieri potest ut recte quis sentiat Puede suceder que alguien piense bien
Imperat magistratibus ut eam demoliantur et sibi dent Manda a los magistrados
que la desmonten y se la den a él
● para que Misi sunt legati ad Hannibalem ut ab eius obsidione discederent Fueron enviados
(Valor final) unos legados a Aníbal para que desistiera de su asedio
Romam veni ut patrem viderem Llegué a Roma para ver a mi padre

● cómo... Interrogativa indirecta (‘cómo’): nam ego credo vos iam novisse ut sit meus pater
(pues yo creo que vosotros ya sabéis cómo es mi padre).
(sustantiva,
interrogativa indirecta)

Otros valores: ut... «¡Ojalá!» «Es decir que...»


FRASES. .1. Senatus postulavit ut Caesar Arimino excedĕret atque in provinciam suam reverteretur. .2. Quibus
rebus nuntiatis, tantus terror repente Romam invasit, ut Lentulus consul prōtĭnus ex urbe profugĕret. .3. Lentulus
consul Caesarem orat atque obsecrat, ut sibi parcat, veteremque amicitiam commemorat. .4. Lentulus Caesarem
petit, ut sibi liceat in oppidum reverti. .5. Anulum ut detraxit, ipse induit. .6. Ut praedixeram, ita accidit. .7. volo
ut mihi respondeas. .8. Da mihi pecuniam ut librum emam. 9. Quis est tam demens ut sua voluntate maereat 5? 10.
ut desint vires, tamen est laudanda voluntas (se ha de elogiar la intención). 11.

1. Temporal (‘cuando’):

NE
① Ne como adverbio: significa “no”

4 también con los pronombres o adj. indefinidos ; (Pron. Adj.) is...ut...: tal... que...; talis...ut...: tal... que...;
tantus... ut...: tan grande... que...; eiusmodi...ut... de tal manera ... que...; usque eo... ut...: hasta tal punto ...
que...
5 sufra por propia voluntad
12
② Como conjunción de una oración subordinada:

● que no (or. sub. sustantiva o “completiva” en función de CD)


(Valor completivo) Peto ne religiones iocum faciatis Os pido que no toméis a broma los
escrúpulos religiosos

ut / ne intercambian sus valores con verbos de temor, precaución o


prohibición.
Timeo ut omnes labores sustineas Temo que no soportes todos los
trabajos
Impedior dolore ne plura dicam El dolor me impide que yo diga más
cosas

● para que no
(Valor final)
FRASES. .1. M[arcus] Calidius censebat, ut Pompeius in suas provincias proficisceretur, ne qua esset belli
causa. (censeo : “aconsejar, sugerir”; qua “alguna, ninguna”). .2. Present tense

CUM
①Como preposición + abl.: significa “con”
②Como conjunción de una oración subordinada. Puede ir con el verbo en indicativo o en subjuntivo:

con indicativo
● cum... «cuando...»
(valor temporal) Cum subit illius tristissima noctis imago...
Cuando viene a mi mente el recuerdo de aquella tristísima noche
con subjuntivo

● como... ”Cum histórico”: Se traduce por: ① como + subjuntivo, ② al + infinitivo, ③


gerundio
al...
Cum quaestor essem, nihil mihi ab illis demonstratum est prius
[gerundio] Siendo yo cuestor nada me fue enseñado antes por ellos.
(valor temporal)

● cum..., tamen... Dicit se vetulam cum sit Caerelia pupa Cerela se llama vieja, aunque
aunque..., sin es una niña
embargo...
(Valor concesivo)

● cum... porque, quae cum ita sint, Catilina, perge quo coepisti Puesto que las
puesto que cosas están así, Catilina, dirígete a dónde comenzaste a ir
(Valor causal)

13
UNIDAD 11. SUBORDINACIÓN CONJUNTIVA (2)
• Subordinación con las conjunciones cum y quod.
• Repaso del volo, nolo y malo. Uso del imperativo de nolo. El giro malle... quam.
• Otros adverbios.
• Introducción al comentario de textos latinos.
• Vocabulario de las ciencias naturales.
• Roma en Hispania, especialmente en la Bética: arquitectura e ingeniería.

11.1. Valores de QUOD

el que, el cual, quien Como pronombre relativo en una oración subordinada, que puede ir con
indicativo o subjuntivo
porque
Como conjunción de una oración subordinada causal, que puede ir
con indicativo o subjuntivo ( éste último en causa ajena):
Helvetii quoque reliquos Gallos virtute praecedunt, quod fere
quotidianis proeliis cum Germanis contendunt
También los Helvecios sobrepasan en valor a los Galos porque
luchan con los germanos en batallas casi diarias

<el hecho de> que Como conjunción de una oración subordinada completiva
(sustantiva), con indicativo :
Verum est quod Apollo atque Neptunus eidem Laomedonti
mercenariis operibus servierunt?
¿Es cierto <el hecho de>que Apolo y Neptuno sirvieron al propio
Laomedonte con trabajos remunerados?

UNIDAD 12. RESUMEN Y TIPOLOGIA DE LAS ORACIONES SUBORDINADAS


A • Tipos de oraciones subordinadas. • Vocabulario de la literatura. C
• Observaciones a la subordinadas causales, • Conjuntos arqueológicos de época D
consecutivas, comparativas y condicionales. romana en la Península Ibérica,
• Repaso de eo y fero. especialmente en la Bética.

UNIDAD 13. VALORES ESPECIALES DE LOS CASOS


A • Acusativo exclamativo y de relación. C • Vocabulario de la filosofía.
• Genitivo complemento de verbos. Genitivo
partitivo.
• Dativo posesivo, de finalidad, doble dativo.
• Verbos defectivos e impersonales.
D • Hércules y los héroes.
.13.2. Genitivo complemento de verbos. Genitivo partitivo.
El genitivo es, en primer lugar, el caso del complemento del nombre -expresa simplemente que un nombre
determina a otro-, aunque mantiene aún en latín algunos usos como complemento de verbo.

14
Genitivo posesivo.
Expresa la posesión de algo y, en menos ocasiones, la cosa poseída: ager patris.
Un nombre de persona en genitivo complementando a otro nombre de persona era la construcción para
expresar relaciones de parentesco (esposa, hijo, etc.) o de pertenencia (esclavos): Hectoris Andromacha,
'Andrómaca, esposa de Héctor'; Palinurus Phaedromi , 'Palinuro, esclavo de Fédromo'.

Genitivo de cualidad.
Alternando con el ablativo, el genitivo se utiliza para indicar las cualidades o los modos de ser de un
sustantivo. Aparece frecuentemente acompañado de un adjetivo de tipo magnus, maximus, tantus: homo
magnae virtutis.

Genitivo explicativo.
Llamado también genitivo aposicional, se trata del genitivo que precisa el significado de otro sustantivo de
significado más amplio: virtus iustitiae, urbs Romae.

Genitivo partitivo.
Es el genitivo que expresa el todo del que se extrae una parte. Por tanto, acompañan a sustantivos, adjetivos,
adverbios y pronombres que expresan cantidad o medida en algún sentido. Así, lo encontramos como
complemento de:
* Sustantivos que expresan cantidad o medida: pars hostium.
* Adjetivos en grado superlativo: optimus civium.
* Pronombres: quis nostrum?, nemo vestrum.
* Adverbios: satis eloquentiae, multum pecuniae.

Genitivo subjetivo y objetivo.


Esta pareja de genitivos acompaña a sustantivos verbales, es decir, a sustantivo de la misma raíz o de
significado afín al de un verbo. Si el genitivo representa el sujeto de la acción verbal correspondiente se
denomina genitivo subjetivo: adventus Caesaris.
Si, por el contrario, representa el objeto de la acción verbal recibe el nombre de genitivo objetivo: cupiditas
regni. El contexto determina si estamos ante un genitivo objetivo o subjetivo.
Genitivo complemento de verbos.
Hemos definido el genitivo como el caso del complemento del nombre. Sin embargo, podemos encontrar en
latín algunos usos del genitivo como complemento de verbos; hay quien piensa que estos genitivos no eran
en principio complementos verbales, sino complementos de un sustantivo que se sobreentiende:

Memini tui < *memini memoriam tui.

Sea como fuere, es el caso que encontramos en latín genitivos como complemento de ciertos verbos, y es lo
que aquí nos vamos a limitar a describir:
* Verbos de memoria y olvido: vivorum memini, obliviscitur nostri.
* Verbos de abundancia y privación: implere aquae purae, auxilii egere.
* Verbos de estimación (genitivo de estimación y precio): normalmente este genitivo es un adjetivo
neutro: multi aestimare, magni facere, minoris vendere. El precio también se puede expresar en ablativo.
* Verbos impersonales de sentimiento: los verbos impersonales miseret (compadecerse), paenitet
(arrepentirse), taedet (hastiarse, estar hastiado), piget (apesadumbrarse, dolerse), pudet (avergonzarse), llevan
en acusativo la persona afectada por el sentimiento y en genitivo la causa del mismo:
Miseret me fratris.
Me civitatis morum pudet taedetque.
* Verbos judiciales: los verbos que significan 'acusar, condenar, absolver', etc., llevan en genitivo el
complemento que expresa el delito o el castigo:
Accusare proditionis.
Damnare capitis.

15
UNIDAD 14. CONCORDANCIA
A • Tipos de concordancia. • Vocabulario de las matemáticas y la física. C
• Discordancias.
• Transmisión de la literatura clásica. D
• Consecutio temporum.
• Verbos fio y edo.

.14.4. Verbos fio y edo.


El verbo fīō, fierī, factus sum (part. fut. futūrus), “ocurrir, suceder, acontecer, surgir, manifestarse; llegar a
ser, hacerse, ser hecho o nombrado”. es irregular y semideponente. El verbo fio se usa como forma pasiva de
facio en presente (fio), futuro (fiam) e imperfecto (fiebam). El infinitivo tiene forma pasiva. Los tiempos del
perfecto, participio perfecto y el gerundivo los toma prestados de faciō (factus sum, factus eram, factus ero).
El participio futuro lo toma prestado de sum.
Ejercicio. Pueri miseri fiunt. Multa scelera a triumuiris fiebant. Pugnando liberi fiemus. Quintus
scriba aerarii (secretario del tesoro) a Marco factus est.

UNIDAD 15. ORDEN DE PALABRAS. EVOLUCIÓN


A • El orden de palabras en latín. • Vocabulario de las enseñanzas técnicas. C
• Reglas de evolución fonética del latín a las • Pervivencia del derecho romano. D
lenguas romances

EVOLUCIÓN FONÉTICA

Selección de las 25 principales reglas de evolución fonética del latín a las lenguas romances
Las lenguas romances provienen de la evolución del latín vulgar, pero el latín culto no dejó de influir en
ellas tras su creación. De este modo, el léxico de origen latino de las lenguas romances se conforma, sobre
todo, por dos vías: las palabras patrimoniales y los cultismos. Las palabras patrimoniales son aquellas que
derivan directamente del latín y han experimentado todos los cambios fonéticos propios de cada lengua
romance, cambiando, en general, mucho de forma respecto del original latino; así oculum > cast.: ojo, cat.:
ull, gal.: ollo. Los cultismos son aquellos términos que, por no existir en las lenguas romances ya formadas,
se toman o se forman directamente del latín clásico, por lo que están muy poco evolucionadas y mantienen
una gran semejanza con la palabra latina original; cast.: oculista. Hay también algunas palabras que no han
completado su evolución, sino que la han visto interrumpida, en general por influjos cultos (vocabulario
eclesiástico, etc.), son los llamados semicultismos; así, en castellano, encontramos procedente de seaculum
> cast. siglo (en vez de un inexistente ‘sejo’, que hubiéramos encontrado de haberse completado la
evolución).A menudo, de un mismo término latino han derivado una palabra patrimonial y un cultismo, son
los llamados dobletes; así, de plenum encontramos en castellano «pleno» y «lleno».

[1] Pérdida de -m latina en final de palabra historiam > cast.: historia


Cf. iram – diatribam – disciplinam – materiam
– fabricam – gloriam – victoriam – fortunam
[2]Apócope: la -e final átona latina en ciertos rivalem > cast.: rival
contextos ha desaparecido Cf. amorem – tutorem – augurem – errare
– vilem – exclamare – vigorem – tribunalem
[3] La -u final átona latina pasa a -o. cruentum > cast.: cruento.
Cf. animum – murum – solum – exitum – odium –
futurum – publicum – gremium
[4] La s- inicial latina seguida de otra consonante studium > cast.: estudio. Cf. specialem – statutum –
desarrolló una vocal e- protética stadium – sperare – structuram – stare – studium –
scribam
aedificium > cast.: edificio, cf. praemium –
16
[5] El diptongo -ae- pasó a -e- praesidium – praeparare – taedium – aestivalem –
praesentem – aeternum
[6] Las siguientes grafías griegas evolucionaron: chartam > cast.: carta, cf. mysterium – elephantem –
gr. υ > lat. y > i. lyram > cast.: lira, pyramidem – theologiam – chorum – typicum –
gr. φ> lat. ph > f. sphaeram > cast.: esfera, phantasiam – themam
gr. θ > lat. th > t. theatrum > cast.: teatro,
gr. χ > lat. ch > c/qu.
[7] Las oclusivas sordas latinas intervocálicas (o mutare > cast.: mudar, cf. apricare – secare – sapere
entre vocal y -l-, -r-) sonorizaron – capram – vitam – catenam – vestitum – lacrimam
(-p- > -b-, -t- > -d-, -c- > -g-)

[8] Las oclusivas sonoras (b, d, g) intervocálicas (o traditorem > cast.: traidor, cf. legalem – habebam –
entre vocal y -l- o -r-) suelen desaparecer sapidum – alligatum – nudum – vaginam – crudelem
– rancidum
[9] La f- inicial latina ante vocal pasa a h- en formicam > cast.: hormiga, cf. fabam – ferrum –
castellano. ficum – ferire – falconem – formam – febrem – filum
Se conserva a veces ante -ue-, -ie-
[10] Las consonantes geminadas latinas se attentum > cast. atento, narrare > cast. narrar, cf.
simplificaron. Se mantuvo -rr-. aggregare – horrorem – flaccum – apportare
– grammaticam – turrem – cappam – occasum
[11] El grupo -nn- palataliza. annum > año , cabannam > cabaña, cannam > caña,
pannum > paño
[12] El grupo -ns- perdió la -n- y el grupo -gn- constare > costar, mensem > mes, monstrare >
palatalizó en todas las lenguas romances. mostrar, sponsam > esposa,
ligna > leña, praegnatam > preñada, pugnum > puño
[13] Los grupos cl-, fl-, pl-, -ll- pasaron a ll- en clavem > llave, flammam > llama, plenum > lleno,
castellano plorare > llorar, pluviam > lluvia
[14] Las vocales átonas postónicas generalmente se miserabilem > cast. cf. calidum – terribilem –
pierden. nobilem – sensibilem – solubilem – operam –
possibilem – ineffabilem
[15] La ŏ breve tónica > cast.: /ue/. fortem > cast.: fuerte, cf. rotam – bonum – pontem –
grossum – hortum – socerum – molam – scholam

[16] La ĕ breve tónica latina > cast.: /ie/ bene > cast.: bien, cf. centum – desertum – petram –
feram
– mel – sextam – membrum – ventum
[17]El diptongo -oe- pasó a /e/ amoenum > ameno, poenam > pena, comoediam >
comedia, tragoediam > tragedia, foenum > heno
[18] Diptongo au > /o/ aurum > oro, causam > cosa, laudare > loar, paucum
> poco, taurum > toro
[19]Las vocales ĭ, ŭ breves átonas en interior de brevitatem > brevedad, integrum > entero, minorem
palabra evolucionan ĭ > e , ŭ > o > menor, originem > origen, plicare > plegar,

cuminum > comino, duplicare > doblegar, gubernare


> gobernar, recuperare > recobrar , urticam > ortiga
[20] El grupo latino -ct- pasó a -it-. En castellano tructam > cast.: trucha, cf. lactem – lectum –
palataliza la -t-: -it- > -ch-. despectum – noctem – luctam – factum – strictum –
octo
[21] Los grupos -ti-, -te-, -ci-, -ce- pasaron a /θ/ calceare > calzar, iustitiam > justicia, lanceare >
17
(grafías -c-, -z- ) lanzar, Martium > marzo, plateam > plaza

[22]La -i- ante vocales a/o/u pasa a y- / j- en iacere > yacer, iam > ya,
cast.6 iocum > juego,
iuventutem > juventud
[23] El grupo -li- intervocálico pasó a -j- en cast. alium > ajo, concilium > concejo, folia > hoja,
mulierem > mujer
[24] El grupo latino -cŭl- en posición postónica sufre acucŭla (dim. de acus 'aguja'). > cast.: aguja, cf.
síncopa y pasa al grupo romance -c’l-, que clavicŭlam – gracŭlum – auricŭlam – ocŭlum
evoluciona al cast.: -j- – lenticŭlam – apicŭlam – specŭlum – ovicŭlam
[25] El grupo -arium pasa por metátesis a -airo y de ferrarium > cast.: herrero, cf. calidarium – operarium
aquí a -ero – solitarium – primarium – salarium – februarium

ANTOLOGÍA DE TEXTOS (CURSO 2011-2012 ). PRUEBA DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD PROSA 1.

CÉSAR, Bellum civile I 8, 1-2 Tras informarse sobre la intención de sus soldados, César avanza con una legión
hacia la ciudad de Rímini y se reúne con tribunos de la plebe, ordenando a las demás legiones que le siguieran.
También acude Lucio César.
Cognita militum voluntate, Ariminum cum ea legione proficiscitur ibique tribunos plebis, qui ad eum
confugerant, convenit; reliquas legiones ex hibernis evocat et subsequi iubet. Eo Lucius Caesar adulescens
venit, cuius pater Caesaris erat legatus.

2. CÉSAR, Bellum civile I 16, 1-2: Después de tomar Firmo, César ordena que se busque a los soldados que habían
estado antes con Léntulo y que se realice un reclutamiento, dirigiéndose luego hacia Corfinio, cuyo acceso estaba
interrumpido.
Recepto Firmo expulsoque Lentulo, Caesar conquiri milites, qui ab eo discesserant, dilectumque institui
iubet. Ipse, unum diem ibi rei frumentariae causa moratus, Corfinium contendit. Eo cum venisset, cohortes
quinque pontem fluminis interrumpebant.

3. CÉSAR, Bellum civile I 37, 1: César envía a Gayo Fabio a Hispania, junto con tres legiones que había
dispuesto en Narbona y sus proximidades, ordenándole la toma de los pasos pirenaicos que dominaba por
entonces Afranio.
Dum haec parat atque administrat, Caium Fabium legatum cum legionibus tribus, quas Narbone
circumque ea loca hiemandi causa disposuerat, in Hispaniam praemittit celeriterque saltus Pyrenaeos
occupari iubet, qui eo tempore ab Lucio Afranio praesidiis tenebantur.

6 Evoluciona primero a /ʒ / y así se mantiene ante vocal /a/, salvo excepciones. Ante vocales /o, u/ evoluciona a /ʃ /
(grafía medieval -x-) y finalmente /χ / (grafía -j- ), salvo excepciones (iugum > yugo).
18
4. CÉSAR, Bellum civile I 40, 1: Fabio intentaba atraerse a las ciudades vecinas y, a través de dos puentes sobre
el Segre, procuraba la provisión de forraje.
Fabius finitimarum civitatum animos litteris nuntiisque temptabat. In Sicori flumine pontes effecerat
duos distantes inter se milia passuum quattuor. His pontibus pabulatum mittebat, quod ea, quae citra
flumen fuerant, superioribus diebus consumpserat.

5. CÉSAR, Bellum civile I 40, 5-6: Lucio Planco, al mando de las legiones, toma un lugar elevado y coloca allí
su tropa, de modo que no pueda ser rodeada, consiguiendo hacer frente al ejército contrario.
Lucius Plancus, qui legionibus praeerat, necessaria re coactus locum capit superiorem diversamque
aciem in duas partes constituit, ne ab equitatu circumveniri posset. Ita congressus impari numero
magnos impetus legionum equitatusque sustinet.

6. CÉSAR, Bellum civile I 41, 1-2: César llega al campamento con los jinetes reservados para su defensa
personal. Ordena que termine de repararse, de noche, un puente y deja una guarnición de seis cohortes.
Caesar cum equitibus, quos sibi praesidio reliquerat, in castra pervenit. Pons, qui fuerat tempestate
interruptus, paene erat refectus; hunc noctu perfici iussit. Ipse, cognita locorum natura, ponti castrisque
praesidio sex cohortes relinquit.

7. CÉSAR, Bellum civile I 42, 4 y 43, 1: César fortifica su campamento y ordena que se le aproximen las demás
cohortes. Una llanura se extendía entre la ciudad de Lérida y la colina sobre la que Petreyo y Afranio tenían su
campamento.
Tertio die Caesar vallo castra communit; reliquas cohortes, quas in superioribus castris reliquerat,
impedimentaque ad se traduci iubet. Erat inter oppidum Ilerdam et proximum collem, ubi castra
Petreius atque Afranius habebant, planities circiter passuum trecentorum.

8. CÉSAR, Bellum civile I 43, 4-5: Se ordena a las cohortes de Afranio que se adelanten a ocupar el lugar y
éstas, como resultado de la batalla y de la toma de un alto, obligan a las tropas de César a retirarse.
Qua re cognita, celeriter Afranii cohortes breviore itinere ad eundem occupandum locum mittuntur.
Contenditur proelio et, quod prius in tumulum Afraniani venerant, nostri repelluntur atque terga
vertere seque recipere coguntur.

9. CÉSAR, Bellum civile I 45, 1: César, tras animar a las asustadas tropas, lleva en auxilio a la novena legión,
obligando así a los enemigos que las perseguían a replegarse en la ciudad de Lérida.
Caesar, paene omni acie perterrita, cohortatus suos legionem nonam subsidio ducit; hostem,
insolenter atque acriter nostros insequentem, supprimit rursusque terga vertere seque ad oppidum
Ilerdam recipere et sub muro consistere cogit.

10. CÉSAR, Bellum civile I 45, 6-8: Mientras las tropas cesarianas resistían, los enemigos renovaban con
frecuencia a sus efectivos cansados, por lo que César se veía obligado a hacer lo mismo.
Tamen virtute et patientia nitebantur atque omnia vulnera sustinebant. Ex castris cohortes per
oppidum crebro summittebantur, ut integri defessis succederent. Hoc idem Caesar facere cogebatur, ut,
summissis in eundem locum cohortibus, defessos reciperet.

11. CÉSAR, Bellum civile I 54, 1-2: Dadas las enormes dificultades para el avance por tierra, César ordena a
sus soldados construir naves de fabricación sencilla y de material ligero.
Cum in his angustiis res esset atque omnes viae ab Afranianis militibus equitibusque obsiderentur
nec pontes perfici possent, imperat militibus Caesar ut naves faciant. Carinae ex levi materia fiebant;
reliquum corpus navium, viminibus contextum, coriis integebatur.

12. CÉSAR, Bellum civile I 66, 2-3: Petreyo y sus tropas, ante el alboroto, suspenden la marcha y se retiran. Al
día siguiente, explora el lugar, como también hace el bando de César a través de Lucio Decidio.
Exaudito clamore, iter supprimunt copiasque in castris continent. Postero die Petreius cum paucis
equitibus occulte ad exploranda loca proficiscitur. Hoc idem fit ex castris Caesaris: mittitur Lucius
Decidius cum paucis, qui loci naturam perspiciat.
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13. CÉSAR, Bellum civile II 26, 1-2: Curión, una vez aclamado como general, dirige su ejército a Útica, hacia
donde se dirigen los refuerzos enviados por el rey.
His rebus gestis, Curio se in castra recipit atque universi exercitus conclamatione imperator
appellatur, posteroque die Uticam exercitum ducit et prope oppidum castra ponit. Nondum opere
castrorum perfecto, equites nuntiant magna auxilia ab rege missa Uticam venire.

14. CÉSAR, Bellum civile II 43, 1: Marcio Rufo exhorta a sus tropas y, ante el ruego de éstas, ordena a los
capitanes que dispongan las embarcaciones para partir.
His rebus cognitis, Marcius Rufus quaestor cohortatur suos, ne animo deficiant. Illi orant atque
obsecrant, ut in Siciliam navibus reportentur. Pollicetur magistrisque imperat navium, ut primo
vespere omnes scaphas ad litus adpulsas habeant.

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TEMAS DE LITERATURA LATINA

LA ÉPICA ROMANA
Definición y características del género. La épica o epopeya es un
género que narra de manera extensa las hazañas y aventuras de
héroes que tuvieron lugar en una época legendaria. Suele haber
elementos fantásticos. En Roma fue cultivada desde antiguo,
siempre influenciada por la poesía épica griega. Pero a partir del
siglo I a.C., en la Edad de Oro de la literatura latina, la época de
Augusto, la épica latina brilla con luz propia.

La época de Augusto y su influencia en la literatura. Augusto es el


eslabón que une la República con el Imperio. Ya no existen las
libertades republicanas, pero el poder personal se halla en él
todavía un tanto suavizado. Los cuarenta y un años de su reinado se
diferencian de la época anterior y de la época posterior. En la época de Augusto (27 aC - 14 dC.), un deseo
de paz invade a la sociedad romana, cansada tras largos años de luchas civiles. En segundo lugar, coincide
esta época con la de mayor expansión del Imperio (que sólo avanzará algo más en tiempos de Trajano), lo
que llena a los romanos de orgullo nacional.
Augusto se traza un programa político, religioso y moral, destinado a restaurar las virtudes (valentía,
austeridad, respeto a los dioses y a las leyes etc.) que habían llevado a Roma su mayor esplendor. Para este
programa de restauración de un ideal social y nacional cuenta con hombres de letras, que le ayudarán a
propagarlo. Y se convierte en protector de las letras y de las artes, con la ayuda de su colaborador Cayo
Cilnio Mecenas, cuyo nombre ha pasado a ser apelativo común de todo el que patrocina empresas o
actividades culturales. Los más grandes escritores de la época (Virgilio, Horacio, Tito Livio, Propercio...) se
solidarizan con estos ideales y se convierten en valiosos colaboradores de la política de Augusto.
Así como la prosa latina había alcanzado, con Cicerón y César, su más alto grado de perfección, la poesía,
en cambio, va a tener su edad de oro en la época de Augusto.

VIRGILIO (70 a.C. – 19 a.C.)


Originario de Mantua, al norte de Italia. se trasladó después a Roma, donde siguió estudios de retórica y
filosofía, a la vez que inició su carrera poética. Entró en el círculo literario de Mecenas y se convirtió en
colaborador de la política restauradora y pacificadora de Augusto.

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Virgilio sigue los modelos griegos, en contenido y forma (utilizó como metro el hexámetro dactílico). Pero
sus obras no se quedan en simple imitación, sino que Virgilio les otorga un carácter propio, genuinamente
latino, y alcanzan una altura literaria indiscutible.
Eneida. Es la gran epopeya nacional romana. Consta de doce libros y está inspirada en las dos grandes
epopeyas homéricas: los seis primeros libros se inspiran en la Odisea, con el relato de los viajes de Eneas
desde Troya a ltalia; los seis últimos imitan a la Ilíada, con las guerras que Eneas lleva a cabo en Italia hasta
hacerse con el reinado del Lacio.
La narración no es cronológica. Cuando empieza el poema, Eneas y los suyos se dirigen desde Sicilia a las
costas de Italia; pero una tempestad los arroja a las costas de África. Allí la reina Dido, que está levantando
la ciudad de Cartago, los acoge. Luego pide a Eneas que le cuente sus desgracias y aventuras. Los libros II y
III contienen la narración, puesta en boca de Eneas, de estas aventuras cronológicamente anteriores al
momento del inicio de la narración de la Eneida: la toma de Troya por los griegos, su salida de la ciudad en
llamas con su padre, su hijo pequeño y un grupo de troyanos, y sus viajes hasta llegar allí.
El libro IV narra los amores de Dido y Eneas. Éste, advertido por Júpiter, abandona Cartago rumbo a
ltalia, y Dido se suicida.
El resto del relato, que abarca ocho libros (V - Xll), es cronológico: llegada a ltalia y guerras allí
empeñadas hasta que Eneas da muerte a Turno.
Virgilio pretende con su Eneida la glorificación de Roma. Eneas, el héroe legendario del que desciende
Rómulo, fundador de la ciudad, es hijo de un mortal, Anquises, que desciende de Zeus, y de la diosa Venus.
En consecuencia, los romanos y, en concreto, la gens Iulia, de la que descienden Julio César y su sucesor,
Augusto, descienden de Júpiter, el rey de los dioses. Virgilio frente al héroe homérico crea un héroe romano:
Eneas es el pius Aeneas (pius es el adjetivo que se emplea para indicar a quien respeta a los dioses, a sus
antepasados, a las costumbres y las leyes), intérprete fiel de la voluntad divina y encarnación viviente de las
virtudes romanas.
Valor literario y pervivencia. La Eneida es la obra cumbre de la poesía romana. En cuanto a su lenguaje y
a su estilo, se ha dicho con razón que nadie ha comprendido mejor el genio de la lengua ni se ha servido
mejor de todos sus recursos. Elegancia armoniosa, figuras y comparaciones insuperables, siempre el tono
justo. El dominio de la técnica de la versificación es inimitable. No es extraño que fuera considerado en
seguida como el poeta nacional de Roma y su obra pasara inmediatamente a las escuelas.
Las otras dos obras de Virgilio son las Bucólicas y las Geórgicas, cuyo contenido no es épico, pero comparte
el mismo metro (hexámetro dactílico):
Bucólicas: diez composiciones de tema pastoril, precedente de la literatura bucólica que se cultiva a partir
del Humanismo. Sus personajes son pastores, que a veces personifican al propio Virgilio o personajes de su
círculo. En ellas se reproducen las quejas del poeta por las expropiaciones de tierras, hay quejas de amor por
la pastora ingrata, etc.
Geórgicas: es un poema didáctico, en cuatro libros, que trata de forma poética el cultivo de la tierra: cultivo
de los árboles y la vid, cría de las abejas, cría del ganado, laboreo de la tierra y el momento apropiado para
ello. Es la gran contribución del poeta al programa de repoblación del campo (desierto tras los largos
enfrentamientos civiles del siglo I a.C.) que intentaba llevar a cabo Augusto. Se deja traslucir en esta obra el
profundo amor al campo que experimentaba el poeta.

Enlaces: texto de la Eneida (traducción)

LUCANO (39 – 65 d.C.)

Nació en Córdoba, de la familia de los Séneca. En Roma recibió una educación esmerada, estudiando
gramática, retórica y filosofía. Desde muy joven causó admiración por sus declamaciones en griego y latín.
Completó su educación en Grecia. Entró en el círculo de amigos de Nerón, recibiendo cargos públicos
cuando contaba con apenas 20 años. Lucano compuso un elogio del emperador y con él ganó un importante
concurso de poesía. Pronto sus éxitos despertaron los celos y la envidia de Nerón. En el año 65 d.C. fue
acusado de participar en la conjuración de Pisón, y, condenado a muerte, prefirió suicidarse como su tío
Séneca y como Petronio.
La única obra de Lucano que se conserva es la Farsalia (Pharsalia o De bello civili), un poema épico sobre
la guerra civil entre César y Pompeyo. Consta de diez libros, con unos 8.000 hexámetros. Pero la obra quedó
incompleta por la muerte del autor.

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La narración poética sigue paso a paso el orden cronológico 7. El poema de Lucano representa una
revolución en la épica, una ruptura con la concepción tradicional de la epopeya. Esta ruptura se manifiesta
sobre todo en los aspectos siguientes:
Ausencia del aparato divino. Desde Homero los personajes de la epopeya son una especie de títeres
manejados por los dioses a su antojo. En Lucano desaparecen los dioses, que eran antes el motor y la
explicación última de los sucesos.
Ausencia de héroe-protagonista. Frente al héroe obligatorio en la epopeya clásica, no existe un héroe
definido en la Farsalia. Destacan tres personajes: César, Pompeyo y Catón.
Racionalismo. En lugar del aparato divino se instala al hombre y a su razón. Los sucesos se explican por
causas naturales.
Historicismo. Lucano sigue la técnica de los historiadores, con largos catálogos de tropas y de pueblos,
con amplias descripciones y digresiones (los Apeninos, la Tesalia, el desierto de Libia...).
En cuanto a su estilo, su lenguaje es elevado y su estilo barroco, difícil de entender. Utiliza paradojas
expresivas, sentencias lapidarias. Lucano tenía una profunda formación retórica. Por ello la ornamentación
retórica impregna el poema entero. Se decía que Lucano era un modelo para los oradores más que para los
poetas. Con todo, no cabe dudar del genio poético de Lucano. Su aliento épico es indudable. Y su mérito es
mayor si pensamos que su epopeya arranca desde un plano humano, sin apoyarse en el aparato divino que
sirve de clima poético a la epopeya tradicional.

II. LA LÍRICA ROMANA


Lo característico de la poesía lírica es la manifestación de los sentimientos subjetivos de un individuo
sentimientos y estado de ánimo, desde luego, pero también pensamientos, gustos y creencias Así pues su
temática es muy diversa: relaciones amorosas, amistades, aficiones, filosofía de la vida, cuestiones políticas
etc. En cuanto a su forma, la lírica se caracteriza por utilizar diversos tipos de versos (polimetría) y estrofas.
La poesía lírica nace en Grecia en el siglo VII a.C. y debe su nombre a que en sus orígenes era un género
literario destinado a ser recitado o cantado al son de la lira. Este tipo de poesía tuvo su continuación en Roma
al ser imitado por el grupo de poetas llamados neotéricos, entre los que destaca Catulo. Posteriormente
aparecerá Horacio, cuyos modelos son los líricos griegos arcaicos Alceo y Safo. La lírica romana mantiene
temática y métricamente las convenciones del género griego (temas personales, tipos de verso y estrofas),
pero deja de recitarse con acompañamiento de lira.

La elegía.
Entre la gran variedad de formas y contenido de la lírica griega, los romanos conocieron e imitaron sobre
todo los subgéneros de la elegía y el epigrama de la poesía griega alejandrina de época helenística (III-II
a.C., la más cercana a ellos en el tiempo).
El criterio que definía la elegía no era fundamentalmente temático sino formal, se consideraba elegía a
cualquier poema compuesto en el metro elegíaco, que alterna un verso hexámetro y otro pentámetro. Esta
forma poética se puso en ocasiones al servicio de una temática «elegíaca», en el sentido original (y moderno)
de la palabra: canto de lamento. Pero en Roma se asoció a la temática amorosa, siendo los poetas elegíacos
latinos Tibulo y Propercio los ejemplos más eminentes. Las primeras obras elegíacas de Ovidio, como
Amores, caen también en este campo, si bien sus poemas de madurez, como Tristes y Pónticas, nos ofrecen
elegías que satisfacen el criterio moderno del género, pues se trata de poemas de lamentación por su exilio
forzado de Roma.

El nacimiento de la lírica.
La poesía lírica nace en Roma bastante tarde, cuando ya estaban consolidados hacía tiempo el teatro y la
poesía épica. Los romanos, dedicados durante siglos a la expansión militar, a la conquista colonizadora,
tardaron en preocuparse de la efusión poética de sus sentimientos personales.Vivían volcados hacia el
exterior.

7 invocación y elogio de Nerón; retratos de César y Pompeyo; César pasa el Rubicón; Pompeyo huye a Brindis, César
asedia Brindis, pero Pompeyo logra escapar por mar hacia Oriente; asedio de Marsella por César y campañas de éste
en España; César marcha a Grecia tras Pompeyo; batalla definitiva de Farsalia; Pompeyo huye a Egipto, donde es
asesinado; Catón se adentra en África al frente del ejército derrotado de Pompeyo; César llega a Egipto, en cuyo
trono coloca a Cleopatra; sublevación contra César en Alejandría. Y aquí se corta bruscamente la narración.
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En la segunda mitad del siglo II a.C. surgen los primeros poetas, los cuales se inspiran en la poesía griega
alejandrina del siglo III a.C. y cultivan sobre todo, dentro del género lírico, la modalidad del epigrama
(poema de corta extensión en dísticos elegíacos) erótico.

Los neotéricos
Años más tarde, entrado ya el siglo I a.C., surge un nuevo grupo de poetas mucho más importantes que los
anteriores para la lírica romana. Es el grupo de los tradicionalmente denominados novi poetae o neotéricos,
mote que les asignó despectivamente Cicerón. Como el grupo precedente, se inspiran en los poetas
alejandrinos. Destaca entre ellos Catulo.

CATULO (85 a.c. - 54 a.c.)


La vida de Catulo 8 se refleja en su obra. Es un ser apasionado y en su obra
expresa tanto sus amores como sus odios. La obra conservada de Catulo (titulada
Carmina, "Poesías'') consta de 116 poemas de muy diversa extensión; el más
corto tiene dos versos, y el más extenso 408.
Han sido clasificados teniendo en cuenta diversos aspectos (extensión,
temática, etc.). Atendiendo a los contenidos temáticos, nosotros vamos a
encuadrarlos en tres apartados:
Poemas eruditos. En ellos el poeta, siguiendo los modelos alejandrinos, hace
gala de erudición mitológica. Uno de ellos, "La cabellera de Berenice", no es
más que la traducción de uno de Calímaco. El poema más largo trata de "Las
bodas de Tetis y Peleo", los padres de Aquiles. Es un poema épico corto, de acuerdo con las ideas literarias
de los neotéricos. Algunos estudiosos piensan que estos poemas pertenecen a la juventud del poeta, cuando
toma contacto con la poesía alejandrina.
Poemas amorosos. Constituyen el bloque mayor en su obra. Todos ellos están dedicados a Lesbia. Puede
seguirse en ellos, paso a paso, la línea recorrida por estos amores: una curva ascendente en la primera época,
llena de feliz exaltación, que pronto inicia su descenso,en un tramo que refleja una situación de disgustos,
malentendidos, riñas y reconciliaciones, hasta llegar a la ruptura definitiva.
Poemas a amigos y enemigos. Su carácter apasionado, sin medias tintas, lo vuelca igualmente en sus
amistades y enemistades. Tiene grandes amigos, a los que dedica poemas llenos de ternura y del más fino
humor. A sus enemigos, en cambio, les dirige poemas feroces.
Valor literario. Con Catulo irrumpe en la literatura latina un aire nuevo. Es, además de un gran poeta
lírico, un formidable satírico, y hasta posee aliento épico en el poema 64. Lo mejor de su producción son los
poemas amorosos, pero está muy lejos de ser un poeta frívolo o de madrigales. Su sensibilidad profunda y la
desnuda sinceridad de su pasión arrastran y emocionan. Su lengua recoge todo el caudal de la tradición,
vertido en unos moldes flexibles que combinan lo sabio con lo espontáneo.
Catulo introduce, además, en la poesía latina metros nuevos que luego recogerán otros poetas, como
Horacio. En los poetas de la época de Augusto es considerable la influencia de Catulo en cuanto a la
concepción artística, la variedad de ritmos, la gracia y delicadeza de la expresión.
Ha sido muy admirado también en épocas posteriores como el más humano de los poetas amorosos. Su
rastro se advierte en muchos de los grandes poetas del siglo XX, ya que resulta
el más cercano de los poetas latinos, el que transmite una sensibilidad más
contemporánea.

HORACIO (65 a.C. - 4 a.C.)


Originario de Venusa, en el sur de Italia, estudió en Roma, Nápoles y Grecia.
Luchó contra las tropas de Augusto en la batalla de Filipos. Tras la derrota de su
bando regresó a Roma y logró un puesto de funcionario. Comenzó entonces a
escribir poesía. Virgilio le presentó a Mecenas, con quien trabó amistad.
Mecenas le regaló una finca (33 a.C.) donde el poeta pasó el resto de su vida
entregado a la poesía, lejos de actividades políticas.

8 Nació en Verona, en el norte de Italia, de familia distinguida y en buenas relaciones con la aristocracia romana.
Marchó a Roma siendo bastante joven. Allí vivió sus dos grandes aficiones: la poesía y la vida mundana. Brilló en los
círculos literarios y en los salones de la alta sociedad. Se enamoró de Clodia (“Lesbia”), una aristócrata, casada, bella y
sin escrúpulos, con la que vivió unos amores tempestuosos que no duraron mucho.
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Sus primeras obras componen sus libros de "Sátiras" y "Épodos", dos libros de tipo satírico, aunque no tan
mordaz como otros poetas. (ver el tema de la sátira)
Tras la publicación de algunas de sus "Odas", Horacio escribe sus "Epístolas literarias", composiciones en
verso con consideraciones filosófico-morales y sobre teoría literaria.
Su obra de carácter lírico son sus "Odas" (Carmina), que constituye la cumbre de su poesía. Son cuatro
libros con unas cien odas.
Los temas de las odas son muy variados: amores, banquetes, dedicaciones de templos, partida y regreso de
un amigo, etc. La mayoría de las odas podrían encuadrarse, por su contenido, en tres apartados:
Odas amorosas. Son unas veinte, dedicadas a Lidia, Pirra, Cínara... La influencia de la obra de Horacio se
ha dejado sentir durante toda la historia de la literatura occidental. De ella han surgido muchos de los grandes
"tópicos" o lugares comunes, que han utilizado casi todos los poetas y que, en latín, se emplean
habitualmente en el uso culto de las lenguas actuales: son los temas del carpe diem, beatus ille, afán de
pervivencia de la propia obra, etc. Ha sido muy estudiado e imitado a partir del Humanismo y el
Renacimiento,y desde entonces sigue patente su influencia. Un ejemplo de su influencia lo tenemos en la
"Oda a la vida retirada" de Fray Luis de León.
Odas filosóficas. Algunas están teñidas de ideas estoicas, como la impasibilidad del sabio ante las
desgracias. Pero son más abundantes las que rezuman filosofía epicúrea, la que vivía y practicaba el autor:
hay que estar libre de ambiciones desmesuradas, que producen infelicidad, y contentarse con una "dorada
medianía" (aurea mediocritas), donde se encuentra la felicidad perfecta. Por otro lado, la vida es corta, los
años pasan volando y hay que aprovechar y vivir el momento presente, el día de hoy (carpe diem).
Odas romanas. Son fundamentalmente las seis primeras del libro III y algunas del libro IV que celebran
las hazañas de Druso y Tiberio. En ellas Horacio está animado del mismo sentimiento nacional y patriótico
que Virgilio en su Eneida, aunque con mucho menos aliento épico.
Dentro del género lírico hay que encuadrar también el Carmen Saeculare, poema que Augusto le encargó
con motivo de los Juegos Seculares (que se hacían cada siglo) celebrados en el año 17 a.C. En él se invoca a
los dioses, comenzando y terminando por Apolo y Diana, para que presten su apoyo y su favor divino a
Roma en el presente y en el porvenir.
Valor literario. La característica más notable del estilo horaciano es la concordancia perfecta que logra
siempre entre el pensamiento y la expresión. Horacio tiene una idea muy elevada de la misión del poeta
como educador y como intérprete de los sentimientos civiles y religiosos. Por eso la poesía no es para él una
distracción de sus ratos de ocio, sino una exigencia continua de perfección. Ningún otro poeta latino se le
iguala en la obsesión por la perfección formal. Y ningú n poeta latino, ni siquiera Virgilio, ha alcanzado tan
altas cotas en esta perfección. Le falta a Horacio el calor del sentimiento que sí está presente en Virgilio.
Horacio resulta generalmente un tanto frío, pero la armoniosa estructura de sus composiciones, la maestría en
el manejo de los diversos metros, el cuidado y el acierto al poner siempre la palabra exacta en el lugar
exacto, la vivacidad de sus imágenes, hacen de él, formando pareja con Virgilio, el más perfecto modelo
poético de clasicidad.
Tarea: escuchar la Oda I, 5 de Horacio y responder a las preguntas en el blog del profesor.

OVIDIO (43 a.C. - 17 d.C.)


De familia noble, estudió elocuencia en Roma y filosofía en Atenas. Se hizo
abogado, pero dejó las leyes por la poesía. Comenzó a brillar cuando los otros cuatro
poetas de la época de Augusto (Virgilio, Horacio, Tibulo y Propercio) estaban en plena
madurez. Gozó de gran prestigio y de la amistad de Augusto, pero en el año 9 d.C. cayó
en desgracia y Augusto lo desterró a una ciudad en los límites del Imperio, junto al Mar
Negro, donde murió, ya que el emperador no le perdonó su culpa (la causa real es
desconocida, si bien la leyenda afirma que Augusto no le perdonó la composición de su
Ars amandi, por considerarlo inmoral).
La obra de Ovidio puede encuadrarse en tres grupos:
A) Obras de juventud: poesía amorosa. Son las tres siguientes: Los"Amores"
(Amores), en tres libros. Son elegías amorosas, siguiendo las huellas de Tibulo y
Propercio. No son amores reales, sino ficciones literarias.
"Heroidas" (Heroidum epistulae), una correspondencia en verso entre héroes y heroínas de leyenda; la mayor
parte son cartas de ellas a ellos: Penélope a Ulises, Dido a Eneas, Ariadna a Teseo...

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"Arte de amar" (Ars amandi), en tres libros. Es un tratado didáctico completo, lleno de recetas prácticas,
sobre el arte de buscar a la persona adecuada, enamorarla y conservar su amor.
B) Obras de madurez: poesía didáctica. Son sus dos mejores obras:
Los "Fastos" (Fasti). Es una obra incompleta, que comprende seis libros, uno para cada uno de los seis
primeros meses del año, donde va describiendo las fiestas principales del calendario romano, relacionadas
con leyendas del pasado de Roma.
"Las Metamorfosis". Es la obra más ambiciosa y más lograda de Ovidio, más cerca a la épica que a la lírica.
Consta de unas 250 leyendas de héroes y personajes transformados en animales, en vegetales, en
constelaciones... Sigue un orden cronológico, desde la formación del universo hasta la metamorfosis de Julio
César en constelación. La influencia de esta obra en la cultura occidental ha sido enorme, ya que, además de
servir durante siglos como manual de mitología, ha inspirado a escritores, pintores, escultores y músicos.
C) Obras del destierro: poesía elegíaca dolorosa. En el destierro, ya en los últimos años de su vida, escribe
con dolorosa desesperación Sus dos últimas obras: las "Tristes" (Tristia), en cinco libros; y las "Pónticas"
(Epistulae ex Ponto), cartas a su mujer y a sus amigos. Todo en dísticos elegíacos y con un obsesionante
tema: desgarradoras quejas por los sufrimientos físicos y morales que lo torturan y súplicas a Augusto para
que le levante el castigo, reconociendo su culpa.

Valor literario v pervivencia.


Su lenguaje es flexible,su expresión está llena de brillantez y elegancia. Es un poeta sabio, con excesiva
influencia de sus conocimientos retóricos. Une la fertilidad de invención del rétor a la fantasía creadora del
poeta. Sus versos están poblados de imágenes brillantes, ingeniosasy pintorescas. Ovidio fue muy admirado e
imitado ya en su época. Fueron sus Metamorfosis la obra que más influencia ha tenido en la literatura
occidental. En el Renacimiento,la reedición de sus obras permitió a los poetas conocer mejor y directamente
los mitos recreados en la obra de Ovidio, y su influencia se hace más patente. Las referencias mitológicas
abundan en las obras del Siglo de Oro español: Garcilaso, Góngora, Lope de Vega, Quevedo utilizan
imágenes mitológicas o imitan (en serio o en plan irónico y burlesco) la obra de Ovidio.

Tareas: escuchar una selección extraída de su Amores, y contestar a las cuestiones que se plantean.

III. LA SÁTIRA, FÁBULA Y EPIGRAMA


1.1. ORÍGENES: LUCILIO.
La sátira es un ataque, más o menos virulento o amable, a
personas, instituciones y costumbres. El inventor de la sátira en la
literatura latina es Lucilio9.
Lucilio, del siglo II a. de J.C., pertenece, como Terencio, al círculo
literario de Escipión. De sus Saturae se conservan unos 1.300
versos. Lucilio estableció el hexámetro como el metro en el que se
va a escribir toda la sátira posterior. Sus sátiras contenían una crítica
de la sociedad de su época en los aspectos político, moral, literario...
Entre lo conservado hay ataques a enemigos de Escipión,
arremetidas contra los glotones, contra el lujo y la corrupción, contra
los avaros que cenan, duermen y hasta se lavan sin soltar su bolsa,
contra el esnobismo griego, contra el afeminamiento de los jóvenes, etc. Es un escritor realista, de buen
sentido, aunque de estilo un tanto descuidado debido a su gran facilidad para la versificación.

Horacio
Su vida. (véase el tema de la lírica). A su regreso a Roma después de la batalla de Filipos, la personalidad
de Horacio ha madurado. Y vuelve lleno de desilusión, con un punto de rencor hacia la sociedad. Su puesto
de escribano, que no llena sus aspiraciones, acentúa su malestar. Y en este clima nacen sus Sátiras.

9 La satura comienza siendo en Roma una representación teatral rudimentaria, con diálogo, música y danza. Es la
sátira dramática una de las etapas en la evolución del teatro. Y en un segundo estadio se llama sátira a la obra, ya no
dramática, que contiene diversidad de temas, mezclando, incluso, la prosa y el verso. Una especie de miscelánea. De
este tipo son los cuatro libros de Saturae de Ennio. En un tercer estadio, surge la sátira tal como la entendemos.
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Sátiras y Epodos. Sus Sátiras son un total de 18 composiciones. El propio Horacio se considera
seguidor de Lucilio. Pero entre ambos hay claras diferencias. Horacio es de temperamento más apacible, y un
tanto escéptico, por lo que sus sátiras son en general menos agresivas. Prueba de esto es el hecho de que él
las llamara Sermones «conversaciones» y él mismo afirma que la broma festiva y la burla amable son más
eficaces que la invectiva destemplada. Sólo en algunos momentos acentúa la dureza, por ejemplo, al fustigar
a los adúlteros o a los cazadores de herencias. Le diferencia además de Lucilio el cuidado del verso, que es
una obsesión en Horacio. Veamos algunos de los temas: nadie está contento con su suerte; invectivas contra
los avaros, los usureros, los envidiosos, los adúlteros, los cazadores de herencias; un viaje a Brindisi
(imitación de un «viaje a Sicilia» de Lucilio), con la descripción viva de las peripecias y los inconvenientes
sufridos: los mosquitos, los humos, la incomodidad de los mesones...; contra un pelmazo; elogio del campo
frente a la vida agitada de la ciudad (con la fábula del ratón campesino y el urbano); contra la cursilería de
los nuevos ricos.
Los Epodos son 17 composiciones. Por su contenido y su fecha de composición representan una obra de
transición entre el género satírico y la poesía lírica, que va a llenar la etapa siguiente de la vida de Horacio.
Algunos son claramente satíricos, incluso mordaces y agresivos: contra un nuevo rico, antiguo esclavo;
contra la hechicera Canidia; contra un maldiciente; contra una vieja y repugnante alcahueta; contra el
«maloliente Mevio», un enemigo literario; y una invectiva amable, festiva y burlona contra el ajo. Otros, en
cambio, caen ya del todo fuera del género satírico.
La característica más notable del estilo horaciano es la concordancia perfecta entre el pensamiento y la
expresión. Horacio tiene una idea muy elevada de la misión del poeta como educador y como intérprete de
los sentimientos civiles y religiosos. Por eso la poesía no es para él una distracción de sus ratos de ocio, sino
una exigencia continua de perfección. Él nos dice que trabaja una y otra vez sus versos con el mismo cuidado
con que la abeja elabora la miel de sus panales. Ningún otro poeta latino se le iguala en la obsesión por la
perfección formal. Y ningún poeta latino, ni siquiera Virgilio, ha alcanzado tan altas cotas en esta perfección.
Le falta a Horacio el calor del sentimiento y la «simpatía» virgiliana. Resulta generalmente un tanto frío.
Pero la armoniosa estructura de sus composiciones, la maestría en el manejo de los metros, el cuidado y el
acierto al poner siempre la palabra exacta en el lugar exacto, la vivacidad de sus imágenes, hacen de él,
formando pareja con Virgilio, el más perfecto modelo poético de clasicismo.

Florecimiento de la sátira en el siglo I


La sátira alcanza en el siglo I su mayor desarrollo y esplendor. A este fenómeno contribuyen,
en gran parte, las circunstancias políticas y económicas de la época: el Imperio, como régimen
político centralizador y autoritario, y la ineptitud de los emperadores habían dado lugar a una
corrupción progresiva en todos los órdenes.
Como elemento de contraste están las elevadas doctrinas morales estoicas y epicúreas, que
contaban ya con numerosos seguidores en Roma. Surgen entonces escritores que, amantes de
las sanas tradiciones e influidos, además, por las citadas doctrinas morales, arden de
indignación y fustigan en sus obras los vicios de la época. Persio y Juvenal son los dos autores
más destacados. A éstos hay que añadir Marcial, que, aunque cultiva un género literario
diferente, el epigrama, por el contenido y. por la intención es también satírico.
Persio
Aulo Persio Flaco (34-62 d.C.) nació en Volterra, ciudad etrusca, de familia acomodada. A los doce años
su madre le llevó a Roma. Allí prosiguió su educación y conoció a Anneo Cornuto, gran filósofo estoico de
origen africano. Cornuto fue en adelante su maestro en el estoicismo y su amigo. También hizo amistad con
Lucano, que admiraba el estilo literario de Persio, y conoció a Séneca. Murió cuando apenas tenía veintiocho
años. Su vida fue honesta y virtuosa: era buen hijo, buen hermano y buen amigo.
Escribió seis poemas satíricos. Se publicaron algo después de su muerte y suscitaron gran admiración
entre sus contemporáneos. En el primero, de crítica literaria, fustiga el mal gusto y la vanidad de los hombres
de letras. Los cinco restantes son de crítica social y de costumbres: ataca la hipocresía en las plegarias a los
dioses, la avaricia, la pereza, el orgullo de los poderosos. En la sátira quinta trata del concepto estoico de la
libertad: sólo el filósofo -que logra su libertad interior- es realmente libre.
Sus poemas están escritos con un total enfoque estoico. Muchos han visto estas sátiras como una
exposición de esta doctrina y juzgan a Persio como un joven sin experiencia que mira la vida y los vicios que
critica solamente a través de sus lecturas. Sin embargo, pinta cuadros de costumbres y escenas populares con
una vivacidad que impresiona. Eso demuestra un carácter observador y sensible. En la Edad Media fue muy
leído y comentado por su contenido moralizador y didáctico.
Su estilo coincide con el gusto de su época: busca el efecto mediante figuras retóricas y recursos brillantes,
y suprime los nexos entre las frases. Esta elipsis ha contribuido a que su obra sea de muy difícil
26
interpretación. Es el poeta más oscuro de la literatura latina. Imita a Lucilio y a Horacio, aunque trata los
temas de un modo muy personal.

Juvenal
Sobre la vida de Décimo Junio Juvenal (60?-135?) los comentaristas antiguos nos han transmitido muchos
datos que, tras posteriores estudios, parecen poco de fiar. Se supone que nació en Aquino, de familia
adinerada. Durante primera mitad de su vida se dedicó a la oratoria y en Roma fue famoso como declamador.
Ya en edad madura comenzó a escribir. Este cambio de actividad se debe, más que a un fracaso como orador,
al cambio político que suponía el fin de la tiranía de Domiciano. Con el emperador Trajano se disfrutó de la
suficiente libertad como para que los literatos pudieran expresarse sobre la corrupción de la sociedad y sobre
la tiranía de los emperadores precedentes. El mismo Juvenal explica, quizá, su cambio de vida cuando dice
que «si natura negat, facit indignatio versus». En cuanto le fue posible, su indignación estalló en las sátiras.
Escribió 16 sátiras. Denuncia en ellas la situación social de Roma: los romanos, a los que considera
incapaces de semejante corrupción, están en situación de inferioridad frente a los advenedizos extranjeros,
sobre todo los griegos, a los que describe llenos de defectos. Ridiculiza las aburridas lecturas públicas y la
falta de imaginación de los poetas. De todos modos la situación de un hombre de letras es muy triste, puesto
que no puede vivir de su trabajo. Ataca la corrupción administrativa, los abusos de las autoridades, la
hipocresía de algunos filósofos que presumen de virtuosos, la homosexualidad y el adulterio. Roma, dice, es
una ciudad inhabitable: tienen su asiento en ella toda clase de vicios y viciosos, intrigantes, aduladores
(principalmente griegos), ricos de orgullo insoportable, etc... Son insufribles los ruidos continuos, los atascos
callejeros, los ladrones y maleantes. En las casas, amenazan los derrumbamientos e incendios. Las mujeres
han perdido sus primitivas virtudes; pasa lista a toda una serie de tipos femeninos: las atletas, las forzudas,
las intelectuales pedantes, las insufribles ricas, las crueles, las envenenadoras, etc. A muchos de sus
personajes los cita con su verdadero nombre, porque ya habían desaparecido cuando se publicaron estas
sátiras.
El criterio con que enjuicia a sus contemporáneos es, en ocasiones, una elevada moral estoica, que predica
la bondad y el humanismo. Pero otras veces deja entrever una moral menos sublime y más acomodaticia.
Valor literario. Juvenal utiliza en sus poemas recursos de la oratoria que había practicado: exageración,
antítesis, apóstrofes, etc. En sus escritos parece que declama. Pero los cuadros de costumbres que describe
están muy vivos, llaman poderosamente la atención e incitan a seguir leyendo. Con mucha frecuencia logra
frases de una admirable concisión y expresividad, verdaderas sentencias, que se han hecho famosas, tales
como: mens sana in corpore sano; maxima debetur puero reverentia; panem et circenses.
En su tiempo fue un autor muy aceptado y leído. Durante la Edad Media se le apreciaba mucho como
moralista. Sus sentencias contribuyeron a este éxito, pues son como lecciones de moral fáciles de aprender e
inolvidables.

El epigrama
El epigrama tiene su origen en Grecia. En sus comienzos fue una breve inscripción que, grabada sobre la
piedra del sepulcro, proclamaba las hazañas o el recuerdo de alguna persona. Con el tiempo, tanto en Grecia
como en Roma el epigrama llegó a designar una breve composición poética de contenido variado,
frecuentemente de tema amoroso. Se usaba el dístico elegíaco.
La característica de este breve poema es, además de su concisión, su tono, casi siempre festivo y su
agudeza acentuada al final, a modo de aguijón o estilete, que lo hacen apto para el ataque personal o la
denuncia social. Este
es el epigrama satírico. Catulo y algunos otros poetas habían escrito
epigramas. Pero el epigrama, según el concepto que ahora tenemos dé él, se
debe a Marcial.

Marcial
«Poder disfrutar de los recuerdos de la vida es vivir dos
veces». (Marco Valerio Marcial)

Marco Valerio Marcial nació hacia el año 40 de nuestra era en Bílbilis,


cerca de la actual Calatayud. Marchó a Roma cuando tenía poco más de veinte
años. Era el año 64, en que tuvo lugar el famoso incendio de Roma bajo el
reinado de Nerón. Como no tenía más recursos que su talento para la poesía,
27
vivió de ella, adulando a los poderosos. Pero su falta de organización personal y su humor variable no le
permitieron conseguir más que una mediana situación. Después de muchos años, sólo poseía una casa propia
en Roma y una modesta finca en el campo. Tras la muerte de Domiciano, a quien había alabado
descaradamente, Roma no era lugar seguro para él. Volvió a Bílbilis, donde una admiradora le regaló una
finca. Allí vivió los últimos cinco años de su vida, añorando Roma, de la misma forma que añoraba en Roma
su tierra natal. Murió hacia el año 102.
Su obra más famosa la constituyen sus 14 libros de Epigramas. Los temas tratados están sacados de la
vida, de la realidad que le circunda 10. Su realismo es vivo, recio y palpitante. Es casi una reacción de
romanidad frente al helenismo de la época anterior. No deja de admirar a los grandes cultivadores de los
temas mitológicos (Virgilio, Ovidio, Propercio, etc.), pero considera que esos temas ya están magistralmente
acabados. Es hora de cultivar esta otra faceta realista y satírica que llevaba dentro el romano. En la misma
línea que otros dos grandes escritores hispanos de su época, Séneca y Lucano, Marcial instala al hombre en
el centro de su obra. «Mis versos saben a hombre» (hominem pagina nostra sapit). Refleja hasta tal punto los
problemas y las situaciones de sus contemporáneos que llega a pedir a quien no quiera verse retratado en sus
epigramas que no los lea y se dedique a leer poemas de mitología. Por ello su obra es la mejor fuente que
existe para conocer la vida de Roma en su tiempo. Su observación de la realidad es minuciosa y poco se
escapa a su espíritu de reportero, a su mirada de caricaturista. Son muy variados los diferentes tipos de
hombres y mujeres que pasan por sus versos: abogados que hablan a destiempo y callan cuando no deben,
médicos que no curan, sino que entierran a sus pacientes, maestros ceñudos e insufribles, poetastros
presumidos que llegan a comprar los versos que no saben hacer, deportistas envanecidos que consiguen
honores superiores a sus méritos, invertidos sexuales, cortesanas de insaciable codicia, matronas sin piedad
para sus siervos ni consideración para sus maridos, bailarinas lascivas, etc.
Su propia penuria queda reflejada en algunos versos en que pide algún regalo, o una toga nueva; aunque
también es
posible que exagerara en este sentido para provocar el efecto humorístico.
No siempre mira el lado cómico o censurable de la realidad. Hay epigramas de elogio llenos de donaire,
como el que dedicó a la poetisa Sulpicia; son varios los que cantan las alabanzas de Hispania y también las
añoranzas de su Bílbilis, con deliciosas descripciones del campo y de la naturaleza libre; otros son epitafios
patéticos que aún hoy logran emocionarnos, sobre todo los dedicados a niños y niñas, hacia los que siente
especial respeto y ternura.
En muchas ocasiones esgrime una acerada crítica social, porque los vicios atacados le producen irritación;
entonces sus epigramas son realmente satíricos. Pero otras veces su exposición es objetiva, sin más intención
que el comunicarlo al lector, a la manera de un periodista imparcial. Ello no significa que participe en las
malas costumbres descritas. Tampoco se entrega a la maledicencia ni a la difamación. Suele ser más
benévolo con las personas que con sus defectos; su lema era parcere personis, dicere de vitiis.
Valor literario. Dominaba el arte de la composición poética, y su versificación posee esa extraordinaria
naturalidad y
sencillez que sólo consiguen los mejores poetas. Utiliza un lenguaje y una expresión vigorosa y recta. En sus
epigramas de tema erótico incorpora el vocabulario directo del pueblo, sin eufemismos; por ello ha sido
tachado de obsceno, aunque sus composiciones de este tipo (no pasan de un 10%) son minoría, y además no
se recrea en las descripciones eróticas.
Marcial era consciente del interés que suscitaba entre sus contemporáneos; «oficialmente» ensalzaban los
tediosos poemas mitológicos, «pero prefieren leer mis versos», decía. Aunque eligió un género menor, él fue
un artista de primera magnitud.

La fábula: Fedro
La fábula ha sido definida por La Fontaine, como «un breve relato
que oculta una moraleja bajo el velo de una ficción, y en la que los
animales son ordinariamente los personajes», El género se da en
todas las literaturas y es muy antiguo, con origen oriental,
concretamente de la India. Luego pasó a Occidente y fue cultivado
en Grecia por Esopo y en Roma por Fedro. Antes de Fedro existe ya
la fábula en la literatura romana 11. Pero son casos esporádicos que no
despojan a Fedro de su título de primer fabulista latino.
10 El libro XIII es un conjunto de «xenías», modelos de las tarjetas que los patronos enviaban junto con sus regalos a
los domicilios de los clientes en las fiestas Saturnales (parecidas a las Navidades).
28
Fedro (15? a. de J.C.-50? d. de J.C.) era de origen griego, de Macedonia. Vino a Roma muy niño como
esclavo y Augusto le concedió la libertad. Empezó a escribir fábulas bajo el reinado de Tiberio y murió de
edad avanzada, bajo Claudio o Nerón.
Se nos han conservado cinco libros de Fábulas, con un total de 123 piezas aunque escribió muchas más.
La mayor parte de sus temas están tomados de Esopo, como el propio Fedro confiesa; pero hay también
fábulas originales de Fedro, inspiradas en la vida y en las costumbres de su época.
En el prólogo del libro I el autor nos dice cuáles fueron sus intenciones «Dos son las utilidades de este
librito: una, la de divertir, y otra, la de dar prudentes consejos para la vida.» La diversión la encuentra el
lector en el hecho mismo de que hablen los animales (lobos, corderos, zorras, ranas grajos, perros, leones,
monos, asnos, comadrejas, ciervos, águilas, panteras, ratones...) y en las situaciones en que se desarrollan los
diálogos. La intención moral es evidente. Y no sólo en la «moraleja» con que suelen terminar. La índole
misma de las fábulas es moral. Las actuaciones de los animales son un claro espejo de las actuaciones
humanas. Las fábulas de Fedro encierran una crítica contra los poderosos que abusan de su poder, contra los
soberbios, los mentirosos, los malvados. Fedro es el «poeta de los humildes», el defensor de los esclavos, de
los pobres. Su crítica social y política la apreciaron bien sus contemporáneos. Sejano, el poderoso jefe de la
guardia pretoriana de Tiberio, lo persiguió con saña, sin duda porque se veía reflejado y satirizado en algunas
fábulas «El grajo soberbio», «El sol y las ranas», «Las ranas que pedían un rey»...).
Su lenguaje es claro y sencillo, pero elegante. No desdice de la gran poesía de la época de Augusto. El
propio Fedro se precia de su concisión, pero no cae en la sequedad. Es pintoresco y sugestivo.

IV. EL TEATRO ROMANO


Tiempo y lugar de las representaciones
Los Juegos Públicos. El teatro era para los romanos un espectáculo más,
como los del circo y los del anfiteatro, que tenía lugar, como éstos, en los
días de juegos públicos (ludi)12. Ocasionalmente se celebraban también
representaciones teatrales en la dedicación de un nuevo templo, en los
funerales de un gran personaje y en ocasiones similares.

Durante casi toda la República Roma no tuvo locales permanentes


para las representaciones teatrales. Los teatros fueron al principio un
simple trozo de terreno acotado, al aire libre, con los espectadores de
pie o sentados en el suelo. Luego se construyeron de madera,
desmontables y finalmente, ya en el año 55 a.C., Pompeyo hizo
construir e inauguró con gran solemnidad el primer teatro estable, de
piedra13. Los teatros eran, como en Grecia, de planta semicircular, con gradas para los espectadores (cavea).
Abajo estaba el escenario (scaena), con un muro de fondo decorado con estatuas, columnas, relieves...
El teatro latino es siempre teatro en verso, con gran variedad de metros, y siempre teatro musical, pues
alternaban el diálogo, la música y la danza.

Clasificación de las obras dramáticas


La primera y fundamental división es la de tragedia y comedia. La tragedia suele presentar como
protagonistas a dioses o héroes y, de acuerdo con ello, su tono es solemne y su lenguaje elevado. La
comedia, en cambio, se ocupa del hombre de la calle y, a tono con ellos, su lenguaje es desenfadado y con
frecuencia grosero. Tanto la tragedia como la comedia aparecen en Roma primeramente como traducciones
de obras griegas, con asunto, lugar de acción y personajes griegos. Más tarde surgen las obras con asuntos y
personajes romanos, alternando siempre con las anteriores, que nunca desaparecen 14.

11 por ejemplo, en una de las sátiras de Horacio, la fábula del ratón campesino y el ratón urbano
12 Ludi Megalenses, en honor de Cibeles, del 4 al 10 de abril; Ludi Apollinares, en honor de Apolo, del 6 al 13 de
julio; Ludi Romani, en honor de Júpiter, del 4 al 19 de septiembre; Ludi Plebeii, del 4 al 17 de noviembre.
13 El español Cornelio Balbo, rico gaditano, construyó otro teatro, también en Roma, el año 13 a.C. Por entonces
inauguró Augusto el Teatro Marcelo, el único conservado hasta hoy en Roma. En España hay teatros romanos muy bien
conservados en Mérida, Itálica y en Sagunto.
14 Existen, pues, en el teatro latino cuatro tipos o subgéneros: tragedia, comedia, y cada una de ellas griega o romana,
cada una con su nombre especial: fabula [graeca], fabula praetexta, fabula palliata, fabula togata
29
De toda aquella producción sólo conservamos las tragedias de Séneca (siglo I d.C.) y las comedias de
Plauto y Terencio. Del resto únicamente nos han llegado pequeños fragmentos en citas de escritores y
gramáticos latinos.

Plauto (251 ¿?a.C. – 184 a.C.)


Nació en una región de Italia, la Umbría. Llegó a Roma y ganó algún dinero en actividades teatrales. Se
metió en negocios y se arruinó, viéndose obligado a realizar trabajos propios de esclavo 15. En los pocos ratos
de ocio escribió comedias y alcanzó tal éxito que pudo dedicarse a esta profesión. Montó su propia compañía
teatral, en la que era director, guionista y actor.
Todas las obras de Plauto pertenecen al subgénero fabula palliata. No son creación original, sino
adaptaciones de obras griegas. Tal y como aparecen editadas, las comedias de Plauto constan de cinco actos
precedidos generalmente de un prólogo destinado a contar el argumento de la comedia. Entre sus obras
destacan: Amphitruo (“Anfitrión”)16 , Aulularia (“Comedia de la olla”) 17, Miles gloriosus (“El soldado
fanfarrón”)18.
Plauto cambiaba escenas y personajes de los originales griegos e insertaba pasajes propios con alusiones a
costumbres romanas. Su labor puede definirse como una imitación creadora. Plauto posee un ingenio
inagotable y un léxico popular riquísimo. Es un insuperable creador de palabras, siempre buscando la
comicidad. Cada uno de sus personajes habla según su cultura o posición. Igual es la riqueza de las
imágenes, la vivacidad y la plasticidad de las escenas, el sabio manejo de metros variados, el ritmo entonado
de la frase. A Plauto no le interesa la pintura de caracteres elaborados. Sólo quiere poner a los personajes en
situaciones que provoquen la risa, aunque para ello recurra a situaciones escabrosas, chistes groseros,
alusiones obscenas, etc., que eran del agrado del público, compuesto en su mayoría por gente poco cultivada.

Terencio (190 ¿? a.C. – 159 a.C.)


Nació en Cartago y fue a Roma como esclavo del senador Terencio Lucano. Éste, dándose cuenta de sus cualidades, le
dio la libertad, por lo que tomó el nombre de su bienhechor y un sobrenombre alusivo a su procedencia africana: Publio
Terencio Afer. Logró entrar en el círculo literario que rodeaba a Escipión Emiliano y que constituía un foco de irradiación
de la cultura griega en Roma. Murió a la vuelta de un viaje de estudios por Grecia.
Parece que sólo escribió las seis comedias que se han conservado: Andria (“La andriana” o muchacha de Andros) ;
Hecyra (“La suegra”) ; Heautontimorumenos (o “El que se atormenta a sí mismo”); Eunuchus (“El eunuco”)19 ; Phormio
(“Formión” ) ; Adelphoe (“Los hermanos” )20 .

Cuatro de sus obras son adaptaciones de obras del dramaturgo griego Menandro. Terencio, pues, sigue el modelo de
la comedia griega. Pero los temas elegidos están de acuerdo con la mentalidad de las clases altas de Roma, favorables a
la introducción de elementos culturales griegos en la cultura romana.
Valor literario e influencia posterior. Terencio es inferior a Plauto en la riqueza del léxico, pero le supera en la técnica
de la composición, la habilidad para ensamblar escenas y situaciones. Es también superior en la pintura de caracteres.

15 Todo esto tiene más de leyenda que de verdadera biografía. Lo seguro es que fue un ciudadano libre, aunque pobre.
16 Júpiter, enamorado de Alcmena, esposa del rey Anfitrión, aprovecha que éste está en la guerra para tomar su
apariencia y vivir con Alcmena. Mercurio asume asimismo los rasgos de Sosia, esclavo de Anfitrión. Cuando vuelven
de la guerra los auténticos Anfitrión y Sosia se crea una situación embarazosa, pues son acusados de impostores. Júpiter
vuelve al Olimpo. Alcmena da a luz gemelos, uno hijo de su esposo y otro, Hércules, hijo de Júpiter.
17 Euclión, viejo avaro, encuentra una olla llena de oro. Intenta ocultar el hallazgo a toda costa y sigue viviendo
miserablemente. Se ve obligado a ir cambiando el escondite de la olla cada vez que está en peligro de que se la roben, lo
que le hace vivir en continuo sobresalto. Por fin se la roban y casi pierde la razón. Pero la recupera por obra de un joven
enamorado de su hija. Termina curándose de su avaricia y regalando el oro a su hija como dote.
18 Un capitán fanfarrón compra a una joven enamorada de un joven ateniense y compra a un esclavo de dicho joven. El
esclavo arregla las cosas de modo que su antiguo amo viva en la casa de al lado del militar y se reúna con la joven. Un
esclavo del militar los sorprende, pero se le hace creer que es una hermana gemela. Al final, mediante una trampa
hábilmente urdida, el capitán queda en ridículo y los jóvenes amantes se marchan juntos.
19 Tais es una cortesana con un amante, Fedria. Trasón, enamorado también de Tais, le regala una esclava, Pánfila,
hermana de la propia Tais, mientras que Fedria le regala un eunuco. Querea, hermano de Fedria, se enamora de Pánfila
y se viste las ropas del eunuco para entrar en la casa y violar a su amada. Al final se casa con ella y Fedria y Tais
prosiguen sus amores.
20 Mición educa a su hijo hijo a Esquino de forma liberal. Demea, en cambio, duro y austero, educa a su hijo
Ctesifonte en una continua represión. Esquino da un escándalo raptando a una prostituta. Demea reprocha a Mición la
educación dada a su hijo. Pero se descubre que Esquino la había raptado para entregársela a Ctesifonte, que era quien
tenía líos con al prostituta. Todo se pone en claro y Demea descubre el fracaso de sus ideas educativas, por lo que se
vuelve bondadoso e indulgente.
30
Plauto describe situaciones, Terencio dibuja personajes con gran finura psicológica, y muchas veces lo hace por medio
del lenguaje.
Terencio escribe un latín refinado, pero carece de la espontaneidad del lenguaje de Plauto. Los personajes de Terencio
hablan como Terencio, es decir, como la clase alta. Por eso no conectaba con el pueblo como lo hacía Plauto e incluso
alguna de sus obras constituyó un rotundo fracaso.
En la Edad Media y el Renacimiento alcanzó, por su contenido moralizante, una fama incluso superior a la de Plauto.
Fue admirado por características que se consideraban propias de los mejores clásicos: la mesura y el buen gusto.
Despertó entusiasmo en Petrarca, Erasmo, Luis Vives, Goethe... Y lo imitaron
Ariosto, Moliere, La Fontaine, el Marqués de Santillana, Cervantes, Ruiz de
Alarcón, etc.

La tragedia.
La tragedia comienza en Roma después de la conquista de Tarento en el 272
a. de C., que supuso a su vez la "conquista" de Roma por la cultura griega,
según recoge el célebre verso de Horacio: Graecia capta ferum victorem cepit.
Desde esta época hubo poetas que tradujeron o vertieron al latín dramas
griegos. Se piensa que la tragedia no alcanzó nunca en Roma la popularidad que
lograron la comedia y otras formas escénicas. Pero lo cierto es que la tragedia
tuvo una larga vida en Roma; se siguió representando por espacio de más de
doscientos años y los romanos de la época clásica conocían y apreciaban a Ennio,
Pacuvio y Accio como grandes trágicos.

SÉNECA (4 a.C. – 65 d.C.)

Originario de Córdoba, marchó a Roma para recibir educación y


estudios. Influenciado por su padre, decidió comenzar su carrera política.
Acusado de adulterio por Mesalina, esposa del emperador Claudio, fue
desterrado a Córcega, donde permaneció ocho años. Después, pasó a ser, por encargo de la nueva esposa de
Claudio (Agripina), profesor de su hijo Nerón. Durante los diez primeros años del imperio de Nerón, Séneca
fue su consejero, pero más tarde su relación con el emperador se deterioró. Fue acusado de participar en una
conjuración contra Nerón, la llamada conjuración de Pisón. Condenado a muerte, prefirió suicidarse
abriéndose la venas.
Es el único autor latino del que se conservan tragedias. Los títulos de algunas de sus obras son: Agamenón,
Edipo, Fenicias, Medea, Fedra, Hércules furioso. En sus piezas imita a Esquilo, a Sófocles y sobre todo a
Eurípides. Sin embargo, transforma los modelos imitados: analiza con mayor precisión los personajes,
principalmente sus pasiones; lleva la acción a situaciones límite y consigue escenas de hondo patetismo. Su
teatro está impregnado de estoicismo y, a veces, presenta a los protagonistas como héroes estoicos, que
luchan contra la adversidad y dicen máximas morales.
Séneca tiende a sustituir la religión oficial romana y la mitología tradicional por la hechicería y la
superstición popular, rasgo de gran intuición dramática y de gran significado, que se repite en la obra de su
sobrino Lucano.
Su lenguaje es cuidado y pretende los golpes de efecto. Sin embargo, hace un uso muy clásico del
vocabulario. Son obras escritas para ser leídas y no para ser representadas; de hecho, nunca se vieron en la
escena romana.
Séneca fue muy admirado en su tiempo. Posteriormente fue objeto de juicios contradictorios. En la
literatura occidental, puede considerarse a Séneca, y no la tragedia griega, el antecesor del drama clásico
francés e italiano. También ejerció influencia sobre el teatro de Shakespeare. En la actualidad, es
representado en los festivales de teatro clásico.

V. LA HISTORIOGRAFÍA ROMANA
ORÍGENES DE LA HISTORIOGRAFÍA ROMANA
Las primeras noticias sobre Roma y sus guerras expansivas se deben a historiadores griegos, que no comparten la
causa romana. Esto decidió a los romanos a escribir su propia historia, llevados de una reacción nacionalista y con una
finalidad de propaganda política y afirmación patriótica. Siguiendo la tradición de los pontífices y otros magistrados, que
llamaban annales a las actas y documentos redactados en el ejercicio de sus funciones, los primeros historiadores
dieron a sus escritos el mismo nombre de Annales, pues solían, como aquéllos, narrar los sucesos año por año; y ellos
mismos son conocidos con el nombre de analistas.
31
CÉSAR (100 a.C. – 44 a.C.)

La fama de César se basa sobre todo en sus triunfos militares y


políticos21, pero también tiene un puesto en la historia de la literatura.
Sus obras principales son: Commentarii de bello Gallico y De bello civili
(“La Guerra de las Galias” y “La Guerra civil”).
De bello Gallico. Consta de ocho libros, que narran la
conquista de la Galia22. Tras la descripción geográfica de la Galia,
cuenta las campañas militares contra los belgas, los germanos, las
dos expediciones a Britania...; y en el libro VII, el levantamiento
de la Galia bajo el mando de Vercingétorix y el triunfo de César
con la toma de Alesia.
De bello civili consta de tres libros. Comienza con la
exposición de las causas de la guerra civil y sigue con los sucesos
principales de dicha guerra: paso del Rubicón por César, huida de
Pompeyo hacia Oriente, toma de Marsella, derrota en Hispania de
los lugartenientes de Pompeyo, marcha de César tras de
Pompeyo, enfrentamiento y derrota de Pompeyo en Farsalia, que
huye a Egipto y es asesinado.
Para César, su actividad literaria era, en parte, un instrumento de su política 23. Al dar su propia versión de los
acontecimientos, tenía una finalidad propagandística. Sin embargo, intenta que esto no se note, dando una
impresión de objetividad: para ello usa un estilo conciso, sin adornos retóricos innecesarios, y no hace la
narración en primera persona, refiriéndose a “Caesar” cuando habla de sí mismo. Por ello, tradicionalmente se le
ha considerado como una fuente histórica indiscutible y objetiva. Pero hoy día se pone en duda su objetividad.
César es, junto con Cicerón, el otro modelo de la prosa latina clásica. Su lengua es de gran transparencia y
pureza en su vocabulario, fraseología, y construcciones. Él aconsejaba, y practicaba, huir de cualquier palabra no
refrendada totalmente por el uso.
Las obras de César fueron muy admiradas ya por sus contemporáneos. Su fama ha pervivido durante muchos
siglos hasta nuestros días, e incluso ha sido punto de referencia, como insuperable estratega, en los estudios
militares. Sus textos han sido traducidos por generaciones de estudiantes, y todavía hoy es punto de referencia
indispensable para el conocimiento básico de la lengua latina clásica por la pureza de sus expresiones.

Cornelio Nepote (ca. l00 - ca. 25 a.C.)

Vivió la mayor parte de su vida en Roma, sin ambiciones ni cargos


políticos, entregado a su vocación de escritor, con acceso a las
tertulias literarias más selectas. Su carácter apacible le granjeó
muchos amigos, entre los que cabe destacar a Ático, el culto e íntimo
amigo de Cicerón, al propio Cicerón y al poeta Catulo, que le dedicó
su obra en el poema-dedicatoria que la encabeza.

Su obra De viris illustribus, abarcaba 16 libros y contenía las


vidas de los más grandes hombres de Roma y de fuera de Roma, sobre

21 Aunque de familia aristocrática, derivó, sin embargo, desde joven sus inclinaciones hacia el partido popular. Orador
vigoroso, poeta, gramático, desde el año 60, en que formó parte, junto con Pompeyo y Craso, del primer triunvirato, su
carrera hacia el poder fue imparable. Se le concedió el gobierno de la Galia conquistada y se convirtió en el general más
grande de la historia de Roma. Consiguió en pocos años(58 – 51 a.C.) someter toda las Galias (Francia y Bélgica) al
poder de Roma, ganando un prestigio social tal que el partido senatorial, considerando que era un peligro, comenzó a
poner inconvenientes a su tarea, y le exigió que licenciara a sus tropas y renunciara al gobierno de las Galias. Se
enfrentó entonces con Pompeyo en una guerra civil (49 – 46 a.C.) y triunfó, erigiéndose en dictador con poderes
absolutos. Pero en el seno de su propio partido le surgieron opositores y fue asesinado (15 de marzo del 44 a.C.) en el
Senado por un grupo de conjurados entre los que se encontraba su hijo adoptivo Bruto.
22 El libro VIII no lo escribió César, sino su lugarteniernte Aulo Hircio.
23 Era normal que los generales presentaran un informe o memoria al final del desempeño de sus funciones. Si estas
dos obras de César se han conservado, ha sido por su calidad literaria, que debió ser considerada superior a la media.
32
todo de Grecia, en el campo militar, político y literario. Pertenecía al género de la «biografía histórica» y
estaba escrita en plan de «vidas paralelas» entre romanos y no romanos. De esta obra sólo nos ha llegado el
libro III, De excellentibus ducibus exterarurn gentium «De los eminentes generales de naciones
extranjeras»), con 23 biografías, 21 de ellas de generales griegos (Milcíades, Temístocles, Pausanias,
Epaminondas...) y dos de generales cartagineses (Amílcar y Aníbal). Tenemos, además, sendas biografías de
Catón y de Ático.

Nepote tiene de la historia una concepción «ejemplarista». Los datos históricos sólo le interesan como
medio necesario para poner de relieve el «ejemplo moral» (positivo o negativo) del héroe. Como historiador
es mediocre, con total carencia de imaginación dramática y de ideas generales, ceñido sólo a la anécdota
personal, aunque debe reconocerse que es un maestro en el relato de anécdotas llenas de encanto.
Su obra sirvió desde muy pronto como texto para la educación de la juventud, por su aludida
intencionalidad moral. Su lengua tampoco resiste ni la comparación con la de César o la de Cicerón; es
monótona y con frecuencia descuidada, sin elegancia. Sólo a veces, sobre todo en las enumeraciones de las
virtudes de los héroes, su estilo es más retórico.

SALUSTIO (87 a.C. – 35 a.C.)

Nació de familia plebeya, pero acomodada. Muy joven se trasladó a Roma y se lanzó con pasión a la
política, donde le sucedieron muchas adversidades. Fue enemigo de Cicerón y gran amigo de César. Ocupó
importantes magistraturas y, con el apoyo de César, fue nombrado gobernador de la provincia de África,
donde acumuló inmensas riquezas. Vuelto a Roma, y tras el asesinato de su protector, se consagró a la
redacción de sus obras históricas en sus posesiones en la ciudad (que después pasarían a ser residencia
imperial).
Salustio escribió tres obras de contenido histórico, de las cuales se conservan dos: “Conjuración de
Catilina”( Coniuratio Catilinae) y “Guerra de Yugurta” (Bellum Iugurthinum).
En la “Conjuración de Catilina”, narra la conjuración que contra el cónsul Cicerón preparó Catilina, y que
fracasó al ser descubierta a tiempo. Salustio cuenta el desarrollo de la conjuración hasta la muerte de Catilina
en la batalla que se libró entre el ejército reclutado por Catilina y el enviado por el Senado de Roma. Son
dignos de mención los discursos que Salustio pone en boca de los protagonistas, especialmente los
pronunciados en el Senado en el debate para decidir la forma más conveniente de intervención.
En la “Guerra de Yugurta”. Narra la guerra que Roma declaró a Yugurta, por haberse nombrado rey de
Numidia de forma ilícita. Después de muchas vicisitudes, con victorias y derrotas por ambas partes, Mario,
nombrado cónsul y general en jefe, logra, con la ayuda de su cuestor Sila, terminar la guerra, haciendo
prisionero a Yugurta.
Valores histórico y literario. Pervivencia. Salustio es el verdadero creador de la historia como género
literario en Roma 24. Salustio tiene, como el gran historiador griego
Tucídides, cuyas modelo sigue, una concepción dramática de la
historia. Esto consiste en que elige personajes enérgicos, de recia
personalidad (Catilina, Yugurta) y los coloca en situaciones límite.
No le interesan en sí los hechos, y a veces comete errores o
descuidos históricos, porque lo que busca es retratar a personas,
describir los dramas anímicos a los que se enfrentaron. Para
caracterizar a los personajes se vale con frecuencia de discursos
puestos en su boca, uno de los recursos que caracterizaba a su
modelo griego Tucídides.
Su lengua y su estilo destacan por el color arcaico, la concisión y
su tendencia a la asimetría en la construcción del período. Todo esto
lo acentúa para diferenciarse de Cicerón, cuyo estilo se distingue por
lo contrario. Fue, pues, Salustio un innovador en el contenido y en la
forma.
A Salustio se le ha reprochado muchas veces su poca credibilidad
personal, ya que censura en sus obras de corrupción por el dinero y
la riqueza de la aristocracia romana, fuente, en su opinión, de la decadencia del poder romano; pero él no es

24 Salustio tiene decidida intención literaria. Quiso buscar la gloria en un campo nuevo, que no fuese la milicia ni la
política y se decidió por la historiografía.
33
ejemplo de la actitud contraria, es decir, de honradez. Su arte de narrador histórico es innegable, y en la Edad
Media fue considerado el historiador por antonomasia.

TITO LIVIO (60 ? a.C. – 17 d.C.)

Tito Livio consumió más de cuarenta años de su vida en la composición de su historia de Roma, que él
tituló Ab Urbe condita (“Desde la fundación de la Ciudad”). Frente a los historiadores de la generación
anterior, como César y Salustio, que habían escrito monografías históricas sobre cortos períodos o sobre
hechos concretos relevantes, Tito Livio vuelve a la concepción de los antiguos analistas y acomete la
empresa gigante de escribir una historia de Roma desde su fundación hasta la propia época del autor (llegó
hasta el año 9 a.C.)
La obra constaba de 142 libros, la más extensa de toda la literatura latina. No todos los períodos estaban
tratados con la misma amplitud. Los primeros siglos están resumidos en unos pocos libros, y la narración de
los sucesos se va haciendo más extensa a medida que avanza en el tiempo y se va aproximando a la época del
autor.
La obra de Tito Livio se publicó dividida en décadas o grupos de diez libros. Y sólo se nos han conservado
tres décadas y media, es decir, 35 libros; los últimos están incompletos. No es de extrañar que se perdiera la
mayor parte de esta obra, precisamente por su enorme extensión, que hacía imposible su circulación normal
entre los estudiosos y los estudiantes. Para éstos se compusieron pronto breves resúmenes de cada libro
(periochae), que sí se han conservado y, mediante ellos, conocemos en extracto el contenido completo de una
obra que muy pocos pudieron poseer en su integridad, incluso entre los contemporáneos o inmediatos
sucesores del autor.
Exaltación de Roma. Concepción moralista de la historia. Tito Livio pretende con su historia glorificar el
pasado de Roma, “evocar los hechos gloriosos del pueblo que está a la cabeza de todos los del universo”. El
autor está lleno de orgullo nacionalista; como los grandes poetas de su tiempo, Tito Livio defiende en su obra
en prosa los ideales del programa de reconstrucción nacional de Augusto. (Consultar el tema de la épica
latina) Tito Livio comparte las ideas de los grandes historiadores romanos. Para él, la historia es un espejo
donde mirarse, un repertorio de ejemplos y modelos que tenemos a la vista para que imitemos los buenos y
evitemos los malos.
Fuentes y método. Tito Livio, como el resto de los historiadores antiguos, no era un historiador riguroso,
pues la historiografía es para él una obra de arte más que de ciencia. Son abundantes los anacronismos y las
imprecisiones. No somete a crítica la veracidad de sus fuentes, por lo que ha trasvasado a su obra gran
cantidad de errores de los analistas. Pero no cabe duda de su honradez, y él mismo muestra su escepticismo
ante determinadas leyendas, o sus dudas ante la falta de concordancia entre las fuentes consultadas..
Estructura artística, lengua y estilo. Pervivencia. Tito Livio utiliza los recursos artísticos de la retórica en la
composición y desarrollo de su historia. Lo mismo que Salustio, gusta de poner discursos en boca de sus
personajes. Estos discursos no son una transcripción de las palabras reales de los personajes sino que están
elaborados por el historiador, conservando sólo las ideas esenciales del original y revistiéndolas de todos los
recursos retóricos apropiados al momento y a las circunstancias.
En la lengua y en la construcción del período, Livio, frente a la brevitas o concisión salustiana, se
caracteriza por la abundancia transparente, por el amplio período ciceroniano, siempre lleno de riquezas
sintácticas y de matizaciones expresivas.
La valoración de esta obra ha pasado por muy diversas vicisitudes. Elevada a la categoría de clásica ya por
sus contemporáneos, Ab urbe condita ha sido considerada durante mucho tiempo como la “historia oficial”
de Roma. Su influencia ha llegado incluso al campo del pensamiento político (Maquiavelo, Montesquieu).
La crítica moderna achaca a Tito Livio graves defectos como historiador riguroso.

TÁCITO (55 ¿?d.C. – 120 ¿?d.C.)


No se sabe con exactitud dónde nació. Parece ser que pertenecía a noble y rica familia lo que le permitió casarse con
la hija de Julio Agrícola, famoso general, conquistador y gobernador de Bretaña. Estudió elocuencia con los mejores
maestros de su época y fue abogado y estimable orador. Desarrolló actividades políticas, recorriendo todo el curso de las
magistraturas y coronándolo con el desempeño de los cargos de pretor y de cónsul (año 97). Por todo ello conoció bien
la privación de libertades durante el reinado del emperador Domiciano, y la decadencia de la elocuencia con el sistema
de gobierno imperial.
Títulos y contenido de su obra. Conservamos de Tácito tres obras menores y dos grandes obras históricas incompletas.
Las dos obras mayores son:

34
- “Historias” (Historiae). Es la primera de sus dos obras mayores. Constaba de 14 libros y comprendía el período, vivido
por el autor, desde la muerte de Nerón hasta la muerte de Domiciano. De los 14 libros, sólo se nos han conservado los
cuatro primeros y parte del quinto.
- “Anales” (Annales). Aunque escritos con posterioridad a las “Historias”, esta gran obra de Tácito contiene un período
anterior al de aquéllas. Abarca desde la muerte de Augusto hasta la muerte de Nerón, enlazando así con las “Historias”.
Comprendía 16 libros, de los que se conservan los seis primeros y los seis últimos.
Valores histórico y literario. Pervivencia. Tácito escribió sus grandes obras históricas en el reinado de Trajano. Ataca
duramente la tiranía de Domiciano, su dictadura implacable. Su pensamiento político es liberal; esto lo inclina a juzgar
con prejuicios los actos de los personajes autoritarios. Tácito se documentó bien para escribir su obra. Sus fuentes son
múltiples y variadas. Además de consultar a todos los historiadores que habían tratado el mismo período objeto de su
estudio, consultó los archivos del pueblo romano y hasta las “Memorias” particulares de diversos personajes. Él nos dice
al comienzo de los “Anales” que va a escribir sine ira et studio (sin ira y sin parcialidad). Pero Tácito es un romano
austero, de carácter firme y elevada moralidad, lleno de pesimismo sobre la condición humana. Piensa que “el objeto
principal de la historia es preservar del olvido a la virtud y refrenar los vicios por el miedo a los juicios vengadores de la
posteridad”. No cabedudar de su sinceridad, pero pierde con frecuencia su ecuanimidad y carga la mano al fustigar los
vicios. Su pesimismo y su naturaleza apasionada le quitan capacidad de análisis y le hacen falsear la realidad. Además,
su mentalidad retórica le lleva a exagerar las tintas buscando contrastes violentos.
La tercera obra en importancia, es una monografía etnográfica sobre la Germania (De origine ac situ
Germanorum). Es una obra breve de extensión, pero de gran alcance histórico y literario. Comprende una descripción
y del territorio y costumbres e instituciones de los germanos 25.
Considerada la historia como género literario, Tácito es el principal de los historiadores latinos, por encima incluso de
Tito Livio. Su lenguaje y su concepción literaria de la historia le asemejan a Salustio, al que supera en pasión y en
colorido. Tácito concibe la historia como un drama de almas. Nadie ha pintado como él la perversidad de las almas de
los emperadores malvados. Sus trazos psicológicos son siempre certeros, revelando todas las profundidades de su
personalidad. Su lengua, como la de Salustio, se distingue por la brevitas (concisión) y la inconcinnitas (asimetría). Su
frase es tan densa que no puede traducirse sin emplear muchas más palabras de las que contiene.
Su concepción de la historia ha tenido amplia influencia en la historiografía posterior. La imagen que nos presenta de
los emperadores, de sus vicios y actitudes negativas han ayudado a alimentar la “leyenda negra” que sobre ellos se ha
ido formando.

CÉSAR SALUSTIO TITO LIVIO TÁCITO

finalidad propagandística; finalidad moralizante. obra inmensa, destinada a historia más “moderna” en su
apariencia de imparcialidad y Carcterización psicológica de los contar la gloria de Roma. concepción. Descripciones
objetividad. personajes. Finalidad moralizante. etnológicas. Ataca la
Estilo e influencia: lengua Estilo e influencia: lengua Estilo e influencia: lengua inmorialidad y los vicios
clásica, modélica. Imitado en arcaica, estilo más rebuscado. clásica, que busca la imperantes.
épocas posteriores. simplicidad. Considerada Estilo e influencia: frases largas,
“historia oficial” de Roma. expresión condensada,
lenguaje retórico, discursos de
perosnajes, descripción
psicológica.

LA ORATORIA ROMANA
CARACTERÍSTICAS DEL GÉNERO: ORATORIA
Y RETÓRICA

La oratoria puede ser definida como el arte de utilizar


la palabra en público con corrección y belleza,
sirviéndose de ella para simultáneamente agradar y
persuadir.
El sistema político de la República, basado en la
consulta popular, favoreció su desarrollo en Roma, y,
de hecho, el género se mantuvo vivo mientras la
25 Otras dos obras suyas conservadas son Dialogus de oratoribus (es un diálogo entre cuatro ilustres personajes sobre
la poesía y la oratoria y las causas de la decadencia de la oratoria en la época imperial), y (De vita Iulii Agricolae
(una biografía encomiástica de su suegro Agrícola, que se nos presenta como “un funcionario íntegro y un caudillo
glorioso”. Se hace hincapié, sobre todo, en su conquista y su gobierno de Bretaña).
35
constitución republicana subsistió. Pero una vez que se impuso el principado, una forma de gobierno basada
en el poder unipersonal, el género de la oratoria, carente del ambiente de libertad que necesita, perdió fuerza.

En un principio 26, la oratoria se desarrolla como simple improvisación delante de un auditorio. Más tarde,
cuando se adquiere conciencia de su valor literario, los discursos empiezan a fijarse por escrito.
La oratoria es un género literario que presenta unas características singulares. En primer lugar necesita de
un ambiente político de libertad para poder desarrollarse. De ahí el auge que tuvo en la democracia ateniense
y en la república romana, y su posterior decadencia en la época imperial.
La oratoria tiene en común con el género del teatro el hecho de que la oratoria está orientada a la audición,
incluso a la representación.
Cuando los oradores griegos, y después los romanos, tomaron conciencia de la importancia de sus
discursos y de la limitación que suponía su oralidad, se preocuparon de ponerlos por escrito y editarlos 27.
Por su temática y finalidad se distinguen varios tipos de discursos: políticos, judiciales, laudatorios.
Los discursos políticos (genus deliberativum) son pronunciados en una asamblea política (senatus, comitia,
etc) con la intención de influir en la toma de una decisión.
Los discursos judiciales (genus iudiciale) son pronunciados ante un jurado en defensa o en contra del
acusado. A los primeros se los llama "orationes pro", a los segundos "orationes in".
Los discursos del genus laudativum son pronunciados en ceremonias relacionadas con la religión:
laudationes funebres y elogia. Los discursos funerarios o laudationes funebres eran pronunciados con
motivo de la muerte de algún personaje ilustre y en el curso de su sepelio 28. En época imperial la única
elocuencia pública posible son los discursos de elogio al emperador: los panegíricos.. El mejor ejemplo de
este tipo de oratoria es el Panegírico de Trajano, de Plinio el Joven29.

La oratoria antes de Cicerón. Escuelas de retórica


Los primeros discursos tenían un carácter improvisado, espontáneo, y se dependían sobre todo de la
habilidad natural del orador 30. A partir del siglo II a.C. comienzan a aparecer en Roma escuelas de retórica:
la retórica es la disciplina que enseña el arte de la oratoria. Estas escuelas constituían la etapa superior en la
educación de cualquier romano de clase media-alta.
Dentro de las escuelas de retórica se distinguen tres tendencias:
• La neoática, que tiene como modelo el estilo de ciertos escritores y oradores atenienses de la época
clásica31. Esta escuela propugna un tipo de elocuencia sin artificios, en la que se dé mayor
importancia al contenido que a la forma 32.
• La asiánica o asiática, que sigue el estilo de la oratoria griega desarrollada en las ciudades de Asia
Menor. Esta tendencia defiende un tipo de elocuencia opuesta a la neoática y que insiste en la
exuberancia en la dicción33.
• La rodia, así llamada porque su promotor fue el rétor griego Molón de Rodas. Esta escuela propugna
un estilo oratorio a medio camino entre las dos tendencias anteriores. El principal discípulo de
Molón fue Cicerón.

Marco Tulio Cicerón

26 La oratoria comienza a practicarse en época muy temprana; el primer discurso del que tenemos constancia es el
pronunciado por Apio Claudio el Ciego (dictador en el 312 a. de C.), con motivo de la guerra contra Pirro.
27 Cicerón tenía un esclavo llamado Tirón que tomaba notas taquigráficas de todo lo que su amo decía.
28 Una de las más famosas es la laudatio pronunciada por M. Antonio a la muerte de J. César.
29 También Cornelio Frontón, de origen africano, pronunció discursos en elogio de Adriano y de Antonino Pío. En los
siglos III-IV surgió la colección de Panegyrici Latini, doce discursos en honor de diversos emperadores, desde
Maximiano Augusto hasta Teodosio. En el siglo IV vive el último de los grandes oradores latinos paganos: Aurelio
Símmaco. Pronunció panegíricos de los emperadores Valentiniano I y Graciano. Fue el último gran defensor de las
tradiciones romanas frente al cristianismo que lo invadía todo.
30 La oratoria comienza a desarrollarse en Roma en época muy temprana - el primer discurso del que tenemos noticia
es el de Apio Claudio el Ciego contra la propuesta de paz ofrecida por Pirro (comienzos del III a.C.)
31 Lisias
32 Pertenecen a ella M. Junio Bruto y Julio César.
33 El máximo representante de esta tendencia fue Hortensio (114 - 50 a.C.).
36
Cuando en el 49 a.C. estalló la guerra entre César y Pompeyo, Cicerón, republicano convencido, se unió a
los pompeyanos, que fueron derrotados en Farsalia. Y aunque César, vencedor y nombrado dictador, lo tenía
en alta consideración y supo comprender y excusar su postura, él prefirió retirarse de la vida pública. Tras el
asesinato de César, Cicerón creyó erróneamente que era posible la plena restauración de la república,
sinónimo en Roma de libertad. Así pues, volvió a la política, pronunciando sus Filípicas contra Marco
Antonio, que había recogido la herencia de César. Esto le costó la vida a manos de los sicarios de aquél, que,
tras darle muerte, clavaron su cabeza en una pica y la pasearon por el foro. Corría el año 43 a.C.

La obra de Cicerón es muy extensa. Abarca desde el ensayo filosófico hasta el tratado de retórica, pasando
por la poesía épica. Pero ante todo Cicerón debe su fama a los discursos que pronunció. De entre ellos cabe
mencionar: “Catilinarias” ( In L. Catilinam), 63 a.C.). En el año 63 a.C. , siendo Cicerón cónsul, descubrió
y evitó la conjuración de Catilina. Por su actuación como cónsul el senado le otorgó el título de "pater
patriae" 34. Destacan también sus “Discursos contra Verres” o “Verrinas” 35, y sus “Filípicas contra Marco
Antonio”, años 44-43 a.C.36.

La nueva oratoria de época imperial


Con la llegada del principado y la concentración de la autoridad en manos del emperador, la oratoria pierde
su importancia política, relegándose a la actividad judicial.
De Apuleyo poseemos la única muestra de elocuencia judicial bajo el Imperio: su Apología, discurso
pronunciado para defenderse de la acusación de haber obtenido la mano de una rica viuda con artes mágicas.

Las escuelas de retórica dejan de formar políticos y, perdido el objetivo que las justificaba, amaneran la
enseñanza de un arte casi inútil fuera del propio recinto escolar. Este mundo vano de las escuelas retóricas
nos lo ha transmitido Séneca el Mayor, padre del filósofo, en una obra única en la literatura latina: Oratorum
et rhetorum sententiae, divisiones, colores. La obra nos ofrece un conjunto de ejercicios retóricos, las
"controversiae" y las "suasoriae", que constituían la base de la enseñanza oratoria.
Las "suasoriae" eran un ejercicio propio de los principiantes y consistían en consultas imaginarias dirigidas
a personajes históricos que en determinadas situaciones deben tomar una decisión importante: "Agamenón
delibera sobre si debe immolar a su hija Ifigenia", "Cicerón delibera sobre si debe solicitar el perdón a Marco
Antonio",... El aspirante a orador componía un discurso con las razones que debían pesar en el alma del
personaje en cuestión.
Las "controversiae" pertenecían a un estadio más avanzado. Dado un caso, por lo general ficticio, el
alumno debía argumentar jurídicamente en defensa de una de las partes. Lo rebuscado de los casos evidencia
la desconexión existente entre la retórica y la vida .

Quintiliano y su Institutio oratoria


En las postrimerías del siglo I d.C. surge una reacción contra el estilo afectado de la oratoria retoricista y se
intenta retornar al clasicismo ciceroniano. El paladín de esta tendencia es Marco Fabio Quintiliano.
Quintiliano nació en España, en Calahorra. Cursó estudios en Roma y luego abrió allí una escuela de

34 Marco Tulio Cicerón nació en el año 106 a.C. en Arpino, ciudad del Lacio. Su familia, que pertenecía al orden
ecuestre, lo envió a Roma para que recibiera la mejor educación posible. Cicerón no desaprovechó la ocasión y
pronto destacó entre la juventud romana por sus habilidades oratorias. La popularidad ganada le permitió lanzarse
con garantías a la vida política, a pesar de ser un "homo novus", i.e., un hombre que pertenecía a una familia que no
había destacado hasta entonces en política.
35 In C. Verrem (70 a.C.). Los sicilianos acusan de extorsión su ex gobernador Cayo Verres y encomiendan la defensa
de sus derechos a Cicerón, que años antes había sido cuestor en Sicilia y había dejado un grato recuerdo. Cicerón,
después de un exhaustivo acopio de pruebas, escribe siete discursos demoledores. Parece que sólo pronunció realmente
los dos primeros, pues Verres, viéndose perdido, se desterró voluntariamente, adelantándose al fallo del tribunal. Esta
pieza oratoria, una obra maestra por la solidez de sus argumentos y la brillantez de expresión, disparó definitivamente la
popularidad de Cicerón.
36 Contra Marco Antonio, llamados Filípicas en homenaje a los discursos de Demóstenes contra Filipo de Macedonia.
Las Filípicas son su mejor y último discurso. Cicerón había sido partidario de Pompeyo durante la segunda guerra civil.
Desaparecido César, Cicerón creyó que era posible restaurar la República, y pronunció estos discursos contra Marco
Antonio, heredero político de César. Cicerón fue asesinado por unos sicarios enviados por Marco Antonio.
37
retórica, que en seguida adquirió gran fama. Varios emperadores, de Vespasiano a Trajano, lo tuvieron en
gran estima y lo colmaron de honores.

Su obra fundamental es la Institutio oratoria (12 libros), que constituye el tratado de retórica más completo
de la Antigüedad. En ella Quintiliano recoge sus ideas pedagógicas, algunas sorpendentemente modernas.
También Cornelio Tácito, en su Dialogus de oratoribus (comienzos del siglo II), se preocupa de la
decadencia de la oratoria. Alude a las condiciones políticas de falta de libertad, y su postura es de un
pesimismo resignado: hay que aceptar el régimen imperial y el consiguiente declive de la elocuencia en aras
de la estabilidad y la paz.

LA NOVELA ROMANA
C. Petronio (?-65 d. de J.C.).
Se considera que el creador de la novela entre los latinos es Gayo Petronio Árbitro. Era de gustos refinados,
incluso en la búsqueda de nuevos placeres; brilló en la corte de Nerón como «árbitro de la elegancia», hasta el
punto de que Nerón «nada estimaba placentero y grato, salvo aquello a que Petronio diera su aprobación.» 37
.Este personaje singular, de elevada cultura literaria y filosófica, escribió una obra no menos singular, de la que se
ha dicho que «constituye una de las más geniales y extravagantes composiciones de la literatura latina». Se trata
del Satiricón, título que no parece emparentado con la «sátira» latina, sino con los «sátiros» griegos, divinidades
campestres inclinadas a la lujuria y el desenfreno.
La obra nos ha llegado muy mutilada. Sólo conservamos los libros XV y XVI y un fragmento del XIV. La parte
conservada narra las aventuras de Encolpio y su amante, el jovencito Gitón, en una ciudad no especificada del
Sur de Italia. El episodio más largo de lo conservado, que constituye el bloque central, es el denominado «Cena
de Trimalción», un nuevo rico, inculto y grosero, del que Petronio hace una caricatura feroz. En su casa todo es
de un lujo tan despampanante como de mal gusto. Intenta impresionar a sus convidados haciendo ostentación de
sus inmensas riquezas, presentando platos de un lujo insólito y hablando de sus propiedades de sus fincas.
El «Satiricón» no encaja dentro de ninguno de los géneros conocidos. Ante todo, parece una novela de aventuras
en que los personajes se encuentran muchas veces en situaciones comprometidas. También es una sátira de
costumbres en la que se critican la corrupción de la sociedad en época de Nerón. Sin embargo, Petronio carece
de las intenciones moralistas de sus contemporáneos Séneca o Persio. Mezcla, además, el autor la prosa y el
verso38. Inserta también en la novela algunos cuentos populares (el del «Hombre-lobo» y el de las «Brujas
maléficas») y algunos de p icante erotismo, entre los que destacan el de la «Matrona de Efeso» y el del
«Muchacho de Pérgamo».
Destaca su dominio del lenguaje es extraordinario, adaptando el nivel culto o coloquial a cada personaje
según cuadra a su condición y a su cultura.
Es difícil hallar pruebas de la influencia de Petronio en la literatura posterior. A partir del siglo XVI
empiezan a circular por Europa ediciones de los fragmentos del Satiricón. El primer escritor español que cita
expresamente a Petronio es Quevedo, que alaba el estilo del escritor latino, pero según el erudito del siglo
XIX Menéndez y Pelayo, la influencia de Petronio en la literatura española es prácticamente nula.

1.2. Apuleyo (120?-180? d. de J.C.). Apuleyo es, como Petronio, un personaje absolutamente singular. Pero de
él tenemos, frente a lo que sucede con Petronio, abundantes noticias. Nació en Madaura, colonia romana del
norte de Africa. Estudió gramática y retórica en Cartago y completó su formación en Atenas. Fue también muy
aficionado y entendido en religiones mistéricas y cultos orientales, lo que le creó una reputación de mago. Casó
con una rica viuda y los hermanos de ésta le acusaron de haberla seducido con artes mágicas. Como defensa,
Apuleyo pronunció su Apología, espléndida pieza oratoria con la que ridiculizó y confundió a sus acusadores.
Escribió además una serie de obras filosóficas, como De Platón y su doctrina, Del dios de Sócrates, Del
mundo... Pero la obra que lo ha hecho famoso y admirado es su Metamorfosis, también titulada, ya desde
antiguo, el Asno de oro. Consta de once libros y su trama es la siguiente: el joven Lucio siente curiosidad por las
artes mágicas. Se aloja en casa de una maga y ve cómo ésta, con un ungüento mágico, se convierte en búho. Él
quiere hacer lo mismo y le roba el ungüento, pero se equivoca de bote y se convierte en asno.
En figura de asno, pero conservando su razón humana, pasa por una serie de aventuras extraordinarias, vividas
con sus diversos amos: unos bandidos, unos sacerdotes sirios, un panadero, un hortelano, un rico corintio... Al
final, por mediación de la diosa egipcia Isis, recobra su ser humano, al comer unas rosas que le ofrece un
sacerdote de la diosa, a cuyo culto se consagra Lucio de por vida.

37 (Tácito, Annales) Fue cónsul y «se mostró a la altura de sus obligaciones». Condenado luego por el emperador, se
abrió las venas, afrontando la muerte con un banquete final y en medio de conversaciones placenteras y recitaciones
de poemas ligeros.
38 Las dos tiradas poéticas más importantes son «La destrucción de Troya» (parodia del libro II de la Eneida) y
«La guerra civil» (parodia del poema de Lucano).
38
Se trata, pues, de una novela de aventuras, como el Satiricón. Pero ésta de Apuleyo la conservamos completa
y es de lectura apasionante. El interés de las peripecias por las que pasa el asno protagonista no decae ni un
momento. Hay sátira social, cuadros de costumbres, pintorescas digresiones y hay un largo episodio en el
centro de la obra, que ocupa todo el libro V y parte del IV y del VI. Es un maravilloso cuento de amor, de origen
popular, pero enmarcado en una leyenda mitológica; se le estudia con frecuencia como un relato autónomo con
el título de Cuento del Amor y Psique.
Buena parte del Asno de oro coincide con el Satiricón en ser una narración satírica con tintes humorísticos.
Pero en la obra de Apuleyo hay mucho más. Hay episodios llenos de ternura y de romanticismo, como el citado
de «Amor y Psique» o la historia de «Cárita». El tono erótico está mucho más amortiguado. Hay en Apuleyo,
frente a Petronio, intención moralizante y hay, al final de la obra, un elevado tono religioso, serio y sentido.
El lenguaje de Apuleyo es riquísimo. Domina soberanamente todos los recursos de la retórica. Su léxico
proviene de todas las gamas del latín, desde el más culto al más popular. Su estilo es brillante, deslumbrador de
colorido y de barroquismo. Su prosa es un continuo fuego de artificio, con juegos de palabras y preciosismos
sonoros. Valga como resumen el juicio de A. Rostagni: «Característica constante de la prosa de Apuleyo es la
búsqueda de los valores musicales, con cadencias sonoras, ya lánguidas y sensuales, ya agitadas y
dramáticas. La música verbal adquiere un valor evocativo autónomo... A pesar de estos caracteres, que alejan a
Apuleyo del arte clásico, precisamente por su capacidad de traducir en arte las tendencias y el espíritu de su
época decadente, Apuleyo es el último gran artista de la literatura latina».

Valoración literaria
El estilo del Asno de Oro mereció elogios unánimes desde la antigüedad hasta casi nuestros días. Su
lengua barroca y con gran carga retórica resulta quizá algo extraña a los gustos contemporáneos. Son
características de nuestro autor, que comparten los otros grandes autores del siglo II, la artificialidad y la
extravagancia verbal. La novela de Apuleyo constituye una importantísima muestra del estilo de la época.
La influencia de la novela de Apuleyo a partir del Renacimiento ha sido muy importante. En el Renacimiento
italiano hemos de destacar su influjo sobre Boccaccio, que manifestó su interés por la novela de Apuleyo
transcribiendo él mismo el manuscrito de Monte Casino. Se ha de destacar también la importancia del Asno
de Oro en el desarrollo de la novela picaresca española: su influjo se observa en el Lazarillo de Tormes y en
el Guzmán de Mateo Alemán. Conviene también citar la influencia que en la literatura occidental ha tenido la
fábula de Cupido y Psique; podemos encontrar su influencia en Boccaccio, Calderón y La Fontaine. La
literatura moderna alemana prestó especial atención al mito de Cupido y Psique y a sus representaciones
plásticas.
Aparte de estas dos grandes obras es muy poco lo que se conoce sobre la novela latina. La anónima
Historia de Apolonio, rey de Tiro puede haber sido escrita originalmente en griego en el siglo III y traducida al
latín en el siglo VI con un barniz cristiano.

textos:
El sueño de Lucio
Lucio, aún en su estado de asno, tiene en sueños una visión de la diosa Isis que le explica lo que debe
hacer para recobrar su figura humana: comerse unas rosas que llevará un sacerdote, ya avisado por la
propia Isis. Leamos el momento de la transformación del asno en hombre. El relato, como toda la novela,
está puesto en boca del protagonista:

Tunc ego trepidans, assiduo pulsu micanti corde, Entonces yo, tembloroso, saltándome el corazón
coronam, quae rosis amoenis intexta fulgurabat, avido ore con pulsaciones aceleradas, tomé con ávida boca
susceptam cupidus promissi cupidissime devoravi. Nec
me fefellit caeleste promissum: protinus mihi delabitur la corona resplandeciente, tejida de rosas
deformis et ferina facies. Ac primo quidem squalens pilus delicadas, y la devoré ansioso de conseguir lo
defluit, ac dehinc cutis crassa tenuatur, venter obesus prometido. No me engañó la promesa celestial:
residet, pedum plantae per ungulas in digitos exeunt, seguidamente desapareció mi aspecto deforme de
manus non iam pedes sunt sed in erecta porriguntur
asno. Primero cae mi pelo erizado, luego se
officia, cervix procera cohibetur os et caput rotundatur,
aures enormes repetunt pristinam parvitatem, dentes saxei adelgaza mi gruesa piel, retrocede la hinchazón de
redeunt ad humanam minutiem, et, quae me potissimum mi vientre, mis pezuñas se convierten en dedos,
cruciabat ante, cauda nusquam. Populi mirantur, religiosi mis manos dejan de ser pies y se elevan hacia su
venerantur tam evidentem maximi numinis potentiam et lugar y su misión, mi cuello alargado se encoge,
consimfiem nocturnis imaginibus magnificentiam et
facilitatem reformationis, claraque et consona voce, caelo mi boca y mi cabeza se redondean, mis enormes
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manus attendentes, testantur tam illustre deae beneficium. orejas vuelven a su antigua pequeñez, mis dientes
como piedras vuelven a ser menudos y humanos,
y el rabo, que era lo que principalmente me
atormentaba, desaparece. La gente se queda
maravillada, los sacerdotes veneran el poder tan
evidente de la gran diosa y la magnificencia
semejante a las revelaciones de la noche pasada y
la facilidad de mi transformación: y con voz clara,
todos a una, tendiendo las manos hacia el cielo,
rinden testimonio del brillante favor que he
recibido de la diosa.

LA ROMANIZACIÓN EN LA ACTUAL ANDALUCÍA.

INTRODUCCIÓN. GEOGRAFÍA DE LA REGIÓN.


La actual Andalucía fue una de las zonas del Imperio
Romano, incorporadas al mismo tras un largo período de
conquistas, más intensamente romanizada.
En plena época republicana (197 antes de la era común),
Hispania queda dividida en dos provincias, la Citerior y la
Ulterior, división que fue modificada por Augusto el 27 antes
de la era común en Tarraconense, Lusitania y Bética. La
Bética no coincide exactamente en sus límites con Andalucía,
como veremos más abajo.
Augusto se reserva para su gobierno personal dos de las
provincias: la Lusitania y la Tarraconense, que englobaba
parte de la actual Andalucía, en concreto la zona de Sierra Morena y el sudeste de la región. La Bética quedó
bajo la influencia
y el control directo del Senado, que encargaba a un procónsul el gobierno de la provincia. La capital será
Corduba. Esta división durará hasta Diocleciano (fines del siglo tercero), quien llevó a cabo una nueva
división de Hispania.

Los factores que contribuyeron a la rápida e intensa penetración de la cultura romana en Andalucía, así
como los testimonios que nos indican la importancia de esta romanización en la configuración cultural de
nuestra Comunidad Autónoma, fueron:

LAS VÍAS DE COMUNICACIÓN


La construcción de las vías romanas, por las que discurrían las legiones, y tras ellas el comercio, facilitó la
creación de campamentos y ciudades que pronto fueron núcleos de explotación agrícola y comercial, así
como focos de cultura. Las vías romanas en la Bética y sur de la Tarraconense son conocidas principalmente
por un famoso Itinerario (algo así como una guía de viajes, que señalaba las distancias en millas a Roma y
los principales albergues en el camino), el Itinerario Antonino. Eran importantes los ramales de la Vía
Augusta (por la costa mediterránea hasta Gades y por el interior por Guadix y Córdoba a Sevilla)), y la Vía
de la Plata, que partía de Gades e Itálica y se dirigía hacia el norte de Hispania pasando por Emérita.
También era frecuente, y muchas veces más rápido y seguro (y por ello más utilizado en algunas ocasiones,
como los intercambios comerciales), el tráfico marítimo y fluvial (el Guadalquivir era navegable hasta más
arriba de Sevilla.
La zona siempre fue un importante foco del comercio marítimo, debido a la extensión y seguridad de sus
costas, con puertos como el de Gades, Malaca, Carteia [cerca de Algeciras] y Sexi [Almuñécar]).

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LA UNIFICACIÓN LINGÜÍSTICA Y CULTURA
El territorio de la actual Andalucía adoptó rápidamente y por completo el uso del latín en la vida diaria y
como vehículo de propagación de la cultura, hasta el punto de que, según testimonios de la época, había
olvidado sus lenguas maternas.
La educación fue bastante cuidada en la región, pues hay testimonios de un nivel cultural bastante alto. En
diversas poblaciones importantes (Cádiz, Córdoba, Écija) existieron escuelas públicas que enseñaron la
cultura y la literatura latinas, y favorecieron la educación de la población bética indígena.
Fruto de este auge cultural, en Andalucía se conocen varias familias hispanas que llegan a intervenir
activamente en la vida cultural y política del Imperio, como la de los Séneca, naturales de Corduba ( Séneca
el retórico, Séneca el filósofo, Lucano, el poeta). En Cádiz es famosa la familia de los Balbos (senadores) y
de Itálica salen dos emperadores, Trajano y Adriano, que llevaron al Imperio a uno de sus mejores momentos
en cuanto a expansión y estabilidad cultural y política (finales del siglo primero y comienzos del siglo
segundo).

LA ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA Y SOCIAL


En el Imperio Romano, cada provincia se encuentra dividida en conventus, unidades administrativas con
fines de administración de justicia, si bien debieron servir también funciones de reclutamiento o recaudación
de impuestos. La Bética estuvo dividida en cuatro conventi: Gades, Corduba, Hispalis (Sevilla) y Astigi
(Écija).
Cada conventus estaba a su vez dividido en civitates, es decir, porciones de territorio que estaban bajo la
jurisdicción de un núcleo de población principal.
Con respecto a las clases sociales, éste puede ser el reflejo que dejaron en Andalucía:
Los soldados y colonos, representantes de las clases sociales bajas romanas, eran fundamentalmente de
origen itálico, es decir, con ciudadanía no romana, sino itálica, sin gozar de plenos derechos de participación
en la vida política de la capital. Las clases bajas hispanas convivieron pacíficamente y se mezclaron con las
clases bajas y medias de procedencia romana o itálica. Muchos hijos de matrimonios mixtos obtenían con
facilidad la ciudadanía. Los hombres libres no ciudadanos (los peregrinos) formaban la mayoría de la
población hispana y disfrutaban de derechos civiles, pero no políticos.
La clase dominante romana adquiere posesiones en la zona, pero la mayor parte de las veces están ausentes
de ellas, dejando su explotación en manos de administradores o arrendatarios. Los beneficios sacados de
estas explotaciones revierten principalmente en Italia, donde los dueños invierten. Otro modo de intervención
en Hispania por parte de estas clases acaudaladas se hace por medio de las sociedades de publicanos, que
explotan por arrendamiento diversas posesiones y exclusivas del Estado: minas, recaudación de impuestos.
Parte de estos beneficios revierten en Italia, y otra parte se invierte en la agricultura hispana. Las clases altas
hispanas se asimilan y son absorbidas por las clases altas romanas. Con bastante facilidad se concedió la
ciudadanía romana a quienes se hubieran distinguido en acciones en pro de Roma.
En cuanto a los esclavos, desde que se pacificó la zona, los esclavos no solían ser de procedencia bética.
Trabajaban principalmente en minas, explotaciones agrarias y talleres artesanales.

LAS CIUDADES
Andalucía fue una zona intensamente urbanizada, en la que las ciudades preexistentes se integraron
plenamente en la estructura administrativa romana, junto con las de nueva creación, y contribuyeron a la
expansión de la cultura romana.
Las civitates tuvieron estatutos jurídicos diferentes, según fuera su base organizativa indígena o romana.
Entre las indígenas existieron ciudades federadas (exentas de impuestos y que mantiene su sistema jurídico
indígena por haber hecho un pacto con Roma), libres (igual, pero por concesión del Senado, que podía
volverse atrás en su concesión) y estipendiarias (que deben pagar impuestos por haber sido sometidas por
las armas).
Entre las romanas, es decir, las ciudades jurídicamente privilegiadas, existieron las colonias (fundadas por
Roma con ciudadanos romanos o latinos, a los que se entregaban lotes de tierra; se organizaban al modo
romano) y los municipios (o ciudades indígenas a las que Roma otorgaba el derecho de ciudadanía, o bien
latino (con menos derechos), bien romano (con más derechos). En la Bética el número de las ciudades
privilegiadas era muy numeroso en comparación con el resto de Hispania.
La organización ciudadana de colonias y municipios en la Bética es conocida gracias a algunas leyes
municipales que se han conservado, como las de Osuna (Urso) y la Lex Flavia Malacitana. Cada ciudad
tenía: un Senado o Consejo de los decuriones (nombrados vitaliciamente y elegidos entre la oligarquía de la

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ciudad, y debían ser ciudadanos); una Asamblea popular (formada por los ciudadanos con derecho de
ciudadanía); dos duoviri, encargados del poder ejecutivo (elegidos anualmente, presidían las reuniones del
Senado y la Asamblea, y tenían como ayudantes a dos ediles.)
Las ciudades se embellecieron con edificios públicos, al estilo de la capital del Imperio (foros, termas,
gimnasios, teatros, anfiteatros). Algunas obras de tipo militar o de interés público han llegado en buen estado
hasta nosotros, como sucede con el puente de Córdoba. Se conservan restos arquitectónicos de gran
importancia, como son: ITÁLICA: se conservan restos de la ciudad, con su red de alcantarillado, estructura
de las calles y restos de casas y mosaicos; teatro, anfiteatro con gran capacidad de acogida de espectadores;
termas. BOLONIA (restos de la antigua ciudad de Baelo Claudia, cerca de Tarifa): ruinas de la factoría de
salazón, templos, termas, ciudad, foro, necrópolis. Termas de SAN PEDRO DE ALCÁNTARA. Teatro de
ACINIPO (cerca de Ronda). Teatro de MÁLAGA. Ruinas de TORROX (mosaicos, hornos y necrópolis).
CARMONA: importante necrópolis. OSUNA (antigua ciudad de Urso): placas de bronce con leyes inscritas,
teatro y necrópolis.
La típica estructura de la casa señorial romana, centrada en el atrio y ampliada en su parte trasera con el
peristilo, está recogida en los restos conservados en Andalucía de villas romanas, tanto rústica como urbana.
Por ejemplo, en los restos de la villa romana de Marbella.
Las costumbres en las comidas también fueron adoptadas, y no fueron ajenos los pueblos de la zona a los
gustos de la urbe, ya que varias de las más famosas industrias de salazón de pescado y de fabricación de
"garum" ( salsa para acompañar los platos de comida, muy apreciada y bastante cara, hecha a base de las
vísceras y restos de diversos pescados) se hallaban en la zona sur de la Bética (Almuñécar, Fuengirola,
Baelo Claudia).

EL EJÉRCITO
La procedencia social de los soldados influyó en el modo de Romanización de la zona: eran normalmente
de baja clase social, con un alistamiento que en realidad pretendía mejorar su status económico y social
mediante un rápido enriquecimiento con los botines de guerra o la consecución de tierras al licenciarse. Por
esto fue muy normal su posterior asentamiento en la Bética.
La peculiar importancia del general del ejército (cuyos soldados adquirían un vínculo sagrado, personal,
con él, más que con Roma) observado en el último siglo de la República, también tuvo su reflejo en
Andalucía, donde ejército y ciudades se ponen de parte de uno u otro cuando ocurren las guerras civiles entre
Pompeyo y César, y los acontecimientos posteriores.
Tras la instauración de un ejército mercenario desde tiempos de Mario (principios s. I a. C.), debido a la
escasez de efectivos al haber concedido la ciudadanía a los itálicos, se admitió el reclutamiento de tropas
hispanas en el ejército regular, como ya hemos dicho más arriba.
Numerosas colonias fueron fundadas en la región para asentamiento de veteranos tras su licencia: Itálica,
Urso (Osuna), Baena. Normalmente, los ejércitos acampaban fuera de las ciudades, por lo que no había
excesivo contacto con la población hispana. Pero en los largos períodos de descanso, se mezclaban con la
población indígena y había muchos matrimonios mixtos.

LA RIQUEZA MINERA Y AGRÍCOLA


La gran riqueza agrícola de la Bética queda demostrada, por ejemplo en el gran número de talleres de
fabricación de ánforas y vajillas que sirvieron como recipientes para la exportación de estos productos
(cereal, vino, aceite, etc.). Cascotes de estos recipientes se encuentran por todo el Imperio. Fue especialmente
rico y explotado el fértil valle del Guadalquivir.
La riqueza minera de Sierra Morena, en todo el norte de Andalucía (provincias de Huelva, Córdoba y Jaén,
especialmente) era muy conocida y codiciada por los pueblos que pasaron por la región. La enorme riqueza
de la región hizo posible el interés de Roma por mantener su poder y su civilización en la zona, así como la
aparición de numerosas familias importantes hispanas, que consiguen la ciudadanía y el ascenso social.

LA RELIGIÓN
La religión precedente a la romana tuvo escasa pervivencia precisamente por la intensa Romanización de la
zona. Todos los dioses de la religión romana recibieron culto en Hispania. El dios más venerado fue Júpiter,
seguido de Diana. En la Bética se conserva el Capitolio de Baelo Claudia, con los tres templos dedicados a la
tríada capitolina: Juno, Júpiter y Minerva, y hay noticias de templos en la provincia de Huelva y en Cádiz.
También en la Bética han aparecido imágenes de los dioses romanos, como Mercurio, Venus y Diana.

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En época imperial, Hispania se unió al culto al emperador (culto imperial), y se conservan restos y estatuas,
que testimonian este hecho, dedicados al emperador del momento. Así, en Itálica el templo estaba dedicado
al dios Trajano (el emperador originario de esta ciudad). También en Córdoba el templo estaba dedicado al
culto imperial.
Asimismo, florecieron las religiones mistéricas, como el culto a Mitra (del que hay evidencias en Málaga e
Itálica), el de Atis (en Acinipo y en Cádiz), y el de la Magna Mater, o Cibeles. En Córdoba hay noticias de
sacrificios de toro (ceremonia del culto a Mitra) por distintos motivos, como epidemias y catástrofes
similares.
En Cádiz estaba el santuario más famoso de Hispania, el Herakleion, dedicado al Hércules gaditano,
antigua deidad fenicia que, por influencia del Heracles griego, se transformó en dicha divinidad.

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