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UNAM / FFyL

Carrera: Lengua y Literaturas Hispánicas

Materia: Teoría de la literatura 5

Profesor: Dr. Manuel S. Garrido

Alumno: César Eduardo Ambriz Aguilar

Fecha: 30 de agosto del 2010

“Madame Bovary: paradigma y crítica de la modernidad”

Creo que la gran novela de Flaubert paradigmática de la modernidad, al mismo


tiempo que la crítica certeramente. Es paradigma por el fiel retrato que hace
de una sociedad burguesa sin ambiciones, emociones, únicamente movidos por
un afán ya sea mercantil o científico, y en algunos casos ambos, como en
Charles. El mismo estilo literario que encontramos en la novela es un reflejo de
un hombre guiado por la razón, pues cada línea, cada párrafo y cada acción
esconden detrás una disposición bien meditada, un orden que no es arbitrario
y sobre todo, un afán de observación casi científico que podemos ver en las
abundantes descripciones a lo largo de la obra.

Sin embargo, es también una crítica a esa cultura de la que Flaubert forma
parte, si atendemos a la aguda observación y valoración casi imparcial que
hace ingeniosamente el autor, sobre todo en cuanto a sus personajes y toda su
complejidad psicológica, intelectual, emocional y hasta política y religiosa.
Antes que nada, creo que el mayor peligro que supo ver Flaubert en la
Modernidad, fue el de estar perdiendo su admirable afán por desarrollar todas
las potencialidades del hombre. Y viéndolo así, Charles se nos muestra como
un hombre mutilado, unidimensional, plano emocionalmente y limitado
intelectualmente. Por ello choca con los impulsos vitales de Emma, quien,
como dice al principio, se decepciona del matrimonio con Charles, y se
pregunta si acaso un hombre no debía de conocerlo todo y destacar en
múltiples actividades para después instruir a su mujer en ellas. Para Charles,
Emma representa nada más un elemento más dentro del sistema de su vida,
que, si bien imprescindible, puede ser sustituido por cualquier otra mujer capaz
de atender la casa y de darle un hijo mientras él se ocupa de atender
enfermos. Es por ello que Flaubert es también un crítico de la Modernidad,
porque supo ver la deshumanización, ante la cual, le da voz a Emma, y la llena
de una complejidad emocional y mental tan fuerte que las paredes de su casa
no son capaces de contener su ambición de una vida digna de ser vivida, y de
despegarse de lo que ella misma llama en su primer encuentro con León (su
primer amor verdadero), “héroes vulgares y sentimientos moderados como los
que se encuentran en la realidad”, a diferencia de los que encontraba en la
literatura.

No hay que olvidar que Madame Bovary es ante todo, la novela de un


fracaso. Es la historia de un intento fallido por demostrar que la existencia
humana es más que un orden regido por la razón. No creo que sea arbitrario
que Flaubert haya elegido un personaje femenino como héroe para su novela,
pues las mujeres se caracterizan ante todo por ser, afortunadamente, más
corazón que razón (lo cual no implica que no la tengan, sino que predomina el
sentimiento).

Finalmente, creo que podemos ver también la idea de progreso en la


novela. Si bien Emma, tras su primera visita a la mansión Veubyessard, se
siente insatisfecha en la vida que lleva con Charles, no creo que sea
únicamente por las riquezas que observó ahí, aunque sí hay parte de ello, pero
más bien como un progreso emocional, de vivir cosas diferentes cada día. Y
encerrada en su casa de Tostes, o en Yonville, resulta imposible conseguirlo,
por lo que una presencia romántica, con gusto por la música y la literatura
como León, o bien tan gallardo como Rodolphe, se aparece ante ella como un
tren que la llevará a la salvación y que, sin embargo, sólo la lleva al suicidio
ante la imposibilidad de satisfacer esos impulsos que las lecturas y su siempre
presente jovialidad le habían llenado.

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