Sei sulla pagina 1di 11

Visión según la doctrina

de la Iglesia Católica
Visión de la Iglesia Católica
Introducción

El tema de los anticonceptivos es siempre uno de los temas


más delicados de tratar y exponer. La iglesia como familia de Dios
presente en el mundo, también da una respuesta ante este inquietante
tema que sirven de orientación para todos sus fieles y para las
personas de buena voluntad. ¿Es permitido o no?, y si no es permitido
¿por qué?

Por eso, a continuación no queremos hacer, por ahora, una


explicación exhaustiva, solamente dar algunas pistas generales ante
tanta desorientación y desenfreno.

En un primer momento explicaremos el significado el acto


conyugal (acto sexual), para comprender mejor la orientación de la
iglesia. Seguidamente expondremos el método que propone la Iglesia
el cual se aplicó en Uganda y por último, expresaremos la necesidad
de la religión y de la fe para afrontar esta problemática.

El Acto Conyugal (Acto Sexual)

Según el Catecismo de la Iglesia Católica, la sexualidad está


ordenada al amor conyugal (unión) del hombre y de la mujer y la
procreación de los hijos (transmisión de la vida). En el matrimonio, la
intimidad corporal de los esposos viene a ser un signo y una garantía
de comunión espiritual.

La sexualidad, mediante la cual el hombre y la mujer se dan el


uno al otro con los actos propios y exclusivos de los esposos, no es
algo puramente biológico, sino que afecta al núcleo íntimo de la
persona humana en cuanto tal. Ella se realiza de modo
verdaderamente humano solamente cuando es parte integral del amor
con el que el hombre y la mujer se comprometen totalmente entre sí
hasta muerte.

Por la unión de los esposos se realiza el doble fin del


matrimonio: el bien de los esposos y la transmisión de
la vida. No se pueden separar estas dos
significaciones o valores del matrimonio sin alterar la
vida espiritual de la pareja ni comprometer los bienes
del matrimonio y el porvenir de la familia.
Así, el amor conyugal del hombre y de la mujer queda
situado bajo la doble exigencia de la fidelidad y la
fecundidad.

Estrategia aplicada en Uganda

Uganda (nombre oficial, Jamhuri ya Uganda o Republic of


Uganda, República de Uganda), república de África oriental;
limita al norte con Sudán, al este con Kenia, al sur con Tanzania
y Ruanda, y al oeste con la República Democrática del Congo;
El magisterio de la Iglesia enseña que siempre se debe hablar
prioritariamente e insistentemente a esas personas de lo que para ellas
es mejor, es decir, que se planteen dejar esos estilos de vidas
peligrosos e inmorales que desvirtúen el significado profundo de la
sexualidad. Algunos objetarán: ¿acaso la abstinencia y la fidelidad no
son sólo opciones morales?, ¿qué prueba hay de su eficacia para
detener el sida? La prueba es que donde se aplica funciona.

Se aplicó en Uganda. Veamos qué ocurrió. Uganda es uno de


los lugares más bellos del África, de sus 25 millones de habitantes el
43% son católicos. Este país tiene el privilegio de ser el único en el
mundo en reducir drásticamente el número de infectados por el SIDA.
En 1991 Uganda tenía el 15% de su población de infectados por el
sida, el 2004 la cifra se ha reducido al 4 %. La ONU ha reconocido
este descenso como el único en el mundo y ha visto que en Uganda ha
conseguido un efecto a lo que equivale a una vacuna eficaz contra el
SIDA.
Para lograr este descenso espectacular, Uganda aplicó la
estrategia ABC.

En los libros de textos escolares se ve mucha información


biológica y pocos valores, una sexualidad, una educación sexual sin
valores es una incitación a la experimentación.

La única estrategia para reducir el embarazo precoz, la


contracción de alguna enfermedad venere o regular la natalidad es el
ABC

La letra A: significa ABSTINENCIA y se aplica


aconsejando a los jóvenes a retrasar el máximo el inicio de sus
relaciones sexuales.

Para entender este primer paso acudamos al ejemplo de los


medios que se usan para prevenir, el cáncer en los pulmones, la droga,
el alcoholismo… No se le dice: “deje de beber, o de fumar poco a
poco”. No. Se les dice expresamente que se han de abstener
totalmente de ingerirlos.

En nuestro caso es igual, se la de retrasar como decíamos, al


máximo, el inicio de las relaciones sexuales.

La sexualidad precoz aparte de otros peligros que tiene


(contracción de enfermedades venéreas), tiene el gran peligro de
luchar en contra del autodominio, en una sexualidad sin control.

La enseñanza de la Iglesia no habla del preservativo sino de la


castidad y pureza antes del matrimonio y de la apertura a la vida en las
relaciones matrimoniales no usando anticonceptivos.

La CASTIDAD es la positiva integración u orden de la


sexualidad en la persona. Además, implica un aprendizaje de dominio
de sí. La alternativa es clara: o el hombre controla sus pasiones y
obtiene la paz (es libre); o se deja dominar por ellas y se hace
desgraciado (es esclavo).
La castidad se vive de varios modos. Unos viviendo en
virginidad o en el celibato consagrado, modo eminente de dedicarse
más fácilmente a Dios, con un corazón indiviso; otros, si están
casados, viviendo la castidad conyugal (manteniendo la unión con una
sola pareja, monogamia); los no casados (novios), practicando la
castidad en la continencia (hasta una relación estable y segura).

El vicio contrario a la castidad es LA LUJURIA. Es un deseo


o un goce desordenados del placer venéreo. El place sexual es
moralmente desordenado cuando es buscado por sí mismo, separado
de las finalidades de procreación y de unión.

La Letra B (viene de Be Faithful), en castellano: sé


fiel. Y hace hincapié en la las relaciones sexuales sean mutuamente
monógamas.
Unido al primer paso, la Abstinencia sexual antes del
matrimonio, va el de la fidelidad, que debe volver a valorarse como
normas sociales, no se le ha de dar el protagonismo al preservativo.

La fidelidad conyugal

El matrimonio constituye una "íntima comunidad de vida y


amor conyugal, fundada por el Creador y provista de leyes propias".
Esta comunidad "se establece con la alianza del matrimonio, es decir,
con un consentimiento personal e irrevocable" (GS 48,1). Los dos se
dan definitiva y totalmente el uno al otro. Ya no son dos, ahora
forman una sola carne. La alianza contraída libremente por los
esposos les impone la obligación de mantenerla una e indisoluble (cf
CIC, can. 1056). "Lo que Dios unió, no lo separe el hombre" (Mc
10,9; cf Mt 19,1–12; 1 Co 7,10–11).

La fidelidad expresa la constancia en el mantenimiento de la


palabra dada. Dios es fiel. El sacramento del matrimonio hace entrar
al hombre y la mujer en la fidelidad de Cristo para con su Iglesia. Por
la castidad conyugal dan testimonio de este misterio ante el mundo.

S. Juan Crisóstomo sugiere a los jóvenes esposos hacer este


razonamiento a sus esposas: "te he tomado en mis brazos, te amo y te
prefiero a mi vida. Porque la vida presente no es nada, mi deseo más
ardiente es pasarla contigo de tal manera que estemos seguros de no
estar separados en la vida que nos está reservada...pongo tu amor por
encima de todo, y nada me será más penoso que no tener los mismos
pensamientos que tú tienes" (hom. in Eph. 20,8).

La entrega de una persona a otra, y para siempre, es garantía


del amor total y grande, exclusivo y perenne. A ninguna mujer u
hombre le agradaría que le dijeran que le amará a medias, y que
guardará un espacio de su corazón para otro o para otra, por si acaso.

El amor total que se manifestó en la cruz, es el ejemplo de


cómo ha de ser el amor total y la entrega total del hombre y la mujer.

Dios creó al hombre y a la mujer, a imagen de Dios los creo.


Atención no dice que creó a “hombre y mujeres”, ni “mujer y
hombres”. La unidad de la entrega del uno al otro viene expresado en
esa exclusividad.

Dios, que es amor y creó al hombre por amor, lo ha llamado a


amar. Creando al hombre y a la mujer, los ha llamado en el
Matrimonio a una íntima comunión de vida y amor entre ellos.

El Matrimonio cristiano es una maravilla de Dios. Tienes que


tener una idea muy grade del matrimonio. Ya desde ahora, claro que
sí. Es un cauce estupendo para darse, para amar, para entregarse.
¡qué cosa más grande: un esposo que se olvida de así, que
sólo piensa en dar. Una mujer cariñosa, atenta, acogedora siempre,
sacrificada…!

Y los dos volcados en sus hijos: escuchándoles,


comprendiéndoles, jugando con ellos. Para sus hijos el cariño, el
esfuerzo, el tiempo y todo. ¡qué cauce para el amor! Qué felicidad.
Qué plenitud.

Si Dios te llama para el matrimonio, dale gracias y…


prepárate ya desde ahora.

¿Cómo? Limpia el corazón, “liberarlo” del egoísmo y de


todas sus manifestaciones, que son los siete vicios capitales. El que no
lucha contra su pereza, contra la envidia, la soberbia, la avaricia y la
lujuria, la ira y la gula… estará siempre atado, no está libre para el
amor. Si no mata el egoísmo no será feliz con este muchacho o
muchacha que tanto le gusta.

La letra C= de condón, se le dice a las personas que


esa no es la solución sino que agrava el problema como ha ocurrido en
los lugares donde se le ha dado el protagonismo al preservativo. A
estos se les avisó que el preservativo nunca elimina del todo el riesgo
del contagio.

Luck Montanier descubridor del UVH admitió que la


promiscuidad y el libertinaje sexual han favorecido a la propagación
del virus y llegó a afirmar que el sida es el hijo de la píldora
anticonceptiva.

En los países donde el protagonismo lo lleva el preservativo


han aumentado los contagiados por las enfermedades venéreas y los
embarazos precoces se han duplicado.
Algunos piensa que bastaría con la sugerencia del
preservativo con la consulta médica privada, pero la Iglesia discrepa
con este planteamiento, lo prioritario no es aconsejarle que usen
preservativos, sino que abandonen unos estilos de vida que dañan
profundamente el significado humano de la sexualidad y son
gravemente peligrosos para la salud. La iglesia ve con dolor que el
esfuerzo sanitario en pro de de la dignidad de las personas se resumen
en llenarles gratis de noche la cartera de preservativos.

Conclusión

El modo de inculcar este mensaje ha de ser múltiples, sesiones


educativa en los colegios y agentes de autoridades religiosas de
mujeres y jóvenes. Todo el país ha impulsar la campaña nacional a
favor del comportamiento casto.

Así, se ha obtenido que el porcentaje de chicos sexualmente


activos descienda del 60% al 5% en 7 años en Uganda. En ese
período se ha logrado además reducir la frecuencia de las relaciones
sexuales esporádicas extra- matrimoniales de modo espectacular. Esto
demuestra que la estrategia ABC es realista y posible. El modelo
funciona; pero choca con algunos países de mentalidad dominante, en
países y organismo que influyen en la política sanitaria mundial.

Lo que hay que dejar claro es que ha conseguido logros en los


países en donde se ha aplicado, y cuando se dice que hay que
aplicarlo, es que hay que utilizar todos los medios educación
sanitarias, medios de educación en los colegios. No decirlo sólo en
teoría y despacharlo pasando a otro tema como algo irreal. Lo hay que
hacer es ayudar a los jóvenes con ideas reales para efectivamente
puedan elegir A y B.
Que hace en la Iglesia en el Mundo

Un análisis objetivo de la difusión de esta enfermedad en


África ha demostrado que los países con más población católica tienen
las tasas mas bajas de sida. Y viceversa, a menos católicos, más
prevalece la epidemia, por ejemplo: En Suazilandia, donde sólo el 5%
de la población es católico, un 42,6% de sus habitantes están
infectados por el SIDA; En Botswana, el 4% de la población es
católico, un 37% de sus habitantes están infectados.

País Católicos Con sida

Suazilandia 5% 42,6%

Botswana 4% 37%

Sudáfrica 6% 22%

Uganda 43% 4%

A nivel mundial la Iglesia Católica es el mayor proveedor


individual de cuidados a enfermos que viven con sida. Atiende a 1 de
cada 4 de ellos, este 25 % se desglosa en un 10% atendidos por
organismos eclesiales y unos 15 % atendidos por ONG católicas.
Aproximadamente el 60 % de las Iglesias locales organizan o
colaboran en programas de promoción contra el sida.

Juan Pablo II ante la ONU afirmaba que la terrible difusión


del sida se inscribe en un universo social caracterizado por una crisis
de valores, subrayo que la Iglesia católica con su magisterio y su
compromiso al lado de los enfermos del sida afirman el precepto
sagrado de la vida y el precepto divino del amor al prójimo.
Todas las recetas contra el sida que proponen la ONU y los
países occidentales han fracasado, frente al éxito estadístico de las
propuestas del Vaticano.

Los países occidentales, que defienden los intereses de sus


industrias químicas y farmacéuticas, las ONG que reciben las
subvenciones de esos gobiernos y la ONU propugnan el uso del
preservativo como único método para enfrentarse al sida. Y como la
receta ha fallado estrepitosamente, aplican sus "alternativas": el aborto
financiado con dinero de los gobiernos occidentales a través de sus
ONG y la venta masiva a África de los muy caros medicamentos para
hacer frente a la enfermedad.

¿Cuál es la formula?

La fórmula que ha repetido el Papa estos días es muy simple.


Se trata de abordar la epidemia del sida desde la educación, mediante
un cambio de valores y una vuelta al que constituye único eje
vertebrador de las sociedades: la fortaleza de la institución familiar.

Aplicando estos principios la epidemia del sida se ha


conseguido frenar en Uganda, donde el 43 por ciento de la población
es católica. La comparación entre los países africanos que siguen los
programas de la ONU contra el sida y los países con mayoría católica
que utilizan los métodos defendidos por el Vaticano es muy
significativa:

El 1991 el 15 por ciento de la población estaba infectada en


Uganda. Diez años después esa proporción se redujo al 4 por ciento.
En los últimos 20 años, Uganda ha sido la única nación que ha
reducido el sida hasta en un 75 por ciento, hecho reconocido por
Naciones Unidas.

Potrebbero piacerti anche